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Honduras es un país con conflictos, pero quizá el más largo y persistente de todos es el agrario. También es un país de migrantes, la economía nacional se sostiene por las remesas. Y es, sobre todo, un país de jóvenes, en su mayoría campesinos o migrantes -o ambos-. Pero en el Bajo Aguán, ubicado en uno de los valles más fértiles y productivos del país, un grupo de jóvenes no quiere migrar, quiere enraizarse, como una vez sus padres lo hicieron o intentaron hacer. Con el nuevo gobierno, que prometió «la refundación» del Estado, vieron una oportunidad y después de tomarse tierras en poder de grandes corporaciones, han hecho una tregua con el gobierno. Se enfrentan a la gran industria de la palma africana que es más que un Goliat para ellos y esa lucha , ha llenado de sangre la tierra por décadas.


Por: Jennifer Ávila
Fotografías: Jorge Cabrera

Orlin no olvida ese día, tenía apenas 12 años y entendía poco de lo que pasaba en su comunidad. La gente corría de un lado a otro, las mujeres gritaban, otros niños lloraban y decían que nunca más verían a sus padres de nuevo. Él lo veía todo como en una pantalla, como si no estuviera allí. De repente vio que colocaron sobre la calle cinco cadáveres, uno de ellos era el de su padre. Seguía sin entender que ese día su vida cambiaría radicalmente.

Era el año 2010, en Trujillo, al norte de Honduras. Los hombres de la comunidad Guadalupe Carney, organizados en el Movimiento Campesino del Aguán (MCA) partieron juntos, según ellos, a recuperar un lote de tierra cultivada de palma africana en poder de la empresa Dinant. Orlin sabía que su padre era un líder en el movimiento, pero ese día, él lo esperaba como cualquier otro en el que al final de la tarde llegaba después del agotador trabajo de campo.

Orlin cuenta esto doce años después y hace gestos como si un escalofrío pasó por su cuerpo. Al recordar se le revuelven los sentimientos: tristeza, rabia, abandono. Lo dice sin poder articular muchas palabras. Habla de esto mientras espera su turno en la cosecha del fruto de la palma africana en esa misma tierra donde le dispararon a su padre.

Su trabajo es ser «mulero», así le llaman a quienes recogen las bellotas, el fruto de la palma aceitera que sus compañeros bajan de la palmera temprano en la mañana. Los instrumentos que usan son enormes y muy filosos, porque la hoja de palma es gruesa y su contorno es como una sierra. A los primeros que pasan les llaman «corteros», ellos bajan el fruto y podan la palma con una guadaña de unos cinco o seis metros de largo a la que llaman «malayo». Después viene el trabajo de los muleros, quienes con una herramienta puntiaguda, a la que le llaman «chuzo», levantan los racimos que pesan entre 50 y 80 libras y los cargan en una carreta tirada por una mula. Ese día a Orlin le llevan su carreta con la mula para comenzar a recoger y mientras espera, cuenta por qué esa tierra que pisamos es de él y de los hijos e hijas de los mártires de su comunidad, aunque todos los rótulos digan que el dueño es otro.

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Orlin Acosta carga el fruto de la palma africana. Foto CC/Jorge Cabrera

El trabajo en la finca comienza a las seis de la mañana, a esa hora el sol ya calienta y los mosquitos hacen fiesta en la piel de los campesinos que comienzan la faena comiendo semitas y bebiendo Coca Cola. Estamos en el Lote 1 de la finca «El Tumbador II», una finca que ha estado en disputa desde los años 80 pero que en los últimos 30 años ha sido cultivada con palma africana por la empresa Dinant, de la familia terrateniente Facussé Barjum. El patriarca, Miguel Facussé, quien murió en 2015, comenzó este imperio después de la fallida reforma agraria hondureña. Según su página web, Dinant tiene cultivadas con palma africana unas 13,300 hectáreas solamente en los valles del Aguán y Lean y además tiene las procesadoras necesarias para exportar los productos de la palma: aceite vegetal, jabones, biocombustibles.

La palma africana o aceitera es uno de los rubros más importantes de la agroexportación en Honduras. Desde la implementación de la reforma agraria, el plan era llenar los valles de la zona norte del país con esta planta que resistía su clima tropical y tendiente a los huracanes. Después de las matas de banano, los valles de Honduras se inundaron de palmeras aceiteras.

El Lote 1 de la finca tiene una extensión de 561.19 hectáreas y desde el 3 de febrero, apenas una semana después de que el nuevo Gobierno tomó posesión, está ocupada por el movimiento «Mártires del Tumbador» que, además, es una empresa asociativa creada por los jóvenes de la comunidad campesina Guadalupe Carney. «Apenas dieron el resultado de las elecciones y nos reunimos. Nosotros trabajamos por ese partido (Libre) y sabíamos que podíamos recuperar la tierra que nos habían arrebatado», cuenta un líder campesino de la Guadalupe que ahora visita a los más jóvenes del movimiento, quienes decidieron tener su propio movimiento y no ser parte del histórico MCA.

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Un campesino trabaja en la comunidad Mártires del Tumbador, ocupada por agricultores desde hace un mes en Trujillo, a 411 km al noreste de Tegucigalpa. Foto CC/Jorge Cabrera

En Honduras —y más en la Honduras profunda— la historia se repite. Y estos jóvenes, que se hacen llamar hijos de la comunidad, sienten que quedaron sin padres y sin tierra cuando ese lote quedó en manos de Dinant. Perdido otra vez, generación tras generación, después de décadas de estar peleando.

Según quien cuente la historia, hay un momento en que se bifurcan los hechos y las miradas; pero ahora, es el actual Gobierno el que tiene la tarea de ser el juez, y de una vez por todas decir a quién le pertenece la tierra.

Esta es la versión de los campesinos que intentaron tomar estas tierras en 2017, en plena crisis electoral tras la reelección ilegal de Juan Orlando Hernández, el expresidente de Honduras que ahora está preso en Estados Unidos por narcotráfico:

Cuentan en la Guadalupe que antes de la reforma agraria, cuando quien llegaba primero tomaba las tierras hasta donde le alcanzaba la vista, llegó Temístocles Ramírez. Era el tiempo de las bananeras, de los mineros, de la explotación transnacional más descarnada y de Temístocles Ramírez, quien hizo leyenda su nombre en esta parte de Honduras. En 1980, el Estado de Honduras expropió las propiedades a este terrateniente para construir allí el 15 Batallón de Infantería. Una base donde se fraguaba «la Contra», o sea la contrarrevolución que pretendía derrocar el comunismo en Nicaragua. Se llamaba el CREM, Centro Regional de Entrenamiento Militar.

Tras ser expropiado, Ramírez inició en Estados Unidos un proceso judicial contra el Estado de Honduras y ganó la demanda, obligando al Estado a pagar las tierras y sus mejoras. Después de eso, las tierras pasaron a reforma agraria, un proceso que inició veinte años antes y que fue la esperanza de los campesinos sin tierra en el Gobierno del presidente Ramón Villeda Morales (1957-1963).

«No será ni comunista ni socialista, sino una reforma agraria práctica y puramente liberal y democrática (…) no se quitarán tierras a los latifundistas, sino que se darán a los campesinos las que tiene el Estado», dijo el entonces presidente Morales, quien temía que la reforma desatara un proceso revolucionario en Honduras similar a los que iniciaban en los países vecinos.

Pero al pasar las tierras al Estado después del funcionamiento del CREM, terratenientes y militares las compraron amparados en la Ley de Modernización del Sector Agrícola que había dejado sin efecto la reforma agraria y le había devuelto el valle del Aguán a los terratenientes. Estos fueron los señores del Aguán: Miguel Facussé, René Morales, Reynaldo Canales (de origen nicaragüense) y Oscar Nájera (diputado por más de 30 años). En el año 2000, campesinos provenientes de varias zonas deprimidas del país comenzaron un proceso de toma de tierras. En el Gobierno de Carlos Flores Facussé (1998-2002), después del Huracán Mitch, comenzó la negociación, de modo que el 80 % de ese pedazo de tierra quedó en manos de los campesinos, quienes bautizaron la comunidad con el nombre del jesuita Guadalupe Carney, desaparecido en 1983 tras ser capellán de la guerrilla nicaragüense.

Para lograr las tierras, hubo campesinos muertos y judicializados. Los padres del nuevo movimiento campesino.

Sin embargo, el director de relaciones comerciales de Dinant, Roger Pineda, retoma la historia de una manera diferente, una década después de que el MCA recuperó las tierras del CREM.

«Lamentablemente hay un mal manejo de la información en su momento, en el cual las tierras conocidas como el CREM fueron adjudicadas al sector campesino, por allá por el 2011 en medio del conflicto que había en ese momento. Desde el Instituto Nacional Agrario (INA) se les hizo la acotación de que esas tierras les pertenecían a ellos. En ese momento, César Ham, el ministro del INA, decía que las 5,000 y algo de hectáreas que el señor Temístocles Ramírez terminó dando al Estado a cambio de un pago incluían el famoso Lote 1. Sin embargo, lo que mucha gente desconoce es que ese pedazo de tierra fue rematado en juicio por los empleados del señor Temístocles con lo cual ellos cobraron sus prestaciones. En el traspaso de la escritura del señor Temístocles Ramírez se hace mención de que hay áreas que ya no están, que debería corregirse, entonces, en función de eso, el fallo es a nuestro favor que ahora lamentablemente se quiere desconocer».

Pero los líderes del nuevo movimiento «Mártires del Tumbador» lo tienen documentado así:

«Primero el CREM, que tenía 5,724 hectáreas de extensión, pasó en arrendamiento a la empresa ganadera Trujillo de Temístocles Ramírez. Quebró la empresa y se fue él. Los empleados de la empresa Trujillo no recibieron los derechos. Entonces, en esa área donde está ahora Miguel Facussé, los empleados se tomaron esa tierra para cubrir los derechos que no se les pagaron y la vendieron. Con la reforma agraria, se dieron intentos de recuperaciones, masacres. Hubo una recuperación de nuestros padres de esa tierra, era la que faltaba, porque están dentro de la escritura las tierras de un lado de la línea del ferrocarril que construyó la Trujillo Railroad Company. Al final se estabilizaron las cosas y Dinant hace un acuerdo con los campesinos y estos le vendían la fruta a la empresa y existía un respeto entre ellos. El problema sucede después de que hubo alguna estrategia para desmantelar el grupo campesino, de armar otro grupo campesino para meterse a la tierra que no salía en la escritura pública, entonces ellos llegaron a romper las bodegas, robaron provisiones de los trabajadores y eso indignó a nivel nacional y, entonces, Miguel Facussé mandó sus tropas de seguridad y a los militares y allí sacaron a todos, incluso a los que ya estaban posicionados en la tierra».

Las versiones varían, y ahora esta información y el tracto sucesivo de los terrenos está en manos de una comisión del Gobierno que ha revisado tanto lo que le llevaron los campesinos como lo que llevó la empresa. Los meses pasan y ya se ha pospuesto el resultado, mientras la tensión crece.

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Se observa la imagen de los cinco campesinos que perecieron el 15 de noviembre de 2010. Foto CC/Jorge Cabrera

«Yo tengo derecho sobre esta tierra, al igual que mi madre», dice Orlin bajo la sombra que hacen las palmeras, esas palmeras que dan una sensación de ahogo en la humedad extrema del caribe hondureño. La herencia de su padre era esa tierra y Orlin está tan convencido de esto que incluso rechazó irse a los Estados Unidos en un viaje que había planificado con sus amigos. «Yo me iba a ir, pero en eso salió esto de la tierra y decidí quedarme», cuenta y varios de sus compañeros asienten. También tenían planificado irse, porque en esas comunidades no hay muchas alternativas, salvo trabajar para Dinant, la empresa a la que ellos responsabilizan de su falta de acceso a la tierra y de un conflicto que les quitó a sus padres. 

Desde la masacre de 2010, Dinant ha seguido produciendo sin problemas en esta finca. Los campesinos de la Guadalupe, por su parte, han hecho varios intentos de pelear esta tierra que, según la empresa, no puede ser expropiada.

En 2016, la Asociación Nacional de Campesinos Hondureños (ANACH) regional de Colón envió una carta a la empresa para reclamar las 561.19 hectáreas de tierra que alegaban como propiedad del Movimiento Campesino del Aguán porque estaba dentro de los límites del CREM. La empresa respondió diciendo que esas hectáreas no estaban dentro de los límites de las tierras recuperadas por los campesinos ante el INA y que legalmente esa tierra les pertenece.

No hay parte que ceda y los fantasmas del conflicto ya rondan. Los jóvenes que ahora están cultivando la palma se han dividido para vigilar, son unos 160 entre hombres y mujeres, que se turnan para pasar toda la noche cuidando que nadie entre al Lote 1, nadie enviado por la empresa ni otro grupo que pueda producir un choque, como, según ellos, ocurrió antes. 

No es común que tras una toma de tierras en el Aguán no haya sucedido un desalojo por parte de la Policía Nacional. Sin embargo, el contexto político cambió en Honduras desde que el Partido Libre, con una retórica de izquierda, tomó el poder. Los campesinos de la comunidad Guadalupe aseguran que ellos sabían que era el mejor momento para entrar a las tierras, porque este Gobierno no iba a ser como el de Juan Orlando Hernández, con la presidenta Xiomara sí iban a poder dialogar. Y así ha sido, el diálogo se logró. El 22 de febrero de 2022, el Gobierno, representado por el ministro de la Secretaría de Desarrollo Solidario, José Carlos Cardona; el ministro de Seguridad, Ramón Sabillón; el ministro del INA, José Francisco Funes Rodríguez; el viceministro Rafael Alegría; y el ministro de Defensa, José Manuel Zelaya Rosales, se sentó con la Coordinadora de Organizaciones Populares del Aguán (COPA) y 15 movimientos campesinos y empresas asociativas aglutinadas en la Plataforma Agraria del Aguán para acordar una tregua y una especie de nuevo proceso de reforma agraria. Dice Orlin, del movimiento «Mártires del Tumbador», que la idea era que los empresarios involucrados (Facussé, Morales y Nájera) fueran parte del acuerdo, pero hasta este momento eso ha sido imposible.

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Un trabajador corta los frutos de la palma africana para luego venderlas a las empresas procesadoras. Foto CC/Jorge Cabrera

Roger Pineda, de Dinant y representante de los intereses de Miguel Facussé, el heredero del imperio Facussé, aseguró que ellos no están interesados en entrar al acuerdo que el Gobierno firmó con los campesinos.

«La cantidad de tierra que está tomada en el Aguán es bastante, si no me equivoco son alrededor de 13,500 hectáreas y, en el caso puntual nuestro, de esas hay alrededor de 5,300 tomadas. En efecto, el Gobierno firmó un convenio con los grupos campesinos entre los cuales uno de los puntos que tocaba era hacer una diligencia legal, investigación con respecto a la legítima propiedad de las partes y sentimos que esa era la parte que cubría el aspecto nuestro, por tanto, nosotros más allá que consideramos que el convenio tenía algunas cosas que no eran del interés de nuestra parte proceder de esa forma, lo que sí hicimos fue trabajar con la comisión interinstitucional para la diligencia legal y determinar quién es el dueño de la propiedad. Aparte, ya nosotros entregamos tracto sucesorio, los títulos de propiedad, etcétera, de manera que consideramos que eso ya está cubierto», explicó.

El ingeniero Pineda dijo que el Estado puede responder al reclamo de tierras con las tierras municipales o las que se han incautado a grupos criminales en esta zona del país, también conocida por ser ruta importante de la cocaína.

En el Aguán convergen el mundo campesino y el mundo del narco. Desde los años 90, muchas tierras se convirtieron en pistas de aterrizajes clandestinas donde cae la droga que va hacia Estados Unidos. Algunas tierras pertenecían a cárteles de la droga como «Los Cachiros», y ahora pertenecen al Estado. Pero, aun así, la tierra no alcanza y los hijos de los mártires no quieren cualquier tierra. 

«Hubo personas que murieron, como lo ha habido cuando se realizan invasiones a nuestra propiedad y, lamentablemente, han asesinado a personal nuestro, siendo el último cuando nos tomaron la finca Paso Aguán en agosto de 2017, si la mente no me falla. Nosotros en el caso de Tumbador realmente creemos que es un tema bastante largo, lamentablemente hubo esas personas que fallecieron, los guardias fueron sometidos a juicio y fueron absueltos», dijo Pineda refiriéndose a la masacre de 2010.

Según organizaciones de derechos humanos de la zona, unas 130 personas fueron asesinadas entre 2008 y 2016, los años más álgidos del conflicto agrario. Por esta razón, el Estado creó una fiscalía especial para investigar estos delitos y la mayoría fueron atribuidos a grupos criminales que penetraron los movimientos campesinos. Esta fue la excusa, pero la mayor parte de los casos está en la impunidad, incluido el del Tumbador.

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Un campesino trabaja en la comunidad Mártires del Tumbador, ocupada por agricultores desde hace un mes en Trujillo, a 411 km al noreste de Tegucigalpa. Foto CC/Jorge Cabrera.

«Es la misma familia contra la que lucharon nuestros padres y ahora son más cerrados porque ellos no quieren entrar en el acuerdo», dice Orbin, uno de los líderes del movimiento «Mártires del Tumbador», quien con 32 años ha asumido un puesto en la junta directiva de la empresa campesina. Orbin asegura que la primera idea del acuerdo con el Gobierno era que se instara a las empresas como Dinant a comprar la fruta que ellos están cosechando en la tierra tomada.

«Sería una incongruencia ponerse a comprar la fruta que consideramos propia. Me imagino que hay algún tipo de comercialización de la fruta, pero no sé», respondió Pineda cuando le pregunté sobre un posible acuerdo entre ellos.

«Desde la acción de los entes del Estado, una vez comprobada la propiedad de nuestro lado, deben proceder legalmente, ojalá que puedan hacerlo en el corto tiempo porque a la larga todo esto afecta a las exportaciones del país, tiene un efecto que va más allá, yo le diría que debe ser en el corto plazo sin que se tome esto como una exigencia sino como expectativa», dice Pineda, con la seguridad de quien ya ganó la batalla.

Sin reparación

«Yo lo que quiero es trabajar aquí, salir adelante con esto», dice Orlin y recordó que hace muy poco, justo en 2019, intentó llegar a los Estados Unidos sin coyote, solo con dos amigos, porque la situación de desempleo y pobreza ya estaba llegando a su límite. «Me fui mojado, normal», dijo, porque lo normal es irse caminando hacia los Estados Unidos desde una comunidad muy empobrecida. Normal es irse aguantando hambre y esperando lo peor. Orlin, a pesar de su «normalidad», logró llegar a la frontera norte y de allí lo deportaron: «La suerte no está para mí allá». Su suerte está en su comunidad, donde la mayor fuente de trabajo es la empresa a la que él culpa de haberlo dejado huérfano de padre. 

De los campesinos cortando palma esa mañana, la mayoría tiene entre 16 y 25 años de edad. De hecho, el hijo de uno de los mártires trabaja con apenas 14 años. La mayoría ha hecho el intento desesperado por sobrevivir migrando, ya sea a los Estados Unidos o a las ciudades más industrializadas de Honduras. Freddy, por ejemplo, tuvo que salir de su comunidad hacia la ciudad de San Pedro Sula a trabajar por un tiempo. A pesar de que cortar palma es un trabajo con una exigencia física enorme, cuenta que trabajar en maquilas en esa ciudad fue un infierno, además, un joven rural poco puede entender de las dinámicas violentas de la urbanidad, allí donde los jóvenes se organizan en pandillas. Para Freddy eso es algo alejado del sistema de valores y antivalores de su comunidad.

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Una mujer recoge frutos en una plantación de palma africana en la comunidad de Mártires del Tumbador. Foto CC/Jorge Cabrera

Los chavos bromean, dicen que el trabajo de cultivar palma es tan pesado que los mantiene en forma y que también les da tiempo los fines de semana de salir a pasear a los ríos y a las discotecas de las aldeas cercanas a Trujillo. Además, el mar les queda a 10 minutos. Es para ellos un paraíso, así como lo ha sido para extranjeros que buscan construir susresortsen tierras indígenas y para los narcotraficantes que mueven la cocaína y construyen su imperio en esta zona postergada del país. «Pero aquí no pasa nada, es raro que alguien se meta a algo malo, como en San Pedro», dice Freddy. 

Mientras el grupo de corteros de esa hora se fuma el cigarro que, además, les ayuda a espantar los mosquitos, Wendy, una campesina de 22 años, me cuenta que ella nunca ha querido irse a los Estados Unidos, a pesar de estar muy consciente de que quizá no hay futuro allí donde está y a pesar de que allá está su hija de cinco años.

«Yo no quiero hacer el trabajo que hacen todas las mujeres de recolectar, yo ando aprendiendo a hojear», dice. Hojear es podar las ramas de la palma, las que son como una sierra. Wendy me muestra sus brazos y manos cicatrizados por las picadas de hormiga, porque cuando las mujeres recolectan del suelo meten sus manos en nidos enteros al pie de la palmera.

A su corta edad, Wendy tiene dos hijos: un niño de dos años y una niña de cinco. A su hija no la ve desde 2020, porque se la entregó al padre para que se la llevara a los Estados Unidos. Una parte de su corazón está allá y la otra está en esa tierra en donde también hay de su sangre. Su padre fue uno de los sobrevivientes de la masacre de 2010.

«Lo que ganamos aquí no lo ganamos en otro lado, yo pienso en darles buena educación a los niños si este proceso resulta bien. Yo me quería ir, porque mi bebé está allá, pero en eso salió lo de este proceso y tengo a mi hijo y a mi mamá y yo alquilo casa, entonces mejor me quedé para trabajar esta tierra, gracias a Dios», dice Wendy con la voz quebrada. Nunca se había separado de su niña, pero sintió que era lo mejor que su hija tuviera un mejor futuro y quizás un día la vuelva a ver.

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Campesino carga el malayo, la herramienta con la que deshojan las gigantescas palmeras. Foto CC/Jorge Cabrera

Wendy y Orlin caminan entre las palmeras y arman el rompecabezas de las memorias de esa tierra. A los padres de ambos les alcanzaron las balas. Al padre de Wendy una bala le atravesó la quijada. Ella recuerda que su padre iba cargando el cuerpo de uno de sus compañeros asesinado y había tanta sangre que no se distinguía si era de él o de alguien más, pero dice que, cuando dejó el cadáver de su compañero en el suelo, él se dio cuenta que llevaba un balazo en la cara. El impacto de todos alrededor era tal que Wendy dice que lo llevaron al centro de salud en donde apenas había agua y algodones, y él comenzó a desangrarse. La bala destruyó todo en su boca. Wendy cuenta que ahora su padre usa una prótesis dental especial porque perdió el paladar. Su padre es un milagro andante que ahora ronda el Lote 1, supervisando que todo vaya bien.

«Yo se que los cambios no son rápidos y que hay que darle tiempo a Xiomara para que haga las cosas, porque nosotros aquí le dimos el voto», dice Wendy, y recuerda que apenas hace una semana viajaron a Tegucigalpa, la capital de Honduras, para exigir que el acuerdo se cumpla y por fin puedan salir de la incertidumbre. La ciudad no es para ella, dice, y espera no tener que volver y menos si, al final, la presidenta ni los atiende.

El primer punto del acuerdo que han firmado con el Gobierno dice: «El conflicto creado por gobiernos anteriores debe ser resuelto con un enfoque de respeto a los derechos humanos, reparación a las víctimas y acceso a la justicia».

Para Wendy y Orlin, la reparación es tener esa tierra, desarrollarla. Así lo es también para Orbin y Gelvin, líderes de la empresa campesina, para quienes además la  reparación es tener derecho a soñar.

«Hemos pensado que, si esto se nos da, después vamos a poner negocios, hemos pensado en tener una gasolinera y hemos pensado en tener nuestras casas propias. Y no queremos parcelear la tierra, dividirla, no queremos cometer ese error, queremos construir todos juntos», dijo Orbin.

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Un hombre transporta palma africana en una carreta tirada por caballos en el Valle del Aguán, le llaman mulero a los jóvenes que hacen este trabajo. Foto CC/Jorge Cabrera

Orbin y Gelvin eran mayores cuando sucedió la masacre. Orbin se dedicó a reportar por medio de la radio todo lo que sucedió ese día, y Gelvin estaba con el grupo campesino que iba a recuperar la tierra. «Por poco me matan, ese día me salvé gracias a Dios, porque me escondí al pie de una palma y luego corrí, la gente que vio me dijo que las balas iban siguiendo mis pasos», cuenta.

A pesar del dolor y del trauma, ambos aseguran que no quieren irse. «Yo nunca he tenido esa visión de irme, uno piensa más en la familia, las cosas ya no son lo mismo. Varias personas se fueron de aquí por la falta de oportunidades y después de la masacre. Los más jóvenes decidimos tener un pequeño proyecto de radio, formamos una radio juvenil independiente, se llamó La Líder. Nosotros empezamos con la visión de la juventud de poder darnos a conocer, nos gustaba la radio, lastimosamente las oportunidades no son las adecuadas, nunca tuvimos un apoyo gubernamental ni nada; pudimos mantenerla hasta el año pasado, desde el año 2011. Éramos 14 jóvenes los que estábamos en la radio, ya varios se fueron para los Estados Unidos. En la empresa actual estamos tres, y otros ya tienen familia y están allí luchando», dice Gelvin.

Los múltiples programas para «frenar» la migración, usualmente diseñados desde Estados Unidos con el apoyo de las élites empresariales y políticas hondureñas, no responden a las necesidades de jóvenes como Gelvin, Wendy, Orbin y Orlin y los centenares que hoy se han tomado más de 13,000 hectáreas en el Bajo Aguán. La prosperidad que ellos sueñan es diferente a la de quienes acompañan estos programas en suelo hondureño.

Actualmente, ya suman 24 movimientos campesinos aglutinados en la Plataforma Agraria exigiendo la legalización de las tierras que han tomado. Según Esly Banegas, del área política de esta plataforma, el diálogo con el Gobierno está abierto pero no existe confianza absoluta en el proceso, sobre todo porque actores que han sido parte del conflicto agrario del lado de los empresarios están en las comisiones de gobierno para tratar el tema; por ejemplo, el viceministro de Defensa, el coronel Elías Antonio Melgar, a quien Esly señala de «ser uno de los propietarios representantes de una empresa de seguridad privada que estuvo vinculada a los asesinatos del 2011 y 2012 acá en la zona de Aguán».

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Cientos de campesinos del Valle del Aguán llegaron a Tegucigalpa y caminaron rumbo a Casa Presidencial pidiendo una reunión con la presidenta Xiomara Castro para exigirle solución al conflicto agrario. Foto CC/Fernando Destephen

Para Esly, la visión del movimiento campesino está renovada: «Hay una visión ahora un poco diferente de no entregar lo que se ha recibido, también hay esa fuerza para defender lo que les pertenece, y esa juventud que es prometedora y que nos invita a continuar a lado de ellos a los que no estamos tan jóvenes, y nos invita a seguir realmente y creer que hay esperanza», dice.

El ministro del INA, Francisco Funes dijo que «en esta zona, el Gobierno ha demostrado que no es violento, que no quiere derramar sangre. Yo trabajo con el ministro de Seguridad junto con las empresas privadas y campesinos para solventar el problema. Las empresas privadas tenían órdenes de desalojo, sin embargo nosotros les hemos hecho entender que podemos llegar a un consenso. Hemos recibido una demanda de las empresas privadas que preguntaban cuándo se va resolver el problema. Si habrá entrega de tierras, si las vamos a comprar, si vamos a buscar un territorio alterno. Esta decisión ya no está en manos de los secretarios de Estado, sino a nivel de la presidenta de la República. Tendremos que hacer un trato de mucho tacto, mucha sutileza y ver que resuelva la presidenta».  

Pero, en el Aguán, la paciencia se agota. «Yo me veo con fuerza para enfrentarnos, somos una organización campesina a nivel del Bajo Aguán, 24 empresas luchando contra la corporación Dinant, contra René Morales y Óscar Nájera. No nos vamos a rendir» dice Gelvin, mientras abraza a su hija de nueve años que lo escucha con atención.

En octubre de 2022, la Plataforma Agraria junto con la Coordinadora de Organizaciones Populares del Aguan (COPA), el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia y el Bufete Estudios para la Dignidad, emitió un comunciado en el que denuncian que «existe un plan para asesinar a la dirigencia campesina de El Aguán (…) Este plan fue planificado en una reunión sostenida por las empresas agroindustriales de la zona a partir del cual se ordenó la vigilancia, seguimiento de la dirigencia para conocer sus rutinas para luego cometer los asesinatos y presentarlos como parte de la violencia “común”. De igual forma han aumentado las amenazas y la intimidación contra cada una de las 28 cooperativas que forman parte de la Plataforma Agraria. Jaime Cabrera, Jony Rivas, Héctor Murillo, José Cruz, Santos Pérez, Alexander García, José García, William Sorto y Esly Banegas es la dirigencia de la Plataforma Agraria sobre los cuales las empresas agroindustriales han puesto un precio a sus vidas y han contratado a grupos dedicados al sicariato». Para ese mes, el plazo que había dado el gobierno para resolver el conflicto había expirado.

Mientras el tiempo pasa, el precio de la palma africana fluctúa, los campesinos trabajan a diario bajo el sol, hay quienes comenzaron a irse. Con Freddy, uno de los jóvenes de «Mártires del Tumbador», intercambiamos noticias, si hay alguna persona asesinada en su zona, si hay amenazas de desalojo, si los jóvenes siguen o se han rendido. En diciembre de 2022 me dijo que estaba en Estados Unidos, que se fue para estar seis meses y luego regresar a trabajar a la tierra, que ha sido el único en irse.

«Los 162 que quedaron allá están bien, todo está bien, yo espero que cuando regrese ganemos esto y que sea un triunfo», me dice por mensaje de audio de whatsapp.

Por otro lado está Orlin, que no olvida. Hace doce años le cambió la vida: se convirtió en el hombre de la familia. Era un niño cuando le tocó cuidar de su madre y de su hermana recién nacida tras el impacto de perder a su padre, ahora teme ser un mártir. «Yo no sé cómo va a reaccionar este hombre (Facussé) con esto, pero confiamos en la presidenta y en que ella tal vez los tiene un poco controlados, pero, si no resuelve nada, puede haber un cagadal», dice. Un cagadal, un relajo, violencia, quizá más muertos.

En el Lote 1 del Tumbador sigue la faena y se acaba la paciencia. «No podemos dejar que esto se quede así, no podemos dejar que la muerte de mi papá quede así. Aunque sea la tierra que nos quede», dice, recapitulando con sus palabras ese mundo que sueñan él, y Orbin, y Gelvin, y Wendy, y Freddy y todos los hijos de los mártires del Aguán.

En Contracorriente recorrimos Honduras un año más y te trajimos las historias que estaban ocultas. Nuestro equipo de fotografía nos mostró la conflictividad en diferentes territorios del país, las demandas que estaban en las calles, los migrantes que pasan por el país para unirse a la marea de hondureños que salen a diario huyendo del país, la huida regional. Nos mostraron la militarización que este año no cesó a pesar de las promesas de trabajar por una seguridad ciudadana desde una policía civil borrando el legado militarista de los gobiernos anteriores. Con sus cámaras retrataron la desesperanza, el miedo, los hitos políticos pero también la sobrevivencia y la esperanza de las hondureñas y hondureños por un país mejor. Aquí te presentamos nuestra selección de fin de año y te invitamos a explorar nuestra web para leer las historias detrás de cada foto.

Migrantes durante su paso por Trojes son detenidos en improvisados retenes policiales con el propósito de que muestren el salvoconducto. Foto CC | Fernando Destephen.
Emergencia climática | Mujeres sobreviven también a la violencia y la exclusión en medio de la emergencia climática 2022
Un menor abraza a su madre en una escuela que se usa como albergue mientras cuentan su situación de desplazados por los deslaves en la zona de la colonia Guillén de Tegucigalpa. Foto CC | Fernando Destephen.
«Frente Motorizado Libre Morazán», conocido también como «La Morazánica». además de acompañar las marchas– en ocasiones se han dedicado a dispersar protestas en contra del actual Gobierno. Foto CC | Jorge Cabrera.
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Los males que afectan a Omoa y al Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco): la ganadería y la palma africana. Foto CC / Fernando Destephen.
Presidenta de Honduras durante el 197 aniversario del ejército de Honduras. El país cerró con un estado de excepción con alta participación militar en asuntos de seguridad nacional. Foto CC| Jorge Cabrera
Un habitante de un asentamiento llamado “Ciudad Mel Zelaya” prepara sus alimentos horas después de un intento de desalojo ordenado por una juez. Foto CC|Jorge Cabrera
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Empleados de Hondutel protestan exigiendo los pagos retrasados. Foto CC|Jorge Cabrera
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Policía Nacional resguarda barrios controlados por maras y pandillas luego que la presidenta de Honduras, Xiomara Castro declarara la guerra a la extorsión.Foto CC|Jorge Cabrera
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Xiomara Castro, recibe la banda presidencial y es la primera mujer presidenta de Honduras Foto CC|Jorge Cabrera
Contracorriente Honduras 2022
Cientos de familias damnificadas se resguardan debajo de un puente en San Pedro Sula luego del paso del Huracán Julia. Foto CC|Amilcar Izaguirre

Fotografía y texto: Amílcar Izaguirre

Monigotes con las figuras del expresidente Manuel Zelaya y Juan Orlando Hernández destacaron cada fin de año durante la última década en la tapicería de Adolfo Sarmiento Castejón. Sin embargo, este año se han sumado las figuras del cantante puertorriqueño «Bad Bunny», la presidenta Xiomara Castro, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo y Santiago Zúniga, un personaje hondureño que se autodenomina «apóstol», conocido en las redes sociales por su peculiar manera de predicar la religión evangélica.

La quema de monigotes en Honduras es una tradición que se mantiene viva. Los muñecos están hechos con trapos viejos, paja, zapatos rotos y aserrín. Las personas los compran a artesanos que los elaboran cada año y actualizan a los personajes. Antes de quemarlos en los barrios y colonias del país, los rellenan de cohetes. El 31 de diciembre de cada año, a medianoche, le prenden fuego a los monigotes en una fogata que le da la bienvenida al año nuevo. Este es un ritual que representa la renovación del tiempo y las esperanzas, una ceremonia que, satíricamente, limpia todo lo que trajo el año viejo minutos antes de que el nuevo llegue a cada hogar.

Adolfo Sarmiento Castejón es un artesano de la tapicería que tiene su taller en la colonia Pastor Zelaya, entre la 18 y la 19 calle en la intersección con el segundo anillo de San Pedro Sula. Desde hace 16 años elabora monigotes en la época navideña junto a su esposa Erlin Rodriguez y sus cinco hijos. Comenzó a realizarlos para su consumo familiar pero al ver que sus vecinos le compraban los monigotes decidió comercializarlos. Vende muñecos en todo el país y más allá de las fronteras, como en Nicaragua y Guatemala.

Entre sus clientes hay políticos de diferentes partidos, comentó Adolfo, y explicó que los nacionalistas piden monigotes de «Mel» (Manuel Zelaya) y de Xiomara Castro mientras que los del partido Libre prefieren el monigote con la figura del expresidente Juan Orlando Hernández. «En una ocasión, años atrás, la hermana del expresidente Juan Orlando Hernández, Hilda Hernández, miró los monigotes, detuvo la caravana de patrullas que le daban seguridad y me encargó dos, uno de Mel y el otro de Xiomara Castro, me pagó 1500 lempiras por cada uno, cuándo el precio era de 500 por pieza» contó don Adolfo Sarmiento mientras elaboraba un grillete para ponerlo en muñecas de la figura del expresidente Juan Orlando Hernández, quien ahora espera ser juzgado en los Estados Unidos por narcotráfico.

Le preguntamos a Adolfo si alguna vez alguien se había sentido ofendido por sus monigotes, y nos dijo que la gente se lo toma con humor y que quizá queman los monigotes para aliviar las inconformidades que tienen con los gobernantes de turno y lo hacen como una forma de protesta. «Hace unos meses hice el monigote con la figura del alcalde Roberto Contreras, pero él en lugar de enojarse decidió tomarse fotos con el muñeco» dijo Adolfo.

Sin embargo, Adolfo contó que en una ocasión, cuando su taller quedaba en la 12 calle del barrio Cabañas de San Pedro Sula, una señora que miró la figura de Juan Orlando enchachado (esposado) le gritó «Por qué no haces la de Mel o la de Xiomara viejo hijo de puta, te vamos a quemar esa mierda» comentó don Adolfo. Unos meses después, la mayor parte del taller se destruyó en un incendio. Sin embargo, don Adolfo dijo que ese incendio ocurrió por otras causas y no por la amenaza de la señora.

Raúl Hernández Pérez, residente de la colonia Los Bosques de Choloma, llegó al taller de don Adolfo a comprar la «cabeza de Mel Zelaya» para quemarla el fin de año, comentó que desde hace 15 años compra su monigote como una tradición. «He quemado algunos picaritos el año pasado, quemé a Juan Orlando y anteriormente a Salvador Nasralla. Este año quemaré a Mel pero no con malicia ni rencor, lo haré con aprecio porque recuerdo algunas cosas buenas que hizo por los pobres en su gobierno antes del golpe de estado» comentó Raúl. 

Los monigotes tienen un valor de 700 lempiras, dijo don Adolfo, quien vende cada año entre 250 y 270 monigotes. Este 2022 espera vender al menos 300 unidades. En su taller se involucra toda la familia: su esposa Erlin Rodríguez se encarga de hacer las manos y las orejas y también de rellenar las cabezas de los monigotes con foam; sus hijos eligen la ropa y visten la estructura de madera que le da forma al cuerpo. Utilizan madera, foam, aerosol de varios colores, ropa y zapatos de segunda. 

La vestimenta es un detalle importante. Cuando se trata de un político, el monigote tiene que llevar pantalón, saco y corbata. Ahora que Juan Orlando Hernández está preso en Estados Unidos, le toca a Adolfo buscar pantalones color naranja y camisas a rayas. Además, le han agregado al monigote de Juan Orlando, cadenas atadas a sus manos y grilletes en los pies. Al personaje del pastor Santiago  se le puede ver con su cuerno, la biblia y su iPhone 13 pro max, en su boca sobresalen dos dientes así como la leyenda «Arrepentite cara de caballo».

El Gobierno puede gestionar la cultura e incluirla como beneficio ciudadano basado en un derecho humano esencial para el desarrollo.

Texto: Salvador Madrid
Fotografías: Festival Internacional de Poesía Los Confines 

El Gobierno de Xiomara Castro ha comenzado a recuperar la institucionalidad cultural del país con la fundación de la Secretaría de las Culturas, las Artes y los Patrimonios de los Pueblos de Honduras (SECAPPH). Un paso clave para comenzar a avanzar hacia propósitos enmarcados en políticas culturales que garanticen inversión, creación de empresas culturales y generación de plataformas de expresión y consumo.

La cultura es aliada idónea de cualquier proceso de desarrollo social, progreso o visión de futuro. Desde este punto de vista, el Estado puede gestionarla e incluirla como beneficio ciudadano basado en un derecho humano y generar condiciones propicias para protegerla, desarrollarla y alentar su consumo. Necesitamos proyectos de agua, pero es vital crear la cultura del agua para adquirir conciencia ecológica que salvaguarde este recurso. Es urgente un proyecto de vivienda, pero también crear la cultura sensible de vivir libres de todo tipo de violencia, especialmente la basada en género, para dimensionar la vivienda como patrimonio familiar y espacio digno y protector.

Debido al cierre de espacios culturales en los últimos 12 años, muchos escritores optaron por hacer sus presentaciones en casas particulares. Foto/Festival Internacional de Poesía Los Confines

Mis percepciones se basan en el seguimiento del quehacer estatal, porque como escritor y gestor cultural me corresponde hacer lecturas para dialogar, disentir o sumarme a aquellas tareas que necesitan de la participación ciudadana. El nombre de «Secretaría de las Culturas, las Artes y los Patrimonios de los Pueblos de Honduras» evidencia el sentido universal de la riqueza de nuestro país, y esperamos que regrese oportunidades a los hacedores, las expresiones y los públicos, interpretados en su diversidad. 

En la Secretaría de las Culturas, las Artes y los Patrimonios de los Pueblos de Honduras se ha comenzado un trabajo de rescate de veinte casas de la cultura a nivel nacional, algunas de ellas estaban privatizadas o bajo la administración de falsas entidades de sociedad civil. Se ha comenzado a mapear la red de bibliotecas nacionales y creado interacciones con proyectos de bibliotecas emergentes, con riquezas metodológicas producidas por las comunidades. Se han fortalecido muchos espacios culturales que han resistido en todo el territorio nacional como festivales, asociaciones culturales, colectivos, encuentros de creadores, emprendedores culturales y artesanos. Se creó la I Feria Internacional del Libro de Honduras, que debe asumirse como un espacio en crecimiento capaz de abrazar, en las ediciones del futuro, a toda la producción de libros y que puede fraguar un movimiento asociado de las editoriales hondureñas y el gobierno, encaminado a la generación de empresas editoriales y a la formación de profesionales en diseño y gestión editorial.

Los escritores hondureños en la diáspora también necesitan de apoyo para que sus obras circulen en Honduras. Foto/Festival Internacional de Poesía Los Confines

Considero que es un momento que puede generar oportunidades para gestores culturales, creadores, editores, educadores y emprendedores alrededor de una idea de la cultura más abierta e inclusiva en los diferentes proyectos que se implementan, manteniendo una relación profesional, crítica y respetuosa. Esto es muy notorio en muchos proyectos impulsados por el ministro José Carlos Cardona, en SEDESOL, por ejemplo, donde al asistencialismo se antepone la formación, el empoderamiento, la cultura de recuperación de conocimientos útiles y relevantes que nos regresan valiosas memorias desde perspectivas sociales más participativas e inclusivas. Esto es correcto y ejemplar, implica procesos que parecieran lentos, pero en verdad son profundos —pues forjan la cultura del desarrollo social que se necesita. 

El sector cultural independiente se alió con la academia para brindar reconocimiento y dignificar a creadores nacionales. Foto/Festival Internacional de Poesía Los Confines

El accionar de la ministra Anarella Vélez ha sido vertiginoso: seis meses de reconocimiento del territorio geográfico y simbólico, esto se le aplaude a la ministra, que corrió a ciertos lugares a recuperar lo perdido, lo usurpado, lo nuestro; así nos lo regresen en bancarrota. Fue a abrazar a quienes en la lejanía o la marginalidad empujan una idea, un sueño, una tradición, un bien cultural común. Aún quedan muchos abrazos que dar y personas a las que dignificar con la expresión de respeto y reconocimiento, mientras llegan las políticas culturales de Estado y sus beneficios. Personalmente puedo contar que en Gracias se habían cedido los espacios culturales a la Iglesia. Un error gravísimo. La sociedad civil llamó a Anarella Vélez para que asistiera urgentemente y respaldara el reclamo de la pertenencia de estos espacios a la comunidad. Se reafirmó que la Casa de la Cultura, la Casa de la Música, la Casa Galeano, la Casa de la juventud y su Biblioteca Blue Lupin son del pueblo graciano.

Las plazas públicas han sido hermosos escenarios improvisados para la música y la poesía ante la falta de infraestructura cultural. Foto/Festival Internacional de Poesía de Los Confines

Gestionar la cultura es una tarea difícil para los creadores, pero también para el Estado, pues debe bregar con necesidades y carencias abrumadoras que lógicamente tienen causas identificables: debilidad en el estamento legal, abandono, falta de políticas y presupuestos, personal especializado y tensión de visiones sobre cómo debe tratar la cultura, pero además con un ideario diverso y multidisciplinario de quienes producen cultura. 

Si recordamos los esfuerzos estatales anteriores encontraremos grandes lecciones: algunos gobiernos se perdieron en el folclorismo, en la nostalgia o en el elitismo. No era ingenuidad o inconsciencia, sino más bien la consolidación de una agenda que debía tratar la cultura como cualquier cosa menos como derecho humano y como esencia clave del desarrollo social y de la formación sensible de los hombres, las mujeres, las niñas y los niños para alcanzar conciencia de vivir, luchar y transformar toda circunstancia que nos limite.

Texto: Leonardo Aguilar
Fotografías: Luis Lezama y LatinosTours Honduras

El 20 de junio de 2022, cuando aterricé en Ezeiza, el principal aeropuerto de Argentina, les comencé a decir a todos los argentinos que se me cruzaron por mi camino que ellos serían campeones del mundo. 

Me tomaron por loco, y la gran mayoría se quejó de Lionel Messi y del equipo de Scaloni. 

«¡Bueno, hay que darles chance!», le dije a un conductor que llegó a recogerme al aeropuerto de Ezeiza para llevarme a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 

Pero mi confianza, esa que yo me empeñaba en transmitir a los argentinos, estaba bien justificada. 

Soy el menor de tres hermanos varones. Nací un sábado 1 de septiembre de 1990 en horas de la noche, al igual que mi hermano mayor, que nació en esa misma fecha pero de 1984. Cuando él nació también era sábado y también de noche. Su nombre es Mauro. Y Mauro, a sus 20 años, en el 2005, se fue a Italia. Un año después, en el 2006, se llevó a cabo la XVIII edición de la Copa Mundial de Fútbol, en Alemania. Los italianos se coronaron campeones, y él, cuando los italianos regresaron como héroes, anduvo fervientemente celebrando con ellos.

En el 2009, Mauro se casó con Clara, española, estudiante de intercambio, que había llegado años atrás a Italia, en donde hizo amistad con una compañera argentina llamada Helga, que también era amiga de mi hermano. 

Mi hermano se mudó a España con Clara. Y, en el 2010, comenzó la XIX edición de la Copa Mundial de Fútbol en Sudáfrica. En el fondo, yo presentía también que, porque mi hermano estaba en España, ese país sería campeón del mundo. Y así fue. Los españoles se coronaron campeones con un gol de Andrés Iniesta.

Mi viaje a Argentina fue el primero que hice en avión. Siempre soñé con hacerlo, pero porque yo era el único de la familia que no había volado nunca. Siempre escuchaba historias de mis padres y de mis hermanos, de sus viajes. Y pues tenía que tragar saliva. Era el único que no había salido. Y con lo que me gusta hablar.

Mi hermano, Víctor Wenceslao Aguilar, besó la copa en mayo de 2004 en el estadio Morazán de San Pedro Sula, zona norte de Honduras, tras salir campeones nacionales.

El primero de mis hermanos en hacer un viaje largo fue «el del medio», Víctor Wenceslao, quien el 2004, cuando yo estaba por cumplir 14 y él por cumplir 16, salió campeón con el equipo de fútbol del colegio, el Instituto Oficial Perla del Ulúa, por donde los tres hermanos pasamos. Los tres le pedimos a mi madre que nos trasladara a ese colegio porque queríamos jugar al fútbol.

El Perla del Ulúa era un colegio distinto a todos, aunque la educación iba en franca decadencia, como todo el sistema público, debido a la desidia de los Gobiernos, pero ahí, la pasión por el fútbol se respiraba a borbollones. Y eso nos gustaba. 

Por ejemplo: cuando jugábamos en ese equipo, los maestros autorizaban a los estudiantes a faltar a clases solamente si asistían a apoyar al equipo de fútbol al estadio. Al ser el colegio con más estudiantes de la ciudad, con un promedio de 5,000 estudiantes en aquel momento, casi siempre una marea rojinegra llenaba el pequeño estadio de El Progreso, Yoro, norte de Honduras. Sentíamos el calor del instituto apoyándonos desde las graderías.

Víctor terminó coronándose campeón de ese torneo sub-15, cuyo premio era un viaje a Portugal. 

Cuando vinieron de regreso, escuché amplias historias de regalos otorgados por los organizadores del evento, una de ellas era que los habían llevado a ver partidos de la Eurocopa 2004, en donde los griegos dieron la sorpresa al proclamarse campeones por primera vez en su historia después de vencer en la final a Portugal 1 a 0. También escuché relatos, tales como que jugaron contra equipos juveniles de Japón y Alemania, en este último jugaron contra un niño llamado «Toni Kroos», que, a la postre, saldría campeón del Mundial de 2014 en Brasil y de cinco Champions League, una con el Bayern de Múnich y cuatro con el Real Madrid. 

Con mi hermano Mauro viviendo en España y ahora Víctor residiendo en Estados Unidos, siempre creí que mi primer viaje en un avión sería para cualquiera de esos dos países. Pero de pronto, este viaje inesperado me llevó a Argentina. 

Supe que aquel inesperado y abrupto viaje era especial y comencé a tener una corazonada. Pensé que yo, al igual que mi hermano, también tenía y, sobre todo, daba suerte.

El Obelisco de Buenos Aires, un monumento histórico considerado un ícono de la Ciudad de Buenos Aires. Ahora es uno de los principales centros de los festejos por la copa del mundo. Foto: Luis Lezama.

Apenas toqué tierra, me la creí y comencé a repetir como loco que serían campeones, convencido, como nunca, que yo cargaba tanta suerte como mi hermano y que, conmigo, la copa estaba más cerca que nunca de Argentina. 

En mi viaje visité un sitio donde venden camisetas de fútbol; ahí compré la 10 de Messi para mis dos hijos —una para Fabio (4 años) y la otra para Paula (2 años)—, le compré otra también a mi esposa Fabiola. Pero me emocioné más de la cuenta y dije «¡Deme una más para mi papá (también llamado Mauro)! Y otra para mi mamá, Nolvia, que es el amor de mi vida». 

Estaba seguro de que Argentina sería campeona.

Al argentino que me vendió las camisetas también le dije que serían campeones. «Si eso pasa –dijo–, te voy a regalar una camisa». Él lo decía sin creerlo del todo, pero, supersticioso —como todos los argentinos—, quiso asegurar la copa con una promesa. (Espero que le muestren esta crónica y que me envíe una estampada, de los 80, esa misma que él me dijo que «era más cara» porque era una réplica de las que usó Argentina cuando quedó campeona en México 86).

Cuando ya me tocó venirme de Argentina, tras cuatro días ahí, salí de madrugada, otra vez para el aeropuerto de Ezeiza. Esta vez me tocó decirle lo mismo a un empleado del transporte, Aldo, un señor muy amable que comenzó a hablarme mientras me llevaba en su carro desde Buenos Aires hasta Ezeiza para tomar mi vuelo de regreso a Honduras. 

Aldo sí se emocionó con la plática de fútbol: me comenzó a hablar de Maradona, un jugador de fútbol que fue un ser especial para mí por todo lo que me transmitió. Nunca lo vi en vivo, pero siempre, siempre, cuando me sentía desmotivado, ponía las canciones de Rodrigo Bueno y los calentamientos de Maradona. 

Maradona y su coraje, también me ayudaron a mí, para luchar durante varios trayectos de mi vida.

Aldo, escuchando mi plática, se desvió del camino y me llevó al predio de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA). Ahí platicamos fútbol, y me hizo grabar un video. Era de madrugada. Me dijo: «El de la suerte es tu hermano, no vos». Supongo que quería que le mostrara el video.

Mi hermano, Mauro, solo ha venido de paseo en tres ocasiones a Honduras: el 2012, 2020 y este 2022. Vino este 4 de diciembre y se le ocurrió ir a Cayos Cochinos. Escogió el peor y el mejor día para ir. El día de la final entre Argentina y Francia.

Mauro y su esposa Clara, disfrutando de los Cayos Cochinos.

Ya entenderán que me perdí la final, que no pude verla. Pero pasé uno de los mejores momentos de mi vida junto con mi familia. Visité un sitio mágico, salido de un cuento de hadas: Cayos Cochinos. 

Cuando estaba ahí, vi a un grupo de jóvenes en una piedra, estaban subidos viendo el partido. Cuando subí junto a ellos, cayó el primero de Francia: 2 a 1. Luego, a escasos segundos, vino el empate. «¡Mierda! –pensé– apenas me senté cuatro minutos y le empataron a Argentina».

Un día hermoso en familia. No vi la final, pero visité uno de los sitios más mágicos de Honduras: los Cayos Cochinos.

Así que, creyendo en la suerte que ya les había dado con mi viaje, creyendo en Aldo, que me llevó hasta el predio de la AFA para grabar un video que le diera todavía más suerte a su equipo, me fui a hacer snorkel, y me divertí. Cuando salí del agua pensé que ya había un campeón. Pregunté y alguien me contestó: «Van a los penales». Como pude, busqué un sitio con señal y lo puse en mi celular. 

Comencé a ver cómo el Dibu comenzó a devorarse a los franceses, aunque yo en realidad no lo necesitaba.

Yo había visto la copa alzarse meses antes, cuando supe que viajaría a Argentina. Cuando vi que le entregaron la copa a Messi, me sentí feliz de haber tenido una certera corazonada, sí, pero, sobre todo, por haber tenido un día en familia.

Texto: Jorge Federico Travieso
Ilustración: Pixabay

El estudiante se asomó a la barandilla de hierro que enjaulaba la casa y que en otro tiempo defendiera un jardincillo del que solamente quedaban pequeños troncos, uno que otro brote rebelde a la sequía y al descuido, y montículos piramidales como tantos otros autógrafos de todos los gatos del vecindario. 

Un reloj dio las doce del mediodía como para recordarle al sol que era tiempo de alumbrar recio, pero el día siguió nublado y frío; las calles se agitaron un momento por el desfile precipitado de los trabajadores que marchaban unidos por un solo ideal, concreto y reconfortante: el almuerzo. Fue algo rápido y cinematográfico, un minuto después las calles estaban solitarias.

El estudiante bostezó largamente, tanteó en los bolsillos una moneda imaginaria. Y volvió a bostezar mientras sus ojos se humedecían. 

Un vendedor ambulante se perfiló en la calle solitaria, traía una cesta bajo el brazo y caminaba balanceándose pesadamente como un viejo pato satisfecho. Al pasar. Frente a la barandilla extrajo su flamante sonrisa comercial y la extendió frente al estudiante, al tiempo que decía: 

–Mire, tiene usted suerte, la última que me queda. 

Hasta las narices ansiosas del otro ascendió un olor tibio de pan recién horneado, un olor que podía subdividirse: almendras y nueces tostadas, pan tierno en el centro y pan dorado en las orillas, azúcar y pasas; en conjunto, un delicioso olor a torta de Navidad que hinchó los pulmones del estudiante y le contrajo el estómago dolorosamente. 

El estudiante tomó la torta en la mano huesuda y larga, la examinó como tratando de encontrarle algún defecto y luego aspiró el perfume con fruición mientras se la aproximaba a la nariz. Luego, tornó a ponerla en la cesta que el vendedor mantenía debajo del brazo, todavía la contempló un momento: 

–No –dijo–, ahora no. Quizá mañana, si pasa usted. 

–Es la última que me queda –explicó el vendedor–, mañana no sacaré más. ¿Sabe usted? No es negocio, los materiales están caros, demasiado caros. 

–¿Usted las hace? –preguntó el estudiante, que había vuelto a tomar la torta. 

–No –dijo el otro–, mi mujer. 

–Tiene buena cara –dijo el estudiante–. Mi madre acostumbrada a mandarme una cada Navidad. Pero de eso hace mucho tiempo, la perdí hace cinco años. Desde entonces no he vuelto a probarlas, bueno, quiero decir que no las he probado tan buenas. Esta me parece que es igual, debe ser la misma receta. 

 El vendedor se acomodó en la barandilla, decidido a continuar la plática. Tomó la torta de las manos del estudiante y la colocó en la cesta con un ademán que indicaba que había renunciado a la venta, pero no a la conversación. 

–¿Usted es estudiante? –preguntó. 

El otro hizo un signo afirmativo y se miró la indumentaria de pobretón y descuidado. No había necesidad. De ser muy agudo para descubrir que lo era: los anteojos sobre las cuencas hundidas, la corbata que no llegaba nunca a establecer contacto con el cuello, el cuello que no cerraba, la flacura, la manera de hablar, la nostalgia de la familia retratada en cada palabra… Sí, era un estudiante, era un estudiante pobre, que son los que dan nombre al gremio. 

 –Yo estudié antes de venir aquí, son los mejores años. Es verdad que se pasan dificultades, pero, ¡qué diablos! Daría cualquier cosa…

 La conversación se alejaba de la torta y el estudiante se apresuró a volver a ella: 

–¿A cómo las vende? –preguntó señalándola. 

–A dos cincuenta, pero siendo la última puedo dejársela en dos veinticinco… Vamos, quédese con ella, si es cuestión de dinero mañana pasaré recogiéndolo. 

 Dieron las doce y media. 

 –No, no es eso, seguramente han comprado en la casa donde tomo los alimentos –dijo mintiendo y volviendo a tomar la torta como si fuera un espejo. 

 –Se la dejaré en dos. 

–Ahora no, francamente estoy un poco escaso de fondos –confesó mientras olía la torta con mayor entusiasmo –. Otra vez le compraré. 

Se quedó con ella en una mano mientras el silencio se hacía largo y embarazo, con la otra revolvió disimuladamente el bolsillo sin esperanzas, esta vez, sin bostezar, los ojos se le habían humedecido. 

 –Iguales a las que hacía mi madre… –dijo, soltándola al fin en la cesta, como un pájaro–. Otro día le compraré –. Y puso en la cara señal de despedida, pero no se movió. 

–Bueno –dijo el vendedor–, quizá me decida a hacer más entonces…

Pero no continuó: una lágrima se había resuelto a rodar y bajaba por la mejilla del estudiante, que la limpió nerviosamente y ensayó una sonrisa. 

–Hasta luego –dijo el vendedor, y. estuvo a punto de cruzar la calle por la cual avanzó dos pasos, entonces, sacando la torta de la cesta y con la cabeza baja giró sobre sus talones y se llegó hasta la barandilla:

–Mire –dijo– no quiero caminar más. Acéptela como regalo de Navidad, después de todo…

Y se alejó rápidamente.

–Gracias –dijo el estudiante para sí mismo, porque ya el otro no lo oía.

Entró en su pequeño cuarto, frío y triste, puso la torta sobre la mesita de noche, una ola roja y caliente se le subió por el cuello y le floreció en la cara. Se tendió de espaldas en la cama —que prestó con todos sus resortes desvencijados— y sollozó largamente con los ojos puestos en el techo. La nuez de Adán le subía y le bajaba desesperadamente. 

 La torta permaneció en la mesita toda la noche y todo el día siguiente. 

Cuando la mujer entró para hacer el aseo, una mañana después, preguntó viendo la torta y con una lejana esperanza: 

–¿Y esto? 

–Puede llevársela –contestó el estudiante. 





Este cuento forma parte de los textos inéditos de Jorge Federico Travieso.

Faltando menos de un mes para la elección de la Corte Suprema de Justicia y a las puertas de aprobar el Presupuesto General de la República 2023, los diputados propietarios y suplentes recibirán un «subsidio» para ejecutar «proyectos comunitarios». Diputados nacionalistas – ahora opositores – denuncian la compra de votos por medio de estos cheques, algo que en el pasado fue utilizado por ellos con fines clientelistas.


Texto: María Celeste Maradiaga
Fotografía: Fernando Destephen
Con colaboración de Leonardo Aguilar

El jefe de la bancada del Partido Liberal, Mario Segura, dijo a Contracorriente que las bancadas de Libertad y Refundación (Libre) y de su partido solicitaron a la Junta Directiva del Congreso Nacional la entrega de un bono o subsidio de 100 mil lempiras (aproximadamente USD 4,048.73) para cada diputado titular y suplente.

La petición y entrega de dinero se hizo justo antes de someterse a aprobación el presupuesto General de la República 2023, que tiene previsto discutirse este martes 20 de diciembre, último día que sesionarán los diputados antes de las vacaciones de fin de año. Si no hay consenso para aprobar el Presupuesto, se buscará obtener en enero del próximo año, coincidiendo con una decisión política fundamental para el futuro del país: la elección por parte de los congresistas de los 15 magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).

El bono – o subsidio, los diputados no tienen un acuerdo sobre el nombre –, ya está siendo entregado a los congresistas, aunque algunos de ellos, ante el revuelo que esto ha causado, están planteando devolverlo. Así lo dijo el diputado liberal Mario Segura, quien sostuvo que el dinero recibido se utilizará en «muchas ayudas médicas, becas, pasajes, gente que quiere una lámina, bolsas de cemento, ayudas para todo el mundo que las pida».

Mario Segura reconoció ante Contracorriente que desde el Congreso Nacional están condicionando la entrega de este bono a cambio de que los congresistas voten a favor del proyecto de presupuesto General de la República 2023, que contiene capítulos contrarios a la democracia hondureña, como, por ejemplo, un artículo en donde se deja abierto el camino para que todos los secretarios de Estado manejen el presupuesto a su discreción, realizando compras directas sin hacer licitaciones públicas y sin consultar la ejecución de las mismos con la presidenta Xiomara Castro. Lo anterior abre la puerta a la corrupción pública.

«La verdad es que el subsidio lo solicitamos los jefes de bancada, principalmente las bancadas de Libre y el Partido Liberal, no es ningún bono, sino que es un subsidio liquidable y es un subsidio que, si a los 30 días de haberse entregado no es liquidado, se le bajará del sueldo al diputado que incurra en la irresponsabilidad de no liquidarlo», explicó el jefe de bancada liberal.

Segura justificó en varias ocasiones haber pedido este fondo «para ayudas a personas en este tiempo de navidad». Agregó que en estos días «todo el mundo pide alguna ayuda» y, además, sostuvo que «hay muchas ayudas que han sido solicitadas y no han podido ser evacuadas porque no existe una manera de hacerlo ni existen fondos».

Mario Segura añadió que el proyecto de Presupuesto está listo para discutirse este martes, pero aclaró que de no haber consenso se dejaría para enero coincidiendo con la elección de la Corte Suprema de Justicia. «Creo que hasta el martes sesionamos por última vez», expresó.

Sobre la elección de la Corte Suprema de Justicia, Mario Segura dijo que los diputados liberales han «sido respetuosos de la Junta Nominadora y sabemos que están haciendo un gran trabajo y sabemos que al final, las 45 personas o más, de hombres y mujeres candidatas, van a ser los más idóneos que se han podido examinar durante el proceso».

Segura, quien estuvo de acuerdo con la aprobación del bono, evitó responsabilizar del intento de compra de votos al presidente Luis Redondo y al secretario general Carlos Zelaya; en cambio, culpó a un empleado medio del Congreso que labora como asistente de Luis Redondo porque, según Mario Segura, está entregando los subsidios y solicitando a sus colegas apoyar con el voto la aprobación del Presupuesto y elección de la Corte Suprema de Justicia.

«Los que condicionaron la entrega del subsidio, no fue ni Luis Redondo ni don Carlos Zelaya, sino que ellos, a petición de las bancadas, procedieron a aprobar el subsidio. Queda a conciencia de cada quién [ceder el voto]. Pero por los [antecedentes de elección] de presidentes de las Cortes pasadas, nos da un poco de temor, por eso en la bancada hemos hecho hincapié de que no vayan a tomar dinero condicionando sus votos», aseguró Segura.

Segura subrayó que «el día viernes, cuando se estaba entregando el subsidio, se les estaba condicionando a nuestros diputados el voto, y queremos aclarar que no es por el presidente Redondo ni es por nadie de Libre sino que una persona de la administración ligada al presidente Redondo, el señor Edson Argueta, él era quien estaba condicionando el subsidio a los diputados».

Mario Segura añadió que «el señor Edson Argueta» le pidió a los diputados que recibían el «subsidio» votar «el martes o cuando se presente lo del Presupuesto General de la República, y también que eso [el subsidio] podría abrir la posibilidad de la Corte».

Aunque Mario Segura busque evitar la responsabilizar de Luis Redondo en el intento de compra de votos, la congresista del partido Libre, Beatriz Valle, denunció en su cuenta de Twitter que ella no ha recibido ni lo hará. 

«Yo propongo que esos tales bonos que quiere dar @LRedondo [Luis Redondo] para ganarse a los diputados, se usen para pagarle a los médicos y enfermeras que lucharon en la pandemia. No es posible que ellos pasen una navidad amarga y que se estén dando bonos a los diputados»,escribió Valle.

La abogada Maribel Espinoza, diputada del Partido Salvador de Honduras (PSH), dijo a Contracorriente que ella se enteró de la entrega del «bono 100 mil» a través de un chat de su bancada. «Fuimos informados a través de un chat, por el jefe de bancada [del PSH], en el sentido de que se nos iba a dar, lo que deseáramos, en un subsidio”.

«Lo único que puedo decir es que, en el chat, la mayoría de diputados, los propietarios, no tenemos disposición de hacer uso de ese subsidio, ni tampoco de tarjetas para canastas navideñas», expuso Espinoza.

Espinoza explicó que la aprobación de este bono no pasó por el pleno del Congreso Nacional, sino que lo discutieron algunas bancadas del Congreso Nacional. «Nadie ha votado. Se puso en el chat y manifestamos que no tenemos interés», dijo la congresista del PSH, quien agregó que su negativa a recibir dinero se debe a que esto no forma parte de la labor legislativa, al tiempo que agregó que existe una práctica histórica en donde los diputados han manejado estos fondos de forma corrupta.

«Sería lamentable que Libre utilizara la misma práctica que utilizó en el pasado el Partido Nacional, eso sería lamentable, que se dieran algunos beneficios, fondos, a cambio de votos, sería muy lamentable porque de ser cierto, algo que a mí no me consta, no se distinguirían en nada de la conducta del Partido Nacional. Actuarían igual», expuso Espinoza.

La diputada reiteró que si esos fondos son para condicionar peticiones en el Congreso, Libre estaría actuando igual como actuó el Partido Nacional en el pasado y eso es corrupción.

El diputado nacionalista Jorge Zelaya expresó a Contracorriente que, aunque en la socialización en las bancadas ganó el «no», aún así el bono se ha estado entregando. «Desde el viernes pasado se están entregando los cheques. Entiendo que hubo una votación al final y ganó el que no lo recibieran. Mi posición fue desde inicio muy clara, en el sentido de que no fuimos electos para andar agarrando bonos ni para andar agarrando subsidios, fuimos electos para legislar».

Jorge Zelaya explicó que la votación de las bancadas se hizo el pasado miércoles. «Yo casi no participo en la sesión de bancadas porque casi siempre coinciden con las sesiones del Congreso. Yo me voy siempre al pleno de la sesión, no a la sesión de bancada. Ellos tomaron la decisión de no agarrar el subsidio. Somos diputados, no somos tramitadores, ni de cheques, ni de subsidios ni de bonos. Uno va a legislar al Congreso. Las bancadas que votaron a favor no lo recibirán».

Zelaya explicó que la votación de la bancada del Partido Nacional se hizo internamente y la decisión que se tomó es que no se iba a tomar ningún subsidio. «Entiendo que el PSH tampoco lo va a agarrar y pues algunos diputados liberales aparentemente no lo van a agarrar tampoco».

El diputado nacionalista lanzó una alerta, ante tantos movimientos en el Congreso Nacional: «Es oportuno hacerle un llamado a la Policía Nacional y a las Fuerzas Armadas para que brinden seguridad en el Congreso [en el mes de enero], para que no pase lo mismo de la elección de la Junta Directiva que fueron a hacer un relajo y nos vimos obligados a irnos del Congreso para elegir a la Junta Directiva».

Jorge Zelaya explicó que en el Congreso Nacional no solo se está hablando de estos 100 mil lempiras para buscar manipular conciencias, sino que también están buscando «cambiarle el nombre a lo que fue el fondo departamental, que lo van a llamar ahora fondo social. Si hubo problemas antes, ahora también con el fondo social. El diputado no debe manejar ningún fondo ni manejar proyectos».

Del 2 al 4 de diciembre de 2022 se realizó la Primera Feria Internacional del Libro en Honduras, organizada por la Secretaría de las Culturas, las Artes y los Patrimonios de los Pueblos de Honduras (SECAPPH) que tuvo un costo aproximado de un millón y medio de lempiras. La organización de la feria reunió a algunos invitados internacionales, editoriales y librerías hondureñas, pero, en su desarrollo, excluyó a varias editoriales y autores hondureños y estuvo marcada por la improvisación, demora de eventos y poca retribución para las editoriales que fueron parte.


Texto: Persy Cabrera
Fotografías: Fernando Destephen

En octubre de 2022, durante la Feria del Libro de San Pedro Sula, Javier Suazo, de Casasola Editores, comentó a Contracorriente que la principal amenaza para las editoriales hondureñas independientes es la invisibilidad, una que «sufre no solo el trabajo editorial, sino en sí el trabajo de cada autor hondureño». Es por eso que el anuncio de la Primera Feria Internacional del Libro, auspiciada por la Secretaría de las Culturas, las Artes y los Patrimonios de los Pueblos de Honduras (SECAPPH) a inicios de noviembre de 2022, postulaba este evento como una oportunidad para exhibir todo el trabajo literario de estas casas editoras. Pero, al final, a muchas de las nuevas editoriales y autores hondureños se les dejó fuera del evento que se desarrolló durante tres días principalmente en los bajos del Congreso Nacional y que, según declaraciones de la subdirectora de la feria, Carolina Torres, tuvo un coste de «entre millón y medio o máximo dos millones de lempiras», aunque esta información y el informe final del costo de la feria aún no se sube al portal de transparencia del Gobierno. 

La SECAPPHes una secretaría relativamente nueva, y cuyas funciones solían estar a cargo de una dirección bajo el Gobierno de Juan Orlando Hernández. Con la llegada de Xiomara Castro al poder, esta dependencia parecía tomar nuevos bríos con el nombramiento de la doctora y escritora Anarella Vélez y el regreso al rango de secretaría. A través del decreto No.30-2022 que permitió la modificación del presupuesto general de ingresos y egresos de la República, se dejó a la Secretaría de las Culturas, las Artes y los Patrimonios de los Pueblos de Honduras un presupuesto modificado de 336,008,504 lempiras para el ejercicio fiscal de 2022.

A pesar del robusto presupuesto con el que cuenta esta secretaría, en comparación a otros años, los autores y editoriales que iban a participar en la feria denunciaron que, en vez de darles apoyo, se les quería cobrar por su participación; mientras, varias editoriales y autores de los países invitados —México, Venezuela, Puerto Rico— fueron traídos a la feria con varios gastos pagados. 

Pero el primer problema de la feria tiene que ver con el tiempo de organización; porque, de acuerdo a Javier Suazo, la Primera Feria Internacional del Libro en Honduras se creó con poco tiempo de anticipación y, por eso, no creó la expectativa suficiente entre el público hondureño, que, según Suazo, de por sí no es un público lector. 

Giovanni Rodríguez, de Mimalapalabra Editores, considera que hubo «improvisación» en la planificación del evento por el poco tiempo en el que se organizó. De acuerdo a Rodríguez, Mimalapalabra fue contactada por los organizadores a finales de octubre y tres días después había que enviar la confirmación, cuando la feria iniciaba el 2 de diciembre. Aunque un mes parezca suficiente tiempo para que las editoriales gestionen su logística, Giovanni Rodríguez apunta que la mayoría de las editoriales independientes imprimen sus libros en Estados Unidos gracias a una plataforma en Amazon, y todo el proceso de envío a Honduras puede llegar a tardar hasta un mes.

Respecto a las invitaciones a las editoriales, Javier Suazo comentó que él recibió una invitación personal para el evento, pero que a Casasola Editores nunca llegó una, y aseguró que esto último pasó con varias editoriales independientes hondureñas. Juan José Bueso, de Hermandad de la Uva Editores, explicó que esta casa editora sí recibió una invitación pero que «se notó que no tenían conocimiento de varios proyectos editoriales dignos y funcionales en el país, pienso que no tenían conocimiento porque no quiero especular si se trató de omisiones premeditadas, como sucedió con muchos autores independientes quienes decidieron organizar su propio evento en Trinidad, Santa Bárbara».

Juan José se refiere a la feria del libro celebrada de manera simultánea al Festival de las Chimeneas Gigantes en Santa Bárbara. Bueso también aprovechó para señalar que incluso la selección de la fecha para la Feria Internacional del Libro en Honduras no era la óptima, pues se programó para lo que él considera «el evento cultural más importante del mes», efectivamente, la quema de las chimeneas gigantes que se festejó del 30 de noviembre al 3 de diciembre a la que asistió la presidenta de la república, Xiomara Castro.

Sobre las invitaciones a editoriales y autores, Carolina Torres, subdirectora de la Feria Internacional del Libro en Honduras, explicó en una entrevista a Contracorriente que para la organización del evento se realizó una invitación abierta a través de redes sociales y «que diferentes editoriales lo que hicieron fue escribir a las páginas y ahí se les brindó la información de cómo se obtenían los espacios para los stands». También mencionó que, si había dificultades para llenar los requerimientos, podían comunicarse con la organización para evacuar dudas.

Torres, además, expresó que hubo dificultad para contactar a todas las editoriales «porque no hay información concreta de las librerías y las editoriales en un solo espacio» y confirmó que solo algunas editoriales recibieron invitaciones directamente pues fueron los contactos de correo electrónico que encontraron en la Cámara Hondureña del Libro. Torres admitió que este es un tema que se puede mejorar para la próxima edición de la feria: tener una mejor comunicación.

El lema de la Feria Internacional del Libro en Honduras fue: «Por el derecho a leer y soñar». FotoCC/ Fernando Destephen

Sumado al limitado tiempo de gestión para que las editoriales hondureñas independientes pudieran participar, los encargados de Mimalapalabra, Casasola o Hermandad de la Uva en entrevista para Contracorriente también señalan la determinación —errónea en su opinión— de los organizadores de realizar las actividades de esta feria hasta en cinco localidades distintas en Tegucigalpa. Un formato que rompe con la «idea primigenia de lo que debe ser una feria del libro», de acuerdo a Giovanni Rodríguez, y que en consecuencia perjudica las expectativas económicas para que las distintas casas editoras pudieran participar.

Los bajos del Congreso Nacional, la Biblioteca Nacional Juan Ramón Molina, Casa Museo Morazán, el Teatro Manuel Bonilla y la Concha Acústica en el Parque Central fueron los lugares que hospedaron las diversas actividades que tenía la feria. La idea de organizar una feria del libro en diferentes espacios resulta «insólito» para Giovanni Rodríguez: «Una feria del libro es la concentración de todos sus participantes en un solo espacio común, un espacio por el que fluye el público y en el que se desarrollan actividades en torno a la actividad relacionada con el libro, es decir, se organizan presentaciones y conversatorios en torno a los libros que se ofrecen en la feria».

Giovanni continuó explicando que «para nosotros en las editoriales no vale la pena hacer un esfuerzo económico por trasladarnos tres días a Tegucigalpa para que solo vayamos a tener el 25% del público posible de la feria puesto que el otro 75 % está en otros tres lugares». Es oportuno señalar que, de acuerdo a Rodríguez, los organizadores de la Primera Feria Internacional del Libro en Honduras se acercaron a él para obtener ayuda en la planificación y en esa reunión recuerda que «yo ahí les les recomendé algunas cosas y una de las cosas fundamentales era que la feria se desarrollara en un solo lugar». A pesar de la recomendación, la feria igual se planificó y desarrolló fragmentada en diferentes espacios del centro de Tegucigalpa.

Juan José Bueso estima que «el espacio seleccionado no fue el óptimo, los eventos se realizaron en varios lugares, cosa que dividió la afluencia del público, al final, lo último que importó fue lo principal: la venta de libros, es decir, lo que tenía que ser más importante quedó relegado a un papel secundario».

La feria inició el 2 de diciembre con México como país invitado de honor y con la participación de escritores de catorce países. FotoCC/ Fernando Destephen

La Primera Feria Internacional del Libro en Honduras contó con invitados internacionales de México —que fue elegido como país invitado de honor—, Colombia, Argentina, Guatemala, Panamá, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua y Puerto Rico. Los representantes de estos países tuvieron espacio para exhibir y vender libros, un espacio que no se construyó para ser compartido con el catálogo hondureño que se está produciendo.

Giovanni Rodríguez y Juan José Bueso explicaron que la organización de la feria les ofreció el hospedaje para una persona para participar en el evento, algo que les imposibilitaba participar en presentaciones de libros de sus catálogos y estar al tanto de la venta en sus puestos. Rodríguez comentó que «solicitamos que fueran dos personas invitadas por editorial, pero no fue considerado».

Aunque en la experiencia de los tres encargados de estas editoriales en las ferias de libros —nacionales o internacionales— siempre se cobra a las casas editoras por su participación en la feria, Juan José Bueso dice que cree que eso es algo normal en iniciativas privadas, pero no debería serlo «en una gubernamental que anunció la presencia de autores foráneos». Carolina Torres, subdirectora de la Feria Internacional del Libro en Honduras, confirmó a Contracorriente que sí se solicitó una colaboración de quinientos lempiras a las editoriales y librerías que «incluía la alimentación del día, el espacio del alquiler de las sillas y mesas», comentó Torres.

Javier Suazo manifestó que esto significaba «para los compañeros del interior un gran gasto porque tenían que pagar su transporte, alimentación, hospedaje, más un cobro que se estaba haciendo por participación y eso nos lo iban a ver redituado ni en imagen, ni en flujo de gente que llegara a comprar. Creo que son consideraciones que debieron tomar en cuenta, porque no era económicamente atractivo».

Carolina Torres, subdirectora de la primera Feria Internacional del Libro en Honduras, estimó que la Secretaría de las Culturas, las Artes y los Patrimonios de los Pueblos en Honduras, institución organizadora del evento, hizo un gasto aproximado de «entre millón y medio o máximo dos millones» de lempiras para financiar la feria. 

Contracorriente consultó a Giovanni Rodríguez sobre la financiación de la Feria del Libro de San Pedro Sula, evento en el que forma parte del equipo organizador, y detalló que para esta feria se recaudaron 52,000 lempiras, de los que se gastaron 49,500. La recaudación se obtuvo con 30,000 lempiras aportados personalmente por algunos regidores de San Pedro Sula, y 22,000 lempiras que se recaudaron por la inscripción de autores, librerías y editoriales. Rodríguez agregó que con esa recaudación se cubrió el «hospedaje a 8 personas, alquilamos mobiliario, mandamos a hacer banners, rótulos de identificación, gafetes, y, además, compramos una sala lounge, les reconocimos los gastos a los músicos y pagamos alimentación a los organizadores».

La Feria Internacional del Libro en Honduras culminó el domingo, 4 de diciembre, con el concierto de la banda de rock Diablos Negros. FotoCC/ Fernando Destephen

El programa de la Primera Feria Internacional del Libro en Honduras contaba con lecturas de poesía por invitados internacionales, talleres de pintura, bisutería, cuento y de narrativa corta, teatro acrobático con zancos, conferencias, conversatorios, presentaciones de antologías y de libros, conciertos, etcétera. 

De acuerdo a Bueso, por contactos cercanos que sí asistieron a la feria, «las ventas de libros de autores hondureños fueron paupérrimas». Dos librerías hondureñas también aseguraron a Contracorriente que aunque sí llegaba gente a los bajos del Congreso Nacional, las ventas fueron muy malas durante el desarrollo de la feria.

Javier Suazo, de Casasola Editores, considera que todos los problemas parten del desconocimiento de cuáles eran los objetivos de la feria: «Si el objetivo es colocar la literatura hondureña a nivel internacional, pues era importante que participarán las editoriales, y si era importante que participaran las editoriales, entonces se debería haber resuelto el problema de qué hacer con los compañeros del interior del país que tienen que viajar hasta acá», explicó.

Giovanni Rodríguez expresó que la presencia de los y las editores a la Primera Feria Internacional del Libro en Honduras era importante porque «la feria del libro la constituyen las editoriales que son las empresas que producen los libros, los editan, los producen y los venden, establecen un mercado del libro en el país».

Era una excelente noticia, «un espacio más ganado», pensó Giovanni Rodríguez. «Es una gran cosa que haya en Honduras una feria internacional», dijo Javier Suazo en la entrevista antes que se realizara la feria. Días después de culminada, Juan José Bueso la calificó como una «una iniciativa que pudo ser algo muy positivo para la literatura nacional», pero que, a juzgar por sus declaraciones, no lo fue. 

Durante la feria las condiciones climatológicas tampoco ayudaron. Las corrientes de viento de la época navideña «tiraban» de vez en cuando algún libro de las mesas. El programa no se seguía al pie de la letra y era normal notar que alguna actividad iniciaba hasta cuarenta minutos más tarde de lo que estimaba el programa.

En el escenario en los bajos del Congreso Nacional en ciertos puntos del programa se combinaba un ambiente caótico y desconcertante sobre la agenda cultural de la feria. El viernes 2 de diciembre, por la mañana, alguien subió sin ser presentado a cantar canciones de Vicente Fernández —presentación que no figuraba en el programa cultural impreso—. El domingo 4, mientras cuatro mujeres realizaban una lectura en el 4to. Círculo Internacional de Poesía y Arte Mujeres Puño Violeta, tres personas realizaban el montaje de una batería para el concierto de la tarde, una imagen que distrajo a parte de la audiencia que asistió a la lectura. 

La postergación e incluso cancelación de algunos eventos también fue una constante durante el desarrollo de la feria. Carolina Torres, subdirectora del evento explicó que esto fue producto de «problemas logísticos, y para poder aprovechar en mejor forma el espacio del escenario en el centro principal de la Feria, que eran los bajos del Congreso, el programa se modificó en función de poder desarrollarse mayormente en dicho espacio», y agrega que la mayoría de los eventos pudieron realizarse a excepción de algunos en los que las personas encargadas «no pudieron llegar a tiempo por motivos de viaje o enfermedad».

Una fuente con acceso a la organización del evento confirmó a Contracorriente que por lo menos dos autores internacionales invitados al evento fueron avisados apenas un día antes de que iniciara la feria que no se iba a poder concretar su llegada a Honduras, que estaba a cargo de la SECAPPH. Una de las autoras que quedó «varada» después de ser invitada a la feria, habló desde el anonimato con Contracorriente: «Estoy un poco molesta. Porque una feria internacional no puede permitirse eso. Y hemos perdido tiempo y energía para nada». A esta autora se le invitó y se le dijo que se iban a cubrir sus gastos, pero el último día, y después de que ella hubiese hecho todas las gestiones para asistir, recibió un escueto mensaje diciendo que la persona encargada de comprar sus boletos no lo había hecho. 

Carolina Torres, sin embargo, considera que el evento fue un «éxito», y dijo que la feria «ha logrado nuestro objetivo, que era poder generar espacios para libreros, para editoriales, para autores y autoras tanto nacionales como internacionales».

La Primera Feria Internacional del Libro de Honduras se erigía como un sueño por cumplir para muchos autores y editoriales nacionales. Un lugar de encuentro y de respeto por y para el libro. Pero, para muchos editores y autores, hicieron falta condiciones para ellos. No solo económicamente, sino simbólicamente, la feria quedó debiendo. Por ejemplo, entre los autores publicados por las editoriales que se dejaron por fuera están los libros de Roberto Castillo, considerado por muchos como el último «gran» escritor hondureño; autor de la La guerra mortal de los sentidos, El Corneta, yel célebre cuento «Anita, la cazadora de insectos», y quien alguna vez escribió: «Al realismo —además de chato, empeñado en reciclar toda la chatarra— le opongo un país que sólo existe en el sueño».

Los nombres de más de la mitad de los aspirantes a magistrados de la Corte Suprema de Justicia circulan en redes sociales calificados como personas no aptas para aspirar a esos puestos. Así inició la etapa de tachas y denuncias de este proceso de elección. La Junta Nominadora intentará, en tiempo récord, enviar el listado el 15 de enero al Congreso Nacional, aunque la Constitución de la República da un plazo hasta el 23 de enero.


Texto: Leonardo Aguilar

Con aportes de Helen Montoya, Celeste Maradiaga y Fernando Destephen
Fotografía: Fernando Destephen

La Junta Nominadora abrió el lunes la etapa de recepción de tachas y denuncias que pueden ser presentadas por cualquier persona que señale de forma fundamentada la falta de requisitos, inhabilidades o la falta de idoneidad y capacidad profesional de cualquiera de los 101 aspirantes que continúan en el proceso.

De los 185 notarios que se autopostularon desde el inicio de recepción de documentos el pasado 13 de octubre, 101 de ellos continúan en el proceso de elección. Los últimos cuatro en ser separados del proceso fueron Sergio Daniel Rivera Sagastume, Rosa Helena Bonilla Galindo, José Adalid Rodríguez Rosa y César Antonio Pinto Pacheco. 

El abogado Sergio Rivera interpuso un recurso de revisión de su expediente en vista de que, según él, los motivos de su exclusión le fueron expuestos escuetamente a través de un correo electrónico. Sin embargo, aseguró a medios de comunicación que rechazaron su petición de conocer su expediente con el argumento de que no podían mostrárselo porque eso debía autorizarlo el pleno de la Junta Nominadora.

Se ha informado a través de los canales oficiales de la Junta Nominadora que cualquier ciudadano puede hacer una denuncia cuestionando la integridad, ética y responsabilidades administrativas, civiles o penales en que los aspirantes hayan incurrido.

«En este momento estamos en la UNAH [Universidad Nacional Autónoma de Honduras] recibiendo de manera presencial las tachas y denuncias en un horario de 8:30 a.m. hasta 5 p.m., y por otro lado, también de manera virtual se están recibiendo, por medio del correo denunciasytachas@gmail.com. Por correo las denuncias se reciben en cualquier momento del día y en cualquier día, siempre y cuando no pase de los 7 días asignados por la Junta Nominadora», explicó el lunes pasado la abogada Karol Bobadilla, secretaria técnica adjunta.

La Junta Nominadora está integrada por representantes de la Sociedad Civil, Colegio de Abogados, Centrales Obreras, Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Claustro de Derecho y de la Corte Suprema de Justicia.

La abogada Bobadilla explicó a Contracorriente que la Junta ha definido en el protocolo de recepción que cualquier persona, organización, institución nacional o extranjera, pueden presentar tachas y denuncias brindando información acerca de la capacidad, idoneidad o facilitando información sobre cuestionamientos éticos sobre los postulantes.

Las tachas y denuncias se canalizan a través de la Secretaría, cuya titular es la representante de la Sociedad Civil, María Elena Sabillón, quien delegó la recepción de las tachas y denuncias en la Secretaría Técnica, presidida por Gustavo Solórzano, miembro del Cohep, quien a su vez es apoyado por cuatro personas entre las que se encuentra Bobadilla.

«En una de ellas, la persona ha solicitado secretividad y protección de su nombre por temor a represalias y eso está dentro de los parámetros que estableció la Junta Nominadora dentro del protocolo, debido a los niveles de violencia que existen. Por el temor de sufrir represalias, se van a permitir denuncias con protección a las personas [denunciantes] y también denuncias anónimas, siempre y cuando estén fundamentadas», expuso Bobadilla.

Bobadilla aseguró que las tachas y denuncias presentadas pueden servir para excluir del proceso a los señalados o para evaluar a los denunciados dentro de la matriz de evaluación existente, en base a los criterios e indicadores definidos por la Junta Nominadora.

Honduras inicia etapa de tachas y denuncias contra aspirantes a la Corte Suprema de Justicia
Miembros del movimiento Milpa cuando presentaban una tacha ante la Junta Nominadora, en contra de Rubén Rivera Flores, actual magistrado de la Corte de Apelaciones de Comayagua y postulante a la nueva Corte Suprema de Justicia (CSJ). Foto CC/Fernando Destephen

De acuerdo con Felipe Benítez, presidente del Movimiento Independiente Indígena Lenca de La Paz (Milpa), presentaron este martes una tacha a la postulación del magistrado de la Corte de Apelaciones de lo Penal de Comayagua, Rubén Rivera Flores, por su papel en un proceso judicial en donde se acusó penalmente a dos miembros de Milpa que estaban dando acompañamiento a una empresa campesina. 

Varios de los integrantes del movimiento lenca indicaron que el magistrado Rivera jugó un papel que perjudicó a los indígenas Víctor Vásquez y a José Santos Vijil, quienes guardaron prisión preventiva durante 10 meses. 

El movimiento Milpa, cuyo defensor es el abogado Edy Tábora, manifestó que espera que la tacha interpuesta sea tomada en cuenta y que el magistrado Rivera sea separado del proceso por discriminación contra el pueblo lenca. 

El director del Bufete Justicia Para los Pueblos, Edy Tábora, se refirió al proceso para la elección de los magistrados y magistradas de la Corte Suprema de Justicia e indicó que a su juicio existen «algunas situaciones que generan condiciones no adecuadas para el proceso final».

«La Junta Nominadora no hizo pública toda la información de las personas que se han postulado, principalmente información financiera e información relacionada con instituciones financieras del Estado, por ejemplo, información del Ministerio Público o relacionada con la institución de la diligencia financiera. Todo eso es información sumamente relevante para que haya una participación efectiva de la ciudadanía», indicó el abogado.

Además, Tabora denunció que en la etapa de tachas y denuncias no existirá un proceso de participación ciudadana debido a la dificultad para obtener información sobre los postulantes y de esa forma presentar tachas en el proceso, salvo algunos casos en el que los ciudadanos hayan sido afectados directamente por el comportamiento de determinadas personas que están involucradas en el proceso.

Edy Tabora recordó que para la presentación de tachas estas deben de «estar debidamente sustentadas». Además, sostuvo que deben presentarse las pruebas adjuntas, argumentando que el papel de la Junta Nominadora es crucial pues será la que resuelva las denuncias tal y como lo establece la Ley de la Junta Nominadora, la cual fue aprobada en julio de este año.

Elaborado por Contracorriente con datos de los expedientes publicados por la Junta Nominadora en su página web https://portalunico.iaip.gob.hn/#/portal=509, así como con datos de fuentes abiertas como redes sociales y otras similares.

El criterio «idoneidad y la capacidad técnica» representa el 55 % del puntaje total en la matriz evaluadora, mientras que la «integridad personal y profesional» tiene un puntaje de 25 % y la «ética profesional» un 20 %.

Bobadilla explicó que, en casos como la idoneidad profesional, la matriz de evaluación establece un puntaje de 20 %, pero dentro de ese criterio de selección hay unos 8 indicadores que están ahí y si uno de esos indicadores falta se pierde la totalidad del puntaje. «Esto puede terminar concluyendo en que esta persona no sea enviada en la nómina de las 45 personas que tiene que ser enviada al Congreso Nacional».

«En el transcurso de hoy o mañana, la Junta se estará reuniendo para poder decidir [cómo será el proceso de] la admisión de esta tacha o denuncia. Ellos van a establecer un auto de admisión o de inadmisión, si se pone admisión entonces le trasladarán inmediatamente al postulante que tiene un plazo de cinco días para que pueda responder esta acusación que se le está presentando y, luego de que responda, la Junta tendrá tres días para poder decidir y en una audiencia pública informar a la persona postulante cuál ha sido la resolució»”, subrayó Bobadilla.

Junta Nominadora Corte Suprema en de Honduras 2022 tegucigalpa organigrama junta nominadora csj honduras
Organigrama tomado del portal del Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP) referente a la Junta Nominadora Para la Proposición de Candidatos a Magistrados de la Corte Suprema de Justicia 2023-2030.

Antes de que el proceso de tachas y denuncias diera inicio, en Honduras ya había un mar de denuncias contra varios de los notarios que se autopostularon. Muchos de estos quedaron en el camino, pero una parte importante continúa en el listado oficial. La información y desinformación sobre los postulantes en redes sociales es grande. 

«Hay muchas denuncias que están circulando en redes sociales o en algunos otros medios. Me gustaría recalcar a la gente cuáles son los medios oficiales para presentar denuncias y cómo se tienen que presentar. Si estas denuncias son presentadas en un escrito, no tiene que ser una cuestión como tan técnica, sí deben desarrollar los hechos acompañados de medios de prueba, porque posteriormente esta denuncia se le traslada a la persona postulante quien tiene que defenderse de lo que se le está acusando. Es importante que utilicen los medios que la Junta ha establecido, ya sea de manera presencial o de manera virtual por el correo», explicó Bobadilla.

Al consultarle qué ha pasado con todas las denuncias presentadas antes de que comenzara oficialmente este proceso de tachas y denuncias, Bobadilla explicó que parte de esta información sirvió cuando comenzó el proceso, es decir, la etapa de investigaciones, en la cual se consideró que había información concreta sobre algunos aspirantes que derivó en la separación.

«Pero hay otros que, si bien es cierto tienen algunos antecedentes y otros elementos [en su contra], la Junta ha establecido que se dejaban para esta etapa de tachas y denuncias para tener mayores elementos o racionamientos, o trasladarlos también a la parte de evaluación de la matriz técnica», detalló la abogada Bobadilla.

Karol Bobadilla apuntó que la Junta Nominadora tiene establecido enviar la nómina final de 45 candidatos el 15 de enero del próximo año. No obstante, explicó que, en caso de que no esté listo, lo harán en el plazo que determina la Constitución de la República. «La realidad es que tenemos tiempos extremadamente apretados dentro del cronograma, [si el listado de por lo menos 45 candidatos no está listo antes], tendría que enviarse en la fecha que establece la Constitución, que es el 23 de enero, pero la Junta Nominadora está haciendo todo lo posible para que esa nómina esté lista el 15 de enero».

 Sobre las críticas a las debilidades estructurales de la Junta Nominadora, Bobadilla reconoció que ha sido todo un reto, primero porque es una legislación nueva, un procedimiento nuevo, sin parámetros como en otros países que sí están avalados por instrumentos internacionales.

«No hubo referentes ni antecedentes de cómo guiarnos sino que todo ha sido construido en el camino, la Junta en el término menor de un mes construyó un reglamento para esa ley, varios instrumentos técnicos […]», dijo.

Bobadilla también sostuvo que el tema de la no asignación de recursos a la Junta Nominadora ha sido otro importante desafío, expresó además que cumplir con la publicidad y transparencia no ha sido fácil con las pocas personas que integran el equipo.

«Hay toda una cantidad de trabajo en el tema de la publicidad, porque finalmente no se trata de solo colocar cámaras sino que es también alimentar portales, escanear información, esto requiere otra cantidad de trabajo y, si bien la Junta Nominadora tiene solamente 14 miembros, a veces no todos están en la sesión, o solo están los propietarios o solamente los suplentes y, por otro lado, la secretaría técnica, son pocas personas las que están asumiendo estas funciones», afirmó.

El 17 de noviembre de 2021, la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) declaró inconstitucional la Ley para la Protección de Obtenciones Vegetales, más conocida como «Ley de Monsanto». Organizaciones campesinas lucharon durante diez años contra esta legislación que no sólo amenazaba el libre cultivo de las especies nativas y criollas de Honduras, y obedecía a una industria alimentaria millonaria, sino que atentaba contra los saberes ancestrales de pueblos originarios que se enfrentan cada vez más con las sequías, inundaciones y otros efectos derivados de la crisis climática.


Texto: María Celeste Maradiaga
Fotografías: Fernando Destephen

Roberto Campos, un agroecólogo de 47 años originario de Corralitos, una comunidad en Belén Gualcho, Ocotepeque, muestra en frascos con etiquetas cada una de las semillas que ha almacenado y cultivado por años. 

Una agroecólogo es alguien que se dedica al cultivo, siembra y cosecha de alimentos mediante la agricultura, pero empleando prácticas que contribuyen a la concientización de la conservación y fertilización de los suelos, la conexión de los saberes ancestrales con la madre tierra, y la producción de alimentos orgánicos con la finalidad de cuidar y preservar el medioambiente.

Ni Roberto, ni ninguna de las otras seis comunidades que se unen en este intercambio de semillas agroecológico, podrían haberlo hecho de no haber sido derogada la Ley de Monsanto, aprobada en 2012 por el Congreso de Honduras, que prohibía a las personas sembrar libremente semillas y que, en detrimento de los campesinos, beneficiaba a las empresas multinacionales de transgénicos y herbicidas. 

«Tenemos esta semilla –dice Roberto mientras agita un frasco de vidrio–, que se llama maíz raque y que tiene por lo menos unos cien años de vivir en la zona de nosotros. La diferencia de este maíz con el convencional es que no se uñeta muy fácil, es decir, que no se pudre».

En la mesa de don Roberto —quien representa a la comunidad Belén Gualcho— y de las otras 6 comunidades presentes en la feria de intercambio de semillas también hay maíz azul, frijol chinapopa y semillas de ayote, todo originario del occidente de Honduras.

También cuentan con protector de plagas, abono foliar y un fertilizante extraído del centro de la montaña, y del cual no se pueden revelar todos los ingredientes, asegura don Roberto entre risas, pero sí afirma que todos provienen de la naturaleza, que son orgánicos.

Las semillas para el intercambio se entregan en un paquete o en frascos. FotoCC/Fernando Destephen.

Sin embargo, durante más de 10 años, cualquier campesina o campesino que cultivara, intercambiara o guardara una especie vegetal como lo hace don Roberto, y sin tener un título de obtentor, podría haberse enfrentado a la legislación hondureña y a una multa de hasta diez mil días de salarios mínimos, es decir, casi 170,000 lempiras (6.872 dólares) en 2012.

En 2012, el Congreso Nacional aprobó la Ley para la Protección de Obtenciones Vegetales, más conocida por las organizaciones campesinas como la «Ley de Monsanto». En el contexto de Honduras, esta Ley obligaba a las ciudadanas y ciudadanos a realizar un proceso para hacerse obtentor de una especie vegetal, gozando sólo de esta forma con los derechos de producción y de transmisión de esta.

Ana Julissa Guzmán, quien es coordinadora del proyecto «Bancos de semillas comunitarios para la conservación de la biodiversidad agroalimentaria en la Reserva de biósfera Cacique Lempira Señor de las Montañas» de la Organización para el Desarrollo de Corquín (Odeco), asegura que ni ella ni la comunidad tenían conocimiento de esta Ley, y que la finalidad de este intercambio de semillas es la revalorización y el rescate de las variedades nativas existentes en el occidente de Honduras.

«Nosotros dimos un paso importante en lo que es la formación de líderes en la Red de Agroecólogos y con los bancos de semillas comunitarios, ya que vienen siendo una de las alternativas más viables para poder conservar y preservar todas esas variedades nativas y criollas que se encuentran en las comunidades, porque nos damos cuenta de que el problema radica en la poca información que existe sobre esto», explica Ana Julissa.

Mesa de la reserva Cacique Lempira en el intercambio de semillas en Belén Gualcho, Ocotepeque. Foto CC/Fernando Destephen.

La Organización para el Desarrollo de Corquín (Odeco) se encarga de dar seguimiento a seis bancos de semillas en la Red de Agroecología de Ocotepeque; en gran escala, trabaja en la protección y conservación ambiental, y en la producción sostenible con adaptabilidad y resiliencia al cambio climático.

«El tema semilla es un tema complejo y creo que de poca comprensión por la mayoría de las personas incluyendo los compañeros campesinos y las personas indígenas», expresa Octavio Sánchez, director de la Asociación Nacional para el Fomento de la Agricultura Ecológica (Anafae).

Octavio Sánchez explica que, desde la aprobación de la Ley para la Protección de Obtenciones Vegetales en 2012, la asociación tuvo un posicionamiento en contra de esta legislación, pero con la poca información disponible a la ciudadanía sobre esta Ley fue una lucha silenciosa en contra de lo que parecía amenazar al sistema alimentario de todo un país.

En 2015, la Anafae interpuso el primer recurso de inconstitucionalidad a la CSJ en contra de la Ley de Monsanto, pero este fue rechazado en 2017. Luego, en 2018, la asociación interpuso otro recurso, argumentando que esta ley atentaba contra el derecho a la alimentación y la seguridad alimentaria, este fue admitido y finalmente se declaró a la «Ley de Monsanto» como inconstitucional a finales de 2021. El decreto fue publicado en el Diario Oficial La Gaceta hasta el 28 de octubre de 2022.

La sombra de una empresa agrícola multimillonaria

La Ley para la Protección de Obtenciones Vegetales detalla en su artículo 14 que «el derecho a obtentor es independiente de las medidas adoptadas por Honduras para reglamentar en su territorio, la producción, el control y la comercialización del material de las variedades, o la importación de ese material».

Más adelante, en cuanto a las solicitudes de expedición de los títulos de obtentor de las variedades vegetales, la Ley explica que será la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), a través del departamento de Certificación de Semillas del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria (Senasa), quien verificará si se cumplen los requisitos legales y reglamentarios para otorgar el título de la variedad vegetal.

Pero la responsabilidad de dictaminar sobre las solicitudes de título obtentor de las variedades vegetales recae en el Comité Calificador de Variedades Vegetales, el cual tiene entre sus otras responsabilidades establecer las evaluaciones técnicas de campo o de laboratorio de las variedades vegetales. Después de esto, la SAG tendría que establecer un registro nacional de variedades vegetales a disposición de la ciudadanía.

El intercambio de semillas es un festival comunitario de intercambio no solo de semillas. sino también de libros y procesos para los cultivos. Foto CC/Fernando Destephen.

Contracorriente solicitó este registro de variedades vegetales existentes en el país con su respectivo titular, titulares o causahabientes de la variedad vegetal, su domicilio y representante legal. Además, el registro de quienes integran el Comité Calificador de Variedades Vegetales señalado en el artículo 33. La respuesta, extendida por Carlos Antonio Pacheco, director Técnico de Sanidad Vegetal de Senasa, es que la «Ley para la Protección de Obtenciones Vegetales no fue aplicada debido a que no se elaboró el reglamento, así mismo le informo que la Ley fue derogada mediante un recurso de inconstitucionalidad, en fecha 17 de noviembre del 2021».

Sin embargo, para Octavio Sánchez, el hecho de que una ley otorgara por 10 años los derechos de multiplicación, venta, exportación e importación de una variedad vegetal a un particular o particulares, no solo representa los intereses de un grupo, sino la complicidad entre los grupos de poder y la industria alimentaria a nivel mundial.

«Esta Ley es una expresión del poder, de una multinacional que logró pasar a través de un congreso espurio una ley que le quita el derecho a la gente a alimentarse a producir sus alimentos con su propia semilla», manifiesta Octavio.

Mesa llena de frutas, plantas y semillas como parte de la exhibición en el intercambio de semillas. FotoCC/Fernando Destephen.
Variedad de semillas y granos para intercambiar. Las comunidades muestran los tipos de semilla de sus zonas. FotoCC/Fernando Destephen.
Frutos en una mesa de exhibición durante el intercambio de semillas en Belén, Gualcho, Ocotepeque. FotoCC/Fernando Destephen.

Según Sánchez, esta Ley amenazaba con privatizar el material genético que han manejado por años las comunidades y los pueblos originarios, negaba los derechos de los agricultores a guardar semillas y utilizarlas en una nueva siembra, y criminalizaba a los campesinos e indígenas por una práctica de sus saberes ancestrales: la libre circulación de semillas.

Tanto en Guatemala, México y Chile, la ley fue derogada después de que la ciudadanía demostrara su inconformidad con dicha legislación.

Según GRAIN, una organización sin fines de lucro a nivel internacional que apoya a campesinas y campesinos dedicados a la agricultura a pequeña escala, la aprobación de esta ley se dio en el marco de la Unión Internacional para la protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV) la cual, asegura la organización, «trabaja exclusiva y explícitamente por la privatización de las semillas en todo el mundo, mediante la imposición de los derechos de propiedad intelectual sobre las variedades vegetales».

A esta Ley se le denomina la Ley de Monsanto por la Monsanto Company, una de las grandes multinacionales dedicadas al negocio de la producción de herbicidas, la ingeniería genética de semillas y que ha sido, por años, el principal producto de organismos genéticamente modificados. En 2019, esta empresa fue condenada a pagar más de 80 millones de dólares por los efectos cancerígenos que causa uno de sus herbicidas. El químico que se identificó como dañino dentro del herbicida es denominado glifosato.

Además, en 2017, el Tribunal Internacional Monsanto —un grupo de cinco jueces que entregaron una opinión legal sobre las actividades de Monsanto— concluyó que «las actividades de esta empresa impactan de manera negativa los derechos humanos básicos» y señaló que se requiere de una mejor regulación para proteger a las víctimas de estas corporaciones. Este tribunal también concluyó que el derecho internacional debe ser mejorado para una protección más eficiente del medioambiente.

«Los impactos de la conducta de Monsanto sobre la biodiversidad también han afectado negativamente los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales. Estos impactos son aún más graves dada la estrecha dependencia de los pueblos indígenas y las comunidades locales con el medioambiente. La ausencia de información adecuada sobre los riesgos que plantean los herbicidas y los OGM (Organismos genéticamente modificados), la falta de medidas adecuadas de mitigación, la falta de evaluaciones de impacto ambiental creíbles y la falta de consultas significativas subrayan la interferencia de Monsanto en los derechos humanos», cita unartículo que contiene las conclusiones de este tribunal.

Finalmente, y con el historial de demandas y una dudosa reputación, Monsanto fue adquirida por más de 66 mil millones de dólares en 2019 por Bayer, una empresa alemana de renombre dedicada a los farmacéuticos y, recientemente, a los agroquímicos.

Esto significa que lase 2,000 variedades de semillas cuya patente pertenece a Monsanto ahora son propiedad de la empresa alemana.

«¿Qué hacemos para quitarle la semilla al campesino? Emitimos leyes que prohíben que el campesino utilice semillas que no sean certificadas, que sea comprada en una empresa agropecuaria y que el Estado garantice que eso ocurra», manifiesta Octavio, quien asegura que, al aprobar la Ley de Monsanto, los congresistas no midieron las consecuencias que esto podría haber traído a Honduras.

Una planta de Tomillo sobresale de la mesa de exhibición. FotoCC/Fernando Destephen.

La Ley para la Protección de Obtenciones Vegetales se derogó en Honduras cuando fue declarada inconstitucional por la Corte Suprema de Justicia, pero esto no cambia el engranaje de toda una estructura agroalimentaria con gran poder a nivel mundial, asegura Octavio Sánchez.

«Una bolsa de maíz transgénico para sembrar una manzana de tierra vale alrededor de 5,000 lempiras (202.68 dólares), y en Honduras se cultivan alrededor de 500,000 manzanas de maíz anualmente. Estamos hablando de un negocio de aproximadamente 2,500 millones de lempiras al año, ¿Cuántas personas aquí en el país estarían interesadas en ser parte de ese negocio?», calcula Octavio.

«Cuando usted escucha que estas empresas están ofreciendo semilla de calidad y dicen que están recuperando la inversión por investigación y desarrollo, en realidad le están mintiendo, porque en realidad detrás del control de la semilla lo que hay es un gran negocio, y luego, el que controla la semilla también controla el sistema alimentario», explica Octavio haciendo referencia a la Monsanto y otras empresas que se dedican a la agroindustria.

Según datos de la Vía Campesina, un movimiento campesino internacional, el 30 % de la población del mundo son campesinos quienes proporcionan el 70 % de alimentos que consume la humanidad, el resto de alimentos, el 30 % restante que se consume, son maíces y sojas transgénicas destinadas a instalaciones ganaderas.

En este mismoartículo, Paul Nicholson, un pequeño productor perteneciente a esta organización, menciona que la agroindustria (la cual se dedica a la producción, industrialización y comercialización de productos agrícolas, ganaderos y forestales) es la causa del 55 % de los gases de efecto invernadero que contribuyen a los efectos del cambio climático.

Ligado a lo anterior está la erosión provocada por las malas prácticas agrícolas y forestales.

«La agroecología mantiene las semillas, la biodiversidad, la cultura y sabias prácticas campesinas, y contribuye a enfriar el planeta», indica el artículo.

Seguridad alimentaria, saberes ancestrales y la naturaleza

José Marcos Cortés es un joven lenca que pertenece a la Red de Agroecología de la Biósfera Cacique Lempira Señor de Las Montañas, en el municipio de San Marcos de Caiquín, Lempira. Él asegura que mediante la implementación de leyes que ordenen el control de las especies vegetales se pierden los orígenes de un pueblo.

«La semilla es algo que tenemos en nuestros hogares siempre, que es nativo y lo que nos identifica como lencas es el intercambio de semillas. Ya que si nos falta algo le podemos decir a un vecino o alguien que nos de esas semillas y así ir expandiendo lo que tenemos en nuestros lugares originarios. Por eso es importante reactivar la cultura indígena», apunta José Marcos.

Sobre la Ley de Monsanto, el agroecólogo expresa que este tipo de empresas no solo atentan contra el bienestar alimentario, sino contra el medioambiente, y contribuyen a la contaminación del planeta en gran escala.

«Si bien es cierto, una semilla transgénica mejorada comparada con esta –explica mientras señala un maíz de exhibición– me va a producir, pero la mejorada (genéticamente) el hielo la va a consumir si no la fumigo con el mismo herbicida que ellos me están ofreciendo».

Para Ana Julissa, de Odeco, la agroecología no solo trata del rescate a la semilla, sino de un tema social, que trata sobre el bienestar de la población y la tradición al respeto por la naturaleza. Además, en el trabajo de la agroecología el papel de las mujeres es fundamental.

«De las 51 familias que integran la Red de Agroecólogos, 28 de ellas son mujeres y son mujeres activas en el desarrollo del proyecto como tal. En el intercambio de semillas había muchas más mujeres porque tradicionalmente es la mujer la que se encarga de la selección de la selección de la semilla, son las que guardan las semillas en su casa, y son las que le dan el proceso de conservación y preservación», explica Ana Julissa.

El encargado de una mesa de exhibición contesta preguntas sobre los tipos de semillas que presenta en su stand. FotoCC/Fernando Destephen.

Sin embargo, la coordinadora del proyecto Odeco asegura que el machismo existente en las comunidades al interior del país hace que no se le dé el protagonismo a las mujeres en su labor por la conservación de las semillas.

«Cuando nosotros llegamos a las comunidades a socializar el proyecto y hablamos de los bancos, la mayoría de las mujeres dicen “que esté mi esposo”, pero nosotros les decimos que pueden estar ellas también, aunque sean sus maridos los que estén en el campo. Además, este proyecto también ha sido una forma de empoderar a jóvenes también por el relevo generacional y así conocer a diferentes líderes», asegura Julissa.

Octavio Sánchez, de Anafae, coincide con lo expuesto por Julissa. «Históricamente, fueron las mujeres las que se dieron cuenta que, al tirar las semillas de algunas frutas que comían, estas germinaban. Entonces fueron las mujeres las que le dieron origen a la agricultura al seleccionar y a cuidar aquellas semillas y aquellas plantas que les interesaban porque eran medicinales, ornamentales, alimenticias y lo demás», explica el director de la Anafae.

Sobre la agroecología, Sánchez considera importante la existencia de las distintas semillas en Honduras. Y explica que son ciertas características las que hacen que una especie vegetal funcione al ser cosechada en un ecosistema respectivo, esto porque las condiciones agroecológicas son diferentes.

Pétalos de Tilo en un canasto como parte de la muestra en el intercambio de semillas en Belén Gualcho, Ocotepeque. FotoCC/Fernando Destephen.

Octavio considera que, para asegurar una soberanía alimentaria, se debe tener más que solo el acceso a la semilla, sino también el acceso al agua y a la tierra, cosas que se ven cada vez más amenazadas por el cambio climático. Las sequías afectan a los campesinos y sus cultivos en el sur de Honduras, y las inundaciones las cosechas del Valle de Sula, al norte del país.

«El país tiene un Corredor Seco que cubre más de 100 municipios, sin embargo, también tenemos áreas con mucha humedad como el oriente del país principalmente», señala Octavio.

Como recordatorio, Octavio es puntual en su proceder sobre la liberación del mercado de semillas. En Honduras, desde la década de los 80 existe la Ley Nacional de Semillas, la cual manda a que toda semilla para uso agrícola pueda estar certificada a través del departamento de Certificación de Semillas (Cetisem) perteneciente al Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria (Senasa).

Aunque esto no atenta contra las semillas nativas o criollas existentes en Honduras, Octavio asegura que la población debería de tener más información sobre la importancia de las especies nativas y los organismos genéticamente modificados, y como el cuidado e información sobre este tema contribuye en el sistema alimentario democrático, la cultura de un país y a preservar el medioambiente.

«Las semillas están íntimamente ligadas al desarrollo de la humanidad. Es decir, ¿por qué yo cuido una semilla? Porque la semilla me cuida a mí, ya que al sembrarla me da el alimento que yo necesito y por lo tanto es un cuidado mutuo –dice Octavio, mientras se coloca ambas manos en el pecho, como si hablara desde lo profundo–. Cuando nosotros hablamos de esto, o hablábamos de esto, de que había una Ley que podía quitarnos las semillas, la gente no nos creía y decía: ¿Cómo nos van a quitar las semillas? Si yo siempre las he tenido».

Fotografía y texto: Sandre Ruiz

Erick Xha, de 50 años, empuja cada día su negocio ambulante —un carrito de conos— por las calles empedradas de un pueblo colorido y de cultura muy arraigada: Antigua Guatemala. 

Se le suele encontrar en la Plaza Mayor con «La Primorosa», uno de sus seis carritos de conos cuyo atractivo —una idea de él— es la forma de transporte público que tienen. Erick prepara «conos» mientras los oferta a quienes hacen turismo en la plaza; así se gana la vida, dice, vendiendo helados orgánicos artesanales de múltiples sabores elaborados con sus propias manos y apoyado por su sobrino.

Xha cuenta que él es el administrador y promotor de venta del producto. Dice que tiene 43 años de vivir en Antigua y que comenzó vendiendo helado de marcas internacionales como Foremost, Trendy y Sarita, trabajo que le dio la experiencia para producirlo por sí mismo y conocer el mercado de la heladería.

La idea de los «buses» de ventas de conos nace como estrategia para atraer a turistas y para honrar el patrimonio cultural de Antigua Guatemala, tomando como modelo las rutas de autobuses existentes de varias comunidades que llevan a la población desde Antigua hasta la ciudad capital de Guatemala. Actualmente ha construido 6 buses: La Xoyita, La Esmeralda, La Primorosa, La Blanca Estela y Pullman.

«Somos los primeros aquí –dice–. Y pegó (la idea de los autobuses). Es mi motivación, es muy llamativo, los otros son copia nada más», expresa Erick Xha refiriéndose a que su idea ha sido única y ha sido muy bien aceptada por la población y turistas de la ciudad.

En Antigua Guatemala existen muchos vendedores ambulantes, los cuales son regulados por las leyes de patrimonio cultural de Antigua a través de las prohibiciones del articulo 4. En el pasado, la Policía Municipal ha desalojado a muchas personas en zonas exclusivas de Antigua, sobre todo en la Plaza Mayor. El hecho de no ser un comerciante registrado les convierte en trabajadores ambulantes con privilegios desiguales a la venta libre.

Pese a que don Xha tiene el privilegio de ser un comerciante legal, procura que los guías turísticos no le vean conversando con medios de comunicación sobre la realidad del trabajo ambulante, ya que eso podría traer consecuencias para su oficio cotidiano.

Erica, una mujer indígena de 22 años, también vende en los alrededores de Antigua Guatemala. Lo hace desde sus 8 años de edad junto con su hija, madre y sus hermanas. Mientras oferta su producto, relata la agresión que los Policías Municipales ejercen a las y los vendedores ambulantes, exclusivamente con las señoras mayores; además del desalojo, denuncia Erica, les decomisan la mercancía y les multan entre 700 a 800 quetzales (entre 116 a 135 dólares).

En la actualidad, son muchos los comerciantes a los que no se les permite vender sus productos en las calles de Antigua, por lo que tienen que realizar ventas rápidas por el miedo a ser parte de los decomisos.

Y es que no todos los comerciantes ambulantes tienen el privilegio de vender en Antigua, que se ha convertido en un lugar extranjero sin privilegios para su población nativa.

Erica dice que ella viaja todos los días desde San Andrés, Chimaltenango, hasta Antigua para tratar de vender su mercancía artesanal. Viaja predispuesta a no exhibir mucho su venta o también a recibir violencia a cambio de vender un poco. 

En ocasiones, dice, pide apoyo a las personas extranjeras cuando los policías les están agrediendo en la plaza, pues, frente a los extranjeros, la Policía Municipal suele refrenarse un poco. 

El sábado 05 de noviembre, día en que hablamos con ella, acababa de llegar un crucero a Puerto Quetzal. Erica cuenta que los guías turísticos cuidan a los extranjeros de no escuchar a los vendedores alzar la voz sobre las injusticias que comete la Policía Municipal con sus propios ciudadanos guatemaltecos. 

«Ojalá un día seamos escuchadas», expresa Erica.

Dice esto, y después pide que nos vayamos. Se está acercando un grupo de turistas con guías y no quiere que la vean en una entrevista. Podría costarle, como mínimo, la venta y el viaje de 20 kilómetros desde San Andrés. Podría costarle todo.

Texto: Nicolle Barahona
Ilustración: Pixabay

Aúllan los perros en la ciudad; son estos los testigos mudos de los crímenes que cometen los bárbaros, de los romances de los indecentes y de todas las tristezas que se lavan en las calles de piedra construidas en los años cuarenta.

Con hambre y paso apresurado, caminan los semovientes pardos, buscando un bocadillo ligero para apaciguar el hambre con la que nacieron.

Los más longevos ya saben qué calle no cruzar, a qué palo no arrimarse y qué acera no orinar.

Estos saben que para quitarse la sed solo falta acercarse temprano al mercado, cuando los vendedores están lavando frutas y, si es su día de suerte, comerán alguna sobra vencida.

 Los perros de la calle no tienen miedo de su destino: le tienen miedo al humano, quien cree que, por ser más grande y más autónomo, tiene la facultad de disponer de ellos, de golpearlos y de terminar con sus vidas.

Yo fui un perro callejero, tenía amigos que también eran perros, y todos buscábamos lo mismo. Comida. Un poco de diversión. En mis tiempos de perro, pude ver atardeceres y disfrutar de una tarde templada; también pasé frío. Y también hambre. Mucha hambre. Recuerdo ver cómo los humanos se reían de mí al verme revolcarme en una montaña de arena de alguna construcción o al verme perseguirme la cola con histeria (maldita cola). Recuerdo manos amables acariciarme y alimentarme con alguna repostería que traían en sus carteras. Y, finalmente, recuerdo el impacto —metálico— de un imprudente manejando.

Cuando era perro, un día de luna llena mis amigos sin nombre y yo corríamos en el basurero municipal, husmeando las bolsas que acababan de llegar. Cansados de tanto pataleo y mordiscos, nos sentamos en el suelo lleno de plástico y arenilla. Uno de nosotros levantó su carita negra, con grandes ojos miel rodeados de canas perrunas, con lagrimillas oscuras que nunca han sido limpiadas por humanos, y aulló. Su pecho se infló y aulló de nuevo. Conmovidos, mis camaradas y yo comenzamos a aullar en conjunto a la luna, a la sociedad que nos rechaza, al hambre, al destino y a la manada.

Nuestro momento de inspiración fue interrumpido por una piedra que lanzaron los humanos; después de eso, nos dimos a la fuga.

No recuerdo mucho de mi transición a humano, pero el olor al nacer era el mismo y, ciertamente, la sensación de vida es igual. 

A mis 5 años, mis papas dijeron que era tiempo de tener un perro, un acompañante ligero, para hacerme de una responsabilidad, como un buen ciudadano. 

Un mestizo fue mi regalo de navidad.

Recuerdo observarlo a los ojos profundamente para saber qué pensaba, para descifrar si —en blanco y negro— mi perro miraba, pero nunca obtuve más que ladridos en clave, besos babosos y destrozos en toda la casa.

Fue hasta un viernes en la noche, yo ya era adolescente, y estaba enojado con mis padres. Tiré la puerta y me lancé a la cama, cerré los ojos con lágrimas de cólera, cuando escuché en la lejanía del vecindario a un perro aullar. Intenté concentrarme para identificar de dónde venía el sonido, y comencé a escuchar cómo se solidarizaron entre sí y se multiplicaban los aullidos.

Me asomé a la ventana, y mi perro me observó. Y, como si conociera mi pasado, comenzó a aullar. Ahí recordé las calles que —cuando era perro— solía caminar. Recordé el hambre y las verduras podridas. Y, desde entonces, cada vez que veo un perro estimo su vida y estimo sus patas. Sus patas cansadas de caminar.

Por: Carolina Jiménez Sandoval,
Presidenta de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos
Fotografía: Jorge Cabrera

En poco más de un mes, Xiomara Castro, la primera mujer en ocupar la presidencia en Honduras, cumplirá su primer año en el poder. El camino hacia el Palacio José Cecilio del Valle y los meses que pasaron desde su toma de posesión no han sido sencillos. Las expectativas tras el gobierno de Juan Orlando Hernández (años plagados de violaciones a los derechos humanos y corrupción) y la urgencia ante los profundos desafíos que enfrenta el país se tradujeron en una demandante, y ambiciosa, agenda de trabajo.

La presidenta Castro llegó al cargo tras una campaña llena de promesas, principalmente de encaminar al país hacia un estado democrático completo, capaz de promover la lucha contra la violencia y la corrupción, garantizando, al mismo tiempo, el respeto a los derechos humanos.

Cuando me reuní con la presidenta Castro en el marco de una visita de WOLA a Tegucigalpa en noviembre, la conversación fue tan prometedora como la campaña que la llevó al poder. Discutimos nuestras preocupaciones con respecto al impacto de la corrupción que afecta al país en todos los niveles, la labor clave que ejerce la sociedad civil, y la importancia que tiene que el gobierno escuche sus demandas, así como la necesidad de fortalecer las instituciones, particularmente en relación con el sistema de justicia. 

Entre una larga lista de desafíos que enfrenta, Honduras continúa sufriendo de una alta tasa de criminalidad, incluyendo altos índices de extorsión, una de las mayores tasas de homicidios yfemicidios en América Latina y un historial de impunidad en casos de violaciones de derechos humanos.

Combatir los desafíos que generan la alta criminalidad y la violencia estructural no es una tarea sencilla. De hecho, requiere del tipo de estrategias y herramientas que solo pueden desarrollarse con voluntad y compromiso político de largo plazo. La imposición de un estado de emergencia a finales de noviembre es la estrategia opuesta. 

Cuando, el 6 de diciembre, entró en vigor un estado de excepción de un mes de duración en 162 zonas del Distrito Central (Tegucigalpa y Comayagüela) y San Pedro Sula, Castro dijo que la medida busca reducir la violencia y el crimen. En la práctica, el estado de excepción en Honduras suspende seis derechos garantizados en la Constitución, incluyendo la libertad de circulación, el derecho de asociación y reunión, y la inviolabilidad del domicilio y brinda a fuerzas de carácter militar roles de seguridad interna. 

Aun cuando la amenaza es real, lo cierto es que cuando fuerzas de carácter militar toman roles que son exclusivos de las fuerzas civiles, el riesgo de que se cometan graves violaciones de derechos humanos aumenta exponencialmente. No hace falta más que ver la situación en El Salvador, donde se han documentado miles de denuncias de violaciones de derechos humanos incluyendo detenciones arbitrarias y muertes bajo custodia en el marco de su propio estado de excepción, para ver el potencial impacto de este tipo de medidas. 

En Honduras, la violencia está estrechamente relacionada a la crisis de corrupción, un flagelo que la presidenta Castro ha identificado y que es visible en cada rincón del país. 

En respuesta a esta crisis de larga data, la ciudadanía, la sociedad civil y la comunidad internacional han recomendado la instalación de una Comisión Internacional contra la Impunidad en Honduras (CICIH) que ayude a fortalecer el poder judicial con las herramientas que tanto necesita para asegurar que la justicia sea una realidad para todas las personas en Honduras. De hecho, Castro ya ha tomado pasos firmes en el proceso de creación de la Comisión. La prueba de su éxito estará en el apoyo que le continúe brindado en el futuro. 

Y eso no es todo. Hay otras reformas, además de las concernientes a los sistemas político y judicial, con los que la presidenta y su partido se comprometieron y cuyas promesas es esencial que cumplan, como la promoción de la igualdad de género. Aunque los avances en la discusión con grupos de sociedad civil para la confección de una ley que garantice el derecho de las mujeres a vivir libres de violencia es positivo, todavía hay mucho trabajo por hacer. Honduras es uno de los pocos países del mundo que penaliza con prisión el aborto en todos los casos (aun cuando el embarazo es producto de una violación o presenta un riesgo para la vida de la persona gestante). Revertir esta ley no será fácil, particularmente tras la reforma Constitucional que blindó la prohibición a principios de 2021. Sin embargo, el Poder Ejecutivo tiene la obligación de velar por el bienestar de todas las personas gestantes en el país, lo que incluye garantizar el acceso libre a la interrupción voluntaria del embarazo. 

Para llevar adelante todas estas luchas, frente a la oposición en el Congreso o incluso en su propio entorno político, la presidenta Castro tiene que ser capaz de cimentar su autoridad como lideresa política, dentro de los límites constitucionales, y de construir alianzas, dentro de Honduras, incluyendo con la sociedad civil, y fuera de su país. 

Estados Unidos aún puede contarse entre los aliados de la presidenta. Buena parte del partido Demócrata gobernante ya no se identifica con los temas ideológicos que alguna vez supusieron distancia con Honduras. La lógica de la administración Biden es que en una Centroamérica más próspera y menos corrupta será beneficiosa para toda la región. 

Los retos que se erigen frente a la presidenta Xiomara Castro son considerables y las acciones que deben tomarse no siempre serán sencillas, pero la alternativa continuaría sumiendo a Honduras en un lugar donde la corrupción, la violencia de género y la impunidad son la norma, y nada es menos deseable.

El Poder Ejecutivo autorizó a Casa Presidencial realizar contrataciones directas para contratar, sin licitación, servicios de proveedores privados, por ejemplo, empresas encuestadoras, con el argumento de «seguridad nacional». Ante esa polémica, se abrió el debate porque el Congreso Nacional también tenía listo, en su proyecto de Presupuesto General 2023, un capítulo para que los secretarios de Estado realizaran contrataciones y compras sin licitación y sin que la presidenta Xiomara Castro tuviera conocimiento.


Texto: Leonardo Aguilar

Con reportes de Fernando Destephen y Fernando Silva
Fotografías: Jorge Cabrera y Fernando Destephen

El titular de la Secretaría de Transparencia y Lucha Contra la Corrupción (STLCC), Edmundo Orellana Mercado, lució incómodo este miércoles ante las preguntas que cuestionaron las inconsistencias que presenta el Decreto Ejecutivo 04-2022, emitido el pasado 17 de noviembre, con el que el Ejecutivo autorizó a Casa Presidencial para realizar —argumentando razones de seguridad nacional— contrataciones directas para la adquisición de suministros y servicios de transporte terrestre y aéreo, de alimentación, mantenimiento de las instalaciones, vigilancia, servicios y equipos tecnológicos, de inteligencia, servicios y equipos informáticos, de comunicación, estudios, encuestas, seguros y otros.

«Si la presidenta no tiene la certeza de quién le va a vender las cosas, la pueden envenenar, la pueden hasta matar, ¿usted quiere eso para la presidenta?», dijo Orellana cuando se cuestionó la transparencia en la contratación directa de los rubros anteriormente mencionados. Es de resaltar que el ministro se limitó a rechazar los cuestionamientos en compras de comida e instalación de equipos de vigilancia, para decir que «¡es necesaria la contratación directa!».

Orellana aseguró que, si los que van a preparar y servir los alimentos y hacer labores de mantenimiento no son personas de confianza, la Presidencia está en el derecho de buscar gente de confianza, porque «si no van a inundarla de micrófonos y de cámaras ahí. Sería una estupidez».

Después de una publicación de Contracorrienteel pasado viernes 9 de diciembre, el debate se amplió en diferentes medios de comunicación y alcanzó al Congreso Nacional. El propio Orellana, quien buscó minimizar que el decreto ejecutivo que presenta inconsistencias al autorizar también la contratación directa de encuestas y otros servicios que no entran en la categoría de seguridad nacional, indicó que es más preocupante la intención del Congreso Nacional de permitir compras directas a todas las instituciones descentralizadas y desconcentradas del Gobierno, sin seguir las normativas vigentes.

«¿Sabe por lo que debería preocuparse?, por las disposiciones generales, por esas sí, la contratación directa de todo el Presupuesto General de la República, pero ustedes se pierden cazando moscas, deben cazar buitres, andan en pequeñeces», respondió, muy incómodo, el ministro de Transparencia.

Contracorriente conversó también con el titular de la Unidad Fiscal Especializada Contra Redes de Corrupción (UFERCO), Luis Javier Santos, quien coincidió con Edmundo Orellana en la importancia que reviste que el Congreso Nacional establezca límites en cómo se manejará el Presupuesto General de Ingresos y Egresos de la República para el Ejercicio Fiscal 2023. No obstante, Luis Javier Santos reconoció que el decreto ejecutivo 04-2022 abarca rubros que no se justifican con el argumento de la seguridad nacional.

Por otro lado, la actual ministra de Finanzas, Rixi Moncada, ante el debate surgido por las compras directas derivadas del decreto ejecutivo en cuestión, mostró a través de las redes sociales, su apoyo para que a la Secretaría de Finanzas se le suprima la posibilidad de hacer compras directas.

PCM sobre contrataciones sin licitación
El fiscal jefe de la Unidad Fiscal Especializada Contra Redes de Corrupción (UFERCO), Luis Javier Santos. Foto CC/ Fernando Destephen

«El Procedimiento Especial para Compras y Cont. [contrataciones] aprobado y vigente en Pres. [Presupuesto] 2022, y reformado por el Congreso para incluir instituciones descentralizadas; la SEFIN no tiene ninguna objeción para que, en 2023, la Comisión de Dictamen @hnoepino, dentro de sus competencias, lo suprima», explicó Moncada en su cuenta de Twitter.

Honduras cuenta con la Oficina Normativa de Contratación y Adquisiciones del Estado (ONCAE), la cual es un órgano técnico y consultivo del Estado que tiene la responsabilidad de dictar normas e instructivos de carácter general para desarrollar o mejorar los sistemas de contratación administrativa en sus aspectos operacionales, técnicos y económicos. Además, la prestación de asesoría y la coordinación de actividades que orienten y sistematicen los procesos de contratación del sector público.

Luis Javier Santos expuso que hay situaciones entendibles para realizar compras directas y que están contempladas como excepciones. Afirmó, por ejemplo, que es entendible que si se va a contratar una empresa de aseo, esta tiene que ser de la confianza de Casa Presidencial, pero aseguró que si se va a contratar una agencia publicitaria, en donde se va a controlar toda la publicidad, eso debe de ser sometido a una licitación. «No tiene que ser de manera directa; si se va a contratar la compra de equipo de oficina de Casa Presidencial, tiene que hacerse una licitación».

«Hay situaciones que se pueden justificar y otras que no, por ejemplo, el tema de la publicidad, ¿cuánto dinero no se ha saqueado de Casa Presidencial por temas de publicidad?», se preguntó Luis Javier Santos, quien recordó el Caso Hermes que involucró a decenas de periodistas que recibieron dinero de Casa Presidencial durante la administración de Juan Orlando Hernández a cambio de emitir opiniones favorables al Gobierno de turno. En ese sentido, Santos afirmó que «hay otros casos [similares al caso Hermes] que van a ir saliendo, en donde se sacan grandes cantidades de dinero con base en ese rubro».

Luis Javier Santos aseguró que, si en verdad se está justificando con la seguridad nacional, se deben entonces establecer los rubros exactos de qué es lo que significa seguridad nacional, «porque hay situaciones que yo pude observar [en el decreto ejecutivo] que no caben dentro de esa excepción».

El fiscal jefe de la UFERCO afirmó que el hecho de que se esté autorizado a hacer compras directas también está sujeto a ciertas limitaciones. Afirmó que, por ejemplo, no se puede hacer compras directas a los parientes de los funcionarios. Agregó que las compras deben estar establecidas en ONCAE.

Contracorriente intentó comunicarse con varios diputados del partido de Gobierno, sin embargo, ninguno de estos accedió a conversar con este medio.

Según unapublicación de Proceso Digital, Hugo Noé Pino, vicepresidente del Congreso Nacional, adelantó que procederán a eliminar un capítulo del proyecto del Presupuesto General 2023 sobre compras y contrataciones directas. Esa marcha atrás de los congresistas hondureños se ha dado después de que surgieron denuncias sobre posibles actos de corrupción en la administración actual si se continúan permitiendo compras directas saltándose la Ley de Contratación del Estado. Además, en el artículo 289 del proyecto de presupuesto actual, se permite a los secretarios de Estado, dependientes de la presidenta Xiomara Castro, que puedan realizar compras directas, aún sin estar en períodos de emergencia y sin pedirle autorización a la mandataria.

Luis Javier Santos afirmó que se debe establecer un límite para hacer compras o contrataciones directas. Agregó que ese límite lo tiene que establecer el Congreso Nacional a través de las disposiciones generales en el presupuesto que se apruebe para el 2023. 

«Hay excepciones, la pandemia era una excepción, ya lo establece la misma ley de contrataciones. Otra excepción es Casa Presidencial al momento de contratar ciertos servicios, es decir, si Casa Presidencial quiere contratar cámaras en todas sus oficinas no va a contratar cualquier empresa, sino que tiene que ser una empresa de su confianza; si compra bocadillos también, porque si no corre el riesgo de que puedan introducir algún tipo de veneno. Para esas compras hay excepciones en la ley para hacerlas de manera directa. También en la Policía Nacional, cuando compran sus armas y chalecos no se los pueden comprar a cualquier proveedor, tienen que hacerlo a un proveedor específico y de confianza por seguridad nacional», expresó Santos.

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El fiscal de la UFERCO dijo que lo anterior está en discusión ahora en el Congreso Nacional. «Entonces va a ser el Congreso Nacional quien va a fijar ese límite. Ha habido límites en Gobiernos anteriores hasta de un millón 800 mil lempiras, límites de un millón, y hay otras disposiciones generales que han sido mucho más restrictivas y han fijado límites en medio millón de lempiras o 200 mil lempiras; siempre tiene que haber un margen en los montos para poder realizar contrataciones directas, porque si no, la administración se estancaría. Lo que no puede hacer el Congreso, es dejar abierto todo para hacer ciertas contrataciones y compras directas, porque ahí sí estaría abriendo una puerta para actos de corrupción».

Santos criticó también que los estados de excepción actuales faciliten actos de corrupción. «Cuando se declara estado de emergencia, por eso los gobiernos han estado declarando estados de emergencia, se les abre una puerta con sus amigos, con sus allegados, con sus parientes, con sus políticos, eso es lo que se abre: muchas posibilidades de contrataciones», sostuvo.

Luis Javier Santos concluyó que el solo hecho de que el Congreso Nacional deje abierto el camino para hacer contrataciones directas no constituye ningún delito. No obstante, explicó que el delito viene con la persona que va a ejecutar esas normas, aunque dejó claro que si la persona que lo ejecuta lo hace de manera transparente, no constituye un acto irregular. «La cosa es que el Congreso, teniendo la posibilidad, tiene que regular; no lo puede dejar abierto. ¿Se imagina controlar a todos los funcionarios que manejan el presupuesto y que puedan hacerlo de manera directa? Eso jamás se ha visto en el país y no creo que esa sea la intención del Congreso».

A casi un año de la derogación de la Ley Orgánica de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico, Honduras está todavía lejos de ser libre de las ZEDE. Tres empresas operan aún bajo este régimen especial en el territorio nacional; una de ellas, Próspera en Roatán, ha advertido que si el Gobierno actual no negocia «de buena fe» demandarán al Estado por hasta 10,775 millones de dólares por daños y perjuicios. Mientras tanto, el Gobierno de Estados Unidos ejerce presión con el fin de proteger las inversiones de sus ciudadanos en estas jurisdicciones que siguen funcionando sin el marco legal que les dio vigencia y beneficios fiscales.


Texto: Célia Pousset y Danielle Mackey
Fotografías: Fernando Destephen 

En el edificio Beta de la ZEDE Próspera corren los lagartos, mientras, a la par, trabajan en computadoras un puñado de personas sentadas en una mesa común con vista hacia el mar Caribe. La primera oficina de esa ZEDE que brotó en la isla de Roatán en 2020, es un conjunto arquitectónico de curvas suaves, totalmente hecho de madera y ventanales con un patio sembrado de árboles tropicales. En la recepción, un cartel cita a Augustín López Pacheco, un hondureño afectado de poliomielitis conocido porque dedicó 50 años de su vida intentando fabricar un helicóptero en su casa de Siguatepeque:El problema es que todo es increíble y la gente no lo acepta. «Esa es la historia de Próspera –dice Jorge Colindres, el secretario técnico, a modo de bienvenida– creamos algo grande y la gente no lo quiere».

Jorge Colindres es el equivalente del «alcalde» de Próspera. Cumple con funciones gubernamentales, tales como manejar los procesos de inversión y los permisos de construcción, realizar auditorías, implementar servicios médicos, cobrar impuestos. Nos ofrece una vuelta por una pequeña parte de la ZEDE que, en su totalidad, abarca 1,000 acres repartidos entre Roatán (600 acres) y Puerto Satuyé en La Ceiba (400 acres). Antes de arrancar el tour, estrecha la mano a un residente que aparece en el umbral del edificio Beta, vestido con una camisa, un short y sandalias. «Les quiero presentar a Sean –dice Colindres– es un inversionista estadounidense. Actualmente vive aquí». El hombre, de aproximadamente treinta años, explica en inglés que su empresa asume servicios de diferentes bancos alrededor del mundo y cobra una comisión por cada transacción. Antes vivía en África, pero dice que los «beneficios fiscales de Próspera y la calidad de vida en la isla» le hicieron cambiar su rumbo. 

Ni Sean ni Jorge Colindres muestran la menor preocupación cuando les mencionamos la derogación de la Ley Orgánica de las ZEDE, en abril de 2022, y la obligación estatal de adherirse a otro régimen especial ya existente en el país.

A principios de mayo, el comisionado presidencial para la derogación de las ZEDE, Fernando García, expresó a Contracorriente la voluntad del Gobierno respecto a las tres ZEDE públicamente establecidas en el país: Ciudad Morazán, Orquídea y Próspera. «A pesar de que ellos han irrespetado el Estado de derecho en Honduras –dijo García–, nosotros no actuaremos de la misma manera, somos superiores como Estado, como soberano, y como Gobierno, y vamos a darles la posibilidad de que se establezcan conforme a esos regímenes jurídicos ya existentes en el país».

En Honduras existen diferentes regímenes especiales que otorgan beneficios fiscales justificados para impulsar la creación de empleos y la inversión extranjera, por ejemplo, las Zonas Libres (ZOLI), las Zonas Industriales de Procesamiento (ZIP), el Régimen de Importación Temporal (RIT), o la Zona Libre Turística (Zolitur) en Roatán, pero ninguno es una opción para el secretario técnico de Próspera. 

«Yo sigo operando como antes –afirma Colindres–. Hay un tratado internacional que dice que la ZEDE puede seguir por 50 años, ¿cómo vamos a desconocer los derechos adquiridos? Lo que quiero es continuar atrayendo inversión al país y generar empleo, habilitando un ecosistema competitivo para hacer negocios. Creo que somos el lugar más competitivo de todo el país y de Centroamérica». 

El 16 de septiembre de 2022, los inversionistas de Próspera —a través de un bufete de abogados estadounidense llamado White and Case LLP— mandaron una carta al Gobierno dejando clara la intención de someter reclamaciones a arbitraje internacional si «negociaciones de buena fe no se llevan a cabo en un plazo de 90 días». El 16 de diciembre vence ese plazo. 

«Vamos a ver qué anuncian y si se van a arbitraje o no. Se pueden echar para atrás porque pueden darse cuenta de que tienen a toda la población de Honduras y al Gobierno monolíticamente en contra», dijo Fernando García en una entrevista reciente brindada a este medio. 

El monto de inversión por el que Próspera reclama es de 10,775 millones de dólares, según García ese monto se basa en proyecciones para los próximos 50 años.

ZEDE Próspera
Zona de construcción de la torre Duna en la ZEDE Próspera, Roatán, Islas de la Bahía. Foto CC/Fernando Destephen.

Un diálogo de sordos 

Lo que podría ocurrir si los inversionistas de Próspera deciden reclamar al Estado, es que el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI), una institución del Banco Mundial, tendrá que fallar a favor de una de las dos partes. El CIADI no es una corte, sino que es un centro de arbitraje privado en que las corporaciones pueden demandar a los gobiernos si creen que han actuado en contra de sus ganancias presentes o futuras, aun si sea por decisiones democráticas de los gobiernos o las cortes nacionales, incluso si sea por políticas públicas orientadas al bienestar público.

Fernando García estimó que los fallos de ese órgano han ido cambiando de tendencia al dejar de dar sistemáticamente razón a los inversionistas, por lo tanto muestra confianza en la posibilidad de que Honduras salga ganando. «Ahora se dan cuenta de que esas sentencias afectan mucho los derechos humanos y los derechos ambientales», dijo. 

A pesar de la seguridad que muestra García, según expertos, alrededor del 60 % de estos casos son ganados por las empresas. 

Si se avecina peligrosamente la posibilidad de un arbitraje internacional es, en parte, porque la comunicación entre el Grupo Próspera y el Gobierno de Honduras fue escasa. Cada parte alude que la otra no quiere dialogar. 

A la carta del 16 de septiembre la precedieron tres cartas del bufete de abogados de Próspera al Gobierno. Todas pedían que el Gobierno confirme que «en vista de los diversos compromisos de estabilidad jurídica, el marco legal de ZEDE sigue en pleno efecto respecto de Próspera». Según Colindres, ninguna de esas cartas han sido respondidas. Dice que recientemente, el 23 de noviembre, Próspera propuso al Gobierno instituir un proceso de mediación bajo las reglas del CIADI —una petición que tampoco fue contestada. 

«El 9 de marzo, yo conversé con ellos –dice el comisionado García–, les propuse que nos presentaran todas las reformas que consideran necesarias a las leyes de los regímenes especiales, y que informaran sobre los eventuales casos de corrupción que hubieran habido en el pasado. Fijamos un plazo hasta el 30 de marzo, pero nunca presentaron nada. No he vuelto a tener contacto con ellos. ¿Qué más apertura les podría haber demostrado al declarar que esperaba sus propuestas de reformas?». 

García añadió también que «después de la derogación, ellos mandaron cartas dirigidas a la Presidenta, lo cual es incorrecto porque no son pares inter pares, pero como ellos consideran que son un Estado autónomo, creen que se pueden dirigir a la Presidenta, posteriormente cambiaron y se dirigieron al ministro de Desarrollo Económico».

La Secretaría de Desarrollo Económico, a cargo del empresario Pedro Barquero, es la que tiene que tratar con los inversionistas, por ser la institución designada para la aplicación del tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y Centroamérica ( CAFTA-DR) al que se apegan los inversionistas para defender sus intereses. 

Contracorriente intentó comunicarse con el ministro Barquero, pero no obtuvo respuestas. 

Pedro Barquero fue quien anunció el jueves 3 de noviembre, en comparecencia pública en el Congreso Nacional, que Próspera preparaba una demanda por daños y perjuicios. «Próspera es el caso más extremo porque era una ZEDE con todas las características, era un Estado sobre otro Estado, con su propio estamento legal, ciudadanía, impuestos. Tiene la operatividad de captar inversionistas a su propio Estado, eso es complicado aceptarlo porque es una violación a la soberanía», dijo Barquero ese día.

ZEDE Próspera
Los trabajadores de Próspera realizan labores de limpieza en una de las paredes naturales en la zona de la construcción de la torre Duna, Roatán, Islas de la Bahía. Foto CC/Fernando Destephen.

Próspera: el modelo más acabado de las ZEDE

En Roatán, a unos trescientos metros del edificio Beta, se está construyendo una torre. La primera de las cuatro torres que Próspera planea edificar llevará 14 pisos. «Ya se está terminando de fundir el nivel 13», advierte Erick Pitsikalis, CEO de Dionysius y de Apolo Group, empresas desarrolladoras de las torres DUNA. «Es el proyecto más alto de Roatán –afirma orgullosamente Pitsikalis–. Aquí estamos generando cientos y cientos de trabajos, muestra que una empresa hondureña dentro de esta jurisdicción tiene más oportunidades de desarrollarse».

En el primer trimestre de 2022, al mismo tiempo que se derogaba la Ley Orgánica de las ZEDE, se iniciaba con la cimentación de esta torre que acogerá apartamentos, oficinas, comercios, restaurantes, piscina, gimnasio… «A lo largo de los años la isla ha vivido del turismo, sin embargo, está creciendo mucho en servicios de todo tipo, hay mucho turismo médico que se está generando, muchas necesidades de oficinas; esta residencia viene a atacar principalmente la necesidad de un producto de primer mundo a costos accesibles», comenta el desarrollador del proyecto, quien dice que una renta costará entre 400 y 800 dólares mensuales, y que ya se está estableciendo una lista de espera para la segunda torre.

Erick Pitsikakis afirma que 400 personas trabajan para la construcción de la torre: «Todos somos hondureños y la mayoría isleños», y que operan bajo los estándares de construcción de más alto nivel, avalados por un ingeniero ambiental. Pedimos ver el estudio que realizó el ingeniero, pero hasta ahora no hemos recibido este documento. «El permiso de construcción fue dado por la jurisdicción de Próspera», aclara Pitsikalis.

En Próspera todos los terrenos son privados. Jorge Colindres manifiesta que son más de ocho dueños diferentes de los 1,000 acres de la ZEDE. Hay que diferenciar Próspera Inc, la empresa, de Próspera la ZEDE. «La ZEDE como tal es una unidad gubernamental, es una subdivisión político-territorial del Estado de Honduras», dice Colindres, afirmando que esta todavía existe, pues, según él, «la derogación no afecta la vigencia de la ley».

Según las cartas que el Grupo Próspera ha mandado, son tres empresas distintas que conforman el Grupo: Honduras Próspera, LLC, y sus dos subsidiarias afiliadas, St. John’s Bay Development Company, LLC y Próspera Arbitration Center. Los documentos públicos sobre esas empresas muestran un grupo de personas y entidades de varios países.

El 28 de agosto de 2017, se formó en Delaware una empresa LLC llamada Sociedad para el Desarrollo Socioeconómico de Honduras. Dos años más tarde, el 17 de julio de 2019, se cambió de nombre a Honduras Próspera, LLC, según un documento del estado de Delaware que lleva la firma del abogado de la empresa, Nicholas C. Dranias, un exlitigante de la fiscalía general del estado de Arizona. El 1 de diciembre de 2020, Erick A. Brimen, un profesional en banca de inversiones y finanzas que está identificado como el CEO de la empresa, registró un cambio de clasificación en la cual la empresa deja de ser una LLC y se convierte en «Honduras Próspera, Inc.» 

Aunque esté registrado en Delaware, según los documentos fiscales a partir del año 2020, su lugar principal de operaciones está en Washington, D. C. Además del abogado Dranias y el CEO Brimen, están los directores Rodrigo Quercia, un brasileño que ha trabajado en banca de inversiones en Hong Kong y Brasil; Joel Bomgar, un empresario y congresista de la legislatura estatal de Mississippi; Gabriel Delgado Ayau, un emprendedor de tecnología y criptomonedas centroamericano; y Thomas Murcott, quien fue un ejecutivo en una empresa de bienes raíces que está desarrollando una ciudad privada en Corea del Sur. Todos aparecen en la página web de Próspera como parte del equipo ejecutivo.

ZEDE Próspera
El lobby de la ZEDE Próspera en Roatán, Islas de la Bahía. Foto CC/Fernando Destephen.

El 10 de junio de 2019, el abogado Dranias incorporó en Delaware otra empresa llamada Prospera Land SPV 1 LLC, la cual cambió de nombre el 2 de julio de 2021, a St. John’s Bay Development Company, LLC. Es una subsidiaria de Honduras Próspera, y también hay indicios que St. John’s Bay aparece en documentos públicos como deudora en una transacción que involucra a Honduras Próspera, como el acreedor garantizado. 

Unos meses después de la formación de St. John’s Bay, en noviembre de 2019, se estableció en el estado de Texas otra subsidiaria que se llama Próspera Arbitration Center, LLC. Su dirección laboral es la misma en Washington, D. C que Honduras Próspera, Inc. En los documentos fiscales, aparece como CEO Humberto N. Macias, y, como directores, el abogado Dranias y John Gemmill. 

Según el sitio web de Próspera Arbitration Center, la empresa tiene un equipo amplio de abogados y exjueces, la mayoría con larga trayectoria de trabajo en Arizona. Además de Dranias y Gemmill, quien fue un juez en Arizona, está John Pelander, un exjuez de la Corte Suprema de Arizona, y Kenneth Mangum, exjuez de una corte estatal de Arizona. Cinco más aparecen como árbitros, uno de ellos que es experto en el derecho constitucional estadounidense, dos que son abogados australianos, una que es consultora en relaciones públicas y políticas, y otro que es un abogado chileno-alemán. Hay un abogado más, nombrado como «oficial de arbitraje», quien es hondureño, Ricardo A. González. El sitio nombra «alianzas institucionales» que incluyen al Gobierno de Honduras, el CAMP, la ZEDE Próspera, y algo que se llama el Próspera General Service Provider. 

Una cuarta empresa relacionada con la ZEDE se llama Circular Factory, Inc. Ha sido cubierta por la prensa hondureña como una fábrica de alta carpintería que espera instalarse en Roatán como parte de la ZEDE Próspera. La corporación nació el 19 de septiembre de 2021, cuando una persona con domicilio en Santa Mónica, California, la incorporó en Delaware. Según los documentos de hacienda del estado de Delaware en 2020 y 2021, el lugar principal de operar de la empresa es, sin embargo, Londres, Reino Unido. Hay indicios que dicha empresa también aparece en documentos públicos como deudora en una transacción que involucra a Honduras Próspera, Inc. como el acreedor garantizado. 

El investigador Jose Palma Herrera, quien produjo un estudio llamado El regreso de los enclaves a Honduras en el siglo XXI : las zonas de empleo y desarrollo económico, la versión de las ciudades chárter rechazada por su creador Paul Romer, sostiene que entre todas las ZEDE, Próspera es la más acabada, y por lo tanto la más «maquiavélica». 

«Si uno mira los diferentes proyectos de ZEDE, Orquídea aprovecha el recurso tierra, y Ciudad Morazán es un complejo industrial. Próspera es diferente. Próspera es la ejemplificación de lo que las ZEDE querían ser», afirmó Palma Herrera.

«La particularidad de la ZEDE es que no es un enclave de un solo uso, como lo son las mineras, sino que son enclaves multiusos. Cualquier tipo de concesión que exista —centros financieros, centros logísticos, ciudades autónomas, distritos especiales de inversión, zonas económicas especiales…— fue colocado dentro de la figura legal de la ZEDE según la Ley Orgánica. No es una zona libre de comercio, no es una zona especial de desarrollo, no es una concesión de territorio para explotación, la ZEDE abarca todo. Ahí vemos lo maquiavélico de este tipo de enclave», explicó el investigador. 

De hecho, Próspera tiene diferentes ramas de actividades y planea invertir en un centro financiero internacional, en manufactura ligera, proyectos de energía avanzados, y turismo médico como parte de un plan de inversión de 500 millones de dólares hasta el 2025.

A Jose Luis Palma Herrera le preocupa la gestión del territorio en el caso de Próspera: «Para esos módulos que están construyendo, Próspera vende pedazos del territorio hondureño, es una fragmentación que nos hace reflexionar: ¿Se trata de una venta o de un préstamo? No sabemos mucho».

ZEDE Próspera
En las áreas verdes de la ZEDE Próspera en Roatán también se cosechan frutas y verduras. Foto CC/Fernando Destephen.

Lo que sí sabemos es que el crecimiento de la ZEDE se efectúa a través de un proceso de«incorporación territorial», según el secretario técnico, que consiste en comprar terrenos con el consentimiento del dueño en una escritura pública. 

Próspera surgió a los ojos de la ciudadanía durante la pandemia por COVID-19, pero el proyecto ya estaba pensado cuando el Congreso aprobó la Ley Orgánica en 2013, bajo el Gobierno de Profirio Lobo Sosa. Desde ese año, se sujetaron terrenos de baja densidad poblacional al régimen ZEDE y, en diciembre de 2017, se incorporó la primera parcela de tierra al Registro Especial de Propiedades de las ZEDE, bajo en nombre de ZEDE village of North Bay. Asimismo, el CAMP emitió un certificado de inscripción en 2017, pero ese documento no ha sido publicado.

En marzo de 2021, Tristan Monterroso, el entonces secretario técnico de la ZEDE Próspera emitió una resolución donde autorizó a la Fundación Próspera a servir como vehículo público-privado de banca terrestre. 

El documento estipula: «Se autoriza a la Próspera Foundation SA a adquirir, consolidar, poseer y transmitir la titularidad de terrenos fuera de la jurisdicción de Próspera ZEDE mediante operaciones contractuales voluntarias con el fin de incorporar dichos terrenos a Próspera ZEDE en asociación en coordinación con promotores públicos o privados o residentes de Próspera ZEDE.» 

La vigilancia queda intacta en Crawfish Rock

Esa posibilidad de extensión explica en parte el miedo de la comunidad vecina de Próspera, Crawfish Rock, donde viven más de 500 habitantes, la mayoría negros de habla inglesa. 

Es domingo por la mañana. Se escuchan voces al interior de las tres iglesias evangélicas de la comunidad, dos de ellas en inglés y una en español. El pueblo es casi desierto, y los que atraviesan la plaza principal visten ropa elegante y se dirigen hacia un templo, ya un poco atrasados para la reunión religiosa. Una mujer viene a saludar, con recelo, preguntando a quién buscamos. Se llama Luisa, es la Presidenta del Patronato de Crawfish y ella también va a la iglesia. Nos pide volver en la tarde y se disculpa por la frialdad: «Nosotros no confíamos a primera vista, los de Próspera pueden enviar a personas para recolectar información. Seguimos en contra de ellos».

Por la tarde, Luisa nos lleva hacia la orilla del mar y cuenta que «en su masterplan estaba diseñado que, en nuestra playa, iban a construir un puerto y más atrás un aeropuerto. ¿Ya entienden por qué defendemos lo que tenemos? Si no reaccionamos, nos va a pasar lo mismo que a los hermanos garífunas. Con una ciudad de esa clase a la par, ¿usted cree que van a dejar a Crawfish Rock, una pobre comunidad, en medio de ellos? Jamás. Aunque ellos digan que no es su plan desalojarnos, nosotros sabemos que la comunidad está en peligro. Vamos a salir afectados. Sin dinero aquí no somos nada». 

Luisa revela que en la comunidad pocos son los que trabajan para Próspera, pero que sí hay algunos. Entre ellos, su hermana que cultiva vegetales de la huerta de Próspera y los vende afuera. «Yo le digo a mi hermana : “Usted está siendo esclavizada. No es un trabajo digno”. Gana 7,000 lempiras al mes (unos 350 dólares), y tiene que pagar los rastrillos y demás instrumentos. Ni es el salario mínimo –recalca Luisa, antes de lamentar–: los que trabajan para Próspera están viendo el dinero, y no el futuro de la comunidad. Por un billete, pueden dar la espalda a sus raíces».

Jorge Colindres afirmó que, en Próspera, pagan 37.5 % más alto que el salario mínimo: «La tabla de 2021 dice que para el sector de la agricultura, el salario más bajo es de 7,500 y el más alto es 14,000, entonces el empleador tiene que ver esos datos y sumarle el 37.5 %».

ZEDE Próspera
Estación de trabajo en la zona de la construcción de la torre DUNA dentro de la ZEDE Prospera, Roatán, Islas de la Bahía. Foto CC/Fernando Destephen.

Luisa evoca también que, como presidenta del Patronato, debe luchar contra el poder del dinero y la persuasión de Próspera, y tratar de mantener a la comunidad unida. 

«Hace un par de semanas, algunos empleados de Próspera fueron a manifestarse a favor de la ZEDE. Lo que no se sabe es que los de Próspera los invitaron a una reunión con pizzas para hablar sobre el transporte de los niños. Cuando llegaron allá, les dieron pancartas y les hicieron protestar. Llamaron a los medios. Es la estrategia que utilizan con la gente pobre de la comunidad», explicó. 

Venessa, la vicepresidenta del Patronato elegido por la Comunidad de Crawfish, añadió que «la falta de transparencia de Próspera siempre ha sido una de mis grandes inquietudes; nunca han sido transparentes con la comunidad. Nunca hemos sido consultados. Nunca explicaron qué era la ZEDE. Según nosotros era un hotel más. Es preocupante que todo sea hecho en secreto. Próspera puede expandirse a cualquier lado. Si ellos no hubieran tomado la decisión de seguir con su ZEDE a cualquier costo, tal vez un diálogo hubiera sido posible. Pero, quieren quedarse como ZEDE, a nosotros no nos conviene como comunidad ni como hondureños».

Cuando preguntamos por el conflicto con Crawfish, el secretario técnico de Próspera negó que hubiera uno: «No hemos afectado a nadie y, si alguien se siente afectado, pues lo invitaremos a que presente evidencia ante un foro competente. Con la comunidad no hemos tenido problemas de tierras. Yo voy a Crawfish Rock y me compro mi coca (refresco) , tranquilo, no se siente el ambiente tenso. No es que estamos en un tema intensivo en minería o algo por el estilo que pudiera causar un un choque a los vecinos». 

Aunque no se trate de minería, Luisa sí se preocupa por la edificación de la torre DUNA: «Queremos que el Gobierno mande una comisión ambiental a estudiar porque se nota la destrucción forestal de la zona». 

Sin embargo, Erick Pitsikalis, asegura que construir de manera vertical era más amigable con el medioambiente y preservaba el bosque.Incluso asegura que le han puesto DUNA a esta torre porque significa «agua» en garífuna.

Puede extrañar la elección de ese nombre garífuna por parte de un grupo empresarial cuyo equipo ejecutivo no cuenta con una sola persona negra. El investigador Jose Luis Palma Herrera plantea ese problema de la inclusión: «¿Qué pasa con las comunidades? ¿Serán absorbidas o serán parte? Ellos mencionan mucho que van a fomentar empleo, pero ¿qué papel van a jugar los habitantes de Roatán? ¿Van a trabajar como vigilantes y aseadoras?».

Cuando preguntamos a Jorge Colindres acerca del riesgo de gentrificación de la zona a causa de Próspera, no supo contestar porque desconocía esta palabra. 

La gentrificación es la rehabilitación urbanística y social de una zona que provoca un desplazamiento paulatino de los vecinos empobrecidos por otros de un nivel social y económico más alto. 

En su idea de la Ciudad Modelo, Paul Romer defendía la idea del know-how, que los hondureños saquen provecho del conocimiento para ayudar a desarrollar el país. Pero, hasta ahora, lo que se da es que los habitantes de la isla trabajan en la construcción, la vigilancia y la huerta. No son ellos los que pueden compartir la mesa común del edificio Beta al lado de inversionistas extranjeros.

ZEDE Próspera
Erick Pitsilakis, director general de Apolo y Dionysus, empresas aliadas de Próspera, durante un recorrido por la torre Duna. Foto CC/Fernando Destephen.

Batalla legal e ideológica 

Cuando Próspera hace mención de la «estabilidad jurídica» que le permite mantenerse como una ZEDE, se habla mucho de los «50 años» de garantías legales. ¿De dónde sale este dato? De un tratado internacional que fue firmado entre Honduras y el Estado de Kuwait ( publicado en La Gaceta en abril de 2014), y que versa sobre la «promoción y protección recíproca de inversiones». En ese acuerdo, se menciona que «en el caso de las inversiones realizadas bajo el régimen de ZEDE (…) todos los derechos, condiciones, procedimientos y protecciones se mantendrán como garantía y deben ser garantizados las inversiones y los inversionistas del Estado de Kuwait por un plazo no menor de 50 años»

¿Por qué aplica a otras inversiones procedentes de otros países? Según Próspera, es por el principio de «Nación Más Favorecida» inscrito en el artículo 32 de La Ley Orgánica de las ZEDE y el artículo 10.4 del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana, CAFTA-RD.

El artículo 32 de la extinta ley ZEDE mencionaba: «Las partes naturales y jurídicas que operen dentro de las ZEDE recibirán trato en base al principio de Nación Más Favorecida, para lo cual obtendrán la extensión automática de cualquier mejor tratamiento que se conceda o se haya concedido a las demás partes en un acuerdo de comercio internacional suscrito por el Estado de Honduras».

«Básicamente, dado que Honduras otorgó ese tratamiento a las inversiones nacionales de Kuwait, la misma garantía de estabilidad jurídica se vuelve aplicable y exigible para los inversionistas de países miembros del CAFTA (es decir Centroamérica, la República Dominicana y Estados Unidos) e incluso a inversionistas de cualquier nacionalidad», afirma Jorge Colindres.

ZEDE Próspera
Grafiti en contra de las ZEDEs en un costado del edificio del Congreso Nacional en Tegucigalpa, Honduras. Foto CC/Fernando Destephen.

Este argumento está mencionado en las cartas enviadas por Próspera al Gobierno, las cuales añaden además otros factores de estabilidad jurídica del régimen: el hecho de que Honduras firmó en 2004 el tratado de libre comercio CAFTA y debe proteger a los inversionistas estadounidenses, y que, en 2021, el secretario técnico de la jurisdicción Próspera firmó un Acuerdo de Estabilidad Jurídica con Próspera, la empresa, para asegurar hasta el año 2064 las garantías legales de la ZEDE.

«No puede haber estabilidad jurídica si desde el principio la normativa era nula de origen por violentar la Constitución», sostiene Fernando García, el comisionado presidencial para la derogación de las ZEDE.

García explica que la normativa de las ZEDE violentaba los preceptos del artículo 374 de la Constitución que indica: «No podrán reformarse en ningún caso los artículos constitucionales que se refieren a la forma del gobierno, al territorio nacional (…)».

Afirma que los artículos relacionados a la soberanía nacional son intocables, lo que se llama artículos pétreos : «Reformar estos artículos es posible solamente por medio de una Asamblea Nacional Constituyente, de un plebiscito o de un referendo. Ninguna de las tres cosas se dio, entonces la nulidad de origen de esa normativa es clara, y cualquier asesor jurídico de las empresas les habría advertido que no deberían de invertir».

Gustavo Solórzano, el gerente de asesoría legal en Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) —una institución que ha publicado un informe sobre la falta de garantías legales tanto para los inversionistas de las ZEDE como para el Estado en caso de arbitraje internacional—, dijo a este medio que «está bien que el Congreso haya derogado la Ley, impide que otras ZEDE nazcan, pero el Ejecutivo tuvo que haber declarado la nulidad de las ZEDE ya existentes, y darles una opción a los inversionistas. Hoy nos encontramos con un problema porque todo está amarrado con tratados internacionales, como el CAFTA y el tratado con la república de Kuwait. El Gobierno sigue manifestando la inconstitucionalidad de las ZEDE sin que haya una sentencia judicial. Mientras no exista una sentencia que declare inconstitucionales las ZEDE, esas inversiones tienen cierto nivel de seguridad jurídica».

El abogado del Cohep insiste en la necesidad de interponer una nueva acción de inconstitucionalidad, porque hasta ahora existe una «presunción de constitucionalidad». 


La Corte Suprema de Justicia, en su fallo del 26 de mayo de 2014, declaró sin lugar el recurso de inconstitucionalidad contra las ZEDE. Como contexto, cabe mencionar que el primer proyecto de Regiones Especiales de Desarrollo (RED) fue declarado inconstitucional, pero que, dos meses después de ese fallo, cuatro jueces fueron destituidos y la nueva CSJ votó a favor del proyecto reformado. Esta maniobra, conocida en Honduras como un golpe técnico al Poder Judicial, estuvo al mando de Juan Orlando Hernández, expresidente quien fue extraditado a los Estados Unidos y ahora enfrenta un juicio en la Corte del Distrito Sur de Nueva York por delitos de narcotráfico.

ZEDE Próspera
Atardecer en una playa en la comunidad Crawfish Rock, La ZEDE Próspera se construyó justo a la par de la comunidad. Foto CC/Fernando Destephen.

«El argumento popular de que se ha lesionado la soberanía no es suficiente, es un argumento político y no jurídico. El punto más débil para fallar contra las ZEDE es el CAMP.LaConstitución estipula que sólo el Congreso Nacional puede autorizar la creación de una nueva jurisdicción y nunca se hizo de esta manera porque la Ley Orgánica dejó establecido en uno de sus artículos que, en el caso de municipios de departamentos con acceso al mar se les consideraba como de baja incidencia poblacional y, por lo tanto, no hacía falta el visto bueno del Congreso. Fue entonces el CAMP —conformado por algunos hondureños y muchos extranjeros— el que daba la autorización de creación de las ZEDE. Estas personas no tenían la calidad de funcionarios públicos. ¿Cómo es posible que una persona que no es funcionario público pueda otorgar concesiones estatales?», planteó Solórzano.

El abogado concluyó diciendo que la mejor opción es la de la conciliación, porque en caso de arbitraje internacional, habrá demasiados riesgos tanto para el Estado de Honduras —que puede perder y enfrentar una demanda que representa casi el 40 % de su PIB— como para los inversionistas. 

Para Fernando García, los inversionistas sabían muy bien lo que hacían y querían aprovecharse de lo mejor de las normativas hondureñas y de las ZEDE: «Nadie les ha aprobado las inversiones, ellos pueden alegar que no tenían que someterse porque gozaban de la extraterritorialidad, es verdad, sin embargo, al mismo tiempo querían que se les aplicará la ley nacional de impuestos sobre ventas para que se les exonera de pagar impuestos».

Señaló también que la discusión es más difícil con Próspera que con las otras ZEDE por la corriente ideológica que sustenta la ZEDE, un libertarismo importado de Estados Unidos que García califica de «anarco-capitalismo».

De hecho, Próspera es una adaptación de zonas económicas especiales de China y de la Región Administrativa de Hong-Kong en donde existen un sistema de derecho anglosajón, un reloj financiero propio, políticas de libre comercio y cortes especializadas. 

El abogado Oscar Hendrix, activista contra las ZEDE, considera que la batalla que libran Próspera y el Gobierno es ante todo política: «Ciudad Morazán y Orquídea no son proyectos tan ideológicos como lo es Próspera que desarrolla una filosofía libertaria. Parte del rescate del Estado de Derecho, es asumir que ese proyecto desmiembra la cohesión social. Ellos creen que vienen a hacer el bien, pero irrumpen en el tejido social y la gobernabilidad».

Un mecanismo legal controversial

La razón por la que el estado hondureño está sujeto a un sistema privado de arbitraje internacional es por un mecanismo controversial y relativamente reciente que está consagrado en muchos tratados de libre comercio. Dicho mecanismo se llama la Solución de controversias entre inversionistas y Estados (ISDS por su nombre en inglés, Investor-State Dispute Settlement), y consiste en la estipulación que, en caso de que una corporación crea que un gobierno ha afectado a sus ganancias presentes o hipotéticas del futuro, puede demandar al Estado frente a un tribunal especializado. Los árbitros son abogados privados que reciben un pago por cada caso que deciden, en vez de ser jueces asalariados, y la mayoría de los casos son ganados por las corporaciones, según analistas. En estos tribunales, los gobiernos no pueden demandar a las empresas, y los casos solamente giran en torno a las ganancias de la empresa, sin considerar otros factores como la corrupción, la protección y violación a los derechos humanos y al medioambiente, y la democracia y la soberania nacional. 

El mecanismo de ISDS es fruto de un proceso que arrancó a mediados del siglo pasado, según la obra de Nicolás Perrone, un especialista en derecho económico en la Universidad de Valparaíso, Chile. Un grupo de inversionistas, abogados y empresarios de Europa y los EE. UU. estuvo preocupado tras lo que consideraron una creciente práctica de intervención de los gobiernos del sur global en sus propias economías, y la nacionalización de unas industrias en Irán, Indonesia y Egipto —algo que ya habían hecho muchos países europeos después de la segunda guerra mundial.

ZEDE Próspera
El centro de la comunidad Crawfish Rock en un día de actividades y limpieza. Foto CC/Fernando Destephen.

Ahora ISDS se sigue defendiendo como una protección necesaria para garantizar cierta estabilidad al inversionista extranjero a la hora de invertir en, por ejemplo, un país que frecuentemente experimenta turbulencia política y económica, aunque los países ricos como los EE. UU. también son sujetos al mecanismo y se han enfrentado con arbitrajes. 

Hoy en día, ISDS se encuentra en cientos de acuerdos bilaterales y multilaterales que fueron en su mayoría firmados entre los finales de los años 80 y durante los años 90, según Jen Moore, una investigadora con el Instituto para los Estudios de Política (en inglés, the Institute for Policy Studies, o IPS), quien ha escrito varios informes sobre los impactos del sistema de arbitraje en Latinoamérica. «Es una herramienta política para que las corporaciones transnacionales en el norte global afirmen y mantengan su control sobre los recursos naturales y servicios del sur global», dijo en una entrevista con Contracorriente. «Se repite la dinámica colonial», resumió.

Ahora las corporaciones se aprovechan cada vez más del sistema de arbitraje. Antes del año 2000, hubo menos de 50 casos de este tipo, según la Universidad de Columbia, pero hoy se sabe de más de 1,000 casos que han pasado por los tribunales especializados, donde los gobiernos de más de 100 países se han defendido. (Como estos casos no son clasificados como información pública, no se sabe con certeza la cantidad completa de casos presentes y pasados, dice Moore). 

Actualmente, en América Latina hay varios casos en moción. Por ejemplo, el estado mexicano se está defendiendo de una demanda por 2.36 mil millones de dólares en ganancias futuras perdidas de una mina de fosfato marino debajo del océano, cuya dueña es la empresa estadounidense Odyssey Marine Exploration. El caso entró bajo el tratado NAFTA, después de que el gobierno decidió que la empresa no cumplía con los estándares para recibir el permiso ambiental necesario para operar. En México hay un movimiento social fuerte en contra de la mina liderado por una cooperativa de pescadores locales que cree que perdería su forma de ganarse la vida por los disturbios y daños que causaría la mina. 

En Colombia, cuando la Corte Constitucional colombiana falló a favor de la protección de una zona montañosa de páramos, puso fin al deseo de una empresa canadiense, Eco Oro, de explotar ahí una mina. Menos de un mes después, la empresa colocó una demanda frente al CIADI por 764 millones de dólares. 

En un informe escrito por Moore y su colega de IPS, Manuel Pérez-Rocha, examinaron los 38 casos relacionados a la minería contra gobiernos latinoamericanos que comenzaron entre 1998 y 2019. En alrededor de la mitad de los casos, las empresas nunca habían comenzado a explotar su mina cuando demandaron al Estado. Detrás de muchos de los casos había también una protesta social fuerte en contra de la actividad de la empresa por razones de derechos humanos y ambientales. Pérez-Rocha también ha encontrado que el 69 % de los casos involucrando a la industria extractivista que comenzaron entre los años 1995 y 2021 son iniciados por empresas con domicilio en uno de cinco de los países más ricos del mundo: los EE. UU., Canadá, el Reino Unido, Holanda, y Australia. 

Los investigadores revelan que hay varias maneras a través de las cuales ISDS ha desamparado a las poblaciones del sur global y favorecido a los intereses de la empresa privada. Una es el hecho que la demanda suele ser muy cara para los gobiernos, lo cual es aún más difícil de absorber si el demandado no es un país rico. Son alrededor de 40 % de casos en que, dice Moore, la corporación no gana, porque o se negocia antes del arbitraje y así se evita, o el gobierno gana —aun así, el proceso puede costar miles de dólares en defensa legal.

ZEDE Próspera
Publicidad de la torre Duna en un rótulo en el bulevar Juan Pablo II de Tegucigalpa. La torre Duna aún está en etapa de construcción. Foto CC/Fernando Destephen.

Así fue lo que le pasó al gobierno vecino de El Salvador, cuando una empresa minera canadiense demandó al Estado en 2009 por 301 millones de dólares cuando se le negó permisos para operar después de haber recibido el permiso para explorar por oro. A la vez, hubo un movimiento social fuerte y amplio en todo el país en contra de la minería, por los riesgos que suponía al río que es la fuente de agua principal del país. El caso también procedió en el tribunal CIADI, y es uno de los pocos en los cuales ganó el gobierno. Después de la victoria, El Salvador se convirtió en el primer país del mundo en declarar ilegal la minería metálica. Pero el arbitraje demoró 7 años, y la defensa le costó a El Salvador más de 10 millones de dólares. (Como parte de la decisión de los árbitros, la empresa tuvo que reembolsar a El Salvador $8 millones de dólares.) También fue costoso en términos de la vida humana: a lo largo de la lucha antiminera y el arbitraje, fueron asesinados en distintas circunstancias al menos tres ambientalistas. 

Cuando pierden es peor. Por ejemplo, cuando Ecuador decidió cancelar su contrato con una empresa de petróleo, Occidental, la empresa lo demandó en CIADI por 1.77 mil millones de dólares. Perdió Ecuador. En 2014, también perdió Venezuela, cuando otra empresa de petróleo, Exxon, lo demandó por 1.6 mil millones de dólares después de que Venezuela nacionalizó los proyectos petroleros. 

Los expertos además señalan que ISDS tiene una lógica fundamental que, comparándola con los sistemas públicos de derecho como las leyes nacionales e internacionales, parece hasta absurda. «Amplía la noción de los derechos de propiedad, donde los derechos de propiedad no son solo lo que uno ya posee, sino que uno tiene algún tipo de derecho de propiedad a las ganancias futuras anticipadas. Si una acción regulatoria o legislativa priva a una entidad privada lucrativa de sus ganancias futuras anticipadas, eso se trata como una incautación de propiedad por la cual el gobierno debe indemnizar a la empresa» dijo Basav Sen, investigador y colega de Moore en IPS. «Es un argumento extremadamente descabellado. Ni siquiera se aplica en los derechos de propiedad en los EE. UU.».

Dada la situación, algunos países han rechazado firmar cualquier tratado que estipule ISDS; como Brasil, cuya postura no ha afectado el flujo constante de inversión extranjera hacia el país, según un estudio sobre la inversión internacional de la Universidad de Columbia en Nueva York. Además, algunos líderes europeos han comenzado a denunciar el sistema.

ZEDE Próspera
Personal de construcción de la torre Duna en la ZEDE Próspera. Foto CC/Fernando Destephen.

La sombra de los Estados Unidos 

A pesar de las dudas sobre ISDS —y de la certeza moral de los funcionarios de la administración de Xiomara Castro— el mecanismo sigue vigente a través de CAFTA, y por lo tanto el Gobierno hondureño está suscrito a ello. El Gobierno estadounidense ha subrayado esta realidad en sus declaraciones, incluido a este medio. «El Departamento está consciente de las inquietudes planteadas por la sociedad civil y por el Gobierno de Honduras sobre las ZEDE y también está consciente de las quejas de las empresas estadounidenses sobre la derogación de las ZEDE», dijo a Contracorriente un representante del Departamento de Estado de los Estados Unidos. 

Pero la postura estadounidense va más allá. Analistas de las ZEDE han notado que la administración Biden parece estar dispuesta a alimentar la idea que, por hacerle caso a la voluntad popular hondureña, la administración Castro está poniendo en juego la reputación del país ante el mundo. En su informe anual más reciente sobre el clima para inversiones, el Departamento del Estado dijo: «Las ZEDE eran en general impopulares y algunos las consideraban un vector de corrupción, pero su eliminación generó preocupaciones en la comunidad empresarial sobre el compromiso del gobierno con la estabilidad comercial y el estado de derecho». 

Paradójicamente, cuando la presidenta Castro se ganó las elecciones, el Secretario de Estado de la administración Biden, Antony Blinken, mandó un comunicado de felicitación enfatizando que su gobierno estaba dispuesto a colaborar a favor de las instituciones democráticas y el desarrollo económico, y en contra de la corrupción —exactamente las tres áreas donde las ZEDE han despertado más críticas. 

Un detalle importante de recalcar es que muy temprano en la vida de las ZEDE, en septiembre de 2012, el economista de quien nació la idea de construir las ciudades modelos en Honduras, Paul Romer, públicamente se separó del proyecto, por falta de transparencia e indicios de corrupción, lo cual sirvió como una alerta roja muy visible. 

Adicionalmente, tres meses más tarde, en diciembre de 2012, la reforma constitucional necesaria para permitir las ZEDE se logró solamente gracias a un acto de corrupción: el golpe a la Corte Suprema. Y a través de la última década, se ha visto claramente en la cobertura mediática la consternación y el rechazogeneralizado de la población hondureña hacia el proyecto. 

Según el récord público, la empresa Honduras Próspera no se formó hasta agosto de 2017 —es decir, cuando ya habían pasado cinco años llenos de señales fuertes y constantes de problemas graves con la propuesta de las ZEDE, tanto al nivel político como legal y social—. Sin embargo, en su informe anual sobre el clima para inversión, el Departamento del Estado no cuestiona el argumento de Grupo Próspera que hicieron su inversión «apoyándose en buena fe en la legalidad de la ley ZEDE».

En octubre de este año, dos senadores estadounidenses mandaron una carta abierta al Secretario Blinken insistiendo aún más en la idea de que cualquier inversionista extranjero tendría razón de sentirse amenazado por la decisión de la administración Castro de respetar la democracia. Los senadores Ben Cardin, un demócrata de Maryland, y Bill Hagerty, un republicano de Tennessee, repitieron en su carta los argumentos de Grupo Próspera, aseverando por ejemplo que Honduras estaba arriesgando «efectos perjudiciales para la reputación» del país con «el riesgo de volverse irreparables» si se violaba la garantía de estabilidad jurídica de 50 años.

«Cualquier expropiación directa o indirecta de las inversiones estadounidenses» en las ZEDE «sería considerada como un ataque directo a las garantías del CAFTA-DR y seguramente provocaría una pérdida devastadora de la confianza del sector privado», escribieron. La carta además cita a dos analistas estadounidenses que argumentan que las ZEDE son importantes en términos geopolíticos, porque son, según ellos, una manera de diluir la influencia de China en Centroamérica. Ninguno de los senadores respondió a una solicitud de entrevista de este medio.

A medida que los días pasan y que se avecina la fecha clave del 16 de diciembre, Próspera multiplica sus comunicaciones acusando una y otra vez al Gobierno de negarse a participar en el proceso de consultas que ordena el CAFTA-RD. Los mensajes en la cuenta oficial de Twitter se hacen más regulares y más insistentes. Pedro Barquero y Jorge Colindres, los principales actores de la disputa, se responden vía esa red social, como si fuera el último terreno de diálogo después de negociaciones que nunca pudieron ser.

Hoy por hoy, parece que el Gobierno y la ZEDE Próspera viven en dos realidades diametralmente opuestas. Si para el primero el CAMP fue derogado al mismo tiempo que la Ley Orgánica, para la segunda sigue funcionando como antes. Si para el primero, ya no hay ZEDEs, la segunda reivindica su permanencia. Sin embargo, lo más peligroso para el Gobierno es la posibilidad de que otras ZEDEs sigan el camino de Próspera. Fernando García lo admitió:«Orquídea puede adherirse a otro régimen especial, pero Massimo Mazzone nos dijo que lo que le convenía a Próspera le convenía también a Ciudad Morazán». El empresario italiano, fundador de esa ZEDE radicada en Choloma, no respondió a nuestra solicitud de entrevista. 

Mientras tanto, en el edificio Beta, inversionistas siguen estrechando la mano al secretario técnico con confianza. ¿Los últimos? Una pareja de estadounidenses, casi en edad de jubilarse, planea abrir una clínica de microcirugía en Roatán, una práctica científica emergente que consiste en transferir tejidos sanos en cuerpos enfermos para curarlos. De eso se trata el turismo médico. «¿ Cómo lo ve? –comenta Colindres–. ¿No es tan mala Próspera?».

El 14 de febrero de 2022, la presidenta Xiomara Castro y el secretario de la presidencia, Rodolfo Pastor, autorizaron a través de un Decreto Ejecutivo y por «razones de seguridad nacional» la contratación directa de «servicios requeridos para el buen funcionamiento de Casa Presidencial», entre ellos: alimentación, transporte aéreo y terrestre, encuestas, estudios, comunicación, entre otros. A pesar de que el decreto se publicó hasta el pasado 17 de noviembre en el Diario Oficial La Gaceta, Casa Presidencial empezó la contratación de los servicios de manera directa desde febrero de 2022.

Texto: Fernando Silva
Fotografía: Jorge Cabrera y Fernando Destephen

El pasado 17 de noviembre se publicó en el diario oficial La Gaceta el Decreto Ejecutivo 04-2022 en el que la presidenta Xiomara Castro y el secretario de la presidencia Rodolfo Pastor de María autorizaron a la administración de Casa Presidencial realizar por «razones de seguridad nacional y alto interés del Estado», la contratación directa para la adquisición de suministros y servicios de transporte terrestre y aéreo, de alimentación, mantenimiento de las instalaciones, vigilancia, servicios y equipos tecnológicos, de inteligencia, servicios y equipos informáticos, de comunicación, estudios, encuestas, seguros y otros.

Este decreto permite a la administración presidencial omitir los procesos de licitación pública y privada para así poder contratar empresas o personas a discreción, pero no deja claro si los proveedores tendrán que cumplir con los requisitos estipulados en la Ley de Contrataciones del Estado. Esta modalidad de contratación fue altamente cuestionada en el gobierno del expresidente Juan Orlando Hernández debido a la sobrevaloración y corrupción con la que muchas empresas se beneficiaron con la justificación de situaciones de emergencia en el país.

Ante ese contexto y la publicación de este Decreto Ejecutivo, organizaciones de sociedad civil alertan sobre las posibles implicaciones que tendría la ausencia de procesos de licitación en las instituciones de gobierno, incluso si la motivación es de seguridad nacional.

Opacidad sobre la alimentación de la presidenta

El Decreto Ejecutivo 04-2022 fue emitido y firmado por la presidenta y su secretario de estado hace casi diez meses, el 14 de febrero de 2022. Desde entonces, la administración de Casa Presidencial tuvo la autorización de realizar contrataciones sin licitación, tratando directamente con las empresas de su consideración. Este decreto salió a luz pública hasta el pasado 17 de noviembre con su publicación en el diario oficial La Gaceta.

El decreto justifica que para garantizar el buen desempeño del Gobierno existe una condición, y es que se requiere que la Casa Presidencial «cuente con óptimas condiciones de funcionamiento» incluyendo garantizar la máxima seguridad de la presidenta Castro, de su familia – sin especificar qué miembros de esta – y funcionarios y empleados que trabajan con ella. Además, apuntan que dicha condición hace necesario que «exista la libertad para realizar contrataciones directas […] respondiendo a criterios de seguridad, urgencia, calidad y de confianza, exigiendo las circunstancias que se mantengan en máxima reserva las operaciones del Gobierno».

Rodolfo Pastor, secretario de Estado de la Presidencia, explicó a Contracorriente que la emisión de este decreto responde a la preocupación del gobierno por la seguridad de la mandataria y el riesgo que asume «al enfrentarse al crimen». Destacó especialmente la protección de la alimentación de la presidenta y quienes la rodean.

«Estamos enfrentados en Honduras a una serie de grupos, algunos muy peligrosos que están violentamente en contra del proyecto político que nosotros enarbolamos, entonces, cuidar a la presidenta y cuidar de quienes la acompañan en Casa Presidencial es un tema de seguridad y por eso se está disponiendo que se pueda hacer esta excepción que nos permita resguardar la seguridad de la presidenta», explicó.

contrataciones sin licitación en Casa Presidencial
Rodolfo Pastor atiende una conferencia de prensa en Casa Presidencial. Foto CC/Fernando Destephen

Además, Pastor aseguró que dicho decreto no pasa por alto la Ley de Contrataciones del Estado y tampoco se dejará de rendir cuentas ante el Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP) u otros entes de fiscalización.

«Ninguna instancia de transparencia será superada por el decreto que permite las compras directas, lo que se supera es tener que proceder a una licitación pública para comprar la comida de la presidenta», apuntó Pastor.

Según lo reflejado en la página de transparencia de Casa Presidencial, desde que inició el gobierno no se ha sometido un solo proceso a licitación o cotización, todas las compras y contrataciones se han realizado de forma directa. En el caso de la alimentación que apunta el ministro Pastor, el 1 de abril del 2022 la administración de Casa Presidencial firmó un contrato con la ciudadana María José Henríquez Mejía, originaria del departamento de Olancho.

Dicho contrato, según lo revisado por Contracorriente en la página de transparencia, es el único en el que se hace referencia al Decreto Ejecutivo 04-2022. En el mismo se refiere al contratista como la empresa Inversiones Henríquez; sin embargo, la empresa no se encuentra constituida como tal en el registro mercantil, sino que es María Henríquez quien está registrada como comerciante individual y quien ha asumido el nombre comercial de Inversiones Henriquez, y es bajo esa modalidad que presta el servicio de alimentación al público en general, y en este caso, a Casa Presidencial.

A pesar de que el contrato fue firmado el 1 de abril, el primer pago que se realizó tiene fecha del 15 de marzo por concepto de suministro de alimentación del 7 al 11 de marzo del 2022. En esa ocasión, se le pagó por cinco días de alimentación en Casa Presidencial un total de 48,070 lempiras que correspondían a los estipulado en el contrato por plato de comida que, según lo descrito, es de 95 lempiras hasta 200 lempiras en el caso de eventos especiales.

Contracorriente consultó a María Henríquez, la comerciante individual que firmó el contrato y que ofrece sus servicios como Inversiones Henríquez, sobre la forma en que llegaron a ser contratados por Casa Presidencial y las condiciones en las que desarrollan su trabajo, a lo que contestaron que el trato se concretó gracias a que conocían a funcionarios del gobierno y que incluso habían trabajado con la familia presidencial en el periodo entre 2006 y 2009 cuando el expresidente Manuel Zelaya ocupó la titularidad del Ejecutivo. Además, dijeron que los pagos se les han realizado de forma semanal y la renovación del contrato es cada seis meses. Las cláusulas del contrato que se encuentra en el portal de transparencia de Casa Presidencial confirman el pago semanal que describen; sin embargo, la periodicidad descrita en el contrato es entre el 1 de abril y el 31 de diciembre de 2022.

Tras la orden de pago que la administración de Casa Presidencial emitió el 15 de marzo, no se reporta ningún pago en los meses posteriores a favor de Inversiones Henríquez o María Henríquez, aunque ella misma asegura que siguen prestando el servicio semanal y los pagos se encuentran al día.

Contratación de encuestadoras también sin licitación

El ministro Rodolfo Pastor también se refirió a la contratación de encuestas en el marco del decreto, y aseguró que han incluido este aspecto debido a la confidencialidad que requieren y la posible manipulación si se somete a un proceso de licitación en el que participe cualquier empresa.

«Si tú haces público y procedes a hacer una licitación, no sabes a quién le estás diciendo que vas a hacer una encuesta y va a estar expuesta a que se manipule desde un sinnúmero de vías. Por ejemplo, nosotros en campaña mandamos a hacer una encuesta y al ratito nos dimos cuenta de que ya habían comprado a la encuestadora para que los números nos engañaran, entonces teníamos que salir a hacer otra encuesta y son inversiones importantes. Todo tiene que ver con seguridad, pero no hay un conflicto con transparencia y con las leyes de contratación del Estado, la ciudadanía puede solicitar la información», aseguró Pastor.

La contratación de servicios de encuestas también se encuentra en otro decreto ejecutivo. En septiembre, la presidenta Xiomara Castro, mediante el decreto ejecutivo 023-2022, creó la Dirección General de Información y Prensa, que está adscrita a la Secretaría de Planificación Estratégica. El PCM 023-2022 indica que todos los órganos y dependencias del Gobierno en materia de comunicación y redes sociales deberán «coordinar acciones y racionalizar su uso»; además ordena realizar «de manera permanente» un monitoreo y diagnóstico de todos los medios de comunicación convencionales y alternativos que operan en el país, así como las redes sociales. «Para ello podrá realizar o contratar mediciones, encuestas, estudios de opinión u otros medios técnicos necesarios» estipula el acuerdo.

contrataciones sin licitación en Casa Presidencial
La presidenta Xiomara Castro atendió una conferencia de prensa donde declaró la guerra a la extorsión. Foto CC/Jorge Cabrera

Contracorriente solicitó a Casa Presidencial, a través del portal de acceso a la información pública, los contratos relacionados a empresas encuestadoras que se han realizado en la gestión de la presidenta Castro, en especial el de la encuesta que el gobierno presentó cuando brindó informe de resultados de los primeros nueve meses de su gabinete el pasado 19 de noviembre. Sin embargo, la oficina de transparencia de la presidencia ha solicitado una prórroga por lo que, al cierre de esta nota, no hemos recibido dicha información. Cabe destacar que esta información tampoco se encuentra en el portal público en el que cada institución debe subir la documentación relacionada a sus contrataciones.

La abogada Osiris Payes, del Centro de Estudio para la Democracia (CESPAD), dijo que hay una serie de aspectos conflictivos en la aprobación de este Decreto Ejecutivo. En primer lugar, señaló que los aspectos que el acuerdo engloba para compras directas no están justificados porque «adquisición de suministros» es un término muy vago. En segundo lugar, apuntó que el marco normativo del decreto debió definir el proceso bajo el que se iban a realizar las contrataciones directas, incluyendo el número de cotizaciones o si los contratistas serán elegidos del registro estipulado por la Oficina Normativa de Contratación y Adquisiciones del Estado (ONCAE).

«Si se hizo a través de ONCAE tiene que estar publicado en el portal de Honducompras. Si no es así, esta falta incurre en una sanción por incumplimiento de subida de información, de hecho, subir la información de contrataciones a ese portal está establecido en los lineamientos de acceso a la información relativos a la administración centralizada y descentralizada donde manda que esas compras se deben de subir si el proceso se realizó bajo ese mecanismo», apuntó Payes.

Aunque Pastor aseguró que el decreto que permite las contrataciones directas no se saltaría los procesos de transparencia, hasta el momento de esta publicación no se encuentra en el portal de ONCAE ni un solo proceso publicado por la Casa Presidencial durante la presidencia de Xiomara Castro.

El 29 de septiembre, el Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP) certificó que Casa Presidencial tenía el 100% de cumplimiento en la divulgación de información en los portales de transparencia. Sin embargo, varios de los apartados en esos portales son ambiguos incluyendo la descripción de gastos mensuales efectuados en esa dependencia y la descripción de personas contratadas y acuerdos del personal permanente. Uno de los cargos que permanece en el anonimato es el mejor pagado de Casa Presidencial: «el enlace en asuntos sociales de la presidencia de la República».

Otro caso es el de los asesores presidenciales. En junio, Casa Presidencial aseguró a este medio, a través su oficina de acceso a la información, que no tenían asesores presidenciales contratados; sin embargo, los informes de trabajo y las planillas de salarios entregadas cuatro meses después, evidenciaron que tres personas cumplen funciones de asesores desde meses antes de que la solicitud de información fuera presentada. 

Las deficiencias en el portal de transparencia de Casa Presidencial también son evidentes en el apartado de liquidación presupuestaria en el que no hay una descripción precisa de la ejecución por clase de gasto. La información proporcionada por esta institución agrupa todos los gastos en la categoría «otros» o en «administración de la gestión del Estado» por lo que es imposible saber de forma precisa y condensada cuánto gasta la oficina de la presidenta, por ejemplo, en servicios profesionales, alquileres, alimentación, combustible, y otros servicios.

A pesar de estas limitaciones, la información proporcionada en estos apartados da como resultado que, hasta el mes de noviembre, Casa Presidencial ha ejecutado un total de 555.3 millones de lempiras. Hasta el momento, en el portal de transparencia de Casa Presidencial, no hay forma de que la ciudadanía pueda conocer el desglose de dichos gastos.

contrataciones sin licitación en Casa Presidencial
Imagen general de casa presidencial .Foto CC/Jorge Cabrera

Antecedentes de corrupción en compras directas

El 10 de febrero de 2020, el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, declaró Estado de Emergencia Sanitaria ante la emergencia mundial por la propagación del COVID-19. Tras esa declaración, el Congreso Nacional también emitió una serie de decretos que permitieron que instituciones como la Secretaría de Salud e Inversión Estratégica de Honduras (INVEST-H) ejecutaran compras directas; y la misma historia se repitió con la llegada de las tormentas Eta e Iota en octubre de ese mismo año. El resultado fue una serie de compras sobrevaloradas y empresas que entregaron maquinaria en mal estado en perjuicio de la ciudadanía y la administración pública.

Tan solo en la compra de siete unidades médicas con las que INVEST-H justificaba mejorar la atención sanitaria ante la pandemia del COVID-19, el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) identificó un perjuicio económico de 32.8 millones de dólares, siendo resultado de una compra que se hizo de forma directa y sin los requerimientos establecidos en la Ley de Contrataciones del Estado.

Sobre la base de esos hechos, el gobierno de la presidenta Xiomara Castro enarboló un discurso anticorrupción durante su campaña ; sin embargo, la aprobación de decretos ejecutivos que opacan las compras y contrataciones del Estado siembra dudas sobre las supuestas intenciones de fortalecer la transparencia en las instituciones estatales.

Blanca Elvir, investigadora del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (FOSDEH), manifestó que resulta contradictorio que, a pesar del discurso que asumió el actual gobierno en temas de corrupción, estén utilizando modalidades de contratación directa, considerando que ha sido una herramienta que facilitó «la concurrencia de muchos delitos contra la administración pública». Además, Elvir aseguró que la justificación de seguridad nacional resulta ambigua en el decreto.

«El decreto del 17 de noviembre alude al tema de la seguridad nacional, pero si nosotros lo leemos bien, realmente no deja muy clara la relación causal entre la necesidad de aplicar la contratación directa y un tema de seguridad nacional entonces vamos a tener que hacer un análisis a profundidad de si se ha motivado de manera apropiada el uso de este mecanismo, porque ya hemos visto las implicaciones que tiene y cómo puede flexibilizar los procesos dejando márgenes para que se pueda incurrir en algunas irregularidades», apuntó la investigadora.

Además, aseguró que la recomendación que hacen desde el FOSDEH es que se cumplan los procesos de contratación ya establecidos en la ley por motivos de transparencia, pero también por seguir la planificación en el uso de los recursos del Estado.

Elvir concluyó que «produce mucha desconfianza que sigan utilizando estos mecanismos, entonces la percepción que tiene la población de la administración pública es que se va deteriorando si seguimos utilizando estas prácticas. Además, la ley ya establece como uno de sus principios la igualdad y la libre competencia, incluyendo que todos los empresarios puedan ser proveedores del Estado y al aplicarse esta contratación directa vemos vulnerado este principio».

Sobre los antecedentes de la emergencia por la pandemia y los resultados que dejaron los decretos de compra directa, Nelson Castañeda, director de Seguridad y Justicia de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) apuntó que todos los casos de este tipo de modalidad resultan negativos debido a que los funcionarios aprovecharon esta facilidad para hacer compras directas de forma sobrevalorada, comprar a empresas relacionadas a ellos o a familiares, y comprar suministros de mala calidad o que no cumplieron con la necesidad para la que fueron adquiridos.

«El ejemplo más claro es el de los hospitales móviles. Al gobierno le ha quedado ese perjuicio de más de mil millones de lempiras, entonces eso es una muestra que las contrataciones directas no están debidamente reguladas en el país y que únicamente sirven como una fuente de desvío de fondos», concluyó Castañeda.

Texto: Xalli Xihuitl y Jasson Abdiel
Ilustración: Naji Chalhoub

De setenta y cuatro presidentes que habían pasado por la república, don Alberto había sido el mejor; construyó noventa y tres hospitales, diez universidades públicas y un centenar de escuelas bien amuebladas. El lunes sería su último día de mandato y eran de esperarse las muchas protestas por parte de la gente enfurecida por aquella ley. Habían sido ya siete los atentados en contra del venidero día de las votaciones a lo largo y ancho del país. Rayaron las paredes, tiraron una estatua de bronce y declararon huelga general indefinida. El presidente había tenido que salir a calmar a su pueblo. Él mismo llevaba días sin dormir, se había comido las uñas y su peso se había reducido profusamente.

–Así son las cosas –citó como si a niños les hablará–. Cambiar la ley es estar del lado de los traidores.

Quiso ser paciente, pero la verdad es que comenzaba a irritarse y a sentirse atemorizado con el poder del pueblo. Había sido criticado duramente por la parte opositora, tanto que le hacía sentir vergüenza llamarse a sí mismo líder de la nación.

–Estamos en deuda –dijo el ministro que llevaba apenas unos meses en su puesto, aclarándose la garganta–, restauró los hospitales, construyó nuevos y cumplió cada una de sus promesas, pero esto se ha salido de control.

Cuando había ganado las votaciones, sin duda temió morir, pero prefería aquello mil veces antes que ver a su país sumido en el desorden y la injusticia. La histeria colectiva ya no le dejaba pasearse por las calles o tomarse el café de las cuatro en el parque. Se escondía. Casi sin querer, terminó odiando a cada una de las personas que le gritaban día y noche: «¡Lo amamos, señor presidente!». Lo tenían con la vesícula reventada y orinando sangre.

–Buenos días, señor –el mozo que ya tenía como hábito ayudarlo durante las mañanas se le acercó y le pareció ver a don Alberto avejentado, los ojos reventados de tanto pensar–, en unos días ya no podré saludarlo.

Lo ignoró por primera vez en cuatro años, pero el mozo no dijo nada al respecto, se limitó a observarlo arrastrarse penosamente a la ventana. Solo quería tomarse un último café, recibir la sacristía del domingo y, si después de todo eso, aún quedaba tiempo, tomarse un traguito de ron dando las gracias a los campos de caña de azúcar.

–Señor presidente –el hombre apenas vibró al llamado, pero el mozo se corrigió dudando un poco–. Don Alberto, la verdad quisiera que usted siguiera siendo mandatario.

–¿Hasta cuándo? –le cortó el hombre, sintiendo la vesícula chillarle de dolor nuevamente.

–Hasta que Dios quiera –se lo dijo sin dudar y sonriente.

¿Dios quisiera que se rompiera la ley?, se preguntó en sus adentros, ensimismado. Le sonrió mediamente al mozo y se fue. En su despacho, buscaba la manera de solucionar su dolor. Anocheció y la ansiedad lo cubría todo. Amaneció nuevamente.

En las afueras del congreso todo era un caos, sin embargo, siguieron con los actos protocolarios. Dificultosamente habían logrado elegir a alguien más para tomar el cargo, ya solo faltaba el traspaso simbólico de poder. Pasaron varios minutos y don Alberto no aparecía. Lo buscaron y nada. La expectativa era palpable.

Llegó la primera dama y pidió un micrófono, las manos le temblaban.

–Querido pueblo, –titubeó–, me dirijo hacia ustedes para informarles la dolorosa noticia de que el presidente Alberto, mi amado esposo, ha muerto. En horas de la noche de ayer domingo, mientras dormía, sufrió un ataque cardiorrespiratorio y falleció.

Hubo silencio.

Después de un momento, se escucharon gritos de guerra y la ira de las turbas se apoderó de las calles, exigían el cuerpo del occiso. Tenían que ver para creerlo. Se llenaron sus ojos de lágrimas, porque veían morir frente a ellos la esperanza de seguir viviendo decentemente. Espetaron gritos de amargura y quisieron su cabeza. El amor que hacía unos minutos sentían por él se convirtió en enojo y frustración, querían que se hiciera justicia, su justicia. Y así, asaltaron el palacio presidencial.

–¡Lo encontré! –dijo alguien dentro del edificio usurpado.

Tomaron el cuerpo, lo llevaron al frente de la turba y se dirigieron a la sede de la Corte Suprema de Justicia, que no quedaba muy lejos.

–Exigimos que se haga justicia –gritaron al llegar–. Era su deber moral seguir como líder nacional, sin importar qué dijera la constitución.

–No contamos con leyes para muertos –respondió temeroso un magistrado.

–¡Exigimos que se lo castigue! Todos empezaron a gritar. El papeleo se hizo más que nada por las exigencias irascibles del pueblo, que amenazaba con quemar todo y a todos si no se cumplía con su orden. Y fue así como el país de don Alberto se convirtió en el primero en tener leyes para muertos, siendo el presidente el primero en aplicársele castigo penal una vez erigida la ley, especialmente diseñada con carácter retroactivo.

Sentencia: mandato eterno en la República.

El pueblo fue feliz.


Este cuento forma parte del libro Principio de Antítesis (2022).

Por ahora se desconocen los avances del Periodo Adicional de Exploración, dentro del cual –según el contrato de la concesión petrolera– se tendría que perforar un pozo para exploración y explotación en los Cayos misquitos de Honduras. Erick Tejada, ministro de Energía, argumenta que violentar este contrato podría traer demandas con perjuicio para el Estado, aun cuando el proyecto comenzó a ejecutarse sin realizar una consulta previa libre e informada a los pueblos originarios que habitan en esta zona de la Moskitia.


Texto: María Celeste Maradiaga
Fotografías: Jorge Cabrera y Fernando Destephen
Portada: Daniel Fonseca

Las actividades realizadas durante el primer periodo de exploración por parte de la empresa BG International Limited (BGI Group), otorgadas para el período de cuatro años –con una prórroga de 6 años– en los Cayos Misquitos de Honduras, continúan siendo un misterio para la ciudadanía. 

Estas debieron iniciar seis meses después de la fecha efectiva del contrato el 25 de julio de 2013 y debieron finalizar seis años después, es decir, en 2019. Sin embargo, en la cláusula 11 del contrato, se establece que «a pedido del contratista, el periodo de evaluación podrá ser ampliado por la Secretaría de Recursos Naturales (Serna) siempre y cuando sea justificado y según el artículo 54 de la Ley de Hidrocarburos, aprobada en 1985».

Un informe detalla los hallazgos en el periodo adicional de exploración, mismo que es mencionado en la cesión, que es la transmisión de los derechos y obligaciones establecidos en el contrato de BGI Group en 2017, que se hizo simultáneamente a las compañías Azipetrol Honduras S.A y a CARIBX (UK) LIMITED.

Según la cesión de derechos del contrato de operación antes descrita, el 3 de abril de 2017 la Dirección General de Energía emitió un dictamen técnico favorable al «Informe de Actividades Realizadas Durante el Periodo de Exploración en el Primer Semestre del año 2016», lo cual determinó como «técnicamente favorable» la cesión de contrato a Azipetrol Honduras S.A (con el 85% operable) y a CARIBX (UK) LIMITED (con el 15% no operatorio).

Contracorriente solicitó este informe a la Secretaría de Energía y a la Serna, y las respuestas fueron distintas, pero en ninguna se brindó la información solicitada.

La Secretaría de Energía respondió que, conforme al contrato de operación, la empresa Azipetrol Honduras continúa en etapa de exploración en su primera fase y que, de acuerdo con la cláusula 13 del contrato, el contratista actualmente está operando en un 50 % del área adjudicada inicialmente.

«En este momento se encuentra aún en Etapa de Exploración, hasta la fecha, el contrato no ha sufrido ninguna modificación, los cuales concluyen finalizada la Segunda Prórroga, según lo establece el Contrato de Operación», indicaron en la respuesta.

Concesión petrolera en La Mosquitia
Zona de la concesión petrolera en los Cayos misquitos según el contrato entre BGI Group y el Estado de Honduras publicado en La Gaceta el 25 de julio de 2013.

La cláusula 13 del contrato de operación de la concesión petrolera detalla que, en cuanto a la devolución de áreas: «al cumplirse el cuarto año de haber entrado en vigencia el presente contrato, haya o no encontrado hidrocarburos, devolverá sin costo alguno para el Estado, un mínimo del 50 % del Área del contrato».

Además, en la cláusula 12 el contrato especifica que si el contratista determina que un descubrimiento de petróleo o gas natural es marginal o no pueda dar lugar a su explotación comercial, el contratista podrá proponer modificaciones a los términos comerciales del contrato, algo que no ha sucedido según la respuesta de la Secretaría de Energía a este medio.

La Serna respondió que «esta Secretaría de Estado se abstiene de compartir la información solicitada», alegando que, debido a la relación contractual entre la secretaría y BG Group estipulada en la cláusula 24 del contrato de operación, esta información entregada al Estado por particulares es de carácter confidencial.

Con relación a la fase en la que se encuentra el proyecto, la solicitud de información responde que en este momento está en la fase I de exploración, y que la secretaría cuenta con los informes semestrales de actividades presentados el 27 de octubre del 2020 con sus respectivas copias.

Petroleras interesadas en la explotación en Honduras

El contrato para que una petrolera realice operaciones en los Cayos misquitos es la consecuencia de décadas de estudios, negociaciones y «vistos buenos» de políticos en el pasado.

Luego de que en 2007 el Instituto de Geociencia Japex (IGJ) y el Gobierno de Honduras firmaron un convenio para estudios petrolíferos en el caribe hondureño, en 2009 la empresa Noruegan Petroleum Geo-Services (PGS) comenzó a realizar estudios sísmicos en el mar territorial de Honduras, algo que duró 10 años.

Una de las primeras personas en afirmar que existía un interés por parte del Gobierno hondureño en la extracción de petróleo fue Tomas Vaquero, quien en el periodo de 2008-2009 fue ministro de Recursos Naturales y Ambiente en el Gobierno del expresidente Manuel Zelaya Rosales. Actualmente, en la administración de la presidenta Xiomara Castro, Vaquero es ministro de Gobernación, Justicia y Descentralización.

Según un artículo de La Prensa, en marzo de 2009, Tomas Vaquero afirmó que para ese entonces la empresa Noruegan Petroleum Geo-Services (PGS) estaba explorando 8 mil millas náuticas y además aseguró que eran cuatro empresas las interesadas en explorar o explotar petróleo en Honduras: PDVSA (petróleos de Venezuela), Chevron (estadounidense), Petrobras (brasileña) y Pemex (mexicana).

El acercamiento con Petróleos Mexicanos (Pemex) se dio 15 años después de las declaraciones de Vaquero, en junio de 2022 cuando el ministro de Energía, Erick Tejada, visitó la empresa y se reunió con su director, Octavio Romero. Esta reunión, según los funcionarios presentes en la misma, se dio con la finalidad de avanzar con los compromisos contraídos entre Xiomara Castro y el presidente de México, Manuel López Obrador.

En mayo de 2022, López Obrador visitó la Casa Presidencial y ofreció un diálogo junto a Castro Sarmiento. Entre los puntos más importantes de este diálogo estuvieron los esfuerzos del Gobierno hondureño en cuanto a migración, seguridad alimentaria, la nueva matriz energética y potenciar el desarrollo de los centros petroleros en Honduras mediante el apoyo de México para la explotación petrolera.

Concesión petrolera en La Mosquitia xiomara castro y AMLO
La presidenta de Honduras Xiomara Castro se saluda con su homólogo Andrés López Obrador, presidente de México durante su visita oficial a Honduras. Foto CC/Jorge Cabrera

«…el potencial para el desarrollo que representan para Honduras los yacimientos petroleros en La Mosquitia y el Mar Caribe. En respuesta a la solicitud de Honduras, México buscará identificar espacios de colaboración para brindar apoyo y asesoría para la exploración y explotación petrolera en estas zonas», detalló uno de los puntos del comunicado conjunto entre el presidente mexicano y la mandataria hondureña.

En una entrevista realizada por este medio a Erick Tejada, ministro de Energía, en octubre de 2022, el funcionario aseguró que la finalidad de la reunión con Pemex el pasado junio fue «forjar una alianza a largo plazo y que tiene que ver con el tema de transferencia de conocimientos y tecnología».

Sobre la concesión petrolera, el ministro dijo a Contracorriente que esta se encuentra en «fase embrionaria», que el Estado se encuentra analizando el contrato otorgado a BG Group en 2013 y que están estudiando si corresponde hacer una prórroga a la empresa que ganó la concesión para que siga explorando.

«La visita a Pemex tuvo como objetivo, sobre todo, fortalecer las capacidades técnicas de la Secretaría de Energía en materia de explotación y exploración de hidrocarburos, viéndonos hacia el futuro en caso de que sea necesario desarrollar una industria petrolera en el país, si es que existe posibilidad de comercialización, pero existe una concesión actualmente y somos respetuosos del Estado de Derecho también», argumentó el ministro.

Sobre la intención del Gobierno actual en continuar con la operación de este contrato, Tejada explicó que, al existir ya una inversión por parte de la empresa, el incumplimiento por parte del estado de Honduras en este contrato podría traer demandas en perjuicio del Estado, y que es deber del Estado de Honduras fijar una posición en torno al recurso una vez se determine si es comercializable o no.

Un proyecto socializado, no consultado

Miriam Miranda, coordinadora de la Organización Fraternal Negra de Honduras (Ofraneh), explicó a Contracorriente que antes de comenzar este proyecto, la empresa no realizó una Consulta Previa Libre e Informada (CPLI) a la comunidad garífuna que habita en la zona de la Moskitia.

El 5 de agosto de 2013, la Secretaría de Recursos Naturales (Serna) envió una nota a Miriam Miranda con la finalidad de realizar una socialización del proyecto petrolero en los Cayos misquitos y para, posteriormente, realizar un proceso de consulta sobre el proyecto de exploración, sin embargo, el contrato ya había sido publicado en el diario La Gaceta el 25 de julio de 2013.

Concesión petrolera en La Mosquitia
Nota enviada a Miriam Miranda, coordinadora de la Ofraneh, el 5 de agosto de 2013.

«Si bien es cierto, el tema de la energía es una necesidad, pero eso no significa que no deba de haber consultas, el consentimiento con las comunidades nunca se da, ni se les da la información real a las comunidades ni al pueblo hondureño», manifestó Miranda sobre el secretismo alrededor de los megaproyectos y concesiones.

Además, Miriam Miranda indicó que desde el pueblo garífuna han estado monitoreando las acciones del Gobierno hondureño luego de la visita del mandatario mexicano en torno a la exploración y explotación de hidrocarburos.

«Eso muestra que este Gobierno va a darle seguimiento a estos acuerdos, porque no ha habido ninguna intencionalidad de someter a consulta esa cuestión», expresó.

Concesión petrolera en La Mosquitia miriam miranda garifuna ofraneh
Miriam Miranda habla durante una protesta frente a las instalaciones del Ministerio Público en Tegucigalpa. Foto CC/Jorge Cabrera

Según el informe «Territorios en Riesgo III: minería, hidrocarburos y generación de energía eléctrica en Honduras» del Foro Social de la Deuda externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), el pueblo Miskito también ha denunciado el proceso de consulta por parte de la empresa BG Group, pero, a diferencia del pueblo garífuna, «entró en negociaciones con BG Group».

«Tal como la OFRANEH, los líderes de Masta (organización miskita) manifestaron que no se llevó a cabo una consulta previa, ya que se aprobó el contrato antes de haber contactado a la organización. Sin embargo, Masta tuvo reuniones con la empresa en 2013 para acordar recompensas anuales de 250 mil dólares dirigidos al desarrollo local», indicó el informe del Fosdeh.

Un posible derrame de petróleo que acabaría con una amplia biodiversidad

Según el estudio «Caracterización ecológica de los Cayos misquitos de Honduras», del biólogo Juan Carlos Carrasco, los cayos misquitos contienen manglares, pastos marinos y arrecifes de franja poco profundos, a esto puede denominarse humedales RAMSAR, los cuales albergan una importante diversidad de especies.

Además, según este mismo estudio, la principal actividad económica de este sitio es la pesca de langosta y de pepino de mar, cuando se abre el periodo de veda a principios de marzo y finales de junio.

«Cuando la veda se abre, los Cayos misquitos reciben alrededor de más de 2,000 pescadores/buzos que se instalan en los diferentes cayos. Además, durante esta temporada, alrededor de 238 embarcaciones comerciales de pesca navegan cerca de los cayos y en estos viven aproximadamente 4,000 pescadores/buzos», indica el informe.

Recomendamos leer: Las deudas del Estado de Honduras con los buzos misquitos

Además, el informe señala que solo se han realizado dos expediciones de monitoreo de arrecife de coral en la región de los Cayos misquitos esto a pesar de la pesca artesanal e industrial que se realiza en esta zona.

Entre los hallazgos más importantes del autor están: una alta cobertura de corales en peligro de extinción, la ausencia de la enfermedad de coral síndrome blanco, alta densidad de especies de aves marinas no reportadas previamente en la zona, tres tipos fisionómicos de manglares y un alto impacto antropogénico en los Cayos misquitos.

En el informe Territorios en Riesgo III del Fosdeh, se detalla que, según datos del ICF, los Cayos misquitos se encuentran en estado de «propuesta» para ser un área protegida, aun cuando esta área se menciona en el artículo 18 del Convenio para la Conservación de la Biodiversidad y Protección de áreas silvestres prioritarias en América Central, para desarrollar y proteger, firmado en 1992.

Algunas de las múltiples consecuencias de un posible derrame de petróleo, según este informe, son la afectación en toda la extensión de la costa atlántica, la cual es de aproximadamente 671 kilómetros, los daños a la vida silvestre y a los humanos que pueden causar los minerales y los metales como el mercurio y arsénico depositados por el petróleo.

Una niña juega a las orilla de un río en la mosquitia Hondureña. Foto CC/Fernando Destephen

Miriam Miranda, coordinadora de la Ofraneh, aseguró que una de las cosas más preocupantes en cuanto a esta concesión petrolera son los daños al medio ambiente que podría traer un derrame de petróleo, y cómo estos posibles daños podrían llegar hasta las costas de Omoa, La Ceiba, y Tela en el norte de Honduras.

Miranda cuestionó la decisión de este Gobierno al continuar con esta y otras concesiones, las cuales afectan directamente a los pueblos originarios, su territorio, y el ecosistema en el que residen.

«Este Gobierno debe desmarcarse de las decisiones del partido del Gobierno anterior, de la narcodictadura. Yo lo que he venido cuestionando es: ¿Cómo se le van a dar seguimiento a temas y a proyectos tal y como los estableció y como los negoció la narcodictadura?», preguntó Miriam, en un contexto en el que se violentan cada vez más los derechos de los pueblos originarios.

Abordamos al ministro de la Serna, Lucky Medina, para preguntar sobre la concesión petrolera y respondió que no se referiría a esto porque la Serna está desligada del tema.

Nota aclaratoria:

La información incluida en el informe del Fosdeh: «Territorios en Riesgo III» sobre las negociaciones entre la empresa BGI Group y la organización MASTA fueron extraídas originalmente del estudio «Protocolos Autonómicos de Consulta Previa Indígena en América Latina: estudios de casos en Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Honduras, México y Perú» que tiene por autor a Salvador Millaleo Hernández.

Este martes entró en vigencia el decreto que autorizó a policías y militares a ejecutar un plan que suspende garantías constitucionales en varios sectores del Distrito Central y San Pedro Sula. Esa situación ha desatado fuertes preocupaciones porque la Policía Nacional, la Policía Militar – creada por Juan Orlando Hernández – y las Fuerzas Armadas no han sido depuradas o reformadas exitosamente y tienen entre sus filas a agentes vinculados con violaciones de derechos humanos y redes del crimen organizado y narcotráfico.

Texto: Leonardo Aguilar

Con reportes de Allan Bu, Celia Pousset y Fernando Silva

Fotografías: Jorge Cabrera

Infografías: Daniel Fonseca

Mientras varios helicópteros sobrevolaban Tegucigalpa la mañana del martes 6 de diciembre, cerca de 600 agentes policiales se reunieron en la Plaza de la Libertad antes de su despliegue masivo para saturar barrios y colonias que la Policía Nacional considera como zonas controladas por maras y pandillas. A las 6 de la tarde de ese día, entró en vigencia el decreto ejecutivo que establece el estado de excepción que forma parte del Plan Integral para el Tratamiento de la Extorsión y Delitos Conexos

El agente Escoto, encargado de un grupo de siete hombres con uniformes del Instituto Técnico Policial (ITP), que es el centro de formación de la Policía Nacional, inauguró el proceso con un patrullaje en el mercado San Isidro, un lugar con alrededor de mil puestos de venta de frutas, ropa y adornos navideños que marcan la temporada. Allí, la policía ha dicho que sospecha que los vendedores son víctimas de extorsión.

«Vamos a pasar una navidad tranquila», dijo doña Suyapa, una vendedora de 60 años que acababa de enterarse de las medidas de seguridad impuestas por el Gobierno. Ella lleva más de 40 años vendiendo en San Isidro y dijo que ha visto el mercado cambiar «para bien» desde hace tres años. «Antes sí había extorsión, los Chirizos cobraban 300 lempiras cada semana y si no teníamos la plata, pues se llevaban la ropa. Eso desapareció hace tres años cuando la MS-13 vino a poner orden. Los 13 echaron carrera a los Chirizos, los desaparecieron y ahora mandan aquí aunque no molesten, más bien nos cuidan».

La Mara Salvatrucha o MS-13, a la que se refiere doña Suyapa, es una organización criminal que vive principalmente de la extorsión y el control del microtráfico en barrios y colonias, así la perfiló recientemente Insight Crime, medio especializado en temas de crimen organizado. «Existe evidencia de que la pandilla participa en otras actividades criminales transnacionales más sofisticadas, entre las que se destacan redes internacionales de trata de personas y tráfico de drogas», refirió este medio.

Suyapa aseguró que los vendedores que viven en zonas controladas por la pandilla Barrio 18 no pueden trabajar en el mercado San Isidro. «Los sacan, igual si tienen familia de la [Barrio] 18, les está prohibido vender aquí». Por ahora, lo único que preocupa a doña Suyapa es la posibilidad de un toque de queda que le impediría ir a la iglesia, ella trabaja en el mercado supuestamente controlado por la MS-13 pero su barrio también es sospechoso de estar en manos de la misma mara.

Se suspenden garantías constitucionales en 162 barrios El subcomisario Nolasco, a cargo de 30 agentes que patrullan en la colonia 14 de marzo, dijo «estamos verificando para ver si andan algún tipo de tatuaje. Si tienen tatuajes, revisamos en la base de datos si pertenecen a una estructura criminal. Si están vinculados, los detenemos y avisamos a la fiscalía de turno». Foto CC/Jorge Cabrera
El subcomisario Nolasco, a cargo de 30 agentes que patrullan en la colonia 14 de marzo, dijo «estamos verificando para ver si andan algún tipo de tatuaje. Si tienen tatuajes, revisamos en la base de datos si pertenecen a una estructura criminal. Si están vinculados, los detenemos y avisamos a la fiscalía de turno». Foto CC/Jorge Cabrera

Don Jesús, un carnicero del mercado, compartió la opinión de Suyapa. Apoya el decreto de estado de excepción aunque afirmó que él no siente temor ni en su colonia, controlada por la MS-13, ni en el mercado, porque «hace años los vendedores que estábamos hartos de pagar extorsión, cotizamos para pagar a vigilantes y armas. Ahora no hay problemas».

En el decreto que entró en vigencia este martes, el Gobierno argumentó que esta es una medida producida por la «grave perturbación de la paz y la seguridad que prevalece en las principales ciudades del país ocasionada esencialmente por grupos criminales organizados, que operan como mafias poniendo en riesgo la vida y los bienes de las personas, incurriendo y consumando delitos de extorsión, asesinatos, robos, tráfico de drogas y secuestros». Sin embargo, la Policía Nacional ha reportado una baja histórica de los homicidios; en el mes de octubre, aseguraron que en lo que va del año han habido 394 homicidios menos en comparación con el mismo período del año pasado. 

Se suspenden garantías constitucionales en 162 barrios Miembros de la Policía Militar del Orden Público (PMOP) requisan un autobús del servicio público. Foto CC/Jorge Cabrera
Miembros de la Policía Militar del Orden Público (PMOP) requisan un autobús del servicio público. Foto CC/Jorge Cabrera

Las garantías establecidas en la Constitución de la República en los artículos 69, 78, 81, 84, 93 y 99 fueron suspendidas por el Poder Ejecutivo en 162 barrios y colonias del Distrito Central y San Pedro Sula 

Siguiendo el orden de los artículos antes mencionados, se suspendió la garantía de la libertad personal, de asociación y de reunión y, además, de circulación. Las suspensiones de estas garantías también permitirán a los agentes policiales y militares llevar a cabo arrestos y detenciones sin órdenes judiciales, así como retener a las personas en cárceles.

Consultamos al ministro de la presidencia, Rodolfo Pastor, sobre las medidas que se tomarán y la situación de las cárceles hondureñas, a lo que respondió que «hay muchísimo trabajo que se está haciendo para mejorar las condiciones, nosotros no somos un gobierno que cree en profundizar exactamente la coerción, ni el aspecto punitivo del orden público, le apostamos a un modelo completamente diferente, pero estamos enfrentados a una situación corriente, una cosa es lo que quieres que sea y otra cosa es lo que es, transitar de lo que es a lo que nosotros queremos que sea pasa por un proceso y estamos inmersos en este proceso como sociedad, entonces seamos realistas, entendamos contra quienes estamos enfrentados, quienes dirigen estos círculos criminales, hasta dónde llegan estas fuerzas del crimen organizado en nuestro país».

El decreto establece, sin un plan previo de descongestionamiento de las cárceles que hasta ahora se conozca, que «en los centros de detención deberá llevarse un registro oficial de los detenidos conforme los estándares internacionales», según indica el artículo 4 del decreto ejecutivo.

Un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), publicado en agosto de 2019, indicó que la ocupación de los centros penitenciarios – con capacidad para alojar 10,814 personas – superaba casi el doble de su capacidad real de alojamiento, con una tasa del 88 % de sobrepoblación.

El Instituto Nacional Penitenciario (INP), reportó en julio de 2018 que había un total de 20,356 personas privadas de libertad en Honduras. Estas personas se encontraban privadas en 29 centros de detención, entre los que se cuentan tres que funcionan al interior de tres batallones militares.

Otro estudio, de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (Oacnudh), publicado en el 2021, establece que, de acuerdo con datos del INP, el Sistema Penitenciario alberga 20,687 personas adultas privadas de libertad, aunque solo tiene capacidad para recibir a 14,780 personas, lo que representa una sobrepoblación de casi el 40%.

Justo en el momento en el que entraba en vigencia el estado de excepción parcial en el Distrito Central y en San Pedro Sula, el director de la Policía Nacional, Gustavo Sánchez, dijo que el nuevo instrumento jurídico, en referencia al decreto de excepción, es justamente «para hacerle frente a la Pandilla 18 y a la MS-13, también a otras estructuras independientes y del crimen organizado que se dedican a la narcoactividad».

Miembros de la Dirección Policial Anti Maras Pandillas y Crimen Organizado (Dipampco) registran a un grupo de jóvenes en un barrio luego que la presidenta declarara “la guerra a las extorsiones”. Foto CC/Jorge Cabrera
Miembros de la Dirección Policial Anti Maras Pandillas y Crimen Organizado (Dipampco) registran a un grupo de jóvenes en un barrio luego que la presidenta declarara “la guerra a las extorsiones”. Foto CC/Jorge Cabrera

Por su parte, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Honduras (OACNUDH) publicó un comunicado llamando al Gobierno a revisar el contenido del decreto «a la luz de las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos» y a tomar medidas inmediatas de debida diligencia para mitigar los riesgos del estado de excepción además de  adoptar respuestas integrales de abordaje a la criminalidad a partir de un enfoque de derechos humanos. Además, reiteró su disposición para acompañar técnicamente el proceso. 

«El hecho que casi la totalidad de los 162 barrios intervenidos son zonas de especial vulnerabilidad social refleja además la necesidad de que el plan de seguridad sea complementado con políticas sociales consistentes y de largo plazo que aborden las causas profundas de la violencia», establece el comunicado.

El lunes 5 de diciembre fueron publicados en el diario La Gaceta los nombres de los barrios y colonias de los municipios del Distrito Central y de San Pedro Sula que entran en estado de excepción, entre los cuales se encuentran, mayoritariamente, zonas con marcados índices de pobreza y pobreza extrema, lo que ha generado rechazo por considerar que este decreto criminaliza y estigmatiza la pobreza.

La socióloga Lucía Vijil, analista del Centro de Estudio para la Democracia (CESPAD), explicó a Contracorriente el  peligro que implica el odio, aversión o rechazo hacia las personas en situación de pobreza que, a su criterio, ubica a los ladrones solamente en «barrios marginales» y en barrios que la misma estructura del Estado ha vulnerabilizado, en donde habitan niños, niñas y adultos en condiciones precarias a nivel educativo, sin empleo y sin acceso a educación de calidad. «Realmente lo que hacen es culpar al pobre, como se culpa también al campesino», explicó.

Lucía Vijil mostró preocupación también por los enfoques del Estado en materia de seguridad y democracia. «Me preocupa lo integral, meter preso a todo el mundo no es una forma de abordaje, es decir, ya no estamos en la década de los 80 y tampoco las experiencias centroamericanas han demostrado éxito en relación a eso.

También ha generado preocupación la discrecionalidad e interpretación que tendrá la Secretaría de Seguridad para invocar «las causales» que usarán para detener a las personas que ellos estimen son delincuentes.

«A la Secretaría de Estado en el Despacho de Seguridad Pública, a través de la Policía Nacional Preventiva […] se le faculta para detener a las personas que determine y considere responsables de asociarse, ejecutar, o tener vinculaciones, en la comisión de delitos y crímenes contemplados en este Decreto, en los sectores de los municipios del Distrito Central y de San Pedro Sula», indica la última parte del artículo 1 del decreto.

El decreto no menciona la investigación ni tampoco los procesos judiciales previos, tampoco se explican con claridad los motivos que se usarán para llevar a cabo las detenciones, solamente se establece que «la libre circulación se realizará con normalidad en todo el país, aún en las zonas descritas en el presente Decreto y solo podrá ser restringida por las causales aquí descritas». Las causales a las que se refiere este párrafo, tienen que ver con la facultad otorgada a la Policía Nacional Preventiva de «determinar» y «considerar» quiénes son los supuestos responsables de los delitos perseguidos.

El artículo 3 del decreto establece que la Secretaría de Seguridad ejecutará estos estados de excepción a través de la Policía Nacional, la Dirección Nacional de Investigación e Inteligencia (DNII), la Secretaría de Defensa, las Fuerzas Armadas y la Policía Militar del Orden Público (PMOP), lo cual pone en entredicho la promesa del Ejecutivo de desmilitarizar la sociedad y la seguridad pública.

El titular de la Secretaría de Seguridad, Ramón Sabillón, conversa con la presidenta Xiomara Castro. Foto CC/Jorge Cabrera
El titular de la Secretaría de Seguridad, Ramón Sabillón, conversa con la presidenta Xiomara Castro. Foto CC/Jorge Cabrera

«Las fuerzas militares y policiales siempre han actuado bajo discrecionalidad, todo lo que han hecho ha estado protegido por el Consejo Nacional de Seguridad y Defensa (CNSD), entonces hay un elemento importante acá que resaltar y es el tipo de información que vamos a obtener nosotros como ciudadanos y ciudadanas, en relación a quiénes son los perfiles que se están buscando», sostuvo Vijil.

La socióloga del CESPAD dijo que con la sola presencia policial y militar, teniendo en cuenta los antecedentes de ambas instituciones en la última década, genera miedo en ciertos sectores de la población.

Lo anterior está ligado al caso, aún no resuelto, de Keyla Martínez, una estudiante de enfermería que murió en una celda policial en el departamento de Intibucá, zona occidente de Honduras, después de haber sido detenida en la noche del 6 de febrero supuestamente por incumplir un toque de queda. Una nota previa de Contracorriente, constató que la versión que dio la Policía Nacional es que la joven se había suicidado, no obstante, Medicina Forense determinó que fue asesinada y se inició un proceso de investigación que por ahora no ha dado resultados concretos.

María Luisa Borjas, comisionada de la Policía Nacional en condición de retiro y exjefa de asuntos internos de esa institución y que investigó casos de oficiales involucrados en narcoactividad, dijo a Contracorriente que el estado de excepción propuesto por el Gobierno «es puro show» porque lo que se busca es «imitar a Bukele».

Borjas consideró que, en El Salvador, el presidente Nayib Bukele actuó contra algunas de las cúpulas criminales; sin embargo, afirmó que en Honduras «no irán a las cabezas, porque todos los sectores están contaminados, tanto públicos como privados».

La comisionada Borjas consideró que mientras los que se lucran de la extorsión «tengan los padrinos en las más altas esferas, tanto del sistema privado como del Gobierno, es imposible que se pueda erradicar la extorsión y, más bien, por eso se ha incrementado, por la impunidad que campea en el país. Tenemos una impunidad del 95 %, entonces eso es caldo de cultivo para que más personas se involucren en actos ilícitos».

Borjas, quien conoce muy bien a la Policía Nacional, dijo que es necesario hacer un verdadero proceso de depuración, «no la farsa que se hizo con Juan Orlando Hernández», agregó que lo mismo debe hacerse en las Fuerzas Armadas, en la Fiscalía y en el Poder Judicial.

Gustavo Sánchez, director de la Policía Nacional, durante el lanzamiento del plan antiextorsión. Foto CC/Jorge Cabrera
Gustavo Sánchez, director de la Policía Nacional, durante el lanzamiento del plan antiextorsión. Foto CC/Jorge Cabrera

«Hay jueces, fiscales, policías y militares beneficiándose de la extorsión. Las personas ya vieron que aquí no se persigue la ley, las cárceles están llenas de personas de escasos recursos económicos y sobre todo de chivos expiatorios», expuso y agregó que estas medidas son «una farsa, nos están dando más circo, no tenemos la capacidad para recluir a tantas personas en los centros penales. Cuando usted le declara la guerra a alguien o a un grupo, no lo anuncia, la sorpresa es uno de los principios de la guerra».

La socióloga Lucía Vijil, coincide con Borjas en que existe una red de narcotráfico y crimen organizado que está activa. Una estructura que fue instalada durante los últimos años y que tenía como cabeza visible al expresidente Juan Orlando Hernández, extraditado a EE.UU. bajo cargos de narcotráfico.

«¿Quién nos asegura que realmente estos policías estén realizando un trabajo real y oportuno, en relación a la identificación de perfiles?, ¿o realmente se puede consolidar una estrategia para solamente suprimir a las bandas que son contrarias?», se preguntó Vijil.

La socióloga del CESPAD también mencionó que la Policía Nacional en Honduras es mal vista por un buen grupo poblacional: «¿la gente qué es lo que te dice?, que es la misma Policía la que cobra la extorsión, dicen y se quejan de que los policías no capturan a los que tienen que capturar, entonces todavía habría que limpiar a lo interno de la Policía a algún personal para poder realmente asegurar que realmente se están haciendo efectivas las órdenes de detención».

Lea además: ¿Es posible arrancar las raíces del narcotráfico de la Policía Nacional de Honduras?

Proceso de desmilitarización propuesto por Xiomara Castro

Pero no solo hay críticas hacia una Policía Nacional que aún no pasa por un verdadero proceso de depuración policial, también hay críticas hacia los modelos militaristas.

Para Lucía Vijil, no vamos a poder avanzar en las mínimas garantías democráticas de un país si no se le quita el poder o se anula la composición de élites que tienen los militares en nuestra sociedad.

´Es decir, ¿qué enfoque te da el militarismo?, planes de limpieza social, dictaduras, represión a sectores organizados de este país, es decir, la historia nos ha contado que cuando las cosas están en manos de militares no vamos a avanzar en las mismas condiciones democráticas», expresó la socióloga.

Entre las justificaciones del Ejecutivo plasmadas en el decreto, para suspender garantías constitucionales se establece que «el crimen organizado ha tenido un incremento relacionado con el tráfico de drogas y armas, asesinatos, extorsión y robos» y que «el pueblo hondureño sigue siendo víctima de la violencia desenfrenada que afecta en particular a través del delito de extorsión, por lo que se hace necesario tomar todas las medidas que lleven al restablecimiento de la paz y el orden».

El decreto ejecutivo solicita al Congreso Nacional para que dentro del plazo de 30 días, conozca del presente Decreto y lo ratifique, modifique o desapruebe. FotoCC. Jorge Cabrera
El decreto ejecutivo solicita al Congreso Nacional para que dentro del plazo de 30 días, conozca del presente Decreto y lo ratifique, modifique o desapruebe. FotoCC. Jorge Cabrera

El comisario Carlos Eduardo Rojas, jefe metropolitano de Chamelecón, dijo a Contracorriente que «aquellos barrios y colonias en donde las incidencias se disparen van a ser objeto de intervención». 

Al cuestionar al comisario Rojas sobre la línea delgada que hay entre aplicar la ley y llegar al abuso, el oficial afirmó que su actuación girará en el marco legal que se les dicte para poder actuar «sin llegar a a traspasar esa línea delgada que usted menciona en violar los derechos humanos». 

¿Desde la Policía Nacional cómo se explica el aumento en las prácticas extorsivas?, se le preguntó al jefe policial de Chamelecón, quien respondió que «las estadísticas de cada barrio y colonia nos arrojan cuáles tienen más incidencia de hechos delictivos», aseguró Rojas, quien afirmó que la gente ahora «confía más en la Policía», porque desde que se lanzó Dirección Policial Anti Maras Pandillas y Crimen Organizado (Dipampco) «las capturas han sido cuatro o cinco diarias, significa que la ciudadanía está confiando».

«Chamelecón va en disminución de hechos delictivos, pero sí tenemos presencia de maras y pandillas y tenemos mucho narcomenudeo. Ya se tienen identificadas ciertas colonias que van a entrar a estado de excepción, pero no todo el sector», sostuvo Rojas. 

 

Fotografía y texto: Amilcar Izaguirre

El Grupo Estratégico por la Pastilla Anticonceptiva de Emergencia (GE-PAE) a través de #Hablemosloquees, lanzó una campaña en vallas publicitarias aprovechando el concierto del cantante puertorriqueño Benito Antonio Martínez Ocasio, conocido artísticamente como Bad Bunny, quien se presentó el pasado 29 de noviembre en el estadio Olímpico de San Pedro Sula. En la canción «Me porto bonito» el artista menciona el uso de la pastilla «Plan B». Esta frase dio pie a la campaña publicitaria para hacer conciencia y solicitar el uso libre de la PAE en Honduras.

Bad Bunny es un artista que despierta polémica entre los que lo apoyan y los que lo rechazan. Entre sus críticos hay quienes lo acusan de tener doble discurso, porque por un lado sexualiza a las mujeres, pero por otro lado hay quienes están a su favor expresando que el cantante se muestra solidario con algunos grupos que sufren discriminación o violaciones a sus derechos.

Honduras es el único país en Latinoamérica y el Caribe en donde está prohibido el uso de la Pastilla anticonceptiva de Emergencia (PAE). Después del Golpe de Estado del 2009, en el gobierno de facto de Roberto Micheletti, se aprobó el acuerdo 2744-2009 que prohibió el uso de la PAE. Más de 13 años después, movimientos feministas e instituciones afines continúan luchando para lograr se restituya este derecho a las mujeres en el país ya que apenas este año se comenzó a socializar que la píldora podría ser aprobada para el protocolo de atención a violencia sexual. 

Sandy Cabrera Arteaga, vocera de #Hablemosloquees y reconocida por su activismo como una de las 100 mujeres más influyentes del mundo por la BBC, dijo que la campaña se enfoca en llamar la atención de la presidenta Xiomara Castro y el ministro de salud, Manuel Matheu, quienes tienen la potestad de legalizar el uso de la PAE mediante un acuerdo ministerial. Según Sandy, el ministro Matheu, por cuestiones religiosas — dado que es católico —,  y por las presiones de grupos conservadores, no libera el uso libre de la PAE, sin embargo, afirmó que si la presidenta lo quisiera puede hacerlo directamente.

El pasado 31 de octubre, el ministro Matheu anunció que el uso de la Pastilla Anticonceptiva de Emergencia solo sería legal en casos de violación. Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UMFPA), en Honduras la tasa de embarazos en adolescentes ascendió a 89 por cada 1000 niñas entre los 10 y 17 años en el 2021. Según datos de la SESAL, entre el 2009 y el 2018 se registraron 250,000 embarazos de menores. 

En zonas donde operan las maras y pandillas, según Arteaga, es donde las menores están más expuestas a ser violadas. «Es un argumento estúpido de algunos políticos decir que el uso de la PAE no va a reducir el caso de violaciones, pero sí va a reducir los casos de embarazos no deseado en menores. Hay una doble violación de derechos, por un lado, el Estado no las protege y, por otro, les niega el uso de la Pastillas Anticonceptivas de Emergencia», dijo.

En las vallas de color amarillo colocadas en puntos estratégicos de la ciudad de San Pedro Sula se puede leer «Bad Bunny, ¡tienes razón! Todo se ha complicado, como si ser mujer fuera un pecado». En otro dice «Bad Bunny la tiene clara ¿por qué el gobierno aún no?». Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la PAE es un medicamento necesario, sin embargo, en Honduras su uso sigue prohibido.

Durante el concierto, un grupo de jóvenes de #Hablemosloquees estuvo cerca de la tarima desde donde le compartieron a Bad Bunny los mensajes de la campaña. Su mensaje ya, desde antes, había quedado en miles de personas que transitan las calles de San Pedro Sula.

Escuchar el reportaje

Cinthia Matilde Martínez fue asesinada el 25 de agosto de 2020; mientras dormía en su casa ubicada en la comunidad garífuna de Nuevo San Juan en Tela, Atlántida. Antes había denunciado en seis ocasiones a su expareja, quien, según testigos, es el femicida. El abandono, el machismo y el racismo de las autoridades hacia las mujeres garífunas mantiene, más de dos años después, el caso en impunidad. El último refugio de esta mujer fueron las otras mujeres que buscan libertad y que buscan un cese a la violencia basada en género en su comunidad. 


Texto: Fernando Silva
Ilustración: Stefany Fonseca
Fotografía: Amílcar Izaguirre

Cinthia, una mujer garífuna de 34 años, hizo todo lo que tiene que hacer una mujer para salir y sobrevivir a un ciclo de violencia. Cinthia denunció en seis ocasiones a su agresor, acudió a las autoridades y organizaciones de mujeres en búsqueda de ayuda, migró a otra ciudad para trabajar y alejarse de la violencia, regresó y su caso llegó a un juicio; pero, al final, la madrugada del 25 de agosto de 2020, fue asesinada.

Cinthia vivía en la comunidad Nuevo San Juan, cerca del mar Caribe en el norte de Honduras, y a cuatro kilómetros del centro del municipio de Tela, donde durante años sufrió violencia por parte de su pareja, Rubén Carabante Solórzano, un hombre mestizo que vivía junto con ella.

El expediente del caso no indica que a Carabante se le haya investigado por el crimen, sin embargo, da cuenta de las veces que el agresor la insultó junto a sus hijos para luego tomar un «arma blanca» y sacarlos de la casa donde vivían.

Cinco veces Cinthia denunció esas agresiones ante las instancias competentes, y cinco veces retiró la denuncia por la falta de acción de las autoridades que, lejos de garantizar su seguridad, permitían que él regresara a la casa de Cinthia para perpetuar el ciclo de violencia. Violentada, y, en varias ocasiones, hasta burlada por las mismas autoridades que debían protegerla, en 2019 Cinthia buscó el apoyo en las organizaciones de mujeres, quienes le asesoraron legal y emocionalmente para seguir el proceso de su sexta denuncia.

Gracias a ese acompañamiento, el 3 de junio de 2020, un fiscal del Ministerio Público logró que se dictara auto de formal procesamiento contra Carabante por el delito de violencia intrafamiliar en concurso real y se le dictaron medidas de prisión preventiva.

Casi tres meses después de ese proceso, el 25 de agosto, alrededor de las 3 de la madrugada, mientras Cinthia dormía a la par de su hijo de cuatro años, alguien entró en su habitación y le disparó varias veces por la espalda. Con terror, el niño contó a sus familiares que había logrado identificar al victimario: su mismo padre. A pesar de que el agresor debía estar en prisión en ese momento, organizaciones sustentan la tesis de que Carabante es el victimario en base al testimonio de la familia y la debilidad del sistema de justicia que pudo haberle permitido ejecutar el hecho.

En octubre de ese año, Carabante obtuvo medidas distintas a la prisión preventiva y salió en libertad en el proceso por violencia intrafamiliar; finalmente, el 13 de enero de 2021 se le condenó por el delito de maltrato familiar con una pena de un año y seis meses de cárcel. Sin embargo, y a pesar de las evidencias de la violencia contra Cinthia y sus hijos, el juez le concedió libertad condicional.

Ese mismo año en el que Cinthia fue asesinada, en el Ministerio Público se reportaron 33 muertes violentas de mujeres en los departamentos de Colón, Atlántida y Cortés, una región donde habitan las mujeres garífunas. El Ministerio Público no clasifica por etnias a las víctimas en estos casos.

Otra estadística proporcionada por la organización lésbica Cattrachas señala que, entre todas las muertes violentas de mujeres que se dieron en el país ese año, al menos cinco fueron mujeres garífunas. Desde entonces, la situación en esos departamentos empeoró para las mujeres: en 2021 la cifra de muertes violentas de mujeres llegó a 50 y hasta mediados de octubre de 2022 llegaba a 45.

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La primera instancia en la que Cinthia buscó apoyo para enfrentar la violencia que sufría en manos de su pareja fue la red de mujeres Mariposas Libres, una organización de mujeres garífunas que se ubica en la comunidad de San Juan y que atiende cinco comunidades. La organización nació el 18 de octubre de 2008 como respuesta a la ausencia del Estado y la necesidad que tenían que organizarse y enfrentar juntas el machismo, el patriarcado y la normalización de la violencia en sus comunidades.

Allí le atendieron Calixta Martínez, una mujer garífuna de 48 años que fundó la red y su equipo de mujeres, quienes le instruyeron sobre las rutas a seguir para denunciar a su agresor.

«En ese transcurso Cinthia se fue a trabajar en una maquila, porque ella se quería alejar del tipo, nos contó que toda su vida con él había sido de violencia doméstica repetitiva, creo que estuvo tres meses afuera trabajando y luego regresó a la comunidad», cuenta Calixta.

Cinthia regresó, y en Mariposas Libres se dieron cuenta que volvió a caer en el ciclo de esa relación violenta, pero finalmente lo volvió a denunciar por una agresión que, según cuenta Calixta, fue la peor de todas. Eventualmente, Cinthia llegó a la Oficina Municipal de la Mujer (OMM) y el apoyo que le dieron junto con la Unidad de Desarrollo Integral de la Mujer y la Familia (UDIMUF) le permitió alejar a su agresor.

«Ella estaba trabajando, y él estaba detenido. Luego ella volvía con confianza a la comunidad y seguía detenido, entonces nosotras estábamos tranquilas porque el problema ya había acabado», cuenta Calixta.

Cuando les avisaron del crimen en contra de Cinthia, Calixta y otras mujeres se encontraban en una comunidad aledaña, y recuerda que sintieron miedo.

«Lo que le pasó a ella le puede pasar a cualquiera de nosotras, llegué a pensar de todo en ese momento», recuerda Calixta, quien tiene claro el riesgo al que se enfrenta acompañando a mujeres para denunciar a sus agresores, porque detener a un hombre violento es un mensaje para más hombres que ejercen violencia y poder en la comunidad.

Calixta dice que la información que les dieron a ellas es que el victimario de Cinthia gozaba de libertad provisional el día del asesinato; sin embargo, el expediente de los cargos que se le imputaron a Carabante por violencia intrafamiliar indica que fue hasta octubre de 2020 —tras el crimen contra Cinthia— que el juez dictaminó dejarle en libertad como medida diferente a la prisión preventiva. Testimonios de otras fuentes relacionadas aseguran que no tienen certeza sobre si el agresor guardaba prisión al momento del crimen debido a la amistad que Cinthia aseguraba que su agresor tenía con policías de la zona y que pudieron dejarle en libertad para cometer el crimen, aunque también no descartan que haya participado como autor intelectual. 

Meses después, la defensa de Carabante usó el femicidio para justificar que no había razones para mantener al agresor en prisión, porque la denunciante había fallecido. 

El caso del femicidio de Cinthia no es el primero ni el último que les tocó atender en Mariposas Libres. Para estas mujeres, acompañar a otras garífunas de sus comunidades les ha significado riesgos físicos y heridas emocionales, escenas indescriptibles de mujeres con las que compartían el trabajo y fueron víctimas de la violencia machista. A pesar de esos momentos, Calixta cree que están cumpliendo un objetivo fundamental en la comunidad, y es que las mujeres ya saben a quién tienen que acudir cuando el sistema les falla.

«Desde que Mariposas Libres existe los hombres tienen temorcito de ser denunciados por nosotras, aunque no estén las autoridades, saben que aquí estamos y los vamos a acusar de violentos y los van a meter presos. Pero también está el otro lado de la moneda: los operadores de justicia dicen que las mujeres garífunas no denuncian, y no es que no denuncien, sino que el trámite es engorroso», cuenta Calixta.

Explica que en ocasiones las autoridades hacen que las mujeres vayan hasta tres o cuatro veces a interponer la denuncia, pero ellas no pueden porque no tienen dinero o tienen que atender otras necesidades para sobrevivir. Otra dificultad es que en Tela no hay un Módulo de Atención Integral Especializada (MAIE), donde las mujeres puedan interponer sus denuncias, por lo que en muchas ocasiones son remitidas desde la Policía a las oficinas del Ministerio Público, contribuyendo a su revictimización y disminuyendo la intención que tienen de poder denunciar por los costos de movilización que implica.

Para Calixta, los operadores de justicia del municipio deben garantizar que las mujeres garífunas se sientan seguras de denunciar dándoles atención de calidad, lo que incluso podría incluir que una persona que conozca la lengua garífuna pueda atender los casos de este sector de la población.

«Nosotras sabemos que hay personas que van a denunciar a duras penas, porque el español no es mi lengua materna. Yo siempre digo que no puedo hablar español, solo hablo lengua garífuna, esta es una lengua impuesta, entonces hay personas que les cuesta expresarse. Si se respetaran los convenios internacionales, ya deberían tener una persona que tradujera al garífuna, para que el operador entienda lo que quiere decir», apunta Calixta.

Por otro lado, en la OMM —cuya administración es nueva por el cambio de gobierno— aseguran que hay una parte de la ruta de la denuncia que no funciona y tiene que ver sobre todo con el tiempo de respuesta a las denuncias que interponen las mujeres.

femicidio de Cinthia | El femicidio de Cinthia muestra la impunidad que enfrentan las mujeres garífunas
En la municipalidad de Tela existe una oficina de la mujer que da seguimiento a las denuncias que las víctimas presentan ante la Policía Nacional y los juzgados. Foto CC/ Amílcar Izaguirre

Isamar Núñez, coordinadora de esa oficina en Tela, explica que «ha tocado llamar al 911 y decir que hay una mujer que está sufriendo violencia y nos está llamando, porque no les contestan, y nos dicen: “Ah no, que cuando el esposo regrese a la casa entonces que nos llamen de nuevo para ir” imagínense, pero quizá lo hagan para ir a hacer el levantamiento, porque cómo la muchacha va a llamar cuando está su agresor cerca».

Además, Isamar explica que quisieran dar formación a los operadores de justicia y talleres para que las mujeres salgan de sus círculos de violencia, pero cuentan con muy poco presupuesto para atender todas las necesidades. También apunta que, ante todas las limitaciones, el objetivo es la formación de redes de mujeres y la coordinación con las que ya existen, como es el caso de Mariposas Libres.

Isamar también asegura que este año no han recibido denuncias por parte de las comunidades garífunas, ya que Mariposas Libres es quien las ha estado atendiendo y no se las han remitido a la OMM. Sin embargo, Calixta opina diferente y apunta que sí han remitido denuncias, pero que realmente no les interesa el tema.

«De la OMM me dijeron que era peligroso estar documentando y acompañando casos, ¿qué querían decir con eso? “Que mueran esas negritas”, eso quiere decir, pero nosotras seguiremos documentando los casos acompañando y tratando de que haya un efecto en la vida de las mujeres», concluye Calixta.

Y es que el trabajo de la red de mujeres y las otras instancias que están haciendo esfuerzos por atender a las mujeres de la zona está lejos de acabar: estadísticas del Ministerio Público comprueban que en los últimos años, en lugar de disminuir, la violencia contra las mujeres en los departamentos en donde hay más cantidad de comunidades garífunas ha aumentado.

En el caso de las muertes violentas de mujeres en Cortés, Atlántida y Colón, en todo el 2021 se contabilizaron 50 casos, mientras que, en 2022, hasta mediados de octubre ya se registran 45 mujeres víctimas de la violencia.

El Observatorio de la violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras contabilizó un total de 330 muertes violentas de mujeres y femicidios en el 2021, con una cifra de 95 muertes en Atlántida, Colón y Cortés, representando un 28.79 % del total del país. 

Este año, en el caso de los delitos contra la libertad sexual que involucran acoso, hostigamiento, violación, estupro e incesto, podría preverse una disminución en comparación al 2021, cuando se contabilizaron 1170 registros en el Ministerio Publico, mientras que hasta mediados de octubre de 2022 se registraban 588.

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A finales de agosto de 2020, tras varios meses de confinamiento por la pandemia, empleados y empleadas de empresas privadas y organizaciones no gubernamentales en Honduras comenzaron a incorporarse a sus labores de oficina; entre ellas estaba la licenciada en psicología Blanca Mejía, quien laboraba en UDIMUF como acompañante de niñas y mujeres que viven violencias en el departamento de Atlántida.

Apenas dos días después de que Blanca regresó a su oficina, una de las abogadas que trabajaba en la organización recibió una llamada relacionada con uno de los casos que habían acompañado en 2019, uno que Blanca conocía muy bien. Era sobre Cinthia Matilde, le contaban que había sido asesinada por su propio exmarido.

Al otro lado del teléfono estaba la madre de Cinthia, Sonia Hernández, quien en búsqueda de apoyo llamó a la organización que antes acompañó a su hija. En esos días Sonia también publicó un video en redes sociales donde exigía justicia a las autoridades policiales del municipio, mientras explicaba que ya no podía vivir en su propia casa y se encontraba huyendo con los dos hijos que dejó Cinthia.

En el video, Sonia Hernández describe con algunos detalles el crimen y exige justicia a las autoridades, apuntando que «todo el error» de su hija fue denunciarlo en varias ocasiones por violencia doméstica. La última de esas denuncias fue respaldada por el acompañamiento emocional y asesoramiento legal de UDIMUF, quienes tras esa llamada de finales de agosto de 2020, en la que les informaron del crimen, no volvieron a saber de la madre de Cinthia o de sus hijos.

«Fue un golpe súper fuerte para las que tuvimos contacto con ella, y bueno, iniciamos a pensar en qué faltó o qué pudimos haber hecho, pero realmente pues no hubiésemos logrado hacer mucho más de lo que hicimos como organización, en comparación a instancias gubernamentales que sí quedaron a deberle mucho con el tema de los procesos», apuntó Blanca Mejía.

Blanca recuerda que Cinthia llegó remitida desde Mariposas Libres hacia la OMM, con quienes UDIMUF realiza un trabajo de apoyo para atender legal y emocionalmente a mujeres víctimas de violencia en la zona, y es desde esa instancia que le enviaron el caso para atención psicológica. Además, Blanca explica que una de las abogadas del juzgado también les había referido el caso ya que Cinthia había retirado varias denuncias y no salía de su círculo de violencia: siempre regresaba con el agresor.

En ese momento, Cinthia manifestaba que su principal necesidad de acompañamiento era legal para que le ayudaran en el proceso de denuncia, pero eventualmente fue atendida por Blanca y quedaron evidenciadas todas las heridas abiertas del maltrato que sufría.

«Ella llega en un estado de indefensión, porque a pesar de que tenía un proceso legal en curso, sentía que eso no iba a salir, que eso no iba a ningún lado. Llegó muy desesperanzada en 2019, y lo que hago es ofrecerle incluso ingresar a Casa Refugio —porque ella tenía seis denuncias hechas y retiró las cinco anteriores—. Los motivos por los que recuerdo que ella había retirado las denuncias eran porque le leyeron las medidas de orden de alejamiento al agresor, pero no había quién diera seguimiento a esas medidas, entonces ella decía: “Bueno, ¿para qué? Si él siempre vuelve a la casa», explicó Blanca.

La casa en la que vivía Cinthia estaba ubicada en un terreno de su propiedad, pero había sido construida junto con su agresor. Así que cuando ordenaban las medidas de alejamiento, Carabante no las acataba bajo la excusa de que también había construido la casa e iba a vivir allí. Finalmente, las medidas quedaban sin cumplirse y ninguna autoridad daba seguimiento al proceso.

«En otra ocasión, que recuerdo muy bien, ella llamó a la Policía. Llegaron al lugar, lo capturaron y ella fue a poner la denuncia, pero, según decía ella, él era amigo de los policías; entonces ella se sintió incluso agredida y burlada por los policías. Cuando este hombre volvía a la casa también era una burla para ella, porque, a pesar de que ponía la denuncia, siempre salía libre», apuntó Blanca.

Cinthia no sufrió solamente los golpes, insultos y persecuciones de su pareja, también sufrió la violencia de las autoridades. Blanca recuerda que Cinthia le contó que en una ocasión llamó a las autoridades, quienes le llevaron a la posta policial para que interpusiera la denuncia, pero se negaron a llevarle de vuelta a su casa, dejándola caminar durante casi una hora, en la noche, desde la posta de Policía hasta su casa.

femicidio de Cinthia | El femicidio de Cinthia muestra la impunidad que enfrentan las mujeres garífunas
A la posta policial de Tela, Atlántida, llegan a diario denuncias sobre violencia doméstica, sin embargo, algunas no son atendidas por falta de elementos policiales. Foto CC/ Amílcar Izaguirre

Cinthia sentía que nadie estaba interesado en ayudarle hasta que llegó el acompañamiento de UDIMUF y lograron que, en febrero de 2020, se emitiera una orden de captura contra Carabante que, en junio de ese mismo año, terminó en un auto de formal procesamiento con el que se siguió el proceso judicial.

En ese proceso, Cinthia salió del círculo de violencia y emigró para trabajar en San Pedro Sula; sin embargo, los efectos de la pandemia le obligaron a regresar a su natal Nuevo San Juan, en Tela. Durante todo ese tiempo perdió comunicación con el personal de UDIMUF, y ya que ninguno de sus familiares se encuentra actualmente en la comunidad, nadie sabe si regresó preocupada por el peligro de sufrir otro ataque de su agresor. Lo que sí sabemos —gracias al testimonio de diversas fuentes— es que el agresor era amigo de los policías, y que su hijo dice haber visto como Carabante sostenía el arma que acabó con la vida de su madre en la madrugada del 25 de agosto.

«Como instancias de justicia sí quedan a deberle mucho, fue crucial el hecho de que no había quien diera seguimiento a que el hombre no volviera a agredir a su propia casa, porque se supone que son seis meses de orden de alejamiento, pero él volvía al día siguiente y nunca se alcanzaba una pena porque ella retiraba las denuncias», explicó Blanca.

En el mismo sentido, Blanca apunta que actualmente hay una situación de racismo institucionalizado, que se expresa de diferentes maneras y deja a las mujeres garífunas sin un abordaje diferenciado de las diferentes violencias que viven.

«Hay un imaginario de que las mujeres garífunas por ser administradoras y quienes venden lo que se pesca, hay una idea de que existe un matriarcado, porque al final son las que trabajan más. Esto hace que a ellas mismas les cueste reconocer la violencia que están viviendo. Y con el tema de las instituciones, creo que no solo en las instancias de justicia, sino en cualquier instancia de servicio que van las mujeres —incluso de salud—, existe falta de empatía para el abordaje diferenciado que requiere atender a una mujer garífuna».

A una hora caminando desde donde vivía Cinthia, se encuentra la jefatura policial del municipio de Tela, en donde se reciben la mayoría de las denuncias por violencia doméstica en la zona. En esa pequeña jefatura, que cuenta con unas cuantas patrullas incapaces de cubrir toda esa zona, el oficial de Policía Nelson Cadena —dos años después del femicidio de Cinthia— explica que la incidencia de denuncias por violencia doméstica es muy alta en Tela, más que cualquier otro tipo de violencia en ese sector. Sin embargo, asegura que desde las 5 comunidades garífunas que hay en el municipio no reciben muchas denuncias, y asegura que «ellos (el pueblo garífuna) arreglan sus propios problemas».

«Ellos tienen su propia cultura y ellos son bien diferentes a nosotros pues, porque hay cosas que no comparten con nosotros e incluso yo he tenido la oportunidad de tratar ciertos asuntos de esa gente y lo que mantienen es que si uno en la comunidad no está de acuerdo en algo que se les propone, el resto tampoco lo está. Ellos casi no molestan, no reportan casi violencia doméstica, ellos no reportan casi nada; más que todo solo problemas por tierra», apunta el oficial, en un discurso que refleja la visión de gran parte de las autoridades sobre la población garífuna: los ven como visitantes, como si no pertenecieran al mismo territorio.

Melissa Valdés, abogada de UDIMUF, asegura que, aunque es cierto que la violencia se normaliza en las comunidades garífunas y hay un problema en la cultura de la denuncia, también existe falta de confianza en las autoridades para que las mujeres puedan denunciar.

«Las mujeres garífunas no confían en el sistema, no ven un apoyo en el sistema, no ven una autoridad que resuelva las situaciones que están atravesando. El sistema judicial en Honduras tiene una deuda muy grande porque no es garante de seguridad de las mujeres ni ningún ciudadano. Nosotras asesoramos mujeres que simplemente quieren información, pero no quieren dar el paso a denunciar porque no quieren atravesar un proceso tan engorroso y fastidioso, dicen “si no voy a tener una respuesta o una respuesta pronta para qué hacerlo”», apuntó la abogada.

femicidio de Cinthia | El femicidio de Cinthia muestra la impunidad que enfrentan las mujeres garífunas
En la entrada principal de la posta policial de Tela se pueden ver afiches donde explican los ciclos de la violencia doméstica y el procedimiento para denunciar este fenómeno. Foto CC/ Amílcar Izaguirre

En el caso de Cinthia, la sexta denuncia fue realizada en 2019, pero fue hasta enero de 2021 —meses después del crimen— que el juzgado dictó la resolución que declaraba culpable a Carabante del delito de maltrato familiar.

En una apelación a esa resolución por parte de la defensa de Carabante se justifica «que la persona con la que mi representado tenía desavenencias de tipo conyugal era con la denunciante (…) y al haber fallecido ésta, no existe razón para suponer que mi representado podrá reiterar dicha conducta».

La abogada Valdés asegura que el Ministerio Público debe proceder a realizar una investigación que esclarezca el femicidio y encuentre a los culpables del crimen.

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Para las mujeres sobrevivientes también son palpables las secuelas de la violencia que vivieron, pero muchas de ellas deciden transformarlo en fuerza para ayudar a otras mujeres. Ese es el caso de Lina Castillo, integrante de Mariposas Libres.

Lina cuenta que no conoció a Cinthia, pero que se identifica con el dolor que significa enfrentar la violencia de un hombre en su propia casa. Sin embargo, bajo esas condiciones y debido a la desconfianza en las autoridades, ella tuvo que tomar una postura de defender su vida a toda costa.

Lina explicó que, antes de vivir en San Juan, inició a vivir con una persona que la violentaba y su primera actitud fue de sumisión. «Mi mundo se vino abajo porque yo no estaba acostumbrada a la violencia, porque él me hablaba mal, me gritaba, me empujaba, e incluso me decía cómo me tenía que vestir», contó.

Además, dice que uno de los factores por los que esta persona se comportaba de esta forma era porque había un ciclo familiar en el que todas las mujeres eran víctimas de violencia, por lo que ella misma terminó normalizando la situación.

«Pero al final llegué a un punto de tantas violencias que estaba viviendo con él, que reventé. Lo golpeé, le monté maceta a la hermana y a la mamá le agarré el bastón y se lo tiré», cuenta Lina, entre risas, a pesar de asegurar que no fue la mejor reacción. Tras terminar esa relación, dice Lina, empezó a replicar la misma violencia con su nueva pareja.

«Yo lo cacheteaba, le rompía el dinero y se lo tiraba encima, yo era bastante, bastante violenta y hubo otras cosas que yo le llegué a hacer a él que a mí me habían hecho y, al final, yo las hacía peores, pero antes de entrar a Mariposas yo no identificaba que era violencia», contó.

Ahora, tras varios años de formación, Lina es una líder en la organización de mujeres y utiliza toda su fuerza para reclamar espacios cooptados por hombres para que a ellas también se les escuche. Además, acompaña a otras mujeres víctimas y sobrevivientes de violencia en su comunidad, mientras lidera su familia y enseña a su hijo mayor que debe cocinar, barrer y colaborar activamente en su hogar. Lina asegura que solo derribando los roles de género dentro de las mismas familias garífunas es como se logrará un cambio en el sistema machista de las comunidades completas.

femicidio de Cinthia | El femicidio de Cinthia muestra la impunidad que enfrentan las mujeres garífunas Lina castillo, líder de la comunidad garífuna de Tornabé en Tela,
Lina castillo, líder de la comunidad garífuna de Tornabé en Tela, Atlántida. Foto CC/ Amílcar Izaguirre

Mientras observa el mar, Lina asegura que, así como ahora ha entendido que debe defender su integridad o «territorio cuerpo», es consciente que tienen un compromiso por defender la tierra en la que las mujeres garífunas y sus ancestros viven desde hace cientos de años.

«Si nosotros no defendemos nuestro territorio tierra, qué va a ser de nuestros hijos el día de mañana, qué va a ser de nuestros nietos. Entonces no podemos dejar perder nuestro territorio tierra, porque de eso vivíamos, vivían nuestros ancestros. Defender nuestro cuerpo y no defender nuestra tierra, yo siento en mí que sería una traición», apuntó Lina.

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El victimario de Cinthia no le permitió florecer, y enseñar a otras mujeres lo que ella había aprendido en todo ese proceso de sufrir violencia. Sumado a eso, la información que otorgan las autoridades sobre el caso es nula.

Tras la resolución del 13 de enero de 2021, que declaró culpable a Carabante por el delito de maltrato familiar, en julio de ese mismo año el Ministerio Público apeló el caso con la justificación de que la resolución no incluyó una pena de 200 días de multa incluidos en la ley, por lo que el juzgado declaró ha lugar la apelación y dictó la emisión de una nueva sentencia. Desde entonces el expediente enviado a través del Poder Judicial no indica otra acción en el caso. 

Mujeres de las organizaciones han cuestionado directamente al juzgado y al Ministerio Público sobre la investigación, pero no hay ningún tipo de respuesta.

Blanca Mejía asegura que hay instrumentos legales que se pudieron implementar en el caso de Cinthia, pero que no han sido aprobados a nivel gubernamental —como la Ley Integral Contra la Violencia hacia las Mujeres— y deben hacerlo para evitar que otros casos terminen en femicidio.

Sobre el actual Gobierno y la promesa presidencial de trabajar por las mujeres, Blanca asegura que «esta gente ha instrumentalizado todo lo que tenga que ver con defensoría de derechos, derechos de las mujeres, derechos de las personas afrodescendiente, para mí la lectura es que hay un discurso que instrumentaliza, pero en las acciones no hemos visto nada».

En ese sentido, Calixta también piensa que aunque la presidenta Xiomara Castro luchó junto con ellas en contra del golpe de Estado en 2009 y los doce años de gobierno nacionalista, ya no recuerda esa lucha y «no está interesada en ayudarnos».

En las comunidades garífunas del norte de Honduras no hay posibilidad de que las cosas cambien sin que las mujeres las cambien, por eso, a pesar de la impunidad, el abandono e incluso el miedo, en Mariposas Libres seguirán acompañando y dando fuerza a otras mujeres.

«Todavía hay violencia, hay machismo, sexismo, estereotipos, discriminación hacia nosotras las mujeres. Dicen que una mujer no puede estar dirigiendo, pero sí lo podemos hacer, porque ya lo estamos haciendo, entonces el machismo no está tranquilo con que las mujeres ya levantan la cara. Claro que hay temor. Pero se ha roto el silencio, y creo que es importante romper el silencio, dar el primer paso», asegura, con profunda convicción, Calixta.

*Este texto fue editado por Emy Padilla y realizado con el apoyo de la beca «¡Exprésate!» de la International Women Media Foundation (IWMF).

Fotografía y texto: Fernando Destephen

El campamento – o lo que dejaron de él los policías y militares después del desalojo preventivo – es ahora algunas champas armadas con ramas de árboles, clavos, lazos, plástico y hojas de corozo. Varias tiendas de campaña en fila conducen a la zona núcleo: una cocina, una improvisada bodega donde guardan alimentos y más tiendas de campaña. El campamento se llama «Wagueira Lee» que en garífuna significa «esta es nuestra tierra» en alusión a la recuperación de tierras de La Organización Fraternal Negra Hondureña (Ofraneh), en Punta Gorda, Islas de la Bahía.

La cocina es un pequeño espacio con un horno artesanal de barro, una estufa que alguna vez fue eléctrica y ahora funciona a base de leña, una mesa alta y larga hecha con ramas, varios trastes de plástico, cubiertos, especias y diferentes tipos de condimentos guardados en recipientes reutilizados. En la cocina las historias y las sonrisas no cesan.

Dariana Guity está en la cocina ayudando mientras habla, sonríe y bromea. De su nariz cuelga una argolla plateada. Ella es una mujer garífuna trans de 20 años que pertenece al colectivo LGTBIQ+ de la Ofraneh. 

Sufrió discriminación durante su proceso de identificación de género, ahora se define como una persona feliz en un 80 por ciento, está cerca del 100 por ciento gracias a Ofraneh y al apoyo que le dieron. Llegó al campamento el ocho de noviembre, un día después de un desalojo preventivo. Llegó a apoyar, a colaborar y a defender la recuperación de la tierra. 

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Dariana tardó seis años en aceptarse pero ahora se siente «orgullosa, es algo muy muy difícil, pero cuando uno quiere se puede, siempre lo he dicho porque lo he notado. Estas luchas siempre han sido grandes, siempre han sido constantes, siempre hemos pasado por todo tipo de discriminación del gobierno, las dictaduras y todo eso» dijo Dariana. Ser garífuna y pertenecer a la comunidad LGTBIQ+ es una doble condena en un país conservador. 

En el campamento, los miembros del colectivo LGTBI+ encuentran lo que no tienen en una sociedad culturalmente machista, allí todos respetan la identidad de género de Dariana y otras personas más como Hudson Sánchez y Mario Mejía.

«Yo quería ser yo, y eso de ser yo fue más fuerte que cualquier cosa, y al final hay que decidir siempre en ser quien uno quiere ser», dijo Dariana, sentada, mientras observaba lo que ocurría en el campamento y buscaba cómo colaborar. Ella sabe que tiene una responsabilidad con Ofraneh y por eso se integra a las luchas. «Para mí creció un nuevo yo una nueva Dariana, dejé demasiados miedos», dijo recordando los rechazos de su familia cuando empezó a identificarse como mujer trans.

Varios hombres construyen una champa con ramas y palma de corozo como parte de la reconstrucción del campamento «Wagueira Lee» en Punta Gorda, Islas de la Bahía Foto CC/Fernando Destephen.

Una historia de servicio a la comunidad

En 2016 se organizó el colectivo LGBTIQ+ dentro de la Ofraneh, pero fue hasta la pandemia por Covid-19 en 2020 cuando este dio un giro al crear las casas albergues, para proteger a las personas LGTBI que sufrían discriminación porque durante el confinamiento «mucha gente dio a conocer su orientación sexual y hubo mucho rechazo hasta de la misma familia» explicó Mario Mejía, coordinador del colectivo.

Mario reconoció que la Ofraneh le ha ayudado a través del colectivo LGTBQ+ a él, su pareja y a su hijo. Mario se sumó a la elaboración de gel casero, medicinas naturales y a entregar mascarillas en el año 2020, durante la cuarentena por COVID19, mientras estaba sin trabajo. También se sumó a la elaboración de las ollas comunes de comida que se realizaban cuando la pandemia tenía toda la economía cerrada y muchas personas no podían trabajar para tener el sustento diario. 

Mario, que ahora coordina el colectivo, contó que están presentes en todas las áreas de la organización y también son respetados sus pronombres y preferencias sexuales.

«Somos parte integral y nos sentimos como familia» dijo Mario y afirmó que se siente bien cuando le llaman por el nombre que eligió.

El colectivo también ayuda en los espacios de sanación por medio de las casas de salud ancestrales haciendo té, que reparten casa por casa y haciendo masajes relajantes, caminatas en la playa y llevando a las personas de la tercera edad al mar para fortalecer el sistema inmunológico. Ese acercamiento eliminó en parte el prejuicio hacia el colectivo dentro la comunidad garífuna.

«Ya no hay aquel tabú porque se fijan que estamos sirviendo a la comunidad», dijo Mario y aseguró que la frontera del prejuicio se ha ido difuminando considerablemente.

El colectivo crece

Hudson Sánchez, asesor principal de la comunidad LGTBIQ+ garífuna en la ciudad de La Ceiba, contó que, al principio, no había un eje específico en la Ofraneh para organizar a las personas LGTBI+ de las comunidades; que siempre hubo inclusión pero estaban colaborando en diferentes aspectos de las luchas.
«Es por la iniciativa de María Barrios (Misty) una compañera lesbiana que se lo planteó a la Jefa (Mirian Miranda)», contó Hudson.

Hudson resaltó que la Ofraneh es la única organización que les ha dado ese espacio propio y garífuna. Dijo también que siempre, aún antes de tener ese espacio, han sido respetados, siempre se les tomaba en cuenta dentro de la organización. Aunque reconoció el machismo en la comunidad garífuna.

«El respaldo que nosotros necesitábamos como comunidad LGTBIQ+ garífuna se siente mejor no solo en la parte organizativa, sino en la parte legal también», explicó Hudson.

La comunidad LGTBIQ+ garífuna de Ofraneh no solo se queda en Punta Gorda, ahora están organizados y articulados en diferentes sedes en la Costa Norte desde el departamento de Cortés hasta Colón y tienen una junta directiva a nivel nacional.

Hudson explicó que se organizaron porque la comunidad garífuna como tal ha sido criminalizada, invisibilizada, marginalizada y como comunidad LGTBIQ+ y garífuna todo eso se agudiza. «Por eso se crean estos espacios seguros para nuestra gente dentro de nuestras comunidades» dijo Hudson refiriéndose a las casas refugio en donde no solamente reciben a las personas más vulneradas, sino que también sirve como espacio de formación y organización. 

Sobre la aceptación de la diversidad sexual en la comunidad garífuna, Hudson confirmó que es más fácil para la comunidad lésbica porque la comunidad garífuna como tal es un poco machista, y agregó que es porque no se tienen conocimientos sobre la diversidad, por eso se combinan trabajos dentro de la estructura de la organización que llevan a las casas de salud ancestral, donde se trabaja con personas de la tercera edad, con madres y es a través de esas capacitaciones que llega la transversalidad, la comprensión y aceptación de la existencia de personas LGTBIQ+ dentro de la comunidad garífuna.

Este reportaje fue realizado con el apoyo de la International Women’s Media Foundation (IWMF) como parte de su iniciativa de ¡Exprésate! en América Latina.

El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo bloquea las salidas de Nicaragua de sus críticos y hasta de los propios funcionarios públicos a través de las potestades de la Dirección General de Migración y Extranjería. Divergentes y Redacción Regional revelan cómo opera una cadena de mando que ha creado “listas” de los señalados como opositores, a quienes decomisan pasaportes en las fronteras, o cuando quieren renovar su documento. A los nicaragüenses que están fuera, ahora desterrados, se les prohíbe el retorno a su propio país.


Por Divergentes | Redacción Regional

En la mañana del 7 de noviembre de 2021, monseñor Silvio Fonseca, una de las voces más críticas contra el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, llegó al aeropuerto Augusto C. Sandino, en Managua, para viajar hacia Estados Unidos, donde se haría unos chequeos médicos y visitaría a familiares y amigos. En aquel entonces ya había dicho que los mandatarios nicaragüenses “se han creado un Dios de acuerdo a sus perversidades” o que “el imperio del mal gobierna Nicaragua”, y se registraban más de 100 ataques a la Iglesia, pero hasta ese domingo nunca había tenido problemas para salir del país. 

Cuando llegó al control de pasaportes, recuerda Fonseca, un funcionario de Migración le dijo que “su pasaporte está húmedo, no funciona”, mientras le indicaba con amagues que el documento no era “leído” por las computadoras. Monseñor Fonseca perdió su vuelo y Migración le retuvo el pasaporte con la promesa de que sería devuelto, renovado, al siguiente día en la oficina central. “Todavía sigo esperando que me llamen para que me entreguen el pasaporte”, dice con una sonrisa irónica, un año después del secuestro de su documento.

Monseñor Fonseca estaba en realidad frente a un eslabón de una cadena ideada por el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo para convertir a Nicaragua en un “país por cárcel” para sus críticos y hasta para los propios funcionarios públicos a través de las potestades de la Dirección General de Migración y Extranjería. El mecanismo consiste en limitar los ingresos y salidas del país en todas las fronteras, cancelar y no renovar pasaportes, desterrar, impedir la entrada y expulsar a extranjeros.

DIVERGENTES y Redacción Regional contabilizaron en los últimos tres meses 47 casos de retención de pasaportes, no renovación, impedimento de entrar al país a nacionales y extranjeros, destierro y expulsión de extranjeros. Dos de los casos de retención de pasaportes ocurrieron contra periodistas de DIVERGENTES, y en otros casos, las afectaciones confirmadas fueron a colectivos, como la expulsión de 18 monjas de la Orden Madre Teresa de Calcuta ocurrida en julio de 2022. 

La Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos (IM-Defensoras), un colectivo que monitorea la violencia contra las defensoras de derechos humanos en la región, contabilizó 140 casos de restricción migratoria, según un conteo realizado hasta el 13 de octubre de 2022. Este grupo hizo un mapeo preliminar, con redes territoriales y organizaciones, para dar con esta cifra, entre las que destacan que 16 defensoras fueron desterradas del país. Se trata de un subregistro, pues sólo se hacen público algunos casos debido al miedo que impone el régimen contra sus críticos y familiares de ellos.

Régimen de Daniel Ortega
La retención de pasaportes fue de una de las primeras estrategias represivas de Migración y Extranjería contra periodistas, opositores y críticos de la dictadura Ortega-Murillo. Divergentes.

El mecanismo de control político es más eficaz en el Aeropuerto Augusto C. Sandino, la principal puerta internacional del país, según fuentes de Migración. Los agentes migratorios reciben, con 72 horas de anticipación, listas actualizadas de parte de Gobernación de pasajeros con “alertas a reportar”. Las listas son solicitadas antes a las aerolíneas, aunque los agentes también rastrean la información de los pasajeros que aterrizan o despegan desde Managua. Son una decena de oficiales que conforman tres grupos del Departamento de Despacho y Control Migratorio, que no sobrepasan los 35 años y tienen conocimientos de informática, uso de buscadores y redes sociales. Cualquier dato, publicación en redes sociales o vínculo que a ellos “les parezca sospechoso” es suficiente para armar una ficha del pasajero y considerarlo no apto para ingresar o salir del país o para decomisar el pasaporte al viajero si es nacional. 

Los funcionarios fueron capacitados en “nuevas tecnologías” después de las masivas protestas sociales de 2018, cuando los opositores viajaban al extranjero para realizar lobby en contra de los Ortega-Murillo. En ese momento, era un mecanismo de control rutinario. Sin embargo, luego de la deserción en 2019 del magistrado Rafael Solís, figura fundamental del régimen y padrino de bodas de la pareja presidencial, que se marchó a Costa Rica, el mecanismo comenzó a ser aplicado para impedir ingresos y salidas de aquellos considerados como “opositores” o posibles desertores del régimen, según fuentes de Migración. Es el caso de la magistrada Alba Luz Ramos, presidenta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), a quien se le impuso retención migratoria, y sólo ha podido salir del país en dos ocasiones, ambas por razones médicas, y luego de una autorización escrita de Daniel Ortega. 

Para cuando Monseñor Fonseca llegó al aeropuerto el engranaje estaba afinado. Al día siguiente que le quitaron su pasaporte, llegó a la oficina de Migración para retirarlo, como le habían indicado en el aeropuerto. Fue atendido, dice, por el subdirector de Migración, Pablo Morales, a quien le entregó una constancia médica que validaba el motivo del viaje: atender una crisis neurológica que sufre desde hace unos años. Desde aquella cita, todas las veces que va a Migración –entre dos y tres por mes– a preguntar por su pasaporte, recibe la misma respuesta: “Está en revisión y lo vamos a llamar telefónicamente cuando esté listo”.

La llamada no llega nunca. Antes de ser expulsado en marzo pasado, el nuncio Waldemar Sommertag escribió al viceministro de Gobernación, Luis Cañas, para que le regresaran el pasaporte al sacerdote. También intercedió el cardenal Leopoldo Brenes. Ellos tampoco recibieron respuesta.“Mientras no me regresen mi pasaporte, yo siento que tengo el país por la cárcel”, dice Fonseca, desde su parroquia en Managua. Él es el primer sacerdote al que el orteguismo encierra en el país. En los últimos meses, a otros más los han encerrado en sus propias parroquias, custodiados por barricadas policiales. “El problema es que aquí no hay instituciones dónde acudir cuando pasan estas cosas, queda uno con las manos amarradas”, dice el religioso. 

Checkpoint I: El comandante Acevedo, Luis Cañas y la pareja presidencial

Régimen de Daniel Ortega
Luis Cañas, el poderoso viceministro de Gobernación, encargado de la política represiva en Migración. Divergentes.

El arquitecto que ha convertido a Nicaragua en una gran cárcel para los señalados como opositores o disidentes es Luis Cañas, viceministro de Gobernación, según fuentes de Migración y correos a los que ha accedido Divergentes y Redacción Regional, en los que los funcionarios públicos le solicitan permisos para viajar, y él se firma como el “enlace”, es decir, un canal directo con la infranqueable presidencia de los Ortega-Murillo. 

Cañas es uno de los hombres de mayor confianza de la pareja presidencial, controla de facto Migración y el Ministerio de Relaciones Exteriores (Cancillería) de la mano de la también viceministra Arlette Marenco. Ambos tienen una red de informantes para vigilar a diplomáticos y figuras del gobierno, sobre todo después de algunas deserciones de funcionarios. Apartado de la Policía Nacional en 2007, tras estar ligado a casos de corrupción, Cañas tiene vasta experiencia en inteligencia policial, una habilidad que pone en práctica en su actual carrera civil, a tal punto que trabajadores del Estado consultados para este reportaje le temen. “Luis Cañas ha montado una red de inteligencia en las instituciones. Cuando él habla, es como que hable Rosario Murillo”, dice un extrabajador de la Cancillería. 

Las mismas fuentes migratorias y otras de Cancillería señalan a Cañas como el ejecutor de la cancelación masiva de oenegés en el país y quien envía al aeropuerto las listas actualizadas de “fichas a reportar”. Estas son comunicadas al comandante Edgar Gerardo Acevedo Cruz, director de Fronteras. Acevedo puede ordenar quién sale o entra, pero si hay dudas , estas se remiten a Cañas. El viceministro tiene discrecionalidad para decidir, pero en ocasiones sólo sirve de “enlace” para consultar con Daniel Ortega y Rosario Murillo qué decisión tomar.

Las fuentes migratorias afirman que esta cadena de “aprobación” no ocurre con todos los pasajeros, sino solo con las “fichas” que ellos consideren de “mayor relevancia”. Por ejemplo, en septiembre de 2019, Migración y Extranjería solicitó a los gerentes de aerolíneas con acceso a la conexión de Managua negar el ingreso a territorio nicaragüense a una comisión de alto nivel de la Organización de Estados Americanos (OEA), enviada por el secretario de ese organismo, Luis Almagro. Gracias a este mecanismo también fue detenido por la Policía el precandidato presidencial Arturo Cruz el cinco de junio de 2021, cuando regresaba de un viaje por Estados Unidos. El exembajador de Nicaragua en Washington infringió, alegó la Policía, la Ley de Defensa de los Derechos del Pueblo a la Independencia, la Soberanía y Autodeterminación para la Paz. 

Fuentes migratorias coinciden que el mecanismo empezó cuando quisieron controlar las informaciones de las aerolíneas. El primer blanco fue Delta, debido a que conectaba Managua con Washington, la capital donde “los golpistas viajaban a pedir sanciones”. 

“Lo primero que hicieron –dice un extrabajador de Delta– fue ‘reclutar’ a algunos trabajadores que éramos Ground Security Coordinator (GSC). Ese es un puesto en el que se entrenaba a personal de seguridad del aeropuerto, enfocado en seguridad de aeronave, posibles secuestros durante el vuelo, signos de alertas de posibles personas que pueden atentar contra la seguridad”. 

Se intentó obtener una versión oficial de Delta Airlines vía correo electrónico, la aerolínea que cerró operaciones en Nicaragua desde mayo de 2020, pero no hubo respuesta. 

Los GSC tienen acceso a la lista SELECTEE, un registro exclusivo de las líneas aéreas. Esta lista tiene información relacionada con la forma de pagos de un boleto. Por citar un ejemplo: si el pasajero compra un boleto en efectivo el mismo día que va viajando es una alerta para el sistema y lo va a colocar en esa lista. Otra razón para entrar en esa lista es por su nombre y apellido, porque tal vez es una persona “buscada” que hay que identificar antes de abordar el vuelo. “En esa lista se colocaban a personas basado en su comportamiento durante el chequeo, pero no podían poner a una persona en esta lista con base a su religión, etnia o preferencia política”, narra la fuente. 

Pese a que la lista SELECTEE era entregada a trabajadores del aeropuerto, Migración y Extranjería exigía un filtro previo para todos los pasajeros. Uno que incluyera la dirección de estancia, fecha de retorno, entre otros datos personales. Así nació la creación de una lista de pasajeros que los operadores aéreos debían enviar con 72 horas de antelación. Eso daba un plazo para poder chequearlos y decidir sobre su ingreso o salidas.

Al inicio sólo se impedía la salida del país a los opositores. Luego, Migración y Extranjería comenzó a decomisar y cancelar pasaportes… A afinar el mecanismo. Fue en ese momento que se establecieron los eslabones de la cadena con sus respectivos responsables. 

María Josefina “Pinita” Gurdián, madre de la presa política, Ana Margarita Vijil, quiso viajar a Costa Rica el 2 de septiembre de 2021. Pinita iba a hacerse un examen por el cáncer que padece desde 2019, acompañada de dos de sus hijos. “Al llegar a Peñas Blancas (frontera sur), entró al bus un oficial de Migración y pasó lista de todas las personas que íbamos en el bus. Cuando llegó a donde nosotros nos dijo ‘¿me entregan sus pasaportes?’, nadie más se lo pidió”, cuenta Pinita. Luego les dijeron que no podían continuar el viaje. Cuando les preguntaron al oficial de Migración las razones de las retenciones, este respondió: “son órdenes de arriba”. 

Mientras, en el aeropuerto de Managua, el Departamento de Despacho y Control Migratorio debe verificar a un promedio diario de 2,708 personas que entran y salen del país. Estos oficiales de migración realizan búsquedas básicas en Google y en perfiles de Facebook para obtener información sobre cada uno de los pasajeros. Capturas de pantallas, enlaces y descargas son los elementos que se adjuntan en una hoja de Word que es compartida al jefe de turno.

Hay ocasiones en que los pasaportes se retienen de manera arbitraria. El periodista del medio Onda Local, Julio López, denunció que en el puesto fronterizo de Peñas Blancas, funcionarios de Migración le quitaron su pasaporte y porque tenía “restricción migratoria”. “En la lista de pasajeros había un asterisco en mi nombre. Al preguntarme el número de asiento, uno de los funcionarios dijo: ´¡Este es Julito!́ y me aislaron”, dijo López, quien días después salió por punto ciego y se exilió en Costa Rica.

Checkpoint II: “Vamos a perforar su pasaporte”

Régimen de Daniel Ortega
Dos trabajadoras de la Dirección General de Aduanas cubren sus rostros con tapabocas durante la atención a los pasajeros en el aeropuerto Internacional de Managua. Divergentes.

Vladimir Vásquez recuerda todavía con “horror” su encuentro con un oficial de Migración en septiembre de 2021. Cuando este intentaba salir del país hacia Estados Unidos, le preguntó si publicaba en redes sociales en contra del gobierno. Vásquez es un periodista con 15 años de experiencia en diferentes medios independientes, entre ellos el diario La Prensa y Confidencial, ambos medios perseguidos y sus instalaciones confiscadas por el régimen. Con un celular le mostró su perfil de Twitter y le increpó: “¿Ese sos vos?”. Minutos después le dijo las palabras que Vásquez no puede olvidar: “no vas a poder viajar”, “tu pasaporte va a quedar retenido y tenés retención migratoria”. 

Vásquez salió del aeropuerto nervioso y asustado. No sabía que pasaría después. “Pensé que quizá me seguirían, me detendrían y meterían a ‘El Chipote’, las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial donde la dictadura ha encarcelado a unos cuarenta presos políticos, desde finales de mayo”, escribió en un artículo de opinión en Confidencial, en noviembre de 2021, el día de su cumpleaños. 

Vásquez quería salir, pero aquella vez no pudo. En Nicaragua ya no dormía, no comía en paz sin sentirse perseguido, así que vendió “todo aquello que con tanto esfuerzo” había adquirido durante años de trabajo.. Sin pasaporte, a los días cruzó hacia Costa Rica por puntos ciegos. No tenía documentos ni equipaje, pues había quedado en el aeropuerto cuando se verificó en la aerolínea, antes de pasar por Migración. Sólo llegó con la ropa que llevaba puesta. “En la mochila, que cargaba casi vacía, aún sentía el peso de los temores: que me persiguieran, me metieran preso. Ese miedo viaja con vos”, cuenta.

Uno de los primeros casos de pasaportes anulados que se hizo público fue el de Kitty Monterrey, presidenta del partido Ciudadanos por la Libertad (CxL). Las autoridades lo anularon el ocho de agosto de 2021, como parte de una serie de medidas represivas contra los contendientes a las elecciones presidenciales del año pasado. En ese caso, Gobernación intentó justificarse diciendo que la dirigente política, de 71 años, también ciudadana estadounidense, tenía 198 viajes registrados, y “en una minoría lo hizo con pasaporte nicaragüense”. Cuatro días después, Monterrey huyó hacia Costa Rica. “No tenía sentido (quedarme en Nicaragua), porque una de dos: o me iban a llevar presa o me iban a deportar, entonces para qué quedarme”, dice.

Un año más tarde, para mediados de 2022, el sistema ya no solo impide las salidas a los “fichados” en las fronteras. La nueva modalidad es la no renovación y decomiso de pasaportes en Migración. Un periodista –que omite su identidad– cuenta que le decomisaron el pasaporte cuando intentó renovarlo porque estaba próximo a vencerse. “Vamos a perforar (anular) su pasaporte viejo”, le dijo una funcionaria de Migración, con la promesa de que le entregaría el nuevo dentro de ocho días hábiles. Cuando llegó a retirarlo, una oficial le dijo que el pasaporte todavía no había llegado porque “tenía un problema con los lectores de barras, por lo que no lo leen los escáneres”. Le pidieron el número de teléfono y prometieron llamarlo cuando estuviera listo. Eso ocurrió el 23 de junio. El periodista siguió “esperando la llamada”, hasta que decidió huir del país por puntos ciegos en julio pasado, cuando la Policía allanó su casa después de hacer una cobertura periodística.

Desde mediados de 2022, la única opción segura que tienen los perseguidos pasa salir del país son los puntos ciegos. El 21 de julio el diario La Prensa anunció que había sacado a todo su personal del país por la cacería del régimen en su contra. En la publicación, La Prensa denunció que “aunque todas las personas salieron de forma irregular debido al temor de ser detenidas en las fronteras del país, varias tuvieron que huir sin llevarse consigo sus pasaportes o llevando únicamente los documentos vencidos, ya que desde hace meses el régimen se ha negado a renovar los documentos de viaje de periodistas de medios independientes”.

La no renovación de pasaportes también trasciende las fronteras. Diferentes ciudadanos han denunciado que los consulados nicaragüenses se niegan a renovar los pasaportes a los exiliados. La exguerrillera sandinista, Mónica Baltodano, dijo que a ella, a su esposo, Julio López Campos, y a su hijo, Umanzor Campos Baltodano “nos negaron la renovación de nuestros pasaportes”. Baltodano dijo que “nos comunicaron que ‘por instrucciones de Migración en Managua, debíamos realizar el trámite en Nicaragua’, cuando ellos saben que estamos exiliados”.

El viceministro Luis Cañas es también quien decide, desde Nicaragua, a quién renovar el pasaporte en el extranjero. Sin embargo, la cantidad de información y trabajo que conlleva este espionaje provoca que algunas veces existan fallas, asegura una fuente de cancillería. “Por ejemplo, en Miami se hacen 100 pasaportes diarios, porque es uno de los pocos consulados que tienen una máquina para fabricar pasaportes. Entonces, a veces algunos pasaportes se entregan porque Luis Cañas no logra ver la lista de aprobados. Es demasiada demanda, pero sí tiene un control bien estricto”, dice.

La práctica, denuncian expertos, es una violación a la Constitución de Nicaragua y a los derechos humanos. “La retención de pasaportes, la migración forzosa y el impedimento a regresar a tu país constituyen otras violaciones a los derechos. Sin duda dejar a las personas en un vacío de documentación”, asegura el politólogo y experto en relaciones internacionales Pedro Fonseca. “Ciertamente, el destierro y la expulsión no es un caso específico de estas situaciones. Es un proceso que forma parte de todo régimen autoritario”, agrega.

Además del destierro, el régimen ha deportado a ciudadanos con doble nacionalidad, como fue el caso de la académica Ana Quirós, quien nació en Costa Rica y vivió en Nicaragua desde los 15 años. Otro caso similar fue el de Salvador Espinoza y Xóchitl Tapia, productores de SaXo, una empresa que se encargaba de administrar bandas nicaragüenses. Fueron arrestados por la Policía Nacional luego de allanar su vivienda en Managua. En un periodo de 48 horas fueron puestos en libertad con la condición de que salieran del país. La pareja de músicos tuvo que exiliarse en Alemania, país en el que han iniciado un proceso de asilo.

Una nueva modalidad del régimen también consiste en reservarse el derecho de admisión de ciudadanos extranjeros. Tal fue el caso de la periodista y columnista guatemalteca Irma Alicia Velásquez, quien fue retenida durante horas por autoridades migratorias de Nicaragua, para luego ser deportada a Panamá. “Al bajar del avión me detuvieron y me quitaron todo. Solo pude quedarme con el teléfono. Un agente del régimen me detuvo y me quitó todo”, expresó.

Los hijos e hijas de opositores igualmente castigados

Régimen de Daniel Ortega
Después del aeropuerto en Managua, la frontera de Peñas Blancas es uno de los puntos fronterizos más vigilados, debido al alto número de opositores que se refugian en Costa Rica.. Divergentes.

La represión impulsada por Migración incluso afecta a muchos niños y niñas cuyos padres son considerados opositores por el régimen Ortega-Murillo. Existen varios casos de hijos e hijas de periodistas, defensores de derechos humanos y opositores, a los que se les ha negado las visas de salida y la renovación de pasaportes sin una razón justificable. 

La doctora Yonarqui Martínez, abogada y defensora de derechos humanos, denuncia que hizo todos los trámites para obtener las visas de salidas de dos de sus hijos menores de edad, pero en lugar de eso les quitaron los pasaportes y le dijeron que “no estaban autorizados para salir del país”. Por insistencia de su esposo, días después, les regresaron los pasaportes pero sin el permiso de salida.

La Ley General de Migración y Extranjería en su artículo 95 establece que todo nicaragüense menor de 18 años que viaje fuera del territorio nacional debe expedir una visa de salida con el requisito fundamental de tener un “permiso de salida de sus progenitores o tutor, debidamente autorizado por Notario Público. En caso de que uno de sus progenitores se encuentre fuera del país, deberá presentar Certificado de Movimiento Migratorio de su última salida, la cual se deberá insertar en el permiso notarial”, señala el artículo. 

Martínez cuenta que nunca había tenido problemas en sacar a sus hijos fuera del país, ni en gobiernos anteriores. 

Hay casos en los que Migración se niega a otorgar o renovar pasaportes a los menores. Una activista opositora, quien por motivos de seguridad prefirió contar su historia de forma anónima, dijo que en 2021 en Migración no quisieron otorgarle permiso de salida a su hijo de cuatro años de edad. Por esa razón, ella y su familia, eventualmente fueron obligados a salir del país de forma irregular hacia Costa Rica. 

Como la fecha de vencimiento del pasaporte de su hijo está cercana, la fuente fue al consulado de Nicaragua en Costa Rica para solicitar la renovación del documento. Sin embargo, les contestaron que iban a revisar “el expediente” del niño. “Creo que este mecanismo es una forma de chantaje para los padres, porque creen que tal vez no te vas a ir del país si tus hijos no salen… No todos deciden salir de forma irregular con sus hijos, no es una decisión fácil cruzar la frontera con ellos”. 

La activista siente que el pasaporte de su hijo no se lo otorgarán y quedarán varados en Costa Rica, hasta que sus solicitudes de refugio sean aprobadas, un trámite que puede tomar hasta cuatro años. 

Como todas las transgresiones de derechos que comete el régimen, este es uno más de los que son contradictorios, ya que Nicaragua es parte de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, instrumento internacional que fue suscrito el 20 de noviembre de 1989, aprobado el 19 de abril de 1990 y luego ratificado en el mes de octubre del mismo año. 

El artículo 2 dispone que todos los derechos deben ser aplicados a todos los niños y niñas, sin excepción alguna, y es obligación del Estado tomar las medidas necesarias para proteger al niño y niña de toda forma de discriminación. Entre ellas se encuentran: la opinión política o de otra índole, el origen nacional, étnico o social, la posición económica, los impedimentos físicos, el nacimiento o cualquier otra condición del niño y la niña. 

Checkpoint III: “No puede entrar a Nicaragua”

La mano de la represión migratoria también se extiende a aerolíneas de países vecinos. El primero de julio de 2022, en el aeropuerto internacional Óscar Arnulfo Romero, de El Salvador, a 518 kilómetros de Managua, un agente de la aerolínea Avianca le dijo a la socióloga nicaragüense María Teresa Blandón que no podía abordar el avión para regresar a Nicaragua. “El gobierno de Nicaragua nos envió una lista en la que usted está y señala que tiene prohibido entrar a su país”, le dijeron a Blandón. Así inició lo que ella llama un “destierro” por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo. 

DIVERGENTES envió una consulta vía correo electrónico a Avianca para confirmar la veracidad de estos casos y conocer cómo funciona el mecanismo para no permitir el abordaje de pasajeros que viajan hacia Nicaragua, pero hasta el momento no se ha recibido respuesta. 

“Somos desterrados, somos personas que el régimen nos ha obligado al destierro”, aseguró Blandón. En mayo de 2022 la dictadura ordenó el cierre del Programa Feminista La Corriente, una organización feminista que brindaba talleres y un espacio para jóvenes nicaragüenses y miembros de la diversdidad sexual. La cancelación de la organización Blandón dirigía se orquestó a través de la Asamblea Nacional, controlada por el oficialismo, como parte de la embestida contra oenegés que ha ejecutado desde el inicio de las protestas de abril de 2018.

Blandón había logrado salir del país hacia Chile el 24 de junio, un mes después de la cancelación de la oenegé. Una fuente de Migración asegura que esta estrategia es más reciente y consiste en dejar salir a aquellos señalados como opositores para después dejarlos sin posibilidades de poder retornar. “Se implementa esta modalidad para quitar un poco la responsabilidad a Migración de toda la represión, y que sean las aerolíneas las que se encargan de comunicar a las personas que no pueden regresar”, dice la fuente. Un eufemismo para el destierro. 

El 30 de noviembre, el delegado de la agencia EFE en Nicaragua, Luis Felipe Palacios, corrió con la misma suerte cuando intentó regresar de Panamá después de un viaje de trabajo. “Le compartimos que la solicitud de ingreso no ha sido autorizada por las autoridades de Migración y Extranjería de Nicaragua. No le será permitido embarcar”, según el correo electrónico que remitió al delegado de EFE en Nicaragua la aerolínea Avianca.

El viaje de Blandón fue por motivos personales. Una semana después, cuando intentó volver, ya no pudo.“Puedo decirte que es una situación muy difícil porque nadie está preparado para quedarse en ningún lugar. Yo tenía mi boleto de regreso y no estaba en mis planes quedarme fuera del país. Resulta una situación muy desconcertante”, agregó. Lo es porque durante los últimos 30 años de su vida se dedicó a trabajar con mujeres y jóvenes nicaragüenses en La Corriente Feminista.

Para la socióloga, es una “grave violación a los derechos constitucionales de los nicaragüenses”. “Nadie puede obligar a ningún ciudadano, ni por la fuerza, a residir o a abandonar el lugar donde vive”, expuso Blandón.

El artículo 31 de la Constitución Política de Nicaragua establece que “los nicaragüenses tienen derecho a circular y fijar su residencia en cualquier parte del territorio nacional”. 

Desde el exilio, María Teresa Blandón defiende que nadie le puede quitar su nacionalidad, aunque el régimen le negara el ingreso al país. 

“Para eso tiene el control de todo el Estado, porque puede quitar nacionalidad, cédula, pasaportes, te puede dejar sin los documentos legales que necesitás como ciudadano, te expropia de todos tus derechos. Somos ciudadanos nicaragüenses a quienes se les han privado de sus derechos políticos, y civiles. Ese es para mí el estatus. Soy nicaragüense y lo seré hasta que me muera”, finalizó.

La disposición de la dictadura también ha sido aplicada a periodistas nicaragüenses con megáfonos internacionales, como es el caso de Tifani Roberts, corresponsal de la cadena Univision. Roberts iba a tomar un vuelo desde Miami hacia Managua con el fin de visitar a su familia, pero antes de abordar le comunicaron en el aeropuerto que no podía subir el avión. “No dieron ninguna razón. La aerolínea solo dijo que el gobierno de Nicaragua no había aceptado mi solicitud”, detalló.

Checkpoint IV: “Vivimos en una cárcel”
Régimen de Daniel Ortega
En los últimos meses, miles de nicaragüenses se agolpan en las oficinas de Migración para solicitar un pasaporte y huir de Nicaragua. Divergentes.

El bloqueo en los puntos de salidas del país también toca a los empleados públicos y mandos medios del régimen. En marzo de 2022, a Carlos, un funcionario del Poder Judicial, le dijeron en Migración del aeropuerto de Managua que no podía salir porque “no tenía autorización”.

“Me quedé helado”, dice Carlos, quien acepta contar su historia bajo la condición de anonimato. “Le pedí explicaciones y me dijo que no había solicitado el permiso”, relató el funcionario público. Carlos estaba al tanto de ciertas prohibiciones de salida que el régimen había impuesto a alguno de sus superiores. Sin embargo, nunca esperó que un día le tocase a él.

“Llamé a mi jefe inmediato y le conté todo. Pero me respondió que no podía hacer nada porque a él tampoco le habían permitido salir del país desde 2019”, cuenta Carlos. El viaje de regreso a su casa fue largo, más de lo habitual. Sin estar preso en una celda del sistema penitenciario nacional, la prohibición de salir del país le hizo entender que en Nicaragua ningún funcionario que es de interés del régimen sandinista puede salir sin autorización.

El caso de Carlos no es una excepción. En todas las oficinas de los ministerios del Gobierno sandinista ocurre lo mismo. Dos fuentes consultadas por este medio de comunicación, una de Cancillería y la otra del Instituto Nicaragüense de Turismo (Intur), confirmaron que existe un control total sobre las solicitudes de vacaciones y las salidas del país.

La red de espionaje tejida por el viceministro Cañas delega en otros funcionarios de su entera confianza la misión de recolectar información de los trabajadores del Estado. Sus “orejas”, asegura la fuente de Cancillería, son los secretarios políticos que están dentro de cada una de las instituciones del Gobierno. Estos “espías” se encargan de seguir los pasos de los empleados públicos que tienen información sensible y el “anhelo” de irse de Nicaragua.

Pero no todos los funcionarios del Gobierno son de interés de Cañas y del régimen sandinista. La fuente de Intur consultada detalló que los empleados públicos que mayor presión tienen encima son los que han estado vinculados directamente con la represión oficial que aumentó a partir de 2018.

“En primer lugar están los trabajadores del Poder Judicial. Me refiero a jueces, fiscales, magistrados. Luego están los funcionarios de otras instituciones que tienen información importante del Gobierno y que pueden hablar si salen del país. Y más abajo los arrepentidos, que también saben cosas, y que están cansados y quieren salir del sistema”, afirmó la fuente de Intur que ha estado en reuniones donde se han discutido estas directrices.

El abogado Yader Morazán, exfuncionario del Poder Judicial exiliado en Estados Unidos, reveló que el juez Roberto Zúñiga, originario de Puerto Morazán, Chinandega, salió del país en julio de este año y solicitó asilo político en Estados Unidos.

Antes de la deserción de Zúñiga, también dejaron sus cargos figuras de peso como Arturo McFields, exembajador de Nicaragua ante la OEA, y Javier Martínez Ramírez, ex comisionado mayor de la Policía en Madriz. El exdiplomático lo hizo en marzo de este año y Ramírez en noviembre de 2021.

La renuncia de los funcionarios públicos a sus cargos, además de tener un impacto moral en el Sandinismo, ha elevado los niveles de paranoia al punto de vigilar cuidadosamente cada paso de los empleados que tienen pocas ganas de continuar en el país.

“Mientras unos inseguros tienen que mostrar su fidelidad rindiendo culto a Ortega y su proyecto familiar, en una realidad paralela el juez abandonó el cargo y el país para salir por veredas junto a toda su familia”, aseguró el abogado.

Según Morazán, Zúñiga pertenecía a los juzgados locales de los municipios en los que generalmente llevan delitos menos graves, causas civiles de menor cuantía, juicios de familias. A diferencia de los juzgados departamentales, estos no tienen nada que ver con procesos de presos políticos.

Carlos no conoció personalmente a Zúñiga. Sin embargo, tiene una idea de por qué, a pesar de no ser un funcionario de interés dentro del esquema represivo del régimen sandinista, abandonó el país junto a toda su familia. “Quizás al igual que muchos que han logrado salir y que me han contado, estaba harto de servir a Daniel Ortega”, expresó.

El bloqueo también se extiende contra los “allegados al gobierno”. En noviembre de 2021 las autoridades migratorias impidieron la salida Álvaro Baltodano Monroy, hijo del general en retiro Álvaro Baltodano Cantarero, Delegado Presidencial para Fomento de las Inversiones. Otro que fue imposibilitado de salir fue Leonardo Torres, presidente del Consejo Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conimipyme), cuya personería jurídica fue cancelada este año por la Asamblea Nacional.

El 23 de noviembre de ese mismo año se le impuso “país por cárcel” a Daniel Rosales, hijo del fallecido magistrado de la CSJ, Francisco ‘Chicón’ Rosales. Según una fuente de Gobernación, este intentó viajar a Estados Unidos, pero fue devuelto a su casa. Rosales alegó que viajaba por razones médicas, pero le negaron la salida.

No hay permisos ni para formarse
Régimen de Daniel Ortega
Decenas de opositores y ahora aliados del gobierno no les han permitido salir de Nicaragua en el Aeropuerto Internacional de Managua. EFE | Archivo.

A finales de 2022, Nicaragua se ha convertido en una cárcel que hasta bloquea la salida de universitarios y trabajadores del Estado que quieren estudiar fuera del país. 

A inicios de agosto, el Consejo Nacional de Universidades (CNU) emitió una circular que obligó a todas las universidades públicas y privadas a reportar los movimientos migratorios de su personal académico y administrativo. En el gobierno, las autorizaciones para salir del país solo se otorgan a los más cercanos al régimen. 

La circular del CNU exige a los rectores de las universidades reportar “formalmente” el nombre completo de la persona que va a entrar o salir del país, su identificación o número de pasaporte, país de procedencia o destino, fecha de entrada o salida del país, motivo de la visita, y la duración de la estadía en Nicaragua.

“La orden del régimen reafirma la concreción de lo que se temía con la reforma a la Ley 89, que es darle al órgano rector poderes para que anulen, no solo la autonomía universitaria, sino también los derechos establecidos en la Constitución a todos los ciudadanos”, indicó Ernesto Medina, exrector y expresidente del CNU.

Francisco*, funcionario del Ministerio de Salud (Minsa), intentó salir del país este año pero no tuvo éxito. Siguió todo el protocolo: solicitó vacaciones, pidió autorización a su superior inmediato y esperó… esperó varias semanas sin obtener respuesta a su solicitud. Insistió con su jefe pero este le respondió que el permiso no lo emitía él, sino alguien de “arriba”.

“Algunos de mis compañeros salieron del país y realizaron el mismo protocolo, pero yo no pude”, relata con molestia. Francisco había solicitado “permiso” para asistir a un evento de formación y su ausencia iba a prolongarse por diez días. “Pero no me dejaron. Simplemente no me dieron el visto bueno”, se lamenta.

Francisco creció en un hogar sandinista. Su abuelo fue un guerrillero que murió en los años ochenta en una zona de combate en el norte de Nicaragua. Aunque desde pequeño le inculcaron el amor al partido y a la imagen de Daniel Ortega, formó un pensamiento crítico y ha estado en contra de la represión oficial.

“Yo trabajo en el Estado pero sirvo a los nicaragüenses. Tengo una familia y me he mantenido en mi puesto por una cuestión de convicción y necesidad. Pero el ambiente, poco a poco, es insostenible”, dice.

Algunos de los compañeros de Francisco, tanto en las oficinas centrales como en las departamentales, pasan por lo mismo y algunos optan por marcharse del país por la misma represión que impone la dictadura sandinista en las instituciones públicas. Los permisos, dice este funcionario público, son negados sin explicación.

“Te piden que hagás todo un procedimiento y al final te dicen que no. Pero por ejemplo, a los secretarios políticos (otros trabajadores públicos que tienen gran poder en las instituciones) salen cuando quieren. Supongo que tendrán intereses en el país”, reveló Francisco.

Que no lo dejaran salir del país para continuar su formación profesional fue un golpe que Francisco todavía no ha asimilado. “Vivimos en una cárcel”, reclama este funcionario público, quien desconoce las razones de por qué su salida fue negada. “Ellos saben que resistimos en silencio, pero es ilógico que pretenda escapar cuando toda mi vida la tengo aquí”, asegura.

“Muchos deciden irse porque no están dispuestos a vivir así. Pero los que no, tenemos que buscar cómo sobrevivir”, concluye.

*Este reportaje forma parte de República Finquera, un proyecto de cobertura del autoritarismo en Centroamérica y México de la Redacción Regional , una alianza entre medios y periodistas de la región, entre ellos Contracorriente.

Seis de los miembros de la actual Junta de Dirección Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) pretenden reelegirse en un proceso que ha sido señalado por estudiantes y docentes como «ilegal e ilegítimo». Al mismo tiempo, dentro de los espacios estudiantiles han aumentado las denuncias de violencia política, hostigamiento y acoso contra las mujeres. Ante la falta de consensos, la posibilidad de una crisis a mayor escala por el control de la UNAH parece cada vez más cercana. 

Texto: Daniel Fonseca

Fotografías: Jorge Cabrera y Fernando Destephen

 

Tras varios años de autoridades interinas, el Consejo Universitario convocó — por iniciativa del rector Francisco Herrera — a elecciones para nombrar a una nueva Junta de Dirección Universitaria (JDU), órgano encargado de administrar la universidad. Tanto estudiantes como docentes han denunciado que en el proceso se está violentando la Ley Orgánica de la UNAH. 

Los movimientos estudiantiles argumentan que, debido a que antes de esta fecha no había representantes estudiantiles en el Consejo, todas las decisiones tomadas por este órgano carecen de legalidad y legitimidad. Entre las resoluciones cuestionadas está la conformación de la actual JDU en 2019, cuyos miembros pretenden reelegirse. «Fueron electos de manera ilegal, porque no se llevó correctamente el proceso que contempla la Ley Orgánica para la elección. Es el Consejo [Universitario] que lo tiene que conformar y el Consejo no tenía representación estudiantil», explicó a Contracorriente Angie Hernández, presidenta de la Asociación de Estudiantes de la Facultad de Derecho.

Esta ley establece que los integrantes de la JDU serán nombrados en sus cargos de manera escalonada, es decir, cuatro puestos son nombrados cada cuatro años y tres puestos cada dos. Las elecciones de autoridades tendrían que haberse realizado en 2020, pero debido a la pandemia por COVID-19 se aplazó hasta después de las elecciones estudiantiles realizadas en abril de 2022.

Con el objetivo de finalmente elegir de forma oficial a las autoridades de la UNAH, el Consejo Universitario convocó en junio de este año las autopostulaciones para la JDU y nombró a una comisión compuesta por estudiantes, docentes y autoridades para darle seguimiento al proceso.

El 11 de octubre la «Comisión para la ampliación del proceso público de selección de siete miembros de la Junta de Dirección Universitaria» presentó un informe en el que se detalla que, de 53 aspirantes a la JDU, 31 candidatos pasaron los filtros establecidos en el artículo 12 de la Ley Orgánica de la UNAH que incluye ser hondureño mayor a 35 años, tener un título universitario avalado por la UNAH, amplio reconocimiento académico, honorabilidad y gozar de los derechos políticos. Por otro lado, esa ley inhabilita para postularse a los miembros del Consejo Universitario y a quienes ostenten un rol de dirección en un partido político. 

La actual JDU está compuesta por Carlos Alberto Pérez, Juan Carlos Ramírez Flores, Raúl Orlando Figueroa, Efraín Aníbal Díaz, América del Carmen Alvarado, Marilyn Carolina Ramírez y José Ramón Ramírez. Todos se autopostularon en la convocatoria y todos, salvo José Ramón Ramírez, fueron seleccionados por la Comisión para continuar en el proceso. 

En la tabla de valoraciones del informe al que Contracorriente tuvo acceso, se asigna un porcentaje al nivel académico del postulante, sus publicaciones o investigaciones, que haya recibido premios y reconocimientos y la cantidad de años de servicio en la UNAH. La tabla también considera el nivel de conocimiento sobre la legislación y administración universitaria, entre otros puntos. Lo que no incluye el informe son las actas de evaluación de cada candidato.

«Nosotros somos fieles creyentes de que esas ponderaciones fueron sesgadas con el objetivo de sacar a gente de la que se postuló y también dejar a otra que estaba ahí con el deseo de reelegirse», dijo Luis Sandoval, presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios de Honduras (FEUH).

Si bien la Ley Orgánica de la UNAH y el reglamento de la JDU enumeran los requisitos e inhabilitaciones para ser parte de la JDU, no detalla un mecanismo para elegir a quienes integrarán la Junta. Ante la falta de un marco jurídico claro para realizar las elecciones, la Comisión recomendó en su informe realizar una presentación oral y pública donde los aspirantes deberían presentar  al Consejo Universitario «una visión de lo que podría ser su trabajo como miembro de la Junta de Dirección Universitaria». 

Una vez escuchados los aspirantes, el Consejo Universitario deliberaría la forma de votación. Esa misma propuesta fue la que se intentó implementar durante las sesiones extraordinarias del 27 de octubre y el 12 de noviembre, las cuales no llegaron a resolución luego de ser interrumpidas por protestas estudiantiles. 


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Estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras colocaron letreros con consignas en las puertas del Consultorio Jurídico Gratuito de la UNAH durante la elección de autoridades de la Junta de Dirección Universitaria. Foto CC/ Jorge Cabrera
Estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras colocaron letreros con consignas en las puertas del Consultorio Jurídico Gratuito de la UNAH durante la elección de autoridades de la Junta de Dirección Universitaria. Foto CC/ Jorge Cabrera

Wilfredo Girón,  representante del claustro de maestros de ciencias y secretario de la Comisión, contó que tanto la elaboración del informe como las recomendaciones finales, fueron impuestas por las autoridades, quienes estaban en su mayoría en la comisión y propusieron dicho mecanismo con el fin de reelegir a los actuales miembros de la Junta, supuestamente afines a sus intereses y a los del rector Herrera. «El problema es que la Comisión, la mayoría eran las autoridades, nosotros [estudiantes y docentes] éramos la minoría, entonces ni modo, por mayoría se van las cosas. Yo planteé algunas cosas pero no pasaron», dijo.  

Por su parte, los representantes estudiantiles en el Consejo Universitario propusieron la elaboración de un mecanismo de desarrollo de la sesión en la que se elegirá a la JDU. Esta solicitud no ha sido atendida.

«Como sector estudiantil hemos sido enfáticos y enérgicos que no vamos a dar paso a las entrevistas si no hay un mecanismo legal que menciona la Ley Orgánica para elegir a cualquier miembro de este órgano de dirección tan importante de la UNAH», le dijo a Contracorriente Ana Barahona, representante estudiantil ante el consejo universitario.

Los estudiantes no son los únicos que denuncian  irregularidades. Para Wilfredo Girón  no hay duda de que la intención del rector interino Francisco Herrera es reelegirse y está usando este proceso con ese fin. «Estoy completamente seguro. Él, todo el esquema lo colocó para eso, ¿y cómo lo hizo? Con los interinatos, interinatos ilegales, porque la mayor parte de las autoridades fueron nombradas a dedo [sin pasar por un concurso público]», aseguró el docente.

El actual rector, doctor Francisco Herrera, empezó su carrera dentro de la UNAH como docente de la asignatura de Patología en el campus del Valle de Sula. En el año 2013 fue escogido como director de ese centro y para 2017 fue nombrado por la JDU de aquel entonces como rector interino de la Universidad, sustituyendo a la socióloga Julieta Castellanos. Al momento de asumir su cargo, decenas de estudiantes enfrentaban  procesos penales como resultado de las protestas ocurridas durante la rectoría de Castellanos.

Mural del Centro de Arte y Cultura con el rostro de Julieta Castellanos, exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, cubierto de grafiti. FotoCC/ Jorge Cabrera
Mural del Centro de Arte y Cultura con el rostro de Julieta Castellanos, exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, cubierto de grafiti. FotoCC/ Jorge Cabrera

Una Junta de Dirección Universitaria llena de irregularidades

Según el artículo 11 de la Ley Orgánica de la UNAH, la Junta de Dirección Universitaria es el órgano administrativo principal de la institución; responsable de la planificación, organización, control administrativo y seguimiento de los resultados operativos de la institución. Su importancia dentro de la UNAH y el alcance de sus funciones han propiciado luchas internas por alcanzar un puesto dentro de la Junta. También ha generado varios conflictos y denuncias por irregularidades y falta de transparencia que se remontan hasta su conformación.

Cuatro de los integrantes de la JDU fueron colocados en su puesto durante el mandato del doctor Herrera, sin un concurso público y sin representación estudiantil escogida democráticamente en el Consejo, como manda la Ley Orgánica de la UNAH, dejando así una junta directiva con una legitimidad cuestionada. Una situación cada vez más habitual en el país.

En la sesión extraordinaria del 22 de agosto de 2019 se removió de sus cargos en la JDU a Aleyda Romero, José Manuel Torres, Valerio Gutiérrez y Martha Arguijo por «faltas administrativas», según detalla el acuerdo No. CU-E-109-08-2019. 

En esa misma sesión se nombró y juramentó de manera interina a América Alvarado, Marylin Ramírez, Efraín Díaz y José Ramón Martínez «hasta que sea nombrada la nueva JDU en propiedad, a fin de garantizar el normal funcionamiento del órgano administrativo de la UNAH». Los cuatro ahora buscan la reelección.

Además de estos nombramientos, en mayo de 2019, el director interino de la JDU, Raúl Orlando Figueroa, remitió un oficio a Arquímedes Zelaya, secretario del Consejo Universitario, solicitando que se aclare ante el CU una solicitud de ajuste salarial para los miembros de la JDU «en virtud del trato injusto del que hemos venido siendo objeto al no tramitarnos el ajuste correspondiente», expresó Figueroa en el documento.

Tras una resolución del Consejo Universitario en junio de 2019, los miembros de la JDU pasaron de ganar entre 60,000 y 70,000 lempiras a devengar un salario de 103,315.55 lempiras, una suma similar a la de algunos de los funcionarios mejor pagados de Casa Presidencial.

También se destaca el caso de Juan Carlos Ramírez Flores, que ha sido parte de la Junta de Dirección Universitaria desde 2013, pese a que la Ley Orgánica de la UNAH dice que su periodo es de cuatro años con la posibilidad de ser reelectos una sola vez. De oficializarse en el poder podría estar hasta ocho años más en la Junta.

El presidente de la FEUH, Luis Sandoval, dijo a Contracorriente que otro de los puntos por los que los estudiantes se han manifestado es una auditoría  realizada de forma interna por la UNAH a la JDU, cuyos resultados no han sido publicados. Según Sandoval, los consejeros estudiantiles han realizado cinco solicitudes de sesión extraordinaria para discutir dicha auditoría, pero sus solicitudes no han sido respondidas. Además, aseguró que solicitaron el informe a través del Portal de Transparencia del Instituto de Acceso de Información Pública desde hace más de un mes sin obtener ninguna respuesta.

«Lo están maquillando y lo digo con nombre y apellido, porque lo están maquillando. Lo hemos solicitado a través de la universidad, a través del Tribunal Superior de Cuentas y ninguna solicitud ha sido respondida y han vencido los plazos de los 10 días hábiles que manda la ley; han violentado el artículo 80 del derecho a la petición de información, han violentado el Código de ética del funcionario público porque no han sido nada transparente», dijo Sandoval.

Wilfredo Girón se sumó a las denuncias de opacidad dentro de la Autónoma por existir múltiples barreras para el acceso de información de la UNAH, tanto en procesos administrativos como académicos. «Definitivamente hay un problema de transparencia dentro de la Universidad», aseguró. Contracorriente intentó contactarse con los siete miembros de la JDU, pero al cierre de esta publicación no se recibió respuesta.

Francisco Herrera Alvarado, rector interino de la UNAH, es expulsado del Centro de Arte y Cultura en Comayagüela mientras manifestantes le arrojaban botes de agua. FotoCC/ Jorge Cabrera
Francisco Herrera Alvarado, rector interino de la UNAH, es expulsado del Centro de Arte y Cultura en Comayagüela mientras manifestantes le arrojaban botes de agua. FotoCC/ Jorge Cabrera

Disputa por el control de la UNAH

La UNAH tiene una función relevante en la política hondureña. Constitucionalmente tiene asignado un 6 % del Producto Interno Bruto; el titular de la Rectoría ocupa la vicepresidencia del Consejo Nacional de Educación y la presidencia del Consejo de Educación Superior. Además, la UNAH acoge a diversos observatorios e instituciones investigativas como el Observatorio Nacional de la Violencia o el Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad.

Dentro de sus responsabilidades está convocar al claustro de docentes de las facultades de Derecho para escoger a su representante ante la Junta Nominadora de aspirantes a la Corte Suprema de Justicia (CSJ), cargo que este 2022 fue asumido por Waldo Rivera. 

La participación de la UNAH en la elección de una nueva CSJ no se ha limitado a convocar al claustro. La universidad prestó sus espacios físicos para que se instalara la Junta Nominadora y para realizar las pruebas toxicológicas a los aspirantes a magistrados, además brindó un sistema digital para realizar la prueba de conocimientos, proceso que es señalado por supuestas fallas técnicas y filtraciones de información.

Nelson Ávila, dirigente del Partido Libertad y Refundación (Libre), excandidato presidencial y actual aspirante a rector de la UNAH, consideró que en la universidad hay intereses del actual Gobierno y de la administración anterior y añade que los interinatos de las autoridades responden a acuerdos preelectorales que hubo con el Gobierno de Juan Orlando Hernández. «La Universidad es de las instituciones donde el narcoestado está presente. Toda esta gente fueron puestas en la época de Juan Orlando Hernández», le dijo a Contracorriente Nelson  Ávila.

Haciendo eco de las denuncias estudiantiles, el excandidato presidencial consideró que las autoridades universitarias fueron colocadas en su puesto sin seguir la ley. «Esa Junta de Dirección Universitaria es ilegal y en consecuencia todos los que forman parte de esa Junta también debería aplicarseles una acción jurídica correspondiente», expresó.

El Gobierno de la presidenta Xiomara Castro no se ha pronunciado sobre la situación dentro de la UNAH, aunque el rector Herrera ha publicado en su Twitter las reuniones que ha tenido con la presidenta.

Tampoco se han manifestado los diputados del Congreso Nacional, a pesar de que a principios de este año el tema universitario entró a discusión en el Legislativo luego de que el diputado Rasel Tomé propuso eliminar la Prueba de Aptitud Académica (PAA).

Ávila señaló con extrañeza las reuniones entre la presidenta Xiomara Castro y Francisco Herrera, pues según él no es habitual que un presidente se reúna en tantas ocasiones con el rector de la UNAH. «Es sintomático que en ocho meses de gestión del actual presidente el rector se reunió cuatro veces [con la Presidenta]. No sé si habrá en la historia de la universidad una frecuencia de reuniones de esa naturaleza. La frecuencia llama poderosamente la atención», expresó. 

Añadió que el rector se ha reunido con el presidente del Legislativo, Luis Redondo, y con diputados del Partido Libre, instituto político del que Ávila es parte. Estos señalamientos también han surgido por parte de sectores estudiantiles como la FEUH, quienes aseguran que los intereses de las autoridades van desde privatizar la universidad hasta asegurar intereses económicos personales dentro de la institución. 

Contracorriente intentó contactarse con el rector interino Francisco Herrera para consultarle su postura sobre la elección de la JDU, su posible reelección y las denuncias realizadas por estudiantes y docentes. Sin embargo, la encargada de comunicaciones de la UNAH respondió que el rector no daría entrevistas.

Luis Sandoval coincidió con Ávila en que el rector Herrera se había reunido con importantes figuras políticas del país. En este caso con el excandidato presidencial por el Partido Liberal, Luis Zelaya; el ministro de Educación, Daniel Sponda y el vicepresidente del Congreso Nacional, Edgardo Casaña — señalado en la lista Engel de actores corruptos y antidemocráticos — quienes, según Sandoval, «se limitaron a darle una promesa de apoyo».

Según el dirigente estudiantil, el apoyo sería para oficializar en su puesto al actual rector, lo cual ha sido el detonante de las protestas de los diversos movimientos desde antes de las elecciones de abril de este año. 

Estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras rocía gas extintor a modo de protesta dentro del Centro de Arte y Cultura. FotoCC/ Jorge Cabrera
Estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras rocía gas extintor a modo de protesta dentro del Centro de Arte y Cultura. FotoCC/ Jorge Cabrera

Historial de conflictos en la UNAH

La lucha por la UNAH y la elección de una nueva JDU ha llevado a protestas estudiantiles que han escalado hasta la violencia, fenómeno que ha sido habitual en los conflictos universitarios de la última década.

Semanas después de la presentación del informe, el Consejo Universitario intentó realizar la elección con los 31 candidatos aptos para postularse a ser miembros de la JDU. La sesión extraordinaria del 27 de octubre se llevó a cabo en el Consultorio Jurídico Gratuito, un edificio anexo a la UNAH. La sesión fue detenida por manifestantes, quienes se tomaron el bulevar Villa Olímpica. 

No se conoce el desarrollo de esa sesión, pues el único acceso a la prensa lo tuvo UTV, el canal de televisión de la universidad, que removió la transmisión de sus redes sociales poco después de que la sesión fue suspendida.

El segundo intento de realizar las elecciones fue el sábado 12 de noviembre a las ocho de la mañana. Al igual que en el intento anterior, la sesión extraordinaria se llevó a cabo en el Centro de Arte y Cultura (CAC-UNAH) ubicado en Comayagüela, fuera de la Ciudad Universitaria en donde habitualmente se realizan las sesiones del Consejo.

Mientras los postulantes leían al Consejo Universitario un discurso explicando por qué debían ser electos, decenas de estudiantes protestaban afuera del CAC intentando que la sesión fuera detenida. Para las once de la mañana, los manifestantes lograron su objetivo y la sesión se detuvo.

El rector Francisco Herrera fue atacado por los manifestantes con piedras y botes de agua mientras intentaba salir del CAC. Tras este incidente, el periódico de la UNAH denunció que un empleado había sido herido en la cabeza como resultado de las agresiones. De momento no se han presentado cargos contra ningún estudiante.

Estas crisis y el historial de conflictos estudiantiles, se han caracterizado por luchas violentas, represión y criminalización en las que la rectoría ha sido una pieza central. En 2017, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Honduras (Oacnudh) publicó un comunicado tras la condena de tres estudiantes universitarios criminalizados por protestar en la UNAH en el 2015.

En el comunicado la Oacnudh denunció que había observado que este recurso penal «estaba siendo utilizado de manera reiterada en procesos penales incoados particularmente contra defensores de derechos humanos, pueblos indígenas, garífunas y campesinos, alentando su criminalización y enjuiciamiento». Además, señaló a las autoridades universitarias por incumplir los acuerdos de reconciliación entre las partes involucradas.

 

Descubre más: Conflicto en Punta Gorda: el pueblo garífuna se resiste a desaparecer

 

Para los movimientos estudiantiles, los responsables de la represión y criminalización son las autoridades universitarias, especialmente el rector Francisco Herrera y su predecesora, Julieta Castellanos, quien según ellos pretende seguir controlando la UNAH. 

En ambas sesiones extraordinarias, tanto estudiantes como algunos docentes manifestaron su inconformidad con el proceso para nombrar a una nueva JDU. Carlos Lagos, representante del claustro de profesores de ingeniería, alertó que continuar podría desembocar en un conflicto mayor. «Estamos viviendo la crónica de una crisis anunciada», sentenció.

 

 Violencia y acoso dentro de los espacios estudiantiles

Sumado a las problemáticas en la elección de la JDU, estudiantes y docentes han asegurado que los espacios estudiantiles se encuentran fraccionados por luchas de poder internas, pero también han habido denuncias por agresiones contra las estudiantes.

La exsecretaria de la FEUH, Susan Dubón y María José Aguilar, prosecretaria de relaciones de este órgano estudiantil, denunciaron violencia política dentro de la Federación, lo que llevó a que ambas presentaran la renuncia de sus cargos.

Dubón relata que el motivo de su salida de la FEUH se originó por conflictos internos dentro de los movimientos estudiantiles Gran Alianza Nacional Estudiantil (GANE) y Poder Estudiantil (Podés). «Fui observando que la competencia [era] específicamente entre hombres, porque son quienes lideran todo el proceso, lo que hay ahorita es con los puestos de representación estudiantil. Al final son ellos quienes tienen la palabra, tanto en GANE como en Podés, entonces cuando una no acata lo que te quieren imponer comienzan a difamarte y a inventar cosas tuyas», dijo Dubón, quien también fue candidata a la presidencia de la FEUH en abril de este año.

«La lucha de egos dentro de esos espacios impiden mucho el trabajo organizativo», dijo María José Aguilar, prosecretaria de relaciones de la FEUH y parte de Podés, quien se encuentra en el proceso de abandonar su cargo porque, según relató, sus posturas no eran tomadas en cuenta y existe una gran problemática de violencia política y de género hacia las mujeres en espacios estudiantiles. Eso y las denuncias por violencia sexual. 

«Han denunciado violencia política, violencia de género, etcétera, etcétera. Sin embargo, yo voy a ser enfático en este punto, son diferencias ontológicas que uno tiene, a final de cuentas», respondió Luis Sandoval, presidente de la FEUH, quien negó que hayan acusaciones por acoso dentro de la Federación. Donde sí hay denuncias es dentro del Consejo Universitario.

Estudiante coloca un cartel de «Yo no quiero ser violada» en una pared de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. FotoCC/ Fernando Destephen.
Estudiante coloca un cartel de «Yo no quiero ser violada» en una pared de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. FotoCC/ Fernando Destephen.

El 31 de octubre, los 18 representantes estudiantiles de centros regionales y facultades de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras remitieron una solicitud de convocatoria al Consejo Universitario para discutir una solicitud para inhabilitar al concejal estudiantil Josué Daniel Alemán, quien fue acusado de intento de abuso sexual, violencia psicológica, violencia política y difamación contra una estudiante de la facultad que él representaba.

María José Aguilar señaló al comité ejecutivo de la FEUH por defender a Josué Alemán. Según relata, el caso de Alemán — miembro de GANE, partido que ocupa la presidencia de la FEUH — causó aún más división entre los estudiantes. «¿Cómo es posible que nosotros, como líderes estudiantiles, les estemos hablando de todas estas situaciones [denuncias por agresiones] y para lo que nos debemos pronunciar no lo hacemos, pero cuando se trata de andar en rueda de prensa, de andar tirando imagen, ahí sí», expresó María Aguilar.

Según contó la prosecretaria de relaciones, el Comité Ejecutivo de la FEUH apoyó a Josué Alemán «por falta de pruebas» en la denuncia por intento de abuso sexual. «Estamos en una sociedad donde existen este tipo de abusos a diario y una mujer no va a andar con una cámara en su cuerpo para estar grabando todo lo que sucede», manifestó.

Luis Sandoval aseguró que no es responsabilidad de la FEUH acusar a alguien luego de una denuncia y que eso es responsabilidad de los órganos competentes dentro de la UNAH y añadió que «la comisión está trabajando en ese proceso de investigación con acompañamiento y asesoría de organismos de derechos humano y acompañamiento psicológico con un equipo multidisciplinario que haga las evaluaciones correspondientes que les permitan a ellos dar una resolución clara firme y con base en pruebas concretas».

Esta respuesta no ha sido suficiente para las estudiantes que han abandonado los espacios estudiantiles o que han manifestado su inconformidad con la FEUH y la gestión de Luis Sandoval. «Yo decidí retirarme porque ya me estaban difamando demasiado, violentando demasiado y pues la fuerza a las cuales nos estamos enfrentando son demasiado fuertes», dijo la exsecretaria de la FEUH, Susan Dubón.

Por su parte, María José Aguilar añadió que en la FEUH «había una situación tan horrible de violencia política que realmente era tan notable que solo a las mujeres no se les daba el derecho de voz, el derecho de opinar, de proponer».

Un estudio del Instituto Nacional Demócrata (NDI) titulado «Violencia contra las mujeres en la política» encontró que, si bien la participación de las mujeres en espacios políticos de Honduras ha aumentado en los últimos años, «persisten importantes brechas en el goce y ejercicio pleno — en igualdad y sin ningún tipo de discriminación — de sus derechos políticos».

Desde el retorno a la semipresencialidad, decenas de estudiantes denunciaron un aumento en los casos de violencia sexual contra las alumnas dentro del espacio universitario. Como agresores se han señalado a guardias de seguridad, maestros, personal administrativo y también a otros estudiantes.

Según datos del Ministerio Público, en los últimos 10 años se han registrado 7,654 denuncias por delitos sexuales solo en el departamento de Francisco Morazán. La mayoría de estos casos continúan impunes.

Estudiante de la UNAH durante la toma del bulevar Juan Pablo II, frente al Consultorio Jurídico de la universidad. FotoCC/ Jorge Cabrera
Estudiante de la UNAH durante la toma del bulevar Juan Pablo II, frente al Consultorio Jurídico de la universidad. FotoCC/ Jorge Cabrera

UNAH avanza hacia posible crisis

De momento las autoridades han creado una comisión de diálogo para llegar a acuerdos entre los tres sectores que componen la universidad. El concejal Wilfredo Girón considera que es muy probable que los estudiantes se integren al diálogo, pero según las declaraciones del sector estudiantil no están dispuestos a ceder en sus demandas.

Durante la sesión del 12 de noviembre varios estudiantes fueron enfáticos en ello y apuntaron a que, de no buscar otra salida, se iba a generar un conflicto mayor, aunque el conflicto, que ha alcanzado la violencia, ya ha escalado considerablemente desde que empezó en junio.

Dentro de la sala de actos del CAC, mientras la intensidad de la protesta iba en aumento, Yunior Núnez, consejero estudiantil, se dirigió al pleno de autoridades. «Están propiciando una crisis que ni ustedes van a poder sostener. Nosotros sí. Sí el rector ya sabe, hasta mandó a los militares a que nos dispararan en la universidad. Nosotros sí sabemos gestionar una crisis. Y la vamos a asumir».

Honduras llegó a ser el país más violento del mundo en 2011 con una tasa de homicidios de 86,5 por cada cien mil habitantes. El tema de seguridad ha sido determinante para todos los gobiernos y de allí emanan múltiples acciones que determinan el éxito o el fracaso del mismo. A pesar de que los números de homicidios han bajado en los últimos doce años, en Honduras está la  certeza en la gente de que el país es violento y sus instituciones son incapaces de enfrentarlo. La Morgue Judicial, el lugar adonde llegan los cuerpos sin vida de las personas víctimas de esta violencia, nos muestra un país que no puede —ni siquiera— con sus muertos. 



Fotografias y Texto: Jorge Cabrera

 

Habitantes del Barrio Morazán de Tegucigalpa amanecieron el pasado 23 octubre 2022 rodeados de militares y policías por el hallazgo del cuerpo sin vida de una persona cubierta de sábanas en un predio baldío. «Anoche solo escuchamos gritos y por seguridad no salimos, solo se escuchó dos tiros (disparos), aquí lo mejor es no salir; entre menos veas, más vives», dijo Efrain Pérez, habitante de la zona que observaba el despliegue para el levantamiento de ese cuerpo que en las cifras terminó bajo la estadística de «muerte indeterminada».

Estas muertes indeterminadas también se traducen en un problema para la Morgue Judicial, muchos de estos cuerpos no son reclamados y las instalaciones de Medicina Legal no se dan abasto con los cuerpos que llegan víctimas de homicidios en Honduras. 

De los 18 departamentos y 298 municipios de Honduras, el Ministerio Público apenas cuenta con tres morgues, ubicadas en las ciudades de  San Pedro Sula, zona norte; La Ceiba, Caribe de Honduras, y Tegucigalpa, zona central. Las ciudades que más presentan homicidios. De igual forma, existen otras tres morgues móviles que se transportan donde se registran sucesos violentos.

Según la vocera de Medicina Forense, Issa Alvarado, es usual que cadáveres de personas asesinadas ingresen en calidad de desconocidos. Posteriormente se inicia  un proceso con la identificación científica de estos cuerpos ya sea por fotograma, autopsia o ADN, o se  solicita la presencia de un familiar para que lo reconozca. Esto último no siempre se logra. 

De acuerdo con cifras de la Policía Nacional, Honduras cerró el año 2021 con 3941 homicidios, que dieron una tasa de 42.36 por cada 100 mil habitantes. Hasta septiembre de 2022, las cifras oficiales registran 2,592 homicidios, 377 menos en comparación con nueve meses del año anterior, que cerró con un promedio diario de 10.8 muertes violentas y que, ahora, se ha reducido a 8.7 homicidios al día.

Los homicidios múltiples o masacres registraron un aumento de 2,5 % en los primeros seis meses de 2022 en comparación con el mismo periodo del año anterior; 9 de cada 10 víctimas de homicidios múltiples son hombres y 6 de cada 10 homicidios múltiples ocurrieron en el área urbana. Los jóvenes entre 18 y 30 años continúan siendo las principales víctimas de homicidio (41.4 % del total de víctimas). Las armas de fuego siguen siendo la principal arma usada en los homicidios en Honduras, su uso alcanza al 77.6 % y 68.3 % en hombres y mujeres respectivamente, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)

El 30 de agosto 2022, la presidenta Xiomara Castro publicó en redes sociales sus felicitaciones a la Policía Nacional por una supuesta reducción de la violencia en Honduras: «Quiero comenzar reconociendo algunos de los logros de la Policía Nacional y cambios que, paso a paso, darán resultados en la nueva estrategia de seguridad, después de 12 años en que se intentó desconocer sus esfuerzos, hay una evidente reducción en el número de homicidios en 190 municipios del país, llegando en algunos a cifra similar o menores a la tasa que se exige a nivel mundial y en 65 municipios tenemos cero homicidios»,  dijo la Presidenta Castro. Contrario a esto, la Policía Nacional brindó un informe de incidencia cero, que contradice lo divulgado por la presidenta, mencionando que son 62  los municipios con cero incidencia entre las fechas del 01 de enero al 15 de agosto del año en curso, tres menos de los que menciona en sus intervenciones en redes.

Mientras tanto, en la Morgue Judicial no se dan abasto. Gabachas desechables, guantes de látex y mascarillas quirúrgicas conforman el equipo de bioseguridad que usan los empleados de Medicina Forense para ingresar a los  congeladores de la morgue de Tegucigalpa y, de esa forma, realizar inventarios de cadáveres que pronto serán inhumados porque no fueron reclamados por familiares, porque no existe más espacio en el contenedor y porque no existe capacidad absoluta de refrigeración. 

En reiteradas ocasiones la morgue recibe reclamos por parte de familiares dolientes que se quejan por el mal olor que emana del edificio y, según algunos empleados, han recibido órdenes para entregar los «cuerpos frescos» (muertos del mismo día) en el menor tiempo posible, debido a que los equipos de refrigeración no son suficientes para la cantidad de cadáveres que llegan.

Las tareas se vuelven más complicadas cuando los cuerpos ingresan como no identificados en el contenedor, el único en funcionamiento, pues este no cuenta ni siquiera con iluminación, lo que dificulta el proceso para que los familiares reconozcan a sus parientes.

A pesar de las múltiples formas para identificar cuerpos, algunos familiares optan por dejarlos en el olvido por diversas razones: miedo, cuando la víctima pertenecía a maras o pandillas; o, también, por falta de ingresos económicos para realizar un entierro.

Actualmente la morgue se encuentra con un total de 42 cadáveres que  no han sido reclamados por sus familiares. «En diciembre tendremos otro entierro masivo porque tenemos que liberar el contenedor», menciona Alvarado, vocera de Medicina Forense de la capital.  

Buscando reducir el índice de cadáveres depositados en fosas comunes como desconocidos,  existen en Tegucigalpa iniciativas como los denominados «ataúdes del pueblo», implementada por primera ocasión por el exalcalde Nasry «Tito» Asfura, también conocido como «Papi a la Orden», quien ideó un programa que  todavía está siendo implementado por la Alcaldía de Tegucigalpa, presidida por Jorge Aldana, que regala ataúdes cuando la familia es de bajos recursos.

En el mes de abril 2022 se inhumaron 30 cadáveres;  en julio 2022, 40 cuerpos; y en octubre, 26 cadáveres. Estos 96 cadáveres nunca fueron reclamados por sus familiares, pese a los constantes llamados que se hicieron por los diferentes medios de comunicación, según reveló Issa Alvador, vocera de Medicina Forense.

En un principio, los entierros masivos eran efectuados en el cementerio del Divino Paraíso, lo cual despertaba enojo en la población y denuncias por parte de defensores de derechos humanos. Y es que en algunas ocasiones se enterraban cadáveres sobre cadáveres.

Medicina Forense está realizando entre tres a cinco inhumaciones anualmente, según datos de ellos mismos, lo cual demuestra lo saturada que se encuentra la Morgue Judicial.

Miembros de medicina forense depositaban los cuerpos en fosas comunes en el cementerio del Divino Paraíso. Foto CC/Jorge Cabrera
Miembros de medicina forense depositaban los cuerpos en fosas comunes en el cementerio del Divino Paraíso. Foto CC/Jorge Cabrera

Según un registro de Medicina Forense, en el 2015 se inhumaron 112 cuerpos; en el 2016, 117 cuerpos;  en el 2017, 61 cuerpos; en el 2018, 79 cuerpos; en el 2019, 111 cuerpos; en el 2020, 112 cuerpos; en el 2021, 149 cuerpos; y en lo que va del año 2022 van 96 inhumaciones con tan solo tres entierros masivos. 

«La ley sanitaria establece que estos cuerpos solo pueden permanecer de 1 a 2 semanas. Pero Medicina Forense ha visto bien tenerlos hasta tres o cuatro meses en los cuartos fríos, haciendo un compás de espera para que los familiares vengan, al no venir pues entonces el Ministerio Público está en la obligación de realizar estos entierros en coordinación con la Alcaldía», mencionó Alvarado.

En 2017, a través de la Cruz Roja Internacional, la Alcaldía Municipal y el Ministerio Público, dieron inicio a los entierros en nichos en un cementerio municipal «Jardín de los Ángeles», ubicado en el kilómetro 14 de la carretera a Olancho, lo cual suponía tener un mejor manejo de los cadáveres sin reclamar. 

La edificación de concreto tiene un espacio de 200 nichos que albergan dos cadáveres por espacio. Se encuentran ubicados en dos amplios muros, a diferencia de las tumbas que se encuentran en el suelo.

Luego, en 2020, el mismo cementerio comenzó a recibir cadáveres por muertes COVID-19 por instrucciones del entonces alcalde, Tito Asfura, cavando 20 tumbas, no permitiendo realizarles autopsias y prohibiendo los velatorios.

Una única placa con la leyenda «Recuerdo de toda la Familia» se observa en uno de los nichos llenos de cadáveres sin reclamar en el cementerio municipal Jardín de los Ángeles, ubicado en el kilómetro 14 de la carretera a Olancho. Foto CC/Jorge Cabrera
Una única placa con la leyenda «Recuerdo de toda la Familia» se observa en uno de los nichos llenos de cadáveres sin reclamar en el cementerio municipal Jardín de los Ángeles, ubicado en el kilómetro 14 de la carretera a Olancho. Foto CC/Jorge Cabrera

Los nichos para entierros dignos ya se encuentran totalmente llenos, por lo que la Alcaldía dispuso volver a abrir fosas comunes, pero esta vez colocando dos cuerpos por hoyo y en ataúdes, ya que nunca se llevó a cabo la segunda etapa de la construcción de los nichos.

Durante el tercer entierro masivo de octubre 2022, Medicina Forense se le presentó un cambio de cementerio, pese que se esperaban continuar en Jardín de los Ángeles, esta vez fue el retorno al cementerio Divino Paraíso, un terreno muy rocoso y de difícil acceso para cargar los cuerpos pesados de los cadáveres no reclamados.

«Utilizamos dos retroexcavadoras porque este cementerio no es fácil, son muchas rocas las que hay que romper para poder abrir un hoyo e hicimos 13 hoyos en 5 días, ¿se puede imaginar lo difícil que es?, además que aquí hay otros muertos que anteriormente fueron enterrados y nos da miedo traernos los huesos de esas personas», mencionó Pedro Bustillo, encargado de la retroexcavadora.

Desde hace unos años, la Morgue del Hospital Escuela también dio paso a entierros masivos de cuerpos que se le iban acumulando en los refrigeradores, ya que las familias solo los iban a dejar y ahí morían. 

«Tenemos una capacidad limitada de solo 18 cadáveres en el cuarto frío del Hospital Escuela, pero con cinco cuerpos que llevan una semana sin reclamar, se busca con la Alcaldía poder enterrarlos, porque las familias solo dejan a los pacientes y se van, luego nos toca realizar búsquedas y nos tenemos que apoyar con Medicina Forense para identificar los cadáveres porque ni eso saben dejar, los nombres de sus pariente enfermos», dijo Shamir Valdivia, jefe de Morgue del Hospital Escuela.

Texto: Luis Lezama

No tengo recuerdos de mi abuelo, de Marco Tulio. O sí, pero es uno solo, pues se murió antes de que yo pudiera cumplir cinco años. Es un recuerdo muy pequeño, como un punto en el cielo, y tal vez artificial, inventado, apócrifo, como esas nubes a las que les vemos formas. Pero, a pesar de eso, no tengo dudas de que sin ser real es verdadero en el sentido en que yo entiendo esa palabra: lo verdadero no como lo que sucede, sino como aquello que —aún siendo mentira— nos constituye de formas más intensas que los acontecimientos que sí sucedieron. Este es, pues, un recuerdo verdadero. 

Empieza con mi papá, en el carro, estacionados frente a la casa de mis abuelos, doña Lesbia y Marco Tulio, como él los llamaba. Mi papá se baja, me deja solo en el carro mientras él va por Marco Tulio. Digo «va» porque Marco Tulio, para esos días, ya no caminaba —había perdido ambas piernas por una avanzada diabetes— y mi papá lo tenía que bajar junto con la silla de ruedas por unas pequeñas gradas que daban de su casa a la calle. El recuerdo sigue con mi papá subiendo a Marco Tulio del lado del pasajero, sentándolo, cerrándole la puerta. Después volteo hacia afuera y veo que mi papá dobla la silla, la sube al maletero y vuelve a entrar a la casa para despedirse de mi abuela.

Entonces estamos solos. Marco Tulio y yo, yo y Marco Tulio. Él se da cuenta de que yo estoy ahí, atrás, quizá con una gorra que me queda muy grande y una camisa de Batman que me queda muy larga y con la que salgo en casi todas mis fotos de niño.

–Ajá vo, aquí estás –dice, tratando de verme mientras yo me escondo detrás de su respaldar. El «vo» es la forma más personal de hablar del hondureño. No es un «vos», es un «vo», sin la «ese». Y es la forma en la que uno le habla a las personas con las que más confianza tiene, es la forma de hablarle a un amigo: «¿Qué hacés vo?». Así que cuando lo escucho, me acerco por en medio de los dos asientos y, desde ahí, en medio de los dos asientos, veo de cerca a Marco Tulio, y veo, sobre todo, que no tiene piernas. Mi reacción inmediata e instintiva es hacerme para atrás, regresarme a mi escondite detrás del asiento.

–¿Qué pasa vo? –me pregunta Marco Tulio.

Yo no le respondo. 

Mi papá se sube al carro. No escucho lo que se dicen, pero justo antes de arrancar, Marco Tulio dice:

–Este me tiene miedo vo. 

Después se ríe. 

Eso es todo. Ese es mi recuerdo. Se lo conté un par de veces a mi papá, pero nunca pudo decirme con certeza si ocurrió así, aunque admitió que Marco Tulio era así de directo como yo lo recuerdo y trataba de «vo» a las personas tuvieran la edad que tuvieran, fueran mayores o menores que él, fuera el cartero o el presidente. Por esa misma razón, mi papá lo trataba de vos y yo siempre traté de vos a mis papás.

Lo que no heredé fue esa honda ternura que tenía mi papá con él, que era llamarlo Marco Tulio en vez de papá, viejo, o pa. Desde niño y hasta después que murió le llamó Marco Tulio.

–Marco Tulio, dame permiso para…

–Marco Tulio, ayudame con…

–Marco Tulio, qué opinás de…

–Marco Tulio decía que…

–Cómo extraño a Marco Tulio…

La razón, me contó mi papá, es que Marco Tulio una vez se quejó de que la gente le decía Marcos o Marco y nunca Marco Tulio, y él le gustaba mucho su nombre completo. Fue entonces que a mi papá se le ocurrió sellar su amistad con él para siempre:

–Yo te voy a decir Marco Tulio.

Y así quedó pactado. Lejos de ser una falta de respeto, era la complicidad entre un padre y su hijo. En Honduras, y en casi toda América Latina, los padres suelen imponer un trato distante y de falso respeto para con los hijos. Se le dice padre, madre, papá, mamá; se trata de usted, nunca de vos. Mi papá decía, recuerdo, que no había nada más hermoso para cada ser humano que escuchar su nombre. Insistía en que a un mesero le cambiaba la cara cuando uno lo llamaba por su nombre, y no como «mesero». Y su forma de llamarle «Marco Tulio» a su papá en cualquier situación y frente a cualquiera siempre me pareció uno de los actos de cariño, de confianza y de amistad más insondables que jamás vi. 

Traigo a colación este recuerdo porque el 1 de diciembre de cada año se celebra el Día del Locutor Hondureño, y Marco Tulio Lezama, mi abuelo, fue locutor y periodista. Uno de los primeros en Honduras, pionero de la radio y la televisión. En Wikipedia, en el apartado de Historia de la televisión en Honduras, se lee: «Se debe agregar a los pioneros de estas transmisiones en béisbol, fútbol y baloncesto, Miguel Izaquirre, Raúl Agüero Neda, Mario López Urquía, Carlos Young Torres, Marco Tulio Lezama […]». También se pueden encontrar referencias de su lugar en la historia radial de Honduras como director de Radio Satélite, comentarista y narrador deportivo, y locutor en Emisoras Unidas.

Mi papá decía que una de las grandes ventajas de su vida fue tener a Marco Tulio como papá, pues en aquellos tiempos el acceso a los discos «Elepé» (Longplay) era escaso, y tener a Marco Tulio le supuso hacerse con las primicias musicales que a fines de los años setenta lo volvieron un invitado fijo a todas las fiestas que se hacían en su barrio, la Miraflores. 

–No me invitaban a mí, invitaban a Rumours de Fleetwood Mac –admitía, recordando una época de pantalones acampanados, camisas abiertas y afros. 

Marco Tulio, sobra decirlo, jamás fue a una escuela de periodismo. En aquel entonces ejercer el periodismo era una especie de apostolado. Uno se iniciaba por convicción y vocación, muchas veces sin saber con lo que ahí se encontraría. El primer escalón era «jalar cables», después con suerte uno llevaba las anotaciones, hacía los mandados, y así hasta algún día estar frente al ansiado público, frente al micrófono. Cada periodista llegaba a conocer desde lo más básico el proceso y, por ende, podía «hacerlas de todo». Mi papá, por ejemplo, solía contarme de la primera vez que vio a un jovencísimo Salvador Nasralla, recién llegado de Chile, pidiéndole a Marco Tulio consejos para narrar y poder entrar en la esfera del periodismo deportivo. Mi papá dice que una vez, después de una plática que presenció entre ambos, Marco Tulio le dijo:

–Este va a llegar lejos… –refiriéndose al hoy vicepresidente de Honduras.

No se equivocó en cuanto a lo periodístico, Salvador tiene los dos programas televisivos más vistos en la historia de Honduras: 5 Deportivo y XO Da Dinero. ¿Qué habrá visto? Es un misterio, me hubiera gustado preguntárselo. Tal vez vio en el hambre, el ímpetu o la pasión que todavía lo caracteriza y que, muchas veces, raya en lo histriónico. O tal vez vio que el tiempo, su tiempo, se terminaba.

Además de los discos, mi papá decía que le gustaba acompañar a Marco Tulio a la cabina. Nunca me lo dijo, pero yo supongo que en esa cabina mi papá habrá pasado las horas más felices de su vida. De alguna manera, pienso, nunca salió de la cabina. Cualquiera que haya conocido a mi papá, sabe lo fanático que era de la música. La escuchaba desde que se despertaba y hasta minutos antes de irse a dormir. También, como los grandes locutores, no tenía un gusto fijo por ningún género: escuchaba de todo, como decía él. Y tenía una muy seria afición a crear listas musicales. Su lista de Navidad la preparaba desde octubre. Cuando le preguntaba por qué cocinaba tan bien, me respondía que por la música que ponía para cocinar. A veces llegábamos a la casa a mitad de una canción, ya estacionados, y él no se bajaba del carro hasta que la canción se terminara. Como si no quisiera, inconscientemente, salirse de la cabina de Marco Tulio. 

Como les dije, no tengo más que un recuerdo de Marco Tulio, pero mi papá se encargó de reconstruirlo para mí durante años. Así supe que Marco Tulio era un habilidoso y estudioso jugador de ajedrez, capaz de ganarle a un campeón centroamericano de ajedrez que mi papá le llevó a la casa una vez solo para asegurarse de que Marco Tulio era, como él creía, uno de los mejores jugadores de ajedrez en Honduras. Todavía guardo una serie de libros que él me heredó: Finales artísticos, Ataque y defensa en el ajedrez, Aperturas semiabiertas, Teoría moderna del ajedrez, entre otros. Todos subrayados y llenos de anotaciones. Mi papá decía que Marco Tulio incluso llegó a jugar ajedrez a través de correspondencia, esperando semanas a que su oponente —en España, Costa Rica, Panamá— le contestara con su siguiente movimiento, ¿se puede amar más un deporte? Uno de mis tesoros en esta vida es un modesto juego de ajedrez con muchas fichas quebradas y vueltas a pegar, en el que aprendí a jugar ajedrez junto con mi papá y mi hermana, y que era posesión de Marco Tulio. Cuando me preguntan qué salvaría de mi casa si estuviera en llamas, siempre digo: «El ajedrez de Marco Tulio». Y lo digo porque creo que es otra manera de decir lo mismo que Jean Cocteau cuando le preguntaron qué salvaría de su casa si se incendiara: «Salvaría el fuego», respondió Jean Cocteau.

Marco Tulio, además de locutor, era un aficionado de las estadísticas. Llevaba rigurosamente anotados a mano todos los hits, fouls, jonrones, amonestaciones, etcétera, de la liga de béisbol hondureña. Los jugadores lo buscaban al final de los campeonatos para saber qué tan bien o mal lo habían hecho. Nadie nunca le pidió que lo hiciera; era, como dije, una misión que había asumido. Una de mis gratas sorpresas, antes de sentarme a escribir esto, fue toparme con el siguiente comentario en internet en una foto que alguien comentaba sobre Marco Tulio. Decía: «Cómo no recordar a don Marco Tulio, la maquinita de las estadísticas y la voz de las transmisiones radiales de béisbol». El mensaje lo firmaba alguien que se hace llamar en Facebook como «Mi pasión por el béisbol». Claro.

fotos crónica Luis Lezama radio

Nunca en su vida le gustó beber, pero le encantaban los borrachos. Decía mi papá que una sola vez había tomado dos cervezas y se había puesto tan mal que se dio cuenta que aquello no era lo suyo. A pesar de ello, se la pasaba siempre en borracheras. Le gustaba escuchar los chistes, las anécdotas y ver a sus amigos llegar a ese estado en el que después se desconocían. 

En Radio Satélite era famoso por su servicio social, que consistía en recibir llamadas de personas en búsqueda de empleo, en búsqueda de alguien, anunciando un fallecimiento, o simplemente dejando una razón por muy disparatada que fuera: «Se le comunica a Julián que me espere en la entrada con una bestia con montura en las huellas y lista para ser cargada», por ejemplo. Radio Satélite sigue manteniendo ese servicio hasta hoy, y ahora postea los mensajes en su Facebook. 

En internet me encontré con una emocionante bitácora que alguien hizo de los tiempos aquellos de la radio, y donde describe así a mi abuelo: «Marco Tulio Lezama: director de la Satélite, todo un espectáculo en la realización del servicio social. Aún hoy recuerdo que atendía las llamadas al aire, mientras se oía el sonido de las teclas de la máquina de escribir Olympia: todo un director». 

La Olympia era una máquina de escribir que Marco Tulio usaba para redactar más rápido los mensajes que la gente le daba por teléfono. Mi papá dice que escribía en ella usando solo los dos dedos índices, a una velocidad increíble, como si fueran dos pistones. Una vez le preguntó por qué lo hacía, y Marco Tulio le contestó: «Es más rápido, hijo, pero además queda más clara la información para los demás que vengan después a la cabina». Siempre pensando en los otros, decía mi papá. Muchos años después, en 2015, con mi papá nos inscribimos en un curso de mecanografía y compramos una máquina de escribir. Escogimos una Olympia para honrarlo.

Por mi papá, por sus historias, supe muchas cosas más de Marco Tulio: que tenía un carro con los cambios al revés, en el que la primera era el retroceso y el retroceso era la primera; que después de leer un cuento de Edgar Allan Poe, donde alguien era enterrado aún con vida, temió correr la misma suerte; que era un aficionado de las palabras y que redactó en secreto un diccionario de «palabras raras» (por ese diccionario conozco la palabra «uebos», que significa necesidad); también supe que era un fiel creyente de que algún día iba a ganarse la lotería, llegando al punto de hacer planes detallados con lo que haría con ese dinero —en mi familia es famosa la vez que llevó a mi papá a una concesionaria de carros, lo hizo escoger uno, lo hizo probarlo, preguntó al vendedor el precio, pidió rebaja, y finalmente le dijo a mi papá «el domingo que viene, que me gano la lotería, te lo compro»—. También tenía un radio en el que sintonizaba emisoras de todo el mundo, donde solía escuchar a la BBC de Londres todas las semanas para poder sincronizar todos los relojes de su casa junto con las doce tenebrosas campanadas del Big Ben. Mi papá dice que se sentaba a la mesa, con todos los relojes, y los iba sincronizando uno por uno. 

Son muchas más historias, pero quiero detenerme en esto de los relojes. Porque Marco Tulio, a pesar de llevar más de veinte años muerto, sigue siendo un protagonista de la radio hondureña. Su voz sigue escuchándose a diario, quién sabe en cuántos hogares y por cuántas personas, pues Radio Satélite sigue reproduciendo una grabación que Marco Tulio hizo en los sesenta. Después de un «cucu, cucu» emulando un reloj, se escucha su voz, la de Marco Tulio, diciendo: Aquí, la hora Satééélite, después, en varios momentos del día, se da la hora exacta. 

En un principio, aquello era parte del servicio social que se daba entonces: dar la hora, una información que la gente de antaño agradecía por ser la hora de Radio Satélite la más constante y precisa. Muchos conocidos me han contado que ellos dormían con su radio puesto en Radio Satélite para escuchar la hora en la mañana y poder salir a tiempo. 

El anuncio ha sido básicamente lo único que no ha cambiado de la radio desde su fundación. En un video del año pasado, celebrando el 61 aniversario de la radio, un periodista de Hoy Mismo le pregunta a su director por qué no lo han cambiado después de tantos años.

–Ha sido parte de la identidad, del sello de la radio –dice Tony Cruz, el actual director –: el efecto de la hora en la voz de Marco Tulio Lezama.

Marco Tulio falleció en mayo de 1998. Siempre dijo —en aquellas borracheras entre locutores que se bebían las cervezas por él— que cuando se muriera se iba a llevar con él «a un grande». Decía que para que pudieran platicar en el más allá, valga la redundancia, más a gusto, como si fuera el invitado más esperado y especial para su programa radial. 

Para cualquier locutor de radio de los años sesenta y los setenta no había una voz más nítida, no había otro cantante que hubiera aprovechado tan bien las ondas radiales como Frank Sinatra. Menos de veinticuatro horas después de morir Marco Tulio, en Los Ángeles, California, murió Sinatra. Ambos el 14 de mayo. 

A mi papá se lo dijeron en el velorio, y aquello lo dejó pasmado.

–Ese Marco Tulio era… y es jodido –dijo.

Antes de morir, dejó un solo pedido: quería que alguien se asegurara de que estaba bien muerto, porque no quería que, como en aquel sombrío cuento de Poe, lo enterraran vivo. Pero solo dijo que no quería que lo enterraran vivo, nunca dijo que quería dejar de ser locutor y periodista. Tal vez por eso, veinte años después, lo sigue siendo, dando la información más veraz y necesaria que en su vida, y ya después de ella, podía dar: la hora, la simple hora. Precisión, brevedad, certeza en un país carente de ella, y darle a la gente un servicio. Cuatro valores que a muchos periodistas tanto les cuesta.

En esto pensé y pienso cada Día del Locutor o Día del Periodista en Honduras. Pienso en mi abuelo, un loco buenagente, que a su manera (his way) encontró la forma de seguir siendo locutor después de muerto. 

¿No me creen? Esta mañana, me dijeron, lo escucharon como desde hace más de sesenta años, diciendo:

Aquí, la hora Satéééliteeee.



Desde el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) se estima que el Gobierno está sobreestimando la proyección de tributos que recaudará en el 2023. La ministra de Finanzas, Rixi Moncada, respondió que Honduras acudirá a contratar más deuda para financiar el presupuesto.

 

Texto: Allan Bu

Fotografía: Fernando Destephen

 

El 24 de febrero de 2022, la recién nombrada ministra de Finanzas, Rixi Moncada, compareció en Casa Presidencial haciendo un anuncio para los hondureños: el país recibido de la administración anterior estaba en bancarrota y en las arcas del Estado apenas había 800 millones de lempiras. 

La abogada Moncada,  tras dejar su posición en el Consejo Nacional Electoral (CNE) para asumir la titularidad de la Secretaría de Finanzas (Sefin), agregó que el presupuesto aprobado en diciembre por la administración de Juan Orlando Hernández tenía en sus orígenes «cifras manipuladas y preceptos de corrupción» y que, además, fue aprobado con «la institucionalidad desplomada y hundida». 

«El presupuesto es falso y una fuente de corrupción», dijo Moncada con mirada firme e indignada. Unas semanas después, ese presupuesto «falso» que alcanzaba los 308,000 millones de lempiras, fue reestructurado y, en lugar de reducirse, aumentó en 50,000 millones de lempiras, una medida que contrastó con la declaración de quiebra. 

Durante los meses de octubre y noviembre del 2022, el Congreso Nacional(CN) a través de la Comisión de Presupuesto, se ha reunido con los ministros para desglosar en qué se invertirán los fondos asignados a sus carteras. La discusión y aprobación del Presupuesto General de la República para el año 2023 debe hacerse en la primera quincena de diciembre.

Dos personas caminan en el parque La Merced frente al Congreso Nacional de Honduras. Foto CC/Fernando Destephen.
Dos personas caminan en el parque La Merced frente al Congreso Nacional de Honduras. Foto CC/Fernando Destephen.

Luis Redondo, presidente del CN, manifestó a través de un tuit que están preparados para aprobar en diciembre «el primer presupuesto con perspectiva de género en el Congreso del Pueblo, un presupuesto que sin duda será apoyado por todas las mujeres de este poder del Estado».  Por su parte la congresista por Cortés, Scherly Arriaga, escribió que el 24 de mayo se había lanzado la Unidad Técnica de Género, «que será la encargada de aplicar perspectiva de género en todas las iniciativas de ley presentadas en el Congreso».  La perspectiva de género hace alusión a una herramienta conceptual que busca demostrar que las diferencias entre mujeres y hombres se dan no solamente por una condición biológica sino que también es una construcción social de roles asignados al nacer los humanos.  

Pues en este proceso hay muchas perspectivas por analizar y cuestionar. Una de estas situaciones está relacionada con el contexto internacional. A pesar de que a las puertas hay una recesión económica mundial, eso no impidió que en el proyecto de presupuesto del próximo año se contemple un incremento de 32,000 millones de lempiras. 

El último presupuesto aprobado por el Gobierno pasado fue de 308,000 millones de lempiras (12,469 millones de dólares). La administración Castro pretende que en el 2023 Honduras tenga un flujo presupuestario de 392,000 millones de lempiras(15,879 millones de dólares).

En una conferencia de más o menos una hora, los economistas del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep),  Santiago Herrera, Obed García y Alejandro Kafati, expusieron sus dudas respecto a cómo una economía como la nuestra, en un contexto de recesión económica, puede producir los suficientes recursos para financiar un presupuesto tan elevado.  

«La economía mundial entra casi en un proceso de recesión. Estados Unidos, que es nuestro principal socio comercial, crecerá apenas un 1 % el próximo año, la economía hondureña es pequeña, abierta y vulnerable a lo externo y no podemos presumir que  vamos a crecer más que nuestros principales socios comerciales. No podemos prever eso», afirmó Santiago Herrera, gerente de Política Económica del Cohep. 

 

En el Presupuesto General de la República para el próximo año, Educación se mantiene como la cartera con mayor presupuesto, recibirá 38, 109  millones de lempiras, con un aumento de 4,556 millones de lempiras. De los fondos asignados,  29,743 millones de lempiras se destinarán al pago de salarios. 

En el presupuesto detallado de la Secretaría de Educación que publicó la web de la Sefin no aparece orientado a la reparación y mejoramientos de centros escolares, que según información oficial son más de 14,000 los que se encuentran en mal estado. Hay una partida llamada construcciones con más de 37 millones de lempiras en las que no se menciona que esté destinada a edificios escolares. En el ítem de transferencias y donaciones hay contemplados 6,700 millones de lempiras, tampoco se especifica si algunos de estos fondos se destinarán a reconstruir escuelas. 

La segunda secretaría con más presupuesto es Salud con 26,638 millones de lempiras, lo que significa que tendrá disponible 4,387 millones de lempiras más en relación con el actual presupuesto. El ministerio de Salud, dirigido por el doctor José Manuel Matheu, ha sido uno de los más conflictivos en este primer año de Gobierno. Pacientes han denunciado desabastecimiento de medicinas en los hospitales y los empleados de diferentes centros asistenciales denuncian atrasos en sus pagos hasta por cinco meses. Una de las promesas del ministro Matheu es construir cinco hospitales más al finalizar el Gobierno. Actualmente Honduras cuenta con 29 hospitales, el último que se construyó fue en San Lorenzo, Valle, en 1993.

La Secretaría de Seguridad ha recibido un presupuesto de 9,202 millones de lempiras, presentando un incremento de fondos de 2,348 millones de lempiras con respecto al 2022. La seguridad es un tema crucial. Este año, la amenazas extorsivas en las principales ciudades del país han crecido pese a que agentes de la Policía Nacional confirman que la Mara MS-13 ha dejado de cobrar extorsión a la mayoría de negocios en sus territorios controlados. 

El presupuesto planteado para la Secretaría de Defensa es mayor al previsto para Seguridad. En los tiempos de campaña, cuando el Partido Libertad y Refundación buscaba el poder, en Honduras se hablaba de desmilitarización ante los abusos de los militares durante las manifestaciones. Y ahora, aunque no se ven tantos militares confrontando a la gente como años anteriores, el presupuesto sigue siendo robusto. En el 2023 será un poco más de 10,662 millones de lempiras, el incremento para esta secretaría es de 1,326 millones de lempiras. 

El diputado Hugo Noé Pino, integrante de la Comisión de Presupuesto, fue interpelado por la prensa en el Congreso Nacional sobre este aumento para  Defensa y respondió escuetamente que se comprarán «dos helicópteros más para las Fuerzas Armadas», que según el parlamentario servirán para apoyo al ambiente y ayuda en caso de desastres naturales. El ministro de Defensa, José Manuel Zelaya, manifestó que el plan es comprar seis helicópteros, pero para el próximo año solo están contemplados dos. Es contradictorio, si se habla de prioridades, porque hay otras áreas como Educación que, según cifras oficiales, cuenta con más de 14,000 escuelas con la infraestructura dañada. 

Médicos protestan en las afueras de Casa Presidencial exigiendo incrementos en el presupuesto de salud para mejorar el servicio de salud en general. Foto CC/Fernando Destephen
Médicos protestan en las afueras de Casa Presidencial exigiendo incrementos en el presupuesto de salud para mejorar el servicio de salud en general. Foto CC/Fernando Destephen

El economista Rafael Delgado manifestó que le parece una contradicción «que en este momento se estén asignando altas sumas de dinero a cuestiones que no representan una prioridad para los sectores más vulnerables, con los que supuestamente el Gobierno se ha comprometido».

El presidente de la Comisión de Presupuesto del CN es Carlos Zelaya, quien declaró en entrevista para Radio América que los helicópteros son necesarios para cumplir el nuevo rol de las Fuerzas Armadas. «La Fuerza Aérea Hondureña está bastante debilitada y ahora con las nuevas funciones que tienen las Fuerzas Armadas es necesario fortalecerla;  comprando estos helicópteros se va a potenciar porque no solo sirven para la guerra, también para atender desastres u otras necesidades», dijo.

Zelaya mencionó con cierto agrado el aumento que recibió el ministerio de Defensa en su presupuesto: «Bajo las instrucciones de nuestra presidenta, estamos seguros que se hizo una presentación transparente y honesta, donde no se escondió ninguna información. Me gustó que hayan apoyado al ministro (de Defensa) en las diferentes ramas que tienen las Fuerzas Armadas», destacó. 

Ese ministro de Defensa al que se refiere el diputado Carlos Zelaya es su hijo, José Manuel Zelaya Rosales. 

Sobrestimación de ingresos

El  economista y catedrático universitario, Julio Raudales, coincide que para la economía mundial se avecina una recesión. Hace unas semanas le dijo a Contracorriente que Honduras, al ser una economía pequeña y abierta, depende mucho de los «vaivenes internacionales», especialmente de la actividad económica en Estados Unidos, nuestro principal socio comercial. «Si la economía en el mundo está bien, aquí estamos bien, si va mal, nosotros estamos mal», concluyó Raudales.  

Las proyecciones de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) indican que la economía mundial está cercana una recesión, mientras que la Comisión Económica para América Latina (Cepal) considera que ya hay una recesión y que en el 2023 puede empeorar. 

El Cohep estima que el contexto económico mundial ha sido afectado por  el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, por el aumentó de los precios de combustible y por el alto costo de los fletes marítimos; eso, señala el Cohep, no permitirá a la economía hondureña generar en impuestos los 144,000 millones de lempiras que según el Gobierno se recaudarán en el 2023.

Rafael Delgado, economista y director adjunto de la Universidad Tecnológica Centroamericana (Unitec), manifestó que el presupuesto es un instrumento que se viene trabajando desde meses atrás, pero estima que los socios comerciales de Honduras o tienen un crecimiento cero o incluso negativo y «eso obliga a hacer una revisión de la proyección que se hizo a mitad de año sobre los ingresos tributarios, porque si no estaríamos construyendo un presupuesto sobre bases muy endebles. La duda está justificada», afirmó.

La ministra de Sefin, Rixi Moncada, en aquel  discurso que brindó en febrero del 2022 cuando dijo que Honduras era un Estado en quiebra, ya adelantaba que Honduras tendría que endeudarse con unos 2,500 millones de dólares para poder salir adelante. Y el pasado 16 de noviembre reiteró ante  medios de comunicación que el «Presupuesto General de la República para el ejercicio fiscal de 2023 será financiado con deuda». Al comienzo de este mandato, según cifras oficiales, los compromisos de Honduras alcanzaban los 15,500 millones de dólares.  

En agosto del 2022, el Congreso Nacional aprobó un préstamo con el Banco Central de Honduras por 1,000 millones de dólares, con un interés del 1.9 y con un plazo de 30 años para pagar. Desde la administración también se ha manifestado que contratarán deuda en condiciones blandas con entes como el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y no utilizarán los bonos soberanos que tienen los altos intereses del mercado. 

De hecho, el pasado 24 de noviembre, el Congreso Nacional informó a través de Twitter que se aprobaron 23 contratos de la ENEE orientados a servicios de consultoría individual y técnica, suministro de bienes, auditorías y construcción de proyectos, todo esto con fondos provenientes de diferentes préstamos entre el Estado de Honduras y el BID. «Finalizando esta extensa jornada, aprobando iniciativas al servicio de la población», manifestó el diputado Carlos Zelaya en redes sociales. 

El Gobierno encabezado por Xiomara Castro no ha mostrado señales de austeridad, al menos en la práctica. Aunque la ministra Moncada dijo que nadie debía ganar más que la presidenta, se sigue aumentando la burocracia estatal atendiendo el clientelismo político y se continuará endeudando al país.  

Por ejemplo, en Casa Presidencial hay tres asesores presidenciales que ganan más de 80,000 lempiras mensuales. Además, hay otros cargos como enlace municipal de Casa Presidencial, Comisionado contra las ZEDE y Comisionado de Reforestación y Medio Ambientes, creados en este Gobierno. Hay funcionarios con altos salarios como el gerente de Banco Hondureño de la Producción y Vivienda (Banhprovi), Edwin Araque, cuyo salario asciende a 341,768.67 lempiras, siendo el funcionario mejor pagado,  mientras que los comisionados de la Comisión de Bancos y Seguros devengan arriba de 230,000 lempiras.

El 16 de noviembre,  Moncada declaró que están enfrentando la crisis fiscal y financiera de manera responsable y equilibrada, y añadió que están respondiendo poco a poco a la gente y a las empresas que están haciendo reclamos.  La ministra adelantó que buscarán financiamiento en las mejores condiciones.   

Según el Servicio de Administración de Rentas (SAR), Honduras deja de percibir por exoneraciones 42,000 millones de lempiras, que sería la tasa más alta de exoneraciones en América Latina. 

«Nosotros lo estamos haciendo con la banca multilateral que tiene unas altas condiciones de concesionalidad y la población se dará cuenta si es o no correcto que nosotros continuemos adelante con esta estructuración», dijo Moncada, y agregó que hay «proyectos (en el Congreso) todavía pendientes de debate como el tema de las exoneraciones y exenciones fiscales, porque lo que por un lado tenemos que salir a prestar, por otro lo estamos otorgando a través de exoneraciones», dijo Moncada.  

Ese fue un mensaje claro de la ministra Moncada a las empresas que reciben alguna exoneración del Gobierno. A juicio de economistas entrevistados por Contracorriente, en el país hay incertidumbre con respecto al devenir de la economía por algunas decisiones que podrían ahuyentar la inversión.  El país ya está en una tendencia de perder empleos: en el norte del país ya han cerrado cuatro maquilas y se han perdido alrededor de 15,000 empleos de acuerdo con la Red de Sindicatos de la Maquila.

Santiago Herrera del Cohep, manifestó que la situación económica de Honduras y la inminente recesión mundial que se avecina podrían impedir que el Gobierno hondureño salga a colocar bonos de deuda externa porque el costo de la deuda, según él, «es muy alto y el país no tiene posibilidades de pagar deuda en las actuales condiciones»,  consideró. El economista condenó que en el caso de la deuda adquirida con el Banco Central de Honduras (BCH) fue para pagar otra deuda: «Es como si usted saca un préstamo para pagar su tarjeta de crédito». 

Para Rafael Delgado, el Gobierno debe replantearse la idea de contratar más deuda y no continuar con el mismo curso de endeudamiento de las administraciones pasadas, porque ya la partida más alta del presupuesto está destinada al servicio de la deuda (unos 50,000 millones de lempiras):  «No podemos seguir endeudandonos más. Hay un riesgo muy importante que considerar».

Delgado también recordó que en el comienzo de este Gobierno se habló de una serie de medidas que iban a contribuir a reducir el gasto fiscal, una de ellas fue la eliminación una serie de oficinas e instancias creadas en el mandato de Juan Orlando, no obstante, con el cierre de algunos entes empezaron a nacer otros: «Creo que el Gobierno no ha tenido la capacidad ni el interés real de meterle el diente a esos problemas, porque hay otros problemas adicionales que podrían surgir y, en efecto, cada vez que se amenaza a la burocracia con despidos hay paros, los mismos activistas se levantan», señaló.

Fachada del edificio del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) Foto CC/Fernando Destephen.
Fachada del edificio del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) Foto CC/Fernando Destephen.

El economista Claudio Salgado expresó que la crisis fiscal heredada, minimizada por algunos, no deja otra opción al Gobierno que endeudarse para financiar el presupuesto.  Agregó que a pesar de toda la propaganda realizada en los gobiernos de Juan Orlando Hernández, jactándose de una política fiscal sana, lo cierto es que se heredaron varias «bombas fiscales», siendo una de ellas la deuda que tiene la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) —de  75,000 millones de lempiras—. Los compromisos de la estatal eléctrica forman parte de la deuda de Honduras.  Desde el 2009, Honduras pasó de 3,500 millones de dólares a casi 16,000 millones de dólares de deuda el año pasado. «¿Qué hizo todo ese endeudamiento?», preguntó.

Salgado destacó que ha observado en el Gobierno la intención de conseguir deuda a bajos intereses y a largo plazo: «Este Gobierno está empecinado en que las condiciones financieras sean muy suaves, el plazo será a 30 años y se ha dicho que este va a dedicarse a la inversión pública, porque si se va a buscar endeudamiento para cubrir gasto corriente eso no sirve», dijo. 

Salgado mencionó que en la Constitución de la República el Presupuesto General tiene varias «ataduras», entre los que enumera lo presupuestado para la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), a la que se le entrega el 6 %;  a la Corte Suprema de Justicia (CSJ), el 3 %; al Ministerio Público el 3 % y a las municipalidades el 11 % en transferencias. Además de eso, agregó que el presupuesto es afectado por el servicio de la deuda, que alcanza casi 50,000 millones de lempiras, y, finalmente, mencionó, lo que se paga en sueldos y salarios, indicando que en ese sentido el Gobierno actual tiene una partida por 66,000 millones. 

«Hay que hacerle frente a todo esto, es muy fuerte lo viene para el otro año. Se tiene que endeudar si no se tendría que paralizar el Gobierno y dedicarse a cubrir la deuda y pagar salarios, no habría inversión pública ni política social», dijo Salgado. 

Contracorriente buscó la posición de Hugo Noé Pino, diputado y miembro de la Comisión de Presupuesto, pero este no respondió los mensajes. Tampoco lo hizo el ministro de Presidencia, Rodolfo Pastor, su asistente contestó que preguntaría al funcionario sobre su disponibilidad para brindar una entrevista, pero hasta el momento de publicar esta nota no hubo respuesta alguna. 

 

Contexto desfavorable

El proyecto de Presupuesto General de Ingresos y Egresos llevado al Congreso Nacional de 392,000 millones de lempiras incluye las transferencias a las municipalidades y asignación a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), entre otras, la mayor parte es ejecutada por la administración central, que recibe 234,000 millones de lempiras (9,473 millones de dólares). 

En los últimos 10 años, el Presupuesto General de la República creció en un 200 %, según  el Cohep. Pasó de 131,000 millones en el 2013 a 392,000 millones en el 2023. Creció desmesuradamente bajó la administración de Juan Orlando Hernández y lo continúa haciendo bajo el mandato de Xiomara Castro. A criterio del Cohep, este aumento presupuestario no ha significado más desarrollo y oportunidades. 

El 2022 cerrará con un 75 % de los hondureños en la línea de pobreza. A principios del 2020, cuando se dio el último dato oficial sobre el desempleo, este rondaba el 10 %. El país sigue siendo inseguro y violento pese a que se invierten miles de millones en seguridad. Y en infraestructura, cientos de kilómetros de carreteras permanecen abandonadas. 

Datos oficiales, recabados por el Cohep en el 2022, reflejan que el gasto corriente de la administración central sumó 195,000 millones de lempiras, mientras que el gasto capital (o inversión) es de 38,000 millones de lempiras. 

El 84 % del presupuesto es para el gasto corriente, que está compuesto por los gastos de personal, gastos en bienes y servicios, gastos financieros y transferencias corrientes.  66,000 millones de lempiras corresponden a pagos de salarios a los empleados; 49, 700 millones  corresponden al servicio de la deuda y 34,400 millones están clasificados en transferencias y donaciones. 

Para el ejercicio fiscal 2023, las perspectivas cambiarán muy poco. Y ese es uno de los señalamientos del Cohep, donde menciona la «calidad» del gasto.  «Quiero aclarar que nuestra crítica no es al presupuesto, sino a la forma de ejecutarse, porque la calidad del gasto es más importante que la cantidad; al final el presupuesto debe ser un instrumento de desarrollo y prosperidad. No visualizamos que en grandes líneas el presupuesto vaya dirigido a eso», mencionó Alejandro Kafati. 

En la comparecencia del Cohep se desglosaron los principales riesgos que hacen del contexto económico internacional un elemento adverso para las optimistas proyecciones de ingresos que a su juicio se presentan en el presupuesto del 2023. 

Las consideraciones son políticas antiinflacionarias en Estados Unidos y Europa, las perturbaciones de los precios de energía y alimentos, tensiones geopolíticas (conflicto Rusia-Ucrania), la sostenida apreciación del dólar e incremento en los costos de producción y el comercio.

El Gobierno espera recaudar 144,000 millones de lempiras en impuestos, 25,000 millones más que la meta tributaria del 2022. Una de las dudas en el gremio empresarial es cómo se alcanzarán estas metas de recaudación sin ampliar base tributaria o aprobar más impuestos.  

El economista Claudio Salgado comparó la apuesta del presupuesto con el fútbol. Sostuvo que hay dos visiones: una más reservada y prudente, y otra visión un poco más agresiva de los técnicos de la Sefin. 

«Aquí veremos quién acierta con el pronóstico. Esto es igual que con el Mundial, que muchos apuestan por Brasil  y otros por Argentina. En Finanzas más bien dicen que están subestimando los ingresos para el próximo año, porque este año se va a superar la meta que tienen, es otro de los fundamentos que tienen», afirmó Salgado. 

Verduras exhibidas es un local en el mercado de la sexta avenida de Comayagüela. Foto CC/Fernando Destephen.
Verduras exhibidas es un local en el mercado de la sexta avenida de Comayagüela. Foto CC/Fernando Destephen.

Desde el Cohep se concluye que «no hay contexto económico que nos pueda llevar a ingresos tributarios de 144,000 millones de lempiras, nuestro comentario es que esta proyección está sobreestimada en cuanto a la economía nacional e internacional», dijo Alejandro Kafati en la conferencia. 

Kafati advirtió al Banco Central de Honduras y al Gobierno lo peligroso que es mantener el financiamiento de la administración a través de las reservas internacionales netas «en un contexto económico internacional desfavorable como el que estamos viviendo».

En esa conferencia, el Cohep también señaló que en el proyecto de presupuesto no se observa un pilar fuerte para promover el desarrollo y crecimiento económico que se necesita para la generación de empleo. También se pidió más transparencia fiscal y abrir espacios a la sociedad civil y sector privado.

«Aquí es importante que el Gobierno comience a tomar medidas de discurso y de política que den confianza a los inversionistas y esto reduzca esta percepción de riesgo, esto arriba del promedio de Latinoamérica», mencionó Santiago Herrera.

El economista Rafael Delgado manifestó que los señalamientos del Cohep son justificados y que hace falta dinero asignado para salud, educación, desarrollo agrícola, infraestructura y ni hablar en renglones como ciencia y tecnología. «Hay tantas cosas que quedan descubiertas y no solo por la ineficacia, sino también porque simple y sencillamente es agobiante la cantidad de problemas y que no se puede hacer en un año», dijo. 

Pero el mensaje de Delgado no quedó ahí, pidió también al gremio empresarial —representado en el Cohep— hacerse un autoanálisis, ya que es un gremio poderoso que históricamente ha tenido mucha influencia sobre los gobernantes y partidos políticos en el país, pero en muchos momentos «no se ha entendido su posición. Toda la crisis social de los últimos cuatro años en el Gobierno de Juan Orlando Hernández, el Cohep mantuvo unas posiciones difíciles de entender», señaló Delgado. 

Delgado mencionó que en el presupuesto se contemplan una gran cantidad de exoneraciones y exenciones fiscales a empresarios, y dijo que en el país la evasión fiscal ha llegado a niveles alarmantes: «¿Y donde estaba la cúpula para denunciar esto que afecta al empresario honrado que quiere trabajar por el país? Necesitamos que revisen su posición, y se contesten, porque por mucho tiempo se han callado sobre situaciones muy precisas que (como país) hemos querido combatir». 

El viernes 25 de noviembre, el juez Allan Urbina, del Juzgado de Letras de Roatán, dictó sobreseimiento definitivo para los seis defensores de la tierra ancestral garífuna de Punta Gorda acusados del delito de usurpación. A nivel nacional, esta resolución marca un hito en la interpretación jurídica de los conflictos de tierra que implican a poblaciones indígenas. Pero falta mucho todavía para que el Estado de Honduras garantice los derechos del pueblo garífuna. La audiencia arrojó luz sobre irregularidades y racismo por parte de las autoridades.

 Texto: Célia Pousset
Fotografías: Célia Pousset y Amílcar Izaguirre 

En el juzgado de Roatán, Islas de la Bahía, nadie esperaba que la audiencia inicial del caso de Punta Gorda durara tres días. Y pocos también se atrevían a soñar con la absolución inmediata de los imputados garífunas acusados de delito de usurpación agravada. Entre cantos y lemas reivindicativos, se percibía la inquietud del pueblo garífuna que se había reunido para apoyar a los seis defensores de la tierra ancestral.  

«Ese juez es vendido, en la isla la justicia se hace con dinero, todo está en contra nuestra», expresó una mujer sentada en una silla plástica en las afueras del tribunal, quien llegó desde el departamento de Colón, en tierra firme, para asistir al evento. A medida que avanzaba la audiencia, las caras mostraban más preocupación. El último día, Richard Armando, acusado de atentado contra el orden además de usurpación, declaró a Contracorriente que sentía una mezcla de desafío y miedo: «Si me meten a la cárcel, que me den cadena perpetua».

Sin embargo, la sorpresa y la alegría fueron grandes cuando, el viernes 25 de noviembre, poco antes de la seis de la tarde, el juez desestimó los cargos contra Melissa Martínez, Dorotea Arzú, Richard Armando Martínez, Abot Efrahín Sánchez, Keyden Tishany Gonzales y Augusto Moisés Dolmo, quienes fueron detenidos el 7 de noviembre de 2022 a raíz del violento desalojo ocurrido en el campamento de Punta Gorda, lugar de «Recuperación de la tierra ancestral». Este desalojo preventivo había sido ordenado por el juez Allan Urbina y ejecutado por la jueza Sandra Salgado con agentes de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas. En el operativo acompañaba también la fiscal Yescenia Carnisales, quien dio, de manera arbitraria, la orden de captura contra los seis garífunas.

«Lloramos de emoción. Fue un sentimiento único que no podré olvidar nunca –compartió Moisés Dolmo, recordando el momento de la absolución–.Me sentí triste por la petición que la fiscalía hacía contra nosotros, pero alegre cuando el juez nos declaró inocentes. Al salir del juzgado, la multitud gritaba “¡sí se pudo!”. Lo logramos juntos porque en la unión está la fuerza».

En el Código Penal de Honduras, el delito de usurpación es punible con una privación de libertad de entre seis y nueve años. El Ministerio Público y el abogado de la denunciante solicitaron la continuación del proceso penal y, como medida cautelar, la prisión preventiva. «Todos estaban en flagrancia en este terreno privado que le pertenece legalmente a la señora Norman Jones. Honduras es un país donde existe la propiedad privada –vociferó la fiscal en su conclusión–. De familia en familia, se vendieron estas tierras que ahora algunos quieren designar como “ancestrales”», dijo la fiscal Yescenia Carnisales, insistiendo en esa última palabra para desacreditarla.

El carácter ancestral de la tierra es justamente lo que valoró el juez en su resolución, marcando un precedente en la jurisprudencia del país.

«Ese fallo es histórico. Se sintió que el juez dio un enfoque diferenciado. No se aferró a lo que dicta la normativa de Honduras, sino que consideró el contexto pluricultural en el que se daba el hecho», declaró a Contracorriente Caleb Navarro, abogado de la Ofraneh.

En la motivación de su resolución, Allan Urbina consideró que el Ministerio Público no aportó las pruebas suficientes para acreditar el delito de usurpación, pero tomó también en consideración que se trataba de territorios ancestrales. Además, señaló la falta de aplicación por parte de la Fiscalía y de la Policía del convenio 169 de la OIT sobre pueblos indígenas y tribales, firmado por el Estado de Honduras en 1995.

Este giro de tuerca puede parecer extraño, dado que Urbina fue quien ordenó el desalojo preventivo, pero se puede explicar por la participación de un testigo experto de la defensa, a quien el juez hizo numerosas preguntas y a quien agradeció particularmente después de su testimonio.

Ese testigo es Rony Castillo, miembro de la Ofraneh y doctor especializado en estudios de indigeneidad, autor de una tesis sobre el valor del territorio para los garífunas.

Caso de Punta Gorda Miembros de la Policía Nacional prohíben la entrada al juzgado de Roatán. Alrededor de cien garífunas vinieron a apoyar a sus «hermanos y hermanas» en el banquillo de los acusados. Foto CC/Celia Pousset
Miembros de la Policía Nacional prohíben la entrada al juzgado de Roatán. Alrededor de cien garífunas vinieron a apoyar a sus «hermanos y hermanas» en el banquillo de los acusados. Foto CC/Celia Pousset

Una cátedra en medio de la audiencia

 «Les quiero hablar de la historia del pueblo garífuna, del concepto de propiedad colectiva y de nuestra relación con la tierra –empezó Rony Castillo con voz firme y clara–. Somos un pueblo indígena de identidad negra. En 1797, los garífunas fueron expulsados de la isla de San Vicente. ¿Cómo lo sabemos? No por un libro o a través de estudios antropológicos, sino con los relatos que recibimos de nuestros abuelos, que habían escuchado también la historia de sus abuelos… Hay una canción que describe la razón de la llegada a Punta Gorda. Un verso dice: “Era nuestra tierra ancestral y nos expulsaron”. Después de llegar a Roatán, los garífunas se dispersaron y fundaron otras comunidades en Honduras, Belice, Guatemala, hasta Nicaragua. Trujillo es la segunda comunidad fundada en Honduras. Esas rutas garífunas han sido transmitidas generación tras generación», explicó.

«Es importante entender que existe una continuidad territorial del pueblo garífuna. No se establecieron límites entre comunidades. No decimos “esta línea es nuestra frontera”, hablamos más bien de “conexión”. Consideramos que hay una sola comunidad garífuna, y que cada garífuna puede ir a vivir a otro lugar y será recibido como un miembro de una sola familia. No importa el lugar donde haya nacido», recalcó el doctor.

Este detalle tiene su importancia porque, varias veces, el Ministerio Público quiso demostrar que los seis garífunas acusados de usurpación no tenían vínculo con la tierra de Punta Gorda. «Cuatro de los seis usurpadores ni siquiera han nacido en Roatán, por lo tanto, no pueden venir a decir que forman parte de la comunidad garífuna de Punta Gorda», estimó la fiscal Yescenia Carnisales.

Asimismo, la fiscalía intentó justificar que no se trata de una tierra ancestral porque «no había un asentamiento humano antes del 3 de septiembre, fecha en la que los usurpadores invadieron el terreno».

Sin embargo, en su testimonio, Rony Castillo mencionó características importantes de una tierra ancestral y resaltó ante todo su funcionalidad: «Un principio importante de la gestión territorial es que la propiedad está basada en la colectividad y no en la individualidad. Hay que entender lo que es un territorio para los garífunas: no es solamente el lugar donde la comunidad vive, sino que incluye también las otras áreas donde la comunidad hace sus rituales, corta el material para construir sus casas y recupera plantas medicinales. En el pasado, terceros pensaron que estas zonas de monte no eran parte del territorio garífuna porque no había construcción ni siembras, pero sí, siempre han formado parte de él».

Rony Castillo contó que, cuando los garífunas se dieron cuenta de que muchas de sus tierras fueron invadidas y apropiadas por terceros  —militares, empresarios y narcos–, la comunidad empezó a defender su territorio ante el despojo sistemático.

La Ofraneh creó «las unidades de defensa de la tierra» para recuperar los territorios que habían sido usurpados y enajenados. «Pedimos la restitución del territorio, pero en muchos casos gente poderosa se había adueñado y el Estado hizo caso omiso», relató el doctor.

En dos ocasiones, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH) falló y condenó al Estado de Honduras por no respetar los derechos territoriales de la comunidad garífuna. Una sentencia corresponde a Triunfo de la Cruz, Atlántida, y la otra a Punta Piedra, Colón. Ambas fueron emitidas en 2015, pero hasta ahora el Estado no ha cumplido con las medidas reparatorias, entre las cuales destaca la titularización de las tierras.

«El Estado debe delimitar nuestras tierras ancestrales, no porque lo necesitamos como pueblo, sino para que terceros no se aprovechen de ellas», señaló Rony Castillo, quien insistió también sobre el trabajo de sanación de los registros de la propiedad y la consulta a las comunidades.

«Actualmente hay comunidades que no tienen dónde establecer sus ceremonias espirituales, ni cómo garantizar su supervivencia alimenticia. El territorio forma parte de la integridad del pueblo, no es sólo un tema de posesión: sin territorio, la comunidad desaparece. Tiene que haber una apertura del Poder Judicial a esta cuestión del territorio indígena para resolver estos conflictos que criminalizan a nuestros defensores», concluyó.

Irregularidades y racismo de las autoridades revelados durante la audiencia

 A lo largo de la audiencia, el Ministerio Público reiteró que el desalojo ocurrido el 7 de noviembre fue realizado de manera legal y en el marco del respeto a los derechos humanos. «El desalojo no fue violento, contamos con la presencia de dos miembros del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, y si realmente los imputados habrían sido víctimas de agresión, su abogado hubiera solicitado una evaluación médica para todos», dijo la fiscal.

El abogado Caleb Navarro contó a Contracorriente que, el día de la detención, esa fiscal le negó dos peticiones: que Medicina Forense revisara a los lesionados y que se registraran las denuncias de los garífunas golpeados. «La fiscal me dijo que todos los oficiales estaban ocupados y que nadie podía recibir las denuncias», manifestó.

Esa violación no fue la única, pues durante la audiencia los abogados de la defensa resaltaron que la detención de los seis garífunas, ordenada por la fiscal, fue ilegal.

Kenia Olivia, que forma parte del equipo de abogados de la defensa, preguntó: «¿Qué hacía la fiscal ahí? El desalojo les correspondía a la jueza ejecutora y a la Policía. No se trataba de una línea investigativa. Además, la fiscal ordenó que se capturaran a nuestros representados sin explicitar la razón del arresto. Hasta ahora no tenemos en el expediente elementos que respondan a esta pregunta: ¿Por qué motivo fueron arrestados?»,.

El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos denunció lo ocurrido el día del desalojo al publicar en su página web un comunicado, estipulando que «exhorta a la Dirección de Asuntos Disciplinarios Policiales (DIDADPOL) a realizar una investigación seria, efectiva e imparcial sobre la existencia de faltas cometidas por parte de los miembros de la carrera policial, involucrados en el desalojo preventivo».

Caso de Punta Gorda
«Durante años nos quitaron nuestras tierras y esperaban la pasividad de la comunidad. Ahora se sorprenden vernos en lucha», expresó una mujer en las afueras del juzgado. Foto CC/Célia Pousset

Las imágenes que el Ministerio Público presentó durante la audiencia para «atestiguar la falta de violencia por parte de las fuerzas de seguridad» no fueron  sometidas a un proceso legal de pericia. Además, provinieron, en parte, de los celulares decomisados el día de la detención y los garífunas no fueron informados que sus memorias habían sido extraídas.  Por lo tanto, la defensa alegó que ese medio de prueba era ilegal. Sin embargo, el juez autorizó el visionado de esas USB. Los vídeos difundidos tenían poca duración y a veces el sonido faltaba.

Richard Armando —acusado de haber agredido a un policía— aseguró que aquellos fueron cortados y manipulados. «Quitaron todo lo que muestra la violencia», dijo.

Para justificar sus dichos, Richard Armando enseñó a Contracorriente un vídeo en el que se ve a más de una decena de policías embistiendo a un solo hombre. «Se me vinieron todos encima, tuve que defenderme», explicó. Pero en su testimonio, el agente de la Policía Denis Alfredo Ávila, quien dice haber recibido golpes en la cabeza por parte de Richard Armando, expresó que «sólo dos personas apoyaron para someterlo».

Aparte de mentiras, lo que reveló ese testimonio es la falta de protocolo de la Policía para llevar a cabo desalojos  —y menos aún un protocolo para relacionarse con poblaciones indígenas.

Cuando el abogado de la defensa, Edy Tábora, preguntó sobre el uso de la fuerza, el agente tuvo mucha dificultad para contestar.

«¿Cuál fue el protocolo usado el día del desalojo?», preguntó el abogado.

«El subcomisionado mandó la ubicación y explicó la misión», respondió Alfredo Ávila.

«¿Qué les dijo exactamente?».

«Que íbamos a desalojar un terreno».

«¿Qué les expresó sobre el uso de la fuerza?». 

«Que no la usemos y que esperemos la orden de la jueza para entrar».

«¿Y allí, cómo usaron la fuerza?».

«Hicimos uso de la fuerza necesaria para someter a las personas».

«¿Cómo someten a las personas?.

Ahí, el testigo no entendió la pregunta y el juez tuvo que reformular, preguntando por las técnicas utilizadas.

«Usamos las manos», respondió el policía.

«¿Manejan un protocolo específico de desalojo cuando se encuentran a poblaciones indígenas?», preguntó el abogado.

«La ley es la misma para todos».

«¿En general, qué protocolo tiene la Policía para realizar desalojos?», reiteró el abogado.

«Hay una orden de operación firmada por el jefe departamental, está basada en la orden de desalojo del juez. No tenemos protocolo».

 

El convenio 169 de la OIT sobre pueblos indígenas y tribales, en su artículo 14 #3, dicta que «deberán instruirse procedimientos adecuados en el marco del sistema jurídico nacional para solucionar las reivindicaciones de tierras formuladas por los pueblos».

En tanto que el Congreso declaró, en un decreto de junio 1996, Punta Gorda patrimonio nacional por ser «el punto de arribo del pueblo garífuna a nuestro país, el 12 de abril de 1997», la comunidad debía recibir la aplicación de convenios orientados a tratar su condición particular.

Sin embargo, las diferentes autoridades, presentadas en calidad de testigos por el Ministerio Público, demostraron un desconocimiento completo de esa normativa, y expresaron prejuicios racistas.

Por ejemplo, el agente de la Dirección Policial de Investigación, quien se encargó de realizar el informe después de recibir la denuncia de usurpación, dijo que no sabía que iba a encontrarse con garífunas en el terreno, pero que «un colega» le avisó que «podía ser peligroso por el humo que utilizan» y que podría ser «brujería». Declaró que la DPI no cuenta con protocolo diferenciado para investigar conflictos de tierra relacionados a poblaciones indígenas. Admitió también desconocer lo que es un terreno ancestral: «Me imagino que es la tierra de un antepasado», supuso.

«Una investigación debe ser realizada con seriedad», recordó el abogado Edy Tábora en la audiencia.

Caso de Punta Gorda Vista del campamento Wagueira Le de Punta Gorda, donde se establecieron los garífunas desde septiembre de 2022 en el marco de la recuperación de su tierra ancestral. Foto CC/Amílcar Izaguirre
Vista del campamento Wagueira Le de Punta Gorda, donde se establecieron los garífunas desde septiembre de 2022 en el marco de la recuperación de su tierra ancestral. Foto CC/Amílcar Izaguirre

La jueza ejecutora del desalojo, Sandra Salgado, declaró: «Eran unos 50 en la propiedad y afuera unos 30. Eran muy malcriados. Nos lanzaron piedras. Quemaban llantas. (…) No quisieron colaborar. Decían que el terreno les pertenecía por la etnia, o algo así…»

La jueza reconoció que no verificó los puntos georreferenciados del terreno en disputa y que fue el abogado privado de Norman Jones quien le indicó dónde  se situaba la supuesta propiedad de su cliente. «¿Cómo pudo saber quiénes estaban adentro o afuera de los 11 acres si no se midió el terreno?», le preguntó Edy Tábora. «En eso sí fallé porque no tenía a una persona técnica para constatar los límites», confesó  Sandra Salgado, jueza ejecutora del desalojo.

Hizo saber también que el abogado de la denunciante gestionó la participación de las fuerzas navales en el desalojo, aunque en la orden de desalojo preventivo el juez solicitó sólo la presencia de «elementos de la Policía Nacional Preventiva». Dijo también que no mandó a quemar las construcciones de los garífunas, pero sí ordenó que se desarmaran: «No eran casitas, eran champitas, no se podía dejarlas aquí».

A la pregunta de la defensa sobre el protocolo usado para llevar a cabo el desalojo, contestó que «la experiencia viene con la práctica».

El conflicto no termina con esa resolución 

Si bien este fallo va a marcar un precedente en la jurisprudencia del país, la comunidad garífuna espera todavía el cumplimiento por parte del Estado de las sentencias de la Corte-IDH sobre Triunfo de la Cruz y Punta Piedra.

«El caso de la comunidad garífuna de Punta Gorda no es más que una arista del témpano. El cumplimiento de sentencias es un imperativo para solventar el despojo del territorio ancestral», escribió la Ofraneh en Twitter después de la audiencia. Las sentencias exigen que el Estado proporcione mecanismos efectivos para la regulación del Registro de Propiedad «para evitar que hechos similares puedan generar afectaciones al derecho de la propiedad en áreas rurales».

Además, otros casos de conflicto de tierra esperan resolución de la Corte-IDH. Es el caso de las comunidades de San Juan en Tela, Travesía en Puerto Cortés o Cayos Cochinos en Islas de la Bahía.

El pueblo garífuna también exige la creación de una fiscalía especial para la investigación de los cuatro desaparecidos de Triunfo de la Cruz, secuestrados en julio de 2020 por individuos que vestían atuendos de la DPI. 

A pesar del fallo, que se catalogó de «histórico», el hostigamiento hacia los garífunas no ha terminado. Al día siguiente de la celebración por el 25 de noviembre, la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras denunció que Miriam Miranda, coordinadora general de la Ofraneh, fue retenida en La Ceiba «de manera hostil y racista» por la Policía Nacional. Y tres días después, el lunes 28 de noviembre, la comunidad de Wagueira Le, en Punta Gorda, denunció que tres hombres ingresaron al terreno portando armas de fuego y machetes. Entre los tres hombres, la comunidad identificó a Diógenes Martínez Honrado, quien sirvió de testigo durante el juicio por parte del Ministerio Público y quien se identificó como amigo de la denunciante y como garífuna. La noticia de su llegada al campamento fue difundida por un medio de la isla, Noticias 24/7, quienes dijeron en la nota que los garífunas del campamento habían agredido a Diógenes. En el video, la agresión no se muestra, pero sí se observa que los tres hombres llegaron armados. 

Melissa Martínez, lideresa de la comunidad de Punta Gorda, lamenta la labor de los medios de la isla: «Los medios que difunden esas cosas sabemos con quiénes están. Es una campaña de odio y de incitación a violencia contra nosotros. Dicen que nos matamos como pueblo por la tierra. No es así. Este señor llegó con pistola en mano y machete, intimidando a los muchachos. Estos días han sido peores que antes. Cualquier cosa puede pasar». 

 

Este reportaje fue realizado con el apoyo de la International Women’s Media Foundation (IWMF) como parte de su iniciativa de ¡Exprésate! en América Latina.

Fotografía y texto: Fernando Destephen

Desde hace unos 12 años, un grupo de seis adultos mayores se reúne los días miércoles y sábados para jugar al fútbol en una cancha de cemento ubicada en el barrio El Guanacaste, en Tegucigalpa. 

Ellos afirman haber visto transformarse a Tegucigalpa en un completo caos, en donde muchos espacios deportivos que existían han venido cerrándose.

Don José Martínez, de 83 años, es padre de cinco hijas. Tiene 57 años de estar casado. Es originario de la ciudad de Comayagua, departamento homónimo, zona central de Honduras. Hace dos años su hija menor falleció: «La falta de mi hija me quitó vida», dice don José, antes de comenzar a pelotear. No obstante, afirma que el amargo recuerdo no lo detiene de acudir a esta cita con sus amigos.

Martínez viste ropa formal, la que cambia, antes de jugar, por un buzo y una camisa manga larga blanca. Calza tenis ligeros únicamente para pelotear. Dice que ya no puede jugar con la misma intensidad a la «potra». Confiesa que le da miedo un golpe o sufrir una caída. José estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes en Comayagüela —ciudad gemela de Tegucigalpa— en donde se graduó de maestro en Artes Plásticas. Pinta y dibuja, pero nunca lo ejerció como carrera. Trabajó en algunas de las empresas de referencia de Tegucigalpa del siglo anterior. Sobrevive con una pensión que le otorga el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS). 

Martínez recuerda cómo era la avenida Gutenberg en la década de los 90 —ubicada en el barrio El Guanacaste—, dice que estaba llena de árboles de ficus en las dos aceras. José dice que es consciente de que algunas cosas no pueden detenerse cuando las órdenes «vienen de arriba», en referencia al corte de esos árboles de ficus en la administración del exalcalde capitalino Nasry Asfura (2020-2014). Aunque dice que sí pudieron hacer oposición cuando ordenaron cortar uno de los árboles que le da nombre a la zona, un guanacaste que finalmente no fue cortado. 

La vida no ha sido fácil en los últimos años para Martínez. Hace ocho meses, le cayó encima el techo de su casa y se quebró ocho costillas. Mientras cuenta esto, a don Martínez le lanzan un balón a la altura de su cabeza y este cabecea con elegancia. Sus compañeros también le lanzan halagos, le dicen que lo hace con el espíritu de cualquier joven jugador italiano de la Champions League

Uno de los que halaga a José es el abogado y pensionado por el Instituto de Previsión Militar (IPM), Vidal García, de 58 años, quien afirma que don José Martínez es un líder y un ejemplo para él. 

Don José también ha influido en su amigo Rigoberto Medina, de 76 años, quien cuenta que desde hace 40 años práctica fútbol junto a don José. Anteriormente habían compartido canchas en ligas burocráticas. Medina es jubilado por el Instituto Nacional de Jubilaciones y Pensiones de los Empleados y Funcionarios del Poder Ejecutivo (Injupemp). Dice que en estos últimos dos años perdió a su esposa y a su madre, y expresa que jugar fútbol lo libera de las tensiones que le han provocado esos momentos difíciles. Medina trabajó en el Ministerio de Educación como gerente de negocios durante 42 años. Es aficionado del club deportivo Olimpia desde que ganaron el primer campeonato Centroamericano, en el año 1959. «Usted no había nacido», dice.

Algunos de estos adultos mayores lamentan que en el Distrito Central el crecimiento de la obra gris sigue sin medir el impacto ambiental que ha significado la tala de árboles. Según El Heraldo, unos 991 árboles fueron talados en los dos cuatrienios (2014-2022) de Nasry Asfura, en los bulevares Juan Bosco, Suyapa, Avenida Gutenberg, entre otros. 

Tito Estrada, director de teatro y vecino del barrio El Guanacaste, cataloga estos hechos como una masacre ambiental: «En el balcón de mi casa había pájaros, palomas, pichetes y ardillas, y toda esa fauna se perdió». Como habitante de la zona, afirma que no fue consultado sobre el corte de los ficus que daban sombra a una avenida que cada vez se vuelve más esteril.

Las personas de la tercera edad en Honduras pertenecen a uno de los grupos más vulnerables y sin opciones para la recreación. Tampoco son respetados en espacios peatonales y les han sido violentadas otras garantías constitucionales. Pese a ello, espacios como esta «potra», se forman con los años y siguen siendo una suerte de válvula de escape para niños, adolescentes y hasta jubilados, que, frente al abandono gubernamental y municipal, responden con organización civil y sentido de pertenencia a sus barrios. 

El juego de los cuatro señores avanza, la tarde también, pero, como dice Rigoberto Medina, ellos juegan hasta que «la luz del día les permite».

En agosto de 2022, una maestra hondureña de primaria fue acusada de maltratar a un menor de edad tras viralizarse un vídeo en el que supuestamente golpeaba a un alumno del centro de educación en el que ella trabajaba. Los comentarios en redes sociales que criticaban la acusación a la maestra revelaron lo normalizada que está la cultura de la corrección a través del castigo físico en el hogar como en la escuela. Pero, ¿pegar es realmente corregir y educar?


Texto e ilustración: Persy Cabrera

«Papá le daba orden al maestro para que me castigara y en casa era otra sonada que me daban y aquí estoy viva…», decía alguien; otro replicaba «…a mi me castigaron con reglas y coscorrones y así aprendí la lección…»; alguien más se sumaba y decía: «…ahora nos enojamos porque nos castigan a los hijos en la escuela, yo le decía a la maestra de mi hija, si se porta mal haga su trabajo y ya…», y así miles de comentarios fueron vertidos sobre un vídeo viral en el que una maestra de primaria en Choloma, Cortés, protagonizó una supuesta agresión a un alumno del centro de educación donde trabaja, razón por la que se le acusó judicialmente de tratos crueles e inhumanos contra un menor de edad.

Una de sus compañeras de trabajo después comentó que la supuesta agresión era para «corregir niños», una declaración que, sumada a los comentarios en redes sociales sobre el vídeo, hizo que el debate que hay detrás de este hecho —uno sobre la validación y consecuencias que tiene el castigo físico en niños— se perdiera en el mar de conversaciones que no cuestionan la cultura hondureña.

La maestra, Mirna Castillo, después de enfrentar un proceso judicial, finalmente quedó en libertad. Pero este incidente destapó la necesidad de enfrentar el por qué los padres y madres pegan a sus hijos, la falta de información y de formación paternal y las consecuencias de entregar la educación en el hogar a viejas tradiciones arguyendo su «efectividad de corrección». 

Sobre este caso, la jefa regional de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf) en la zona norte, Nancy Estévez, en una entrevista para Contracorriente expresó que «esta institución se presentó a la escuela para hablar con las autoridades respecto a la situación» y, además, brindó las medidas de protección y atención psicológica al niño. Respecto al castigo físico, Estévez explicó que la Dinaf está en «total desacuerdo porque este tipo de castigo afecta directamente a los niños, niñas y adolescentes, les causa un daño emocional y psicológico en su vida actual como futura».

De acuerdo a Estévez, Dinaf, a través de políticas públicas, «trabaja la prevención de lo que es esta temática de castigo físico» y la estrategia se ejecuta a través de charlas, capacitaciones, talleres y campañas. También, comentó que esta institución «sigue la ruta de denuncia, que es proceder a remitir bajo oficio al Ministerio Público al primer conocimiento de un caso de castigo o maltrato físico».

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en torno al 60 % de la población infantil de 2 a 14 años sufre de forma periódica castigos corporales por parte de sus padres o cuidadores, y asegura que «incrementan los problemas de comportamiento de los niños con el tiempo y que no tienen ningún efecto positivo».

A pesar de no tener ningún resultado positivo, se sigue haciendo. La psicóloga Adriana Sánchez expresó en una entrevista para esta nota que la razón de perpetuar el castigo físico de padres a hijos se debe principalmente al desconocimiento de los padres y las madres a otras herramientas para educar, y que «los padres pegan a sus hijos cuando no saben qué más hacer, se sienten desesperados o desbordados por la situación o sienten miedo por lo que están viendo y piensan que sus hijos se van a salir de las manos y que, si no es a través de la fuerza, no van a tener un resultado positivo en la crianza».

«Somos una sociedad sumamente herida –continuó diciendo Sánchez–, en la que mucho se basa en la violencia y en la coerción para lograr que “pasen cosas”»; además, considera que la validación del castigo físico a los hijos es aceptado y hasta normalizado porque «si lo vemos a largo plazo, el castigo físico es la forma más rápida de corregir, es más fácil y rápido pegarle a un niño que respetarlo».

De acuerdo a la OMS, las consecuencias negativas del castigo corporal a la niñez se ven representadas de forma psicológica en «dolor, tristeza, miedo, cólera, vergüenza y culpa, los niños se sienten amenazados, lo que provoca estrés fisiológico y la activación de las vías neuronales que ayudan a hacer frente al peligro»; sumado a las secuelas psicológicas están las físicas, que pueden desencadenar en perjuicios graves, discapacidades de larga duración o, incluso, la muerte.

Sobre las consecuencias en la niñez, Sánchez detalló que en la parte emocional en los niños «afecta directamente la autoestima, la manera en la que se perciben a sí mismos, la seguridad en ellos, la confianza y el poder expresar sus emociones». Para los padres puede resultar en la ruptura de un vínculo de apego con sus hijos, porque el castigo físico genera en estos «la sensación de querer obtener justicia, entonces genera mucho enojo y cólera que son emociones que van hacia afuera, hay resentimiento en la relación», explicó la psicóloga.

Si la raíz del castigo físico es el desconocimiento de otros caminos para la crianza de los hijos, Sánchez propone que informarse de maneras respetuosas de corrección y crianza son la solución y que es a través de esa búsqueda que se va a «poder sanar nuestra propia historia de crianza, entender y comprender de dónde vienen nuestras prácticas y por qué muchos adultos sentimos que el castigo físico es la primera respuesta que surge en nuestro cuerpo».

La psicóloga insiste en la búsqueda en fuentes de información externas, pero también una búsqueda personal e íntima, una en la que invita a «no quedarnos en el pensamiento de “porque a mí me criaron así y aquí estoy”, porque es una creencia errónea. Yo siempre les invito a cuestionarnos: sí, aquí estamos pero ¿cómo estamos?».

Si se ha normalizado el castigo físico como único camino a la corrección, es tiempo de desmontar esas ideas al acercarse y entender que estas medidas son cargas que se traen de generación en generación, es tiempo de entender que hay formas más respetuosas y que fortalecen el vínculo de apego de padre y madre con sus hijos y que esas conductas de «malcriadez» también son parte del crecimiento de alguien que desconoce mucho del mundo.

Después de enlistar las consecuencias físicas y psicológicas del castigo físico, y de apuntar a la falta de búsqueda de información sobre el ejercicio parental y actitud defensiva cuando se señala de forma crítica esta forma de «corrección», ¿están dispuestos los padres a entender lo dañino de esta vieja costumbre? 

«Toma muchísimo trabajo interno para recordar que el adulto —o los adultos— somos nosotros y que los niños están aprendiendo, creciendo y desarrollándose. Esas conductas que muchas veces castigamos son parte del desarrollo; se nos olvida que quizá si el niño nos golpea a sus dos añitos no es porque sea malcriado sino porque está descubriendo los límites de su cuerpo, cómo manejarse, cómo manejar la frustración. Sin embargo, nosotros como adultos golpeamos desde la consciencia cuando castigamos», concluyó Sánchez.

Según datos de Casa Alianza, se han registrado 189 muertes violentas y ejecuciones arbitrarias de niñas, niños y jóvenes menores de 23 años en lo que va del mandato de la presidenta Xiomara Castro. La situación de violencia, desplazamiento forzado y migración a la que se enfrentan los menores de edad es, según expertos, un llamado a implementar de manera urgente políticas públicas que garanticen los derechos a las niñas y niños.


Texto: María Celeste Maradiaga
Fotografías: Jorge Cabrera

El pasado 7 de noviembre en Guaimaca, Francisco Morazán, Jeremy y Sherly, de 10 y 12 años respectivamente, caminaban en dirección a la casa de su abuela. En el camino, decidieron parar a comprar un jugo en un puesto de golosinas. Ahí, frente al puesto, sin explicación alguna, un hombre, llegó a amenazarlos con el filo de un machete.

Jeremy y Sherly salieron corriendo, pero el agresor alcanzó a Jéremy, hiriendo su brazo izquierdo. Sherly, que había escapado, regresó minutos después a donde se encontraba su primo, pero este había fallecido. 

Por este hecho, la Policía detuvo a Roger Gálvez Marcias, un hombre de 24 años, quien «llevaba años» habitando en Guaimaca. El detenido estuvo cerca de ser linchado por varios miembros de la comunidad que llegaron después a la escena, sin embargo, las autoridades policiales intervinieron —ahora sí— para impedirlo.

Según algunos habitantes de Guaimaca, el ahora acusado tenía antecedentes de haber atacado a otras personas de la comunidad y de haber abusado sexualmente de una mujer en el departamento de Comayagua. 

Ante el aumento de denuncias sobre la presencia de maras y pandillas en la zona, los habitantes de Guaimaca descartan que Roger Gálvez pertenezca a un grupo criminal, pero aseguran que sus ataques han quedado impunes debido a que tiene vínculos familiares en la Policía Nacional.

Según el informe sobre la Impunidad en Homicidios por la Alianza por la Paz y la Justicia en el año 2019, de 4,096 homicidios 875 fueron ingresados al Poder Judicial y solamente 567 recibieron sentencias condenatorias. En este sentido, el índice de resolución de casos en ese año fue de 65 %, y el Índice de Impunidad en Honduras (IIH) fue establecido en 86 %.

Xiomara Zúniga, la tía paterna de Jeremy, cuenta que Sherly, su hija, le ha dicho que el asesinato la dejó traumatizada al grado de sentirse culpable por no haber podido salvar la vida de su primo mientras éste agonizaba. Actualmente, por recomendación de la Fiscalía, la menor está en tratamiento psicológico.

El pasado 11 de noviembre, la comunidad de Guaimaca y la familia de Jéremy se trasladaron en buses al Juzgado de Letras de lo Penal de Talanga, municipio aledaño determinados a exigir justicia por el asesinato del menor, y organizaron un plantón en las afueras del juzgado. Pocos minutos habían pasado cuando la manifestación se tornó violenta entre los manifestantes y la Policía en el momento en que el sospechoso por la muerte de Jeremy llegó al juzgado.

Asesinato de Jeremy Zúniga retrata el abandono estatal a la niñez hondureña
Xiomara Zúniga, tía de Jeremy Zúniga, sostiene a doña María Zúniga, abuela de Jeremy, durante una manifestación frente al Juzgado de Letras de lo Penal en Talanga, Francisco Morazán. Foto CC/ Jorge Cabrera.

Debido a que Honduras tiene una puntuación de 23 sobre 100 en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) de 2021, Xiomara siente cierto alivio con la medida de prisión preventiva: «Se hizo justicia», dijo.

«No creo que ningún castigo sea suficiente por el crimen que él cometió contra un niño indefenso. Cuando llegué ese día (al juzgado), yo me le lancé y me le lancé porque dije: “Que le responda a uno, porque uno si se va a defender, pero no con un niño”, y me golpearon los policías», explica Xiomara, mientras señala los moretones y rasguños ocasionados por el enfrentamiento ese día.

El Juzgado Penal de Talanga dictó Auto de Formal Procesamiento con la medida de Prisión Preventiva para Roger Gálvez Marcias.

La tía de Jeremy cuenta que en el juicio la familia del asesino trató de presentarlo como alguien con un trastorno o discapacidad mental, pero que no presentaron el diagnóstico solicitado por el juez.

«Las pruebas que ellos tenían fueron hechas un día antes, ¿por qué no las presentaron el día que cometió el crimen? Una persona así no puede estar en la calle con armas», argumenta la tía de Jeremy. 

Asesinato de Jeremy Zúniga retrata el abandono estatal a la niñez hondureña
María Sofía Zúniga, Claudia Almendarez y Xiomara Zúniga, abuela, madre y tía de Jeremy Zúniga. Foto CC/ Jorge Cabrera.

Inseguridad y violencia incrementa al interior del país

La abuela de Jeremy, María Sofía Zúniga, una señora de la tercera edad y que ha vivido toda su vida en Guaimaca, explica que la inseguridad en el municipio ha incrementado. 

«Yo creo que solo hay como cuatro o cinco policías aquí. Y cuando uno los llama, hasta que ya ha sucedido la tragedia es que llegan», explica doña María.

Marlon Fernández, director de la escuela en la que estudiaba Jeremy, también asegura que la falta de entes policiales y de estrategias de prevención de violencia ha afectado en el combate a la violencia en el municipio.

Asesinato de Jeremy Zúniga retrata el abandono estatal a la niñez hondureña
Entes policiales resguardan la posta policial de Talanga, Francisco Morazán, durante el juicio de Roger Galvez, quien fue declarado culpable por el asesinato de Jeremy Zúniga. Foto CC/ Jorge Cabrera.

«Muchos jóvenes han quedado solos, los padres se han ido para Estados Unidos o para España, entonces, esa migración ha permitido que los jóvenes vayan creciendo sin una figura que les pueda orientar en valores. Además, el alcoholismo es un problema aquí en el municipio muy fuerte, y también la drogadicción», asegura Marlon Fernández.

Según el informe especial de la Unidad de Desplazamiento Forzado Interno (UDFI) del Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh), unas 942 personas fueron víctimas de desplazamiento forzado y tuvieron que abandonar sus hogares en el 2021. Según el Conadeh, estos desplazamientos se dieron por la violencia generalizada en el país.

El informe señala que en el caso de los niños y niñas, este continúa siendo uno de los sectores de la población hondureña directa o indirectamente más afectados ante el desplazamiento forzado por la violencia.

Habitantes de Guaimaca —quienes prefieren mantenerse en el anonimato— aseguran que la violencia en Guaimaca se ha disparado con la llegada de maras y pandillas. 

«Guaimaca está hundido, han venido a instalarse muchas pandillas. Aquí hay un lugar que se llama Bellavista por ejemplo, al que ahora todo mundo lo conoce por “El Infiernito”, y ahí es donde se van a refugiar todos los mareros», indicó una de las fuentes.

Según el informe Mensual de la Situación de los Derechos de las Niñas, Niños y Jóvenes en Honduras (septiembre del 2022) de la organización Casa Alianza, en el transcurso del octavo mes de gobierno de Xiomara Castro Sarmiento, se registran 189 muertes violentas y/o ejecuciones arbitrarias de niñas, niños y jóvenes menores de 23 años en el país, es decir, aproximadamente 24 muertes violentas al mes.

El comparativo entre la situación de violencia contra la niñez de Honduras en los distintos gobiernos señala que en la administración de Porfirio Lobo Sosa se registró un promedio de 81.6 muertes violentas de niñas, niños y jóvenes menores de 23 años al mes, el más alto de los cinco gobiernos.

Lizeth Coello, doctora y coordinadora de proyectos en la Red de Instituciones Privadas Pro las Niñas, Niños, Adolescentes, Jóvenes y sus Derechos (Coiproden), asegura que la migración y el desplazamiento forzado por las maras y pandillas es algo que afecta directamente a la salud integral de los niños y niñas en Honduras.

La doctora Coello dice que cuando las pandillas se instalan en un pueblito que relativamente tranquilo, en el cual las situaciones violentas son muy excepcionales, estas se van tornando cada vez más frecuentes y eso afecta el sistema de tratamiento a hechos delictivos en las zonas rurales, ya que no existen los mejores recursos ni la estructura institucional.

«Esto afecta directamente a los niños porque se ven afectados por el desplazamiento de los grupos delictivos a sus comunidades y el desplazamiento de sus familias que huyen de estas situaciones. Es por eso que no podemos desconocer el impacto de los grupos delictivos y su desplazamiento en el territorio y la afectación que tiene en el entorno familiar, comunitario y particularmente en los niños y las niñas», explica la coordinadora de proyectos del Coiproden.

La doctora señala que en el tema de migración son muchas familias las que están en riesgo de llegar a lugares en los que no están a salvo e insertarse en mecanismos de supervivencia, afectando principalmente a los niños y niñas, quienes en ocasiones son víctimas de mecanismos de cooptación de maras y pandillas.

«Por ejemplo, 10 o 15 años atrás generalmente eran los padres de familia los que se iban (migran fuera del país), pero hoy en día el fenómeno de migración ha cambiado radicalmente, y son las mujeres las ahora mismo están abandonando su familia en búsqueda de oportunidades y una mejor vida para sus hijos, y, además, el 25 % de los niños huyen del país solos y sin ningún familiar que los acompañe», explica Coello.

El Estado hondureño continúa sin garantizar la protección y los derechos de los niños y niñas

La coordinadora de proyectos del Coiproden señala que, a 33 años de haber firmado la Convención Internacional de Derechos de Niñez, la situación de la niñez en Honduras es bastante crítica. «Son más de 14,000 niños los que están saliendo del país, y son muchos los que han muerto trágicamente, además del incremento en los casos de trata de personas y la prostitución infantil», apunta.

Para Lizeth es importante que se dé una respuesta a la protección de los menores y que se garanticen sus derechos de manera integral. Con la llegada del COVID-19 al país en marzo de 2020 y las tormentas tropicales Eta e Iota ese mismo año, no solo la deserción estudiantil incrementó, sino la violencia en los hogares, la desnutrición y el trabajo infantil.

La Red Coiproden aglutina a distintas organizaciones que trabajan en favor de los derechos de los niños, entre ellos, Casa Alianza, Aldea Global y Save de Children. Lizeth Coello explica que, aunque se trata de organizaciones no gubernamentales, estas brindan servicios al Estado de Honduras mediante la tercerización de servicios que hace la estatal Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf).

Asesinato de Jeremy Zúniga retrata el abandono estatal a la niñez hondureña
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), de 30, 417 habitantes en el municipio de Guaimaca, 13,736 son niños entre los 0 a 15 años. Foto CC/ Jorge Cabrera.

«Son 500,000 los niños hoy día en Honduras que por las instituciones de la red Coiproden tienen alimentos, educación, salud, y oportunidades de superación, pero no le corresponde (al Coiproden), porque todas somos organizaciones de sociedad civil, debería ser el Estado a través de los gobiernos que debe asumir estas responsabilidades, sin embargo, imagínese usted si hoy de la noche a la mañana desapareciéramos, ¿Qué pasaría con ese más de medio millón de niños y niñas en el país que por estas iniciativas están teniendo respuestas sus necesidades básicas?», indica Lizeth Coello.

Ana Girón, jefa del Programa de Protección de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf), explica que desde la dirección han implementado nuevos mecanismos de protección para los niños y niñas en situación de vulnerabilidad; entre ellos, nuevos locales para la atención de denuncias y un sistema de protección especial para los menores de edad.

Este sistema, explica la psicóloga, va enfocado a los niños y niñas en situación de vulnerabilidad y de abandono, y se trabajará con las distintas secretarías.

«Nosotros para aplicar una medida de protección lo hacemos de una forma integral y en coordinación con otras instancias; porque, aunque somos garantes de derechos, quien garantiza salud es la Secretaría de Salud y quien garantiza educación es la Secretaría de Educación y así sucesivamente», explica la psicóloga, quien agrega que esta política todavía no ha sido aprobada en el Congreso Nacional, pero el proyecto ya fue presentado al hemiciclo legislativo.

Por otra parte, Lizeth Coello de la red Coiproden, dice que ya existe una Política Nacional de Prevención de la Violencia Hacia la Niñez y Juventud decretada en 2013, pero que ha sido la falta de voluntad política en las agendas de los gobiernos y los cambios de administración los que han impedido que se ejecute este plan y que se consideren los planteamientos de sociedad civil.

«En este Gobierno nosotros estamos llamando a las autoridades, especialmente a la presidenta de la República, porque según este decreto ella tiene que convocar a todos sus ministros para echar a andar este sistema de protección y esto aún no se ha hecho. Es por eso que consideramos que no existe una agenda prioritaria para los niños y las niñas en Honduras actualmente», señala Lizeth Coello.

Claudia, Xiomara y doña María, la madre, tía y abuela de Jeremy, aseguran que ni la Dinaf ni ninguna otra institución estatal ha llegado a proporcionarles ayuda o atención psicológica por el asesinato de Jeremy. .

«Yo les digo aquí que es doloroso –dice doña María, abuela de Jeremy–, pero a él lo vamos a recordar por todas sus cosas buenas; era un niño al que le gustaba cantar y era muy inquieto. Mientras uno no los olvide, ellos continúan con nosotros».

Honduras lanzó el Plan Integral para el Tratamiento de la Extorsión y Delitos Conexos, una estrategia que hace pensar mucho en lo que está pasando en el vecino país El Salvador, en donde el presidente Nayib Bukele ha lanzado el «Plan de Control Territorial», con el que el gobierno salvadoreño asegura haber capturado a unos 56 mil pandilleros.


Texto: Leonardo Aguilar

Fotografías: Jorge Cabrera

El Gobierno de Honduras lanzó este jueves el Plan Integral para el Tratamiento de la Extorsión y Delitos Conexos, con el cual se declaró una «emergencia nacional de seguridad». El delito de la extorsión es un tema que parece haberse puesto de moda en los últimos meses del Gobierno de Xiomara Castro, pues estudios confiables publicados entre marzo y abril de este 2022, —entre estos el sondeo del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (Eric)—, no ubicaban la extorsión como la principal amenaza para el país ni tampoco su erradicación era la principal demanda ciudadana.

Las principales demandas ciudadanas fueron puestas por la ciudadanía en el siguiente orden de prioridades: mejorar la situación económica, generar fuentes de empleo y combatir la delincuencia y la inseguridad.

El delito de la extorsión se ha incrementado sustancialmente en los últimos meses, golpeando fuertemente la imagen del Gobierno de Xiomara Castro, tanto así que el pasado 14 de noviembre, Mateo Yibrín, presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), manifestó que la extorsión «se estaba saliendo de las manos» en Honduras y que ese crimen generaba «un 10 % de desplazamiento forzado».

En abril de este año, el sondeo del Eric-SJ ubicó al «robo sin agresión (46 %)», «robo con agresión (23 %)» y «asesinato (12 %)», como los delitos que más sufre la población, frente al delito de «extorsión/impuesto de guerra (3.5%)».

El plan anunciado el pasado jueves 24 de noviembre por Xiomara Castro incluye suspender garantías constitucionales en zonas que presenten mayores índices de violencia. Aseguró que desplegarán a 19 mil 471 agentes de policía para realizar patrullajes, mantener zonas seguras durante la navidad y control de seguridad en zonas de alto riesgo.

Otro de los puntos importantes que contempla esta estrategia es el «Plan Escorpión» el cual, según el Gobierno, está orientado a controlar las maras y pandillas.

El guatemalteco Otto Argueta, historiador y doctor en Ciencia Política, explicó a Contracorriente que en Centroamérica, y especialmente con la experiencia de Bukele en El Salvador, los Estados actúan bajo el supuesto de que «en un lugar determinando» ocurre la violencia y «ahí están los agresores», y, por lo tanto, asegura el experto, se dejan llevar por perfiles generales, al no contar con una correspondiente investigación individualizada, por lo cual, cuando llegan estas capturas a los tribunales: «no hay pruebas y terminan todos liberados».

Argueta también explica que para aprobar estos estados de excepción se recurre al «pánico moral», que se propicia cuando un país está enfrentando una crisis, y esa crisis es aprovechada porque representa un miedo en el que todas las personas están de acuerdo, y cuando tienes esa figura, ese miedo, que es colectivamente aceptado, «ahí están las causas de todos los problemas de un país».

«Las pandillas y la extorsión, han sido un miedo en el cual todas las personas están de acuerdo, de que se haga lo que se haga es bienvenido, están de acuerdo en que son la causa de todos los problemas de las personas, aunque sabemos que no es así, expresó Argueta.

Entonces, añadió Argueta, cualquier acción que se haga sobre esas figuras va a ser bienvenida y celebrada, y a eso se le llama pánico moral, es decir, aquello en donde la sociedad no tiene ningún cuestionamiento a una acción cuando alude a un miedo que es colectivamente aceptado.

«Esto ya está demostrado que no funciona, todo esto que estamos viendo ya fue hecho, por gobiernos del pasado, con diferentes nombres, los estados de excepción, el uso excesivo de la represión, la militarización de la seguridad pública, el encarcelamiento masivo y la focalización en territorios específicos, el quitar garantías ciudadanas, se viene haciendo eso desde la década del 2000 y todo eso no ha podido evitar que existan todo este tipo de ciclos de violencia urbana en estos países», manifestó el analista.

Tal y como lo hizo el presidente Nayib Bukele en El Salvador, la presidenta Xiomara Castro aseguró que la «emergencia nacional en materia de seguridad» es una estrategia que busca la recuperación inmediata de los territorios que por ahora están «sin ley en los barrios y las colonias, en las aldeas, en los municipios, en los departamentos».

Este plan permitirá al Gobierno de Honduras acceder de forma extraordinaria a los recursos públicos para echar a andar el nuevo proyecto para combatir a las bandas de extorsionadores, sicarios, traficantes de drogas y secuestradores.

En los últimos días en Honduras se han presentado protestas y elevado reclamos por parte del sector empresarial, transportistas, ciudadanía, oenegés, entre otros, que culpan a la Mara Salvatrucha MS-13 y Pandilla 18 de controlar la extorsión desde las cárceles.

Estados de excepción ministro Ramón Sabillón Xiomara Castro emula a Nayib Bukele al anunciar estados de excepción Plan Integral para el Tratamiento de la Extorsión y Delitos Conexos Plan de Control Territorial pandillas en Honduras 2022 PMOP
El ministro Ramón Sabillón habló ampliamente sobre cómo el Gobierno de Honduras implementará este plan de forma focalizada en ciudades como San Pedro Sula y Tegucigalpa. FotoCC / Jorge Cabrera.

Tiziano Breda, analista para Centroamérica del International Crisis Group, dijo a Contracorriente que lo planteado por el Gobierno de Honduras luce positivo si se ve desde una perspectiva general, porque se cambia de estrategia para la persecución de los «recolectores de la extorsión» y se hace un mejor enfoque sobre cómo seguir la pista del dinero e investigar a dónde va a terminar en términos de lavado de activos, «para llegar a los mandantes del delito de extorsión».

No obstante, el analista tiene dudas de cómo el Gobierno de Honduras podrá costear un plan como este: «yo no estoy seguro, me parece que solamente tienen como 1000 millones de lempiras para implementar este plan, así que choca con una realidad en donde puede haber una escasez de recursos».

Otto Argueta, por su parte, sostiene que estos modelos descansan en hacer operar una maquinaria propagandística muy grande para mostrar al Gobierno en acción y, tras la suspensión de garantías, también entran en juego la suspensión de procesos burocráticos para la adquisición de insumos.

«La declaratoria de emergencia implica también que se pueden disponer de fondos en forma de emergencia, por lo cual no hay procedimientos, se suspenden y eso ha dado lugar a corrupción», dijo.

Breda, por su parte, considera que la capacidad misma de la Policía Nacional ha estado muy debilitada en los últimos años, que todavía presenta altos índices de corrupción y ahora se les está dando un rol protagónico y están reemplazando a las fuerzas militares «y no estoy seguro que esté preparada para implementarlo».

El analista señaló que el plan de Xiomara Castro tiene un origen: «se está mirando, seguramente, lo que ocurre en términos de seguridad en los países vecinos, y es indudable la estrategia implementada en El Salvador».

Breda, tras analizar ocho meses del estado de excepción en El Salvador, identifica dos modelos que pueden ser llamativos para un Gobierno: el primero, es que ha sido un estado de excepción en escala nacional y no un estado de excepción focalizado. «Ha logrado agilizar los procesos de detención y encarcelamiento, enjuiciamiento de muchos criminales y de alguna forma, subsecuentemente, ha logrado desarticular, por lo menos temporalmente, a muchas operaciones de las pandillas, hay algunos lugares donde se solía pagar extorsión desde hace décadas y en este momento la gente siente un respiro».

El segundo elemento es que es una medida extremadamente popular y bienvenida, «entonces en este momento en que hay una creciente presión hacia el Gobierno de Xiomara, que aborde el tema de la extorsión y el tema de la percepción de la inseguridad, pues la propuesta de imponer estados de excepción responde a esos dos elementos», expuso el analista.

Estados de excepción El director de la Policía Nacional Gustavo Sánchez Xiomara Castro emula a Nayib Bukele al anunciar estados de excepción Plan Integral para el Tratamiento de la Extorsión y Delitos Conexos Plan de Control Territorial pandillas en Honduras 2022 PMOP
El director de la Policía Nacional, Gustavo Sánchez, cuando hablaba sobre los logros que a su criterio ha tenido la institución armada en Honduras. FotoCC / Jorge Cabrera.

Gustavo Sánchez, director general de la Policía Nacional, dijo que este lanzamiento forma parte del Plan de Gobierno para la Refundación y afirmó que van por buen camino porque en los 10 meses de gestión, han logrado reducir homicidios, capturar extraditables, erradicar plantas de cocaína, capturar a 1,234 miembros de maras y pandillas y desarticular 291 bandas.

En los medios de comunicación gubernamentales se ha desplegado una narrativa orientada a divulgar que la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, le ha declarado declara la guerra a la extorsión y con el respaldo del ministro de Seguridad, Ramón Sabillón, brindaron sendas comparecencias de prensa señalando que la extorsión ha venido incrementado en el país por varias décadas.

La Policía Nacional propondrá los estados de excepción

El abogado hondureño Juan Carlos Barrientos, experto en derecho constitucional, dijo a Contracorriente que le parece que la Policía no está facultada para determinar estados de excepción, a pesar que en su discurso, la presidenta Castro la faculta. 

«Eso es irregular porque la Constitución de la República establece que quien declara la suspensión de garantías y derechos a nivel nacional es el presidente en Consejo de Ministros, a través de la emisión de un respectivo PCM, en donde se manda a publicar en La Gaceta o se puede hacer a través de un decreto que emite el Congreso Nacional, pero ella (Xiomara Castro) no puede darle esa facultad a la Policía, a mí me parece que debió tratarse de un mal entendido» explicó Barrientos.

El abogado Barrientos añadió que en un estado de excepción, lo cual él define como «algo fuera de lo normal, fuera de lo ordinario, de lo corriente», implica suspensión de garantías constitucionales y en donde generalmente se suspenden las garantías de libertad personal, las del allanamiento, las de las capturas y las que tienen que ver con temas de tipo penal.

El abogado Barrientos es generador de opinión pública en Honduras en aspectos constitucionales, y considera que constitucionalmente El Salvador ha hecho bien las cosas: «A mí me parece que lo mejor que se pudo haber hecho se hizo en El Salvador, allá suspendieron unas garantías constitucionales por medio del Congreso y le entraron de lleno a capturar a todos los mareros, a judicializarlos, hicieron reformas a los códigos penales, reformas a todo tipo de leyes como de la niñez y adolescencia, para que se pudiera realizar de manera pronta, expedita y masiva la captura y enjuiciamiento de esa gente».

Al consultar al abogado Barrientos sobre los estados de excepción que hemos venido arrastrando en Honduras, durante casi dos años debido al Covid-19, en donde la información ha sido opaca, en el sentido de que oficialmente nunca se informó cuándo retornamos a la normalidad, el profesional del derecho estableció que existen similitudes importantes, pero señala que hay características diferenciadoras.

«Son similares (estado de excepción por Covid-19 y estado de excepción antiextorsión), con la diferencia de que aquí (estado de excepción antiextorsión) van implícitas también reformas al Código Penal y al Código Procesal Penal y para que los jueces no dejen en libertad a los mareros», expuso el abogado.

«Las reformas son agravar penas, establecer condiciones en que el que comete delito no solo el muchacho que anda recogiendo la extorsión, sino que también los cabecillas, los que tienen abierta la cuenta bancaria donde se hacen los depósitos, incluso están pidiendo reformas para la comisión nacional de bancos, para que se puedan investigar transferencias electrónicas, etc, etc.», explicó.

Por otra parte, el analista hondureño reconoció que la Policía Nacional de Honduras ha estado siempre con problemas en el que algunos de sus elementos participan del crimen organizado. «Ese es un secreto a voces, eso nadie lo puede ignorar y no de ahorita, recuerde usted el Gobierno anterior».

El comisionado Sánchez, director de la Policía, explicó que su institución ejecutará el Plan de Mercados Seguros y Plan Escorpión, enfocados en la frontera de Honduras con El Salvador, y que el plan de control de seguridad territorial se extenderá en áreas de riesgo articulado con gobiernos locales, ejemplificó casos como los municipios de Villanueva y Lepaterique que ya se encuentran ejecutando toques de queda. 

Honduras ha anunciado que se enfocará y se apoyará en los informes de inteligencia, investigación y enriquecimiento y que a través de los órganos de persecución penal realizará la investigación financiera de personas acusadas de extorsión, combatirá los delitos de lavado de activos mediante la privación de dominios y, además, echará mano de la Comisión Nacional de Banca y Seguros (CNBS) en donde será necesario la creación de las unidades financiera registral y financiera patrimonial, respectivamente.

Sánchez manifestó que se debe controlar la venta de chips telefónicos, controlar a los motociclistas mediante un sistema de registro vehicular en la que se colocará stickers con el número de placa en los cascos y chalecos.

Gustavo Sánchez expresó que es necesario reformar los artículos 373 y 374 del Código Penal, así como el artículo 237 del Código Procesal Penal y los artículos 26 y 29 del decreto 93-2021.

¿Qué tanto éxito en su imagen puede tener Xiomara si se compara con Bukele?

Estados de excepción Xiomara Castro emula a Nayib Bukele al anunciar estados de excepción Plan Integral para el Tratamiento de la Extorsión y Delitos Conexos Plan de Control Territorial pandillas en Honduras 2022 PMOP
La presidenta Xiomara Castro conversa con el secretario de Seguridad, Ramón Sabillón, durante el lanzamiento del el Plan Integral para el Tratamiento de la Extorsión y Delitos Conexos. FotoCC / Jorge Cabrera.

Sobre el posible éxito que tenga el Plan en Honduras y las similitudes de la violencia que enfrentan los Gobiernos de Guatemala y El Salvador, Tiziano Breda hace una distinción, no solo entre Honduras y El Salvador, sino también con lo que sucede en Guatemala.

«Guatemala tiene unas características bien específicas, la presencia de pandillas están un poco más concentradas en las grandes ciudades, es más parecido a Honduras en el sentido de que existen también otros grupos criminales de narcotráfico, bandas de roba carros, etc», expuso. 

Breda ve difícil que Honduras pueda replicar cabalmente lo que ocurre en El Salvador, primero, porque Bukele hizo posible que estas medidas fuesen implementadas y extendidas ocho veces y que todo eso se «esté cumpliendo sin mayor resistencia de ningún órgano del Estado: es constitucional y los fiscales están de acuerdo en juzgar gente con evidencia débil. Eso solo es posible con el control que tiene Nayib Bukele en las diferentes instituciones del Estado y eso en Honduras, hasta el momento, la presidenta Xiomara Castro no tiene ese nivel de control sobre el Judicial y el Legislativo».

El analista también detecta que en El Salvador «se está operando sobre una base de datos de perfilamiento de los pandilleros, en donde la mayoría, o una buena parte de los pandilleros ya están perfilados en las bases de datos o los policías ya saben dónde se encuentran, quiénes son, etc., no estoy al tanto de que exista un ejercicio tan detallado en Honduras, aunque sí se conocen los perfiles de cabecillas pero no sé si se tiene una base de datos tan amplia, como la que tiene El Salvador».

Breda abordó también el tema de las capacidades e infraestructura con la que cuenta Honduras: «hay que partir de la capacidad de operar en todo el territorio nacional, llevar a cabo redadas masivas, en El Salvador hay, si no estoy mal, de entre 40 mil a 45 mil policías y militares involucrados en tareas de seguridad pública. Y estamos hablando que en Honduras hay cerca de 38 mil policías y militares en un país que es mucho más grande que El Salvador, y donde hay mayor preponderancia hacia la Policía, que tiene unos 18 mil agentes, por lo tanto, veo difícil que en Honduras se pueda aplicar en escala nacional, y ya de hecho la presidenta Castro dijo que sería más bien un ejercicio localizado».

Honduras y su sistema carcelario colapsado, ¿cómo afrontaría redadas masivas?

El analista italiano Tiziano Breda dijo que esto claramente conlleva a una preocupación de que estas suspensiones de garantías constitucionales puedan crear el ambiente para una serie de abusos y de que las personas que puedan ser detenidas queden en estado de desprotección.

 «Si se basan en un encarcelamiento masivo como se ha estado haciendo en El Salvador, como lo ha estado haciendo Bukele en El Salvador, con más de 58 mil capturas hasta el momento, también hay que tomar en cuenta las consecuencias en las cárceles, porque ya Honduras tienen más de 20 mil presos en un sistema, que si no estoy mal, tiene capacidad solamente para 8 mil, y ya tiene una etapa de desbordamiento, hacinamiento, ¿imagínate con una campaña de detenciones masivas qué podría ocurrir?», expresó el analista Breda.

Un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), publicado en agosto de 2019, indicó que la ocupación de los centros penitenciarios –con capacidad para alojar 10,814 personas– superaba casi el doble de su capacidad real de alojamiento, con una tasa del 88 % de sobrepoblación.

El Instituto Nacional Penitenciario (INP) reportó en julio de 2018 que había un total de 20,356 personas privadas de libertad en Honduras. Estas personas se encontraban privadas en 29 centros de detención, entre los que se cuentan tres que funcionan al interior de tres batallones militares.

Otro estudio, de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (Oacnudh), publicado el 2021, establece que, de acuerdo con datos del INP, el Sistema Penitenciario alberga 20,687 personas adultas privadas de libertad, aunque solo tiene capacidad para recibir a 14,780 personas, lo que representa una sobrepoblación de casi el 40%.

Honduras ha sido un país con índices de impunidad y falta de investigación evidentes: «Alrededor del 51 % de la población penitenciaria no cuenta con sentencia. El uso excesivo de la prisión preventiva, a pesar de su carácter excepcional según la ley, continúa siendo un gran desafío para el descongestionamiento del sistema penitenciario», indica la Oacnudh.

Estados de excepción Xiomara Castro emula a Nayib Bukele al anunciar estados de excepción Plan Integral para el Tratamiento de la Extorsión y Delitos Conexos Plan de Control Territorial pandillas en Honduras 2022 PMOP
La Policía Militar del Orden Público realiza en la colonia Villa Nueva de Tegucigalpa el día del lanzamiento del Plan Integral para el Tratamiento de la Extorsión y Delitos Conexos. FotoCC / Jorge Cabrera.

El pasado 25 de febrero, la presidenta Xiomara Castro informó de un proceso de traspaso de mando del Sistema Penitenciario a la Policía Nacional que busca concluir en la formación de una Policía Penitenciaria independiente de las FF. AA. y de la Policía Nacional, apoyándose en una Policía Comunitaria.

Otto Argueta coincide con Tiziano Breda en afirmar que la Policía de Honduras arrastra un déficit sumamente grande. «Fue la razón por la que estuvieron intentando incorporar a policías depurados en sus filas, siempre en las policías hay una relación de salida y entrada que se va compensando, pero esa relación en Honduras ha sido muy negativa; se va mucha gente y poca gente entra».

El historiador considera que la Policía hondureña tiene poco nivel de profesionalidad, «Ahora mismo se ha hecho mucha propaganda para presentar a la fuerza policial como una fuerza muy violenta con la idea de que no va a ser vencido por la delincuencia, eso contradice a la recientemente creada Policía Comunitaria».

 «Un estado de emergencia es todo lo contrario de lo que un modelo de policía comunitario necesita, va a dañar el tejido social, va a imponer el miedo, va a generar desconfianza y por otro lado, estas cosas suelen ser de corto plazo, se va a un lugar, se satura, se hacen operativos, se captura y luego se mueven a otro lugar, si lo que se quiere es el modelo de El Salvador tendrán que hacer lo que hizo Bukele, es decir, alargar un período de excepción por varios meses y violar muchos derechos humanos, como se está haciendo en El Salvador», concluyó Argueta.

La Policía Militar del Orden Público realizó operativos este jueves en sectores considerados como violentos en Tegucigalpa, entre estos la colonia Villa Nueva. A pesar de que en conferencia de prensa se afirmó que los militares y la Policía Militar del Orden Público cuidarán las fronteras, los uniformados continúan realizando operativos de seguridad pública en los sectores más violentos de la capital y también en San Pedro Sula.

El coronel de Infantería, Eduard Suazo, comandante del quinto batallón de la PMOP, aseguró a Contracorriente que «como ya dijo la señora presidenta, la PMOP está participando en diferentes operaciones, tanto en patrullajes como retenes en los sectores violentos de la capital, y también lo estamos haciendo en otros sectores del país».

Hasta ahora, el Plan Integral para el Tratamiento de la Extorsión y Delitos Conexos no ha sido publicado en el Portal de Acceso a la Información Pública (IAIP), este tendrá un presupuesto —dentro de la Secretaría de Seguridad— de unos mil millones de lempiras, según lo divulgado.

De 185 postulantes, 105 aspirantes continúan en la carrera por llegar a la Corte Suprema de Justicia (CSJ). La Junta Nominadora, debido a su poca independencia presupuestaria, ha tenido que delegar en la Superintendencia la realización de las pruebas toxicológicas, psicométricas y los estudios socioeconómicos. El proceso ha estado manchado por el escándalo de la filtración de las respuestas de los exámenes de conocimiento, plagado de trabas en la emisión de constancias y marcado por el enorme filtro del notariado. 


Texto: Leonardo Aguilar
Fotografías: Jorge Cabrera y Fernando Destephen

Es viernes 28 de octubre y el secretario de Transparencia de Honduras, Edmundo Orellana Mercado, es uno de los invitados para hablar sobre democracia en el Foro Centroamericano de Donantes 2022 que se lleva a cabo en Tegucigalpa. 

Cuando le preguntan al ministro Orellana cómo contrarrestar la desconfianza en una población que no confía en las decisiones tomadas en el Congreso Nacional —sobre todo cuando está próxima la elección de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) para el período 2023-2030— el ministro lanza una modesta respuesta: «Se ha avanzado».

El recuerdo más fresco que tiene la ciudadanía hondureña sobre cómo el Congreso Nacional elige altos funcionarios está impregnado de patadas, gritos, insultos y amenazas de muerte. Fue en enero de 2022, cuando se escogió a la actual Junta Directiva del Congreso Nacional con menos de los 65 votos que manda la Constitución. 

Los diputados, sin escarmientos, escogieron más tarde al Procurador General de la República, saltándose otra vez la Constitución y colocando en ese cargo a un abogado del bufete del diputado Rasel Tomé, vicepresidente del Congreso Nacional que fue incluido en la Lista Engel por actos de corrupción pública.

Orellana —el primer fiscal general que tuvo Honduras— ha venido repitiendo desde hace varios días que su esperanza no radica en los diputados, sino en la Junta Nominadora. Fue Orellana el encargado de convocar a la Sociedad Civil para que escogiera a sus dos representantes (titular y suplente) que forman parte de la Junta Nominadora junto con representantes del Colegio de Abogados, Centrales Obreras, Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Claustro de Derecho y de la Corte Suprema de Justicia.

Pero en la Junta Nominadora no dejan de existir conflictos de interés, hay nominadores y aspirantes a magistrados de la Corte Suprema con estrechas relaciones de afinidad o amistad. Por esa razón, existe un reglamento que ordena a los nominadores recusarse en el caso de que les toque puntuar a candidatos cercanos.

De 185 postulantes que se postularon desde un inicio —53 mujeres y 132 hombres—, solamente 105 quedan vigentes, según informó el pasado 20 de noviembre la Junta Nominadora. Los anteriores quedaron en el camino tras la revisión y análisis documental, las pruebas toxicológicas y psicométricas, y finalmente, las pruebas de conocimiento.

Filtración de información confidencial

El martes 15 de noviembre, el abogado peruano y exvocero de la extinta Misión de Apoyo Anti Corrupción e Impunidad en Honduras (Maccih) Juan Jímenez Mayor, observador internacional del trabajo de la Junta Nominadora, se mostró más optimista que nunca: «Este proceso de selección de magistrados a la Corte Suprema Justicia de Honduras es el más transparente de la región», decía Jiménez Mayor, tras conversar públicamente con varios miembros de la Junta Nominadora.

Un día antes, el 14 de noviembre, la Junta Nominadora había aplicado las pruebas de conocimiento a los aspirantes a magistrados y, al no contar con la capacidad técnica ni tecnológica, tuvo que recurrir a utilizar la plataforma de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).

Junto a Jiménez Mayor, también observaban el trabajo de la Junta Nominadora los abogados Edison Lanza, exrelator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y Claudia Martin, codirectora de la Academia de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario y profesora residente de la Facultad de Derecho de American University (Washington D.C.).

Pero el entusiasmo de Juan Jiménez se fue debilitando poco a poco en la medida que algunos periodistas le hacían preguntas, como por ejemplo, ¿qué pensaba él de que la Secretaría del Congreso Nacional, por ley, debía tener una copia de los expedientes de los aspirantes mucho antes de tener en sus manos el listado final con por lo menos 45 candidatos? 

El artículo 16 de la Ley de la Junta Nominadora establece: «(…) La Junta Nominadora deberá remitir a la Secretaría del Congreso Nacional copia de cada solicitud y documentos presentados por los postulantes, dicha remisión se hará al día siguiente hábil de su recepción». 

En julio pasado, el secretario del Congreso Nacional, Carlos Zelaya, —hermano del expresidente Mel Zelaya— afirmó que como políticos «nunca vamos a esconder nuestra preferencia política; de frente decimos que vamos a defender a esos funcionarios que van en esa dirección, a postularse como candidatos de la Corte Suprema de Justicia».

El aspirante Luis Miguel Lara Hernández interpuso un recurso de amparo ante la Sala de lo Constitucional, argumentando que él solicitó revisión de su examen al igual que otras 21 personas a las que les aparecieron preguntas de selección múltiple sin opciones para responder correctamente. 

La Junta Nominadora había informado el 18 de noviembre que —de las 22 quejas que se presentaron— solamente «una cumplió con los requisitos para el cambio de nota».

Otro incidente relevante se registró el martes 22 de noviembre, cuando la secretaria de la Junta Nominadora, María Elena Sabillón, denunció públicamente que durante la madrugada «abrieron su carro, moviendo sus objetos personales, en aparente búsqueda de documentos o su computadora, dejando todas las puertas abiertas y sin que falte dinero u otros objetos de valor».

Filtración de preguntas 

El 17 de noviembre la Junta Nominadora recibió un duro golpe. Algunos postulantes a la Corte Suprema denunciaron que, antes de la aplicación de los exámenes de conocimiento, se habían filtrado las respuestas del banco de preguntas. 

En las redes sociales circulaban 24 imágenes que contenían preguntas y respuestas en formato de selección múltiple. En cada imagen aparecían las respuestas correctas marcadas en color amarillo.

Tomás Andino, suplente de sociedad civil ante la Junta Nominadora, expresó en ese momento —según una nota que fue publicada en el estatal Canal 8 y posteriormente borrada— que se estaba investigando la filtración «ante dicha evidencia pública»; agregaba que se procedería a hacer «una depuración interna» y advertía sobre la posibilidad de que los exámenes se repitieran. 

Durante ese momento, en la radio y televisión nacional se debatía también la posibilidad de que el Congreso Nacional disolviera la Junta Nominadora y escogiera directamente a 15 magistrados.

El aspirante Wilfredo Guevara, de 60 años, quien quedó fuera del proceso, reveló a Contracorriente que la filtración se dio antes de que se sometieran al examen. Agregó que «muchos» notarios lograron «obtener» y mantener en «su poder la filtración» de estas preguntas antes del examen.

«Preguntas que me salieron en las pruebas las conocí hasta después en un chat que me mandaron. Preguntas taxativas que estaban en el banco de datos», dijo Guevara a Contracorriente.

Una fuente de adentro de la Junta Nominadora aseguró a Contracorriente, en condición de anonimato, que la filtración se hizo hasta después de realizadas las pruebas y que probablemente se denunció eso para anular el proceso y repetir los exámenes para favorecer a candidatos cercanos a los partidos políticos que salieron aplazados en la prueba.

El presidente de la Junta Nominadora, Mario Urquía, manifestó el lunes 21 de noviembre que se conformó una Comisión para investigar lo sucedido. Agregó que esta será presidida por Olban Valladares, representante del Cohep.

Tomás Andino, aunque en principio contemplaba la posibilidad de repetir las pruebas, se retractó de sus declaraciones iniciales y dijo que lo se filtró es «algo viejo, no actual», además sostuvo que no existe forma de repetir las pruebas de conocimientos.

El artículo 27 del reglamento establecía que la calificación de aprobación en el examen escrito era del 75 %, sin embargo, en el caso de que el número de personas postulantes que aprobara hubiese sido inferior a 60 personas postulantes, se tomarían las notas dentro de un rango entre 65 % y 74 %.

El criterio de evaluación «idoneidad y la capacidad técnica» representa el 55 % del puntaje total en la matriz evaluadora, mientras que la «ética personal» tiene un puntaje de 20 % y la «integridad personal» un 25 %.

La matriz de evaluación técnica fue modificada en el Congreso Nacional, en el mes de julio, cuando los diputados estaban discutiendo la ley. 

El dictamen inicial estipulaba que los porcentajes de evaluación estarían repartidos en un 30 % a la integridad personal y profesional, un 40 % a la ética profesional, y un 40 % a la idoneidad y capacidad técnica. 

Con las modificaciones —tras las sugerencias del presidente Luis Redondo— la idoneidad y capacidad técnica se elevó hasta el 55 %, dejando casi todo a la suerte del examen de conocimientos.

A los aspirantes se les dio un temario bastante general, lo cual puede  comprobarse en el portal de acceso a la información pública.

El 18 de noviembre, en una entrevista concedida a varios medios de comunicación, antes de abandonar Honduras, Juan Jiménez Mayor —quien no fue recibido en el Congreso Nacional— dijo estar preocupado por las denuncias sobre la filtración: «Me voy un poco preocupado por lo que ha acontecido, pero espero que la Junta Nominadora pueda dar señales claras de lo que está ocurriendo».

Tratos preferenciales

El sábado 12 de noviembre —en un evento no programado— cuatro aspirantes a magistrados estaban reunidos con varios miembros de la Junta Nominadora, lo que causó asombro porque la reunión se daba justo en el momento en el que miembros de la Junta estaban estaban preparando las pruebas de conocimiento que se aplicarían dos días después, el lunes 14 de noviembre.

El vocero de la Junta Nominadora, Josué Padilla, en un intento por calmar las aguas, dijo al medio de comunicación Hoy Mismo que estaban en reunión cuando de pronto aparecieron miembros de La Unión de Notarios a consultar si podían ser atendidos porque tenían algunas dudas con respecto a la «logística del examen, el parqueo y otras inquietudes».

Entre los aspirantes que estuvieron ese día en esa reunión estaban María Elena Bonilla Galindo, Milton Jiménez Puerto y Fredis Alonso Cerrato Valladares. Todos estos lograron aprobar sus exámenes de conocimiento.

María Bonilla, en marzo pasado, lideró el equipo de defensores del expresidente Juan Orlando Hernández cuando éste permanecía encarcelado a la espera de su extradición a EE.UU.

Fredis Cerrato es el actual director del Instituto Nacional de Formación Profesional (Infop) y en el pasado fungió como ministro de Industria y Comercio durante el Gobierno de Manuel Zelaya (2006-2009).

Milton Jiménez Puerto es el notario que solicitó la aplicación del decreto de amnistía en favor de Enrique Flores Lanza, asesor presidencial del Ejecutivo con un salario mensual superior a los 80,000 lempiras. Lanza tenía un proceso judicial abierto acusado de haber sustraído cerca de 40 millones de lempiras en efectivo de las bóvedas del Banco Central de Honduras (BCH) cuando fungía como la mano derecha del expresidente Manuel Zelaya.

Flores Lanza es un político de interés público. Fue quien revisó, en secreto, el decreto de amnistía que se le aplicaría a él mismo. En el proceso actual, hay dos abogadas cercanas al asesor presidencial Enrique Flores Lanza que todavía aspiran a convertirse en magistradas de la Corte Suprema: su hermana, Tirza Flores Lanza, y su esposa, Sonia Dubón.

La enorme influencia de la Superintendencia: pruebas psicométricas dejaron fuera a 17 aspirantes

Entre los temas que mayor tiempo tomó debatir a los miembros de la Junta Nominadora fue el tema de las pruebas toxicológicas y psicométricas.

El acta correspondiente al 12 de octubre muestra que Julissa Aguilar solicitó que se consignaran los nombres de las personas que se habían reunido con la Junta Nominadora, entre estos estaba una comisión de OACNUDH y las psicólogas de la Corte Suprema.

Había preocupación y mucho debate por la discrecionalidad y sobre quién tomaría el control de las pruebas toxicológicas y psicométricas.

En el acta del 22 de septiembre, el representante del Cohep, Olban Valladares, pidió la palabra y señaló que muchas personas toman medicamentos por enfermedades preexistentes.

Ese mismo día se mencionó la «posibilidad de realizar las pruebas en un laboratorio privado», pero Tomás Andino afirmó que eso es peligroso por los fraudes en los laboratorios privados.

Helui Castillo y Gustavo Solórzano rechazaron el argumento de Tomás Andino, coincidiendo en que «no creen que los laboratorios se sometan a fraudes, y perder su prestigio y reputación». Karol Bobadilla (asistente de la Secretaría Adjunta, propuesta de sociedad civil), sugirió que se juramentara a alguien de Medicina Forense para que verificara la confiabilidad de dichos laboratorios privados.

Martha Dubón, representante de Sociedad Civil ante la Junta Nominadora, dijo a Contracorriente que las pruebas toxicológicas finalmente quedaron en manos de la Superintendencia para la aplicación de Pruebas de Evaluación de Confianza. Explicó que esta es una instancia de la Secretaría de Seguridad.

El artículo 17 de la Ley de la Junta Nominadora permite hacer la solicitud de cooperación a la Superintendencia —un órgano del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad (CNDS)— que «se pondrá a disposición de la Junta de manera inmediata e incondicional» pero se aclara que la Superintendencia «no estará sujeta a la Ley General de la Superintendencia para la Aplicación de Pruebas de Evaluación de Confianza», pues en su normativa aparte de las pruebas socioeconómicas, patrimonial, psicométricas y psicológicas también contemplan pruebas de polígrafo, esta última descartada.

El pasado 1 de septiembre, la presidenta Xiomara Castro, reunió por primera y, hasta ahora, única vez, al CNDS, un órgano que tal y como está propuesto violenta la Constitución de la República al superponer al Ejecutivo sobre los demás poderes, Legislativo y Judicial, que quedan subordinados a la figura presidencial del Ejecutivo.

Una nota previa de Contracorriente, explica que tras conversar con diversas fuentes sobre cuál fue el motivo de la reunión urgente, las respuestas se limitaron a señalar que existía la necesidad de hacer cambios o de actuar para lograr el funcionamiento de algunas instituciones que dependen del CNDS.

En la reunión del último Consejo, la presidenta Xiomara Castro hizo cambios en el CNDS. Nombró al director y al subdirector adjunto de la DNII, los comisionados Raúl Mejía Erazo y Ángel Josué Luque, respectivamente.

El comisionado Mejía Erazo pasó a sustituir al comisionado Alex Edgardo Madrid Padilla en la dirección de la DNII. Por su parte, el comisionado Raúl Mejía Erazo se había venido desempeñando como el jefe de Protección y Servicios Especiales de Casa Presidencial durante la nueva administración, pues a mediados de febrero fue designado en ese cargo por el titular de la Secretaría de Seguridad, Ramón Sabillón.

«La Superintendencia es la que va a realizar pruebas psicológicas y psicométricas, esta es una parte muy importante que se discutió mucho. Acudimos al Colegio de Psicólogos, a Barra de Psicólogos privados, a la misma carrera de Psicología de la UNAH, y por último que apareció la Superintendencia diciendo que ellos habían aplicado las pruebas en el período anterior y, más que todo, también por una cuestión de tiempo y costos; la Superintendencia fue el único que nos propuso entregarnos en tiempo y forma los resultados y prácticamente solo tenemos un espacio de 10 días hábiles para aplicar las pruebas y ver los resultados», explicó Martha Dubón.

La participación de la Superintendencia finalmente fue determinante: 17 aspirantes quedaron fuera del proceso al no superar las pruebas psicométricas, a pesar de que 11 de ellos habían superado las pruebas de conocimiento. 

El vocero de la Junta Nominadora, Josué Padilla, según Proceso Digital, indicó que 17 personas de los 174 postulantes no superaron las pruebas psicométricas aplicadas por la Superintendencia; aunque aclaró que ninguno de ellos resultó reprobado en las pruebas toxicológicas.

Pruebas socioeconómicas en manos de la Superintendencia

Pero la tarea de la Superintendencia no terminó con la aplicación de pruebas psicométricas y toxicológicas, sino que se extiende ahora a los estudios socioeconómicos que deberá realizar a los aspirantes a magistrados de la Corte Suprema.

La Junta Nominadora informó que las 105 personas postulantes que continúan en el proceso serán sometidas, desde el lunes 21 de noviembre, a un estudio socio económico que consistirá en entrevista personal, visita domiciliaria e investigación en bases de datos y fuentes abiertas. 

“La entrevista se llevará a cabo en las instalaciones de la Dirección Nacional de Investigación e Inteligencia, en el edificio de la División de Certificación de Confianza”, informó la Junta Nominadora.

Los parentescos y los aspirantes militantes 

El pasado 18 de julio, el Congreso Nacional eliminó —a la medianoche y con polémica— varios incisos del artículo 15 de la propuesta original para la nueva ley en donde se establecía que los candidatos autopostulados no debían tener «vínculo de parentesco en el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad con miembros de la Junta Nominadora, con diputados del Congreso Nacional y altos funcionarios del Estado». 

Además, la propuesta original inhabilitaba a los aspirantes a magistrados en el caso de ser miembros activos de un partido político o de haberlo sido en los dos años anteriores a su autopostulación. Todo eso se borró de la Ley que finalmente se aprobó.

Los diputados también suprimieron otro obstáculo: si algunos de los aspirantes a magistrados hubieran sido condenados por delitos dolosos, por violencia doméstica o por incumplimiento de deudas alimentarias, igualmente quedaban fuera, sin embargo, los congresistas agregaron la palabra «sentencia firme», lo que, con la mora judicial e impunidad existente en Honduras, tarda muchísimo tiempo en concretarse. 

Finalmente, el artículo 15 de la Ley especial de organización y funcionamiento de la Junta Nominadora abrió la puerta para que magistrados militantes de partidos políticos, funcionarios públicos y hasta condenados (sin sentencia firme) se autopostularan a la Corte Suprema.

Lo anterior gracias a una sugerencia del diputado y jefe de bancada de Libre, Rafael Sarmiento —familiar de la presidenta Xiomara Castro Sarmiento.

La propuesta original para la aprobación de esta ley fue enviada desde el Poder Ejecutivo y elaborada con apoyo de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) junto con el titular de la Secretaría de Transparencia, el ministro Edmundo Orellana.

El 30 de octubre, faltando un día para que cerraran las autopostulaciones, Martha Dubón dijo que aplicarían «la ley tal cual, así como se establece; va a ser un tema de mucha discusión, porque esas inhabilidades del artículo 15 no podemos sobrepasarlas».

Martha Dubón agregó que en el reglamento se reafirmaron algunas posturas con el objetivo de mantener algunos principios que la ley traía ya de fondo, pero afirmó que «lastimosamente la ley no fue aprobada tal cual como se hubiese querido; estamos tratando de mantener al pie de la letra lo que la ley establece», expuso.

El director para asuntos centroamericanos de la Seattle International Foundation (SIF), Eric Olson, dijo a Contracorriente que en casi todos los países los procesos de selección de magistrados y jueces son muy complicados y hay muchas presiones, pero lo idóneo, afirmó, «es que haya un proceso basado no en alianzas políticas sino en base a las calificaciones de cada candidato».

Olson expuso que «todo es una negociación política y por eso la prensa independiente, la sociedad civil, los ciudadanos, todos, tenemos que velar para que eso no ocurra, que no vuelva pasar ni en Honduras ni en ningún otro lado».

Además, agregó que la ONU está observando cómo proceden estos procesos de selección tanto de magistrados como del próximo fiscal general, porque la comunidad internacional no va a llegar a Honduras «a solucionarlo todo». 

El Director en Honduras del Instituto Holandés para la Democracia Multipartidaria (NIMD, por sus siglas en inglés), Luis Daniel León —quien ha sido veedor de este proceso—, dijo el lunes 14 de noviembre a Contracorriente que a su juicio la Junta Nominadora ha hecho «un muy buen trabajo», tratando de cumplir con los cronogramas y los tiempos establecidos de forma correcta.

«Ayudó mucho que, en la nueva ley, ya no salgan las propuestas desde los partidos políticos, porque antes los candidatos tenían que defender a la organización y al sector que los postulara. Ahora han sido autopostulaciones, no significa que no existan padrinazgos, pero ha sido un poco más limpia la posibilidad de competir», explicó León.

Sin embargo el asunto de la autopostulación también tuvo sus problemas y excepciones, por ejemplo, el último día para postulaciones (31 de octubre) fue postulado por sus familiares el abogado René Velásquez Díaz, quien falleció el 18 de octubre y que estaba reuniendo las constancias para autopostularse. Los familiares argumentaron que lo postularon como un homenaje póstumo, pues Velásquez Díaz siempre soñó con ser magistrado. Según Diario La Prensa, la ministra de Derechos Humanos, Natalie Roque, acompañó a la familia ese día.

Problemas con el portal de información pública

«La información pública producida por la Junta Nominadora (actas de sesiones, cronogramas, listados de postulantes, expedientes públicos) se sube al Portal de Transparencia con retrasos considerables en relación con la fecha de creación y aprobación», indica el primer informe de veeduría al Proceso de Elección de Magistrados/as de la Corte Suprema de Justicia, realizado por el Centro de Estudios para la Democracia (Cespad), Fundación para el Debido Proceso y Abogados sin Fronteras (Canadá).

El informe explica que esta práctica ha sido recurrente, sobre todo en lo relacionado con la subida de las actas de las sesiones de la Junta Nominadora. Señalaron que, si esa mala práctica continúa, «limitará el escrutinio riguroso y expedito por parte de los veedores nacionales, internacionales, medios de comunicación y la ciudadanía en general».

Este estudio, además, determinó que la Junta Nominadora no fue capaz de solicitar constancias ante la Unidad de Financiamiento, Transparencia, Fiscalización a Partidos Políticos y Candidatos (UFTF) —también conocida como Unidad de Política Limpia—, eso impide conocer cuántos de estos aspirantes a magistrados fueron candidatos en las últimas elecciones. Se desconoce entonces si estos aspirantes a magistrados pudieron haber financiado sus campañas con dineros de la corrupción o del narcotráfico.

«Este filtro le permitiría a la JN (Junta Nominadora) evaluar en el listado a los postulantes que no rindieron su informe y que se encuentran en incumplimiento administrativo con la UFTF», indica el informe del Cespad.

Contracorriente habló con el comisionado de la Unidad de Política Limpia, Javier Franco, quien dijo que esa unidad nació en el marco de la Maccih como un mecanismo anticorrupción y en pro de la transparencia, y, por lo tanto, están en la disposición de brindar información en el caso de que la Junta Nominadora la solicite.

Franco explicó que solamente el 70 % de los candidatos a elección popular presentó informe. 

Los informes de la UFTF sirven para generar denuncias, vinculaciones y judicializaciones por haber financiado campañas políticas con dinero proveniente de actos de corrupción, narcotráfico o crimen organizado.

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Una reunión de los miembros de la Junta Nominadora. Foto CC/Fernando Destephen

El pasado 3 de octubre de 2022, según consta en el acta correspondiente a ese día, el representante de la Corte Suprema de Justicia, Josué Padilla, solicitó que las sesiones fueran solamente grabadas y no transmitidas en vivo: «Ya que no hay logística para hacer transmisiones en vivo de 8 horas, para esto se piensa en mandar una nota a Carlos Javier Estrada, subsecretario de Comunicación del Gobierno, y que se pueda coordinar con canal 8 o el Canal del Congreso».

El informe de auditoría a la Junta Nominadora reveló que un aspecto importante y clave para la transparencia y publicidad del proceso es que la población cuente con la posibilidad de conocer, observar directamente y con detalles, más allá de lo que reportan los medios de comunicación.

«Esta situación se resolvió a partir del 11 de octubre del 2022, fecha en la que se hizo la primera transmisión íntegra de la sesión mediante las redes sociales. Desde entonces, las sesiones han sido accesibles en tiempo real, a toda la ciudadanía e incluso a la observación internacional», expuso el informe de auditoría a la Junta Nominadora.v

Aspirantes a magistrados señalados por corrupción 

Muchos aspirantes a magistrados pudieron pasar el primer filtro, la etapa de revisión legal y documental, a pesar de tener hojas de vida cuestionables.

Las denuncias más graves —aunque el proceso de tachas y denuncias todavía no inicia— han venido del abogado Luis Javier Santos, fiscal jefe de la Unidad Fiscal Especializada Contra Redes de Corrupción (Uferco).

Aunque no dio los nombres, el fiscal Santos dijo, el pasado 7 de noviembre, que él ha identificado a seis notarios que se autopostularon, los cuales están vinculados con la corrupción o con el narcotráfico, y, por lo tanto, consideró, la Junta Nominadora debe hacerlos a un lado porque estos defienden redes de corrupción. 

El lunes 14 de noviembre, el notario Luis Miguel Lara Hernández (excluido del proceso tras no aprobar la prueba de conocimiento), reconoció haber participado en el proceso de criminalización de un grupo de defensores del agua en Guapinol, Tocoa, departamento de Colón. Lara Hernández es abogado de la empresa Inversiones Los Pinares.

También quedó fuera del proceso tras la prueba de conocimiento, la aspirante a magistrada Erika Yolanda Cálix Hernández (hermana del narcotraficante Mario José Cálix Hernández, alias Cubeta). El 2018, le promovieron un antejuicio por abuso de autoridad, cuando se desempeñaba como jueza en la ciudad de Gracias, Lempira.

Magistrados de la CSJ buscan la reelección

Son seis actuales magistrados los que buscan la reelección y que lograron superar los tres primeros filtros.

La diputada Fátima Mena afirmó a Contracorriente que, en el caso de que estos magistrados lleguen a quedar entre los 45 candidatos, no piensa apoyar a ninguno de ellos. 

Los seis magistrados que buscan reelegirse son Jorge Alberto Zelaya, Edwin Francisco Ortez, Jorge Abilio Serrano, Edgardo Cáceres Castellanos, María Fernanda Castro y Rafael Bustillo Romero.

Entre estos seis magistrados hay tres de la Sala de lo Constitucional, quienes son juez y parte en el proceso, pues con resolver los dos recursos de inconstitucionalidad pueden destruir a la Junta Directiva del Congreso Nacional.

Los magistrados de la Corte Suprema actual son mal vistos por las decisiones tomadas en el contexto Maccih, que ayudó a que se pudieran judicializar 13 casos y procesar a 113 personas, la mayoría funcionarios públicos. 

La Maccih hizo posible sacar a luz casos como «Red de Diputados», que implicó a más 60 diputados acusados de malversación de fondos públicos, supuestamente transferidos del poder Ejecutivo a organizaciones de la sociedad civil ligadas a ellos y luego a las cuentas bancarias de los diputados. Sin embargo, modificaciones legislativas hicieron que la Corte Suprema suspendiera este caso y lo remitiera al Tribunal Superior de Cuentas.

Luego vinieron otros casos emblemáticos, como el «Pacto de Impunidad», en donde se acusó a dos diputados de falsificar documentos, abusar de su autoridad y de delitos contra la forma de gobierno. También se conoció el caso «Caja de Pandora», en donde los magistrados otorgaron medidas sustitutivas a la prisión a la mayoría de los procesados. Los recursos presentados por la defensa y la Fiscalía General permanecieron engavetados desde el año 2018.

El fiscal jefe de Unidad Fiscal Especializada Contra Redes de Corrupción (Uferco), Luis Javier Santos, sobre los magistrados que buscan la reelección, asegura que estos «tuvieron siete años para demostrar que estaban comprometidos con el país, con impartir justicia, y todos sabemos, no es necesario repetirlo, el papel que han tenido estos jueces en los casos de alta corrupción», dijo.

Problemas en la independencia presupuestaria de la Junta Nominadora

La falta de presupuesto hacia la Junta Nominadora ha puesto en ventaja al sector empresarial, representado por el Cohep dentro de Junta; esta institución maneja el dinero y ha podido posicionarse en espacios técnicos debido a su solvencia económica. Al menos así lo ven desde Sociedad Civil.

El artículo 10 de la ley que rige a la Junta Nominadora establece que los gastos de funcionamiento de la Junta, así como sus operaciones logísticas, serán cubiertos y distribuidos equitativa y proporcionalmente a sus medios entre las siete instituciones y organizaciones integrantes. 

La abogada Martha Dubón, representante de Sociedad Civil, en conversación con Contracorriente, describió así la fuerza del Cohep dentro de la Junta Nominadora: «El Cohep, ustedes saben, es la fuerza económica del país, llegó desplegándose, diciendo que ellos tenían equipo técnico; incluso nos ganaron la Secretaría Técnica por tema de recursos, luego vino una discusión de quién administraba los fondos de la Junta, lo volvió a ganar el Cohep».

«Lo que sí fue señalado –asegura Dubón–, es que, si estamos eligiendo a un poder del Estado, debería ser el Estado el que destine los fondos para el funcionamiento para la elección y funcionamiento de la nueva Corte. Ante los altos costos que ha representado el funcionamiento de la Junta, se dirigió una solicitud al presidente del Congreso Nacional por la cantidad de un millón de lempiras, que a la verdad va a ser corto».

Es preciso señalar que la Presidencia de la Junta recayó en Mario Urquía, quien representa al Colegio de Abogados; la Secretaría en María Sabillón de las Centrales Obreras y la vocería en Josué Padilla, de la Corte Suprema.

Trabas en constancias y el filtro del notariado

Algunos autopostulantes sufrieron innumerables trabas para reunir las constancias que formaban parte de los requisitos para postularse. Algunos analistas e incluso varios miembros de la Junta Nominadora esperaban más de 200 autopostulaciones, pero solo recibieron 185, de los cuales 53 son mujeres y 132 hombres. 

El tema de género será importante en esta elección. En la última parte del artículo 22 de la Junta Nominadora, referente a la entrega de la nómina de candidatos al Congreso Nacional, se establece que «en su elección final, el Congreso Nacional mantendrá la paridad de género eligiendo no menos de siete (7) mujeres como magistradas de la Corte Suprema de Justicia».

Para Martha Dubón, representante de Sociedad Civil, el trabajo de la Junta había transcurrido con normalidad, salvo algunos inconvenientes presentados al inicio. Lamentó, por ejemplo, el retraso causado por algunas instituciones para otorgar constancias a los notarios que querían postularse.

«Una de ellas fue la Policía», dijo Dubón, y explicó que para sacar estas constancias había que pagar primero en Banco Atlántida, pero esta institución bancaria permaneció con el sistema caído durante varios días.

Luego vinieron las trabas en la emisión de otras constancias por parte de otras organizaciones o instituciones del Estado, como el Servicio de Administración de Rentas (SAR) y el Colegio de Abogados a través del Tribunal de Honor. Martha Dubón detalló que, ante esos problemas, en esos días, tuvieron que reunirse con la Unión de Notarios.

Esos retrasos, y lo engorroso de los trámites, provocaron resultados catastróficos: apenas el 2 % de los 2,700 notarios que hay en Honduras se autopostularon para aspirar a ser magistrados de la Corte Suprema de Justicia. 

Uno de los principales obstáculos para contar con candidatos idóneos para la Corte Suprema de Justicia en Honduras es el requisito que la Constitución exige a los aspirantes: ser notarios.

El artículo 309 de la Constitución de la República, numeral 3, establece que hay que ser «Abogado Notario debidamente colegiado». Eso es un filtro en extremo negativo, pues la función de notariado no está relacionada con las funciones administrativas que demanda ser magistrado de la Corte Suprema de Justicia.

Otro obstáculo es que para ser notario la acreditación debe ser realizada por los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, quienes se han convertido en un mecanismo de control con intereses políticos. Estos bloquean el camino a muchos profesionales del derecho y los dejan sin la posibilidad de acceder al notariado.

Faltaba un día para que cerraran las postulaciones. Era domingo 30 de octubre y apenas había 55 notarios en la lista; el último día, el lunes 31 de octubre, llegaron 130 aspirantes de golpe a presentar sus postulaciones. Debido a los problemas en emisión de constancias, alargaron el tiempo para que estos 185 aspirantes completaran sus constancias a más tardar el viernes 4 de noviembre.

Con una Junta Nominadora con problemas de presupuesto y con deficiencias en la capacidad técnica, es evidente que la avalancha de autopostulaciones fue difícil de manejar.

El abogado y analista político Josúe Murillo dijo a Contracorriente que eso pudo ser inclusive una estrategia para que, en un cortísimo tiempo, evaluaran un montón de propuestas y se filtraran un «montón de impresentables» que al final pueden terminar en ese listado que van a enviar al Congreso Nacional.

Josué Murillo, cuando solo se conocían 55 candidatos, mostraba su preocupación: « Me he encontrado con tres juristas de muy alto nivel, y les pregunto, ¿se van a postular?Y me dicen que no, porque no quieren pasar por la pena de ser marginados en el proceso y que personas sin competencias sean las juramentadas».

Habiendo tan pocos notarios en Honduras, militantes de partidos políticos han sido los que han optado por lanzarse a la Corte, entre estos, cuatro expresidentes del Colegio de Abogados y el actual: José Valladares, Any Ochoa, Fredis Cerrato, José Díaz y Rafael Canales (presidente actual). Además se postularon el fiscal adjunto Daniel Sibrián y el magistrado del Tribunal Superior de Cuentas (TSC), Roy Pineda.

En la búsqueda de una magistratura también se lanzaron dos de las tres actuales magistradas del Tribunal de Justicia Electoral (TJE), Gaudy Bustillo, Miriam Barahona y Hermes Moncada, este último comisionado presidente del Instituto de Acceso a Información Pública (IAIP). 

Dos bloques dentro de la Junta Nominadora

Hay dos bloques bien marcados en esta Junta Nominadora, el primero aglutina a cuatro sectores conservadores: el Claustro de Docentes, la Corte Suprema, el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) y el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh); mientras que, por otro lado, está el bloque más cercano al partido de Gobierno: Sociedad Civil, el Colegio de Abogados y las Centrales Obreras.

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Organigrama tomado del portal del Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP) referente a la Junta Nominadora Para la Proposición de Candidatos a Magistrados de la Corte Suprema de Justicia 2023-2030.

Estos bloques representan 700 puntos, 100 por cada organización, por lo que el elemento político sigue siendo determinante. Y ahí habrá una batalla para escoger a los que queden, a los que pasen las pruebas psicométricas y las pruebas toxicológicas, los exámenes de conocimiento y las audiencias públicas.

El ministro de Transparencia insistió en explicar que este proceso «se hará de acuerdo a una matriz estrictamente técnica y esta no va a ser como en el pasado, en donde se escogía por votación». Agrega que, antes, si un candidato a magistrado obtenía un 100 % en la calificación y su más cercano competidor un 0 %, pero contaba con apoyo político, el menos calificado terminaba reemplazando al mejor evaluado. 

Con dos bloques que han tomado posturas dentro de la Junta Nominadora, según lo que contó a Contracotriente Martha Dubón, existe el peligro de caer en negociaciones políticas si cada uno de estos sectores quiere tener en juego a sus candidatos.

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Una sesión en el hemiciclo Legislativo en Tegucigalpa, capital de Honduras. Foto CC/Jorge cabrera

Para Luis Daniel León poner a la Junta Nominadora dividida 4-3 o 3-1-3, no es correcto, pues a su juicio hasta este momento lo que tenemos es una especulación de las divisiones «porque vieron al presidente de la Junta Nominadora (Mario Urquía) en una marcha de Libre, porque la titular del Conadeh (Blanca Izaguirre) es de corte nacionalista, y en Honduras tendemos a sectorizar todo. Yo quiero creer que la Junta Nominadora no está sectorizada».

Pero en las orillas de este proceso hay políticos como Manuel Zelaya —quien, aunque no es diputado, es una figura que tiene a cargo las negociaciones políticas de la bancada de Libre dentro Congreso Nacional—; Tomás Zambrano es otro actor importante como jefe de bancada del Partido Nacional; también es clave en estas negociaciones el empresario Yani Rosenthal, presidente del Partido Liberal y quien proviene de una familia con altos intereses en controlar el Poder Judicial; su padre, el ya fallecido empresario Jaime Rosenthal, controló por muchos años la Corte.

Manuel Zelaya dijo que la elección de la Corte es un proceso eminentemente político que se va definir en el Congreso Nacional. «Mel», contrario a lo que pensaba en enero de su correligionario Jorge Cálix, a quien tildó de traidor por sentarse a negociar la Junta Directiva del Congreso con diputados del Partido Nacional, ahora dice que sin sentarse a negociar con los nacionalistas no se puede aprobar nada.

«Entiendo que sin el voto de los nacionalistas no se podría elegir una Corte, y entraríamos en una crisis, porque nos quedaríamos con una corte de facto. Y pienso que se tiene que llegar, en el mes de diciembre, a acuerdos civilizados», dijo el sábado 12 de noviembre a Radio HRN.

Jorge Zelaya, diputado nacionalista, dijo el lunes 14 de noviembre en Radio América que, aunque él no habla en nombre de la bancada del Partido Nacional, él no aceptará esas negociaciones que se están haciendo antes de que la Junta Nominadora extienda un listado con los 45 candidatos al Congreso: «A mí no me van a venir a decir que de afuera están arreglando y en el pleno nos van a decir: estos son los candidatos. ¡Que se olviden de eso!». 

Jorge Zelaya, por otro lado, consideró que el partido Libre (como partido de Gobierno) —por un asunto de tradición política— debería obtener la Presidencia de la Corte como antes la han obtenido el Partido Liberal y el Partido Nacional, pero que a lo máximo, afirmó, debería alcanzar solamente 5 representantes y no mayoría absoluta, que en este caso serían 8 magistrados.

El 28 de octubre, Contracorriente consultó a Fátima Mena, diputada del PSH, si los diputados están moviendo piezas mientras la Junta Nominadora hace su trabajo. Ella respondió: «¿Qué papel está jugando el Congreso Nacional en esta etapa previa? Estamos llamados a mantenernos lo más al margen posible como institución e incluso como partidos políticos», expresó.

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Fátima Mena participa en el Foro Centroamericano de Donantes 2022 que se desarrolla en Tegucigalpa. Foto CC/Jorge Cabrera

A raíz de la influencia en la bancada del Partido Libre por parte de Mel Zelaya, ha surgido información, no oficial, sobre la posibilidad de que Mel Zelaya se convierta en asesor del Congreso Nacional.

Fátima Mena aseguró que ella está segura que Mel Zelaya continuará ejerciendo influencia en los diputados de Libre: «Lo ha hecho y lo va a seguir haciendo. Carlos Zelaya, el secretario del Congreso, es su hermano, así que no miro ningún problema en que dialoguen, pero no estoy de acuerdo en que él deba asumir el liderazgo o la coordinación de una negociación de la Corte. Me parece que más bien ese tipo de acciones lo que genera es desconfianza».

Hace algunos meses, cuando la presidenta Xiomara Castro emitió un PCM que ordena concentrar el discurso público y monitorear medios de comunicación, Salvador Nasralla —designado presidencial y fundador del PSH— afirmó que eso significaba el inicio de una dictadura en Honduras. Las palabras de Nasralla provocaron la ruptura oficial de la alianza entre Libre y el Partido Salvador de Honduras (PSH).

Fátima Mena dijo que esa ruptura no acarreará consecuencias en el Congreso Nacional y explicó que existen 6 fuerzas políticas, todas independientes: Libre con 50 votos, el Partido Nacional con 44 votos, el Partido Liberal con 22 votos, el PSH con 10 votos, el Partido Anticorrupción con 1 y la Democracia Cristiana con 1.

«Si analizamos las votaciones históricas del CN, ¿quién tiene una alianza? ¿Cuáles son los partidos aliados dentro del CN? Libre y PSH, y eso va a continuar independientemente lo que diga el expresidente Zelaya, de lo que digan personeros de los diferentes partidos, porque como PSH estamos interesados en el desarrollo del país», puntualizó.

Uno de los momentos más difíciles para la Junta Nominadora fue cuando Olban Valladares, representante del Cohep ante la Junta, cuestionó la legalidad de la Junta Directiva del Congreso Nacional, paradójicamente la instancia que aprobó la ley y juramentó a la Junta Nominadora de la que él forma parte.

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Olban Valladares, representante del Cohep ante la Junta Nominadora, durante una reunión en el proceso que se desarrolla para presentar un listado no menor de 45 candidatos a magistrados de la Corte Suprema de Justicia. Foto CC/Fernando Destephen

«Dentro de la Junta (hay quienes) no reconocen la legitimidad de la Junta Directiva del Congreso Nacional. Cohep es uno de esos», dijo Marta Dubón.

Dubón sostuvo que ahora sacan a luz unos recursos que no fueron presentados en forma reciente, recursos contra la Ley de Amnistía que buscan cuestionar la legitimidad del ente que legalizó y aprobó dicha ley. Explicó que el trasfondo es que la Junta Nominadora no sería legal si la juramentó una Junta Directiva ilegal. 

En marzo de este año, la jueza Karla Romero, la funcionaria judicial que juramentó el pasado 27 de enero a la presidenta Xiomara Castro cuando todavía se dudaba de la legalidad y legitimidad de Luis Redondo, interpuso un recurso de inconstitucionalidad en la Corte Suprema de Justicia (CSJ) en contra del decreto de la amnistía política aprobado por el Congreso Nacional.

Martha agregó que este tipo de señalamientos y acusaciones tienen que ver con el tipo político: «No nos quepa duda de que hay un trasfondo político de desestabilizar todo el trabajo».

Para Josué Murillo, abogado y analista político, más allá de la discusión de si la Junta Directiva es legal o no, la coyuntura se presta para pensar que el cuestionamiento a estas alturas es un boicot al proceso de elección de la Corte Suprema de Justicia.

«Ellos buscan negociar, mantener el poder, cuotas de poder; mire a los grupos que actúan tras bambalinas, son los que tienen la plata en el país, son los que tienen la influencia, los que mueven los hilos del poder como los llamaba la Maccih en Honduras y la Cicig, en Guatemala, ellos son los que están tratando de desestabilizar el proceso, a través de quién, de sus tontos útiles, de un montón de diputados del Partido Nacional, de otro montón de diputados del Partido Liberal y algunos de otros partidos», consideró Josué Murillo.

Murillo también dijo que no puede dar fe de que en la Junta Nominadora haya solamente «ciudadanos impolutos», porque a su juicio hay también diversos intereses.

¿Una Asamblea Nacional Constituyente si se declara ilegítima la Junta Directiva del Congreso?

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Edmundo Orellana participa en el Foro Centroamericano de Donantes 2022 que se desarrolla en Tegucigalpa. Foto CC/Jorge Cabrera.

En medio de este proceso de la Junta Nominadora, ha despertado el fantasma de la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente (ANC). Para Honduras, ese tema es sensible. En 2009, el asunto terminó con un golpe de Estado en contra del expresidente Zelaya.

A inicios de noviembre, el tema de la ANC salió a relucir luego de que Edmundo Orellana advirtiera, en Radio América, que «si rompen el orden constitucional, el próximo presidente será Manuel Zelaya». Edmundo añadió que, para él, Mel Zelaya es el único líder en el país.

Para bajarle la presión al asunto, Mel Zelaya, atento a su contexto, reaccionó en Twitter a las palabras de Edmundo: «No tengo aspiraciones de ser nuevamente presidente de la República, y repito no hay ambiente en Honduras para una constituyente».

El diputado nacionalista Tomás Zambrano, en una comparecencia pública, indicó que le parece que los de Libre empiezan a quitarse la máscara para querer «instalar una Asamblea Nacional Constituyente y perpetuarse en el poder y romper el orden constitucional, quienes lo quieren hacer son ellos y hoy avalados por Edmundo Orellana», expresó.

Edmundo afirmó que sus palabras fueron sacadas de contexto, pues él se estaba refiriendo a una ruptura del orden constitucional en el sentido de que la actual Sala Constitucional resuelva los dos recursos de inconstitucionalidad interpuestos en contra del decreto de amnistía que, de ser resueltos, invalidaría a la Junta Directiva del Congreso Nacional que dirige Luis Redondo.

Edmundo reiteró que no se estaba refiriendo a la posibilidad de que fracasara el sistema de nómina en enero de 2023 —como lo interpretó Tomás Zambrano—, algo que ya sucedió el 2016 cuando la elección de la Corte se prolongó durante dos semanas.

Tomás Zambrano teme que se repita de nuevo lo que sucedió con la Junta Directiva del Congreso Nacional, cuando en enero pasado se convocó a turbas a que se tomaran los bajos del Congreso Nacional, lo que obligó a varios diputados a no presentarse a sesionar por miedo ante las amenazas de muerte. 

«Una vez elegida la Corte Suprema de Justicia, se debe blindar el Congreso Nacional con seguridad para evitar que Libre imponga sus ideas», sostuvo Zambrano a medios de comunicación.

En medio de estas turbulentas aguas, Edmundo Orellana intenta mandar un mensaje de calma a la sociedad hondureña: «En épocas anteriores a estas alturas ya se sabía quiénes eran los próximos miembros de la Corte. Sin embargo, hoy, ningún partido político está seguro cuál va a ser su magistrado».

Redacción Regional y La Prensa Gráfica

Ocurrió afuera del centro penal de máxima seguridad de Zacatecoluca, en La Paz, en la zona paracentral de El Salvador, el jueves 3 de junio de 2021. Allí, a las 18:40, Eduardo Erazo Nolasco, alias “Colocho”; y Élmer Canales Rivera, alias “Crook”, ambos jefes influyentes de la Mara Salvatrucha, los dos reclamados por Estados Unidos para juzgarlos por actos de terrorismo, fueron fotografiados por separado a un costado de una patrulla de la oficina nacional de El Salvador de la Interpol. En esas dos fotografías, tomadas por la inteligencia militar salvadoreña, lucen rapados y vestidos con el uniforme de los presos salvadoreños: playera y shorts blancos. Son el rastro sobre los cabecillas de la MS-13 que existe en un documento oficial de la Fuerza Armada de El Salvador (FAES) al que han tenido acceso la Redacción Regional y La Prensa Gráfica. A pesar de estar condenados por delitos de secuestro e introducción de ilícitos en cárceles, y de tener una advertencia de un juez para que no fueran puestos en libertad, a la espera de otros procesos penales pendientes, las autoridades permitirían eventualmente que desaparecieran del radar del Estado.

Élmer Canales Rivera, alias “Crook”; y Eduardo Erazo Nolasco, alias “Colocho de Western”, son dos cabecillas de la MS-13 reclamados por Estados Unidos y cuyo paradero es desconocido.

“Crook” reingresó a Zacatecoluca un día después de que se tomara aquella imagen, pero Centros Penales permitió su salida en noviembre de ese año, confirmó La Prensa Gráfica a través de informes de inteligencia penitenciaria. “Colocho”, según el Sistema de Inteligencia Penitenciaria, ya no volvió a Zacatecoluca. Hoy su paradero sigue desconocido.

En la tarde del jueves 23 de noviembre se intentó obtener una reacción de Centros Penales a través de su equipo de prensa. Sin embargo, luego de escuchar las preguntas relativas a las salidas de los cabecillas de la MS-13, el vocero colgó el teléfono y ya no atendió llamadas. También se buscó al director de la Policía Nacional Civil a través de uno de sus voceros. Este se comprometió a dar una respuesta, pero esta no llegó al cierre de esta nota.

La información que confirma que la FAES supo de la salida del penal de los dos cabecillas de la MS-13 es parte de un informe de inteligencia enviado por el ‘Grupo de Tarea Nonualco’ de la Fuerza Armada de El Salvador (FAES) a los jefes del Comando San Carlos y del Destacamento Militar #9 que operan en la zona paracentral del país, donde está ubicado el Centro Penal de Máxima Seguridad de Zacatecoluca, la cárcel en donde están recluidos los principales líderes de las pandillas Mara Salvatrucha y las dos facciones del Barrio 18.

El mensaje con referencia “MJE No. 659 S-2” es parte de los 250 mil correos electrónicos que fueron extraídos de la FAES por la organización hacktivista Guacamaya en septiembre de este año y distribuidos a organizaciones como DDOSecrets y medios de comunicación, entre estos Redacción Regional, de la que La Prensa Gráfica es parte. La organización también logró extraer 10 millones de correos de la Policía Nacional Civil, así como de cuerpos de seguridad y de defensa en otros países de América Latina.

El 3 de junio de 2021, el GT NONUALCO dio aviso al comando San Carlos y al Destacamento Militar #9 de la salida de los cabecillas de la MS-13.

Según el documento, a GT Nonualco le corresponde la vigilancia, monitoreo y seguridad perimetral de Zacatecoluca. Alrededor del centro, la Fuerza Armada espía a Centros Penales: vigila, anota e informa quién entra y quién sale del edificio. Dos militares en retiro que sirvieron a los equipos de inteligencia del Ejército en los 10 años de Gobierno del FMLN aseguran que ‘espiar’ a otras ramas del Ejecutivo no es una misión regular del Ejército, pero la presencia de ‘grupos de tarea’ alrededor de las cárceles que resguardan a líderes de pandillas es una práctica heredada desde la era del exministro David Munguía Payés, considerado uno de los padres de la Tregua entre pandillas de 2012 y ahora procesado por corrupción.

Los reportes de inteligencia recabados en 2021, sin embargo, no previnieron las salidas irregulares de prisión de los cabecillas de la MS-13, señalada por el Ejecutivo y la Fiscalía como la causante de la ola de violencia registrada en marzo de 2022 y que provocó la instauración del régimen de excepción.

 Se consultó al Ministerio de la Defensa por estas salidas, y si estas fueron reportadas a la Fiscalía. Un vocero de la institución pidió preguntas por mensajería de Whatsapp para trasladarla a entidades correspondientes. Al cierre de esta nota tampoco hubo respuesta. Se buscó además una reacción del comandante del Destacamento Militar #9 a un número asignado por la institución, pero desde ahí se respondió que no se podía dar mayor información porque el tema de pandilleros en proceso de extradición le compete a la Policía. 

Para diciembre de 2021, “Colocho” y “Crook” debían estar en prisión a la espera de sus otros procesos penales pendientes, pero para ese mes las autoridades penitenciarias y policiales ya tenían confirmado que les habían perdido el rastro, según documentos de inteligencia. El GT NONUALCO, sin embargo, los seguía incluyendo en un listado como parte de los “PDL (privados de libertad) de máxima peligrosidad” recluidos en el penal.

Los cabecillas con “carta de libertad”

“Colocho” y “Crook” salieron de Zacatecoluca, como confirman las fotografías de inteligencia militar, después de que un juzgado dijera que ya habían cumplido prisión preventiva por el caso Cuscatlán.Impulsado en 2018, Cuscatlán es el tercer intento de la Fiscalía salvadoreña por desarticular a la estructura de la MS-13 a través de sus finanzas y delitos conexos que relacionan a algunos de sus principales cabecillas. Sin embargo, los pandilleros deberían haber seguido en prisión.

Por el caso Cuscatlán habían sido condenados a 60 años por ser considerados como coautores de dos homicidios diferentes, pero semanas antes de aquellas fotos, el 26 de abril de 2021, la Cámara Especializada de lo Penal resolvió modificar el fallo emitido por el Juzgado Especializado de Sentencia A de San Salvador.

A “Colocho”, el tribunal superior lo dejó con una condena de 30 años por uno de los crímenes y lo absolvió de otro asesinato; mientras que a “Crook” lo dejó con 40 años: 30 por un homicidio y 10 por otro crimen al modificar su participación a proposición y conspiración en el delito de homicidio agravado.

Un mes después y debido a una segunda apelación, el Tribunal de Segunda Instancia emitió otra resolución y ordenó poner en libertad a 65 miembros de la MS-13 del caso Cuscatlán, entre ellos a “Colocho” y “Crook”, debido a que se cumplían los 36 meses en prisión provisional, tiempo máximo que determinaba para esas fechas la legislación salvadoreña para una persona detenida sin haber recibido una sentencia en firme.

El 1 de junio de 2021, el juez Godofredo Salazar Torres, encargado en aquel entonces del Juzgado Especializado de Sentencia A de San Salvador, envió el oficio número 935, del cual Redacción Regional tiene una copia, informando sobre la finalización de la prisión provisional para esos 65 emeeses. Ese escrito también advertía al director del centro penal de Zacatecoluca que muchos pandilleros de ese listado tenían otros procesos penales abiertos; por lo que no debían ser puestos en libertad.

Sobre “Colocho”, el juez Salazar escribió que el Sistema de Información Penitenciaria (SIPE) daba cuenta de que se encontraba “a la orden de Juzgado Segundo de Vigilancia Penitenciaria en la causa penal 1001-04-1 CCENP quien controla una pena de 18 años de prisión por el delito de secuestro”. Además, advirtió que también se encontraba a la orden de “otra oficina judicial en la que aparece en calidad de procesado”.

Sobre el “Crook”, el escrito 935 del juez determinó que según el SIPE “se encuentra en calidad de procesado en esta sede judicial en la causa penal 41-A-2020 por el delito de extorsión agravada y agrupaciones ilícitas. También se encuentra como condenado en el Juzgado Primero de Sentencia de Zacatecoluca por tráfico de objetos prohibidos en centros penales en la causa penal con referencia 357Z-2A3-16 donde se le impuso una pena de tres años; asimismo se encuentra a la orden de otras oficinas judiciales en las que aparece en calidad de procesado”.

Esa correspondencia del juez, originó que el inspector Rogelio Belarmino García, alcaide del penal, pidiera un informe al Centro Antipandillas Transnacional (CAT) sobre posibles órdenes administrativas que estuvieran pendientes para ocho pandilleros involucrados en el caso, incluyendo a “Colocho” y “Crook”, según informó el periódico digital El Faro.

El siguiente día, el CAT confirmó las notificaciones rojas de Interpol para ambos cabecillas de la MS-13 que respondían a una solicitud de extradición promovida por Estados Unidos que los requiere, junto a otros 12 jefes históricos de la MS-13, para juzgarlos por actos de terrorismo.

Un día después, la información consignada en el correo electrónico de la inteligencia militar da cuenta que aquel 3 de junio de 2021 “salieron en libertad” del Centro Penal de Máxima Seguridad de Zacatecoluca a las 6:40 de la tarde el “Colocho” y el “Crook”, quienes se encontraban en prisión “por el caso Cuscatlán”.

Ambos fueron entregados al agente “Martínez González” de Interpol “por tener difusión roja y ser reclamados por Estados Unidos”. La información detalla que ambos pandilleros fueron trasladados en los vehículos N 93-67 y N 13-107 “con 8 agentes de seguridad de la PNC”.

Ese mismo día, ambos pandilleros fueron notificados en los juzgados de Paz sobre la petición de extradición de Estados Unidos; pero solo “Crook” regresaría a prisión.

A las 7:26 de la tarde del 4 de junio, los militares enviaron otro correo electrónico con la referencia “MJE No. 668 S-2” en el que informaron que a las 6 de la tarde de ese día había retornado al centro penal de máxima seguridad Élmer Canales Rivera, alias “Crook”, custodiado por “diez elementos de la Interpol, quien quedará guardando en prisión en este centro penal, siendo trasladado en el vehículo N 13-711”.

Un día después de la salida de los dos cabecillas de la MS-13, solo uno regresó a Zacatecoluca. Desde entonces se desconoce el paradero de “Colocho”. Y “Crook”, está confirmado por la inteligencia penitenciaria y policial, salió libre del penal en noviembre de 2021.

Sin pistas de “Colocho”

Cinco meses después de aquel reingreso, la filtración del hackeo de los correos electrónicos de la Policía Nacional Civil realizada por Guacamaya confirma que “Crook” fue liberado de prisión el 18 de noviembre de 2021, tal como lo había informado en diciembre pasado La Prensa Gráfica. Una investigación de El Faro de mayo pasado reveló que en la liberación irregular de “Crook” participó “personalmente” Carlos Marroquín, director de Tejido Social del gobierno de Nayib Bukele, según él mismo confesó en unos audios a los que tuvo acceso dicho medio.

Sin embargo, sobre el paradero de “Colocho” esa fotografía del 3 de junio, y posteriores registros judiciales y penitenciarios de junio y julio de 2021 son las últimas pistas de su paradero.

Un día después de aquella fotografía, “Crook” y “Colocho” fueron remitidos a la sede de los tribunales de Paz de El Salvador para que fueran notificados por la petición de extradición de Estados Unidos.

“Colocho” fue llevado ante el juez Cuatro de Paz de San Salvador bajo el oficio de Interpol PNC/DG/OCN/DEC/233/2021MHAM. Ese escrito, tal como constató Redacción Regional en el expediente, consigna que los agentes levantaron un “acta de captura” del cabecilla pandillero a las 6:40 minutos del 3 de junio de 2021 frente al centro penal de máxima seguridad de Zacatecoluca, tal como lo indica el reporte de la inteligencia militar.

Minutos después de presentado ante el juzgado, “Colocho” habría sido puesto nuevamente en prisión provisional por el caso pendiente de extradición a Estados Unidos: “Mediante resolución proveída a las 10:35 a. m. del 4 de junio de 2021 se decretó detención provisional con fines de extradición en atención al oficio PNC/DG/OCN/DEC/233/2021 suscrito por Manuel Ulises Garay Cotto, jefe de la oficina Interpol El Salvador, por la orden de difusión roja con la referencia #A-526/2-2021, publicada por Interpol Francia el 22 de febrero de 2021, a solicitud de Interpol Estados Unidos de conformidad con la captura CR 20577 del 16 de diciembre de 2020, firmada por el juez Steven L. Tiscione”, se lee en el expediente. Esa prisión provisional, sin embargo, no se cumplió en Zacatecoluca.

Tras el fallo preliminar del juzgado, ambos fueron llevados a las bartolinas de la Policía Nacional Civil. Al día siguiente, en la información relativa a la inteligencia militar, el GT Nonualco ya no volvió a registrar el reingreso de ‘Colocho’ a Zacatecoluca, solo del de “Crook”.

El acta de captura de “Colocho” enlista los cargos por los que es requerido en Estados Unidos: Conspiración para proporcionar y ocultar apoyo material y recursos a terroristas, conspiración para cometer actos de terrorismo que trascienden las fronteras nacionales y conspiración para el narcoterrorismo.

A pesar de esa orden judicial y los cargos pendientes con la justicia salvadoreña que aún tiene, el pandillero fue puesto en libertad por las autoridades, según constató este medio. Una copia de la ficha del cabecilla en el SIPE de finales de julio de 2021, en poder de Redacción Regional, da cuenta que este estaba “inactivo por libertad”. Desde entonces, su paradero es desconocido.

En las esquinas de la primera fila de la ranfla de la MS-13 vigilada en Zacatecoluca se encuentran “Colocho” y Crook”, dos pandilleros ahora con paradero desconocido.

Documentan a “Blue”

La inteligencia militar que tiene cargo el centro penal de máxima seguridad de Zacatecolua también documentó en septiembre de 2020 la salida en prisión de Armando Eliú Melgar Díaz, alias “Blue”, un dirigente de la Mara Salvatrucha que ganó notoriedad tras convertirse en el primer pandillero que fue reclamado en Estados Unidos por terrorismo.

Los militares enviaron un correo con la referencia MJE No. 510 S-2 a sus superiores informando que “Blue” había sido puesto en libertad el 30 de septiembre de 2020 y “llevado por agentes de Interpol” debido a que su liberación “fue amparada en la aplicación del principio de oportunidad de acción penal por extradición”.

Ese reporte incluye un oficio firmado por el director del centro penal de máxima seguridad, inspector Rogelio Belarmino García, donde confirma que la Fiscalía General de la República había solicitado el 25 de septiembre de 2020 que le otorgaran el criterio de oportunidad al pandillero de la Mara Salvatrucha.

Un beneficio que le fue suspendido dos años después, tal como lo autorizó la Corte Suprema oficialista,que se negó a autorizar la extradición de Blue. En octubre de 2022, el pandillerorecibió una condena a 39 años de prisión en El Salvador por los delitos de agrupaciones ilícitas, tráfico ilícito y proposición y conspiración en el delito de homicidio agravado. Una condena que bloqueó su extradición a los Estados Unidos.

El caso de “Blue”, el primero de los pandilleros de la MS-13 requerido por la justicia de Estados Unidos abrió el debate sobre la negativa del gobierno salvadoreño para extraditar a líderes de esa estructura.

Escuchar el reportaje

El 7 de noviembre de 2022, policías y militares irrumpieron en un campamento en Punta Gorda, Roatán, y capturaron a seis personas por el delito de usurpación. Entre mar y selva, en la isla más codiciada de Honduras, los once acres de tierra en disputa forman parte de un movimiento más amplio del pueblo garífuna: el de «recuperación de tierras ancestrales» para asentar las nuevas generaciones y garantizar la supervivencia de su cultura. Tras el desalojo que dejó varios heridos, el Gobierno alegó ignorancia y reforzó su «compromiso» con los derechos humanos. Este reportaje relata el divorcio que todavía hay entre las autoridades y los garífunas.


Texto: Célia Pousset
Fotografías: Fernando Destephen
Videos: Amílcar Izaguirre
Este reportaje se realizó con el apoyo de International Women in Media Foundation (IWMF)

En Punta Gorda, aldea garífuna del municipio de José Santos Guardiola, Islas de la Bahía, todos conocen «La Recuperación». Los habitantes dicen «ahí arriba» para diferenciarla del conjunto de casas y restaurantes que bordean la orilla del mar Caribe. El campamento se sitúa en la parte alta de Punta Gorda y goza de una vista espléndida. Es un terreno accidentado, ahuecado por una quebrada y cubierto de palmas de coco, pero a lo largo de un camino de tierra se han instalado carpas y casas de palos con techos de hojas de manaca. Desde septiembre, una parte de los aldeanos garífunas viven en este terreno como parte del proyecto de recuperación de sus tierras ancestrales. 

Llamaron a este lugar «Wagueira Lee», lo que significa en garífuna «esta es nuestra tierra», en honor al primer asentamiento garífuna en Roatán, en 1797, después que la población indígena negra fue expulsada de la isla de San Vicente por esclavistas ingleses.

El 10 de septiembre de 2022, una ciudadana hondureña con nacionalidad estadounidense, Norman Jones Ritzy Wanda, interpuso una denuncia por delito de usurpación, declarándose la dueña legítima de estos 44, 515,18 metros cuadrados, registrados en el Instituto de la Propiedad. El mismo día, la policía fue al sitio para comprobar que, efectivamente, había gente ocupando el terreno. El 29 de septiembre, las autoridades presentaron un requerimiento fiscal en contra de «Geovany Francisco Gevara Benedit y otros». Después, el Poder Judicial ordenó un desalojo, sin mayor investigación, pues se trató de un desalojo «preventivo». A partir de esta orden, la policía tenía 48 horas para actuar.

Así fue como, en pocas palabras, llegó el 7 de noviembre.

El desalojo que nadie esperaba

Cortar leña, limpiar trastos, cargar garrafones de agua, traer el pescado para el almuerzo, reconstruir las casas, hacer guardia. Tres días después del desalojo, en el campamento de Punta Gorda, la cotidianeidad ha vuelto de forma espontánea y con ella las discusiones apacibles bajo los nuevos techos.Sentadas al lado de un horno, un pequeño grupo de mujeres recuerda el día del desalojo con asombro. «Me tienen sorprendida esos policías –expresa Baldomena Chávez, de 69 años–. No pensaba que nos iban a agredir así, menos bajo este Gobierno. La verdad es que este color negro lo miran como si no fuera el de una persona», dice enseñando la piel de sus brazos. Britney, de 20 años, añade: «Los policías que vinieron a desalojar nos gritaron “negros vende pan”. Yo pudiera decirles: sí soy negra y tú te comes el pan que hacemos, te encanta este pan. Además, quemaron nuestras casas y botaron el Guli, nuestro altar sagrado. Uno de ellos dijo: “Pura creencia de estos morenitos este humo”. Después ellos van a decir que les hacemos brujería… Pero si ellos no respetan nada».

Treinta miembros de la escala básica de la Policía Nacional Preventiva, cinco oficiales, 20 miembros de las Fuerzas navales, un oficial de la Fuerza Naval y tres agentes de la Dirección de Policía de Investigación (DPI), fueron los actores presentes, según el acta de desalojo emitido por la jueza ejecutora, Sandra Salgado. Presenciaron también el operativo Stephanie Nicole Tatum, representante del Comisionado de Derechos Humanos (Conadeh), Yescenia Carnisales, la fiscal del Ministerio Público, y Samuel Antonio Ortega, abogado de Norman Jones.

Llegaron a las 10 de la mañana y terminaron a las 5:45 de la tarde. En este lapso de tiempo,las fuerzas de seguridad ejecutaron un desalojo violento, marcado por un trato discriminatorio, según los afectados.

«Nunca en mi vida pensé que iba a pasar por algo así», relata Jarely, madre de 7 hijos y quien se encontraba en primera línea el día del desalojo. «Estaba en frente con los compañeros, tratando de hablar con los policías. La jueza nos dijo que venían por las buenas. ¿Cuáles? Si venían con escudos y las armas listas? Nos dieron una hora para que nuestro abogado llegara, pero su vuelo se atrasó y ni esperaron la hora para entrar. Luego, nos arrollaron, no les importó que había niños o mujeres embarazadas. A mí me golpearon en la espalda con el tolete de madera. Nosotros tuvimos que defendernos. Yo mordí la mano de una policía que me arrebató el celular porque estaba grabando en vivo. Me jaló del pelo muy duro, me dobló la espalda. Nosotros respondimos como ellos nos agredieron».

Conflicto en Punta Gorda: el pueblo garífuna se resiste a desaparecer 2022
Cocina del campamento garífuna «Wagueira Lee» durante la hora de la cena. Foto CC/Fernando Destephen.

Jarely cuenta cómo la policía detuvo de manera arbitraria a compañeros y compañeras garífunas: «Estaban golpeando a una chica que estaba embarazada y querían detenerla. Entonces una mujer les gritó llorando: “Ella está embarazada”. Un policía le dijo: “Ella no se va, pero vos sí”. Otro chico iba a su trabajo y estaba grabando el relajo, lo agarraron y se lo llevaron. A Armando, un chico pacífico de la comunidad que casi no habla, lo agarraron de la nada y lo empezaron a golpear. Se defendió y lo detuvieron también».

Fueron arrestados durante este desalojo Melissa Martínez, Dorotea Arzú, Richard Armando Martínez, Abot Efrahín Sánchez, Keyden Tishany Gonzales y Augusto Moisés Dolmo. Todos están procesados judicialmente por el delito de usurpación, menos Richard Armando a quien se le imputó adicionalmente el delito de atentado contra el orden.

Geovany Francisco Gevara Benedit, el hombre contra quien estaba dirigida la orden de captura no aparece en la lista. Y con razón, «el hombre está muerto», asegura la comunidad. «Para criminalizar aún más a los Garífunas, quieren revivir los muertos», se ironiza en el campamento. En la comunidad nadie sabe quién es este hombre, pero escucharon que murió hace años.

Conflicto en Punta Gorda: el pueblo garífuna se resiste a desaparecer 2022

Vista panorámica del campamento garífuna «esta es nuestra tierra» (Wagueira Lee) en Punta Gorda, Roatán, Islas de la Bahía. Foto CC/Fernando Destephen

El subcomisionado Carlos Ramón González Sosa, jefe de la Policía de las Islas de la Bahía, no quiso dar entrevista formal, pero en una plática de veinte minutos nos reiteró varias veces que el desalojo no fue violento. Sostuvo que sólo acataron la orden de desalojo, alegó que no quemaron nada y que, en comparación con otros desalojos, este no fue violento. Afirmó también que todos los policías venían de las Islas de la Bahía y que no se pidió refuerzo de tierra firme.

Sin embargo, en el expediente del desalojo, consta un acta de declaración de un agente de policía que vive en Santa Rita y trabaja en Progreso, Yoro, a 170 kilómetros de distancia de Roatán, en tierra firme.

Así describió, este agente policial, los hechos ocurridos el 7 de noviembre: «Llegamos al bien inmueble, ubicado en Punta Gorda, a realizar un desalojo por orden judicial N 124-2022 por el delito de usurpación en perjuicio de Norman Jonez, el cual íbamos al mando de mi subcomisionado Ramón González y de la Fiscal Yessenia Canisales. Al momento de llegar al lugar encontramos la cantidad aproximadamente de cincuenta personas, las cuales se encontraban alteradas realizando quemas de llantas en la calle principal. Por órdenes de la Juez ejecutora Sandra Salgado procedimos a realizar el desalojo de las personas. Empezaron a agredir a los funcionarios de la policía nacional con piedras y palos. Cabe mencionar que se le dio detención al ciudadano Richard Armando por orden de la Fiscal, el cual se encontraba en el lugar usurpando la propiedad […] y actuó de forma agresiva hacia el oficial de policía, golpeándolo en diferentes partes del cuerpo. […] Se trasladó a las oficinas de CEIN a realizar el procedimiento correspondiente».

Respecto a estas acusaciones de atacar con piedras y palos, Astrid Meléndez niega vehemente: «Nosotros tocábamos tambores y maracas para darnos ánimo, es lo que nos representa como pueblo negro. Estas fueron nuestras únicas armas». Esta madre soltera de 27 años vive en el campamento desde septiembre. Afirma con la voz ronca del cansancio: «Fue un día difícil. No pensamos que iban a entrar. Teníamos miedo que nos desaparecieran. Porque aquí en Honduras ya ha pasado. Se llevan a nuestros compañeros y no los volvemos a ver».

Para entender la reacción de la comunidad ante las autoridades, hace falta recordar que, en julio de 2020, personas armadas y con chalecos de la DPIsecuestraron a cuatro garífunas, entre los cuales se encontraba Albert Snaider Centeno, el presidente del Patronato de Triunfo de la Cruz. Esta desaparición forzada sigue sin resolverse, pero los habitantes de la aldea sostienen que el crimen se origina, una vez más, en un conflicto de tierra.

La discrepancia entre los dichos de las autoridades y los de los garífunas no es la única. En el acta de desalojo redactado por la jueza ejecutora se dice lo siguiente: «La señora Melissa Fabiola Martínez Reyes manifestó que se le diera una hora mientras llegaba su apoderado legal para presentar la documentación de dicho terreno a desalojar, se le respetó esa petición y en ningún momento se violentó los derechos de las personas que se encontraban en el lugar dentro y fuera de la propiedad, y se les dio la lectura a la resolución que ordena el desalojo». Se declara también que procedieron a desalojar de «forma pacífica», pero que los garífunas no colaboraron y que la jueza escapó de un «botellazo».

Melissa Martínez, coordinadora de la Casa de Salud Ancestral de Punta Gorda, fue detenida y pasó una noche en una celda de Coxen Hall. Desde la cárcel, nos informó que estaba herida en la pierna y el estómago, y que dos hombres capturados habían sido golpeados. Tras la audiencia de declaración de imputados, llevada a cabo el martes 8 de noviembre de 2022, pudo salir con medidas cautelares como los otros acusados (entre las cuales deben firmar en el juzgado una vez a la semana y no tienen autorización para salir del país).

Contrariamente al acta, Melissa afirma que la policía ingresó al campamento 40 minutos después de lo acordado y que no se les presentó la orden de desalojo:

«Bajaron tres cuadras en la carretera porque su idea era rodearnos y entrar directamente. Insistimos para que nos mostraran la orden de desalojo, pero en ningún momento lo hicieron. Empezamos a tocar tambores para mostrar que no queríamos violencia. Empujaron a las mujeres que estaban en el portón, pisotearon las banderas de Honduras y del pueblo garífuna que habíamos colgado. No respetaron nada. Gritaban “estos negros tienen que salirse de aquí”. En mi mente pensé: nos van a matar».

El Gobierno responsabiliza al Poder Judicial y a la Policía de Roatán

En un comunicado publicado por la noche del 7 de noviembre, la Secretaría de Derechos Humanos manifestó: «Responsabilizamos al Juzgado de Letras Departamental de Roatán, Islas de la Bahía, por actuar de forma contraria a los estándares internacionales de Derechos Humanos y en contraposición con su mandato de representar los intereses de la sociedad en su conjunto».

Conflicto en Punta Gorda: el pueblo garífuna se resiste a desaparecer 2022
Melisa Reyes en la Casa de Té de Ofraneh en Punta Gorda, Roatán, Islas de la Bahía, explica la función de estas casas de salud ancestral. Foto CC/Fernando Destephen.

En efecto, el uso de la represión bajo el «Gobierno popular» de la mandataria Xiomara Castro llega a ser un elemento incómodo para el Gobierno que siempre ha recalcado su esmero en respetar los derechos humanos y en apoyar a las comunidades indígenas y garífunas. 

En el día de la toma de posesión, Xiomara Castro recibió la vara alta lenca, un símbolo sagrado para las autoridades de los pueblos originarios. «De esta manera los pueblos indígenas y negros le damos el compromiso a la presidenta Xiomara Castro para que acompañe la lucha histórica por las causas justas y que libre los territorios del saqueo, corrupción y explotación», publicó el Consejo de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh) en un comunicado.

Al día siguiente del desalojo, la presidenta Xiomara Castro alegó ignorancia y condenó el operativo publicando en su Twitter: «He solicitado informe del violento desalojo ordenado judicialmente. No fui informada previo a ejecutar el desalojo. Los garífunas reclaman justicia por sus tierras ancestrales. Esto debe ir a juicio no a desalojo que criminaliza derechos. Exijo libertad inmediata y respeto a DDHH (sic)».

Bajo orden de la presidenta, se creó una comisión de emergencia conformada por Gobernación, el Instituto de la Propiedad, el Instituto Nacional Agrario, la Policía, el Conadeh y el alto comisionado de la ONU. Liderada por la ministra de Derechos Humanos, Natalie Roque, esta comisión fue enviada a Roatán para atender la situación y tratar de prevenir una escalada del conflicto. 

«Lo que sucedió no fue ni autorizado ni había conocimiento del Poder Ejecutivo. La orden de desalojo no se tiene que consultar porque corresponde a la independencia del Poder Judicial, pero la policía depende de la Secretaría de Seguridad. Y las instrucciones de la presidenta han sido claras: cero represión. Tenemos que indagar por qué una unidad desconoce los lineamientos de la jefatura más alta, la presidenta. Puede ser considerado como un acto de insubordinación», afirmó Natalie Roque.

Asimismo, manifestó que la violencia desatada contra la comunidad garífuna es una herencia de prácticas históricas que han sido legitimadas bajo el Gobierno de Juan Orlando Hernández: «Hemos escuchado comentarios de las víctimas respecto al trato racista. Estas acciones se han enquistado en las instituciones desde una década, autorizadas por una narcodictadura donde todo se resolvía con represión. Además, las Islas de la Bahía han sido tan desconectadas de la institucionalidad y de la centralidad que son espacios donde se asumió históricamente que “aquí mandamos nosotros”. Al no haber presencia gubernamental, ciertas prácticas han subsistido. Es complicado desmontarlas, pero por esto estoy aquí. A nivel de la Secretaría, junto con el alto comisionado de la ONU, vamos a sacar un protocolo de emergencia en caso de conflictos de tierra, para que la policía tenga claro que estas cosas no pueden ocurrir».

Sin embargo, las cosas no ocurrieron en la absoluta ignorancia del Gobierno. Miriam Miranda, coordinadora de la Ofraneh, reveló que, la noche antes del desalojo, le envió un mensaje a la ministra de Derechos Humanos, Natalie Roque, para avisar que este estaba planeado en Punta Gorda al día siguiente. «Fueron 12 horas claves en las que se pudo detener el operativo. Pero no hubo reacción», lamentó.

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Después de las lluvias el calzado permanece afuera de las tiendas de campaña en el campamento Wagueira Lee. Foto CC/Fernando Destephen.

Hugo Soler, Gobernador de las Islas de la Bahía, miembro del Partido Libre, mencionó por su parte que una persona «quien no es una autoridad» le comentó acerca del desalojo el lunes en la madrugada, pero supuso que era una mentira, pues «estas cosas nunca se ven en la isla».

¿Qué pasó para que nadie reaccionara, para que ninguna información fuera tomada en serio previamente al desalojo?

Carla García, coordinadora de relaciones exteriores de la Ofraneh, expresó su inquietud en el Twitter Space de Contracorriente, espacio de debate abierto el viernes 12 de noviembre:

«Es terrible pensar que vamos a pasar los próximos 4 años con el miedo de que a una persona se le va a pasar por alto avisarle a otra que nos van a golpear. No podemos esperar otro desalojo violento, no podemos seguir esperando que los jueces conozcan tratados internacionales. Entendemos la separación de poderes, la independencia de los poderes, pero también entendemos que para que haya gobernanza tiene que haber comunicación entre esos poderes y de ahí, comunicación con el pueblo».

En el campamento de Punta Gorda, Alsenia Álvarez no da mucho crédito a las promesas del Gobierno: «Hablan bonito. Pero no hacen nada. Ahora mismo se están lavando las manos», afirma.

Punta Gorda se suma a la lista de los conflictos de tierras garífunas

El desalojo preventivo —es decir realizado sin investigación profunda— es autorizado por la ley desde la reforma al código procesal penal de octubre de 2021. Se ejecuta con base en indicios de usurpación en el terreno, sin embargo, no se procede a efectuar un tracto sucesivo para determinar la pertenencia real de la tierra.

En el caso de Punta Gorda, la inspección fue realizada el 10 de septiembre por la DPI, tras la denuncia interpuesta por Norman Jones en la que ella declaró: «Han usurpado mi propiedad cortando los alambres del cerco, cortando los árboles, realizando quemas y colocando en el acceso que rompieron una bandera nacional y la bandera garífuna, violentando mi derecho legítimo de mi propiedad que ha sido de mi familia desde el año 1969, por lo que interpongo la denuncia para que ordene con carácter urgente el desalojo inmediato de todas las personas que se encuentren usurpando mi propiedad».

El informe de la inspección de la DPI cabe en una página y menciona que «al ingresar al terreno se observó un grupo de 50 personas, las cuales al ver la presencia de la DPI comenzaron a correr de la entrada hacia el fondo del terreno. […] logramos ubicar una gran parte deforestada donde habían construido una pequeña caseta de palos».

El juez Allan Joel Urbina García fue quien autorizó el desalojo y lo hizo ejecutar por la jueza Sandra Salgado. Nos comentó que no puede dar entrevista hasta el final del proceso penal. Nos enseñó sin embargo las fotos del informe de la DPI y dijo que solamente vio champas en un terreno, pero «no a una comunidad garífuna». Fue él también quien presidió la audiencia de declaración de los 6 imputados garífunas en la que falló que los acusados obtuvieron medidas cautelares distintas a la detención preventiva, porque «no había peligro de fuga».

Cuando le pedimos su posicionamiento acerca de la reprobación del Poder Ejecutivo hacia la orden de desalojo, afirmó que no se siente afectado en su independencia y que si llegara a ocurrir podría recurrir a la CSJ. «Duermo bien, trabajo desde lo que veo y lo que tengo en el expediente, no leo los medios de comunicación ni lo que dice la presidenta sobre el caso».

El expediente, además del informe de la DPI, está compuesto también y sobre todo por el requerimiento fiscal que redactó el abogado Blas Arturo Domínguez, fiscal del MP de Roatán, pidiendo «el desalojo de las personas que ocupan ilegalmente el inmueble».

El Convenio 196 de la OIT sobre pueblos indígenas y tribales, ratificado por el Estado de Honduras en 1995, debería en teoría proteger a las comunidades autóctonas. El artículo 14 menciona que «los gobiernos deberán tomar las medidas que sean necesarias para determinar las tierras que los pueblos interesados ocupan tradicionalmente y garantizar la protección efectiva de sus derechos de propiedad y posesión». Más adelante, se establece que «deberá impedirse que personas extrañas a esos pueblos puedan aprovecharse de las costumbres de esos pueblos o de su desconocimiento de las leyes por parte de sus miembros para arrogarse la propiedad, la posesión o el uso de las tierras pertenecientes a ellos».

Lo dicho en el artículo 19 es todavía más crucial porque resalta la obligación de asignar las tierras conforme al crecimiento poblacional de la comunidad «cuando las que dispongan sean insuficientes para garantizarles los elementos de una existencia normal».

Conflicto en Punta Gorda: el pueblo garífuna se resiste a desaparecer 2022

La comunidad del campamento Wagueira Lee construyendo otra vez las champas con madera y corozo.Foto CC/Fernando Destephen.

Este tratado ha sido a lo largo de los años ignorado por los Gobiernos y la justicia de Honduras, a pesar de que el artículo 18 de la Constitución garantiza que, si una ley nacional contradice un tratado internacional, éste debería prevalecer.

En 2015, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH), emitió sentencias en el caso de las comunidades Triunfo de la Cruz y Punta Piedra en donde se encontró al Estado de Honduras responsable por violación de varios derechos de la comunidad garífuna, entre los cuales el derecho a la propiedad colectiva. Tras siete años de espera, el pueblo garífuna cuenta con el Gobierno de Xiomara Castro para que se cumplan las medidas de reparación previstas en las sentencias.

En el campamento de Punta Gorda, se conoce bien la impunidad que rodea los crímenes en contra la comunidad garífuna, así como la falta de voluntad política para proteger a sus miembros. Las mujeres que nos hablaron del desalojo, desde esa cocina que olía a leña y especies, forman parte de la Ofraneh, salen a protestar para exigir justicia y respeto, pero ya no sueñan con justicia para los garífunas desaparecidos en la comunidad de Triunfo de la Cruz en el que todavía existe un conflicto de tierras. 

«El lema sigue siendo igual. “Vivos los queremos”. Es lo que tenemos que gritar en las calles. Pero no hay que engañarse, sabemos que están muertos. Ya perdimos la esperanza», dice Baldomena.

Un «patrimonio nacional garífuna» sin título

Es viernes 11 de noviembre y en «La Recuperación», Elmer, Edgar y Davilson se encaminan hacia el punto más alto del campamento, cargando sillas y refrescos. En algunos minutos debe llegar la comisión de emergencia con técnicos del Instituto de la Propiedad de Tegucigalpa. Se les espera escuchando música y ahuyentando zancudos con incienso. Los tres hombres recibieron de la dirigencia de la Ofraneh la instrucción de escucharlos, nada más. En ningún caso deben permitir la entrada o aceptar la propuesta que es sabido van a hacer— hasta que lo decida —de manera colectiva— la comunidad en asamblea general.

Además, los Garífunas no confían en el Instituto de la Propiedad, porque según ellos es la institución que permitió y favoreció el despojo sistemático de sus tierras ancestrales. Así que, de buena fe, van a recibirlos en asientos bajo sombra colocados en dirección al mar Caribe, pero con mucho recelo.

«Si nosotros no nos ponemos vivos, vamos a repetir nuestra historia cuando nos corrieron de la isla de San Vicente», dice Edgar.

Dos horas más tarde, llega la comisión encabezada por la ministra de Derechos Humanos, el Gobernador y el abogado Oneill Toledo de la Dirección General de Regulación Predial del IP. Este último anuncia al grupo de garífunas reunidos la intención de medir el terreno.

«Necesitamos tener la certeza de que se trate de un territorio ancestral. Si lo logramos comprobar técnicamente, ustedes podrán presentar nuestro análisis el 23 de noviembre, el día de la audiencia inicial, cuando les tocará desvirtuar la carga de usurpación», declara. Emite también la idea de que se podría iniciar un mecanismo de regularización de la tierra.

«Desde el Gobierno solidario asumimos la responsabilidad de tratar de desenredar toda la maraña que se hizo en los registros del IP», interviene Natalie Roque. «El personal técnico está aquí para determinar que esta tierra es de ustedes…», dice, y se oyen risas y murmullos entre los Garífunas. La ministra reiteró: «O sea, la tierra es de ustedes, pero queremos determinarlo legalmente. Todos los juzgados resuelven con documentos. A las comunidades les pasan sucediendo estas situaciones porque no tienen sus títulos ancestrales ahí al alcance de la mano, metidos en la maleta».

De hecho, la falta de reconocimiento legal de las tierras garífunas es el principal problema al que se enfrenta el equipo de defensa de los garífunas. Caleb Navarro, abogado de la Ofraneh, recalca el carácter arbitrario de los títulos en posesión de los garífunas: «Esos títulos tienen vicios de nulidad porque no fueron concebidos bajo la cosmovisión garífuna. Las mediciones fueron dadas arbitrariamente sin observar el territorio ocupado históricamente. La comunidad sabe cuál es la extensión de sus tierras porque han sido enseñadas de generación en generación, lo tienen muy claro, sin embargo, el que no ha querido reconocerlo es el Estado».

Conflicto en Punta Gorda: el pueblo garífuna se resiste a desaparecer 2022

Detalle de las herramientas usadas en la construcción de un techo en el campamento garífuna Wagueira Lee en Punta Gorda, Islas de la Bahía. Foto CC/Fernando Destephen.

Menciona también que resulta muy difícil para la comunidad garífuna obtener títulos de propiedad:«Para que comunidades garífunas hayan podido legalizar sus territorios, tuvieron que constituirse como empresas campesinas. Es la única figura legal para que el Instituto Nacional Agrario les otorgue títulos. Aun así, hubo violaciones por las ventas que se realizaron. La naturaleza de estos títulos estipula que los territorios no pueden ser objeto de venta, ya que pertenecen a la comunidad entera, pero las municipalidades, el IP o el INA, emitieron títulos que no tenían que emitirse y así fue como esos terrenos pasaron a manos de personas extranjeras».

En el caso de Punta Gorda, la familia Norman Jones goza de una “«escritura», un documento legal otorgado por un notario, mientras que el título de propiedad es un documento proporcionado por las autoridades públicas.

Norman Jones obtuvo este terreno a raíz de una compra. Cómo se realizó esta compra y a quién se lo vendió, eso queda por determinar. Lo seguro es que ahí no se consideró el carácter ancestral de las tierras de Punta Gorda a la hora de ejecutar la transacción. Contactamos al abogado de Norman Jones, pero no hemos tenido respuesta hasta ahora.

En un decreto de junio de 1996, el Congreso Nacional reconocía que « el lugar de Punta Gorda fue el punto de arribo del pueblo garífuna a nuestro país, el 12 de abril de 1997» y que « el pueblo garífuna como las demás etnias que forman el conglomerado nacional, tienen el derecho de mantener vigente el vínculo con su pasado histórico y el acendrado amor por el terreno que los vio nacer». Por lo tanto, el Congreso declaró Punta Gorda patrimonio nacional  y que se construyera un monumento conmemorativo en honor a la llegada del pueblo garífuna.

Justo frente a este cartel conmemorativo ocurrió el desalojo.

Conflicto en Punta Gorda: el pueblo garífuna se resiste a desaparecer 2022

Mural contiguo a la entrada del campamento Wagueira Lee con una leyenda a Punta Gorda como la primera comunidad garífuna en Honduras.

En 2012, vía otro decreto legislativo en el que se acordaba un intercambio de terreno entre el Instituto de Previsión Militar y la Procuraduría General de la República, el Congreso mostraba preocupación por resolver el problema de tierras garífunas en Punta Gorda.

«Considerando que el bien inmueble denominado “Punta Gorda”, propiedad del IPM, se encuentra asentada una comunidad garífuna y en aras de buscar una solución definitiva, legal y pacífica al problema de la tenencia de la tierra en esta zona, se llegó a la determinación de realizar una permuta de inmuebles…».

A través de este decreto, el Congreso autoriza que el Instituto de Previsión Militar, dueño de dos terrenos en Punta Gorda, ceda uno de ellos a las Fuerzas Armadas para establecer una Unidad Naval y otro terreno al Estado —a través de la Procuraduría General de la República— con el fin de «resolver el problema de tenencia de la tierra de la comunidad garífuna asentada en Punta Gorda».

Lo que demuestra este decreto legislativo es que el Estado tenía conciencia de la necesidad de interferir para titular la tierra a favor del pueblo garífuna.

Los años han pasado desde 2012 sin que el Estado regularice la pertenencia de las tierras ancestrales garífunas. Este conflicto abierto brota como respuesta a esta negligencia.

Miriam Miranda, coordinadora de la Ofraneh, quien llegó a «La Recuperación» de Punta Gorda para apoyar la lucha, dijo que «a la luz de lo que pasó, es urgente que el Estado ratifique nuestros territorios ancestrales y que se reforme la Constitución para reconocer los derechos de los pueblos indígenas y afroindígenas».

Conflicto en Punta Gorda: el pueblo garífuna se resiste a desaparecer 2022

Misión del Instituto de la Propiedad en el campamento Wagueira Lee en Punta Gorda, Islas de la Bahía, y con el acompañamiento de la secretaria de Derechos Humanos, Natali Roque, y Hugo Soler, gobernador de Islas de la Bahía.

Miranda expresa también que ya es hora de cambiar la narrativa y atender la cuestión territorial de manera profunda, sin conformarse con lo que está actualmente registrado o legalmente expuesto: «No se trata de que un abogado presente un documento y que el otro abogado haga lo mismo. Ya no debemos plantearnos esos conflictos como “tenemos tres manzanas y ellos diez”. Va más allá. Es una cuestión antropológica, cultural, política».

Y Miriam habla del cambio de narrativa porque uno de los problemas que ha expuesto el pueblo garífuna en Roatán es el racismo al momento de hablar de lo que sucede en sus comunidades, tanto desde las instituciones como desde los medios de comunicación. Las líderes de Punta Gorda han acusado al medio Roatán hable claro, y especialmenteal periodista Rigoberto Torres, de alimentar una campaña de odio contra la comunidad a través de sus publicaciones.

Torres se defiende y dice que él solo dio espacio para la denuncia: «La señora Norman Jones llegó al medio y me buscó con pruebas de que estaban invadiendo su terreno. Conozco a su abogado porque soy un isleño realmente nativo y conozco la mayoría de las personas en Roatán. Procedimos a hacer la publicación con el reclamo que nos proporcionó Norman Jones, a raíz de una investigación realizada en el catastro de la municipalidad. Establecemos que era dueña legítima de este predio. Publicamos entonces condenando el hecho de la invasión. Después vino la joven Melissa Martínez diciendo que lo que había publicado era condenable y ponía en peligro la vida de personas».

En medio de la conversación, Rigoberto Torres alegó que «Melissa Martínez no es ni garífuna ni isleña» y que tiene pruebas de amenazas en su contra. Pruebas que hasta hoy no han sido expuestas.

«Estos conflictos se están usando para crear caos y polarizar a la comunidad, dividiendo y amenazando para que dejemos de luchar –alerta Miriam Miranda–. Yo creo que existe un plan de genocidio contra la comunidad garífuna. Nadie me puede quitar la idea de la cabeza. Como todo está organizado y ejecutado me lleva a pensar que hay una intención de desaparecer al pueblo garífuna. Estamos frente a un nuevo destierro. O nos defendemos y luchamos para sobrevivir, u optamos por desaparecer», afirma.

La mañana del sábado 12 de noviembre, los habitantes del campamento recibieron la visita de un grupo de diputados. Vinieron a conversar con los Garífunas en el marco de una comisión multipartidaria creada para «investigar el desalojo». El abogado Ramón Enrique Barrios, de la bancada de Libre, forma parte de esta comisión aprobada por el Congreso Nacional el 8 de noviembre por unanimidad de votos. Solicitamos una entrevista para conocer más sobre qué se planea implementar a nivel legislativo para proteger a las comunidades garífunas y reconocer sus tierras ancestrales. Varios mensajes han sido enviados, pero hasta ahora no se ha recibido respuesta.

Resistencia garífuna en la isla más «gringa» de Honduras

Noche y día, el campamento de Punta Gorda está bajo vigilancia. En la entrada, una hamaca colgada de dos árboles raquíticos y una silla plástica conforman el puesto de guardia. Dos hombres armados con walkie-talkies reciben a los visitantes, les permiten o les niegan el ingreso, y, cuando oscurece, están atentos a cualquier ruido sospechoso. Uno de ellos se llama Fernando. Cuenta que ha trabajado seis años en alta mar, a levantar nasas cargadas de langostas sobre barcos que navegan por ocho meses. «Las langostas son los zopilotes del mar –afirma– huelen lo podrido y se comen cadáveres, así las atraemos y entran ciegamente en las nasas».

Conflicto en Punta Gorda: el pueblo garífuna se resiste a desaparecer 2022

De noche en el campamento Wagueira Lee, Punta Gorda, Islas de la Bahía Foto CC/Amilcar Izaguirre.

Ahora ya no se quiere embarcar. Si los primeros años fueron lucrativos, los últimos no le permitían vivir dignamente. El mar lo agotó, y ahora sueña con tierra. Sueña con este terreno de 11 acres donde, dice, «la tierra es excelente para sembrar». Aquí, señala, se hará una huerta, se construirá una escuela, se instalará una cancha de fútbol. «Soy de aquí y quiero vivir aquí. Punta Gorda es tan grande y lo han hecho tan pequeño –lamenta–. Si no peleamos por este terreno, ¿dónde van a vivir los hijos de nuestros hijos?».

Conflicto en Punta Gorda: el pueblo garífuna se resiste a desaparecer 2022
Un crucero en el muelle de Roatán. Estos cruceros permanecen durante cuatro horas en Roatán, luego continúan su rumbo. Foto CC/Fernando Destephen.

Justo antes de entrar en «La Recuperación», Fernando tenía un trabajo peculiar: hacía playas. O sea, le pagaban para que las playas de Roatán se vieran bonitas y atractivas para los residentes que tienen casas al borde del Caribe. «A mi exjefe lo contratan los gringos que tienen casas aquí. Los gringos quieren que se vean bien blanquitas y limpias sus playas privadas», explica. El oficio consistía en entrar en el mar y cortar las algas para que no ensucien la orilla o bucear para recuperar sacos de arena blanca frente a la isla. Un negocio ilegal porque daña el arrecife. 

Luego se esparcía la arena por la costa y «quedaba como si fuera natural», dice prometiendo que nadie se imaginaría que alguien la hiciera.

Roatán es un paraíso turístico donde aterrizan vuelos directos de Miami o Houston y anclan cruceros gigantescos procedentes de Florida, cargados de turistas que vienen a disfrutar de las playas con agua cristalina en la isla más grande del archipiélago de la bahía. Un taxista nos contó que aquí un turista puede gastar 400 dólares al día y que la economía isleña gira en torno a lo que se le puede ofrecer a los turistas.

Roatán es también el lugar de fundación de la Zona Especial de Desarrollo Económico (ZEDE) más emblemática de Honduras: Próspera, la cual promete «una calidad de vida como en Estados Unidos», según su secretario técnico, Jorge Colindres.

El Gobernador de Islas de la Bahía, Hugo Soler, admite que la isla se mueve por el dinero: «Más dinero tiene usted, mejor le irá en todos los aspectos. Estamos viviendo situaciones complicadas a causa de esto. Es conocido que Roatán tiene problemas de tierras, todas son privadas y la manera de adquirirlas fue a menudo fraudulenta. Usted llegaba y decía: “Esta tierra no tiene dueño, voy a apropiarme de ella”».

El abogado de la Ofraneh, Caleb Navarro, apunta también que la lucha de los Garífunas de Roatán se enfrenta a grandes intereses económicos. «El problema de las tierras no es sólo en Punta Gorda, sin embargo, se acentúa en esta zona atractiva para el turismo donde hay extranjeros involucrados. Pareciera que las Islas de la Bahía son otro país», sostiene.

Conflicto en Punta Gorda: el pueblo garífuna se resiste a desaparecer 2022
Un pescador artesanal regresa de la faena diaria en Punta Gorda, Islas de la Bahía. Foto CC/Fernando Destephen.

De hecho, en las Islas de la Bahía, el idioma más hablado es el inglés. Por ejemplo, en los restaurantes la mayoría de los menús están escritos únicamente en inglés. A nivel de seguridad, la tasa de homicidios es la más baja de Honduras, después de la del departamento de Gracias a Dios. En 2021,se registraron 25 homicidios, En comparación, en Cortes se contabilizaron 755 homicidios. La presencia de extranjeros asegura un clima más seguro que en el resto de Honduras, pero los Garífunas expresan que, en la isla, se enfrentan a una justicia de dos velocidades. 

Es el punto de vista de Edgar, habitante de Wagueira Lee: «El gobierno de EE. UU. financia la policía de aquí para sacarnos de nuestro propio país. El extranjero vale más que nosotros que somos de aquí. Si llamamos a la policía, nos responden que no tienen combustible para asistir o que el carro no está. Pero si llama un gringo, inmediatamente llegan y resuelven». Edgar se rehúsa a trabajar para los estadounidenses porque siente que el trabajo que proponen es una esclavitud. «Se aprovechan de nosotros, utilizan nuestra cultura como argumento de venta, pero nos pagan mal. Te ofrecen quizás 15,000 lempiras al mes en una isla donde una renta te puede costar el mismo monto. ¿Usted cree que vamos a vivir con eso? Aquí mucha gente trabaja en la construcción por 500 lempiras (alrededor de 20 dólares) al día, es el precio de un almuerzo en un restaurante aquí. Los extranjeros han esclavizado a la comunidad garífuna por muchos años».

Entre dependencia a los trabajos generados por la inversión estadounidense y rechazo a la humillación, la comunidad garífuna lucha por hacer vivir su cultura fuera de la explotación mercantil. 

«Honduras es un Estado que responde al capital transnacional –opina Miram Miranda–; el Gobierno se convirtió en ente administrador de los poderes corporativos. Honduras es un Estado cooptado y los que fortalecen y sustentan esta situación son las instituciones como la Corte Suprema de Justicia, el Instituto de la Propiedad, el Instituto Agrario o los medios de comunicación».

Conflicto en Punta Gorda: el pueblo garífuna se resiste a desaparecer 2022
Las lluvias en la isla complican caminar en el campamento Wagueira Lee, por lo que algunas personas caminan descalzas. Punta Gorda, Roatán, Islas de la Bahía. Foto CC/Fernando Destephen.

A un kilómetro del campamento, bajando por la carretera, se encuentra la calle más animada de Punta Gorda. Detrás de esta calle, está el mar. Ahí, se vislumbran siluetas menudas. Un grupo de niñas juega entre las raíces de los manglares. Melia, con los tobillos en el agua, avanza hacia ellas con un dulce en la mano. Un zopilote posado en un mástil observa la escena. Los adultos no están. Se siente libertad. José, Ángel y Saúl, de 8, 5 y 9 años, han atrapado un cangrejo de pinzas azules. Lo tienen atravesado por una estaca, pero todavía se mueve. Dicen que lo traen a casa para la cena. Con chanclas de plástico, los amigos cruzan un pedazo del Caribe a pasos lentos. Son el futuro de Punta Gorda. Son los niños a quienes se les prometió una tierra.

Este reportaje fue realizado con el apoyo de la International Women’s Media Foundation (IWMF) como parte de su iniciativa de ¡Exprésate! en América Latina.

La Junta Nominadora para la elección de la nueva Corte Suprema de Justicia creó un banco de preguntas que, en teoría, debió ser conocido solamente por sus miembros. No obstante, el notario Wilfredo Guevara, uno de los aspirantes que no logró el puntaje para pasar a la siguiente fase, denunció hoy que otros notarios aspirantes tenían acceso a las preguntas antes de realizar sus exámenes. 


Texto: Leonardo Aguilar
Fotografía: Fernando Destephen

Hubo filtración del banco de preguntas utilizado en el proceso de selección de los 45 candidatos a magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), según el aspirante a magistrado Wilfredo Guevara Trujillo, un abogado y notario de 60 años, originario del departamento de Nacaome.

La filtración se hizo pública este día y varios medios de comunicación han publicado el banco de preguntas presuntamente filtrado a unos cuantos aspirantes. Una fuente de adentro de la Junta Nominadora dijo, en condición de anonimato, que la filtración se hizo después de realizadas las pruebas y que probablemente se esté denunciando esto ahora para anular el proceso y repetir los exámenes, esta vez sí para favorecer a candidatos cercanos a los partidos políticos que salieron aplazados en la prueba. La Junta Nominadora todavía no se pronuncia oficialmente sobre estas denuncias, aunque el canal de gobierno Canal 8 publicó las declaraciones de Tomás Andino, suplente de sociedad civil ante la Junta Nominadora, aduciendo que ésta investigará «la filtración ante esta evidencia pública» y procederá a hacer «una depuración interna».

Por su parte, el notario Wilfredo Guevara aseguró a Contracorriente que la filtración no fue después del examen ni en el momento del mismo: «La filtración se dio antes de someternos al examen». Wilfredo asevera que hubo muchos notarios que lograron «obtener» y mantener en «su poder la filtración» de estas preguntas antes del examen.

«Hubo una filtración total del banco de preguntas y hubo otra filtración que fue parcial, a medias, con algunas preguntas que contenían quizá el 50 % o el 30 % del total de las preguntas. Pero no nos confundamos, hay un Ministerio Público, que con un indicio que haya debería de ir a revisar el proceso porque estos son delitos de orden público», consideró el abogado.

Wilfredo, quien se anuncia como un postulante independiente, es decir, sin compromisos con los partidos políticos ni con la Junta Nominadora, consideró que el examen estaba destinado y diseñado para que lo aprobaran «ciertos notarios» que se desempeñan en determinadas instituciones del Poder Judicial o en la Universidad, instituciones que formaron parte en formular las preguntas: «Averigüe usted de dónde llegaron esas preguntas para meterlas al banco de datos y de ahí sustraer las pruebas. Ahí andan en todos los chats. Preguntas que me salieron en las pruebas las conocí hasta después en un chat que me mandaron. Preguntas taxativas que estaban en el banco de datos». 

El notario añadió que hay pruebas suficientes para comprobar la filtración de datos, pero que será más difícil determinar específicamente quién hizo la filtración. «De un modo general las personas que fuimos a hacer el examen de una forma independiente, sin pensar que esas preguntas ya las tenían adelantadas algunos compañeros, llegamos en desventaja. Yo fui uno de los primeros que presenté mis documentos para postulación. Soy un hombre limpio, y por eso de inmediato me dieron todas las constancias», expuso.

«Tengo un despacho abierto hace 29 años. Si me pregunta un cliente, ¿ajá abogado y qué le pasó? Tendré que decirle que me aplazaron, porque así lo están diciendo. Pero a mí no me aplazaron», dijo a Contracorriente el abogado Wilfredo, quien pudo postularse gracias a que —por primera vez en la historia de estos procesos— la nueva Ley facultó a todos los notarios hondureños a autopostularse a magistrados de la Corte Suprema; antes eran los miembros de una Junta Nominadora los que hacían las postulaciones, por lo que los aspirantes solían responder a los intereses de los partidos políticos. 

Wilfredo se graduó como licenciado en Derecho en el año 1993. El 2001 se convirtió en abogado y, meses más tarde, obtuvo su exequátur de notario. En el año 2000 había obtenido un máster en Empleo, Relaciones Laborales y Diálogo Social otorgado por la Universidad de Castilla-La Mancha, en Albacete, España. Después, en agosto de 2021, se convirtió en doctor en Derecho del Trabajo tras estudiar un postgrado en la Universidad de San Carlos de Guatemala.

Tras pasar la revisión documental, los aspirantes fueron sometidos a realizar tres pruebas: toxicológicas, psicométricas y de conocimientos. Las primeras dos pruebas se aplicaron entre el 7 y 8 de noviembre. La tercera prueba —el examen escrito— fue aplicada el 14 de noviembre a los 174 notarios que permanecían en la carrera de los 185 que se postularon en un inicio.

El artículo 27 del reglamento, párrafo cuarto, establece que la calificación de aprobación en el examen escrito era del 75 %, sin embargo, en el caso de que el número de personas postulantes que aprobara hubiese sido inferior a 60 personas postulantes, se tomarían las notas dentro de un rango entre 65 % y 74 %.

La matriz evaluadora está compuesta de tres criterios de selección: el primero es “Integridad personal”; el segundo, “Ética personal” y el tercero “Idoneidad y la capacidad técnica”. Aunque el examen, que constaba 100 %, se aprobaba con 75 % y en la matriz evaluadora el criterio de “Idoneidad y la capacidad técnica” representa el 55 % del puntaje total, mientras que la “Ética personal” un 20 % y la “Integridad personal” un 25 %.

preguntas de la Junta Nominadora Aspirante a la CSJ denuncia que se filtraron preguntas del examen para beneficiar a unos pocos 2022 miembros elección selección honduras tegucigalpa

Organigrama tomado del portal del Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP) referente a la Junta Nominadora Para la Proposición de Candidatos a Magistrados de la Corte Suprema de Justicia 2023-2030.

La matriz de evaluación técnica había sufrido cambios en el Congreso Nacional en el mes de julio cuando estaban discutiendo la ley. El dictamen inicial estipulaba que los porcentajes de evaluación estarían repartidos en un 30 % a la integridad personal y profesional, un 40 % a la ética profesional, y un 40 % a la idoneidad y capacidad técnica. Con las modificaciones —tras las sugerencias del presidente Luis Redondo—, la idoneidad y capacidad técnica se elevó hasta el 55 %, dejando casi todo a la suerte del examen de conocimientos.

A los aspirantes se les dio un temario bastante general, lo cual puede comprobarse en el portal de acceso a la información pública. 

«A los que trabajamos de forma independiente, que digan que salimos aplazados, esto nos va a mermar nuestra clientela. El proceso nos desacredita porque la gente va a creer que no sabemos nada de derecho», se quejó Wilfredo, quien afirmó que sacó (aunque aún no dan oficialmente los resultados) un puntaje entre 72 % y 73 % de un examen que él considera estaba viciado. Primero, dice, porque se filtraron las preguntas; y segundo porque el sistema falló en varias casillas de selección múltiple, y él, por ejemplo, aduce que no pudo terminar bien su examen por esa razón. 

La Junta Nominadora, al no contar con la capacidad técnica para hacer ella misma un banco de preguntas y al no poseer tecnología para aplicar el examen a los notarios, recurrió a la ayuda de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), para que estos prestaran su plataforma virtual. 

Antes de aplicar el examen, la Junta Nominadora había invitado a estudiantes, docentes, investigadores sociales, organizaciones y misiones internacionales a colaborar con sugerencias para alimentar el banco de preguntas.

Las pruebas de conocimiento se aplicaron el lunes 14 de noviembre. Tres días después de la aplicación de estas pruebas, el jueves 17 de noviembre, Wilfredo estaba denunciando que habían filtrado la totalidad «del banco de preguntas de donde se preparó el examen».

Ante estas denuncias de Wilfredo, le siguieron otras de otros notarios aspirantes que también denunciaron la misma situación.

Los miembros de la Junta Nominadora todavía no han emitido comunicado para enviar un mensaje de calma a la sociedad hondureña.

Wilfredo explicó que, además de la filtración, del total de las 100 preguntas de selección múltiple que le aparecieron, hubo cuatro preguntas en donde todas las respuestas eran equivocadas.

«Me hicieron 100 preguntas. Pero me aparecieron cuatro preguntas con dos ítems en donde no estaba la respuesta correcta. Yo obligatoriamente tenía que contestar algo porque, si no, no avanzaba el sistema», expuso Wilfredo.

La Junta Nominadora hizo un chat de Telegram para aumentar la transparencia. Ante las quejas de casos como el de Wilfredo, la Junta Nominadora abrió un espacio para revisar algunos de estos exámenes. Esa revisión de preguntas, al no estar contemplada ni en la Ley de la Junta Nominadora ni en el Reglamento de la misma, generó suspicacias, lo que obligó a la Junta Nominadora a explicar por medio de Telegram lo que había pasado.

«No se está buscando favorecer a nadie en particular, sino que el sistema falló con algunas preguntas cuando se subieron y no tenían todas las opciones de respuesta que se indican. Para confianza de ustedes, todo ese proceso será público y transmitido», informó la Junta Nominadora en Telegram desde un usuario bajo el nombre Sugerencias a la Junta Nominadora.

El abogado Wilfredo consideró que no se le está dando suficiente importancia, en este primer filtro, a las pruebas psicológicas y psicométricas a las cuales fueron sometidos. «Parece que en realidad no son requisitos para pasar a la siguiente etapa. El requisito que están mirando es la evaluación de conocimientos del 14, quien haya sacado 75 % o más es el que va a pasar. Es decir que yo pude haber pasado el examen toxicológico y el psicométrico, pero ya me están sacando. No importa que usted sea un loco o que sea un drogo, importa que saque más de 75 %», explicó.

En medios de comunicación se ha dado a conocer que entre 30 y 50 aspirantes a magistrados no pasaron el examen de conocimientos, la Junta Nominadora no ha publicado la lista oficial hasta el momento.

La Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos emitió un informe a finales de septiembre que confirma una investigación por "ejecución extrajudicial" en el caso de Adrián Solórzano, el primero que ve la luz pública y emplaza al Estado para que explique una de las 90 muertes que han sucedido en penales desde el inicio del régimen de excepción. Su familia había denunciado hace cuatro meses que Solórzano, un padre de familia de 30 años fallecido en el centro penal La Esperanza, fue asesinado por las autoridades.


Jaime Quintanilla

La Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) de El Salvador investiga una posible “ejecución extrajudicial” contra Adrián Efraín Solórzano Hernández, uno de los 90 fallecidos en centros penales que fueron capturados bajo el régimen de excepción del Gobierno Bukele. Según un informe fechado el 30 de septiembre pasado y al que tuvo acceso LA PRENSA GRÁFICA y Redacción Regional, la institución abrió un expediente por la muerte del exempleado del Tribunal Supremo Electoral detenido el 18 de abril y asesinado, según denuncias de sus familiares, a inicios de julio, cuando el régimen arrancaba su cuarto mes.

El presunto asesinato de Solórzano en prisión fue revelado por LA PRENSA GRÁFICA el 6 de julio, cuando su familia denunció que este había fallecido por “asfixia mecánica por estrangulación” al interior del centro penal La Esperanza (conocido como Mariona), en San Salvador. A esa conclusión llegó el Instituto de Medicina Legal, en un reporte forense entregado a la familia y que es clave en la investigación abierta por la PDDH.

“Los hechos descritos, preliminarmente, aluden a una afectación a los derechos de las personas privadas de libertad (PPL), específicamente al derecho a la vida del señor Adrián Efraín Solórzano Hernández, por ‘ejecución extrajudicial’”, estableció la institución en el expediente SS-0211-2022. De comprobarse, la Procuraduría señala que el Estado habría violado diferentes artículos contemplados en la Constitución salvadoreña, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Ley Penitenciaria.

Esta es la primera vez que sale a la luz pública una investigación de la institución contralora sobre una posible ejecución extrajudicial de un privado de libertad en el marco del régimen de excepción, que comenzó oficialmente el 27 de marzo de este año, bajo el argumento de capturar a “todos los pandilleros del país”.

La PDDH notificó la resolución inicial del expediente a los familiares de Solórzano el 17 de octubre, más de dos meses después de su muerte y cuando la entidad era conducida por el exprocurador Apolonio Tobar. El informe preliminar, según la institución, partió de las notas periodísticas que dieron a conocer el caso. La PDDH, en el documento, señala que ha pedido cuatro informes a diferentes instancias para que aclaren las circunstancias en las que Solórzano fue capturado y en las que falleció bajo custodia del Estado. 

Consultada por el caso, la nueva procuradora Raquel Caballero de Guevara respondió a través de su oficina de prensa el martes 15 de noviembre que “estos casos son absolutamente prioritarios para la procuradora, pues el derecho presuntamente violado es el básico, que es el derecho a la vida”. Además, la institución confirmó que hasta el 14 de octubre tenía “38 expedientes de muertes potencialmente ilícitas en centros penales”, para un total de 43 víctimas de las 90 personas que han fallecido en penales. Sin embargo, la institución no aclaró si corresponden a investigaciones por ejecuciones extrajudiciales ni respondió si habían recibido los informes que solicitaron en el caso de Solórzano. 

“Todos se encuentran en fase de investigación para tratar de determinar si hubo responsabilidad del Estado por omisión o por responsabilidad directa en el fallecimiento de esas personas”, agregó la PDDH.

Consultado por esta investigación, el exprocurador Tobar dijo que no la recordaba y agregó que no quería hacer ninguna valoración sobre el resto de casos que abrieron en su gestión porque “no tenía a la mano nada”. Tobar ahora es magistrado de la Cámara Tercera de lo Penal, un nombramiento que realizó la Corte Suprema de Justicia que el oficialismo y sus aliados eligieron de manera irregular el 1 de mayo de 2021.

Un caso emblemático

La muerte de Adríán Solórzano se convirtió en un caso mediático por ser la primera muerte en prisión bajo el régimen de excepción que un documento oficial de Medicina Legal certificó como como un hecho en el que la causa de la muerte estaba alejada de enfermedades, la versión con la que las autoridades han intentado dar respuesta a los 90 detenidos del régimen que han fallecido en cárceles, según las cuentas del ministro de Seguridad Gustavo Villatoro. 

La única institución que ha notificado con documentos oficiales que está investigando la muerte de Solórzano es la PDDH. Para ello, le solicitó un informe al director de Mariona, Ricardo Salguero Ventura, sobre los eventos ocurridos dentro de esa cárcel que concluyeron con la muerte de Solórzano.

La PDDH también le pidió al jefe de la Unidad Fiscal Antipandillas y Delitos de Homicidios, Max Muñoz Mejívar, que “dirija la investigación de manera imparcial” para esclarecer la muerte de Solórzano. Al director del Hospital Nacional Zacamil, César Delgado Acosta, le solicitó entregar un informe que detalle las atenciones que le brindaron a Solórzano y la hora de entrada y salida de ese recinto. Según los familiares, en Medicina Legal a ellos solo les notificaron que Solórzano llegó muerto al hospital. 

En cuanto al jefe de la delegación de la PNC de Usulután, Marco Mariona, le solicitó un informe que exponga “los datos referentes a la captura del señor Adrián Solórzano (…) y que anexe copia certificada y/o acta en la que conste la detención y la causa de ello”.

La Prensa Gráfica y La Redacción Regional revelaron a través de múltiples fuentes familiares, policiales y judiciales que Solórzano, de 30 años, no pertenecía a ningún grupo delictivo y que la Policía Nacional Civil no lo tenía perfilado como pandillero o colaborador de estas estructuras. Él se dedicaba a hacer viajes privados. Sin embargo, el 18 de abril, dos policías llegaron a su hogar en Jucuapa, Usulután, al oriente del país, y le dijeron que los acompañaran a la delegación policial para hacerle unas preguntas y que luego regresaría a su casa. Desde ese día fue capturado y acusado, sin pruebas, de agrupaciones ilícitas.

La Fiscalía dijo que Solórzano se encargaba de “abastecer de alimentación a miembros de la mara Salvatrucha que andan huyendo de la justicia en el sector de Joya Ancha, jurisdicción de Santa Elena, y hacienda Miramar, jurisdicción de California”. Pero tres fuentes policiales confirmaron que no tenían ningún registro de estos movimientos en sus bases.

El 20 de abril las autoridades judiciales enviaron a Solórzano hacia Mariona para cumplir seis meses de prisión preventiva mientras la Fiscalía investigaba su caso. Allí pasó interno y bajo la tutela del Estado hasta el 4 de julio, cuando fue asesinado, según denuncia su familia. 

La PDDH establece en las consideraciones del caso que “las personas detenidas en el contexto del Régimen de Excepción, desde el momento que el Estado genera la condición para la restricción del derecho a la libertad, genera una relación entre las personas privadas de libertad y el Estado, éste último como sujeto en una posición de garante, ya que estas personas se encuentran bajo su custodia, debe prevenir cualquier circunstancia que afecte derechos humano y esclarecer los hechos acontecidos”.

Las autoridades tenían 72 horas para rendir los informes que la PDDH les solicitó. Sin embargo, un pariente de Solórzano dijo que hasta el 8 de noviembre no han recibido ninguna actualización del caso. Tampoco les han entregado el expediente de Medicina Legal con la autopsia de Solórzano. “Está en la Fiscalía. Dicen que hasta que esté el de ellos completo darán ese porque aún están investigando”, añadió.

“Queremos que de verdad sean transparentes en las investigaciones y todo. No que quieran ocultar las cosas y tapar el sol con un dedo. Y que así como implementaron el régimen de excepción, también apliquen un castigo a esta gente que violó los derechos de todas estas personas que eran inocentes”, dice su pariente.

David Morales, exprocurador para la defensa de los derechos humanos, y el primero en condenar las ejecuciones extrajudiciales cometidas por la PNC en 2015, opinó que debido a la gravedad de los hechos este debería ser un caso prioritario para la PDDH. Morales, premio WOLA 2022 y director de derechos humanos de la organización no gubernamental Cristosal, señala que esta resolución inicial se queda corta en las facultades que tiene la institución para investigar. “La PDDH tiene la obligación de fiscalizar a las instituciones”, dijo.

“Un caso de este tipo, que se trata de una presunta ejecución extrajudicial de la cual podrían ser responsables agentes del Estado y respecto a la cual puede haber tolerancia o encubrimiento del director de Centros Penales, debería ser prioritario. La PDDH no debería solo limitarse a notificar esta resolución inicial, sino que este tipo de casos requiere que el personal del área de procuración realice investigaciones y exijan que se les muestre la información”, apuntó Morales.

Denuncian irregularidades

El 22 de septiembre a las 11 de la mañana, ocho días antes de que la PDDH emitiera la resolución inicial, dos hombres que se presentaron como “investigadores de la Fiscalía” llegaron a la casa de Solórzano para entrevistar a los familiares por el caso. Los supuestos investigadores llegaron vestidos de civil y en un pick up sin identificativos, pero con matrículas del Estado, según una fotografía tomada al vehículo en el que se transportaban.

Durante la entrevista, los familiares aseguran que los supuestos investigadores insistían en que Solórzano no había muerto como lo indicaba la esquela de Medicina Legal. “Venía a decirme que no había sido así como Medicina Legal decía que había muerto, que había sido que él había sufrido unas convulsiones o paros cardíacos”, narra uno sus parientes, y agrega que Solórzano estaba sano cuando fue capturado y no tenía ningún padecimiento crónico. 

Los supuestos investigadores no le presentaron a la familia ningún documento que certificara lo que decían. La familia incluso denuncia que tuvieron un “trato pesado” con ellos e insistían en intentar sacar información que permitiera señalar que Solórzano era pandillero. 

A través de las oficinas de prensa de la Policía y la Fiscalía se intentó obtener una reacción sobre este procedimiento denunciado por la familia, pero al cierre de esta nota no hubo respuesta de ninguna de las dos instancias. 

El futuro de la investigación por una posible “ejecución extrajudicial” ahora está en manos de la PDDH administrada por la nueva procuradora Caballero de Guevara, que en sus primeras declaraciones al frente de la institución dijo que revisará los expedientes emitidos por la PDDH de su antecesor relacionados con el régimen de excepción, una medida que calificó como “necesaria”.

El 15 de octubre, luego de que el bloque oficialista de la Asamblea Legislativa la eligiera en el cargo, Caballero de Guevara se reunió con Bukele y su gabinete de seguridad en Casa Presidencial, donde el presidente intentó justificar su nominación. 

En ese encuentro, Bukele dijo que “son más importantes los derechos de la gente honrada” que los de los privados de libertad y Caballero lo respaldó. Esta no es la primera vez de la funcionaria al frente de la PDDH. La dirigió entre 2016 y 2019 y durante su periodo respaldo las “medidas extraordinarias” del gobierno de izquierdas, el FMLN, que facilitaban encierros prolongados de los reos sin que tuvieran acceso a visitas de familiares o abogados, en una cruzada antipandillas que también se extendía en las calles, con “enfrentamientos” entre policías y supuestos pandilleros. Al cierre de ese periodo, bajo su administración emitió un informe en el que concluyó que la PNC ejecutó extrajudicialmente a al menos 116 personas entre 2014 y 2018.

En su nueva ronda, la funcionaria hereda un expediente que definirá su postura respecto al régimen de Bukele. “El derecho a la vida presupone el goce de los demás derechos, al no ser respetado éste, todos los demás derechos desaparecen, y toda muerte en circunstancia sospechosas, aun cuando no se denuncie, debe investigarse por las instituciones del Estado”, dice el documento elaborado por la PDDH.

A la fecha, organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos han exigido investigaciones sobre las más de cinco mil denuncias por posibles abusos cometidos en el marco del régimen, así como una investigación exhaustiva por las muertes en centros penales. Al respecto, el fiscal general de la República, Rodolfo Delgado, aseguró que está investigando estas muertes, pero hasta la fecha no ha detallado qué tipo de investigaciones está realizando ni qué delitos persigue con las mismas. Sobre los decesos en prisiones, el 20 de septiembre, Delgado aseguró que había “concluido aproximadamente el 40 % de los casos, en esos casos se estableció que no existe mano criminal de por medio, es decir que no tenemos delitos que imputar”.

El 14 de octubre, en una de sus últimas comparecencias, el exprocurador Apolonio Tobar dijo que la PDDH había registrado 3,777 casos atendidos que están relacionados con la violación a los derechos humanos en el marco del régimen de excepción. Según informes de la misma institución, hasta el 24 de julio había 28 posibles violaciones al derecho a la vida. La nueva PDDH eleva la cifra a 38 casos, mientras que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ya tramita una denuncia colectiva para que se investigue la muerte en prisiones de 68 reos del régimen de excepción. El Comité contra la Tortura de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha citado esta semana al Estado salvadoreño, luego de 10 años, por las miles de denuncias de vulneraciones a los derechos humanos y conocer “qué medidas se están aplicando para garantizar los derechos de la población durante el régimen de excepción”.

*Este reportaje forma parte de República Finquera, un proyecto de cobertura del autoritarismo en Centroamérica y México de la Redacción Regional , una alianza entre medios y periodistas de la región, entre ellos Contracorriente.

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Los cónsules honorarios son actores voluntarios de la diplomacia, con funciones limitadas y por un periodo indeterminado. Además de tener a sus propios cónsules honorarios en varios países, en Honduras hay hoy 62 diplomáticos que representan a otros países; la mayoría de ellos son empresarios hondureños. Esta es la historia de ocho miembros de la familia Kafie que portan carnet consular, a pesar de que algunos han estado señalados en casos de corrupción o de vulneración a los derechos humanos. 


Por: Célia Pousset y Jennifer Ávila
Edición: María Teresa Ronderos y Andrés Bermúdez Liévano
Parte del especial “Diplomacia en las sombras” de ICIJ

Ni cónsules de carrera, ni ciudadanos comunes, los cónsules honorarios están a medio camino: son actores de la diplomacia de manera voluntaria, con funciones limitadas, con frecuencia en países o ciudades que no son considerados lo suficientemente estratégicos para tener un embajador o un cónsul de la carrera diplomática, pero sí para tener un representante honorario.

Además de tener a sus propios cónsules honorarios esparcidos por el planeta, Honduras cuenta hoy en su territorio con 62 personas que representan a otros países, de estos, la mayoría son empresarios hondureños, según un análisis hecho por Contracorriente y el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP) como aliados de una investigación global liderada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) y ProPublica, que reunió a 160 periodistas de 46 países para investigar personas que habrían usado esta figura en todo el mundo para cometer abusos o recibir un trato preferencial.

En Honduras, uno de los cónsules honorarios, que actualmente ostenta el cargo, fue acusado por la fiscalía por estafa contra el Estado y fue beneficiado con autorización para salir del país en medio de su proceso judicial. 

En junio de 2015, el Ministerio Público (MP) de Honduras acusó al empresario y cónsul honorario de Jordania, Shucri Kafie Larach por el delito de estafa en perjuicio de la administración pública y del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) en su calidad de presidente de la junta directiva de Distribuidora Metropolitana S.A. (Dimesa), una sociedad que, según el MP, sobrevaloró equipos médicos que vendió a la entidad pública. 

«La empresa Dimesa utilizó el contrato como medio para engañar al IHSS», afirmó el Ministerio Público en el expediente del caso contra Shucri Kafie y Juan Alberto Madrid, ambos representantes de Dimesa, y otros siete funcionarios del Estado. Un informe técnico remitido por la Comisión Interventora del IHSS, realizado por el ingeniero experto en biomédica Walter Martínez, estableció que el contrato de Dimesa estaba sobrevalorado entre un 42.90 % y un 46.31 %.

Shucri Kafie, quien en esa época era el presidente de la junta directiva de Dimesa, enfrentó el proceso judicial en libertad y, además, obtuvo el beneficio de salir del país a pesar de tener obligaciones de firmar cada quince días en los juzgados. Le dieron este beneficio porque además acreditó necesitar tratamientos médicos en Estados Unidos y Panamá pero también por otra razón de mucho peso: ser el cónsul honorario del Reino Hachemita de Jordania en Honduras. 

«En relación a la medida de no salir del país, sólo se la impone al señorJuan Alberto Madrid Casaca; porque en el caso del señor Shucri Luis Kaffie Larach, la jueza tomando en cuenta su cargo de cónsul honorario dispone que no se le aplique», dice la sentencia recaída en el Amparo Penal No. 0043-2016, de fecha 26 de octubre de 2016 que se refiere a la audiencia de revisión de medidas que se realizó en julio de 2015 y que fue apelada sin éxito por el Ministerio Público. 

Kafie obtuvo beneficios desde el inicio del proceso. En esa audiencia de revisión de medidas, un mes después de la acusación, un tribunal falló a favor de la defensa de Kafie y Madrid de Dimesa, sustituyendo la prisión por el pago de una fianza del 10 % del valor defraudado (103 millones de lempiras) y la medida de ir a firmar un libro a los juzgados cada quince días. Posteriormente, sólo Kafie fue beneficiado con la posibilidad de salir del país «cada vez que lo requiera», según se establece en la sentencia.

La fiscalía interpuso un recurso de amparo para dejar sin efecto este cambio de medidas y, en el caso específico de Kafie, alegó que la multa era insuficiente y que había peligro de fuga debido a sus facilidades para salir del país.

El Ministerio Público argumentó «que en el caso del señor Shucri Luis Kafie Larach, el Código Procesal Penal, nada dice sobre la documentación que acredita su estado de salud y la que se refiere a sus obligaciones como cónsul; asimismo que esto no hacía desaparecer los presupuestos legitimadores de la medida de prisión preventiva». Refiriéndose al peligro de fuga, el Ministerio Público expresó que «en cuanto al arraigo debía tomarse en cuenta las facilidades que tiene para abandonar el país o permanecer oculto», según resumió la sentencia de la Sala de lo Constitucional en 2016 que, aún así, falló en favor de la defensa de los imputados y le permitió a Kafie seguir con sus actividades de cónsul mientras era procesado penalmente.

Sin embargo, en una comunicación vía correo electrónico, Shucri Kafie respondió a esta alianza periodística que «es falso» que haya obtenido el beneficio de salir del país debido a su cargo como cónsul honorario. «El cónsul honorario no tiene ningún trato especial o diferente ante la ley hondureña; la autorización para salir del país a la que hace referencia se debió a un asunto estrictamente de salud, lo cual así fue demostrado ante el Juzgado de Letras Instructor que dio la autorización con audiencia y notificación del ente acusador. Valga aclarar que esa autorización la emitió el Juzgado de Primera Instancia y no la Corte Suprema de Justicia como refiere su pregunta», respondió. 

Y en efecto, en el expediente de su caso consta que el abogado defensor de Kafie solicitó el 9 de junio de 2015, apenas librada la orden de captura, que se dejara sin valor ni efecto la orden de captura internacional, la alerta migratoria y que se cambiara la medida de prisión preventiva. En la audiencia de declaración de imputado en el Juzgado de Letras unificado en materia penal, la defensa privada de Kafie estableció la vulnerabilidad del imputado por razón de su edad y su estado de salud, pero también porque «es un funcionario consular». La jueza en esa instancia dijo que, a pesar de que la Convención de Viena de 1973 solicita un trato de cortesía para los cónsules honorarios, esto no lo eximía de ser juzgado y, dado el caso, ser objeto de una medida cautelar privativa de libertad. Este fue el primero de varios intentos para beneficiar a Kafie por ser cónsul honorario. 

Según la convención de Viena de 1973, que rige los asuntos consulares, los cónsules honorarios se deben beneficiar de un trato «deferente» en caso de proceso penal.

«Cuando se instruya un procedimiento penal contra un funcionario consular honorario, éste estará obligado a comparecer ante las autoridades competentes. Sin embargo, las diligencias se practicarán con la deferencia debida a ese funcionario por razón de su carácter oficial y, excepto en el caso de que esté detenido o puesto en prisión preventiva, de manera que se perturbe lo menos posible el ejercicio de las funciones consulares», dice el acuerdo internacional firmado por 182 países, entre ellos Honduras.

Un mes después, la misma jueza argumentó que por ser cónsul, no se le impondría a Kafie la medida de no salir del país. La defensa del empresario presentó un escrito en el que hacen constar que, desde el 15 de junio de ese año, el cónsul no se presentaba en su oficina debido a sus problemas de salud derivados del proceso judicial al que estaba siendo sometido, por lo cual el consulado permanecía cerrado. 

A pesar de la acusación en su contra, Shucri Kafie no fue retirado de sus funciones de cónsul honorario de Jordania, cargo que ha ejercido sin interrupción desde 1984. Kafie añadió en su respuesta a nuestro cuestionario que en la embajada de Jordania «estuvieron informados de todos los detalles durante todo el proceso. Éramos parte de un proceso donde prevalece la presunción de inocencia». Y aseguró además que «este es un caso ya juzgado por la justicia hondureña, en el cual se desestimaron los cargos por una acusación falaz motivada más por un momento político que por una lógica legal que sirviera de sustento a la acusación».

El desfalco millonario del IHSS, juzgado por la justicia hondureña, sucedió entre 2011 y 2014 y produjo como reacción un hito en la lucha anticorrupción en el país.

Miles de ciudadanos pidieron en las calles la renuncia del entonces presidente Juan Orlando Hernández, quien apenas comenzaba su primer período en el poder y a quien la ciudadanía señalaba ya que varios chequesdel desfalco — que, según determinó la justicia, alcanzó los 300 millones de dólares — llegaron a las cuentas de su campaña electoral de 2013. Los manifestantes también exigieron una comisión internacional de investigación de la corrupción al modelo de la Cicig en Guatemala. Tras varios meses de marchas y protestas, que se popularizaron como la «Marcha de las Antorchas» o como el movimiento de «Los indignados», en 2015 se instaló la Misión de Apoyo contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (Maccih), que el propio Gobierno de Hernández desmanteló en 2019.

La suma de estos casos judicializados reveló un entramado de corrupción de gran escala entre funcionarios del Estado y personas del sector empresarial, en los que, entre otros, estaba el nombre de Shucri Kafie Larach.

Los Kafie: La historia de empresarios hondureños que acumulan consulados honorarios seguro social
Empleados de seguridad del IHSS de Tegucigalpa protestan exigiendo aumento salarial. Foto CC/Jorge Cabrera

En medio de los recursos de apelación y amparos interpuestos desde 2015 tanto por la defensa privada de Kafie como por la Fiscalía, que llegaron hasta la Corte de Apelaciones en materia penal, finalmente el 11 de diciembre del 2018 esa Corte tomó una decisión. Resolvió declarar con lugar el recurso de apelación interpuesto por su abogado Tito Hernández Salgado y revocó el auto de formal procesamiento.

A pesar de que en enero de 2019 el Ministerio Público interpuso una acción constitucional de amparo a favor del Estado de Honduras contra la resolución del 11 de diciembre de 2018, el Juzgado de Letras de lo Penal dictó el 24 de enero de 2019 el sobreseimiento definitivo a favor de Shucri Kafie y le otorgó una carta de libertad definitiva.

Shucri Kafie, el representante de la empresa que según los fiscales sobrevaloró equipos médicos vendidos al IHSS, no fue declarado culpable. La Corte estimó que no hubo perjuicio económico por parte de la empresa Dimesa y que «por ende no se puede apreciar la existencia del delito en relación a los funcionarios públicos que intervinieron en la adjudicación de la licitación pública y posterior suscripción de un contrato». 

Además, la Corte estableció que la contratación del IHSS había sido aprobada por el Congreso. El Congreso era dirigido entonces por Juan Orlando Hernández, quien luego sería presidente por dos períodos y que, a la fecha, se encuentra extraditado y acusado por tráfico de drogas a Estados Unidos, donde espera juicio.

Kafie nunca dejó de ser cónsul honorario y, además, su empresa siguió contratando con el Estado. Según datos de contrataciones públicas de Honduras, Dimesa, además de contar con el contrato en cuestión con el IHSS, obtuvo otros doce contratos más entre 2013 y 2019 por un valor total de 209,004,702.90 lempiras (8,2 millones de dólares), según estos mismos datos, para proveer de materiales médicos e higiénicos a la Secretaría de Salud, la Secretaría de Defensa y la Comisión Nacional de Telecomunicaciones.

Consultamos al abogado Tito Hernández sobre su defensa en el caso y respondió que no podía dar declaraciones por un convenio de no divulgación con su cliente, además de que el caso está cerrado. «Fallado hasta por la Corte Suprema de Justicia, ya no hay nada más que decir», dijo.

Pero Kafie agregó en su respuesta a nuestra consulta que se comprobó en el juicio su inocencia, «ya que no se trató de una compraventa de equipo como se manejó tanto por la acusación como mediáticamente, sino que se trató de un Contrato INTEGRAL que, siendo financiado por el Contratista, proveería equipo nuevo de última generación, un soporte de mantenimiento permanente e ilimitado durante toda la vigencia del contrato, la provisión de los repuestos que fueran necesarios, capacitación especializada, equipos de respaldo entre otros» y aseguró que la Fiscalía cometió errores al momento de presentar peritajes que calculaban la supuesta sobrevaloración de equipos que fue la razón por la que fue acusado. 

«En cambio, la defensa sí propuso y presentó peritos tanto nacionales como internacionales que dejaron en evidencia no solo la inexactitud de los «informes» de la acusación, sino que la verdadera realidad financiera del contrato en base a todas las prestaciones en él contenidas y con ello la inexistencia de sobrevaloración alguna», explicó. 

Los cónsules honorarios en Honduras son acreditados por la Cancillería hondureña, la cual luego envía un listado al Congreso Nacional que finalmente aprueba cada nombramiento. El mismo Congreso también puede dejar sin efecto un nombramiento.

El diputado del Partido Nacional, Tomás Zambrano, explicó a esta alianza periodística que el Congreso Nacional aprueba con mayoría simple a los cónsules honorarios que la Cancillería solicita en base a sus hojas de vida.

«Considero que sí tendría que reformarse la ley del servicio exterior para dejar un procedimiento más claro, requisitos, atribuciones y facultades de los cónsules honorarios para ejercer el cargo en Honduras», dijo y además agregó que el Congreso Nacional tiene la potestad de retirar de inmediato el permiso de ejercer el cargo en caso de acusaciones, pero lo debe considerar el pleno y no existe procedimiento para esto. 

Por otro lado, Josué Rodríguez, jefe de asuntos consulares de la Cancillería hondureña, dijo con respecto al rol de los cónsules honorarios que «consideramos que estas personas son de una moralidad intachable. No nos tomamos el tiempo para indagar si tuvieron alguna situación dudosa en el pasado. No nos corresponde a nosotros. Lo más que hacemos es pedir antecedentes penales y policiales. Son requisitos de rigor por tema de seguridad, pero tampoco indagamos muy profundamente», agregó.

Shucri Kafie sostuvo que no tiene ningún beneficio por ser cónsul honorario. «El beneficio más grande es velar por los derechos de los jordanos y de los extranjeros residentes permanentes de Jordania de [en] Honduras. También es de sumo agrado contribuir al fomento del desarrollo de las relaciones de carácter económico, cultural y científico entre el Estado de Jordania y nuestro país Honduras», explicó.

Cargo de herencia familiar

Kafie alardea en público con su cargo de cónsul honorario. «El Cónsul Honorario Shucri Kafie es un hombre diplomático, un líder carismático, empresario visionario, un hacedor hombre de negocios y filántropo que guía la innovación de sus empresas», dice el sitio web del empresario, conocido también por su rol al frente de empresas como Lacthosa del sector lácteo o Lufussa (Luz y Fuerza de San Lorenzo S.A. de CV), que genera y distribuye electricidad en Honduras y Centroamérica, según su sitio web. Ambas empresas, al igual que Dimesa, son empresas familiares; en las tres empresas, Shucri Kafie comparte acciones con Luis Kafie Larach, su hermano y también cónsul honorario de Finlandia en Honduras.

Según registros de la Secretaría de Finanzas de Honduras, solamente en 2019 Lufussa recibió del Estado 398,029,623.08 lempiras (16,012,465.06 de dólares) en pago como proveedor de energía.

Entre los 62 cónsules honorarios en Honduras representando a otros países, hay ocho miembros de la familia Kafie que se benefician de un carnet consular. No representan a un solo país o países de un mismo continente, sino que son cónsules honorarios en Honduras de países de Escandinavia, el Caribe, el Báltico, Centroamérica o del Medio Oriente. 

Esta es la lista completa: Simón Alberto Kafie Handal, Noruega; José Leonel Giannini Kafie, Panamá; Luis Kafie Larach, Finlandia; Henry David Kafie, Luxemburgo;Eduardo Kafie Larach, Jamaica; Shucri Kafie Larach, Jordania; Jimmy Kafie Handal, Letonia;y Luis José Kafie, Lituania.

Tres hermanos cónsules — Luis, Eduardo y Shucri Kafie Larach — figuran como socios en Dimesa, la empresa acusada por el Ministerio Público de haber estado involucrada en un caso de desfalco al sistema hondureño de seguridad social, que luego fue absuelta por la Corte. Ninguno perdió su estatus de cónsul a raíz de la investigación.

El cónsul honorario de Finlandia, Luis Kafie, respondió vía correo electrónico a esta alianza periodística que «como saben, este puesto no es remunerado, no tiene fines de lucro, y no recibo un salario ni administro fondos públicos del Gobierno de Finlandia. Cumplo con mi deber únicamente de forma voluntaria en ausencia de una representación diplomática del Gobierno de Finlandia en Honduras. Como Cónsul Honorario mi objetivo es velar por los intereses legítimos de los ciudadanos o entidades finlandesas en la República de Honduras, facilitando el comercio y la inversión entre ambas naciones y promover la amistad entre nuestros connacionales».

Agregó que en 2002, fue conmemorado por el gobierno de Finlandia con el título «Comandante de la Orden de los Leones» y que sobre el caso de Dimesa, a partir de 2019, el sistema de justicia de Honduras «decretó el sobreseimiento de todos y cada uno de los “presuntos” cargos en contra de la empresa. Por lo tanto, probó de manera concluyente la falta de acciones fraudulentas o irregulares por parte de la empresa».

Aunque puede ser raro ver a tantos miembros de una misma familia ocupando consulados honorarios de países tan diferentes, es en realidad una tradición. Josué Rodríguez, de la Cancillería hondureña así lo anota: «generalmente los cónsules honorarios que existen son hijos de personas que fueron cónsules honorarios en el pasado. Llevan esta venita en su ADN. Quieren continuar el legado de sus ancestros».

Los cónsules honorarios son eso, honorarios, y por eso no reciben ningún pago y tampoco están habilitados para emitir documentos legales. «Ser cónsul honorario es literalmente un honor», afirmó Rodríguez. «Los políticos de un país buscan a personas influyentes, decimos aquí en Honduras que son “pesos pesados”, gente de mucho dinero que tienen contactos para fomentar la inversión extranjera, facilitar exportaciones o desarrollar proyectos culturales».

Se queda corto quien diga que la familia Kafie, de origen palestino, encarna un modelo de éxito empresarial. Esa familia forma parte de la élite del país desde los años 90, cuando sus integrantes fundaron empresas en los sectores textiles, agroindustria, bienes raíces, distribución de productos y electrificación, entre otros. 

El vínculo entre esta familia y el Estado no es extraño. Como muestra un estudio del Equipo de Reflexión Investigación y Comunicación (ERIC), la nueva élite hondureña construyó su imperio a través de contratos públicos. En el estudio Elites, redes de poder y régimen político en Honduras, el investigador Marvin Barahona escribió «La mayoría de las familias que dirigen las empresas y emporios creados en las últimas décadas son de origen árabe, herederas de una tradición forjada en Honduras por varias generaciones. El rasgo distintivo de estas familias es que definieron el potencial de sus negocios basándose en una estrecha relación con el Estado, de la cual han obtenido cuantiosos beneficios».

Mi padre fue cónsul de Jordania desde el 5 de junio de 1963 hasta su fallecimiento en 1983 y luego me asignaron el honor a mí el 14 de octubre de 1984. Fue un puesto heredado por la excelente trayectoria que tuvo mi padre como cónsul de Jordania en Honduras”, explicó Shucri Kafie vía correo. Y aseguró que en la familia Kafie Larach solo hay cuatro cónsules honorarios. 

Cónsul honorario y oportunidad de negocios

Los cónsules honorarios pueden representar a Honduras en el exterior o a otros países en Honduras. En el segundo caso, la oficina de asuntos consulares de la Cancillería se encarga de acreditarlos, pero dice que no le corresponde investigarlos, ya que son las embajadas de los otros países las que proceden a entrevistar a los candidatos y escogen quién va a representar a su país.

«Nosotros hacemos los trámites de acreditación. Los que se encargan de analizar al candidato es el país que lo propone», recalcó el jefe de la oficina consular en Honduras.

El proceso es el siguiente: Cancillería recibe una nota verbal de una embajada o un consulado que solicita la apertura del trámite de acreditación. Para los hondureños que representarán a otro país, el Congreso Nacional tiene que emitir una autorización.

Uno de los últimos cónsules honorarios fue acreditado en septiembre de 2022, y fue justamente un miembro de la familia Kafie. Un hombre que, según Cancillería, está a cargo de seis conglomerados empresariales y se siente en deuda con su país: el cónsul honorario de Lituania, Luis José Kafie, sobrino de Shucri Kafie Larach e hijo de Luis Kafie Larach. 

En la familia Kafie se cuida mucho la imagen benefactora de sus actividades. Las páginas web de cada uno hacen hincapié en la filantropía y la labor social — hasta la defensa del ambiente a través de proyectos de energía renovable en Centroamérica —. Los hermanos Shucri, Luis y Eduardo Kafie crearon en 2006 el Fondo Social Chito y Nena Kafie que se desempeñó en reconstruir iglesias, suministrar alimentos en escuelas y apoyar la conservación de tortugas marinas en el Golfo de Fonseca en el océano Pacífico. El Fondo Social se convirtió en 2014 en fundación.

Apostar por el servicio comunitario es una característica de los grupos de poder en Honduras. El estudio de ERIC, Elites, redes de poder y régimen político en Honduras, lo menciona con estas palabras:

«Los grupos económicos se insertan en la sociedad hondureña a través de mecanismos y actividades que van más allá de lo estrictamente económico, con dos objetivos fundamentales. El primero es construir una imagen positiva ante la sociedad, y el segundo es crear una “clientela” en los segmentos con menores ingresos, para aparecer ante estos como agentes económicos socialmente responsables y sensibles».

Ahora bien,Luis José Kafie, el cónsul honorario de Lituania, es tambiénel director corporativo de finanzas y desarrollo de Lufussa, la empresa familiarque fundó y dirige Luis Kafie, cónsul honorario de Finlandia y su padre. El patriarca también fundó la Generadora del Istmo S.A (Genisa). 

En 2007, el Gobierno de Panamá le aprobó a Genisa una concesión de agua sobre el río Tabasará para la construcción de una represa hidroeléctrica. Este proyecto, llamado Barro Blanco, recibió un financiamiento de 25 millones de dólares por parte de 3 bancos internacionales: el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), el Banco Holandés de Financiamiento al Desarrollo (FMO) y la Sociedad de Inversión y Desarrollo de Alemania (DEG).

En febrero de 2017, la revista Endémico, publicó un reportaje sobre el conflicto que generó el proyecto Barro Blanco. En él, el periodista Jonathan Gonzalez recorre los principales hitos que marcaron la historia de la construcción de la represa.

Según reportaron medios locales, la concesión desató un conflicto directo con la población indígena que vive en la comarca de Ngäbe-Buglé, en el occidente de Panamá. 

En 2010, los Ngabes interpusieron una acción legal contra la construcción de la hidroeléctrica sustentada por el derecho a la consulta previa e informada que no les fue respetado; pero en 2014, mientras la construcción avanzaba, la Corte Suprema de Panamá dio su respuesta definitiva, fallando a favor de la empresa Genisa. Entonces, un campamento del pueblo Ngabe se instaló en el terreno del proyecto y hubo enfrentamientos. En una mesa de diálogo que se abrió entre el Gobierno y la comunidad en 2015, tras suspender provisionalmente la construcción, los técnicos del pueblo demostraron que Barro Blanco había violado normas panameñas y que los estudios habían sido deficientes e incompletos. El Gobierno de Panamá levantó la suspensión de construcción para que Genisa pudiera terminar la obra, pero multó a la empresa con un monto mayor a 700,000 dólares a causa de las irregularidades en el plan de mitigación del impacto ambiental.

En mayo de 2016, se llevó a cabo el desalojo de las comunidades que residían dentro de la zona del proyecto porque se inició la fase de prueba de la represa. Más de 15 personas fueron detenidas.

Pese a ello, el conflicto continúa activo. En marzo de este año, los Ngäbe-Buglé tuvieron, por tercera vez en cinco años una audiencia en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la instancia más alta de derechos humanos en el continente.

El caso ya resultó embarazoso para al menos uno de los bancos. A comienzos de 2021, el FMO holandés anunció que un panel de expertos independientes había establecido que el banco de desarrollo no había seguido sus propios estándares y había aprobado el crédito sin contar con información robusta sobre la necesidad de realizar la consulta previa y sobre los acuerdos firmados por la empresa que impulsaba el proyecto con representantes de las comunidades indígenas locales. Como resultado de ello, el FMO modificó su política de evaluación de proyectos considerados de alto riesgo.

Además del proyecto Barro Blanco, pueden encontrarse otros vínculos entre la familia Kafie y Panamá. José Leonel Giannini Kafie, actualmente el cónsul honorario de Panamá en Honduras, es socio de Luis Kafie en La Colonia Retail Investments constituida en Panamá en 2009. «La Colonia» es un supermercado con más de 40 tiendas en Honduras. La expansión de este comercio ha estado a cargo de Giannini Kafie, quien desde 2016 ostenta el cargo de presidente. También en Panamá, Giannini Kafie es beneficiario final de la empresa offshoreTerryhill International S.A. y miembro de la Corporación Internacional Ficohsa, también constituida en Panamá. En Honduras, Giannini Kafie es parte de la junta directiva de Ficohsa y presidente de la Fundación Ficohsa para la Educación Infantil.

Aunque los cónsules honorarios presumen estar al servicio de los demás de manera desinteresada, muchos de ellos son también quienes ostentan las más grandes fortunas de un país donde el 73 % de la población es pobre según el Instituto Nacional de Estadística.

El jueves 20 de octubre, en San Pedro Sula, se reunieron varios de ellos para asistir a la reunión mensual de la asociación del cuerpo consular sampedrano. En el salón Emperador del hotel Copantl, con traje semi formal, con copa de vino español en la mano y una pierna de jamón serrano en la mesa, conversaron empresarios y políticos de alto rango, según lo vio una reportera de este equipo periodístico. Esa noche, el recién nombrado embajador de España en Honduras estaba presente. Y dio un discurso en el que recalcó la amistad entre los dos países: «Los hondureños tienen las puertas abiertas en España», dijo. Siguieron los aplausos y las conversaciones volvieron a escucharse, se hablaba de inversiones, de represas hidroeléctricas, de las élites de Tegucigalpa, de negocios de outsourcing. Nunca — excepto cuando preguntamos — los cónsules honorarios hablaron de su labor. 

«Son gente de mucho dinero y mucha influencia», dijo el jefe de asuntos consulares de la Cancillería de Honduras. Eso sí. Lo comprobamos.

La economía mundial vive una recesión económica que afecta de manera más agresiva a la pequeña economía de Honduras. Expertos consultados por Contracorriente consideraron que el Gobierno de Xiomara Castro no está respondiendo adecuadamente a este problema internacional que ya tiene al país con una inflación arriba del 10 %.


Texto: Allan Bu
Fotografías: Jorge Cabrera

Sayda Reyes, operaria de una maquila en Villanueva, Cortés, en el norte de Honduras, tuvo descanso el viernes 28 de octubre, pero no se quedó en casa, se unió a una manifestación en la que cientos de obreros de la maquila protestaban por la mala atención en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) y la pérdida de empleos en el sector maquilero. Según la red de sindicatos de la maquila, en los últimos dos meses ya se han perdido 15,000 empleos en este rubro con el cierre de 4 plantas que operaban en San Pedro Sula, Choloma, Villanueva y El Progreso. Los empresarios maquileros justifican el cierre por el contexto mundial de recesión económica, que también está afectando a Honduras, país en donde la inflación alcanza el 10.4 %. 

La espiral inflacionaria en la que se encuentra la economía hondureña ha provocado un aumento desmedido en la canasta básica de los hondureños. Ahora alimentos comunes en la mesa, como los huevos, lácteos o el frijol, requieren más lempiras para comprarlos, afectando las finanzas de los hogares hondureños, de los cuales el 75 % están en la línea de pobreza. «Es exagerado como ha subido todo», dice Sayda, quien ha salido muy preocupada de sus últimas visitas al supermercado en Villanueva.

«La canasta básica ha subido exagerado, imagínese un cartón de huevo a 140 lempiras (hace tres meses costaba 100 lempiras), es inaguantable esta situación. Mire, todos los precios han subido, todo va para arriba», manifestó preocupada Sayda.

La vivencia descrita por Sayda cada vez que tiene que comprar víveres, contrasta con la desafortunada percepción del ministro de Planificación Estratégica del actual Gobierno, Ricardo Salgado, quien el 10 de septiembre de 2022, escribió en Twitter: «Un tema simpático: resulta que, según estudios (no mencionó la fuente), la inflación es un factor que impulsa el crecimiento económico de los países. El problema es que la inflación afecta duramente a los ricos, por lo que mantener una inflación baja es una obsesión de las élites que no soportan perder». No hace falta decir que la ligereza del funcionario fue condenada en la red social.

Economistas consultados por Contracorriente señalan que hay un escenario mundial de recesión económica originado principalmente por la guerra entre Rusia y Ucrania y por el aumento en el precio de transporte marítimo. Esta recesión todavía no ha llegado a su punto más crítico, según adelantan organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Económica para América Latina (Cepal). Los consultados reconocen que hay un contexto internacional desfavorable, pero estiman que el Gobierno comandado por Xiomara Castro ha errado en algunas medidas para detener o disminuir la espiral inflacionaria que ya agobia a la mayoría de familias hondureñas. 

Julio Raudales, economista y catedrático universitario, sostiene que el problema de Honduras es que tiene una economía abierta y ese grado de apertura es tan elevado que le hace depender mucho de lo que pasa en el mercado internacional, ya sea para bien o para mal: «Cuando la economía mundial anda bien, aquí se está bien, pero cuando anda mal, las cosas se ponen complejas para el país». 

Por eso anticipa que este año y el próximo serán complicados para la economía mundial, también lo serán para Honduras a través de lo que él denomina varios canales de transmisión. Uno de ellos es el comercio exterior, donde a su juicio, «la economía de Honduras depende de las exportaciones para que pueda tener para hacerse de monedas internacionales y cubrir la demanda fuerte que tiene de importaciones, este comercio puede caer si no toman las medidas adecuadas», mencionó.

Otro de los «canales» a través de los cuales podría afectar el contexto internacional a Honduras —a juicio de Julio Raudales— es el de la inversión extranjera que «ha caído en los últimos años debido a la falta de confianza que generaba el Gobierno anterior, pero todavía este año no hemos visto una reversión clara de esto y eso puede tener un impacto negativo». Por último, considera que los flujos de cooperación extranjera, que en Honduras son muy altos, también podrían debilitarse si la situación del mundo sigue empeorando.

Wilfredo Díaz, economista hondureño radicado en Costa Rica y técnico del Consejo Monetario Centroamericano (CMCA), destaca en un ensayo enviado a Contracorriente que es «conocido que la economía mundial está transitando en una coyuntura compleja, entre presiones inflacionarias no vistas desde la década de los 1980» y que en general también el mundo se enfrenta una ralentización de la actividad productiva. Aseguró que las razones de este contexto han sido claramente identificadas: efectos del conflicto bélico ruso-ucraniano, aumento de precio de alimentos y materias primas —como el petróleo—, problemas en las cadenas de suministros y, finalmente, políticas fiscales y monetarias excesivamente expansivas implementadas en las principales economías a nivel internacional. 

Agregó que frente a esto ha surgido un proceso de ajuste financiero en los bancos centrales de las economías con mayor influencia en el mundo, como la Reserva Federal de EUA, pero —a su juicio— esto no es suficiente, y organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), han advertido que bajo este escenario se espera una recesión económica en EE. UU., «algo que es preocupante debido a que es el principal socio económico de Honduras y de donde proviene el principal flujo financiero que recibe este país, las remesas», mencionó.

En el año 2021, Honduras recibió 7,189 millones de dólares mediante las remesas, que representaron un 25 % del Producto Interno Bruto de la nación. A octubre de 2022, esa cifra ya se había superado, pues la economía hondureña había recibido 7,207 millones de dólares enviados por hondureños a sus familiares. No obstante, hay previsiones que la economía estadounidense pueda perder fuerza en el mercado laboral, que hasta septiembre se mantenía con 3.5 % de tasa de desempleo. Según representantes del Bank of America, el país norteamericano podría perder 175,000 empleos mensuales a partir de enero de 2023, situación que podría afectar el flujo de remesas que ha recibido Honduras en los últimos años.

Sobre la actualidad de la economía hondureña, Ismael Zepeda, economista del Foro Social para el Desarrollo y Deuda Externa (Fosdeh), manifestó que se debe poner en relieve una lenta transición gubernamental que necesita empaparse de la gestión pública y tener conocimientos de los procedimientos administrativos. «Vemos que el país entra en esa dinámica de incertidumbre, de no tener claridad de cuáles son las políticas que se necesitan para agilizar los trámites administrativos, la seguridad jurídica, que sabemos la que estaba era para favorecer grandes capitales y a ciertos grupos pero en esta transición, que desestabiliza esos privilegios, también hace que de una u otra forma impacte en la población», manifestó.

Zepeda insiste que desmontar privilegios que se tradujeron en la creación de las ZEDE y la Ley de Empleo Por Hora, entre otras acciones como los conflictos políticos con las embajadas, está generando un impacto negativo en la atracción de inversiones y puso como ejemplo la zona norte, de donde se están yendo empresas maquiladoras. Para el economista estos privilegios que menciona en su momento ayudaron a dinamizar la economía y cree que ahora se está profundizando la pobreza. Asegura que no hay datos concretos de inversión o de instalación de empresas como se prometió con la ayuda de varias embajadas. 

Los conflictos a los que se refiere Zepeda se han dado entre la embajadora de Estados Unidos, Laura Dogu, y el canciller de la República de Honduras, Enrique Reina. Una de esas polémicas se dio a través de la red social Twitter: la diplomática estadounidense publicó que se había reunido con representantes de Próspera HN (ZEDE ubicada en Roatán) para conversar sobre el clima de inversión en Honduras, las garantías legales que permiten a los empresarias crear empleo y cómo crear oportunidades para todos los hondureños. El canciller Reina les respondió que crear empleos es importante, pero que las ZEDE «son la aberración jurídica más grande que salió de un narco-Estado». Desde entonces, Próspera HN ha amenazado con demandar al Estado de Honduras por 10,000 millones de dólares.

Después el funcionario increpó a la embajadora Dogu por llamar vicepresidente a Salvador Nasralla, «su pública intención de injerir en la política interna, compromete nuestras relaciones bilaterales», escribió Reina. 

Precisamente por la pérdida de estos empleos y la pésima atención en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), protestaba Sayda Reyes, la mujer con la que comenzamos esta historia. Los trabajadores piden que se les proteja el empleo, «es difícil quedarse sin trabajo en esta situación», nos dijo Sayda.. 

«Ahora nos dicen que por una recesión económica habrá un despido masivo en las maquilas, es de alarmarse y preocuparse, tenemos exigirle al Gobierno una respuesta de cómo nos va a garantizar un empleo en el futuro, estamos solicitando un diálogo con la presidenta Xiomara Castro», dijo Sayda, mientras varios de sus compañeras levantan pancartas y gritan frases a favor de su lucha. 

La recesión en Estados Unidos de la que le han hablado a Sayda ya no es una proyección. Según la Comisión Económica para América Latina (Cepal), la economía del gran país del norte ya entró en recesión. En una intervención en Televicentro, la presidenta del Banco Central de Honduras (BCH), Rebeca Santos, manifestó que «la situación puede ser peor, esto no es lo peor, todavía estamos en un escenario en el que hay relativo crecimiento».

Gobierno para enfrentar recesión económica
Una mujer carga una bolsa con verduras en el mercado Colón de Tegucigalpa. Foto CC/Jorge Cabrera

Incertidumbre y flexibilización

El catedrático universitario Julio Raudales, antes de hablar sobre el manejo que el Gobierno le ha dado problemática económica que vive el país, quiso decir que esta administración inició bajo situaciones complejas tanto a nivel local como internacional, pues se venía saliendo de una pandemia y con una imagen bastante negativa del país por el tema del narcotráfico, delito por el que espera juicio en Nueva York Juan Orlando Hernández, presidente del país en el período 2013-2021. «Pensar que estos problemas se van a resolver de un día para otro es soñar, no se puede exigir tanto», dijo. 

Una vez hecha la salvedad anterior, Raudales expone que algunas decisiones se están tomando del lado equivocado: «Eliminar las flexibilizaciones de mercado que se habían aprobado en el Gobierno anterior es un error, más bien hay que tratar de ser consecuentes con esa flexibilización y profundizar para que los flujos de capital y la inversión pueda venir más rápido y que haya más confianza. Hay que tratar algunos temas como el derecho de propiedad, la seguridad jurídica, reducir trabas administrativas y sobre todo el rol fundamental del Gobierno que es apoyar en cuestiones claves como la educación y salud». 

Como un ejemplo de la flexibilización de mercado que tenía el país menciona la Ley de Empleo por Hora. Expresó que si en dicha ley había juicios sobre algunos elementos negativos podían intentar mejorarse, pero no eliminarse, «porque es evidente que un contexto como en el que vivimos nosotros con tanta competencia internacional flexibilizar el mercado laboral es clave», dijo. 

Otra circunstancia que afecta atraer inversiones al país es la seguridad jurídica, y este tema tiene un renglón especial en la cuestionada elección de la Junta Directiva del Congreso Nacional (CN), encabezada por Luis Redondo, cuya legalidad sigue en tema de discusión, pues cuando fue juramentado solo había 49 diputados presentes (de 65 que se requerían). 

«Los organismos internacionales que miden el riesgo país han alertado sobre el problema que significa esa incertidumbre que se maneja en cuanto a la presidencia del Congreso», mencionó, luego agregó que «es importante recalcar que el CN es un ente colegiado y las decisiones las toman los 128 diputados y no solamente el presidente, por lo tanto decir que las dudas sobre legitimidad o legalidad de la directiva, hacen que cualquier decisión sea ilegal es ir demasiado lejos, pero en términos de percepción sí tiene un impacto negativo», dijo.

Alejandro Kafati, representante de la gerencia de política del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), manifestó que desde la empresa privada se advirtió desde febrero sobre algunas situaciones que ya está viviendo el país: «Hay altos niveles de inflación y bajos niveles de crecimiento económico, en ese sentido miramos la actual situación del país con bastante incertidumbre. No hay una ruta clara de cuáles son las decisiones políticas y cuál es el camino económico que se debe seguir», declaró.

Al preguntarse qué cosas ha dejado de hacer este Gobierno para generar incertidumbre, Kafati prefirió apuntar sobre las cosas que ha hecho para no generar la confianza y una de esas sostiene que fue la conferencia de la ministra de Finanzas, Rixi Moncada, donde mencionó públicamente que el país había sido dejado en quiebra por el Gobierno anterior, lo que inmediatamente generó preocupación y disparó el riesgo país, que al final es el principal indicador en el que se fijan inversionistas y organismos internacionales de crédito, que son los que prestan al país para generar políticas de desarrollo. 

Después de declarar el país en bancarrota, en una contradicción evidente, la administración de Xiomara Castro reformuló el presupuesto de la República y lo aumentó en 50,000 millones de lempiras (2,024 millones de dólares); por añadidura, la mitad de estos fondos fueron tomados de las reservas internacionales de Honduras.

Kafati asegura que hasta el momento esta extensión presupuestaria no se ha visto traducida a mayor actividad económica ni mayores programas de inversión pública que atraigan inversión y generación de empleo. «Creemos que el Gobierno tiene una agenda muy definida en materia social, sin embargo no tiene claridad en la agenda económica», manifestó el economista. 

Sobre este tema, el Gobierno de Xiomara Castro está preparando un nuevo presupuesto que parece caer en los vicios del pasado, pues, en declaraciones a medios de comunicación, el diputado por el Partido Salvador de Honduras, Carlos Umaña, afirmó que los ministerios de Seguridad y Defensa tendrán un aumentó del 17 %, mientras que la cartera de Salud solo será aumentada en un 8 %.

Kafati contó que desde el sector privado se han presentado 50 propuestas para mejorar la economía, aumentar el empleo y atraer inversiones, pero hasta el momento no han tenido ninguna respuesta desde la administración actual, «nosotros hemos estado contribuyendo en la construcción de una agenda económica que defina cuáles son los sectores que debe o quiere priorizar el Gobierno a mediano plazo y de esta forma generar un programa de reactivación económica equitativa», dijo Kafati. 

El escenario local, donde se conjugan las decisiones de un Gobierno anterior acusado de narcotráfico, la tibieza de las medidas implementadas por la administración actual y las proyecciones económicas a la baja del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, las perspectivas de crecimiento en Honduras son menores a lo esperado. Ismael Zepeda, economista del Fosdeh, sostiene que hay países actuando en este contexto de forma diferente a Honduras: «Hay una crisis mundial que se avecina y por eso algunos países han tomado medidas como incrementar la Tasa de Política Monetaria (TPM), entre otras, porque se preparan para esa posible recesión en el 2023», afirmó. 

La TPM ha sido un concepto en Honduras en el último mes y más porque el BCH, encargado de regir la política monetaria del país, no ha tomado esta medida, que fue aconsejada por organismos internacionales de crédito y adoptada en varios países de Latinoamérica. 

Zepeda explica que la TPM lo que hace es incrementar las tasas de interés a los créditos bancarios y de esta forma evita que la gente obtenga recursos fácilmente mediante préstamos por lo caro que resulta. «La inflación es un efecto monetario, se habla que usted tiene liquidez, pero no hay una producción que sustente ese dinero o papel moneda que usted camina en su bolsillo», dijo. 

En su intervención en Televicentro, la presidenta del BCH, Rebeca Santos, mencionó que ella y su equipo han valorado esta medida, pero también deben evaluar su influencia en otras variables y que de momento consideran que no tendría gran efecto: «No es que nosotros no estamos valorando el impacto que pueda tener el movimiento de la TPM, pero debemos ser cuidadosos en valorar el impacto de las otras variables, como son la inflación y niveles de crecimiento». 

Wilfredo Díaz, economista del CMCA, por el contrario declaró que es momento de considerar un aumento a la TPM, pues si bien es cierto por algunas características de la economía hondureña —como el esquema cambiario— no sería tan eficaz, considera que «es una señal necesaria para defender el lempira de la depreciación, incentivar la entrada de capitales y enfriar la inflación a mediano plazo. Es importante mencionar que la política monetaria tiene un rezago de hasta tres trimestres en sus efectos, pero las acciones que se tomen hoy garantizarán la estabilidad de la inflación y del lempira en el futuro», aseguró.

Por ahora la inflación se encuentra en 10.4 %, y aunque la escalada de precios en la canasta básica es lo más visible, también hay otros rubros que golpean a los que menos tienen. Ismael Zepeda dice que la inflación es una violación de los derechos fundamentales y la dignidad de las personas, dio como ejemplo que «la mayoría de población, que nos encontramos en condiciones de pobreza, nos rifamos una decisión entre usar ropa nueva o ropa usada. Hemos normalizado utilizar ropa de segunda, juguetes de segunda, electrodomésticos de segunda. Esa violación de la dignidad no la están atendiendo los Gobiernos y las políticas públicas».

Zepeda añadió que aquí los mecanismos de derechos humanos se activan cuando una agresión a un defensor, pero no pasa lo mismo en el tema de aumentó a la canasta básica ni en la vigilancia de precios. Aseguró que la inflación es uno de los principales propulsores de la migración, y que ahora que está más alta «la gente, al sentirse asfixiada, lo que está haciendo es migrar, aun los que tienen ingresos». 

En la protesta en Villanueva, cuando ya sofocaba el calor en el aquel viernes 28 de octubre, Sayda Reyes, la operaria de maquila, nos decía desde la simpleza algo muy parecido a lo que mencionan los expertos: «Mire, las cosas no están subiendo menos de cinco lempiras, todo está subiendo, ya no se puede vivir. Por eso ahorita las caravanas van a ser más que en Gobiernos anteriores. Es que si no hay garantía de tener un empleo, la gente va a migrar», dijo.

Gobierno para enfrentar recesión económica
Cientos de migrantes recorren San Pedro Sula en la primera caravana del 2022. Foto CC/Jorge Cabrera

En el 2018, grandes caravanas salieron desde Honduras con rumbo a Estados Unidos, un éxodo que era el síntoma de un país empobrecido y gobernado ilegalmente por Juan Orlando Hernández. En 2021, se organizó otra multitudinaria caravana después del año de la pandemia y el paso trágico de los huracanes Eta y Iota. Desde entonces, hubo otros intentos no concretados de caravanas, pero los hondureños no han dejado de irse de su país; las estimaciones de organizaciones que apoyan al migrante indican que entre 300 y 500 hondureños abandonan diariamente el país en busca de la sobrevivencia. 

Alejandro Kafati, del Cohep, sostiene que el promedio de pobreza en el país ha alcanzado al 75 % de la población y que la única forma de erradicarlo y disminuirlo es la generación de empleo. Expuso que Honduras recibe anualmente entre 400 y 600 millones de dólares en inversión extranjera, lo que no es suficiente para generar los puestos de trabajo que necesitan los jóvenes con edades entre 15 y 29 años, que no estudian ni trabajan y suman más de 800,000 en el país. 

«Hemos manifestado que Honduras necesita un plan para crear al menos 400,000 empleos en los próximos 4 años, se tendrían que generar 100,000 empleos al año, sabemos que no es de la noche a la mañana, es un trabajo muy difícil y requiere coordinación entre el sector privado, las autoridades y comunidad internacional, pero tampoco hemos visto cómo el Gobierno está pensando atraer esas inversiones», manifestó. 

Kafati también mencionó que lo primero y esencial para mejorar las condiciones sociales y de empleo de los hondureños es el trabajo conjunto entre el sector privado y el Gobierno: «Dejar de ver al sector empresarial como enemigo y viceversa, adicionalmente el Gobierno debe centrarse en tomar decisiones técnicas para dirigir la economía nacional. El principal punto de agenda debería ser la economía para solucionar los otros problemas». 

Hay datos que contradicen la creencia de que los gobiernos y los empresarios se han visto como enemigos en Honduras. En el país se han entregado a los empresarios enormes beneficios fiscales que han perjudicado al erario, esto en contraste con la población desposeída. 


Según el Servicio de Administración de Rentas (SAR), Honduras tiene el nivel más alto de exoneraciones en América Latina, y deja de percibir unos 42,000 millones de lempiras en impuestos. A los empresarios también se les han entregado jugosos negocios como la generación de energía térmica, concesiones de recursos naturales y también se les ha permitido el mal uso de instrumentos legales —como la derogada Ley de Empleo por Hora.

Lo que viene

Este medio intentó contactar a la presidenta del BCH, Rebeca Santos, mediante correo eléctronico, pero no obtuvo respuesta. Además contactamos al equipo de prensa de la institución, pero hasta el momento de la publicación de esta nota no había respuesta a nuestras solicitudes de entrevista. Nuestra intención era conocer qué medidas plantea el Gobierno para aminorar los embates de la recesión mundial que adelantan economistas y organismos internacionales dedicados a la materia.

Gobierno para enfrentar recesión económica
Fachada del Banco central de Honduras. Foto CC/Jorge Cabrera

También se contactó al doctor Hugo Noé Pino, vicepresidente del Congreso Nacional y expresidente del BCH, quien expresó tener una agenda ocupada por sus funciones como congresista. Sin embargo, en declaraciones recogidas por el equipo de prensa del hemiciclo, el economista dijo que se espera un crecimiento de la economía de 4 %. 

Los técnicos consultados sobre el futuro de la economía hondureña, sin excepciones, sugieren cambios. Palabras más, palabras menos, todos piensan que quedan cosas por hacer. El economista del CMCA, Wilfredo Díaz, le dijo a Contracorriente que Honduras, al contar con una economía abierta y pequeña, debería buscar ser lo más flexible posible «en cuanto a sus políticas económicas buscando adaptabilidad frente a los choques externos. En el ámbito de la política fiscal, debe enfocar los esfuerzos a la reconstrucción de infraestructura e inversión estratégica, principalmente mejorando la ejecución de presupuesto que ha sido baja durante lo que va del año 2022», escribió. 

Pese a que considera que se necesita una expansión del gasto en infraestructura, también aconsejó no caer en déficit fiscales altos que aumenten las necesidades de más endeudamiento externo debido al costo y a las dificultades para obtener financiamiento en las actuales condiciones. «También se deben redoblar esfuerzos para mejorar el clima de inversión y la facilidad para hacer negocios, esto es un tema que se arrastra desde hace años atrás y hay un margen de mejora grande», sostuvo.

Alejandro Kafati recalcó que desde la empresa privada se han presentado iniciativas, pero que al final es el Gobierno a través del gabinete económico quien dictamina cuál es el camino que debe seguir el sector privado, los inversionistas y la comunidad internacional para conseguir el desarrollo social y económico de los hondureños.

Gobierno para enfrentar recesión económica
Rótulos de diferentes negocios del Grupo Intur en el Bulevar Juan Pablo II de Tegucigalpa. Foto CC/Jorge Cabrera.

Respecto a la inflación, Kafati adelantó que hay elementos que pueden modificar esta variable en los próximos meses, la primera es que los precios del transporte de contenedores se han estado reduciendo hasta en un 80 %, además, dijo que se están resolviendo «los cuellos de botella» en los principales puertos del mundo a raíz de la pandemia, esto disminuye tiempos de espera y disminuye costos a los empresarios. 

No obstante, no todas son buenas noticias. Y es que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha anunciado que reducirá la producción de crudo en unos dos millones de barriles diarios, lo que estaría llevando el precio del barril a 126 dólares, cosa que nuevamente generaría presiones inflacionarias a través de los precios de los combustibles y la energía, «en este sentido, cualquier incremento o disminución que se haga por estas condiciones internacionales no se miraría traducido hasta dentro de tres o cuatro meses», aseguró Kafati. 

Pese a considerar que el Gobierno ha tomado todas las medidas que puede para defender la economía de las crisis, Kafati considera que hay tiempo «suficiente para hacer bien las cosas». Lo mismo piensa el catedrático universitario Julio Raudales, quien, aunque considera que los problemas pueden empeorar, dijo que «todavía es temprano, yo diría que hay que dar los pasos adecuados y revertir algunos pasos equivocados que se han dado».

Fotografía y texto: Fernando Destephen

El 28 de abril de 2022, el Congreso Nacional de Honduras derogó, con el voto de 83 de los 128 diputados, la Ley de Empleo por Hora aprobada en 2014. Tras la derogación, se dio una vacatio legis de 60 días para encontrarle solución a las personas que estaban trabajando bajo esta modalidad. Sin embargo, esa solución no llegó para muchas personas que quedaron en un agujero de incertidumbre laboral.

Eso pasó con un grupo de 1,100 trabajadores de la empresa que construye la nueva Embajada de los Estados Unidos en Tegucigalpa: B.L. Habert. El 7 de julio, después del tiempo de vigencia de la vacatio legis, en el bulevar Los Próceres, Adolfo Álvarez, Brick Barrios, Marcos Bejarano y Giovanni Torres junto con otros 1,096 trabajadores salieron a manifestarse en contra de seguir firmando un contrato por hora para la empresa B.L. Habert, que les ofrecía esta modalidad a pesar de que en Honduras la ley que permitía ese tipo de contrato ya había sido derogada. 

«La empresa nos hizo firmar un contrato por hora limitado anexado a un finiquito en el que nosotros estábamos renunciando a la antigüedad. Nosotros también estábamos renunciando a proceder a demandar a la empresa si sufrimos algún daño físico o algún tipo de accidente, esto causó indignación en todos», explicó Adolfo Álvarez, uno de los trabajadores despedidos en septiembre. Además, cuestionó que después de haber trabajado hasta tres años y aun con esa antigüedad pasen otra vez por un periodo de prueba de 30 días, lo que considera un paso previo al despido masivo y no a la contratación permanente.

B.L. Harbert International es una empresa estadounidense con sede en Birmingham, Alabama, y fue fundada en el año 2000. «Es una empresa de construcción diversificada que trabaja en los EE. UU. y en el extranjero. La empresa es uno de los contratistas más influyentes del país, líder en construcción sostenible y uno de los principales constructores de diseño», establece la página web de esta empresa que construye la nueva Embajada de Estados Unidos desde marzo de 2019. Esta empresa ha sido acusada en Ghana y Namibia por malos pagos y abusos laboralesen construcciones de complejos del Gobierno de Estados Unidos, y en julio de 2021 ocurrió una situación similar en Turquía: el despido de 100 trabajadores y atrasos en los pagos.

Adolfo pidió la intervención de la Embajada de los Estados Unidos para que estén enterados de la situación y se evite una nueva caravana de migrantes hacia los Estados Unidos creada por los 1,100 empleados que protestan: «Pues sentimos que la Embajada de los Estados Unidos tiene que pronunciarse, porque si no le dan seguimiento a este conflicto de aquí podrían salir cientos de personas despedidas y formar una caravana para migrar a Estados Unidos».

Empleados que no apoyan la protesta, la observan desde un piso elevado de la construcción. Foto CC/Fernando Destephen.

La Embajada de los Estados Unidos en Tegucigalpa sí se pronunció el 6 de julio por medio de una declaración en la que aduce que el contratista estaba revisando los términos de los contratos para cumplir con el cambio de legislación. 

Pero la indignación escaló porque los obreros se sienten desprotegidos, «ellos [funcionarios de Honduras] piensan que se están metiendo con el Imperio, solamente se están metiendo con una empresa cualquiera, una empresa contratista dedicada a elaborar embajadas y cárceles a los Estados Unidos», explicó Álvarez mientras estaba rodeado de obreros que lo escuchaban cuando les hablaba por el megáfono.

Los obreros —algunos ya exempleados– superaron ya los 60 días protestando y todavía no obtienen solución ni de la empresa ni del Ministerio de Trabajo, institución a la que han acudido en unas 16 ocasiones sin una respuesta favorable. Adolfo Álvarez, ahora en un emprendimiento de la construcción, confirma que los despidos ya van por los 150 y que los despidieron por participar en la protesta.

Desde julio de 2022, el lugar de la construcción tiene un resguardo de policías preventivos, antimotines y una o dos tanquetas, sin embargo, hasta el momento no ha habido represión. «Usted sabe el estigma que nosotros tenemos aquí que los americanos son superiores a nosotros», dice Brick Barrios, otro de los líderes del movimiento y quien denuncia que las armas, las bombas lacrimógenas y las tanquetas son formas de intimidación hacia ellos.

Geovany Torres o «Chaco», como le dicen desde hace 14 años, se gana la vida como obrero de la construcción, y para él estos tratos no son nuevos, siempre como obreros de la construcción han estado desprotegidos, sin derechos ni beneficios más que un sueldo bajo.

Marcos Bejarano considera que B.L. Harbert les hace un juego de números al mostrar el voucher en el que se ve el desglose de los pagos y considera que, al hacer las sumas, les faltan entre 1,500 y 2,000 lempiras. Lo que confunde a Bejarano es el pago de vacaciones y aguinaldos reflejados en el voucher en el pago quincenal y no completo como se entrega en junio y diciembre: «A nosotros del propio sueldo nos están sacando, prácticamente es una estafa», dice sobre la forma de pago y afirma que ninguno tiene copia del contrato que firmaron porque la empresa no los entrega. 

Kevin Romero, abogado del Ministerio del Trabajo, explicó que, como es un caso privado, no podían dar información sin el permiso de las partes: los obreros y B.L. Harbert, que tampoco contestó a Contracorriente la solicitud de información sobre la problemática en la zona de construcción.

La empresa, eso sí, publicó un comunicado el 18 de septiembre de 2022, en el que confirma reuniones con inspectores laborales del Ministerio de Trabajo, quienes han confirmado que la empresa B.L. Harbert respeta el cumplimiento de las leyes laborales hondureñas, aunque en el contrato se establece el derecho a la libre sindicalización, pero en la práctica —de acuerdo a Adolfo Álvarez— ese derecho les ha sido negado y, la prueba, arguye, es que él y los otros que protestaron han sido despedidos.

El lunes 19 de septiembre, Marco Bejarano fue despedido junto a 22 trabajadores más quienes se sumaron a un emprendimiento: Trabajadores Unidos una iniciativa para «generar empleo», sentencia Adolfo Álvarez.

Las protestas continúan, pero dentro del plantel hay personas ya con carta de despido que trabajan por horas. Los despidos continúan y Álvarez dice que «la empresa lo que quiere es despedir a 400 compañeros que tiene en lista».

El 26 de octubre, en el Instituto Hondureño de Cultura Hispánica (IHCH), Tercer Cine proyectó y organizó un conversatorio con las protagonistas del documental Dos Ríos, un mediometraje que muestra, por una parte, la resistencia de pueblos originarios de Honduras y Guatemala a la construcción de proyectos hidroeléctricos, y, por otro, el liderazgo de dos mujeres feministas y ambientalistas en el contexto centroamericano.


Texto: Persy Cabrera
Fotografías: Fernando Destephen

Dos Ríos es una coproducción realizada en Honduras y Guatemala, con una dirección compartida entre la documentalista hondureña Laura Bermúdez y su colega guatemalteca, Anaïs Taracena. En este documental financiado por la Fundación Friedrich Ebert Stitfung, las protagonistas defienden los ríos Oxec en Cahabón, Guatemala, y el Ulúa en Santa Bárbara. Con ello se oponen a los enunciados con los que las autoridades estatales o empresarios privados presentan los proyectos hidroeléctricos en Centroamérica: para mitigar las consecuencias del cambio climático y traer desarrollo a la sociedad.

Las protagonistas en cuestión son María Caal, defensora Maya-Q’eqchi’, que expresó la emoción de participar en este documental y así se visibilice «la lucha que realizamos en cada territorio, como mujeres ahí estamos en las diferentes calles exigiendo la justicia». Acompañando a María está Betty Vásquez, coordinadora del Movimiento Ambientalista Santabarbarense (MAS), quien expresó tener sentimientos encontrados al ver el documental porque «no es fácil enfrentarse a medios de comunicación, grupos económicos, al machismo, capitalismo, imperialismo, que es el que ha oprimido y sigue oprimiendo no solo las luchas de las mujeres, sino también las luchas de los pueblos».

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Laura Bermúdez, directora de «Dos Ríos», describe el documental como «cine directo, muy naturalista, sin embargo, también tiene unas partes oníricas donde entramos al imaginario de la vida de estas mujeres». FotoCC/Fernando Destephen

Dos ríos funciona como antítesis a lo que los medios de comunicación masivos muestran sobre la construcción de represas hidroeléctricas, tanto en Guatemala como en Honduras. María Caal considera que estos medios presentan las empresas extractivas como «desarrollo para el país», pero que «no hablan qué son esas masacres, esos delitos que ellos cometen en cada territorio y nuestros ríos lloran, gritan, piden auxilio de que sean defendidos en contra de esos mega proyectos que llegan a torturar, a desviar y despojar», expresó Caal, y, además, agregó un cuestionamiento: «¿Cuántas luchas en Centroamérica en la televisión o la prensa han sido visibles?».

En Honduras la situación es similar. El pasado 3 de octubre, el secretario en los Despachos de Energía, Erick Tejada, anunció la aprobación de la construcción de las represas El Tablón, Llanitos y Jicatuyo en el norte del país para contener las inundaciones por las crecidas del río Chamelecón y Ulúa, aunque de acuerdo a expertos esto no es una solución absoluta a la problemática.

Tras la proyección del documental que coprotagoniza, Betty Vásquez expresó que hay que hacer frente a los desastres naturales consecuencia del cambio climático, pero advirtió sobre el tamaño de estas represas, la magnitud de las lluvias, la cantidad de agua que se almacena y que, sumado al sedimento que se genera por deslizamientos, podría ocasionar que los encargados de las represas decidan abrir las compuertas para no tener daños en infraestructura: «Recordemos lo que pasó el 22 de septiembre del 2020 cuando la represa Patuca —del mismo tamaño que quieren hacer Jicatuyo, Llanitos, Tablón y Tornillito— abrió compuertas y tiró 1,000 metros cúbicos de agua por segundo, esa agua también será derramada cuando se abran las compuertas de esas nuevas represas y va a seguir inundando el Valle de Sula», agregó Vásquez.

La coordinadora de MAS agregó que, al igual que el Valle de Sula, Santa Bárbara también es un territorio bajo amenaza porque la construcción de las represas tiene como consecuencia «ahogar al río Gualcarque, se van a ahogar todos esos ríos porque no van a poder correr libremente», y por tanto, dice que «las represas no pueden ser alternativa para los derechos de una población violentando derechos de otra población, es tremenda contradicción esa».

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Una de las directoras de «Dos Ríos», Laura Bermúdez, estima que la mayor dificultad al producir este documental fueron las restricciones por la pandemia de COVID-19 porque fue filmado en agosto del 2021, «cuando todavía no habían vacunas y había un momento tenso con el COVID-19 tanto en Guatemala como en Honduras» expresó la cineasta hondureña. FotoCC/Fernando Destephen

Dos ríos también evidencia la criminalización y los peligros que enfrentan los defensores ambientales; en su metraje se puede conocer la historia de Bernardo, hermano de María Caal, que «fue condenado a 7 años de prisión por delitos que él no cometió», un hecho perpetrado por las autoridades gubernamentales, «es lamentable cómo opera el Estado de cada país, vela a favor de las empresas extractivas y no al derecho de los pueblos originarios», denunció Caal. 

En ese sentido, Betty Vásquez estima importante la memoria histórica, y explica que, aunque estas luchas se inspiran en mártires del ambientalismo, «no los quisiéramos tener como mártires y que después aparezcan como parte del calendario cívico de septiembre y el resto del año se olvidan», explicó.

En el conversatorio de Dos ríos, Betty Vásquez enlistó a defensores del medio ambiente que marcaron la historia del activismo medioambiental en Honduras y a los que se espera reciban la justicia que se exige. Entre ellos están Margarita Murillo, activista hondureña por los derechos humanos asesinada en 2014, a quien Vásquez definió como una mujer «que defendió su territorio-tierra y su territorio-cuerpo ante un patriarcado»; Carlos Escaleras, defensor del medio ambiente asesinado en 1997, y del que Vásquez denunció que «sus asesinos todavía están en libertad; a pesar que tiene un parque nacional a su nombre, sigue instalada una mina en su territorio y es una área protegida»; y un nombre que no puede faltar cuando se habla de la defensa de los ríos de proyectos hidroeléctricos, Berta Cáceres, de la que Betty Vásquez exclamó «nosotras lo sabemos y lo tenemos bien claro, Berta nos inspira y a ella se lo dijo un río, a mí me lo dijo Berta, y yo le creo».

De acuerdo a un registro de la organización Global Witness, América Latina es la región del mundo más peligrosa y letal para los defensores del medio ambiente. En Honduras, solo en el 2020 se documentaron 17 asesinatos de ambientalistas; en Guatemala, 13.

En 50 minutos, Dos ríos permite conocer a dos mujeres líderes en sus territorios y ver la evidencia de su trabajo, resistencia e ímpetu para enfrentar los enunciados y beneficios que el Estado adhiere a la construcción de proyectos hidroeléctricos. Laura Bermúdez, una de las directoras del documental, considera que «estas historias son importantes, de mujeres que están defendiendo, contadas desde sus propias voces y es una gran apuesta de la fundación Friedrich Ebert Stitfung, porque realmente hay una libertad creativa de hacer cine y hacerlo con un propósito de entender más nuestros territorios y las mujeres que están adentro luchando por nuestros bienes —que son de todos— y que en la ciudad no estamos al tanto».

Uno de los mensajes de Dos ríos es resumido por una de las respuestas de Betty Vasquez durante el conversatorio: «Sí, tenemos que mitigar el cambio climático, pero no desde la represa a los ríos, no desde el desplazamiento y el despojo».


Texto: Raúl López Lemus
Ilustración: Pixabay

La verdadera Cenicienta se levanta de la camilla. Está atontada y respira con dificultad. Los bomberos llegaron a tiempo para rescatarla de las cenizas de su casa. Entre el enjambre de latas, cartón y madera chamuscada han de hallarse los cuerpos calcinados de sus dos hermanas; pero la verdadera Cenicienta ya no hace por acercarse a mirar. En vez de eso se concentra en el grupo de bomberos que rodean la casa. Uno de ellos debió de haberla besado, la piel de su boca guarda el regusto de unos músculos que soplaron con fuerza entre sus pliegues. 

El más atractivo de los cuatro hombres pone su mano de goma en el hombro derecho de la verdadera Cenicienta. Le pide que recuerde lo que pasó. Ella niega con la cabeza puesto que está dispuesta a no rememorar nada. Sabe que si recuerda va a delatarse. Volverá a escuchar la burla de sus hermanas, la guasa con que le restregaban en su cara los boletos del baile. La mayor la había llamado, entre carcajadas sonoras, puritana y anticuada. Pero lo que no pudo soportar fue que se metieran con su novio, que dijeran que se había convertido en un miserable raterillo. Ella ya sabía de sus pequeños robos, de los regalos que le hacía producto de sus malas andanzas, pero eso la tenía sin cuidado, sus hermanas no debían de meter su cuchara. Que vivieran sus vidas y la dejaran a ella en paz, les había gritado. 

El problema era que el día del baile se acercaba y su novio no daba muestras de querer hacerse cargo, tal vez temía a la policía o de verdad se avergonzaba de ella. La noche anterior, sus hermanas se habían propasado, trajeron vestidos de segunda muy bonitos y nuevas burlas, había que actuar rápido. El bombero más experimentado inhala y se decanta por el cortocircuito; el más joven aduce que las llamas tenían un ligero sabor a gasolina, el que imponía su atractivo sobre los demás, era el único que impulsaba a la verdadera Cenicienta a recordar. Y la voz de aquel hombre la empujaba contra su voluntad hacia la noche anterior. 

Estuvo con su novio hasta las once de la noche y entre apretones y sollozos le pidió que hiciera algo por ella. La motocicleta estaba entre ambos, era el punto de apoyo de su cadera. Olía de manera penetrante y aquel olor despertó en ambos un ansía de venganza. El bombero más joven preguntó si había fósforos en la cocina o veladoras encendidas en los cuartos. Ella de verdad no se acordaba. Agradeció que la voz de aquel muchacho se metiera en medio de sus recuerdos, porque cuando el bombero atractivo repitió que debía acordarse por el bien de su familia, su mente ya no tuvo adónde ir. Su flujo mental se aceleraba y luego frenaba a partir del olor a gasolina de la motocicleta; paraba de avanzar en el momento en que las promesas de su novio se volvían asequibles. 

Pero los sucesos debieron de haber corrido hacia algún lugar, aunque ella permanezca siempre enfrente de una puerta cerrada y luche con todas sus fuerzas para evitar que alguien la abra del otro lado. El humo también rodea esa escena que ya no puede recordar con claridad. Lo extraño es que nada contenga ruidos, que todo suceda a un nivel en que los sentidos no funcionan adecuadamente. 

El bombero que le ha dado la respiración boca a boca deja de hablar y camina hacia el camión. La verdadera Cenicienta se fija en su amplia espalda, en sus glúteos fortalecidos y duros, en sus brazos que se columpian con gracia. Mirar aquel cuerpo en movimiento la lleva a recordarse de una cosa: su novio, ¿qué habría sido de él, Dios mío? Sabía que lo había dejado en la cocinita preparando la lumbre mientras ella asperjaba el combustible, luego se había cegado y todo se volvió confuso.

Un violento desalojo fue realizado este lunes por miembros de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas en una comunidad garífuna ubicada en el departamento de Islas de la Bahía, Caribe de Honduras. La Organización Fraternal Negra de Honduras informó que hay seis personas detenidas y varias heridas. El operativo se llevó a cabo por denuncias en contra de la comunidad por el supuesto delito de usurpación de tierras. 


Texto: Leonardo Aguilar
Con apoyo de Celia Pousset y Celeste Maradiaga
Fotografía tomada del twitter de Mirian Miranda de Ofraneh

Seis personas fueron detenidas este lunes en un violento desalojo ejecutado por agentes de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas en la comunidad garífuna Punta Gorda, localizada en el municipio José Santos Guardiola, que forma parte de la Isla de Roatán, una de las seis islas que conforman el departamento de Islas de la Bahía, en el Caribe de Honduras.

Entre los detenidos está la defensora Melissa Martínez, integrante de Organización Fraternal Negra de Honduras (Ofraneh) y de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos, quien dijo a Contracorriente que ella y sus compañeros sufrieron golpes por parte de miembros de la seguridad pública del Estado de Honduras.

Melissa dijo que casi no podía hablar, porque en el momento de su detención en Punta Gorda la habían despojado de sus pertenencias, pero que –en el lugar donde permanecía privada de libertad- le habían regresado momentáneamente su teléfono.

 «Somos seis personas detenidas, tres compañeros hombres y tres mujeres; tenemos a dos compañeros golpeados, uno de ellos gravemente, y una compañera también fue agredida por un policía. Yo estoy golpeada en la pierna y un poco en el estómago» alcanzó a decir Melissa.

En un video difundido por Miriam Miranda, la coordinadora de Ofraneh, se observa el momento de la detención de Melissa. La lideresa garífuna eleva sus brazos para exponer a un grupo de policías –que la llevaban custodiada-, los cuales habían colocado esposas en sus manos mientras se encaminaba a una celda.

También fueron detenidos durante este desalojo Dorotea Arzú, Richard Armando Martínez, Abot Efrahín Sánchez, Keyden Tishany Gonzales y Augusto Moisés Dolmo.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) condenó la detención y las agresiones cometidas este día.

«Debemos recordar que esta es la primera comunidad garífuna que se conoce en Honduras, incluso antes de la Independencia (de España)», dijo a Contracorriente Carla García, coordinadora de relaciones internacionales de la Ofraneh.

García explicó que hace 20 años, el Gobierno de Honduras despojó a esta comunidad garífuna de los territorios en los que habitaban en la Isla de Roatán, argumentando que había un nuevo dueño en esas tierras.

La coordinadora de relaciones internacionales de Ofraneh explicó que los garífunas han habitado estos territorios durante más de 200 años y ahora están siendo asediados por quienes creen que tienen más derecho «porque tienen el dinero». García agregó que, en los últimos 30 años, los garífunas están siendo, poco a poco, desplazados de sus territorios, amenazados de muerte, asesinados y desaparecidos.

«Hace 100 años atrás se decía (despectivamente) que los zopes (ave carroñera conocida como zopilote rey), refiriéndose a los garífunas, podían quedarse a la orilla de la playa; hoy día nos están sacando. Porque hace 100 años no era interesante, porque no había toda esta maquinaria de turismo y narcotráfico que existe en Honduras. Obviamente no tenían la necesidad de estar a la orilla de la playa, hoy les estorbamos, pero nosotros vamos a seguir reclamando nuestro derecho», explicó García.

«Hace como tres o cuatro meses llegó ahí (a la comunidad de Punta Gorda) un grupo de hermanos de la Isla que no tienen dónde vivir, y decidieron recuperar una parte del territorio, bastante pequeña; única y exclusivamente para construir sus viviendas» reveló García, en referencia a los garífunas que este lunes fueron desalojados.

García le contó a Contracorriente que en septiembre pasado, algunos vecinos de Punta Gorda vieron con recelo la recuperación del territorio, pero, finalmente, «cuando vieron que la única necesidad de ellos era construir un techo -para ellos y sus familias- incluso les apoyaron para que se quedaran ahí».

García añadió que han escuchado hablar de que existe una mujer que reivindica ser dueña de ese terreno, pero que no conocen su nombre. «Entendemos que hubo una manipulación de documentos para finalmente encontrar un dueño que pudiera solicitar una orden de desalojo para los compañeros, a pesar de que hay un llamado al diálogo, a pesar de que hay un abogado que estaba viajando desde La Ceiba a Islas de la Bahía para poder presentar argumentos».

Roatán es el lugar donde el experimento libertario de las Zonas Especiales de Desarrollo se ha llevado a cabo con cierto éxito. El nuevo secretario de Desarrollo Económico, Pedro Barquero informó el pasado 3 de noviembre, que la Zede Próspera, ubicada en Roatán, está preparando una demanda por daños y perjuicios valorada en 10,700 millones de dólares en contra del Estado de Honduras porque el pasado 20 de abril de 2022 fue derogada la Ley Orgánica que les dio vigencia, como parte del cumplimiento de una promesa de campaña del nuevo gobierno, esto deja sin validez el marco jurídico en el que operan las ZEDE y las obliga a inscribirse en alguno de los regímenes especiales vigentes en Honduras, sin embargo en Roatán, el proyecto no da marcha atrás. 

El pueblo garífuna ha manifestado que, a finales de este mes, esperan la llegada de una misión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH) quienes harán una visita in situ para conocer la situación de comunidades garífunas en conflicto por su territorio, porque así como en Punta Gorda, esto está pasando también en comunidades de Tela como San Juan y Triunfo de la Cruz. 

En 2015, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH), emitió sentencias en el caso de las comunidades Triunfo de la Cruz yPunta Piedra, en donde se encontró al Estado de Honduras responsable por violación de varios derechos de la comunidad garífuna. Una de las resoluciones determinó que el Estado de Honduras permitió la violación del derecho a la propiedad colectiva, establecido en el artículo 21 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en el sentido de que incumplió en delimitar las aproximadamente 380 hectáreas de territorio que le habían sido conferidas a la Comunidad en calidad de título ejidal en el año 1950 y en dominio pleno en 1993.

En abril de este año, el Gobierno de Honduras, en el portal de la Secretaría de Derechos Humanos,informó que «el Estado de Honduras mostró su interés a comenzar a cumplir con las sentencias definitivas emitidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) de octubre del año 2015 fecha en el que organismo de forma unánime condenó al Estado responsable por la violación del derecho a la propiedad colectiva en prejuicio de las comunidades garífunas de Punta Piedra y Triunfo de la Cruz».

«A nosotros nos sorprende este desalojo; la Ofraneh no esperaba una reacción de este tipo hacia un grupo tan pequeño de personas, no estamos hablando de gente peligrosa para el país sino personas que aportan. Hace algunos días yo preguntaba al Gobierno cómo se puede gobernar sin justicia, se lo preguntaba al ministro Edmundo Orellana, él nos decía que se tenía que escoger a una buena Corte Suprema y a un buen Fiscal General para que no nos persiguieran más, porque de lo contrario íbamos a continuar siendo detenidos, desaparecidos y asesinados. Al mismo tiempo decía, que a la clase política y a la clase media alta a la que ellos pertenecen, ese tipo de cosas no les pasaría nunca, él (el ministro Orellana) también dijo que lo único que les pasa a ellos es, quizá, la persecución política; pero ahora resulta que no solo se trata de escoger a una buena Corte Suprema o a un buen Fiscal General, sino que también el Gobierno (el Ejecutivo liderado por la presidenta Xiomara Castro) está involucrando en estas acciones, previo a cualquier tipo de diálogo», sostuvo García.

La Ofraneh ha exigido en reiteradas ocasiones que se cumplan las sentencias que hubo en el 2015, han solicitado además que se investigue las desapariciones y los asesinatos sufridos en otras comunidades garífunas.

Información brindada por Ofraneh indica que las personas que estaban a cargo del operativo les dieron solamente una hora para que llegara su abogado, antes de efectuar el desalojo.

Contracorriente intentó contactarse con la abogada Blanca Izaguirre, titular del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), pero no hubo respuesta ni tampoco ha emitido un comunicado al respecto. También intentamos contactar a Rafael Alegría, del Instituto Nacional Agrario, no obstante, no hubo respuesta. La Secretaría de Seguridad, a través de la Policía Nacional, tampoco se ha pronunciado.

Contracorriente contactó a la titular de la Secretaría de Estado en los Despachos de Derechos Humanos (SEDH), Natalie Roque, quien no atendió llamadas, y a través de un mensaje de texto envió un comunicado -que no condena la brutalidad policial y militar- y en el que manifiestan «preocupación por el desalojo forzoso de la comunidad garífuna de Punta Gorda, establecida hace 225 años en ese mismo territorio, antes que Honduras fuera Estado independiente, por lo que les asisten derechos ancestrales, mismos que son reconocido por el Estado de Honduras mediante la ratificación del convenio 169 de la OIT». 

«El desalojo ordenado por instancias judiciales debió cumplir con las garantías y estándares mínimos de Derechos Humanos, que implican respetar los derechos de los pueblos indígenas y afrodescendientes (…) responsabilizamos al Juzgado de Letras Departamental de Roatán, Islas de la Bahía, por actuar de forma contraria a los estándares internacionales de Derechos Humanos y en contraposición con su mandato de representar los intereses de la sociedad en su conjunto», indica un fragmento del comunicado.

La coordinadora de relaciones internacionales de Ofraneh concluyó que a pesar de que existe un discurso de que en las zonas del litoral Atlántico y en el Caribe de Honduras lo que busca es incentivar el turismo y atraer inversión extranjera, « yo podría decirle a usted que la realidad es completamente diferente, nuestras comunidades han sido inundadas de droga y narcomenudeo para dañar a nuestras juventudes, todo eso provoca que nuestros espacios vayan siendo abandonados poco a poco, ya sea por muerte, por drogadicción o porque nuestra gente toma la decisión de salir de las zonas simplemente porque se vuelven demasiado conflictivas o demasiado peligrosas», dijo.

En junio, Casa Presidencial aseguró a este medio, a través su oficina de acceso a la información, que no tenían asesores presidenciales contratados; sin embargo, los informes de trabajo y las planillas de salarios entregadas por la misma institución cuatro meses después, indican que tres personas – todas hombres – cumplen funciones de asesores desde meses antes de que la solicitud de información fuera presentada. 


Texto: Fernando Silva

 con apoyo de Leonardo Aguilar
Fotografía: Jorge Cabrera

Cuatro meses después de que la oficina de acceso a la información de Casa Presidencial aseguró a este medio que dicha institución no cuenta con asesores oficiales contratados y con salarios asignados, el 19 de octubre Contracorriente recibió un memorando de esa misma oficina en el que se retracta y asegura que por un «error involuntario del sistema se dio una respuesta equivocada» confirmando ahora que hay tres asesores contratados. 

Los asesores se encuentran entre los mejores pagados de Casa Presidencial, al igual que el enlace en asuntos sociales, cuyo nombre sigue siendo un misterio.

Según la información oficial, los asesores son: Enrique Flores Lanza, exministro de la presidencia, beneficiario por la amnistía que se aplicó a exfuncionarios del gobierno de Manuel Zelaya (2006 y 2009); Milton Benítez, sociólogo, excandidato presidencial y conductor del programa El perro amarillo y Miguel Medina, empresario integrante del grupo Montecristo, empresa que es la mayor exportadora de café en el país.

La oficina de acceso a la información también envió los informes de trabajo de dichos funcionarios, cuya información comprueba que Flores Lanza laboraba desde el 1 de mayo, Miguel Medina desde el 11 de marzo; y en el caso de Milton Benítez, aunque el informe no incluye una fecha de inicio de sus funciones, las planillas de Casa Presidencial indican que desde marzo recibía un salario como ministro asesor en funciones..

Sin embargo, el listado de asesores no incluye al expresidente Manuel Zelaya quien el 7 de febrero –en una reunión con Jorge Cálix y diputados disidentes en Casa Presidencial– reconoció públicamente que ocupa el cargo de asesor presidencial.

¿Quiénes son los asesores presidenciales?

Cuando el diputado oficialista Rasel Tomé presentó el proyecto de decreto de amnistía política contenido en la «Ley para la Reconstrucción del Estado Constitucional de Derecho y para que los Hechos no se Repitan» en febrero de 2022 dijo que podrían ser beneficiadas algunas de las figuras políticas del gobierno depuesto en el Golpe de Estado de 2009, entre ellos él mismo y el entonces exiliado Enrique Flores Lanza.

El proyecto se convirtió en ley a pesar de la oposición de diversos sectores que lo señalaron de querer favorecer a políticos corruptos. Y uno de los primeros beneficiados fue Lanza quien el 18 de marzo ingresó al país tras recibir cinco cartas de libertad emitidas por la justicia hondureña por casos que corresponden a una serie de acusaciones por los supuestos delitos de falsificación de documentos, tres delitos de abuso de autoridad y fraude. Flores Lanza protagonizó en 2009 el episodio conocido como «El Carretillazo», en el cual supuestamente sustrajo 50 millones de lempiras en efectivo del Banco Central de Honduras para financiar el proyecto de la «Cuarta urna».

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Tras la incertidumbre sobre su papel en el nuevo gobierno, Lanza confirmó el 28 de junio – durante los actos de conmemoración del Golpe de Estado – ser asesor de la presidencia. Esta confirmación contrastaba con la información oficial brindada a este medio por Casa Presidencial en la que se negaba la existencia de asesores en dicha institución. 

Sin embargo, en el nuevo memorando de Casa Presidencial se incluye un informe de trabajo en el que se detalla que el cargo que ocupa Flores Lanza es el de asesor legal de la presidencia, y que empezó sus labores en dicha asignación desde el 1 de mayo, casi dos meses antes de la primera respuesta de la oficina de transparencia. Además, las planillas indican que su salario neto es de 81, 534 lempiras siendo así el cuarto funcionario mejor pagado de la presidencia, solo superado por la presidenta Castro, el comisionado nacional para la derogación de las Zedes y el desconocido enlace en asuntos sociales. 

Descargar respuesta de Casa Presidencial aquí

Enrique Flores Lanza asesor presidencial atiende las preguntas de los medios locales mientras ingresa a casa presidencial. Foto CC/Jorge Cabrera

El informe de trabajo del asesor Flores Lanza no describe las actividades realizadas durante estos meses sino que sólo enumera las 22 atribuciones de su puesto, entre ellas, «elaborar y proponer a la Presidencia de la República las reformas legales y reglamentarias que sean necesarias para la buena marcha de la administración pública y que estén acorde con las políticas públicas definidas en el plan del Gobierno de la Presidenta». El informe también amplía el rango de acción de su cargo puntualizando que podrá realizar «todas las actividades que me sean encomendadas por la Presidencia de la República.»

Sumada a la participación de Flores Lanza como asesor en la presidencia, en el contexto de la elección de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, resultó que se auto postularon para dicho cargo: Tirza del Carmen Flores Lanza, hermana del asesor; Adan Guillermo López, ex cuñado; y Sonia Marlina Dubón, esposa de Flores Lanza. Además, entre los funcionarios que son familia del amnistiado se encuentra la viceministra de la Secretaría de Gobernación y Justicia, Carmen Haydee López, sobrina del mismo Lanza.

Otro de los asesores incluidos en el memorando de Casa Presidencial es el sociólogo Milton Benítez, quien ocupa el cargo de ministro asesor en materia de comunicaciones y que en las elecciones de 2021 declinó sus aspiraciones a la presidencia para formar parte de la alianza política que ganó las elecciones frente al Partido Nacional del expresidente Hernández.

Benítez es conocido por su programa «El Perro Amarillo», transmitido en redes sociales y en el que denuncia a políticos y miembros de la elite empresarial del país en un performance – muchas veces violento – que incluso llevó a que la diputada María Antonieta Mejía le denunciara formalmente ante el Ministerio Público el pasado 30 de mayo por violencia de género e interpusiera una demanda por delitos contra el honor en el Tribunal de Sentencias de Francisco Morazán.

En ese momento, la diputada aseguró a los medios de comunicación que realizaba la denuncia «porque hace declaraciones a mi físico, ni es a mi accionar legislativo, sino que se va directamente a mi físico».

Benítez fue nombrado ministro asesor el 27 de enero cuando la presidenta Castro anunció su gabinete de ministros. Sin embargo, fue desde marzo que Benítez empezó a recibir el salario de 109,000 lempiras netos y 78,418 lempiras brutos, según la información publicada en los portales de transparencia de la presidencia. Benítez también se encuentra entre los diez funcionarios mejor pagados de Casa Presidencial.

A diferencia de los otros informes de trabajo que Contracorriente recibió, el informe de presentado por el asesor de comunicación recibido no fue elaborado usando un formato formal con un sello oficial, consta de una sola página sin identificación institucional en la que se detalla que Benítez no ha efectuado viajes oficiales y se enumeran cuatro funciones de su cargo: ejecutar cualquier misión que la presidenta le designe; brindar asesoría en la generación de la estrategia de comunicación; brindar asesoría, análisis y estrategias según los requerimientos de la presidencia y proporcionar piezas mediáticas estratégicas para la correcta comunicación de las políticas implementadas por el Gobierno.

Milton Benítez participa de la celebración del día de independencia mientras viaja en el carro con el expresidente y asesor presidencial Manuel Zelaya. Foto/Jorge Cabrera

El tercer asesor incluido en el memorando de Casa Presidencial es Miguel Medina, quien ostenta el cargo de ministro asesor en promoción de inversiones y recibe un salario bruto de 109,000 lempiras equivalente a un salario neto de 79,734 lempiras.

Miguel Medina es hijo de Emilio Medina Sagastume, fundador y presidente de Grupo Montecristo, un conglomerado empresarial que lidera la exportación de café en el país; adicionalmente tiene inversión en bienes raíces, transporte aéreo y distribución de combustibles. Medina también es socio junto a su padre de la «Distribuidora de Combustibles Montecristo».

El empresario y padre del ministro asesor, Emilio Medina, fue parte de la junta directiva de la Cámara de Comercio e Industria de Cortés (CCIC) como fiscal; sin embargo, en julio de 2019 renunció a ese cargo a raíz de un desacuerdo con el entonces presidente de esa cámara Jorge Faraj, al que señaló de politizar la institución por recibir al expresidente y esposo de la presidenta, Manuel Zelaya.

El informe enviado por el despacho del ministro asesor en inversiones detalla que sus labores iniciaron el 11 de marzo mediante el acuerdo ejecutivo 189-2022 y que el objetivo de este despacho es «apoyar en las coordinaciones, dar seguimiento y coadyuvar el éxito de las acciones que en ese campo realizan cada una de las diferentes instituciones del Estado». También se describe que, por su finalidad, este despacho tiene una comunicación permanente con las Secretarías de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional, y Desarrollo Económico «para apoyar en la creación de políticas públicas en temas de promoción, atracción de inversiones».

Las redes sociales de Medina le muestran en reuniones con embajadores y representando a la presidencia del país en encuentros con la empresa privada; además, ha sido uno de los principales emisarios del gobierno en encuentros internacionales como la Cumbre de las Américas, a la que Castro no acudió como posición política de apoyo por la no invitación de Cuba, Venezuela y Nicaragua. A pesar de estos viajes, la información brindada de forma tardía por la oficina de transparencia presidencial no incluyó las bitácoras de los viajes oficiales, las cuales fueron debidamente solicitadas por Contracorriente.

Ninguno de los asesores antes mencionados respondió a las llamadas y mensajes de Contracorriente para responder a nuestras preguntas sobre sus cargos y la razón por la cual la oficina de transparencia haya negado su existencia.

Sobre la excusa de la oficina de transparencia de Casa Presidencial en la que dicen que la primera respuesta en la que se negaba la existencia de asesores fue un «error involuntario del sistema», Contracorriente consultó a la comisionada del IAIP, Ivonne Ardon, quien aseguró que «el sistema no genera errores. El Sistema de Información Electrónico de Honduras (SIELHO), que es donde se hacen las solicitudes de información, es una plataforma donde se captan las peticiones de información y la redirecciona a la institución a quien se le está pidiendo. El único que puede ingresar a SIELHO es el oficial de información pública porque él es el que tiene los usuarios para ingresar tanto al portal único como a SIELHO, entonces esto habrá sido más un error involuntario de la persona que contestó la solicitud de información, pero el sistema de manera automatizada no le va a generar un error».

De un «Gobierno para las mujeres», a un gobierno sin mujeres asesoras

El 8 de marzo, la presidenta Xiomara Castro se reunió con representantes del movimiento feminista en el país y publicó en Twitter que a raíz de ese encuentro seguirían trabajando en la construcción de un país con igualdad de derechos para las mujeres. La presidenta recordó una frase de su campaña política «es el tiempo de las mujeres».

Sin embargo, Jessica Isla, directora del Grupo Sociedad Civil y analista feminista, aseguró que ha quedado claro que no hay mujeres asesorando a la presidenta ya que ni siquiera se ha aprobado el uso de la Pastilla Anticonceptiva de Emergencia (PAE), por lo que se nota que quienes están detrás son hombres a los que no les interesa la problemática; además, aseguró que es necesaria una asesora a cargo de todo lo que tiene que ver con equidad de género desde un punto de vista técnico, no solo político.

«El sueño siempre fue que Xiomara tuviera asesoras mujeres y, en su defecto, al menos una asesora para guiarla en su posición de equidad de género, que fue una de las promesas de campaña, y de ahí se desprenden un montón de actividades, que también son promesas», explicó Isla.

Fachada de Casa Presidencial. Foto CC/Jorge Cabrera

Sobre los tres asesores que Casa Presidencial informó que asesoran a la presidenta, Isla destacó el caso de Milton Benítez y aseguró que los hombres en el poder han hecho una alianza y han creado un círculo en el que la presidenta «solo está inserta».

«Por eso, Milton Benítez sigue haciendo comentarios misóginos, prepotentes y descalificativos hacia las mujeres siempre que puede y lo hace ahora con un podio y con recursos. Entonces a mí me queda la duda sobre si hombres misóginos de qué manera están asesorando a la presidenta y por eso no tenemos ni PAE, ni estrategia urgente contra los femicidios ni nada», apuntó Isla.

Sobre el ministro de inversiones, Miguel Medina, Isla explicó que es muy seguro que se encuentre en esa posición por una cuota de poder que se le debía a la empresa privada, a diferencia de las mujeres que en contados casos tienen cargos de poder. Un reportaje publicado por Contracorriente en marzo indicó que a pesar de que el plan de gobierno de Castro buscaría «introducir la perspectiva de equidad de género mediante la participación paritaria en todo proceso político», cuando Castro anunció su gabinete la realidad distaba de esa promesa. De 24 funcionarios del Consejo de Ministros, actualmente sólo 8 son mujeres, es decir un 33%.

Entre los 10 funcionarios mejor pagados en Casa Presidencial, incluidos Benítez, Flores Lanza y Medina, solo hay una mujer, y es la presidenta, quien ni siquiera tiene el mayor salario bruto, ya que este lo recibe el enlace en asuntos sociales cuya identidad es desconocida.

Sobre esta disparidad en los salarios, Isla dijo que «no importa si es un centavo el que este funcionario gana más que la presidenta, porque la presidenta dijo que nadie iba a ganar más que ella. Segundo, porque es una cuestión de poder, si a mí me pagan 50 centavos y a mi compañero le pagan 55 centavos, esos cinco centavos hacen la diferencia en torno al poder, o sea, que el aporte de mi compañero es más importante, y si alguien puede estar sobre el salario de la principal mujer del Estado es por una razón. Estos mensajes son simbólicos, la simbología que hay detrás de eso, porque la gente solo ve el dinero, es hay alguien encima de vos cuyo trabajo es mejor, aunque sean mil lempiras o centavos».

Manuel Zelaya expresidente y asesor presidencial saluda a sus seguidores durante su participación del día de independencia en Tegucigalpa. Foto CC/Jorge Cabrera

Entre los hombres que también ostentan una posición de poder en el gobierno se encuentra Mel Zelaya, quien se ha autonombrado asesor de la presidencia y ha participado en reuniones con actores políticos y sociales en Casa Presidencial, incluyendo reuniones de la bancada de Libre en el Congreso, además de otorgar contratos de empleo estatal para miembros de colectivos de Libre en el Distrito Central y de poner en marcha el programa Nuestras Raíces, el cual pretende beneficiar a los pueblos indígenas del país y es coordinado por Sedesol.

Hasta el momento, no hay información pública que indique que Zelaya recibe un salario como asesor en el gobierno y tampoco sobre las funciones específicas que le han sido delegadas.

Ante el panorama adverso para la democracia en la región centroamericana, decenas de periodistas de Honduras, El Salvador, Guatemala y Nicaragua lanzaron una red que contempla enfrentar de manera eficiente el exilio, la persecución judicial y los ataques a la libertad de prensa que terminan afectando el derecho al acceso a la información y la libertad de expresión. 


Texto: Leonardo Aguilar

Fotografías: Jorge Cabrera
Con aportes de Daniel Fonseca

En medio de retrocesos y ataques hacia el libre ejercicio del periodismo en Centroamérica, periodistas de Honduras, El Salvador, Guatemala y Nicaragua lanzaron el 3 de noviembre, en Antigua Guatemala, la Red Centroamericana de Periodistas.

El anuncio fue hecho durante la inauguración de la edición número 12 del Foro Centroamericano de Periodismo (ForoCap), un espacio que es organizado por medio digital salvadoreño El Faro, cuyo director, el periodista Carlos Dada, dijo que los regímenes autocráticos no toleran ni la crítica ni la verdad porque no están de acuerdo a sus intereses.

«Hoy cientos de periodistas vivimos bajo acoso judicial, exilio o represión por nuestra labor», expresó Dada, quien actualmente está exiliado junto a varios de sus colegas salvadoreños de El Faro. 

Dada recordó que, en el primer ForoCap realizado por El Faro en el 2010, estuvieron presentes junto a él Carlos Fernando Chamorro, de Confidencial de Nicaragua (actualmente exiliado); el hondureño Manuel Gamero (fallecido de causas naturales en 2018) y José Rubén Zamora, director de El Periódico de Guatemala (encarcelado).

Al subir al estrado, el director de El Faro mostró su felicidad porque a pesar de la ola de autoritarismo que azota a los periodistas de la región centroamericana, decenas de periodistas internacionales abarrotaron un salón ubicado en el Centro de Formación de la Cooperación Española para estar presentes en el ForoCap2022.

Red Centroamericana de Periodistas
Carlos Dada, Director de El Faro, durante la inauguración del 12 del Foro Centroamericano de Periodismo (ForoCap) realizado en Antigua Guatemala. FotoCC / Jorge Cabrera.

En una declaración conjunta, la Red Centroamericana de Periodistas denunció los constantes acosos digitales, cercos económicos, amenazas, seguimientos y bloqueos permanentes a fuentes de información.

«Con el deterioro de la institucionalidad democrática que la región experimenta actualmente, las dificultades para el libre ejercicio de la profesión son las mayores que la prensa centroamericana ha enfrentado en las últimas tres décadas», indica la declaración, publicada el 3 de noviembre.

La declaración fue leída por el periodista nicaragüense Wilfredo Miranda, del medio digital Divergentes, quien está exiliado en Costa Rica después de haber sido perseguido y amenazado por el régimen de Daniel Ortega.

Durante la inauguración del ForoCap 2022, Carlos Dada pidió la liberación del periodista Rubén Zamora, quien en agosto pasado fue enviado a prisión por un juez, tras haber sido acusado por los delitos de lavado de dinero, chantaje y tráfico de influencias.

El objetivo de la red de periodistas centroamericanos es unir esfuerzos para hacer frente a la regresión autoritaria y a los desafíos que esta representa para la libertad de expresión y el ejercicio del periodismo independiente.

El subjefe de Redacción de El Faro, Sergio Arauz, dijo a Contracorriente que la red es una iniciativa de periodistas, no de medios de comunicación ni de instituciones, que busca, básicamente, articular a periodistas de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua, países con contextos similares, «en los cuales hay un avance de autoritarismos y un regreso al pasado».

Red Centroamericana de Periodistas
Juan Pappier, investigador sénior de la División de las Americas de Human Rights Watch; la periodista Marielos Monzón y Erika Guevara Rosas, abogada defensora de derechos humanos. FotoCC / Jorge Cabrera.

Arauz agregó que la red tiene cuatro líneas de acción. La primera, explicó, es asegurar rutas de evacuación seguras para periodistas en riesgo «porque muchos optan por salidas preventivas o el exilio mismo»; la segunda, subrayó, es garantizar la acogida en terceros países, «para que los periodistas tengan mecanismos o condiciones básicas cuando tengan u opten por esas salidas que siempre implican muchas cosas complejas para una persona, como el dejar a sus familias o dejar un país».

Red Centroamericana de Periodistas
En imagen varios miembros del equipo de Contracorriente, entre ellos la directora editorial Jennifer Ávila, durante la inauguración del ForoCap el 3 de noviembre de 2022. FotoCC / Jorge Cabrera.

La tercera línea, explicó Arauz, es la defensa legal, orientada a beneficiar a periodistas que optaron por quedarse en sus países y a periodistas que están en situaciones de riesgo o que están en medio de procesos judiciales. «Una cuarta línea tiene que ver con vocerías que hagan que los periodistas desprotegidos tengan más visibilidad», expuso.

El subjefe de Redacción de El Faro manifestó que el periodismo independiente arroja luz a partes oscuras, elimina las partes donde los gobiernos o los poderosos están robando, organizándose en estructuras mafiosas, desarticulando las instituciones del Estado y cometiendo abusos de derechos humanos. 

«Muchas veces, cuando los Gobiernos no quieren que se conozcan los detalles, los periodistas arrojan luz», puntualizó.

A lo largo de la carretera Panamericana, saliendo de Choluteca, un prado está cubierto de champas hechas de palos y lonas. Este campamento lleva el nombre de «Ciudad Mel Zelaya» en homenaje al expresidente y actual asesor de la presidenta Xiomara Castro. Desde hace más de tres meses, viven allí unas 1,600 personas, aguantando el calor y las lluvias torrenciales con la esperanza de que el nuevo Gobierno les permita vivir en este terreno cuyos dueños desconocen.


Texto: Celia Pousset
Fotografías: Jorge Cabrera

Llantas al borde de la carretera, un cartel llamativo que anuncia que, aquí, se lleva a cabo un «proyecto socialista» de recuperación de tierras. Nadie quiere hablar y pocos se atreven a saludar, hasta que Maira López Dávila, apodada «la negrita» y dueña de la pulpería «El humilde» (un armazón de palos y techo de lámina) se pone a contar mientras calienta tortillas: «Miren, este terreno era un llano, pura montaña, no había nada. Lo arreglamos y ahora aquí dormimos. Me puse a vender cafecito, pan, baleadas. No es la gran cosa. Cada quien busca su forma de vivir para ganarse sus frijoles. Hemos sufrido, pero estamos muy agradecidos con el señor que tiene la lucha aquí». El señor a quien se refiere Maira es el coordinador del proyecto Ciudad Mel Zelaya, Melvin Rodríguez.

La policía había anunciado un operativo de desalojo para el miércoles 5 de octubre, sin embargo no se llevó a cabo. Esa madrugada, una jueza acompañada de policías antimotines llegó con una orden judicial de desalojo, pero, según la gente que ocupa las tierras, la plática con el representante del movimiento fue pacífica y todos se regresaron sin haber tocado una champa. 

El subcomisionado Jorge Rodríguez Montoya, de la Comisaría de Choluteca, declaró a Contracorriente que no se pudo realizar el desalojo por «inconsistencias de los documentos de esos terrenos».

Entre el pequeño grupo que se ha formado alrededor de Maira, no se sabe muy bien del «acuerdo» al que llegaron la jueza y la directiva del proyecto, pero se escuchan palabras de alivio. Rumores corren de que los dueños no tenían los títulos originales o que pelean entre sí. ¿Quiénes son? Aquí sólo se sabe que son dos, uno de apellido Maradiaga, y no mucho más. Se dice más bien que las tierras son «del Estado» y que no se cultivaba nada en este terreno.

Madres solteras y familias enteras hacen parte de la toma de tierras que han llamado «Ciudad Mel Zelaya». Foto CC/Jorge Cabrera

«Trabajamos con machete para despejar el matorral, agarramos enormes culebras, quitamos las piedras», explica Santo Rodríguez, vendedor ambulante de fruta en Choluteca, que forma parte de la iniciativa desde los primeros días, «no es cierto que se sembraba melón, sandía y caña como lo alega el Ministerio Público», dice. El hombre de 42 años vive aquí con sus dos hijos, de 4 y 7 años, soñando con tener «un pedacito de tierra». Antes de entrar a estas tierras, rentaba un cuarto, con agua y luz, a 3500 lempiras (alrededor de 140 dólares) al mes. Un monto que ya no puede pagar por el aumento del costo de la vida en Honduras.

La mayoría de los ocupantes ilegales son inquilinos con escasos recursos, procedentes de barrios pobres de Choluteca. Ingresaron en Ciudad Mel Zelaya de dos formas: unos, después de ver en televisión que una decena de personas tomaron el terreno el 20 de junio, como Maira quien dejó su negocio de leña para vender almuerzos; los otros, o empujados por una persona de su colonia que les habló del proyecto. Para inscribirse en el movimiento pagaron entre 100 y 300 lempiras.

«Aquí hay gente que habitaba a orillas de quebradas o ríos, viviendo del día a día, gente que ha perdido su trabajo, madres solteras que no tienen cómo pagar su alquiler», sostiene Maritza Izaguirre, quien apareció montada en moto a alturas del comedor de Maira. Esta aprovecha para relatarle a Maira el suceso de la mañana: «Mira, viejita, yo te voy a decir, salí loca. Nosotros estábamos acá cuando vos te fuiste. Esa gente venía con todo, los antimotines. Si no hubiera estado el hombre, quién sabe qué habría pasado de nosotros. Él hace muy bien las cosas, no hay que andar hablando picardía de él». 

Cuando preguntamos por él, se nos informa que don Melvin no está presente ahora porque se fue a descansar a su casa.

Un hombre prepara sus alimentos en la Ciudad Mel Zelaya, más de 1,600 personas buscan instalarse en estos terrenos. Foto CC/Jorge Cabrera

Como muchos, Maritza Izaguirre votó por la candidata del Partido Libre y espera la ayuda de la presidenta. «En su campaña, Xiomara Castro prometió una respuesta a todos los pobres que no tenían viviendas –afirma Maritza–. Gozar de un techo digno es un derecho universal que todos los pueblos tenemos, y le corresponde al Estado de Honduras velar por las necesidades de la gente pobre».

Se siente orgullosa de que esa ciudad surgida de la nada hace apenas tres meses lleve el nombre de Mel Zelaya: «Para mí ha sido el mejor presidente que Honduras ha tenido, él sufrió cuando lo sacaron en pijama para Nicaragua, sufrió por la dictadura, por este sistema fallido».

Con imágenes y el nombre del expresidente Manuel Zelaya los habitantes intentan poder obtener sus terrenos. Foto CC/Jorge Cabrera

73 manzanas, muchos dueños

Es hora del almuerzo. Alguien de la comunidad ha pedido pizzas y gaseosas. Unas veinte personas se encuentran en el espacio común donde se llevan a cabo reuniones y tomas de decisiones. Comparten comida, sentados en sillas de plástico, bancos de madera o acostados en hamacas.

Brisas del sur, Cumbre Chorotega, Las colinas, Bellavista, Nueva Esperanza, El estruendo… En total, 26 barrios están representados en Ciudad Mel Zelaya. Han bautizado los condominios según el nombre de sus barrios, y cada uno de ellos cuenta con un coordinador y un subcoordinador.

Isabela Álvarez, la subcoordinadora de la colonia Inmaculada, de la cual proceden alrededor de 70 personas, indica no saber nada de los dueños del terreno y maneja poca información del proceso legal, pero se hace la vocera de la reivindicación general donde las palabras «lucha» y «luchador» resuenan fuerte: «Lo único que puedo decir es que estamos en lucha, estamos de pie. Esperamos que Xiomara, la presidenta que elegimos, nos apoye. La elegimos porque queríamos un cambio, dimos nuestro voto por ella, confiamos en ella y ojalá que ella también confíe en nosotros y no nos defraude», dice.

Una imagen general de la ciudad Mel Zelaya. Foto CC/Jorge Cabrera

Minutos después, aparece un carro marca Ford, se para en frente del espacio comunitario, y de él se baja un hombre con camisa blanca y pantalón negro. Una mujer murmura: «Ya viene Melvin. Él es el mero». El hombre saluda a la asamblea y acepta responder a nuestras preguntas. Su voz es fuerte, la de un comunicador confiado, contrastando con las voces tímidas y recelosas de los pobladores. Durante media hora, nos habla al mismo tiempo que se dirige a la gente alrededor, quien escucha muy atentamente. Se acercan, y, de pronto, son unas cuarenta personas las que asisten al discurso de Melvin, paradas y calladas, como si fuera el momento idóneo para enterarse a fondo de qué va el proyecto.

«Señores, entendamos, aquí no se sembraba ninguna planta, lo que se van a sembrar son viviendas. No estamos interrumpiendo la economía a ningún empresario, de lo contrario, una vez logremos fundar este proyecto, esto va a ser un polo de desarrollo, vamos a generar recursos», pregona.

«Estamos hablando con Gobernación. Vamos a pedir estas tierras por decreto ejecutivo. Ya estamos viendo con el topógrafo que se pueden hacer unos 1,400 lotes e iniciaremos un estudio socioeconómico para que el beneficio llegue a las personas más necesitadas», asegura, mientras algunas personas de la audiencia asienten con la cabeza al escucharlo. «Históricamente, las tierras eran del Estado, pero hoy aparecen dos dueños. Uno de ellos, Jorge Maradiaga, reclama 17 manzanas. Y el otro, Jorge Palma, un empleado del INA (Instituto Nacional Agrario), aprovechó su puesto en la institución para hacerse dueño del terreno y hoy se adjudica 32 manzanas aunque tenga solo un título supletorio».

Con plástico y madera son construidas los hogares de los habitantes de la Ciudad Mel Zelaya. Foto CC/Jorge Cabrera

Así se llaman los dueños principales, sin embargo, los documentos del Instituto de la Propiedad muestran que la atribución de tierras es todavía más compleja, ya que los propietarios fragmentaron y vendieron sus terrenos a diferentes personas. Son una decena de propietarios que compraron pedazos de tierra por un precio barato. Por ejemplo, en septiembre de 2019, Jorge Palma vendió 1,500 varas cuadradas a Jorbin Isai Castañeda Banegas por 1,000 lempiras, y en noviembre de 2021 vendió 10,000 varas cuadradas (equivalente a 6,972. 24 metros cuadrados) a Juan Carlos Vargas Rías por 5,000 lempiras.

Contracorriente tuvo acceso a algunos de los testimonios del Instituto de la Propiedad, pero la abogada Gladys Martinez, que forma parte de la comisión investigadora creada por el INA, afirma que le están llegando nuevas escrituras que atestiguan la existencia de otros dueños. 

El propietario que aparece con un título más antiguo, Jorge Maradiaga, interpuso una denuncia por usurpación de tierras contra Melvin Rodríguez de 42 años, el coordinador del movimiento que ocupa ahora esas tierras. 

Melvin cuenta que desde junio está desempleado. Trabajaba en una empresa de ventas, pero ahora se dedica totalmente al proyecto Ciudad Mel Zelaya. Dice que participó en las protestas después del golpe de Estado promoviendo el retorno de Manuel Zelaya cuando estaba en el exilio y, posteriormente, protestó en 2015 cuando el movimiento «Los Indignados» pidió la renuncia de Juan Orlando Hernández. Se autodenomina izquierdista y fue precandidato a diputado del Partido Libre en 2017 y 2021, en Choluteca. Abanderar la lucha de recuperación de tierras le da visibilidad para que el partido reconozca su liderazgo.

Según él, este era el momento para actuar: «Bajo el Gobierno anterior no se podían realizar esas acciones a causa de la brutal represión. Tuvimos contacto con el ministro de Seguridad para que no haya represión. Se manifestó, pues no se ha utilizado violencia. Si el Gobierno pone los ojos en nuestro proyecto, va a ser un ejemplo a nivel nacional».

Cuando le preguntamos si teme que el Gobierno no apruebe este tipo de iniciativas, contesta que al Partido Libre no le queda otro camino que apoyar al pueblo, pues de lo contrario corre el riesgo de hundirse políticamente.

Habitantes de Ciudad Mel Zelaya luchan por más 70 manzanas ubicadas en Choluteca. Foto CC/Jorge Cabrera

En su discurso del 17 de octubre, en el marco del Foro Mundial de Alimentación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO en inglés), la presidenta Xiomara Castro reiteró la promesa con la que fue elegida.

«Comparezco ante este Foro como primera mujer presidenta de Honduras, comprometida en superar la alta vulnerabilidad ambiental y estructural de un país endeudado, saqueado y empobrecido producto de un cruento golpe de Estado, dos sangrientos fraudes electorales y una historia de sangre y abuso que llevó al dictador del régimen anterior a ser extraditado por narcotráfico», declaró.

«Le pedimos a Xiomara Castro que nos dé una respuesta y que el Gobierno mande una comisión», exige el coordinador del proyecto. «Estamos preparados para negociar. Estamos de acuerdo para comprar el terreno, pero que no sea demasiado costoso para el pueblo. Para una familia, es razonable pagar un lote a 60,000 o 70,000 en 15 años», estima.

Es lo que espera también Juana Noriz Vásquez Hernández, quien nos permitió ingresar al interior de su champa en Ciudad Mel Zelaya, donde vive desde hace tres meses rodeada de sus gallinas, sin agua ni luz, pero con calor, zancudos e insomnio. «Aquí no va a encontrar casas bonitas, todas se parecen», dice. 

Viene del barrio Valle, tuvo nueve hijos y era empleada doméstica antes de que sus jefes decidieran despedirla. Detrás de la fe que expresa para que el proyecto se concrete, surge una inquietud: «Me quedé sin trabajo, y ahora estoy pensando que quizás me voy a quedar sin esto también», confiesa. Cuando el sol baje, irá en bus hacia una colonia vecina para que le regalen agua para lavar trastos.

Maria Ester, una habitante de la Ciudad Mel Zelaya, señala que tiene esperanza de que se les puedan brindar esas tierras para poder construir una casa más digna. Foto CC/Jorge Cabrera

Las tomas de tierra, un fenómeno que genera conflictos a nivel nacional

En los inicios de la toma, una delegación de Ciudad Mel Zelaya, liderada por Melvin Rodríguez, realizó una visita a Casa Presidencial para solicitar el apoyo del Gobierno. El asistente del coordinador general y Manuel Zelaya, asesor presidencial, les informaron que tenían que hablar con el ministro del INA, Francisco Funes. 

El 24 de octubre, viajaron al Instituto Nacional Agrario de Tegucigalpa, por segunda vez, para solicitar la emisión de una constancia sobre la naturaleza jurídica del lote de terreno que ocupan: un lote ubicado en los Balcanes, en el anillo periférico de la ciudad de Choluteca. «La razón de nuestra petición es con el objetivo de determinar si en dicha área existe tierras de naturaleza jurídica nacional, siendo relevante que ese Instituto a través del personal técnico calificado corrobore tales extremos», redactó el abogado Edwin Avilio Carias Galo.

Francisco Funez, ministro del Instituto Nacional Agrario (INA), atiende una reunión junto a los miembros representantes de la Ciudad Mel Zelaya. Foto CC/Jorge Cabrera

Consultado por Contracorriente, Francisco Funes declaró que«el INA no es un instituto que tiene que desalojar a gente. No obstante, como está renaciendo, se le toma como una institución que deba mediar en situaciones conflictivas para que haya equidad y justicia en el campo. En la colonia de Choluteca, no son campesinos, pero les vamos a atender y si les podemos ayudar, les vamos a ayudar. Sin embargo, tienen que estar conscientes de que es el Instituto de la Propiedad el que regula todo el sistema de expropiación para pobladores». 

Afirmó que se instauró una mesa de diálogo con representación del ministro de Seguridad, el ministro de la Presidencia, el Instituto de la Propiedad, el INA y las organizaciones campesinas para resolver los conflictos de tierra que han brotado en todo el territorio hondureño: «El Gobierno no está simulando atacar la cuestión agraria, pero el problema es que nos quieren cobrar una factura de años de postergación del tema para desacreditar al Gobierno», dijo Funes. 

Añadió que un eje fundamental de la política de la presidenta es el respeto a los derechos humanos, en comparación con el Gobierno anterior. Tomó como ejemplo la lucha campesina que se lleva a cabo en el Bajo Aguán. Este conflicto enfrenta a unos 300,000 campesinos y tres terratenientes por el dominio de tierras fértiles desde 2008, acarreó la muerte de más de 140 campesinos y sigue sin resolverse. 

Rafael Alegría, el subdirector del INA, aboga por una reforma de la ley agraria vigente: «En 1992, se hizo una ley de modernización agrícola en el marco del neoliberalismo que terminó con toda intención de hacer reformas agrarias y convirtió al INA en una institución de trámite para constituir un mercado de tierras: ponerle valor a la tierra y que la compre él que tenga capacidad de comprarla. Eso ha ocasionado graves problemas: despojo y discriminación. Nos toca ahora, en el marco del Gobierno de Xiomara Castro, constituir una nueva política de justicia agraria para democratizar la propiedad».

En este contexto, la conflictividad surge y resurge otra vez. «Tratamos de resolver estas demandas, pero en un marco jurídico adverso, –señala Rafael Alegría–. La propiedad privada, aunque esté ociosa, inculta y abandonada, no se puede expropiar».

Alegría sostiene queel personal técnico del INA se encargará de investigar en el registro de la propiedad todos los antecedentes sobre las tierras y que «lo que cabe es la negociación con los supuestos dueños, pero hay que garantizar que son los legítimos propietarios de estas tierras. En efecto, está denunciado por la FAO que la tercera parte de las propiedades en el país no tienen tanta consistencia jurídica porque los catastros no existen o están manipulados». 

En agosto de 2022, Eduardo Facussé, el presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), representante de una buena parte del sector empresarial del país, pidió al Gobierno imponer la ley para proteger la propiedad privada y se refirió específicamente a las tomas de tierra en el sur del país: «La autoridad debe imponer respeto a la ley. Rechazamos las acciones de los llamados “colectivos” que utilizan la fuerza para atropellar el Estado de derecho al invadir propiedad privada. La propiedad es la piedra angular de nuestra economía y de nuestra seguridad jurídica», expresó a través de Twitter. 

El gerente de catastro e investigador sobre gestión de tierras y conflictos territoriales, Jose Luis Palma Herrera, lo afirma también, y no se extraña del surgimiento de un campamento en el sur del país. «Históricamente, todas las ciudades hondureñas han lidiado con el tema de invasores de tierras. De hecho, muchas personas que se instalaron ilegalmente en el distrito de Tegucigalpa venían de Choluteca, porque es un departamento pobre. Son migrantes internos e, incluso, pueden ser víctimas de un desplazamiento forzado. El dilema es el siguiente: ¿Se respeta el derecho a la propiedad o se da acceso a la tierra por un tema de inclusión y derecho a la vivienda?», explica. 

Pama también emite la idea de que el problema es más profundo, ya que se enraiza en la falta de planificación urbanística y la ausencia de una política de vivienda social en Honduras.

«Aquí nunca se da que un político diga: “Estas tierras van a ser destinadas a la vivienda social”. La respuesta del Estado suele ser la indemnización a los propietarios y la entrega de las tierras. Eso suma votos. Eso va a suceder en Choluteca. Si aceptan darles las tierras, se percibirá al Gobierno como un salvador», vaticina el investigador.

Juana Vázquez muestra su humilde hogar en la ciudad mel zelaya , donde muchas familias invadieron las tierras donde poder construir su nuevo hogar. Foto CC/Jorge Cabrera

Este es justamente el sueño de Maritza Izaguirre, como el de centenares de familias que viven al borde de la carretera Panamericana, donde ya se está reflexionando sobre los nombres que se pondrían a los barrios de la nueva ciudad surgida en medio del llano : Barrio Salvador Allende, Barrio Berta Cáceres, Barrio David Romero… Pero, además de pedir ayuda a la Presidenta, Maritza remite también la suerte de Ciudad Mel Zelaya entre las manos de Dios. “Si lo permite, a mediados de noviembre nosotros estamos rompiendo calles”, dice.

A través de una red que tiene influencia en todo Chamelecón, la población LGBTIQ+ realiza actividades relacionadas con la sensibilización sobre los derechos humanos de las personas diversas. El viernes realizaron un taller en la colonia Suyapa. 


Texto: Allan Bu
Fotografía: Amílcar Izaguirre

Miembros de la Comunidad LGBTIQ+ organizados en el sector Chamelecón de San Pedro Sula, zona norte de Honduras, conversaron con líderes comunitarios en un taller sobre derechos humanos con enfoque en las personas diversas. La actividad se llevó a cabo en el centro comunal de la colonia Suyapa, ubicada en el norte de Chamelecón. 

El taller fue dirigido por Ramón Valladares, presidente de la Comunidad LGBTIQ+ en Chamelecón. Esta organización, que ha estado realizando actividades en beneficio de sus miembros desde abril de 2022, tiene la visión de convertirse en un referente del sector en el reconocimiento de los derechos humanos de las personas diversas y brindar espacios seguros e integrales en momentos de emergencia. 

Entre las actividades, están los kioscos informativos orientados a la sensibilización e información sobre la violencia basada en género hacia la población LGBTIQ+, apoyo en acciones comunitarias que realicen otras redes u organizaciones, actividades comunitarias para concienciar a Chamelecón sobre la existencia de la red y el lanzamiento de una campaña de comunicación a través de medios digitales denominada «cero violencia por las diferencias». 

La red es la primera de este tipo que se organiza en Chamelecón. Si bien antes las asociaciones con sede en San Pedro Sula hacían actividades o abordajes en el sector, eran cosas puntuales. «No era un abordaje amplio, solo hacían la intervención y se iban», dijo Valladares. 

El activista por los derechos humanos recuerda que la Comunidad Gay Sampedrana gestionaba para el sector la realización de pruebas rápidas para detectar VIH, formando líderes en prevención de VIH y en promoción de derechos humanos. Mencionó que el Colectivo Color Rosa durante la pandemia ayudó a algunos miembros de la población LGBTIQ+, pero nunca hubo —como ahora— una red con personas oriundas de Chamelecón.

Población LGBTIQ+ de Chamelecón habla sobre sus derechos con los líderes comunitarios de este sector de San Pedro Sula
Ramón Valladares, representante de la Comunidad LGBTIQ+ en Chamelecón, expuso sobre discriminación y derechos humanos a líderes comunitarios del sector. Foto CC / Amilcar Izaguirre.

Chamelecón es uno de los sectores más grandes de San Pedro Sula, en el que hay 60 colonias y viven aproximadamente unas 100,000 personas. También ha sido uno de los sectores más azotados por la criminalidad, especialmente la originada por las maras y pandillas. La influencia de las pandillas es tanta y tan visible en el sector, que hay una frontera invisible que divide los dominios de cada una. Los habitantes han aprendido a convivir con algunas normas de los pandilleros, por ejemplo, uno de esos mandatos es que las personas que viven en el norte no deben cruzar al sur y viceversa.

Pese a este contexto de inseguridad, en el conversatorio Valladares le dijo a los líderes comunitarios presentes que pretenden ser una organización abierta para que la gente, sin distinción alguna, pueda acudir en busca de ayuda: «Queremos ser una organización en la que yo pueda ir a consultar sobre cualquier temática».

Agregó que hay mucha «confusión con el tema» y que muchas personas a veces «no dicen la palabra gay o lesbiana porque tienen prejuicios. Queremos trabajar por todos nosotros». 

Cuando se refirió a los derechos humanos, mencionó que hay un problema de respeto por los derechos de la población LGBTIQ+ y que a ellos no les molestan las opiniones diferentes, pero tienen tolerancia, «así que si yo pido respeto, también debo respetar». 

Valladares continuó diciendo que hay una construcción social que genera discriminación. «Yo ando camisa, pantalón, anteojos… No hay ninguna diferencia con ustedes, pero la sociedad nos ha hecho creer que somos diferentes. Así que nosotros vamos a trabajar en 

paz y con orgullo en esta comunidad». 

Entre los valores que rigen el accionar de la red en Chamelecón se encuentran promover el respeto, el reconocimiento y la aceptación de las opiniones diferentes e identidades diversas. Además, tienen un mandato solidario de apoyar a quienes necesiten desde las capacidades de la red; finalmente promueven la igualdad, pues todas las personas tendrán los mismos derechos y oportunidades dentro de la red. 

«Queremos trabajar, queremos que vean que somos ciudadanos que pagamos impuestos, yo tengo que trabajar para vivir, ser gay no me quita lo ciudadano. Nosotros no queremos convencer a nadie, queremos que entiendan, comprendan y respeten porque hay una mala imagen a la comunidad y eso es lo que queremos cambiar», manifestó el dirigente LGBTIQ+. 

Las afirmaciones de Ramón se sustentan en la discriminación y violencia que sufren los miembros de la población LGBTIQ+. Datos proveídos por organizaciones de derechos humanos señalan que las prácticas discriminatorias en contra de las personas diversas comienzan en el hogar, pues el 50 % de quienes han aceptado públicamente su orientación sufrieron rechazo, un 30 % fueron víctima de abuso físico y un 20 % fueron expulsados de sus casas.

Población LGBTIQ+ de Chamelecón habla sobre sus derechos con los líderes comunitarios de este sector de San Pedro Sula
Representantes de la Comunidad LGBTIQ+, líderes comunitarios de Chamelecón y representantes de Cruz Roja trabajan unidos en beneficio de la comunidad. Foto CC / Amilcar Izaguirre.

Pero las luchas de la Comunidad LGBTIQ+ van más allá de la discriminación: este año en Honduras han sido asesinadas 34 personas diversas. La última fue Melissa Núñez, quien fue asesinada de varios balazos en Morocelí, El Paraíso, en el oriente de Honduras. La activista trans había regresado de Estados Unidos y fue asesinada en su casa. Desde el 2009 hasta la fecha, en Honduras han sido asesinados 434 miembros de la población LGBTIQ+, según el Observatorio de Muertes Violentas de Cattrachas.

En esta lucha por promover los derechos humanos, la red organizada en la colonia Suyapa del sector norte de Chamelecón tiene como aliados a la Cruz Roja Hondureña, CARI, patronatos, Comité intersectorial de Chamelecón y la Red de Mujeres.

Ramón Valladares confiesa que no ha sido fácil arrancar esta organización: «Estamos por convicción, porque ya lo traemos y no nos importa. Aquí (en Chamelecón) hay una gran cantidad de personas LGBTIQ+ que no les interesa organizarse como red, no quieren que los cuestionen, y eso es válido. Vamos a trabajar con gente que quiera que la apoyemos».

Es común que cuando ocurre una tragedia haya un altavoz que la amplifica y que, a veces, la distorsiona y profundiza. Es importante que se sepa lo que sucede, esa es una de las premisas del periodismo, un oficio que se ha vuelto cada vez más importante para los países que construyen democracia. Pero en la tendencia antidemocrática actual, la ciudadanía está atrapada entre un periodismo que se vuelve repetidor de malas noticias y la maquinaria propagandística de gobiernos autoritarios que repiten utopías. ¿Qué pasa cuando un periodista solamente cuenta tragedias? ¿Qué pasa cuando el periodismo es complaciente con la maquinaria propagandística oficial? ¿Estamos reflexionando los periodistas sobre el daño que podemos hacer con nuestro oficio?


Texto: Jennifer Ávila
Fotografía: Fernando Destephen

En Centroamérica, donde los gobiernos autocráticos y populistas exponen a los periodistas independientes como enemigos públicos, la defensa de la libertad de prensa se ha convertido en una necesidad. Es por lo que hay que luchar. El periodismo serio, responsable e independiente del poder político y económico es fundamental para el desarrollo de una democracia, porque denuncia los autoritarismos y revela verdades inconvenientes —como los pactos político-criminales que afectan la vida de millones de ciudadanos y ciudadanas—. De eso estamos convencidos los que ejercemos este oficio con esos valores. Sin embargo, la popularidad de los autoritarios y, en muchos casos, el abandono de nuestras audiencias tiene que ver con una serie de cosas que no hemos tomado en cuenta por muchos años sobre nuestra relación con la ciudadanía tanto como audiencia y como protagonista de las historias que contamos e investigamos. 

En el último mes, estuve conversando —sin grabadora— con diferentes sectores de la sociedad sobre su visión de lo que hacemos los periodistas y me di cuenta de que, en esa lucha constante por ejercer nuestro oficio en ambientes hostiles, dedicamos poco tiempo a la autocrítica y a reflexionar sobre cómo hacer nuestro trabajo de la manera más ética y menos dañina para quienes están contando sus historias; sobre todo para los que lo hacen desde lugares mucho menos privilegiados que los nuestros. 

El Sondeo de Opinión que realizó el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC), en 2020, en el que se publicó la opinión de las personas encuestadas sobre los medios de comunicación, daba datos interesantes. Por ejemplo, que la mayoría de las personas ve, lee y escucha noticias con una frecuencia bastante alta (casi todos los días), pero, a pesar de eso, los medios de comunicación no gozan con el mayor nivel de confianza que se diga. Un dato importante es que, a pesar de que los medios más vistos en la televisión tienen tribunas abiertas —donde leen los «mensajitos» que manda la audiencia sin ningún filtro y llevan frente a las cámaras de vez en cuando a una persona necesitada de ayuda para que la gente apoye su causa—, la ciudadanía no se percibe como una fuente generadora de opinión para los medios. Y es que una cosa es la fuente experta hablando en un foro, y otra es la persona vulnerable pidiendo ayuda. El tratamiento de esa diferencia es una cuestión de clase que se hace evidente en las pantallas.

Existe una brecha enorme entre los periodistas y la audiencia, y eso es sano porque es esa distancia la que justamente nos permite sacar a la luz sus historias, pero no siempre la motivación detrás de esa distancia está clara para todas las partes involucradas. También hay una diferencia entre los medios de comunicación masivos, cuyo modelo de negocio ha sido el de la extorsión política y la venta del morbo, y los medios independientes que en Honduras tienen muy poco tiempo de existir —y yo escribo esto desde la última posición, sin creer que por eso no me aplica la autocrítica.

Puedo decir que, en muchos barrios a los que hemos ido a reportear como Contracorriente, es común ver a los colegas de los medios con más rating de la televisión siendo recibidos como estrellas, o hasta como amigos —como si la distancia que comenté antes no existió nunca—. Más de alguna vez hemos visto fixers pagar por entrevistas para que los colegas de medios internacionales escriban una historia merecedora de algún premio y a colegas que se meten y empujan a otros reporteros con tal de hacer su contacto en vivo sin previamente hablar con las personas a las que le ponen una cámara en la cara sin importar que eso le podría costar la vida a sus fuentes. Aunque en el ejercicio del oficio nosotras no tengamos esas prácticas, muchas personas nos han cerrado las puertas de sus comunidades y sus casas porque «todos vienen aquí solo cuando hay muertos», o porque la relación con los periodistas terminó en amenazas y los periodistas se desentendieron del daño que dejaron a pesar de que alguna vez se mostraron como amigos incondicionales. Y sí, es cierto, también nosotras hemos ido a comunidades que no habíamos conocido antes, siguiendo una historia trágica, y, es cierto, hay lugares a los que nunca más volvimos. Es cierto: hay personas a las que no sabemos qué les pasó después de haber contado su historia. Es por eso que la autocrítica constante y el análisis de cada caso son necesarios.

Está tan normalizada esa relación tóxica, que esos medios que han traicionado la confianza de las comunidades siguen siendo los más vistos, Y es que la ética no es un valor tan común como el morbo. A veces las métricas nos recuerdan que si tomáramos el camino fácil y poco ético tendríamos más likes y quizá mayor sostenibilidad. Por otro lado, las narrativas de los autoritarios —que muchas veces muestran el país que quisiéramos ser y no el que tenemos— se imponen porque cada vez invierten más recursos en su maquinaria propagandística. Algo muy difícil con lo cual competir. 

Ante esta oferta —la de los medios tradicionales y la de la propaganda política—, muchas comunidades han encontrado en las redes sociales su canal para informar lo que sucede desde su perspectiva. Cualquiera puede reportear desde un teléfono para su comunidad, algo que en muchos casos puede mostrarse como una solución para que la gente cuente su historia desde su propia voz, pero, en la mayoría de los casos, eso los pone en un mayor riesgo. 

No es una amenaza para los periodistas que cada quien tenga un altavoz para dar su versión de la historia, siempre será necesario el trabajo periodístico que permite escuchar diversas versiones, corroborarlas y explicarlas o llegar al fondo de ellas. Pero en ese sentido, en la premisa de que lo que hacemos es necesario, es ahora más importante preguntarnos: ¿Cómo podemos hacer mejor nuestro trabajo y contar las historias con todos sus matices sin comprometer la verdad pero tampoco la vida de las personas más vulneradas? Es necesario que los periodistas sean transparentes y que construyan una relación de confianza con las personas a quienes abordan para contar sus historias o para contarles las historias de otras personas. Y por otro lado, es necesario contarle a esas audiencias, inundadas de propaganda política, lo que se está sacrificando al perder la democracia. 

Las redacciones deben contar con manuales editoriales. Deben abrir discusiones internas sobre cómo cubrir de manera ética las historias y temas que pueden ser muy complejos, como los conflictos comunitarios por la defensa de algún bien común, la violencia de maras y pandillas en comunidades empobrecidas sumidas en la sobrevivencia, o contar con sensibilidad por qué el clientelismo político es tan efectivo en nuestros países. Y debemos hacerlo con todas las voces, con todas las imágenes, sin caer en la vocería y siendo incisivos en nuestras conclusiones.

Pero también es necesario ampliar la mirada; porque donde hay tragedia, hay también resiliencia. Preguntémonos: ¿Por qué narramos las lágrimas que bajan por la mejilla de una madre que ha perdido a su hijo, y no sus pasos bajo el sol de todos los días mientras lo busca con esperanza y exige justicia? ¿Estamos rompiendo más el tejido social ya desgarrado por décadas de separaciones forzadas de las familias, por la pobreza, la desigualdad y la corrupción al narrar solo la desesperanza? 

Si estamos contando la fragmentación de nuestra sociedad, es imprescindible contar también de dónde viene el poco pegamento que la mantiene unida y que, de vez en cuando, nos da muestra de ciudadanía cuando se organiza para reclamar un derecho o cuando se va en caravana exponiendo las múltiples causas que deben abordarse para hacer de este un país digno para vivir. Y ese es un reclamo común cuando hemos hablado con comunidades estigmatizadas, porque «los medios solo lo malo cuentan de mi barrio», dicen, y sienten.

Los periodistas sí somos importantes para la construcción de la democracia y para dejar memoria de lo que le ha pasado a nuestros países —algo más que escribir en un muro que se borra en 24 horas—, pero eso solamente es posible si lo hacemos de manera responsable y escuchamos más.

Fotografía y texto: Amílcar Izaguirre

Carlos Cartagena y Sonia Lidia Trejo dejaron su carreta de caballo por un día, vistieron su mejor ropa y salieron juntos para presentarse ante las autoridades de la Iglesia Evangélica y el alcalde de San Pedro Sula, Roberto Contreras, para ser parte de la ceremonia matrimonial colectiva que la Alcaldía llamó «Las bodas de Canaán». 

En San Pedro Sula, Cortés, el pasado sábado 15 de octubre, 719 parejas se unieron en matrimonio en un evento religioso que se realizó en la Iglesia Ministerio Internacional La Cosecha, organizado por la municipalidad de esta ciudad y la Asociación de Pastores Evangélicos del Valle de Sula.

El alcalde sampedrano, Roberto Contreras, bajó el costo de las bodas civiles a un lempira para así animar a muchas parejas a casarse y alcanzar las 600 bodas que tenían como meta, pero esta incluso se superó. 

«San Pedro Sula pasa a convertirse en una ciudad histórica en Centroamérica porque se alcanzó a casar a 712 parejas en una boda grupal, esto solo Dios lo puede lograr», dijo el alcalde el día que comenzó a casar personas en el marco de esta promoción. 

El pastor evangélico Ángel Alfredo Andrade, presidente de la asociación de Pastores Evangélicos en el Valle de Sula, realizó una prédica en la que dijo: «Le estamos diciendo a San Pedro Sula, a Honduras y al mundo que este es el matrimonio acorde a la voluntad de Dios, conforme al principio de Génesis: varón y hembra los creó Dios, con el propósito de multiplicar, expandir y gobernar y complir el propósito de Dios». El pastor hizo énfasis en esto ya que, el pasado 27 de mayo, colectivos LGBTIQ en el municipio han estado exigiendo la visibilización de sus problemas por parte de la Alcaldía.

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Carlos y Sonia ponen el arnés donde se engancha la carreta al caballo. Este trabajo lo hacen juntos para luego salir a la calle a buscar el flete de algún cliente. Foto CC/Amílcar Izaguirre

A Roberto Contreras, alcalde de San Pedro Sula, de vez en cuando se le ve dirigiendo el tráfico en las calles, bajo el sol, vestido con chaleco naranja y utilizando un silbato. Algunos ven en Contreras a un comunicador efectivo, mostrándose como un político cercano a su pueblo; otros señalan que Contreras está emulando algunas acciones propagandísticas de otros políticos populistas de la región. Por ejemplo, hace algunas semanas, el alcalde sampedrano se dedicó a «rescatar» caballos de carga usados para jalar carretas; caballos como el de Carlos Cartagena y su esposa, Sonia Trejo; uno que les permite sobrevivir en una ciudad hostil y desigual.

Carlos Cartagena y su familia viven en los bordos de la colonia Callejas, en San Pedro Sula. Él perdió su trabajo con la llegada de la pandemia en 2020. Trabajaba como ayudante de un ingeniero de la empresa Aguas de San Pedro. Sin empleo y con cuatro hijos y su esposa que sostener, buscó la manera de seguir adelante y la encontró utilizando la fuerza de su caballo.

Para Carlos, el sustento de su hogar depende de los ejes de su carreta y de «Muñeco», al cual cuida desde potrillo en un corral improvisado frente a su casa.

La vida no ha sido fácil, recuerda Carlos: «Fui a la escuela e hice hasta segundo grado, no pude continuar porque la pobreza no me lo permitía. Yo llevaba los cuadernos a la escuela en una bolsa de plástico y esa era mi mochila. En ese tiempo las cosas eran baratas, pero el trabajo se ganaba muy poco. A mi papá, quien trabajaba en la construcción como albañil, no le alcanzaba el dinero», comenta.

El pasado 20 de agosto, el alcalde Roberto Contreras decomisó una carreta de caballos por el maltrato que su dueño le daba al animal. En un video que se hizo viral en las redes sociales se escucha al alcalde decir: «No seas bárbaro, vos mereces estar preso, te voy a “encaramaresta carreta de caballo para ver cómo salís. No es posible que en pleno siglo 21 se den estas cosas», dijo y después compró el caballo y se lo llevó para cuidarlo.

Sonia y Carlos dicen que cuando escucharon lo que había hecho el alcalde, les preocupó, porque ellos también podrían perder su carreta en un encuentro con el alcalde. Sin embargo, aseguran no estar de acuerdo con las personas que maltratan a los animales. «Mire que cuando no está mi esposo yo me pongo a darle comida al caballo y a los otros animales, a mí no me gusta ni que estén aguantando hambre», dice Sonia.

Varias familias de los bordos a orillas de los ríos que cruzan San Pedro Sula cuentan con una carreta de caballo como parte del oficio que les da el sustento ante el desempleo y la pobreza. Algunos de los dueños de estas carretas cometen la imprudencia de ir en contravía por los bulevares, poniendo sus vidas y las de los demás en peligro; otros maltratan a los animales, pero Carlos dice que siempre anda con cuidado con su carreta y que nunca pasa de la línea del tren para que la Policía Municipal no se la decomise.

Él usa la carreta como una herramienta de trabajo, aunque su sueño es un día salir del bordo y comprar un carro. «Me gustaría tener un solarcito y construir una casita de material en otro lugar donde sea legal y digno para mi familia. Además, me gustaría tener un carrito para trabajar haciendo fletes», cuenta Carlos, ahora lleno de ilusiones después de su matrimonio con Sonia en «Las bodas de Canaán».

La pobreza en el país ha orillado a muchas familias de escasos recursos a construir casas en los bordos, donde los servicios públicos son limitados. La mayoría de las casas son construidas con desechos de madera, cartón y láminas viejas; a menudo algunas terminan en cenizas por incendios que provoca la mala calidad de los cableados eléctricos. Sin embargo, cada año muchas personas llegan a los bordos para establecerse en ellos y formar nuevas familias que obtienen la bendición de la Alcaldía para unirse en matrimonio legal y religioso, pero no para tener una vida digna. 

Según un informe actualizado en el 2019 de la Comisión de Acción Social Menonita (CASM), la población viviendo en los bordos se ha duplicado en la última década. En 2013, la población era de 11,000 familias, y para el 2022 llegaría a 22,000 familias de un promedio de 5 a 6 miembros cada una y que podrían rondar los 120,000 habitantes viviendo en los 20 bordos de San Pedro Sula. 

En San Pedro Sula, alcaldes de diferentes partidos políticos han hablado de reubicar los bordos, pero no se ha concretado. En febrero de este año, el alcalde Roberto Contreras visitó a una joven de 26 años que vive en uno de los bordos, y, haciendo su propio video para las redes sociales, mostró las condiciones en las que vive la joven e hizo un llamado en general para apoyar la reubicación de la gente de los bordos; sin embargo, hasta ahora no hay acciones concretas sobre el tema.

Carlos y Sonia se conocieron durante su juventud en la aldea de San José de Boquerón, en San Pedro Sula, a 10 Kilómetros de los bordos de la Colonia Callejas donde actualmente residen. Él trabajaba cerca del Crematorio Municipal de San Pedro Sula que queda por el Ocotillo. Sonia llegaba a buscar leña con otras amigas por la zona. Ahí comenzó esta historia de amor que lleva más de 20 años y cuatro hijos: José, Yotan, Henry y Julissa.

La familia asiste a una iglesia evangélica donde ser casado es un requisito fundamental para cumplir con los principios cristianos, pero por falta de dinero no habían podido casarse antes. «Estamos muy contentos porque ahora serviremos a Dios en la iglesia cumpliendo este requisito», dice Carlos. 

Carlos y Sonia cuentan que, a pesar de las dificultades, han sobrevivido siempre. Al principio, cuando decidieron formar una familia, la madre de Sonia les regaló un par de vacas, pero fueron robadas durante la pandemia. En la rebusca, ambos se han dedicado a hacer lo que puedan cada día para no pasar hambre junto a sus hijos. 

«Me resigné a la pérdida (de las vacas), y me preocupaba que también me robaran el caballo: mi esperanza de poder continuar trabajando y obtener dinero», comenta don Carlos, mientras fija su mirada en el piso de tierra de la sala de su casa. 

«Muñeco» es un caballo muy terco. La familia cuenta que, a pesar de que han intentado robarlo, él se resiste a dejar a Carlos y Sonia, y los robos han sido fallidos. 

«Usted ve que este animal no tiene ningún golpe ni peladura en el lomo o el hocico, yo le mantengo las herraduras en buen estado –dice orgulloso don Carlos, y finaliza con palabras de agradecimiento hacia “Muñeco”–: Este animal es parte de la familia, mi machete y mi fuente de ingreso, y tengo que cuidarlo».

Texto: Celia Pousset
Fotografías: Jorge Cabrera

Al extremo sur de Honduras, entre el río Guasaule y el puesto fronterizo entre este país y Nicaragua, decenas de buses se aglutinan a diario desde hace dos semanas esperando a que sus «clientes» regresen de tramitar la entrada a Honduras. Son centenares de nicaragüenses que decidieron exiliarse del régimen de Daniel Ortega, empujados por la necesidad y el miedo. A través de lo que llaman una «excursión», cruzan el «Triángulo Norte» de Centroamérica en camino hacia los Estados Unidos, donde esperan encontrar oportunidades laborales y libertad. Independientemente de lo que encuentren en su recorrido, a esta altura, saben que no hay marcha atrás.

A dos metros de un árbol de jícaro cuya sombra alberga un grupo de migrantes, tres mujeres se tapan la cara con las manos y camisetas. No se esconden del sol, sino que rehúyen el ojo de una cámara. «Eso es peligro», murmura una de ellas, quien viaja junto con sus dos primas rumbo a Estados Unidos. Vienen de Puerto Cabeza, un municipio de la Mosquitia nicaragüense. Acceden a hablar bajo la condición de no revelar sus nombres. «Nosotras somos de un pueblo indígena, y el Gobierno no nos quiere, nos discrimina; siempre ha sido así, pero se puso peor después de las manifestaciones de 2018 cuando vimos a amistades fallecer o caer presos», dice una de ellas, de 28 años, a quien llamaremos Sabrina. 

Pasaron cinco meses desde que la más joven de las primas, bachiller en busca de oportunidades laborales en California, habló por primera vez del viaje hacia el norte. «Me daba miedo ir sola. Veía en las noticias robos, violación y muerte en el camino», confiesa. Convenció entonces a una de sus primas a quien llamaremos Isabel, quien dejó sus estudios de fisioterapia. La última, la tercera, a quien llamaremos Ana, trabajaba como abogada en una fundación para niños y adolescentes en riesgo, pero en mayo la policía irrumpió en el lugar y cerraron la fundación. «Psicólogos, abogados y trabajadores sociales, todos perdimos nuestro trabajo. Al Gobierno no le importó nada el destino de los jóvenes que estábamos ayudando, sólo cerró y se acabó», dijo Ana.

Desde la revuelta de 2018 —que arrancó a raíz de las reformas impopulares al Seguro Social—, el Gobierno de Daniel Ortega ordenó el cierre de más de 1,000 organizaciones civiles sin fines de lucro. Tan sólo el 19 de septiembre de 2022 fue cancelada la personalidad jurídica de cien oenegés.

En este clima de represión, las tres primas temen ser encarceladas por «traición a la patria», en el caso de un retorno involuntario o, mejor dicho, de una deportación. «No podemos regresar, y, si nos deportan, la policía nos recibirá en el aeropuerto para ponernos cadenas y echarnos presas –afirmó Sabrina–; para vivir en Nicaragua tienes que vivir bajo el régimen de Daniel Ortega. Nosotros no ganamos, él siempre termina ganando».

Estas dos últimas semanas, el flujo migratorio ha incrementado en la frontera de Guasaule. El delegado del puesto fronterizo, Ricardo Centeno, estimó que actualmente se reciben un promedio de 500 migrantes al día, de los cuales 99 % son nicaragüenses. «Es una situación atípica por la situación que atraviesa el país hermano, pero el ingreso se realiza de manera normal. Presentan sus documentos, el prechequeo y las visas para menores de edad, y se les autoriza el paso por Honduras», dijo.

Un funcionario de Migración, encargado de proteger a la niñez y adolescencia, comentó por su parte que los migrantes «dicen que van de viaje a Guatemala en sus excursiones. Actualmente, puede que lleguen hasta 40 buses al día».

En frente del edificio de las aduanas, varias familias esperan con niños en brazos. Entre ellas, Isabel y su esposo, con sus hijas de dos y nueve años, todos con una cruz católica colgada del cuello. Hacen cola desde las cuatro de la madrugada. Llegaron ayer y encontraron las ventanillas cerradas. «El montón de grupos que somos, es como si estuviéramos para hacer una maratón», bromea, al ver a la gente empujándose entre sí. La situación le recuerda días en los que tuvo que ir a sacar las visas para sus hijas en Managua: «Había una fila de cuatro cuadras, y no atendían. Pasé tres días y dos noches durmiendo ahí, en las afueras de Migración. Los guardias estaban vendiendo espacio por 50 dólares para que pudieran pasar las personas. Actualmente en Nicaragua hay una corrupción total».

La familia planeó este viaje desde hace dos meses y contaban con 35,000 córdobas (alrededor de 965 dólares) de ahorro para reinventarse una vida afuera. El plan es solicitar la visa humanitaria en México y llegar hasta Estados Unidos. Han pagado 160 dólares por persona para el trayecto hasta Guatemala. A los menores de más de cinco años se les piden boletos también. «Está tan terrible la situación en nuestro país que no nos queda otra opción que migrar. Lo hacemos por nuestras hijas, para que tengan una educación. Ahí están inculcando discursos de propaganda en la escuela. Les enseñan cosas políticas a los niños y se están acostumbrando a decir “gracias al Gobierno”. No podemos decir nada en contra de los maestros, ya que prácticamente el Gobierno nos está aplicando la ley del bozal: no ves; y si ves, calla», contó Isabel.

Si Isabel logró sacar las visas de sus hijas, no es el caso de todos los que migran con menores de edad. A menos de un kilómetro de las aduanas, un pequeño negocio está floreciendo a la sombra de una pulpería: el de los balseros. Con un neumático amarrado a un cuadro de madera, los balseros hacen pasar a las familias de una orilla a la otra del Guasaule, río que marca la frontera entre Nicaragua y Honduras. Son los nicaragüenses que cruzan sin documentos, compartiendo por un momento el río con los niños de la comunidad que se tiran al agua para refrescarse y dejarse llevar por las corrientes. Daniela tiene 7 años y es testigo de este fenómeno. Dice venir todos los días a bañarse y todos los días ve a gente cruzar su terreno de juego.

Emilio Ochoa, quien enseña con orgullo su carnet de identidad hondureño, cobra entre 20 y 30 lempiras el traspaso: «La gente no anda mucho dinero y yo no soy pícaro». Dice hacer seis viajes al día. Los que atraviesan el río montados a caballo pagan cien lempiras. Para los vendedores de comida, cambistas y balseros, el éxodo nicaragüense representa un nuevo filón.

De hecho, además de expulsar a sus propios ciudadanos hacia el norte, Honduras se ha vuelto un país de tránsito migratorio. La primera caravana de migrantes del año 2022, que salió de San Pedro Sula el 15 de enero, contaba con casi la mitad de nicaragüenses. Según el Instituto Nacional de Migración, entre el 1 de enero y el 23 de octubre de 2022, los nicaragüenses que han viajado por Honduras suman un total de 239,091 personas. Cabe mencionar que la población de Nicaragua era de 6,702,379 habitantes en 2021, según el Banco Mundial.

Esta huida de gran magnitud amenaza con dejar el país sin sus fuerzas vivas. 

Como muchos, Juan José de 34 años, dejó a su esposa y sus hijas en Nicaragua para probar suerte en Estados Unidos. Manifestó que de la empresa donde trabajaba, Nuevo Carnic S.A., salen trabajadores por grupos de 15 o 20 huyendo de la precariedad: «La economía está terrible, se están cayendo los negocios», dijo. Viaja hoy con otros siete colegas de Nuevo Carnic y con su primo, recién despedido de Canal 10 de Nicaragua, quien se acerca para preguntar cuánto gana un periodista en Honduras. No puede decir mucho más. Sólo esto: «Canal 10 no apoyaba al régimen, ahora sí». 

Bayardo Medina es otra cara de la desesperación en la que se encuentran los exiliados. Relata las razones que le empujaron a emprender el camino: «No hay trabajo, la canasta básica sube, el salario está estancado, nos estamos muriendo y el Gobierno no nos ayuda en nada», dice y llora cuando recuerda a sus familiares, a los que tuvo que dejar atrás.

A pesar de los testimonios que convergen en describir a Nicaragua como un Estado fallido, la comunicación oficial del régimen sigue siendo la misma: «Todo está bien, es lo mejor del mundo». Según una encuesta publicada en 19digital.com, un medio orteguista, el 4 de octubre de 2022, «el 72.5 % de la población valora que Nicaragua va por la dirección correcta en el rumbo que conduce el país el presidente Daniel Ortega».

Antes de irnos, un hombre se acerca. Tiene algo que decir. Se llama Bryan Álvarez, dice que era estudiante de ingeniería y que trabajaba en un call center, pero lo despidieron. Vendió su carro, dejó a su novia embarazada y se fue. Al momento de marcharse, cuenta que miró a su alrededor: «Salí de mi vecindad en Managua, barrio La Luz, y no había nadie en la calle. Nadie. Sólo miraba a gente mayor. Todos los jóvenes se han ido. Pensé: mi barrio está vacío».

Texto: Andrea Parada Lezama
Ilustración: Pixabay 

Cuentan que el resplandor en la cara de «Lola» no podía ser opacado por las luces en el piso del Teatro Clamer. Cuentan que miraba al público con la confianza ingenua que uno solo tiene a los diecisiete y con una sonrisa reminiscente a María Félix, que alumbraba la sala entera antes de comenzar a moverse. Y ella, «Lola», cuenta que bailó esa danza gitana tres veces, porque se lo pidieron con una ovación de pie, y, muchos años después, nombraría este momento como primer recuerdo de su juventud. 

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El nombre «María Dolores»suena impersonal y extraño, casi como si nadie nunca se hubiese referido a ella por esa denominación que es alusiva a los Siete Dolores de la Virgen María. A sus 97 años, los dolores de «Lola» (como la conocen todos) definitivamente son más de siete y probablemente —obviamente — menos significativos que los de la madre de Jesús. Aún así, Lola los relata con tanta grandeza e importancia que merecen ser atesorados en alguna parte

María Dolores Alemán, o «Lola», nació en Tegucigalpa, Honduras, un 24 de abril de 1925. El dato de su fecha de nacimiento sigue en disputa puesto que, por la mayor parte de su vida, ella ha aseverado que nació un 11 de abril, celebrando su cumpleaños en esa misma fecha hasta el año 2021, cuando al revisar su tarjeta de identidad nacional se contradijo esa información. 

Lola fue la cuarta de ocho hermanos en un hogar humilde, y, según ella, la favorita de su papá. Una proclamación que repite de otros hombres de la familia, que también la preferían. «Siempre me llevé mejor con los hombres», sostiene con una sonrisa pícara. 

Su primer dolor y único amor se llamó Juan María, «un músico guapo» y «de buena familia» que se fue muy pronto por alguna enfermedad no divulgada, aunque se rumora que fue una cirrosis. Con resignación, Lola cuenta que nunca lo lloró. 

Duraron cuatro años de novios y, fuera del matrimonio, tuvieron una hija: Norma. Cuatro años después, se enredó con un doctor comprometido con el que tuvo su segundo hijo, Douglas. Seguramente eso dio mucho de qué hablar en la sociedad hondureña, pero a Lola eso no le importaba: «La gente mucho habla mierda», dice.

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–Vení, probá que te va a gustar

–¿Qué es? 

–Crema de menta.

El arrepentimiento más grande de su vida empezó así, dice Lola, «con un licorcito de Navidad» en una fiesta, pero que llegó hasta terminar en bares de mala muerte en Comayagüela, enviciada con el cigarrillo y el cognac, «su segundo amor».

Siete dolores eran los de la Virgen y el segundo dolor de Lola duró siete largos años, metida en el hoyo negro del acoholismo, desligada de todo y de todos.

En la casa no se dan ni historias ni detalles del alcoholismo de Lola. Se encuentra un principio y un final, pero no hay trama alguna, ningún clímax importante y emocional. Al preguntarle a su familia es casi como si no hubiera pasado.

Lo cierto es que Lola terminó siendo la primera mujer en Alcohólicos Anónimos (AA) en Tegucigalpa, y fue llevada por el mismísimo cónsul de Estados Unidos en Honduras, Paul S. Dwyer, que luego se convertiría en su padrino. Lola cuenta que terminó los 12 pasos con el resto de su grupo y así empezó su llamado «primer renacer espiritual». No fue porque se acercó a Dios o porque haya decidido seguir una doctrina (eso vino mucho más adelante, en sus sesentas), sino porque por primera vez empezó a vivir diferente. En una alegría pura, y egoísta. 

Con sus amigos de AA tuvo sus mejores momentos. Gracias a ellos abrió dos restaurantes: Candú y Copán Galel, nombrados por canciones folklóricas hondureñas que cantaban sus amigos en Voces Universitarias. Empleó a más de quince personas, la mayoría mujeres, y así tuvo suficiente para viajar por casi todo el mundo. Llegó a bailar con la orquesta de Ray Conniff en Nueva Orleans, con el fervor de los instrumentos y el confeti, pero —eso sí— sin un sorbo de alcohol.

Se convirtió en una mujer de negocios self-made, sin educación, completamente independiente y adinerada. Y con ese dinero, dice, ayudó a muchas personas, sacó de apuros a una gran cantidad de gente, prestando y regalando joyas, «dando» terrenos. Entre las pertenencias de Lola, entre sus recuerdos, uno se encuentra cartas donde le agradecen por ser tan desprendida y generosa. Ella dice que el cariño y el asombro de la gente la llenaba, y que eso la despreocupaba por el resto de las cosas. 

No se encasilló nunca en ningún rol o parámetro esperado por otros, ella fue y es, a sus 97 años, la persona que quiere ser sin importar las consecuencias. «Lola es Lola», se escucha como rezo en la familia. Como madre de Norma y Douglas, ese albedrío la afectó mucho. 

Norma tenía cuatro años cuando se fue a vivir con Mary, una tía de su papá, Juan María, que la crió como si fuera su propia hija. Mary le tenía cariño a Lola, esa viuda que no era viuda, y así fue como terminó cuidando de su sobrina. Douglas, por otro lado, fue criado por sus tías, las hermanas de Lola, como el único hombre de la casa. Norma y Douglas «conocieron» a Lola de 14 y 13 años respectivamente, cuando Lola ya los visitaba con más frecuencia al regresar de sus viajes.

A pesar de ser tía, madre, abuela y bisabuela, sus hijos y familia más cercana nunca la llamaron tía, mamá, abuela o bisabuela, siempre la llamaron por su apodo, «Lola», con el cariño que se le tiene a una figura que aparecía y desaparecía en un abrir y cerrar de ojos. Ni siquiera la llamaron María Dolores. Lola: ese es su único título. 

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En su cabeza, Lola se ve a sí misma como la matriarca de una familia que, al mismo tiempo, no la conoce del todo. Los años han pasado, pero no han sido del todo crueles con ella. De hecho, el resplandor en la cara de Lola nunca pudo ser opacado. Ni por el teatro, ni por la vida. Aparte de los achaques y cambios que vienen con la edad, se ve bien. Muchos le dicen que se ve «completa». 

Su pelo es blanco y, aunque las arrugas que adornan su cara parecen ir contando la historia de su vida, algún semblante de juventud regresa a ella de vez en cuando, recordando a cualquiera que la ve lo que fuimos, somos y seremos: personas buenas y malas, llenos de belleza y fealdad, contradicciones perfectas y andantes que, con suerte, viven y dejan vivir.

Texto: Julissa Briceño
Ilustración: Pixabay

En medio de la oscuridad y humedad del suelo, una lombriz recorría sus túneles. En ellos, por momentos se encontraba a otras amigas lombrices y entre ellas hacían caminos. La vida para las lombrices consistía en moverse, comer hojas secas en descomposición, abrir cavidades en forma de U, reproducirse y morir.

Entre la simplicidad y tranquilidad de su vida, cuando salían a la superficie, pájaros, ratas, sapos, hormigas y ciempiés las esperaban como manjar. En un inesperado capricho, la pequeña lombriz decidió salir a la superficie en plena luz del sol. El desenlace de esta aventura ya se podía prever.

A pesar de los tantos enemigos que le esperaban, la curiosidad le era mayor. Además, pensó que sus amigas estaban ciegas, así que no notarían su ausencia; o, incluso pensó que quién sabe si estas mismas ya habían partido semanas o meses antes, y ella, que también era ciega, no se habría dado cuenta. Lo único que podía ser de ella, su única seguridad, eran sus recuerdos y lo que experimentaba con su cuerpo.

Al salir, le rozó el calor del sol, los sonidos a su alrededor y el césped fresco. También se rozó con un ciempiés, el cual de una la enrolló. Pero con un pequeño esfuerzo, la lombriz logró zafarse de ese ciempiés. A pesar de ello, la lombriz quiso seguir recorriendo ese terreno. Donde luego, a la orilla de una pequeña posa, un sapo saltó y con un voraz lengüetazo casi la atrapa pero por un centímetro la lombriz, otra vez, se salvó. Buscó esconderse en una pequeña cueva, pero para su sorpresa una rata bastante ágil la acorraló. De esta pensó que no se salvaría, sin embargo, logró escabullirse con una cicatriz en su abdomen. Ya cansada, la lombriz reflexionó que esta aventura no era nada divertida, había muchos riesgos para ella.

En ese momento, la lombriz decidió volver a donde estaban sus amigas, donde estaba su alimento y donde podía continuar con su vida. Pero justo cuando llegaba a ello, un ave le vió y la atrapó, la hizo volar altísimo, sintió la velocidad, el viento y sintió el descontrol de la situación más tiempo de lo que había experimentado. En eso, la escurridiza lombriz se deslizó del pico del ave y ésta, al sentir que perdía su alimento, la presionó. Una mitad de la lombriz entró por la garganta del ave, y la otra cayó desde las alturas.

Para su fortuna, la parte donde estaba su cabeza fue la que sobrevivió. 

Con su cuerpo destruido, pero con sus ideas claras, la lombriz logró excavar la tierra, esconderse debajo del suelo y, en unos días, volvió a crecer parte de su cuerpo y todo volvió a su normalidad. Lo único que la afligía, día y noche, a pesar de haber sobrevivido, es que, entre todo lo vivido, ninguna de sus amigas le creería. Mucho menos, pensaba, le creerían que ella había podido volar.

Como parodia del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM), The Boys hace sus deberes mostrando una visión «adulta y madura» del género de superhéroe y pone en tela de juicio las consecuencias de mega corporaciones detrás de un poder absoluto e invencible. Tiene tiempo para hablar sobre la radicalización de personas hacia extremos conservadores a través de fake news, y casi todos los personajes en The Boys se desarrollan al recordar o pensar en sus padres.


Texto: Persy Cabrera
Ilustración: Prime Video

Las épocas en el entretenimiento o arte se caracterizan por tener contenido de un género o una temática a montones. En el cine, dominaron los westerns entre los 40 y los 60, o historias sobre la mafia que se lanzaron entre los 70 e inicios de los 90; actualmente, los superhéroes dominan las carteleras y plataformas de streaming, con Marvel al frente. Pero como contraparte al mainstream, en espíritu y tonode los súpers, se alza The Boys, que tras capas de ironía, sarcasmo, comentarios sociales y parodia muestra a sus protagonistas como un producto de la vida con y también sin sus padres. 

Esta es una adaptación televisiva que Amazon Prime Video produce del cómic escrito por Garth Ennis y dibujado por Darick Robertson, que presenta un mundo en el que los superhéroes salvan el día, pero también cometen atrocidades. Para encubrir estos desastres existe Vought, una mega corporación que, además de maquillar los errores, los convierte en celebridades y productos que generan millones en ganancias. 

Pero alguien tiene que detener los crímenes perpetrados por estos «héroes», y ahí entran en escena los autodenominados The Boys, que se encargan de «neutralizarlos». Todos los que pertenecen a este grupo perdieron o vieron lastimado a alguien cercano a manos de un súper, por lo que buscan venganza y también exponer a Vought ante millones de personas aunque esto los lleve a poner su vida en juego.

¿Qué pasaría si Supermanestuviera aislado del mundo y principalmente de figuras parentales? Homelander, un personaje en The Boys,es la respuesta. Es la cara de Vought, el «héroe» intachable, «el defensor de Estados Unidos». Homelander es interpretado por Anthony Starr, y es el personaje que acapara la atención del espectador y que inunda de terror a cualquiera que esté cerca suyo por la inestabilidad mental que lo abruma. Desde la primera temporada se presencia a este ser invencible palpar la fragilidad del ser humano; y, al ser invencible, salirse casi siempre con la suya.

Es un personaje con profundos vacíos emocionales, que desea figuras maternales o paternales que le brinden atención. Cada uno de sus caprichos y ansias por tener la atención del mundo puede terminar en una masacre sin precedentes, una masacre que la producción en The Boys no escatimaría en presentar en detalle, porque el gore en sus episodios es un punto ineludible al platicar sobre ella.

Si es la contraparte a Marvel, tiene que ser todo lo contrario a lo que esta muestra; si la casa del Capitán América es family-friendly, no tiene lenguaje soez o no muestra muertes de manera muy gráfica, entonces The Boys apunta ahí y se encarga de parodiar con todos los elementos necesarios. Esto despierta una emoción inusual, una que impresiona al espectador por ver lo frágil que es el ser humano y cómo sería ver a alguien explotar desde adentro, ser derretido o cortado por un rayo láser. También está el morbo detrás de Herogasm, una orgía que anualmente celebran los superhumanos de esta serie y que se presentó en uno de los episodios de la tercera temporada tras una «advertencia» al inicio del mismo.

Pero el gore o contenido sexual explícito no significan nada por sí mismos; interesa por eso, por puro morbo. Una conversación sobre esto da pie a risas y a la imaginación de tales locuras surrealistas, pero The Boys es más que eso, pues el terror de Homelanderimpregna cada segundo en el que está frente a la cámara. Es impredecible y peligroso, y no conviene darle a un Supermancon mommy y daddy issues razones para una rabieta. 

Sobre el ejercicio parental, esta serie tiene más ejemplos y sus consecuencias. 

The Boys le da importancia a los padres y a las madres. En la tercera temporada, estrenada este año, se desmontan todas las figuras: Butcher es así porque su padre era un alcohólico violento y también actúa de forma agresiva y violenta porque no conoce otra manera de solucionar los problemas del pasado que le atormentan; Annie es una buena heroína, pero de vez en cuando revive el trauma de ser controlada por su madre y cumplir las expectativas y sueños de ella, ser la cara bonita donde sea que estuviera; Marvin se aleja de su hija porque el pasado lo hace perder el control y esconde esa faceta a alguien que debería conocer todo lo que él es, lo bueno y lo malo.

Su lenguaje es irreverente y controvertido, pero lo que pronuncia es todo lo que puede significar familiar y lo más cercano que puede ser para el espectador promedio de una serie sobre gente que, por ejemplo, tira rayos eléctricos por las manos.

No es ni mucho menos perfecta o innovadora, juega con este tono y presentación punk y edgy para popularizar una lectura sobre los superhéroes que ya se había hecho con mucha anterioridad: Watchmen, de Alan Moore, ya planteaba estos espacios que estaban vacíos sobre narrativa de los héroes. Lo que agrega The Boys es esta realidad sobre las mega corporaciones y el control en todos los aspectos de la información para tapar cualquier incidente desafortunado para la empresa, una ironía agregada si se contextualiza que esta serie se encuentra en la plataforma de streaming de una de esas corporaciones multimillonarias.

Hace casi una década, Jeff Bezos, fundador de Amazon yde acuerdo a Forbes la segunda persona más rica del mundo con un patrimonio de miles de millones de dólares, compró The Washington Post, que junto a The New York Times representa uno de los periódicos históricos de Estados Unidos. Lo que puede considerarse conflicto de interés se ha hecho presente a lo largo de los años: por ejemplo, tras algunos tuits de Jeff Bezos burlándose de la Casa Blanca, el Washington Post publicó una columna de opinión que parece defender a Bezos de políticas tributarias que le afectarían. Pocos después, él mismo la compartió en su cuenta de Twitter. 

Un artículo de Columbia Journalism Review incluso señala que, a pesar de que Bezos parezca tener una postura desinteresada en lo que ocurra en las salas de redacción del Washington Post, la sensación es que lo que el periódico publica coincide con los tuits del multimillonario; como si «dejaran claro lo que él quiere escuchar». De repente The Boys no soloretrata cuestiones del hogar, sino que también ilustra esa parte de la estructura económica que aprovecha el propio dueño de la plataforma de streaming en la que se proyecta.

Y no se queda ahí en cuestiones políticas. Todd, un personaje secundario de la serie, es aprovechado para ejemplificar cómo podría funcionar el adoctrinamiento racista, conservador y nacionalista en Estados Unidos. En el marco de «proteger la nación», Homelander comienza a creer que los superhéroes no deben rendir cuentas a los seres humanos «comunes y corrientes», y esto comienza a derivar en su autodeificación; además, lanza discursos en televisión apegados al sentimiento de patriotismo, a la idea que todos los medios de comunicación mienten sobre lo que él ha hecho y que «todos son marionetas» listas para hacer lo que les digan. Y lo dice aunque él mismo ha aprovechado los medios de la corporación multimillonaria Vought, que le representa para encubrir sus fechorías. ¿Les recuerda a algún presidente reciente de una de las naciones más poderosas del mundo? Pues hay más. 

En el transcurso de los episodios, se evidencia como Todd se empieza a adueñar de este discurso y a visionar a Homelandercomo este protector de la patria y de la verdad, hasta llegar a un punto en el que valida la crueldad e inhumanidad de esta versión alternativa de Superman. 

Donald Trump no tenía fuerza sobrehumana, volaba o lanzaba rayos láser por los ojos como Homelander, pero también usaba los medios de comunicación para desinformar y mentir. Posterior a su derrota en las elecciones presidenciales pasadas en Estados Unidos, Trump dedicó el tiempo necesario a difundir bulos y datos falsos sobre los comicios, y la estrategia dio resultados. De acuerdo a un sondeo de la Universidad de Monmouth, después de sus discursos, un 77 % de sus partidarios pensaba que la victoria de Biden se debió a fraudes, a pesar de la existencia de pruebas que demostraran lo contrario.

The Boys es gore, ironía, sarcasmo y otra forma de ver los superhéroes, pero a su vez sabe mostrar al espectador personajes marcados por el ejercicio parental de sus tutores en más de una manera, pues cada uno dice algo distinto sobre el tema. Y es que, como muchos saben, esos problemas también pueden ser superados, y Hughie es el encargado de concretar esa idea: Hughie está tan ensimismado en sus ansias de poder y fuerza porque considera que su padre siempre fue un débil y un pusilánime, y —para su desgracia— le heredó este «mal». Pero al final de esta tercera temporada resignifica lo que es «fuerza» y entiende que su papá fue el que estuvo ahí junto a él inclusive cuando podría haber huido. Y es que The Boys cierra esta temporada hablándole ya no solo a los padres, sino también a los hijos.

En Honduras, miles de familias viven en zonas vulnerables a los embates del cambio climático y luego de que han pasado las emergencias por tormentas e inundaciones no tienen más opción que regresar al mismo lugar de donde salieron expulsados. Unas 5800 familias necesitan ser reubicadas en el Valle de Sula, según fuentes oficiales.


Texto: Allan Bu
Fotografía: Jorge Cabrera y Amílcar Izaguirre

Durante las tormentas tropicales Eta y Iota de noviembre de 2020, Marta Fúnez perdió su casa que estaba construida con láminas de zinc. Con ayuda de familiares, logró levantar otra modesta vivienda con paredes del mismo material; pero en septiembre de 2022, las aguas del Río Ulúa volvieron a dejarla sin hogar. Ahora afirma que regresará al mismo lugar en el que lo perdió todo y levantará en el mismo sitio una casa de nailon en la aldea Las Chumbas, en El Progreso, Yoro. No tiene otro lugar a donde ir. «Voy a regresar a ver qué puedo hacer», dijo Fúnez. 

Cuando nos acercamos, ella estaba meditando a solas en el patio de recreos de la escuela Pedro Pascual Amaya en El Progreso, que desde hace un mes sirve de albergue a unas 250 personas que fueron desplazadas de sus hogares por las inundaciones. 

Al igual que Marta, hay miles de familias que son amenazadas constantemente por inundaciones, deslaves o fallas geológicas en todo el país. 

La Fundación Cristosal, una organización dedicada a promover los derechos humanos en Centroamérica, ha registrado que entre enero y septiembre del 2022, en Honduras hubo 2,088 desplazados internos y de estos el 78 %, tuvieron que dejar sus hogares por las condiciones climáticas. Solo un 16 % lo hizo por la violencia y criminalidad.

Marta tiene 48 años y se ha dedicado a cortar madera para vender, así crió a sus cuatro hijos. Cargaba leña desde las montañas cercanas a su aldea para venderla a sus vecinas. También vendió ropa usada y siembra maíz. En las lluvias de septiembre del 2022, además de perder su casa, el agua le dañó dos manzanas de cultivo que tenía en sociedad con un amigo. «Yo no tengo otro lugar donde ir, pero si ofrecen otro lugar, ya puede ser un solar chiquitillo [pequeño], yo me voy y no vuelvo ahí [a su aldea]; uno regresa porque no tiene donde ir», dijo.

Estas vulnerabilidades que azotan a Marta y a miles de personas más en zonas como el Valle de Sula, norte de Honduras, o en colonias como la Guillén en Tegucigalpa, zona central o en la aldea La Reina en Protección, Santa Bárbara, occidente del país, aumentan las necesidades de vivienda, un renglón que ya está en una situación crítica.

Según un estudio realizado en el 2020 por Hábitat para la Humanidad, Honduras tiene una necesidad de 522 076 viviendas nuevas, mientras que 844,000 viviendas presentan necesidades urgentes de mejoramiento. Ese estudio, realizado antes de las tormentas Eta y Iota, reveló que el 11 % de las viviendas en el país no tienen acceso agua potable y que el 23 % tienen piso de tierra. 

Hábitat, organización dedicada a facilitar créditos blandos y facilidades a familias pobres para reparar o construir su vivienda, indica en su web que 10% de las viviendas en Honduras están en situación de hacinamiento que un 24.5%, no tiene una tenencia segura, es decir, aún no tienen un documento que respalde la propiedad. 

Octavio Pineda, ministro director del Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS), dijo a Contracorriente que desde el Gobierno se estima que ahora el país necesita 600,000 unidades habitacionales nuevas para cubrir el déficit histórico. El funcionario también estimó que para reubicar a las personas que viven en las zonas más vulnerables se necesitan unas 5,800 viviendas. «Hablamos de la zona más roja, el cordón prioritario», dijo.

El ministro contó que en alianza con la oenegé Cepudo, lograron construir ocho viviendas y reubicar a igual cantidad de familias en la Aldea Guaruma Dos en Villanueva, Cortés. «Hay que hablar con los Gobiernos locales para un tema de reubicación de estas personas que año a año viven la misma pesadilla. — ellos (los damnificados) dicen reparen el bordo— pero la solución no es reparar el bordo, porque si el río viene con fuerza no hay nada que lo pare», expuso.

Pineda mencionó que hay estándares internacionales que aconsejan no construir asentamientos humanos a una distancia mínima de 100 metros del cauce de los ríos, en otros casos la distancia puede ser hasta 500 metros. «En Baracoa [Puerto Cortés] me quedé impactado con la cantidad de inversión que hay en viviendas, que son caras, con detalles finos y se encuentran en los lechos del río o canales. Ahí por más que se repare el bordo y que haya dragado, el río siempre sobrepasa si llega a pico altos como Eta y Iota. No hay forma de detenerlo, siempre va a desbordar».

De acuerdo con las cifras oficiales, 9,315 viviendas fueron destruidas durante Eta y Iota; durante las lluvias del 2022, ya se han superado las 800 viviendas dañadas.

Denis Cabrera, gerente de planificación en Hábitat de Honduras, afirmó que las estimaciones indican que en Honduras anualmente se necesitan entre 30 y 50 mil viviendas nuevas, pero estas cifras están lejos de la realidad pues sumadas las construcciones que ofrecen las oenegés y el Estado, alcanzan entre 12 y 15 mil soluciones habitacionales que se construyen al año.

Añadió que, según las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE), hay 2,1 millones de hogares y de esos el 60% tiene problemas de vivienda. Este déficit se divide en cuantitativo que es cuando se necesita una vivienda nueva y cualitativo, cuando la necesidad es suplida de manera parcial, pero aún se necesita mejoramiento de la casa, hay ausencia de servicios básicos o problemas con la legalidad del terreno. 

Cabrera explicó que las construcciones en zonas vulnerables es una cuestión histórica que se viene arrastrando por la falta de políticas públicas que permitan un ordenamiento territorial. «En el Valle de Sula hay zonas que no son aptas para viviendas y por la carencia o debilidad de políticas públicas y por la necesidad, la gente se establece en cualquier lugar», dijo. 

Agregó que algunas zonas pueden ser habitadas pero con un tipo de construcción muy distinto al que se hace habitualmente. Expuso como ejemplo, que las bananeras, que se ubicaron especialmente en La Lima, hicieron construcciones altas no por pintorescas si no porque hicieron los estudios que así lo recomendaban pero quienes después fueron poblando los territorios donde operaban las bananeras fueron modificando estas directrices de construcción. «Se cambió el uso del suelo y ahora la gente construye como quiere y ahí viene una problemática», dijo. 

En la colonia Policarpo Paz en El Progreso, hay 240 familias afectadas. Sus viviendas están inundadas. En el bordo que protege a dicha colonia del río Pelo, observamos a tres vecinos discutiendo sobre la mejor forma de sacar las aguas que permanecen estancadas y tienen anegadas sus viviendas. Piensan en tapar una compuerta dañada, que es una especie de desagüe para aguas estancadas. El problema es que en lugar de evacuar las aguas, por la compuerta dañada entra más agua desde el río Pelo. 

«Vamos a poner un nailon en la compuerta, por lo menos para que el agua que se está metiendo, ya no siga y así la que nosotros vamos a sacar que se pueda al otro lado», sugirió como solución Rony a Marta y otras personas que viven en esta comunidad.

Un hombre traslada lo poco de lo que logró salvar de su casa inundada luego del paso de la tormenta tropical Julia. Foto CC/ Jorge Cabrera.

Cinthia contó que llevaron maquinaria para reparar el bordo, pero a su criterio, los problemas de la Policarpo son varios y ninguno se resuelve levantando el bordo, aunque aseguró que esto también es importante. Ella dijo que muchos problemas se resuelven arreglando la compuerta antes mencionada. Además, sus vecinos han denunciado que las aguas negras de otras colonias terminan en sus calles y patios. Afirmaron que cuando las lluvias son torrenciales, la Policarpo recibe también un flujo de agua del centro de El Progreso y barrios aledaños. 

Rony agradeció que las lluvias pronosticadas por la llegada de la tormenta Julia al final no fueron copiosas, «Dios nos ama, el alcalde no», dijo y luego agregó que Alexander López, quien dirige por sexto período consecutivo la alcaldía progreseña «le ha dicho a la gente que a él no le importa esta colonia […] supuestamente esas son las palabras del alcalde, aquí en Eta y Iota nunca vimos a Alexander», recordó. 

En esa junta improvisada de vecinos tienen disponible una bomba para retirar agua, pero no tienen combustible. Los pobladores de la Policarpo discuten sobre cómo reunir dinero para echar a andar su plan. 

Mientras caminábamos por una de las pocas calles que lo permiten, una señora de unos 60 años se acercó a Rony y le entregó 40 lempiras ( aprox.1.6 dólares). Es una colaboración para comprar el combustible. «Ya no queremos que nos vengan a estar embarrando la cara de caca [decir mentiras], yo por eso digo que tenemos alcalde en El Progreso pero aquí no lo conocemos, al hombre no le importa nada», sostuvo Rony. A su lado pasó una joven descalza con una bolsa de azúcar, quien segundos después entró en una calle llena de agua. En esa misma calle un niño jugaba en los charcos.

«Estuvimos 40 días en el agua y nadie vino ayudarnos», recordó Cinthia frente a una escuela inundada, «este año, estuvimos 40 días inundados, después solo estuvimos tres días sin agua y ahora estamos otra vez inundados. Es que aquí las aguas del río Pelo pueden bajar, pero también nos afecta las aguas negras de otras colonias, por eso estamos llenos, el alcantarillado no sirve». 

No es la primera vez que los vecinos de la Policarpo unen esfuerzos para mejorar las condiciones de su colonia. Una semana antes, los vecinos consiguieron dos bombas para retirar el agua estancada. «Ese día vinieron de la Municipalidad, le tomaron fotos a las bombas que la comunidad había conseguido y se van a jactar allá de lo que están haciendo bien», dijo un vecino. 

En la Policarpo se escuchan rumores sobre la intención de reubicarlos. «Ahí dicen que querían comprar toda esta colonia para perderla, pero parece que el presupuesto no les alcanza y es obvio que aquí nadie les va a regalar», nos dijo Rony, quien aclaró que solo es un rumor y no hay ninguna propuesta oficial. 

Rony, aclaró que no tiene casa en la colonia, pero que si su padre quisiera vender la vivienda, valorada modestamente en unos 300 mil lempiras (unos 12,090 dólares), no le van a ofrecer ese valor, «le van a querer dar unos 100 mil pesos y con eso no se compra nada». 

Cinthia no planea irse, esboza una sonrisa y se le olvida por unos segundos su casa inundada, “«aquí es bello usted. Tenemos acceso al centro, en cinco minutos estamos ahí, vamos a comprar y regresamos. Cuando pasan estas cosas pues son de la naturaleza y no pedimos que arreglen las casas si no que arreglen esas compuertas», dijo. 

Le consultamos si recuerda a algunos de sus vecinos – quienes se han convertido en desplazados internos por las inundaciones – y tardó muy poco en responder que quienes se han ido es porque se van como indocumentados a Estados Unidos. «Uno cuando está lleno [inundado] dice “Me voy ir a la p […] de aquí” pero cuando está seco nos gusta», contestó.

Mientras caminaban por la calle, Rony y Cinthia iban hablando con varios vecinos, conversaban sobre más lluvias y de repente se escuchó una voz diciendo: «ya me voy a ir a la p […]» Fue un hombre gritando desde el interior de una casa, Cinthia se ríe antes de soltar la siguiente frase, «así dicen, pero al final nadie se va».

Sin fuerza para iniciar

En la aldea La Unión, del sector conocido como los bajos de Choloma, municipio de Cortés, hay una especie de campamento preventivo. Una docena de covachas levantadas con palos de madera y nailon se alzan en una pequeña colina. Los habitantes de la Unión, Banderas y El Higueros en los bajos de Choloma aseguran que es una zona segura frente a los desbordamientos del río Chamelecón. En una de esas improvisadas chozas se encontraba don Pablo Álvarez (65), quien tuvo que salir de su casa ubicada en la aldea El Higuero debido a la alerta de inundaciones girada por la Comisión de Permanente de Contingencias (Copeco) y, aunque al final no pasó nada, muchos dejaron sus casas.

Don Pablo salió de su casa por prevención y tuvo que quedarse en el improvisado campamento porque en el solar de su casa tiene gallinas y al irse a un albergue no podría llevarlas. «Tendría que dejarlas botadas», murmuró. Varias aves caminaban o buscaban insectos a pocos metros del lugar donde conversábamos. 

Durante los huracanes Eta y Iota, las aguas del Chamelecón dañaron el viejo vehículo Pick Up marca Nissan de don Pablo cuando éste intentaba salvar a sus gallinas. Para repararlo tuvo que invertir 15 000 lempiras. Tenía que hacerlo porque el carro es su herramienta de trabajo ya que se dedica al comercio de verduras. «Yo antes sembraba cuatro manzanas de milpa [cultivo de maíz], sacaba 70 u 80 cargas de maíz, no paraba de trabajar porque tenía cinco hijos», recordó y luego, mientras nos señalaba el carrito nos dijo «esto es todo lo que tengo: mi familia, el carrito y la casa, es lo que he logrado en 40 años de trabajo». 

A los 65 años, don Pablo no contempla otra posibilidad más que seguir viviendo en El Higuero, donde todos lo conocen y él conoce a todos. Además, ha perdido la fuerza necesaria para trabajar y comenzar de nuevo, «imagínese andar así», se cuestionó sin terminar la frase. Se imagina que en otro lugar la gente lo verá raro y en su aldea vive desde hace 45 años, «aquí me llevó con la Policía, tengo bastantes amigos y en otra parte la cosa es diferente».

Rodolfo Flores, dentista de profesión, observa el interior de su casa que quedó inundada luego del paso de la tormenta tropical Julia en La Lima, Cortés. Foto CC/Jorge Cabrera.

Lo dijo explícitamente, don Pablo aseguró que ya no tiene la fuerza para comenzar otra vez, «para irme a otro lugar y sin fuerza para trabajar. Estoy haciendo una casa cerca de la mía, pero estoy pagando porque mi hija me manda el pisto, ahora ya no puedo pero yo trabajé duro». Su hija es una migrante indocumentada en los Estados Unidos. 

Don Pablo agregó que muchos de sus vecinos y amigos amenazan con dejar su aldea cuando hay inundaciones, pero que no lo hacen. «Cuando está inundado ahí están diciendo que se van, pero cuando ya pasa la llena, ahí van de vuelta para su casa». 

En el bordo que protege la aldea Banderas del Chamelecón, muy cerca de donde hablamos con don Pablo, estaba Melvin Silva. Al igual que muchos de sus vecinos, él vigilaba que las aguas del Chamelecón no estuviesen cerca de rebasar el bordo o romperlo. En los bajos de Choloma no ha habido inundación, pero los habitantes de este sector han perdido muchas parcelas de maíz, ayote, frijol y otros cultivos. «Esa milpa ya estaba lista para cosechar», afirmó Silva, mientras señalaba una plantación de maíz que casi no se veía entre las lodosas aguas del Chamelecón. 

En ese sector, la mayoría de personas se dedica a la agricultura, ya sea labrando sus parcelas o trabajando para otros. Melvin, antes de Eta y Iota, cultivaba maíz, pero perdió casi tres manzanas que estaban listas para ser cosechadas y decidió no seguir arriesgándose. Ahora es jornalero. Mencionó que como no hay daños en las viviendas no han llegado representantes de los gobiernos local o nacional, «es que la gente dice “ustedes no están inundados” y es cierto, pero perdimos mucho. Yo estoy de acuerdo que la presidenta atienda a los que les tocó salir de la casa, pero después que se acuerde de nosotros», dijo.. 

Melvin se quejó de que en esta emergencia el nuevo alcalde, Gustavo Mejía, no los ha visitado y recordó el abandono que sufrieron por la administración de Leopoldo Crivelli durante las tormentas Eta y Iota. «No le miento, un carro con churros vencidos nos mandó ese hombre», sostuvo. Pese al desentendimiento estatal y la vulnerabilidad de su comunidad, Melvin aseguró que de Banderas nadie se va por esas razones. «Nunca he pensado irme de aquí ¿y para dónde me voy ir?, porque a uno tampoco le van a comprar lo que tiene aquí».

Honduras expuesta

Para hablar de los daños provocados por las lluvias que Honduras recibió entre septiembre y octubre del 2022, el ministro del Fhis, Octavio Pineda, afirmó que hay que hacer retrospectiva pues el nuevo gobierno recibió una infraestructura con gravísimos daños. Declaró que la red vial de alrededor de 9,000 kilómetros, tiene un deterioro aproximado del 70 %. Sobre las escuelas, dijo que hay 17, 528 en el país y que de esas 14, 424 están en mal estado.

«Ya sabíamos que un invierno medianamente fuerte iba a repercutir en departamentos como Santa Bárbara. Ahí la red vial está destruida, tiene un 80 % de afectación. He visitado 17 departamentos de los 18 y los más afectados en su red vial son Santa Bárbara, Yoro, Lempira y Copán», dijo el funcionario. 

En el Valle de Sula lo grave es el estado de los bordos. Pineda apuntó que hay unos 800 kilómetros de bordos y canales de alivio, pero que de esos, al menos 500 estaban en mal estado al asumir la presidencia Xiomara Castro. Por ahora solo han sido intervenidos unos 150 kilómetros por parte del Fhis y otros 60 kilómetros han estado a cargo de la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT). «Entre ambos no hemos cubierto ni el 50% de la afectación», reconoció el funcionario.

Pineda manifestó que en el Gobierno ya existe un plan de infraestructura para la prevención de las inundaciones, especialmente en las zonas más vulnerables. «Los valores son muy altos, ya entregamos un plan de acción integral para la protección del Valle de Sula. Ahí se plantean intervenciones a corto, mediano y largo plazo», agregó Octavio Pineda.

Misael López, un campesino de la aldea el socorro en el progreso, Yoro muestra sus cultivos de yuca dañados por las inundaciones que dejo la tormenta tropical Julia. Foto CC/Jorge Cabrera.

Pineda también dijo que, de acuerdo a las estimaciones realizadas solamente para realizar obras urgentes en los bordos, se necesitan 532 millones de lempiras, pero a mediano plazo se necesita invertir otros 2,000 millones de lempiras para fortalecer estas estructuras. Se plantea hacer un dragado en los ríos Chamelecón, Ulúa y Humuya con un costo aproximado de 1,200 millones de lempiras. 

Por último, como una medida a largo plazo, en el ministro del Fhis mencionó la construcción de tres represas: El Tablón ($250 millones), Los Llanitos ($535 millones) y Jicatuyo ($560 millones). Adelantó que para realizar todo el plan de protección al Valle de Sula en bordos, dragado y las tres represas se necesitan 34, 000 millones de lempiras (aproximadamente 1400 millones de dólares) para bordos, dragado y la construcción de las tres represas, «Empezamos con los bordos y el siguiente año [2023] se va a hablar mucho del tema de dragado», dijo.

«Si hablamos de cuál será la obra insigne para la presidenta Xiomara, pues será El Tablón, Jicatuyo y Llanitos, requieren entre 7 y 9 años el tiempo de construcción, pero el Tablón su ejecución es de cuatro años. Ya se tomó la decisión que será de usos múltiples o sea que tendrá como objetivos el control de inundación, sistema de riego y generación de energía», manifestó Pineda. 

Pineda también dijo que en gobiernos anteriores no se hicieron obras de mitigación ni obras resilientes y que en este momento el país es totalmente vulnerable. «Prácticamente el 65% del país es vulnerable. Mire en Tegucigalpa unas 350 mil personas están en barrios y colonias con fallas activas, el Valle de Sula tiene problemas con las inundaciones, Santa Bárbara y Copán sufren con fallas geológicas, que se pueden activar con saturaciones y Lempira tiene una baja infraestructura vial […] Así podría mencionarle cada departamento. El 65% de todo este país está propenso a catástrofe con lluvias intensas de una semana a 14 días», agregó.

La Lima: «vulnerable y bonita»

El domingo 9 de octubre, el río Chamelecón rebasó los niveles de alerta, muchos limeños salieron de sus casas para protegerse de lo que se anunciaba como una nueva tragedia para La Lima, que fue enclave bananero en el norte de Honduras. Un día después, las aguas del río bajaron, pero muchos habitantes del pueblo se mantenían en alerta en las orillas del puente que une «Lima Nueva» con «Lima Vieja». Ahí estaba don Guillermo, un sexagenario que tiene 35 años de vivir en La Lima.

Andaba expectante, pero dijo que nunca ha tenido la intención de dejar su pueblo. «s que aquí es bonito, hombre. Tiene grandes ventajas, está a media hora de las dos ciudades más importantes de comercio. Sí, este pueblito es bien bonito. Hay buses para todo lado, por eso es que la gente mejor aguanta”. 

Hay una razón para decir lo anterior. Don Guillermo contó que él vive en una zona que no es tan afectada por las inundaciones y que tiene una terraza alta para salvaguardar sus posesiones. No obstante, afirmó que hay zonas muy bajas y que después de las tormentas Eta y Iota pasaron unos seis meses entre agua y lodo. «Pero yo nunca he tenido la idea de irme y en general aquí son muy pocas las personas que se han ido por la vulnerabilidad», dijo. 

Más adelante se encontraba una mujer que prefirió omitir su nombre, y conversó sin problemas tomándose con humor las inundaciones: «estos meses son cruciales. A mis conocidos les digo que La Lima es una ciudad mágica, pues en abril nosotros vamos a los ríos y estos meses, los ríos vienen a nosotros».

Tiene 40 años viviendo en La Lima y presume que nadie le va a venir a «hablar de llenas [aumento del cauce de los ríos], aquí el asunto es que cuando usted mira la cosa seria agarre sus cachivaches y salga porque no es broma. Uno se adapta donde vive y ya le entiende a esto, con tal de tener su familia seguro».

–¿Y usted nunca ha pensado en irse de aquí? 

– No, es que tenemos un barracón, ahí subimos las cosas, además mi madre tiene sus raíces aquí y sacarla es bien difícil. Mire, para Eta y Iota hasta que la amenazamos con echarle una patrulla de la Policía se salió de la casa.

Los niveles del río Chamelecón durante las tormentas pasadas hicieron que familias enteras del sector del mismo nombre buscan refugio en la zona alta y bajo el puente de la salida al sur de San Pedro Sula. Foto CC/ Amílcar Izaguirre

El ministro del Fhis, Octavio Pineda, sugirió que debe haber un plan nacional de ordenamiento territorial pues «si no, vamos a tener los mismos problemas y lo que se exponen aquí son vidas humanas. Mire las bananeras construían sobre polines con una altura no menos de 2.5 metros y se dejaron de hacer esas obras. La Lima está abajo del nivel del mar, se tiene que hablar de obras resilientes y los alcaldes deben obligar a construir de modo que pueda resistir las embestidas. Hay que cambiar la cultura», dijo.

Por otro lado, reconoció que la gente construye de acuerdo a la capacidad que tiene y ahí es donde deben entrar el Gobierno Central, las municipalidades y la comunidad para establecer lazos de ayuda. «Hay que iniciar un cambio de cultura que a 40 0 50 años se van a ver los frutos, aquí todos pensamos en función de cuatro años», reprochó. 

Dennis Cabrera, gerente de planificación en Hábitat de Honduras, afirmó que la situación de vivienda en Honduras no está organizado, pues hay diversas instituciones que tratan el tema. «Nunca hemos tenido un ministerio de vivienda; hay aprobada una ley de asentamiento, pero nunca se concretó el ministerio y las normativas que facilitan adquirir una vivienda adecuada se van disminuyendo y los pobres son los que más lo sufren». 

Resaltó que ya hay déficit histórico y que cada año va aumentando por diversas razones: «No hay políticas públicas, lo caro que es el acceso a vivienda y salarios precarios de la gente. Al no haber una relación congruente entre ingresos y necesidad de vivienda la gente va alimentando más los asentamientos irregulares porque la gente tiene que construir su hábitat», dijo. 

Cabrera concluyó que desde el Estado se debe impulsar alguna política pública que impulse el acceso a la tierra para que las personas no se vayan a asentamientos irregulares porque la precariedad daña la dignidad humana y en segundo lugar genera problemas al Estado. «No olvidemos que la vivienda es un derecho humano y el Estado es responsable de garantizar los derechos de las personas, y no es que va regalar viviendas masivas, pero sí debe procurar oportunidades para que todo hondureño tenga acceso a una vivienda adecuada».

Las oportunidades que menciona Denis Cabrera son lejanas para la familia de María Julia Hernández, residente de la colonia Martínez en La Lima, quien al preguntarle si podría moverse a otro lugar que no esté amenazado por las inundaciones, respondió «¿Y yo para donde voy agarrar?, si ni caminar puedo», nos dijo. Se encontraba sentada en una vieja silla al lado de la improvisada choza que construyeron sus hijos en el bulevar que une San Pedro Sula y El Progreso. Mencionó que hay algunos de sus vecinos que durante las lluvias buscan un lugar seguro, pero regresan cuando ya se calma todo y explicó que «hay algunos que no vuelven porque se van mojados, no se quedan en Honduras». 

Cuando escucharon que los niveles del Chamelecón sobrepasaron los niveles de alerta, salieron con unas pocas pertenencias. «Nos asustamos porque el río estaba topando al puente», dijo Susana, una de las nueras de María Julia. 

Para ellas, salir de La Lima es utópico, pues el valor de la casa no se lo van a pagar. «Si uno quiere vender, ni lo que ha gastado le quieren dar, aquí no compran casas. No sirve el barrio porque cada rato se inunda y la gente anda buscando un lugar seguro», sostuvo María julia que no ve otra solución más que la que han encontrado hasta ahora, «nos toca irnos a la casa y estar así, se vuelve a meter el agua, pues nos volvemos a salir».

Fotografía y Texto: Jorge Cabrera
apoyo en redacción: Celeste Maradiaga 

Una mujer grita desesperada, mientras empaca sus pocas pertenencias diciendo: «Mi casa es lo único que yo tenía, ¡ay Dios mío lindo, ayúdanos padre!». Ella y cuatro miembros más de su familia tuvieron que abandonar sus casas ayer por la tarde luego de que una nota atribuida a la pandilla Barrio 18 les advirtió que debían dejar su barrio. 

Al menos 15 familias que habitaban en el sector 2 de la colonia Villa Nueva, en Tegucigalpa, abandonaron sus viviendas de láminas de zinc y piso de tierra, tomaron sus pocos enseres y salieron sin saber qué rumbo tomar. «Ya son las dos de la tarde, no podemos seguir aquí, mi papá me llamó para que saliera de trabajar y viniera a sacar las cosas porque nos van a matar si no lo hacemos», dijo un habitante de la zona, que pidió anonimato. 

Una vecina que también pidió anonimato —el miedo es muy grande— informó que la pandilla Barrio 18 está en una batalla por el territorio. «Ya a la mayoría de los 13 (MS-13) los han matado. Aquí están peleando territorio para la venta de drogas prácticamente, porque todos los días se agarran a tiros», señaló.

Según los habitantes de esta colonia, la situación de violencia viene desde hace tiempo, pero ha sido hasta hoy que tomaron la determinación de dejar sus hogares por recomendación de otros familiares que temen por su integridad. Según el Servicio Estadístico Policial, Sepol, solo en el Distrito Central se han reportado 298 homicidios en los que va de 2022.

La Policía Nacional y la Policía Militar rodearon la zona mientras las familias salían cargando en sus espaldas lo poco que tenían, lo cual también causó temor y molestia entre los vecinos. «Siempre quisimos apoyo de los que nos gobernaron y ahora de la presidenta [Xiomara Castro]. Buscábamos un cambio, pero no se obtuvo, tengo que venir ayudar a mi hermano a salir porque luego puede ser tarde y lo encuentro muerto, y la policía con esto, en vez de ayudar, más riesgo nos causó, además que solo son show, a ninguno lo veo ayudando a las ancianas o a los niños», dijo otro habitante que ahora se ha desplazado.

Otra vecina de esta colonia dijo que llevaba muchos años viviendo en su comunidad y que no tiene dinero para moverse y buscar dónde vivir. «Ahorita solo pude sacar mis perritos y mis patos», expresó entre lágrimas y un anonimato forzado por el miedo.

Según el informe Desplazamiento Forzado Interno en Honduras del Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), en 2021 se registraron 917 quejas relacionadas con desplazamiento forzado, afectando a 2,529 personas.

El informe detalló que un 28.4 % de estas quejas están relacionadas con actos violentos perpetrados por maras y pandillas y el 56.1 % de los desplazamientos forzados a nivel nacional son causados por amenazas.

En julio de este año, una serie de asesinatos y amenazas ocasionó que una decena de familias abandonaran sus casas ubicadas en el sector Chamelecón de San Pedro Sula. La Policía sostiene que la causa de esto es la pelea por el control de territorios entre la MS-13 y la Pandilla Barrio 18. Sin embargo, también se han registrado eventos violentos fuera de Chamelecón que la Policía atribuye a la MS-13.

A la mañana siguiente, el sector 2 de la colonia Villanueva era ya un barrio fantasma, sin habitantes, rodeado de policías. Horas después se reportó la captura de ocho personas supuestamente vinculadas a la carta que hizo que las familias huyeran de sus hogares. Entre los capturados se reportó a tres menores de edad. En el reporte de la Policía Nacional presentado por el portavoz de la Secretaría de Seguridad, Miguel Martínez Madrid, se informó que en una «casa loca» de la pandilla Barrio 18 se encontraron chalecos antibalas, antenas, cámaras de seguridad, armas, municiones y celulares. La pelea por el territorio entre las maras y pandillas no es nueva en los barrios de Tegucigalpa, las familias siempre han solicitado apoyo a las fuerzas de seguridad.

Como respuesta a esa demanda ciudadana, la Secretaría de Seguridad presenta videos muy bien producidos y editados con musicalización dramática como un intento para dar paz a los pobladores de Tegucigalpa y a familias como las de la colonia Villanueva que tuvieron que salir forzosamente de sus hogares.

Christian Nolasco portavoz de la Dirección Policial de Investigaciones, DPI, mencionó que esa institución estará presente las 24 horas del día en el sector de la colonia Villanueva por instrucciones del secretario de Estado en el despacho de Seguridad, Ramón Sabillón. Alrededor de 150 efectivos policiales ejecutaron operaciones de inteligencia y rastreo. Mientras tanto las familias no han regresado a sus hogares.

Del 14 al 16 de Octubre se celebró la segunda edición de la Feria del Libro de San Pedro Sula, que reunió a 8 librerías, 58 autores y 16 editoriales en un espacio cultural que significa más que un ejercicio comercial al ofrecer al público talleres, conciertos, exposiciones de pintura y fotografía, y un acercamiento a los lectores con autores, editores y gestores culturales hondureños que se responsabilizan de sumar a más personas al universo de lectores del país.


Texto: Persy Cabrera
Fotografías: Amílcar Izaguirre

Giovanni Rodríguez, uno de los fundadores de la Feria del Libro de San Pedro Sula, definió en una entrevista para Contracorriente, esta actividad como «una necesidad para una ciudad como San Pedro Sula de un espacio de comunión entre autores, editores, librerías y lectores de todo el país». También dijo que, por el éxito del año pasado junto con la posibilidad de realizar esta segunda edición, espera que siga creciendo.

El escritor Javier Suazo, comentó que para la Editorial Casasola la Feria del Libro de San Pedro Sula es una oportunidad para las editoriales y autores independientes de exponer su catálogo literario y una vitrina que muestra la «gran variedad y cantidad de oferta que el ámbito editorial hondureño tiene para los lectores» y aseguró que el optimista panorama actual del libro en Honduras es porque «de ser un país que generalmente producía literatura costumbrista o de carácter realista-social, ha dado un giro, ha habido una mayor diversificación de los contenidos».

Feria del Libro de San Pedro Sula 2022 Editorial Casasola feria del libro
Javier Suazo comparte que, tras 10 años de existencia, la Editorial Casasola continúa siendo un puente entre la literatura centroamericana clásica y la contemporánea. FotoCC/ Amílcar Izaguirre

Respecto al impacto económico de la feria para las editoriales, Giovanni Rodríguez destacó que es importante porque estima que tres días en la feria «les permite vender lo que venderían en un año en las librerías», a su vez, dijo, esto evita que la producción de libros se detenga. En ese sentido, Otoniel Guevara, poeta y periodista salvadoreño y también editor del Proyecto Editorial La Chifurnia, destacó que es un momento importante para el desarrollo económico de las editoriales, pero también para exponer lo que hacen y —más importante aún— un «momento para compartir».

«En La Chifurnia, de diez personas que se detienen a ver los libros, compran dos, pero a los diez les leemos poemas, cuentos, les contamos la historia de los libros. Eso es importante, porque lo que vemos es el apoyo a la lectura, a crear un universo de lectores…» comparte Guevara. Salvador Madrid, de Editorial Efímera y organizador del Festival Internacional de Los Confines, se unió a este pensamiento y comentó que las ferias de libros son «espacios donde no solamente hay un flujo de recursos económicos, de emprendedurismo cultural —que es bastante escaso en el país—, sino que también permiten una cercanía con los autores y con la cultura, con la generación del pensamiento intelectual y sensible del país».

Madrid enfatizó que este evento es uno al que se puede asistir con o sin dinero, y que su existencia sigue representando el desentendimiento estatal hacia la creación de espacios culturales: «En lo que existe la vida institucional y democrática en este país, el Estado nunca ha asumido la responsabilidad con el tema de cultura, pero las personas sí y eso dice mucho de nuestros grandes impulsos y utopías como sociedad civil», sentenció.

La Feria del Libro de San Pedro Sula brinda sustanciales oportunidades a las editoriales independientes en una «pequeña industria del libro» —como Salvador Madrid la considera en este momento—,oportunidades que no deben eclipsar ni esconder las necesidades y amenazas que estas editoriales y otras más enfrentan.

Feria del Libro de San Pedro Sula 2022
Salvador Madrid, de la Editorial Efímera, destacó el trabajo de la Asociación de Editoriales de Honduras que aglutina a más de veinte casas editoriales hasta la fecha y agrega que están «desarrollando eventos en diferentes lugares del país; asistimos, llevamos los libros e invitamos también a los autores para que tengan ese contacto con los ciudadanos». FotoCC/ Amílcar Izaguirre.

Desde la Editorial Casasola, Javier Suazo mencionó que la principal amenaza para ellos es la invisibilidad, una que «sufre no solo el trabajo editorial, sino en sí el trabajo de cada autor hondureño». Suazo argumentó que «vivimos bajo la sombra de una neocolonización en la que quienes tienen acceso a comprar un libro o tener afición por la literatura están demasiado atentos a lo que se produce fuera —sobre todo en editoriales norteamericanas o españolas— y pasan de largo en un soberano desconocimiento o interés por lo que se produce en Honduras», de acuerdo a Suazo, esto trae como consecuencia la población considere que en el país no se produce literatura o que no vale la pena la existente.

Por parte del Proyecto Editorial La Chifurnia, Otoniel Guevara pone en manos de las entidades gubernamentales el apoyo a las casas editoriales a través de leyes; y guarda esperanza en el enfoque del nuevo Gobierno de la presidenta Xiomara Castro: «Viendo el perfil de este Gobierno, que es Morazánico, es precisamente la oportunidad para promover la literatura centroamericana», agregó el poeta salvadoreño.

Hasta ahora, los espacios de cultura y contracultura, como la Feria del Libro o el Festival de los Confines, corren bajo la responsabilidad de ciudadanos que se sienten comprometidos con la divulgación cultural. Y el acercamiento al Estado «no es con las esperanzas de que nos ayuden o que nos salven, sino porque el discurso de cultura de este Gobierno es uno afín a lo que las editoriales independientes, a lo que los autores queremos», explicó Salvador Madrid. Seguidamente enlistó algunas necesidades, no solo de las editoriales, pero del pueblo hondureño: «Queremos que se desarrolle infraestructura cultural, que se fortalezca la Secretaría de Cultura, que se recupere la red de bibliotecas del país, que era extraordinaria y que los últimos años de narcogobierno la borraron, la eliminaron totalmente».

De acuerdo a Madrid, el actual Gobierno ha ejecutado en estos últimos seis meses más acciones positivas para la cultura en el país que en los doce años anteriores, pero también considera que aún hay cosas que se pueden mejorar en pro de las letras hondureñas. Para la Feria del Libro de San Pedro Sula, Salvador estima importante el apoyo que la Alcaldía Municipal proporcionó en esta segunda edición, pero recordó que se «necesita que sea vista por las universidades, esta feria se va a convertir en un espacio cultural centroamericano, aquí van a desfilar los autores de la región y tiene el nombre de la ciudad, eso es muy importante».

Feria del Libro de San Pedro Sula 2022
La Feria del Libro de San Pedro Sula contó con la exposición de fotografía «Mi cultura Afrohondureña» a cargo del Centro Cultural Sampedrano, también con talleres de dibujo y caricatura, impartidos por Javier Tinoko y Luis Barahona, respectivamente. FotoCC/ Amílcar Izaguirre

En su segunda edición, la Feria del Libro de San Pedro Sula se volvió a destacar como un espacio cultural que va más allá de vender, y que tiene como principal foco reunir al lector con los autores y editores que están creando los espacios de promoción de la literatura hondureña y centroamericana. En el transcurso de tres días, se celebraron los libros y también se escuchó la marimba, se dieron conversatorios, se presentaron más obras literarias e incluso se impartieron talleres de dibujo, caricatura y dramaturgia. Fue un espacio para el libro, sí, pero también para conocer a las personas que los hacen posibles y uno en el que nuevamente se demostró que hay cabida para cualquiera que quiera aportar desde su talento a promover este espacio para el fortalecimiento de la cultura hondureña y centroamericana.

El 29 de septiembre, el Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP) certificó que Casa Presidencial tenía el 100% de cumplimiento en la divulgación de información en los portales de transparencia. Sin embargo, varios de los apartados en esos portales siguen siendo ambiguos incluyendo la descripción de gastos mensuales efectuados en esa dependencia y la descripción de personas contratadas y acuerdos del personal permanente. Uno de los cargos que queda en el anonimato es el mejor pagado de Casa Presidencial: el «enlace en asuntos sociales de la presidencia de la República».

 

Texto: Fernando Silva
Fotografía: Jorge Cabrera
Con colaboración de: Vienna Herrera

A partir de julio de 2022, sólo un funcionario en Casa Presidencial cobró un salario neto mayor que el de la presidenta Xiomara Castro. Fue el funcionario nombrado como «enlace en asuntos sociales de la presidencia de la República» cuya identidad es desconocida ya que no se encuentra en el portal de transparencia y no hay información pública al respecto.

Según las publicaciones realizadas en el portal de transparencia, este funcionario entró en junio en la planilla de Casa Presidencial con un salario bruto (total sin deducciones) de 109,000 lempiras mensuales, el mismo que tienen asignado nueve funcionarios de alto nivel en esa dependencia.

Desde ese momento hasta septiembre – que fue cuando se publicó la última planilla de remuneraciones en Casa Presidencial – al «enlace en asuntos sociales» se le aplicaron una serie de deducciones no especificadas, primero entre julio y agosto de 9,685.17 lempiras, cobrando finalmente un salario neto de 99,314.83 lempiras; y luego en septiembre de 9,934.67 lempiras dejándole un neto de 99,065.33 lempiras.

La presidenta de Honduras tiene un salario bruto de 137,800 lempiras y hasta junio le hacían deducciones no especificadas por 31,122.41 lempiras quedando su salario neto en 106,677.59 lempiras. Sin embargo, desde julio, un mes después de que ingresó a las planillas el «enlace en asuntos sociales», las deducciones de la presidenta aumentaron y su salario neto se redujo a 98,112.19 lempiras. Según la información parcial publicada por la oficina de acceso a la información pública, desde ese momento el funcionario que recibe el salario neto más alto en Casa Presidencial no es la presidenta sino el «enlace en asuntos sociales».

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El asesor presidencial y esposo de la presidenta Xiomara Castro participa de la celebración del aniversario del golpe de Estado. Foto CC/Jorge Cabrera

Este funcionario no fue nombrado públicamente y fuentes del gobierno consultadas por Contracorriente argumentan desconocer su identidad. El exfiscal general Edmundo Orellana, titular de la Secretaría de Transparencia y Lucha contra la Corrupción, aseguró a este medio que los nombres y salarios del personal que labora en las secretarías debería ser público para que los entes fiscalizadores y la ciudadanía puedan identificar irregularidades.

¿Quién es el «enlace en asuntos sociales de la presidencia»?

Según el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP) el salario mínimo promedio de los hondureños y hondureñas es de 10,400 lempiras, un ingreso que es superado hasta 10 veces por los cinco funcionarios mejor pagados en Casa Presidencial, quienes tienen un salario neto entre 99,315 y 77,934 lempiras. A pesar de esto, en la información que debe publicar  de oficio la Oficina de Acceso a la Información de Casa Presidencial, no aparecen los nombres de los funcionarios ni se identifica si sirven al Estado bajo un contrato por servicios o un acuerdo.

Sin embargo, los nombramientos públicos realizados por las autoridades y los documentos firmados por el personal administrativo de Presidencia permiten identificar a casi todos los funcionarios con los mejores sueldos en la casa de gobierno, con excepción del ya mencionado «enlace en asuntos sociales de la presidencia de la República».

Contracorriente revisó los documentos de la página de transparencia de Casa Presidencial y no fue posible encontrar la información de la identidad del «enlace». Por esa razón, se consultó sobre el contacto de dicho funcionario al doctor Marco Rosa, asistente del expresidente y actual asesor presidencial Manuel Zelaya, pero la respuesta fue que ese puesto dependía de la Secretaría de Desarrollo Social, Sedesol. En ese sentido, fuentes oficiales de Sedesol aseguraron a este periódico que dicho puesto no pertenecía a su dependencia, sino que este funcionario era el ingeniero Warren Ochoa, acreditado según redes sociales y publicaciones del gobierno como el director de política social de la presidencia, cargo que no se encuentra en la planilla publicada por Casa Presidencial.

Finalmente consultamos a Ochoa quien no respondió a nuestras solicitudes de entrevista.

En el gobierno de la presidenta Castro hay una serie de actores políticos que han sido anunciados como asesores presidenciales para diversos temas, entre ellos, el expresidente Manuel Zelaya y el exministro de la presidencia Enrique Flores Lanza, quien estuvo acusado por actos de corrupción y regresó al país en marzo de este año gracias a la aprobación de un polémico decreto de amnistía que favorece a presos y perseguidos políticos, incluyendo a ex funcionarios del gobierno interrumpido por  el golpe de Estado de 2009.

Otro de los funcionarios que deberían aparecer en la planilla de Casa Presidencial es el secretario privado de la presidencia e hijo de la presidenta, Hector Zelaya, que en abril anunció que le había solicitado a la presidenta Xiomara no tener rango de secretario de Estado para no tener salario, solicitud que nunca fue oficialmente confirmada. 

Debido a la opacidad de la información publicada en los portales de transparencia, es imposible saber si estos asesores están recibiendo un salario o no y qué funciones tienen asignadas en el aparato Estatal. 

El 28 de junio, Enrique Flores Lanza confirmó a medios nacionales que había sido nombrado asesor en Casa de Gobierno. Desde ese momento se le ha visto en reuniones del Consejo de Ministros y liderando actividades en el marco del nacimiento del general Francisco Morazán y la conmemoración del Golpe de Estado..

Por otro lado, el expresidente Zelaya ha participado en reuniones con actores políticos y sociales en Casa Presidencial, incluyendo reuniones de la bancada de Libre en el Congreso, además de otorgar contratos de empleo estatal para miembros de colectivos de Libre en el Distrito Central y de poner en marcha el programa Nuestras Raíces, el cuál pretende beneficiar a los pueblos indígenas del país y es coordinado por Sedesol.

A pesar de las actividades y la exposición pública de estos funcionarios, el pasado 20 de junio la Unidad Administrativa de Casa Presidencial respondió una solicitud de información realizada por Contracorriente y aseguró que no se habían nombrado asesores presidenciales en el gobierno. Una nota de Contracorriente reportó en ese momento que los asesores del gobierno de Juan Orlando Hernández sí recibían un salario por sus labores.

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El asesor presidencial y esposo de la presidenta Xiomara Castro participa de la celebración del aniversario del golpe de Estado. Foto CC/Jorge Cabrera

Sobre la información que debe publicarse en los portales de transparencia de las instituciones y dependencias de gobierno, el abogado Edmundo Orellana, titular de la Secretaría de Transparencia y Lucha contra la Corrupción, aseguró a Contracorriente que hay una serie de datos que son los necesarios para que se realicen procesos realmente transparentes.

«En primer lugar que todos los procesos de decisión se hagan de acuerdo con las normas predeterminadas, sin excluir ninguna, y que los procesos de ejecución de presupuesto igualmente sean expuestos al público porque es dinero de todos y no puede estar ninguno escondido, todo debe saberse: el qué se compra, por qué se compra, en qué se compra y qué beneficios se tuvo; eso debe estar expuesto claramente en cada actividad presupuestaria», aseguró Orellana.

Lo descrito por Orellana es llevado a la práctica en la Secretaría de Transparencia, detallando en los apartados de presupuesto mensual y liquidación presupuestaria cada uno de los egresos por grupo y objeto del gasto y en el apartado de contrataciones se detalla el recurso humano que labora en la institución.

En el caso de Casa de Gobierno, los apartados que incluyen la información de presupuesto y liquidación no detallan los egresos por grupo y objeto de gasto como sugiere el ministro Orellana.

Sobre la publicación de los nombres de los funcionarios que trabajan en cada institución, Orellana aseguró que deben ser públicos con el objetivo de detectar irregularidades en las contrataciones del personal.

«Se debe publicar el salario y quién está contratado y eso es lo importante para que ustedes detecten si se están haciendo mal las cosas o se están haciendo bien porque, por ejemplo, si un oficial jurídico gana 20 mil lempiras y otro oficial jurídico en la misma institución gana 60 mil lempiras es una disfunción terrible. Lo que estamos procurando es que se expongan las cosas al público y que aquello que no detectemos nosotros lo detecte el público y lo denuncie. Con esa información es donde usted ve si Edmundo Orellana, además de estar en transparencia, también “trabaja” en el ministerio de salud, seguridad, educación; ahí hay una irregularidad y usted la denuncia, eso es lo que nos interesa», apuntó el funcionario.

Además, Orellana aseguró que la institución que no publica esta información está cometiendo un error y el IAIP tiene que sancionar.

En el caso de la Secretaría de Transparencia, el sustento legal que utilizan para garantizar la divulgación de la información completa sobre la remuneración y contratación de empleados en esa institución está basado en lo instruido por el IAIP en el acuerdo SE-047-2021 y en la circular SPC-001-2021.

A pesar de la falta de alguna información detallada en el portal, el informe de verificación emitido por el IAIP certificó a Casa Presidencial con el 100% de transparencia. Lucy Hernández, oficial de acceso a la información de Casa Presidencial, en la entrega de los certificados aseguró que «es un mandato de la presidenta que desde Casa se genere transparencia, la transparencia genera confianza, es un pilar contra la corrupción en el que nuestro pueblo estaba sumido, así damos el ejemplo, y a las demás instituciones obligadas las invitamos a cumplir con todo lo que se pide en los lineamientos».

Además de que la información publicada no permite conocer quién es el funcionario mejor pagado de Casa Presidencial, la disposición presupuestaria que permite que el salario del «enlace en asuntos sociales» sea mayor que el de la titular del ejecutivo, sería contraria a lo estipulado en el artículo 65 de la Ley de Fortalecimiento Ingresos Equidad Social y Racionalización del Gasto Público donde se establece un techo máximo salarial de 100,000 lempiras para secretarios de estado, directores y otro personal que ejerza funciones de dirección o administración, además que estipula que ningún salario puede ser superior al del presidente de la República.

Sobre la falta de cumplimiento en la divulgación de información y la violación a las normas que regulan el acceso a la información pública, el ministro Edmundo Orellana aseguró que la Secretaría de Transparencia y Lucha contra la Corrupción ha estado trabajando para elaborar una estrategia de la transparencia, rendición de cuentas, control interno y lucha contra la corrupción. Este documento, dijo Orellana, ya se encuentra en manos de la presidenta en espera de ser aprobado para que esta dependencia pueda contar con un mayor campo de acción.

«Mientras tanto estamos pidiendo reportes, procesos administrativos y tenemos el control interno que significa que estamos vigilantes de las auditorías internas. Con los reportes podemos generar directrices a toda la administración pública para que rectifiquen, cambien, sustituyan procesos y procedimientos», aseguró Orellana.

El ministro Orellana dijo a Contracorriente que no conoce la identidad del «enlace en asuntos sociales de la presidencia»; sin embargo, enfatizó en que era una información que debería conocerse y debería también denunciarse su omisión en los portales de transparencia.

«Diga que habló conmigo, y que yo dije que debían de denunciar», remarcó Orellana.

Los periodistas de Casa Presidencial

La información publicada por la oficina de acceso a la información de Casa Presidencial evidencia la inclusión de al menos 37 periodistas y profesionales de la comunicación en las planillas de Casa Presidencial. Sin embargo, las omisiones en la publicación de esa  información impide conocer sus atribuciones y las dependencias a las que están asignados.

También se encuentran coordinadores culturales y artísticos, asistentes de imagen y diseñadores gráficos con salarios que parten de los 70 mil lempiras mensuales. Ninguno de estos puestos se encuentra identificado en los portales de transparencia por nombre y modalidad de contrato.

Milton Benítez, ministro asesor en comunicaciones en Presidencial, aseguró en una entrevista con Contracorriente que la contratación de periodistas en esta dependencia de gobierno sigue la lógica de «tener por primera vez televisión y radio estatal que funcionen bajo los intereses de la sociedad», y aseguró que la idea es contratar a periodistas que no se conviertan en burócratas pero que amplíen el entorno de las comunicaciones del Estado. El sociólogo y ministro asesor, conocido públicamente por ser presentador de un programa en el que asegura realizar «periodismo de investigación», explicó – aunque aclaró que no se encuentra seguro – que los periodistas registrados en las planillas de Presidencial son parte de los canales oficiales de televisión y radio y del periódico Poder Popular.

«La visión como tal, es que [los periodistas] tengan un carácter independiente que no tenga que depender de ser una voz de resonancia del poder. El gobierno, así como paga a un médico y no le va a decir cómo va a operar, claro hay esa hipersensibilidad y esa gran manipulación mediática que cuando se le paga a un periodista tiene que operar la información de acuerdo con lo que dice el gobierno, existe esa sensibilidad del periodismo que es cuando los ladrones juzgan por su condición», apuntó Benítez.

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La presidenta Xiomara Castro participa en la inauguración de la policía comunitaria en Santa Bárbara. Foto CC/Jorge Cabrera

En el gobierno del expresidente Juan Orlando Hernández era conocido que periodistas eran pagados por diferentes instancias de gobierno para dirigir el discurso público en favor del aparato estatal. En ese sentido, en febrero de 2021, la Unidad Fiscal Especializada Contra Redes de Corrupción (UFERCO) presentó el caso de corrupción denominado «Hermes» en la que se creó una empresa de maletín, se desviaron fondos en beneficio de la campaña política del expresidente ahora extraditado en Estados Unidos por cargos relacionados con el narcotráfico en gran escala, y se promovió el discurso en favor del gobierno.

Los pagos a los periodistas, según lo dicho por el ministro asesor en comunicaciones, se estaría oficializando a través de la planilla presidencial, aunque aseguró que los periodistas que pague el gobierno ahora serán «independientes».

Texto: Julio Flores
Fotografía: Kojima Productions 

La industria de los videojuegos ha evolucionado de manera exponencial desde 1958 cuando William Higinbotham creó un juego en una computadora análoga parecido a tenis de mesa para mantener entretenidos a los miles de visitantes que llegaban de manera anual a un tour dentro de las instalaciones del Laboratorio Nacional de Brookhaven en Nueva York. 

Desde entonces, tuvimos a plomeros intentando salvar princesas, erizos desafiando las leyes de la física con su velocidad, marines peleando contra ejércitos provenientes del inferno en Marte y muchas experiencias más.

Hoy en día es normal ver videojuegos cuyas historias superan las que miramos en las producciones de Hollywood, por ejemplo, The Last Of Us, Mass Effect y Uncharted. Pero hay que reconocer que no siempre fue el caso, por décadas las narrativas eran bastante sencillas y a veces sin una estructura bien pensada.

En 1986, Hideo Kojima, un joven japonés de 23 años apasionado por el cine y la literatura, decidió entrar a Konami para poder diseñar videojuegos con la intención de poder contar buenas historias, pensando que así tendría una oportunidad para poder dirigir películas en el futuro.

Su primer trabajo fue como diseñador asistente en Penguin Adventure para la computadora MSX. Un juego de acción y plataformas que era dirigido para una audiencia más infantil, pero que aun así Kojima usó la oportunidad para innovar, dándole a los jugadores la posibilidad de tener dos desenlaces: uno bueno y uno malo, donde la princesa no puede ser salvada. Idea que usaría más adelante en su trabajo más icónico.

Al haber dejado una buena impresión, se le da el control del proyecto de un juego de acción, pero las limitaciones de la MSX no le permitían a Kojima reflejar su idea de un juego de acción, por lo que tuvo que tomar una decisión que, a la vez, crearía un subgénero dentro de los videojuegos: el del espionaje.

Debido a los pocos elementos que se podían presentar en pantalla a la misma vez, decidió tomar este camino, ya que no era necesario ver tantos disparos, explosiones y enemigos en pantalla. En 1987 saldría a la venta el famosísimo Metal Gear, dando inicio a una de las franquicias mejor recibidas por la crítica en la historia y que, más allá de sus innovaciones a la hora de jugar, también presentó una narrativa bastante compleja para su época; una en la que, por ejemplo, teníamos que detener un tanque con capacidades de lanzar armas nucleares.

Después del gran éxito que fue su primer proyecto como director, decidió tomar un nuevo riesgo al crear Snatcher, un título inspirado en el clásico de Ridley Scott de 1982, Blade Runner. Esta entrega de 1988 es una especie de novela gráfica en la que controlábamos los diálogos del protagonista y con nuestro mouse buscábamos elementos en la pantalla que nos podrían dar alguna pista de lo que teníamos que hacer o decir. Este es un género que se popularizó bastante durante esta época y en la década de los 90. Kojima, nuevamente, llevaba las narrativas de los videojuegos un escalón más arriba de lo que la audiencia estaba acostumbrada.

En 1990 lanzaría Metal Gear 2, manteniendo los elementos de su primera entrega, pero refinando todo aspecto posible y terminando, por el momento, la historia de Solid Snake, el protagonista de nuestra aventura. Kojima pasaría los siguientes cuatro años trabajando en una nueva novela interactiva en la forma de Policenauts

Una historia de ciencia ficción dura, Policenauts está ambientada a mediados del siglo XXI y sigue a Jonathan Ingram, un astronauta recién recuperado que flota en el espacio en criosueño después de que un accidente en una colonia espacial lo dejara a la deriva durante 24 años. Ahora, como detective en Los Ángeles, Ingram viaja de vuelta a la colonia para investigar el asesinato de su exmujer y la desaparición de su marido. Al comenzar su investigación, empieza a descubrir una red ilegal de tráfico de órganos.

Kojima se inspiró en programas de televisión de amigos estadounidenses, los debates sociales contemporáneos sobre el sentimiento antijaponés, el trasplante de órganos y el creciente interés de Japón por los viajes espaciales tras el primer viaje de un hombre de esa nación al espacio en 1990. Trató de explorar el concepto de cómo la vida en el espacio puede afectar a la sociedad y a la vida humana, social y fisiológicamente.

A sus 31 años el diseñador japonés ya había alcanzado la fama y el éxito en Japón y era momento de dar un paso hacia adelante para tratar de conquistar a las audiencias occidentales porque lastimosamente todas las entregas anteriormente mencionadas fueron exclusivas para el país nipón durante un largo tiempo.

Con el lanzamiento del primer PlayStation en 1994 y las increíbles posibilidades que ofrecían los populares CD, Kojima decidió retomar la franquicia de Metal Gear, lanzando en 1998 Metal Gear Solid y acaparando las miradas de todos los críticos y jugadores de esa época dejándoles boquiabiertos por su capacidad gráfica y los aspectos cinematográficos que esta entrega ofrecía.

Era la primera vez que un videojuego contaba una historia digna de los mejores guiones de Hollywood, escenas que nos dejaban atentos a cada pequeño detalle y actuación de doblaje de voz de primerísimo nivel. En el pasado se había usado imagen y voces de famosos en algunos videojuegos, pero con más pena que gloria. Esta vez, las actuaciones no tenían nada que envidiar a los mejores trabajos de televisión y cine.

Metal Gear Solid se convirtió en un fenómeno mundial y es considerado por muchos el mejor juego del primer PlayStation y uno de los mejores de la historia por todo lo que logró para la industria. Antes de este título, el gremio de actores de voz no consideraba los videojuegos como un arte, por eso para esta entrega solo dos actores tuvieron el valor para poner sus nombres de verdad en los créditos, mientras que los demás usaron seudónimos. A partir de este momento, como bien sabemos, dejó de ser el caso, y ahora actuar en juego puede llegar a ser un gran honor y bastante lucrativo.

Hideo Kojima utilizó elementos que luego se convertirían en prácticas comunes dentro de los videojuegos: como romper la cuarta pared, usar referencias a otras propiedades intelectuales del cine o televisión, tocar temas polémicos de conspiración, los peligros de las armas nucleares y la hipocresía de los poderes políticos ante distintas situaciones que podrían poner en riesgo el libre albedrío.

Desde entonces, Kojima dirigió 5 proyectos más de la saga Metal Gear Solid, innovando en cada una de ellas en aspectos gráficos, narrativos y jugabilidad. Temas como el control de la información, teorías conspirativas de la lucha económica y de ideologías durante la guerra fría, y hasta un hipotético caso en que el principal eje de la economía mundial son las empresas militares privadas y la búsqueda incesante de las naciones por tener soldados perfectos sin dolor ni emociones.

Desafortunadamente, Kojima y Konami llegaron a una disputa que fue bastante pública y se robaba las portadas de muchos sitios web. Konami decidió despedir a Kojima después del lanzamiento de Metal Gear Solid 5: The Phantom Pain, un juego que fue un éxito total en ventas y críticas, pero que fue la gota de agua que rebalsó el vaso entre ambas partes.

Al parecer el proyecto estaba resultando muy ambicioso y costoso para Konami, a pesar de saber que recuperarían toda su inversión y que tendrían una enorme ganancia al final del día; pero esto refleja el estado actual de muchos gigantes de la industria, que cada día se interesan menos en ofrecer productos de calidad para tener ganancias mayores.

Para suerte de todos, Kojima no se rindió y logró que Sony Interactive Entertainment lo acogiera a él y a todo su equipo, Kojima Productions, para un nuevo proyecto que se materializó en 2019 en forma de Death Stranding. Un título que iba a seguir la tónica narrativa de los proyectos de Hideo y en la que participaron grandes nombres de Hollywood como Guillermo del Toro, Mads Mikkelsen, Norman Reedus, Margaret Qualley, Lea Seydoux, entre otros.

Aunque no fue un enorme éxito comercial como la saga Metal Gear, ya dejó una nueva huella en la industria con un sistema de juego nunca antes visto y una inédita narrativa que a más de alguno dejó pensativo por días. Se confirmó que Kojima Productions está trabajando en un nuevo proyecto que, aunque nadie sabe por hecho qué es, algunos miembros del elenco de Death Stranding afirman que es una secuela del título lanzado en 2019.

Kojima sentó las bases para que los videojuegos fueran considerados un arte; y, por lo tanto, de ahora en adelante, cuando un nuevo videojuego con una narrativa espectacular sea lanzado al mercado, hay que entender que, posiblemente, no hubiera pasado nunca de no ser por Hideo Kojima y su amor al arte.

El escritor, catedrático, y fundador y organizador del Festival de los Confines, Néstor Ulloa, compartió en Contracorriente parte de su vida en el camino poético y su viaje personal hasta escribir su más reciente poemario, Salir del Cuerpo (Efímera, 2021), uno que «…testimonia las dificultades que existen en el tránsito de la oscuridad hacia la luz» o que, en palabras más concretas, ahonda en la dificultad de pertenecer a la población LGBTIQ+ en un país como Honduras; pero aunque su título juega con la expresión «salir del clóset» y Néstor se alegra de quienes ven en él un componente político, prefiere que sea visto primordialmente como un discurso estético y como el libro de poesía que lo retrata tal y como es, y siempre ha sido. 

Texto: Persy Cabrera
Fotografías: Fernando Destephen

Néstor Ulloa nació en Ojos de Agua, Comayagua, en 1978. Y, además de ser «aprendiz de poeta», como prefiere llamarse, trabaja como docente de Español General en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) en Tegucigalpa, donde vive desde hace aproximadamente diez años. Su oficina —y todas las del Departamento de Letras— se encuentran en el J1, edificio en el que se imparten, en su mayoría, asignaturas para los futuros biólogos y microbiólogos de la nación. 

En medio de un corte de luz en todo el edificio J1 de la UNAH, Néstor respondió algunas de las preguntas para esta entrevista que brindó a Contracorriente. Días después, a plena luz del mediodía y en una cafetería de Tegucigalpa, Ulloa replicó a las preguntas complementarias que le hicimos. Las condiciones de esta conversación se asemejan a la descripción de su último poemario, un «tránsito de la oscuridad hacia la luz», según la escritora Helen Umaña. El «aprendiz de poeta» se dispuso a responder sobre lo que considera su «modo de forma y vida»: la poesía.

Fundador del Festival de los Confines, Néstor Ulloa

Néstor Ulloa considera que este es un momento muy productivo e importante para la poesía hondureña y comenta que «prueba de ello son los ganadores del premio de poesía de Los Confines, son jóvenes la mayoría de ellos, Iveth Vega, Josué Álvarez o Rommel Martínez, el premio es un termómetro que nos dice que se está escribiendo buena poesía en Honduras». FotoCC/ Fernando Destephen

Contracorriente (CC): ¿Para usted qué es la poesía?

Néstor Ulloa (NU): No es una moda y jamás lo será, la poesía siempre será un modo de vida porque para mí es la producción artística que me ha permitido evolucionar como ser humano y convertirme en lo que soy. Si la poesía no me hubiese encontrado, no me hubiese dado cabida y cobijo, creo que sería una persona totalmente diferente. 

Podría decir cualquier cliché sobre la poesía, que «es una forma bella de ver el mundo» y sí, es esas cosas, pero para mí es eso: una forma de vida. Yo hoy por hoy no concibo mi vida fuera de la poesía —por muy cliché que suene también. 

***

Este «modo y forma de vida» lo ha acompañado desde niño, en el pueblo de Ojos de Agua, Comayagua. Leer los periódicos aunque tuvieran noticias viejas, una madre que le leía cuentos antes de dormir o los inventaba con él y sus hermanos como protagonistas le dieron los empujes iniciales en el mundo de la poesía, eso y, además, un hecho trascendental: « (…) Cuando tenía unos diez u once años, más o menos, un primo de mi mamá, el escritor Julio César Anariba (1964-2015), que trabajaba en el Instituto Emiliani y estudiaba Letras, fundó un taller de poesía con alumnos de este instituto, pero también una contraparte con niños del pueblo… Ahí Julio nos enseñaba cómo construir y hacer una imagen, etcétera, nos prestaba libros e incluso trasladó su biblioteca al pueblo para que tuviéramos acceso a la lectura».

Néstor emigró de Ojos de Agua —al que se refiere siempre como «mi pijalío hermoso»— hacia Tegucigalpa en 1997 para averiguar sobre el proceso de admisión en la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM). En la capital, cuenta, la experiencia ha sido un ir y venir hasta que en 2012 se empezó a establecer de forma permanente por cuestiones laborales, específicamente su trabajo como docente en la UNAH.

«Mi mundo había llegado hasta Comayagua y Siguatepeque. Creo que de alguna u otra forma el destino o el cielo ponen las personas adecuadas, yo venía a la Pedagógica sin saber donde quedaba, pero en el mismo bus en el que venía estaban dos profesores que se trasladaban de Comayagua para la Pedagógica. Ellos me orientaron y toda la cosa», comenta sobre su primera llegada a Tegucigalpa.

Su formación educativa siempre ha estado relacionada con la docencia; en Comayagua estudió en la Escuela Normal Centroamérica para poder dar clases a nivel primario, luego en la UPNFM para impartir a nivel secundario, y, en el presente, lo hace a nivel universitario. 

La docencia funciona como un respaldo para su oficio como escritor. Escribir y publicar poesía a tiempo completo es algo que no está al alcance de todos los poetas. «Si uno tiene dinero es fácil publicar libros, uno prepara su libro, lo lleva a la imprenta y ya está. El problema es que los artistas en Honduras normalmente no vivimos del arte, no da para vivir, son contados con los dedos de una mano los que pueden hacerlo», comenta Ulloa, y, además, agrega que históricamente los autores hondureños se han visto obligados a escribir, corregir, editar, diagramar, publicar y vender sus libros por la inexistente industria del libro en el país.

Aún con todo esto que supone ser artista en Honduras, Ulloa tiene publicado como autor los poemarios Soldemedianoche (Bellota Cultural, 2003), Los espejos de Carlos (il miglior fabbro, 2006), Detrás de la Sed (Efímera, 2015), Toque de queda para la primavera y otras estaciones (Malpaso, 2018) y el último de sus poemarios, que surgió de un proceso catártico, la necesidad de contar su historia y para expresar que está «plenamente convencido que simple y sencillamente yo soy esa persona, que es la persona que siempre he sido», ese libro es Salir del cuerpo (Efímera, 2021).

Fundador del Festival de los Confines, Néstor Ulloa
Ulloa explica que las temáticas que más le inquietan para escribir son «los temas eternos, la muerte, el desamor, el amor —por supuesto—, la soledad. Luego los temas sociales por mi formación política e ideológica, me golpean fuerte, mucho y creo que siempre están presentes en mis libros». FotoCC/ Fernando Destephen

Helen Umaña, destacada investigadora de la literatura hondureña y autora del prólogo de Salir del cuerpo (Efímera, 2021), además de describirlo como ese tránsito de la oscuridad hacia la luz, lo describe como «un atravesar las sombras para conquistar el derecho a vivir con fidelidad hacia sí mismo». Esta es una colección de poemas homoeróticos que exploran la travesía de Néstor por contar su historia y expresar cómo se siente aceptándose en el amor, un libro del que recalca lo que para él es el arte y que si bien hay un discurso político en Salir del cuerpo, prefiere que sea una consecuencia de y no una etiqueta al presentarlo.

CC: ¿Por tratar la diversidad sexual es Salir del cuerpo una novedad en Honduras?

NU: Ante todo es un libro de poesía como cualquier otro. No debería de ser una novedad más que ser una nueva publicación. Recuerdo que Salva (Salvador Madrid), que es mi editor, una vez que mi libro ya estaba listo e impreso me dijo: «Estoy preocupado, o sea ¿qué tratamiento le vamos a dar al libro? Porque yo no quiero faltarte el respeto a vos y al libro». Yo le decía: «Pero es que no te preocupés, vamos a tratar el libro como lo que es, un libro de poesía».

Ni yo pretendo personalmente ni pretendo que el libro se convierta en una bandera política, no es eso, es un libro de poesía. ¿Que es una postura política o discurso político? Claro que sí lo es, pero en primera instancia es un libro de poesía, una obra de arte, es un discurso estético. Con esto yo no quiero faltarle el respeto a los que hacen el trabajo político, mis respetos para ellos y ellas.

Lo político será añadido después, como una consecuencia del texto. Cuando se anunciaron las presentaciones del libro fue «libro de poesía tal, autor tal», o sea, sin hacer referencia alguna porque tampoco queríamos alimentar el morbo a la gente de decir «aquí está el libro de un poeta que salió del clóset», no, porque no es esa la finalidad. 

Si el libro llega a manos de quién lo necesita en ese aspecto y se siente identificado, le ayuda, eso será hermoso; y ya han llegado algunos comentarios de ese tipo.

CC: ¿Cómo fue el viaje creativo y personal para escribir Salir del cuerpo (Efímera, 2021)?

NU: Fue una catarsis, no violenta, porque yo ya había pasado por ese proceso violento. Con los demonios un poco calmados comienzo a escribir el libro, eso no significa que escribirlo fuera fácil, porque a medida que se fue escribiendo —que no fue de un tirón, pero sí con esa linealidad que tiene— volvían a aflorar ciertas cosas que al final de cuentas hacían un poco difícil el texto, porque apelaban a los sentimientos, a la humanidad.

A pesar de que yo ya había tenido un proceso que duró años, me fui abriendo con pocas personas que estaban a mi alrededor, amigos sumamente cercanos, familia, pero saber para qué estaba escribiendo, los alcances que iba a tener, y eso complicaba más las cosas. Pero sí fue muy liberador.

CC: ¿Cuánto tiempo le llevó escribirlo?

NU: Fue un libro que pasó por distintas etapas de un proceso que duró unos 4 años más o menos. Antes de cumplir los cuarenta, yo comencé porque dije «a los cuarenta es tiempo suficiente para que yo haga esto». Yo cuento una anécdota, leí una novela en la que decía «a los cuarenta un hombre debería contar su historia o debería morir», y yo estaba próximo a llegar a esa edad y dije «así es, tiene que ser así». Fue un proceso entre mis 39 y 43 años.

***

¿Cuántas veces debe amanecer el día

para encontrar el camino que le lleve al mar?

¿Cuánto grito debe sofocar las piedras del camino

para no desnudar las dudas

que arrancan a los pasos del caminante?

¿Cuánta sombra debe esconder la noche

para que no brillen los deseos 

que trajinan por las rendijas?

Fragmento del poema «Confesión de parte»del poemario Salir del Cuerpo
(Efímera, 2021)

***

Así como Bob Dylan en Blowin in the wind recolectaba una serie de preguntas retóricas sobre problemáticas sociales y el mismo ser humano —que aún persisten— entre las que se puede mencionar: ¿Cuánto tiempo deben existir algunas personas hasta que se les permita ser libres?, también Ulloa se plantea sus propias cuestiones en Salir del Cuerpo (Efímera, 2021), y, a partir de ahí, surgen otras interrogantes sobre la situación de la comunidad LGBTIQ+ en Honduras y la necesidad del cambio de narrativa de la tolerancia por una de respeto cuando la población se encuentra con una persona que se sale de la heteronormativa a la que están acostumbrados.

CC: ¿Qué cree que falta para que se cambie la narrativa de «tolerancia» por una de respeto a las personas de la comunidad LGBTIQ+?

NU: El problema es la formación que recibimos y eso es en todos los aspectos, formación en la familia, escuela, universidad, porque estamos acostumbrados a etiquetar las personas y a valorarlas por esas etiquetas. En la medida en la que por fin entendamos que todos somos seres humanos, independientemente de cuánto dinero tengamos en el banco o con quien se acueste la gente, en esa medida iremos avanzando un poco más. Parece fácil, pero cuesta, a la gente le cuesta entender que no soy ni un ángel porque soy hombre y me acuesto con una mujer, pero tampoco un demonio porque soy un hombre y me acuesto con otro hombre.

No podemos negar que hay ciertos avances, que han costado sangre, muertes a otras personas que se han dedicado a hacer política para esto. Mi mayor miedo es que estos avances sean solo una burbuja y que en cualquier momento reviente, que la realidad llegue a ser tan cruel o peor que como era antes.

Fundador del Festival de los Confines, Néstor Ulloa
Néstor Ulloa tiene entre sus logros académicos una Maestría en Literatura Hispanoamericana que estudió en la Universidad de Salamanca, España. FotoCC/ Fernando Destephen

CC: ¿Cambió la perspectiva de algunas personas sobre usted después de publicar el libro?

NU: Honestamente, no lo sé, imagino que sí. Si bien es cierto ha habido muy buena recepción por parte de mucha gente, no puedo asumir que el cien por ciento va a ser así. Que me lo hayan demostrado y me haya dado cuenta, no, no lo sé. La gente no puede estar completamente de acuerdo con cualquier tema, independientemente que se trate del cambio del dólar o de un libro de poesía homoerótica.

Por lo menos la gente que está a mi alrededor, círculo de amigos íntimos, familia, no ha alterado nada el transcurso cotidiano de la vida el hecho que haya salido el libro, más que alegrarse porque haya salido y que yo me sienta alegre, pleno y feliz.

CC: La infancia generalmente es un tema recurrente e idealizado, ¿fue usted libre durante la suya?

NU: Puede ser, de la infancia se derivan los traumas de los adultos. Yo fui un niño feliz, no fui alguien a quien obligaban a hacer «trabajos de hombre». Yo me la pasaba leyendo y escribiendo. Que un niño prefiera estar leyendo libros en su casa que estar jugando a la potra con sus amiguitos, es un estigma para el papá —me pongo en la posición de mi papá—, y por supuesto que le va a acarrear los estigmas al niño.

A pesar de todo siempre fui un espíritu fuerte, nunca me importó que me gritaran marica mis compañeritos, por ejemplo, en el fondo yo sabía que ni siquiera sabían lo que significaba la palabra y no es que tuviera aires de superioridad, sino que era como aquello de «padre, perdónalos porque no saben lo que hacen».

Con el tiempo me fui ganando el respeto de la gente, mi trabajo como profesional ayudó mucho en eso, la poesía me ha ayudado mucho en esas situaciones. Pero es muy probable que esos procesos que se dieron hayan provocado que no me haya sentido con la libertad suficiente como para hacerlo hasta los cuarenta años, que fue cuando decidí hacerlo, y que haya vivido toda una vida no escondido pero encerrado en un cascarón que no me atrevía a romper.

***

Calló porque ya sabía la respuesta.
Desde entonces, 
los domingos por las noches,
dejaba un par de alas de mariposa
debajo de mi almohada.

Fragmento del poema «Historias para contar antes de dormir»del poemario Salir del cuerpo (Efímera, 2021)


No entristezca, madre, 
sólo escuche lo que dicen,
pero usted sabrá que, al fin,
me habré encontrado al otro lado del espejo.

Fragmento del poema «Canción de cuna para una madre»del poemario Salir del cuerpo (Efímera, 2021)

CC: ¿Sus padres lograron ver este libro?

NU: Mi mamá no, mi papá sí, ella murió en el 2006. Pero mi mamá no necesitaba el libro para saberlo, las mamás siempre saben esas cosas. De hecho hubo una plática cuando era niño —y lo menciono en uno de los poemas— y que no la entendí en ese momento, la entendí cuando ya era adulto y la recuerdo. Ella sabía que mis gustos sexuales eran diferentes a los de mi hermano, ella siempre lo supo. 

CC: ¿Eran personas abiertas con su preferencia sexual?

NU: No, recuerde que vengo de un pueblito de campesinos, donde el peso de la tradición machista es un poco complicado. Es complicado para la persona que se sale de la norma y la familia de esa persona. Yo decía en algún momento que se aplican estas categorías de posición y condición que creo son de Foucault o sea, no es lo mismo ser un hombre homosexual en Tegucigalpa, hijo de una familia de clase media, que serlo en un pueblito, hijo de campesinos.

Es atroz. En mi caso no lo fue tanto, no significa que no lo he sentido, pero a pesar de que hago milpa, frijolar, ese tipo de trabajos, no es a lo que me he dedicado, me he desarrollado profesionalmente y no he convivido al cien por ciento en el pueblo en esas actividades, pero es más complicado.

***

Su contribución a Honduras ha estado en y para la poesía porque además de escribir y vivirla también es parte del grupo fundador de un evento que la expresa y comparte al país, el Festival Internacional de Poesía de los Confines. Un evento cultural y también un espacio de contracultura que inició junto a Salvador Madrid con un simple «¡hagamos un festival de poesía!» —cuenta Néstor—, y se replicó con un «¡vaya pues, hagámoslo!». ¿Qué más se necesita? 

Inició con esas frases y con el deseo de «descentralizar el acceso a la cultura» y, además, de «llevarlo a la periferia del país, y, sobre todo, al tomar en cuenta que en occidente —específicamente en Lempira— están los niños que más leen en este país, entonces nos pareció adecuado hacer que esos niños también tuviesen contacto con un evento de esta naturaleza, que conozcan autores, poetas, escritores de narrativa, pintores o músicos», comenta Ulloa.

Desde ya está pensando en la próxima edición de este espacio —que además— considera está produciendo poesía de calidad, visibilizando los poetas jóvenes del país en el mundo. Néstor confía que esa próxima edición se realizará como se ha desarrollado el Festival de los Confines y sigue avanzando, teniendo cero presupuesto.

Entre risas, Néstor comenta que va a considerar que es un poeta hasta que muera, y agrega que «no importa si yo me asumo o no como poeta, lo que importa para mí es que en algún momento yo, como este ser que soy, sea utilizado como un puente entre la poesía y el lector».

Pronostica que seguirá escribiendo y mejorando hasta ser digno de ser llamado poeta. Produciendo poesía que tenga la calidad estética con la que está comprometido y construyendo versos que provoquen algo en el lector, porque «si no provoca eso “sublime”, como decían los griegos que debería provocar, no es arte».

Por la conocida naturaleza religiosa y conservadora de la población hondureña y los elementos bíblicos que Ulloa plasma en Salir del Cuerpo (Efímera, 2021), había que plantearle una última pregunta que había quedado en el aire de la cafetería. 

CC: Salir del cuerpo tiene varias referencias religiosas ¿es por algo en especial? ¿ha sido usted alguien religioso?

NU: Me crié en un pueblo, bajo la tradición católica. Soy católico aunque no vaya a misa todos los domingos. Soy católico, pero uno que cuestiona, un cristiano que cuestiona al cristianismo mismo.

Tengo mi propia visión de Dios y mi relación con Dios que no pasa por la relación que pueda tener la mayoría. Me puedo tomar la libertad de citar a David cuando dice «más maravilloso me fue tu amor que el amor de las mujeres», llorando cuando mataron a Jonatán. Me puedo tomar esas libertades, y estoy seguro que Dios no me va a castigar por eso.

Por Bryan Avelar | Fotos: Fred Ramos | Ilustración: Monserrat Benítez

Entre abril y septiembre de 2022, después de que Bukele decretara el Régimen de Excepción, el número de salvadoreños que han solicitado refugio en México se incrementó casi un 80% respecto a los seis meses anteriores. Personas sin vínculos con las pandillas llegan a Tapachula, en la frontera sur, huyendo de las amenazas y abusos de policías y militares. Esta es la historia de nueve miembros de una misma familia que abandonaron su casa, en la colonia Montreal, después de recibir dos visitas la misma noche: la de unos agentes de policía que los amenazaron con llevarlos presos por no colaborar; y la de pandilleros de la MS-13, que los amenazaron con matarlos si colaboraban. También la de los habitantes de la comunidad que se han quedado sin saber a cuál de las dos autoridades temer más.

Capítulo I – De la Montreal a Tapachula 

Un mediodía a finales de agosto, nueve salvadoreños de una misma familia dormitan apiñados sobre tres camastros mugrientos en el fondo de un albergue para migrantes en Tapachula, en la frontera sur de México. Este diminuto cuarto se ha convertido en una casa para José, su esposa, sus hijos, sus sobrinos y Melanie, su nieta de cuatro años. La casa, su hogar durante 20 años en la colonia Montreal, en San Salvador, la abandonaron ocho días después de que el gobierno de Nayib Bukele decretara el Régimen de Excepción bajo la promesa de dar seguridad a los salvadoreños.

La noche anterior a la huída, el 4 de abril de 2022, José y su familia recibieron la visita de seis policías uniformados, que irrumpieron a patadas en la construcción de lámina y tablaroca. Los tiraron contra el piso y les pusieron las botas en la cabeza. “Nos gritaban ‘¡vaya, pues, hijos de puta! ¡Digan dónde se esconden los mareros!’”, dice José.

José durante una jornada de trabajo en la ciudad de Tapachula, México, el 25 de agosto del 2022.

El interrogatorio y la golpiza duraron unos 20 minutos. Antes de marcharse, según José, uno de los agentes profirió una última amenaza: “No duerman, porque no saben ni el día ni la hora en que vamos a regresar. Y cuando volvamos, los vamos a matar o nos los vamos a llevar presos”. 

Dos horas después, cerca de las diez de la noche, la familia recibió otra visita: siete pandilleros de la Mara Salvatrucha-13 llegaron a interrogarlos con el mismo método: patadas y amenazas. La pandilla, a decir de José, sospechaba que él y su familia habían colaborado con la autoridad. Había un motivo: en aquellos primeros días del Régimen de Excepción era común que la policía entrara a la fuerza en las casas de las colonias y, a diferencia de lo que ocurrió con José y su familia, solían llevarse a personas presas. Antes de marcharse, recuerda José, un pandillero los amenazó: “Si dicen algo, no importa dónde vayan, los vamos a buscar y los vamos a matar a todos”. 

—Esa noche ya no pudimos dormir. Al día siguiente nos fuimos.

***

Sentado sobre uno de los camastros del albergue, José cruza los dedos gruesos y curtidos de quien ha pasado más de la mitad de sus 45 años pintando casas. Es un hombre bajo y regordete. Su bigote oscuro le da un toque bondadoso a su rostro. José cuenta con su natural hablar nervioso y su voz nasal la última noche que pasó en su casa bajo el aplastante calor de casi 40 grados en Tapachula, solo amainado por un viejo ventilador de pedestal que hace todo lo que puede desde la esquina del cuarto.

Historias como las de José y su familia son cada vez más comunes en Tapachula. Desde que el 27 de marzo Bukele decretara el Régimen de Excepción, los salvadoreños no solo huyen de la violencia de las pandillas, sino también de los policías y soldados que, bajo un amplio margen, han capturado a más de 55,000 personas. La medida, durante casi siete meses, ha suprimido los derechos a la defensa, de reunión y asociación, de privacidad en correspondencia y telecomunicaciones. También los plazos de detención en cárceles a la espera de un juicio. Mientras en El Salvador miles de personas se acumulan a las afueras de bartolinas y prisiones, la cifra de salvadoreños que solicitan refugio en México aumentó un 78.28% respecto a los seis meses anteriores.

Un soldado revisa las bolsas de los lugareños en un puesto de control en la entrada de un barrio de San Salvador el 15 de junio de 2022. Este barrio ha sufrido durante años una gran presencia de la pandilla MS-13.

Según datos de la Comisión Mexicana para Refugiados (COMAR), entre abril y septiembre de este año pidieron refugio 4,327 salvadoreños. Solo en agosto fueron 1,033. Si se comparan las solicitudes con el mismo periodo del año pasado, el aumento fue del 32%. 

—Hemos notado un incremento importante de salvadoreños en la frontera este año. Y aunque todavía no es la causa mayoritaria, cada vez estamos viendo que migran más por esta razón (Régimen de Excepción)—, dijo Andrés Ramírez, coordinador general de COMAR, en una entrevista con la Redacción Regional. 

Los datos de la COMAR y las declaraciones de su coordinador, se confirman en las caravanas de migrantes y en los albergues de Tapachula. 

—Seguido están viniendo familias completas de El Salvador que vienen huyendo de Bukele —, dice Obdulia, la administradora del albergue “Todo por ellos”, donde ahora se refugia la familia de José. —Vienen familias de cinco, de siete y en este caso, que es el más grande que hemos tenido, de nueve personas—, añade sorprendida.

Solo en la última semana de agosto, la Redacción Regional visitó dos albergues y acompañó una caravana. En ellos, más allá de José y su familia, este reportero habló con otros 13 salvadoreños que aseguraban huir del Régimen de Excepción. 

Una de esas madrugadas, Eva, una mujer salvadoreña de 28 años, camina entre cientos de migrantes centroamericanos que avanzan en la oscuridad. Va en medio de una caravana que arrancó muy temprano desde el corazón de Tapachula, en el parque Miguel Hidalgo, y ahora se dirige lo más al norte que pueda llegar.

Una caravana de migrantes de diferentes nacionalidades en las afueras de la ciudad de Tapachula, México, el 26 de agosto del 2022.

Eva era una trabajadora en una empresa de textiles que, hasta unas semanas antes de esa madrugada, vivía en el municipio de Apopa, en el área metropolitana de San Salvador. Tuvo que huir junto a su esposo, sus dos hijas de 6 y 2 años, y su primo Kevin luego de que los policías irrumpieron en su casa. Según ella, la amenazaron con llevarla presa por los tatuajes artísticos que lleva en sus piernas y brazos: los plantares de su primera hija, una rosa, unos labios y un dibujo de las caricaturas Pucca y su novio Garu dándose un beso. 

—Preferimos dejarlo todo y huir antes que mis hijas crezcan sin mí—, dice Eva, mientras camina junto a su familia y su bebé envuelta en una manta y atada a su torso.

Junto a Eva también marcha su esposo, Armando, un venezolano que trabajaba en El Salvador en la empresa Aeromán, que se dedica al mantenimiento de aviones. 

—Vendimos todo lo que pudimos: televisor, refrigeradora, las camas, hasta los juguetes de las niñas. Recogimos $600 dólares y nos vinimos. Ahora ya casi no nos queda nada, pero tenemos la esperanza de poder llegar—, dice Armando sobre cómo se deshicieron a toda velocidad de lo que habían logrado durante diez años. 

La tarde del mismo día en que Eva y su familia caminaban en la caravana, Armando se contactó, alarmado, con el periodista de la Redacción Regional que los entrevistó en el camino.

—¡Ayúdenos, por favor! Una amiga que venía con nosotros se quedó atrás porque no aguantaba caminar tan rápido, ¡y ahora no la encontramos!—, gritaba Armando en un mensaje de voz. 

Un día después, Armando se enteró de que su amiga, también procedente de Apopa y que, igual que ellos, vendió todas sus pertenencias para huir del Régimen de Excepción, se quedó atrás por el cansancio y fue capturada por una patrulla de agentes migratorios. Pronto ella sería deportada y devuelta al país donde ya no le queda nada más que el miedo.

—No sabría decirle cuántos se han ido porque muchos no decimos nada y nos hemos venido callados, pero solo yo, conozco a cuatro familias. Y le aseguro que casi toda la gente de la Montreal quiere irse de ahí—, dice José. 

En el mismo albergue en el que se encuentra desde hace varios meses hay otra familia de salvadoreños que huyen del Régimen de Excepción. Cinco personas que también fueron amenazadas con ser capturadas sin que se pudieran defender. Uno de ellos, el hijo medio de la familia, amputado de ambas piernas, fue amenazado por los policías.

Police officers take a man into the provisional detention center El Penalito in San Salvador on June 16th, 2022. Thousands of people have been arrested in El Salvador during the state of emergency.

—Si no colaborás te vamos a llevar preso. Vamos a decir que en las prótesis guardás la droga que vendés para la pandilla—, recuerda que le dijeron. 

Ellos también huyeron de la Montreal, la misma colonia de José y su familia.

Capítulo II – Tierra inhóspita

Esta tarde, a mediados de septiembre, las calles empinadas y llenas de hoyos de la colonia Montreal están solitarias. Apenas se ve a dos señoras comprando frente a una tienda, una mujer que camina con un niño en los brazos y a un panadero que toca incansablemente una corneta, con todo pronóstico en su contra.

—Desde que empezó el Régimen de Excepción la gente casi no sale de sus casas. Más que todo, los hombres. Tienen miedo de que la policía los agarre. Por eso mandan a las mujeres a comprar—, me explica Daniela, una joven de 26 años, nacida y criada en este lugar, que hoy es mi guía. 

Hacía casi siete años que no venía a la Montreal. La última vez que lo hice fue el día de la muerte de Óscar Enrique Rivas, ‘El Diablo’, uno de los líderes pandilleros de la MS-13 en esta colonia, quien fue acribillado por la policía. En aquellos días, de no ser por ese operativo, en esta colonia pocos fuereños podían entrar, casi ninguno podía salir. Habría sido imposible andar por estas calles como lo hacemos ahora, solitarios y a bordo de un carro desconocido conducido por un extraño. 

Hace rato que la calle dejó de ser de pavimento y se convirtió en un estrecho camino de tierra suelta. Nos detenemos y avanzamos por una pequeña vereda, adentrándonos en el monte espeso del cerro. Unos metros adelante hay un llano y en el llano varias casas. Una es una construcción de láminas y tablaroca. Aunque es humilde, sus paredes parecen fuertes y recién pintadas. Las puertas y ventanas están cerradas y sobre ellas han puesto unas viejas cadenas y un candado lleno de moho. Es la casa que un día fue de José y su familia.

José pinta una casa en la ciudad de Tapachula, México.

Cerca de la casa de José hay otra casa, una champa de lámina. Es vieja y está un poco apachurrada por el paso de los años. La puerta está abierta. Ahí vive una mujer a quien llamaremos Ruth. Ruth es una mujer joven, tiene la piel trigueña y el hablar lento. Se nota un poco ansiosa al vernos entrar. Ha estado esperando durante mucho tiempo a que alguien la escuche, dice. Nació en la Montreal, al igual que su esposo, Pedro. Ella es trabajadora doméstica. Él es pintor. Tienen un hijo de cuatro años. Pedro es sobrino de José. Pero él no ha podido huir. La primera vez que se cruzaron con el Régimen de Excepción, lo capturaron. 

***

El 30 de marzo de 2022, José, su hijo Kevin y su sobrino Pedro regresaban del trabajo a bordo de dos motocicletas cuando encontraron un retén en la entrada de la colonia. Todavía tenían la ropa manchada de pintura. José trabajaba para una empresa que toma proyectos en colonias acabadas de construir y le había enseñado el oficio de pintor a su hijo y también a su sobrino. Con el paso de los años se habían convertido en sus principales ayudantes. 

Pero aquella tarde, que fueran tres trabajadores no importó. 

Hacía tres días que había iniciado el Régimen de Excepción y en la Montreal, como en muchas colonias de El Salvador, el gobierno estableció retenes militares con cercos metálicos en todos los accesos. Registraban a todo el que entraba y salía buscando tatuajes alusivos a pandillas, armas o droga. Registraban incluso a los vendedores de agua, y bajaban a los pasajeros de los buses o microbuses. Según el testimonio de habitantes de la colina y de registros policiales, capturaban a muchos, a veces sin explicación. Solo en los primeros siete días de Régimen de Excepción, la Policía y el Ejército detuvieron a 5,000 personas en todo el país.

—Había como treinta policías y soldados y unas treinta personas detenidas. A todos los tenían tirados con el pecho en el suelo. Estaban deteniendo a todo mundo. Hasta había unos que se veía que venían de la escuela porque estaban con uniforme y sus mochilas—, recuerda Kevin en el albergue de Tapachula.

José y Kevin limpian la maleza del techo de una casa en la ciudad de Tapachula, México.

—Nos bajaron de las motos y un policía nos dijo que nos iban a revisar. Nos pusieron contra un muro con las manos en la cabeza y ahí nos tuvieron parados. Después nos dijeron que nos tiráramos al suelo como estaban los demás—.

Ni José ni nadie de su familia es pandillero. Para demostrarlo, ahora en el albergue, cada uno lleva consigo una solvencia, un documento emitido por la Dirección General de Centros Penales de El Salvador. En cada documento dice que el portador está limpio, que nunca ha estado preso.

José y Kevin recuerdan que la policía los tuvo tirados en el suelo aproximadamente veinte minutos hasta que uno se les acercó.

—Nos ponían las botas en la cabeza y nos decían que nos iban a matar. “Ey, llevémos a estos hijos de puta al río y los matamos”—, recuerda don José que decía otro de los soldados.

Uno de los policías se acercó a Kevin.

—Había uno que era el más loco. Me pegó una patada porque andaba un bóxer cuadriculado. Me dijo que ese bóxer era de pandillero. Yo le dije que no, que era un bóxer normal y me pegó otra patada. Me quedé en el suelo. Y desde ahí vi que un soldado se paraba en el cuello de mi primo—. 

Según recuerdan, al lugar llegó un camión con varios detenidos y los policías del retén empezaron a seleccionar a los que se iban a llevar. Uno de los policías tomó del brazo a Pedro y se lo llevó al camión.

—Un policía dijo que tenían que llenar la cuota. Y subieron a mi primo, dijeron que lo iban a llevar en vías de investigación porque había estado detenido antes, hace siete años—, dice Kevin.

Kevin ayuda a su padre José, a pintar una casa en Tapachula, México. Kevin asegura que tenía un trabajo estable con empresas constructoras en El Salvador.

Pedro, el primo de Kevin y sobrino de José, estuvo preso en 2016 acusado del delito de agrupaciones ilícitas. Pero quedó libre seis meses después luego de que un juzgado no encontrara mayores pruebas para incriminarlo. Lo demuestra Ruth, su esposa, mientras sostiene los papeles de su liberación en un viejo folder sobre sus piernas en su casa, en la Montreal. 

Luego de llevarse a Pedro y a casi la mitad de los detenidos en aquel retén, la Policía dejó ir a José y Kevin. No sin antes lanzarles una advertencia: “No se descuiden, porque un día de estos vamos a llegar a su casa”, recuerda José que les dijeron.

Cinco días después la policía cumplió la amenaza.

Capítulo III – La huida

José levanta un pequeño folder arrugado con unas 40 hojas de papel bond en su interior. Estamos en la oficina administrativa del albergue, por fin en un clima menos hostil gracias al único aire acondicionado del lugar. Dentro del folder, José lleva todo lo que durante estos meses ha ido acumulando como su salvación: desde las actas de la PGR, las solvencias de Centros Penales de cada uno, citas en la COMAR y hasta las fotos de uno de sus sobrinos vapuleado por la policía, con los ojos y los pómulos morados. José ha guardado esta documentación durante meses como un tesoro. La última adquisición son unas tarjetas verdes, las visas humanitarias que el gobierno de México le ha concedido a él y su familia para poder permanecer en el país. 

Así reconstruyen los papeles y los testimonios la huída del régimen de Bukele de los nueve miembros de la familia hasta Tapachula: 

A la mañana siguiente de las visitas de la policía y la pandilla, sin haber pegado un ojo, José comenzó a buscar una salida. Primero fue junto a su hijo a buscar ayuda con su jefe inmediato y le explicaron la situación. Le dijeron que, al menos ellos dos, los hombres de más edad, no podían volver a su casa. Si volvían, la policía o la pandilla los podía matar.

José en Tapachula, México.

El jefe de José les dijo que podían usar la bodega de la empresa como albergue y dormir ahí por unos días. José y Kevin aceptaron y pidieron a la esposa de José que les llevara ropa y algunas sábanas. 

—Dormimos ahí varias noches hasta que yo fui a buscar ayuda en la Procuraduría de los Derechos Humanos—, recuerda José.

Al llegar a la Procuraduría, José dice que lo recibieron de la forma menos pensada: “No podemos hacer nada en este momento. Si la policía lo quiere capturar, tiene todo el derecho”, recuerda que le dijeron.

Días después, todavía con la esperanza de que el Estado de su país le ayudara en algo, acudió a otra institución, la Procuraduría General de la República. 

Ahí, José explicó la doble amenaza que había recibido. Lo recibieron en la Unidad de Desplazamiento Forzado y le hicieron un acta donde transcribieron sus declaraciones y lo reconocieron como víctima. “A las once horas del cinco de abril de 2022, comparece (…) quien es pintor del Grupo (…) S.A. de C.V. quien manifiesta que el miércoles 30 de marzo, regresaba de trabajar cuando la Policía los paró…”, dice el acta que narra todo lo que José también compartió con este medio. El documento tiene el número de expediente y un sello de la PGR en la esquina superior derecha.

—Yo pedí que nos sacaran del país, pero me dijeron que no aplicábamos para eso. Pero nos contactaron con la gente de la Cruz Roja y ellos nos dieron un apoyo de $150 dólares para que alquiláramos un cuarto por un mes—.

Kevin (camisa rayada) y José (camisa celeste) toman un vaso de Coca Cola durante un breve receso en la ciudad de Tapachula, México.

Con el dinero que le dio la Cruz Roja, José alquiló una habitación en un motel donde vivió durante casi dos meses junto a su familia. Apiñados, en un diminuto cuarto, pasaron los días intentando llevar una vida normal: salir a trabajar cada mañana y volver al final del día a hacer planes para el día siguiente. 

Con el paso de los días, José se convenció de que en El Salvador, su país, ya no había lugar para él y su familia. Con mucho miedo, junto a su hijo empezaron a hacer visitas esporádicas a la que fue su casa en la colonia Montreal. Llegaron unas cinco veces para sacar alguna ropa que habían dejado y vendieron al mejor precio que pudieron con poco tiempo las pocas cosas que tenían a los vecinos de confianza. Una cama, una refrigeradora, un televisor… lo que alcanzara para reunir dinero e irse del país.

—Todito lo dejamos. Vendimos unas poquitas cosas, pero de ahí dejamos todo. Toda la vida. Sacamos como $800 dólares de lo que vendimos y con eso salimos—, recuerda José.

La madrugada del 11 de junio, José y ocho miembros de su familia se pararon frente al Parque Infantil, en San Salvador, y esperaron un autobús que los llevara a la frontera.

—Toda la gente se nos quedaba viendo porque éramos varios, verdad. Por ratos la niña se ponía a llorar y teníamos que estar callándola porque incomodaba a la gente. Todos nos íbamos echando el ojo porque íbamos en asientos separados—, recuerda José.

De San Salvador, José y toda su familia llegaron a la frontera entre El Salvador y Guatemala.

—Ahí pasamos sin problemas. Solo nos pidieron los documentos y nos dejaron pasar. 

José y su familia alquilaron una habitación en un hostal en Ciudad de Guatemala y pasaron la noche ahí. No querían viajar de noche y prefirieron esperar. 

—Ya en la madrugada del siguiente día nos subimos en un bus que nos llevó a Tecún Umán—, recuerda José. —Pero en el camino nos dijeron que más adelante los policías nos iban a asaltar. 

Antes de llegar a Tecún Umán, un retén de la Policía de Guatemala detuvo el autobús. Un procedimiento rutinario, al parecer. Pero los policías bajaron a todos y los empezaron a cuestionar.

—Ustedes para la frontera van, son migrantes—, recuerda Kevin que les decían, con tono amenazante. 

Los policías pidieron los documentos a todos los pasajeros y a cada uno lo amenazaban con deportarlos si no daban $50 dólares cada uno. 

—Así. A lo descarado. Nos dijeron que querían $50 dólares por cabeza. Yo les di $200 por los nueve y les dije que era todo lo que andaba. Menos mal nos tocó un policía algo calmado y cuando le di el dinero me devolvió el pasaporte y me dijo “Buen viaje”—

La policía de Guatemala es famosa por poner, literalmente, un punto de asalto en la frontera entre su país y México. Es un fenómeno que ha sido muy documentado por el periodismo.

—Había gente que se guardaba el poquito dinero que llevaba en el bóxer o en los brasieres de las mujeres. Hubo uno que llevaba un hoyo en la suela del zapato y ahí metió los billetes. Pero esos policías sí son perros. A todos nos encontraron el dinero—, dice José.

Al llegar a Tecún Umán, José y su familia buscaron a los balseros que cruzan migrantes a través del Río Suchiate y ahí, una vez más, fueron extorsionados. 

—Se nos acercó un señor y nos dijo que si queríamos pasar teníamos que darle $25 dólares por cabeza. ¿Y nosotros de dónde sacábamos todo ese dinero? Si ya casi no teníamos. Me aparté a un monte con él y le dije que le podía dar $100, que llevábamos niños chiquitos—, recuerda José.

El balsero aceptó y cruzó a José y su familia encima de una balsa a plena luz del día hasta que sus pies tocaron tierra de Talismán, por fin en territorio Mexicano. 

—Nos bajamos y salimos caminando. Pasamos enfrente de unos policías. Nosotros pensamos que nos iban a detener, pero no nos dijeron nada. Bien tranquilos pasamos. Ahí llegamos a un parque y buscamos un carro que nos trajera hasta Tapachula porque habíamos oído que aquí teníamos que llegar—.

Kevin realiza un trabajo de pintura en la ciudad de Tapachula, México.

***

José y su familia habían escuchado que Tapachula era una especie de oasis, un lugar donde descansar. Pero Tapachula es, por decirlo de alguna manera, una encrucijada donde se acumulan todos los males de la región: bandas de crimen organizado, pandillas centroamericanas, tráfico de drogas y órganos, corrupción, pobreza, el hambre… Según reportes de la prensa local, en los últimos meses se hanincrementado las detenciones de miembros de la MS-13 y el Barrio 18. Aquí se juntan de nuevo los victimarios y sus víctimas. En medio de este territorio hostil, caminan y esperan durante meses los migrantes que huyen de sus países castigados por esos mismos males.

Desde 2019, Tapachula se ha convertido también en el epicentro de la migración en el continente Americano. Es el paso natural para la mayoría de migrantes centroamericanos, sudamericanos o de cualquier otro continente que intentan llegar a Estados Unidos.

Desde ese mismo año, Tapachula es también una trampa, una red que retiene migrantes. Desde 2019, el presidente mexicano, Manuel Andrés López Obrador, y el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, impulsaron juntos el programa-trampa “Quédate en México”. Una política antiinmigrante bajo un nombre amigable que en realidad busca retener en la frontera a todos los migrantes que solicitan asilo en Estados Unidos o en México, obligándolos a permanecer en lugares peligrosos, inhóspitos y en condiciones inhumanas, según un informe reciente de Human Right Watch.

En las calles, parques y plazas de Tapachula todos los día hay decenas, cientos de migrantes que duermen a la intemperie, esperando a que llegue su turno de trámite en la COMAR, la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, para que les den una visa humanitaria con la que puedan salir de ese lugar y avanzar en su camino hacia el norte. O esperan para reunirse en un buen número, de varios cientos al menos, para salir en caravana, la nueva forma de migrar desde que en octubre de 2018 surgió la primera. 

José y su familia encontraron un carro que los llevó hasta ese lugar. Al centro de Tapachula, al parque Miguel Hidalgo. 

—Ahí nos dijeron que buscáramos un albergue y nos vinimos todos caminando. Ya veníamos muriéndonos de hambre. No habíamos comido nada y de repente, de tanto caminar, vimos que había una casa que parecía comedor. Ahí preguntamos y nos dijeron que era albergue para migrantes. Y nos dejaron pasar. Yo digo que fue Dios—, dice José, casi dos meses después de aquella escena, en el albergue para migrantes “Todo por ellos”, en Tapachula.

Esta tarde de finales de agosto, ambos han encontrado algo que pintar, un pequeño espacio donde pronto funcionará una venta de hamburguesas. 

José prepara la pintura mientras Kevin raspa la pintura vieja de las paredes. Juntos trabajan con minucia hasta los más mínimos detalles. Se han encontrado que el techo está húmedo porque sobre él ha crecido maleza. 

José y Kevin se suben al techo de la casa y raspan la maleza, limpian, pulen, lijan, pintan. Trabajan duro como lo seguirían haciendo si les hubieran permitido seguir viviendo en su país.

—Ahora estamos viendo de reunir dinero para irnos todos a la Ciudad de México. Allá tengo un amigo que me ha ofrecido trabajo en construcción. Un amigo que conocí en la empresa donde trabajaba en El Salvador. No queremos llegar a Estados Unidos. Nosotros solo queremos tener una vida más tranquila aquí y no volver—, dice José.

CAPÍTULO 4. Los que quedan 

La mañana del domingo 27 de marzo de 2022, el día en que inició oficialmente el Régimen de Excepción en El Salvador, será recordado por muchos. Ruth, la esposa de Pedro, la describe a su manera.

—Fue como si estuviera empezando la guerra. Llegó un montón de policías y soldados y empezaron a agarrar a medio mundo. Yo digo que eran cientos. Trajeron buses y los llenaron. Era como que no querían dejar a nadie–. 

Sentadas en la diminuta sala de la casa, Ruth y Daniela intentan explicar cómo la llegada del Régimen de Excepción ha trastocado la realidad en la Montreal. Vivir en la colonia, describe Ruth, nunca ha sido fácil. Crecer bajo el control de la pandilla no solo es una amenaza dentro de la comunidad. Solo por vivir ahí, la han rechazado decenas de veces en empleos y la han amenazado de muerte cuando se ha metido en un terreno de la pandilla contraria. 

El Régimen de Excepción ha creado un fenómeno complejo en comunidades como la Montreal: las redadas masivas han desplazado a los pandilleros, pero no su control. La gente, según explican Ruth y Daniela, sigue teniendo miedo y sus normas se siguen respetando. Aquí no se puede recibir visitas de un familiar que viva en zona contraria, los negocios siguen pagando extorsión y nadie puede conversar con un policía porque puede parecer un soplón. 

—De aquí se han llevado a unas 500 personas. El problema es que se han llevado a un montón de gente inocente. Pero los pandilleros siguen aquí. Siguen controlando. Tienen gente que les informa, niños de 12 años. Y nosotros sabemos que ellos un día van a volver. Esto no va a durar para siempre—, dice Daniela.

Ante la ausencia visible de la pandilla, la Policía y el Ejército se han vuelto el actor más poderoso en la Montreal. Ahora, sus habitantes bien podrían salir un poco más tranquilos a la calle, sin que ningún pandillero los moleste. Pero no pueden hacerlo porque ahora la Policía es la que “para, domina y controla”. La Policía es quien los detiene, los golpea, los amenaza, los lleva presos o incluso, los extorsiona, según cuentan algunos habitantes. En la Montreal el miedo no se ha ido, solo ha cambiado de dueño. 

—Los policías son como otra pandilla–, interrumpe Daniela, mientras carga a su hijo Emerson en las piernas. —Antes no podíamos caminar en las calles libremente por los pandilleros. Ahora no hay pandilleros pero no podemos caminar porque tenemos miedo de que nos lleve la policía. No salimos de nada–. 

Emerson tiene cuatro años y ya dispara. Cuando nos adentramos en su comunidad en mi carro, un pequeño sedán, y pasamos frente a un puesto policial, Emerson desenfundó con un gesto veloz y construyó con sus manos la figura de un revólver. Cerró con fuerza el ojo izquierdo y, con una mueca en la cara, afinó su objetivo. ¡Poc! ¡Poc! Sonaron los disparos de la boca de Emerson y deshizo de inmediato su pistola con otro gesto de manos. Su madre, sentada en el asiento del copiloto, sonríe y le celebra la gracia al niño que lleva sentado en sus piernas.

—¿Ve lo que le digo? Este niño está traumado—, me dice Daniela.

Familiares y amigos lamentan la muerte de Germán Orlando Escobar (28) en el departamento de Cuscatlán, El Salvador, el 13 de junio de 2022. Escobar fue detenido el 13 de mayo durante el estado de emergencia y murió un mes después en el Penal de Izalco en Sonsonate. El certificado de defunción de Escobar atribuyó su muerte a un edema pulmonar. La policía acusó a Escobar de ser pandillero y de asesinar a varias personas en el cantón donde residía, acusaciones que sus familiares y el cura local niegan.

Mientras continuamos nuestro recorrido, un joven vestido con apariencia de oficinista se ajusta despacio su casco antes de subirse a una moto. Todavía no ha terminado de ajustarlo cuando de un pick up policial se descuelgan cinco agentes armados con fusiles y vistiendo gorros navarones que les tapan la cara. Le ordenan a gritos que se pegue contra la pared, que ponga sus manos sobre el cuello, que abra las piernas. Uno de ellos le abre las piernas de una patada y le aprieta los nudillos entrelazados. Detenemos la marcha unos segundos, hasta que Daniela me ordena que avancemos o de lo contrario nos pueden hacer lo mismo a nosotros. Nos vamos.

—La diferencia es que ya no sabemos a quién tenerle más miedo, si a la Policía o a la pandilla porque aquí los dos lo quieren matar a uno. O al menos meterlo preso. Aquí ya no se puede vivir—. 



*A lo largo de este reportaje se han omitido algunos apellidos y cambiado nombres de las fuentes por razones de seguridad.

Con el paso de la tormenta tropical Julia, distintas zonas de Honduras entraron en estado de emergencia por inundaciones y riesgo de deslizamientos. En medio de esto, el Gobierno anunció la construcción de las represas El Tablón, Jicatuyo y Llanitos al norte del país. El ministro de Energía, Erick Tejeda aseguró que con la construcción de estas represas se estarían mitigando las inundaciones en temporada de lluvias; sin embargo, expertos en temas energéticos y defensores del medio ambiente aseguraron que la solución a esta problemática requiere de otras acciones.


Texto: María Celeste Maradiaga
Fotografías: Jorge Cabrera y Fernando Destephen

El 3 de octubre, el secretario en los Despachos de Energía, Erick Tejada, anunció que los términos de referencia para la construcción de las represas El Tablón, Llanitos y Jicatuyos, proyectos ubicados en el departamento de Santa Bárbara al occidente de Honduras, ya habían sido aprobados por la Junta Directiva de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) con la finalidad de contener las inundaciones en el norte de Honduras producidas por las crecidas de los ríos Chamelecón y Ulúa.

Parte del acuerdo para concretar la construcción de estas represas fue la reunión sostenida en el Valle de Sula el pasado 2 de octubre, en la que participaron el expresidente y ahora asesor presidencial, Manuel Zelaya; su hijo, el secretario privado Héctor Zelaya y su sobrino, el ministro de Defensa, Manuel Zelaya, con distintos representantes de la empresa privada del norte de Honduras. Después de esta reunión, el secretario privado anunció que, además de la construcción de las represas, el Gobierno estaría trabajando en el ordenamiento y la reconstrucción de 116 puntos de la cuenca del Valle de Sula, dentro de los cuales, 89 ya están siendo trabajados actualmente.

El 17 de agosto de 2022, el Congreso Nacional aprobó un préstamo de inversión pública con el Banco Central por mil millones de dólares para la reparación de escuelas, construcción de hospitales y la construcción de la represa El Tablón. Este préstamo está proyectado para tener una duración de 30 años con una tasa de interés del 1.9 por ciento anual.

El ministro de Energía y gerente general de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) explicó a Contracorriente que la reformulación del Presupuesto General de la República en abril de 2022 solo contempla los estudios para la construcción de estas represas, no las obras civiles; por esta razón, el Gobierno buscará los recursos necesarios para su financiamiento.

Según los estudios preliminares realizados a El Tablón en 2007 y en 2015 por la empresa Inversión Estratégica de Honduras (INVEST-H), la construcción de esa represa costaría al menos 220 millones de lempiras, mientras que Los Llanitos y Jicatuyo costarían entre 700 y 800 millones de dólares respectivamente. Sin embargo, el ministro de Energía consideró pertinente realizar una actualización de estos estudios con aportes de hidrógrafos y geólogos.

«Nosotros tenemos que salir y buscar el financiamiento, ya tenemos algunas ofertas por parte de fondos de inversión, pero vamos a seguir buscando y valorar otras opciones en términos de conseguir financiamiento mientras los estudios se desarrollan», indicó el ministro a este medio.

Sin embargo, agregó que aún no saben quién validará los estudios hidrológicos de estas represas, debido a que están considerando distintas opciones para su realización. Una opción es someter a concurso público quién realizará los estudios y la otra es que estos sean donados. «Lo que sí es claro es que estas represas no estarán finalizadas en el mandato de la presidenta Xiomara Castro, pero sí se podrían avanzar en un buen tramo» señaló el ministro.

Además, añadió que existen bancos nacionales de otros países interesados en el financiamiento de estas represas, las cuales deberían de iniciar obras civiles en el tercer trimestre de 2023 o a inicios de 2024.

Históricamente, la élite empresarial de Honduras ha estado ligada a la entrega de concesiones y la edificación de proyectos de energía limpia. Tal es el caso de la represa Agua Zarca, en el departamento de Intibucá, proyecto entregado a la compañía Desarrollos Energéticos S.A. (DESA) y por el cual fue asesinada Berta Caceres, líder indigena y ambientalista que enfrentó a quienes impulsaron y edificaron este proyecto sin consulta previa. Uno de los bancos que proporcionó financiamiento para este proyecto fue el Banco Holandes de Desarrollo (FMO por su siglas en inglés).

Además, en mayo de 2021, durante el juicio contra David Castillo (– ahora condenado a 22 años de cárcel por el asesianto de Berta Cáceres –, el Ministerio Público presentó un audio en el cual Jacobo Atala, vicepresidente de DESA, menciona la negociación del préstamo del FMO a Ficohsa para el proyecto Agua Zarca, mismo que nunca fue otorgado por el banco holandés. Esto se sumó a financiamientos que también otorgaron otras instituciones financieras como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Integración Económica (BCIE). 

Las preguntas sobre el financiamiento para la construcción de estas represas giran en torno a la aprobación de la Ley Especial de Energía, en mayo de 2022, dentro de la cual se derogó el contrato de fideicomiso, suscrito en mayo de 2021, que entregó 14 subcuencas de ríos para la construcción y generación de energía, el control de inundaciones y la mitigación de los efectos del cambio climático, todo mediante la constitución de una Alianza público-privada. Además, la Ley Especial de Energía establece en su artículo 7 que también queda derogado el Decreto Legislativo 373–2013, dentro del cual se encuentran los estudios realizados por la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) a las represas Llanitos y Jicatuyos con un costo de 11 millones de dólares.

El ministro de energía aseguró desconocer cuáles son los bancos o qué empresarios hondureños son los que estaban involucrados o en negociaciones en el contrato de fideicomisos ahora derogado y que la Unidad Ejecutora de Proyectos de Energía Renovable (UEPER) de la Enee es quien ahora está trabajando el tema de las represas, junto a la Comisión del Valle de Sula y otra dependencia de la Secretaría de Infraestructura y Transporte (Sit).

Betty Vásquez, coordinadora del Movimiento Ambientalista Santabarbarense (Mas) piensa diferente. Para ella, la búsqueda de financiamiento para estas represas, especialmente la de El Tablón, no concuerda con la aprobación del préstamo del BCH por mil millones de lempiras, dentro del cual está contemplada la construcción de este proyecto.

«Ya se probaron 400 millones de dólares en el Congreso Nacional para El Tablón, entonces, [con la búsqueda del financiamiento] parece que hay un interés muy fuerte en hacer algo en El Tablón y no es salvaguardar el Valle de Sula, son los intereses empresariales corporativos, los mismos que tienen otras concesiones que ya están vendiendo energía al Estado y que tienen exoneraciones por importaciones y exportaciones. Son los mismos que conforman una estructura económica de poder que, cuando no se sienten beneficiados, otorgan golpes de Estado como en el 2009 o legitiman fraudes electorales como en el 2017», manifestó la ambientalista.

Construcción de represas podría no mitigar del todo inundaciones en el norte de Honduras
Un grupo de personas realiza un recorrido en lancha por el río Ulúa, al norte de Honduras. Foto CC/ Jorge Cabrera.

Para Vásquez, el anuncio de estas represas genera sospechas. En primer lugar, por los intereses empresariales que podrían estar detrás de la construcción de las mismas y, en segundo lugar, por la falta de interés de las autoridades en solucionar la problemática de inundaciones en el Valle de Sula, en el departamento de Cortés.

«Esa plata que van a invertir en estos proyectos hidroeléctricos mejor la deberían invertir en mitigación, reconstrucción, reordenamiento territorial del Valle de Sula y, por supuesto, también se debe incluir la parte de Occidente porque las represas no sólo son con Santa Bárbara, el Ulúa y Chamelecón son afluentes de cuatro departamentos del occidente de Honduras. Los embalses se van a seguir llenando cuando haya fenómenos naturales, como los que se dan en temporada de huracanes y tormentas tropicales y, al llenarse, se van a tener que abrir las compuertas», señaló Betty Vázquez.

Aníbal Godoy, geólogo independiente, también aseguró que el reordenamiento territorial en el Valle de Sula es algo urgente, paralelo a la construcción de estas tres represas, siempre y cuando sean bien administradas.

El geólogo explicó que el ordenamiento territorial inadecuado y el crecimiento poblacional en zonas como el Valle de Sula hacen que fenómenos naturales afecten directamente a estas poblaciones. Además, con el aumento de la demanda de alimentos por parte de la población, el monocultivo como la palma de aceite, el banano y el ganado incrementa, lo que afecta los suelos existentes en estos lugares.

Pero otro asunto que afecta a las inundaciones del Valle de Sula es la deforestación de los bosques, lo que ocasiona que el agua corra más rápido en las partes altas y, eventualmente, llegue más rápido a las zonas bajas debido a que existe menos filtración de agua en el suelo. Esto ocasiona mayor erosión y deslizamiento en los suelos, lo que provoca a su vez la elevación del cauce del río en el Valle de Sula.

En este sentido, el geólogo aseguró que es pertinente un estudio de factibilidad en estas zonas y que, una vez construidas las represas, estas deben de ser bien administradas y tomar en cuenta las horas pico de las crecidas en los ríos si se realizan descargas.

Erick Tejada, ministro de Energía, consideró como un añadido a la construcción de estas represas está la posibilidad de producir entre 20 a 30 megas de energía en El Tablón, 210 megas en la represa de Los Llanitos y 80 megas en Jicatuyo.

Ante esto, Edgar Aguilar, investigador en materia económica de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), aseguró que estos proyectos son necesarios pues tienen un propósito múltiple, desde ayudar a prevenir crisis como las inundaciones, hasta cumplir el papel de una fuente de energía eléctrica para el país; sin embargo, se debe de tener cuidado con la cantidad de energía que se se produce y se distribuye en estos proyectos para evitar contratos onerosos con precios elevados.

«Como ejemplo tenemos a Patuca. El Gobierno estimaba que iba a costar alrededor de 600 a 800 millones de dólares y al final terminó costando como el triple y, además de eso, se construyó la represa, pero no se pensó en que había que fortalecer la capacidad de transmisión al sacar esa energía y distribuirla. Entonces, ahora tenemos una represa que, aunque tiene una gran capacidad no se aprovecha totalmente», explicó Edgar Aguilar.

El investigador aseguró que estos procesos deben de ser transparentes para el bienestar de la ciudadanía y que las autoridades deben de informar paso a paso sobre lo que está ocurriendo. «Lo que requerimos es el espacio y la apertura para el monitoreo, para el acceso a la información, que tengamos claro quiénes participan, cuáles son los acuerdos a los que se llegan, cuáles son los parámetros bajo lo que se llevan estos acuerdos, estas conversaciones», indicó Aguilar.

El pasado 3 de octubre, la Empresa Nacional de Energía (Enee) anunció la renegociación de 16 contratos con 14 empresas generadoras de energía eléctrica, algo contemplado en la Ley Especial de Energía aprobada en mayo de 2022. El ministro de Energía explicó a Contracorriente que, de los 75 contratos de generación de energía en operación comercial, se escogieron 28 considerados los más lesivos y con precios elevados en tarifa energética. De estos 28, se ha llegado a un acuerdo con 16, en una renegociación que implicó una rebaja en el precio monómico de la energía y que representa un ahorro para la empresa estatal y para las finanzas públicas, según dijo el ministro Tejada.

«Todavía hay 12 contratos que, digamos, no acercamos posiciones en torno al precio monómico, entonces nosotros manejamos dos aristas, una es el tema de que seguimos abiertos al diálogo y la otra es los insumos que va a dar el informe de la Comisión Nacional de auditoría que hizo de las empresas generadoras», informó Erick Tejada.

El ministro decidió no referirse a cuáles son los contratos pendientes de renegociación pues «aún están abiertos al diálogo, pero pronto sabrán a qué grupo pertenecen».

La importancia de la consulta previa a las comunidades

«Estos anuncios que hace el Gobierno sobre las represas, bueno, se pueden aprobar en Consejo de Ministros, pero una cosa es que lo aprueben y otra cosa es que las comunidades estén dispuestas a aceptarlos y a pagar el despojo y el desplazamiento a cambio de que es una promesa de su Gobierno», aseguró Betty Vásques del MAS, quien indicó que, a pesar de que el departamento de Santa Bárbara representa una de las bases sociales más grandes del Partido Libertad y Refundación (Libre) con aproximadamente el 35% de las alcaldías y el 60% de los diputados, desde el MAS continúan con su postura de resistencia y defensa del medioambiente y de la tierra.

La coordinadora del MAS asegura que en Santa Bárbara existen poblaciones indígenas y por eso, están amparadas y protegidas por el Convenio 169. Es por esta razón que ella considera que, antes de pensar en aprobar un presupuesto o no, los funcionarios deben pensar sí realizarán estos proyectos o no. «Siento que también hay un acto de hipocresía ahí a pesar de que hay una afinidad con la nueva presidenta, pero sentimos la hipocresía en decirle “las represas van porque van” para alimentar una esperanza», indicó la activista.

Por otra parte, el ministro de Energía aseguró que en las comunidades donde serán construidas estas represas se hará la debida consulta libre, previa e informada que indica el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

«Nosotros entendemos que hay alguna resistencia en el caso de El Tablón, en el sector de La Ceibita, departamento de Santa Bárbara. Para nosotros es fundamental el tema de respeto al derecho humano, no podemos seguir la misma lógica que siguió el régimen anterior en temas de proyectos energéticos. Para nosotros, un plan de acción de reasentamiento con una consulta libre, previa, informada, bien realizada es esencial, y esperamos que las comunidades nos apoyen y logremos llegar a acuerdos, porque las tres represas de hecho son claves para mitigar las inundaciones en el Valle de Sula», aseguró el ministro de Energía.

Betty Vasques del MAS informó que realizarán un ejercicio el mes de noviembre en la zona de la Ceibita, Quimistán, en Santa Barbará, con la finalidad de conocer qué tan informada está la población sobre el proyecto hidroeléctrico El Tablón. Sin embargo, la defensora del medioambiente indicó que, en vez de proporcionar información sobre estos proyectos, las autoridades gubernamentales se han encargado de ser voceras de la empresa privada a la hora de impulsar estos proyectos.

Con el paso de las tormentas tropicales Eta e Iota, el Gobierno anterior aprobó la construcción de 14 represas con la finalidad de mitigar las inundaciones en temporada de huracanes y lluvia. La comunidad Brisas del Ulúa, en el municipio de Chinda, departamento de Santa Bárbara, sería el lugar donde se instalaría el proyecto hidroeléctrico El Tornillito, adquirido por la empresa generadora de energía Hidroeléctrica El Volcán S. A. de C.V. (Hidrovolcán).

En 2017, pobladores de Chinda y autoridades municipales realizaron un cabildo abierto para declarar al municipio libre de proyectos hidroeléctricos; sin embargo, el proyecto no se detuvo, realizó socializaciones con los patronatos de cada barrio y finalmente fue aceptado por los patronatos, aseguran los pobladores de estos barrios.

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«Santa Bárbara es un territorio en riesgo, pero los santabarbarenses no estamos dispuestos a perder territorios, porque no se está pensando en otra alternativa más sostenible para el Valle de Sula y para el resto del país, porque no solo el Valle de Sula sufre las consecuencias por los fenómenos naturales, esta es una cuestión en la que hemos tenido un abandono estatal en temas de medioambiente, y hoy el cambio climático y sus consecuencias nos están cobrando todo lo que no hemos podido hacer», dijo Betty Vásquez del MAS.

El proyecto de reducción de pérdidas de la Enee continúa iniciar

Otra de las novedades de la nueva administración respecto a la matriz energética, es la implementación del Programa Nacional de Reducción de Pérdidas de la Enee, el cual promete reducir el 8.2% de las pérdidas de esa empresa en el primer año de su implementación. Después de ser anunciado en julio de 2022, este aún no ha iniciado, pero la contratación de personal a nivel nacional ya se está efectuando.

Acerca de esto, el ministro de Energía y gerente de la estatal eléctrica argumentó que «se está haciendo supuestamente un proceso de contratación masivo de gente que no es de la Enee, pero sí hay mucha experiencia en la distribución de la Enee en el tema de pérdidas y también va a apoyar a todo el programa».

Los tres coordinadores a nivel nacional de este proyecto son la ingeniera Delmi Padilla, la ingeniera Vanessa Arias y el licenciado Raúl Soto, quienes tienen «estructura propia y algo de independencia en sus labores», aseguró el ministro sobre la contratación de personal para este proyecto. El ministro de Energía explicó que, hasta el momento, no tienen fecha de inicio en este proyecto y que aún no saben cuando estará todo listo para salir masivamente.

Construcción de represas podría no mitigar del todo inundaciones en el norte de Honduras
Erick Tejada, ministro de Energía y gerente general de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee), en una entrevista para Contracorriente. Foto CC/ Fernando Destephen

El Proyecto Nacional de Reducción de Pérdidas también se encargará de la compra de vehículos, medidores y otros insumos para el personal técnico a nivel macro en el país. Lo anterior también ha provocado retrasos en el lanzamiento del programa, indica Erick Tejada. Este programa tendrá una duración de cuatro años.

Edgar Aguilar, investigador de ASJ, explicó que la implementación de este programa podría ayudar directamente a la estatal energética, pero que, si aún no se conoce cuál será el plan que llevarán a cabo, es difícil confiar en que este se implementará. «Debe aterrizarse más este plan y empezar a hacer más pública la información de cada proceso, tanto de la contratación de personal como de la compra de equipo, porque se van a comprar medidores y se van a mejorar algunas partes de la red de distribución. Que haya espacio ahí también para la veeduría para el acceso a la información y claridad.», aseguró.

Además, el investigador advirtió que, de no ser transparentes con esta información y no iniciar con el programa, se corre el riesgo de politizar la contratación de activistas en un plan que es totalmente técnico.

Por otro lado, Edgar Aguilar afirmó que el Gobierno actual sí le ha dado prioridad al tema energético y que las renegociaciones de los contratos de generación de energía son importantes; aunque no impacte mucho en la tarifa del consumo, sí es algo que impactará y es un buen paso.

«Lo importante es que el espíritu de la ley, que es justamente el fortalecimiento de la empresa pública, se está llevando a cabo, y todos los problemas estructurales que decidimos atacar como el tema EEH (Empresa Energía Honduras), el tema renegociación de contratos, el tema fideicomisos y el tema de inversión pública se están ya atacando, entonces, el avance en el sector energético y en subsector eléctrico específicamente, ha sido superlativo este año», dijo por su parte el ministro de Energía.

Honduras es considerado uno de los países más vulnerables ante los efectos del cambio climático, sin embargo, estos efectos no golpean en igual medida a toda la población hondureña. Las mujeres corren mayor riesgo de ser víctimas de explotación, trata de personas, y violencia sexual y doméstica durante desastres naturales. Tanto las mujeres campesinas al norte del país, como las mujeres que habitan en albergues en el Distrito Central, han desarrollado resiliencia ya que, año con año, las consecuencias del cambio climático y la vulnerabilidad social del país empeoran.


Texto: María Celeste Maradiaga
Fotografías: Fernando Destephen y Amílcar Izaguirre

La familia de Meylen Sauceda y otras familias de la colonia Suazo Córdova de Tegucigalpa fueron evacuadas de sus casas en septiembre de 2022 por la Alcaldía Municipal y llevadas a un albergue. Estos habitantes conocían el riesgo que representaba continuar viviendo en esta colonia que se encuentra dentro de las zonas de alto riesgo por deslizamientos y derrumbes. Ahora, Meylen reside en uno de los 8 albergues habilitados por la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC) junto con otras 19 familias.

«Cerca de mi casa viene un montón de tierra encima, ¿cómo voy a ir a meter a mis hijas yo ahí? El alcalde dice que todos nosotros estamos aquí acomodados, cuando en realidad nadie quiere estar aquí», dice Meylen, refiriéndose al alcalde Jorge Aldana, del Partido Libre, quien cumple su primer periodo como alcalde de la capital.

Los habitantes de la Suazo Córdova y otras colonias de la capital —entre ellas: la Guillén, El Reparto y la Nueva Santa Rosa— han resultado afectados por los deslizamientos de laderas registrados estos últimos días.

Judith Figueroa, directora del área de Desarrollo Humano de la AMDC, es la encargada de los albergues y aseguró que en los sitios de resguardo para las personas afectadas están abastecidos con colchonetas y todas las necesidades que puedan requerir los damnificados. Por otro lado, señaló que han tenido denuncias de violencia doméstica dentro de los establecimientos, pero que «esto no trascendió» a más y ya fue debidamente controlado.

Después de que Copeco anunciara la alerta por lluvias a nivel nacional el 21 de septiembre de 2022, al menos 151 albergues se han instalado a nivel nacional.

Un albergue es un establecimiento que sirve a las personas en situaciones de riesgo, y está acondicionado para proveer seguridad y bienestar a las personas que habitan dentro de uno. En el caso del Distrito Central, entre los albergues habilitados en la emergencia por la tormenta tropical Julia, están cinco escuelas, una iglesia y la Casa de la Mujer en la colonia Suazo Córdova. Todos estos albergues cuentan con baños y agua potable, pero estos no están en el mejor estado, coinciden algunas de las mujeres de la Suazo Córdova.

Meylen, junto con otras cinco madres de familia, coincidieron en que desde hace una semana la Alcaldía no ha llegado a brindarles alimento, y que cada vez existe más presión por parte de las autoridades locales para que se marchen.

«Nadie quiere estar aquí, en un lugar donde no tenemos privacidad, donde los niños se nos enferman a cada rato, y donde solo nos vienen a preguntar cuándo nos vamos a ir, como si tuviéramos un lugar seguro a donde irnos», manifiestó Meylen, quien explicó que la Alcaldía no les ha propuesto ningún plan de readecuación y tampoco les ha dado soluciones acerca de la situación en la que están sus viviendas.

En medio de la incertidumbre sobre qué pasará con sus hogares y en sus vidas, las mujeres que habitan en este albergue conocen sus derechos y están enteradas sobre las decisiones que se toman en los distintos espacios de poder y sobre el dinero que se ha aprobado para brindarles apoyo.

El 22 de septiembre de 2022, el Congreso Nacional aprobó una moción para ayudar económicamente a 600 familias afectadas por los deslizamientos en la capital. El monto de esta ayuda es de 5,640,000 lempiras, con lo que la Alcaldía ha dicho que pretende entregar 10,000 lempiras a cada familia conforme al censo de personas afectadas.

Emergencia climática | Mujeres sobreviven también a la violencia y la exclusión en medio de la emergencia climática 2022 colonia Guillén de Tegucigalpa
Familias de la colonia Guillén de Tegucigalpa hacen fila en una oficina en la Alcaldía del Distrito Central para explicar su situación y los daños en sus viviendas producto de un deslizamiento en la zona. Foto CC/Fernando Destephen.

Sin embargo, contrario a lo anunciado por las autoridades, las mujeres denuncian que estas ayudas solo están destinadas a habitantes de la colonia Guillén, no de la Suazo Córdova ni de otras colonias aledañas que también han resultado afectadas por derrumbes y deslizamientos. Igualmente, se quejan de que la Alcaldía no proporciona soluciones directamente a los damnificados, al ser esta ayuda gestionada por el Poder Legislativo. 

«Uno tiene complicada su vida, mire ahorita, tenemos un estrés porque no hay alimento, nos presionan en las escuelas de nuestros hijos y no sabemos qué hacer, ya llevamos cuatro semanas aquí», manifiestó Wendy Romero, otra de las madres de familia que permanece en este albergue.

Los albergues no son una alternativa segura

La inseguridad en los albergues es algo a lo que han tenido que enfrentarse las mujeres durante las emergencias climáticas que ocurren en las temporadas de lluvias en Honduras.

Y aunque algunas de las mujeres de la colonia Suazo Córdova entrevistadas por Contracorriente aseguraron no estar experimentando acoso, hostigamientos ni violencia sexual dentro del albergue, afirmaron estar conscientes de que en estos espacios hay que estar alertas, y que por esa razón velan por el bienestar de todas dentro del establecimiento, así como de sus hijos e hijas.

Según el observatorio del Centro de Derechos de la Mujer (CDM), entre enero de 2019 y diciembre de 2020, el Ministerio Público registró un total de 4,902 denuncias por agresiones sexuales a nivel nacional, y las niñas entre los 10 a 19 representaron el 55 % de víctimas en el 2020.

El 2020 gran parte de la población afectada por los huracanes Eta e Iota tuvo que trasladarse a aproximadamente 716 albergues oficiales y no oficiales en la zona norte de Honduras. CDM indicó en su boletín que, en Cortés, se registraron al menos 6 agresiones sexuales contra niñas.

Jennith Amador, perteneciente al Comité de Emergencia Municipal (Codem) en Tegucigalpa, afirmó que en el plan de la Alcaldía para el acondicionamiento de los albergues contempla la atención a mujeres en situaciones de violencia, y, además, que están atentos para proporcionarles los productos menstruales que puedan necesitar.

«Cuando las personas llegan a albergarse, las ubicamos por familia en aulas, para que no exista el hacinamiento y así preservar la intimidad familiar. En el tema de seguridad la Policía Municipal está capacitándose constantemente para brindar una seguridad eficiente y, en cuanto a higiene, se les brinda un kit con toallas. La atención médica también es especializada en caso de que alguna mujer o alguna niña necesite algún tipo de atención, por ejemplo, si está en estado de gestación o menstruando», explica la trabajadora del Codem.

Emergencia climática | Mujeres sobreviven también a la violencia y la exclusión en medio de la emergencia climática 2022
Suyapa Morán, una pobladora de la comunidad de La Unión de los bajos de Choloma, intenta encender el fuego a la intemperie para preparar el almuerzo. Ella, junto con su familia, se refugiaron en la colina de esa comunidad para evitar una tragedia por las crecidas del río Chamelecón. Foto CC/Amílcar Izaguirre.

Amador reconoció la vulnerabilidad de las mujeres ante las inundaciones, deslizamientos y otros eventos climáticos, en este sentido aseguró que las mujeres han sido las principales beneficiarias con alimento y bonos proporcionados por la Alcaldía.

«En el caso de la Guillén se consideró primero a jefa de familia para optar al bono solidario, entre ellas madres solteras y adultas mayores porque sabemos que ellas son las que se ven vulnerabilizadas principalmente, esto porque ejercen el trabajo productivo dentro de sus comunidades, sea lavando ropa, vendiendo tortillas, maquillaje, entre otras cosas. Esto es su fuente de ingreso y al mismo tiempo cargan con la responsabilidad del cuidado de sus hijos», argumenta Jennith.

Pero las atenciones en el establecimiento donde se alberga la familia de Meylen han cesado. La única esperanza que tienen en medio del abandono por parte de las autoridades es la organización de habitantes en la colonia Suazo Córdova al contratar una retroexcavadora para iniciar los trabajos de contención en el deslizamiento registrado en esta colonia.

«Queremos que el alcalde tan siquiera venga y nos dé la cara y nos solucione el problema, porque aquí nunca ha venido. La vez pasada el ministro de Educación vino, estacionó su camioneta, y desde afuera se tomó una selfie diciendo que anduvo repartiendo ayudas, cuando no ingresó a ninguno de los edificios (albergues)», mencionó otra madre de familia en la conversación.

Mientras cada una expuso su situación, y ante la incertidumbre de no poder regresar al lugar que fue su hogar, estas mujeres han decidido ser resilientes ante la situación que están viviendo y cuidarse unas a otras.

Las implicaciones climáticas en la vida de las mujeres hondureñas

La mayoría de estas mujeres se dedican a los cuidados de sus hijos y a realizar labores domésticas en sus hogares. El no tener un hogar seguro para ellas y sus familias después de los deslizamientos a causa de las lluvias en el país, las convierte en las víctimas principales de los efectos del cambio climático.

Paola Acevedo, coordinadora del proyecto «Jóvenes Investigadores en Descarbonización y Cambio Climático» en Sustenta Honduras, una organización sin fines de lucro enfocada a la adaptación al cambio climático a través del empoderamiento juvenil, explica que, más allá de ser un tema ambiental, el cambio climático tiene implicaciones sociales, económicas, de seguridad alimentaria, de salud y de violencia.

«Los altos índices de crimen en Honduras también han sido por los efectos del cambio climático, y esto de alguna forma exacerba las desigualdades e inequidades que existen en el país», explica Acevedo. La investigadora ejemplifica esto con el paso de los huracanes Eta e Iota en el 2020, y cómo estos impactaron aún más a zonas de alto riesgo social, y cómo esto implica la pérdida de cosechas y hogares, y aumenta los índices de criminalidad.

En el caso de las mujeres, Paola Acevedo explica que esto les impacta directamente, pues, históricamente hablando, el cuidado de los hijos y del hogar es una carga que se le ha asignado en la sociedad.

Emergencia climática | Mujeres sobreviven también a la violencia y la exclusión en medio de la emergencia climática 2022
La tormenta Julia obligó a abandonar sus casas por segunda vez en las últimas semanas a la mayoría de pobladores de La Lima para ubicarse en la mediana del Bulevar del Este a la altura de este municipio del norte de Honduras. Foto CC/Amilcar Izaguirre.

Paola Acevedo manifestó que las madres solteras son las principales afectadas por los efectos del cambio climático. Explicó que muchas de ellas, después de haber trabajado por mantener sus casas y estando permanentemente al cuidado de sus hijos, con estas situaciones de desastres naturales se ven obligadas a reconstruir todo o salirse de sus hogares. Si al hogar le pasa algo, dice Paola, ellas son las más afectadas.

Acevedo también menciona que el incremento en la formación de huracanes representa algo alarmante para la población hondureña en general, y más cuando las lluvias provocan grandes inundaciones en los distintos puntos del país, sobre todo en la zona norte.

La hidróloga Estefana Velásquez, jefa de hidrometeorología en el Comité Nacional de Contingencias (Copeco), coincidió con lo mencionado previamente. La ingeniera explica que la variabilidad climática en los últimos años produce precipitaciones más intensas en periodos más cortos. Lo anterior es algo que definitivamente debe de estudiarse a más profundidad en el país para así trabajar en planes de mitigación y adaptación a los efectos del cambio climático en la población.

Emergencia climática | Mujeres sobreviven también a la violencia y la exclusión en medio de la emergencia climática 2022
Personal de Copeco trabajando dentro de la sala de monitoreo durante el paso de la tormenta tropical Julia. Comayagüela, Honduras. Foto CC/Fernando Destephen.

«Gran parte de las cuencas existentes en el país, en el occidente, por ejemplo, están deforestadas. Eso provoca erosión de lo suelos, y, por consiguiente, el sedimento cambia las áreas hidráulicas, lo que resulta en deslizamientos», explicó la hidróloga, quien añadió que esto puede observarse todavía más en el Valle de Sula, zona en donde el río Chamelecón y Ulúa atraviesan en temporada de lluvia, y, por lo tanto, aumentan su cauce provocando inundaciones todos los años.

Para Estefana Velásquez es fundamental un plan de reordenamiento territorial en el Valle de Sula, y, de ser posible, la reubicación de las personas que habitan en esta zona, pues la construcción de represas podría mitigar los efectos por las inundaciones en temporada de lluvias, pero por la vulnerabilidad de Honduras ante los efectos del cambio climático la situación podría empeorar dentro de unos años.

El Poder Ejecutivo creó la Dirección General de Información y Prensa, considerada por algunas organizaciones y congresistas como una potencial amenaza a la libertad de prensa. El ministro de la Secretaría de Planificación Estratégica, Ricardo Salgado, negó a Contracorriente que esto sea el comienzo de una dictadura para controlar la información en Honduras y se unió al coro gubernamental que repite que las críticas a esta ley son parte de una campaña de desestabilización en contra del Gobierno de Xiomara Castro.

Texto: Leonardo Aguilar
Fotografías: Jorge Cabrera y Fernando Destephen

El pasado 19 de septiembre, el Gobierno de Xiomara Castro, mediante el decreto PCM 023-2022, creó la Dirección General de Información y Prensa, que está adscrita a la Secretaría de Planificación Estratégica y cuyo titular será nombrado por la presidenta de la república.

El 12 de octubre, el Comité por la Libre Expresión (C-Libre) emitió un comunicado en su página web y redes sociales en el que establecía que la Dirección General de Información y Prensa incurrió en al menos cuatro prácticas lesivas a la libertad de prensa y de expresión. La primera es la concentración del discurso público a nivel estatal; la segunda, el condicionamiento de la pauta publicitaria; la tercera, la censura previa y, la cuarta, el exceso de competencias otorgadas a la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel).

Dos días después de la publicación de dicho comunicado, la junta directiva de esta organización, – integrada por Arnaldo Rodríguez, Gilda Silvestrucci, Eleana Borjas, José López, Jesús Carcamo  y German Aragón – rechazó la crítica y posicionamiento expuestos en dicha publicación y mediante una aclaración pública adujeron que su contenido «no representa la opinión colegiada» de la junta directiva.

Sobre esta aclaración pública, el sábado 15 de octubre, Amada Ponce, directora ejecutiva de C-Libre y quien lidera el equipo técnico, manifestó que esa aclaratoria «fue una decisión de la Junta Directiva. No fue una decisión mía, ni del equipo técnico, con quienes no la discutieron». Ponce reveló que varios de los integrantes de la Junta Directiva de C-Libre han sido militantes del partido Libre.

Gilda Silvestrucci fue diputada suplente de Jari Dixon por el partido Libertad y Refundación (Libre) durante el período 2014-2018; en las pasadas elecciones internas, Silvestrucci aspiró a una diputación por el movimiento Honduras Libre.

En entrevista con este medio el pasado 13 de octubre, Amada Ponce se refirió al análisis publicado por C-Libre después de la emisión del PCM en La Gaceta. Ponce dijo que el Gobierno está enfrentando una caída de la imagen pública de la presidenta Xiomara Castro, en el sentido de que ella ha dejado de comparecer públicamente en diferentes actos, por ejemplo, en emergencias y en atención a la ciudadanía y esta iniciativa busca mejorar su posición ante la opinión pública. Desde que tomó posesión, se ha visto a la presidenta en apenas dos comparecencias de prensa en Casa de Gobierno, en las cuales no se ha permitido a la prensa hacer preguntas.

Asimismo, Ponce sostuvo que lo más alarmante del PCM es que el Ejecutivo busca concentrar toda la información que produce el Gobierno, incluyendo la información generada en otros poderes del Estado o en instituciones autónomas, descentralizadas y desconcentradas.

«Hay al menos dos incisos en el artículo dos que hablan de concentrar la información que es producida en todos los órganos y dependencias del Estado, y no solamente estamos hablando del Poder Ejecutivo, sino también de la información que se desprende de las alcaldías, de los entes desconcentrados, del Congreso Nacional, Corte Suprema, Ministerio Público, entre otros», dijo.

La directora ejecutiva de C-Libre agregó que Conatel no solo podrá actuar ahora en el marco de sus facultades, que tienen que ver con las frecuencias de radio y televisión, sino que «ahora incluyen a medios de comunicación impresos, digitales y redes sociales, y aquí estos últimos tres elementos no son competencia de Conatel».

El PCM 023-2022 indica que todos los órganos y dependencias del Gobierno en materia de comunicación y redes sociales deberán «coordinar acciones y racionalizar su uso»; además ordena realizar «de manera permanente» un monitoreo y diagnóstico de todos los medios de comunicación convencionales y alternativos que operan en el país, así como las redes sociales. «Para ello podrá realizar o contratar mediciones, encuestas, estudios de opinión u otros medios técnicos necesarios» estipula el acuerdo.

El decreto ejecutivo también manda a realizar «diariamente un monitoreo y análisis de las diferentes noticias referidas a las acciones del Gobierno de la República, difundidas en los medios de comunicación nacional e internacional, convencionales o alternativos» Asimismo, ordena «coordinar junto a las autoridades de Conatel el inventario de las radioemisoras, televisoras, periódicos impresos y digitales, asimismo todo el contenido que se maneje en las redes sociales».

El titular de la Secretaría de Planificación Estratégica, Ricardo Salgado, dijo a Contracorriente que el objetivo de este decreto es «reorganizar» las comunicaciones del Gobierno de Honduras vinculadas con la información que recibe la ciudadanía.

El secretario de Estado agregó que esa reorganización se hará en base a diagnósticos y monitoreos realizados a medios de comunicación e incluso a la actividad registrada en las redes sociales. Adicionalmente, anunció un proceso para legalizar «la contratación de pauta publicitaria que hasta la fecha ha estado siempre a las sombras».

Aunque es un decreto ejecutivo, algunos diputados y diputadas han reaccionado con preocupación. Entre ellos, la abogada Maribel Espinoza – congresista del Partido Salvador de Honduras (PSH) –, quien dijo a Contracorriente que la Secretaría de Planificación Estratégica no debería estar liderando esa dirección.

«De acuerdo con la Ley de la Administración Pública, entre las atribuciones de esa secretaría no está el monitorear o enlistar ni hacer encuestas sobre medios de comunicación convencionales o alternativos», expuso Espinoza.

El designado presidencial Salvador Nasralla se desmarcó el jueves de la decisión tomada por su Gobierno y señaló en su cuenta de Twitter, que la creación de esta dirección es el «comienzo de una nueva dictadura para coartar la libertad de expresión».

La postura de Nasralla ocasionó una ruptura dentro del Gobierno de Xiomara Castro. El viernes 14 de octubre, Mel Zelaya aseguró que la alianza entre el partido Libre y el Partido Salvador de Honduras (PSH) está rota. «Nasralla rompió la alianza desde el momento en que insulta a la Presidenta, nos insulta a nosotros y al partido Libre, desde que menosprecia todo lo que se está haciendo en favor del pueblo», manifestó Zelaya a través del Canal 8.

El ministro Ricardo Salgado negó a Contracorriente que el PCM 023-2022 sea el comienzo de una dictadura y del control absoluto de la información en Honduras y afirmó que existe una campaña de desestabilización en contra del Gobierno de Xiomara Castro. A su vez, el ministro reconoció que es necesario cambiar de estrategia, pues a su juicio, dentro de los medios de comunicación «nadie reconoce» el trabajo que realizan los funcionarios del nuevo Gobierno.

«Ha habido una campaña de desestabilización que está fundamentalmente buscando evitar que el Gobierno avance. Le voy a poner un ejemplo: en el manejo de la emergencia [por las lluvias] que tuvimos ahorita, más de la mitad del Gabinete anda por todas partes del país auxiliando a las personas, pero no está en ningún medio, nadie lo reconoce, todo lo que hay en los medios son disparates, las locuras de cualquier orate, dando declaraciones de que hay nuevas dictaduras», expresó el ministro Salgado.

El ministro Salgado aseguró que «lo que se le está asignando a Conatel es también una cuestión natural. Nosotros tenemos que saber qué canales existen, si están legales y en qué ámbito operan. El 98 % de todos los medios que existen en el país son privados, necesitamos saber cuáles son y dónde están».

«No sé qué quieren decir con el argumento de la concentración del discurso público, cada quién va a poder seguir diciendo lo que quiera. Eso sí, el Gobierno se reserva lo que va a decir, porque ahora lo que tenemos es un montón de departamentos o direcciones de comunicación en todas las instancias del Estado y cada una hace lo que puede, por decirlo de alguna manera, y publica de acuerdo a sus propios criterios. Lo que se trata esto es de tener una estrategia global del Gobierno en cómo se comunica», afirmó el ministro.

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Periodistas y camarógrafos de medios de comunicación esperan la conferencia de prensa de la presentación de Ramon Sabillón, actual ministro de Seguridad. Foto CC/Jorge Cabrera.

Amada Ponce expresó su preocupación sobre el uso que el Gobierno haga con la información resultante del diagnóstico y del monitoreo «pues no sabemos exactamente cuál es el sentido que le van a dar», además, expuso, este PCM «se extiende no solo a los medios de comunicación, sino que amplía a las redes».

Salgado agregó que, como Gobierno, ellos tienen la «obligación de monitorear las redes sociales» porque «creemos que es una de las fuentes en donde más se expresa la juventud y hay que ver qué están diciendo».

Ricardo Salgado añadió que hay dos tipos de manejo y análisis de información que el Gobierno hará. «Una es la información que el Gobierno traslada a la gente y la otra es cómo la gente y los medios están manejando esa información que tenemos. ¿Cuál es el objetivo?, entender el contexto permanentemente, porque no vivimos aislados».

Empresas de la familia Zelaya relacionadas a medios

Desde el inicio de su gobierno, la presidenta Xiomara Castro se rodeó de sus hijos y de su esposo. Su hijo mayor, Héctor Manuel Zelaya, es el secretario privado de la presidencia y se le ve constantemente representando a su madre en reuniones de alto nivel; su hijo menor, José Manuel Zelaya, se hace llamar asesor ad honorem de la presidencia y José Manuel Zelaya Rosales, el expresidente y esposo de la presidenta, es el asesor presidencial con mayor notoriedad. Varios de los hijos de la pareja presidencial han tenido experiencia en medios de comunicación y están vinculados directamente con empresas de comunicación digital y monitoreo de medios.

El menor de los Zelaya, José Manuel, creó en septiembre de 2020 la sociedad Smart Digital S.A. cuya finalidad es el manejo de medios de comunicación, redes sociales, creación de contenido, marketing y venta de espacios publicitarios, entre otras actividades relacionadas a medios. La esposa de José Manuel también abrió una empresa en Florida en 2015 que primero llamó Notibomba Inc. – el mismo nombre del medio digital – pero que en 2017 cambió de nombre a Smart Digital Corp y de la cual ahora su esposo también es socio.

Por otro lado, Zoe Zelaya, la hija mayor de la presidenta, y Xiomara Hortensia Zelaya, la hija menor quien también es diputada, abrieron una empresa de consultoría de comunicación interna y externa, planes de comunicación, gestión de reputación en línea, monitoreo de redes y medios y elaboración de encuestas de posicionamiento cualitativas y cuantitativas, inteligencia política y varios rubros de la comunicación como la impresión de revistas o la producción de eventos públicos. La empresa fue creada en junio de 2019 y se llama Smart Communication Corp.

Estas empresas no aparecen en el sistema de proveedores de la ONCAE como contratistas del Estado.

¿Para qué será usada la información de los diagnósticos y monitoreos?

El ministro Salgado afirmó que el diagnóstico será utilizado para saber en qué medio se puede pautar. «Usted sabe que los medios de comunicación venden pauta, y para eso utilizan el rating, y el cliente decide por amplitud, alcance o segmento de población a la que llega el medio en cuestión. Nosotros haremos también eso, en vez de comprar esos estudios sobre rating, nosotros vamos a hacer el estudio con la gente, preguntándole cuál es el medio que más ve o qué programa ve a las 7 de la noche».

Amada Ponce consideró que el panorama de la libertad de expresión en Honduras es complicado, pues opina que no es correcto que la Dirección General de Información y Prensa sea la que determine la pauta publicitaria a raíz de un monitoreo ya que este puede ser instrumentalizado e implementado con sesgo.

Esta no es la primera vez que el Gobierno entra en polémica por asuntos relacionados con la publicidad, la propaganda y los medios de comunicación.

En mayo de este año el Gobierno lanzó la primera edición del periódico gubernamental «Poder Popular» con un costo estimado, para dicho mes, de HNL1,559,340.00 (USD 63,471.25).

El secretario de Prensa de Honduras, Ivis Alvarado, aseguró en ese momento a Contracorriente que con la creación de este periódico – con un tiraje de 20 mil ejemplares semanales – las pautas millonarias a medios comerciales desde Casa de Gobierno serían «cosa del pasado», pues este venía a sumarse a Radio Nacional de Honduras (RNH) y Televisión Nacional de Honduras (TNH).

Amilcar Valdés, subgerente de la Empresa Nacional de Artes Gráficas (ENAG), institución que imprime el periódico Poder Popular, le reveló a Contracorriente que el último filtro para que el periódico se imprima es el asesor presidencial, Manuel Zelaya. «Una vez que se corrige el periódico, el presidente Zelaya lo revisa y, como es muy metódico, lo vuelve a enviar a revisión si hace algunos cambios».

Si bien es cierto, hace tres meses el secretario de Prensa cuestionó de forma severa que la administración del expresidente Hernández entregó a un medio de comunicación 52 millones de lempiras en concepto de pauta publicitaria, esta semana, el dirigente de Libertad y Refundación (Libre), Gilberto Ríos, aseguró a Radio América que en la actualidad ven con buenos ojos pautar con medios privados.

«Si pasamos un anuncio por el periódico Poder Popular, Canal 8 o por Radio Nacional, no lo va a escuchar ni el 3% de la población. El grueso de la audiencia lo tienen los medios privados, se necesita pautar para llegar a las grandes masas», dijo Ríos.

En años pasados, el expresidente Mel Zelaya fue investigado por el abuso de fondos públicos destinados al pago de medios de comunicación, periodistas y empresas encuestadoras. Meses antes de que se pretendiera instalar el proyecto de la Cuarta Urna, el Gobierno de Mel Zelaya pagó enormes cantidades de dinero a los periodistas Eduardo Maldonado y Esdras Amado López.

En el reportaje publicado por Contracorriente y Redacción Regional, El Retorno del Clan Zelaya, se reveló que la amnistía decretada por el Congreso Nacional, que dirige Luis Redondo, sepultó las irregularidades detectadas en una auditoría que el Tribunal Superior de Cuentas (TSC) realizó a la Secretaría de Defensa en febrero de 2009. En esa auditoría, que abarcó el periodo que va de julio 2008 al 28 de febrero de 2010, se reportó que se hizo la contratación directa de publicidad por una cantidad de veinte millones de lempiras (USD 1,051,524.71). El acuerdo que hizo posible lo anterior fue respaldado por la firma del expresidente Mel Zelaya y el entonces Secretario de Estado en el Despacho de Defensa Nacional, Arístides Mejía Carranza.

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En junio de 2008, justo un año antes del Golpe, un anuncio en medio de un partido de fútbol costó 252 mil lempiras para anunciar al Gobierno del Poder Ciudadano.

Sobre las pautas publicitarias, el ministro Salgado dijo que su Secretaría hará propuestas de acuerdo con los estudios que se realicen para determinar con «qué espacios conviene» pautar para que la presidenta de la República tome la decisión «de cuáles son los pasos que deben darse. Aquí se gestionarán también la contratación y se gestionará los pagos de las pautas, y se gestionará la exposición vía portal de transparencia de todos esos contratos y de todos los pagos que se han efectuado».

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: El ministro de Prensa de Casa Presidencial, Ivis Alvarado, durante una entrevista con Contracorriente. Foto CC/Fernando Destephen

Amada Ponce afirmó que los grandes medios de comunicación, que antes tenían asignada una pauta publicitaria muy fuerte, están presionando al Gobierno. «Esa pauta, hacia mayo de este año, todavía no había sido asignada ni distribuida».

C-Libre ha denunciado que, en medio de toda esta polémica, los periodistas hondureños continúan siendo víctimas de toda una estructura de criminalidad organizada, narcotráfico y empresas extractivas, por lo que el nivel de alertas que C-Libre ha emitido este 2022 siguen teniendo la misma dimensión que en años anteriores.

«La mayoría de las agresiones cometidas en el gobierno anterior tenían que ver mucho con la protesta social que era reprimida por policiales y militares. No obstante, el año pasado solo registramos un asesinato, este año llevamos cinco», dijo Amada Ponce.

¿Se está gestando un nuevo Golpe de Estado?

El pasado 13 de octubre, la presidenta Xiomara Castro se reunió con su esposo y asesor Manuel Zelaya Rosales en Casa Presidencial, así como con una buena parte de los diputados de Libertad y Refundación (Libre).

Ese mismo día, varios funcionarios y activistas del Gobierno postearon en sus redes sociales que en Honduras se está gestando un golpe de Estado y se está emprendiendo un proceso de «desestabilización» contra el Gobierno de Xiomara Castro.

Contracorriente consultó al ministro Ricardo Salgado sobre la supuesta conspiración  para un golpe de Estado, y este dijo que los golpes de Estado únicamente son posibles «si Estados Unidos está de acuerdo. No hay ni existe ninguna parte del mundo con golpes de Estado sin la participación de Estados Unidos, eso lo debemos tener claro», dijo.

«Esta es mi opinión personal, no es una posición gubernamental sobre el asunto, yo apuntaría a que Estados Unidos busca mantener una desestabilización, convencer a la gente que el Gobierno está mal y un día hacer una revolución de colores aquí», agregó el ministro de Planificación y Estrategia.

El canal Une Tv es uno de los medios que más ha resaltado la voz del actual gobierno, la pregunta anterior es una encuesta realizada en el canal y en las redes sociales en el marco de la polémica por el Acuerdo Ejecutivo. Uno de los socios de Une Tv en Honduras es el titular de la Secretaría de Infraestructura y Servicios Públicos (Insep), Mauricio Ramos, un conocido miembro del Partido Libre; el otro socio es el alcalde del Distrito Central quien ganó las elecciones por el partido Libre, Jorge Aldana.

El doctor Edmundo Orellana Mercado, titular de la Secretario de Transparencia y Lucha Contra la (STLCC) y experto en derecho administrativo, dijo en el programa televisivo Frente a Frente que la creación de esta dirección general le parece innecesaria pues ejecuta tareas administrativas que se resuelven con una simple orden de la presidenta Xiomara Castro al ministro de prensa.

«No había necesidad de emitir un PCM. Lastimosamente aquí hay gente que considera que, si las cosas no se dicen a cierto nivel o se instrumentan en normas -que tienen casi fuerza de ley- entonces no funcionan», dijo Orellana.

Amada Ponce manifestó que, en medio de toda esta discusión, las limitaciones a la libertad de expresión continúan presentándose desde el Estado. «La violencia, lo que ocurre en los territorios, allá donde parece que no existe ningún cambio con las empresas mineras, con las zonas especiales de desarrollo, con las fiscalías que parecen tomar una relevancia aún mayor en temas de censura y, también, desde los actores ligados a la criminalidad en los territorios. Eso no ha cambiado en nada».

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Amada agregó que las dinámicas que atentan contra la libertad de expresión están conectadas en la región centroamericana, pues a su juicio, las empresas transnacionales operan en Centroamérica con las mismas prácticas corruptas bajo los mismos intereses políticos de los presidentes de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua.

«Si pudiéramos poner un acento, la mayor preocupación en la región la observamos en Nicaragua en donde decenas, sino cientos de periodistas y líderes de voces críticas han tenido que salir del país y no pueden seguir viviendo en un régimen tan absolutorio, por eso, es importante este tipo de alertas porque la función de sociedad civil y de los periodistas es establecer pesos y contrapesos a un Estado que puede endulzarse con el poder», concluyó Ponce.

NOTA: la periodista Eleana Borjas, fiscal de la Junta Directiva del Comité por la Libre Expresión (C-Libre), aclaró públicamente que el día 13 de octubre fue convocada a una sesión de la Junta Directiva a desarrollarse de forma virtual para “desconocer” el comunicado del 12 de octubre emitido por el comité técnico de C-Libre; Borjas pide que no se le vincule con la decisión tomada por la mayoría de la Junta Directiva, asegurando que ella votó en contra y que su razonamiento está sustentado en la defensa de la libertad de expresión y la libertad de prensa.

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Texto: Jennifer Avila y Danielle Mackey
Fotografías: Jorge Cabrera y Fernando Destephen
Factchecking: Celia Pousset

En la entrada a la Unidad Metropolitana de Policía (UMEP) 19, ubicada en Trujillo, la ciudad que alguna vez fue el paraíso del cartel de narcotráfico «Los Cachiros», hay un vehículo con más de un centenar de orificios de bala de grueso calibre. Los turistas se toman fotos con el carro que está allí, expuesto en la acera de enfrente de la estación policial, donde algunos agentes salen a fumar un cigarro en un intento por sobrevivir al calor de una tarde de verano en la costa hondureña.

El subcomisario Cristobal Muñoz nos recibe en esta UMEP, la de más reciente creación durante el gobierno de Xiomara Castro como parte del proceso de reestructuración de la Policía en Honduras.

Muñoz contó que para el adecuado funcionamiento de su unidad, son necesarios 350 agentes policiales, pero que actualmente cuenta con alrededor de 50 y que espera que le devuelvan a los agentes que fueron «prestados» para resguardar los centros penitenciarios en el país.

En abril, la presidenta Castro ordenó que los centros penitenciarios pasaran a manos de la Policía Nacional después de que en 2019 fueron intervenidos por las Fuerzas Armadas. El subcomisario aseguró que los agentes de la policía preventiva que estaban en las comunidades han tenido que cubrir estos puestos temporalmente, en espera de que haya nuevos agentes penitenciarios que, probablemente, serán los policías que depuraron de la institución hace 6 años. 

En 2016 se creó en Honduras la Comisión Especial para la Depuración y Transformación de la Policía Nacional que depuró a aproximadamente 6,500 elementos policiales, de los cuales, un 33% fue remitido al Ministerio Público para ser investigado. Con la llegada del nuevo gobierno, alrededor de mil policías depurados demandaron al Estado por haber sido separados de sus cargos a través de procedimientos irregulares. Mientras tanto, la policía se enfrenta a la violencia del país tratando de cumplir las promesas electorales de transformación y desmilitarización de la seguridad pública durante el nuevo gobierno.

raíces del narcotráfico en la Policía Nacional de Honduras
Fachada de la estación policial en Trujillo. Foto/Jorge Cabrera

El subcomisario Muñoz fue recientemente nombrado jefe de esta unidad policial, antes estaba asignado en la ciudad de Olanchito, en Yoro al norte de Honduras, donde su misión era bajar los homicidios, algo que aseguró haber logrado. «No me lo va a creer pero fue el poder de la oración», dijo, porque a sus policías siempre les decía que era importante pedirle ayuda a Dios ante la escalada de violencia.

Una depuración fallida

El actual gobierno de la presidenta Castro anunció su intención de bajar los homicidios a través de la prevención. Para lograr eso, inauguró el 1 de julio de 2022 la policía comunitaria que es parte de una estrategia de seguridad orientada a involucrar a las comunidades a través de mesas ciudadanas de seguridad para apoyar a la Policía Preventiva. Los actos de inauguración fueron amenizados y organizados con fondos del programa G.R.E.A.T. (Gang Resistance Education and Training), financiado por el gobierno de los Estados Unidos. Este programa funciona desde 2012 en el país según se informó en un comunicado de la Embajada de los Estados Unidos en Honduras. 

La importancia del apoyo de los Estados Unidos a la policía sigue siendo grande. En marzo, el director de la policía, general Gustavo Sánchez, dijo a este medio que la reestructuración de la policía estaba sucediendo, pero que era necesaria una readecuación del presupuesto ya que el actual era insuficiente para la situación en la que está la institución. Semanas antes se había dado a conocer el presupuesto general de la república que asignó 7,850 millones al despacho de Seguridad y 9,336 millones al de Defensa.

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Ramon Sabillón, ministro de seguirdad habla con la presidenta de Honduras Xiomara Castro durante la inauguración de la policía comunitaria en Santa Bárbara, Honduras. Foto CC/Jorge Cabrera.

Sánchez está bajo el mando del ministro de seguridad Ramón Sabillón, el primer policía que asumió ese puesto en Honduras. Sabillón y Sánchez comparten mucho más que la visión de una nueva policía, ambos estuvieron en EEUU durante el gobierno del expresidente Juan Orlando Hernández, extraditado por narcotráfico. Sabillón estuvo exiliado y Sánchez fue nombrado como agregado policial en Washington, aunque ambos aseguraron que fueron perseguidos por no alinearse con el gobierno de Hernández, cuyo objetivo principal en materia de seguridad era debilitar a la policía nacional civil.

«Estamos redistribuyendo los recursos que tenemos, pero necesitamos más. El 80% del presupuesto se va en sueldos y salarios, pero las Fuerzas Armadas tienen casi 10 mil millones y en Honduras no hay un problema de defensa, sino de seguridad», aseguró Sánchez.

Según el general, la depuración policial que se impulsó después de varios asesinatos en los que participaron elementos activos de la Policía Nacional, fue un proceso viciado que actualmente le está costando millones de dólares al Estado de Honduras en demandas laborales.

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Gustavo Sánchez Velásquez director de la Policía Nacional de Honduras durante la entrevista. Foto CC/Fernando Destephen

«Ha habido 7 procesos de depuración, y la última depuración fue una flagrante violación a la constitución y sus leyes eso no se debe repetir, porque allí vienen de regreso [las demandas] y esas son responsabilidades para el estado. Se deben crear los mecanismos de veeduría, sí, pero así con todas las instituciones. En este momento yo soy el responsable de hacer el proceso de depuración continua», explicó Sánchez.

Según documentos judiciales de la Corte del Distrito Sur de Nueva York de un caso contra Fabio Lobo – hijo del ex-presidente Porfirio Lobo Sosa – en agosto de 2016, el gobierno de Estados Unidos solicitó asistencia legal al gobierno de Honduras para buscar, entre otras cosas, archivos investigativos y evidencia que tuviera la Comisión especial depuradora de Honduras y también reportes de esta misma comisión relacionados con los acusados. Sin embargo, el siguiente año, el gobierno estadounidense hizo saber que el gobierno hondureño no había respondido a la solicitud a pesar de tener un carácter de urgente, según los documentos del caso. 

La participación de miembros de la policía en actos ilícitos ha sido ampliamente conocida por la población hondureña. Figuras como el exdirector de la policía nacional, Juan Carlos «El Tigre Bonilla», ahora extraditado en EEUU por delitos del narcotráfico, fueron temidas por muchos años.

«El general Bonilla ya había sido enjuiciado [en Honduras] y salió bien librado. Las instituciones estatales fracasaron con toda la estructura del narco estado que estaba funcionando», justificó Sánchez.

El ministro Sabillón, quien ha pasado a la historia como el primer ministro policía que captura a un expresidente, regresó a Honduras a los pocos días de que Xiomara Castro ganara las elecciones en noviembre de 2021. Con una barba larga se mostró ante los medios y se puso a la disposición del nuevo gobierno, Sabillón buscaba un giro en su historia.

Después de más de 20 años de carrera policial, ahora en su oficina de ministro, aseguró que la policía nacional no necesita otra depuración.

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Ramón Antonio Sabillón ministro de Seguridad atiende la entrevista en su oficina. Foto CC/Jorge Cabrera

«A nosotros nos levanta la imagen el hecho de que se extradite un ex director de la policía porque eso quiere decir que nadie está protegido, que quien participa en delitos, paga. Las órdenes de captura de extradición del pasado no se ejecutaban, nosotros sí lo estamos haciendo y fuimos hasta por un presidente», dijo Sabillón, quien fue la persona que le colocó las esposas al expresidente Hernández cuando fue capturado para ser extraditado a Estados Unidos bajo cargos de narcotráfico.

Sabillón aseguró que el actual gobierno está generando más confianza pero que, aún así, es fundamental el apoyo externo, «[En el gobierno anterior] nos trataron de una manera deshumanizada, yo lo sufrí, si pronunciábamos algo contra el sistema nos despedían, si no callábamos nos mataban, entonces uno decidía defender su vida, esto fue una carnicería humana, un destierro. La policía viene de una campaña de bandera falsa de emplazar una institución, crear un odio social y público contra la institución para justificar una depuración ilícita que quizá tenía un poquito de buena intención porque había policías malos, pero quizá era el 1%, y usted no va a despedir 5000 personas por eso», explicó.

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Juan Carlos “El Tigre” Bonilla exjefe de la Policía Nacional entre 2012 al 2013 durante el gobierno del expresidente Porfirio Lobo Sosa, es entregado en extradición a los Estados Unidos luego de haber sido acusado por delitos de narcotráfico. Foto CC/Jorge Cabrera.

Las preocupaciones del ministro y del director de la policía están muy lejos de las de Muñoz en Trujillo, quien día a día tiene que cubrir con muy pocos policías una de las regiones del país más afectadas por el narcotráfico y los conflictos agrarios. Recaen sobre sus hombros la precariedad estructural de la institución y el desprestigio acumulado por una corrupción de gran alcance. 

En abril de 2022, tres agentes de policía recién nombrados a la UMEP 19 fueron asesinados en una finca de cultivo de palma africana mientras perseguían a un vehículo sospechoso que no se detuvo en un operativo policial. Muñoz aseguró que el caso de los agentes fue «esporádico», algo poco común. Narró que los policías regresaban de llenar su patrulla con combustible y siguieron «por error» al vehículo sospechoso. Un error, dice Muñoz, porque hay carreteras en las que los policías saben que no se pueden confiar y estos agentes se descuidaron, una casualidad. Hasta el momento, el caso no ha sido resuelto, sin embargo, la presidenta Castro decretó estado de emergencia en la zona durante diez días. Los días pasaron, pero la unidad policial encargada de este estado de excepción continúa activa hasta ahora.

Actualmente, la Policía tiene el reto de limpiar su imagen después de la extradición de Bonilla, el enjuiciamiento de varios miembros de la institución involucrados en casos de narcotráfico investigados por la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York y los cuestionamientos que se siguen haciendo por hechos violentos en Honduras en los que están involucrados policías en servicio. 

El pasado 29 de mayo, un joven fue asesinado por policías en una operación de captura luego de que este agredió a una mujer policía durante un encuentro de fútbol. Asimismo, el pasado 15 de julio, hubo una masacre en la que murieron 4 jóvenes, uno de ellos el hijo del expresidente Porfirio Lobo Sosa, y en la que los perpetradores utilizaron indumentaria y armas policiales. Recientemente, en una prueba de ingreso de aspirantes a oficiales de policía realizada en las instalaciones de la Academia Nacional de Policía (ANAPO), se reportaron maltratos que ya han producido la muerte de cuatro personas sin que haya, hasta el momento, una deducción de responsabilidades legales dentro de la institución. Todos estos casos están aún en investigación.

Estos casos no nos hablan de algo nuevo, desde que la Corte del Distrito Sur (SDNY por sus siglas en inglés) demostró que los políticos hondureños juegan un papel determinante dentro del negocio del narcotráfico; pero también mostró los altos niveles de corrupción en la institución policial del país.

La policía: pieza clave del narco-Estado

Fue durante la investigación de un ataque armado en 2004 que Carlos Alberto Valladares Zuniga, el entonces jefe de la división de homicidios de San Pedro Sula, conoció a Leonel Rivera, un narcotraficante. Valladares era oficial desde hacía una década y tenía una trayectoria ascendente, a solo un año de ser nombrado jefe de policía en El Progreso, Yoro, y de ganar un premio de la Embajada de los Estados Unidos por su trabajo en la lucha contra grupos criminales como las pandillas. 

Sin embargo, una decisión lo hizo torcer su trayectoria. Valladares aceptó recibir un soborno de parte de Rivera, uno de los «Cachiros», para frenar la investigación que se realizaba sobre él y dejarlo en libertad. Para lograrlo, Valladares presionó a la novia de la víctima para que ésta no presentara cargos. Así comenzó una relación de beneficio mutuo que se volvió cada vez más lucrativa en los años siguientes ya que Rivera y su hermano construyeron uno de los más importantes imperios del narcotráfico en Honduras.

En una llamada telefónica, un día de febrero de 2017, el oficial y el narcotraficante recordaron sus años de colaboración. Valladares rememoró la media docena de veces que ambos viajaron a Tocoa para ayudar con los cargamentos de droga, viajes en los que llevó sus armas de servicio para brindar protección. Recordó las diversas formas en que ayudó a resolver los problemas de Rivera, por ejemplo, cuando en 2012 la esposa embarazada del primo de Rivera fue asesinada después de salir de un banco donde había cobrado un cheque. Valladares usó su autoridad como policía para obtener el video de vigilancia del banco y ayudó a encontrar a los dos presuntos asesinos. Estuvo presente junto a un grupo de más de treinta policías y narcos el día en que el cartel secuestró a los asesinos en un negocio en Tegucigalpa. De ahí, los hombres de Rivera condujeron a los dos agresores a una finca y los torturaron hasta matarlos.

El oficial recordó haber coordinado con un exdirector regional de la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI) de San Pedro Sula, para permitirle a él y a otros policías el acceso al lugar donde estaba almacenada una de las camionetas de Rivera que había sido incautada en un operativo antinarcóticos. Una vez ahí, a cambio de un pago de $80,000 a cada uno, los policías sacaron 100 kilogramos de cocaína del vehículo incautado. Recordó también cuando él estuvo con Rivera y Fabio Lobo, hijo de un expresidente, esperando a que llegara un narcoavión a Omoa, Cortés, y Lobo, poco paciente, empujaba a Rivera para que los acercara cada vez más a la pista de aterrizaje.

Lo que el policía no sabía el día en que expresó todos esos recuerdos por teléfono, era que el narcotraficante tenía nuevos jefes y que lo estaba grabando para la DEA ya que junto con fiscales de la corte SDNY, se recolectaba la evidencia de estos crímenes.

raíces del narcotráfico en la Policía Nacional de Honduras
Miembros de la Policía Nacional vinculados a Fabio Lobo, condenado en Estados Unidos por narcotráfico.

La actividad delictiva de Valladares se remonta al menos a 2008, cuando éste ayudó a Rivera a matar a un miembro de su propio cartel por haber violado las reglas en un club nocturno llamado Bailables de Occidente, en San Pedro Sula. Son hechos como esos los que se han descubierto desde 2013, cuando el pequeño grupo de agentes de la DEA y fiscales en Nueva York se puso a investigar carteles de narcotráfico en Centroamérica y Sudamérica y descubrió que Honduras era «uno de los principales puntos de transbordo de cocaína sudamericana del mundo » consumida posteriormente en los EE. UU.

En resumen, lo que los investigadores estadounidenses encontraron fue que, desde al menos el año 2003, «múltiples organizaciones de narcotraficantes que operaban en Honduras trabajaron en conjunto con políticos, funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y personal militar» para mover montañas de cocaína que llegaban al país en aviones y barcos desde Venezuela y Colombia, para luego llevarlos a Guatemala y México con rumbo a su destino final, los Estados Unidos. Los políticos involucrados incluían a presidentes y congresistas, que recibieron sobornos de los carteles, con frecuencia disfrazados como «contribuciones de campaña» y, a cambio, estos prometieron políticas que permitieron la continuidad del narcotráfico. Algunos empresarios también fueron figuras centrales en esta red, por ejemplo, para lavar el dinero ilícito en negocios y bancos lícitos. 

Los investigadores de la corte del SDNY también vieron que la relación de los narcotraficantes con el Estado a veces iba más allá del soborno. En algunos casos, los representantes del cártel eran parte de la nómina estatal. Los narcos tenían acceso a información sobre los sistemas nacionales de radar anti-narcoavión y a la inteligencia naval, y tenían el poder de desviar la atención del sistema judicial hacia otros lados. «Estas extensas redes de narcotráfico contribuyeron a que Honduras se convirtiera en uno de los lugares más violentos del mundo», concluyó la corte del SDNY.

Pero una pieza clave de toda esa estructura fueron los policías, como Valladares. El narcotráfico en Honduras no habría podido funcionar sin la Policía Nacional, tanto al nivel del liderazgo nacional como de los mandos medios y los policías que patrullan las calles. Los agentes recibieron sobornos a cambio de información sobre a quienes estaba investigando el gobierno, cómo evitar los puntos de control militar y policial en sus rutas y cuándo y dónde ocurrirían las interdicciones. En ocasiones, los oficiales también brindaban seguridad a los cargamentos durante su paso por el país. Por ejemplo, agentes policiales al servicio de «los Cachiros» escoltaron camiones que transportaban grandes cantidades de cocaína propiedad de narcotraficantes mexicanos que enviaban su producto a los Estados Unidos, señaló la corte del SDNY. Los oficiales también desempeñaron otros roles, como el sicariato y el lavado de dinero.

De hecho, aunque los fiscales federales de los Estados Unidos identificaron a Valladares como el «más culpable» de los oficiales que habían procesado hasta el 2018, sus crímenes no fueron excepcionales. La corte ha presentado cargos contra siete policías hondureños hasta la fecha y sus investigaciones y juicios siguen en marcha. El imputado más reciente fue Juan Carlos «El Tigre» Bonilla. La información que ha salido a la luz a través de estos casos deja claro que, en una diversidad de formas de corrupción, la institución policial hondureña dejó de proteger a su pueblo – si alguna vez lo hizo – para servir y proteger al negocio del narcotráfico.

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Los juicios de Nueva York

Además de Valladares, la corte del SDNY enjuició a los policías Ludwig Criss Zelaya Romero, Mario Guillermo Mejia Vargas, Juan Manuel Avila Meza, Carlos Jose Zavala Velasquez y Victor Oswaldo Lopez Flores. Con excepción de Bonilla, cuyo juicio aún no comienza y quien se ha declarado inocente, todos los demás fueron encontrados culpables. 

Según una entrevista con una fuente cercana a las investigaciones, los casos que han catalogado a Honduras como un narcoestado comenzaron hace unos 8 años entre el equipo de la corte del SDNY y la DEA. « El objetivo de nuestra oficina es apuntar al nivel más alto de corrupción y narcotráfico en cualquier lugar del mundo» dijo esta persona que pidió proteger su identidad para no perjudicar las investigaciones en curso. 

Los líderes del cartel «Los Cachiros» eran los principales investigados pero al entregarse otorgaron mucha información que fue clave para el resto de los casos. «Ese fue un gran paso para nuestra investigación. Tenían información inmensa y cooperaron totalmente con nosotros» dijo y agregó que aunque ya pensaban que había involucramiento político y militar en el narcotráfico éste «resultó ser mayor a lo que pensábamos. Cruzó las fronteras partidarias, cruzó administraciones durante más de 20 años, y no fue solamente que lo dejaban pasar [el narcotráfico] sino que los políticos de alto nivel, los empresarios, la policía y el ejército se involucraron directamente». 

Pero la coyuntura que dio paso a que la corrupción tomara las riendas del estado fue el golpe de Estado que vivió Honduras en el año 2009. «El punto de inflexión clave en el final de cualquier facsímil de democracia en Honduras fue el golpe» dijo Fulton Armstrong,quien, entre 2008 y 2011, fue parte del staff del área de Latinoamérica en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos y, anteriormente, sirvió como Oficial Nacional de Inteligencia para Latinoamérica de los Estados Unidos. Armstrong fue el analista de la CIA sobre Latinoamérica con el rango más alto en el gobierno estadounidense.«Fue entonces [en el 2009] cuando la derecha se dio cuenta de que ahora había una oportunidad de recuperar el control, incluido el de la policía» dijo y especificó que en ese momento se restableció «la alianza entre la derecha hondureña y la derecha en el congreso estadounidense y en Washington».

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Miembros de Fuerza Nacional Antimaras y Pandillas, FNAMP, participan de una exposición de armas durante la inauguración de la Policía Comunitaria en Santa Bárbara. Foto CC/Jorge Cabrera

Varios años antes del golpe, la narco-corrupción ya había echado raíces dentro de la institución policial. En 2004, el mismo año en que Valladares aceptó por primera vez un soborno de los Cachiros, otro oficial, Juan Manuel Ávila Meza, comenzó a trabajar para ese cartel del narcotráfico. Este oficial de policía era también abogado, ocupó puestos de comando regional en todo el país y puestos de defensa legal en varias empresas privadas. Según los documentos de su caso, Ávila Meza fue presentado a Javier Maradiaga por Rubén Santos, un ex policía vinculado a la red criminal. Si bien al principio usó principalmente su conocimiento como policía para ayudar a mover la cocaína y para ofrecer a «los Cachiros» acceso a las grandes cantidades de droga que la policía había incautado de otros traficantes, a los pocos años también comenzó a lavar las ganancias del narcotráfico y a ayudar a «los Cachiros» a evitar la confiscación de dinero y propiedades provenientes del negocio ilícito, por ejemplo, involucrando intermediarios en la cadena de lavado y poniendo una casa de lujo en San Pedro Sula a su nombre para evitar que el gobierno hondureño la incautara. Recibió al menos $20 millones de «los Cachiros» por la protección de sus activos.

El 2004 fue el año cuando un tercer oficial, Ludwig Cris Zelaya Romero, fue contactado por Fabio Lobo – el hijo del ex presidente Porfirio Lobo – y «los Cachiros», quienes le buscaron por recomendación de otro policía que no fue nombrado en los documentos de la corte. Los narcotraficantes le solicitaron que brindara seguridad a los envíos de ambos grupos, a lo que Zelaya Romero accedió. Ese mismo año, Zelaya Romero fue ascendido al cargo de Inspector en la policía hondureña y recibióun diploma de reconocimiento por su «valiosa participación en la campaña “Comunidad más segura” demostrando capacidad y entusiasmo en beneficio de la Sociedad». Poco después, Zelaya Romero amplió su rol inicial para entonces coordinar la protección policial del transporte de los cargamentos de Lobo y «los Cachiros» a través de Honduras en su camino hacia el norte. Por ese servicio, Zelaya Romero recibió un pago de $100,000, según la corte del SDNY.

En 2005, otro policía, Mario Guillermo Mejía Vargas, entró en contacto mensual con «los Cachiros» durante cuatro años, período en que los hermanos le alertaron de cuándo llegarían sus cargamentos y, junto a Zelaya Romero, Mejía coordinó a los policías que ofrecerían seguridad armada para cada cargamento al tiempo que orientó a los narcotraficantes sobre cómo evitar puntos de control estatal en la ruta. En ese momento, Honduras era gobernada por Ricardo Maduro, del Partido Nacional, quien llegó al poder prometiendo mano dura contra la delincuencia. Su gobierno le dio especial protagonismo a la Policía Nacional. 

La corrupción atrapó también a Carlos José Zavala Velásquez, un policía que había desempeñado múltiples funciones de alto nivel en la institución, incluso con la Interpol, el FBI y con las fuerzas especiales israelíes y estadounidenses en operaciones especiales, entre otros puestos, la mayoría de los cuales estuvo enfocada en inteligencia policial y en combatir el crimen organizado. En 2008, cuando Zavala fue nombrado Jefe de División de la unidad especializada «Cobras» en San Pedro Sula, el director de la policía en esa zona era Juan Carlos «El Tigre» Bonilla. Al año siguiente, aprovechando su puesto, Zavala comenzó a guiar las rutas de tráfico de una narco-red dirigida por alguien a quien todos conocían como «Don H», de nombre Héctor Emilio Fernández Rosa. «Don H» mantuvo su negocio por una década y fue el responsable de ordenar el asesinato de 19 personas, además de trabajar con los representantes de Joaquín «El Chapo» Guzmán para mover la droga mexicana hacia el norte y pagar sobornos millonarios a candidatos políticos y oficiales de la seguridad estatal para que fluyera el tráfico ilícito. 

Dos años antes de entrar al bajo mundo a colaborar con personas como «Don H», el asistente de Zavala Velásquez fue asesinado, por eso Zavala decidió huir de Honduras y buscar asilo en los Estados Unidos. Regresó a Honduras en 2008 y se le otorgó un puesto en la unidad policial «Cobras». Mientras trabajaba para la red de «Don H», Zavala Velásquez brindó seguridad a sus cargamentos durante al menos tres años, recibiendo entre cinco y veinte mil dólares por cargamento, además, filtró información a los narcos sobre posibles retenes policiales a lo largo de sus rutas planificadas. Él mismo acompañó al menos un cargamento para ofrecer seguridad armada.

En 2009, Mejia Vargas fue detenido y encarcelado en Honduras junto con casi una docena de oficiales por participar en un allanamiento ilegal en la casa de un supuesto narcotraficante, pero, posteriormente, salió libre.

Según la evidencia en manos de la corte del SDNY, para el año 2013, Ávila Meza ya lavaba dinero para «los Cachiros» a través de un zoológico de animales exóticos y una compañía de fachada llamada INRIMAR, para la cual contactó a otros abogados para contratar sus servicios. También comenzó a cobrar deudas para «los Cachiros». A principios de 2014, Zavala Velásquez conoció a Ávila Meza y Mejía Vargas en una capacitación en la academia policial en Tegucigalpa y estos últimos reclutaron a Zavala Velásquez para brindar seguridad a un cargamento. En febrero de ese año, Ávila Meza encabezó una reunión con «los Cachiros» y el hermano del ex-presidente, Antonio Hernández, además de Mejía Vargas y otro policía, Victor Oswaldo Lopez Flores, en la que presentó mapas al grupo, identificando retenes y ofreciendo consejos sobre logística para mejorar las posibilidades de éxito de la operación.

En junio de 2014, otro grupo de policías, incluyendo a Zavala Velásquez – quien, en ese momento era un oficial encargado de combatir el crimen organizado – sostuvo una reunión con Fabio Lobo y unos hombres que creían que eran representantes de un cartel de drogas pero que en realidad eran informantes de la DEA y a los cuales les ofrecieron ayuda para un cargamento de drogas a cambio de un soborno de $100,000. La reunión fue grabada y lo que hicieron Zavala Velasquez y sus compañeros fue lo mismo de la reunión de unos meses antes entre policías y narcos: colocaron un mapa de Honduras sobre una mesa y describieron a Lobo y a los supuestos narcos la presencia policial hondureña a lo largo de las rutas de transporte d la cocaína. A cambio de su apoyo en el operativo, además del soborno, solicitaron nuevos teléfonos, vehículos y un fondo común de $200,000 para sobornar a otros oficiales. Dos años más tarde, Zavala Velásquez fue ascendido a un puesto en la unidad de fuerzas especiales Xatruch en la región del Bajo Aguán, una unidad conjunta con las Fuerzas Armadas para abordar el conflicto agrario en esa zona del país. Ese mismo año, Zabala fue detenido por su participación en la narcoactividad y fueron extraditados a los Estados Unidos Fabio Lobo y Mejía Vargas.

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Prueba en el caso en contra de Fabio Lobo, momento en que éste busca apoyo del General Pacheco Tinoco, militar y ministro de Seguridad durante el gobierno de Juan Orlando Hernández. Pacheco no ha sido acusado hasta el momento y él niega vinculaciones con cárteles del narcotráfico.

Apoyo de Estados Unidos a la Policía Nacional de Honduras

Toda esta actividad delictiva de una fuerza policial al servicio del narcotráfico ocurrió al tiempo en que la institución recibía capacitación continua por parte del gobierno de los Estados Unidos sobre una diversidad de temas, tales como operaciones especiales y anti-narcóticos en selva y mar, tácticas de investigación criminal, policía comunitaria y fortalecimiento de la unidad anti-pandillas. 

Según un ex-agente del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés) que estuvo basado en Honduras y quien pidió anonimato por no estar autorizado para hablar públicamente, la idea detrás de algunas capacitaciones estadounidenses para las fuerzas de seguridad estatal en Centroamérica es dotar a equipos de élite que han pasado por un proceso de escrutinio – «vetting» en inglés – con el conocimiento y equipo necesarios para enfrentar delitos como el tráfico de drogas y frenarlos antes de que los crímenes lleguen a los Estados Unidos. 

Con algunas unidades, eso significa no solo investigar a los oficiales elegidos a través de la Ley Leahy y de un polígrafo para certificar que sean confiables, sino también equiparlos con materiales como vehículos, uniformes, teléfonos celulares y una oficina especial para aislarlos del resto de la fuerza policial y así minimizar las posibilidades de que puedan divulgar información confidencial que buscan las redes de crimen organizado sobre las investigaciones en curso, como por ejemplo, la clase de información que daban los agentes judicializados en la corte del SDNY. Pero, según el ex-agente, el camino para llegar a dicha meta siempre fue cuesta arriba en Honduras. «Incluso dentro de la unidad que había pasado por el escrutinio, siempre hubo problemas, como un reemplazo constante, porque tuvimos que reemplazar personas por problemas de integridad».

Los ejemplos de los problemas que tuvieron incluyen actividades delictivas, dijo, pero también infracciones menores, como el uso indebido de vehículos oficiales o facturas de teléfonos celulares de trabajo por miles de dólares de uso no-laboral. Los avances que pudieron hacer los capacitadores estadounidenses en el tiempo que estuvieron allí no fueron sustanciales, dijo el ex-agente. El mayor problema era una cultura interna de corrupción. «Había corrupción de arriba hacia abajo. Era obvio, hablando con nuestra unidad y escuchando sus historias y viendo las cosas que podrían ocurrir. Podías contratar [a un policía o un pandillero] para asesinar a alguien por quinientos lempiras, así de desesperada estaba la gente por dinero» dijo y agregó que había muchos tipos de corrupción en el trabajo en la fuerza policial pero, específicamente, «la policía temía interponerse en el camino de los carteles».

El ministro de Seguridad de Honduras, Ramón Sabillón, hizo énfasis en que sin el apoyo de los Estados Unidos no se puede desarrollar una estrategia de seguridad adecuada al problema de criminalidad transnacional que enfrenta Honduras. Él lo sabe porque en su carrera policial vivió dos exilios justamente por haber desarticulado redes criminales. Sabillón contó que su primer destierro fue a República Dominicana con apoyo del gobierno de los Estados Unidos en 2006, después de que recibió amenazas siendo director de la policía de aduanas durante el gobierno nacionalista de Ricardo Maduro.

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Ramón Antonio Sabillón, ministro de Seguridad de Honduras. Foto CC/Jorge Cabrera

«Fue por un tema de tráfico de armas, corrupción en pasaportes para el ingreso de ciudadanos de otros países con nexos con el narcotráfico y el tema de aduanas. Tuve que sacar a mi familia. Yo estuve en nada, en la calle, sin ningún cargo, al final me tuve que ir, me mandaban para un sitio donde prácticamente me iban a entregar entonces me tuve que ir a otro sitio, era un mensaje contra mi vida», contó el ministro.

Sabillón regresó en 2009, después del golpe de Estado, y comenzó a investigar a Carlos «El Negro» Lobo, un narcotraficante ahora condenado en Estados Unidos. Con ese caso, el ministro aseguró que ha trabajado en trece casos de extraditables. «Yo colaboré con la DEA, yo puse de mi parte, pero recuerde que el crimen organizado tiene varias características y que es sistémico, usted puede estar tratando con una persona de una institución y puede ser un soldado del crimen organizado. Ellos avisaban cuando los investigábamos, cuando el sistema se le cierra a uno, no puede hacer mucho. Pero eso está cambiando con las extradiciones, son golpes de justicia que estamos dando», explicó y aseguró que él nunca estuvo involucrado en ilícitos a pesar de que ha sido señalado anteriormente como cómplice del narcotraficante Amilcar Leva Cabrera «El Sentado» quien fue asesinado en 2015 cuando ya estaba trabajando como informante de la DEA.

«El Sentado está muerto, las otras personas están capturadas, como investigador uno debe agotar todas las vías posibles, haciendo las intervenciones adecuadas, pero hay muchas personas que se han dedicado a mentir y desprestigiar, si hubiera tenido vinculación con él ¿cómo iba a estar viviendo tranquilamente en Estados Unidos seis años? Allá estuviera preso», agregó Sabillón.

«El problema es que los que manejaban el narcotráfico no eran los policías, los policías eran unos mandaderos, los políticos han manejado el narcotráfico en este país», dijo por su parte el excomisionado Leandro Osorio. El excomisionado Leandro Osorio fue depurado en 2016, pero su caso se conoció a nivel internacional ya que fue él, siendo director de la Dirección Policial de Investigación (DPI), quien desmanteló un narco laboratorio vinculado a Antonio Hernández, hermano del expresidente, preso y condenado en EEUU por delitos de narcotráfico.

«Si usted mira, la mayoría de policías involucrados son los que estuvieron en occidente, ahí está el general Bonilla […] y quien los mandaban a ellos eran los políticos, pero aquí hicieron ver a la sociedad que el problema de este país era los policías», dijo Osorio quien se ha convertido en un reconocido analista en temas de seguridad.

Sobre Bonilla, Osorio aseguró que éste tenía una relación muy importante con el gobierno de los Estados Unidos. «Si estas unidades de inteligencia extranjeras han tenido un conocimiento importante, yo me pregunto si Bonilla era parte de esta estructura o lo mandaron a hacer un trabajo, pero el Tigre Bonilla tenía un ahijado que era uno de los Valle Valle. En este país el general Bonilla fue todo poderoso en la policía, él manejaba la inteligencia, él manejaba la prevención, él manejaba la investigación, él manejaba todo, pero yo lo que puedo decir es que en ningún momento en mi caso jamás me dio una orden arbitraria, al contrario, hice una operación contra un oficial de la zona sur que estaba reunido con unos delincuentes, entre ellos unos narcos, e inmediatamente los relevé de su cargo», explicó.

Que sucesivas administraciones presidenciales estadounidenses hayan empoderado a las redes de corrupción en Honduras no está en duda. Armstrong, el exanalista de inteligencia, dijo que la culpa de los Estados Unidos por haber seguido apoyando a las administraciones hondureñas después del golpe– que claramente eran corruptas – es enorme. «Hemos sido los propiciadores, los facilitadores, los que dieron luz verde a los golpistas, a Lobo y a JOH. Esto incluye a algunos demócratas de importancia y la evidencia estuvo allí durante mucho tiempo», dijo. 

Según John Lindsay-Poland, un investigador que trabajapara el American Friends Service Committee, una organización afiliada a la Sociedad Religiosa de Amigos (Cuaquerismo), «la Administración Biden no ha cambiado sustancialmente la mayoría de los objetivos de la política exterior en la región. Tampoco han sancionado a las fuerzas estadounidenses implicadas en la capacitación de fuerzas extranjeras involucradas en delitos graves», tal y como exige la ley Leahy y agregó que «así no hay un cambio de paradigma». 

Lindsay-Poland, quien durante décadas ha sido escritor sobre las políticas exteriores de los Estados Unidos hacia Latinoamérica, dijo que los Estados Unidos deben asumir la responsabilidad por haber apoyado a tales regímenes y a sus fuerzas de seguridad corruptas. «Pero en este momento, ese es un mundo imaginario», dijo. 

Por su parte, en Honduras, Osorio llamó a la comisión depuradora «narco comisión» porque coincide con las actuales autoridades policiales en que la depuración solo sirvió para aniquilar a la policía.

En febrero de 2022, Osorio dijo a medios de comunicación hondureños que el 85% de todos los agentes policiales depurados regresarían a la Policía Nacional ya que las demandas contra el Estado son millonarias. Él, por su parte, aseguró que no piensa volver a la institución.

«Quizás un 10% de los depurados eran los que estaban vinculados al crimen, pero aquí se prestaron los poderes del estado que eran manejados de una forma antojadiza por Juan Orlando Hernández Alvarado, entonces muchos de los que nos sacaron era porque éramos un estorbo para el narcotraficante Juan Orlando Hernández Alvarado», dijo Osorio, quien además aseguró que a todos sus compañeros de operaciones también los sacaron de la institución después de los golpes que dieron a la estructura criminal que según él estaba ligada a los Hernández.

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Miembros de la Policía Nacional de Honduras participan de una exposición de armas durante la inauguración de la policía comunitaria en Santa Bárbara. Foto CC/Jorge Cabrera

Osorio dijo que ha sido frustrante cómo el crimen enquistado en el Estado ha desafiado a las fuerzas de seguridad. El comisionado contó que después de haber detenido a personas vinculadas al expresidente en 2015, ese mismo año, en diciembre, se dio cuenta de que uno de los detenidos salió «con permiso» el 31 de diciembre de la cárcel. «Le pagaron más de diez millones a un oficial del ejército que era director de un centro penal para que ese individuo fuera a su cena de fin de año en la casa, [yo] lo recapturo nuevamente en una clínica de San Pedro Sula y lo mando al presidio y cuando reporté a uno de los ministros más bien lo sentí con un tono molesto conmigo porque yo había recapturado a ese miembro que posteriormente se fugó del centro penal, todavía no se sabe el paradero y en ese centro penal se perdió el libro de novedades».

Para Osorio, actualmente hay una reconfiguración del crimen organizado y mencionó varias señales y causas de eso, una de ellas -aseguró- es la captura y extradición de Juan Orlando Hernández Alvarado, otra es la fuga del líder de la Mara Salvatrucha MS-13, «El Porkys», y también la sentencia de Carlos Alberto Álvarez Cruz, alias «Cholo Houston», otro cabecilla de la organización criminal. «También está la política de cero tolerancia, de mano dura que tiene el presidente de El Salvador Nayib Bukele, entonces hay una forma natural de que estas estructuras se vengan para Honduras o Guatemala y están yendo hasta por balsas a Amapala», dijo Osorio.

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha establecido un estado de excepción que se ha prolongado durante siete meses a raíz de una negociación fallida que su gobierno sostuvo con la Mara Salvatrucha. Osorio negó que Bukele haya negociado con pandillas, a pesar de que hay pruebas sobre esto, y aconsejó que el nuevo gobierno de Xiomara Castro en Honduras tome de ejemplo lo que su vecino está haciendo. «Yo creo que este gobierno debería ver como en un espejo a El Salvador», dijo.

Mientras tanto, el subcomisario Muñoz espera refuerzos en Trujillo, este municipio ha tenido un repunte de violencia que incluso tocó directamente a sus policías. Entre enero y junio de 2022, la policía de Trujillo reportó 39 homicidios y 4 muertes violentas indeterminadas, una cifra alta tomando en cuenta que, durante todo el 2021, la policía reportó 37 homicidios y 6 muertes violentas indeterminadas, a estas cifras se sumaron los tres agentes policiales asesinados en abril. Muñoz nos mostró el carro tiroteado aparcado frente a su oficina policial y nos dijo «se salvó de milagro el muchacho, eso pasa cuando Dios tiene un propósito y no le toca morir a uno. Ya voy a pedir que muevan este carro de aquí porque la gente lo mira y se asusta». 

ESTE REPORTAJE FUE APOYADO POR UNA BECA DEL FUND FOR INVESTIGATIVE JOURNALISM

Texto: Lety Elvir
Ilustración: Pixabay

«¡Jueputa, jueputa, jueputa!», fueron las tres primeras palabras que pronunció don Ricardo años después de aquel accidente automovilístico que lo dejó mudo y parapléjico, que lo aisló del mundo como si estuviera en coma. 

Doña Ana no se cansa de repetir entusiastamente, a todo aquel que se disponga a escucharla, los progresos de su esposo; parece una mamá cursi que llora y salta de emoción cuando su pequeño hijo ha comenzado a hacer sus primeros pininos. A medida que el tiempo pasa, don Ricardo va ampliando su vocabulario aunque nadie lo entiende, excepto doña Ana. Las primeras tres palabras pronunciadas en el día de su despertar son las únicas inteligibles para el resto de la familia. 

Contra todo diagnóstico, don Ricardo ya colabora cuando su esposa lo está bañando, pues su lado izquierdo funciona más o menos bien, es el lado del corazón, por eso los vecinos ahora lo llaman don Ricardo, Corazón de León. Sin embargo, todavía no puede ponerse los supositorios ni contener la baba que permanentemente gotea, mucho menos golpear con la escoba a doña Ana cada vez que esta regresa tarde cuando sale a la calle. 

También ha aprendido a torcer la boca (hacia el lado izquierdo), a arrugar la cara (del lado izquierdo) para reclamarle a su esposa si la casa no ha sido barrida y trapeada, o si no le da comida al tiempo que siente hambre, o cuando los celos le riegan ponzoña en toda su existencia. 

En este último caso a doña Ana le entra musepo, cólera y los tristes recuerdos de cuando él estaba sano y la maltrataba. Entonces ella lo queda viendo fijamente a los ojos, se le acerca despacio como felina al ataque, se inclina sobre el rostro de él con mirada sarcástica y le grita: «Sí, vengo de ver al otro, él sí que me trata bien, me da el dinero de su pensión, no es mujeriego como usted, ni me hace todas las pillerías que usted me hizo cuando joven. Por eso vine tarde, él me hace sentir una señora, me toca, me acaricia y no es como usted que nada puede hacerme, por eso vine tarde, ¿y qué? Además, yo no soy su criada, ¿por qué no barre usted?». 

Don Ricardo, al oír las frases de su esposa, se adueña de la escoba que siempre mantiene al lado izquierdo de su silla de ruedas y con el brazo izquierdo la lanza contra doña Ana, que ya se ha alejado de él; no le atina, el golpe no llega hasta donde lo proyectó. Entonces don Ricardo, Corazón de León, no tiene más alternativa que blandir de manera amenazante su brazo izquierdo y gorjear las tres palabras mágicas: «¡Jueputa, jueputa, jueputa!» 

Doña Ana reaparece y sonríe vengativa, se sienta enfrente de su esposo, en la mesa del comedor, y comienza a contar un rollito de billetes, que don Ricardo cree que le dio el otro. Se levanta, busca un bolígrafo y comienza a hacer la lista de medicinas y otras cosas que necesita comprarle a su esposo. 

En la oficina bancaria todos saben que doña Ana regresa tarde a su casa algunas veces al mes, porque las filas para pagar los servicios públicos o cobrar el raquítico cheque de la pensión de su esposo son más largas de lo esperado, a pesar del rótulo de preferencia para los de su edad. 

«¡Jueputa, jueputa, jueputa!», sigue murmurando don Ricardo, Corazón de León.

Este cuento forma parte del libro Sublimes y perversos (2005).

Fotografía: Jorge Cabrera
Texto: Leonardo Aguilar

El campesino Alfonso Rivera, de 55 años, habitante de la aldea El Socorro perteneciente a la Finca 8 en El Progreso, Yoro, llora mientras habla por celular con una de sus hijas que vive en los Estados Unidos. Le muestra, a través de una videollamada, cómo quedó la comunidad e intenta explicarle que, otra vez —en menos de dos años—, se perdió el maíz que habían sembrado, el que ya estaba listo para la cosecha. También le cuenta que permanece durmiendo a la intemperie en lo que queda del bordo que protegía su comunidad. 

A pocos metros de Alfonso Rivera, está su vecina Ana Rosa Núñez, de 35 años, quien asegura haber perdido cuatro manzanas cultivadas con maíz. 

El pasado 18 de septiembre, después de la primera inundación, la gente de la Finca 8 regresó a sus casas a limpiar. Pero solo pasaron tres días y con la tormenta Julia tuvieron que evacuar de nuevo. «Otra vez a cuidar nuestras cosas en la orilla de este bordo», dice Ana Rosa y agrega que mucha gente le aconseja que venda sus terrenos y se marche a otro lugar: «Imagínese, ¿volver a comenzar de cero?, es que no hay como tener lo de uno. Si me voy a la ciudad, una casa no me baja de 200,000 lempiras (aproximadamente 8,000 dólares). En la ciudad hay que comprar plátanos, mientras que aquí en la comunidad uno lo tiene todo, aquí cualquier vecino le dice: “Tenga, llévese este huevo”, y con eso se pasa el día, pero en la ciudad la vida es más cara. Por eso optamos por continuar aquí, aunque nos toque volver a pasar de nuevo por estos procesos. Si usted hubiera estado en esta aldea antes de estas inundaciones, ¡viera ese campo!, súper bonito, la escuela de la comunidad estaba súper arreglada. Aquí hay de todo, hay maíz, hay plátanos y yuca… y duele dejar esto, ¡duele!», expresa Ana Rosa.

A pesar de estas tragedias, la esperanza puede verse en el rostro de campesinas y campesinos como Alfonso Rivera y Ana Rosa, que sin apoyo estatal se han levantado una y otra vez en la larga y extenuante carrera por la supervivencia. Miles de ellos se quedaron sin nada en noviembre de 2020 tras el paso de dos ciclones tropicales, pero a pesar de eso decidieron retirar el lodo de sus casas, limpiar sus campos y comenzar de cero. 

Después de los huracanes Eta e Iota, los campesinos hicieron su parte, de sol a sol optaron por seguir sembrando, por seguir confiando, por seguir creyendo en la institucionalidad de un Estado que desde hace décadas les da la espalda. Y esperaron. Esperaron durante meses a que las instituciones correspondientes —sin importar el color político— repararan los bordos que debían proteger sus casas, que desarrollaran los proyectos de contención que debían resguardar sus cultivos. Aguardaban, día tras día, a que llegaran a dragar los ríos. Aun sin ver esas promesas materializadas, campesinos como Alfonso Rivera y Ana Rosa apostaron de nuevo a sembrar en sus extensas milpas cultivadas con el dolor de sus manos, algunas financiadas con el sacrificio de sus hijos, entre ellos migrantes, quienes envían dinero desde EE. UU. o desde España para trabajar la tierra, para mejorar sus casas, para ver brillar el fruto de las legumbres y de las hortalizas en este fértil valle. 

Rafael Alegría, subdirector del Instituto Nacional Agrario (INA), afirmó que debido a la tormenta Julia se perdieron 1,500 millones de lempiras en el sector agrícola a causa de las lluvias. Octavio Pineda Paredes, el ministro del Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS), informó que hubo estragos en las zonas vulnerables del Valle de Sula por el nivel de los caudales de los ríos Ulúa y Chamelecón, en donde se dañaron algunas de las principales vías de comunicación. Además, hubo daños en 193 de los 298 municipios de Honduras. 

Y mientras campesinas y campesinos como Alfonso Rivera y Ana Rosa esperan a que el agua baje para comenzar, otra vez, de nuevo, el Gobierno de Xiomara Castro ha respondido con promesas: construir bordos de contención y, como respuesta adicional, un «plan de rescate» que consiste en el manejo de la Cuenca del Valle de Sula: «Vamos con 3 represas, el ordenamiento y la reconstrucción de 116 puntos, actualmente ya trabajamos en 68», indicó Héctor Zelaya, hijo de la presidenta Xiomara Castro, quien funge como su secretario privado.

Fotografía: Jorge Cabrera
Texto: María Celeste Maradiaga

«Eso tiene años, cada vez que llueve se empieza a caer un poco más debido a la saturación de agua», dice Dafne Gómez, una habitante del barrio El Chile, ubicado al norte del Distrito Central, capital de Honduras. Dafne explica que ella y sus vecinos han observado de manera alarmante el deslave en una montaña detrás de un campo de fútbol en esa comunidad.

La situación ha empeorado estos últimos días, explican los vecinos del barrio, señalando que esta montaña se ha ido derrumbando poco a poco desde hace unos siete años aproximadamente. Como sucede en zonas de alto riesgo por deslizamientos, los habitantes de El Chile han sido alertados por el personal de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) para estar preparados por si algún derrumbamiento a mayor escala sucede.

Según el Mapa Multiamenaza (Inundaciones y Movimiento de Laderas) de la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC), el barrio El Chile pertenece a una de las zonas con alta susceptibilidad de movimiento de ladera en la capital. En total, estas zonas abarcan el 14.52 % del Distrito Central y aproximadamente un 14.47 % de personas que habitan en ellas resultan afectadas por los movimientos de laderas.

Un estudio denominado Cartografía de Riesgos Naturales en Honduras, realizado por estudiantes de la Universidad de Alcalá en 2003, identifica al Distrito Central como una de las zonas de alta susceptibilidad a inundaciones y a deslizamientos de laderas.

El pasado 22 de septiembre, el director del Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos de Copeco, Francisco Argeñal, informó que, debido a la influencia del fenómeno de La Niña, se han registrado lluvias acumuladas que están arriba del promedio en casi todo Honduras, esto ha provocado que, en un suelo cargado con agua y con susceptibilidad de movimiento de ladera, ocurran deslizamientos.

Aníbal Godoy, geólogo independiente, explicó a Contracorriente que conocer la composición del suelo es importante, y más cuando está compuesto de arcilla porque este suelo tiene dificultad en soltar el agua que recoge debido a que la porosidad de la arcilla es baja lo que provoca que el agua no filtre fácilmente. Sin embargo, el geólogo asegura que existen otros factores que explican los derrumbes y deslizamientos en la capital.

«Los deslizamientos en Tegucigalpa son de millones de años, pero se han acelerado con los procesos de urbanización, de colonizaciones, de construir sin ningún control y sin ninguna técnica especial. Desde que Tegucigalpa empezó a crecer en su población se fue quitando el bosque, sustituyéndolo por casas y calles, y eso es parte de la factura que la madre naturaleza nos cobra, porque las raíces sostienen el suelo y, al existir un bosque es tupido, el enramado de raíces se encarga de sostener el suelo superficial», explica el experto en geología.

Godoy formó parte del proyecto «Amenazas geológicas enfocado en deslizamientos de tierra de Tegucigalpa», un estudio realizado por la Agencia Japonesa JICA en 2014. En un mapa, identifican alrededor de 1,500 puntos vulnerables en la capital, y, en su momento, el reporte fue entregado tanto a autoridades de Copeco como de la AMDC.

El geólogo señala que es necesario activar un departamento técnico con ingenieros geólogos —ambientales y civiles— e hidrógrafos en la Alcaldía para realizar estudios en zonas de deslizamientos y actualizar la situación de vulnerabilidad en la capital, no obstante, lamenta que esto nunca ha sido prioridad en ninguna de las administraciones.

«Yo le he mandado mensajes a cuatro funcionarios de alto rango, en donde yo me ofrezco, ad honorem, a ser un asesor junto a los empleados en temas de geología, minería, desastres naturales, medioambiente y cambio climático, pero no, ni de gratis quieren», afirma Aníbal Godoy.

Por otra parte, Russel Garay, director del Despacho Municipal de la AMDC, sostiene que existen tres gerencias especializadas en el tema de riesgos en la Alcaldía, y que la gerencia de evaluación de riesgos específicamente está certificada por Copeco. Además, destaca que existen 330 millones de lempiras destinados para la gestión de riesgos, y, adicionalmente, la Alcaldía contará con 700 millones de lempiras para obras de mitigación de riesgo.

«Nosotros conformamos este año un equipo que es la Umgir (Unidad Municipal de Gestión Integral de Riesgo). Anteriormente la Umgir lo que hacía era contratar servicios de empresas, con una partida presupuestaria de 80 millones de lempiras, para contratar a una empresa que brindaba asesorías en temas de riesgo. Decidimos cambiar esto y contar con un equipo capacitado para responder a emergencias. Ahí tenemos hidrólogos, geólogos, y un montón de gente especializada en estos temas», asegura el director del Despacho Municipal de la capital.

Garay explica que, en administraciones anteriores, la Alcaldía nunca realizó una obra de mitigación teniendo conocimiento del mapeo de zonas de deslizamiento en la capital, y es por esta razón que la administración actual de la AMDC tuvo que actuar de emergencia luego de los últimos deslizamientos que han ocurrido, incrementando los costos a seis veces de lo que hubiese costado realizar las obras cuando los deslizamientos no estaban activos.

«Hay muchos estudios, sin embargo, no se han hecho inversiones, es por eso por lo que nosotros hemos determinado tener una partida para inversiones de este tipo», explica Garay, quien agrega que, independientemente de pertenecer a alguna afinidad política, en la Alcaldía han sido responsables con el proceso de contratación de personal, «siempre y cuando sean capaces de administrar los cargos correspondientes».

Dafne Gómez, los habitantes de El Chile, y toda la población de Honduras que habita en zonas susceptibles a deslizamientos, se resisten a la idea de dejar su hogar de toda la vida, sin embargo, con cada temporada de lluvia, la preocupación embarga sus mentes ante una posible catástrofe. 

Texto y fotografía: Fernando Destephen

«Yo vivo de lo que los demás botan», dijo José Paz, un hombre de 62 años que se mueve de un lado para otro en la estación del Trans-450 frente al Hospital Escuela de Tegucigalpa, en el Bulevar Suyapa. 

Paz, ahora reciclador, dijo que trabajó ad honorem durante 10 años en la Villa Navideña de la Alcaldía del Distrito Central que se instala cada diciembre en el Bulevar Juan Pablo II.

Contó que en la Alcaldía no le reconocieron el tiempo que trabajó. Al quedarse sin ese trabajo, optó por desafiar el urbanismo e instalarse junto con su pareja, Juana Gutiérrez, de 35 años de edad, en la caseta del Trans-450. Ambos viven ahí desde octubre de 2021 y se protegen del mundo exterior con varias cobijas amarradas a la estructura de lo que alguna vez fue una obra inaugurada para desahogar el tráfico de la ciudad, pero que jamás llegó a funcionar.

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José Paz durante un recorrido por la colonia Las Colinas de Tegucigalpa. Tegucigalpa, Honduras. Foto CC/ Fernando Destephen.

El Trans-450 tuvo un costo de 51 millones de dólares provenientes de con fondos propios de la Alcaldía, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo OPEP para el Desarrollo Internacional (OFID) y el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).

José se levanta a las 4:00 de la mañana a reciclar para vender y poder comer cada día. Si no logra salir de madrugada, entonces trabaja de noche, desde las 8:00 p. m. hasta las 10:00 p. m. que es cuando pasan los camiones recolectores de basura para llevarla al Crematorio Municipal.

«Aquí la vida es bien trágica desde que amanece hasta que anochece», dijo José Paz. Al ser un bien público y sin cerraduras, José Paz y Juana Gutiérrez duermen con un ojo abierto y otro cerrado porque a José le toca —en lo que puede— poner orden a los borrachos y los ladrones que se refugian por la noche en la estación del Trans-450 y que a veces asaltan a los familiares de los pacientes internos en el Hospital Escuela. 

Las pocas noches que José logra dormir, se despierta pensando en que lo podrían desalojar de esa estación que muchas noches comparte con hasta 15 personas que deciden dormir en el suelo de ese lugar. La nueva administración de la Alcaldía del Distrito Central ya canceló el proyecto y tiene otros planes para hacer de esa infraestructura algo útil, por ejemplo, convertirla en una sala de espera exterior del Hospital Escuela.

El 14 de septiembre de 2022, varias cuadrillas de la Alcaldía limpiaron esa estación del Bus de Tránsito Rápido (BTR) para los desfiles del 15 de septiembre, y lo hicieron sin importunar la vida diaria de José y Juana, quienes disfrutaron del desfile desde su improvisado hogar. 

«Nosotros solicitamos nos hicieran en este pedazo del Trans un albergue, no para mí, sino para la gente que viene de afuera», dice. La propuesta de José se desprende de su emoción y también propone una solución económica: hacerlo con cartones, puertas, y colchonetas «porque total no hay capital para comprar camas». Para solucionar de una forma práctica y rápida un problema muy antiguo, el que los familiares de pacientes en el Hospital Escuela que no tienen un refugio seguro donde pasar el tiempo mientras sus familiares están internos. 

La noticia de la cancelación y los nuevos proyectos para el Trans-450 incluyeron habilitar los carriles para los vehículos normales —que ya es una realidad en varias de las 12 estaciones.

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Un familiar de Juana Gutiérrez duerme en la cama de la improvisada habitación en la caseta del Trans - 450 frente al Hospital Escuela. Tegucigalpa, Honduras. Foto CC/ Fernando Destephen

Otra alternativa es crear los «centros de movilidad urbana», que serían espacios donde se cuente con personal permanente para responder de manera inmediata a accidentes, con presencia policial y de ambulancias, explicó Russel Garay, director del Despacho Municipal. Garay también dijo que se buscará llegar a acuerdos con la gente que vive en las estaciones, como José y Juana, para encontrar una solución habitacional, aunque sea provisional, mientras se encuentra una solución integral.

Este proyecto fue iniciado en 2013 durante la administración municipal de Ricardo Álvarez, quien, por ahora alejado de la política, se ha mostrado indignado por la cancelación de un proyecto millonario que no hizo funcionar, pero que sí inauguró en uno de sus tramos el 23 de enero de 2014, en la estación «Los Presidentes» en el Bulevar Centroamérica.

Mientras unos políticos deciden qué uso darle a las estaciones del fallido Trans-450 y otros se lamentan por la cancelación de esta millonaria estafa, José se entretiene en una de sus estaciones reparando lo que encuentra, esperando la noche —o la madrugada— para salir a reciclar a la colonia Miraflores. El recorrido incluye el portón de emergencia del Hospital Escuela y las glorietas de madera que se apoyan en el Hospital Escuela, la calle La Salud hasta llegar a la colonia Miramontes, donde sube y baja sus calles, para visitar a su amigo Roger, que duerme en las gradas de la iglesia Cristo Viene. Se saludan, bromean y se despiden. José y Juana siguen su camino, las bolsas las llenaron arriba de la mitad, fue un buen recorrido.

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El Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco), al norte de Honduras y que el Instituto de Conservación Forestal (ICF) propuso como área protegida hace 11 años, está destruido. Su expediente se quemó en un incendio que ocurrió en las oficinas del ICF. La zona que debía ser la de mayor conservación ahora está inundada en su gran mayoría de cultivos de palma africana y en menor medida de pasto king grass. Una modificación en las colindancias del parque terminó beneficiando a empresarios que aducen ser productores de energía limpia a costa de la desaparición de un sitio que pudo ser una importantísima reserva de agua para el país.


Texto: Areli Palomo Contreras
Colectivo Linea 84 Periodismo Etnográfico y Acción Comunitaria
Fotografías: Fernando Destephen/ Contracorriente
Investigación: Arelí Palomo Contreras y Roberto Chávez
Edición: Jennifer Ávila / Contracorriente


El desplazamiento forzado, por las consecuencias que ha traído el cambio climático en los océanos y que han afectado las comunidades en la costa, ha sido objeto de estudio en la costa caribeña de Honduras y Guatemala. Allí, en la zona costera fronteriza también están las tierras de lo que iba a ser el Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco) que el Instituto Nacional de Conservación y desarrollo Forestal, Áreas Protegidas y Vida Silvestre (ICF) propuso como área protegida mediante acuerdo ministerial 008-2011 en el año 2011 y que ahora están invadidas por monocultivos de palma africana y pasto king grass que dañaron la que iba a ser un área de preservación. 

Todo alrededor es de un verde intenso, hay árboles por todos lados, la vegetación vibra donde sea: en las montañas las nubes se funden con los árboles y en los valles se extiende ese verdor. Más allá de ese intenso color, no tan lejos, se ve el azul del mar que se escucha suave, pero cimbreante.

Sin embargo, en esta zona de humedales, las plantaciones de palma africana han reemplazado los mangles. Un poco más lejos, en zonas todavía pantanosas, hay áreas enormes llenas de unos pastos grandes que tampoco forman parte del ecosistema de este lugar, se trata del pasto king grass que se utiliza como biomasa para generar energía «limpia y renovable». Estas dos plantaciones no encajan en la zona.

Terreno sembrado con palma africana dentro de la antigua propuesta de área protegida el Panaco. Omoa, Cortés, Honduras. Foto CC / Fernando Destephen.

Los humedales del Panaco pertenecen al segundo sistema de arrecifes coralinos de barrera más importante del mundo: el Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM). Cualquier modificación en el uso de suelo del lugar puede tener terribles consecuencias en el equilibrio ecológico de la zona, y es que «los humedales almacenan grandes cantidades de carbono, y, cuando estos humedales se destruyen o degradan, se liberan grandes cantidades de CO2 y otros gases de efecto invernadero a la atmósfera», dice un estudio de hace más de 20 años de la Convención Ramsar sobre humedales. Su destrucción implica acelerar el cambio climático y todos sus efectos.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Terrenos plagados de lechuga acuática (Pistia stratiotes) ha crecido y ganado terreno en las zonas inundables. Omoa, Cortés, Honduras. Foto CC / Fernando Destephen.

El prospecto de parque y sus humedales formaban una propuesta de área protegida, que finalmente no se protegió, y que ahora se muere por los intereses económicos de los monocultivos de palma africana y king grass, bajo la mirada y la complicidad de las autoridades ambientales hondureñas.

Todos los seres humanos dependen de los humedales

Humedales hay en todas partes del mundo, se les conoce con otros nombres y sus características varían, todos son igual de importantes y su extensión trasciende las fronteras. Un humedal puede ser un vasto ecosistema de transición entre la tierra y el mar, pero también incluye otros cuerpos de agua como ríos, lagos y lagunas (temporales y permanentes). Dependemos de ellos porque generan alimento, agua potable y oxígeno. La característica más importante de un humedal es que toda el agua y nutrientes que concentran crea un gran depósito de alimento para microorganismos, peces, plantas, animales y humanos. Mediante un proceso de filtración, el agua estancada en los humedales se limpia en su paso hacia el subsuelo y abastece de agua limpia los mantos acuíferos o aguas subterráneas de las que extraemos el agua que necesitamos para existir. 

Los humedales del antiguo Panaco forman barreras naturales contra los efectos de huracanes y equilibran la entrada de agua salada a la tierra cuando las mareas se agitan. Además estos, así como otros bosques inundados de países vecinos, conectan con los arrecifes del SAM. Este último va desde Cabo Catoche en México hasta las Islas de la Bahía-Cayos Cochinos en Honduras.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Camino inundado de camino a la laguna de Jaloa. Omoa, Cortés, Honduras. Foto CC / Fernando Destephen.

A nivel internacional, el Sistema Arrecifal Mesoamericano, el segundo arrecife de barrera más largo del mundo, después de La Gran Barrera de Coral en Australia, es un gran espacio transfronterizo marítimo y terrestre. El SAM recorre cuatro países: México, Belice, Guatemala y Honduras, y está interconectado con el Corredor Biológico Mesoamericano (CBM). El CBM es un sistema de áreas protegidas pertenecientes a los distintos países que lo conforman (nueve países). El antiguo Panaco y sus humedales, que eran una propuesta de área protegida, formaban parte de estas dos áreas geográficas de importancia internacional y primordial en cuanto al equilibrio ecológico de la vida en la región, tanto en la tierra como en el mar. En el siguiente mapa se aprecia el Panaco dentro del SAM.

Panaco Parque Nacional Cuyamel Omoa Honduras
Fuente: https://marfund.org/es/arrecife-mesoamericano/

El prospecto de parque y sus humedales fueron declarados como el sitio de importancia internacional No. 2133 por la Convención sobre los Humedales o Convención Ramsar en el año 2013.

El siguiente mapa muestra las 30,031 hectáreas de mar y tierra que correspondían al Panaco y que tiene las mismas dimensiones del sitio Ramsar 2133.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Fuente: https://rsis.Ramsar.org/RISapp/files/34283316/pictures/HN2133map2013.pdf?language=es

Este acuerdo intergubernamental define los humedales de una manera ampliaen la que —además de contar como humedal todas las extensiones de tierra cubiertas por aguas poco profundas la mayor parte del tiempo— integra las zonas que nutren, dependen y están indiscutiblemente conectadas con los humedales, como los pantanos, las ciénagas, las lagunas, ríos, zonas costeras, pastos marinos, zonas de arrecifes y «extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda los seis metros». 

Este acuerdo compromete a los países que lo firman a proteger los humedales en sus territorios y proporciona directrices y guías para conservarlos y protegerlos. 

En Omoa hay dos ríos caudalosos que bajan de las montañas bañando con sus brazos a las planicies en su recorrido hacia la costa, formando con su agua el sistema de humedales. Uno de estos ríos es el Cuyamel y baja de la Sierra de Omoa; el otro es el río Motagua, la frontera natural entre Honduras y Guatemala, con un gran problema de contaminación por basura de toda clase y que suma al deterioro de los humedales. Los mangles viven dentro de este lugar, en los humedales o bosque inundado de Cuyamel. Los peces, por ejemplo, van a los humedales a reproducirse y a crecer en sus aguas estancadas, para luego ir al mar y viajar a los arrecifes. 

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Un habitante de la zona fronteriza entre Omoa y Guatemala. Atrás, el caudal del río Motagua represado, por la presencia de lechuga acuática. Omoa, Cortés, Honduras. Foto CC / Fernando Destephen.

Omoa es un lugar remoto, la vida cotidiana de sus 77 comunidades todavía se funde con la exuberante vegetación. Tiene 24 comunidades costeras que dependen mayoritariamente de la pesca y también de la agricultura y el turismo. Su existencia ha dependido y depende de la dinámica de los humedales. La gente de las comunidades en las costas y planicies sobreviven de la pesca; no solo del mar, sino de todos los cuerpos de agua de los humedales. Dependen de sus tierras fértiles y del agua que les provee. La agonía de los humedales de Cuyamel también es la agonía de las comunidades que son parte de ellos.

La corta vida del Panaco

El calor es soberbio. Llego a Cuyamel en Omoa para hablar con Gustavo Cabrera, un hombre de estatura baja, cabello negro y corto. Me dice que muchos pasan por aquí preguntando por las comunidades que se hunden en el Caribe debido al avance del mar, un efecto visible del cambio climático en esta zona. También le preguntan por los desechos que acarrea el río Motagua y que contaminan la vida marina y terrestre. Todo esto sucede en el área donde se planeaba declarar el parque Panaco.

Gustavo Cabrera, director de los Cuerpos de Conservación de Omoa (CCO). Omoa, Cortés, Honduras.
Gustavo Cabrera, director de los Cuerpos de Conservación de Omoa (CCO). Omoa, Cortés, Honduras. Foto CC / Fernando Destephen.

Cabrera es originario de Omoa e hijo de agricultores, dice que creció con la convicción de querer a su pueblo y a su bosque. Además es biólogo y miembro fundador de la organización no gubernamentalCuerpos de Conservación de Omoa (CCO) y cuenta que fue él, junto con otros tres biólogos —más algunos voluntarios— quienes crearon CCO en el 2001 con la idea de establecer un área protegida en el municipio: el Panaco.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Casa donde funcionan las oficinas de los Cuerpos de Conservación de Omoa (Cco). Omoa, Cortés, Honduras. Foto CC / Fernando Destephen.

Para lograr esto, en Honduras se necesitan una serie de estudios que muestren la importancia ecológica del lugar. Se debe realizar un diagnóstico biofísico del área—especies de flora y fauna, tipos de suelo, ecosistemas presentes, etc.— junto con un estudio socioeconómico. También se debe socializar la propuesta con las comunidades que estén cerca y/o que queden dentro del área que se desea proteger; se necesita elaborar un plan de manejo, que es la guía legal de las actividades que se pueden y no se pueden realizar en el lugar, además de que todo esto debe estar integrado en un expediente que necesita contar con el respaldo del ICF para que, finalmente, esta autoridad propongade manera oficial el área protegida y entregue el expediente de la propuesta de declaratoria al Congreso Nacional. 

Según el artículo 326 del Reglamento General de la Ley Forestal Áreas Protegidas y Vida Silvestre, el ICF es la autoridad encargada de proponer áreas protegidas y es el Congreso Nacional la autoridad que debe emitir formalmente la declaratoria. Sin embargo, esto no significa que el área esté desprovista de la protección de la ley forestal, de las instituciones o fuera de otros marcos legales como convenios internacionales.

Cabrera cuenta que fueron muchos los esfuerzos por crear el Panaco. A su favor tenían que los ecosistemas del lugar son parte del SAM y que, para 2006, CCO como parte de la ONG Alianza Trinacional del Golfo de Honduras, Alianza Trigoh, buscó establecer un corredor biológico binacional que enlazara el área protegida de Punta Manabique en Guatemala con el área protegida que ellos querían proponer en Omoa. En el mismo año se ratificóLa Iniciativa de los Sistemas de Arrecifes del Caribe Mesoamericano, de 1997, que comprometía a los países «custodios» del SAM (Belice, Guatemala, México y Honduras) a realizar esfuerzos institucionales y financieros para cuidar el arrecife. 

En cuanto al contexto regional, todas las cartas estaban sobre la mesa para crear Panaco. «Aún así, no se pudo, no hubo voluntad. Las autoridades no tenían interés», dice Cabrera.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Placa que marca el límite de la zona núcleo el Parque Nacional Cuyamel Omoa (Panaco). Omoa, Cortés, Honduras. Foto CC / Fernando Destephen.

Los esfuerzos de CCO continuaron los años siguientes hasta que, dentro del mismo marco de la iniciativa del SAM, apareció en el escenario la Comisión Europea con el proyecto Gestión Sostenible de Recursos Naturales y Cuencas del Corredor Biológico Mesoamericano en el Atlántico Hondureño (Procorredor). Cuenta Cabrera que en este revuelo de fondos para el SAM, CCO logró incluir la propuesta del parque dentro de ese proyecto y finalmente adquirieron fondos para realizar el diagnóstico biofísico del Panaco en el año 2010. Se logró integrar toda la información necesaria para que el ICF, finalmente, hiciera la propuesta de declaratoria oficial ante el Congreso Nacional del Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco).

El 28 de junio del 2011 se publicó en el Diario Oficial La Gaceta que el Estado Hondureño, a través del ICF, había dado a conocer su decisión de declarar al parque como área protegida mediante el Acuerdo Ministerial 008-2011. En esta resolución se delimitaban y protegían legalmente 30,031 hectáreas de área marina y terrestre. Este acuerdo fue el que sentó la base para declarar toda el área del Panaco como sitio Ramsar en 2013. 

En el acuerdo de propuesta del Panaco que emitió el ICF en el 2011, se establecen: la zona núcleo, «en la que deberán mantenerse en el mejor estado posible los recursos contenidos en ella», y la zona de amortiguamiento, «cuya función es la de mantener el equilibrio ecosistémico y regular o disminuir los impactos y acciones adversas contra los objetos de conservación». Según la propuesta oficial, la zona núcleo tendría un área de 5,663 hectáreas, donde están comprendidos los humedales de Cuyamel y el bosque de mangle. La zona de amortiguamiento tendría un total de 24,368 hectáreas (16,223 terrestres y 8,145 marinas). CCO pretendió ser la organización comanejadora del Parque Nacional. 

El siguiente mapa muestra el Panaco.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Fuente: Diagnóstico Biofísico del Área Protegida Paisaje Terrestre y Marino Protegido Cuyamel-Omoa 2010

Esto era un triunfo. De inmediato se creó el Plan de Manejo para el periodo 2012-2024 del parque. Y es allí donde queda escrito que la zona núcleo está destinada a la absoluta conservación. Incluso, Panaco ya estaba registrado en el Centro de Información de Patrimonio Forestal del ICF (CIPF-ICF). Solo faltaba que el Congreso hiciera la declaratoria oficial. 

El expediente de declaratoria del Panaco se envió al secretario general del Congreso Nacional de ese momento, Rigoberto Chang Castillo, del Partido Nacional, mediante el oficio DE-ICF-562-2011y a Augusto Cruz Asencio, de la Comisión de Ambiente, mediante el oficioDE-ICF-563-2011, según aparece en el memorandum APN-27-2013 del expediente 2013-LA-00147de solicitud de licencia ambiental de la HGPC Agrícola S.A. de C.V., para la siembra de king grass en el área protegida propuesta del Panaco. El 4 de septiembre de 2011, el ministro del ICF, Carlos René Romero, le mandó a Chang correcciones simples a la propuesta de declaratoria y, ya para el 24 de septiembre de 2011, Chang había presentado el proyecto de ley del Panaco ante el Congreso esperando a que el presidente de la cámara legislativa de ese momento, Juan Orlando Hernandez —que hoy enfrenta un juicio en Estados Unidos por cargos de narcotráfico—, la aprobara y firmara.

Pero el expediente desapareció. Según las solicitudes de acceso a la información realizadas para esta investigación, esas son las últimas comunicaciones que se tienen sobre el estado de la propuesta del Panaco en los archivos del Congreso Nacional.

Igualmente se solicitó copia del expediente al ICF y su respuesta fue: «Este Departamento no cuenta con dicha información, dado que el expediente que se custodiaba por el DAP (Departamento de Áreas Protegidas del ICF) se quemó durante el incendio ocurrido en las instalaciones de ICF el 26 de abril de 2013, lo cual fue comunicado al público mediante Acuerdo 01A-ICF-2013 y publicado en La Gaceta No. 33,122 de fecha 13 de mayo de 2013. Por otro lado, el expediente presentado al Congreso Nacional de la República fue extraviado en dicho órgano del Estado». 

La propuesta del Panaco quedó en el limbo legal como área protegida y nunca fue declarada como tal por el Congreso Nacional. Pese a esto, y debido a su importancia regional e internacional, sus límites y superficie geográfica de 30,031 hectáreas coinciden con las hectáreas declaradas como sitio Ramsar en 2013.

Entre 2011 y 2014, los humedales de Cuyamel, ubicados en la zona núcleo que pretendía proteger el Panaco, fueron destruidos de una forma insólita. Alrededor de unas 1,170 hectáreas de humedal desaparecieron.

Los siguientes mapas muestran la cobertura del uso de suelo en el Panaco antes de que comenzara la destrucción.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Fuente: Colectivo Linea 84 Periodismo Etnográfico y Acción Comunitaria
Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Fuente: Colectivo Linea 84 Periodismo Etnográfico y Acción Comunitaria

La destrucción de los humedales de Cuyamel

Yo llegué aquí en el 2018, cuando gran parte de los humedales de lo que sería el Panaco ya habían muerto. La gente del lugar hablaba de la antigua propuesta de área protegida y a susurros comentaban cómo murió. No todos se atreven a contar los detalles porque, dicen que detrás están los grandes intereses económicos de «gente poderosa» vinculada a los monocultivos de palma africana y king grass —también conocido como zacate o pasto elefante.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Una vaca pasta en un terreno sembrado con King Grass de la HGPC Agrícola S.A de C.V. Este cultivo es utilizado como biomasa para producir energía limpia.. Omoa, Cortés, Honduras. Foto CC / Fernando Destephen.

El desastre empezó con las plantaciones de palma, cuentan todavía los lugareños. La expansión de este monocultivo necesita grandes extensiones de tierra, y los conflictos socioambientales que ha provocado en otras partes Hondurasno son desconocidos. 

Los palmeros llegaron a esta zona de Omoa aproximadamente en 2012 y los pobladores de la zona recuerdan cómo con grandes tractores arrancaban los árboles «con todo y raíz» para preparar el terreno. También escarbaron para hacer canales y desviar el cauce del río Cuyamel. «¡Si viera usted cómo fue todo eso! Ahora esa laguna (Jaloa) ya casi está perdida, ya no la va ver usted como antes, ya no quedó nada», dice alguien a quien llamaremos «Ezequiel» —para proteger su identidad—, mientras caminamos hacia la laguna de Jaloa ubicada en los humedales de Cuyamel.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Una retroexcavadora abre un canal para desviar agua del río Cuyamel a una plantación de palma africana. Omoa, Cortés, Honduras. Foto CC / Fernando Destephen.

Gustavo Cabrera corroboró lo que dice Ezequiel y aseguró que los palmeros alteraron la dinámica del humedal hasta llevar al desastre.

«El primer problema fue que drenaron el humedal, dejó de ser un ecosistema con su flujo natural de agua, ellos (los palmeros) vinieron a modificar todo. Lo secaron todo. Modificaron el ecosistema, entonces ahora el río agarra para donde le da la gana y no solo eso, ahora todo lo que son lagunas allá abajo… se están azolvando porque todos los sedimentos que antes retenían los humedales ahora van directo para la laguna (de Jaloa)… Hay varias lagunas, esa prácticamente ya desapareció. La sedimentaron… es un desastre completo», dijo Cabrera.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Afluente del río Cuyamel dividido luego del paso de los huracanes Eta y Iota, y afectado por la maquinaria pesada utilizada para crear canales que desvían el agua del río hacia los plantíos de palma africana. Omoa, Cortés, Honduras. Foto CC / Fernando Destephen.

Según el plan de manejo que se tenía para Panaco, la laguna de Jaloa y los alrededores eran el corazón del humedal.

Fuente: Colectivo Linea 84 Periodismo Etnográfico y Acción Comunitaria.
Fuente: Colectivo Linea 84 Periodismo Etnográfico y Acción Comunitaria.

Por irónico que parezca, los humedales de Cuyamel empezaron a destruirse al poco tiempo de que el ICF hiciera la propuesta de declaratoria del Panaco. Para el 2012, la Mesa de Organizaciones Comanejadoras de Áreas Protegidas de Honduras(MOCAHP) denunciaba públicamente la deforestación del lugar y la prensa tambiénlo reportó. En el 2013,Trigoh emitió un comunicado de alerta ante la destrucción de las áreas que harían parte del Parque Cuyamel-Omoa, y la Red Manglar urgió también sobre la tala ilegal de los manglares en el sitio Ramsar 2133. Todos exhortaron a las autoridades ambientales a actuar y parar el avance de la palma en el lugar.

Otros, con el mismo poder que los palmeros, ayudaron a resquebrajar el equilibrio ecológico de la zona y a sacar de la propuesta de área protegida a gran parte de los humedales. Los zacateros o los del zacate, como les dicen en Omoa, financiaron la recategorización y redelimitación del Panaco para hacer una nueva área protegida en la que su finca quedaría fuera de ella.

Según el expediente 2013-LA-00147 de MiAmbiente, el 10 de junio de 2013 la Sociedad HGPC Agrícola S.A. de C.V. solicitó licencia ambiental para la siembra de king grass o zacate en su finca «La Bendición», en un área de 873 hectáreas. Cinco meses después, el 4 de noviembre de 2013, según el expediente 2013-LA-00419, la Cooperativa Mixta Palmas del Caribe Compacal Ltd., la única dedicada al cultivo de palma en la región, también solicitó licencia ambiental para la siembra de palma africana en un total de 2,000 hectáreas. Ambos proyectos están ubicados en lo que era la zona núcleo y de amortiguamiento de la antigua propuesta de área protegida en Omoa y dentro del actual sitio Ramsar 2133.

Mientras los humedales se destruían, los interminables expedientes de solicitudes de licencias ambientales para palma y king grass se hacían cada vez más extensos.

La gente poderosa


La cooperativa Mixta Palmas del Caribe Compacal Ltd. se constituyó el 18 de agosto de 2012. Tiene 25 miembros de los cuales destacan los nombres de Guillermo Noriega Suárez y su hija Gilma Edelmira Noriega González.

A Guillermo Noriega se le ha conocido en Honduras como el magnate de la madera. Ya en el año 2005 la Agencia de Investigación Ambiental de Estados Unidos (EIA por sus siglas en inglés) detalló las operaciones de Guillermo Noriega y su hija Gilma para obtener madera. En el informe sobre tala ilegal, se menciona la destitución de Gustavo Morales, exdirector del Cohdefor (antiguo nombre del ICF) en el 2004, relacionada con la entrega indiscriminada de permisos de tala en el departamento de Olancho a la maderera de Noriega. Por el lado de su hija Gilma, ella detalla a los agentes encubiertos de la EIA que la base de ese negocio es el pago a los funcionarios de gobierno y su cercanía con una de las grandes figuras políticas del país: el expresidente de Honduras Porfirio Lobo Sosa, justo cuando la propuesta del Panaco se extraviaba en el Congreso Nacional.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Entrada a la finca Amaya, parte de la Cooperativa Mixta de Palmas del Caribe (Compacal) Omoa, Cortés, Honduras. Foto CC / Fernando Destephen.

Con el paso del tiempo, los negocios de Noriega se diversificaron. En entrevista con el exmandatario Lobo Sosa, este comenta: «No tenía palma en ese tiempo, creo que esa es una inversión nueva de él (…) Don Guillermo es un maderero, eso ha sido, él se ha dedicado al negocio de la madera, estuvo en la zona de Olancho, esa ha sido su principal actividad, no sabía que había sembrado palma…», explica y agrega que históricamente la siembra de palma ha sido en los departamentos de Atlántida, Colón y Yoro y que la expansión hacia Omoa se debe a que la calidad del suelo y el clima son propicios para la siembra de palma.

«Noriega no es uno de los grandes de la palma», dice Lobo y acto seguido lo llama por teléfono. Según Lobo, Noriega le aseguró que efectivamente contaba con alrededor de 200 manzanas (aproximadamente 140 hectáreas) de palma africana, pero que actualmente le quedaban unas 50 manzanas porque la arena había soterrado las demás. En el 2020, la Compacal sufrió pérdidas por las inundaciones que los huracanes Eta e Iota causaron en la zona.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Palmera dentro del río Cuyamel a causa de la crecida del río debido a los huracanes Eta y Iota. Omoa, Cortés, Honduras. Foto CC / Fernando Destephen.

Intentamos contactar a Mario Gómez y Carlos Arturo Rodeno, presidente y gerente de Compacal respectivamente, pero hasta el momento no se obtuvo respuesta. 

Por otro lado está el king grass, en manos de la sociedad HGPC Agrícola S.A. de C.V., la cual se constituyó el 22 de marzo del año 2012 —cinco meses antes que Compacal y aproximadamente nueve meses después de la publicación de propuesta del Panaco—. Esta empresa siembra y cosecha el king grass (zacate) en los terrenos de su propiedad. El objetivo de la producción de zacate está directamente relacionado con la generación de energía eléctrica de la Honduran Green Power Corporation (HGPC) S.A. de C.V., empresa propietaria de una planta privada que produce 43-MW de energía eléctrica y que fue inaugurada en junio de 2016.

HGPC provee electricidad a la industria exportadora de textiles en el municipio de Choloma, y está diseñada para utilizar biomasa como combustible. La generación de energía a través de este tipo de agrocombustible se considera energía renovable, sustentable y limpia, por esto la planta ha sido considerada «única en el mundo». El gigante textilero Elcatex es la compañía matriz de la planta eléctrica HGPC que provee energía a todos los procesos de ese gigante exportador de ropa. Elcatex fabrica prendas de vestir para marcas célebres como Nike, Adidas, y tiendas lujosas en Estados Unidos como Nordstrom. Tanto Elcatex como HGPC y HGPC Agrícola están presididas por Jesús Juan Canahuati Canahuati.

El poder de la familia Canahuati es de larga historia en Honduras y como menciona Marvin Barahona en su libro, Las Élites del Poder, los Canahuati pertenecen al grupo de familias de origen árabe-palestino que consolidaron su poder económico en el comercio en el país.

Tanto Noriega como los Canahuati pertenecen a la élite hondureña, pero representan facciones distintas. Noriega y sus vínculos políticos están más relacionados con las antiguas familias de terratenientes hondureños y con otras formas de ejercer el poder. Por el contrario, los Canahuati son parte de la élite comercial. Su fuerte viene del sector textil y la maquila para la exportación de prendas. El fin de tener una planta con energía renovable es utilizarla en la industria textilera y de maquila para obtener una ventaja competitiva al ajustarse a las urgencias que se le imponen a toda industria por su responsabilidad en la generación de emisiones de gases efecto invernadero.

A pesar de que el nuevo Gobierno de la presidenta Xiomara Castro ha prometido abordar la problemática en las áreas protegidas y sus efectos en la vulnerabilidad ambiental y el cambio climático, ha mostrado su interés en continuar apoyando al sector textil si este genera inversión. El pasado 29 de agosto, el hijo de la presidenta, Héctor Zelaya, en su representación, anunció una inversión de 250 millones de dólares para la construcción de la hilandería más grande de América. La reunión fue con los representantes de la empresa Caracol Knits, propiedad de la familia Facussé, y con Canahuati como representante del sector maquilero de la zona. 

A través de la HGPC Agrícola, el plan era cultivar aproximadamente 4,600 hectáreas de king grass para generar el agrocombustible. A través de una solicitud de acceso a la información, a principios del 2020, MiAmbiente reportó 15 expedientes sobre cultivo de king grass de la empresa en distintas localidades de Honduras. Tres de ellas se encontraban en áreas protegidas; dos en una propuesta de declaratoria (el Panaco), una en un área protegida declarada, el Parque Nacional Jeannette Kawas (PNJK), y las tres propiedades están localizadas en sitios Ramsar. Las fincas La Bendición y Entre Ríos se encontraban en la antigua propuesta del Panaco. Entre Ríos está justo a un lado de La Bendición y La Bendición está tanto en la zona núcleo como en la zona de amortiguamiento de la antigua propuesta de parque. Estas tres propiedades constituyen un total de 1,982 hectáreas, lo que representaba el 43.08 % del total de tierras que la HGPC estaba destinando para producir su agrocombustible.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco) Terreno sembrado con King Grass
Terreno sembrado con King Grass. La frontera ganadera afecta los terrenos porque es un paso previo a las fincas de palma africana. Omoa, Cortés, Honduras. Foto CC / Fernando Destephen.

El 14 de junio de 2013, investing.com, una de las tres plataformas financieras más importantes del mundo, publicó en su sitio web que el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) aprobó un préstamo de «32,7 millones de dólares a la empresa Honduran Green Power Corporation para el desarrollo, construcción, equipamiento y puesta en operación de una planta de energía a base de biomasa».

A mitades de junio de ese año, el expresidente, Juan Orlando Hernández, inauguró la planta generadora de energía eléctrica HGPC S.A .de C.V. junto con su presidente, Jesús Canahuati.

Solicitamos entrevista con los representantes de la empresa HGPC, pero hasta el momento de publicación de este reportaje no respondieron a nuestra solicitud. Los representantes de la Compacal también fueron consultados, sin embargo, al cierre de esta nota, no respondieron a nuestras solicitudes. 

La gran batalla burocrática

Enterrada entre dictámenes, memorandos y oficios de recepción, se esconde la batalla que algunos funcionarios libraron para intentar detener la destrucción de los humedales, la aquiescencia de autoridades sobre lo que ocurría y de aquellos funcionarios que jugaron a favor de los intereses de «la gente poderosa».

Pese a que ambas compañías solicitaron sus permisos ambientales en el año 2013, estas empezaron a operar antes, sin autorización. Según dice el folio 191 del expediente de la HGPC Agrícola, la compañía empezó a plantar 177 hectáreas de king grass el 9 de diciembre del año 2012. 

Con la palma ocurrió lo mismo. El expediente de la Compacal corrobora la destrucción de los humedales que por años ha descrito la gente de Omoa. Para el 13 de enero de 2014, la DECA realizó una inspección a la Compacal en la que afirma, en el Informe técnico 66/2014 (folio 489-493), que ya había desarrollado actividades de siembra en 1,600 hectáreas. No especifica el grado de desarrollo del cultivo, pero confirma que «en cierta área de cultivo, la edad de la plantación oscila entre los dos y tres años»; es decir, que la Compacal había empezado la siembra aproximadamente en los años 2011 y 2012.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Palmera de palma africana llena de helechos. Algunas fincas permanecen en el abandono hasta que es temporada de cosecha. Cortés, Honduras. Omoa, Cortés, Honduras. Foto CC / Fernando Destephen.

Cinco meses más tarde, el 23 de junio de 2014, en el marco de evaluación del Estudio de Auditoría Ambiental (EAA) —que se pide a los proyectos que han empezado actividades sin licencia— mediante Informe técnico 875/2014, se inspeccionaron solo 698.8 hectáreas de cultivo de palma del total de 1,600 en donde ya se había reportado el desarrollo de «actividades de siembra». Así se plantea en el folio 489 y 898 del expediente.

El formulario SINEIA F-02 es uno de los documentos que forma parte de los requisitos para solicitar una licencia ambiental. En estos se describen las características del proyecto, y los completa un prestador de servicios registrado ante MiAmbiente. Los F-02 mencionan cuatro características importantes de ambos proyectos: los dos están ubicados en el Panaco (existen dudas en el F-02 de HGPC Agrícola, pero luego se corrobora su ubicación); los dos proyectos implican cambiar el uso de suelo del lugar; ambos son categoría 4, es decir, proyectosconsiderados los de mayor riesgo para el medio ambiente por contener daños irreversibles y de gran magnitud, según la tabla de categorización ambiental de la época y, finalmente, se menciona la contaminación por el uso de agroquímicos en suelo, aire, agua flora y fauna. 

Para el año 2012, fecha en la que se hizo la inspección de ambos lugares, previo a la solicitud de licencia ambiental, el avance de la palma y el king grass en el Panaco lucía de la siguiente forma.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
En el mapa, parte del cultivo de king grass está representado por agricultura tecnificada ubicada en las fincas La Bendición y Entre Ríos. La Bendición era una finca que antiguamente se utilizaba para la crianza de ganado. Fuente: Colectivo Línea 84 Periodismo Etnográfico y Acción Comunitaria

Después de la solicitud de licencia ambiental que hicieron ambas compañías, la Dirección de Evaluación y Control Ambiental (DECA) de MiAmbiente, convocó al Sistema Nacional de Evaluación de Impacto Ambiental (SINEIA) —un grupo de personas entre técnicos, autoridades y sociedad civil— que tiene la tarea de hacer una inspección del lugar, elaborar un informe y después un dictamen técnico para ver si se otorga o no la licencia.

Tanto en el informe técnico No. 1302/2013 del 16 de agosto de 2013 de HGPC Agrícola y en el informe técnico No. 66/2014 (folio 489-493) del 13 de enero del 2014 de la Compacal, se insiste enque ambos proyectos ya están operando y que se necesita que el ICF verifique dónde se encuentran los plantíos —para ver si coinciden con área protegida o ecosistemas especiales o frágiles— y que determine si la siembra de palma y zacate se puede hacer en la zona.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Mojón de delimitación en la frontera de Honduras con Guatemala dentro de una finca de palma africana. Omoa, Cortés, Honduras. Foto CC / Fernando Destephen.

En ambos casos, los expedientes llegaron al ICF. En el caso de los zacateros, la jefa del Departamento de Áreas Protegidas y Vida Silvestre del ICF, Alejandra Reyes, pidió a la Región Noroccidente del ICF que fuera a la zona. El biólogo Alex Vallejo, coordinador de Áreas Protegidas de esa región emitió el memorándum APN-27-2013, el 18 de noviembre del 2013, con respecto a la viabilidad del proyecto en el que aclara que la finca donde se quiere sembrar está dentro de la propuesta del Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco), coincide con el sitio Ramsar 2133 y anexa un mapa en el que se muestra claramente que la finca está tanto en la zona núcleo como en la zona de amortiguamiento del Panaco.

Al indicar que la finca está en la zona núcleo, menciona que está relacionada con los patrones de circulación de agua propio de los humedales y que, según la información sobre las modificaciones que se quieren hacer ahí para sembrar king grass, eso afectaría el uso del suelo, la flora y la fauna propios de los bosques inundados. También pone de ejemplo la afectación de especies importantes como el manatí (Trichechus manatus) que utiliza las lagunas y canales del humedal para comer y albergarse en ciertas épocas del año.

Además, menciona que no hay información sobre los pesticidas y fertilizantes que se van a utilizar en la siembra, entonces no hay forma de saber el impacto que pueden causar en el medio, «más aún cuando toda el agua es canalizada hacia el humedal y bosque inundado»; sobre todo porque por la finca pasan dos fuentes de agua: el crique San Ildefonso y el Río San Ildefonso, según indica el informe.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Agua contaminada por el uso de químicos en las fincas de palma africana. El agua del río Cuyamel es desviada hacia este tipo de canales dentro de las plantaciones de palma. Omoa, Cortés, Honduras. Foto CC / Fernando Destephen.

Vallejo además señala que el Panaco está contemplado como área protegida en el Plan de Desarrollo con enfoque de ordenamiento territorial 2012, en donde el cultivo extensivo o monocultivo no está permitido. Deja claro que, de acuerdo con la ley, se publicó tres veces en el año 2011 que había un proceso de declaratoria de la zona para dar tiempo a que se manifestaran «reclamos o inconformidades del proceso», y, como no hubo, el expediente ya se había recibido en el Congreso en ese mismo año. Vallejo concluye que la plantación no se puede realizar en la zona núcleo. Sin embargo, pese a la importancia de todos estos argumentos, el biólogo concluye que el cultivo es viable siempre y cuando no se haga en forma de monocultivo.

Como el Panaco también es un sitio Ramsar, Vallejo cita, en otro memorándum, el APN-01-2014 del 7 de enero de 2014, partes del Manual Ramsar para el uso racional de los humedales para justificar que el cultivo de king grass es viable y posible en un humedal y dice lo siguiente «… es necesario realizar esfuerzos concertados a fin de lograr un equilibrio mutuamente beneficioso entre la agricultura y la conservación y el uso racional de los humedales». Sin embargo, la siembra de king grass no es una práctica agrícola tradicional, sino que pertenece a la agricultura industrializada y tecnificada, convirtiéndolo en un monocultivo porque se necesitan grandes cantidades de ese pasto para alimentar una planta que genera 43 MW de energía eléctrica «renovable».

En entrevista con Carolina Montelván, quien trabajó de 2013 a 2019 en la Dirección de Biodiversidad (DiBio) de MiAmbiente y punto focal de la Convención Ramsar en Honduras, menciona al respecto de la cita de Vallejo «…un manual no es la Convención; es decir, que en la Convención es en la que se manifiesta lo que los países se comprometen cuando la firman. El artículo 3 de la Convención Ramsar dice: “Las Partes Contratantes deberán elaborar y aplicar su planificación de forma que favorezca la conservación de los humedales incluidos en la Lista”… eso es a lo que se compromete el país».

Por el lado de la licencia para palma solicitada por Compacal, también se solicitó que el biólogo Alex Vallejo diera su dictamen. En el dictamen técnico APNO-01-2014 (folio 497-499), el funcionario declaró que la siembra de palma africana era viable, apoyándose en el Memorándum APN-27-2013 respecto al king grass y, otra vez, en párrafos del manual de la Convención Ramsar.

Estos documentos sirvieron para que Alejandra Reyes, jefa del Departamento de Áreas Protegidas del ICF, emitiera los dictámenes técnicos respectivos [HGPC y Compacal (folio 503-504)] declarando «Técnicamente factible» los dos proyectos de monocultivo en el área protegida que el mismo ICF había propuesto en el 2011 como Parque Nacional Cuyamel-Omoa, siempre y cuando se siguieran las recomendaciones.

Para septiembre de 2013, antes de que Vallejo hiciera los dictámenes para la palma y el zacate,Redmanglar ya había emitido un comunicado urgente alertando a las autoridades, tanto MiAmbiente como ICF, sobre cómo los palmeros y otros empresarios productores de agrocombustibles estaban destruyendo los humedales del sitio Ramsar. En octubre de ese mismo año,la Mesa de ONG’s Comanejadoras de Áreas Protegidas en Honduras (Mocaph) emitió un comunicado en el que señalaba que las autoridades habían avalado la destrucción de 800 hectáreas del sitio a favor de proyectos agroindustriales de palma africana y agrocombustibles.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Plantación de palma africana a la orilla del río Cuyamel. Omoa, Cortés, Honduras. Foto CC / Fernando Destephen.

En sus dictámenes, Vallejo nunca reportó el daño que ya se había causado previamente a los humedales. Para el año 2013 ya estaban sembradas,por lo menos, 510.62 hectáreas de palma en el corazón del humedal, como se ve en el siguiente mapa que compone la serie de tiempo del análisis de cobertura forestal, elaborado a partir de imágenes satelitales para esta investigación.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Fuente: Colectivo Linea 84 Periodismo Etnográfico y Acción Comunitaria

Para finales del 2013, ninguna compañía había obtenido la licencia ambiental para operar; sin embargo, continuaron con sus operaciones en los humedales de Cuyamel.

En el 2014 comienzan las contradicciones entre autoridades y una incongruencia entre los procesos de licencia ambiental para una empresa y otra.

El 23 de enero del 2014, Alejandra Reyes firmó el Dictamen Técnico DAP-012-2014para la HGPC Agrícola y especificó que el proyecto seguía siendo técnicamente factible, siempre que cumpliera con varios requisitos para poder sembrar cerca de los humedales de Cuyamel. Como el proyecto se encuentra en un sitio de alta biodiversidad, entonces se solicitó el fallo del Departamento de Vida Silvestre (DVS) del ICF para que juzgara si el proyecto se podía llevar a cabo en el área, así como el de la Dirección General de Biodiversidad (DiBio) de MiAmbiente, la autoridad competente, para que señalara los compromisos del país dentro del marco de la Convención Ramsar y el Convenio de Diversidad Biológica (CDB), del que Honduras es parte desde 1995. Y también le pide a MiAmbiente que multe a la empresa por haber sembrado sin licencia.

Sin embargo, en el dictamen DAP-008-2014 (folio 503-504)de la Compacal, emitido dos días antes que el de HGPC Agrícola, el departamento de Áreas Protegidas, no solicita el pronunciamiento del DVS del ICF ni los lineamientos de MiAmbiente con respecto a las convenciones que salvaguardan el sitio Ramsar. Con respecto a Ramsar, solo se toma en cuenta la interpretación que hace Vallejo sobre el Manual Ramsar, aunque él no era la autoridad, y hasta se afirma en el dictamen que «en las normas de estos sitios se establece que “el cultivo es posible siguiendo las adecuadas prácticas y políticas compatibles con las metas de conservación de uso sostenible de los humedales”». No hay ningún llamado al punto focal Ramsar en DiBio, quien es la autoridad facultada para interpretar los motivos de la Convención.

Además de esto, aparece una extraña constancia emitida por la Unidad Ambiental de Omoa en la que Génesis Medina —directora de la Unidad Municipal Ambiental— afirma que el proyecto de palma sí se encuentra dentro de la normatividad de uso del suelo del Plan de Desarrollo Municipalde Omoa, cuando Vallejo había dicho que no y que, según ese Plan, el monocultivo estaba prohibido.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Palma africana sembrada en la orilla del río Cuyamel. Omoa, Cortés, Honduras. Foto CC / Fernando Destephen.

Hay otra constancia en la que se afirma que, en junio del año 2013, ya se había iniciado la siembra de palma en 1,650 hectáreas y que el Panaco soloera un área propuesta. Esta última la emitió el jefe de la Región Noroccidente del ICF, Pedro Romero. El único pero que pone el área legal del ICF es que, en ambos proyectos, palma y king grass, MiAmbiente debe cobrarles una multa por empezar sin autorización. Más tarde, el monto de la multa que se cobraría a ambas empresas ascendería a 5,000 lempiras, el equivalente a 200 dólares.

Aunque el asunto parecía zanjado a favor de las empresas, quienes solo debían pagar una multa y luego proceder con sus actividades, el escenario se enredó el 3 de abril de 2014, cuando el biólogo Said Lainez, jefe del Departamento de Vida Silvestre del ICF firmó «el dictamen de la discordia institucional». En el documento ICF-DVS-024-2014, el departamento de Vida Silvestre se pronuncia en contra del proyecto de plantación de king grass y defiende la propuesta del Panaco, ya declarado sitio Ramsar. Además, deja al descubierto que las autoridades sabían sobre la destrucción de los humedales de Cuyamel.

Lainez sustenta que el king grass es una especie originaria de África, considerada Especie Exótica Invasora difícil de controlar y finalmente termina señalando que existe una denuncia (pública) realizada a nivel internacional por la Red Manglar Internacional interpuesta por el Mocaph «sobre la destrucción y degradación que actualmente ocurre en el sitio Ramsar 2133 por la implementación de Proyectos Agroindustriales de Palma Africana y de Cultivos para Agrocombustibles».

Said Lainez incluye copia de los comunicados y una copia de una carta enviada por el Mocaph el18 de septiembre de 2013al ministro-director del ICF, José Trinidad Suazo, en la que se le informa que se había realizado una denuncia formal al punto focal de la Convención Ramsar representada por la Dirección de Biodiversidad (DiBio) de MiAmbiente, a la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD) y al Trigoh. En la carta se copia al ICF y sus departamentos correspondientes, así como a MiAmbiente, al CCAD, a CCO y otras organizaciones. La carta se acompaña de un Informe de daños presentados al ICF con fecha del 12 de marzo de 2012.

El informe describe la llegada de gente, al parecer de San Pedro Sula, en camionetas de lujo que abrieron una brecha desde la comunidad de Barra del Motagua hasta la desembocadura del río Motagua, cortando mangle rojo y blanco del lugar. También se exponen fotos de vegetación aplastada y se denuncia la extracción indiscriminada de la fauna. El informe especifica la deforestación del humedal en los bajos del río Cuyamel con maquinaria para secar la tierra y preparar el terreno para cultivo de palma africana y, además, señala que personas de Guatemala y del occidente de Honduras estaban invadiendo los humedales de la zona fronteriza, comprando los terrenos y continuando la deforestación del bosque inundado.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Uno de los pasos fronterizos entre Honduras y Guatemala, unas tablas funcionan como puente entre esos países y el río Motagua cubierto de lechuga. Omoa, Cortés, Honduras. Foto CC / Fernando Destephen.

El reporte concluye que el daño al bosque de mangle constituye un delito ambiental, según la ley forestal decreto No. 98-2007.

Lainez advierte al final de su dictamen que le corresponde al ICF la protección, administración y manejo de la flora y fauna silvestre de todo el país de acuerdo al artículo 115 de la Ley Forestal y declara que el proyecto de king grass «NO ES TÉCNICAMENTE FACTIBLE, debido a los impactos y riesgos que ocasionarán a las especies existentes en el Sitio Ramsar 2133 y sobre todo a los patrones de circulación y escorrentía del humedal».

A pesar de todo esto, nada cambió. Incluso la opinión que la asesora legal del ICF, Alba Rosa Murillo, firma el 9 de abril de 2014(folio 247), solo dice que efectivamente el proyecto se encuentra dentro de un área propuesta, y que el Departamento de Vida Silvestre no declara el proyecto factible, pero el de Áreas Protegidas sí, por lo que MiAmbiente debe otorgar la licencia ambiental siempre y cuando se cumplan las recomendaciones y se pague la multa.

Para los palmeros todo fue más sencillo y más rápido. El ICF no pidió el pronunciamiento de su Departamento de Vida Silvestre ni el informe de MiAmbiente sobre los compromisos de conservación en los Convenios Ramsar y CDB. En el expediente de la Compacal no hay rastro alguno del informe presentado al ICF por el Mocaph en el que denunciaba actividades de deforestación para la siembra de palma africana, a pesar de que la Compacal es la única compañía palmera en la zona. Al contrario de lo que sucedía con HGPC Agrícola, para la Compacal el trámite comenzó a ir más rápido.

Para el24 de enero de 2014, después del dictamenDAP-008-2014de Reyes para la Compacal, el ICF ya había emitido suOpinión Legal (folio 507-509)en la que le comunica a MiAmbiente que podía proceder a otorgarle la licencia ambiental a la empresa, pero debía cobrarle la multa por empezar sin permiso. Para el 10 de febrero del 2014, la Dirección de Evaluación y Control Ambiental (DECA) de MiAmbiente, con el visto bueno del ICF, emitió su dictamen técnico No. 200/2014 en el que pide a la Compacal, para avanzar con el trámite de licencia, realizar un Estudio de Auditoría Ambiental (EAA) dado que la plantación ya había comenzado, era un proyecto categoría 4 y «el proyecto se encontraba dentro de la zona de amortiguamiento y zona núcleo de un área protegida».

En entrevista con una fuente directa de MiAmbiente con varios años de experiencia en trámites de licencia ambiental, y que pidió la reserva de su nombre, explica que el «castigo» por empezar actividades sin licencia «es nadaqueda en 5,000 Lempiras sin importar la categoría (del proyecto), 1, 2,3 o 4…». También comenta que los requisitos de licencia para proyectos de categoría 4 son los más temidos por las empresas por dos razones: se les pide que presenten un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) y evidencia de socialización del proyecto en las comunidades. La socialización del proyecto implica que las comunidades decidan si el proyecto puede realizarse o no y la comunidad puede exigir beneficios a la empresa previo al inicio del proyecto, lo que puede resultar sumamente costoso.

Además, dice la fuente, un EIA que evalúa los daños al ambiente que puede causar el proyecto dependiendo del lugar en el que se ubique, puede tomar mucho tiempo y ser muy costoso y en un área de alta diversidad biológica; tan solo la recolección de datos tomaría como mínimo un año y es posible que la licencia no se otorgue «si el prestador de servicios hace bien su trabajo».

Rafael Amaro es abogado especialista en derecho ambiental, trabajó en MiAmbiente por 21 años, fue director de DiBio y punto focal ante Ramsar durante ocho años, tiempo en el que dictaminó en contra del proyecto de king grass y la re-delimitación de la propuesta del Panaco. En una entrevista con esta alianza dijo que “los convenios internacionales, en todo país, se convierten en ley cuando son aceptados. El Panaco al ser aceptado como sitio Ramsar por la Convención tenía la protección jurídica internacional”.

Además agregó que a pesar de que se hicieron los cambios al parque sin el visto bueno de su departamento, nadie protestó. Amaro explica que el ICF tenía que tomar en cuenta a DiBio para cualquier actividad en el área porque esta ya estaba elevada al convenio Ramsar y no lo hizo, entonces el ICF violó la ley. Con respecto al expediente del proyecto de la palma dijo que “¡la palma se hizo! Como ya había protestado por lo otro [proyecto de king grass], tal vez dijeron: ‘ni lo mandamos ahí porque nos van a decir que no’. Nosotros [DiBio] éramos la autoridad competente en ese momento, técnicamente hablando”.

Modificando los límites

El 18 de junio 2014, la Dirección General de Evaluación y Control Ambiental (DECA) de MiAmbiente recibe el expediente con la respuesta de Said Laínez, Jefe del Departamento de Vida Silvestre del ICF, pero pasantres mesespara que la entidad informe que los dictámenes del Departamento de Vida Silvestre, el de Áreas Protegidas y la Opinión legal del ICF se contradicen. 

Durante estos meses, HGPC Agrícola se movilizó. El 28 de agosto de 2014la representante legal de la compañía, Alma Azucena Tróchez de Conedera, le pidió al ICF la «reinspección»del área donde se encuentra la finca La Bendición. Tróchez aseguró que la zona «se encuentra totalmente intervenida» y quería que el ICF viera las condiciones en las que se encontraba el área en general para que los dejaran sembrar en la zona núcleo que se traslapaba con parte de la finca. Esto porque una de las recomendaciones del ICF, en el dictamen técnico DAP-12-2014, para declarar factible el proyecto, era no sembrar en esa área y dejar que se regenerara el ecosistema, ya que en el Plan de Ordenamiento Territorial del municipio de Omoa estaba prohibida la agricultura industrial en la zona núcleo del Panaco. 

La «reinspección» del área se hizo el 15 de agosto de 2014. El viaje se hizo en el helicóptero de la empresa y no asistió ninguna otra autoridad ambiental, más que el ICF, según consta en el expediente. Días más tarde, 19 de agosto de 2014, Tróchezenvía una nota al ICF preguntando por el estatus legal del Panaco.

La gira privada en helicóptero resultó en el dictamen técnico DAP-147-2014 firmado por la Jefa del departamento de Áreas Protegidas, Alejandra Reyes, el 1 de septiembre del 2014. Según el dictamen, el plantío de king grass ya tenía dos años y destaca que la zona núcleo, así como la zona de amortiguamiento colindantes con la finca, están completamente intervenidas con un cultivo ya extensivo de palma africana y que ya no se ven áreas de humedal porque los palmeros hicieron canales de drenaje en todo el sector. Reyes termina firmando y concluyendo que, como el Panaco está en condición de propuesta, se pueden hacer modificaciones técnicas y que el proyecto de king grass es factible siempre y cuando la empresa apoye «al ICF en lo que corresponda al momento de hacer las modificaciones de límites propuestos a enviar al Congreso Nacional». 

Pablo Dubón, jefe de la región Nor-Occidente del ICF, terminó dando las últimas estocadas a la propuesta del Panaco en su memorándum APN-21-2014 del 10 de septiembre de 2014, donde asegura que «no existe una declaratoria, solamente una propuesta de Parque Nacional que no ha sido aprobada por el Congreso Nacional». Oficialmente, todos estos elementos fueron suficientes para modificar los límites de la propuesta de área protegida y que la HGPC Agrícola pudiera sembrar en toda el área de su finca.

Al final, Alejandra Reyes, del Departamento de Áreas Protegidas del ICF, y los funcionarios de la sección Nor-occidente de la misma entidad dieron el aval para que la palma y el king grass fueran legales en los humedales de Cuyamel.

Para aclarar por qué el ICF y su Departamento de Áreas Protegidas (DAP) avalaron la siembra de esos cultivos, entrevistamos a Alejandra Reyes para este reportaje. Sin embargo, sus respuestas fueron contradictorias. 

En dos largas entrevistas, la jefa del DAP explicó primero que el departamento que dirige «no tiene ningún peso en las decisiones si el área a proteger sigue en modo de propuesta, ICF no puede prohibir, no puede normar la zona. Pero puede decir: esto tiene un impacto muy grande, entonces no es posible, fundamentado en el tema de vocación forestal, sí eso sí se puede decir, en el tema de cambio de uso (de suelo). Cuando llega el expediente (de licencia ambiental), la institución tiene que dictaminar por el tema de vocación, si es un área de vocación forestal, se puede». 

Con respecto al tema de vocación forestal, Reyes explicó que después de corroborar si un área está intervenida y no tiene ningún valor ecológico, entonces el DAP no tendría ningún argumento técnico para decirle que no a un proyecto. Sin embargo, el departamento de Vida Silvestre del ICF, que había sido convocado por ella para que se pronunciara sobre la factibilidad del proyecto, estableció claramente el valor ecológico del lugar y declaró que el proyecto no era factible. Cuando se le preguntó a Reyes qué injerencia tendría el departamento de Vida Silvestre en el tema, ella simplemente respondió que a ese departamento «no le corresponde».

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Rótulo de advertencia sobre caza dentro de la finca de palma africana. Foto CC / Fernando Destephen.

Alejandra Reyes insiste en que «cuando la zona no es área protegida, nosotros (DAP) no tenemos competencia», pero en ninguno de los expedientes aparece que su departamento no era el competente para dictaminar a favor o en contra de proyectos fuera de áreas protegidas. 

Cuando se le mencionó el informe de daños presentado al ICF, dijo que el tema de denuncias tendría que corroborarlo con la regional (ICF-Noroccidente) para ver si tenían registro de denuncias porque «es facultad de las regionales atender de forma operativa o en campo». 

Además, no supo responder a la pregunta de si esa palma se había cultivado con sus permisos, «este… bueno lo que se hace en este caso es que, aunque venga el expediente, lo que se revisa es el tema de vocación (forestal); si no era área protegida, el departamento no se podía pronunciar desde ese punto de vista». 

Mientras todo esto ocurría, en el caso del king grass, la compañía de palma Compacal presentó el borrador de su EAA el 31 de marzo de 2014 para continuar con su trámite de licencia. Ya para el 19 de junio, la DECA convocó de nuevo al SINEIA para que analizaran y evaluaran el EAA en una nueva inspección de campo. Alex Vallejo, como representante del ICF, fue uno de los convocados al SINEIA.

Solo cuatro días después, el 23 de junio de 2014, la DECA ya se había pronunciado en el dictamen técnicoNo. 875/2014aceptando el EAA «para la continuación de las operaciones del proyecto» y otorgó un certificado de auditoría provisionalpara que la empresa continuara trámites y después se hiciera una revisión para saber si estaba cumpliendo todos los requisitos que se le habían pedido para plantar. 

Menos de un mes después, el 16 de julio de 2014, el ministro de MiAmbiente, José Antonio Galdames Fuentes, en la resolución No.0871-2014 le otorgó a Compacal un Certificado Ambiental Provisional y le indicó que, en un término de seis meses, debía presentar un informe de cumplimiento de todas las medidas que se le impusieron y que tenía que dejar un Fondo de garantía de 15 millones y medio de lempiras (aproximadamente 622,000 dólares)que se gastarían en caso de incumplimiento de las medidas y/o daño ambiental que no se remediara a tiempo. Además, tendría que pagar la multa de 200 dólares por haber empezado a cultivar palma africana sin licencia.

Como si esto fuera poco, el 28 de julio de 2014 la apoderada legal de Compacal, Rebeca Lizeth Melara Raquel, le pidió a MiAmbiente que en lugar de entregar el informe de cumplimiento cada seis meses, pudiera hacerlo cada año. Además, pidió la devolución del dinero del fondo de garantía porque la base para calcular el monto no era por la totalidad del proyecto, correspondiente a 2,000 hectáreas, sino para las 698.8 hectáreas de cultivo inspeccionadas que les aprobaron en el permiso provisional. Sin embargo, para el 2014, en lo que iba a ser el Panaco ya había 1,168.04 hectáreas de palma africana, como se muestra en el siguiente mapa.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)

Fuente: Colectivo Linea 84 Periodismo Etnográfico y Acción Comunitaria

En el 2015, MiAmbiente termina cobrándole a la Compacal tan solo 1,480 000 lempiras (aproximadamente 60,000 dólares) pues accedió a disminuir su fondo de garantía.

El año en el que todo acabó

Luego de la gira de campo del ICF, el 5 de marzo de 2015, la DECA hace un nuevo dictamen técnico No. 161/2015. En este, además de confirmar que efectivamente el proyecto de plantación de king grass ya había empezado y se encontraba dentro de la zona núcleo y zona de amortiguamiento del área protegida propuesta, la entidad concluye que «previo a emitir pronunciamiento sobre la viabilidad ambiental del proyecto», se necesita la opinión sobre la plantación de king grass en el marco de la Convención Ramsar cuyo punto focal es DiBio de Mi Ambiente y, otra vez,la opinión legal del ICF. Sin embargo, esto no frena el avance del proyecto ni de los trámites para la licencia. El proceso para obtener el permiso de operación continúa y, entonces, igual que a Compacal con su proyecto de palma, se le pide un Estudio de Auditoría Ambiental (EAA).

El 7 de abril de 2015 el ICF emite su Opinión legal (folio 291)y declara rápidamente que «es un área protegida propuesta, bajo este argumento no existe normativa alguna que regule o limite la ejecución del proyecto» y en el punto dos reafirma que para el ICF el proyecto de plantación de king grass es técnica y legalmente viable, sin siquiera tomar en cuenta la opinión del Departamento de Vida Silvestre donde el jefe de ese departamento declara que la zona es un humedal; un ecosistema frágil; que el proyecto solo alteraría negativamente toda la dinámica del ecosistema y, con ello, toda la vida que depende de este. La representación Ramsar en Honduras, DiBio de MiAmbiente, no se pronuncia.

HGPC presenta el Estudio de Auditoría Ambiental el5 de noviembre de 2015 (folio 295- 544).

El 26 de noviembre de ese año, Rafael Amaro García, director general de Biodiversidad de MiAmbiente, envió el Memorando Dibio/425/2015en el que dejó claro que en el EAA no hay un estudio sobre la biodiversidad del sitio o la importancia que tienen los humedales, no solo por ser fuente de agua potable sino por las especies que alberga. También asegura que para sembrar se necesita remover el suelo, drenar el agua, secar la tierra, rastrear, surcar, usar fertilizantes y herbicidas varias veces al año y esto cambia por completo el uso de suelo que en este caso implica cambiar cómo funciona el humedal y fragmentarlo.

Según el análisis de DiBio, en los humedales habita el manatí, el mono aullador y la lora cabeza amarilla —que el estudio de la empresa no menciona—, que son especies amenazadas o en peligro de extinción según la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites)y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). 

Además, el memorando de Amaro García indica que en el EAA no hay ningún estudio sobre los impactos a gran escala para todo el sistema de humedales causados por este tipo de siembra. Amaro García señala que no solo los animales están en peligro, sino también el bosque de mangle que es el ecosistema costero más amenazado en el país y que el lugar donde se está sembrando es de «alta sensibilidad ambiental», según la tabla de Categorización ambiental (Acuerdo No. 635-2003) y que, además, ya existen cultivos de palma africana que son de gran impacto para el humedal.

El memorando también recuerda que fue el ICF el que propuso el Panaco como área protegida, que la zona es sitio Ramsar desde el 2013, que el sistema de humedales es importantísimo para el SAM, el CBM y todo el país en general. DiBio {es del criterio técnico que no se deberán realizar actividades agrícolas a gran escala o agroindustriales en el área del humedal sin consentimiento de la Autoridad Nacional de Ramsar, que recae sobre la Dirección General de Biodiversidad como Punto Focal ante dicha Convención», es decir, el propio DiBio.

Para estas fechas, mientras MiAmbiente y el ICF seguían llenando de páginas los expedientes de la palma y el zacate, ambas compañías continuaban operando sin controles efectivos. 

Para el 26 de mayo de 2015, la empresa de palma Compacal ya contaba con su permiso provisional de operaciones y el fondo de garantía se había recalculado solo con base en las 698.8 hectáreas cultivadas e inspeccionadas. En julio de ese año, Rebeca Lizeth Melara Raquel, apoderada legal de Compacal, volvió a insistir en que les dejaran presentar los Informes de Cumplimiento de Medidas Ambientales (ICMAs) en un año y no en seis meses y, además, pidió la ampliación del cultivo de palma a 1,650 hectáreas. 

El 16 de Julio de 2015,el ICF y Jesús Juan Canahuati Canahuati, dueño de HGPC Agrícola, firmaron un Convenio de Cooperación (folio 1023 a 1027). Dos de los objetivos más importantes para ambas partes fue lograr la declaratoria del área protegida Cuyamel-Omoa «a través de un proceso participativo de recategorización, redefinición de límites y conformar un nuevo expediente para la declaratoria…». Entre las obligaciones y responsabilidades de la empresa estarían «apoyar de manera técnica y financiera el proceso de redefinición y declaratoria del área de Cuyamel-Omoa». HGPC lograría su objetivo. 

Se volvió a preguntar a Said Laínez, jefe del departamento de Vida Silvestre del ICF, que dijera «exclusivamente» cuáles eran las restricciones al cultivo de king grass para que no afectara la flora y la fauna del lugar, y, de nuevo, Laínez peleó.

Para finales del 2015 no había mucho que hacer. Los humedales ya estaban llenos de palma y la HGPC Agrícola empezaría sembrar zacate en toda su finca después de la redelimitación del área. El Panaco había muerto.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Los males que afectan a Omoa y Panaco: la ganadería y la palma africana. Foto CC / Fernando Destephen.

En diciembre de ese mismo año, la empresa de palma Compacal presentó su primer ICMA con tiempo de retraso. Una de las medidas que la empresa debía cumplir era «contribuir con la recuperación y protección de las fuentes abastecedoras del recurso hídrico» y como respuesta le entregan a CCO un equipo de cómputo viejo en calidad de donación, porque a ellos se les había dañado el suyo. Pero la generosidad de Compacal fue más allá. Dice en el ICMA (folio 1007-1012) que Gilma Noriega recibió una llamada de la municipalidad pidiendo que los apoyaran con unas frutas para dárselas a los representantes comunitarios de un cabildo abierto que iba a darse en diciembre, eran 10 cajas de manzanas y 5 cajas de uvas. Quien formuló y entregó todas estas donaciones fue el biólogo Alex Emilio Vallejo Ham, el mismo exjefe del Departamento de Áreas Protegidas de la región Nor-Occidente del ICF que había determinado, desde su punto de vista, que las plantaciones de palma y de king grass eran factibles y que, según su interpretación, así lo decía también la convención Ramsar. Después de toda su labor en el ICF, Vallejo se convirtió en el regidor ambiental de la Compacal y fue él quien presentó el primer ICMA de la empresa (folio 950).

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Canales hechos a orillas del Río Cuyamel que surten agua a los plantíos de palma africana. Foto CC / Fernando Destephen.

En el folio 956 del expediente de la Compacal se dice que “el cultivo no requiere de agua adicional a la caída por efecto de las precipitaciones… por lo tanto el uso de agua superficial o subterránea no es objeto de aprovechamiento”. Sin embargo, estas son fotos de los canales hechos a orilla del río Cuyamel abasteciendo el plantío de palma africana en el 2022.

Por su parte, el 7 de diciembre de 2015, en el dictamen Técnico No. 2076/2015 de la DECA, se informa que el EAA de la empresa HGPC que siembra king grass no se daba por aceptado por tener muchas enmiendas que hacer al estudio, además de que no se presentaba de manera clara y conforme a los lineamientos requeridos.

Ese mismo año, Honduras se convirtió en el segundo país más peligroso para defender los derechos a la tierra y el ambiente, después de Brasil, con 109 casos de muertes relacionadas con defensores del medio ambiente según el reporte de Globalwitness.

Para el 19 de febrero de 2016, SaidLaínez, jefe de departamento de Vida Silvestre del ICF, emitió su segundo dictamen, elICF-DVS-016-2016 (folios 879-884). En él, asegura que el king grass es un tipo de pasto que necesita un suelo bien drenado y mucho fertilizante para crecer. Y para eso la empresa tendrá que secar el suelo, modificando su humedad, y esto no va a limitarse al área de siembra sino también a partes que no están dentro de la finca, generando un impacto a la flora y la fauna del lugar.

Lainez va más allá y asegura que las grandes cantidades de fertilizantes que este pasto necesita para crecer apuntan a un escenario que ya se conoce en otras partes de Honduras, donde el fertilizante termina siendo arrastrado por los canales de drenado y va a parar en las partes bajas del humedal donde hay lagunas y esteros. Este fertilizante hará que crezcan más algas en los cuerpos de agua y esto implica un mayor consumo de oxígeno por la sobrepoblación de algas y menos oxígeno para los peces (y otros organismos), lo que se traduce en peces muertos por asfixia.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Afluente del río Cuyamel, visiblemente afectado después del paso de los huracanes Eta e Iota y de los trabajos de maquinaria pesada a la orilla del río. Omoa, Cortés, Honduras. Foto CC / Fernando Destephen.

En entrevista para este reportaje, este antiguo jefe del departamento de Vida Silvestre, dijo que «la fauna no solo habita en el área protegida; se necesita proteger más allá». 

El ICF pidió entonces que la HGPC hiciera «una evaluación por un profesional de la ecología, experto en humedales para determinar el grado de intervención… y diseñar un programa de monitoreo de la biodiversidad». 

El trámite continuó durante tres meses más, durante los cuales el expediente se trasladó a MiAmbiente y este lo regresó al ICF para que verificara que todas las medidas que esa institución había solicitado se hubieran cumplido. El ICF volvió a mandarlo a MiAmbiente y, finalmente, el 2 de agosto de 2016, la DECA convocó a un nuevo SINEIA para analizar (de nuevo) el EAA para los días 10 y 11 de agosto del 2016.

Pero antes de realizar la inspección y el análisis, apareció la influencia política de la HGPC Agrícola. El 4 de agosto de 2016, en una carta, Eny Bautista, directora ejecutiva del programa presidencial Honduras 20/20, le escribe al entonces Secretario de Estado de MiAmbiente, José Antonio Galdames, para señalarle que el Programa 20/20 promocionaba las exportaciones e inversiones y promovía la simplificación del marco regulatorio para las inversiones y emprendimientos, entonces «los proyectos de generación de energía eléctrica con recursos renovables son de prioridad nacional… y nos ayudan a cumplir con el compromiso de reducción de emisiones. Lo antes expuesto y para efectos de lo establecido en los literales 3 y 4 del artículo 2, así como lo declarado en la sección 4.2 de la Convención Ramsar, (esta) Unidad declara que el proyecto Honduran Green Power Corporation S.A. de C.V. (HGPC) y su filial HGPC Agrícola, S. A. De C.V., es de interés o prioridad nacional». 

La energía limpia de la HGPC triunfaría. El informe y el dictamen técnico No. 1318/2016, producto de la gira realizada el 10 y 11 de agosto, se presentaron el 22 de agosto de 2016. La DECA devolvió por segunda vez el EAA porque, hasta esa fecha, la empresa seguía sin presentar en su estudio la identificación de impactos ambientales. Además, le concedió 60 días a la empresa para cumplir el requisito del ICF de contratar un estudio por parte de un profesional de la Ecología y vuelve, por segunda vez, a pedir que DiBio de MiAmbiente se pronuncie en cuanto a la afectación de los humedales del sitio Ramsar, ya que la carta de la directora del programa gubernamental Honduras 20/20 había declarado los proyectos de la HGPC de interés o prioridad nacional.

Sin embargo, para el 7 de septiembre del 2016, el Panaco ya estaba oficialmente muerto. Con todo el apoyo financiero de HGPC Agrícola, Panaco se recategorizó y se redefinieron los límites del área protegida. Se hizo un nuevo diagnóstico biofísico y se hizo otro expediente. En esa fecha se publicó en el Diario Oficial La Gaceta la nueva propuesta de área protegida mediante decreto ejecutivo del ICF No. 018-2016.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Alambre de púas que delimita la finca de palma africana con el río Cuyamel. Omoa, Cortés, Honduras. Foto CC / Fernando Destephen.

A la nueva área se le llamaría Subsistema de Áreas Protegidas Cuyamel-Omoa (Sapco) y estaría dividido como Parque Nacional Omoa y Refugio de Vida Silvestre Cuyamel. La laguna de Jaloa quedaría fuera del área protegida. El siguiente mapa muestra la nueva propuesta.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)

Fuente: Colectivo Linea 84 Periodismo Etnográfico y Acción Comunitaria

Finalmente, tres años más tarde, el 18 de septiembre de 2019 mediante acuerdo legislativo No. 101-2019, el Congreso Nacional de Honduras emitió la declaratoria oficial del Sapco, con todo el apoyo de HGPC Agrícola. El siguiente mapa muestra el cambio de límites.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)

Fuente: Colectivo Linea 84 Periodismo Etnográfico y Acción Comunitaria

Sin presentar ninguna otra carta para seguir peleando por los humedales de Cuyamel, el 13 de octubre del 2016, Karen Rico Villalta de DiBio emitió el último informe técnico (Folio 1188-1191) en respuesta a la carta de Bautista. DiBio claudicaría. El informe es la oración fúnebre del Panaco y sus humedales. Karen Rico explica que, efectivamente, el inciso 4.2 de la Convención Ramsar menciona que si un país miembro «por motivos urgentes de interés nacional retire de la Lista o reduzca los límites de un humedal incluido en ella, deberá compensar en la medida de lo posible la pérdida de recursos de humedales y, en particular, crear nuevas reservas naturales para las aves acuáticas y para la protección de una porción adecuada de su hábitat original, en la misma región o en otro lugar».

Rico recuerda en su informe escrito que «se requiere implementar medidas para mantener los beneficios que los humedales reportan al desarrollo económico y al sustento de las personas, sobre todo de los pobres».

Sorprendentemente, DiBio dice que no le es posible emitir una opinión técnica sobre la afectación al sistema de humedal porque no cuenta con información ni ha realizado acciones de inspección o investigación en el sitio para verificar impactos positivos o negativos, y que lo mejor es seguir todas las recomendaciones de todos los dictámenes que ya se han hecho. 

Oscar Torres, coordinador nacional de la Convención y punto focal (técnico) RAMSAR del Director de DiBio de 2006 a 2016, explicó en una entrevista con esta alianza que la Convención Ramsar es efectiva para proteger los sitios designados de importancia internacional si los países parte lo llevan a cabo, pero que en Honduras es una situación muy complicada porque son sitios de interés para el desarrollo de monocultivos. 

Torres explicó que estuvo en reuniones con la jefa del departamento de Áreas Protegidas, Alejandra Reyes, en las que él explicaba que la Convención Ramsar no tiene prohibiciones, pero que hay lineamientos claros de lo que se puede o no se puede hacer para conservar y no degradar un humedal. Sin embargo, aseguró que el DAP-ICF utilizó eso como justificación. “Un monocultivo puede declararse de interés nacional por el Estado, pero tiene que ser un proyecto que valga la pena. Un monocultivo que también va a degradar el humedal no puede ser de interés nacional porque contraviene las leyes hondureñas y el convenio de RAMSAR. Poco después de eso me despidieron”, dijo Torres.

En el expediente del Sapco hay un comentario sencillo, pero interesante, sobre el convenio entre el ICF y la empresa HGPC Agrícola. El comentario fue hecho en el poblado de Tegucigalpita en el año 2016 y está en uno de los documentos que respaldan la socialización de la nueva propuesta de área protegida, y dice lo siguiente: «No es buena opción que la empresa privada aporte fondos en los procesos porque son muy mentirosos y solo prometen cosas que no cumplen y pueden influir a su favor(percepción de un líder comunitario)».

Hay más comentarios sobre la situación de los humedales en las actas de socialización del año 2016 en el que el panorama para los humedales y la nueva área protegida seguía siendo desolador. Las voces de la gente continúan hablando del drenado de los humedales provocado por los palmeros, la destrucción del sitio y siguen señalando que la autoridad ambiental lo autoriza. «Los palmeros están secando la laguna Juárez, se mueren los cocodrilos», dice uno. «La reunión es ya demasiado tarde, ya el bosque está dañado», dice otro. «El sitio llamado Corinto ya está destruido y las plantaciones que se hacen cuentan con permisos directos de Tegucigalpa y no preguntan nada a la Alcaldía ni a nadie del municipio, y si se les quiere detener muestran todos sus permisos y títulos de propiedad que gestionan con los abogados», dice un tercer testimonio. 

Los larguísimos expedientes de las empresas Compacal y HGPC Agrícola continúan. A pesar de que hay medidas de mitigación y requisitos para sembrar estos cultivos, la mayor parte de los humedales de Cuyamel ya no existen y los que quedan están severamente reducidos y dañados. La laguna de Jaloa, representante del corazón de los humedales de Cuyamel, ha quedado a merced de los cultivos de palma que la rodean y no pertenece a las nuevas áreas protegidas. Al final, el expediente del Panaco se esfumó de los archivos del Congreso Nacional y del ICF. 

Igualmente, tampoco hay registro de denuncias formales ante la Fiscalía del Ambiente en la zona del Panaco en los años de la destrucción de sus humedales, ninguna otra autoridad ha iniciado investigaciones por todas las irregularidades que han ocurrido alrededor de los humedales de Cuyamel, a pesar de que se hicieron pedidos formales de información.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Palmera de palma africana dentro del río Cuyamel. Omoa, Cortes, Honduras. Foto CC / Fernando Destephen.

Después de todo el enredo, el 28 de noviembre de 2016, mediante el dictamen técnico 1228-2016, para la HGPC y el 11 de julio de 2014, mediante dictamen técnico No. 506-2014, para la Compacal, MiAmbiente se limitó a cobrar las multas de 200 dólares a dos proyectos con inversiones de más de 6 millones de dólares y 5 millones de dólares, respectivamente.

Esto es lo que queda

«No queda mucho», dice Ezequiel, mientras caminamos entre plantíos de palma y potreros. Vamos buscando la laguna de Jaloa: el corazón de lo que era el humedal. Mientras andamos recuerdo lo que dijo una luchadora ambiental de la zona, a quien llamaremos Jacinta para proteger su identidad: «Aquí se sobrevive de la pesca y del poco turismo que entra… con los pesticidas que utilizan para la palma se mueren los peces, ya las lagunas se han secado y la gente no tiene dónde pescar».

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Agua estancada camino hacia la laguna de Jaloa, Omoa. Cortés, Honduras. Foto CC / Fernando Destephen.

Uno de los problemas más grandes, dice el estudio sobre justicia climática de 2017 en Honduras, es que los recursos naturales y el medio ambiente se ven como mercancías y esto aparece de una manera muy generalizada en la política pública medio ambiental. La influencia de los Estados Unidos y su visión mercantilista de los recursos y el medio ambiente, dice el informe, está presente en la «Visión de País 2010-2038; Plan de Nación 2010-2022», elaborado por el Estado hondureño, y que es «una clonación» del documentoDesarrollo Territorial Sostenible,elaborado por el Centro de Investigaciones Económicas y Sociales del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) y financiado por USAID.

Al final, lo que era el Panaco y los humedales de Cuyamel quedaron llenos de palma, incluida una parte de la laguna de Jaloa.

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)

Fuente: Colectivo Linea 84 Periodismo Etnográfico y Acción Comunitaria

Parque Nacional Cuyamel-Omoa (Panaco)
Un habitante de la zona guia un cayuco en la laguna de Jaloa. Omoa, Cortes, Honduras. Foto CC / Fernando Destephen.

Seguimos caminando con Ezequiel, pisamos suelos pantanosos donde nos hundíamos y que eran parte de la laguna de Jaloa. Por fin llegamos a ella. Nos montamos en un cayuco y recorremos un pequeño tramo de lo que queda.

Placa que marca el límite de la zona núcleo del hoy inexistente Parque Nacional Cuyamel Omoa (Panaco). Cortés, Honduras. Foto CC / Fernando Destephen.

Las plantaciones de palma se convirtieron en las tumbas clandestinas de los humedales de Omoa y de una gran parte de su vegetación. Las marcas que delimitaban la antigua zona núcleo del parque todavía se encuentran en la zona; son las lápidas del Panaco, que recuerdan todo lo que solía vivir en él.

Esta investigación fue realizada por miembros y colaboradores del Colectivo Linea 84, Periodismo Etnográfico y Acción Comunitaria en alianza en Honduras con ContraCorriente y apoyado en México por Avispa Midia.

Este reportaje fue realizado con el apoyo de la International Women’s Media Foundation (IWMF) como parte del Fondo Howard G Buffet para Mujeres Periodistas y Casa Colectiva/ Casa de Luz

Esta investigación también fue realizada con el apoyo de la Casa colectiva para migrantes Casa Colectiva/ Casa de Luz

* Este artículo es una adaptación del segundo de tres relatos del proyecto, Crónicas Neoliberales 2018-2022 del Colectivo Linea 84. Agradecemos principalmente al colaborador de investigación del Colectivo, Roberto Chávez, sin quien este trabajo, simplemente, no hubiera sido posible.  Gracias por compartir tu valioso tiempo para esta investigación, estamos en deuda contigo. Para la Casa Colectiva para migrantes/ Casa de Luz, su apoyo de principio a fin ha sido fundamental, no hay forma de agradecer con palabras.   El Colectivo agradece la paciencia, la ayuda, la hospitalidad y la bondad de todos los miembros de ContraCorriente, son un sendero en este camino por la justicia. Para los compañeros de Avispa Midia, su trabajo es un gran referente de lucha en este sistema cada vez más sombrío, gracias por todo su apoyo siempre constante, siempre presente. 

 

*También forma parte del especial “Tras las huellas de la palma”, una investigación transfronteriza coordinada por Mongabay Latam en alianza con Agencia Ocote de Guatemala, La Barra Espaciadora de Ecuador, France 24 en español por Colombia y Contracorriente y Colectivo Linea 84 de Honduras.

Fotografía y texto: Fernando Destephen

Sobreporrosis, un grupo punk de Tegucigalpa, es una de las bandas que ensayan en el quinto piso del edificio ISP, mejor conocido como Metallian para los rockeros.

«Es el quinto piso, alumbre con el celular», me dijo el guardia que abrió el portón. Subir las gradas de un edificio sin luz para entrevistar rockeros es tal vez la mejor metáfora para describir la escena metalera de Tegucigalpa. 

El edificio ISP 1012 aún se mantiene en pie en el Centro de Tegucigalpa. Ahora está abandonado, pero sobrevivió muchos años con varias tiendas, oficinas, bufetes jurídicos y un pasaje que conecta las avenidas Paz Barahona y Miguel Cervantes. Ahora, el cuarto y el quinto piso son dos espacios para ensayos de grupos de rock y uno de reggae. Metallian es, oficialmente, una sala de ensayo para todas las bandas desde el 2015, me dice Jacko Amaya.

Jacko es abogado y guitarrista, inició Metallian como un proyecto personal para ensayar con sus bandas: Blasfemia y Paranoia. 

Entre sus anécdotas, Jacko cuenta que el edificio ISP está justo a la par del edificio donde alguna vez funcionó la Arquidiócesis de la Iglesia Católica de Tegucigalpa y la Radio Católica, por lo que, antes, cuando Metallian abría los domingos para ensayos, eso generó incomodidad en las personas que vivían en la Arquidiócesis por esas diferencias estéticas entre gustos musicales, el ensayo de rock «impedía que se pudieran llevar la cuchara a la boca» cuenta, entre risas, Amaya. Al fin llegaron a un acuerdo: no tocar los domingos y cerrar los dos espacios de ensayo de Metallian a las 8:00 de la noche todos los días. Con esto se logró una convivencia en armonía entre dos opuestos: la Iglesia Católica y los rockeros. Esto hasta que la Arquidiócesis se movió de lugar, con lo que Metallian continuó y se amplió como sala de ensayos para más grupos de rock, además de los dos de Jacko Amaya.

Sería difícil llegar al ensayo de Sobreporrosis sin alumbrar la subida con la linterna del celular, pues la oscuridad es total en los pasillos y en la subida se puede atropellar a alguien que está sentado en las gradas mandando un mensaje de texto, respirando la oscuridad o mitificando la figura del rockero dark, solitario y satanista.

A medida que se va llegando a las dos salas de ensayos de Metallian, se oyen esas pláticas atrasadas, los acordes de práctica y ese ponerse al corriente de la semana un segundo antes de comenzar a sangrar los instrumentos y aprovechar el tiempo que están pagando.

El nombre de Sobreporrosis hace alusión a un exceso cannábico, aunque, como me confiesan Gabriel Campos (bajo y voz), Guillermo Rosales (guitarra y voz) y Ernesto Sierra (batería y miembro del grupo de reggae) les da igual si la legalizan o no, y no apoyan el activismo en pro de la legalización de la marihuana. Son punks puros en contra del sistema haciendo música, sobreviviendo y recortando presupuestos para poder grabar un disco o producir un concierto. No se visten con ropa de cuero ni se pintan el cabello, visten de jeans o calzonetas, tenis de skate y camisetas de otros grupos de rock.

Los ensayos de Sobreporrosis son una liberación en gritos, cantar, afinar, encontrar una mejor acústica dentro de la sala, ensayar y volver a ensayar hasta que mejoran la ejecución de la rola. De repente el sonido se detiene, la vibración de los platos en la batería de Ernesto es lo único que se mueve, hasta que Gabriel o Guillermo comentan lo que pueden mejorar, y lo mejoran mientras el quinto piso del Metallian grita punk.

En Pío Rico

Son las 5 p. m. y en el bar Pío Rico, a una cuadra de Metallian en la avenida Paz Barahona, el bartender comienza a llenar los frízeres con caguamas. Es martes 6 de septiembre, el primero en llegar es Ernesto Sierra, quien está a punto de graduarse de Biología (Botánica) en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y es el batero del grupo. Esperamos por los demás y, en esa espera, se explica el sacrificio: deben sobrevivir en trabajos que no son en el ambiente musical para poder continuar haciendo música. El camino del artista necio que nunca deja de hacer a pesar de haberse quedado sin uñas. Como el caso de Gabriel y Guillermo, quienes trabajan en un Call Center.

sobreporrosis banda de punk
Ensayo de Sobreporrosis en el quinto piso del edificio ISP de Tegucigalpa. Foto CC/ Fernando Destephen

La alegría al expresarse y la forma de comentar los problemas, su lenguaje y bromas son de personas que tienen conciencia social, pero saben que muy difícilmente algo cambiará en el sistema actual.

«No hemos terminado de pagar el álbum, ya llevamos más de un año y medio», cuentan los tres sentados en una mesa de madera en el segundo piso de Pío Rico.

Juntos, haciendo sacrificios y buscando financiamientos, han logrado grabar un disco, pero dicen que falta mucho, porque una gira por El Salvador (autofinanciada) les complicó el presupuesto como banda y el disco. 

Nada de esto los detiene de divertirse, no romantizan la situación jodida del artista en el país, tampoco se derrotan: «Nosotros hemos hecho música para divertirnos, y eso es como nuestro mensaje. Nosotros venimos también de esa violencia que se vive en la calle».

La calle y la violencia, contextos que definen muchas situaciones, como tener que ensayar solo por las noches y después del trabajo. Antes de llegar a casa y descansar un rato, ellos crean el tiempo y las energías para ensayar dos veces a la semana, para luego salir del edificio ISP a un mundo nocturno y solitario, llegar a casa y prepararse para repetir la rutina.

Otra característica de esta banda es que son organizados tanto con sus tiempos como con los de Metallian. Eso lo confirma Amaya al contar que los de Sobreporrosis son responsables, a pesar de ser punks son muy cuidadosos con los instrumentos.

Ahora, ya más conscientes de su oficio, el compromiso es con la música y están seguros que el camino que ya recorrieron les ayudó a no repetir los mismos «cagadales» que hicieron en otras bandas. Los «excesos».

Antes de ser Sobreporrosis, los tres se encontraban en las movilizaciones contra los resultados electorales de 2013 y 2017 («fraude 1» y «fraude II», como dicen ellos) y contra el golpe de Estado de 2009: «(Nos conocemos) desde el 2009, luego seguimos encontrándonos en las protestas contra el fraude 1 el fraude 2, ya días andamos dando pija en la calle y siempre que me encontraba con este maje le decía: «Puta, loco, lo que ocupa Honduras es una banda de punk porque ahí mucho metal, mucho hablas de dragones y del Diablo, pero nadie vuela pija aquí, todo mundo se queda callado», dice Guillermo Rosales. Más que una crítica, es expresar ese hartazgo que existe cuando Sobreporrosis nace como grupo punk en 2019. Los orígenes musicales de Guillermo, Gabriel y Ernesto son muy distintos: reggae, el jazz y el death metal. Sobreporrosis es esa expresión final: «Estamos a pija de todo, entonces criticamos».

El punk es un movimiento que inició en la Inglaterra de la casa Windsor en los años 70 como un medio de expresión para una generación que cambió el traje elegante por jeans rotos, camisetas, chamarras de cuero y cabello pintado y parado. Tatuajes, piercings y ese gusto por la música estridente y crítica. Un sonido que viene de ese cansancio de querer expresar la rabia de una generación.

La música de Sobreporrosis incluye la tradición punketa de revelarse contra el sistema desde 2009, cuando el 28 de junio el golpe de Estado los llevó a protestar, pero, aclaran, no son político-partidarios y comparten el mismo dolor e impotencia del resto de la población ante decisiones políticas que afectan a la mayoría. «Porque la batalla al final es entre partidos, no es como para cuidar Honduras», dice Ernesto en Pío Rico, mientras gira el grinder.

«Lágrimas de un chepo», «Congreso», «Anarquía 3.0» o «Goma Eterna» son algunas de las canciones de Sobreporrosis, y desde el título se entiende que no son baladas ni es música suave.

Sobreporrosis banda de punk honduras
El guitarrista de Sobreporrosis, Guillermo Rosales, durante un ensayo. Foto CC/ Fernando Destephen

Tenemos todo el álbum listo

De los tres, dos trabajan. No les regalan nada, repiten los tres como mantra. Después cuentan sobre ese sacrificio del músico en Honduras: lograr un arreglo de pago, un crédito, un financiamiento o vender algo para grabar sus canciones, como ha sido el caso de Sobreporrosis para la grabación de su álbum, un proceso que ha sido lento por las dificultades económicas y técnicas, porque la persona que graba —él también— no solo se dedica a eso, es alguien más que debe sobrevivir haciendo otro tipo de trabajo.

«Así es como sacamos el proyecto adelante, todavía estamos endeudados», dice Gabriel y luego confiesa que ya llevan año y medio pagando el álbum.

Ernesto es más directo y explica que: «Toca chambear para hacer las ondas». Con «ondas» se refiere a hacer todo, desde camisas, logos, tiempo de ensayo, conciertos, giras y hasta la grabación del álbum.

Saben que no hacen mucho dinero con sus presentaciones y tampoco con los promotores: «Algunos sí han hecho dinero», dicen los tres al unísono, pero no para Sobreporrosis, sino usando al grupo. Los tres son conscientes de que tocan música para «clase obrera, no para majes ricos» y que los lujos de las giras no serán estilo Mtv: es dinero que se invierte y, si les va bien, recuperan algo, pero el mantra es seguir tocando.

Sobreporrosis también tiene merchandising, esto gracias al desprendimiento de uno de sus integrantes, Gabriel Campos, quien logró negociar con un diseñador gráfico camisetas con motivos del grupo. ¿Qué sacrificó? Un amplificador. Dejar ir para seguir persiguiendo ese sueño: para seguir siendo Sobreporrosis.

Los toquines son escasos y suelen ser en bares. Para esto también deben ahorrar un promedio de tres meses antes para montar un concierto y recuperar al menos un poco de lo invertido; uno de los más recientes fue en el bar Pío Rico. También tienen canal de Youtube y página de Facebook, donde han subido parte de sus trabajos.

Sobreporrosis es un canto al exceso, pero sus integrantes no le huyen a la responsabilidad que tienen en el escenario con la música y con el público. La sobriedad en el concierto es un acto de rebeldía contra ellos mismos y contra esa mitología del rockero destructor, borracho y drogado. Esa responsabilidad se explica con otra frase: «He estado trabajando tanto para este toque que no voy a llegar a pija a cagarles el toque a los demás». Esto no implica que después del concierto no lo hagan. Pero antes de él, la respuesta es clara y encubre la misma rebeldía: no. 

Grabar el álbum también es una especie de tributo para un amigo, dicen, y hacerlo fue tan especial que, al terminar una sesión de grabación, salieron del estudio y se abrazaron, lloraron y después se fueron de regreso a esa Tegucigalpa que los conoce por su punk.

Mientras Sobreporrosis ensaya en el quinto piso, abajo Tegucigalpa suena a tráfico y estrés, sonidos que se reproducen con fuerza natural, pero algunos días, al pasar por el edificio ISP tipo 5:00 de la tarde, se puede escuchar una furia descargarse en un acorde de guitarra y los gritos de Gabriel y Guillermo cuando cantan «Papelito rico» y Ernesto toca la batería con una emoción que solo la música podría darles.

A menos de dos años del paso de las tormentas tropicales Eta y Iota, muchos hondureños han vuelto a perderlo todo, incluso lo poco que habían recuperado de la devastación anterior. El Gobierno ha reaccionado otorgando 200 millones de lempiras a los municipios afectados y anunciando la construcción de tres represas. 


Texto: Allan Bu
Fotografía: Amílcar Izaguirre

Don Francisco miraba al horizonte como si quisiera encontrar su casa, ahora anegada por las lluvias en la aldea Las Chumbas, jurisdicción de El Progreso, Yoro, en el norte de Honduras. Es un hombre de 70 años, agricultor de toda la vida, que, en el 2020, perdió los enseres de su casa y la cosecha de sus parcelas con el paso de las tormentas tropicales Eta y Iota, y ahora, cuando aún no han pasado dos años, nuevamente su casa está bajo el agua y sus cultivos se han perdido.

De acuerdo con información de la Comisión Permanente de Contingencias (COPECO), las lluvias que comenzaron el 21 de septiembre han dejado 67, 421 personas afectadas; 15, 846 evacuadas; 8,595 albergadas y 497 comunidades con daños para las cuales se han instalado 151 albergues a nivel nacional. Los municipios más afectados en el Valle de Sula son El Progreso (Yoro), Pimienta y Villanueva y en Cortés, el municipio de Potrerillos.

Apenas tres días de lluvia demostraron que el país es más vulnerable después del paso de Eta y Iota. Hay bordos que no fueron reparados y otros fueron «pegados con lodo» dicen los afectados. Por ejemplo, a la altura de la Finca 11, en el Progreso, Yoro, las aguas del río Ulúa rompieron unos 300 metros del bordo de protección, inundando la comunidad y afectando algunos cultivos de maíz y frijol. También hay palma africana pero esta es resistente a las inundaciones. 

El estado de los bordos de protección en el Valle de Sula no es la única señal de la vulnerabilidad del país. En el departamento de San Bárbara, zona occidente de Honduras, apenas tres días de lluvia bastaron para incomunicara municipios como San Nicolás, San Vicente Centenario, La Arada y la cabecera departamental. Los santabarbarenses recuerdan que en un hecho similar durante Eta y Iota, las aguas del Lago de Yojoa impidieron el paso en la carretera que conecta Santa Bárbara con Tegucigalpa. Un tramo de la carretera CA-4 que conecta Copán, el municipio de Comayagua y la aldea el Metal se hundió, interrumpiendo el paso en esa importante vía por cinco días. Entre San Pedro Sula y Tegucigalpa, a la altura del sitio conocido como El Balín, también hubo un derrumbe. Los daños se reportan a nivel nacional.

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Las inundaciones dejaron pérdidas millonarias incluyendo las plantaciones de caña de azúcar que también sufrieron con el desbordamiento de los ríos. FotoCC/ Amilcar Izaguirre.

Don Francisco recordó, sentado en el patio de la escuela Pedro Pascual Amaya ubicada en el centro de la ciudad de El Progreso, que con el paso de los huracanes Eta y Iota «no se miraban los techos de la casas, perdimos todos», pero resulta que ahora, con una menor cantidad de lluvia y sin bordos de protección, consideró que «la inundación fue bárbara también», llegó a los techos. Don Francisco afirmó que no pudo salvar nada. 

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en el año 2020 hubo una pérdida económica de 45,676 millones de lempiras entre infraestructura vial, viviendas y daños al agro. 

A don Francisco, las aguas del Ulúa le arruinaron dos manzanas de maíz que estaban listas para ser cosechadas, de las cuales esperaba obtener unos 80 quintales de maíz. Además, perdió una manzana de frijol. El Gobierno estima que se perdieron unas 430 hectáreas de cultivo de banano, cada una de esas hectáreas necesita en promedio unos 16 mil dólares para ser productivas. En un recorrido que Contracorriente realizó entre los días 26 y 28 de septiembre por áreas inundadas en el municipio de El Progreso, Yoro, se observó a varios agricultores intentando salvar cosechas de pequeñas parcelas de maíz sembradas en zonas que fueron inundadas por el río Humaya, uno de los afluentes más grandes del Ulúa. 

 Hay miles de hectáreas de banano, maíz y frijol que se perdieron y hay más de 2000 manzanas de caña de azúcar que están en riesgo, según la Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras (FENAGH). Don Francisco también perdió su inversión y lo poco que había logrado recuperar después de perderlo todo en el 2020. «No había cosechado el maíz, pero estaba listo para cosechar, tenía dos manzanas que se perdieron». 

El director ejecutivo de la FENAGH, Guillermo Cerritos, manifestó el miércoles 28 de septiembre que en un informe al que él tuvo acceso y fue elaborado por la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), se estima que las pérdidas en cultivos alcanzan 789 millones de lempiras (31 millones de dólares).

«En el caso del banano, el martes 27 de septiembre se actualizó la cifra y anda arriba de las 600 manzanas afectadas. Aquí es más crítico, creo que es el rubro más afectado. Se estima que solo en este cultivo las pérdidas alcanzan los 242 millones de lempiras y si se suman los activos dañados, las pérdidas llegan a 477 millones, después está el maíz con 115 millones y el frijol con 89 millones», informó Cerritos. 

Cerritos explicó que de granos básicos se dañaron 11 mil manzanas entre maíz y frijol, pero que el país siembra hasta 450 mil manzanas de estos cultivos, «viéndolo desde ese punto de vista, es una dato bajo, pero estas son cifras preliminares, indican que se debe priorizar la ayuda al sector banano, granos básicos». 

El director ejecutivo de la FENAG agregó que se debe dar especial atención a la cosecha de café cuyo rubro peligra porque los cultivos están en terrenos altos y las calles de acceso sufrieron graves daños por las lluvias y prevé que este año aumente su cosecha en un millón de quintales. «Estamos hablando que en las montañas tenemos 1,500 millones de dólares en divisas, esos hay que traerlos para procesar y después exportar», añadió. No descartó que pueda venir una nueva escalada de precios a la canasta básica, que ya sufrió un aumento debido al contexto internacional, especialmente por el alza en el costo de los combustibles y fertilizantes derivada por la guerra entre Rusia y Ucrania. Ahora se agrega el daño que dejan las lluvias en el agro nacional. 

Ever Rodríguez, director ejecutivo del Fondo Cafetero Nacional, manifestó en una entrevista a Canal 11 que los datos en su poder indican que los departamentos más afectados en relación con este rubro están en el occidente del país, entre ellos, Copán y Santa Bárbara, después vienen Lempira y Ocotepeque y por último Comayagua. Rodríguez afirmó que son 65 municipios los que han reportado daños, especialmente en las calles de accesos a las fincas.

Nunca repararon los bordos

A Suyapa Pérez le tocó salir de Las Chumbas apenas con la ropa que llevaba puesta. Ella es vecina de don Francisco y se encuentra albergada en la escuela Pascual Amaya en El Progreso, en donde hay unas 340 personas. Suyapa ya ha pasado por tres inundaciones. Recordó que en 1998, el huracán Mitch, si bien llegó a sus casas, la cantidad de agua no llegó a más de un pie de altura. Sin embargo, en el año 2020 con Eta y Iota los techos de las casas apenas se veían. Ella relató que este año las lluvias anegaron igual las casas. «Se volvió a perder todo», dijo sentada en una pequeña silla azul. Varios niños jugaban a su alrededor y decenas de personas, damnificadas igual que ella, conversaban de las vicisitudes de la vida o de las lluvias que siguen amenazando en el territorio hondureño.

Contó que algunos vecinos permanecen en el techo de sus casas en Las Chumbas, pues creyeron que las inundaciones no iban a ser de gran magnitud y se quedaron a cuidar sus pertenencias, pues aún en emergencias los ladrones actúan. Estas personas no han podido salir porque el nivel de las aguas no baja y porque prácticamente a esa aldea no hay acceso en lancha como sí lo hay para otros excampos bananeros también afectados. «Y esa gente ni teléfonos tienen ahí, algunos se tiran a nadar», nos dijo Suyapa. 

¿Y dónde rompió el bordo el río Ulúa?, le pregunté a Suyapa y la respuesta llegó de una mujer a unos metros de nosotros, quien alzando la voz nos dijo, «es que el río no rompió, si ese bordo nunca lo repararon, estaba así desde Eta y Iota por eso se volvió a meter. Solo una arena y lodo le echaron», este fue un clamor de casi todas las comunidades que viven a la orillas de los ríos Ulúa y Chamelecón: la reparación de los bordos.

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Pobladores de la colonia La Libertad de Villanueva, Cortés, cargan con sus pertenencias hacia los albergues, para no perderlas. FotoCC/Amilcar Izaguirre.

Este medio buscó información en lo que anteriormente se llamaba Comisión para el Control de Inundaciones en el Valle de Sula (CCIVS) y que ahora ha pasado a llamarse Centro de Estudios y Desarrollo del Valle de Sula. El director de comunicaciones de esta nueva entidad, Leonardo Pineda, declaró a Contracorriente que en el Centro de Estudios y Desarrollo ya tenían una radiografía de los problemas existentes en la red de protección antes de las lluvias que provocaron la emergencias. «Aquí en el centro, antes del problema, teníamos identificado casi el 90% de los problemas, habíamos calculado que se necesitaban entre 500 y 700 millones [de lempiras] para hacer las reparaciones, pero ahora obviamente eso va a cambiar», dijo. 

Explicó que en la semana que iniciaron las lluvias, en la institución ya estaban listos para arrancar con 23 proyectos orientados a reforzar los bordos y el dragado de los ríos. «Todos ya están aprobados y asignados, con presupuesto y nos cayó el aguacero. Algunos están trabajando y otros están esperando que haya condiciones para entrar», mencionó Pineda.

¿Por qué comenzar con las reparaciones justamente en la temporada de mayor riesgo y siete meses después de que Xiomara Castro recibiera el mandato presidencial? Pineda argumentó que justamente por cumplir con todo lo que especifica la ley y los procedimientos de contratación del Estado, las obras se retrasaron. «Nos jugó en contra hacer las cosas de la manera más transparente posible», dijo. 

Apuntó que hasta el cambio de nombre de Insep a Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT) incidió en el retraso, pues de este organismo depende el Centro de Estudios y Desarrollo. Luego vino la certificación de contratistas y por último se entró en un proceso de licitación, «entonces todas esas cosas normales en la administración pública retrasaron el comienzo de las obras. Este Gobierno ha tenido que hacer una serie de procesos legales para volver a tener una institución que se dedique al diseño, identificación y construcción de las obras hidráulicas del Valle», afirmó. 

Pineda mencionó que hubo varios factores para que los bordos colapsaran. Reconoció que algunos no tenían los mantenimientos necesarios. «Estas últimas dos semanas casi sin llover, [en el norte] tuvimos inundaciones, porque hubo lluvias torrenciales en occidente y los acumulados fueron altos, también hubo crecida en Comayagua, eso nos dio una crecida casi similar a la de Eta y Iota, tuvimos mediciones hasta casi 9 metros de alto donde se une el río Humuya con el Ulúa», dijo Pineda.

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Al menos 400 metros de bordo han sido erosionados por la fuerza del río Humuya, Río Blanco y el Ulúa y están a punto de sucumbir en la zona de la Azunosa en El Progreso. FotoCC/Amilcar Izaguirre.

Pineda también manifestó que en los últimos 40 o 50 años, los ríos Chamelecón y Ulúa no han sido dragados por lo que su nivel de sedimentos es alto en algunos puntos y no tiene nada que ver con que el bordo esté mal hecho, simplemente ha sido rebasado. De acuerdo con información de redes comunitarias que posee el Centro de Estudios y Desarrollo en las comunidades afectadas, al martes 28 habían identificados 99 puntos donde el río Ulúa había penetrado los bordos, «no solamente rupturas, en algunos lados la crecida fue tan grande que sobrepasó el nivel de la protección», afirmó Pineda.

En medio de la burocracia estatal y la bravura del Ulúa, Suyapa perdió, dos años después, las cosas que había recuperado. Ahí se fueron las cosas que recibió del Gobierno anterior, dos camas y una estufa de gas. El día que hablamos, le informaron vecinos que llegaron al albergue que de su casa apenas se miraba el techo.

Desde el Gobierno

Aunque no ostenta la categoría de funcionario de Estado, el manejo de la emergencia en el Gobierno de Xiomara Castro dejó la imagen del expresidente Manuel Zelaya Rosales, ahora asesor presidencial, dirigiendo el Consejo de Ministros para hacer frente a la crisis. Durante la primera reunión de ese Consejo, el exmandatario llamó a la presidenta, quien se encontraba en la cumbre de las Naciones Unidas. «¿Se reunieron?» le preguntó Castro a su esposo y asesor por el altavoz del teléfono en lo que pareció más un espectáculo – porque Zelaya aprovechó el momento para hacer chistes – que una medida necesaria para paliar la emergencia. 

La presencia de Zelaya al frente de una reunión de tal magnitud no pasó desapercibida. La diputada por el Partido Salvador de Honduras, PSH, Maribel Espinoza, agradeció «el trabajo de Mel Zelaya como asesor, pero la Constitución de la República no le permite sustituir a la presidenta en un Consejo de Ministros, por ello el pueblo eligió a tres designados presidenciales. No caigamos en el error de violar la Constitución», dijo la congresista vía Twitter. 

El designado presidencial, Salvador Nasralla, que es un crítico del Gobierno del que forma parte, también sugirió que la persona que debe tomar las decisiones es la electa por el pueblo, pues a su juicio, los asesores sirven para transmitir información, «salvo que ella [la presidenta] le haya transferido a Mel el mando por los 7 meses que no gobernó en el 2009 [por el golpe de Estado]». El expresidente Zelaya le contestó a Nasralla que si no estaba conforme debería ser honrado y «devolver los 12 millones [de lempiras] que te dio Xiomara para uso discrecional». El designado presidencial respondió que mientras él administra 12 millones, la presidenta tiene a su disposición 15 mil millones de lempiras. Esta pelea alborotaba Twitter mientras don Francisco, Suyapa y miles de personas miraban cómo sus casas se perdían bajo las aguas. 

Tras regresar de Nueva York, la presidenta Xiomara Castro encabezó una comisión de supervisión en la que se encontraban su hijo y secretario privado, Héctor Zelaya, y el ministro de Defensa y también familiar suyo, José Manuel Zelaya Rosales, visitando los lugares más golpeados por la emergencia como La Lima, El Progreso y Santa Bárbara. Castro le dijo a alcaldes, diputados y otras autoridades del departamento de Santa Bárbara, “cuente conmigo» en un breve discurso en el que pidió optimizar recursos y ofreció 200 millones de lempiras para los municipios que están en emergencia. La presidenta pidió reportes frente a la audiencia al ministro de Gobernación y Justicia, Tomás Vaquero y al presidente de la Asociación de Municipios de Honduras (AMHON), Nelson Castellanos. 

En un breve discurso, la presidenta aseguró que las transferencias llegarán a las municipalidades que lo necesiten, «hay que cumplir. No voy a seguir con prácticas del pasado que no las entregaban o las daban por color político. En este Gobierno que presido todos tenemos derecho, tenemos que dar las respuestas que el pueblo tanto está demandando. Tenemos proyectos para trabajar con las alcaldías, yo creo en la descentralización», dijo la presidenta entre aplausos de los presentes. Se retiró 15 minutos después de su llegada a un amplio hotel en Santa Bárbara.

El director ejecutivo de la Fenagh, Guillermo Cerritos, dijo que el Gobierno debe centrar en tres cosas una rápida respuesta al sector productivo en esta emergencia. La primera es reparar la red vial para que permita a los productores de granos básicos, café y hortalizas transportar sus cosechas a los puntos de comercio. La segunda, es que se amplíe el bono tecnológico, «hay que sembrar más granos básicos para compensar las pérdidas por las lluvias», dijo. 

Y la tercera respuesta en la que se debe centrar el gobierno, según Cerritos, es que el Banco Nacional de Desarrollo (Banadesa) debe habilitar más financiamiento para producir granos básicos en lo que resta del año y se debe dar un apoyo puntual a los bananeros, que han perdido más de 600 manzanas, «ya habían perdido sus fincas en el 2020 e hicieron un esfuerzo por el refinanciamiento, pero ahora no creo que puedan».

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Cosechas de maíz se perdieron con las crecidas de los ríos Humuya, Río Blanco y el Ulúa en el sector de Finca diez de El Progreso, Yoro. FotoCC/Amical Izaguirre.
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Cosechas de maíz se perdieron con las crecidas de los ríos Humuya, Río Blanco y el Ulúa en el sector de Finca diez de El Progreso, Yoro. FotoCC/Amilcar Izaguirre.

Cerritos mencionó que en las fincas de banano están en riesgo muchos empleos y en este caso «lo más doloroso», es que buena parte son puestos de trabajo para mujeres porque en las fincas son ellas las que empacan y ahora han perdido su trabajo, «el banano es un generador de empleo y dinamizador de la economía en la zona del Valle». En Honduras, el último dato oficial sobre desempleo es del 12% para el 2020.

Pero el dirigente del agro también consideró que el Gobierno puede dejar un gran legado priorizando la inversión en infraestructura, refiriéndose a construir las represas pendientes, hacer canales de alivio y la reparación con calidad de los bordos, porque «el reclamo de la gente es que lo que se hizo no fue lo mejor». 

Añadió sobre la construcción de represas en el Valle de Sula, que el agua es un factor que se está desperdiciando pues al tener estas construcciones se podría tener energía, también circuitos de riego, garantizar agua para consumo doméstico y «evitaríamos las pérdidas que la inundaciones nos causan todos los años».

Luego del desastre provocado por Eta y Iota, en el Gobierno de Juan Orlando Hernández se retomó el tema de la construcción de El Tablón, bajo la figura de inversión público-privada, en el río Chamelecón y Los Llanitos y Jicatuyo en el Ulúa. De la construcción de El Tablón se habla desde 1974, pero fue hasta 2007 cuando el Congreso Nacional aprobó una consultoría para evaluar su construcción. En el 2009, siendo presidente Mel Zelaya, se informó que el costo de la construcción de las tres represas era de 800 millones de dólares. 

 Tras el ascenso de Xiomara Castro al poder se ha puesto en agenda la construcción de estas represas con fondos nacionales pero, al igual que el Gobierno anterior, sin un proceso de consulta para las comunidades que serían afectadas. El domingo 2 de octubre, el secretario privado de la presidenta, Héctor Manuel Zelaya, se reunió con empresarios del norte del país «para impulsar un plan de rescate  y manejo de la cuenca en el Valle de Sula» dijo Zelaya según lo reportaron varios medios. También anunció la construcción de las tres represas en cuestión y la reparación de 116 puntos en los bordos. 

LEER: Las tormentas, el desastre perfecto para construir más represas sin consulta

Y en una escuela de El Progreso, don Francisco lamentaba la pérdida de tres manzanas de cultivo y esperaba que el agua bajara en la aldea Las Chumbas para regresar a su casa. Hasta el miércoles 25 de septiembre, cuando hablamos, le habían llevado «comidita», decía. 

Pero aquel agricultor de 70 años, que trabaja en tierra alquilada, mirá un futuro incierto. «Ahí todos perdimos, y mire empezar de nuevo es duro para uno» nos dijo y después recordó que para el desastre del 2020 el agro prácticamente no recibió apoyo y se levantaron a «puro esfuerzo», ahora espera que sea diferente. «Talvez este [Gobierno] se acuerdan de los agricultores, sin producción no hay comida», sentenció.

El Gobierno remitió un proyecto de ley denominado Mesa Nacional de Participación Ciudadana, el cual consta de nueve artículos y contempla cerrar algunos espacios de participación y abrir otros. El partido de Gobierno ha negado que esto sea la antesala de un proceso constituyente como lo han advertido diputados del Partido Nacional, sino justifica que es para eliminar al Foro Nacional de Convergencia (Fonac), que se identificó significativamente con el Gobierno de Juan Orlando Hernández.

Texto: Leonardo Aguilar
Fotografía: Fernando Destephen

El director del Instituto Holandés para la Democracia, Luis Daniel León, dijo a Contracorriente que en los últimos 15 años, la reducción de los espacios cívicos y democráticos ha sido evidente en Honduras, primero, por la cooptación del Estado hacia la sociedad civil y, segundo, porque cada vez más se privan espacios para que la sociedad pueda verdaderamente expresarse y, sobre todo, proponer.

El pasado 21 de septiembre, en la cuenta oficial de la bancada del partido Libertad y Refundación (Libre), se informó que el Poder Ejecutivo presentó en el Congreso Nacional un proyecto de Ley denominado «Mesa Nacional de Participación Ciudadana», por lo que se nombró una Comisión Especial de Dictamen encabezada por el jefe de bancada de Libre, Rafael Sarmiento.

Según la propuesta de ley, la Mesa Nacional de Participación Ciudadana está planteada como una «instancia nacional de diálogo abierto, participación, y concertación entre los diversos sectores de la sociedad, que servirá de apoyo con carácter indicativo para la elaboración y ejecución de las políticas públicas y las acciones del Gobierno de la República».

Esta mesa estará conformada por dependencias e instituciones del Estado, representantes de las organizaciones sociales, gremiales, populares, organismos no gubernamentales, sector privado, partidos políticos e «invitados de especial relevancia en la temática concreta a tratar».

El proyecto de ley tiene dos aspectos que han abierto el debate, ambos plasmados en el artículo 6. El primer aspecto es que la ley manda a eliminar al Foro Nacional de Convergencia (FONAC), un organismo que, a criterio de varias fuentes consultadas por Contracorriente, jugó un papel cuestionable al haber sido instrumentalizado por el Gobierno del expresidente Juan Orlando Hernández, actualmente preso en Nueva York a la espera de juicio por narcotráfico. El segundo aspecto es la introducción de un representante del Ejecutivo en la Asamblea General del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA).

El artículo 6 ordena suprimir al Foro Nacional de Convergencia (FONAC) y, en consecuencia, transfiere todas las atribuciones, competencias y facultades legales que le corresponden a la Mesa Nacional de Participación Ciudadana. No obstante, dentro del Congreso Nacional hay bancadas que no están de acuerdo con esa propuesta.

La última parte del artículo 6 establece que «La Presidenta de la República instruirá al Secretario de Estado en el Despacho de Planificación Estratégica como Coordinador de la Mesa Nacional de Participación Ciudadana, para que designe en representación de la Mesa Nacional de Participación Ciudadana, un representante propietario y un suplente, que integrarán la Asamblea General del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), así como cualquier otro espacio de representación, en sustitución de los representantes del Foro Nacional de Convergencia (FONAC)».

«Pareciera que lo que le quieren poner al CNA es una especie de chip, ese tipo de control no lo vemos positivo», dijo a Contracorriente el coordinador de investigación del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), el abogado Cesar Espinal, quien ve peligroso que el Gobierno de Xiomara Castro busque ejercer control sobre la sociedad civil.

Espinal agregó que el FONAC ha venido desempeñado un papel muy diferente al del CNA, sin embargo, afirmó que eso no es justificación para que el Gobierno pretenda ingresar a la asamblea del CNA. «¿Por qué quieren hacerlo? Este organismo que se quiere crear, denominado Mesa de Participación Ciudadana, se conformará principalmente por diferentes sectores, el mismo estará coordinado por un secretario de Estado que cumplirá instrucciones de la Presidenta, tal y como lo establece el texto, y que durante los días finales de la semana pasada se expresaron situaciones de pretender ejercer control sobre la sociedad civil».

«Han establecido que no hay ninguna intención de cerrar al CNA y que la ley trata solamente del FONAC, pero al mismo tiempo dejan una puerta abierta sobre cuál será la representación de la mesa de participación y sabemos que las líneas y directrices las emprenderá el Gobierno», subrayó Espinal.

Gustavo Irías, director del Centro de Estudio para la Democracia (CESPAD), expresó a Contracorriente que, desafortunadamente, a lo largo de la historia, en Honduras ha habido desde el Estado diversas iniciativas que han buscado la participación de la ciudadanía, especialmente en algunos momentos que han marcado crisis en el país.

Irías recordó las mesas de diálogo nacional convocadas en el Gobierno de Ricardo Maduro (2002-2006) y afirmó que luego vinieron procesos bastante intensos sobre planes estratégicos que se unieron al grupo de la Estrategia de Reducción de la Pobreza. «Sabemos que en el Gobierno de Mel Zelaya (2006-2009) existían las mesas del Poder Ciudadano, locales y regionales», explicó.

Irías recordó que el FONAC, en alguna medida, surgió como una «superestructura» que buscaba representación de organizaciones de sociedad civil con una lógica de tener un espacio para el diálogo y poder cosechar demandas desde la ciudadanía. No obstante, está de acuerdo en la cancelación del FONAC en tanto que, según él, este no cumplió con el propósito inicial. «Estaba pensado como un interlocutor de sociedad civil entre la ciudadanía y el Estado para construir políticas públicas que lucharían y velarían por los intereses de la ciudadanía. Pero terminaron con un carácter sectario y presidencialista».

«No recuerdo ninguna iniciativa surgida del FONAC que se convirtiera en política pública. En este último término que fue reactivado [durante el segundo Gobierno de Juan Orlando Hernández (2018-2022)], su intención fue ser funcional al poder del régimen autoritario, no pudimos ver ejercicios de auditorías a los hospitales móviles ni a las compras de equipo de hospitales móviles», añadió Irías.

Sobre el CNA, Irías afirmó que este no siempre ha tenido una historia honrosa, como sí lo tuvo en la última coyuntura. «En el CNA, su asamblea es bastante limitada y la constituyen básicamente iglesias y organizaciones de sociedad civil muy conservadoras, pero hay que recordar que como instancia de seguimiento a la lucha contra la corrupción, en los últimos años, jugaron un rol relevante en cuanto a poner en descubierto el manejo irregular de recursos públicos, muchas veces en el marco de la pandemia, en donde se profundizó y se escarbó en la corrupción del régimen autoritario de Juan Orlando Hernández».

Por otro lado, Irías estima que no hay peligros en la eliminación del CNA mediante esta propuesta de ley. «No hay ningún articulado que nos pueda sugerir que el CNA pueda ser afectado por la misma, el propósito es eliminar la normativa que ha dado funcionamiento al FONAC», expresa.

Aunque Irías está de acuerdo con la eliminación del FONAC, manifiestó tener una posición crítica frente a la propuesta de la Mesa Nacional, porque a su criterio, otros gobiernos han abierto espacios de consulta local o regional sin que haya sido necesaria una norma que regule esa iniciativa. 

«Me parece que aquí el desafío debería estar puesto en avanzar hacia la democratización del Estado y habilitar espacios más efectivos de la participación de la ciudadanía. Lo cual implicaría una reforma muy sustancial en un Estado que es altamente sectarista, en el cual apenas existen dos niveles: el nivel regional o el central y los niveles locales o municipales. Y ya días se viene hablando de la necesidad de los espacios más intermedios, que lógicamente deben de contar con la legitimidad política», apuntó Irías.

Irías agregó que los niveles históricos de fragmentación social imposibilitan la labor de la ciudadanía. Agregó que para presionar al poder a que cumpla sus promesas de campaña electoral, de anticorrupción, agrarias, ambientales o sobre los derechos de las mujeres, «la experiencia nos dice que estos procesos no se desarrollarán automáticamente desde el Estado, sino que se dan desde la presión social, desde abajo».

El abogado Raúl Pineda Alvarado, exdiputado y analista político, dijo que, lamentablemente, la participación ciudadana en la toma de decisiones de Gobierno no ha sido consistente, básicamente porque los espacios no han sido amplios y porque la sociedad ha mantenido una actitud indolente con respecto a grandes temas nacionales.

Para Alvarado, la propuesta del Gobierno de la Mesa Ciudadana simplemente busca desaparecer a un organismo que se identificó con el Gobierno anterior, pero que fuera de esto, habiendo figuras de consultas como el plebiscito, la participación que gira a través de estos organismos como las mesas ciudadanas no van a florecer mucho ni van a incidir en las grandes decisiones que se van a tomar en el país.

«Este proyecto procura objetivos muy claros, uno de ellos es deshacerse de una persona que les resulta antipática dentro del Gobierno, el señor Omar Rivera. En segundo lugar, abrir un espacio de democracia controlada, y, en tercer lugar, ganar un representante en el CNA, al cual todos los Gobiernos -en lugar de verlo como aliado- lo ven como enemigo», expone Pineda.

El jefe de bancada del Partido Nacional, el diputado Tomás Zambrano, dijo a Contracorriente que están en contra de cerrar plataformas como el FONAC. «Al suprimir a esta plataforma de la sociedad civil se vulnera el derecho a la organización que desde hace 28 años está vigente. Antes fue contra el CNA y la ASJ, ahora es contra el FONAC, está claro que en este gobierno se avanza hacia un achicamiento del espacio cívico y a generar un clima hostil para las organizaciones de la sociedad civil», indicó Zambrano.

El congresista agregó que este es un modelo importado de Venezuela y de Nicaragua. «Tiene como guión hostigar a las organizaciones de la sociedad civil y neutralizar a su dirigencia, para luego seguir contra la iglesia y los sacerdotes y pastores, los medios de comunicación y los periodistas, y otras organizaciones legítimas de liderazgo ciudadano».

«Libre tiene una hoja de ruta que conduce a quebrar el orden institucional a través de una asamblea nacional constituyente y necesitan quién les valide esa iniciativa y por eso están intentando desmantelar a estructuras de la sociedad civil para crear otras a su medida», expuso el congresista.

Contracorriente intentó comunicarse con algunos diputados de Libertad y Refundación (Libre) y del Partido Salvador de Honduras, PSH, entre estos Maribel Espinoza, Ramón Barrios, Silvia Ayala y Rafael Sarmiento, para conocer a profundidad este proyecto de Ley pero no hubo respuesta de ninguno de ellos.

Sobre la postura del secretario del Congreso Nacional, Carlos Zelaya, acerca de que las organizaciones de sociedad civil no deben ser financiadas desde el Estado porque las vuelve cómplices, Raúl Pineda explicó que está de acuerdo con la tesis de Carlos Zelaya, en que no deberían de recibir recursos del Estado, pero, a su juicio, el mero hecho de que el CNA reciba recursos no lo contamina.

«Eso va a estar determinado por la calidad de las personas que los dirigen, en consecuencia, hay que reconocer que el Gobierno de Estados Unidos tiene mucha influencia en el CNA. Cuando quiso ser destruido por el Gobierno de Juan Orlando Hernández, entiendo que se les facilitó el presupuesto para el funcionamiento de cinco años y si el Gobierno actual le quiere quitar el financiamiento, solamente sería una decisión unilateral de Gobierno», dijo Pineda.

«Esta nueva ley no va a obtener ningún provecho significativo, excepto lograr una pequeña victoria política en un escenario como el Congreso Nacional. Si se rompe una alianza con el PSH, a Libre no le queda más que hacer una alianza con el Partido Liberal», explicó Alvarado.

El abogado Espinal del CNA afirmó que las relaciones con el Gobierno han tenido altas y bajas este 2022. «De nuestra parte ha habido siempre apertura, pero cuando nosotros quisimos ingresar al Congreso Nacional para hacer una evaluación y mostrar cuáles eran las inquietudes de la ciudadanía, para generar espacios de participación ciudadana dentro del Congreso, en el Legislativo se nos cerraron las puertas».

Sobre la postura de Carlos Zelaya acerca del financiamiento estatal, Espinal dijo que la complicidad ocurre cuando de parte del financiador se busca insertar a personas afines a los intereses político partidistas. «En esos momentos es cuando las diferentes organizaciones se pliegan a esos intereses y pierden la independencia. Pero si él [Carlos Zelaya] quiere hacer referencia con eso al CNA, debería pensarlo un poco más y tener asertividad en sus comentarios. El CNA no nació en este Gobierno».

Para Luis Daniel León, las organizaciones de sociedad civil son creadas para hacer auditoria y veeduría social, seguimiento, denuncia y demanda en relación con las fallas de un Estado, lastimosamente –expresó- a lo largo de los años algunas organizaciones se han prestado a juegos.

«Debe replantearse la forma en cómo la sociedad civil se organiza, creo que ese también es otro drama, porque la sociedad civil no se elige representativamente, sino que se acreditan desde el Estado mediante mecanismos legales a través de la Secretaría de Estado, entonces me parece que es importante abrir los espacios a la ciudadanía, no cerrar los existentes sino fortalecerlos y crear nuevos espacios», expuso León.

«El CNA, después de su reforma e intervención allá por el año 2013 y que quedó con el liderazgo de Gabriela Castellanos, se le ha visto realmente haciendo demanda social, interpelación y señalamiento a los gobiernos anteriores y al actual, yo creo que al final ese es el rol de la sociedad civil. Porque una sociedad civil que se pliega a los intereses del Estado al final no es sociedad civil», afirmó León.

«Haciendo un recuento de los últimos 40 años, siempre ha habido un interés importante de los partidos políticos y de los Gobiernos de permear a la sociedad civil, primero porque son fuente de votantes, segundo porque son fuente de credibilidad y validación, y tercero porque al final pueden jugar un rol a favor o en contra de la balanza», concluyó León.

En Honduras los efectos del cambio climático afectan al 90 % de la población en su día a día, esto acentúa la necesidad de soluciones reales por parte de las autoridades en la discusión de políticas públicas a favor del medioambiente en un país con una amplia diversidad de ecosistemas. Periodistas por el Planeta (PxP) y la Organización para Estudios Tropicales (OET) en Costa Rica se unen para brindar a periodistas de la región herramientas en el abordaje de historias sobre restauración de ecosistemas y cambio climático.


Texto: María Celeste Maradiaga
Fotografías: Nina Cordero

«Vemos cómo todo tiene una dinámica, desde la hoja que cae, cómo esta funciona para la formación del suelo, las semillas… Es prestar atención a esos detalles y, con todo esto, construir soluciones», explica Urpi Castañeda, bióloga de la Organización para Estudios Tropicales (OET) en Costa Rica. 

La bióloga sostiene que, solo en la región centroamericana, existen 948 áreas protegidas, las cuales suman un total de 245,857 kilómetros. Dentro de esta superficie, alrededor de un 39 % está compuesto por territorio indígena y afrodescendiente. Lo anterior es importante debido a que ratifica la relación intrínseca de los territorios indígenas y afrodescendientes con las áreas protegidas.

Honduras cuenta con 91 áreas protegidas, dentro de las cuales existen 21 parques nacionales. En estos parques nacionales existen 5 concesiones activas de hidroeléctricas o mineras que amenazan las zonas. Una de estas es el proyecto minero del empresario Lenir Pérez, y por el cual defensores del medioambiente han sido criminalizados por la defensa del Río Guapinol. 

El 28 de febrero de 2022, la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (Serna), antes MiAmbiente, declaró a Honduras como territorio libre de minería a cielo abierto. Tiempo después, el secretario de Serna, Lucky Medina, argumentó que necesitaban realizarse más estudios a cada uno de los proyectos mineros para tomar esta determinación.

Aunque la presidenta Xiomara Castro ha expresado su apoyo a los defensores de Guapinol, esta postura por parte de la Serna y del ministro Medina ha alertado tanto a los defensores del Río Guapinol como a distintos ambientalistas en el país.

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En el 2010, Costa Rica se convirtió en el primer país de América Latina en prohibir la minería de oro a cielo abierto y el uso de sustancias tóxicas en minería, como el cianuro y el mercurio. Luego de una lucha incansable por parte de ambientalistas costarricenses y un 90 % de la población en contra de esta actividad, la Asamblea Legislativa de Costa Rica aprobó de manera unánime la prohibición de la minería a cielo abierto, y con esto se puso fin a los proyectos mineros que se estaban impulsando en ese momento, otorgando un plazo de ocho años para que los mineros artesanales siguieran utilizando los químicos prohibidos en esta Ley.

En medio de un recorrido por el Jardín Botánico Wilson en la Estación Biológica Las Cruces, ubicado en San Vito, en la provincia de Puntarenas, rodeados de varias especies de plantas y los cantos de distintos tipos de aves, periodistas de Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Puerto Rico y Honduras identificaron el pasado 9 de septiembre el papel indispensable de la naturaleza en la preservación de un ambiente sano y habitable para los humanos, pero, sobre todo, un ambiente creado y autorregulado por la biodiversidad que se ve cada vez más amenazada por la emergencia climática. En este taller también participaron biólogos de la región.

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Fotografía: Nina Cordero

La importancia de este taller va más allá del aprendizaje en el tema ambiental, que es muy importante, sino que pretende motivar a los periodistas para incrementar la cobertura periodística en temas de medioambiente y emergencia climática y, de esta manera, transmitir conceptos científicos de manera sencilla y proporcionarlos a la población, democratizando de esta forma el conocimiento y exigiendo respuestas y soluciones a las autoridades en cuanto a políticas ambientales.

La Organización para Estudios Tropicales (OET) es un consorcio sin fines de lucro que agrupa más de 50 instituciones de investigación ubicadas en América, Sudáfrica y Australia desde 1963 y recibe a investigadores alrededor del mundo con el propósito de fortalecer la educación y la investigación en biología tropical. 

En Costa Rica la OET cuenta con tres estaciones de investigación: La Selva, ubicada en Sarapiquí; Las Cruces, en Coto Brus; y Palo Verde, ubicada en Bagaces. En este recorrido visitamos las dos primeras, en las provincias de Heredia y Puntarenas. 

Urpi explica que por medio de soluciones basadas en la naturaleza es posible proteger a la misma, gestionar sosteniblemente y restaurar los ecosistemas naturales y modificados para hacer frente a los desafíos de la sociedad de una manera efectiva y adaptable, proporcionando simultáneamente beneficios para el bienestar humano y la biodiversidad.

En este sentido, la restauración, gestión sostenible y protección de los distintos ecosistemas son los tipos de acciones que facilitan adoptar las normas y principios de la conservación de la naturaleza, aportar beneficios sociales de un modo justo y equitativo promoviendo la transparencia y una participación amplia; y, sobre todo, mantener una diversidad biológica y cultural y la capacidad de los ecosistemas.

Estos principios son fundamentales en cuanto a soluciones basadas en la naturaleza, asegura Urpi, pues sucede que empresas afirman su «compromiso con el medioambiente al implementar soluciones basadas en la naturaleza» mientras, por otro lado, se instalan en áreas protegidas, amenazan a las y los defensores del medioambiente y acaban con la biodiversidad existente en estos espacios.

Al oriente de Honduras está La Moskitia, denominada «la amazonia centroamericana» por su biodiversidad y riqueza cultural. En ella está la Biosfera del Río Plátano, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1980, y la Biosfera de la Reserva Tawahka, que abarca el municipio de Gracias a Dios y Olancho. Además, este territorio alberga el río Coco o Segovia, el río Patuca y el río Plátano.

Sin embargo, tanto estas reservas naturales como el pueblo miskito y tawahka se han visto amenazados por la ganadería extensiva que, poco a poco, se extiende más a esos sitios y la amenaza de una carretera que se va acercando cada vez más a la zona núcleo de la Biosfera del Río Plátano. Además, los miskitos han sido desplazados de sus comunidades con la llegada de ganaderos a sus territorios y la narcoactividad que ha existido en este lugar en el cual solo se puede acceder vía aérea o marítima.

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Restaurar es más que sembrar árboles

Urpi Castañeda y Pablo Ruiz, este último biólogo de la OET, coinciden en que, usualmente, la restauración ecológica solo se entiende como sembrar árboles en áreas deforestadas, sin embargo, esta va más allá de eso; para ellos es importante cuestionarse qué vamos a restaurar y para qué, y, después de eso, identificar bosques de referencia para crear un ecosistema que se vaya acercando al que tenemos de pauta; de esta manera, se recupera un ecosistema que se ha degradado, dañado o destruido.

En este sentido, existen dos tipos de recuperación o rehabilitación de un área que ha sido afectada por prácticas naturales o causadas por el hombre: una pasiva y una asistida. La pasiva trata de la recuperación del área por sí sola con el pasar del tiempo; mientras que la asistida, en donde el suelo no puede regenerarse por sí solo y necesita de acciones para recuperar su dinámica natural, requiere de plantación de árboles y otras especies herbáceas nativas, el abastecimiento de barreras que impidan el acceso de animales como el ganado y refugios silvestres.

Desde Honduras, el Instituto de Conservación Forestal (ICF) ha implementado el «Programa de Restauración y Protección de Cuencas Hidrográficas» con la finalidad de restaurar las superficies de tierras degradadas y deforestadas de todo el país, a través de «la producción de plántulas, la reforestación, el fomento a la incorporación de árboles en sistemas productivos agrícolas y pastoriles y la evaluación de las áreas de bosques en proceso de regeneración».

El ICF asegura que para antes de 2030 se habrán restaurado 1.3 millones de hectáreas de tierras degradadas y deforestadas en todo Honduras.

De la restauración de ecosistemas derivan distintos servicios ecosistémicos, es decir, beneficios culturales, de sostén, de regulación y de aprovisionamiento que los ecosistemas aportan a la sociedad. Un ejemplo de ello es como Costa Rica pasó de un 75 % de cobertura boscosa en todo el país, a un alarmante 21 % en 1987, pero gracias a la restauración ha incrementado actualmente a un 51 % su cobertura boscosa.

Según estimaciones del Instituto de Conservación Forestal (ICF), más de 1,656,903 hectáreas de bosque se han perdido en la última década en Honduras. Entre las causas de la deforestación en Honduras están la ampliación de la frontera agrícola, la tenencia de la tierra, los incendios forestales y el contrabando transfronterizo. El ICF también agrega que la falta de políticas forestales hace que la deforestación pase como algo desapercibido y, hasta el momento, se desconocen iniciativas de restauración de ecosistemas impulsadas por autoridades gubernamentales en el país.

En Honduras existen tres tipos de bosques: bosque latifoliado (húmedo, bosque seco y manglares), con aproximadamente 3.91 millones de hectáreas, bosque pinar (pino denso y pino ralo) con 2.53 millones de hectáreas y bosque mixto (robledales y pino) con 0.16 millones de hectáreas.

Cabe destacar que eso no solo puede hacerse en los ecosistemas terrestres. Rita Sellares, bióloga marina y directora de la Fundación Dominicana de Estudios Marinos (Fundemar), trabaja en la conservación y restauración de arrecifes a través de la reproducción asexual de una especie de coral. Este proyecto ha tenido tanto éxito que se ha ido extendiendo en República Dominicana y a nivel mundial.

En 2021, mediante Coralmania, un proyecto orientado a la protección y restauración de la vida submarina y los océanos en el cual participan Costa Rica, República Dominicana y Honduras, se realizó el trasplante de 2,579 fragmentos de coral, en el caso de Honduras especificamente se transplantaron 1,800 fragmentos de coral. Una de las fundaciones que impulsan esta y otras actividades para restaurar ecosistemas marinos desde 2016 es Fundemar.

Rita asegura que el trabajo realizado en Fundemar no sería posible sin el apoyo de los pescadores en República Dominicana, quienes se han encargado de ser guardianes de los arrecifes de coral al comprender la importancia que estos tienen en la regulación del ecosistema marino. Además, la bióloga marina cuenta con un equipo comprometido con el medioambiente, siendo la mayoría jóvenes que aprenden desde el estudio o de manera empírica las distintas medidas que se deben tomar en la preservación de los arrecifes.

A inicios de 2021, Antal Borkson, director del Centro de Investigación Marina de Tela, alertó sobre la enfermedad de pérdida de tejidos de corales duros o Stony Coral Tissue Loss Disease y como está amenazaba con matar entre el 50 % y 70 % de todo el arrecife de coral en Roatán, Islas de la Bahía, en los próximos dos años. Cabe destacar que los arrecifes de coral de la costa caribeña de Honduras son parte del sistema de Arrecifal Mesoamericano más grande del mundo.

La importancia del enfoque interseccional en el periodismo ambiental

«El cambio climático nos afecta a todos, absolutamente a todos y a todas las especies, pero no a todos por igual, porque no es lo mismo de hablar de los impactos, los derechos humanos y las migraciones, que hablar de lo que va a pasar con los cultivos y los defensores de la tierra, todo tiene una dinámica distinta», explica Pilar Assefh, periodista especializada en derecho del cambio climático.

Según el estudio El cambio climático en Honduras: la infancia en peligro de 2016, «el cambio climático forma parte del presente de la sociedad hondureña y afecta día a día al 90 % de la población, aunque con diferentes grados e intensidad», con lo anterior se refieren a que, aun tomando en cuenta las edades de las personas, junto a otros facores como la etnia, sexo, nivel de estudios, ingresos economicos y demás, las niñas y niños continúan siendo el grupo de edad más vulnerable a los efectos del cambio climático en el país.

Lo anterior debido a la falta de oportunidades para los niños del interior del país para acceder a educación, un sistema de salud integral, agua potable en sus comunidades y cómo se enfrenta a los impactos del cambio climático al reducirse la producción de alimentos y los empleos relacionados a ella, incrementando así la inseguridad alimentaria y nutricional.

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La crisis climática es la emergencia causada por el ritmo en el que ha ido incrementando la temperatura a nivel global en las últimas décadas, esto a consecuencia, principalmente, de la actividad humana, pero, sobre todo, de las grandes industrias. Actualmente estamos viviendo los efectos del cambio climático producidos por el primer carbón que fue quemado en la revolución industrial, en 1850, aproximadamente, y, además, según las Naciones Unidas, las concentraciones de gases de efecto invernadero, generados por la quema de combustibles fósiles como el petróleo, carbón y gas, se encuentran en su nivel más elevado en los últimos 2 millones de años.

crisis climática en Centroamérica Honduras 2022
Fotografía: Nina Cordero

Pilar Assefh y Michelle Soto, quien es periodista experta en temas medioambientales y project manager de Periodistas por el Planeta (PxP), consideran que es indispensable que los medios de comunicación den a conocer los impactos de la crisis planetaria desde la interseccionalidad, en donde el cambio climático no solo es un tema ambiental, sino jurídico, económico, social, de derechos humanos, de género y que cruza absolutamente todo lo que hace nuestra vida.

«Si nosotros seguimos dejando este tema en la nota blanda, le estamos haciendo un favor a las industrias que ganan», indica Pilar, refiriéndose a la necesidad de señalar y fiscalizar mediante el periodismo las acciones de las grandes industrias y su impacto en la contaminación del medioambiente y cómo han sido responsables históricamente de esto.

En 2021, el pueblo hondureño salió a las calles a protestar en contra de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE), zonas que en su momento trabajaban bajo la Ley Orgánica de las ZEDE y que, gracias a esta, podían tener su propia legislación siendo completamente ajenas al territorio hondureño. Además, los pueblos originarios también se manifestaron en contra de esto pues una de ellas, la Zede Próspera, está ubicada en el departamento de Islas de la Bahía al norte de Honduras, uno de los departamentos con mayor biodiversidad y arrecife de coral del país.

En mayo de 2022, el Congreso Nacional derogó la Ley Orgánica de las ZEDE, y aunque esto ahora obliga a las Zede existentes en el país (Próspera, en Islas de la Bahía; Ciudad Morazán, en Choloma, departamento de Cortés; y Orquídea, en el departamento de Choluteca) a someterse a uno de los regímenes especiales ya existentes, Zede Próspera continúa operando con normalidad.

En cuanto a la defensa del medioambiente, Michelle Soto reflexiona sobre el hostigamiento y asesinatos a defensores y ambientalistas en América Latina, y cómo esto podría empeorar con la instalación de proyectos mineros y la explotación de combustibles fósiles.

Por su lucha en la defensa del Río Blanco y por oponerse a la instalación de la hidroeléctrica Agua Zarca, Berta Cáceres, líder indigena y ambientalista reconocida internacionalmente, fue asesinada en marzo de 2016. Actualmente, David Castillo, uno de los autores de su asesinato, fue condenado como coautor del asesinato de Berta y sentenciado a 22 años de carcel, sin embargo, no se ha condenado a las otras personasque fueron partícipes del crimen, y el proyecto Agua Zarca tampoco se ha cancelado, solo se ha detenido.

Michelle hace hincapié en la necesidad de ratificar el Acuerdo de Escazú, centroamericano y del Caribe, que trata sobre la defensa de los defensores del medioambiente y robustece su seguridad, proporcionando herramientas que tienen para ser defendidos ante la justicia.

Hasta agosto de 2022, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Honduras (OACNUDH), ha registrado 44 ataques a personas defensoras de la tierra, el territorio y el medioambiente; de estas personas, al menos 51 son personas indígenas y 9 afrohondureñas.

En su Plan de Gobierno, la presidenta Xiomara Castro prometió actuar en favor de la protección del medioambiente, implementando un programa de adaptación y mitigación al cambio climático. Este programa promete, en consonancia a convenios regionales, «asegurar las estrategias de reciclaje de materiales sólidos, la reducción de contaminación en aire, aguas y suelo, el seguimiento a la huella de carbono de nuestra industria, y la prohibición de importar desechos tóxicos».

Sin embargo, hasta la fecha, se desconocen las estrategias que se emplearán para llevar estas iniciativas a la realidad.

Relacionado a la adhesión del Acuerdo de Escazú, Lucky Medina, ministro de Serna, expresó el pasado 8 de septiembre que el Gobierno no se adherirá al acuerdo de manera forzada, ya que, desde el Gobierno, se trabaja a favor de la justicia climática con un robusto Presupuesto de la República destinado a estos temas y el acompañamiento de la presidenta Xiomara Castro a los defensores del medioambiente.


Los ambientalistas de Guapinol han cuestionado el supuesto acompañamiento de la presidenta Xiomara Castro en la defensa del medioambiente. Juana Ramona Zúniga, una defensora del Río Guapinol, es clara en su posicionamiento sobre esto: «En esta toma decíamos: “Xiomara ¿las minas para cuándo? Ahora no es ¿dónde está el dinero?, sino las minas”. Ella dijo, en los primeros días de Gobierno, que las minas quedaban canceladas en Honduras, pero del dicho al hecho no ha pasado nada, aquí la empresa sigue trabajando».

crisis climática en Centroamérica Honduras 2022
Fotografía: Nina Cordero

Las periodistas ambientales también mencionan la importancia de contar historias cercanas a nuestra realidad. Como ejemplo está la analogía del oso polar sobre un cubo de hielo para ilustrar la crisis climática, algo que seguramente nos genera tristeza, pero que no tiene que ver en lo absoluto con la realidad climática que vivimos en los países latinoamericanos. Además, señalaron que en los temas ambientales la labor periodística se extiende a ser traductores de muchos textos que originalmente se encuentran en inglés u otros idiomas, algo que limita al conocimiento o entendimiento de distintos fenómenos.

«El tema de cambio climático tiene mucha información en inglés, por lo cual nosotros no solo tenemos que contar esta historia y ser traductores, sino que, ser dobletraductores, porque tenemos que traducir la ciencia, la biología, las distintas ramas del conocimiento y muchas otras cosas», manifiesta Michelle Soto, quien además acentúa la importancia de producir la información y enfocarla a nuestra realidad centroamericana.

Pilar Assefh es cofundadora de Periodistas por el Planeta (PxP), una asociación civil de periodistas por el planeta que nació a comienzos de 2018 y que tiene el objetivo de impulsar la crisis socioambiental con una visión desde América Latina y el Caribe. Una de las finalidades del taller «La restauración de ecosistemas y el cambio climático desde una óptica centroamericana y caribeña» es que periodistas de la región formen parte de la Comunidad Planeta y así cuenten historias relacionadas al cambio climático que impacten y resuenen con las realidades de América Latina.

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Xiomara Castro llegó a la presidencia de Honduras con la promesa de garantizar la protección y el goce pleno de los derechos de los ciudadanos, incluyendo el derecho al empleo. Sin embargo, tras nueve meses de gobierno, se acumulan cientos de denuncias por abusos laborales y despidos irregulares en diversas secretarías de Estado, incluso de los activistas de su propio partido, Libertad y Refundación (Libre), además de engaños y hostigamiento laboral por sesgos políticos e ideológicos. Los denunciantes apuntan como responsables a funcionarios como Natalie Roque, Pedro Joaquín Amador, Luther Castillo y el asesor presidencial Manuel Zelaya.


Texto: Fernando Silva
Fotografía: Jorge Cabrera y Fernando Destephen

Entre el 27 de enero y el 1 de junio de 2022, la Secretaría de Trabajo recibió 1825 denuncias en contra de dependencias estatales por casos de abuso laboral y despido injustificado. Estos casos han provocado protestas y denuncias ante otras entidades como el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Un ejemplo de esos casos es el de Maritza O’Hara, de 62 años, quien tras ser despedida arbitrariamente de la Secretaría de Derechos Humanos (SEDH), decidió interponer una denuncia ante el Conadeh en Tegucigalpa, la Fiscalía de Derechos Humanos en el Ministerio Público y los juzgados de lo laboral en la Corte Suprema de Justicia.

Maritza, que ocupaba el cargo de titular de la Dirección de Educación y Cultura de Paz en dicha secretaría, ha denunciado a la ministra Natalie Roque por haberla despedido en condiciones irregulares y además haber faltado al pago de sus prestaciones tras la cancelación de su contrato. Adicionalmente, denunció el acoso laboral y la discriminación que sufrió antes de su despido. 

El caso de Maritza O’hara y el resto de las denuncias en la Secretaría de Derechos Humanos, son solo una muestra de abusos sistemáticos a los derechos laborales que han ocurrido en varias instituciones del Estado durante los meses que lleva el gobierno de Xiomara Castro.

Por ejemplo, entre enero y septiembre de 2022, la organización de Jóvenes Promotores y Defensores de los Derechos Humanos (Joprodeh) recibió y acompañó más de 3600 denuncias por abusos laborales en diversas instituciones de gobierno. De todos esos casos, que incluyen acoso laboral, falta de pagos, despidos injustificados y otros abusos, más de 100 denuncias tienen origen en la Secretaría de Derechos Humanos a cargo de la historiadora Natalie Roque.

Este reportaje presenta datos oficiales de denuncias por abuso laboral en contra de instituciones de gobierno, además de casos y testimonios de acoso laboral, despidos injustificados y precariedad, en donde los principales victimarios denunciados son los titulares de diversas secretarías del Estado.

Sumado a los reclamos por la vulneración de los derechos humanos de los trabajadores, las bases del partido Libre, que han protagonizado decenas de protestas exigiendo puestos de trabajos en la nueva burocracia, denuncian al asesor presidencial y expresidente Manuel Zelaya de monopolizar y manipular las pocas oportunidades laborales en el gobierno.

Violaciones a los derechos humanos en la Secretaría de Derechos Humanos

El 28 de noviembre, Xiomara Castro, candidata por el Partido Libre, ganó las elecciones más votadas de la historia democrática en Honduras. Pero en la Secretaría de Derechos Humanos, como en la mayoría de las instituciones estatales, muchos temieron ser despedidos.

Empleados y empleadas que trabajaban allí por recomendación política del Partido Nacional, que donaban parte de sus sueldos por la «cuota del partido» y que obtuvieron bonos por marchar en apoyo al candidato de turno, esperaban ser los primeros en ser despedidos al llegar la nueva administración. La mayoría de ellos también aseguraba que Maritza, titular de la Dirección de Educación y Cultura de Paz, sería una de las pocas personas que no iban a ser despedidas ya que ella era conocida por no participar en las actividades proselitistas ni por militar como activista del partido del ex presidente Juan Orlando Hernández, extraditado a Estados Unidos tras ser acusado por crímenes de narcotráfico.

«Las personas de la Secretaría juraban que yo era la persona a la que no iban a despedir porque mi trabajo era más técnico que político, y al final ¿quién cree que fue una de las primeras? su servidora. Porque no tengo compromisos con ningún partido, yo tengo compromiso con los derechos humanos», contó con firmeza Maritza, quien, a pesar de su despido, parece más enfocada que nunca en defender sus propios derechos.

Maritza O’Hara empleos en gobierno de Xiomara Castro
Maritza O’Hara observa un diario mientras es entrevistada por Contracorriente. Foto CC/Jorge Cabrera

El trabajo de Maritza y la dirección que lideraba, consistía, en elaborar programas de capacitación en derechos humanos para funcionarios y otros sectores de la sociedad y asesorar en esa materia a los órganos de seguridad del Estado, entre otras funciones. Datos de esa dirección indican que entre 2014 y 2021 capacitaron a 63,155 personas, lo que da un promedio de 9,022 personas al año.

Además, Maritza dijo que entre sus 30 años de carrera contó con la experiencia de trabajar en el Comité para la Defensa de los Derechos Humanos (CODEH) y en el Centro de Prevención Tratamiento y Rehabilitación de Víctimas de Tortura (CPTRT).

La ex burócrata aseguró que tenía la intención de jubilarse y explicó que la llegada de Natalie Roque a la Secretaría generó un ambiente hostil que impidió el procesamiento de cualquier solicitud de jubilación u otro trámite laboral. Y aunque Maritza no estuvo presente cuando Roque asumió el cargo, sus compañeros le contaron las acciones que desde el primer día implementó la nueva ministra y cómo todos comenzaron a tenerle miedo.

Tras su regreso de una incapacidad médica, Maritza notó que los titulares de las diferentes direcciones se encontraban constantemente a la expectativa de ser amonestados y que la ministra bajaba de su oficina acompañada de militares y policías para hacer llamados de atención en público.

Maritza contó a este medio que cuando la ministra Roque llegaba a sus escritorios para reprocharles el «haber pertenecido a un narcogobierno» o llamarles la atención de forma desmedida por una silla mal colocada, le provocaba querer levantarse para defender su trabajo y no permitir que sus compañeros y compañeras siguieran siendo maltratados, pero sabía que el contexto en el que se encontraba no era el ideal para iniciar una lucha.

«Los compañeros decían que habían sido obligados a hacer activismo por el Partido Nacional, cuando la verdad es que yo miré que les pagaban, que recibían una bonificación por andar en las marchas, por la organización del material electoral y buscaban a los líderes del partido para que les incluyeran en listas. Nunca miré que fueran obligados. Esas actitudes me indicaron a mí que no debía luchar porque sabía que me iba a quedar sola», aseguró.

A pesar del ambiente hostil, Maritza intentó seguir con su trabajo, pero, según ella, la visión de la nueva titular no era clara con respecto al rumbo que debían tener las capacitaciones en derechos humanos y solo parecía enfocarse en las órdenes dadas desde Casa Presidencial. Además, contó que los procesos se volvieron engorrosos y el trabajo de la dirección se ralentizó.

Una mañana, Maritza recibió un mensaje de parte de la asistente de la ministra que decía que le estaban esperando agentes de la Guardia de Honor Presidencial para comenzar una capacitación. La asistente de Roque preguntó si la ministra debería estar en dicha actividad, a lo que Maritza, aconsejada por sus años de experiencia en la Secretaría, contestó que no era necesario. 

Tras esa aclaración, Maritza y un equipo de dos educadores salieron a impartir la capacitación. Sin embargo, en el transcurso de esa mañana, Roque se contactó con Maritza para decirle que no estaba autorizada para estar en el evento y que debía, junto con los dos educadores, retirarse inmediatamente.

«Ella convocó a una reunión virtual con los directores y manifestó que estaba molesta porque yo le estaba boicoteando el trabajo, que ella iba a sentar las pautas para que yo viera cómo se hacían las cosas. Yo no tenía inconveniente con que mis superiores dieran las pautas de cómo hacer el trabajo, pero el resto de los directores presentes no sabían de lo que estaba hablando, porque ellos no estaban enterados de lo que pasó», recordó Maritza sobre ese día.

Maritza cataloga esa amonestación pública como un acto de humillación y dijo que la ministra lo utilizó arbitrariamente para demostrar su poder. A partir de ese momento le quitaron autoridad sobre su equipo de trabajo y las actividades que dirigía y empezaron a ignorarla.

Tras esos incidentes, Maritza empezó a sentirse enferma por lo que tuvo que ir al Seguro Social donde le diagnosticaron estrés agudo y le dieron una incapacidad y medicamentos para dormir y relajarse.

«No podía estar toda una vida con incapacidad. Entonces le dije a la psiquiatra que cuando yo recuperara un porcentaje de mis capacidades de razonar, me diera el chance de presentarme a la oficina para enfrentar la situación e igual quedar con tratamiento. A los dos días de regresar me despidieron, solo me estaban esperando. Me despidieron a mí, pero no a los activistas del Partido Nacional», explicó.

Tras su despido el 18 de abril, Maritza siguió recibiendo tratamiento psiquiátrico y esperando que le informaran sobre el pago de sus prestaciones laborales. Sin embargo, dos meses después se comunicaron vía correo electrónico para notificarle que no tenía derecho a prestaciones.

Además de las 40 personas que a inicios de agosto denunciaron públicamente sus despidos y señalaron a Natalie Roque por acoso laboral y por haber puesto en marcha una política de «militarización» (instalación de cámaras de vigilancia, presencia de militares en las oficinas), organizaciones internacionales como Reporteros sin Fronteras también han responsabilizado a la ministra Roque por el desmantelamiento del Sistema de Nacional de Protección, el mecanismo nacional encargado de la protección de los periodistas, defensores de los derechos humanos y operadores de justicia.

Reporteros Sin Fronteras denunció que desde su entrada a la Secretaría, la nueva ministra despidió a 16 empleados sin justificación, algunos de ellos tras «ataques repetidos» por parte de la titular. 

En un comunicado de esa organización se informó que «en apenas unos meses, el gobierno ha puesto en la calle a más de dos tercios del personal técnico sin una explicación válida, generando una parálisis casi total en la aplicación de los dispositivos de protección».

En ese contexto, algunas de las organizaciones de la sociedad civil que conforman el Consejo Nacional de Protección que es la instancia rectora del Sistema, decidieron en el mes de agosto retirarse de forma simbólica y temporal para manifestar su preocupación y denunciar el desmantelamiento en curso.

Entre las representantes de las organizaciones que decidieron retirarse del Consejo se encuentra Jessica Islas, directora del Grupo Sociedad Civil y feminista reconocida, quien afirmó haber recibido denuncias sobre las acciones de Natalie Roque en la Secretaría.

«No hay el mínimo respeto a los derechos humanos y no piensan que cuando la presidenta dijo “mujeres de honduras no les vamos a fallar” en su discurso de toma de posesión, era con todas las mujeres, no importaba la ideología o el partido, era para todas las mujeres», criticó Islas con referencia a las denuncias que indican que Roque ha emprendido una campaña de persecución en contra de empleados y empleadas que simpatizan con partidos políticos diferentes a Libre.

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Natalie Roque, ministra de la Secretaría de Derechos Humanos, participa de la celebración del 15 de septiembre de 2022. Foto CC/Jorge Cabrera

«Aquí no estamos hablando de ninguna mujer de clase alta o clase media, si a usted le dan un trabajo lo va a agarrar, independientemente del partido político», apuntó Islas y remarcó que le están violentando los derechos laborales a muchas madres solteras de las cuales depende la economía de decenas de familias.

Islas relató que tras el nombramiento de Roque, al entrar a los despachos de la Secretaría de Derechos Humanos se leían murales que anunciaban «El fin de la narcodictadura», situación que a ella le ofendía y le parecía innecesaria. Aseguró que si la intención era despedir al personal, el procedimiento era negociar las prestaciones con cada empleado, pero no había necesidad de hacerles sentir humillados y que no tenían derechos humanos.

Sobre los empleados que trabajaban en la Secretaría de Derechos Humanos, Natalie Roque publicó el 2 de marzo de 2022 en sus redes sociales: «Nadie dijo que iba a ser fácil trabajar rodead@s por estructura criminal», ylo repetía en cada oportunidad en las oficinas de la Secretaría, cuestionando la ética de los empleados por haber trabajado en el gobierno anterior y acusándolos de «narco empleados».

Con decepción, Islas aseguró que para señalar a un empleado de cualquier secretaría de pertenecer al narcotráfico, deben existir pruebas de sus actividades delictivas y el enriquecimiento ilícito, pruebas que la funcionaria Roque nunca ha presentado. Además, dijo que la ministra debe ponerse en los zapatos de la gente común ya que muchas de las personas a las que acusa de pertenecer a estructuras criminales seguramente votaron por el Partido Libre, la única esperanza de cambio que existía en las elecciones pasadas.

«Cómo puedo decirle a una madre soltera, aseadora, que va todos los días a trabajar, que es una narco empleada porque el Partido Nacional le dio la oportunidad de trabajar siendo [ella, la ministra] de clase media con puesto de funcionaria del Estado, habiendo estudiado en colegios bilingües, eso es no entender la realidad del pueblo».

Finalmente, la integrante de la sociedad civil contó que al haber sido cuestionada por la ministra sobre su molestia por la palabra «narco empleado», su explicación fue simple.

«Yo acompaño a defensores todos los días y no sé si realmente les ataca el narco o les atacan las empresas extractivas. Las empresas no tienen partido político, yo no puedo decir que la industria extractiva sea nacionalista porque muchos de ellos ahora están haciendo acuerdos con el gobierno», expresó.

Natalie Roque, historiadora, ex candidata a designada presidencial por el partido Libre, colaboradora de organizaciones de derechos humanos y ahora titular de la Secretaría de Derechos Humanos, no contestó a las solicitudes de entrevista por parte de Contracorriente. También se contactó a la viceministra Mirta Gutiérrez, quien respondió que el tema sería tratado por la directora de comunicación, Sarahí Guardiola.

Guardiola contestó vía Whatsapp que «no se considera realizar de nuevo entrevistas de este tema que ya pasó».

En un comunicado oficial del 12 de agosto de 2022, la Secretaría informó que en el proceso de despido de los y las trabajadoras de esa dependencia «no se ha violentado ningún derecho humano y el proceso se ha llevado a cabo con el acompañamiento de las instancias pertinentes».

Ahora Maritza se dedica a cuidar a sus cinco gatos, a trabajar como voluntaria en Joprodeh – la organización que le ha brindado asistencia legal en el caso – y a estar pendiente de las denuncias que ha presentado ante los juzgados para que sea la Procuraduría General de la República la que defina si le pagaran sus prestaciones laborales y, a título de daños y perjuicios, los salarios dejados de percibir desde la fecha del despido hasta que quede firme la sentencia.

El pasado 2 de septiembre, el Juzgado de Letras de lo Contencioso administrativo hizo pública la admisión de la demanda interpuesta por Maritza O’hara en contra de la Secretaría de Derechos Humanos, por lo que ahora las partes se encuentran a la espera de una audiencia y la resolución del conflicto.

La estafa laboral de Pedro Joaquín

«Sí, trabajamos 4 meses con Pedro, pero no nos pagó nada, fue una mentira porque nunca le autorizaron tener tantos empleados», contó Andrés, a quien llamaremos así para proteger su identidad.

Andrés y 67 personas más fueron «contratadas» en marzo de 2022 para trabajar en la Oficina de asistencia presidencial para la atención a presos políticos y sectores sociales, que responde directamente a Casa Presidencial. A finales de febrero, Pedro Joaquín Amador, a quien el 23 de ese mismo mes nombraron director de dicha oficina, llamó por teléfono a algunas personas y les ofreció trabajo para «ser parte de su equipo en defensoría de derechos humanos».

Andrés se encontraba sin trabajo tras haber regresado al país en agosto de 2021. Se había aventurado a trabajar en el extranjero para pagar algunas deudas, pero regresó porque extrañaba a sus hijos. Además, sintió que tras años de fraudes electorales por fin había esperanza para ganar las elecciones con el partido Libre y cambiar el país.

«Me vino como anillo al dedo el ofrecimiento del trabajo, para seguir haciendo defensa de derechos humanos porque lo había hecho como voluntario por 4 años. Regresé al país para votar por mi partido, estoy en el censo, soy uno de los fundadores, he votado en las tres elecciones desde que empezó Libre y se respiraban aires de esperanza», contó Andrés, y aseguró que hasta ese momento no había buscado a ningún dirigente para que le diera trabajo.

Andrés, y el resto de los convocados por Pedro Joaquín, comenzaron a trabajar en la primera semana de marzo en un espacio prestado en la Secretaría de Derechos Humanos y, posteriormente, en el Centro Cívico Gubernamental donde les asignaron una oficina en el piso 23 de la torre 1.

empleos en gobierno de Xiomara Castro Las bases del partido Libertad y refundación bloquean el ingreso al centro cívico gubernamental
Las bases del Partido Libertad y Refundación bloquean el ingreso al Centro Cívico Gubernamental exigiendo cargos laborales. Foto CC/Jorge Cabrera

Como parte del trabajo en ese tiempo, los nuevos burócratas se encargaron de recibir denuncias de perseguidos políticos, atención a migrantes, denuncias de abusos a derechos humanos, revisión de expedientes de presos políticos y visitas a las cárceles. Al finalizar marzo, los 68 empleados esperaban su primer pago, el cual nunca llegó.

Andrés contó que Pedro Joaquín les dijo «esperemos que antes de Semana Santa ya tengamos todo listo para pagarles, ya van a tener pescadito, van a disfrutar». Pasó abril y nuevamente prometió que para el día de la madre en mayo iban a tener dinero para salir con ellas, darles un regalo, quizá flores. Así pasaron los meses y las promesas. Finalmente, los 68 empleados esperaron cuatro meses sin recibir un solo lempira.

«¿Por qué esperamos cuatro meses sin firmar un contrato? Primero, porque sabíamos que el gobierno anterior había dejado en bancarrota el Estado, entonces fuimos comprensivos y dimos espacio para que la situación mejorara con la cooperación internacional y los impuestos», explica Andrés.

Tras la toma de posesión de la presidenta Xiomara Castro, la nueva secretaria de Finanzas, Rixi Moncada, aseguró que estaban recibiendo un gobierno en bancarrota y, posteriormente en la presentación de un informe sobre la situación económica del país, explicó que el presupuesto que se había aprobado para el 2022 era falso y fuente de corrupción.

«El presupuesto es de 308 mil millones de lempiras, fue formulado y aprobado por el régimen [de Juan Orlando Hernández] en diciembre del año pasado después de perder las elecciones, incluyó programas y proyectos sin financiamiento ni estudios y no cabe ninguna duda que fue hecho de manera impúdica y descarada», aseguró Moncada. El presupuesto fue reajustado por el nuevo gobierno y se aumentó un total de 51,000 millones de lempiras.

Andrés dijo que, al principio, mientras trabajaban y esperaban que se les cumpliera con el pago del salario, se organizaron para elaborar con dinero propio un carné temporal que les identificara como empleados de esa oficina y luego pagaron 250 lempiras para otro carné que les daba acceso a la oficina del Centro Cívico Gubernamental.

Finalmente, en junio, le pagaron a 10 empleados de la oficina de Pedro Joaquín. Ante la incomodidad y molestia del resto, les comunicaron que planeaban colocarlos en otras secretarías para que les pagaran y se mantuvieran «préstamo» a esa oficina. Ante lo fantasiosa que parecía esa promesa, al menos 28 del resto de los empleados afectados comenzaron a reclamar públicamente sus pagos retrasados.

«Como el ambiente era hostil, [Pedro Joaquín] nos cerró la oficina y nosotros comenzamos a denunciar en la Secretaría de Trabajo. Él no se volvió a presentar ni sus diez de confianza. Se reunían en centros comerciales y nosotros sí llegábamos, seguíamos tomando denuncias, pero también pensando cómo reclamar nuestro pago y ahí fue cuando empezamos a ir a Casa Presidencial para plantear la situación», relató Andrés.

Sin ningún tipo de respuesta, finalmente, el 28 de junio –el día de la conmemoración del Golpe de Estado de 2009– tras meses de reclamos e incluso protestas en las calles, la seguridad del Centro Cívico Gubernamental les anunció que no podrían ingresar otra vez a la oficina.

«Nos cerraron la oficina el día que conmemorábamos los 13 años del Golpe, nos dijeron que había un listado para quitarnos el acceso porque comenzamos a reclamar nuestros derechos y para Pedro Joaquín ahora éramos non gratos», dijo Andrés, quien todavía parece no creer lo que pasó tras tantas mañanas que cruzaron la ciudad con esperanzas de regresar a sus casas por la tarde con el pago adeudado.

La mayoría de ellos conocía a Amador por su activa participación en el movimiento social que surgió tras el Golpe de Estado en 2009 y por su participación como defensor de derechos humanos en las protestas en contra del gobierno del expresidente Juan Orlando Hernández, en las que incluso fue arrestado y atacado por policías y militares.

Pedro Joaquín participó como aspirante a diputado en 2017 en las elecciones internas de Libre, y en 2021 llegó hasta las elecciones generales del país. En ambas ocasiones perdió la elección.

Pero Amador era conocido no solo por haberse manifestado en contra del gobierno de Hernández, sino también por haber protagonizado una oposición al interior del partido Libre. En 2017 y en 2021 denunció por fraude electoral a sus compañeros en la contienda para llegar al Congreso Nacional e incluso se enfrentó a golpes en una mesa receptora de votos durante las elecciones del 28 de noviembre del 2021.

Según medios de comunicación, a Amador se le negó el acceso a la sede del partido Libre en diciembre de 2016 por haberse manifestado en contra de las autoridades del Partido. Ante esa situación, el ahora funcionario acusó de «delincuentes» a los dirigentes que estaban en el círculo cercano al expresidente Manuel Zelaya.

«Estos [los dirigentes] son capaces de hasta mandarlo a matar a uno porque sabemos que hay gente del partido Libre que son reaccionarias dentro de la cúpula y lo pueden mandar a matar a uno, claro van a decir después que fue el Partido Nacional», acusó en ese momento Pedro Amador.

Como parte del movimiento social, durante las protestas Pedro Amador era reconocido por no temer a la brutalidad policial, al gas lacrimógeno e incluso a las balas. Además, aliados y enemigos le reconocían porque siempre portaba una boina negra, como muestra simbólica de su rebeldía.

A veces llevaba una boina con una estrella roja y en otras ocasiones portaba una boina negra con la hoz y el martillo, símbolo que ha sido prohibido en países que sufrieron la ocupación soviética porque representa a ese régimen totalitario, aunque su origen fue simbolizar la unión de proletarios y campesinos.

Como funcionario público, Pedro Amador ahora será reconocido por las personas que trabajaron en su oficina por haberlas engañado durante 4 meses con sus pagos y luego darles la espalda. Siempre con su boina negra, ahora tiene asignado un vehículo blindado para su trabajo y gana un salario total de 109,000 lempiras.

Andrés explicó que, tras el desplante del 28 de junio, cuando les negaron definitivamente el acceso a su lugar de trabajo, el doctor Marco Rosa, asistente de Manuel Zelaya, les atendió en Casa Presidencial y les remitió con otro asistente llamado Roberto Sánchez que les pidió el currículo y la hoja del censo de Libre para asegurar que habían votado por el Partido.

Días después les entrevistaron y solicitaron que hicieran un listado de sus peticiones, las cuales incluían el pago de los cuatro meses de salario pendiente, el reintegro a cualquier otra secretaría y su aspiración salarial. Después de algunas semanas no hubo respuesta por lo que regresaron a protestar frente a Casa Presidencial.

«Ese día Mel nos atendió y solo nos dijo: jóvenes, sé lo que hizo Pedro, no fue sincero con ustedes, él cometió el error, yo solo le autoricé a 10 personas, no le autoricé más de 60 y yo no les prometo pagar eso porque aquí no tenemos cómo justificar su pago, lo único que les ofrezco es asignarlos a una Secretaría», relató Andrés.

empleos en gobierno de Xiomara Castro jose manuel zelaya 2009
El asesor presidencial Manuel Zelaya Rosales participa de la inauguración del monumento en honor a Isis Obed Murillo, primer mártir del golpe de Estado de 2009. Foto CC/Jorge Cabrera

El expresidente y asesor presidencial, Manuel Zelaya, ha jugado un papel fundamental en las decisiones sobre las contrataciones del gobierno, enviando listados de personas que deben ser empleadas y otorgando recomendaciones políticas para las contrataciones en las oficinas de gobierno. En el gobierno de Xiomara Castro, ninguna otra firma tiene más importancia para conseguir un empleo que la de Manuel Zelaya.

En el caso de los empleados en la oficina de atención a presos políticos, todos y todas las que estaban reclamando el pago de los meses trabajados habían pedido dinero prestado, tenían deudas y ya estaban en una situación de calamidad, por lo que una promesa de trabajo que venía del expresidente era una salvación. Las 28 personas enviaron otra vez una lista con sus profesiones, correo electrónico y teléfono, pero hasta el día en que se publica este reportaje ninguna ha sido reincorporada al trabajo en otra secretaría.

Algunos de ellos han pensado en volver a protestar, pero la mayoría ya no tiene ánimos, y Andrés aseguró que no quieren afectar más al gobierno con protestas, lo único que desean es obtener un trabajo y cumplir las promesas que hicieron a sus hijos de comprarles útiles, comida y ropa.

«Hay compañeros que están frustrados y quieren irse migrados en caravana, están decepcionados no solo de Pedro sino del mismo gobierno. Hemos sido militantes de la lucha por tantos años para que al final nos traten así, yo me siento decepcionado, defraudado, estoy con las ganas de volverme a ir, voy a tener que dejar a mis hijos, y eso es lo más duro. Solo verlos por una pantalla por la necesidad», dijo Andrés con lágrimas en los ojos.

Pedro Joaquín no respondió a las solicitudes de entrevista de Contracorriente para responder sobre los señalamientos de los exempleados de su oficina y tampoco respondió el asesor presidencial Manuel Zelaya Rosales, a quien Amador ha señalado como el funcionario a quien trasladaba los problemas en su oficina.

A finales de junio, Pedro Joaquín aceptó ante medios de comunicación que fue autorizado para contratar solo a 10 personas y aseguró que contrató a casi 30 personas más, aunque la información dada por quienes denuncian haber laborado sin pago en esa oficina es que fue un total de 68 personas. Pedro Joaquín fue denunciado por todas estas acciones en la Secretaría de Trabajo y, según el testimonio de Andrés, inspectores de esa dependencia levantaron actas para investigar los abusos laborales y las violaciones al código del trabajo. Sin embargo, tampoco han obtenido respuesta sobre esos procesos administrativos.

Sobre la recepción de denuncias en los entes gubernamentales responsables de atender los casos de abusos laborales, Jorge Jiménez, presidente ejecutivo de Joprodeh, aseguró que están en un contexto en el que la institucionalidad no responde. Además, explicó que las organizaciones de sociedad civil se han convertido en el ente confiable al que muchos empleados están acudiendo.

En el gobierno anterior, Joprodeh, la organización que lidera Jorge, llevó casos de violaciones a los derechos laborales principalmente en la Policía y el Ejército, por lo que algunas organizaciones laseñalaron por defender a represores y violentadores de derechos humanos. Además, el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh) la señaló en 2020 de defender intereses empresariales al participar en la defensa legal de David Castillo, quien en 2022 fue condenado por ser el autor intelectual del asesinato de la líder social Berta Cáceres.

Ahora, con el nuevo gobierno, Joprodeh ha atendido las denuncias de acoso laboral en la nueva burocracia estatal e informó que previo al 27 de enero habían recibido 1400 denuncias en toda su historia, pero en lo que va del nuevo gobierno ya han atendido alrededor de 3000 más.

Jorge explicó que «se nos ha aumentado en un 1000% los casos, y estamos ante una situación en la que la institucionalidad no responde porque en el gobierno anterior mucho se resolvía con reclamos administrativos, ahora hay un silencio que provoca presentar las denuncias al Ministerio Público y acudir a la Corte Suprema de Justicia».

El dirigente de sociedad civil señaló también que el silencio de la Secretaría de Trabajo la hace cómplice de las violaciones a derechos humanos, a pesar de que es el ente encargado de tutelar, custodiar y verificar los derechos fundamentales de los trabajadores. Además, explicó que ellos manejan aproximadamente 30 denuncias en contra de la misma Secretaría de Trabajo.

«Hay prácticas de violencia institucional que nunca pensé verlas en este gobierno, más cuando nuestras acciones han sido siempre afines puesto que ellos antes eran las víctimas. Esta violencia es porque el funcionario ha llegado como activista político con odio, con venganza, como que el empleado es el que le provocó ese odio, previo a despedirlos hay hostigamiento y acoso», apuntó Jorge.

Jorge Jiménez director de JOPRODEH empleos en gobierno de Xiomara Castro
Jorge Jiménez, director de Joprodeh, durante una entrevista con Contracorriente. Foto CC/Jorge Cabrera

El caso de Andrés ejemplifica que la violencia institucional que señalan las organizaciones no solo ha sido aplicada a empleados de otros partidos políticos sino que los mismos militantes han sido violentados y engañados por los altos funcionarios del gobierno liderado por Xiomara Castro y el expresidente Zelaya. Además, fuentes anónimas han revelado a Contracorriente que en muchas secretarías se han hecho contrataciones y, tras varios meses de trabajo, los salarios respectivos no han sido pagados. 

A pesar de todo, Andrés sigue manteniendo algo de la esperanza que lo ha impulsado desde 2011 cuando presenció la creación del partido Libre, la misma que lo llevó a luchar en las calles y a defender derechos humanos durante más de una década.

«Salimos del pueblo, con sangre de mártires a formar un partido político esperanzador, pero ahora yo veo que nuestra presidenta no es la que está gobernando. He entrado varias veces a Casa Presidencial y nunca pudimos vernos con ella, pero yo quisiera que la presidenta escuchara nuestro caso, creo que ella es menos política y más sensible, más humana, y yo lo noto. No la conozco personalmente, pero sí sé que es una mujer que se conmueve y en nuestra oficina hay muchas madres a las que se les ha violentado sus derechos», explicó Andrés.

«Fue una estafa laboral», dijo Andrés respecto de esos meses de «trabajo» y recordó ese 28 de junio cuando Pedro Joaquín les negó definitivamente el acceso a su oficina.

«Fue un golpe laboral para nosotros, un golpe moral, muchas compañeras lloraron ese día, porqué tratarlas así tan feo, entonces hemos llevado las cosas por las instancias que hemos podido y como defensores también, pero ha sido duro, todavía tenemos la esperanza de que algo mejore», concluyó.

Abusos laborales sistemáticos

Contracorriente solicitó a la Secretaría de Trabajo, a través del Instituto de Acceso a la Información Pública, una copia íntegra de denuncias por abusos laborales y despidos realizadas en contra de instituciones, secretarías, municipalidades u otras instancias del Estado.

La respuesta de la Secretaría de Salud abarcó el periodo comprendido entre el 27 de enero –día en el que el nuevo gobierno asumió el poder– y el 1 de junio de 2022 y reveló que las dependencias del Ejecutivo con mayor cantidad de denuncias son la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), la Secretaría de Salud, el Comité Permanente de Contingencias (Copeco), la Secretaría de Educación, la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (SERNA) y la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE).

En total, la Secretaría de Trabajo reportó 1824 denuncias interpuestas por trabajadores en contra de dependencias estatales, incluyendo alcaldías, centros de salud, secretarías de Estado y universidades. En un periodo de 125 días, se presentaron 14.6 denuncias diarias relacionadas con abusos laborales y despidos injustificados en instituciones de gobierno.

En el caso de Sedesol, creada este año luego de la liquidación vía decreto ejecutivo de la Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social (SEDIS), se cuenta un total de 120 denuncias realizadas por empleados y exempleados de esa dependencia. Muchas de esas denuncias fueron realizadas por personas contratadas por el programa Vida Mejor, que durante el gobierno de Juan Orlando Hernández fue señalado por ser parte esencial de la maquinaria clientelista que mantuvo al Partido Nacional en el poder durante 12 años. Ese programa fue cancelado por la nueva administración en el marco de la reestructuración del Estado a través del PCM-05-2022 en el que se eliminaron 20 secretarías y programas y se crearon 5 secretarías con la nueva visión gubernamental.

Denuncias laborales en contra de instituciones de gobierno entre el 27 de enero y el 1 de junio de 2022

El historiador José Carlos Cardona, titular de Sedesol, explicó a Contracorriente que al llegar a la Secretaría se enfrentaron a diversos problemas con el personal, los principales eran el ausentismo, posible enriquecimiento ilícito de funcionarios y la paralización de casi todas las actividades de esa institución. Además, apuntó que contabilizaron un total de 17 mil empleados que en su mayoría (alrededor de 15 mil) eran guías de familia cuyo convenio laboral terminaba el 31 de diciembre y que buscaban seguir trabajando en el programa.

Ministro de SEDESOL empleos en gobierno de Xiomara Castro
Ministro de Sedesol, José Carlos Cardona, atiende una entrevista con Contracorriente. Foto CC/Fernando Destephen.

«No podíamos trabajar con esta gente ni con estos procesos y no podíamos revivir una institución tan contaminada, entonces ¿cuál era la decisión más sabia? eliminar esta papada. Imagínate una institución que en 10 años recibió 28,000 millones de lempiras para reducir la extrema pobreza y la pobreza aumentó 17 puntos. A finales de marzo ya estábamos claros que no iba para ninguna parte» explicó Cardona.

Los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) indican que entre 2014 y 2021 –inicio y fin de la autocracia de Juan Orlando Hernández–, el índice de pobreza pasó de 62.8% a 73.6%.

En ese escenario, Cardona y su equipo decidieron que de 17 mil empleados se quedarían solo con 800 para iniciar desde cero con la institución. Todo este proceso implicó el despido de miles de personas, quienes han protestado por esas cancelaciones porque en muchos casos no se les han pagado las prestaciones laborales.

Sin embargo, Cardona aseguró que, aunque tienen indicios de muchos actos de corrupción, los despidos se han hecho en base a ley garantizando que cuando los recursos estén disponibles, se pagarán las prestaciones.

«La ley dice que hasta que se pruebe en juicio que robaron se les puede deducir penalmente la responsabilidad, entonces yo no voy a hacer lo que hizo un exministro [Reinaldo Sánchez] que cuando entró acá despidió a toda la gente y hay 208 demandas. Aquí cada despido que se hizo fue de manera correcta para ahorrarle al Estado esas demandas», apuntó Cardona.

Además, el ministro aseguró que, ante los despidos, hicieron un compromiso para garantizar el trabajo de personas con discapacidad, mujeres embarazadas y personas con enfermedades terminales. Esa población de empleados tenía que cumplir con el requisito de no tener indicios de involucramiento en el esquema de corrupción, por lo que, finalmente, según Cardona, 65 personas con esas condiciones siguen trabajando en Sedesol.

La liquidación de este ministerio le costará al gobierno más de 300 millones de lempiras, de los cuales,198 millones serán destinados al pago de prestaciones, confirmó con anterioridad a medios de comunicación el mismo ministro.

Cardona además aseguró que ha estado en comunicación constante con los despedidos para pedirles paciencia y avisarles cuando estén listos sus pagos. Sin embargo, desde que se inició el proceso de cancelación de estos empleados han habido diversas protestas en las que los afectados denuncian que se les despidió sin pagarles salarios retrasados por lo que exigen el pago inmediato de su liquidación. A finales de mayo, un grupo de esos ex empleados aseguró a medios de comunicación que, debido a la falta de respuestas, llevarían sus denuncias ante el Conadeh e instancias internacionales.

En ese sentido, la abogada Blanca Izaguirre, comisionada del Conadeh, indicó que, en el caso de Sedesol y otras secretarías de las que han recibido denuncias, no solo hay casos de cancelaciones injustificadas, sino que también «hay graves quejas de acoso laboral, pero sobre todo discriminación por temas políticos e ideológicos».

La elección de Izaguirre como titular del Conadeh, fue sometida recientemente a una investigación por la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del actual Congreso Nacional, en la que concluyeron que su elección y juramentación se realizó en medio de irregularidades por lo que solicitaron la repetición del proceso, lo cuál produciría la destitución de su titular. A pesar de dichas amenazas la institución ha sostenido el tono de denuncia en contra de las violaciones a derechos humanos ocurridas durante el gobierno actual.

«Cuando la presidenta dio su discurso y escuché el tema de derechos humanos y cómo ella pensaba abordarlo me llené de satisfacción y pensé que iba a existir una buena sinergia para trabajar en conjunto y hacer cosas buenas. Desafortunadamente se quedó en el discurso porque las acciones que vienen de [Casa] presidencial y sus funcionarios en diferentes instituciones son totalmente contradictorias a la garantía de los derechos humanos», apuntó la comisionada.

Finalmente, Izaguirre definió la situación de los derechos laborales en el actual gobierno como violaciones sistemáticas y progresivas», y aseguró que esos hechos son parte de los patrones de las violaciones a derechos humanos por parte del Estado.

A pesar de los señalamientos, José Carlos Cardona está convencido de que el proceso realizado en Sedesol ha sido enmarcado en la ley y espera pagar cuanto antes a los exempleados que se les debe, lo cual lo diferencia de dependencias como la Secretaría de Derechos Humanos dirigida por Natalie Roque, en la que se le ha dicho a los despedidos que no se les pagará.

«Se le puede dar otro enfoque a la gestión que están haciendo en esas secretarías, el tema es que si no se dialoga con las personas, difícilmente asimilan, hay criminales con los que yo me sentaba aquí y poco a poco les fui haciendo ver que no tenían posibilidades de quedarse en la institución, que tenían que irse, entonces eso los fue desmoralizando, pero sí vos llegas con una actitud de «no les voy a hablar a los cachurecos aquí» y empezamos a generar estas narrativas violentas, no funciona», concluyó Cardona.

La institución que le sigue a Sedesol con mayor número de denuncias por abusos laborales, es la Secretaría de Salud con 55 denuncias entre el 27 de enero y el 1 de junio del 2022 . Y es que desde marzo se registran protestas de trabajadores de la salud exigiendo pago de salarios adeudados y denunciando despidos arbitrarios ejecutados por órdenes del doctor José Manuel Matheu, titular de esa dependencia. Además, el pasado 4 de julio el Conadeh instó a instituciones de gobierno a respetar el pago de 3,000 empleados del sistema de salud, entre ellos 900 médicos.

Justamente, el viernes 30 de septiembre, una multitud de empleados de la salud, pertenecientes al Sindicato de Trabajadores de la Medicina, Hospitales y Similares (Sitramedhys) se manifestaron frente a las oficinas de la Secretaría para denunciar el despido de decenas de sus compañeros. En ese contexto, miembros de colectivos de Libre también llegaron para «defender la gestión del ministro y el nombramiento de plazas para miembros del Partido», lo que desembocó en un enfrentamiento violento entre esos dos grupos y la Policía Nacional.

Los trabajadores del sistema de salud pública, en muchos casos mujeres y adultos mayores, denunciaron que se les está despidiendo por no pertenecer al partido de gobierno.

Hostigamiento en el IHCIETI

El Instituto Hondureño de Ciencia, Tecnología e Innovación (IHCIETI) es una dependencia del gobierno que, según se describe en su página web, se encarga de «incentivar el interés por la educación y la investigación, promover la cultura de investigación científica y desarrollo tecnológico en el país». Esa institución cuenta con un presupuesto de más de 56 millones de lempiras y es la unidad ejecutora de la Secretaría de Estado en los Despachos de Ciencia, Tecnología y la Innovación (SENACIT), que es el órgano asesor en el tema. Para esta institución el gobierno de Xiomara Castro nombró en febrero al doctor en medicina Luther Castillo como director ejecutivo.

Castillo cuenta con reconocimiento en Honduras por haber cursado estudios sobre políticas públicas y gestión en la Universidad de Harvard en los Estados Unidos, convirtiéndose en uno de los funcionarios con mayor visibilidad en este primer año del gobierno de Xiomara Castro.

Contracorriente obtuvo una serie de testimonios que señalan a Castillo y empleados de su confianza como responsables de abusos laborales en el IHCIETI.

El primer testimonio es el de Roberto (nombre ficticio para proteger su identidad), quien aseguró que se ha emprendido una persecución al interno de la institución en contra de quienes Castillo considera que pertenecen al Partido Nacional, o lo que es igual, a quienes él crea que son «cachurecos», aunque no lo sean de verdad.

«Estamos en condiciones deplorables porque [Luther Castillo] considera que somos cachurecos y si uno no le jura lealtad sevillista y no le decís que sí a todas las tonterías que se le ocurren, te convertís en su enemigo», apuntó Roberto.

Roberto explicó que desde que Castillo llegó a la institución, su comportamiento fue agresivo, acusando al personal técnico de ser corruptos e ignorando sus trabajos.

«Él se ha peleado con muchos empleados y les ha levantado la voz, pero la gente no le denuncia porque están cuidando las prestaciones o la chambita. Hay personas a las que ha provocado para poder despedirlas y la política de él es despedir sin prestaciones y que demanden. Su criterio es que, como supuestamente en el gobierno anterior robaron, tienen que aguantarse, demandar y en seis u ocho años ver si pasa algo, esa es la actitud».

Además, Roberto aseguró que en diversas ocasiones ha intentado enviar al personal a trabajo de campo sin viáticos, a pesar de que él sí los requiere y gasta en sus múltiples salidas. Según el portal de transparencia del IHCIETI, solamente en agosto, el director ejecutivo fue el que más utilizó el presupuesto de viáticos y combustible entre todo el personal, con un total de 68,431 lempiras.

«Él tiene su título de Harvard en administración pública, pero nosotros no tenemos una línea definida de lo que estamos haciendo. El instituto pasó de las brasas al fuego», concluyó Roberto refiriéndose a la mala gestión que también se tenía en el gobierno anterior.

Otro testimonio sobre el acoso laboral en el IHCIETI corresponde a Norton [nombre ficticio para proteger su identidad], quien explicó que el contexto de presiones y persecución a lo interno de la institución está comenzando a pasar factura en la salud mental de los empleados.

«La mayoría de la gente está desanimada, estresada, cansada y algunos están presentando cuadros de estrés agudo. Se piden trabajos redundantes y de forma poco educada. Hay personas que han llegado hasta el hospital porque no se están alimentando bien porque pasan preocupados por la situación. Ellos [los directores] a pesar de que son médicos no le toman importancia a la salud física y mental de los empleados», explicó este empleado de la institución.

Además, contó que quizá el principal problema es que el doctor Castillo, junto al resto de su equipo, no están respetando el manual de procesos y piden tareas fuera de las funciones de cada puesto. Norton apuntó que el hostigamiento político que vivían durante el gobierno anterior por no pertenecer al Partido Nacional, ha cambiado a tener que soportar una administración autoritaria.

Luther Castillo empleos en gobierno de Xiomara Castro
Luther Castillo participa de una protesta frente al Ministerio Público en Tegucigalpa. Foto CC/ Jorge Cabrera

Según el testimonio de estos empleados, todavía hay oportunidades para rescatar el trabajo de la institución, para que el Ejecutivo actúe antes de que los abusos y el hostigamiento se vuelvan graves. Antes de que escalen como en otras secretarías.

Sobre las actividades que le competen al IHCIETI, la doctora Mary Vallecillo, quien ostenta el cargo de asesora presidencial ad honorem en promoción de desarrollo y ciencia, aseguró que, desde su puesto junto a un grupo de voluntarios, están generando proyectos importantes en el área, pero sin la participación del instituto debido a la falta de respuesta del doctor Luther Castillo a una comunicación enviada en abril. Por ejemplo, se está coordinando el trabajo para la construcción de un Laboratorio Nacional de Moléculas, Genética y Prototipos de Salud sin que el instituto liderado por el doctor Castillo se encuentre involucrado.

«Nosotros queremos hacer ciencia seria con impacto en la comunidad nacional e internacional y es bien importante el compromiso ético y los valores que todo investigador debe tener. Las personas que no se acojan a esa mística de trabajo que involucra la ética, la responsabilidad y el compromiso con la humanidad, quizá se le hará difícil coordinar con nosotros, y más que todo sin esperar beneficios personales. Un investigador serio no está pensando que se hará millonario con los proyectos», concluyó la doctora Vallecillo, quien desempeña su puesto ad honorem y sin ningún tipo de responsabilidad sobre el IHCIETI o la figura de Castillo.

En un primer momento, el doctor Luther Castillo respondió que atendería las preguntas de Contracorriente sobre estas acusaciones. Sin embargo, hasta la publicación de este reportaje no ha vuelto a responder las comunicaciones de nuestro medio.

Falta de oportunidades para activistas de Libre

Milton Wilfredo Herrera,de 45 años, comerciante y vendedor de pollo frito y asado en la colonia El Carrizal de Tegucigalpa, ha pasado por casi todo lo que un activista del Partido Libre podría pasar.

Milton emprendió el camino hacia Estados Unidos en 2006, el mismo año en que inició el gobierno del expresidente depuesto Manuel Zelaya. Ya en la ruta, intentó subirse a un tren y cayó entre los rieles mientras la máquina se encontraba en marcha. Ahora sufre una discapacidad producto del fatal acontecimiento. Desde ese momento, camina con una prótesis.

Después de ese incidente, Miltón regresó al país y decidió acompañar la lucha del expresidente Zelaya cuando el ex gobernante pretendía instalar una consulta popular para tratar el tema de la reelección, lo cual provocó un golpe de Estado orquestado por las élites políticas y económicas del país. En ese momento, Milton acompañó las acciones de protesta, allí corrió, recibió el gas y los golpes de los militares.

Posteriormente, tras la creación en 2011 del partido Libre, trabajó en las mesas receptoras de votos en las elecciones de 2013 que perdió Xiomara Castro y en las elecciones de 2017 que resultaron en un fraude electoral en el que perdió la Alianza Opositora y Juan Orlando Hernández logró una reelección inconstitucional.

Después de 11 años de militancia, en 2021 se convirtió en el coordinador del territorio 8 de Libre que contempla 48 barrios y colonias al norte del Distrito Central y le dieron la oportunidad de participar como precandidato a diputado en las elecciones internas de dicha institución política.

Milton perdió las elecciones, pero su participación en Libre no tenía como objetivo llegar al Congreso Nacional, sino que estaba guiada por la profunda convicción de estar en el lugar donde habrían oportunidades para personas comunes y corrientes como él.

«Hicimos un trabajo de hormiga de visita en casas con nuestros amigos y conocidos para que apoyaran al Partido. Desde las elecciones internas, nosotros le decíamos a la gente que si trabaja para nosotros, si trabajan para el partido, iban a tener una oportunidad en el nuevo gobierno. Decirle eso a la gente era una orden desde la coordinación general y de nuestra presidenta Xiomara Castro. Ella nos decía que íbamos a ser incluidos en el gobierno y que no iba a haber excepción para nadie, tanto la persona que trabajó en mesa [electoral], como la que trabajó en logística, todos íbamos a ser tomados en cuenta, pero hoy, sobre 9 meses, estamos viendo todo lo contrario», apuntó el líder territorial.

Milton juzgó el accionar del gobierno respecto a la asignación de empleos y dijo que quienes han tenido garantizada una oportunidad han sido los amigos del expresidente Zelaya, sin importar el partido político.

bases del partido LIBRE protesta 2022 empleos en gobierno de Xiomara Castro
Las bases del Partido Libertad y Refundación bloquean el ingreso al Centro Cívico Gubernamental exigiendo cargos laborales. Foto CC/Jorge Cabrera

«En noviembre sentí alegría, yo dije, por primera vez vamos a tener un gobierno popular y demócrata que va a escuchar a todo mundo. Fue una satisfacción, celebramos en las calles, nos abrazamos con nuestras familias, con nuestros amigos, hoy sí, vamos al poder, hoy sí vamos a tener nuevos cambios, fue de mucha emoción», relató Milton.

Tras 9 meses de espera, múltiples visitas a secretarías para buscar un empleo, decenas de promesas, innumerables cartas de recomendación firmadas por diputados e incluso por el mismo coordinador de Libre, Manuel Zelaya. La presión de no conseguir trabajo para las personas de su territorio se ha vuelto muy grande para Milton, quien asegura que mantiene la esperanza de encontrar una oportunidad para cada familia que se le ha acercado a buscar ayuda.

Sin embargo, los recuerdos de todo lo pasado en la última década y la forma en que han sido ignorados lo quiebran. Milton recordó cuando el local de su negocio fue bodega de hasta mil llantas y 60 galones de combustible para usarlas en las protestas en contra del gobierno inconstitucional de Juan Orlando Hernández. Recordó que la causa era más grande que la preocupación de exponer a sus hijos, esposa y ver rodeado su negocio por militares.

«Me ruedan las lágrimas porque parece que no tenemos patria, ahora nos sentimos rechazados por las autoridades del partido, nos sentimos con inseguridad porque no se sabe si aquel que proteste en contra de este gobierno va a ser perseguido», apuntó Milton quien ya ha salido a las calles a manifestarse junto a integrantes de otros colectivos para exigirle a los titulares de las instituciones de gobierno que contraten a personas de las bases del partido.

En ese momento de la entrevista, los ojos cansados de Milton se convirtieron en una fuente de lágrimas. 

«Perdón, es que no creemos esto que nos está pasando. A nosotros nos llamaba un aspirante a diputado y estábamos pendientes del apoyo. Los compañeros regidores que conocen cómo vivimos ahora no contestan el teléfono. Ha sido duro, a veces hay que tomar fuerzas y tener esperanza en Dios de que algún día va a cambiar la situación del país, no queremos vivir en un país que nos excluya, que nos obligue a salir», concluyó.

La respuesta a los reclamos de las bases del partido por una oportunidad de trabajo ha sido el «Programa de contratos de trabajo Mártires de la Resistencia», que se puso en marcha desde el sábado 24 de julio y que es liderado por el propio Manuel Zelaya. El último reporte oficial del gobierno indicó que, hasta el 6 de agosto, se había contratado a 1149 líderes de territorios del Distrito Central para trabajar en diferentes instituciones de gobierno, pero no hay información sobre los puestos que han ocupado.

En ese momento, Manuel Zelaya aseguró que no iban a aumentar los presupuestos para contratar a esas personas, sino que con los «ajustes a programas» que se cancelaron o se liquidaron, se pagaría a los nuevos empleados.

En ese sentido, Milton aseguró que las personas que se han convocado para ese proceso han sido seleccionadas «a dedo» por diputados e incluso son parte de los colectivos que se han creado para destruir el trabajo que han hecho los territorios durante años.

«Están incluyendo a esta gente que no ha trabajado por el partido, que es gente borrega que solo dice sí, sí, al presidente Zelaya. Con esa gente es con la que se ha reunido. En las secretarías no aceptan hojas de vida que no haya enviado el presidente Zelaya», dijo.

Milton asegura que a pesar de todas las dificultades no se van a cansar y seguirá luchando porque al menos una persona de cada familia que conforma su territorio pueda conseguir un empleo en el gobierno de Xiomara Castro.

«Aunque de la familia presidencial, diputados y ministros hay más de una persona por familia trabajando para el gobierno» finalizó.

Texto: Daniel Fonseca
Ilustración: Stefany Fonseca

Casinunca teníamos un balón para jugar en los recreos. No es que solo jugáramos durante los recreos. Se jugaba antes de entrar al salón y se jugaba al salir. Si teníamos suerte —o si la fabricábamos nosotros— también nos solíamos escapar de nuestras clases de Educación Cívica para correr y darle a la pelota. En este país, Honduras, todos crecimos cristianos, pero los partidos de fútbol son el verdadero primer acto al que nos entregamos con devoción; y para muchos de los niños a los que conocí en canchas empolvadas a orilla de calle, ha sido el único.

Con el tiempo, el fútbol se mezcla con la religión y también con la política en un solo coctel del que nos recuerdan constantemente «no beber», porque hace mal al cuerpo y es terrible para las reuniones familiares: «En la mesa no se habla de fútbol, de religión ni de política». Pero solo de eso hablamos, porque ¿de qué más se va a hablar?

A mí no me gusta el fútbol por pura mala suerte, porque me hubiera ahorrado un par de disgustos si me gustara aunque sea un poquito, aunque sea por entender las pláticas de mis colegas y compañeros cuando discuten por qué Maradona es objetivamente mejor que Messi o por qué el Barcelona de Pep Guardiola es «el mejor que ha habido». No me gusta el fútbol por un accidente sociológico. El amor por el deporte rey se pasa, tradicionalmente, de padre e hijo, y mi padre tuvo el defecto histórico de no tener papá. Al menos —me consuelo— no me heredó también esa tradición, la del padre ausente, aunque el deporte se nos haya quedado en el camino.

No me gusta y no es por falta de intentos. Mis recreos también fueron de darle a la pelota, aunque con menos devoción que mis amigos, y con bastante menos habilidad. Cuando no había balón propio, jugábamos con pelotas de plástico de seis lempiras —medio almuerzo en aquel entonces—. Cuando no teníamos pelota, jugábamos con botellas de refresco y, cuando ni siquiera eso había, recuerdo un par de veces intentar jugar con los tapones de botellas o cualquier otro objeto que pudiera aguantar las patadas. Pero se jugaba fútbol en el recreo de la misma forma en que se va a misa los domingos: por devoción, por tradición o por inercia.

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La pelota provoca pasiones como pocas que yo haya visto. Durante mucho tiempo mi disgusto por el deporte, arropado en arrogancia, ocultaba los celos de alguien que jamás había experimentado la alegría histérica de ver a su equipo remontarle a un grande, como David a Goliat, contra todo pronóstico. Los argentinos, por ejemplo, que ven el 22 de junio del 86 como el día en que Dios bajó del cielo con el único objetivo de humillar a los ingleses. Para muchos, Maradona sigue siendo un ícono, luego de tantos años, luego de tanto. Ídolo de barro, quizá, pero ídolo al fin y al cabo. 

También está la amargura, profunda, hiriente y recalcitrante de perder. La furia de la humillación que arde en el pecho y que provoca esa sensación de «Rompamos todo». Yo la veía siempre desde lejos, feliz de no ser parte —a veces triste de no ser parte— en la escuela y en el colegio, cuando alguien trataba de fingir que no metió la mano para tapar lo que claramente iba a ser gol, o cuando alguno le hacía una barrida muy obscena al otro y el «rompamos todo» crece hasta que estalla. Luego, se calma. Y después siempre, siempre, se repite.

Desde que recuerdo, la violencia también ha sido parte del fútbol; puede que esté en su ADN —«la competitividad»—, o tal vez es solo la manifestación de conflictos más profundos de clase y género que se materializan con el fútbol como catalizador. Cuando estás intentando esquivar los golpes puede ser cualquiera de las dos, eso no importa tanto.

En agosto de 2019, un grupo de supuestos barristas del Motagua asesinó a tres hinchas del Olimpia a las afueras del Estadio Nacional de Tegucigalpa —Tiburcio Carías Andino en aquel entonces, ahora rebautizado como José de la Paz Herrera Uclés—. A veces pienso en ese día y en cómo los colores de sus camisas no importan ya, todas terminaron manchadas de sangre. La escena, una catarsis violenta que escandalizaría hasta a los medios más amarillistas —aunque no lo suficiente como para frenarse de pasar las imágenes en primetime—, era tan terrible como familiar. Me enteré al día siguiente cuando un grupo de amigos veía el video a pantalla completa en una página de noticias:

–¿Qué pasó?

–Es que hubo partido.

No se saben las razones de cada conflicto individual por el cual estalla la violencia entre las barras y, como casi todos los conflictos del país, tampoco es que haya respuestas simples. Unos culparán al alcohol, a las drogas o hasta a las pandillas; los barristas entran con los ánimos ya caldeados, listos para la celebración o listos para la guerra, y me pregunto si los demás salimos con lecciones aprendidas.

Durante gran parte de mi vida justifiqué el que no me gustara el fútbol por eso, por la violencia que parece infundir en las personas. Pero, aunque en Honduras sobran los ejemplos, no es un fenómeno local. Al final del día, ¿qué culpa tiene el deporte? Incluso los barristas lo saben, y por eso intentan, con mayor o menor éxito, mitigar la violencia y llegar a los estadios a compartir la pasión por el deporte, el disfrute de la victoria o la frustración punzante de la derrota. No se me ocurre nada que me haga arder el pecho como para irme a los golpes. Casi siempre me alegra que sea así, casi.

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El fútbol callejero tiene varias reglas no escritas que todos en cualquier país futbolero podemos entender. El partido se termina cuando el dueño de la pelota se enoja y se va, los marcadores de 20-58 son normales, las niñas no juegan —¿las niñas no juegan?—, los niños gordos son porteros, los niños torpes son defensa. Ser un niño torpe y gordo me daba la flexibilidad de probar varios roles y quedarme con el que se ajustara a mi estado de ánimo ese día. Los defensas solo tienen que «despejar», recibís la pelota y le pegas lo más fuerte que podás en dirección a la portería del contrario. Un trabajo lo suficientemente fácil, pero a mí me gustaba ser portero, sobre todo porque la mayor parte del tiempo no había que hacer mucho. La guerra se jugaba al medio, uno solo era el espectador más privilegiado. Ahora, solo había un problema: me aterraba la pelota. Y la pelota, tarde o temprano, llegaba. 

No era el único. Empecé a notar que era un miedo compartido entre las niñas, que habían sido desterradas a las esquinas del patio de recreo. También lo veía en las maestras, que mandaban en sus salones como generales del ejército pero que se veían tan pequeñas en los recreos patrullando juntas y en formación, y, sobre todo, cuando un balón rodaba cerca de ellas y salían volando como palomas.

En esas condiciones no se puede jugar. Así que dejaron de invitarme. Y quizá ahí esté la respuesta, eso explica por qué no me gusta el fútbol. Pero no. Quienes compartían mi falta de habilidad —o hasta mi miedo— miraban religiosamente los partidos del domingo o se gastaban el dinero de la comida en sobres de vistas para llenar el álbum del mundial. No podía ser eso, tiene que ser algo más.

Más o menos por aquel entonces empecé a pasar más con las niñas, que invertían su tiempo en juegos que por aquel entonces me parecían más interesantes. Primero habían forjado sus grupos con el terror como catalizador y, después, con algo que ahora se llama sororidad. A muchas de ellas sí les gustaba el fútbol, pero en la cancha había un pacto entre hombres, y no nos habían invitado.

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En Quora, un foro donde la seguridad del anonimato permite hacer consultas sin miedo al ridículo, alguien se atrevió a preguntar: «¿Por qué soy hombre y no me gusta el fútbol?».

Una usuaria responde: «Qué gilipollez. Pq no a todo el mundo le gusta lo mismo. Yo soy mujer y me aburre ir de compras». El algoritmo de la plataforma considera que para quienes tengan la misma inquietud les puede interesar también «¿Por qué a los gays muchas veces no les gustan los deportes como el fútbol?», «¿Por qué el fútbol de las mujeres es tan poco apetecido entre los amantes del fútbol?».

Nadie se ha preguntado por qué en las escuelas, en los parques y en las iglesias la cancha ocupa el mismo espacio, si no es más, que todo el resto de las cosas. Eso es lo que yo me preguntaba de niño. ¿Por qué?

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Ahora, a pesar de todo esto, tengo un partido favorito. Mi partido favorito fue Uruguay contra Ghana en el Mundial de Sudáfrica de 2010. Aquel mundial en el que «la H» volvió por primera vez desde España 82, aquel en el que Honduras, tan chiquita, volvió a estar entre los más grandes, aquel en el que Shakira cantó el «WakaWaka»; y en el que la selección de fútbol de Holanda vivió, una vez más, la maldición del casi-pero-no y, finalmente, aquel en el que Andrés Iniesta se volvió héroe nacional en España.

Ví el partido con mi mamá, que el fútbol le gusta mucho menos que todos en mi familia licuados, pero aquella tarde se sentó conmigo, y se emocionó conmigo. Aunque no sabíamos nada de los equipos en disputa, pudimos intuir que se trataba de un evento histórico. Ghana fue la primera selección africana en llegar a unos cuartos de final de un mundial y Luis Suarez salvó a su selección con una mano dentro del área que le costó la expulsión y un penal, pero no el partido. Sorprendemente Ghana erró aquel penal provocado y necesario que cometió Luis Suárez. El mismo Luis Suárez fue enfocado saltando mientras se iba a los camerinos. Él, el expulsado, el que ya no estaba ni en el partido, era el verdadero héroe. Nunca había visto nada igual, nunca he visto nada igual. Y creo, por lo que vi en mi mamá, que ella tampoco.

A veces, cuando juega la selección y mis vecinos me avisan con gritos, cuetes o hasta tiros que metimos un «Goool», suelo cambiar rápido el canal para ver la hazaña. Y, aunque no me guste el fútbol, no puedo evitar, en el fondo, muy en el fondo, sentirme un poquito feliz, un poquito orgulloso y un poquito nostálgico justo antes de volver a cambiar de canal.

Texto: Jorge Luis Oviedo
Ilustración: Pixabay

El lobo pastor de ovejas

Un lobo, como muy bien se sabe, hace mucho tiempo, se quiso pasar de listo y se disfrazó de oveja; pero no se tiñó bien el pelo y, además, se le notaba en el hocico las ganas de comer ovejas. El pastor, que no era dejado, lo descubrió pronto y le pegó un tiro.

El lobato —que por su tamaño es también un lobito— estaba escondido en un matorral desde donde lo vio todo.

Bueno, no solamente vio, sino que aprendió. Así, cuando creció, volvió al lugar y se comió al pastor, después se puso sus ropas y se adueñó de todas las ovejas.

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Fábula de los conejos 

Hace mucho tiempo, en un país cuyo nombre recuerdo siempre, hubo una noche tan larga, que, según mi madre, duró un siglo. Los habitantes, unos conejos enormes, se dieron a la tarea de esperar, a ojos abiertos, la llegada de un nuevo amanecer. Un día, por fin, un enorme sol disolvió hasta los más leves espacios de la sempiterna oscuridad.

Desgraciadamente para entonces, muchos de ellos, se habían acostumbrado tan asombrosamente a las tinieblas, que aquella sorpresiva claridad les resultaba desconcertante y, como no pudieron soportarla, optaron por sacarse los ojos.

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La muerte más aplaudida

La plaza, llena hasta sus más leves espacios, hervía en entusiasmo. Vivas y aplausos interrumpían de vez en cuando el retórico discurso del presidente; quien lucía satisfecho ante aquella multitud que parecía adorarlo al exceso. Estaba tan seguro de ello que cuando el discurso llegaba a su final, vivamente emocionado, gritó: «¡Viva la independencia!»

Pero la multitud guardó silencio y, en ese instante, confundido con el eco de su voz, se escuchó un disparo. El presidente se desplomó desde su tribuna y la multitud estalló en un aplauso, tan enérgico y sincero, como no sucedía desde hacía mucho tiempo.

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Ignorancia positiva

Cuando el coronel perdió la cuenta de los muertos, paró los fusilamientos. Estaba seguro de que los números se habían terminado para siempre.

Estos cuentos forman parte del libro La Prueba de la Sangre (2015).

La Comisión Interinstitucional Contra la Explotación Sexual Comercial y Trata de Personas de Honduras reporta haber rescatado a más de mil víctimas de trata de personas entre 2009 y 2022, la mayoría son mujeres y niños. Eva, una de las sobrevivientes, relata las experiencias que la empujaron a embarcarse en un viaje hacia Argentina con la esperanza de escapar de la pobreza y la violencia. Esta es su historia.

Este podcast se realizó en colaboración con Casa del Teatro Memorias. Guión y entrevistas: Daniel Fonseca. Ilustración: Stefany Fonseca. Edición y grabación: Jennifer Avila. Montaje y musicalización: Gabriel “El Flow” Laínez. Actriz: Marey Álvarez

Oswaldo J. Hernández

La exfiscal general de Guatemala Claudia Paz y Paz Bailey se ha convertido en un figura clave a la cual se acude cuando los sistemas de justicia local fracasan en la defensa de los derechos humanos. Ella vive hoy en el exilio, con la conciencia tranquila de haber hecho un buen trabajo, pero también, como señala, con la rabia de enfrentar una injusticia. Toda una serie de arbitrariedades e ilegalidades que ella comparte con muchos de sus colegas que en los últimos años han tenido que buscar refugio fuera de Guatemala. Son jueces probos, fiscales anticorrupción que Paz y Paz hoy defiende desde su puesto como directora del Programa para Centroamérica y México del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL),  a pesar de que también ella es perseguida.

Para Paz y Paz los retrocesos democráticos que se esbozan hoy en Centroamérica resultan preocupantes. “Yo estoy convencida de que es una corriente autoritaria regional”, dice la exjefa del Ministerio Público de Guatemala en esta entrevista realizada por zoom apenas una semana después de que, en Nicaragua, el régimen de Ortega presentaba las primeras imágenes de varios opositores encarcelados desde hace más de un año. O esta frase donde dice “los rasgos autoritarios se contagian”, apenas días antes de que el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, anunciara sus intenciones de continuar en el poder en contra de la Constitución de su país. 

Cada vez más es evidente que los políticos y gobernantes centroamericanos se atreven a tensar las cuerdas de los balances de poder para ajustar las decisiones de jueces, magistrados y fiscales en función de sus propios intereses. En muchos casos se trata de la búsqueda descarada de impunidad. Ante ello, Paz y Paz considera urgente que los sistemas de justicia de la región tengan un acompañamiento internacional, con enfoque en Derechos Humanos, aunque también se mantiene crítica respecto a políticas internacionales como la de Estados Unidos que buscan combatir la corrupción, sí, pero al mismo tiempo se vuelven complacientes con los gobiernos cuando les colocan temas como la movilidad sobre la mesa.

Claudia Paz y Paz analiza aquí estos fenómenos conservando su espíritu de lucha que la ha vuelto célebre en la región, en la que solo puede ver una esperanza: la resistencia regional, desde la sociedad civil y todas las organizaciones de Derechos Humanos. 

En Centroamérica cada vez disminuye la confianza en la justicia por parte de los ciudadanos. Los políticos y los sectores poderosos ya no están siendo investigados. Y se criminaliza a operadores de justicia probos, a la prensa y a la sociedad civil. ¿Cómo se puede leer el contexto actual de Centroamérica, tan regresivo en términos de justicia, con tantos signos de autoritarismo? ¿Hoy, 2022, diría que en Centroamérica se respira democracia? 

Desde hace varios años hemos asistido a una tremenda regresión en cuanto al Estado de Derecho o construcción democrática en la región. No podríamos hablar de un solo país, aunque hay unos en una situación bastante más grave respecto al resto de Centroamérica. Por ejemplo Nicaragua, , en comparación con Guatemala y El Salvador. Y en Honduras, con el cambio de Presidenta, hay al menos un espacio para la construcción de instituciones, quizá un poco más plurales y democráticas. De hecho, en Honduras, el mismo cambio dio paso a cosas muy importantes, como la derogación del acuerdo de las Zonas de Empleo y Desarrollo (ZEDES) que ponían en riesgo las reservas naturales. Luego Costa Rica que, respecto al respeto de la independencia de los poderes judiciales, obviamente se coloca en otro lugar históricamente.

Creo que también pudimos asistir en Guatemala a otro momento, un florecer, digamos, de la independencia judicial donde vimos la gran posibilidad que tienen las fiscalías y los jueces para investigar grandes casos de corrupción. Casos donde estaban involucradas tanto las élites políticas y económicas de Guatemala. Vimos además el esclarecimiento de casos de gran corrupción en Honduras, como el de la ex primera dama, Elena Bonilla, acusada de fraude. Casos también en El Salvador, como parte del trabajo de la anterior Sala Constitucional y de la anterior Fiscalía que juzgó a expresidentes. 

Y precisamente todo ese progreso en la investigación, provocó un retroceso al reactivar a quienes siempre se habían privilegiado con la impunidad. Es el escenario que vemos ahora, con la persecución en contra de fiscales que han actuado conforme a derecho y en contra de jueces independientes. Guatemala, en este caso, es el ejemplo más claro. Pero también en El Salvador, de una forma más silenciosa, donde jueces y sobre todo magistrados han tenido que salir al exilio, luego de que la Asamblea arremetiera en contra del Poder Judicial, al instituir tanto a un nuevo fiscal general como a una nueva Sala Constitucional. Son retrocesos que nos recuerdan también lo que ocurrió en Honduras hace más de una década, cuando también se instituyó ilegalmente una Sala Constitucional. O Nicaragua, donde toda la criminalización política es una expresión de cómo todo el poder judicial está cooptado.

Hace apenas unos años, con la CICIG funcionando en Guatemala, toda la región quería algo parecido. ¿Una CICIES en El Salvador? ¿Una CICIH en Honduras a lo mejor? Ahora pocos políticos se atreven a ofrecer algo parecido. ¿Qué podría comentar ante este cambio tan radical en tan poco tiempo? 

Sobretodo en Guatemala es muy claro este fenómeno. Las élites políticas y también toda la fracción empresarial que se ha beneficiado de fondos públicos, con privilegios de contratos a cambio del financiamiento electoral ilícito, no desea ninguna propuesta parecida a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG). Una entidad de esta naturaleza, precisamente por su independencia, fue la que logró desnudar la forma en que se hacía la política en el país. Sin embargo, creo que hay un clamor ciudadano en la región, una parte de la población que está muy cansada de la corrupción, sobre todo después de la pandemia, ya que las restricciones sanitarias también desnudaron la fragilidad de las economías centroamericanas. 

Como siempre, se castigó a las personas más desfavorecidas. Hubo corrupción en la compra de vacunas, en la construcción de hospitales con manejo de fondos derivados de la emergencia. Es algo que ha acentuado el reclamo ciudadano, que piden también que se establezcan comisiones internacionales que luchen contra la impunidad. Es más, el presidente Bukele lo ofreció como campaña, una CICIES que no llegó a establecerse. Y la presidenta de Honduras, que también la incluyó como oferta de campaña, entiendo que ya se está avanzando en la posibilidad de establecer una comisión de esta naturaleza, auspiciada por Naciones Unidas. Pero siempre depende todo del momento político en que lo ofrecen.

Usted ha dicho en bastantes ocasiones que es necesario un ente externo que ayude a fortalecer los sistemas de justicia nacionales para combatir la impunidad. ¿Sin ese elemento, qué clase de justicia existe o ha existido en los países de Centroamérica? ¿Por qué no podemos solos?

Lo que ocurrió en Guatemala puede explicar esta idea, algo que está incluso documentado con nombres y apellidos de personas, y que deviene de la firma de la paz de 1996. Hubo esfuerzos muy grandes para crear nuevas instituciones y fortalecer la independencia judicial, pero también se dio una permanencia de las redes que se habían creado para encubrir las graves violaciones de derechos humanos. Pasaron de la Policía Nacional a la Policía Nacional Civil, de la vieja Procuraduría General de la Nación a la nueva Fiscalía General… Este relevo generacional, digamos, fue el que siguió operando hasta esta época en que avanzaron los casos de violaciones de derechos humanos y también casos de gran corrupción. Y justamente es en este momento donde vuelven a tratar de tomar el control del poder judicial. No desaparecieron. Y por ello vemos actos, embestidas tan fuertes, como lo ocurrido en El Salvador con la destitución de la Sala Constitucional, o en Guatemala, con la destitución directa de fiscales de carrera y jueces obligados a renunciar.

En la historia de nuestros países, también ha habido una vocación de las élites políticas y económicas para comprar los sistemas de justicia y actuar, en ciertos casos, con absoluta impunidad. Hay que reconocerlo, también, que gran parte de la tensión de fuerzas democráticas han sido ayudadas por diversas comisiones internacionales para recuperar la justicia al servicio de los ciudadanos. ¿Por qué era importante en su momento una comisión internacional en Guatemala? Porque estas redes ya estaban operando en puestos clave dentro del sistema para favorecer a la impunidad. Y fue este tipo de entidades externas las que lograron evidenciarlas y exponerlas. Una vez que se contaba con este apoyo, hubo funcionarios en la Fiscalía que también pudieron actuar conforme a derecho, no es que no los hubiera, sino que se incrementó esta fuerza depuradora por decirlo así.

¿Por qué los gremios de abogados, los colegiados centroamericanos, en su mayoría, parecen también cómodos con la cooptación del sistema?

Puedo contestar desde la noción de Guatemala, que es la que más conozco. Recordemos que para elegir a las más altas autoridades de justicia, se estipuló que las comisiones encargadas estarían integradas por los decanos de las facultades de Derecho, lo que provocó que las distintas universidades del país crearan sus propias facultades para abogados que no cumplían con los requisitos mínimos para tener una silla en estas comisiones de postulación. No tenían alumnos, o apenas tenían profesionales. Así, un voto para la elección de altos cargos, ya sea para Corte Suprema de Justicia, o salas de apelaciones, o fiscal general, se convirtió en una venta de favores. Para tener plazas de profesores o para tener puestos directivos o para ganar los títulos… todo se convirtió en una red de corrupción. 

Esto último se extiende a Centroamérica. Hay como mucha desesperanza, son pocos los abogados y abogadas, éticos y dignos, que podrían hacer la diferencia con sus votos, y simplemente no participan porque piensan que es imposible cambiar lo que hay.. Eso es algo común en la región tristemente, salvo en Nicaragua donde definitivamente cualquier participación política o cualquier voz crítica es obligada a salir al exilio, o es criminalizada. Ese extremo es grave porque hemos visto el cierre directo de universidades solo porque no eran complacientes con el régimen de Ortega.

¿Por qué ha sido tan fácil para los sectores de poder o pro impunidad “ideologizar” las investigaciones en contra de la corrupción? Eso de decir que es de izquierdas denunciar la corrupción.

No sé cómo diría el presidente Ortega, jeje, que es un asunto de izquierdas perseguir la corrupción, jeje. Yo creo que se trata de un asunto de valores democráticos. No podemos incluso decir, como dicen en Nicaragua, que se trata de una noción golpista, auspiciada por el imperio. O por la derecha recalcitrante, como también dicen ahí, que critica a un presidente de izquierdas en el poder. Como tampoco, como dicen en Guatemala, que es la izquierda la quiere tomar el poder, o la guerra a través del derecho. Son cosas totalmente absurdas. 

Creo que ante tanta ilegalidad, ante tanta ilegitimidad, se les hace necesario la creación de narrativas que justifiquen un actuar en contra de la población, por fuera de la ley. Toda esta construcción ideológica de narrativas que se usaron durante la guerra interna, pues sencillamente se reaviva y se vuelve a poner en la escena. Y nos preguntamos cuánto cala este discurso. No sé honestamente si es lo que la mayoría de la población realmente cree y cuál es la opinión de la gran mayoría. Sí considero, sin embargo, que la ciudadanía está harta de la corrupción y están hartos de la impunidad.

Sin embargo, preocupa cuando estas ideas justifican acciones dictatoriales.

Preocupa sobre todo por el hecho de la criminalización, de la muerte civil de las personas, o de obligar al exilio a periodistas y defensores de derechos humanos, exjueces, exfiscales. Es sumamente grave porque se justifica la toma total de las instituciones estatales para favorecer a un pequeño grupo. Y cada vez vemos cómo incluso los medios de comunicación están siendo frontalmente atacados. El caso de elPeriódico es quizás el más grave con José Rubén Zamora privado en libertad, pero no es el único, o sea la persecución en contra de los periodistas ha obligado a varios al exilio.

Volviendo a El Salvador también ha habido criminalización en contra de importantes medios, también algunos periodistas han tenido que salir de El Salvador por temas de persecución administrativa. Y luego está la persecución penal que en Nicaragua obviamente es la más grave, donde el régimen ha cerrado directamente medios de comunicación, y los periodistas informan desde Costa Rica, desde el exilio.

Al tomar cada vez más el espacio, estos espacios democráticos, con los Estados impidiendo la posibilidad de que existan voces disidentes que expliquen y que cuenten lo que está ocurriendo, pues se genera un panorama muy sombrío. Porque vemos cómo este ejemplo que puso Nicaragua de autoritarismo, se extiende. Son casi que las mismas leyes calcadas las que se utilizan en Guatemala, casi los mismos discursos autoritarios que usa el presidente Bukele, la misma criminalización, y la misma persecución a la oposición. 

Nos podría compartir cómo se asume el proceso de ser acusadora a ser perseguida. En su caso hay varias denuncias penales en su contra. Pero es una pregunta pensando en todos los actores, principalmente de Guatemala, que tras haber investigado grandes casos de corrupción hoy están siendo perseguidos, incluso en el exilio.

Paso con la conciencia muy tranquila de que lo que hice fue cumplir con mi obligación con la ley y con lo que deparaba la responsabilidad de mi cargo. Por supuesto siento una enorme rabia por estas demandas espurias que se han presentado en mi contra, es ridículo, uno de los casos se centra en que yo di una instrucción general para que se cumpliera con una sentencia de la Corte Interamericana, lo cual era mi obligación, para que se interpretara el tipo penal de desaparición forzada correctamente. Pero es preocupante porque cada vez hay más jueces con casos tan absurdos como este, que persiguen a jueces, fiscales y periodistas. Es muy desafortunado que por haber cumplido con su trabajo las personas tengan que salir del país.

Entonces, ¿cómo se asume? Pues te diría que con la dignidad de haber hecho lo que dice la ley que tenías que hacer, pero también con una rabia ante una injusticia tan grande. Y bueno creo que muchos de nosotros somos personas de derecho y vamos a usar las vías legales para hacer ver lo absurdas que son estas acusaciones, tanto nacional como internacionalmente. 

La sociedad civil ha sido clave para generar cambios. Pero se siente el cansancio cuando nada cambia. La apatía de la población es muy grande en la actualidad. En Nicaragua las protestas han sido reprimidas, incluso con mucha violencia. En El Salvador se asoma un presidente ansioso de poder. En Honduras un clan familiar dirige el gobierno. Y en Guatemala se apagó la llama. ¿Qué tipo de fondo hay que alcanzar para lograr una reacción importante o bien el centroamericano prefiere al líder dictador, autoritario, caudillo? 

En efecto, nosotros presentamos el informe de Nicaragua donde afirmamos que la represión en contra de la protesta social tenía rasgos de crímenes del Estado que deberían de ser investigados. Que hayan disparado contra manifestantes no fue un hecho aislado, ocurrió sostenidamente en el tiempo y también en varias zonas geográficas del país. Y bueno, en este mismo sentido, en Guatemala, con la ley que quieren aprobar en el Congreso en la que dan carta blanca a la represión policial, con privilegios si se delinque desde el poder, todo coincide nuevamente. 

Es decir, estos rasgos autoritarios se contagian, pero creo que también por esa razón nuestra resistencia debería de ser regional. Yo estoy convencida de que es una corriente autoritaria regional a la que debemos reaccionar desde la sociedad civil, las organizaciones de derechos humanos, pero desde la solidaridad regional buscando una respuesta colectiva que haga frente a esto que nos está ocurriendo. Por eso saludo a iniciativas como la de ustedes donde se han unido varios medios de comunicación para contar la región. Es parte de lo que podemos hacer.

¿Cómo ve los señalamientos de la lista Engel y la ley Magnitsky respecto a actores antidemocráticos en Centroamérica? ¿Tiene incidencia real o la influencia de Estados Unidos ante sistemas cooptados ya es algo baladí? Varios de los señalados lo ven como una medalla al mérito o bien como algo sin importancia.

Por más que vociferen que les encanta que les quiten la visa, no es real. Eso es una posición ante los medios. Creo que es muy importante que se nombre a las personas que favorecen a la corrupción y la impunidad, como la inclusión de la fiscal general Consuelo Porras en la lista Engel, por haber destituido ilegalmente al fiscal Juan Francisco Sandoval. Me parece que es acertado desde la política exterior de Estados Unidos, pero también tiene que escalarse, porque estar en estas listas significa estar con los actores más corruptos, no solo de la región. Pero también hay sanciones que son más poderosas como la ley Magnitsky, que ya va en contra de los bienes. 

Quizás pueda no doler ser mencionado en una lista, pero si se incrementan esas sanciones, y si sobre todo se hacen de forma conjunta, no únicamente Estados Unidos, sino también las autoridades europeas, como le ocurrió a Nicaragua, pues se va cercando, se ahoga económicamente a quienes se han beneficiado del dinero público para un beneficio personal a través de la corrupción. Entonces creo que las listas son necesarias, pero no son suficientes. 

Pero la apuesta de Estados Unidos, o al menos lo han insinuado así con la visita de Kamala Harris en 2021, ha sido la de proponer una agenda anticorrupción para detener el fenómeno migratorio.

Claro, por un lado tratan de actuar con suma dureza, pero luego frente al fenómeno de la migración, de la movilidad, tienden a ser complacientes, precisamente porque necesitan que los países centroamericanos sean los frenos. O como ocurrió con el presidente Trump que abrazó a los presidentes corruptos siempre y cuando aceptaran que los países de Centroamérica eran un tercer país seguro. Con Biden, aunque claramente ha esbozado una agenda anticorrupción como prioridad, lo cual me parece correcto, cuando se trata de temas de movilidad, pues no deja de continuar con las viejas prácticas. Lo vimos en Guatemala cuando el ejército fue el que paró a las personas que buscaban llegar a México en su ruta hacia Estados Unidos. Fueron imágenes que no creímos que íbamos a ver en la región en el siglo XXI.

¿Cómo se puede buscar justicia en estos contextos nacionales? ¿Qué papel juegan los principios de jurisdicción internacional? ¿La Corte Interamericana de Derechos Humanos? De qué sirven fallos de estas instancias frente a regímenes que no acatan y respetan sus propias leyes. Con nuevos caudillos que han observado/estudiado las sanciones de Estados Unidos y la Comunidad Internacional y dicen: “no me importa”.

Esta pregunta me parece muy importante.. Creo que el sistema interamericano está ahí justamente cuando fallan los sistemas nacionales. Creo que ni en Guatemala ni en El Salvador son absolutamente indiferentes a todo lo que dice la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Se trata de un foro donde los Estados se sientan y tienen que dar cuentas y rendir explicaciones, de qué es lo que está ocurriendo. Es muy poderoso lo que estas entidades establecen sobre lo que es correcto e incorrecto, respecto a lo referente del derecho internacional y lo que se infringe sobre derechos humanos y las condenas.

Recordemos lo que hablábamos de aquellas narrativas que tratan de colocar la culpa sobre las víctimas y no sobre los verdaderos responsables. En ese sentido, la voz y las resoluciones del Sistema Interamericano son contundentes pues da mucha luz sobre quién está violando los derechos humanos, quién tiene la responsabilidad. Sobre Guatemala ya se han emitido varias medidas cautelares y ahí están los funcionarios rindiendo cuentas de qué han hecho para proteger a los jueces independientes, por ejemplo. El derecho internacional de los derechos humanos justamente se ha creado para estos momentos, cuando los Estados tienen la tentación de creer que su poder es absoluto, que no le tienen que rendir cuentas a nadie ni a sus ciudadanos ni a la comunidad.

¿Los grandes empresarios son cómplices de todo este sistema? ¿Qué necesita la élite centroamericana para comprender que, ante estos contextos cada vez más autoritarios, también sus intereses -no solo económicos- corren peligro?

Hay que tener una mirada más fina para poder entender quién o quiénes son los actores en algunos momentos. Recuerdo que Carlos Castresana, el primer comisionado de la CICIG, me decía que necesitaba conocer un juez honesto, un fiscal independiente, un fiscal valiente y estaban ahí solo que no los veíamos. Creo que así pasa con la élite económica. Quizás hay que encontrar a estos empresarios honestos y decentes, que estoy segura que lo que los hay, para luego buscar cómo pueden ellos alzar su voz crítica. Creo que nadie de ellos se quiere ver como parte de lo que mencionaba un funcionario de Estados Unidos: “la élite depredadora”. Es feo estar en esa categoría. Creo que hay actos de decencia que se pueden hacer y que pueden ir abriendo camino y creando otras formas de comunicarse con los ciudadanos, creando otras formas de hacer negocios. 

Las élites también son ciudadanos de nuestros países y también tienen esta responsabilidad de construir un mejor paisaje.

¿Si pudiera calificar del 1 al 10, con cuánto calificaría la democracia de Bukele o de Giammattei o de Ortega o de los Zelaya?

Guatemala, Nicaragua y El Salvador definitivamente reprueban. Más que poner una calificación, lo que vemos es el resurgir del autoritarismo en la región y es lamentabley a la vez palpable. Hasta el momento creo que en Honduras hay otra tendencia consistente. Otro espacio, al menos por el momento, donde se han presentado leyes interesantes y propuestas importantes como la liberación de los defensores de la tierra y el territorio de Guapinol, que llevaban meses privados arbitrariamente de libertad. Nos habla de otra cosa. Aunque hay mucho por construir,por el momento, desde las organizaciones de derechos humanos, hemos hecho una propuesta, y ha sido escuchada hasta ahora por las autoridades.

*Esta entrevista forma parte de República Finquera, un proyecto de cobertura del autoritarismo en Centroamérica y México de la Redacción Regional , una alianza entre medios y periodistas de la región, entre ellos Contracorriente.

La Galería Nacional de Arte presenta testimonios de patrimonio artístico hondureño, objeto que, al ser recreados por la mirada del pueblo, podrán convertirse en signos de identidad y memoria, cartografías para entender el pueblo, meditar el presente y fundamentos para prefigurar el futuro.

José Jorge Salgado

El Centro de Tegucigalpa es una de mis zonas predilectas de desahogo y de reencuentro interno. Un lugar que busco para hacer catarsis cuando la sensación de esterilidad me arropa hasta la cabeza. Sé que referirme a la esterilidad como un estado de ánimo es bizarro, pero ¿acaso no han experimentado que de repente su cuerpo se convierte en materia infecunda y que toda cosa, idea o forma que se intentara sembrar en él sería incapaz de germinar? 

Después de un semestre entregado al ejercicio de la adultez y a los rituales que semana tras semana ejecuto religiosamente, descubrí que tendría un domingo sin ningún programa a seguir y sin pendientes o responsabilidades acumuladas. Mi familia se había ido de viaje, así que los planes para la jornada no estaban atados a un consentimiento colectivo. No sabía qué iba a hacer, pero tampoco me quería adelantar a lo hechos y planear todo con anticipación. Estaba dispuesto a fluir con la espontaneidad del momento y decidir atendiendo las exigencias del corazón.

Desperté bastante temprano en el día de Dios. Me tomé el acostumbrado litro de agua en ayunas, conecté mi celular al parlante y puse a correr mi lista de reproducción Cool Your Boots, Dawgie. Preparé el café: lo serví negro, sin azúcar y con un poco de canela. Después del sonido de placer derivado del primer sorbo, me senté para recibir los destellos inspiracionales necesarios para determinar la jornada.

Me quedé en blanco. No lograba proponerme lugares que me pudiesen brindar ese algo con sabor a nuevo que estaba buscando. Le di vueltas y vueltas al mapa mental que tengo de la ciudad. Pero nada llegó. 

Ante el fracaso matutino, opté por alistarme y manejar sin rumbo. Lo primero que debía de elegir era un lugar con un platillo vegetariano convincente y un espacio propicio para continuar la lectura de Lolita mientras mi pedido se preparaba. Encendí el carro, puse a correr la música y conduje hacia el boulevard donde se aglomeran los capitalinos para celebrar los resultados de eventos de alta importancia sentimental. Como las calles estaban vacías, no hubo necesidad de acelerar la marcha. En esta ocasión yo estaba al control del tiempo y no viceversa.

Encontré el lugar perfecto. Ordené una ensalada de rúcula y tomate, servida encima de una cama de hummus y decorada con encurtido de cebolla morada, pan pita fresco y falafels recién freídos. Disfruté la espera sumergido en mi lectura y entregado al placer que sentía en mis papilas gustativas con cada sorbo que le daba a la michelada que encargué para abrir el apetito. Hacía un excelente día. Por los momentos, se encontraba en sintonía a pesar de haber improvisado todo. Me trajeron mi comida, la consumí pausadamente, pagué la cuenta y le agradecí a Jimena, quien me sonrió y me dijo que esperaba que volviera pronto.

Subí a mi carro, y como si ya todo hubiera estado calculado, comencé a manejar hacia el Museo de la Identidad Nacional (MIN). Como apenas eran las dos menos un cuarto, asumí que sus puertas estarían abiertas al público todavía. Llegué rápido, me aparqué en una de las calles contiguas y creé una amistad efímera con los cuidadores de vehículos para asegurarme que en realidad me lo iban a cuidar. Después caminé los pocos metros que me separaban de la entrada principal y me llevé la amarga sorpresa de encontrar el Museo cerrado. Caminé hacia un grupo de personas que rebosaban de alegría gracias a los efectos que el guaro estaba produciendo en sus sistemas nerviosos. Les consulté si de casualidad sabían si el MIN abría los domingos. Me quedaron viendo, se rieron porque fui de puro balde y me dijeron: «Perrito, pero si quiere se queda chupando con nosotros». 

Les agradecí por la hospitalidad de abrirme un espacio en su círculo dipsómano. Me di la vuelta y decidí caminar a través de Paseo Liquidámbar y llegar hasta la Concha Acústica, mientras resolvía el problema técnico de reemplazar mi siguiente paradero, pero, al pasar de nuevo frente a la puerta cerrada del MIN, me percaté que el edificio de enfrente sí estaba recibiendo visitas. En los carteles colocados en la entrada se leía: Bienvenidos a la Galería Nacional de Arte (GNA) […].

En mi cuarto de siglo caminando en jurisdicciones catrachas nunca había puesto un pie en la GNA; es más, no estaba seguro si había escuchado sobre su existencia en algún momento de mi vida. Entré, pasé a la recepción ubicada en el cuarto derecho subsiguiente y me recibió un señor bonancible, de piel color ocote y con anteojos rectangulares. 

–Bienvenido, caballero –me dijo el señor, que hasta ese instante era para mí un desconocido–. Por favor, anótate en el libro y en la columna de donación escribe cuarenta lempiras. 

Mientras completaba mis datos, entendí que utilizaban la palabra «donación» como eufemismo de «precio» o «entrada». 

Después, encendió las luces de las salas de la Galería habilitadas para exposiciones y me dijo que disfrutara, a mi tiempo, el arte que estaba por contemplar. 

Al comenzar la trayectoria artística me sumergí en un silencio análogo al que se percibe al realizar turismo religioso. Esto tal vez, y solo tal vez, se debía a que el único visitante presente era su servidor. Pasé a la primera exposición Sudarios y Centinelas. Su creador, el maestro Santos Arzú Quioto, la presenta como«la danza del tiempo en el mar sin orillas, un dardo al corazón, una puesta en escena, a raíz de pérdida y recuperación de memorias y seres queridos, un estado de eterna resiliencia, una celebración por regresar sanos y vivos a casa». A través de sus diecinueve sudarios (espero no equivocarme), honra a la abstracción de los binomios, es decir, a las dualidades como bien-mal, vida-muerte, muerte-resurrección, tolerancia-fundamentalismo, entre muchos otros, que nos permiten definir, clasificar y explicar nuestra realidad humana en maneras que solo nosotros creemos entenderla. «Cuánta locura y agrupaciones exóticas de colores», pensaba, mientras caminaba hacia el cubículo colindante.

El siguiente maestro que la GNA me presentó fue al promotor del realismo fantástico hondureño: Julio Visquerra, un artista originario de Olanchito que llama la atención con el drama característico de sus trabajos y las curvas de su mostacho perfectamente elaborado. Su dominio de múltiples estilos artísticos, el simbolismo detrás de sus creaciones, sus animales imaginarios, su manera tan característica de satirizar a la sociedad y su atrevimiento de representar la decadencia humana a través de las frutas me dejaron fascinado. De todas sus obras exhibidas, hay dos con las que generé una conexión inmediata por el sentimiento enigmático que generan sus bestias antropomórficas: Casuarios y Desde la Playa. «La insania de la mente y sus formas tan misteriosas de convertir el pensamiento abstracto en algo tangible», concluí al despedirme de Visquerra y dirigirme a la última exhibición temporal. 

El pintor, escultor, ceramista y docente, Gabriel Zaldívar Ordóñez, usa la palabra escrita para preparar a quienes lo visitamos al éxtasis visual-espiritual que estamos por atravesar. En un cartel de considerable tamaño colocado al lado de la puerta de ingreso, se resume lo siguiente: «Caminante del Mediastino. No es más que el latir del corazón, que se aloja en ese espacio llamado mediastino… Nuestras acciones las correspondemos siempre con el corazón… Es siempre el corazón quien nos rige, o es siempre el corazón con quien nos comparan. Es el corazón por el que nos alejamos de los vacíos que empobrecen y destruyen nuestro espíritu».

Arrugué la cara, sacudí el cuerpo para librarme de las hormigas que bailaban sobre mi piel entera y entré a la sala con nerviosismo. Inmediatamente después estaba rodeado de corazones de todas las formas, de todos los tipos y tamaños, colocados de formas en las que nadie nunca los había acomodado y construidos de materiales que en la vida habían sido utilizados para representar al órgano asociado a la corrupción de la persona, al amor de Dios, a la miseria humana, al idilio entre dos seres, al compromiso infinito con algo o alguien, a la vida en sí.. 

En la recta final de la vista se puede caminar entre una diversidad heterogénea de esculturas realizadas por maestros de la roca de todo el país. En el jardín situado en el centro de todo el edificio es posible contemplar desde una vagina hasta figuras humanas, estelas mayas, animales y representaciones amórficas mediante las cuales su creador intenta transmitir su ideología. Terminé de verlas y me dirigí a la misma puerta por la que había entrado.

Antes de salir, percibí que el caballero de anteojos rectangulares y piel ocote seguía en el mismo lugar. Fui hacia donde él para expresarle lo bien que la había pasado y consultarle cada cuánto había cambio de exhibiciones. 

–En el papel estamos llenos para los próximos cuatro años –respondió. Después agregó–: Pero en realidad hay cambios, y con muchísima suerte y optimismo, una vez al año. 

La plática siguió con unas declaraciones sobre el estado de la Galería Nacional de Arte, pero que también podría ser el de muchos otros recintos que conforman nuestro patrimonio cultural: 

–Aquí donde ves llevamos alrededor de seis meses trabajando sin percibir un sueldo, todo por amor al arte y la convicción de que a través de ella se puede crear la cultura que tanto queremos los hondureños. No tenemos y no hemos tenido apoyo de éste ni de los gobiernos anteriores, pero aquí estamos, echándole ganas, sonriéndole a todos los que, como tú, nos visitan.

Desde este punto en adelante, pasaron casi dos horas en las que ningún silencio incómodo se osó a intervenir en nuestra conversación. Después, él cerró las puertas de la GNA y me invitó a sentarme en un banco similar a los que los comediantes utilizan en sus espectáculos de comedia. 

–Sabes –dijo con cierta desilusión–, antes de la pandemia se parqueaba un camioncito de esos de los que venden calambres afuera de la Galería. Era increíble ver desde aquí adentro la fila y la cantidad de dinero que estaban dispuestos a gastar las personas para comprar su bebida alcohólica, pero cuando venían aquí sin necesidad de haber hecho tan solo un minuto de fila y les decía que la donación para entrar era de cuarenta lempiras, chupaban los dientes, se quejaban y se daban la vuelta para irse a otro lugar.

Yo sentía punzones en la garganta y en el estómago, sin embargo, me dediqué a seguir escuchando todo lo que quisiera compartirme. 

–En San Pedro Sula tenemos más de treinta millones de lempiras en arte guardado en bodegas… ¡Más de treinta millones de lempiras! –exclamó. . 

–¿Todo porque nadie ve una posibilidad de lucro? –pregunté asombrado. 

–No lo pudiste haber dicho mejor –respondió después de un profundo suspiro–. Siempre que buscamos patrocinios o apoyo de las personas que concentran algún tipo de poder, su respuesta es «Y yo, ¿qué gano?». Con esto tenemos que lidiar. Quisimos hacer un proyecto que consistía en invitar a las personas, especialmente a los niños, bajo riesgo y estados de vulnerabilidad, que viven en las calles por injusticias de la fortuna. La intención consistía en brindarles un espacio lejos de las drogas y la violencia en donde al mismo tiempo pudieran aprender sobre arte, pero cuando buscamos ayuda económica para poderlo materializar, ¿sabes que nos respondieron?

–Y yo, ¿qué gano? –pregunté. 

–¡Así es! Todo, absolutamente todo se mueve solo si hay dinero de por medio. Aparte de no encontrar un beneficio económico en el proyecto, a quienes buscábamos para el apoyo afirmaban que los indigentes regresarían al poco tiempo a las drogas y a la violencia y que nada se iba a lograr con ese proyecto. La gente educada carece de empatía.

–De verdad estamos jodidos todos ustedes –le dije, mientras nos tiramos una carcajada por la cita a Rosuco. 

–¿Cuál es tu nombre? –me preguntó casi al terminar la conversación. Le respondí y aproveché para consultarle el suyo. 

–Me llamo José Jorge Salgado –contestó–. Soy el Director Ejecutivo de la GNA. Ha sido un verdadero placer conversar contigo. 

Nos dimos un caluroso sacudón de manos y, minutos después, nos despedimos.

***

Existir no es lo mismo que vivir. En el primer verbo hay, o debería de haber, un proceso de entendimiento consciente de nuestro lugar en el mundo físico perceptible por nuestros sentidos; un reconocimiento de la esencia que nos constituye. En el segundo se combina el entendimiento consciente del primero, pero se le agrega la experiencia directa individualizada e intersubjetiva materializada a través del ejercicio holístico de un accionar libre. ¿Dónde nos encontramos y sobre qué terreno estamos caminando? Para responder estas interrogantes es oportuna la autoevaluación. Solo así podemos situarnos ante un espejo y consultarnos, metafóricamente hablando, si estoy existiendo del mismo modo en el que una roca lo hace o si me estoy esforzando en vivir plenamente la finitud de mis días. 

Dado que nuestro organismo no está desarrollado para tolerar (como nosotros pensamos) la brutalidad prolongada del automatismo lineal, también es importante descubrir, a lo largo del proceso autoevaluativo, cuáles son las actividades, los lugares, las experiencias o los rituales que nos ayudan a recargarnos de la energía vital necesaria para contratacar la sensación de esterilidad. Somos seres rutinarios, adictos al confort que nos brinda la ilusión del supuesto control que tenemos sobre las líneas del tiempo, no obstante, el apego a la repetición y la codependencia a los programas no deberían de eternizar como asuntos prioritarios en el existir humano. Vivir sin percatarnos de ello, o peor aún, encuadrarnos en una vida así, es mortal, y la muerte no solo se manifiesta en el plano físico. 

He intentado de resumir hasta aquí en dónde me encontraba después del primer semestre del año y lo que viví en el primer día que tuve la oportunidad de hacer algo para resolver la encrucijada creada en mi cabeza. Con una decisión tan simple, logré encontrar una de tantas curas par lidiar con la infertilidad. Jamás hubiera imaginado que salir sin rumbo alguno iba a brindarme respuestas, despertar sentimientos apagados y llevarme a reflexiones vírgenes hasta entonces. Tampoco imaginé que iba a tener la dicha de conocer a una persona tan interesante como José Jorge Salgado, el caballero de anteojos rectangulares y piel de ocote. ¡Qué montón gané!

Los invito a conocer la Galería Nacional de Arte para que experimenten directamente lo que intenté describir con la limitación de las palabras. Les aseguro que si van, no solo respirarán aires nuevos, también crearemos conciencia para construir una cultura en donde se apoyen a todos los artistas hondureños que no pueden presentar sus trabajos por la falta de apoyo y de espacios, y con esto no solo me refiero a quienes pintan o esculpen. Demostrémosles a quienes tienen la fe puesta solo en sus negocios lucrativos que en el arte hay amor y oportunidades, y que a nuestra sociedad le hace falta mucho de ambos.

Texto: Xavier Panchamé
Ilustración: Pixabay

Sin un rescoldo de cariño, Jimena se marchó de la ciudad. Se puso los mitones azules para despistar a los avergonzados poetas que relamían con versos melancólicos a las jóvenes que no llevaban anillo en el dedo vena amoris. De las brasas, al incendiarse su casa, sólo rescató una amarillosa edición de El reino de este mundo. Nada la detuvo. No vaciló. Sacudió los tenis y cogió el primer bus de la madrugada y ya cuando el reloj había marcado las seis, ella había llegado a San Pedro Sula; seguramente con una risa vomitiva, con los pensamientos agitados por una vorágine de diálogos inconexos. Una hora de viaje le alcanzó para reponer los sinsabores del día anterior. Sus facciones no acaparaban sonrisas amistosas, con una brama voz, discurría, no en cuestiones baladíes, sino en consideraciones admirables. Con reiterada seguridad hablaba de los epígrafes de la obra carpenteriana.

Mirémosla sentada en una silla de plástico. Levanta la mirada y logra contar nueve pequeñas siluetas asomándose al cristal de las ventanas del tercer piso de un edificio para inspeccionar el desbarajuste que tienen los vendedores de frutas. Los viandantes, que los vieron arrimados al vidrio, estupefactos, mugen. A más de alguno les parece ver un cuadro cómico. 

Aquellas siluetas con narices deformadas de cara al vidrio tenían miedo. No se les veía bajar o abrir la puerta del edificio. Permanecían en perpetuo silencio, encerrados.

Aquella escena recordaba a los personajes del afiche surrealista de Amarcord que Federico Fellini pidió en una carta a su amigo Giuliano Gélena. Una ligera capa de polvo borraba repentinamente los rostros de los hombres. Un asesino permanecía probablemente oculto entre los cubos de los edificios, pensó Jimena cuando pasó por la calle y vio a los niños desnudos, arrimando sus manos pálidas a la ventana. Había que desviar la mirada unos grados a la izquierda y encontrarse con un callejón eminentemente solitario. Nadie más que las ratas asomaban sus narices entre el olor nauseabundo del repollo y los tomates. De modo que Jimena daba siempre la vuelta a la cuadra para ir al mercado. Aunque demoraba más tiempo, ella prefería hacerlo así. Aprovechaba a comprar tortas de piña cada día después del trabajo en la repostería de la esquina. Eran sus favoritas. Succionaba el aroma a pan horneado como una aspiradora descompuesta y esto era porque desde dos años atrás la pulmonía venía desgastando su vida. La dueña de la repostería tenía un aspecto fúnebre y orquestal, odiaba a las personas que preguntaban por todo y no compraban nada. Aquella tarde decembrina, con voz pausada y melancólica, Corina le dijo a Jimena que cerraría el negocio porque se iba de viaje a México. Cuando Corina, en una tarde lluviosa y con olor a pan, expresó frente a los clientes el verdadero motivo del impuesto de guerra, todos maldijeron. 

–¿Y cuándo tiene vuelo para México, Corina?

–Tengo que vender unos cuantos pasteles para comprar el boleto.

        Entonces Jimena decidió elaborar un afiche y pegarlo en la escuela donde trabajaba. Los primeros dos días nadie preguntó ni se acercó a la repostería. Así que cambió de estrategia y llevó rebanadas de una tarta de fresa a los estudiantes. Con esto se animaron y hurgaron las costillas de sus padres hasta que los llevaron a la esquina. 

Jimena decidió escribir una novela poniendo a aquella panadera como protagonista. Había reunido los adjetivos y los verbos suficientes para ordenarlos en una historia, cuidando de hilvanar el argumento y no dando pie a las incongruencias y discontinuidades del texto. 

–Si esto mejora, creo que me quedaré un rato más con la repostería.

Nunca antes había vendido tanto mis pasteles y los bizcochos de zanahoria.

–¿Y pagará los impuestos, entonces?

–¡No! ¿Y por qué tengo que dar mi dinero a esos rateros? Yo me lo he ganado. 

–¿Qué hará si llegan a amenazarla? 

–Les diré que no tengo pisto. 

–¿Y le creerán?

–Me da lo mismo. 

        No pensó en convencerla. Aquella terquedad era aceptable. Corina había llegado de El Salvador en una época convulsa y con los pocos recursos montó una tienda con ventas de postres en la acera de esa misma esquina, y con la ganancia compró el local a otro salvadoreño que había decidido huir a México. 

        Fuera de la repostería los vendedores de película peleaban por un cliente que averiguaba únicamente el precio de Star Wars: El despertar de la fuerza. Otro niño le bisbiseó el precio más barato de la misma película en la otra esquina, a la vuelta del punto de taxis. El señor de aspecto provinciano musitó un agradecimiento que se perdió entre los cláxones de dos buses atravesados en la calle, por una moto mal aparcada, y los silbidos de transeúntes anoréxicos que vestían jeans opacos, descoloridos quizá, ahorcándoles los tobillos, arrugados de la entrepierna, y sueltos de la cintura a modo que les colgaban del culo una botija de barro. Cuando la puerta se abría un «tumba la casa, mami» se colaba rápidamente y ahogaba su lectura de El acoso. Dafne, la barista del local, desprendía un aire tosco igual o mejor que Corina, sólo que aquella era joven. Atendía con amabilidad a los asiduos que ocupaban las mismas sillas todos los días. Sin importar la cara de perro hidrófobo que traía, ella los calmaba con una sonrisa fingida; este mismo gesto secretaba en sus recuerdos los veintiocho lienzos que conforman El coloquio de los perros de Sofía Gandarías.

Jimena no sabía en qué momento las noticias del periódico le habían resultado aburridas, al principio simpatizaba con el dolor de los familiares que sufrían al ver el retrato o la foto de sus parientes; en menos de un año había contado 206 homicidios entre hombres y mujeres, únicamente en tres ciudades: El Progreso, San Pedro Sula y Tegucigalpa. La vida era un frasco de vidrio puesto en una rampa de feria, rogando a Dios que no nos dispararan. Prodigiosa habilidad habían adquirido, exactamente una sensación inefable versaba cuando leía los periódicos dispuestos en un estante a la entrada del local. Vivían expuestos a la muerte. Temían acabar tirados en cualquier callejón. Nadie estaba en paz. Ningún lugar era seguro. El terror sobrevolaba con rapidez por los alrededores.

Compró un café para refugiarse del sol ese sábado de los desfiles. De los clientes salían risas falsas como torres de humo. Nueve señores conversaban sobre la ropa roída que salían de los fardos en la tienda de enfrente. Asumían un rol de intelectuales. La historia que contaba uno de ellos la repetía con prudencia, añadiendo un dato o cambiando el desenlace. Cuando el resto de sus amigos sonreía, para el mundo o para él, el establecimiento diluía sin descanso las áridas miradas de los demás. 

–¿Después del pastel?

–¡Ajá! 

Todo iba bien hasta que dos sujetos llegaron a la repostería. Uno se quedó en la misma mesa con Jimena y el otro llegó hasta la caja registradora, y sacó un pistola sin apuntarla. 

–¿Entonces? ¿Pagan o qué? No estamos jugando. Acá te palmamos si vos no querés pagar. O te damos otra opción: te vamos a prestar treinta mil varas y nos los devolverá con impuesto. 

–¡Que se vea el dinero! –dijo Corina.

Y el otro sujeto se levantó, salió unos segundos, se metió en un turismo Toyota y después volvió con una mochila negra. 

–Acá pues. Cualquiera de los dos pasará cada quince. Ya sabés, si no lo tenés, te dejaremos en las cañeras.

Regresó el café a las bocas, los anillos de bodas a los dedos, el reloj a los dueños, las pulseras de oro a los cuellos pálidos y la respiración pausada a los pulmones de Jimena. 

Corina lanzó una mirada afligida desde la vitrina de pasteles y dijo: «Estos días difíciles».

Texto: Teddy Baca
Ilustración: Pixabay

Escribir sobre derechos humanos y población LGBTIQ+ ha tenido un efecto terapéutico en mí y quizá —espero— para algunos de mis lectores. Por eso sigo haciéndolo: pienso que aquí transmito un poco de la paz que desearía haber tenido en mi infancia cuando descubrí que me gustaban los varones, pero que no pude expresar por el fuerte sentimiento de autocondena que la religión me impuso.

La misma religión fundamentalista que sigue operando (como pasa con la Asociación de Pastores de Tegucigalpa) y que, recientemente, se mostró en contra de que participemos en los desfiles patrios porque «éramos contrarios a los valores y a la ilustración». 

Esto es irónico si consideramos que un valor crucial de la ilustración es el respeto a la individualidad ajena y que la ilustración fue todo un hito histórico en contra del fundamentalismo cristiano que estaba detrás de la censura del conocimiento científico.

Pero, ironías aparte, hablando en relación a mis experiencias de vida y del cómo se interrelaciona con el presente texto, muy poco o nada se habla de las infancias y adolescencias que son LGBTIQ+. Por tanto, no suele darse la visibilidad a la discriminación que niños, niñas y adolescentes reciben de padres, madres, autoridades religiosas y educativas (cuando aplique) ni de sus efectos graves en el desarrollo de la individualidad (para mayor información sobre esto, los invito a revisar el estudio sobre Salud Mental y Diversidad Sexual). En cambio, cuando se habla de diversidad sexual en este país, usualmente existen 2 consignas falsas:

  1. Pensar que la heterosexualidad y la identidad cisgénero son «predeterminadas».
  2. Pensar que la orientación sexual y la identidad de género son «elecciones adultas».

El objetivo es condensar los principales hallazgos de la investigación sobre el origen de la diversidad para que estas consignas sean superadas, ya que en su ignorancia es que se fundamenta el discurso reaccionario sobre la «ideología de género».

Primer acto: Enfoque biológico

Las ideas de que la orientación sexual y la identidad de género estén determinadas por las hormonas, los genes, estructuras del cerebro o el ambiente uterino de nuestro desarrollo antes de nacer no son nuevas. El Centro Humanístico de Estudios de la Sexualidad fue pionero en esto, pero fue incendiado por los nazis en la época victoriana.

La investigación de hecho ha encontrado que existen estructuras del hipotálamo que influyen considerablemente la orientación e identidad. Dick Swaab, neurólogo reconocido en Holanda por ejemplo, menciona que dichas estructuras suelen determinar ambas —orientación e identidad— a los pocos años de nacimiento; para saber que estructuras específicamente, les invito a leer Somos Nuestro Cerebro, que es de su autoría.

Hace unos años se propagó la idea amarillista de que «el gen gay no existe», y, en efecto, no existe, pero tampoco existe el gen heterosexual: lo que sí existen son marcadores genéticos que cofluyen en la orientación sexual. El estudio del genoma humano lo menciona, pero si acaso hay que agregar otros ejemplos, Dean Hamer, Rice, Frieberg y Gravilets también lo evidencian. Otro caso son los estudios de hermanos que suelen encontrar que existe mayor coincidencia de homosexualidad entre gemelos idénticos que entre hermanos mellizos o hermanos comunes: los genes son la base, pero no determinan por completo la sexualidad o la identidad.

Por otro lado, la investigación sobre hormonas ha tenido una considerable evidencia. Chuck Roselli menciona ese hallazgo en Neurobiología de la Orientación Sexual e Identidad de género. Las variaciones muy tempranas de hormonas pueden ejercer un impacto crucial en el hipotálamo, la exposición de hormonas en la adultez poco o nada influye en los intereses sexuales, lo que afirma de que ambos elementos de la personalidad son, esencialmente, determinados en la infancia o adolescencia.

Además de las hormonas, existen hipótesis sobre la nutrición y el impacto del exceso de estrés en el embarazo como causales de las diferentes orientaciones sexuales, pero el que más resalta es el de Ray Blanchard, quien dice que la respuesta inmune puede influir en la expresión de hormonas de varones conforme nacen más. Es decir, los hijos menores tendrían más probabilidad de ser gay o bisexual; sin embargo, ninguna de estas hipótesis del desarrollo uterino explican los casos a nivel universal.

Segundo acto: Enfoque Sociocultural

El interés sobre los factores sociales de la sexualidad suelen tener una carga peyorativa, los psicoanalistas ortodoxos como Irving Bieber piensan que las dinámicas de familia como un padre ausente o poco participativo y una madre dominante influyen en la orientación homosexual.

Sin embargo, desde finales de los los 80 esta idea carece de credibilidad, los enfoques sistémicos de la psicología han encontrado familias y patrones de crianza de todo tipo en personas cisheterosexuales y LGBTIQ+.

Otras líneas de pensamiento sobre el origen social son el abuso sexual y las experiencias tempranas adolescentes heterosexuales fallidas, pero ambas cometen el mismo error: confundir causa con efecto, pues si una persona es LGBTIQ+ es bastante usual que las experiencias heterosexuales (que normalmente son coaccionadas por la cultura heteronormativa) resulten incomodas. Y en el caso del abuso, ser LGBTIQ+ nos pone en un doble riesgo ante la violencia, por lo que existen agresores sexuales que pueden ver las infancias y adolescencias diversas como víctimas «especiales».

La teoría del etiquetamiento habla de que si pensamos que somos gays eventualmente tendremos una orientación gay (por decir un ejemplo); usan de evidencia los estudios transculturales donde observan mayor población LGBTIQ+ en un país que en otro, pero también presentan dos problemas enormes:

  1. Los censos no muestran a toda la gente que vive en el clóset o que no se reconocieron como LGBTIQ+ debido a la cultura, solo muestran a quienes viven abiertamente como tales.
  2. Habemos muchos LGBTIQ+ que conocimos etiquetas hasta años después de descubrir nuestros gustos, por tanto esto contradice a la teoría en su elemento central.

Lo que sí es cierto, que conforme una sociedad muestre más respeto y aceptación, más personas tendrán el valor de salir del clóset (expresión de la sexualidad o identidad ante amigos, familia u otros contactos), o incluso explorarán su sexualidad, cuestionando la que pensaban que tenían, en este tema recomiendo el libro Homosexualidad y Psicología de Ruben Ardila.

Claramente no promuevo la actividad sexual en infancias y adolescencias, lo que menciono es que ambos aspectos (la atracción y la identidad) emergen a una edad temprana. Y me pongo de ejemplo para ilustrar: supe de mis gustos a los 8 años, salí del clóset hasta los 16, pero tuve relaciones hasta los 21 años.

Tampoco la orientación sexual y la identidad de género parecen ser adquiridas por modelamiento. La mayoría de hijos de parejas del mismo sexo son de hecho heterosexuales. Charlotte Patterson es una referente en el tema; si fuese aprendida por observación/modelamiento, no pasaría esto.

Sobre la identidad de género, existe la creencia de que si educamos a los niños con roles «femeninos» y a las niñas con roles «masculinos» estos se convertirán en transgéneros en su adultez. Esto es falso, además de que los roles de género son en sí mismo problemáticos, ¿acaso existe una ley natural para pensar que, por ejemplo, los hombres no deban usar falda o el pelo largo? ¿O que las mujeres deben saber cocinar? No la hay, los roles son una construcción social y la identidad no es igual a los roles.

Hay otras ideas que caen en lo absurdo, como creer que estamos poseídos por demonios sexuales, comer pollo frito tratado con hormonas, la autoginefilia, etc. Ninguna institución seria de salud mental apoya estas creencias.

Tercer acto: Interaccionismo

Aunque ni la biología ni la cultura —interpretadas sin sesgos morales— pueden explicar por sí solas y por completo el origen de la orientación sexual e identidad de género, sí pueden explicarlas mejor en conjunto.

Tanto la Asociación Americana de Psicología, como la OMS, reconocen esto, así como la Asociación Americana de Pediatras. Comúnmente la psicología del desarrollo habla de que en la adolescencia o incluso años antes se determina nuestra orientación sexual o identidad, aunque es cierto que existen personas que toman más tiempo de descubrirlo. 

Otro tema a mencionar es la fluidez sexual que existe en algunas personas que mencionan haber transicionado de una identidad u orientación hacia otra o que constantemente su sexualidad no se define en un «100 % heterosexual o gay». También existen diferentes grados de bisexualidad —esto no debe confundirse con el fraude de las mal llamadas «terapias de conversión»—. En realidad, una persona no puede cambiar su sexualidad de forma deliberada ni tampoco por procedimientos externos, realmente no se puede hablar de una elección sobre lo que fisiológicamente nos atrae, tampoco el género es una cuestión elegible como si se tratara de un menú de comida. No se pueden prevenir. Sin embargo, lo que sí se ha hecho es inducir un miedo enfermizo o el odio hacia la diversidad en la juventud, como agresiones que se disfrazan de disciplina, o incluso acciones como llevar a varones a prostíbulos (supuestamente para prevenir la homosexualidad, pero en lugar es un claro ejemplo de abuso sexual). Los fundamentalistas y los ultraconservadores han querido hacernos creer que somos nosotros quienes nos imponemos solos nuestra identidad y nuestro género por el hecho de expresar nuestros sentires en medios de comunicación o de salir juntos en la calle.

¿Es relevante saber por qué somos como somos?

Es relevante para entender, para autoconocimiento, pero en materia de derechos humanos es irrelevante porque estos se adquieren al nacer, no tienen una condición.

Es relevante también para conocer los orígenes de la orientación sexual y la identidad de género y con ellos refutar lo que muchos denominan «ideología de género». Y también es importante porque las preocupaciones de que los niños, niñas y adolescentes sean LGBTIQ+ responden meramente a prejuicios. 

El sueño es tener una nación donde todas las familias sean el primer lugar seguro para las personas LGBTIQ+. Callar las infancias diversas no es protegerlas; imponer la heterosexualidad no es preservar los valores ni educar; mantener un sistema binario no es natural, porque no hay un deber ser en existir.

Nuestras existencias y libertades no son ideologías, ni algo patológico o aberrante, tampoco nos imponemos porque no obligamos a nadie a mirarnos o a ser como nosotros. Existimos, sí, y merecemos crecer en la libertad que tienen los y las personas cisheterosexuales, sin exclusión ni estigmas hacia el género o la sexualidad.

Finalizo con las palabras de Paulo Freire: «Aceptar y respetar la diferencia es una de esas virtudes sin las cuales la escucha no se puede dar».

Escuchemos las infancias y adolescencias diversas, su salud mental depende de ello.

Tres jóvenes muertos y 31 hospitalizados dejó el entrenamiento para aspirantes a oficiales auxiliares en la Academia Nacional de Policía (Anapo). Se desconoce, por ahora, una versión definitiva sobre lo sucedido y tampoco se han revelado las autopsias de los fallecidos. Sin embargo, familiares de los afectados y expertos aseguran que hubo exceso de fuerza en el entrenamiento.

 

Texto: María Celeste Maradiaga
Fotografías: Jorge Cabrera y Fernando Destephen

El 11 de septiembre de 2022, la Policía Nacional anunciaba en su página web el recibimiento de más de 500 aspirantes a oficiales auxiliares en la Academia Nacional de Policía (Anapo). Profesionales de las distintas áreas llegaron con sus familiares a las instalaciones de la Anapo en el departamento de La Paz, al occidente de Honduras, con la finalidad de obtener una plaza en el área administrativa. Los aspirantes admitidos, quienes en realidad sumaban 495, fueron seleccionados de un grupo de más de 3,000 personas.

Horas después, se reportaron complicaciones en el estado de salud de distintos aspirantes después del primer día de un curso que tiene una duración de cuatro meses. El entrenamiento al que fueron sometidos en su llegada resultó en 31 hospitalizaciones y en la muerte de Jairo Martínez Cruz y Ronald Javier Coello, quienes presentaron complicaciones respiratorias según un comunicado de la Policía Nacional. Una semana después se reportó la muerte del tercer aspirante a oficial auxiliar, el profesional de la medicina Kevin Mejía.

Posteriormente, la Secretaría de Seguridad realizó una conferencia de prensa liderada por la viceministra, Julissa Villanueva, y con intervenciones ocasionales del comisionado general de la Policía Nacional, Héctor Gustavo Sánchez, en la que la viceministra de Seguridad negó rotundamente el uso de gases lacrimógenos en el entrenamiento de los aspirantes y sugirió que las muertes pudieron haberse dado por «exceso de trabajo muscular» o el «uso de bebidas energizantes».

Un familiar de uno de los jóvenes hospitalizados dijo a Contracorriente que a todos los aspirantes los obligaron a presentar sus exámenes médicos previo a iniciar el curso, algo que contrasta con la versión de la Policía, que sostiene que no tenían conocimiento del estado de salud de todos los aspirantes. Este familiar, que ha pedido se proteja su identidad por temor a represalias, dijo que los aspirantes, además de estar expuestos a altas temperaturas previo a dar inicio al evento, solo tuvieron 40 segundos para comer e inmediatamente fueron puestos a prueba al correr cargando su propio equipaje.

«Les dieron un pescado y les dieron un refresco de Tang (bebida en polvo que se prepara con agua). Se supone que en el fresco había un problema, y que el pescado era de ya días (viejo) también», aseguró. Hasta el momento, según testimonios de distintos aspirantes hospitalizados y sus familiares, hay alrededor de 30 hospitalizados por intoxicación alimentaria en distintos hospitales del país, entre ellos tres hospitales de la capital: el Hospital San Jorge de la colonia el Hato, el Hospital San Jorge del barrio La Bolsa y, además, en los hospitales regionales de los departamentos de La Paz y Comayagua.

«Mi familiar no es una persona sedentaria, hace ejercicio, entonces no entiendo por qué la magnitud del ejercicio que impusieron; se les fue de las manos», argumentó uno de los familiares, quien además contó que su familiar se desvaneció, perdió la memoria y fue trasladado a un hospital ese mismo día. 

Previo a la realización de este curso, la Anapo tampoco informó cuántas eran las plazas a oficiales auxiliares realmente disponibles, y hasta el momento se desconocen los instructivos o manuales a seguir para el entrenamiento de iniciación, el cual debe ser distinto al entrenamiento de policías que integrarán unidades de intervención o al de las fuerzas policiales especiales. 

Otro persona, cuyo nombre también mantenemos en el anonimato por cuestiones de seguridad, asegura que su familiar realizaba ejercicios constantemente y también cumplió al someterse a distintos exámenes médicos previo al curso, como es requerido por las autoridades policiales.

«No nos han querido decir a detalle lo que tienen (lo que padecen), han estado bien evasivos cuando uno les consulta, no se sabe por qué tanto secreto», asegura, mientras cuenta que su pariente empezó a convulsionar e inmediatamente fue trasladado al hospital regional de La Paz, para luego ser remitido al Hospital San Jorge de la colonia el Hato, en la capital.


Aspirantes internados en los distintos hospitales han confirmado a Contracorriente estas declaraciones, y a la vez han desmentido la versión de los hechos proporcionada por la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva: nadie tomó energizantes —dentro de la academia no pueden adquirirse—, los exámenes médicos solicitados antes del curso confirmaban que ninguno tenía alguna enfermedad de base y en la evaluación médica tampoco quedaron descartados por mínima incapacidad física.

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La viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, ofrece una conferencia de prensa luego de que se reportara la muerte de dos aspirantes a oficiales auxiliares en el entrenamiento de la Academia Nacional de Policía (Anapo). Foto CC/ Fernando Destephen.

«No hemos recibido diagnósticos, todo ha sido muy privado, no se nos da información de nuestro estado más que «estás mejorando», pero no se nos ha dicho si encontraron algo en los miles de exámenes que nos han hecho», afirma uno de los aspirantes.

Hasta el momento se desconocen las autopsias de los tres jóvenes que han muerto y los diagnósticos de las personas que están hospitalizadas. Una posible intoxicación por alimentos debido al estado de la comida y el tiempo en el que la ingirieron, el ejercicio excesivo y las convulsiones que experimentaron los aspirantes se repiten en todos los testimonios brindados a este medio.

La doctora Claudia Ramírez, quien además es diputada por el Partido Salvador de Honduras (PSH), explica que muchos factores pueden provocar convulsiones en una persona, pero que, en este caso, el ejercicio extremo sumado a una posible intoxicación alimentaria pudieron haber generado mayor gasto cardiaco y así provocar una convulsión.

«Esto, sumado a otros eventos que no conocemos, como el posible uso de gases tóxicos u otras situaciones, pudo haber resultado en una hipoxia a nivel general, y sobre todo el daño cerebral que esto genera. Al tener una hipoxia cerebral una de las manifestaciones que se puede presentar en los pacientes a cualquier edad son las convulsiones por la falta de adecuada oxigenación y por un mayor gasto cardiaco debido a una posible inhalación de gases tóxicos y la exposición directa a estos», indicó la doctora como una hipótesis.

Otra diputada por el Partido Salvador de Honduras (PSH), Suyapa Figueroa, presentó el 19 de septiembre de 2022 un anteproyecto de ley para que médicos especialistas realicen las evaluaciones médicas pertinentes a los aspirantes de la Anapo hospitalizados. Esta iniciativa, asegura la doctora Figueroa, tiene la finalidad de realizar una investigación paralela a la que está realizando la Policía Nacional en este momento y de la cual no se conocen avances hasta el momento.

«¿Por qué no hubo previsión sabiendo que ellos ya tienen, supuestamente, una normativa bien establecida? Y sabiendo que también tienen los recursos para atender estas situaciones y la salvaguarda de estas personas. Los garantes de derechos humanos no pueden convertirse en violadores de los derechos humanos de los que ingresan a la academia, porque entonces estamos haciendo una antítesis de lo que decimos defender», señala la doctora Figueroa, quien además manifiesta que la respuesta por parte de la secretaría de Seguridad es escasa e insatisfactoria.

Contracorriente contactó al comisionado general de la Policía Nacional, Gustavo Sánchez, sin embargo, no atendió las solicitudes de entrevista.

«Alguien dio un discurso de bienvenida, no sé si fue el mero comisionado general», asegura uno de los familiares de un aspirante hospitalizado, mientras cita —como lo recuerda— parte del discurso brindado por uno de los altos mandos de la Policía Nacional:

«En estos 34 años que yo tengo de ejercer en la Policía no son así nomás, requieren de sacrificio y muchas cosas más, pero antes de todo ustedes se van a acordar lo que se dice afuera “estudiar y aprender para chepo nunca ser”, hoy van a ver la realidad como es, hoy les vamos a dar la bienvenida».

Estas declaraciones fueron lo primero que recordó al darse cuenta del incidente y de que su familiar estaba hospitalizado y en grave estado de salud.

Desproporción del ejercicio físico y apología de la crueldad

La comisionada del Comité Nacional de Prevención Contra la Tortura, Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes (MNP-Conaprev), la abogada Melissa Escoto, asegura que, al tratarse de personas egresadas de la universidad y sin alguna experiencia en ejercicios físicos exhaustivos como los llevados a cabo en formaciones militares y policiales, es un hecho que existió desproporción del ejercicio físico aplicado a los aspirantes en su primer día de entrenamiento.

«Lamentamos los hechos que sucedieron con estas personas, con estos muchachos jóvenes. Este tipo de prácticas no deberían de ocurrir, ya que, desde un inicio, a estas personas se les practicó una evaluación exhaustiva médica, entonces podemos decir que eran personas que estaban completamente sanas y que por tanto habían pasado un filtro para ser aceptados o al menos salir en el listado de las y los candidatos que aspiraban a ser auxiliares policiales», expresa la abogada.

policias intoxicados anapo 2022 La comisionada del Comité Nacional de Prevención Contra la Tortura, Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes (Conaprev), Melissa Escoto,
La comisionada del Comité Nacional de Prevención Contra la Tortura, Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes (Conaprev), Melissa Escoto, atiende una entrevista con Contracorriente. Foto CC/ Jorge Cabrera.

En esto coincide la comisionada en condición de retiro, María Luisa Borjas, quien asegura que, al tratarse de profesionales universitarios destinados a realizar funciones administrativas, no tenían que ser sometidos a prácticas que, desde su punto de vista, están en contra de la dignidad humana y de la salud de las personas.

«Aquí vemos como se ha malentendido el “espíritu de cuerpo” cuando pretenden encubrir estas situaciones, pretenden callar esto que es tan evidente. Yo me he quedado sumamente extrañada de las declaraciones de la doctora Villanueva, que es una profesional, es una patóloga forense y, sin embargo, en un intento desesperado por encubrir la responsabilidad de esos actos, ha dicho cualquier cantidad de cosas incluso contradiciéndose ella misma. Desde un principio he dicho que esto amerita una exhaustiva investigación, pero que no la realice la Policía, sino un ente ajeno con profesionales responsables para que los resultados sean totalmente transparentes e imparciales», señala la comisionada en condición de retiro, quien en su momento fue jefa de la Dirección de Asuntos Internos de la Policía.

Con «espíritu de cuerpo» Borjas se refiere al principio policial de solidaridad al apoyarse y ayudarse mutuamente entre policías, aunque eso en la mayoría de los casos significa encubrimiento.

El comunicado de prensa emitido por la Policía refiriéndose a los hechos suscitados en la Academia Nacional de Policía (Anapo) informa la suspensión del comisionado Marlon Vásquez Palma del cargo de director de la Anapo.

En 2017, la Fiscalía de Derechos Humanos presentó una acusación en contra del comisionado Marlon Vásquez Palma y otros dos oficiales (Juan Manuel Aguilar Godoy y Félix Adrián Colindres) por los delitos de abuso de autoridad, violación de los deberes de los funcionarios, lesiones, y detención ilegal y torturas en contra de defensores de derechos humanos y universitarios luego de un desalojo realizado por agentes policiales contra miembros del Movimiento Estudiantil Universitario (MEU) en la Universidad Autónoma de Honduras (UNAH).

«Para mí se hubiera suspendido el grupo completo de entrenadores, porque si él dio las órdenes —cosa que no sé— quienes la ejecutaron fueron las personas que estuvieron directamente a cargo de ese grupo, entonces, para mí la suspensión debe ser general, porque al fin y al cabo estuvieron en contacto directo y fueron los que obligaron a los aspirantes a someterse a esa práctica», asegura María Luisa Borjas.

Respecto al entrenamiento al que están sometidas las distintas unidades policiales, incluyendo estos aspirantes a oficiales auxiliares, el psicólogo Warren Ochoa asegura que se trata de una «apología de la crueldad» utilizada por los reclutadores en el entrenamiento de personas nuevas como una tradición histórica.

«Esto tiene que ver con la idea de que el que está arriba es el más poderoso según la ascendencia jerárquica y que encima tiene derecho a pasar por encima de la dignidad de otras personas simplemente porque “es más viejo” y porque “él sabe lo que es bueno”, cuando en la vida no necesitamos que alguien venga y nos agreda, y que tampoco diga que tengo que dar varias vueltas al campo cargando yo mi maleta y mi equipaje cuando recién vengo llegando sin haber tenido la preparación física adecuada», explica el psicólogo.

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Cadetes de la Policía Nacional esperan formados el paso de la presidenta Xiomara Castro durante la inauguración de la Policía Comunitaria en el departamento de Santa Bárbara. Foto CC/ Jorge Cabrera.

En su lugar, el licenciado Ochoa asegura que los entrenadores debieron de preparar a los aspirantes en inteligencia emocional para sobreponerse a las dificultades, sin embargo, la realidad es distinta cuando estos grupos son preparados para «cometer agresiones a la población cuando los grupos de poder así consideren necesarios, en el sentido de mantener el poder y los privilegios que ostentan políticamente hablando».

Además, el profesional en salud mental explica que al pensar en la lógica de «el que juega aguanta» se revictimiza a los aspirantes que, según testimonios, fueron víctimas del abuso verbal y agresiones psicológicas por parte de los entes policiales en este entrenamiento.

«Esta apología de la crueldad está presente en maras y pandillas, en mafias, en la Policía y el Ejército —que no operan muy distinto al crimen organizado— y por eso es que, al entrenar a hombres en etapas reproductivas, se les desensibiliza en cuanto agresiones verbales, psicológicas, mentales, al despojo, a la agresión física, al uso de estrategias de agresión, como desestabilizar a las personas y que se vuelvan personas dóciles y fáciles de manipular», señala el psicólogo.

Un día después de la tragedia, la Policía Nacional publicó un video en el que se ve a la viceministra Julissa Villanueva preguntando a los aspirantes que lograron culminar el entrenamiento si alguien los había maltratado, en un solo coro y en formación militar todos respondieron: «¡NO!».

Una policía con «enfoque de género y derechos humanos»

En contraste a los acontecimientos en la Academia Nacional de Policía, la semana anterior la subsecretaría en Prevención y Derechos Humanos de la Secretaría de Seguridad (SDS) participó en un taller para el diseño de políticas integrales de seguridad ciudadana con enfoque de género del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).

«Es necesario revisar, analizar y actualizar desde una mirada multidimensional los factores que afectan la convivencia y seguridad ciudadana; lo anterior, a fin de disminuir las amenazas de la violencia en la población que permita la convivencia segura y pacífica», detalla la nota de prensa publicada por el PNUD.

El 6 de julio de 2022, la presidenta Xiomara Castro anunció en el departamento de Santa Bárbara la instalación de las Mesas de Seguridad Ciudadana a nivel nacional e informó sobre la implementación del modelo de la Policía Comunitaria en todo el país. Sin embargo, desde esa fecha hasta el 16 de septiembre del presente año se registran 654 homicidios, según el Portal de la Policía Nacional.

La comisionada en condición de retiro, María Luisa Borjas, asegura que, en disparidad al acercamiento a la población hondureña que está «implementando» la Policía Nacional, se trata más bien de una campaña mediática para elevar una imagen y que la ciudadanía se forme otra opinión de las instituciones cuando en realidad continúan implementando las mismas prácticas.

«La Policía había avanzado, porque las personas que ahora la dirigen tenían, supuestamente, otra visión de las cosas, entonces, la ciudadanía estaba viendo con mejores ojos a la institución policial, pero este hecho ha retrocedido esa visión. Si ellos (la Policía) quieren realmente recuperar la credibilidad, tienen que actuar dentro del marco legal y respetando los procedimientos. Se debe hacer una investigación imparcial, transparente y se debe informar sobre los resultados de esta y deducir las responsabilidades a los involucrados», argumenta María Luisa Borjas.

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Miembros de la Policía Turística participan en la inauguración de la Policía Ciudadana. Foto CC/ Jorge Cabrera.

Ante esto, el Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh) anunció que denunciará al Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH) los hechos ocurridos en la Anapo el 11 de septiembre de 2022.

Por otro lado, el comisionado en condición de retiro, Leandro Osorio, asegura que la Policía actual tiene un enfoque totalmente diferente al de años anteriores, un enfoque comunitario.

«Lo que pasa es que los gobiernos anteriormente dejaron abandonados estos procesos y recordemos que militarizaron la seguridad pública de este país, quienes han estado frente a la seguridad pública han sido militares sin ninguna formación, sin ninguna capacitación, sin ninguna expertise en seguridad pública, y cambiar en 7 meses la seguridad pública no es tan sencillo», afirma el comisionado en condición de retiro.

Leandro Osorio asegura que, al tener por primera vez a un ministro con formación académica en materia policial, se le está dando un giro diferente a la seguridad pública en cuanto a su fortalecimiento, pero con acontecimientos como los ocurridos en la Anapo más bien se daña la imagen de la Anapo por falta de supervisión.

«Muchos de los aspirantes no pasaron los procesos de selección, entonces no se sabe si alguien tenía alguna clase de patología y que clase de patología; no todos pasaron por ese proceso de selección porque muchos fueron recomendados, y, al aceptar personas recomendadas y no saber si tienen alguna enfermedad, se corre mucho riesgo en el debido proceso», indicó Osorio.

Para el familiar de uno de los aspirantes hospitalizados muchas cosas no cuadran: entre ellas, la inflamación en los ojos y las alergias presentadas de los aspirantes hospitalizados, la ambigüedad de las autoridades policiales a la hora de emitir una versión oficial de los hechos y la manera en la que se desarrolló el entrenamiento cuando solo era el primer día de este curso.

«¿Por qué el Estado y los gobiernos de turno —y no le quiero echar la culpa al que se fue ni al que está— usan estas instituciones tan drásticas para que vayan a tratar a un profesional de una manera tan agresiva? ¿Y por qué los muchachos se someten a estos entrenamientos? Bueno, porque están desesperados, quieren ganar dinero, hay mucho desempleo en Honduras. Les prometieron un buen salario, sin deducciones y todas esas cuestiones», dijo el familiar de uno de los más de 30 hospitalizados, quien también pidió permanecer en el anonimato, pues, aunque lo peor ya pasó para sus familiares, el secretismo y mal manejo que está teniendo el caso los predispone a ser cautelosos cuando de la Policía Nacional de Honduras se trata. 

Fotografías y texto: Jorge Cabrera
con la colaboración de Daniel Fonseca

Con 85 años de edad y 45 de vivir en la colonia Guillén en Tegucigalpa, Simeona Mairena no sabe a dónde irá ahora que tiene que salir de su casa, una casa pequeña y de madera, después del deslizamiento el pasado 12 de septiembre 2022 en el sector #1 de la colonia Guillén. Hasta hoy, se contabiliza que una falla geológica ha causado los deslizamientos y los daños en alrededor de 150 viviendas. 

Doña Simeona vive sola. Para subsistir vende frijoles cocidos y tortillas que ella misma prepara. «Nadie me ha dicho nada, sé que nos sacarán a la fuerza, pero aquí nadie ha venido. Estoy al amparo de Dios, porque no tengo dónde ir, solo me preocupa mi vida», dice con relación al aviso de desalojo que ha dado la Alcaldía desde el 12 de septiembre de 2022 tras el derrumbe de las primeras casas.

Mairena vio crecer a muchos niños que hoy son jóvenes y que son los que la apoyan comprando lo que necesita para poder agenciarse dinero. Mientras nos invita a entrar a su vivienda, un cuarto de cuatro metros cuadrados que funciona como sala de estar, de cocina y de habitación, nos dice que allí crecieron sus cinco hijos hasta llegar a ser adultos. «Una de mis hijas vive aquí cerca, pero no quiere salir de su casa y está pegada donde se ha derrumbado todo, antes de caer la noche desde que inició esto, se escuchan truenos que anuncian que lloverá y me asusto más», cuenta Simeona.

Elizabeth Mairena, su hija, dice que no teme porque no sucederá nada más, que ya todo ha pasado, pero su madre le responde: «La confianza es la muerte del hombre». Elizabeth la cuestiona: «Imagínese esta gente que salió de sus casas, ya cuando los saquen de los albergues, ¿para donde van a agarrar? El Gobierno se va aprovechar de esta gente pidiendo ayuda que jamás llegará, la gente tiene necesidad pero siempre nos pasa, al pobre siempre lo afectan más los gobiernos, por eso prefiero quedarme». 

Los centros escolares de zonas aledañas cancelaron su año lectivo presencial desde el 12 de septiembre 2022 para recibir a cientos de damnificados después de que un deslave de tierras por la activación de una falla geológica provocara daños en las estructuras de las casas de diferentes barrios en Tegucigalpa. La Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC), en un informe, detalló que el número de damnificados aumentó a 354 personas repartidos en diferentes albergues: Colonia Suazo Córdova: Kinder 10 de Septiembre (alberga 98 personas), Casa de la Mujer (alberga 33 personas), Escuela Santa Margarita ( 25 personas); barrio San Pablo: Escuela Agustín Alonzo (147 personas), Instituto San Pablo (32 Personas); barrio El Reparto: Iglesia de Dios de la Profecía (19 personas).

La alerta roja declarada por la Alcaldía de Tegucigalpa por los daños que ha causado por el movimiento de tierra, las lluvias y la saturación de los suelos han dejado más de 160 viviendas en riesgo, por lo que se inició una evacuación forzada. «Esta declaratoria es para provocar la necesidad urgente de las familias de poder salir para poner a salvo sus vidas», expresó el alcalde del Distrito Central Jorge Aldana.

Cargando camas, mesas, sofás, congeladores y animales, los habitantes toman lo que pueden recuperar y con dolor observan sus casas que con tanto sacrificio lograron construir, las cuales quedan hoy convertidas en escombros. «Es triste salir de donde toda su vida ha vivido, nadie vela más que nosotros mismos. El Gobierno piensa que con salir en la televisión hablando de refundación logrará que esto se detenga», dijo sollozando Maritza Valle, habitante de la zona.

Muchos de los habitantes desarman sus casas de madera para intentar tener un comienzo en alguna otra zona confiando no estar otra vez en riesgo, aunque es de conocimiento que, una vez la tierra se deslave en su totalidad, probablemente las personas que hoy decidan salir volverán por no tener acceso a crédito para adquirir una vivienda digna y menos a un trabajo bien remunerado.

Entre enero y agosto de 2022, la Agencia Hondureña de Aeronáutica Civil (AHAC) registró 610.3 milímetros de precipitaciones (lluvia) en su estación meteorológica de Tegucigalpa. En 2021 registró 501 milímetros de lluvia, siendo un incremento de 109.3 milímetros en las precipitaciones de un año a otro en el mismo periodo. Para finales de agosto, la capital hondureña ha experimentado 91 días de lluvia; es decir que, en promedio, llueve una vez cada tres días. Según registros de la AHAC, desde 2020, año en que Honduras fue afectado por los huracanes Eta y Iota, hubo un aumento considerable en las precipitaciones.

«Tenemos una probabilidad de lluvia del 90 %, entre unos 10 a 20 milímetros de agua, eso es bastante fuerte, los especialistas nos explican que unos 30 milímetros de agua para el Distrito Central en una sola lluvia nos puede afectar muchísimo por la filtración del suelo. Entonces tenemos que estar alerta, la meta que tenemos hoy hasta la noche es poder tener la mayor cantidad de personas evacuadas tanto en la zona naranja como en la zona amarilla», explicó Ingrid Flores, ingeniera de la Alcaldía de Tegucigalpa.

colonia guillen falla geológica en Tegucigalpa 2022
Simeona Mairena espera poder sacar lo que tiene y salir de su hogar sin saber su rumbo. Foto CC/Jorge Cabrera.

Militares corriendo de un lado a otro tratando de ayudar a salir a los habitantes de la colonia Guillén, camiones bloqueando las calles, y vehículos intentando cargar lo que puedan sacar de las casas son las escenas de una zona en riesgo inminente. Según Maynor Ruíz, geólogo del Instituto Hondureño de Ciencias de la Tierra (IHCIT), tienen 17 fallas geológicas debidamente identificadas en Tegucigalpa: La Guillén, Nueva Santa Rosa, El Reparto, La Canaán, Barrio Cabañas, La Plazuela, Barrio El Rincón, El Bosque, Buenos Aires, El Edén 2, Villanueva y La Izaguirre. Una de las fallas que está más activa, según el geólogo, es la llamada «falla Tegucigalpa», que la componen las colonias 3 de Mayo, pasa por el sector de El Berrinche y cruza toda la falda de El Picacho —pasando por la Aldea El Chimbo— hasta llegar al municipio de Santa Lucía, Francisco Morazán.

La zona de la Guillén fue declarada como «zona desastre», según el propio alcalde del Distrito Central, Jorge Aldana, a través de un mensaje en su red social. «En las últimas horas la cooperación internacional de Taiwán dio un donativo de 100,000 dólares para poder atender lo más importante que es la evacuación y sobre todo, la atención a las personas que se encuentran albergados, en total son más de 800 y que buena parte ya están bajo resguardo en los albergues», dijo el edil capitalino.

La Guillén es una de las colonias más antiguas de la capital, fundada en el año 1979. Según un informe de 2019, la población de mujeres era de 1,319 y la población de hombres de 1,275, con un total de 2,534 habitantes. Hoy en día no existe un informe actualizado de la cantidad de habitantes. Según lo mencionado por el alcalde Aldana, “«la falla geológica pasó de afectar cinco manzanas a diez manzanas en cinco días». La gran cantidad de familias asentadas en la falla sumado a la saturación de agua hicieron ceder la montaña. 

Marta Sosa asegura que supuestos trabajadores de la Alcaldía le ofrecieron ayudarla a salir de su casa antes de que todo se viniera abajo la noche del 13 de septiembre 2022: «Confiada les pedí cargar el camión con mis muebles, y todo lo perdí, nunca más los volví a ver. Ahora duermo junto con mi hija en una colchoneta que me dio una familia en el albergue en la escuela Agustín Alonzo, solo me acompaña la ropa que ando puesta y mi hija. Mi casa ya no está y ahora no tengo nada», dice Sosa.

Ajenos al desastre, los niños corren sonrientes y gritando afuera de la escuela Agustín Alonzo, mientras sus padres los observan: «¿Qué va a suceder con ellos luego de esta catástrofe? —se pregunta Gustavo Hernández, un joven de 26 años que observa a sus dos hijos jugar—. «Ellos no comprenden la magnitud de la situación. Antes dudé en migrar de Honduras por no dejarlos, pero hoy siento que ellos (mis hijos) y mi esposa nos iremos, porque aquí no tendremos futuro. Y menos ahora, que estamos viviendo esto».

Las protestas de los pueblos indígenas y los grupos ambientalistas de Honduras se suceden en Tegucigalpa para exigir a Xiomara Castro que el Gobierno cumpla sus compromisos, como destruir una «narcocarretera» o poner fin a la minería a cielo abierto. La presidenta calla mientras su esposo, el asesor y expresidente José Manuel Zelaya, es una figura omnipresente que ha llegado a maltratar en público a un representante de los pueblos originarios. Las peticiones de los manifestantes siguen sin atenderse. En cambio, el Ministerio Público ha abierto causas penales contra algunos de ellos.


Texto: Leonardo Aguilar
Fotografías: Jorge Cabrera y Fernando Destephen

El pasado 3 de agosto, un grupo de 30 indígenas lencas del occidente de Honduras pasó la noche en Casa Presidencial para exigir al actual Gobierno que continuara la pavimentación —suspendida desde la administración anterior— de un tramo de carretera de 15 kilómetros.

Habían transcurrido seis meses desde que Berta Zúniga Cáceres, coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh) —e hija de la ambientalista Berta Cáceres, asesinada en marzo de 2016—, le entregara a la presidenta, Xiomara Castro, la Vara Alta Lenca, un báculo de madera sagrado que simboliza la resistencia de las mujeres indígenas y negras frente al despojo de los bienes comunes. Zúniga Cáceres portaba un pequeño cartel con la imagen de su madre que contenía la leyenda «Berta volverá y será millones».

En aquellos primeros momentos de su Gobierno, Castro prometió prestar especial atención a los pueblos originarios y poner freno a las empresas extractivas, pero ahora guarda silencio mientras las protestas de diferentes sectores indígenas y ambientalistas se suceden en Tegucigalpa, capital de Honduras.

Cuando amaneció el 4 de agosto, no fue Castro quien recibió a los representantes lencas de la Campa, Lempira, tampoco el ministro de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), José Carlos Cardona, encargado del programa Nuestras Raíces, destinado a impulsar el desarrollo de las zonas más empobrecidas del país, sino el esposo de la presidenta, expresidente y asesor presidencial, José Manuel Zelaya.

Durante el encuentro, el líder indígena Darwin Reyes se puso de pie, tomó el micrófono y con reverencia se dirigió hacia el expresidente llamándole «comandante». Mientras pedía la culminación de la carretera, Reyes fue interrumpido varias veces por Zelaya. Cuando acabó, lo único que consiguió fue un regaño monumental del expresidente. 

«Comandante, solo quiero algo —dijo Darwin Reyes—, y discúlpeme, discúlpeme pero tenemos de estar aquí desde las 12 de la noche hasta las 6 de la mañana».

«Compañero, yo tengo 39 años de estar en esto —respondió Zelaya—. Usted solo tiene desde las 12 de la noche hasta las 6 de la mañana».

Pero Reyes insistió: «Comandante, solo un detalle, queremos que le dé una orden al ministro de cuándo debe tener listo el proyecto».

«Entonces nada estoy hablando aquí, porque este no entiende —respondió Zelaya, subiendo el tono—; yo pensé que estabas captando lo que estamos diciendo aquí. ¡No hay dinero! ¿Entendés eso? Es una palabra clara».

Después Zelaya se dirigió a los demás indígenas lencas que estaban sentados frente a la mesa: 

«Dejemos a este aquí (a Darwin Reyes) para que agarre un poquito de luces… Miren, ya les expliqué durante 15 o 20 minutos, ¡No hay dinero! Si objetivamente fuera, no hay forma de prolongar todas esas carreteras que quedaron paradas. ¡No hay forma! Con ustedes estamos haciendo una gran diferencia (en atenderlos) porque vemos el gran esfuerzo que hace la comunidad. ¿Me entiende, Darwin?, ¿me entiende o no me entiende? Este es medio durito para entender. Al fin y al cabo dice que quiere ser político», agregó, despertando burlas entre los presentes.

Nuestras raíces, «el programa de Mel Zelaya»

Algunos de los representantes de los pueblos indígenas que se han acercado hasta Casa Presidencial desde el 1 de agosto para ser beneficiados por Nuestras Raíces lo llaman «el programa de Mel Zelaya». Lo llaman así porque fue Mel quien convocó a las directivas nacionales de los pueblos indígenas, garífunas y misquitos y quien anunció que el programa se ejecutaría por medio de la Red Solidaria, según él mismo, siguiendo instrucciones de la presidenta. Hasta los nombres de estas iniciativas son una clara referencia a su figura: Nuestras Raíces se llamaba también el programa que lideró en los años 90 cuando era ministro y director ejecutivo del Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS); Red Solidaria —programa iniciado por Sedesol en este Gobierno— fue el nombre de otro programa asistencialista de su presidencia entre 2006 y 2009. 

La ascendencia de Mel en el Gobierno de su esposa ha sido una constante. Además de su actual rol de asesor, al menos diez funcionarios de su Gobierno han desembarcado en la administración de Castro en diversas funciones —esto a pesar de que tenían cuentas pendientes con la justicia. 

La Secretaría de Desarrollo Social no es una excepción: la actual viceministra de Sedesol y directora ejecutiva de Proasol, Olga Lydia Díaz, fue directora del Programa de Asignación Familiar (PRAF) con Zelaya y, según  un informe publicado en 2011, una de las impulsoras de la Cuarta Urna en el departamento de Colón. En febrero de 2009, otroinforme la cuestionó por suscribir dos años antes un contrato que benefició al empresario Amílcar Bulnes con cláusulas lesivas para los intereses del Gobierno. 

En el caso de Olga Doris Castro, hermana de la presidenta, no existe información oficial que la vincule con la actual administración, pero en mayo pasado la Embajada de España en Honduras informó que sostuvo una «importante reunión con Olga Doris Castro y el equipo de la Red Solidaria para explorar sinergias con la cooperación española para combatir la pobreza extrema». La cuñada de Mel fue coordinadora de la Red Solidaria en su Gobierno.

En aquella gestión, ella coordinó programas donde se ejecutaron millones de dólares después de que, en abril de 2005, Honduras fuese beneficiada con la condonación de la deuda externa, tras la Iniciativa de los países pobres altamente endeudados (HIPC). La apuesta era atender a unas 200,000 familias de las más pobres del país utilizando para ello «4,000 millones de lempiras (al cambio actual, unos 162 millones de dólares)» a través de programas y proyectos. El estudio Honduras: ¿Qué Pasó con la ERP?, publicado el 2007 por la Agencia Sueca de Cooperación Internacional, reveló que de 22 indicadores de la Estrategia de la Reducción de la Pobreza (ERP), 11 no se cumplieron. Entre ellos la reducción de la pobreza extrema y la mortalidad de menores de 5 años. 

José Carlos Cardona, el responsable oficial de Nuestras Raíces, confirma esa influencia del pasado y defiende el papel de Mel Zelaya argumentando que es necesario para «ilustrar la experiencia que se tuvo en esos años». Cardona dice que este nuevo programa es más amplio que el anterior, porque contempla temas como seguridad y soberanía alimentaria, educación intercultural y saberes ancestrales, «más el tema de defensoría, que es tan necesario en este momento». Según Cardona, se ha conversado con 22 instituciones de gobierno para que «ejecuten obras en el último trimestre (2022) en las zonas focalizadas del programa» y también afirma que la Sedesol ha solicitado 200 millones de lempiras (8.1 millones de dólares) para Nuestras Raíces en el presupuesto de 2023. 

Mientras el pasado del primer Gobierno de Mel se vacía en las oficinas que dirigen los programas sociales, las comunidades afectadas ya dudan. Miriam Miranda, líder garífuna y coordinadora de la Organización Fraternal Negra de Honduras (Ofraneh), recuerda así la primera versión de Nuestras Raíces: «Llegó un momento en donde la gente solo llegó a recoger dineros en maletines. Era una cosa asquerosa y ahora quieren hacer lo mismo. Esos programas lo que buscan es cooptar liderazgos en las comunidades». 

«¿Cómo es posible que se quiera calcar un proyecto en el cual hubo dilapidación? Se gastó una barbaridad de plata en ese proyecto y no dio resultados. Nosotros no necesitamos proyectos populistas que lo que vienen a hacer es generar división en las comunidades. La Ofraneh está exigiendo el respeto a los derechos ancestrales del pueblo garífuna y no queremos proyectos que son más de lo mismo», añade Miranda.

José Carlos Cardona Erazo, ministro de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) durante la presentación a la comunidad misquita del programa de gobierno Mis Raíces en Casa Presidencial
José Carlos Cardona Erazo, ministro de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) durante la presentación a la comunidad misquita del programa de gobierno Mis Raíces en Casa Presidencial el 15 de agosto de 2022 Tegucigalpa, Honduras. Foto CC / Fernando Destephen.

Aunque el ministro Cardona dijo a Contracorriente y Redacción Regional que Ofraneh participó en reuniones recientes de Nuestras Raíces, Miranda lo niega: «Quiero ser categórica, dígalo ahí en su artículo, Ofraneh a través de la voz de Miriam Miranda ratifica que no está participando en ese programa Nuestras Raíces. Eso es una réplica de lo mismo de antes». Miranda, además, dice que ha recibido denuncias de que miembros del pueblo garífuna han sido vejados en encuentros con el Gobierno de un modo similar a los lencas. 

Casi ocho meses después de las promesas de Xiomara Castro y durante las primeras semanas de la ejecución del programa Nuestras Raíces, los garífunas, los lencas, los misquitos y los ambientalistas de Guapinol han tenido que hacer enormes esfuerzos para viajar hasta Tegucigalpa para exigir que las promesas se cumplan. Algunos de estos sectores han realizado plantones, leído pronunciamientos y hasta se han tomado las instalaciones del Ministerio Público e ingresado con fuerza a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) con objetivos similares: ser escuchados para detener la destrucción de las fuentes de agua, evitar la ganadería extensiva en zonas protegidas, exigir resultados tras la desaparición de cuatro garífunas que luchaban en contra del despojo de sus territorios y detener la discriminación hacia los pueblos indígenas.

Una «narcocarretera» permitida por el Gobierno

Mientras Mel Zelaya le grita a los lencas que el Gobierno no tiene dinero para terminar un tramo carretero en una empobrecida zona del occidente del país, se reúne en silencio con poderosos ganaderos de La Mosquitia, en la zona oriental, para autorizar la continuación de una carretera con varias denuncias de ser un corredor de tráfico de drogasy que atraviesa la zona protegida de la Biósfera del Río Plátano, catalogada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad.

En el marco del programa Nuestras Raíces, el pasado 15 de agosto, el Gobierno invitó a un grupo de indígenas misquitos, quienes llegaron a Casa Presidencial procedentes del departamento de Gracias a Dios, una de las zonas de más difícil acceso. Una vez más el protagonismo del encuentro lo tuvo el expresidente, esta vez junto al ministro Cardona, el ministro de Salud, José Matheu, y nuevamente el secretario privado, Héctor Manuel Zelaya, hijo de la pareja presidencial. Según el Gobierno, se trató del tercer «diálogo multicultural» y participaron representantes de 15 consejos territoriales. 

«Yo no participé —dice el líder misquito Passyn Dolly—. Yo represento al Consejo de Ancianos Departamental del pueblo de La Mosquitia. Yo no siento que el proyecto sea realmente un proyecto de inversión para el desarrollo de La Mosquitia, más bien siento que es un espacio para entretener a la población misquita, mientras se están haciendo otros daños» Dolly agregó que la organización Muskitia Asla Takanka (Masta), en español «Unidad de La Mosquitia», y los 12 consejos territoriales están en contra de la continuación de la carretera.

Dolly sostiene que Mel Zelaya quiere «acaparar nuestras tierras e invadirnos con la mayor cantidad de personas». En juego está el 98 % de los recursos de la Biosfera del Río Plátano. «El Gobierno está dividiendo a la mosquitia para que se maten, se peleen y vivan en un caos social, por eso tiene una gran responsabilidad en la división de Masta», agrega Dolly.

El pueblo misquito fue el primero que durante la administración de Xiomara Castro viajó hasta Tegucigalpa para denunciar las promesas rotas del Gobierno. A finales de marzoel secretario de MiAmbiente, Lucky Medina, prometió destruir la «narcocarretera» que conecta el departamento de Olancho con el departamento de Gracias a Dios, una obra inaugurada el año pasado, todavía bajo el Gobierno de Juan Orlando Hernández, pero que se comenzó a construir en 2007 cuando Mel Zelaya era presidente.Un mes después Mel selló un pacto con los ganaderos de esa zona. Según el acuerdo firmado, a cambio de detener la destrucción de la carretera, los ganaderos de la zona oriental se comprometieron a detener la ganadería extensiva. 

En la organización miskita Masta aseguran que es falso que los ganaderos hayan detenido la ganadería extensiva. Justo después del trato entre Zelaya y los ganaderos, ya había denunciado en Tegucigalpa que hasta los militares han agarrado tierras y comienzan a formar parte de ese grupo. 

Contracorriente y Redacción Regional intentaron comunicarse con el ministro de MiAmbiente, Lucky Medina, para pedirle una explicación sobre por qué el expresidente Zelaya revirtió su promesa de destruir la carretera. Medina no respondió ni las llamadas ni los mensajes. 

También se contactóal expresidente Zelaya, quien a través de un mensaje WhatsApp pidió que le enviáramos las preguntas por escrito. Después de enviarlas, Mel Zelaya cortó la comunicación.

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Sobre La Mosquitia: Los nadie y una guerra por los recursos

Minería, violencia y agua contaminada

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La protesta fue organizada por un comité intermunicipal integrado por representantes de los municipios de Gualaco y San Esteban de Olancho y de las ciudades de Bonito Oriental, Tocoa y Sabá, de Colón . Foto CC / Fernando Destephen.

Protegiéndose del sol con sombreros y gorras, centenares de ambientalistas de cinco ciudades de Honduras ubicadas en los departamentos de Colón y Olancho llegaron en la mañana del martes 16 de agosto a Tegucigalpa para hacer un plantón frente a la Secretaría de MiAmbiente. Los manifestantes se posicionaron en contra de la contaminación del agua y de la violencia causada, según ellos, por tres empresas mineras: Canteras y Más, Inversiones Los Pinares y JAMART. «El agua es vida, no a la minería», se leía en un enorme cartel color rojo sostenido por cuatro hombres.

El grupo de ambientalistas de Colón y Olancho se desplazó al Congreso Nacional en donde exigió la derogación del decreto legislativo 252-2013 que legalizó las concesiones mineras en el Parque Nacional Carlos Escaleras, fuente de 34 ríos que abastecen a los municipios de Gualaco, ƒSan Esteban, Bonito Oriental, Tocoa y Sabá. «Ya no vamos a poder tomar agua, ya nadie se baña en el río, porque los mineros están arriba haciendo desastres. Si ellos no se van, nosotros abandonaremos el país. Tendremos que migrar», gritó uno de los manifestantes. 

El día de su toma de posesión en el Estadio Nacional de Tegucigalpa, Xioamara Castro presentó una lista de 22 medidas urgentes para la «refundación de Honduras» en los primeros 100 días de su Gobierno. Entre ellas estaba no conceder «más permisos de minas abiertas o explotación de nuestros minerales, no más concesiones en la explotación de nuestros ríos, cuencas hidrográficas, nuestros parques nacionales y bosques nublados». 

El 28 de febrero, MiAmbiente declaró a Honduras territorio libre de minería a cielo abierto, pero, como ocurriría con la «narcocarretera», la entidad pronto dio marcha atrás a esa decisión argumentando que se necesitaban más estudios sobre cada proyecto en particular. El secretario Medina dijo en marzo pasado —según una nota publicada en El Heraldo— que grandes emporios mineros enclavados en Honduras continuarán funcionando en el país bajo estrictas medidas de supervisión, entre estas, la multinacional Aura Minerals y la empresa Los Pinares, que operan a cielo abierto con licencias aprobadas por el Gobierno.

Reinaldo Domínguez, del Comité de los Bienes Comunes y Públicos de Tocoa, dice queespera que la presidenta Xiomara Castro asuma más su rol como presidenta de Honduras y que Mel Zelaya se limite a cumplir su papel como asesor. «Los hondureños eligieron a Xiomara Castro; Mel Zelaya tiene que dar el espacio. La gente no vota para que una familia se posesione económicamente u ocupe cargos demasiados altos», añade Domínguez.

Según la plataforma Abriendo Datos de Contracorriente, Honduras ha otorgado más de 1,500 concesiones mineras, la mayoría a partir del año 2012. El departamento que más concesiones mineras acumula es Cortés, con al menos 214 concesiones en los últimos 10 años. La empresa que más concesiones ha obtenido es American Pacific Honduras, con por lo menos 53 en todo el país. En Honduras existen 73 zonas protegidas, de las cuales 21 son parques nacionales; de esas, en al menos cinco hay concesiones activas de empresas hidroeléctricas o mineras.

Xiomara Castro ha mencionado su apoyo a ambientalistas de la comunidad de Guapinol, quienes en los últimos cuatro años han vivido una crisis socioambiental por la instalación de una mina en zona protegida. Ocho de ellos estuvieron presos durante 40 meses acusados por los delitos de incendio agravado, privación injusta de la libertad y daños en contra de la empresa Inversiones los Pinares.  La presidenta incluso usó la consigna de «libertad para los presos políticos de Guapinol» tanto en campaña como cuando tomó posesión. Sin embargo, la empresa minera Los Pinares sigue operando y el Gobierno no ha nombrado una comisión para abrir diálogo en este conflicto.

Un mal día para Mel Zelaya en Tocoa

La coordinadora del Comité de Ambiente de Guapinol, Juana Ramona Zúniga, expresa su temor hacia las posibles acciones del partido de gobierno, sobre todo por el influyente protagonismo del expresidente Zelaya y su estrecha relación con el alcalde de Tocoa, el empresario Adán Fúnez. El 2017, el narcotraficante Devis Leonel Maradiaga, exlíder de los Cachiros, declaró durante un juicio por narcotráfico en Nueva York que Fúnez recibió sobornos de parte de su cartel, algo que el alcalde de Tocoa siempre ha negado. Eso no impidió que los movimientos hegemónicos de Libre —el M28 y el Pueblo Organizado en Resistencia (POR)— lo siguieran apoyando y lograra la reelección.

«Estamos luchando con este nuevo Gobierno, con esta estructura y siempre está Lenir Pérez (empresario minero) de por medio y ahora Manuel Zelaya, y todos los Zelaya, que tienen vínculos familiares que representan un grave peligro para el bajo Aguán», expresó Zúniga. Lenir Pérez es yerno del empresario Miguel Facussé, fallecido en 2015, quien fue uno de los hombres más poderosos de Honduras. Además de sus inversiones en minería, fue financista de la campaña del presidente salvadoreño Nayib Bukele y ha recibido concesiones para proyectos aeroportuarios en El Salvador y Honduras. 

Durante dos años, el alcalde Fúnez se negó hasta en seis ocasiones a realizar un cabildo abierto para declarar a Tocoa libre de minería. Buscando respuestas, la comunidad de Tocoa viajó a Tegucigalpa en 2019 para reunirse con Mel Zelaya. «El cabildo se dio después de que logramos la reunión con Mel. Y es que Mel solo dice lo que hay que hacer y Adán obedece», asegura el regidor de Tocoa, Colón, Juan López, quien en el momento del cabildo era uno de los líderes del movimiento ambientalista.

El cabildo ocurrió el 29 de noviembre de 2019, y la gente la emprendió contra el alcalde Adán Fúnez, quien había concedido permisos de operación en favor del empresario minero Lenir Pérez sin consultarlo a la comunidad.

Aquel día, recuerda López, cuando Mel llegó a Tocoa fue muy aplaudido y a los pocos minutos se sentó en la mesa principal junto a Adán Fúnez y comenzó a hablar de temas político electorales. La gente, que no quería proselitismo, comenzó a abuchear al alcalde Fúnez. «Estimamos que habían alrededor de 4,000 o 4,500 personas en esa reunión», recuerda López, y agrega que los abucheos causaron el enojo del expresidente. «Mel tiene una condición que cuando se siente cuestionado o increpado, se le sale su alto nivel de violencia verbal, gesticular y maltrata. Eso pasó en el cabildo», recuerda López, quien añade que la situación se le salió de las manos a Mel. Los de la multitud se hicieron cada vez más fuertes y, enardecidos, comenzaron poco a poco a rodear la mesa principal.

Arrinconado, Adán Fúnez, después de consultarlo con el expresidente, declaró al municipio libre de minería. Inmediatamente después los dos salieron del lugar. «A Mel casi lo llevaban chineado hacia afuera. Iban asustados», recuerda López.

Minutos después de finalizar el cabildo, Juan López estaba reunido con una delegación de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Honduras (OACNUDH). Según recuerda, Mel Zelaya interrumpió la reunión para hablar con él. López afirma que se reunió con el expresidente, quien le dijo que Fúnez no tenía futuro político, pero nunca llegó a retirarle su apoyo.

A pesar de los nexos de Mel Zelaya con Adán Fúnez, y de este con Lenir Pérez, Juana Ramona Zúñiga todavía guarda la esperanza de que la presidenta respalde la lucha de los ambientalistas.

«Ella viene empezando este Gobierno. Esperamos que a medida que las comunidades y los pueblos volvamos a las luchas, podamos conseguir más apoyo. Porque el pueblo eligió a una presidenta y por lo tanto queremos que esa presidenta tome esa silla con autoridad», dice.

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Una piedra en el río Guapinol fue pintada por la comunidad con leyendas de defensa del ambiente y protección del río. Tocoa, Colón. Foto CC / Fernando Destephen.

Ahora que Libre está en el poder, afirma Zúñiga, el Gobierno no ha abierto un diálogo para resolver los conflictos de las comunidades: «No es fácil dejar uno su hogar, dejar uno su casa que tanto ha costado construirla para que una empresa extractiva venga a llevarse todo, a despedazar hogares, a despedazar un parque nacional, un área protegida».

Garífunas toman las instalaciones del Ministerio Público

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No hay avances en las investigaciones a pesar de las exhortaciones del Sistema Interamericano. Además, se denunciaron tratos racistas y denigrantes de funcionarios actuales. FotoCC/ Jorge Cabrera

El 9 de agosto, una semana después del primer acercamiento entre el Gobierno e indígenas lencas, al menos 300 integrantes del pueblo garífuna, acompañados de algunos lencas —incluyendo miembros del Copinh— y tawahkas viajaron desde el Caribe de Honduras hasta Tegucigalpa. En lugar de dirigirse a Casa Presidencial, llegaron hasta el Ministerio Público para exigir respuestas luego de dos años de la desaparición forzada de cuatro miembros de su comunidad.

La protesta garífuna fue un acto sin precedentes. El grupo ingresó a las instalaciones del Ministerio Público y se desplazó hasta la puerta de la oficina del fiscal General, Óscar Fernando Chinchilla, quien no salió a recibirlos.

«No hay voluntad política tampoco de este Gobierno para poder reconocer los derechos del pueblo garífuna y de los pueblos indígenas», dijo Miriam Miranda, coordinadora de la Organización Fraternal Negra de Honduras (Ofraneh), durante la protesta en el Ministerio Público.

Los garífunas exigieron la creación de una fiscalía especial para que investigue la desaparición forzada de estos cuatro garífunas. Lejos de abrirse un diálogo entre los garífunas y el Ministerio Público, ahora hay una investigación penal contra Miriam Miranda, coordinadora de Ofraneh, el abogado Edy Tábora y Luther Castillo, actual ministro de Ciencia y Tecnología. Ofraneh también denuncia «investigaciones en contra de otras lideresas y líderes que participaron en la actividad, en una vergonzosa acción de persecución política», según un comunicado publicado el 17 de agosto de 2022.

Un día después, el Copinh anunció en sus redes sociales que se había abierto un espacio de acercamiento entre su organización y el Gobierno de Honduras para «dar solución al abandono histórico de las comunidades lencas por parte del Estado de Honduras». En una Mesa de Atención Integral creada para ese fin, estuvieron presentes Berta Zúniga Cáceres, coordinadora del Copinh y el ministro de la Presidencia, Rodolfo Pastor. 

Pero mientras el Copinh intenta acercar puentes con el Gobierno, no es ajeno a la persecución. El 19 de agosto de 2022, la entidad compartió en sus redes un fragmento de la denuncia de Ofraneh: «Nuevamente nos pronunciamos para dejar claro que si el Ministerio Público piensa que nos va a amedrentar con estas acciones de criminalización se equivoca, seguiremos luchando por la restitución de nuestros derechos ancestrales”.

Ofraneh tampoco se detiene. En medio de la amenaza del Ministerio Público, continúan exigiendo justicia para sus desaparecidos. Una semana después de las protestas, presentaron un recurso en contra del Fiscal General, Óscar Chinchilla y el Fiscal Adjunto, Daniel Sibrián; se trató de un amparo ante la Sala Constitucional para que continúen las investigaciones.

El Congreso Nacional de Honduras comenzará un proceso para escoger al próximo fiscal general, pues el actual, Óscar Chinchilla, dejará su cargo en septiembre de 2023. Lo mismo ocurre con los actuales 15 magistrados de la Corte Suprema, quienes terminan su septenio en febrero del próximo año.

Edy Tábora, abogado de Ofraneh, afirmó que el Estado no puede buscar a los garífunas pensando que están muertos, tiene que buscarlos con la presunción de vida, que es uno de los más importantes de las normas internacionales. 

A pesar de que el Ministerio Público sigue siendo liderado por los fiscales electos en el Congreso anterior, el nuevo Gobierno no se ha pronunciado tampoco por las protestas realizadas por Ofraneh, que exige el cumpliento de una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH).

Como los lencas, los miskitos y los campesinos en Tocoa, Miriam Miranda también le envía el mismo mensaje a la presidenta Xiomara Castro: «Creo que la presidenta que nombró el país debe asumir su papel protagónico. Nos sumamos a las voces que dicen “queremos a Xiomara”, las mujeres queremos que sea protagónica, que asuma su papel como presidenta, para responderle a un pueblo esperanzado en este nuevo Gobierno que votó de una manera aplanadora por ella, producto de un hartazgo de 12 años de dictadura».

*Este reportaje forma parte de República Finquera, un proyecto de cobertura del autoritarismo en Centroamérica y México de la Redacción Regional , una alianza entre medios y periodistas de la región, entre ellos Contracorriente.

La Casa del Teatro Memorias presenta una vez más la obra que la vio nacer: Monólogos de la Vagina, que, además, se presentará durante todo septiembre. La obra que escribió la feminista estadounidense Eva Ensler explora la vagina desde el sexo, la menstruación, orgasmos, el nacimiento o la masturbación femenina y expone los graves problemas que aún persisten para la mujer en el mundo: violaciones, mutilación genital y violencia doméstica.

Texto: Persy Cabrera
Fotografías: Fernando Destephen

Año 2001, en el Madison Square Garden se ocupan 18,000 asientos para presenciar unaobraque, además de contar con tal público, tuvo en su elenco a artistas como Whoopy Goldberg, Jane Fonda y Queen Latifah, entre otras, que se apuntaban a la presentación en este histórico pabellón de Nueva York.Veintiún años después, en Tegucigalpa, en sus redes sociales la Casa del Teatro Memorias anunciaba que la presentación para el jueves 8 de septiembre tenía todos sus boletos agotados, situación que se repetiría en las dos presentaciones restantes de la semana. La obra —con los años, los escenarios, los elencos y los países de diferencia— era la misma: Monólogos de la Vagina

En palabras del director de esta adaptación y fundador de esta casa teatral, Tito Ochoa, Monólogos de la Vagina «no es solo una obra de teatro, es un fenómeno social y político donde se presenta» y explica que su éxito se debe a que antes de esta obra se habían realizado poemas a los ojos, el cuerpo o los senos, pero nunca a la vagina.

Esta pieza teatral fue escrita por Eva Ensler, dramaturga y feminista estadounidense que tras entrevistar a más de 200 mujeres escribió la primera versión de Monólogos de la Vagina en 1996 y reunió en nueve monólogos las historias que obtuvo en las entrevistas. Historias que inician desde el lenguaje y los nombres que se le da a la vagina hasta un relato bellísimo, sensible e incluso metafísico del dar a luz. Ochoa también la define como «un poema bellísimo a la mujer que toma la vagina como centro medular de toda la existencia femenina y como un empoderamiento de la sexualidad de la mujer».

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Monólogos de la Vagina ha sido traducida en más de 45 idiomas y se ha presentado en el escenario de casi 120 países. FotoCC/ Fernando Destephen

Para Inma López, actriz en esta obra, productora y también fundadora de este teatro, Monólogos de la Vagina es una «escuela artística». Unos once años han pasado desde la primera vez que la presentó junto a Tito Ochoa en el teatro Manuel Bonilla y, desde entonces, de tanto en tanto, los nueve monólogos sobre la vagina regresan a los escenarios del Memorias en el Barrio La Plazuela del centro de Tegucigalpa. Y, otra vez, con asientos llenos. 

«Es una obra muy linda que resignificamos cada vez que la hacemos, en cada temporada nos vamos dando cuenta de cosas nuevas, significados nuevos», dice Inma en los camerinos mientras se prepara para la presentación junto a Marey Álvarez y Mariela Zavala, sus compañeras de elenco. Entre las tres han interpretado esta obra alrededor de unas 180 veces, algunas de ellas en El Salvador y Nicaragua.

Marey Álvarez considera que los temas de esta obra todavía pueden ser considerados un tabú, pero que este espacio es «muy bonito poder dar a conocer estos temas al público así abiertamente y que la gente se sienta cómoda escuchando todo lo que pasa». Mariela Zavala —por su parte— destaca los buenos resultados en el público masculino que asiste a experimentar estos monólogos y comparte que «hay unos testimonios bonitos de hombres que dicen: “ya no miro la vagina igual que antes”».


De la obra de la que sigue aprendiendo, Inma López también explica que «es sumamente sensorial, es como una canción que te gusta escucharla muchas veces». Y de las tantas historias que podrían rescatar tras más de una década presentándola, junto a Marey y Mariela recuerdan a una fiel asistente de Monólogos de la Vagina a la que le contabilizan 35 veces asistiendo a disfrutarla.

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Inicialmente la obra era interpretada por una sola mujer, Eva Ensler, pero después de su estreno se adaptó para que los monólogos sean interpretados por tres actrices. FotoCC/ Fernando Destephen

Aun en el futuro más optimista, uno en el que los hechos que estaobra denuncia estén superados, Tito Ochoa considera que Monólogos de la Vagina no perderá vigencia. «La obra como tal es un clásico que va a perdurar en el tiempo y que nunca va a perder vigencia. Esa es la diferencia entre un arte de coyuntura y un arte universal, trasciende al tiempo y al espacio», explica Ochoa.

Considerada epicentro del movimiento contra la violencia de género, estos monólogos desmenuzan la forma en la que la población se relaciona con la vagina, no necesariamente todas sus aproximaciones son confrontativas per se, pero sí explican cómo se ve a la mujer y todavía —de forma más metafísica— como se percibe a sí misma a través de estas aproximaciones. La larga lista de sobrenombres que tiene la vagina —y que sirve como introducción al monólogo inicial— resume una actitud avergonzada o de morbo frente a un tema que debería tratarse con la misma naturalidad que lo constituye.

«Cuando se presentó en Honduras generó una conmoción terrible en los medios de comunicación. Nos atacaron muy fuerte diciendo que “¿cómo era posible que se dijera esas cosas?” y que “¿cómo era posible que se mencionara la palabra vagina?”», menciona Tito Ochoa sobre esto y agrega que se puede deber a la influencia de sectores conservadores y religiosos frente a la decisión de las mujeres sobre su cuerpo.

En Honduras, la mujer continúa a la espera de la despenalización del aborto y de la Pastilla Anticonceptiva de Emergencia (PAE), tema en el que, por ejemplo, la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH) asevera en una nota aclaratoria del pasado 9 de septiembre que «la pastilla en cuestión sigue siendo categóricamente considerada como abortiva».

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Tito Ochoa, director de esta adaptación, considera que el impacto de Monólogos de la Vagina se debe a «que explora cosas que van más allá de la denuncia, por ejemplo el cosmos, la metafísica, la vida y la muerte». FotoCC/ Fernando Destephen

Once años después de esa noche de primera presentación en el Teatro Nacional Manuel Bonilla, Monólogos de la Vagina sigue presentándose en el Memorias, y, desde su concepción en Estados Unidos, sigue llenando el teatro en el que se interpreta. Tegucigalpa, una ciudad que se reconoce como «conservadora», llena los asientos de esta casa del teatro y experimenta la anécdota morbosa de asistir a una obra que tiene en su nombre la palabra vagina. La mujer, el hombre, todos los asistentes aprenden a quererla, a entender el placer de la mujer y a respetar su decisión. También aprenden a guardar silencio y reflexionar sobre las atrocidades que se han cometido en su contra. Después de la risa nerviosa o carcajada, se asoma el silencio que recuerda que todavía hay mucho por avanzar.

«Puede sufrir por nosotras y ensancharse por nosotras, morir por nosotras y sangrar y traernos entre sangre a este mundo difícil y maravilloso. La vagina también. Yo estaba allí, en la habitación. Lo recuerdo», reza una cita de Eva Ensler y de Monólogos de la Vagina.

Texto: Rafael Murillo Selva
Fotografía: Jorge Cabrera 

Los triunfos alcanzandos por hondureñas y hondureños compitiendo en ramas artísticas, deportivas y científicas de carácter internacional me han inducido a querer resaltar también el aporte esencial de las y los sectores llamados «populares» en el sostenimiento económico social de nuestra comunidad. Este texto se divide en dos secciones: la primera es de carácter teórico, y la segunda está compuesta de «fotografías» o imágenes emblemáticas que muestran al pueblo, al puro pueblo, y su gran aporte tanto en lo concreto como en lo simbólico.

Lo concreto

Puede asegurarse, sin reservas, que nuestra sociedad alcanza a medio respirar (todavía) y a no hundirse del todo (todavía) gracias al aporte de grandes sectores sociales llamados populares, quienes producen y distribuyen valores económicos más que cualquier otro segmento social. En una comunidad como la nuestra, con un 70 % de la población sumida en la pobreza, un buen porcentaje de la misma en pobreza extrema (miseria) y con otro 85 % sin cobertura social alguna, no es difícil imaginar que esa sustancia económica aportada por los sectores mencionados adquiere tonalidades salvadoras. Es cuestión, sin exagerar, de vida o muerte para la sociedad entera.

Lo simbólico

Y en cuanto a la creación de orgullo y pertenencia nacional, es decir valores simbólicos, han sido y continúan siendo en general personas de esa misma condición (puro pueblo) quienes le lavan la cara a nuestra sociedad de las manchas tilosas, sucias, que le han venido embadurnando el rostro desde casi siempre algunos sectores que se hacen llamar «Dirigencias».

Artistas, deportistas, académicos, empresarios, atletas, ajedrecistas, brillan en justas internacionales, lo que permite hacer creer a las y los demás que en el otro lado de la deformación y el esperpento esta la otra cara: la de la sociedad que lucha, que compite, que se solidariza, que emprende y que gana. Pero, ¿quiénes son y han sido estos hombres y mujeres del pueblo-pueblo? 

El pueblo, el puro pueblo 

En primer lugar, los y las ninguneados y ninguneadas migrantes en su gran mayoría de origen rural (es decir, los que algunos y algunas suelen llamar despectivamente: «pencos y pencas») quienes envían a una buena parte de la población una cifra calculada para este año que corre en 8,000 millones de dólares. Cifra esta que duplica, triplica y hasta mil triplica lo que se pueda ganar en la exportación de cualquier otro producto «Made in Honduras».

Este dinero que arriba y circula a través de las remesas mueve todo el andamiaje económico del país. Todos los estamentos productivos se activan con ese dinero. Desde quienes venden tortillas hasta las entidades bancarias, desde los comedores populares hasta las cadenas de comida chatarra, desde las pulperías a los supermercados, desde los albañiles hasta los ingenieros y arquitectos, desde las curanderos y curanderos hasta los médicos especialistas y hospitales privados, desde los vuelos por aire hasta los taxis, mototaxis y autobuses, desde las pensiones y hoteles de barrio hasta los encumbrados hoteles de 200 dólares la noche. 

Y es que son 516 millones de lempiras diarios (y poco más) los que circulan por el país entero gracias al esfuerzo, a veces trágico y dramático, de las y los migrantes a quienes nadie les regala nada. Son un verdadero símbolo del esfuerzo y la dignidad humana. 

Lo menos que podría esperarse de cualquier entidad oficial es la iniciativa de erigir un monumento a estos verdaderos héroes y heroínas, pero como son gentes, en general, surgidos en el vientre del pueblo («No se oye padre»). 

Por otra parte, ¿se hacen propuestas en los organismos públicos para que esas remesas arriben a su destino sin que tengan que pagar comisiones leoninas ni descuentos desproporcionados? Ojalá algún día no haya necesidad de que otras y otros se sacrifiquen para que otros y otras podamos respirar con cierta tranquilidad. En eso consistiría el verdadero desarrollo económico y social. 

Luego está el café. Este grano es nuestro segundo producto de exportación (el primero, como dije, corresponde a los migrantes) lo cual permite que ingresen al país millares de dólares incomparablemente más, pero muchos más, que algunas otras exportaciones provenientes de «grandes empresas».

Esta industria nacional ofrece trabajo temporal cada año a más de 500,000 personas con el aditivo que el 90 % de esa producción está en manos de pequeñas y pequeños agricultores y agricultoras de raigambre rural y campesina, es decir, puro pueblo, quien gasta, come, bebe, se educa, duerme, se enferma y se sana en su propia tierra.

Durante los tiempos en que el café valía poca cosa como producto de exportación y de consumo y se apoyaba con concesiones vergonzosas y ultrajantes a las grandes empresas extranjeras que producían banano y minerales, los cafetaleros, orillados, sin pompas, en silencio y sin ningún apoyo cultivaban sus humildes querencias con amorosa terquedad de mula. Qué tiempos aquellos. 

Y ahora nos vanagloriamos de ser exportadores de un producto de indiscutible calidad global. Esto último tiene también un enorme valor simbólico en Honduras y con su gente, pues demuestra que «se puede». 

Lo que aporta en constante y sonante la exportación de este aromático producto en los tiempos que corren supera con creces a lo que podrían ofrecer cualquier maquila o empresa minera. Se espera que la exportación del café en este año facilite el ingreso de más de 1,300 millones de dólares. Como ya se señaló y vale la pena repetirlo: la producción del café se ha desarrollado a puro empuje, a puro sudor, a puro sacrificio de añales y añales de trabajo de generaciones enteras. Pero, ¿se atienden de verdad-verdad las necesidades que la mayoría de las y los cafetaleros quieren para hacer un poco más bondadoso su trabajo productivo? ¿Se condicionan rutas de tránsito para que su producto pueda salir al centro de compra y de mercado? 

Es entendido que para que el café se alce como importante producto de exportación ha necesitado de estructuras comerciales que lo hagan posible. Esto es cierto, pero la base fundamental, la que mueve todo este andamiaje comercial de exportación, es el trabajo de quienes se dobaln las espaldas en sus respectivas aprcelas durante casi todo el año. Un monumento al café y sus productores y productoras es necesario. Son fuentes de las cuales abreva la vida («No se oye padre»). 

𝐄𝐥 𝐭𝐫𝐚𝐛𝐚𝐣𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐜𝐚𝐦𝐩𝐨 𝐲𝐚 𝐧𝐨 𝐝𝐚 … E𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐲𝐚 𝐧𝐨 𝐝𝐚…

Así suelen expresarse las campesinos y campesinas que continúan, a pesar de todo, trabajando la tierra en nuestras honduras, serranías y asoleadas planadas. Y quienes, a pesar de ser la clase social más desheredadas, continúan con el dale que dale y con ello ayudando a alimentar a quienes convivimos en nuestras supuestas urbes. Si en estas últimas, en las condiciones económicas actuales, se tuviesen que importar la mayoría de los alimentos que se consumen, no habría forma, no habría cómo, no habría con qué. 

El trabajo rural y su producción es la base de nuestro sustento cotidiano y el que menos ha sido protegido por las políticas públicas y más bien —como ocurrió después de la nefasta década de los noventa del siglo pasado— ha sido un sector abandonado y hasta humillado. Proteger la producción de alimentos es, por ahora, una ineludible tarea del Estado: sin alimentación se extingue la vida. 

El sector agrícola por lo demás genera miles y miles de empleos. Muchos más, según lo afirman quienes saben de estos asuntos, que cualquier otra activad productiva. 

En esta sociedad nuestra continuamos manejando una cultura, en su base profunda, de acentuados acentos rurales. De lo cual no habría que avergonzarse, más bien lo contrario: sentir orgullo, como lo saben hacer los países nórdicos de Europa. La sociedad sueca, al menos la que conocí hace treinta años, se enorgullecía de la pegazón con su tierra: de su ancestralidad. La tocan, la retienen en sus manos y hasta la glorifican, lo cual no les ha impedido ser una de las sociedades más ricas del mundo; una en donde lo moderno y sus extraordinarios avances tecnológicos están a la orden del día. El halo que despiden la mayoría de los cuerpos de las suecas y suecos que conocí despedían un aire rural, de acentos campesinos si se les comparaba con los habitantes de otras urbes europeas.

Habría que agregar, con enorme fundamento, a quienes mueven con sus pequeños negocios el diario circulante en las ciudades, pueblos municipios, aldeas y mercados. Según informes institucionales: «El 80 % de la economía de Honduras tiene esas características (…). Alrededor de 70 % de los nuevos empleos son informales (…). Y en cuanto a la micro, pequeña y mediana empresa (Mipyme) es uno de los pilares de la economía hondureña y cumple un papel protagónico en la reactivación y desarollo del país. Este sector aporta aproximadamente el 60 % del Producto Interno Bruto (PIB) y origina 7 de cada 10 empleos en Honduras (…)». 

La mayor parte de todas esas operaciones comerciales y mercantiles mencionadas, es decir: remesas, cultivo de café, agricultura y economía que llaman informal son realizadas —habrá que machacarlo— y mantenidas activas, en su gran mayoría, por gentes que se arropan, en general, con pieles cobrizas, trigueñas y prietas, es decir «la gente del común», como suele llamárseles despectivamente. Y señalo esto último no por prejuicios raciales, sino por una constatación social e histórica casi siempre no dicha, casi siempre falseada, encubierta o desvirtuada. 

Es entendido que no toda la producción y sus circulante proviene únicamente de las fuentes mencionadas. También el sector empresarial, la mediana y pequeña empresa regularizada, legalizada, aportan sumas sustanciales, vía impuestos, a la economía y al funcionamiento del Estado, así como a la generación de empleos. El Gobierno enchamba, según se afirma, a más de 200,000 personas, y ello en gran parte sustentado por el ingreso de dinero vía impuestos que obtienen de las arcas del Estado. Esto es muy cierto como lo es también que las maquilas asentadas en nuestro suelo ofrecen empleo a miles y miles de personas. Pero la columna medular de los bienes económicos que se obtienen y circulan en nuestra sociedad son fruto, mayoritariamente y por ahora, del trabajo de los sectores sociales mencionados. Es la verdad: el pueblo está salvando al pueblo. 

Entendamoslo señoras y señores empresarios, políticos, burócratas de todos los colores, profesionales de la comunicación social, oenegistas de profesión, académicos, gentes que se dicen de cultura urbana y postmodernas, profesiones que se llaman liberales, universitarios, clases medias, artistas, entendámoslo de una vez: es la ruralidad, por ahora, en sus cuatro categorías mencionadas, la que mantiene nuestra sociedad con aliento. 

Es tiempo no solo de entenderlo, sino de saber apreciarlo y respetarlo. Y, si acaso, de superarlo. Es entendido que esta estructura económica necesita modificarse, remodelarse, refundarse si se quiere, pero por ahora es lo que se tiene. Es a partir de esa base, y no otra, que se edificaría el futuro de otras estructuras productivas y sociales.

En un discurso que duró menos de cinco minutos, la presidenta Xiomara Castro ordenó, durante los actos de conmemoración del 201 año de Independencia del Imperio español, desenterrar el pensamiento del general Francisco Morazán. También instruyó a los ministros de Educación, de Cultura y de Planificación para que la cátedra y legado del prócer hondureño pasen a formar parte del sistema educativo.

Texto: Leonardo Aguilar
Con reportes de Daniel Fonseca, María Celeste Maradiaga y Allan Bu
Fotografías: Jorge Cabrera, Fernando Destephen y Amílcar Izaguirre

Honduras conmemoró este jueves 15 de septiembre sus 201 años de Independencia del Imperio español en una celebración denominada «Fiestas Cívicas Refundacionales» y que, por primera vez desde el golpe de Estado de 2009, unió en las mismas calles a estudiantes de secundaria y a miembros del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), este último liderado por el expresidente José Manuel Zelaya Rosales (2006-2009).

Los actos cívicos fueron inaugurados por la presidenta del Ejecutivo, Xiomara Castro, quien muy temprano en la mañana presenció el izado de las banderas de Centroamérica en el Parque Central de Tegucigalpa. La presidenta estuvo acompañada de su hijo, Héctor Zelaya; del alcalde capitalino, Jorge Aldana; del ministro de Defensa, Manuel Zelaya, y del presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo.

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La ausencia de Rolando Argueta, presidente de la Corte Suprema de Justicia, fue evidente durante el izado de las banderas de Centroamérica en el Parque Central de Tegucigalpa. Foto CC/Jorge Cabrera.

Estudiantes de 55 colegios, militantes del partido gobernante Libertad y Refundación (Libre) y miembros de distintos sindicatos partieron desde diferentes puntos en la denominada «Movilización Cívica Patriótica Refundacional y Desfiles Patrios», todos en dirección al Estadio José de La Paz Herrera, en cuyas graderías, en calidad de espectadores, se constató que había una gran presencia de miembros de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas.

Durante los desfiles se pudo apreciar también la presencia de miembros del Comando de Operaciones Especiales (Cobras), de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas de Honduras.

Con el eslogan «Donde la excelencia es una obligación», la Academia Nacional de Policía (Anapo) desfiló frente a la presidenta Xiomara Castro, esto a pesar de que la Anapo está siendo investigada después de los hechos registrados el pasado 12 de septiembre, cuando 34 aspirantes a suboficiales de la Policía Nacional presentaron complicaciones médicas mientras realizaban pruebas y ejercicios requeridos. Posteriormente, dos de ellos perdieron la vida.

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Las Fuerzas Especiales fueron los encargados del resguardo a lo largo de las marchas del Partido Libre y dentro de las instalaciones del Estadio José de la Paz Herrera. Foto CC/Jorge Cabrera.

Los grandes ausentes en esta conmemoración fueron: el designado presidencial, Salvador Nasralla, quien depuso en las pasadas elecciones su candidatura presidencial por el Partido Salvador de Honduras (PSH) para dejarle el camino libre a la presidenta Castro; el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Rolando Argueta, y el ministro de Seguridad, Ramón Sabillón.

«Educar para refundar», esa fue la consigna más utilizada en las pancartas durante esta jornada, contrario a años anteriores, cuando cada 15 de septiembre se observaban carteles en las calles en contra del Gobierno de Juan Orlando Hernández o, anterior a él, de Porfirio Lobo Sosa. Las quejas eran principalmente en contra del alto costo de la canasta básica, la inseguridad, el desempleo, el debilitamiento de los servicios públicos o la pérdida de la soberanía territorial a través de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE) —en principio nombradas Ciudades Modelo.

El FNRP ingresó al Estadio Nacional en el Día de Independencia ondeando banderas del partido de Gobierno y mostrando al público varios ejemplares delperiódico gubernamental «Poder Popular». Dentro del estadio también tuvo participación la Motorizada de Libre, que saludó a la presidenta Xiomara Castro y corearon: «Sí se pudo», «Viva Xiomara».

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Motorizados de Libertad y Refundación participaron en los desfiles oficiales del 15 de septiembre. Tegucigalpa, Honduras. Foto CC / Fernando Destephen.

Los motorizados de Xiomara Castro, tal y como lo detallamos en un reportaje previo, son grupos parecidos a los que acompañaban a Hugo Chávez en Venezuela o los que en Nicaragua han apoyado de diversas formas a Daniel Ortega. Similares en su estética y en el objetivo de seguir las órdenes de la presidencia. 

El estadio capitalino —con capacidad para 30,000 espectadores— se llenó completamente cuando ingresaron los miembros del FNRP, quienes fueron atacados por algunas personas ubicadas en las graderías con botellas y bolsas de agua. 

Este clima se mantuvo durante todo el desfile del FNRP, que duró aproximadamente una hora y media, y que terminó con ataques contra personas de la comunidad LGBTI+ que circulaban por el estadio.

Silbidos e insultos para el expresidente Zelaya

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El asesor presidencial José Manuel Zelaya encabezó la marcha de Libertad y Refundación. Foto CC/Jorge Cabrera.

El expresidente José Manuel Zelaya Rosales entró al estadio junto con los miembros del FNRP y militantes del Partido Libre. Lo hizo sobre una camioneta blanca, descapotable, acompañado de su hija Hortensia Zelaya —diputada en el Congreso Nacional— y, además, del ministro asesor de Comunicaciones, Milton Benítez, conocido por su programa El Perro Amarillo.

Justo en el momento en el que ingresó el vehículo de Zelaya, algunos miembros del estadio comenzaron a aplaudirle; pero otros, desde las graderías, lo abuchearon, le silbaron y le lanzaron botes con agua.

Aunque el estadio estaba repleto de personas que portaban camisetas y banderas alusivas al partido de gobierno, René Ulloa, miembro del FNRP, dijo que quienes lanzaron las botellas y profirieron insultos «son cachurecos que querían continuar con la tiranía».

Algunas protestas contra el Gobierno de Xiomara han venido de militantes del Partido Nacional, sin embargo, las más fuertes registradas durante los últimos meses han sido protagonizadas por las propias bases del Partido Libre.

Y es que existencolectivos del partido Libre que están exigiendo empleos al Gobierno de Xiomara Castro. Sus reclamos y protestas se han hecho sentir en distintas secretarías e instituciones de Gobierno. Estos aseguran que los gobernantes actuales los han ignorado a pesar de su trabajo en las calles para lograr el triunfo de la presidenta Castro.

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La Comunidad LGBTII+ durante su presentación en la marcha que llegó hasta el estadio durante la celebración del 15 de septiembre de 2022. Foto CC/Jorge Cabrera.

La ministra de Derechos Humanos, Natalie Roque, desfiló también junto a los distintos colectivos LGBTI+, que por primera vez fueron parte de un desfile oficial. Roque le dijo a Contracorriente que las personas LGBTI+ han sido víctimas de un discurso de odio propagado por los sectores conservadores de Honduras. 

«Hemos estado viviendo una fuerte campaña de odio en el contexto de estas celebraciones, en el cumpleaños de Honduras, donde todas y todos tenemos cabida porque somos hondureños. En este contexto, hacemos un acto de acompañamiento físico (…), estamos muy preocupados por este discurso de odio», expresó Roque.

Los miembros de los colectivos LGBTI+ también sufrieron insultos y lanzamiento de objetos desde las graderías mientras desfilaban dentro del estadio.

Un corto discurso de la presidenta Castro

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La presidenta Xiomara Castro junto a su hijo Héctor Zelaya, quien funge como secretario privado, y Jorge Aldana, alcalde de Tegucigalpa. Foto CC.

Una vez en el estadio, la presidenta Castro dedicó los desfiles de la jornada al prócer hondureño Francisco Morazán, general militar y político que gobernó la República Federal de Centroamérica en el período 1830-1839. 

«Un día como hoy, 15 de septiembre, pero de 1842, fue asesinado en la ciudad de San José, Costa Rica, el héroe de Centroamérica, el general José Francisco Morazán Quezada, traicionado y abatido por la fuerza conservadora del mal».

Castro ordenó también «desenterrar el pensamiento, la imagen de la figura del general Morazán y de sus ideales como defensor de la libertad, la justicia y la democracia» y afirmó que no dará «más tregua a la traición y a los conservadores». 

Además, ordenó a los ministros de Educación, de Cultura y de Planificación proceder «de manera inmediata» a transformar el modelo educativo para instalar «la cátedra morazánica» en cada escuela, en cada colegio, y restaurar la «Casa de Morazán».

«Transformaremos los programas educativos de nuestras maestras, niños y niñas. Debemos incorporar en el calendario cívico el estudio de la gesta y de la ruta de la victoria de Morazán, igual que el estudio del 1 de julio de 1823, donde se proclamó la independencia absoluta de Honduras», recordó Xiomara.

Durante los desfiles, el secretario del Congreso Nacional, Carlos Zelaya —cuñado de la presidenta Castro— aseguró estar trabajando en una elección de magistrados para la Corte Suprema de Justicia (CSJ) independiente a los demás poderes del Estado: «La elección de la Corte es clave para darle justicia al pueblo, no a los grupos de poder ni a los grupos políticos, sino al pueblo; tenemos que elegir una Corte que haga justicia para todos».

Desfiles en San Pedro Sula

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Alcalde de San Pedro Sula Roberto Contreras junto a su esposa Zoila Santos durante la celebración del 15 de septiembre. Foto CC/Amílcar Izaguirre.

En San Pedro Sula, los denominados «Desfiles Refundacionales» fueron encabezados por el alcalde sampedrano, Roberto Contreras. También hubo presencia de las cúpulas de la Policía Nacional y Cuerpo de Bomberos; además, desfilaron grupos militares pertenecientes a la 105 Brigada y otros pertenecientes a la Anapo.

Miembros del FNRP en San Pedro Sula también participaron en estos desfiles patrios, pero, a diferencia de Tegucigalpa, en la capital industrial ocuparon la última posición en el orden del desfile.

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Jóvenes de la banda de guerra del Instituto José Trinidad Reyes (JTR) en San Pedro Sula participan de la celebración del 15 de septiembre en San Pedro Sula. Foto CC/Amílcar Izaguirre.

«Nos sentimos contentos porque estamos declarando que nuestra patria será libre. Todavía no es el tiempo porque nuestra compañera apenas lleva siete meses de gobierno y está limpiando los desórdenes que quedaron. Estamos con dificultades, pero vamos a salir adelante», dijo a Contracorriente Edna Morán, exdiputada de Libre.

Alumnos del instituto privado Jesús de Nazareth, uno de los 30 colegios de San Pedro Sula, desfilaron portando una enorme pancarta que rezaba «educar para refundar». Philip, uno de los estudiantes que la cargaba, manifestó que —desde su perspectiva— esa frase significa que los están educando para ser el futuro de Honduras, «para fomentar una mejor enseñanza a los que vienen».

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Miembros del Frente Nacional de Resistencia Popular participan en los actos conmemorativos del 15 de septiembre en San Pedro Sula. Foto CC/ Amílcar Izaguirre.

Jorge Bonilla, maestro del Instituto Hondureño Técnico Alemán, explicó que para él la frase «educar para refundar» es parte de la fiesta cívica: «Durante yo he tenido uso de razón, siempre ha habido este tipo de eventos, es un fervor patrio —más que todo— y ojalá que sea ejemplo para la juventud y para las siguiente generaciones», dijo.

Bonilla espera que haya más apoyo e inversión en la educación: «Esperemos que sí, yo trabajo en educación técnica y esta necesita un giro bastante grande. Mucha inversión».

Fotografía y texto: Jorge Cabrera

«Estamos tan contentas de haber participado en el desfile, aunque primero nos insultaron y tiraron cosas, pero aquí estamos porque tenemos derechos y Honduras es un Estado de derecho», dijo Dulce Pamela Guifarro, al momento de salir del desfile que hizo la Asociación Kukulcán el 15 de septiembre, día en que se celebra el 201 aniversario de la Independencia de Centroamérica del Imperio Español. 

Apartando un espacio para poder desfilar, miembros de algunos colectivos representativos de la comunidad LGBTI+ en Honduras se vieron sumergidos en una marcha multitudinaria del Partido Libertad y Refundación (Libre), mismo que ahora está en el poder. A su lado avanzaba en un Jeep blanco el asesor presidencial José Manuel Zelaya. «Él no va lograr humillarnos, nosotras no llegaremos hasta el estadio por temor que nos tiren agua, pero terminaremos nuestra participación», dijo Rubí Pino, quien desfiló el 15 de septiembre en el marco de las «Fiestas Cívicas Refundacionales», que este año generaron varias controversias. 

La primera controversia fue el cambio de nombre de los desfiles a «Fiestas Cívicas Refundacionales», y, por otro lado, la participación oficial de la comunidad LGBTI+, que generó un discurso de odio por parte de congregaciones religiosas, y un discurso ambiguo sobre los derechos civiles de esta población por parte del Gobierno.

La Asociación de Pastores de Tegucigalpa (APT), a través de un comunicado oficial, hizo un llamado al Gobierno de la presidenta Xiomara Castro y al ministro de Educación, Daniel Esponda, para no permitir la participación de la comunidad LGBTI+ en los tradicionales desfiles.

«Si la señora Xiomara presidenta de Honduras permite que participe esta comunidad estará dando una clara oposición a los principios y valores que nosotros tenemos como familia en los últimos 100 años. Queremos honestidad, integridad, honradez, tanto en los que nos gobiernan como en futuros gobernantes», dijo días antes de los desfiles Leopoldo Villacorta, vicepresidente de la Asociación de Pastores de Tegucigalpa.

En la campaña política, el Partido Libre se vio acompañado por movimientos LGBTI+, y varias promesas de apoyo a este sector se desprendieron de ese apoyo en las elecciones de 2021. Algunas promesas fueron: adoptar un protocolo de investigación y administración de justicia durante los procesos penales para casos de personas LGBTI+ víctimas de violencia; diseñar e implementar un sistema de recopilación de datos y cifras vinculadas a los casos de violencia contra las personas LGBTI+; y, ahora, se le suma la reforma a la ley del Registro Nacional de las Personas (RNP), que trata de que porten su tarjeta de identidad con fotografía y nombre según su identidad de género.

Tras el reconocimiento de responsabilidad internacional por parte del Estado de Honduras con la sentencia emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH) en el caso de Vicky Hernández, el Estado reconoció culpabilidad y responsabilidad por el crimen, el cual se condena como una flagrante violación a los derechos humanos y se comprometió con medidas que beneficien a la comunidad LGBTI+.

Sin embargo, en este mes la preocupación de los pastores evangélicos y de algunos institutos de educación privados fue que se visibilizara a este colectivo en las fiestas patrias. Institutos de estudios privados tomaron por decisión no inscribirse en la celebración de las fiestas patrias y padres de familia dieron a conocer que no tomarían parte este año, según Carlos Sebillón, Presidente de la Asociación Nacional de Instituciones Educativas Privadas de Honduras. 

Durante la celebración del Día de la Bandera, el 1 de septiembre de 2022, el ministro de Educación, Daniel Esponda, dijo a este medio que la presidenta Xiomara Castro había dejado muy claro su mensaje: «Ha planteado la necesidad de seguir luchando por nuestra verdadera independencia. En ese sentido, le reitero una vez más que la Constitución de la República establece que todas y todos los ciudadanos hondureños somos iguales. Todo el pueblo hondureño que nos quiera acompañar en el Estadio Nacional lo invitamos y que nos acompañe. Esta es una fiesta patria, una fiesta cívica y debemos de buscar precisamente esos principios».

Dulce Pamela dice que «sería un mal precedente que en esta ocasión no se nos tomara en cuenta y que no se nos aceptara en ninguna marcha, cuando nosotros siempre hemos estado presentes en todo lo que hace el Partido Libertad y Refundación. Nosotras, como mujeres trans y con los deseos de celebrar nuestra independencia, siempre vamos a participar, ellos acepten o no acepten». 

La asociación Kukulcán se presentó el jueves 8 de septiembre 2022 a las instalaciones del Ministerio Público a interponer una denuncia en contra de la APT, en la cual acusan a la ATP de promover el estigma, discriminación y violencia contra la población LGBTI+. 

«Tenemos nuestro grupo de abogados listos para defender lo que es los principios y valores –dijo el pastor Leopoldo Villacorta al saber de la demanda iniciada en contra de su asociación–. Y aquí también nosotros igual llamamos a la población en el sentido de ¿dónde están?, ¿porque no defienden los valores? ¿por qué permitir que nuestros hijos tengan un conflicto por ideologías?». 

«Antes los otros gobiernos no se pronunciaban –comentó Edgardo Javier Medina, director de la Asociación Kukulcán–. Me refiero al Gobierno del expresidente Juan Orlando Hernández. Este actual Gobierno se pronuncia en apoyo, pero las actuaciones son otras, y es delicado. Nosotros estamos hoy aquí haciendo esto ante las instancias nacionales (el Ministerio Público) denunciando este atropello de estos pastores. Si no hay respuesta a nivel nacional, nos vamos a la Comisión Interamericana. Este Gobierno lo colocamos nosotros luchando en las calles y no es posible que nos den la espalda».

Durante la celebración del Día del Orgullo LGBTI+, el 28 de junio de este año, una representación de organizaciones fue invitada a participar en un espacio a lo interno de Casa Presidencial promovido por la presidenta Castro. En ese momento, todas las autoridades que estaban ahí manifestaron su total apoyo y su apertura para el tema de la propuesta de reforma del anteproyecto de Ley del Registro Nacional de las Personas (RNP) que permita cambios de nombres en la comunidad LGBTI+. 

«Tuvimos acercamientos con la Procuraduría General de la República, con el RNP y hace aproximadamente tres semanas y media, en agosto 2022, tuvimos una última supuesta reunión con estas dos autoridades, pero no hemos recibido nada. Nos manifestaron que a finales de agosto o principios de septiembre de 2022 iba a empezar el proceso como tal, pero ya llevamos nueve días de septiembre y seguimos esperando», dice Grecia O’hara, quien entonces participó en la reunión en Casa Presidencial como representante de la comitiva de personas trans de Honduras.

Para Grecia, molestarse por no participar en las marchas de fiestas patrias debería de estar fuera de la cabeza de la comunidad: «Los desfiles son una actividad cívica que realmente es una decisión de cada organización ir o no, y hacerlo para solo exponerse al peligro que les puede generar no me parece. Lo que realmente causaría molestia y una ruptura total con el Gobierno actual con la comunidad LGBTI+ es que no atienda nuestra solicitud por la que tanto luchamos para que se reforme la ley en el RNP».

El 13 de septiembre de 2022, de último momento, el asesor presidencial Manuel Zelaya a través de un video convocó a las bases del Partido Libre a salir marchando del mismo lugar de donde saldrá la comunidad LGBTI+, algo que no se tomó bien por parte de la comunidad LGBTI+. «Pienso que es una treta política para calmarnos o para hacerse ver bien el Gobierno, pero no caeremos en ese juego y esperemos no recibir ningún maltrato», dijo Mia Antonella, una de las chicas trans. 

Durante los desfiles, la ministra de Derechos Humanos, Natalie Roque, acompañó a los distintos colectivos LGBTI+ que desfilaron. Roque asegura que las personas LGBTI+ han sido víctimas de un discurso de odio propagado por los sectores conservadores de Honduras. Además, recordó que, según la Constitución de la República y los distintos tratados internacionales, las personas deben de «vivir libres sin importar su género, edad, etnia, orientación sexual, entre otros».

La ministra también afirmó que la Ley de Identidad de Género, una de las medidas que debe cumplir el Estado hondureño, será una realidad en el país después del perdón público emitido por Xiomara Castro este año.

Wilfredo Miranda Aburto
San José, Costa Rica

El sacerdote Uriel Vallejos se internó una madrugada de finales de agosto en las veredas de la frontera entre Nicaragua y Costa Rica. Llevaba dos mudadas, un par de botas y zozobra. “Póngase en las manos de Dios”, le dijo el coyote que lo condujo por puntos ciegos al exilio. “Si usted está circulando lo pueden apresar y llevar a la cárcel”.

El religioso huía entre la oscuridad porque el gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo llevaba casi un mes persiguiéndolo. El 1 de agosto la policía, el principal brazo represor del gobierno, cerró la radio que Vallejos dirigía en la ciudad de Sébaco y luego fue sitiado en la curia de su parroquia, la Divina Misericordia, donde pasó encerrado cuatro días comiendo pan, agua y yogurt. Después, la vicepresidenta Murillo ordenó trasladarlo a Managua para recluirlo en el Seminario Nacional Nuestra Señora de Fátima. Allí le asignaron custodia policial y tenía prohibido volver a Sébaco, en el departamento de Matagalpa, cuya diócesis es dirigida por el obispo Rolando Álvarez, también secuestrado policialmente esos mismos días. Hoy monseñor Álvarez está bajo casa por cárcel y el cardenal Leopoldo Brenes, según fuentes católicas, le ha pedido a sus clérigos que en las homilías no se hable de él. 

Vallejos burló el cerco policial y llegó a Costa Rica. No se refugió en ese país, como sí lo han hecho unos 120,000 nicaragüenses, sino que lo usó de trampolín para llegar a Roma. Frente a la imagen de San Francisco y Santa Clara de Asís anunció su exilio y denunció la persecución que sufre en estos días la Iglesia Católica de Nicaragua. Este sacerdote es uno de los cinco religiosos que se han exiliado en las últimas semanas. El pasado martes cuando el párroco Juan de Dios García intentó volver a Nicaragua desde Estados Unidos, donde realizaba un viaje familiar, las autoridades migratorias sandinistas le negaron el ingreso, imponiendo destierro. 

La persecución a la Iglesia desatada por el régimen Ortega-Murillo en las últimas semanas es una escalada más en la represión total que se sufre en Nicaragua. Al hostigamiento de religiosos, se suma el cierre de otro centenar de organizaciones de sociedad civil, cuyos edificios han sido confiscados; la aprobación de una ley de bienes y raíces para castigar a las propiedades de opositores, la persecución contra los periodistas del diario La Prensa, el arresto constante de más activistas en las ciudades de Managua, León y Nueva Guinea. Cuatro directivos de las estructuras municipales de la Unión Democrática Renovadora (Unamos), antes Movimiento Renovador Sandinista, fueron detenidos este lunes 11 de septiembre y al menos tres más están siendo asediados por la policía en el contexto de las fiestas patrias.

Ni Dios ni Patria: presos políticos, persecución religiosa y barbaridad en la dictadura de Nicaragua | crisis en nicaragua daniel ortega religion católica en nicaragua 2022 represión padre uriel vallejos
El Presbítero Uriel Vallejos salió de Nicaragua por puntos ciegos hacia Costa Rica. Foto: Cortesía.

El 31 de agosto, después de múltiples demandas de los familiares, quienes denuncian malos tratos y pésima alimentación en la prisión de El Chipote, el gobierno presentó por primera vez en más de un año a los presos políticos. La mítica exguerrillera Dora María Téllez fue presentada demacrada y traslúcida por la falta de sol y, al igual que los otros presos políticos, con signos de desnutrición. 

La exguerrillera sandinista e historiadora Mónica Baltodano sostiene que Ortega se ha ensañado contra los sandinistas disidentes y figuras claves en la lucha contra la dictadura de los Somoza porque los considera traidores. Sostiene que si no hubiese exiliado en Costa Rica después que su organización no gubernamental fue allanada por la policía, hoy estaría presa junto a Dora María Téllez. 

“Nunca esperé que el régimen de Daniel Ortega llegara a estos extremos, de torturar presos políticos y perseguir a todos. Nosotros fuimos los primeros en advertir que se venía una nueva dictadura en Nicaragua. Sobre todo en su primera reelección fuimos enfáticos en señalar lo gravísimo de permitírselo porque estaba develando totalmente su plan dictatorial, pero no pensamos que iba a llegar a arrestar a Hugo Torres y lo iba a dejar morir como perro. Lo que está haciendo con los presos políticos es debilitarlos desde el punto de vista físico, subjetivo y de su equilibrio”.

La presa política Suyen Barahona, presidenta de Unamos Ni Dios ni Patria: presos políticos, persecución religiosa y barbaridad en la dictadura de Nicaragua | crisis en nicaragua daniel ortega religion católica en nicaragua 2022 represión
La presa política Suyen Barahona, presidenta de Unamos, fue presentada en los juzgados de Managua con una pérdida de peso que sobrepasa las 30 libras, según sus familiares. Foto: Cortesía.

El impacto de los presos políticos famélicos fue un fuerte golpe emocional para sus allegados, como lo siente Baltodano con Dora María Téllez, pero también dejó claro que los Ortega-Murillo siguen radicalizando su postura. 

“Se radicalizan más y su poder descansa en las armas y el terror que infunde, en especial la policía. Ortega logró construir una subordinación total de las instituciones que lo ha convertido en uno de los dictadores con más control de los demás poderes en la región. En el tiempo del somocismo había fisuras en el Poder Judicial y en la Asamblea Nacional; podías escuchar a algunos diputados criticar, pero ahora todo está absolutamente subordinado a la pareja presidencial. Tenemos un Parlamento haciendo, diseñando leyes como camisa de fuerza para la oposición; leyes orientadas específicamente a asfixiar y a aplastar todo lo que se le oponga”, dice Baltodano.

Un diálogo imposible

El obispo Monseñor Álvarez cercado en la curia de Matagalpa Ni Dios ni Patria: presos políticos, persecución religiosa y barbaridad en la dictadura de Nicaragua | crisis en nicaragua daniel ortega religion católica en nicaragua 2022 represión
El obispo Monseñor Álvarez cercado en la curia de Matagalpa antes de ser capturado y trasladado a Managua, donde le han impuesto casa por cárcel. Foto: Cortesía.

Este martes 13 de septiembre, 45 países que forman parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) condenaron ante el Consejo de Derechos Humanos de ese organismo la brutal represión impuesta por el régimen y las constantes violaciones a los derechos de asociación, expresión y religiosa de los nicaragüenses.

“Nicaragua ha continuado reprimiendo los derechos a las libertades de reunión pacífica y asociación, y de religión”, destaca el documento. El grupo de países lamentó que el régimen sume más de mil organizaciones civiles y una docena de universidades canceladas, “impactando el derecho a la educación”. Destaca que también empeoró el “disfrute” de la libertad de opinión y expresión, con más de cien periodistas obligados al exilio y una decena de radios y televisoras censuradas en agosto.

“Los embates a la libertad de asociación se han incrementado de manera exponencial. Este año se ha cancelado la personalidad jurídica de 1.512 organizaciones de derechos humanos, de asistencia al desarrollo, asociaciones profesionales, incluidas médicas, y entidades asociadas a la Iglesia Católica”, dijo un representante del organismo en el marco del 51° período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que se lleva a cabo del 12 de septiembre al 7 de octubre en Ginebra, Suiza. 

La ONU sugirió a los Ortega-Murillo dialogar, pero el último acercamiento que intentó Colombia dejó claro que no es una opción en el tablero de Managua. “Durante el examen periódico universal, siete Estados también lo recomendaron (el diálogo) y si bien Nicaragua aceptó cuatro de esas recomendaciones, el diálogo hasta el día de hoy no se ha reanudado, a pesar del anuncio del presidente Daniel Ortega, en 2021”, remarcó la ONU.

La presentación de los presos políticos el pasado 31 de agosto coincidió con un acercamiento con “fines humanitarios” que intentó el nuevo gobierno colombiano de Gustavo Petro con los Ortega-Murillo. Sin embargo, el canciller de Colombia, Álvaro Leyva, dijo que las cosas de orden público “no se pueden tratar a las patadas”, como lo ha venido haciendo Ortega, tampoco “metiendo a los amigos en la cárcel, ni acabando con las asociaciones nacionales defensoras de derechos humanos”. “Esto ha sido una barbaridad”, lamentó. 

La negociación fracasó. 

Ante una oposición y sociedad civil desarticulada, la comunidad internacional se ha dado de bruces con el orteguismo y la receta, hasta ahora poco efectiva, parece no variar mucho. Baltodano cree, que en este momento, Ortega y Murillo se “están saliendo con la suya”. “No existe todavía una fuerza ni nacional ni internacional que diga hay que ponerle fin a esta dictadura”, dice en San José, Costa Rica, donde está exiliada desde 2021, cuando su antiguo compañero de lucha emprendió una cacería contra todos los liderazgos opositores que le permitió perpetuarse en el poder, a través de unas elecciones sin competencia. 

Financiamiento internacional aún oxigena

Monica Baltodano
La comandante guerrillera sandinista, Monica Baltodano, perseguida por los Ortega-Murillo se exilió desde 2021 en Costa Rica. Foto: Carlos Herrera | Divergentes.

El exdiputado Eliseo Núñez sostiene que los Ortega-Murillo han criminalizado “todo” para consolidar un régimen totalitario. “En este momento están tratando de desmontar la red de la Iglesia Católica para evitar que por ese lado le pueda venir una línea discursiva que permita que la oposición tenga espíritu de cuerpo. Porque una de las cosas que perdés en estos regímenes es el espíritu de cuerpo. Rompen con el tejido social, pero antes rompen los tejidos organizativos. Por eso se criminaliza la libertad de asociación. El ataque que recibió la sociedad civil y la Iglesia es parte de lo mismo. Hacen que te sientas absolutamente solo. No quieren que nadie asista a una misa y escuche una homilía crítica”, analiza Núñez. 

Baltodano y Núñez coinciden que mientras Ortega y Murillo puedan seguir garantizando recursos para que su engranaje represivo funcione, el régimen seguirá a flote. “Él ha tenido el financiamiento de la represión en las IFI (Instituciones Financieras Internacionales). Lo que el BID y el Banco Mundial le quitaron, ahora se lo da el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). Mientras él tenga esa capacidad de pagar su planilla y de sostenerse económicamente, crear inversión pública para poder dar empleo y mantener al círculo de empresarios que está alrededor de él, Ortega va a poder sostenerse en este modelo, pero es un modelo que es fácil pararlo desde afuera. El único que es difícil de sostener de los pilares que sostiene a la dictadura es el pilar de las remesas”, dice Núñez. Y agrega: “El otro pilar de las exportaciones es muy incierto porque su principal cliente, que es Estados Unidos, en cualquier momento puede cerrar el chorro”.

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Rosario Murillo y Daniel Ortega en un acto partidario en plaza pública antes de 2018. Foto: Carlos Herrera | Divergentes.

Aunque de manera tibia, en Washington se han impuesto algunas medidas económicas en los últimos meses para presionar al régimen de Ortega-Murillo. El miércoles 20 de julio, Washington dio una prueba de que puede frenar las importaciones: excluyó a Nicaragua de la cuota azucarera de su año fiscal 2023 en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Este golpe a los azucareros se traduce en “un mensaje” a otros sectores empresariales que todavía se encuentran cómodos con el régimen de Ortega-Murillo, según fuentes económicas vinculadas al CAFTA-DR. El principal perjudicado fue el magnate azucarero Carlos Pellas quien, hasta hoy, ha mantenido una postura muda frente a los embates represivos del régimen. 

“Lo más importante es la señal que está enviando Estados Unidos de que, así como le está haciendo con el sector azucarero, también se lo pueden hacer a otros sectores importantes como lo son el tabaco, la carne y otros que tienen cuotas preferenciales con Estados Unidos”, dijo un economista que trabajó como consultor en las negociaciones del CAFTA entre 2003 y 2004. 

A finales de agosto, el gobierno Biden empezó a considerar frenar importaciones desde Nicaragua, al bloquear algunos de los rubros más importantes a través del CAFTA-DR. Otras voces en Washington proponen ir más allá. El senador Marco Rubio hizo un llamado a la administración Biden para que aplique sanciones directas a los funcionarios del régimen y suspenda los beneficios del Tratado de Libre Comercio. 

Poder absoluto

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Las elecciones de 2021, en las que Ortega y Murillo se reeligieron sin competencia, estuvieron marcadas por el abstencionismo ciudadano y la presencia policial. Foto: Divergentes.

Mientras este panorama sigue trabado, a Baltodano le preocupa la menguante salud de los presos políticos, cuya permanencia en prisión puede extenderse de cara a las elecciones municipales fechadas para noviembre próximo. En ellas el sandinismo “consolidará el poder absoluto” en las localidades, de acuerdo a la organización Urnas Abiertas. 

“Ortega va a aniquilar a toda la oposición y no pensé que se pudiera llegar a tal grado de criminalidad, al punto que persigue a figuras históricas del sandinismo o nos ha llevado al exilio, donde nos persiguen con métodos diferentes: con hostigamiento fiscal, financiero; nos niegan el pasaporte en los consulados o la licencia de conducir… trata de reducirnos a una inexistencia ciudadana”, lamenta Baltodano, quien cree que la eventual muerte de Daniel Ortega no resuelve el acertijo de la represión en Nicaragua. “Con la muerte de Ortega se debilitaría la dictadura, pero hay construido todo un esquema de poder que podría permitirles maniobrar a sus heredero. Ya ves lo que pasó con Somoza García: no sirvió para nada su desaparición física y esa dictadura continuó. Lo esencial es cómo los nicaragüenses seamos capaces de organizar fuerzas dentro y fuera de Nicaragua, que no nos conduzcan a las transformaciones de fondo; al proceso de transición que necesita Nicaragua para reconstruirse como República”.

El problema de la nueva ley del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad en Honduras es político. La ley actual es insostenible por su inconstitucionalidad, pero sirvió para concentrar el poder político y preservarlo a través de un sistema de lealtades de otros órganos del Estado y de los militares. ¿Cómo preservar el equilibrio de fuerzas políticas, sobre todo con los militares, pero con una integración diferente del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad?


Texto: Otto Argueta
Fotografía: Jorge Cabrera

Uno de los principios de la teoría de sistemas es la diferenciación funcional, es decir, un conjunto de acciones específicas interconectadas crean un sistema que tiene funciones claramente diferentes respecto de otros sistemas. Mientras más diferenciadas son las funciones de cada sistema —y con ello sus límites— más eficientes son, menos compleja su comprensión y, por lo tanto, menos difícil su sofisticación y autoreproducción. 

El postulado de la diferenciación sistémica es altamente constatable en la biología y en la cibernética, por distantes que parecen esos dos mundos. Mucho más complejo es trasladar ese principio a las sociedades humanas por el hecho de que todo lo que se haga en ese ámbito depende de la voluntad, subjetividad e intereses de personas individuales quienes, a pesar de lograr grandes proezas colectivas, tienen una gigantesca limitación para desprenderse racionalmente de sus sesgos en el momento de pensar, comunicar y llevar a cabo tareas que involucren nuestro rasgo evolutivo más distintivo: el poder. 

El postulado es, entonces, que un Estado que pone la política al servicio de aumentar la diferenciación de sus sistemas —y con ello su eficiencia y claridad— reduce la incertidumbre. Sin embargo, esa teoría sirve en Centroamérica solo para entender lo contrario del postulado: la superposición, mezcla e interferencia de luchas de poder e intereses individuales y sectoriales aumenta la incertidumbre y, con ella, la inestabilidad. De ahí que los retos que enfrenta la burocracia del Estado (incluida aquí la de los tres poderes más el municipal) no son de técnica administrativa o de reingeniería institucional, porque para eso hay suficientes expertos y recursos nacionales e internacionales, sino que son, por definición y tradición, retos producidos por problemas políticos.

El problema de la nueva ley del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad en Honduras es político. De ahí que todo el debate jurídico y técnico está empantanado porque, al final de cuentas, lo que se haga con el Consejo recae sobre el infértil terreno de la desconfianza. Honduras es hoy una sociedad fragmentada que arrastra la sombra de un gobierno autocrático y mafioso que persiste no solo a través de personas de ese gobierno que aún tienen poder dentro del Estado sino, sobre todo, porque nuevas y viejas autoridades reproducen prácticas políticas —llamémosle política informal— que son muy efectivas para ejercer el poder y preservarlo.

Es cierto que el cambio de gobierno fue el resultado de grandes expectativas ciudadanas, pero no hay que olvidar que la expectativa no es sinónimo de confianza. Por esa razón, en materia de confianza, la forma en que se toman las decisiones es, por lo regular, más importante que la decisión misma. En eso los países centroamericanos salimos mal calificados porque confundimos confianza con autoridad, lo que fácilmente conduce al autoritarismo populista que ahora se legitima con el imperio de los «likes» o de los «seguidores». ¿Por qué, entonces, esta nueva ley es tan importante y tan polémica?

Instrumentos para la conducción civil y democrática de la seguridad… O para todo lo contrario

Los consejos de seguridad existen en muchos países, de muchas formas y desde hace mucho tiempo. En América Latina, la reciente ola de estos consejos inició con la transición a la democracia durante las décadas de 1980 y 1990, cuando el modelo de estados organizados en torno a la doctrina de la seguridad nacional y sus expresiones contrainsurgentes se agotó en un derrame de sangre que todavía hoy sigue fresca.

El cambio llegó frente al inevitable fin de la bipolaridad global marcado por la Perestroika iniciada en 1985 y la caída del muro de Berlín en 1989, entre otros hechos de orden geopolítico. Ese período no fue «el fin de la historia», como se proclamó. Fue el inicio de una nueva etapa del capitalismo global que impulsó la liberalización de las economías y la democratización de los estados que anteriormente fueron aliados y beneficiarios de uno u otro bloque en la contienda ideológica de la guerra fría. 

El neoliberalismo y la democracia fueron las disonantes melodías con las que se orquestó el rediseño de los estados y la proliferación de expectativas de bienestar y paz que poco se cumplieron. En Centroamérica, eso se tradujo en la imposibilidad de democratizar unos estados precarios con élites políticas y económicas que aprovecharon el neoliberalismo para saquear las instituciones y hacer crecer sus fortunas. Una clase política rentista surgió de ahí, burócratas especialistas en crear leyes e instituciones democráticas y a la vez trastocar sus funciones en beneficio de mafias corporativas.

La seguridad fue uno de los temas prioritarios de la agenda de reforma del Estado en ese momento. Era necesario contrarrestar el gigantesco poder político y económico que los militares lograron luego de décadas de haber liderado la contrainsurgencia y que tuvo como resultado el estancamiento y aislamiento económico, además de una larga lista de violaciones a derechos humanos con miles de víctimas. La reforma al sector seguridad fue entonces el paradigma que proponía una reingeniería institucional orientada a reducir la injerencia de los militares en la vida política del país, reducir el tamaño y costo de los ejércitos, limitar sus funciones a la defensa del territorio ante amenazas externas y diferenciar sus funciones respecto instituciones policiales también en proceso de reforma. La reforma al sector seguridad también incluyó reformar y diferenciar los servicios de inteligencia que durante décadas estuvieron controlados estrictamente por militares y crear servicios de inteligencia civiles y diferenciados, por ejemplo: inteligencia civil, inteligencia militar, inteligencia estratégica, inteligencia policial.

Se trataba de un largo proceso en el que, por un lado, se tenía que reeducar los militares para que entendieran y asumieran su función en la democracia y la vida política civil y, por otro lado, educar a los civiles —políticos, empresarios y sociedad civil en general— en la vida democrática que implicaba no recurrir a los militares para asegurar su poder y sus negocios. El paradigma les atribuía a los controles democráticos una función fundamental, el fiscalizar la actuación de las autoridades, evidenciar sus excesos y distorsiones con apego a los principios democráticos y los derechos humanos. Para lograr eso, se promovió la creación de comisiones legislativas especializadas en la fiscalización de todo lo relacionado con la seguridad, la creación de organizaciones de la sociedad civil especializadas en el tema y la elaboración de reglamentos internos con mecanismos de fiscalización con relativa autonomía. También se buscó redefinir conceptos básicos de la seguridad con apego a los principios democráticos y, por lo tanto, alejados de la visión militarista que había prevalecido hasta ese momento. Esos conceptos también debían delimitar claramente la diferencia de ámbitos de seguridad (interna y externa) para así diferenciar los roles de las instituciones. Finalmente, se pensó en que la definición del bien a proteger debía tener en el centro a la persona humana y no al Estado, como en el caso de la doctrina de seguridad nacional, y, sobre esa base, las políticas de seguridad y defensa debían ser elaboradas garantizando su diferenciación. De ahí surgieron conceptos muy importantes como seguridad ciudadana, seguridad humana, seguridad democrática (la versión centroamericana no la versión colombiana uribista del concepto), seguridad multidimensional, etc.

En ese contexto de reformas institucionales de gran envergadura, surgió la necesidad de reorganizar las principales instituciones del Estado garantizando, en una lógica piramidal, la primacía de los presidentes civiles en la definición de las políticas de seguridad y defensa. Esa lógica priorizaba la coordinación interinstitucional para sustituir la anterior concentración de la función de seguridad en manos de los militares. Abundaron los modelos internacionales para referencia en Centroamérica, pero, al final, todos coincidían en que los presidentes civiles debían ejercer el mando de la política de seguridad y defensa y sus ministros (defensa, seguridad, relaciones exteriores) debían asumir la ejecución de esas políticas a través de sus entes operativos como la policía, fuerzas militares y servicios de inteligencia. Estos últimos debían tener su propio espacio de coordinación —en algunos casos en la forma de sistema de inteligencia— pero siempre bajo la coordinación de un consejo civil liderado por la presidencia de la república y no por los militares.

Los consejos de seguridad fueron considerados como la instancia de coordinación técnica y política por excelencia para que la gestión de la seguridad tuviera un carácter civil y diferenciado por especializaciones que se coordinan en torno a una política de seguridad y otra de defensa. En algunos casos, los consejos fueron parte de un sistema de seguridad que incluía otras instituciones especializadas en amenazas que ponen en riesgo la vida e integridad de las personas pero que no son del ámbito tradicional de la seguridad interna y externa, por ejemplo: la gestión y manejo de desastres por eventos naturales. 

Cada país adaptó los principios básicos de los consejos de seguridad y defensa a sus propios contextos y ahí está justamente el problema. No es la falta de modelos o expertos técnicos en ingeniería institucional, seguridad o defensa. Es que las reformas institucionales son procesos políticos y, como sucedió con todas las instituciones de la democracia, la clase política ha ajustado las instituciones a sus intereses inmediatos, es decir, a la preservación y expansión del poder político.

Quien controla la seguridad, controla el poder político

La seguridad —y por ende su contrapartida, la inseguridad— es, por encima de todo, un problema político. Mucho se ha estudiado ya sobre los factores estructurales, detonadores inmediatos, factores de riesgo, amenazas nuevas, viejas y emergentes, ecología de la violencia, etc. Pero cuando se trata de analizar la gestión pública de la seguridad, entonces entramos en el terreno político. Incluso la corrupción, la cooptación del Estado, los poderes paralelos u ocultos, el nexo político criminal y mucho más que da lugar a narcoestados y cleptocracias no responde a una lógica dicotómica de «crimen malo-Estado bueno» ni se explica simplemente por falta de capacidades técnicas en las instituciones que están mal diseñadas. Basta con ver las condiciones materiales en que la policía en Centroamérica cumple su función para evidenciar que el problema es la prioridad con que se distribuye el gasto público, y ese es un asunto político.

Una de las tradiciones más poderosas que la democratización y los diferentes intentos por reformar el sector seguridad no lograron extirpar de la cultura política centroamericana es negociar con y recurrir al control de las instituciones de seguridad (militares, policías, servicios de inteligencia) para asegurar el poder, preservarlo o quitarlo. Durante todo el siglo veinte, los militares ganaron un lugar privilegiado en el Estado y en la cultura política de estos países. Los militares fueron, primero, los principales aliados de dictadores clásicos como Tiburcio Carías, Jorge Ubico, Maximiliano Hernández Martínez y la familia Somoza. Después, tomaron el control directo del Estado a través de golpes militares amparados en la doctrina de la seguridad nacional y la contrainsurgencia. En Guatemala y El Salvador, cometieron atrocidades luchando contra el «enemigo interno» y recibieron toda la ayuda de los Estados Unidos hasta convertirse en los ejércitos más poderosos del continente en esos años. En Nicaragua, los militares defendieron el Sandinismo y se enfrentaron a la «contra» financiada en parte por los Estados Unidos. La guerra de guerrillas era suficiente justificación para que los militares tomaran el control del Estado y la sociedad. Pero en Honduras no hubo guerrilla y, a pesar de eso, se instauró un Estado contrainsurgente en alianza con Estados Unidos. Si bien las dos constantes del período fueron los militares y Estados Unidos, también tuvo élites económicas que en medio de toda esa violencia se sirvieron de ambos —Estados Unidos y militares— para preservar y aumentar los privilegios de clase heredados desde muchos años atrás. Incluso en Nicaragua, con todo y su revolución, las principales élites familiares no resultaron afectadas porque Ortega —en aquel momento, gran revolucionario— supo pactar y mantener una buena relación con ellas.

Un dispositivo clave del poder político que los militares construyeron durante todos esos años fue reforzar la certeza de que solo ellos entienden y saben cómo garantizar la seguridad. En Centroamérica existen civiles expertos en estos temas, pero carecen de poder político. La certeza de que solo los militares pueden con la seguridad resulta de una combinación de varios factores. En primer lugar, lo simbólico. Somos sociedades con grandes raíces autoritarias, desde la familia hasta el Estado, y los militares simbolizan los valores autoritarios más arraigados: disciplina, fuerza, valentía, patriotismo, espíritu cristiano, masculinidad, heroísmo, Morazán, Justo Rufino Barrios, Lempira, Tecún Umán, Atlacatl, Nicarao.

En segundo lugar, la retórica. Los militares se jactan de ser incorruptibles —y buena parte de la población así lo cree— a pesar de que han estado involucrados en corrupción, narcotráfico, tráfico de especies naturales, maderas, personas, escuadrones de la muerte, etc. Eso sí, poco de eso se hace público porque, en tercer lugar, han construido un sólido blindaje de impunidad. Desde impunidad en materia de violaciones a derechos humanos, crímenes de lesa humanidad, hasta impunidad en la corrupción y el narcotráfico.

En cuarto lugar, los favores. Es común en nuestra región que haya siempre alguien que, ante una situación de inseguridad, conflicto personal o con la ley, diga «yo tengo un amigo que es militar que nos puede ayudar». Esto va desde alguien de clase media y alta que tiene acceso a un oficial militar hasta alguien de un barrio popular que conoce a un soldado raso que «algún conecte tiene». De hecho, las empresas de seguridad privada, que son un monopolio de militares en retiro, son gestoras de una red de favores que se convirtió en un negocio rentable, uno con mucho poder e impunidad.

Finalmente, lo más importante, la lealtad condicionada. Los gobiernos civiles tuvieron que entender que la democracia tenía límites y uno de ellos estaba bien marcado con una gruesa línea verde olivo. Se podían hacer reformas, como fue el caso de Guatemala y El Salvador, por ejemplo, reducir el número de elementos y el presupuesto, incluso, cambiar la doctrina para adaptarla a un discurso políticamente correcto y aceptar que las policías civiles existieran separadas de los militares, al menos en lo formal. Pero al tiempo que se hacían esas reformas, se abría la gran pista de despegue que redefinió la función militar en una sociedad democrática: la seguridad pública. Y esta se justificó de todas las maneras posibles. Las pandillas, los secuestros, el narcotráfico y hasta la migración fueron lo que justificó la creación de unidades especializadas con conducción militar y policías en lo operativo. Pero la principal justificación fue el fracaso de las policías civiles, siempre débiles, corruptas y necesitadas del acompañamiento de los expertos militares. La población, golpeada por la pobreza y la violencia, no vio mal que nuevamente los militares patrullaran con armas largas por las calles de sus barrios acompañando a unos policías mal pagados y con armas cortas.

Los militares se convirtieron en un operador político más, con asesores en los partidos políticos y hasta en algunas organizaciones de sociedad civil y empresas. Se adaptaron hábilmente a los nuevos tiempos, incluso con organismos internacionales y de cooperación. Se hicieron necesarios. Se hicieron inevitables.

Con ese legado y tomando en cuenta que en Honduras no hubo un proceso formal de reforma militar, se creó el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad justificado en los objetivos de la época: dar prioridad a la conducción civil de la seguridad. Sin embargo, fue rápidamente adaptado al contexto y necesidades políticas del momento pues los militares ya tenían unos años de estar retomando su lugar en la palestra pública para finalmente patear la puerta con el golpe de Estado de 2009 y ocupar un lugar privilegiado en la toma de decisiones políticas. Juan Orlando Hernández terminó de construir el andamiaje institucional que militarizó la seguridad pública, así como varias instituciones que nada tenían que ver con la seguridad y la defensa. El Consejo Nacional de Defensa y Seguridad sirvió para concentrar el poder en el Ejecutivo y subordinar a los dos poderes del Estado, pero la lealtad militar ya estaba garantizada para ese momento, tenían un lugar en la seguridad pública, la Policía Militar del Orden Público y otras prebendas administrativas incluida la impunidad, los contratos con el Estado y, por supuesto, la protección a algunos militares emprendedores de negocios ilícitos.

Técnica y democráticamente, ese Consejo fue una aberración para la democracia, ampliamente aceptada porque era conveniente para preservar el poder, defenderlo y concentrarlo. A ninguno de los que participaron en él se le forzó o, al menos, no protestó por haberlo integrado. Como instrumento político, produjo réditos para todos los beneficiados por el régimen autocrático, incluido el Partido Nacional, que fue gobierno en ese momento. En materia de seguridad, es difícil evaluar su efectividad, pues impuso la secretividad como norma. Juan Orlando Hernández no habría sido lo que llegó a ser sin la lealtad militar. Es una regla de dictadores en América Latina que para preservar su poder frente a protestas multitudinarias, denuncias internacionales, escándalos de corrupción y violaciones a derechos humanos, aislamiento y cualquier expresión de oposición, se debe contar con la lealtad de sus ejércitos.

Esa lealtad ofrece a cambio no solo unos cuantos miles de hombres entrenados, armados y disciplinados para reprimir cualquier manifestación de protesta. Ofrece también inteligencia, es decir, información fiable sobre todo aquello que represente una potencial amenaza al régimen. También ofrece el control de otras instancias públicas que tienen el mandato de producir información de inteligencia, como la policía y el mismo Ejecutivo. Y sobre todo, ofrece el símbolo de fuerza leal al gobernante, sea democrático o no.

El problema político de la ley del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad

El gobierno de Xiomara Castro tiene que reformar ese Consejo. La pregunta no es una sobre qué tipo de modelo se copiará o, en el mejor de los casos, se adaptará. Puede ser el mexicano, venezolano, nicaragüense, ruso o norteamericano. Se ha desviado mucho la atención al tema del modelo a seguir por asuntos de pánico ideológico. Tampoco es un problema de falta de expertos, porque hay —y bien calificados—, y no es un problema de voluntad política, simplemente porque el gobierno no tiene otra opción más que cambiar la ley actual. A estas alturas es insostenible la aberración que dejó Hernández, comenzando porque abiertamente atenta contra la Constitución de la República en lo relacionado con la independencia de los poderes del Estado. El gran reto es cómo reformar la integración y funciones del Consejo sin alterar el equilibrio de poder que implica la gestión de la seguridad en sociedades no democráticas y con serias tendencias autoritarias y populistas. 

Xiomara Castro, como presidenta de la República, es la Comandante General de las Fuerzas Armadas de Honduras. Sabemos que eso es una formalidad conveniente para todos en sociedades en las que los militares tienen un gran poder político formal e informal. Los presidentes civiles centroamericanos deben aceptar que tienen el mando simbólico, pero no el mando real de las fuerzas armadas. A pesar de que el ministro —como todos los ministros— tiene un puesto político cuya principal función es coordinar la implementación de políticas públicas dictadas por el Ejecutivo, lo debe hacer a través de las instancias especializadas, en este caso, las Fuerzas Armadas que, por rango, antigüedad y espíritu corporativo, obedecen al jefe del Estado Mayor Conjunto. Durante las décadas de gobiernos militares, las Fuerzas Armadas lograron autonomía política; reducirla fue uno de los retos más grandes de la democratización y de la reforma del sector seguridad. Lo que se buscó fue que las Fuerzas Armadas estuvieran políticamente subordinadas al poder civil y apegadas a las normas democráticas. Pero lo que se logró en la práctica es una doble institucionalidad: el ministro, que es representación política, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, que es la autoridad militar real.

Los militares preservan prerrogativas legales que les proveen un amplio poder político. La Constitución les delega responsabilidades de orden político que no han sido adaptadas a la vida democrática. Pero la institución militar sí logró adaptarse y todavía así preservar su poder político. El mejor ejemplo es el golpe de Estado de 2009: no fue igual a los de antaño en donde la institución militar rompía de manera directa y abierta el orden constitucional y lo asumía transitoriamente. En ese golpe, los militares se ampararon en una resolución de la Corte Suprema de Justicia que, por inconstitucional que haya sido, justificó formalmente las acciones militares sin consecuencias jurídicas. Incluso, tuvieron la justificación para no acatar las órdenes de su comandante general, el expresidente Zelaya. Lo mismo sucedió con el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad de Juan Orlando Hernández. Según la Constitución, los militares deben velar por la preservación del orden constitucional, que debería incluir la independencia de los poderes del Estado. Sin embargo, aceptaron que su ministro de defensa participe en un Consejo que abiertamente viola la Constitución. También se podría citar el ejemplo de la Policía Militar, que fue motivo de una polémica por su inconstitucionalidad, pero fue aceptada formalmente por haber sido una orden de su comandante general.

¿Entonces? La voluntad de acatar o no, apegarse o no a las normas y órdenes de los presidentes depende de las lealtades del momento y eso lo saben los presidentes y los ministros de Defensa. Los militares en estos países son obedientes, pero también beligerantes y poseen autonomía política informal, que es el tipo de política con el que en realidad se gobiernan estos países.

Para la familia presidencial el problema de la nueva ley del Consejo es grande. No puede seguir como está actualmente la ley, aunque, como se dijo anteriormente, se garantiza la posibilidad de concentrar el poder y dejar por un lado de una vez por todas lo que muchos funcionarios y activistas del partido Libre llaman «la ficción de la independencia de poderes de la democracia liberal burguesa». Para Juan Orlando Hernández, la independencia de poderes no era un problema porque su partido controlaba la Corte Suprema de Justicia, la Fiscalía General y el Congreso Nacional. Pero para el Gobierno de Libre esas instituciones son aún territorios en disputa. Y si bien tenerlos fuera del Consejo es inevitable, es también problemático. Se requiere entonces un Consejo que logre preservar el equilibrio de fuerzas políticas, sobre todo con los militares, pero con una integración diferente.

La cuestión se complica todavía más si se considera que para los militares tampoco es conveniente un Consejo que los deje afuera, sabiendo que su ministro de Defensa tiene una lealtad con la familia antes que con la institución armada. Ese problema no lo tenían los militares en la era de Juan Orlando, su ministro no tenía lealtades divididas. Entonces, tienen que estar adentro, pero sin provocar problemas con las escasas voces que acertadamente ven en su participación con voz y voto algo que técnicamente es incorrecto, pues para eso está su ministro. Sin embargo, son más las voces que repiten y esgrimen el argumento de que «los militares son los expertos en seguridad» y por eso deben ser parte del Consejo independientemente de su ministro de Defensa. Es decir, el ministro que responda por su familia, pero los militares que preserven su autonomía política informal.

La joya de la corona en esta contienda es el control de los servicios de inteligencia. La propuesta para la nueva ley es ambigua con respecto a este tema, lo cual es peligroso porque podría quedar un limbo jurídico en beneficio de quien tenga las llaves de esos servicios. Ya se nombró a dos policías en la Dirección Nacional de Investigación e Inteligencia (DNII), lo cual inclina la balanza del poder político hacia el campo civil y de la Secretaría de Seguridad, a pesar de que sus nombramientos se hicieron con la ley vigente y no con la nueva propuesta de ley.

El balón está en la cancha de los partidos, que en el ajedrez político son los peones que hacen la batalla. Salvo contadas excepciones, los diputados han demostrado ser ignorantes de las particularidades técnicas y sus implicaciones para la democracia y la gestión de la seguridad y la defensa. Han sido cajas de resonancia de las diferentes expresiones de demagogia ideológica: que el nuevo Consejo es copia de México, Venezuela y Nicaragua dicen unos, y que el nuevo Consejo libera a Honduras de la dictadura de Juan Orlando dicen otros. Muy pocos diputados y diputadas han señalado los problemas técnicos y políticos que la nueva ley tiene y que ponen en riesgo la democracia.

Dos ausentes: la sociedad civil y los controles democráticos

En cuestiones políticas, la forma es tan importante como el contenido, si no es que más. El proceso para aprobar la nueva ley ha sido accidentado. Hubo una presión muy fuerte para aprobar la nueva ley sin debate parlamentario. No obstante, un grupo de diputados se opuso y la propuesta se discutió, aunque ahora ese debate está otra vez estancado. Pero el debate ha sido parlamentario, en un Congreso altamente polarizado que arrastra problemas políticos desde el momento de su instauración en enero de este año y que, además, como se dijo, no se evidencia que entre los diputados domine un criterio técnico, sino más bien reina la batalla demagógica que inunda la opinión pública con desinformación.

En Honduras no hay organizaciones de sociedad civil especializadas en seguridad y defensa. Hay personas que, como la socióloga Leticia Salomón, tienen en lo individual un alto nivel de conocimiento y que son un referente regional en la materia. Pero no hay un bloque de organizaciones especializadas que puedan proponer técnicamente ajustes a la ley en cuestión desde una perspectiva democrática. Esto tiene que ver con el hecho de que el Ejecutivo tampoco es que haya invitado a la sociedad civil a discutir el tema y extraer de ahí los insumos necesarios para que el proceso fuera lo más democrático posible.

Las organizaciones que una vez denunciaron la inseguridad como una consecuencia de la mala gestión de Juan Orlando Hernández y la aberración de su Consejo de Seguridad no han dado su opinión técnica con respecto a la nueva ley del Consejo. Han hecho activismo, que es una cosa diferente. Esto incluye a la empresa privada que ha manifestado su preocupación por el país del cual aparentemente se tomó el modelo para la nueva ley, pero lo han hecho de forma reactiva, no como parte de un amplio proceso participativo de debate.

Estos temas deberían ser debatidos abiertamente con una sociedad civil diversa si lo que se quiere es dotar de un nuevo contenido a la gestión de la seguridad. Así debería ser también debatida la política de seguridad y la de defensa, y no solo confiar en «los expertos» porque entonces recaerá todo, nuevamente, en manos de militares activos o en retiro.

Las experiencias internacionales son necesarias como referentes siempre y cuando se contextualicen de manera honesta, reconociendo el tipo de clase política que hay, las trayectorias institucionales, el tipo de Estado y sociedad y los retos que implica una determinada estructura institucional. En ese sentido, los países centroamericanos, con sus aciertos y desaciertos, son más aleccionadores que un país como México, que tiene un sistema político completamente diferente, con instituciones de seguridad muy alejadas de lo que hay en Centroamérica. Lo mismo pasaría si tomamos como referente a Colombia, Argentina, Chile, Venezuela o Cuba. La pregunta a una experiencia internacional referente no debe ser cuál es el modelo que tienen, sino qué factores políticos dieron como resultado el modelo que tienen.

Para eso debería estar la sociedad civil organizada, para ser el fiel de la balanza del poder político, de las tensiones y pugnas que los temas de seguridad producen y que afectan la democracia. La sociedad civil debería estar exigiendo la inclusión de controles democráticos internos y externos en la propuesta de nueva ley. Esto incluye mecanismos de auditoría pública, legislativa y de organizaciones especializadas en temas de seguridad.

Esa sociedad civil organizada debería estar frenando el impulso demagógico de los partidos políticos y evidenciando que eso desinforma y desvía la atención de los problemas torales que la nueva ley tiene que resolver. También esa sociedad civil debería estar denunciando el problema ético que produce la «gestión familiar» del gobierno en todo sentido, pero especialmente en materia de seguridad.

En Nicaragua, Ortega creó en 2007 un consejo nacional de convivencia y seguridad ciudadana —que estaban muy de moda en esos tiempos— presidido por él y 19 integrantes que variaban entre instituciones, entidades, iglesias, organizaciones de sociedad civil —aún no las había disuelto— y hasta los bomberos. En Guatemala tomó más de diez años hacer la Ley Marco del Sistema Nacional de Seguridad que integra al Consejo Nacional de Seguridad y al Sistema Nacional de Inteligencia. Fue un largo y doloroso proceso en el que la sociedad civil especializada luchó porque se incluyeran controles democráticos y se nombrara a personal civil en todas las funciones técnicas. Duró poco, y, aunque sigue vigente, son exmilitares quienes ahora controlan el sistema nacional de seguridad, el cual sirve y protege a una cleptocracia autoritaria.

En ambos casos, los problemas actuales no tienen que ver con la falta de modelos o expertos, de esos hay bastantes, ni se resuelven rehaciendo los consejos. Por muy técnico y sofisticado que sea el diseño institucional, los consejos de seguridad serán reflejo de las intenciones políticas de los grupos de poder dentro del gobierno y se ajustarán a los cambios en esas correlaciones de poder. En Centroamérica —y Honduras no tiene por qué ser la excepción— las funciones de un sistema no se diferencian; al contrario, se mezclan entre lo técnico-específico y lo político. Uno es formal, y es para lo cual juristas y tecnócratas debaten incansablemente; el otro es informal, sucede a puerta cerrada y con apretones de mano.

Lo informal es un secreto a voces que pocas personas evidencian y que muchas tratan de desviar a través de laberintos técnicos, jurídicos o abiertamente demagógicos. Es en lo informal en donde radica el problema político que el Gobierno de Xiomara Castro enfrenta: un nuevo consejo que refunde la gestión de seguridad y abra las puertas a la seguridad en democracia o un consejo que logre preservar, en un nuevo esquema, el equilibrio político de fuerzas que, como a Juan Orlando Hernández, le garantice la lealtad de militares y otras fuerzas políticas para garantizar su gestión actual y las que planeen tener.

Por todo este enredijo de intereses humanos de poder es que Niklas Luhmann, sociólogo alemán, planteó la paradoja de que ya que la sociedad está hecha de humanos y estos introducen complejidad a los sistemas aumentando su incertidumbre; entonces, los sistemas sociales deben diferenciarse de los humanos, quienes deben estar ubicados en un sistema propio y altamente diferenciado, biológico. Es decir, la sociedad sin humanos.

Fotografía y texto: Jorge Cabrera

Desde el pasado domingo 28 de agosto de 2022, el ingeniero civil Carlos Aguilar se tomó la tarea de tapar baches en el anillo periférico de Tegucigalpa. Este es su segundo domingo, y a sus vehículos se les pueden ver pancartas pidiendo apoyo a los transeúntes: «¿Nos ayuda con sus manos valiosas?». 

Aguilar dice que comenzó como una acción a partir de estar molesto por los daños que sufrían sus vehículos, pero que ahora de lo que se trata es de «despertar una conciencia social y que nos unamos para mejorar nuestra ciudad. Estoy invirtiendo un poco más de 9,000 lempiras por cada bacheo que hacemos, y quiero aclarar que esto no es con sesgo político, pero ya estoy cansado de estar escuchando que el país está quebrado y que todo es culpa de la administración pasada, así que llevo diez de mis empleados para que me ayuden; todo aquel que quiere llevar agua, grava, arena, cemento o solo poner sus manos, son bienvenidos», dice. 

Con tan solo siete meses al frente de un nuevo Gobierno Municipal, el alcalde de la capital, Jorge Aldana, se enfrenta a duros señalamientos. El alcalde por el Partido Libre ya había sido regidor, pero su papel en la comuna no había sido muy relevante frente al poderío del exalcalde por el Partido Nacional, Nasry «Tito» Asfura. 

Una de las críticas más constantes que ha tenido el nuevo alcalde es la de tener en el abandono la ya precaria infraestructura vial de las dos ciudades que conforman el Distrito Central. 

En la mañana del día del 10 de junio 2022, en la salida al sur de Tegucigalpa se llevó a cabo la demolición de la rotonda a la altura de Loarque, la cual el edil tachó de ser la causante de tanto tráfico. La demolición y pavimentación duraron al menos dos semanas donde a diario circulan miles de vehículos, creando malestar en quienes frecuentan la zona.

Más reclamos se hicieron notar el 12 de junio 2022, cuando capitalinos dieron un salto a la carrera del graffiti urbano, pero no en las paredes como normalmente se ven, sino en el asfalto mostrando y señalando los grandes baches con consignas que decían: «No hay alcalde», «Aldana, ¿dónde estás?». A la fecha nadie se adjudica los grafitis improvisados en las calles, pero los seguidores del alcalde aseguran que es una campaña sucia de quienes apoyaban al exalcalde Asfura.

En las vagas intervenciones en las que aparece el alcalde Aldana, menciona estar al lado del pueblo y asegura que comprende los reclamos, pero a la vez dice que la burocracia de la política hace difícil el trabajo que realizan a diario en la Alcaldía. Y aunque las lluvias constantes y el transporte pesado que cruzan a diario por la ciudad son parte de las causas de los daños, la mirada crítica de la población está sobre el alcalde, viendo más sus errores que los pocos aciertos desde su inicio en la administración.

«Tenemos asegurado solo el día de trabajo bacheando, porque son mis recursos. No son recursos ilimitados: es mi grava, es mi arena, es mi cemento, son mis empleados que los domingos les tengo que pagar el doble todo esto traído de mi empresa. Cada quien va a responder por las acciones que tomó o que dejó de tomar, me refiero al Gobierno. Lo que podemos hacer como hondureños es hacer esto en todo el país aun sabiendo que pagamos nuestros impuestos y es el deber de ellos responder», finalizó Aguilar, todavía supervisando bacheos a la altura de la salida al sur de Tegucigalpa, otro domingo más y bajo un sol tremendo.

Texto: Óscar Estrada
Ilustración: Kenny Reyes

«Tengo una tía que mira noticias a través de TikTok», cuenta Paola Palacios, hondureña, cuya familia vive en Estados Unidos. Y lo dice explicando que esto sucede porque dentro de los noticieros en Arizona, lugar al que su familia emigró, las noticias internacionales suelen ser muy superficiales. Entonces, su tía, para saber un poquito más de lo que está pensando la gente de su país, ve videos en esta red social. «Son vídeos de gente cualquiera, común y corriente que dan su opinión sobre lo que está pasando», agregó. 

La familia de Paola viajó a los Estados Unidos hace décadas, una tía se fue de forma legal «en avión» —cuenta—, otra con coyote y un tío se fue durante la época del Mitch (en 1998) y logró el Estatus de Protección Temporal (TPS). Ahora, los tres se conectan con la realidad centroamericana a través de esta red social que, desde que surgió en China en 2016, ya cuenta con casi 1,000 millones de usuarios a nivel mundial. 

«¿Qué tipo de videos ven?», pregunté a Paola vía llamada telefónica.

«Mi tía vio un video de Bukele –responde–, donde una persona da su opinión sobre que estaba bien que metieran a los mareros a la cárcel en El Salvador. Mi tía, que creo que antes de ver este video ya creía que eso estaba bien, cree que Bukele está limpiando la sociedad y (piensa) que está bien lo que está pasando allá, entonces comparte el video».

Paola afirma que sus otros tíos han preferido desconectarse, porque la desesperanza impera cuando de volver a ver hacia Honduras y la región se trata. «Ellos “saben” que todo lo que sucede en Honduras es malo, todo está mal allá, (para ellos) no hay soluciones. No entienden qué es lo que pasa en el país», dice.

Paola vivió unos años en China, donde trabajó como odontóloga por cuatro años en un programa de intercambio. Desde que volvió a Honduras, hace un año, ha buscado conectarse con su familia en Estados Unidos. Ella cree en la importancia de mantenerlos conectados con lo que sucede en el país. Actualmente vive en Tegucigalpa y aunque estando afuera quería volver, de vez en cuando siente deseos de emigrar nuevamente, dada la difícil situación económica de Honduras.

En septiembre de 2021, Nielsen, una compañía de monitoreo de medios de comunicación en Estados Unidos, publicó el reporte Inclusion, information and intersection, the truth about connecting with U.S. Latinos, que describe a la población latina en EE. UU. como altamente vulnerable a las noticias falsas y la desinformación en las redes sociales.

El reporte analiza unos 100 sitios de noticias de EE. UU., en todo el espectro político, incluidos algunos sitios en español. Según indica, los sitios web de noticias donde los latinos representan el 10 % o más de la audiencia, el 12 % de los contenidos se marcaron como mixto (mezcla de noticia falsa y real), sesgado, extremadamente sesgado, conspirativo o pseudocientífico. Esos números aumentan en la medida que aumenta la proporción de hispanos en la audiencia, «donde los latinos representan el 20 % o más de la audiencia, esa cifra aumenta a un 28 %».

Según el reporte, los sitios de mayor audiencia no latina cuentan con algoritmos más rigurosos de verificación de hechos, así como personas influyentes y confiables que ayudan a distinguir los hechos reales de la ficción.

Stacie de Armas, vicepresidenta de perspectivas diversas de Nielsen, afirmó en entrevista a NBC News que los sitios web que tienen una mayor composición de latinos en su audiencia de consumo tienen «más presentación de contenido conspirativo o pseudocientífico» y alerta que «si eres blanco (en Estados Unidos) tus posibilidades de ver ese tipo de contenido son menores que si eres hispano».

«La desinformación representa una amenaza para los hispanos, que son particularmente vulnerables, debido a una mayor dependencia de las redes sociales y las plataformas de mensajería», indica el informe Nielsen, que resaltó a los latinos como «usuarios ávidos de plataformas de mensajería social».

El censo de 2020 en EE. UU. estimó que hay actualmente 65.3 millones de latinos viviendo en el país, que representan un 20 % de la población total. La población hispana, según el censo, aumenta en 1.1 millones de personas cada año, muchos de ellos producto de la migración. La mayoría de los hispanos en EE. UU. son de ascendencia mexicana, los siguen puertorriqueños y cubanos. Hay actualmente en el país 2.3 millones de salvadoreños, 2 millones de dominicanos, 1.5 millones de guatemaltecos y cerca de 800,000 hondureños. Esos casi 8 millones de migrantes representan un flujo de divisas vital para sus países de origen.

Según los bancos centrales de Centroamérica, el año 2021 cerró con cifras récord de remesas. En números globales la región superó los32,000 millones de dólares en remesas, lo que para algunos países como El Salvador llegó a representar hasta el 26 % del Producto Interno Bruto (PIB). Guatemala recibió este año 15,183 millones de dólares; El Salvador recibió 7,397 millones y Honduras recibió 7,376 millones.

Un estudio de la Universidad de Baltimore publicado en 2019, llamado El costo económico de los malos actores en internet, analiza el impacto de la desinformación en la economía de Estados Unidos. «La desinformación financiera está perjudicando a los consumidores por más de 17,000 millones de dólares por año», indica el reporte y señala que «tres de cada cinco estadounidenses (63 %) dicen que la difusión de noticias falsas ha dificultado la toma de decisiones financieras críticas».

Según el psicólogo Daniel Kahneman, ganador del Nobel de Economía en 2002, por su Teoría de las Perspectivas, la información que percibimos nos ayuda a tomar las decisiones económicas. En el contexto de la diáspora en Estados Unidos, las decisiones que se toman en lo referente a sus países de origen –mandar o no mandar dinero, qué proyecto o a qué políticos apoyar y volver o no al país– están influenciadas por la información que se recibe en redes sociales.

Luis Assardo, periodista, profesor, consultor en temas digitales e investigador de incendios (así aparece en su currículum en línea), expone que para comprender el problema de la desinformación en la diáspora primero debemos ver cómo la tecnología que «ha facilitado el acceso a la información y permite que cualquier tipo de datos pueda circular y lleguen a manos de cualquier persona, no ha ido circulando a la misma velocidad que el Media Literacy, que es la alfabetización mediática que permite a la gente comprender cómo funciona el internet y por qué le está llegando determinada información a sus manos».

Según Assardo, las «burbujas digitales» se forman «cuando existe un grupo de WhatsApp y dentro del grupo hay alguien que cuestiona algo que se haya compartido y que no vaya en la línea de lo que el resto del grupo ha estado compartiendo o haya estado opinando, eso va a generar una serie de discusiones en contra y esa persona terminará evitando participar o saliéndose del grupo. Cuando esto ocurre, en ese grupo queda únicamente la gente que opina de la misma forma y nadie va a cuestionar la opinión dominante». Para Assardo, las «burbujas digitales» favorecen la distribución de noticias falsas en la población en general.

El psicólogo hondureño Warren Ochoa explica que la culpa que sienten los migrantes por su ausencia en los momentos importantes de su familia hace que esas burbujas digitales sean más importantes que la información verificada. 

«Si las personas no experimentamos culpa, no transgredimos las normas sociales. Las personas que migran experimentan este sentimiento de culpa de una forma muy intensa. O sea, yo estoy mandando recursos, remesas de Estados Unidos o de cualquier lado donde yo esté, pero al mismo tiempo no estoy conviviendo con estas personas que se supone que son la razón por la que emigré. ¿Qué pasa, por ejemplo, cuando estoy lejos mientras mis padres envejecen o se enferman, me pierdo un cumpleaños de alguien y por más regalos o videollamadas no es suficiente, no estoy ahí, no comparto con mis hijos? Eso hace que sienta culpa», explica, pero Ochoa además agrega que los migrantes al llegar a Estados Unidos se topan con un techo de cristal: la limitación del idioma, de la cultura y la nostalgia por la pertenencia.

Para resolver la culpa y esa desconexión con sus lugares de origen, explica Ochoa, los migrantes en la diáspora comparten información de sus países que, como ya vimos, resuenan con las burbujas digitales.

Sumemos a esto la falta de medios confiables para recibir información en español en Estados Unidos. El informe Nielsen de 2021 habla de más de cien medios de comunicación, entre los cuales sumó a varios medios hispanos. Según el censo 2020, de los 60 millones de hispanos registrados en el país, 71 % (40 millones) de ellos manifestaron hablar español de forma regular en sus casas. Es, con mucho, el segundo idioma más hablado en el país. Pero las opciones que hay para recibir información para la población anglosajona no son las mismas que hay para la población hispana. De los 12 canales abiertos más importantes de Estados Unidos –A&E, ABC, CBS, Fox, ION TV, My Network TV, NBC, PBS, The CW, WGN– solo dos canales son de programación en español (Telemundo y Univisión). La proporción es mucho más dramática en radio y prensa escrita. ¿De dónde recibe entonces la información en español la diáspora centroamericana?


«Dentro de los noticieros en Arizona, Telemundo o Univisión dan las noticias del Estado y luego internacionales, pero son cosas muy superficiales –agrega Paola Palacios, hablando sobre su familia–. Si quieres saber un poquito más sobre lo que está ocurriendo en su país o sobre lo que está pensando la gente, mi tía se va a videos de TikTok».

Gilma Agüero es doctora jubilada, vive en San Pedro Sula y tiene cuatro hermanos que emigraron a Estados Unidos. «Mi papá tenía una costumbre, yo estudié en España, y él solía mandarme todo los meses lo más importante de los periódicos. Eso fue en los años 80, entonces yo mantuve esa costumbre por un tiempo con mis hermanos, de mandarle uno que otro rollito de periódico y luego conversaciones telefónicas, que no eran muy frecuentes porque antes era muy caro. Ahora es diferente, es a través de WhatsApp»,afirma Agüero y agrega que su hermano recibe información por WhatsApp sobre lo que pasa en Honduras, acorde a lo que su burbuja de amigos cree. No importaba que ella estuviera viendo otra realidad de la que su hermano le contaba que era su percepción, lo que ella veía (según su hermano) no era «real».

Gilma Agüero afirma, como ejemplo, que su hermano considera que la violencia en Honduras siguió subiendo durante el Gobierno de Juan Orlando Hernández (2014-2022), pese a que él no estaba en el país y las estadísticas mostraban lo contrario. Para Agüero, su hermano se quedó con la idea de país que se denunció en 2012, cuando llegó a ocupar el puesto de país más violento del mundo.

«Sí hubo (violencia) –dice– pero ya no volvimos a la situación que estábamos antes. Hay otro hermano que vino hace tres años y él le dijo que no, que la situación ya no era igual, pero a mí no me cree».

De los 65 millones de latinos reportados por el censo de 2020 en Estados Unidos, casi 30 millones son población mayor de 35 años. De esos, un promedio de 15 millones son personas mayores de 50 años. Warren Ochoa analiza el valor que esta franja de población le da a la palabra escrita y parte desde la misma Biblia.

«En la Biblia hay un momento en la tentación de Jesús; cuando Jesús le dice al demonio, que lo está tentando: “escrito está” Ese “escrito está es una sentencia categórica, que lo que está escrito es algo extraordinario, que es verdad, es verdadero si está escrito, porque lo escribió alguien que tiene mucha sabiduría, mucho conocimiento, mucho poder y es una autoridad», afirma Ochoa.

«En la cabeza de nuestros abuelos y todas las generaciones hacia atrás –dice Ochoa–, cuando algo estaba escrito era verdadero, ya sean estos libros o periódicos. Si está escrito es real. Posteriormente eso fue mutando, ya no solo lo que está escrito sino lo que se dijo en el noticiero y si lo dijo el periodista, es verdad. Esa generación (mayores de 50 años) que creció y pasó por el periódico, la televisión, la radio y que llegaron tarde al internet, son bastante ingenuos con el manejo de la tecnología. Y encima muchos de ellos son fruto de las décadas de los 80 y 90, donde prácticamente se erradicó el pensamiento crítico».

Paola recuerda que cuando ella estaba en China tenía la necesidad de saber noticias de su país, y dice: «Mi única opción era HCH, porque estaba en YouTube. La página de Televicentro no me cargaba, necesitaba conectar a un VPN y a veces no me funcionaba tampoco así, mi única opción era HCH en YouTube. Ellos (sus tíos) pueden acceder a otros canales, pero al final mi tía usa TikTok porque es más fácil que ponerse a ver noticias de su país».

Voz autoritativa en las redes

Luis Assardo considera que el problema de las noticias falsas no estriba en una comprensión de «la verdad», como afirma Ochoa, sino con la fuente. «Está relacionada a la credibilidad de la voz que habla –afirma Assardo–. Si tú confías en lo que yo te digo, no importa si te estoy diciendo mentiras porque vas a confiar en lo que te estoy diciendo, no vas a evaluar lo que te diga en base a si es algo real o no, sino simplemente si esta persona es confiable o no. A eso se le llama “vozautoritativa”».

La doctora Agüero —simpatizante del partido conservador en Honduras, el Partido Nacional— considera que la razón por la cual su hermano no le cree tiene más que ver con simpatías políticas que con lo que es real. Según él, es ella la que no ve lo que pasa en el país.

Luis Assardo añade que «es bien difícil creerle a alguien que nunca les ha dicho nada y decirle lo contrario es como contradecirlos públicamente, menos todavía van a querer aceptar que están en un error, porque ahí ocurre algo que es parte del comportamiento humano: cuando públicamente dije algo, aunque a mí no me haya constado al inicio, pero ya lo dije con mi voz y está puesto mi nombre, ahí lo voy a defender a como dé lugar, porque está mi nombre involucrado. Puede ser que ellos se hayan dado cuenta que están en un error, pero jamás lo van a aceptar porque perderían credibilidad».

Según el reporte de Nielsen, «la desinformación representa una amenaza para los hispanos, que son particularmente vulnerables debido a una mayor dependencia de las redes sociales y las plataformas de mensajería. Gran parte del contenido, tanto generado por el usuario como compartido, está en español, spanglish o español coloquial, lo que desafía los procedimientos convencionales de verificación de hechos y moderación de contenido».

Pero la información que reciben los migrantes en Estados Unidos no es producida solamente en el país, hay otras fuentes distintas a las creadas para la población angloparlante, que se mueve a través de las redes sociales y es creada específicamente para la población hispana.

«En El Salvador se ha trabajado desde hace años en ese sentido –agrega Luis Assardo–, lo trabajaron primero los medios de comunicación cuando descubrieron que podían ampliar su audiencia. En el 2012 los medios de comunicación habían topado su audiencia de 4 o 5 millones de lecturas, porque esa es la cantidad de salvadoreños que hay, pero cuando vieron que la diáspora también podían consumir los contenidos casi triplicaron sus lectores. Ahorita estamos hablando que hay medios que tienen lecturas de 13 o 14 millones mensuales, habiendo solo cinco o seis millones de salvadoreños en El Salvador, y es por la diáspora. Los políticos de Centroamérica están buscando enganchar a la diáspora porque eso les da una forma de financiarse, porque en nuestros países las remesas son una corriente de dinero enorme».

Luis Assardo explica cómo la creación de contenidos —verdaderos y falsos— hechos para la diáspora desde el «Triángulo Norte» favorece a los proyectos políticos de Centroamérica, que han reconocido el valor de controlar las narrativas que se retroalimentan desde los países a la diáspora y viceversa.

Paola Palacios cree, sin embargo, que la interacción con su familia ha servido para que ellos conozcan mejor sobre lo que pasa en Honduras.

«Ahora que fui empecé a contarles qué era lo que había pasado con Juan Orlando, cómo estaba el narcotráfico dentro del país, políticamente cómo estábamos; son cosas que ellos no habían escuchado porque no habían tenido un contacto directo con alguien que estuviera viviendo en el país. Yo llegué y les informé, y mencionaron que no tenían ni idea. Después tenían más preguntas, me preguntaban a dónde podían ver más noticias», dice Paola.

Producción realizada en el marco de la Sala de Formación y Redacción Puentes de Comunicación III, de Escuela Cocuyo y El Faro. Proyecto apoyado por DW Akademie y el Ministerio Federal de Relaciones Exteriores de Alemania.

El régimen de excepción en El Salvador arrancó el 26 de marzo en un recinto militar por “orden del presidente Nayib Bukele”, un día antes de que fuera aprobado por la Asamblea Legislativa. “No había nadie en ese salón que no supiera que nos estaban pidiendo ir en contra de las leyes”, dice una fuente presencial. Testimonios de Jefes policiales, militares, agentes, investigadores, víctimas, documentación judicial y la información de 724 detenciones perfilan como una cacería el régimen bajo el que unos 52,000 salvadoreños han sido capturados: detenciones arbitrarias sin pruebas de los cuerpos de seguridad para cumplir cuotas, una fiscalía plegada y violaciones a los derechos humanos.

Por Jaime Quintanilla y Daniel Valencia
Con reportes de Claudia Espinoza, Ricardo Flores y Rodrigo Baires

El régimen de Nayib Bukele no inició el domingo 27 de marzo. Arrancó un día antes, a las 7:40 de la mañana del sábado 26, cuando el director de la Policía Nacional Civil ordenó a jefes y subjefes de las 21 delegaciones policiales del país realizar capturas masivas para perseguir a una sola pandilla, a sus familiares y conocidos. “El objetivo es ir por la Mara Salvatrucha”, dijo el comisionado Mauricio Arriaza Chicas en un salón de reuniones del Comando de Doctrina y Educación Militar (CODEM), un recinto del Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Armada ubicado a unos 700 metros de la Casa Presidencial, en las afueras de San Salvador. A su lado estaba el ministro de la Defensa, René Merino Monroy, que lo acuerpaba y asentía. Para quienes recibieron las primeras directrices del régimen, era claro que estaban “fuera de la ley y de la Constitución”.

La reunión había sido convocada de urgencia, horas después de que culminara un encuentro en Casa Presidencial protagonizado por el presidente salvadoreño, que para las tres de la mañana estaba alarmado. Bukele se había pasado la semana en una burbuja bitcóin junto con el empresario mexicano Ricardo Salinas Pliego y el CEO de Binance, Changpeng Zhao, pero los 14 homicidios con los que cerró el viernes 25 lo devolvieron a la realidad. Por eso convocó de madrugada al “gabinete de seguridad”, según las redes oficialistas, incluido Rodolfo Delgado, el fiscal general de la República.

El presidente Nayib Bukele se reunió con su ‘gabinete de seguridad’ y con el fiscal general, Rodolfo Delgado, a las 3 de la madrugada del 26 de marzo. Imagen tomada de las redes oficiales de la Casa Presidencial.
El presidente Nayib Bukele se reunió con su ‘gabinete de seguridad’ y con el fiscal general, Rodolfo Delgado, a las 3 de la madrugada del 26 de marzo. Imagen tomada de las redes oficiales de la Casa Presidencial.

En ese otro encuentro también participó Osiris Luna, el viceministro de Justicia y director de Centros Penales señalado por negociar con pandillas; el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Gustavo Villatoro; Arriaza Chicas y Merino Monroy.

A las 3 de la madrugada, la ola de violencia continuaba y ya iban cinco homicidios confirmados. 

Cuatro horas y media después de la reunión en Casa Presidencial, Arriaza Chicas y Merino Monroy se reencontraron 700 metros calle abajo en el salón del CODEM, ubicado sobre la avenida Manuel Enrique Araujo. Ahí recibieron a los jefes y subjefes policiales del país. El ministro Villatoro también acudió, aseguran las fuentes, pero llegó tarde. Tres oficiales de la Policía y tres fuentes militares no relacionadas confirman dicho encuentro. Al llegar, a los policías se les prohibió ingresar celulares y armas. “Se dijo que el presidente ordenó que se hiciera la reunión”, dice uno de los participantes.

Cuando esta arrancó, en el país ya habían caído 12 de los 62 salvadoreñosasesinados en el día más violento del siglo XX.

Captúrenlos a todos

En el cuarto de guerra en el que se convirtió el CODEM, las prioridades estaban claras.

Los funcionarios aseguraron que tenían información de inteligencia que confirmaba la mano de la MS-13 en la ola de violencia. Cuando algunos oficiales preguntaron por qué solo a la MS, que qué pasaría con las dos facciones del Barrio 18, Arriaza Chicas insistió en que “los pandilleros de la MS eran el objetivo”.

“Pero era un atarrayazo bien general el que se ordenó. Nos dijeron que fuéramos desde ese mismo día a capturar a todos los pandilleros de la MS que estuvieran ubicados. Nos decían: hay que traer las cabezas de la pandilla; hay que tocar las finanzas de la pandilla. La orden fue cercarlos, cercar a sus familiares, sus conocidos”, dice un oficial que participó de la reunión.

El ministro René Merino Monroy; el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro; y el director de la PNC, Mauricio Arriaza Chicas, se reunieron en un recinto militar junto a jefes y subjefes policiales para ordenar capturas masivas un día antes de que arrancara el régimen de excepción. En la imagen, los funcionarios salen de una conferencia con motivo del plan de seguridad para las fiestas agostinas en San Salvador. Foto de LPG, José Cardona.

Que el gabinete de Seguridad asegurara tener certezas de la autoría de la MS-13 en los homicidios coincide con la información contenida en unos audios revelados por el periódico El Faro en mayo pasado. En esas grabaciones, el director de Tejido Social, Carlos Marroquín, señalado por Estados Unidos como una de las piezas clave en un pacto del gobierno Bukele con las pandillas, asegura haber intentado mediar entre la MS-13 y Bukele en medio de la jornada violenta. En los audios, Marroquín responsabilizaba al ministro Villatoro por la ruptura del pacto, luego de que este ordenara la captura de líderes de la pandilla que estaban en la calle. La respuesta de la MS, según la investigación, fue la masacre de marzo como medida de presión.

Antes de que acabara el encuentro, que se extendió hasta las 10 de la mañana, el director de la Policía dio tres instrucciones más. A juicio de quienes comenzaron a aplicarlas, estas serían los pilares para el incremento desproporcionado de capturas, que hasta finales de agosto superó las 51,800. “Se indicó que el asidero legal sería la aplicación del 345”, dice una de las fuentes.

Con “345” se refiere al artículo del Código Penal que habla del delito de agrupaciones ilícitas. Luego se les ordenó aplicar las detenciones “en el término de la flagrancia”, entendida esta en la supuesta vinculación de todos los detenidos con la estructura criminal, responsable, insistían, del alza de homicidios.

“Antes de la excepción, para poder detener bajo ese delito, se tenía que demostrar que eran miembros de la pandilla, qué participación tenían”, dice otro oficial policial. “El equivalente a un árbol genealógico, pues, complicado, y luego presentarlo a la Fiscalía, que podía dar o no dar la orden de una captura”.

La Constitución ordena a la Fiscalía dirigir la investigación del delito, con apoyo de la Policía, mediante un debido proceso. Aquel sábado 26, el Ejecutivo ordenó a sus cuerpos de seguridad romper con ese orden constitucional.

A los jefes policiales se les dijo que no tendrían que “preocuparse de la Fiscalía”. Según las fuentes, la indicación que luego fue trasladada a todos los policías en activo del país, era que “la Fiscalía nos va a recibir a los pandilleros de la MS que les remitamos. Sin mucha prueba”. 

“No había oficial ni nadie en ese salón que no supiera que nos estaban pidiendo ir en contra de las leyes, pero la orden fue esa: ir a topar”, dice una de las fuentes. 

Arriaza Chicas pidió que informaran en sus delegaciones que los policías que no participaran de las capturas serían sancionados. “Y que sería tomado como un delito de omisión la negativa de los policías que se nieguen a procesar en las sedes policiales a aquellos a los que los soldados han detenido por un hecho delictivo”, dice una de las fuentes.

Durante el régimen de excepción, militares realizan tareas de seguridad pública, una asignación que la Constitución salvadoreña le da únicamente a la Policía. Foto de LPG, Luis Martínez.

A ese encuentro no asistieron mandos de las Fuerzas Armadas. Oficiales militares y policiales consultados aseguran que estos recibieron órdenes en otra reunión convocada por el ministro Merino Monroy.

Ese fin de semana, terminó con 87 personas asesinadas. A pesar de que en las calles los cuerpos de seguridad arrancaron su cacería desde el sábado, un día antes de que el régimen de excepción fuera aprobado por la Asamblea controlada por Bukele, no pudieron controlar inmediatamente el alza de homicidios. Pero sí dieron pie a lo que se convertiría en una política en la que todos los capturados son pandilleros hasta que el oficialismo diga lo contrario.

Redacción Regional y La Prensa Gráfica reconstruyen el inicio del régimen de excepción y 58 irregularidades en 726 órdenes de capturas efectuadas en el primer mes con apoyo de algunos de sus protagonistas, que aceptan hablar con la condición de anonimato: jefes policiales y militares que confirman reuniones en las que se giraron órdenes para incumplir la Constitución y las leyes penales; y agentes que aseguran haber detenido a “padres, madres, parientes, sus mujeres” y hasta “bolitos de las aceras” para hacer crecer los números y cumplir con una cuota exigida por las autoridades. Víctimas como Roselia, una lideresa comunal de Usulután, narran persecución y torturas al momento de su captura y durante su encierro. Familiares de víctimas mortales como Adrián Solórzano denuncian asesinatos en cárceles, bajo la mirada y el silencio del Estado. De la revisión de esquelas del Instituto de Medicina Legal, informes de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, un instructivo de detenciones girado en el contexto del régimen y documentos judiciales se perfilan actuaciones que, a juicio de abogados, jueces y expertos son fallas al debido proceso y, en algunos casos, se acercan a delitos de actos arbitrarios, privación de libertad y torturas.

A la fecha, organizaciones de derechos humanos en El Salvador contabilizan más de 3 mil denuncias por violaciones a los derechos humanos para igual número de detenidos en el régimen. Los casos analizados para esta investigación confirman un denominador común: la Fiscalía, más de 150 días después, sigue sin poder probar la pertenencia de cientos de capturados a las pandillas, y en decenas de casos la vinculación de los detenidos con esas estructuras son dichos de informantes, la “voz pública”, o supuestas fichas policiales de los detenidos, sobre quienes el mismo registro de detención indica que no poseían antecedentes o registros en bases de datos. Otros, que intentaron “fugarse” al ver la presencia policial, al final se rindieron y confesaron ser pandilleros, según los agentes captores. Hay capturas sin sentido, como la de dos mujeres que llegaron a una delegación a dirimir un problema personal y terminaron acusadas de colaboradoras. Otras incluso señalan imposibles: como las detenciones de pandilleros y supuestos pandilleros en el marco del régimen de excepción que están fechadas un día antes de que este fuera aprobado por la Asamblea Legislativa. El sábado 26 de marzo ocurrieron 27 de estos casos solo en San Salvador.

El régimen de excepción arrancó, según la ley, el 27 de marzo, pero en realidad, decenas de operativos conjuntos entre policías y soldados arrancaron un día antes. Foto LPG, Michael Huezo.

***

Adrián Solórzano no tenía cómo saberlo, pero la sombra del régimen ya estaba en Usulután al mediodía de aquel sábado 26. En el municipio de Jucuapa, el día pasó sin incidentes para Adrián y su familia, que aprovechó para compartir con su hijo, Elián, de cuatro años, como procuraba todos los fines de semana. Eran muy unidos, como suelen serlo los padres con sus primogénitos. Para Elián su papá era su persona favorita, con el que más tiempo pasaba y el que más lo consentía. Dentro de casa no existía ninguna preocupación, pero en Usulután el régimen ya comenzaba a dar muestras de lo que se vendría.

En San Marcos Lempa, un municipio ubicado a una hora de su casa, una patrulla mixta llegó hasta el negocio de una lideresa comunal que forma parte de la Federación Unitaria Sindical de El Salvador (Fuss). Ironías del régimen, Roselia había trabajado por décadas con las comunidades de la zona y con los agentes policiales en prevención de violencia y en atención de emergencias climáticas. Pero aquel sábado poco importó que ella y los policías se conocieran.

 Además de lideresa comunal, Roselia es cosmetóloga y tiene un pequeño salón de belleza a la orilla de la carretera Litoral. Ahí también vende ropa, sodas y cervezas que le ayudan a sacar algo de ganancia. Los policías llegaron con violencia a catear a los clientes que se encontraban en su local. Los pusieron a todos contra la pared y les ordenaron que se quitaran la camisa. Roselia fue sorprendida. A ella también se lo ordenaron. Luego le preguntaron por qué no tenía permiso para vender bebidas alcohólicas. Contestó que lo estaba tramitando. “Y así exigís derechos”, le respondieron. Ella no volvió a abrir su local. Tuvo miedo. Supo, reflexiona ahora, que la habían marcado, pero la sombra del régimen se tardaría algunos días, como con Adrián, en envolverla.

En El Salvador, tener tatuajes, estar ebrio, actuar nervioso o solo parecer sospechoso son razones suficientes para que policías capturen a las personas. Foto de LPG, Luis Martínez.

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En San Salvador, la capital del país, el régimen no dio treguas. 

A las 3:30 p. m. del sábado 26, “mediante información de la voz pública”, se denunció a cuatro personas que “al parecer eran miembros de la MS-13” y que “al parecer planeaban hechos delictivos” en la cancha de fútbol de la colonia Torres Españolas, ubicada a unos 5 kilómetros del recinto militar en el que se dieron las primeras órdenes del régimen.

“El parecer” fue suficiente para un cabo y un agente de la policía, quienes realizaban un patrullaje preventivo en la zona y fueron a confirmar la información. En la cancha observaron a cuatro jóvenes que reaccionaron ‘de forma sospechosa’. Les gritaron: “¡Alto, policía!”. Los sospechosos corrieron en diferentes direcciones, pero los dos policías los inmovilizaron y no les encontraron nada ilícito entre sus pertenencias. Sin antecedentes policiales o penales, la voz pública fue suficiente prueba para detenerlos por asociaciones ilícitas y resistencia agresiva. Semanas más tarde, los cuatro fueron presentados como “soldados” o “homeboys” de la clica Centrales Locos Salvatruchos (CLS), del programa Centro de la MS-13 capturados en el marco del régimen de excepción aprobado un día después de la captura. 

Dos horas y media más tarde, cuando los homicidios de aquel sábado ya llegaban a las 55 víctimas, agentes de la División Elite Contra Crimen Organizado (DECO) hicieron un operativo de vigilancia y seguimiento en Barrio Santa Anita, al sur de la capital salvadoreña. Los policías observaron a dos hombres que a su juicio tenían una actitud nerviosa y que cruzaron desde el bulevar Venezuela hacia el pasaje De Sola. Un sargento y un agente de la PNC siguieron a los sospechosos y los identificaron como Franklin Yoalmo Álvarez Rodríguez, alias “Guanco” o “El Maistro”, y Carlos Mariano Aquino Dueñas, alias “Satanás” o “Enano”.

Los dos eran conocidos para la Policía, según informes de inteligencia de la institución, como miembros de la clica Teclas Locos Salvatruchos (TLS), una estructura del Programa Libertad. Álvarez Rodríguez tenía un prontuario largo que incluía haber sido sentenciado por violación agravada, fugarse del penal de Quezaltepeque en julio de 2001, ser recapturado con armas de uso privativo de la Fuerza Armada y haber estado recluido en el penal de Zacatecoluca, de donde salió en 2018. Desde entonces era perfilado como un jefe importante del Programa Libertad y con residencia en la comunidad San Rafael de Santa Tecla. A Aquino Dueñas se le vinculaba con la compra dearmas de guerra para la MS-13 desde 2016

Les requisaron $500 en billetes de diferentes denominaciones. Al no poder justificar su procedencia, los policías los detuvieron en flagrancia acusados de agrupaciones ilícitas en perjuicio de la paz pública. Al igual que el caso de los jóvenes de Torres Españolas, ellos también fueron presentados en cortes como botines del régimen de excepción, aunque la captura fue realizada cuando este todavía no había sido aprobado por la Asamblea. 

Ese sábado por la noche, el presidente Bukele tuiteó una orden para los jefes de las Fuerzas Armadas y de la PNC: “Deben dejar que los agentes y los soldados hagan su trabajo”. Cuentas de Twitter ligadas a policías y soldados entendieron que su comandante general les acababa de “quitar la correa” y que tenían “luz verde”. A las 8:04, Bukele solicitó, siempre a través de redes sociales, la aprobación del régimen de excepción y su fiscal general remató: “Cacería… El Estado y la vida de los salvadoreños se respeta. Adelante @PNCSV y @FUERZARMADASV”.

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En Usulután, la sombra del régimen recortó caminos y volvió a acercarse hasta la morada de Adrián Solórzano. Los jefes policiales y militares de la zona subieron la apuesta, y a las 8 de la noche ordenaron patrullajes en los 23 municipios del departamento, a través de órdenes verbales. En Santa Elena, municipio a 17 minutos de Jucuapa, una patrulla de policías y soldados detuvo a 32 personas que departían en una fiesta bailable. El operativo inició a las 9 de la noche, y en un primer momento los retuvieron con la excusa de un “un chequeo rutinario”, pero esa retención se extendió hasta el amanecer. 

A las 3:41 de esa madrugada, en San Salvador, los diputados oficialistas aprobaron el estado de excepción. Mientras, en Usulután, a los detenidos en aquella fiesta los obligaron a estar de rodillas, hasta que amaneció. A las 5 de la mañana los trasladaron a las bartolinas de la PNC en Usulután. Hasta entonces los procesaron por agrupaciones ilícitas. 

Un investigador que habla con la condición de anonimato y que conoció del operativo asegura que los agentes que lo dirigieron sabían que la mayoría de los arrestados no tienen vínculos con pandillas; pero igual los detuvieron porque sabían que “eso quería el jefe”.

Policías y soldados ejecutaron una ‘cacería’ para cumplir con la cuota de capturas ordenadas desde el último fin de semana de marzo. En cinco meses, han sido capturadas más de 51 mil personas.

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El agente Wilson estaba de turno aquel sábado 26 de marzo en San Salvador, bien pendiente del alza de homicidios. “La mayoría son civiles, pocos son pandilleros. Hasta ahorita solo nos han suspendido las licencias y aumentaron los controles vehiculares. Nos han dicho que evitemos los enfrentamientos”, avisó a través de un mensaje enviado por la mañana. A esa hora, la orden de las detenciones masivas todavía no había bajado a todos los agentes.

 Wilson tiene más de dos décadas de ser policía y ha vivido los momentos más álgidos de El Salvador después de los Acuerdos de Paz. Dice que en este régimen de excepción ha sido la primera vez que ve, por ejemplo, a soldados patrullando a sus anchas, soldados deteniendo a civiles, con la libertad de actuar como si supieran de labores de seguridad pública. El ministro de la Defensa ha asegurado que unos 18 mil militares operativos están realizando labores que la Constitución salvadoreña le encomienda a la PNC.

 Wilson también dice que por primera vez no todas las órdenes quedan en papel. Hasta ahora, la mayoría de instrucciones son giradas por WhatsApp o habladas. Así le ordenaron a él y a sus compañeros que en su puesto policial debían capturar entre todos al menos a 50 personas diarias en los primeros meses del régimen.

La orden de las cuotas fue girada en la tarde del domingo 27, en una reunión a través de la plataforma de videollamadas zoom, aseguran dos fuentes que conocieron de esos encuentros. Con el régimen convertido en ley, a partir de ese primer día, el conteo fue diario. Y desde ese domingo, esas sesiones fueron dirigidas, hasta finales de abril, por la subdirectora general de la Policía, la comisionada Zoila Corina Palma.

La orden de las autoridades fue ‘topar’ en las comunidades con presencia de pandillas, incluso buscando ‘sospechosos’ casa por casa para cumplir las cuotas diarias.

“Se nos volvió a insistir que la MS tenía tratamiento prioritario y se nos dijo que el objetivo era hacer mil capturas diarias a nivel nacional”, dice un oficial que participó de esas reuniones.

Ese número deseable fue impuesto a golpe de capturas. Según las fuentes, Palma les hacía ver una realidad a los jefes y subjefes de delegación: si todas sus sedes actuaban como lo habían hecho departamentos como San Salvador, La Libertad, Usulután y San Miguel el sábado 26, la meta era posible. Para la tarde de ese domingo, Palma informó que ya llevaban “478 capturas en flagrancia”, dicen las fuentes. El primer día de régimen de excepción también terminó con 11 homicidios. Tras cinco meses, el promedio diario de capturas ha sido de 322. 

 En esa primera reunión, Palma también informó que se distribuiría un protocolo de actuaciones que se había trabajado en conjunto con el Ejército y la Fiscalía, para facilitar los procedimientos de las detenciones, la definición de territorios objetivo, el tipo de operativos, los allanamientos y el vaciado de información. Fuentes policiales confirmaron este documento y las instrucciones giradas aquel domingo para su uso. Fechado el 27 de marzo, el documento se titula “Protocolo de actuación policial y militar para reestablecer el orden y la seguridad pública en la aplicación del decreto legislativo No.333 (…) que contiene el régimen de excepción”.

 Tiene 26 páginas y establece que será aplicable en todo el territorio, “tanto en la zona urbana como rural”, con “irrestricto respeto a los derechos humanos, sin infringir, instigar o tolerar ningún acto de tortura u otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes”. “Se presentó, pero en la vorágine es mentira que lo aplicamos. Era imposible”, dice una de las fuentes.

 En las reuniones con Palma, la consigna diaria era una sola: “¡Detenciones, detenciones, denme detenciones! ¿Cuántas van? ¿San Salvador, cuántas lleva? ¿San Miguel?”, eran sus expresiones, dice una de las fuentes que participó en esas reuniones.

Un soldado analiza la identificación presentada por un motociclista a la entrada de una colonia ‘objetivo’ en la capital, durante los primeros días del régimen.

En el área metropolitana de San Salvador, en comunidades históricamente identificadas como territorios de pandillas, policías y soldados montaron cercos y retenes para vigilar la entrada y salida de los habitantes. Escenas similares se vivieron en Santa Ana y San Miguel. Las imágenes fueron noticia internacional. 

 La instrucción girada el sábado 26 bajó casi calcada a los agentes y soldados en la calle. “Solo por tener vínculos familiares con algún pandillero, porque era amigo de él se iba en la colada. Al comienzo no andábamos ni distinguiendo. La misión era cumplir la meta. Había gente que por estar en estado de ebriedad se iba en la colada, que estaba tomando y andaba con grupitos ahí en las tiendas”, dice el agente Wilson.

 Él defiende que no ha cometido ninguna detención sin justificación, aunque señala que compañeros en otras delegaciones sí lo han hecho para cumplir la cuota que sus jefes les han pedido. “El agente anda cansado, casi no ha dormido y todavía lo castigan”, reclama. Después de nuestra conversación, Wilson recibió otro mensaje por WhatsApp: “Se les solicita realizar detenciones ya que a nivel de delegación solo tenemos 03 detenidos y no se ha llenado la cuota diaria”.

En el occidente del país, un investigador policial es más corto en sus explicaciones y solo dice que lo de las cuotas fue una orden que vino desde arriba, desde la dirección general. Él agradece que por fin los policías puedan hacer su trabajo y coincide con el agente Wilson en que hasta ahora pueden capturar a todos los pandilleros que tienen identificados porque el tiempo de detención permite que las investigaciones de la FGR “sean más profundas”. 

 Pero en los primeros días, ni las autoridades tenían claro cuánto tiempo mantendrían retenidos a los detenidos. El sábado 26, el director Arriaza Chicas había planteado que se mantendría el plazo constitucional de 72 horas antes de presentar a los detenidos a los tribunales. El domingo 27, aseguran las fuentes, la subdirectora Palma señaló que solo los pandilleros confirmados recibirían más tiempo de detención, los 15 días que ordenó el régimen. Los plazos, sin embargo, han sido parejos para la mayoría de los detenidos. 

 “Al principio era un caos. No nos podíamos de acuerdo con la Fiscalía. Lo que sí puedo asegurarle es que desde el domingo 27 recibimos una orden que preocupó. Lo normal, antes del régimen, era que se notificaba a las familias de los detenidos sobre el paradero de los mismos. Ese domingo nos dijeron que no, que se suspendía ese derecho que tienen los detenidos”, dice uno de los oficiales. Esa orden no está contemplada en el protocolo de actuaciones, en el que se habla del respeto a los derechos humanos.

A Roselia la llegaron a intimidar a su salón de belleza el 26 de marzo por la tarde. Cuatro días más tarde, esos mismos policías la torturaron, amenazaron y capturaron sin darle explicaciones. Foto de Jaime Quintanilla.

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Adrián Solórzano nunca lo supo, pero la sombra del régimen llegó frente a la fachada de Roselia, la lideresa comunal de San Marcos Lempa, en la tarde del martes 29 de marzo.

Cuando los policías regresaron por ella, hasta las puertas de su casa, ella estaba descansando en una hamaca. Mientras se acercaba a los policías, entendió rápido que aquella no era una visita cordial. Se puso su celular en su escote y, dice, comenzó a grabar por accidente un video en Facebook. 

 Cinco agentes policiales y los dos soldados descendieron por la pendiente en su dirección. “Venga, queremos hablar con usted”, le dijo una mujer policía malencarada. “Aquí estoy”, contestó Roselia, con una voz ya nerviosa. “Venga, pues, ¡no tenga miedo!”, le ordenó la misma policía. “Aquí estoy. ¿No ve que ando a chuña?”, argumentó ella, mientras señalaba a sus pies.

 Roselia no se percató que para ese momento uno de los policías se había escabullido a sus espaldas. La agente policial le repreguntó que cuál era el miedo, si las dos son mujeres. Un tercer agente se percató que Roselia llevaba el celular en su escote con la cámara apuntando hacia ellos. La grabación dura solo 51 segundos antes de que la mano del agente corte la imagen. 

 La violencia a la que fue sometida a continuación fue corta pero contundente. De manual de represión, pero ajena al protocolo de actuación. Lo primero que sintió fue un manotazo en su boca. “¡Zorra!”, la cacheteó la agente. A sus espaldas, el otro policía le agarró el brazo izquierdo y lo jaló con fuerza hacia atrás para esposarla. Ya rendida, la arrojaron al suelo boca abajo. El agente le puso la rodilla en la espalda. La mujer policía se paró sobre ella: una bota en la tierra y la otra en la espalda. Se inclinó hacia adelante y la agarró del pelo para estrellarle y restregarle la cara contra la tierra. Lo que seguramente fueron solo unos momentos bastó para que Roselia pensara en sus hijos, en su familia y en que no entendía por qué los agentes la estaban torturando, si ella les había ayudado en el pasado. Roselia no entendía qué pasaba, hasta que se dio cuenta de que podía llegar a perder la vida.

“¡Me estoy ahogando!”, gritó. ¡¿Por qué me hacen eso?! Si me conocen”, suplicaba en vano. Los dos policías la dejaron de pisotear. La agente la agarró del pelo y del cuello de la camisa y la arrastró unos metros hasta la patrulla. “¡Por qué me hacen esto!”, decía Roselia desesperada. 

 “Mirá vieja puta, hoy hasta te podemos matar. La ley está a favor de nosotros”, le dijo la agente, antes de asestarle otro golpe en la cara.

 En el acta policial, los agentes la acusaron de cometer “los delitos de agrupaciones ilícitas y resistencia agresiva en perjuicio de la paz pública y administración de justicia”. Además, por la grabación involuntaria del video, la acusaron de “difusión ilegal de información en redes informáticas en perjuicio de María Francisca Araniva Martínez”.

 Un día después de la captura, una de sus hijas denunció el hecho ante la Procuraduría General para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH). Las actas médicas que la institución levantó señalan que los golpes coinciden con la narración de Roselia. Mientras los días pasaban, en bartolina solo le daban un tiempo de comida y no le permitían cambiarse de ropa. 

 “Me castigaron. No sé si fue por algo que les dijo la agente que me agredió, pero a todos los otros reos les daban comida y el short blanco, y a mí solo un tiempo me daban a veces y me tocó pasar con el mismo short por varios días”, dice.

 A los tres días la trasladaron a la cárcel mujeres, en Ilopango. Como ha ocurrido con una pequeña muestra de los detenidos, Roselia fue liberada el 12 de abril sin que existiera un proceso judicial a su favor. Según cuenta, la FGR mandó una carta hacia un Juzgado Segundo de Paz y ahí se tramitó su liberación. Roselia ahora busca justicia por la detención y tortura que sufrió. La PDDH señala que, si se comprueba su narración, los agentes que la detuvieron habrían violado “el derecho a la integridad personal por malos tratos”, además de una larga lista de artículos contemplados en convenciones y tratados nacionales e internacionales.

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 La primera vez que la sombra del régimen llegó por fin hasta las puertas de la casa de Adrián Solórzano fue el 18 de abril, seis días después de la liberación de Roselia, 24 días después de las primeras órdenes giradas en el verdadero inicio del régimen.

 Adrián no tenía cómo saberlo, pero aquel lunes sería la última vez que vería el rostro de su hijo Elián, un niño que ahora llora cada vez que recuerda a su padre.

Adrián Solórzano tenía 30 años y se dedicaba a hacer viajes particulares. Fuentes policiales confirmaron que no tenía antecedentes ni orden de captura, aún así fue detenido. Fue asesinado dentro del penal La Esperanza el 4 de julio. Foto de LPG, José Cardona.

La de Adrián fue una vida tranquila de un hombre común, que disfrutaba del fútbol, hacer barbacoas con sus amigos y aprender de mecánica automovilística. La familia tenía dos sedanes marca Scion, y con uno de ellos él se ganaba la vida haciendo viajes como taxista particular. Hilda Solórzano, su hermana, le había dicho que anduviera con más cuidado, que por andar haciendo viajes lo podían incriminar de cualquier cosa, pero Adrián se sentía seguro de que por ser inocente no lo iban a capturar. 

Teresa Vargas de Solórzano, su esposa, compartía la seguridad de Adrián. Ellos confiaban en un estribillo que los simpatizantes de Bukele han repetido durante todo el régimen: “El que nada debe, nada teme”.

 “Yo no ando metido en nada, no ando haciendo nada malo. Lo que ando haciendo es trabajando y ganándome el pan de cada día. No tengo nada que ver con nadie”, tranquilizó a su hermana. Él estaba seguro de que no corría peligro. El domingo, un día antes de que lo capturaran, pasó con su familia en un rancho privado con piscina. Se la pasó divertido, jugando con Elián.

 Adrián Solórzano trabajó cinco años para una institución del Estado. Entre 2013 y 2018 fue, por temporadas, auxiliar de un programa de formación del Tribunal Supremo Electoral (TSE), según lo demuestran actas de la institución y constancias elaboradas por la AFP en la que cotizaba. Un trabajo que consiguió a través de contactos afines al partido Arena. 

 Luego de la debacle electoral de 2019, en la que Nayib Bukele derrotó a los partidos tradicionales, Adrián no volvió a ser contratado. Teresa afirma que toda su familia votó entonces por Bukele, aunque ahora, con un tono gris, se corrige: “Lamentablemente votamos por él”. 

El régimen fue aprobado por una Asamblea dominada por Nuevas Ideas, el partido de Bukele. Hilda cuenta que para las elecciones legislativas de 2021, su hermano incluso prestó su vehículo para una caravana proselitista en Chinameca. «Cuando fue el inicio y cierre de campaña lo llamaron por el color del carro (un verde que se aproxima al cian). Él hasta andaba la camisa de Nuevas Ideas», cuenta Hilda.

Durante tres años, Adrián alimentó a su familia con su trabajo como taxista fuera de línea. Luego puso un carwash, pero por falta de local donde operar tuvo que pausar el emprendimiento que recién había iniciado. Doña Hortensia, la mamá de Adrián, aún conserva en su casa las máquinas que usó para lavar carros porque tenía la esperanza de que cuando su hijo saliera volviera a montar el negocio y tener un ingreso extra. “Ahí tengo todo”, se lamenta.

En Jucuapa, a Adrián lo conocían desde pequeño como “Hildo”, apodo que le pusieron en la escuela de fútbol a la que iba con su hermana, Hilda. “Si usted va al pueblo a preguntar por Adrián, nadie lo conoce. Pero si pregunta por Hildo le van a decir que sí, que era un gordito. Para todo mundo era Hildo”, recalca ella. Además de futbolero, también era conocido como el que hacía viajes, como el que siempre ayudaba. El día de su entierro sus compañeros de equipo de fútbol llegaron con el uniforme y arroparon el ataúd con sus colores. Él también era el que andaba por el pueblo organizando equipos y armando partidos.

Durante el inicio del régimen de excepción, miles de mujeres acapararon a las afueras de los penales mientras esperaban que las autoridades les dieran alguna información de sus familiares detenidos. Foto de LPG, Luis Martínez.

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El día en que los capturaron, Adrián había hecho un viaje hasta el municipio de San Miguel. Cuando regresó a casa, descansó un rato y su madre le preparó frijoles con crema y tortilla frita. No sabía que esa sería la última cena en libertad. Entre las 7 y 8 de la noche, mientras Elián veía televisión en su cuarto, dos agentes policiales tocaron a su puerta. Su madre cuenta que lo llegaron a buscar con nombre y apellido. Adrián no pudo terminar de comer ni despedirse de su hijo.

— Dígame, ¿para qué soy bueno? —preguntó Adrián a los oficiales.
— Nos vas a acompañar, te vamos a hacer unas preguntas y a ver qué pasa —le respondieron.
— ¿Por qué me lo llevan? —interrumpió de tajo la madre de Adrián.
— Así como están las cosas, no podemos hablar — zanjaron los policías mientras escoltaban a Adrián a la patrulla. 

 Adrián se subió a la pick up sin resistencia y sin esposas, pues le dijeron que pronto regresaría. Él y su familia confiaron en la palabra de los agentes, pero aun así su madre y su esposa se fueron detrás de los policías. La única explicación que les dieron en el puesto policial fue que “a él le han puesto el dedo” y que quedaba capturado en las bartolinas de Usulután.

 “Poner el dedo” significa que alguien por alguna razón denunció a Adrián de ser pandillero. Esa estrategia ha sido uno de los pilares en los que las autoridades han basado sus investigaciones para determinar a quién capturar, y en los documentos de captura ‘ponen el dedo’ la informantes o ‘la voz pública”. En el primer mes y medio del régimen, las denuncias de informantes sucedieron por generación espontánea, según se desprende de los registros a los que se tuvo acceso. Como si desde el 26 de marzo, en sintonía con el Estado, cientos de salvadoreños entendieron que era importante y necesario denunciar a la Policía que por sus cantones, barrios, calles y colonias andaban deambulando sujetos sospechosos de ser pandilleros. 

 A partir del 14 de mayo, la voz pública encontró un canal y una oferta de recompensa. Ese día, el Ministerio de Justicia lanzó la línea telefónica 123, a través de la cual cualquiera puede llamar y acusar a cualquiera de ser pandillero. Las autoridades destinaron un fondo de $30 millones que se entrega de manera secreta para incentivar las denuncias.

Una familia espera noticias de su detenido en las afueras del centro penal de Izalco, en Sonsonate, al occidente del país. En está cárcel han muerto en circunstancias desconocidas una treintena de los 73 fallecidos oficializados por Medicina Legal. Mientras cerca de 50 mil familias viven en constante angustia, el 73.9 % de la población apoya el régimen, según una encuesta del 31 de mayo de LPG Datos, la unidad de investigación social de La Prensa Gráfica.

En el registro de captura  que la Fiscalía presentó ante un Juzgado Especializado de Instrucción de San Miguel, la Policía dijo que capturó a Adrián a las puertas de su casa a las 8:00 p.m., y los fiscales no añadieron pruebas sobre la vinculación de Adrián con la MS-13. Solo indicaron que “según diligencias de investigación” estaba en su casa la noche que lo capturaron. Para el Estado, el apodo de Adrián no era “Hildo” sino que “el Gordo” y se encargaba de “abastecer de alimentación a miembros de la mara Salvatrucha que andan huyendo de la justicia en el sector de Joya Ancha, jurisdicción de Santa Elena, y hacienda Miramar, jurisdicción de California”. En ese último lugar, según el expediente fiscal, se escondía Cristian Isaac Hernández López, alias el Travieso, el “jefe de la mara” o palabrero de la Jucuapenses Locos Salvatruchos. Pero, según publicaciones en algunos medios, a Hernández López lo capturaron el 10 junio de 2019 y le incautaron un fusil AK-47. 

Junto a Adrián, también fueron acusadas otras 112 personas de haber cometido el delito de agrupaciones ilícitas en contra de la seguridad y paz pública, 14 de los capturados fueron enviados a prisión por mostrar “una conducta nerviosa y sospechosa” y porque la “voz pública” los perfiló como pandilleros de la MS.

Los requerimientos tienen reserva total, es decir que solo las partes involucradas en los casos tienen acceso a ellos. La razón que dio la Fiscalía se repite en los documentos: revelar información pone en peligro “la intimidad, la seguridad nacional o el orden público”, pues parte de las pruebas está en las escuchas telefónicas en la que miembros de la MS-13 hablan del término “válvulas abiertas” a finales de marzo. Pero en los documentos judiciales analizados no hay ninguna transcripción de estas escuchas. 

En el caso de Adrián, los fiscales no presentaron pruebas que lo vincularan con el Travieso ni con clica que supuestamente dirige. Tres fuentes policiales aseguraron que antes del régimen Adrián no estaba perfilado como pandillero en la base de datos que ellos manejan. Tampoco tenía antecedentes. Una de las fuentes concluyó: “No le aparece absolutamente nada. Está completamente en blanco”.

 Adrián pasó un día y medio en las bartolinas de Usulután y, luego, se celebró su audiencia frente a un juez. En realidad, se celebró una audiencia en la que un juez ni su defensor nunca vieron su rostro, porque fue cerrada y sin presencia de los acusados. En la audiencia, tres fiscales llegaron a recitar casi de memoria el objetivo de las acusaciones, en las que aseguraron iban a demostrar que hay una estructura delictiva llamada Mara Salvatrucha; que esa pandilla estaba detrás de la ola de violencia de finales de marzo, y que Adrián y los otros 112 detenidos formaban parte de la misma a través de diferentes clicas y programas. Pero entre ellos no había ninguna vinculación, ni prueba, ningún elemento que hiciera indicar cercanía entre todos los acusados. “En un momento de la audiencia, los defensores se rieron porque uno de los fiscales se equivocó en su papel, quizá estaba cansado, y dijo que las acusaciones obedecían a una orden girada por el presidente de la República. ¿Se imagina?”, dice uno de los testigos de esa audiencia.

Afuera de los penales y de bartolinas policiales deambulan familiares errantes en búsqueda de sus detenidos desaparecidos. Los tienen que realizar largos viajes para entregar paquetes con ropa, comida y medicinas. Cada uno puede llegar a costar $140. Foto de LPG, Luis Martínez.

Adrián fue enviado a prisión preventiva al Penal La Esperanza, Mariona, el 20 de abril. En los días siguientes lo acompañaron los demás acusados que están en el documento judicial. Cifras oficiales indican que el 89 % de los capturados fueron enviados a prisión en lo que la Fiscalía concluye las investigaciones. Lo que significa que van a pasar un plazo mínimo de seis meses tras las rejas mientras las autoridades determinan si hay razones suficientes para juzgarlos. Las reformas posteriores al Código Penal han dejado indefinido el plazo máximo de detención, sin condenas, para casos relacionados con pandillas. 

 Adrián ya nunca lo supo, pero su madre viajó cuatro veces hasta la cárcel para intentar hacerle llegar ropa, kits de limpieza, comida…

 En casa, Elián era el que más sufría. El niño no comía y andaba desganado, cuenta su madre. El niño siempre preguntaba dónde estaba su papá. Al niño, su madre, intentó ocultar que Adrián estaba preso. Le dijo que andaba trabajando y que por estar lejos no tenía señal para poder llamarle. “Lo mantuve a puro PediaSure porque se me había puesto flaco”, cuenta. Cuando lograban ahorrar un poco de dinero, luego de los gastos de la casa y del gasto que significaba intentar llevarle alimentos a Adrián, lo distraían con un juguete nuevo. Le decían al niño que su papá se lo había mandado.

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La segunda vez que la sombra del régimen llegó hasta la morada de Adrián Solórzano fue para entregárselo muerto a sus familiares.

El 5 de julio por la mañana, su madre regresaba de hacer las compras en el mercado de Jucuapa cuando vio a un microbús pasar de largo de su casa. No le tomaron mucha importancia. Guardó los víveres y estaba por sentarse a descansar. El vehículo que había levantado una pequeña nube de polvo comenzó a retroceder. “A quién andarán buscando”, se preguntó para sus adentros y siguió en lo suyo. Cuando vio que una mujer se dirigía a su puerta, comenzó a inquietarse.

“¿Usted tiene un hijo preso?”,le preguntó la empleada de la funeraria. A su familia, la muerte de Adrián fue notificada por una funeraria y no por el Estado. La Dirección de Centros Penales ni el director del penal La Esperanza (Mariona) respondieron a una petición de información sobre el fallecimiento de Adrián.

La mamá de Adrián solo logró escuchar que había habido una riña antes de perderse en su dolor. “Mi hijo no era peleonero y a la autoridad nunca le faltó el respeto”, cuenta. Al poco tiempo llegó Hilda y la mujer se identificó como empleada de la Funeraria Casa Blanca, ubicada en San Salvador. Ellas no saben cómo los empleados de la funeraria las localizaron ni cómo sabían que Adrián había sido asesinado. La funeraria llegó ofreciendo sus servicios, pero ellas lo rechazaron porque un amigo de la familia es dueño de la Funeraria Pacheco, en Jucuapa, y rebajó el precio por la amistad. La Funeraria Casa Blanca dijo no tener registros de ese viaje ni de haber recibido información de esa muerte.

El 5 de julio, un día después de la muerte de Adrián, la PNC y el ministro Villatoro celebraron en sus cuentas de Twitter que el 4 de julio no habían contado ningún homicidio.

Para encontrar el cuerpo de Adrián fue otra búsqueda. Como las autoridades gubernamentales no les informaron de su muerte, ellas no sabían adónde tenía que ir a reclamar el cadáver. No sabía si tenían que ir a Mariona, a algún hospital o al Instituto de Medicina Legal. Un primo de la familia fue a Mariona y le aseguraron que estaba bien, que dentro del penal no había pasado nada. Luego fue a Medicinal Legal, pero por falta de documentación no le dieron información. Así que Hilda recogió todos los documentos que pudo y partió a la morgue.

 Ahí le entregaron la esquela que indicaba que la causa de muerte fue por “asfixia mecánica por estrangulación”. Ella entendió fácil que su hermano fue asfixiado, pero no comprendía qué significaba aquello de “mecánica”. “Le dije al encargado que no me iba hasta que me explicaran bien qué significaba todo”, cuenta. Los doctores le dijeron que, a pesar de que era su hermano, no le podían explicar más sin la autorización de su jefe. Hilda se atrincheró y les dijo que no se iba a ir ni a retirar el cadáver hasta que le explicaran de manera clara. Los doctores pidieron autorización y, al rato, recibieron una llamada de su jefe. “Fue por un palo. En el momento que a él lo quisieron someter, se le pasó la mano al custodio”, cuenta Hilda que le explicó el doctor. 

 Hilda cuenta que el médico le dijo que no tenía dudas del asesinato de Adrián. “Se lo digo por experiencia porque no es el primero que viene así y nosotros tenemos tiempo de verlos”, agregó el doctor. 

 Ese día no le entregaron el expediente de Medicina Legal en el que los mismos doctores concluyeron que a Adrián lo asesinaron. Hilda agrega que el cadáver no tenía moretones u otros golpes, como otros casos reportados por la prensa salvadoreña. Solo la marca horizontal de unos dos centímetros en el cuello.

 La familia de Adrián repite que él no era pandillero. Ellos tienen pruebas, testimonios y un pueblo entero que los respalda. El 7 de julio, el día del entierro, las calles de Jucuapa se llenaron de personas que recordaron la jovialidad y la disposición a ayudar de Hildo. Se llenaron de cientos de personas que aseguraron que Hildo no era pandillero.

 Ahora su familiares exigen justicia, a sabiendas de que tendrán que pedírsela al mismo sistema que mató a Adrián. De su muerte, el presidente Bukele no comentó nada, no ha comentado nada. Tampoco el fiscal general ni el director de la policía ni el ministro de Defensa ni el director de Centros penales. Ni la PDDH ha logrado concluir si ha habido una sola violación a los derechos humanos de los capturados en cuatro informes que ha elaborado.

“Yo entiendo que lo que quieren es acabar con las pandillas. Está bueno. Pero mire si han muerto pandilleros en los penales. Yo no he visto ni a uno tatuado que haya muerto. Solo los civiles son los que están matando”, reclama Hortensia.

A Elián el régimen de excepción le quitó a su papá. A sus cuatro años entiende que ya nunca lo volverá a ver. Foto de LPG, José Cardona.

 A un mes de su entierro, la sombra del régimen sigue asolando a lo largo y ancho del país, y, en casa de Adrián, a su esposa aún se le quiebra la voz cuando lo recuerda, dice que le duele hablar de él, y su hijo llora su ausencia. Elian no soporta que nadie más toque la fotografía Adrían. El pequeño inunda toda la casa con sus sollozos, mientras busca sujetar el papel laminado que ha quedado en la sala de su casa como recuerdo. 

 Elián está pequeño, pero ya comenzó a entender que nunca más volverá a ver a su padre. Que se lo llevaron y ahora está muerto. El pequeño sale corriendo para agarrar la fotografía que agita con desesperación antes de enterrar su cara en el pecho de su abuela y romper en llanto. Ella, con los ojos vidriosos, lo intenta consolar con alguna anécdota graciosa con la que deja escapar una risa que rápido se ahoga entre más llanto. 

 “Lo extraño un montón”, solloza el niño hundido en dolor y doña Hortensia, su abuela, contiene las lágrimas para responderle que su papá lo está mirando y lo cuida desde arriba. “Papi… Papiii. Quiero a mi papá”, llora. 

*NOTA DE LA REDACCIÓN: Para esta investigación se pidieron reacciones vía correo electrónico sobre las órdenes giradas en la reunión del sábado 26 al director Arriaza Chicas, al ministro de la Defensa, a la Fiscalía y a Casa Presidencial. Se pidió, además, que se explicara por qué capturas realizadas el sábado 26 fueron incluidas en un documento del régimen de excepción presentado a tribunales , cuando la medida arrancó un día más tarde. 

El jueves 1 de septiembre, un asesor del director de la PNC se comunicó vía telefónica y pidió detalles de las preguntas realizadas, por órdenes del director Arriaza Chicas. El asesor se comprometió a tramitar una respuesta, y adelantó que las capturas del 26 respondieron a los homicidios de ese día, un detalle que no cuadra debido a que los delitos imputados en esas capturas no tenían que ver con asesinatos. “No los pudieron haber metido en régimen si el régimen no hubiera sido aprobado. Seguramente los metieron al sistema del régimen después por la cuestión de las garantías”, dijo. Luego agregó que es la Fiscalía la que dirige las investigaciones y la PNC es un órgano auxiliar que cumple con las órdenes de captura que elabora la Fiscalía. “Corresponde a la Fiscalía comprobar si estas personas tienen delitos o no”. Al cierre de este reportaje no hubo más respuestas.

*Este reportaje forma parte de República Finquera, un proyecto de cobertura del autoritarismo en Centroamérica y México de la Redacción Regional , una alianza entre medios y periodistas de la región, entre ellos Contracorriente.

El pasado 18 de agosto de 2022 se estrenó el documental Berta soy yo, dirigido por Katia Lara, que reúne los testimonios de familiares, líderes indígenas y expertos en el caso del asesinato de Berta Cáceres, líder en la protección del río Gualcarque del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca de la compañía Desarrollos Energéticos S.A. (DESA).


Texto: Persy Cabrera
Fotografía: Berta soy yo

Desde antes de que su metraje se proyecte, en la gran pantalla se puede leer: «Por consiguiente, tales expresiones o comentarios no necesariamente reflejan la posición o criterio de Cinemark, sus filiales, socios, ejecutivos, o colaboradores; quienes no han tenido participación ni injerencia en el planeamiento, ejecución ni desarrollo de dicho documental». Un mensaje que por sí mismo revela el panorama político que envuelve la figura de Berta Cáceres y su trayectoria mundialmente conocida al proteger al río que «le hablaba»: el río Gualcarque y por consiguiente a esta película.

Dentro de los puntos que aborda Berta soy yo uno de los que más se resalta es la exigencia de justicia en el asesinato de la ambientalista ganadora del Premio Goldman en 2015. Después de la sentencia condenatoria a David Castillo a 22 años y 6 meses de prisión por la coautoría intelectual en el asesinato, familiares y compañeros de lucha de Berta Cáceres continúan exigiendo la judicialización de miembros de la familia Atala Zablah por sus nexos con la empresa Desarrollos Energéticos (DESA), la empresa responsable de la construcción de Agua Zarca.

El documental evidencia las problemáticas de la justicia hondureña reflejadas en negligencia de las autoridades policiales y agentes de medicina forense en la investigación del asesinato, pero también en su conclusión pone responsabilidad en manos del Gobierno de la actual presidenta, Xiomara Castro, quien en su discurso de toma de posesión exclamó: «Justicia para Berta Cáceres» mientras enumeraba sus promesas de campaña.

La exigencia de justicia por parte de los pueblos indígenas es una constante en el presente hondureño. Hace unas semanas, Miriam Miranda, coordinadora de la Organización Fraternal Negra de Honduras (Ofraneh), ingresó al edificio del Ministerio Público junto con representantes de 46 comunidades garífunas o para protestar ante el nulo avance en las investigaciones de cuatro garífunas desaparecidos en 2020 y denunciar racismo institucional ante el menosprecio de representantes del Gobierno hacia los pueblos indígenas.

Precisamente es con la presencia de Miriam Miranda que Berta soy yo cuenta con uno de sus momentos más especiales. Las lágrimas en el velorio de una de sus compañeras de lucha social, a la que Miram se refiere como «hermana», y su narración de las anécdotas que las unían, comprueban el terrible panorama de violencia e injusticia que viven quienes lideran las resistencias indígenas y la protección de la naturaleza.

En la filmografía de Katia Lara figuran Corazón Abierto, Quién dijo miedo, Margarita Murillo, Berta Vive y el documental recién estrenado, Berta soy yo.

«El 1 de marzo de 2016, me reuní con Berta para organizar un rodaje más en el río Gualcarque. Al día siguiente fue asesinada», enuncia el póster de promoción del documental, en el que también se distingue la figura de Milton Benítez, ministro asesor en materia de Comunicaciones en el actual Gobierno. La presencia de Benítez, tanto en el póster como en el documental, fue una de las controversias del lanzamiento porque parece relegar a un segundo plano a la protagonista, Berta, en la promoción de un documental sobre su papel como lideresa, su legado y el impacto de su pérdida.

De acuerdo a Lara, en esa reunión con Berta un día antes de su asesinato también se encontraba Milton Benítez, que sumado a su papel como líder político y su desempeño en la organización de fuentes para entrevistas, justifica su presencia en el póster y en el documental por haber estado con ella ese día. Por otra parte, el asesinato de Cáceres dejó un vacío en el hilo narrativo del documental que Lara tenía en producción y junto al equipo técnico decidió llenar esos vacíos con grabaciones de Benítez, mientras la voz de la líder ambientalista –rescatando algunos de sus discursos– dicta el siguiente segmento en el largometraje.

Posterior a su estreno también se dio a conocer en redes sociales un comunicado –después fue desmentido en las redes sociales de la película– en el que la cadena de cines que proyecta el documental en sus salas, acusaba a Anarella Vélez, ministra en la Secretaría de las Culturas, las Artes y los Patrimonios de Honduras y a Milton Benítez de ejercer «instigaciones políticas» para que el documental estuviera en la programación del cine. El comunicado fue después desmentido a través de una carta de Terco Producciones.

En una entrevista para Contracorriente, la ministra Anarella Vélez declaró que Berta Cáceres sigue representando un «peligro para el orden establecido» y que eso podría haber motivado la creación del falso comunicado: «El miedo a que se difunda la verdad sobre ella, su vida y como acabaron con su existencia, en este documental se ve claramente cuáles son los intereses que se vieron cuestionados por Berta y que son sectores interesados en su desaparición física. Entonces todo esto se refleja en ese falso comunicado», dijo.

Vélez añadió que desde la secretaría de Cultura se determinó el documental Berta soy yo como una obra de «interés nacional» porque sirve para mantener su figura en la memoria histórica del país y agrega que «una vida como la de Berta no se puede olvidar, una vida ejemplar como la de ella no podemos, los hondureños, permitirnos el lujo de olvidarla».

Considerando que el documental trata sobre Berta y su legado, Contracorriente intentó contactar con miembros del Copinh y con la familia de la ambientalista, sin embargo, al momento de cierre de esta nota los familiares de Berta Cáceres prefirieron no pronunciarse respecto al documental Berta soy yo argumentando que todavía no habían visto la película.

Los y las próceres de Honduras

Imagen de Berta Cáceres en las vistas cívicas promocionadas por la Secretaría de Educación.

El estreno de este documental en las salas de cine coincidió con la preparación de los festejos por la Independencia, que este año cambian de nombre a «Fiestas Cívicas Refundacionales» para cambiar la narrativa de estas festividades. Además del cambio de nombre, la Secretaría de Educación promocionó su versión de las tradicionales vistas cívicas, que los alumnos de educación primaria utilizan para ilustrar y resumir la vida de los «héroes patrios», entre las cuales –este año– figura Berta Cáceres.

También se difundió en redes sociales la imagen de Cáceres en algunos murales escolares sobre próceres en el «Mes Patrio». El debate ahora recaía en si merecía ser reconocida como prócer, en algunos usuarios definiendo los lineamientos y condiciones para ser considerar a alguien un prócer e incluso la categorización de Berta como una héroe y no un prócer.

«¿Qué significa prócer?», es la pregunta inicial que Anarella Vélez plantea en este tema. En seguida responde que es el «nombre, muy masculinizado, de las personalidades más ilustres de la historia de un país», y agrega que por las «cualidades y lucha de toda una vida». Berta, dice Vélez, merece ser respetada. 

La ministra de Cultura también comenta que ella misma ha propuesto que el rostro de la líder indígena figure en uno de los billetes que circulan en la nación. Aunque acerca de esto último, Laura Zúniga, hija de Berta Cáceres demostró su inconformidad en redes sociales. Su lucha por los territorios indígenas y afrodescendientes, derechos de las mujeres y su batalla «contra los intereses transnacionales que están dañando al mundo, a la naturaleza, de todas y todos», de acuerdo a Vélez son evidencia y logros suficientes para ser reconocida como una «prócera», como ella prefiere nombrarla.

«Tenemos una mujer luchadora por la justicia, la libertad y que demandaba solución a los problemas más urgentes de nuestro país. Con esas cualidades ¿cómo podría alguien oponerse a que se le considere una “prócera” de nuestra nación?» sentencia la ministra, que desde su nombramiento prometió trabajar para que se reconociera el papel de las mujeres en la cultura del país. 

Texto: Mahmoud Mohieldin y Mario Cimoli
Fotografía: Archivo CC

La transición energética y la resiliencia climática pueden ser catalizadores del crecimiento y la inclusión, si se escala el financiamiento y salvan las distancias entre los inversores y los proyectos transformadores.

La intensificación del cambio climático, los efectos socioeconómicos de la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19) y los desafíos de la seguridad alimentaria y energética a nivel mundial están frenando los avances logrados durante décadas en la lucha contra la pobreza, el hambre y la desigualdad de ingresos y de género. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estima que la economía de la región crecerá un 2,7 % en 2022 mientras que 16 países aún no han recuperado los niveles del PIB anteriores a la pandemia. La región enfrenta el creciente desafío estructural de la baja inversión, que se situó en el 19,7 % del PIB, por debajo de los niveles observados en gran parte de los países desarrollados y emergentes.

Para lograr las transformaciones necesarias para hacer frente a la crisis climática se necesitan billones de dólares en inversiones y es esencial la movilización de un financiamiento inclusivo que no agrave la deuda de los países. Sin embargo, los países desarrollados ni siquiera han cumplido el compromiso asumido en 2009 de aportar 100,000 millones de dólares provenientes de todas las fuentes, por año, hasta 2020. Dado que muchos países en desarrollo se enfrentan a una deuda creciente y a un espacio fiscal reducido, las nuevas formas de cooperación, los instrumentos innovadores y los subsidios y el financiamiento en condiciones favorables deben tener prioridad sobre los instrumentos basados en la deuda. En América Latina la deuda pública bruta de los gobiernos centrales se sitúa en niveles de hace 20 años (52,1 % del PIB), y en el Caribe en el 84,1 % del PIB. La vulnerabilidad al cambio climático también afecta las evaluaciones de riesgo y el costo de la deuda pública. 

Es preciso transformar los compromisos en acción y traducir las promesas mundiales de contribución en soluciones regionales y locales. América Latina y el Caribe están bien posicionados para beneficiarse de la transición climática. La dotación de recursos de la región es importante (litio, cobre, energía eólica y energía solar). Contar con energía limpia y asequible puede reducir las brechas sociales, ser un catalizador del crecimiento en los sectores productivos y contribuir a abordar las consecuencias indirectas de los precios de la energía en los precios cada vez más altos de los alimentos. América Latina y el Caribe son la región en desarrollo más urbanizada (80 %) por lo que la inversión en electromovilidad e infraestructura puede volver sostenible el creciente sector del transporte, y podrían aprovecharse, además, las capacidades de fabricación y los recursos naturales de la región. La transición climática puede promover el cambio productivo y la inclusión social si se apoya en inversiones coherentes, a través de lo que la Cepal ha denominado «el gran impulso para la sostenibilidad» y la implementación simultánea de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Para los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID) del Caribe y los países vulnerables de Centroamérica —que enfrentan un acceso insuficiente a las medidas de alivio de la deuda y a las opciones de financiamiento en condiciones favorables— es urgente abordar la asimetría entre la escasa contribución a las emisiones mundiales y los efectos de la emergencia climática. Los flujos de financiamiento para la adaptación equivalen a una pequeña parte de los dedicados a los esfuerzos de mitigación. Las soluciones innovadoras, como los canjes de deuda por medidas de adaptación al clima, el uso de cláusulas sobre desastres naturales en la gestión de la deuda y la creación de un Fondo de Resiliencia del Caribe necesitan apoyo internacional. 

Las comisiones regionales de las Naciones Unidas, junto con Egipto, país que ejercerá la Presidencia de la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 27), y los campeones de alto nivel para la acción climática de la COP 26 y la COP 27, organizarán cinco foros regionales denominados «Hacia la COP 27: Foros Regionales sobre Iniciativas para Financiar la Acción Climática y los ODS». Los foros reúnen a las partes interesadas de los sectores público y privado para catalizar la inversión en la mitigación y la adaptación al clima. La innovación de los foros radica en la creación de espacios para mostrar un catálogo de proyectos listos para ser financiados, debatir la creación de un entorno propicio y de instrumentos para movilizar el financiamiento para proyectos que correspondan a las distintas necesidades de las cinco regiones, aborden el cambio climático de manera integral y reduzcan la brecha en los flujos financieros en consonancia con el Acuerdo de París.

La discusión de la Ley de Defensa y Seguridad está detenida y, a pesar de eso, algunos puntos críticos han sobresalido en el debate. En primer lugar, hay consenso entre las bancadas del PSH y Libre en que el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad (CNDS) no debe convocarse violentando la independencia de poderes del Estado. En segundo lugar, el Partido Liberal ha solicitado que altos mandos militares integren el Consejo con facultades para tomar decisiones y, finalmente, hay sectores que han expresado su preocupación de que la familia Zelaya coopte este espacio y gane protagonismo para beneficiar sus intereses particulares.


Texto: Leonardo Aguilar

Fotografías: Jorge Cabrera

El pasado jueves, 1 de septiembre, la presidenta Xiomara Castro presidió la reunión del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad (CNDS). La mandataria estuvo acompañada de su esposo, José Manuel Zelaya Rosales y de su hijo Héctor Zelaya. Además, en la reunión estuvo presente su sobrino político -el secretario de Defensa- José Manuel Zelaya Rosales, homónimo del expresidente. La mandataria aprovechó esa reunión para hacer cambios en la Dirección Nacional de Investigación e Inteligencia (DNII). 

Antes de esa reunión, el 17 de agosto, el Ejecutivo envió la propuesta de la Ley de Defensa y Seguridad Nacional que derogará la Ley Especial del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad, una normativa que fue aprobada cuando Juan Orlando Hernández era presidente del Congreso Nacional en 2011 y que sirvió para cooptar los poderes Judicial y Legislativo. De esa forma, Hernández se convirtió en un autócrata.

La propuesta del Ejecutivo no ha podido ser aprobada debido a la oposición de las bancadas del Partido Salvador de Honduras (PSH) y el Partido Liberal, que consideran que se necesita mayor análisis. Por su lado, la bancada del Partido Nacional -aunque cuenta con más de 40 diputados-, se ha quejado de ser excluida de la construcción de la nueva ley y han hecho pública su oposición a la propuesta de ley, manifestando que atenta contra la libertad de expresión. El argumento para no incluir en el debate a la bancada nacionalista, es que varios de ellos, actualmente en el Congreso, participaron en 2011 en la aprobación de la ley vigente.

La norma vigente, que violenta la autonomía de poderes, estipula que el CNDS debe reunirse mensualmente o extraordinariamente cuando la presidenta lo considere necesario. Esta ley estipula que el Consejo debe estar integrado por la presidenta de la República, Xiomara Castro, quien lo preside; el Presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo; el Presidente de la Corte Suprema, Rolando Argueta; el Fiscal General, Óscar Fernando Chinchilla; el Secretario de Seguridad, Ramón Sabillón y el Secretario de Defensa Nacional, José Manuel Zelaya Rosales.

La reunión del 1 de septiembre fue la primera en ser presidida por Xiomara Castro en los ocho meses que van de su gestión. El primer intento de Xiomara Castro para reunir al CNDS fue el miércoles 24 de agosto, pero Luis Redondo, Rolando Argueta y Óscar Chinchilla se excusaron argumentando que tenían compromisos agendados, según informó en comparecencia de prensa la presidenta Castro. 

«Yo había aconsejado la semana pasada a la presidenta no convocar con la ley vigente al Consejo, porque precisamente la propuesta de la nueva ley que ya ha enviado el Ejecutivo al Congreso Nacional [proyecto de ley] deja a entrever que efectivamente la ley vigente es inconstitucional», dijo a Contracorriente el diputado Ramón Enrique Barrios, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales del Congreso Nacional.

En la reunión del pasado jueves se hizo a puerta cerrada en Casa Presidencial y estuvo presente el pleno del Consejo. Pero no solo estuvieron presentes los requeridos por la ley como miembros de esa entidad. También estuvieron presentes el expresidente José Manuel Zelaya Rosales en su calidad de asesor presidencial y Héctor Zelaya, como secretario privado de la presidenta. Fueron convocados también el jefe del Estado Mayor Conjunto de las FFAA, José Jorge Fortín y el comisionado Gustavo Sánchez, director de la Policía Nacional, ambos acompañando a los ministros de Defensa y Seguridad, respectivamente.

La propuesta de ley pasó dos debates en el Congreso Nacional, pero está estancada porque no hay acuerdos entre la bancada oficialista de Libre y las bancadas del PSH y Partido Liberal. De ser aprobada esta ley, cambiará la composición del CNDS, pues ya no lo integraría el presidente de la Corte Suprema de Justicia, el presidente del Congreso Nacional y el Fiscal General de la República. Sin embargo, la nueva ley propone que ese vacío sea llenado por el Procurador General de la República, el Canciller de la República y el ministro de Gobernación.

Cuando Contracorriente consultó con diversas fuentes sobre cuál fue el motivo de la reunión urgente, las respuestas se han visto limitadas a señalar que existía la necesidad de hacer cambios o de actuar para lograr el funcionamiento de algunas instituciones que dependen del CNDS.

El Consejo Nacional de Defensa y Seguridad, por unanimidad, nombra al nuevo director y subdirector adjunto de la Dirección Nacional de Investigación e Inteligencia. Comisionado Raúl Mejía, Director Comisionado Luque, Subdirector Adjunto. Foto tomada de la Secretaría de Prensa de Honduras

En la reunión del último Consejo se nombró al director y al subdirector adjunto de la DNII, los comisionados Raúl Mejía Erazo y Ángel Josué Luque, respectivamente.

El comisionado Mejía Erazo pasó a sustituir al comisionado Alex Edgardo Madrid Padilla en la dirección de la DNII. Madrid Padilla había sido juramentado a inicios de marzo del presente año -un mes después de la toma de posesión de la presidenta Castro- por el Secretario de Gobernación, Tomás Vaquero.

El comisionado Raúl Mejía Erazo se ha venido desempeñando como el jefe de Protección y Servicios Especiales de Casa Presidencial durante la nueva administración, pues a mediados de febrero fue designado en ese cargo por el titular de la Secretaría de Seguridad, Ramón Sabillón.

El primer director de la DNII fue el general de las Fuerzas Armadas, Julián Pacheco Tinoco, quien fue nombrado en ese cargo por el CNDS en mayo de 2012, entonces presidido por el expresidente Porfirio Lobo Sosa (2010-2014). Pacheco Tinocó pasó a controlar, como director de la DNII, la Unidad de Intervención de Comunicaciones (UIC), que ha estado compuesta, mayoritariamente, por personal militar.

El artículo 33 de la Ley especial sobre intervención de las comunicaciones privadas establece que la Unidad de Intervención de Comunicaciones (UIC) «dependerá de la Dirección Nacional de Investigación e Inteligencia, dependencia del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad, como órgano encargado de ejecutar a través de su personal especializado, la intervención de las comunicaciones que el órgano Jurisdiccional autorice».

El artículo 11 de dicha ley establece que durante el procedimiento se «escucha, capta, registra, guarda, graba u observa, por parte de la autoridad, sin el consentimiento de sus titulares o participantes, una comunicación que se efectúa durante cualquier tipo de transmisión, emisión o recepción de signos, símbolos, señales escritas, imágenes, sonidos, correos electrónicos o información de cualquier naturaleza por hilo, radioelectricidad, medios ópticos u otros medios, sistemas electromagnéticos, telefonía, radiocomunicación, telegrafía, medios informáticos o telemáticos, o de naturaleza similar o análogo».

El 2017, el general Pacheco Tinoco, para entonces ministro de Seguridad en el Gobierno del expresidente Hernández, fue señalado de colaborar con el narcotráfico por el exlíder del cartel Los Cachiros, Devis Leonel Rivera Madariaga, quién también señaló al expresidente Porfirio Lobo Sosa y a su hijo Fabio Lobo, este último preso en los EE. UU. por delitos de narcotráfico.

Durante varios años, ya sea al frente de la DNII o de la Secretaría de Seguridad, el general Julián Pacheco continuó fortaleciendo, con lógica militar, los sistemas de investigación e inteligencia policial.

El artículo 5 de la ley vigente del CNDS, numeral 4, facultó a la presidenta Xiomara Castro para nombrar, suspender y sustituir al director nacional y director nacional adjunto de la Dirección Nacional de Investigación e Inteligencia (DNII).

Sobre esto, Leticia Salomón expuso que «en el gobierno anterior y particularmente en el Consejo anterior, este organismo de seguridad de investigación e inteligencia tenía una marcada tendencia militarista. Entonces observamos –y parece un dato interesante de analizar– que las dos personas nombradas ahí no son militares, sino que son policías, en este sentido, algo está pasando, por ahí que habría que ver si eso se entiende como algo positivo o como algo negativo en el análisis de todo este tema que se está haciendo».

El nuevo dictamen define las instituciones especializadas para la producción de inteligencia. En primer lugar pone a las las Fuerzas Armadas, seguido de la Policía Nacional, Secretaría de Relaciones Exteriores, Dirección General de Migración y Extranjería, Dirección de Marina Mercante, Dirección de Aeronáutica Civil, Dirección Nacional de Lucha Contra el Narcotráfico y Lavado de Activos.

Asimismo figuran la Dirección de Administración Aduanera de Honduras, la Unidad de Información Financiera (UIF) y la Dirección Policial Anti Maras y Pandillas contra el Crimen Organizado (DIPAMPCO).

Otro de los asuntos que han sido debatidos en el Congreso Nacional, es que el CNDS podrá autorizar los procesos de clasificación y desclasificación de información en materia de Defensa y Seguridad Nacional.

Las políticas de defensa y seguridad deben ser dictadas por civiles

La socióloga Leticia Salomón dijo a Contracorriente durante un Twitter space que es interesante todo el revuelo que se ha armado alrededor de la propuesta de una nueva ley del un Consejo, tomando en cuenta que, en el pasado, este fue totalmente nefasto para la vida del país cuando fue liderado por el expresidente Juan Orlando Hernández, quien está siendo juzgado por narcotráfico en EE. UU.

Salomón distingue entre quiénes deben integrar formalmente el Consejo y quiénes deben ejecutar las decisiones del Consejo. 

En ese sentido, la socióloga expresó que es importante diferenciar que en ese Consejo están reunidas instituciones del Estado encargadas directamente de dos funciones que son básicas: una de ellas es la defensa, que es ejecutada e implementada por los militares y la otra es la seguridad, que es una función de la policía.

Además agregó que los secretarios de seguridad y defensa, que integran el Consejo en cuestión y que dictan las políticas que deben ejecutarse, deben ser estrictamente civiles. «Los secretarios de defensa y seguridad tienen que ser civiles, pero superando la idea del pasado de que ponían a un civil y terminaba siendo un mandadero de los militares ante la presidencia de la República. El ministro de Defensa puede llevar a cualquiera, si se va a tratar un tema que tiene que ver con Fuerza Aérea, con Fuerza Naval o con el Ejército. Al igual que el secretario de Seguridad, que puede llevar a cualquiera de los jefes de policía cuando se va a tocar un tema que tiene que ver con sus potestades», señaló.

La diputada Ligia Ramos expuso que si bien es cierto la propuesta llegó del Gobierno del partido Libre, con el cual su partido Salvador de Honduras mantiene una alianza, su bancada consideró inconveniente aprobar esta ley sin hacer mayores análisis.

«Creemos que ellos tenían urgencia por algunos temas de seguridad, entendemos la urgencia que tenían, sin embargo, no podíamos ser irresponsables en venir y aprobar con dispensa de debates una ley que no conocíamos», sostuvo Ramos.

La diputada expresó que investigaron el proyecto de ley y revisaron otros consejos nacionales de seguridad y encontraron que la propuesta enviada por el Ejecutivo presenta una similitud de un 61% con la ley que tiene México. «Y no es que esté malo, ¿verdad?, sino que, si no adecuamos estas leyes a nuestra realidad, a nuestra Constitución, a nuestras instituciones, a nuestras leyes secundarias, entonces entraremos en choque y en conflicto».

Además, agregó que en Honduras hay infiltración del narcotráfico en las secretarías de seguridad y de defensa. «Hay una preocupación por la infiltración del narcotráfico y del crimen organizado dentro de las instituciones, tanto de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional, pero creemos que tiene que haber un mecanismo aparte para hacer una depuración en cuanto a esa situación, no podemos lesionar la parte técnica» dijo Ramos.

La diputada agregó que hay que estudiar si esta ley lesiona e interfiere con otras leyes ya establecidas y puso como ejemplo la parte de la clasificación de información que contiene la propuesta de la nueva Ley, que, según ella, debe analizarse porque puede vulnerar la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública.

«Nosotros pensamos que no es conveniente duplicar esas funciones, se debe de preservar la ley de transparencia y acceso a la información y respetar los mecanismos», expuso.

Al respecto, la socióloga Leticia Salomón expresó que «debemos estar claros en un punto, que el desconocimiento que hay sobre el tema de defensa y seguridad hace que muchas personas opinen sin enterarse. Por ejemplo, hay muchos temas, muchos aspectos, relacionados con defensa y seguridad que tienen que ser cubiertos por una cuestión de confidencialidad y esto no significa entonces aplicación de ley secretos».

La Asociación por una Sociedad más Justa (ASJ) hizo un análisis comparativo e indicó haber encontrado potenciales riesgos en el proyecto de Ley de Defensa y Seguridad Nacional y, por lo tanto, recomendó asesoría de expertos y de organismos especializados.

«Entre los riesgos identificados está el uso de términos ambiguos que pueden quedar a la libre interpretación según vaivenes políticos y otorgar intervención ilimitada al Poder Ejecutivo», indica el análisis de ASJ.

Al respecto, Leticia Salomón expresó que existe «un afán extraño, entre comillas, de buscarle similitud a esta ley con las leyes de otros países, pero no de cualquier país, específicamente de México, Argentina, Venezuela y Nicaragua. Los consejos de defensa y seguridad están prácticamente en todos los países, o sea, no es una iniciativa de países de izquierda o países de una nueva izquierda o países comunistas».

La socióloga recalcó que el análisis de ASJ y la propuesta del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) han ofrecido al Congreso Nacional «asesores legales especiales, porque dicen que ellos han estudiado el mismo Consejo en México, Argentina, Venezuela y Nicaragua. Entonces ven ustedes cómo se le salen los fantasmas que les recorre la mente a muchas personas con un anticomunismo ya desfasado y pensando que el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad es un problema que compete directamente a países de izquierda y no a todos los países de la región».

Gustavo Solórzano, gerente de Asesoría Legal en el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), invocó el mandato constitucional del artículo 287 de la Constitución de la República, cuyo contenido expresamente manifiesta: «Créase el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad; una ley especial regulará su organización y funcionamiento» (Resaltado en negrilla es nuestro).

Solórzano reconoció que es evidente que tiene que existir un CNDS, pero afirmó que ese artículo se limita a «crear una ley de organización y funcionamiento del Consejo, ¿cuál es el problema que existe con el proyecto que remitió el Poder Ejecutivo?, que no es una ley de cómo se organiza y funciona el Consejo propiamente, lo incluye, es verdad, pero incorpora otros elementos que no pertenecen al mandato constitucional».

«Es ahí es donde se comienzan a incorporar aspectos de otras normativas, como por ejemplo, la de México, llamada Ley de Seguridad Nacional en donde se incorporan elementos ya no propiamente del funcionamiento de un órgano, sino que también nuevos elementos, como decimos nosotros los abogados, de carácter sustantivo o de nuevas normativas en materia de seguridad», explicó Solórzano.

«¿Qué quiere el Poder Ejecutivo? ¿Una nueva ley de seguridad que al mismo tiempo regule el funcionamiento del Consejo o regular el funcionamiento del Consejo?, porque el debate se ha concentrado en quiénes iban a integrar el Consejo, pero no nos fuimos a esta parte, que es en realidad lo toral, la incorporación de amenazas, por ejemplo, el tema de que el mismo Consejo tenga la capacidad de investigación y de incluso poder tomar decisiones que, por su naturaleza, le corresponden al Ministerio Público como competencia exclusiva de investigador y conocedor del ejercicio de la acción pública», agregó el asesor del Cohep.

En debate integración del CNDS: familiares de la presidenta y altos mandos de las FF. AA.

Reunión el pasado 1 de septiembre del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad. Foto tomada de la Secretaría de Prensa de Honduras.
Reunión el pasado 1 de septiembre del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad. Foto tomada de la Secretaría de Prensa de Honduras.

Durante el último Consejo Nacional de Defensa y Seguridad, hubo tres familiares de la presidenta Xiomara Castro: su esposo, uno de sus hijos y su sobrino. De esos tres, solamente uno tiene rango de secretario de Estado, el abogado José Manuel Zelaya Rosales, quien fue nombrado como secretario de Defensa y está bajo las órdenes de la presidenta Xiomara Castro.

La congresista Ligia Ramos dijo que existe una preocupación en toda la sociedad por el nombramiento de parientes en el Gobierno de Xiomara Castro. «La persona que está ahorita nombrada como secretario de defensa es el sobrino político de ella, y es el hijo del Secretario General del Congreso de la República [Carlos Zelaya] . Yo sé que es un tema sensible ese, pero hay que ponerlo sobre la mesa. Tenemos también un retroceso en el nombramiento de los secretarios de Estado, que no son técnicos ni manejan el tema de seguridad ni defensa», dijo la diputada Ramos.

Gustavo Solórzano, asesor legal del Cohep, expuso que, desde el punto de vista constitucional, el tema de seguridad y defensa debe ser liderado por la presidenta de la República. Sin embargo, afirmó que no es correcto que quede «esa arbitrariedad para que se pueda estar llamando a cualquiera para que integre el Consejo. Debe quedar claramente estructurado quiénes lo pueden integrar, ya sea cualquier otro órgano e incluso otro poder del Estado, que puedan ser convocados con voz pero sin voto. Eso debe dejarse muy claro».

Solórzano añadió que quienes integren el Consejo deben también cumplir con requisitos y una serie de inhabilidades, porque «ahí se tratan temas de seguridad nacional, que no pueden filtrarse sino a través de los canales correspondientes». 

«Entendemos la confianza que existe con el asesor presidencial [el expresidente Zelaya], con el hijo de la presidenta [Héctor Zelaya)], pero no es algo que se puede estar abriendo a todo el mundo. Son temas de Estado y hay que tratarlos de esta manera […] tienen que ser personas involucradas en esa temática de seguridad y si no está involucrado con esa temática no debería de participar» agregó el profesional del derecho.

Leticia Salomón, por su parte, afirmó que ella no defiende pero tampoco cuestiona al ministro de Defensa, pues para ella es un ministro como cualquier otro. «Si usted quiere, a mí no me gusta que sea pariente, aunque sea lejísimos de la presidenta de la República, pero en realidad es una potestad de la presidenta y es una decisión legal».

Además, Salomón expuso que hay que ponerle atención a un asunto de fondo: «Argumentar que hay que ponerle a un militar porque el ministro de Defensa no sabe nada sobre el tema, es un asunto sumamente peligroso y eso me huele a mí a puro argumento de los militares que están utilizando a sus peones dentro del Congreso nacional para que ellos sean los que planteen las cosas y ellos vuelvan a figurar en el centro de la actividad política en el país, de donde se pretende que salgan porque no es un asunto de su competencia», dijo.

El pasado 30 de agosto, dos días antes de que la presidenta Xiomara Castro se reuniera con el Consejo, el Partido Liberal –liderado por el expresidenciable Yani Rosenthal, quien estuvo tres años encarcelado en EE.UU. por lavado de activos derivados del narcotráfico- presentó una propuesta para introducirla en el Proyecto de Ley para la conformación del nuevo Consejo Nacional de Defensa y Seguridad Nacional (CDSN) y anunció que esperará el tercer debate de la iniciativa que se discute para introducir dichos cambios.

Entre los cambios propuestos por el Partido Liberal está que se incluya como integrante al jefe del Estado Mayor Conjunto en el nuevo CDSN, que se excluya al Procurador y se agreguen más requisitos para el Secretario Ejecutivo. Además pedirán que se introduzca una cláusula que prohíba el «espionaje político».

La socióloga Leticia Salomón afirmó que lo propuesto por el Partido Liberal es «sumamente peligroso para el país» y agregó que «es una cuestión tan descabellada que solamente puede explicarse por la ignorancia de muchos congresistas liberales con respecto a ese tema».

Ligia Ramos argumentó estar de acuerdo con Leticia Salomón en que involucrar al Ejército es un retroceso. «Más cuando hemos pasado por un golpe de Estado, por el irrespeto a los derechos humanos, violación a los derechos humanos, etcétera. Sin embargo, yo entiendo cómo está la ley actual, que el Consejo Nacional de seguridad precisamente es un órgano técnico consultivo de la presidenta y que ella es la que toma las decisiones. El problema es que tenemos también un retroceso en el nombramiento de los secretarios de Estado. No son técnicos ni manejan el tema de seguridad ni defensa».

La socióloga Leticia Salomón planteó que los ministros no tienen necesariamente que ser especialistas en defensa. «Con todo el perdón de la doctora Ligia, le voy a decir que ni en nuestro país ni en otro lado se colocan ministros que son expertos en los temas para los cuales los colocan ahí […] si Honduras tiene un problema de enfrentar amenazas a la soberanía e integridad territorial, no es poner al ministro para que él diseñe cuál es la estrategia para enfrentar una amenaza de El Salvador o de Nicaragua, o de donde sea, los ministros no están para eso, los ministros están para convocar a las personas y decirles: esto es lo que nos plantea la presidenta de la República, diseñen ustedes una estrategia militar para enfrentar esa amenaza, para que la podamos discutir».

Contracorriente le consultó a Solórzano si ve correcta la propuesta del Partido Liberal de integrar al jefe del Estado Mayor Conjunto con voz y voto dentro del Consejo. Solórzano respondió que sí, pues a su juicio el Jefe de Estado Mayor Conjunto forma parte de la seguridad y defensa porque recibe instrucciones directas del comandante en jefe de las FF. AA, en este caso ahora doña Xiomara, quien ejerce la titularidad del Ejecutivo.

«Nosotros lo vemos acertado [la inclusión de las FF. AA. en el Consejo]. Si vamos a tener a la gente de la Secretaría de Seguridad, si vamos a tener al ministro de Defensa, que en este momento es un civil, sería importante también conocer la perspectiva del representante de las FF. AA., si no se le incorpora se le puede estar convocando para que sea voz también dentro del Consejo, pero ya esa va a ser una decisión del Poder Legislativo, pero hay que tener claro de que la atribución en cuanto a la seguridad y la defensa la tiene el Poder Ejecutivo y se complementa, en algunos casos, con el Congreso Nacional», expresó Solórzano.

Las potestades que tendrá el Secretario Ejecutivo en el CNDS

La nueva propuesta propone retirar del Consejo a los presidentes del Congreso Nacional, Corte Suprema de Justicia y al Fiscal General, pues la ley vigente le da amplios poderes al Ejecutivo y subordina a los poderes Legislativo y Judicial, además coopta al Ministerio Público.

De aprobarse la ley tal y como está propuesta, el Consejo seguirá siendo presidido por la presidenta Xiomara Castro, sin embargo, se establece que ella será «asistida por un Secretario Ejecutivo y su Secretario Adjunto».

«El Secretario Ejecutivo del Consejo y el Secretario Adjunto del mismo, serán nombrados por el titular del Poder Ejecutivo, dependerán directamente de ella, contarán con un equipo técnico especializado y un presupuesto asignado en el Presupuesto de Ingresos y Egresos de la República», explica el dictamen.

El abogado Joaquín Mejía hizo énfasis, durante el Space de Contracorriente, en que es necesario –aparte de los ministros que integran el Consejo- que existan requisitos mínimos para contar con personas que se acerquen a un perfil ideal para integrar el Consejo Nacional. Esto porque la ley a aprobarse introduce las figuras de Secretario Ejecutivo y Secretario Adjunto para que acompañen a la Presidencia.

«Lo anterior, particularmente en lo que respecta con la persona que ejerce la Secretaría Ejecutiva del Consejo y también de la Secretaría Adjunta, porque cuando uno ve la ley uno se da cuenta que tiene una serie de atribuciones que son bastante importantes, lo hace bajo el mandato del Consejo y particularmente a la presidente de la República», expuso.

El diputado Ramón Barrios afirmó que «hay consenso, hasta donde van las pláticas, en que vamos a recortar algunas funciones que tiene el Secretario General, que ya han tenido controversia».

Según la propuesta del Ejecutivo para una nueva ley, el Consejo quedaría integrado por la presidenta Xiomara Castro, quien lo presidirá acompañada de dos secretarios (que todavía no se designan); por el ministro de Defensa, su sobrino, Manuel Zelaya; el secretario de Seguridad, Ramón Sabillón; las secretarías que serán novedad dentro del Consejo están representadas por el ministro de Gobernación y Justicia, Tomás Vaquero; el de Relaciones Exteriores, Eduardo Enrique Reina y, finalmente, el Procurador General de la República (PGR), Manuel Antonio Díaz Galeas.

Leticia Salomón argumentó que el Secretario Ejecutivo debe ser «estrictamente técnico, tramitador, instancia que canaliza las propuestas de los que integran el Consejo ante la presidencia de la República. No debe de tener poder político la persona que ocupe ese cargo». 

«En ese cargo no debe estar una persona con poder ni capaz de decidir al interior del Consejo al que entra, sobre la agenda, porque se le antojó a él. Esos son temas que deben decidir los integrantes del Consejo, que son los ministros. El secretario de ese Consejo no tiene rango de ministro, por lo tanto, es una persona que debe estar allí como instancia de trámite, de organización, de seguimiento de comunicación», agregó la socióloga.

El abogado Solórzano, por su parte, subrayó que es llamativo que para el nombramiento del Secretario Ejecutivo no hay requisitos que deban cumplir las personas que sean nombradas, como por ejemplo «ser expertos en materia de seguridad, ser alguien con cierto nivel de experiencia o acreditar conocimientos en la temática. No existe ningún tipo de título o inhabilidades, de que posiblemente hayan sido acusados de algo. Todos estos aspectos nos llaman la atención». 

El Secretario Ejecutivo, aparte de las 17 funciones que le otorga el artículo 13 de la propuesta de Ley, también cumple con otras asignaciones, entre las que destacan lo estipulado en el artículo 10, que señala que «acuerdos de Nombramiento serán refrendados por el Secretario Ejecutivo del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad».

Los polémicos nuevos miembros del Consejo: Canciller, ministro de Gobernación y titular de la PGR

El Canciller Enrique Reina junto a Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno Español. Foto CC/ Jorge Cabrera

El diputado Barrios agregó que él mismo tiene algunas observaciones e interrogantes sobre la nueva integración del CNDS. «A mí todavía nadie me explica ¿por qué la figura del Procurador General de la República es importante que esté en esa nueva Ley del Consejo?» cuestionó.

Barrios enfatizó en que la figura del Procurador General de la República es la de ser el asesor legal del Estado: «no le encuentro una función, no la explica muy bien [el dictamen de] la ley, ¿por qué tiene que ser parte del Consejo Nacional de Defensa? Si llego a tener una respuesta favorable no lo voy a seguir cuestionando».

El titular de la PGR no está bajo las órdenes de la presidenta Xiomara Castro, pues este no es un funcionario nombrado por ella, ni ella tiene potestad para removerlo. En Honduras, este cargo es responsabilidad del Congreso Nacional, que lo escoge siguiendo un protocolo similar a la selección del Fiscal General.

En febrero del presente año, el abogado Manuel Antonio Díaz Galeas fue escogido por el actual Congreso que preside Luis Redondo violentando la Constitución de la República, pues este no cumplía (ni tampoco el subprocurador Tomás Andrade Rodas), con el requisito constitucional de ser notario debidamente colegiado. 

Además, tanto el nombramiento del procurador como el del subprocurador se hicieron cuatro meses antes de que la procuradora Estela Cardona terminara su período en el mes de junio.

El procurador general nombrado por el nuevo gobierno, Manuel Antonio Díaz Galeas, formó parte del bufete privado del abogado Rassel Tomé, uno de los hombres más leales al partido Libre, quien es el actual vicepresidente del Congreso Nacional y que está incluido en la Lista Engel de los Estados Unidos.

Sobre la inclusión de los secretarios de Gobernación y Justicia, así como del Canciller de la República, el diputado Barrios argumentó que en ambos casos lo ve correcto. El primero, porque «Gobernación y Justicia ejecuta programas de emergencia que tienen que ver con la seguridad al interior, es el equivalente en otros países al secretario de interior».

En cuanto al papel que cumple el Canciller hondureño, que en los últimos años ha jugado un papel relevante al recibir las solicitudes de extradición del Gobierno de Estados Unidos, Barrios dijo que «Es correcto, si va a estar el secretario del interior, que es el equivalente a Gobernación y Justicia, también tiene que estar el secretario de relaciones exteriores, ¿por qué?, porque hay decisiones que hay que tomar. Ellos ejecutan la política de seguridad y de defensa con los demás países. A mí me gusta que esté el secretario de exteriores».

El abogado Joaquín Mejía afirmó que en ese Consejo podrían estar aquellos órganos que tienen alguna vinculación con defensa y seguridad del Estado. «Hay que recordar que la Secretaría de Relaciones Exteriores es la que maneja, por ejemplo, las relaciones en materia de seguridad y defensa con Estados Unidos a través de un convenio. Ahora el tema de las relaciones exteriores es un asunto de seguridad nacional, un asunto toral, sobre todo después de septiembre 11».

Los cancilleres en Honduras juegan un papel esencial en materia de defensa y seguridad pues son los primeros en enterarse de las solicitudes de extradición de hondureños hacia otros países. 

Eduardo Enrique Reina, el 27 de enero pasado, el día de la toma de posesión de Xiomara Castro, renunció a su cargo como magistrado del Tribunal de Justicia Electoral (TJE) para asumir el cargo como Canciller de la República. 

Semanas más tarde, la Cancillería de Honduras a cargo de Reina informó que había remitido a la Corte Suprema de Justicia comunicación oficial de la Embajada de los EEUU en donde se solicitaba formalmente el arresto provisional de «un político hondureño» para ser extraditado a Estados Unidos. Horas después se oficializó que ese político era el expresidente Juan Orlando Hernández.

Aunque Mejía dijo no ver con extrañeza la integración de la Secretaría de Relaciones Exteriores en el Consejo, sí cuestionó la razón de la inclusión del Procurador General porque, a su criterio, «hay que recordar que, a diferencia de otros países, en Honduras está el fiscal General del Estado, que es el que representa los intereses de la sociedad y, por el otro lado, está la Procuraduría General del Estado, que es el abogado del Estado».

«Errores» y más puntos polémicos del dictamen enviado por el Ejecutivo

Mientras el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad se reúne a puerta cerrada, el asesor presidencial Enrique Flores llega a Casa Presidencial para dar una conferencia de prensa
Mientras el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad se reúne a puerta cerrada, el asesor presidencial Enrique Flores llega a Casa Presidencial para dar una conferencia de prensa .Foto CC/Jorge Cabrera.

El artículo 10 de la propuesta de Ley es visto con preocupación por algunos sectores de las FF. AA. Y es que dicho artículo, a criterio de algunos oficiales militares en condición de retiro, subordina a todos los órganos de defensa y seguridad, no solamente a la Presidenta (como constitucionalmente es aceptado) sino que también los somete al Consejo Nacional de Defensa y Seguridad.

La primera parte del artículo 10 establece que «todos los órganos y entidades de defensa y seguridad del Estado, están bajo subordinación del titular del Poder Ejecutivo y del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad» (Resaltado en negrilla es nuestro).

El general en condición de retiro de las FF. AA, Isaías Barahona, dijo a la radiodifusora HRN que la comandante de las FF. AA es la presidenta, pero que en la propuesta de ley le condicionan a la propia presidenta esa autoridad y se la comparten con el CNDS.

«No hay duda de que existe un quebrantamiento del orden constitucional así como está propuesto, porque, según leo, en el artículo 10, está poniendo al Consejo Nacional de Defensa y Seguridad como parte de la autoridad de la Presidenta y no es cierto. Ya están condicionando la autoridad del Presidente de la República frente al Consejo. El Consejo no tiene autoridad ejecutiva, en ningún caso, en ningún caso, solo tiene la coordinación para ser asesores, pero la toma de decisiones sigue siendo exclusiva de la figura del Presidente de la República directamente a través de los Secretarios de Estado o [de la Presidenta] directamente a través del Jefe de Estado Mayor Conjunto, que es quien la va a ejecutar. En el caso de la Policía es el mismo esquema», expresó el general Isaías Barahona.

El pasado jueves, mientras el Consejo Nacional de Seguridad y Defensa se reunía a puerta cerrada, el asesor presidencial Enrique Flores Lanza –beneficiado por una amnistía que lo liberó de la responsabilidad por el saqueo de 40 millones de lempiras en efectivo del Banco Central de Honduras- afirmó en conferencia de prensa que la conformación de este Consejo traerá seguridad a la población hondureña.

«Había unos errores y situaciones que eran necesarias socializar. No tenemos duda de que, luego de que el Congreso Nacional escuchara las observaciones y aportes, esa Ley va a ser finalmente aprobada», afirmó Enrique Flores Lanza sobre la propuesta de Ley de Seguridad.

Ramón Barrios explicó que el dictamen enviado por el Ejecutivo contenía «errores en algunas situaciones como la línea de sucesión de la Policía Nacional».

El dictamen de la ley, entre otras cosas, deroga el artículo 12 de la Ley de Inteligencia Nacional, que establece que el Director Nacional y Director Nacional Adjunto de la DNII «durarán en sus cargos por un período de 5 años, pudiendo ser reelectos por el CNDS».

El dictamen también deroga el artículo 45 de la Ley Orgánica de la Secretaría de Estado en el Despacho de Seguridad y de la Policía Nacional de Honduras, el cual hace referencia a que el «Director y Subdirector General de la Policía Nacional son seleccionados tomando en consideración la antigüedad en el grado, tiempo de servicio y los méritos profesionales, que son calificados en base a las competencias demostrables y pueden desempeñarse en el cargo hasta tres (3) años».

Además se pidió derogar el artículo 8 de la Ley del Sistema Nacional de Emergencia (911), publicada en el Diario Oficial La Gaceta el lunes 2 de agosto de 2021, el cual hace referencia a las facultades que ostenta la Dirección Nacional del Sistema Nacional de Emergencias.

El asesor del Cohep, Solórzano, se mostró en contra de estas reformas porque, según él, es negativo que se quiten «los requisitos para ser Director Nacional de la Policía, Director Nacional de Inteligencia, contrainteligencia, que quiten al representante del 911, entre otros casos que son importantes también. Nosotros en esos casos no estamos de acuerdo, porque para poder ocupar estos cargos tan delicados las personas tienen que acreditar conocimientos, experiencia y también una trayectoria intachable que no genere ningún tipo de inhabilidades al respecto».

Y es que el artículo 10, ampliamente cuestionado, también establece que los titulares de los siguientes órganos «serán de libre nombramiento y remoción del titular de Poder Ejecutivo» y que sus acuerdos de nombramiento serán refrendados por el Secretario Ejecutivo del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad (Resaltado en negrilla es nuestro): 

  • Director y Director adjunto de la Dirección Nacional de Investigación e Inteligencia
  • Director General y Sub-Director de la Policía Nacional
  • Director General  y Sub-Director de la Policía Militar y del Orden Público
  •  Director y Sub-Director del Sistema Nacional de Emergencia 911
  • Director y Sub-Director del Centro Combinado de Operaciones Interagencial (CCOI).

El proceso de desmilitarización y el CNDS

Para el abogado, Joaquín Mejía, es necesario desarticular de manera inmediata a la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (FUSINA) que él define como el brazo operativo del CNDS en los territorios.

«Fusina es coordinada por un militar y, bajo ese militar, operan policías militares, policías nacionales, fiscales de jurisdicción nacional y jueces de jurisdicción nacional y lo peor, es que el Poder Legislativo y el Ministerio Público quedaron totalmente subordinados a él», aseguró Mejía.

Para Mejía es preocupante que el CNDS -como fue utilizado durante la administración de Juan Orlando Hernández-  representa el espacio de poder de decisión sobre temas vinculados a defensa y seguridad y además  «decidían sobre muchísimas otras cosas que impactan negativamente en los derechos y libertades fundamentales».

Una de las promesas de Xiomara Castro, en sus inicios de participación en política partidaria, fue que, de ser presidenta, iba a ordenar el retorno de los militares a sus cuarteles. Sin embargo, los operativos de la Policía Militar del Orden Público continúan desarrollándose en las calles.

Hace algunos meses, el secretario de Defensa, Manuel Zelaya, dijo que la PMOP iba a ser reformada con el fin de combatir el narcotráfico: «Es oportuno cambiar y dejar atrás esas épocas que una dictadura nos dejó en 12 años, pasar de la guardia pretoriana a estar al servicio del pueblo», sostuvo.

En un artículo del historiador Otto Argueta y Knut Walter, titulado: «Una institución para todo: la función política de las FF. AA. en Honduras», se establece que la Policía Militar del Orden Público (PMOP) —el brazo policial de las FF. AA.— fue parte de la fuerza de choque frente a diferentes manifestaciones de descontento de la población, sobre todo protestas por hambre. «Adicionalmente, las FF. AA. han tenido un rol protagónico en asuntos de atención de la pandemia, por ejemplo, un general de brigada es la cabeza de la junta interventora más importante en estos momentos, tras los escándalos de corrupción de la institución de Gobierno con más presupuesto ejecutado en la emergencia sanitaria».

El artículo antes mencionado también detalla que »la política interagencial de seguridad se profundizó en el segundo período de Juan Orlando Hernández. En 2018 fue reformada la Fuerza Nacional Antiextorsión que pasó a ser la Fuerza Nacional Anti Maras y Pandillas, FNAMP, la cual forma parte de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional (Fusina). Una de las características de esa política es la compartimentación administrativa que se traduce en un complejo entramado burocrático que imposibilita cualquier esfuerzo de transparencia y rendición de cuentas sobre los fondos públicos utilizados y las responsabilidades legales que esas fuerzas tienen».

Juan Orlando Hernández y la instrumentalización del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad

Durante la administración de Juan Orlando Hernández hubo cinco leyes que fueron instrumentalizadas al servicio de una autocracia y que, durante su campaña, la presidenta Castro prometió derogar: la ley del CNDS, la ley de la Dirección Nacional de Investigación e Inteligencia (DNII), la Ley de Escuchas Telefónicas, la Ley de la Tasa de Seguridad y la Ley para la Clasificación de Documentos Públicos, también conocida como La Ley de Secretos.

Actualmente, solamente la Ley de secretos ha sido derogada por el Congreso Nacional que dirige Luis Redondo.

En el pasado, el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad fue utilizado por el expresidente Juan Orlando Hernández para convocar de forma extraordinaria e interferir en asuntos judiciales.

Honduras fue convertido en un narcoestado por el expresidente Hernández, quien involucró a una red de militares, policías, empresarios y funcionarios de su propio Gobierno en la narcoactividad, esto según acusaciones de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York.

En una ocasión, el exmandatario Hernández, quien ahora es juzgado en Nueva York por delitos de narcotráfico, convocó a una reunión de emergencia al Consejo Nacional de Defensa y Seguridad para mostrarles su preocupación ante la «posibilidad» de que el Gobierno de Honduras pudiera perder la cooperación de Estados Unidos.

Hernández estaba preocupado debido a los testimonios y la presión de senadores estadounidenses que lo acusaban a él, como persona natural, de ser un narcotraficante a gran escala.

El expresidente Hernández buscó en ese Consejo hacer creer que las acusaciones contra él eran también contra el Estado de Honduras. La presión internacional –por ejemplo la que ejerció la congresista Norma Torres– logró que, una vez fuera del poder, el expresidente fuera extraditado a los Estados Unidos. 

El Consejo Nacional de Defensa fue puesto en marcha por primera vez tras aprobarse el Decreto núm. 239-2011, cuando Juan Orlando Hernández era presidente del Congreso Nacional, amparándose en el artículo 287 de la Constitución de la República. 

Las experiencias de tener en este Consejo a actores claves, como el Fiscal General, Óscar Fernando Chinchilla y el presidente de la CSJ, Rolando Argueta Pérez, ambos acusados de ser aliados de Juan Orlando Hernández, han sido desastrosas. 

El Fiscal General –presente durante la reunión del jueves con Xiomara Castro- nunca presentó acusaciones en contra del expresidente Hernández, ni siquiera para interrogarlo por las acusaciones de narcotráfico y tampoco lo hizo el presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Rolando Argueta Pérez, también presente en la reunión con Xiomara.

Horas antes de que Rolando Argueta Pérez atendiera la segunda convocatoria de Xiomara Castro y confirmara su participación, este dejó entrever su postura ante una eventual instalación de una Comisión Internacional Contra la Impunidad (CICIH).

«Los acompañamientos extranjeros son válidos e importantes, pero no para que vengan a infringir la soberanía, independencia y autodeterminación, porque aquí solo falta que venga otro presidente; para eso mejor entreguemos el país»,reveló Argueta Pérez a Radio América.

Rolando Argueta, en una ocasión, permitió que Juan Orlando Hernández, cuando estaba en la audiencia de extradición, se sentara en la silla de Magistrado Presidente para grabar un video justificándose y despidiéndose de su gente.

Ramón Barrios opinó que por esa razón es necesario aprobar la nueva ley: «Estamos discutiendo en este momento y la virtud principal que tiene esta ley es precisamente que elimina a otros poderes del Estado, así como la figura del Fiscal General, ya no estará ni el Presidente del Congreso Nacional ni el presidente de la Corte Suprema de Justicia».

«La ley vigente viola la separación de poderes. Por eso yo había aconsejado a Xiomara Castro que no lo hiciera, que no se reuniera [convocando con ley actual]», agregó Barrios.

Texto: Alejandro Castro (hijo)
Ilustración: Pixabay

Las dos casas habían establecido una vecindad especial, determinada por el sello peculiar de aquella ciudad que sube siempre en busca de aire respirable. Una era achaparrada, tal si hubiera doblado el espinazo para arrebujarse en modesto chal. La otra se erguía con la firmeza erecta de un pequeño bastión que defiende comodidades burguesas. La más alta dominaba el lugar con aplastante predominio. Sus muros asomaban sobre el patio de la vecina, viendo con despectivo soslayo el pequeño mundo que allí se agitaba.

Habitaban la casa grande tres señoritas protegidas en su soltería crónica por el doble escudo de una virtud irreprochable y un apellido ilustre. Más de medio siglo transcurría desde que la familia Landívar se estableciera en la propiedad. Una abuela, el padre, la madre y otros moradores se fueron despidiendo del mundo con solemnidad y en gracia de Dios. Solo quedaban aquellas tres mujeres, la niña Concha, la niña Socorro y la niña Rosario, absorbidas por sus devociones a San Antonio de Padua, por los cuidados de un patrimonio bien saneado y por su celo para repeler las tentaciones que suelen cruzarse por el camino de las almas puras. Por fuera, la casa era impenetrable y adusta. Por dentro olía a tapices viejos, a sacristía y a chocolate dominguero, sorbido entre comentarios sobre la degradación de las costumbres, la confusión social de la época con tanto advenedizo surgido por allí sin que se supiera de dónde —como decía la niña Conchita— y el abandono imperdonable que el pueblo hacía de los templos.

–¡No, ya no hay fe, ya no hay fe! –repetía la niña Socorro, repasando la aguja con dulces ademanes mientras un rollizo franciscano –cuyos pulgares rosáceos ponían una nota alegre en la parda alfombra– y un coronel mostachudo, pretendiente inconfeso, asentían parsimoniosamente asomando los belfos sobre las tazas humeantes.

En la casa de abajo, el río tumultuoso de la vida seguía pasando. Las señoritas Landívar —como las llamaban en el barrio— nunca sabían a ciencia cierta quién habitaba al lado. Los ruidos de la casa chica llegaban hasta ellas en confuso rumor, como un eco amortiguado de existencias que se suceden en tropel. Corriente turbia que discurría salpicando los muros de la vivienda señorial, gente innumerable se había cobijado en la casa de alquiler. Los inquilinos llegaban y desaparecían arrastrados por el viento de la necesidad. En los rincones iba quedando el sedimento de esas vidas sin historia, el rastro de la miseria y un olor a cosa mustia. Tan pronto era la agitación de un enjambre de chiquillos harapientos como el agua quieta de una ancianidad desvalida. Un día se levantaban de allí, como revuelo de aves oscuras, gritos de gente desesperada. Alguien se moría. Otro, imprecaciones de borrachos herían la noche, soltando en el aire notas soeces. Garridas mozas tarareaban de la noche a la mañana la misma tonadilla, dulzona y pegajosa. Llegó un carpintero que se acompañaba en el trabajo contando a gritos historias procaces. Estuvo de huésped un hombre que pegaba furiosamente a su mujer y luego ocupó el sitio una mujer que tundía a su marido eternamente beodo. Un zapatero martillaba sin descanso como si hubiera querido clavetear las cuatro esquinas de la noche. Así como en la casa vecina todo era permanente, bien asentado, en esta todo era mutable, pasajero, ondeante, pero lleno de sustancia y de calor, como la vida misma. Cuando arreciaba la marea de voces, las tres cabezas pálidas se alzaban allá arriba un breve instante y los labios exangües de la niña Rosario musitaban:

–¡Qué gente! ¡Qué gente! –más con el acento de quien no comprende, que en tono de reproche.

La casa pequeña era como una parásita aferrada a los muros de la mansión de las Landívar.

El chocolate tenía esa tarde el sabor denso y perfumado de las infusiones inocentes. Domingo con sol de oro y beatitud burguesa. Las visitas habituales y una que otra amiga, de esas que van zurciendo de casa en casa el historial menudo de los pueblos, hacían la ronda en el hogar de las señoritas Landívar.

–¿Cómo van de vecindario? –interpeló el coronel, repitiendo una pregunta que en el círculo se había hecho de rutina.

Como siempre que se trataba de cosas serias, la niña Concha tomó a su cargo la respuesta.

–¡Mal! –sentenció con voz seca, cruzando con sus hermanas, repentinamente serias, una mirada de aturdimiento.

–Han llegado dos mujeres –agregó la niña Socorro, con los ojos bajos– que al parecer llevan una vida desordenada.

Hubo una pausa inquieta. Queda, muy queda, la cola del diablo se había arrastrado por la alfombra.

–Habría que hacer algo, se podría intervenir. No es buena la vecindad del Maligno –sugirió el franciscano, con acento que destilaba azúcar celestial.

La situación quedó planteada en esos términos. Dos golondrinas venidas de ignoto horizonte se habían aposentado junto al bastión de la virtud que era la casa de las señoritas Landívar. Las traía un hálito de pecado, eran mensajeras de lo mundano, enviadas del aquelarre.

Los días siguientes fueron de prueba para las tres vírgenes. En la vivienda de abajo empezaba a organizarse la existencia de las nuevas moradoras. Los peores presentimientos de las señoritas Landívar se veían cumplidos con exceso. Las mujeres de la vecindad eran lo que ellas pensaron y algo más. Aquellos tres corazones pudibundos empezaron a vivir en santo horror. Sus caras se pusieron tensas y en sus mejillas, pálidas de costumbre, aparecieron súbitos arreboles, cuando el fuego de las pasiones, que llameaba ahí cerca, lamía los tres pechos contritos.

Nunca las conveniencias se vieron peor tratadas. Nunca el vicio se arrastró tan cerca del pudor. Los oídos atónitos de las tres célibes recogían toda suerte de ecos inauditos. Risas estridentes. Chocar de cristales. Voces entrecortadas por ardor culpable. Murmullos sordos del hombre que insinúa. Y de cuando en cuando negativas femeninas: ¡Déjeme usted! ¡Déjeme usted!, dichas por una mujer que está a punto de entregarse. Cuando más capitoso era el vaho carnal que ascendía de abajo, arriba se multiplicaban las preces, crujían los rosarios bajo el apretón de la fe temerosa, se despabilaban las velas del altar. Sobre todo la niña Rosario, la menor de las hermanas, daba muestras de la mayor turbación. Tal vez por más piadosa, tal vez porque en su corazón aleteaban todavía dulces sueños primaverales, que no ignoraron ni la vida claustral ni el peso agobiante del escapulario. En sus noches de virgen desamparada soñaba que algo fascinador y terrible la ceñía toda, sorbiéndole con el aliento la vida. Despertaba en sobresalto. Oraba, apretando una medalla contra sus senos cálidos.

–La Providencia ha querido poner frente a nosotras ese cuadro de perdición. Ella también proveerá el remedio. Hay que soportar esto con paciencia cristiana.

Los ojos de la niña Concha despedían sombrío fulgor, cual los de un predicante que abomina de la carne. Corazón enjuto, frío mármol donde nunca enredará la hiedra de una caricia, aquel repentino estallido de pasiones atroces, a la puerta misma de su casto refugio, conmovía hondos repliegues de su ser. Ella no podía aspirar al amor, pero la vorágine del pecado atraía sus miradas fascinadas, arrastraba su curiosidad entre un helado estremecimiento de temor religioso.

Ciertas cosas se hacen sin previa calificación de su importancia moral. Se hacen, y eso es todo. Así, la niña Rosario había tomado la costumbre de espiar la casa vecina. En la pared divisoria encontró un parapeto hecho a la medida de sus propósitos. Pobre corazón aterido por el gélido soplo de abstracciones teológicas, sus ojos se dilataban espantados cuando ocasionalmente desfilaba ante ellos la procesión báquica del placer desenfrenado. Esta acechanza furtiva terminó por alterar sus nervios. Expiaba su curiosidad con el cilicio de una virtud sombría y clamaba al cielo desesperadamente por aquel despertar repentino y brutal a la conciencia de la carne. En la noche, sentía la vibración de cada uno de los poros de su piel y hubiera deseado entonces que una mano nervuda y cruel la maltratara hasta la muerte.

Una noche, el latigazo emocional fue superior a sus fuerzas. El aire exhalaba un denso olor a vida. Bogando en aquella atmósfera lunar, veteada de misteriosas fragancias, sumido el cuerpo en el dulce sopor que lo invade cuando transita por él un licor de jazmines, era más punzante que nunca la angustia de estar sola…

Abajo, las fauces del pecado se desarticulaban en la mueca del goce exasperado. Un libertino elegante sentaba sobre sus piernas a una de las cortesanas. Con un brazo le rodeaba el talle. Sus dedos crispados alcanzaban la orilla de un seno, que surgía a medias del corpiño como tersa amapola. La mano libre tenía arrestos de pequeña fiera en los flancos del muslo poderoso. Entre el claroscuro de la noche la carne era rosada y mórbida.

La niña Rosario se apretaba convulsa contra el parapeto. Sin saberlo, lastimaba sus senos contra la dura piedra. Cálido rocío perlaba sus mejillas ardientes y entre el agitado vaivén de su pecho sonaba el leve retintín de las medallas, como la voz agonizante de la virtud amenazada. Bajó temblando de su observatorio, como hembra en celo que presiente la cercanía del macho. Intuía, con delicioso horror, que en ese instante estaba a merced del pecado.

La niña Rosario tuvo que guardar cama. El franciscano diagnosticó anemia, pero la paciente sabía que era falta de amor, no el amor desfalleciente de las esposas de Cristo, sino el otro, el que pone rubíes en la sangre y titilar de esmeraldas en el alma. Tendida en el lecho parecía un lirio. Tenía la belleza transparente de esas azucenas que en los altares se arropan en fragancia mortuoria.

–Esta niña necesita tranquilidad, mucha tranquilidad –afirmaba el coronel, que le había tomado tremenda ojeriza a las vecinas de al lado–. La autoridad debe intervenir para acabar con ese escándalo de abajo.

¡Caminos misteriosos de la virtud! La austera niña Concha se negaba a tomar ninguna acción contra las moradoras de la casa contigua. Esa negativa parecía insólita, lo mismo al incorruptible militar que al venerable padre, pero la niña Concha tenía un quemante secreto.

Como aquellas pecadoras eran bonitas, como sus senos tenían un aire altivo y vibrador, como sus piernas parecían las bien torneadas columnas de un templo consagrado a recónditos goces, casi no había en la ciudad galán mozo o amante provecto que no hubiese pagado su tributo a aquellos dos ardientes pedazos de humanidad. Y así, cuando el alcohol o la pasión enturbiaban sus cerebros, y aligeraban sus lenguas, surgía con cínica desnudez la historia drolática de mil y un macho cabríos que en la existencia convencional de la comunidad se escondían tras el antifaz del señor abogado, el señor doctor o el señor general.

–¡Pero tú… tú que le sacas el dinero a ese imbécil del ministro para regalárselo al sinvergüenza de…!

El chasquido de aquellas lenguas luciferinas asperjaba el ambiente de fango ponzoñoso.

La niña Concha estaba horrorizada. El mundo de sus viejos conceptos se derrumbaba entre llamas del infierno. ¡Cuántos nombres conocidos aparecían a sus ojos marcados con el estigma de fuego! ¡Dios mío!, si hasta el adusto coronel salió un día a bailar en aquella zarabanda dionisiaca. Por eso estaba tan interesado en alejar a las «pájaras», como él mismo decía.

Tal vez ignoraba la niña Concha que Dios tienta a los suyos por el flanco del orgullo. Pues de aquella bancarrota general de la templanza, revelada a su conocimiento por modo tan inesperado, dio en sacar el envanecimiento, la satisfacción lunática, la borrachera de su virtud feroz y desalmada. Todos los días echaba la red de su curiosidad insaciable en busca de nuevos pecadores, de más vilezas sexuales. Aquel atisbo morboso se había convertido en la razón de su vida. Su virginidad era fruto descompuesto. Su corazón se cubría de hongos venenosos.

Si las dos mujeres de la casa vecina prosiguieron un día su inacabable migración, no fue porque la niña Concha se interesase en ello. Desaparecieron porque peregrinar es el destino de estas mariposas cuyas alas coloridas agitan hoy el aire en un chispeante remolino de pólenes brillantes, para aletear mañana, con fatiga incurable, entre la sombra moribunda.

Desde que se marcharon, la casa vecina parece la misma en su exterior sólido y tranquilo. Pero en su interior deambulan con paso sigiloso los fantasmas de la duda y el pecado…


Este cuento forma parte del libro Cuentos Completos (1995), publicado por Editorial Iberoamericana y Editorial Guaymuras.

Fotografía y texto: Amílcar Izaguirre

El pasado jueves 22 de agosto de 2022, después de que el agua entró a sus casas, algunos pobladores de la parte más baja de la Colonia Sinaí en Potrerillos, Cortés, se vieron obligados a recoger sus camas y utensilios para llevarlos a la parte alta de la carretera. Hasta el momento, los ríos Chamelecón y Ulúa no han sobrepasado los bordos de contención, sin embargo, las colonias como la Sinaí de Potrerillos y la colonia Policarpo de El Progreso, ambas ciudades del norte de Honduras, continúan con el agua en su interior. El Paso de Eta y Iota dejó múltiples problemas a lo largo de los bordos en los municipios de Potrerillos, Pimienta, La Lima y El Progreso, hasta el momento no han sido reparados del todo. 

Existen varios tramos en diferentes partes del bordo que cedieron con el paso de las tormentas, además de todo el sedimento que arrastran las fuertes corrientes de los principales ríos como el Ulúa y el Chamelecón. Las reparaciones de bordos comenzaron desde el año pasado y continúan ahora con el nuevo Gobierno, sin embargo, parte de esos tramos aún continúan inconclusos.

El miércoles 7 de septiembre, a través de redes sociales, la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) informó que se registran lluvias y chubascos con actividad eléctrica en sectores de los departamentos de Colón, Yoro, Atlántida, Santa Bárbara, Copán, Intibucá, La Paz, El Paraíso, Choluteca y Valle. 

Ana Ruth Medina comentó que para evitar que sus hijas de 6 y 11 años no se enfermen por la contaminación que queda en el lodo y el agua estancadas tuvo que mandarlas a casa de un familiar. Para Ana el problema se multiplica. No puede salir a buscar trabajo de lavar ropa para sostener a su familia, porque tiene que estar pendiente de sus cosas acumuladas en la carretera.

Tres familias duermen bajo carpas y techos improvisados con plástico y láminas viejas sobre la grama; mientras, a 200 metros sus hogares permanecen anegados de agua y lodo.

Eduardo Velásquez, poblador de El Progreso, Yoro, manifestó que en su casa el agua llegó al nivel de las ventanas. Artículos de su hogar como camas y la refrigeradora se dañaron. Velázquez, junto con sus tres hijos, abandonó su vivienda y permanece en la orilla de la carretera, al costado del puente. 

Dionisio García, coordinador del Comité de Emergencia Municipal (Codem) de Pimienta, Cortés, comentó que en la zona de La Vega de la Comunidad de Santiago la crecida de los ríos dañó plantaciones de maíz, banano y hortalizas. Algunos productores tratan de recuperar parte de sus cosechas de las zonas inundadas, sin tener apoyo de Copeco ya que –según García– las lanchas no pueden entrar porque el agua estancada tiene poca profundidad y esto impide la navegación.

El comandante del Cuerpo de Bomberos, José Armando Posas, afirmó que hay otras comunidades que permanecen incomunicadas porque el Ulúa se ha desbordado y ha cortado el paso en carreteras.

«El año pasado con los huracanes perdimos, por eso ya no quiero perder las cosas, me cuesta mucho ganar», concluyó Ana Medina, resguardada bajo el techo de plástico que ha improvisado para sobrevivir a la temporada de lluvias.

La semana anterior, militantes del Partido Libre se manifestaron exigiendo la renuncia del presidente de Banhprovi, Edwin Araque, y la contratación de militantes de Libre. Los reclamos en las distintas secretarías e instituciones de Gobierno por parte de las bases de Libertad y Refundación exigiendo empleo no son algo nuevo, sin embargo, las bases aseguran que los gobernantes actuales los han ignorado a pesar de su trabajo en las calles para lograr la victoria de la presidenta Xiomara Castro.

Texto: María Celeste Maradiaga
Fotografías: Jorge Cabrera y Fernando Destephen

«Nuestras bases no han sido maltratadas, no ha habido represión, pero según vaya saliendo más gente a la calle por necesidad, por hambre y porque no le pueden llevar comida a sus hijos, las protestas van a ser masivas. De ahí va a venir la represión, pero esto es cuando ya las mesas del Poder Popular tengan todo arreglado a nivel nacional, ahorita no conviene para el país», aseguró Milton Wilfredo Herrera, coordinador del territorio 8, uno de los colectivos del Partido Libertad y Refundación (Libre) en Tegucigalpa, la capital hondureña.

Las bases están preocupadas, asegura Milton, pues sus demandas no han sido atendidas y temen que se esté creando otra estructura que puede terminar reprimiéndolos. Se refiere a las mesas del Poder Popular, grupos de respuesta coordinados por el Partido Libre. Por lealtad a su partido y correligionarios, Milton no menciona quienes se encargan de organizarlas y tampoco brinda información comprometedora sobre estas.

El 29 de agosto de 2022, activistas del Partido Libre se manifestaron frente a las instalaciones del Banco Hondureño para la Producción y la Vivienda (Banhprovi) exigiendo el despido de activistas del Partido Nacional dentro de la institución, la contratación a personas pertenecientes al Partido Libre y la renuncia del presidente del banco, Edwin Araque.

Militantes del Partido Libertad y Refundación (Libre) denunciaron frente a las instituciones del Banhprovi despidos a militantes del partido y la falta de contrataciones a personas de Libre por parte de la dirección del banco. Foto CC/ Fernando Destephen.

Las protestas por parte de estos colectivos iniciaron desde la semana pasada, sin embargo, luego de que el presidente de Banhprovi ofreciera una conferencia de prensa, las manifestaciones cesaron, pero los reclamos por parte de las bases de Libre continúan. Los colectivos aseguran que Edwin Araque obedece a otros intereses distintos a los del Partido Libre, y que obstaculiza el trabajo de las personas de Libertad y Refundación dentro de la institución.

En el Gobierno de Manuel Zelaya Rosales, Edwin Araque fungió como uno de los funcionarios más cercanos al expresidente y en uno de los puestos de confianza para el entonces gobernante al ser nombrado presidente del Banco Central de Honduras (BCH). En un reportaje de Contracorriente, explicamos cómo el ahora presidente de Banhprovi fue una pieza clave para la sustracción de 40 millones de lempiras de las bóvedas del BCH con una nota firmada por el ahora asesor presidencial Enrique Flores Lanza, involucrando a los miembros de la Guardia de Honor Presidencial. Por este caso, Edwin Araque fue acusado, sin embargo, recibió sobreseimiento y quedó en libertad.

«No tengo necesidad de renunciar, estoy haciendo un buen trabajo con los sectores productivos y haciendo una buena gestión como funcionario. Además, no soy un funcionario nuevo, he sido viceministro de economía, presidente del Banco Central de Honduras (BCH), presidente de la Empresa Nacional Portuaria. La confianza que tiene la presidenta Xiomara Castro con mi persona es del 100 %», aseguró Edwin Araque, quien además prometió reducirse el 10 % de su salario de más de 239,000 lempiras mil –un salario mayor que el de la presidenta de la República–, junto a las consejeras de la Junta Directiva del Banhprovi, Maritza Aita y Carla Uclés, quienes devengan un sueldo de 150,000 respectivamente.

Además, Araque aseveró que los colectivos de Libre que han estado en protesta han tratado de apañar su gestión: «Este es un nuevo atentado que se suma a lo que hemos venido sufriendo, no por parte de los militantes honestos del Partido Libre, que es un partido democrático, sino por un pequeño grupo de militantes que utiliza el partido para defender, por un lado, sus apuros y egoístas intereses, y, por otro lado, para ocultar su notoria incapacidad profesional», aseguró. Sin embargo, lo de su sueldo no es el único punto de controversia: Araque fue señalado por las bases de Libre de «despilfarrar» un poco menos de medio millón de lempiras en concepto de remodelación de su oficina actual.

En el informe de gastos presentado por el presidente de Banhprovi en la conferencia de prensa, Araque argumentó que esta suma de dinero fue la proporcionada por una de las tres empresas cotizantes para no solo realizar cambios en la estructura, sino de todo el edificio. Luego de la empresa Paramento Arquitectos, con 498,240.40 lempiras, están Fletes Espinal Construcciones, S de R. L. con 515, 773.00 lempiras, y O &F S de R. L. de C. V. con 584,293.71 lempiras en el proceso de licitación.

Edwin Araque, presidente del Banco Hondureño para la Producción y la Vivienda (Banhprovi) durante una conferencia ante la prensa. Foto CC/ Fernando Destephen.

Por otra parte, Milton Wilfredo Herrera, coordinador del territorio 8, uno de los colectivos de base del Partido Libertad y Refundación en el que se aglutinan más de 60 colonias y barrios en la capital, asegura que el presidente de Banhprovi se ha encargado de perseguir a los militantes de Libre que laboran dentro de la institución, y que la falta de contratación a personas del Partido Libre en las distintas instituciones o secretarías va más allá.

El modelo de contrataciones de Libre

El Programa Mártires de la Resistencia, es un proyecto impulsado por el expresidente y asesor presidencial, Manuel Zelaya Rosales. Desde Casa de Gobierno, todos los sábados, el expresidente Zelaya recibe las hojas de vida de militantes del Partido Libre –con apoyo de un equipo de logística en Casa Presidencial–, y también recibe a funcionarios de las distintas secretarías e instituciones para que estos hagan las contrataciones a la militancia de Libre. De esta manera, el exmandatario otorga plazas en los distintos entes del Estado de manera indirecta, además de ofrecer discursos de sus tiempos en la presidencia a los simpatizantes de su partido, del cual él también es coordinador.

Según una nota de Canal 8, un medio de comunicación gubernamental, este proyecto de entrega de contratos de trabajo ha empleado a 1,149 líderes del Partido Libre en los distintos territorios del Distrito Central. Además, el exgobernante asegura que este proyecto se trata de un beneficio real a la población, y no una inflación en el Presupuesto General de la República.

Edwin Araque se refirió a este modelo de contrataciones por parte del Partido Libre, y argumentó que ha sido un modelo de contratación correcto, debido a que «descongestiona la presión que tienen las secretarías de Estado y las instituciones desconcentradas», en la contratación de personal.

«Nosotros esperamos el listado de las personas nominadas en Casa Presidencial, de esta manera es un sistema equitativo debido a que la opinión del gobernador político de Francisco Morazán (Mario Sorto) es importante, ya que tiene conocimiento de las distintas solicitudes de los colectivos de Libre para hacer una distribución equitativa de las distintas instituciones públicas», argumentó Araque, asegurando de esta manera que el proceso de contrataciones en Banhprovi es efectuado por medio de Casa de Gobierno.

Miembros del Partido Libertad y Refundación toman las entradas del Centro Cívico Gubernamental en protesta contra el nombramiento de Edvin Canales como el presidente de la Asociación Nacional de Empleados Públicos de Honduras (Andeph). Foto CC/Jorge Cabrera.

El gobernador de Francisco Morazán es Mario Sorto, excongresista y actual diputado por el Parlamento Centroamericano. Además, el abogado es encargado de organizar dos grupos motorizados dentro del Partido Libre: «Los Motorizados de Xiomara Castro» y «La Morazánica». A esta última –asegura uno de los motorizados– Mario Sorto le realiza pagos por servicios al Partido Libre, así como por la depreciación de las motos, combustible, alimentos y alojamiento.

Wilfredo Herrera asegura que las contrataciones masivas a militantes de Libre no son abiertas ya que eligen por corriente partidaria. «Cuando trabajamos en las generales por la presidenta Xiomara Castro de Zelaya sí nos ocuparon. Trabajamos con la gente en los barrios y colonias y llevamos la gente a los centros de votación, pero hasta ahí, ya después del gane se han olvidado de nosotros», asegura Milton, quien además participó como precandidato a diputado en el departamento de Francisco Morazán por la corriente Honduras Libre del entonces precandidato presidencial Wilfredo Méndez.

El militante de Libre asegura que su trabajo viene desde la creación del Partido Libertad y Refundación, y que el llamado a trabajar por la candidatura de la presidenta Xiomara Castro en las generales en 2021 fue general, para todas las corrientes dentro de Libre, y así fue. Sin embargo, aunque se haya prometido trabajo a todos los colectivos sin distinción, esto no ha sido cierto.

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«Nos dicen que los esperemos y que les demos “chance” porque hay algunos que ya están trabajando y que a nosotros nos van a dar la oportunidad, pero ya estamos cansados. Ya vamos a cumplir siete meses de la toma de posesión de nuestra presidenta Xiomara Castro de Zelaya, y la gente de base ha sido la gente más discriminada, ya que nos tomaron en cuenta para trabajar por ellos, pero nos ocuparon a nosotros para tomar el poder, pero el poder lo tienen otros, que son los amigos y allegados a ellos, gente que ya estamos conociendo, amigos, familiares y toda esa gente que se ha integrado al Gobierno», asevera Milton.

Contracorriente solicitó una entrevista al gobernador de Francisco Morazán, Mario Sorto, sin embargo, el abogado Sorto explicó que se encontraba de viaje y no podía atender entrevistas, tampoco por vía telefónica. Gustavo Gonzáles, diputado suplente por la congresista Xiomara Hortensia Zelaya, y quien forma parte del proyecto de entrega de contratos de trabajo, tampoco respondió a las solicitudes de entrevista.

Colectivos paralelos

La falta de respuestas por parte de las autoridades ha llevado a que militantes como Milton conformen el Movimiento de bases conscientes, esto con la finalidad de regresar a los estatutos de Libre y exigir a los gobernantes los derechos de haber caminado en las calles con el Partido Libre desde sus inicios, según explica. Pero estas y otras iniciativas de las bases del Partido no han sido atendidas, más bien Milton asegura que se han creado paralelas a los colectivos.

«Esto es preocupante», asegura el militante de Libertad y Refundación, pues pueda que en un futuro exista represión por parte de los entes estatales cuando las bases de Libre exijan que se cumplan sus promesas en las calles mientras las paralelas a estos colectivos están instaladas y cumpliendo la función de aparentar que todo está en orden dentro del mismo partido.

Con rótulos pegados en los portones del Centro Cívico Gubernamental por varias horas bloquearon los accesos al público en general. Foto CC/Jorge Cabrera.

Milton asegura que el llamado de las bases de Libre es el de la reflexión y entendimiento, y que además han exigido que la presidenta Xiomara Castro tenga un papel más protagónico en las decisiones del país, lejos de los espacios que ha acaparado el coordinador de Libre, Manuel Zelaya Rosales. El militante de Libre también es consciente de la polarización que existe en la sociedad hondureña, no solo entre hondureños de distintos partidos políticos, sino dentro del Partido Libre.

«La polarización está siempre dentro de nuestras familias, más ahora que el Partido Libre está gobernando y más cuando nosotros que formamos parte de Libertad y Refundación nos estamos dividiendo, no nos estamos dividiendo al agarrar otra bandera, nos estamos dividiendo porque nos estamos peleando entre nosotros mismos», asegura Milton.

 Texto: Alejandro Carrasco
Ilustración: Pixabay

La noche antes de morir, Álvaro me escribió al WhatsApp: «No pude terminar el cuento».

Le contesté que lo habláramos en persona. En un rato me juntaría con él en la esquina. Me apresuré a cambiarme. 

Llegué a la esquina ansioso por fumar (él siempre traía los cigarros) y por saber qué le impidió concluir la lectura del texto. 

Al cabo de unos minutos, lo vi al otro lado de la calle y lo saludé. Me indicó con su mano que cruzara. Negué con la cabeza. Señalando mi reloj le intenté recordar que el bus llegaría en cualquier momento. Entonces Álvaro, confundido y algo molesto, se dispuso a cruzar y fue ahí, cuando supe lo que iba suceder, que grité –o creí gritar–, pero antes de que mi grito saliera, un camión ya lo había atropellado. 

Pese a moverme donde Álvaro, una parte de mí quedó paralizada en el lugar, en el instante. Y no hay nada que pueda hacer al respecto.

De más está decir que lo lloré. Su muerte supuso, como es costumbre en estos casos, una reconsideración de la vida.

Pero sería deshonesto decir que, en todo el proceso de hablar con la Policía de Tránsito, de explicar a los familiares y amigos lo sucedido, de asistir al velatorio y entierro, en todo ese tiempo, la duda del porqué Álvaro no terminó el cuento, no me molestó. Estuvo cada segundo, irritándome sin tregua. 

No sé cuánto hay que esperar para ir a la casa de tu amigo muerto y preguntarle a la mamá si puedo tomar uno de sus libros. Yo lo hice al segundo día. Usé la excusa de visitarla para ver cómo está. La mamá de Álvaro me recibió con ojos enrojecidos y el pelo desgreñado. 

–Qué tal doña Olga, ¿cómo está? 

–Pues allí, Alejandrito, en la lucha.

Me invitó a pasar y me ofreció café. Mientras tanto, pensaba en alguna manera de referirme al asunto primordial de la visita. La taza vino a mí temblando. Tomé un sorbo y dí una rápida mirada al estante de libros adyacente al televisor. No estaba. 

–¿Está bueno el café?

–Si, doña Olga, muchas gracias.

Como toda la casa, sabía a calamidad. Y así sabría todo para doña Olga. Las navidades, los cumpleaños, las visitas. 

Se me ocurrió algo:

–Doña Olga, no quiero ser inoportuno, pero me gustaría entrar al cuarto de Álvaro, ya sabe, para recordar cuando jugábamos con los Legos. ¿Se acuerda?

Se quedó en silencio. 

No hay nada que comunique de manera más eficaz que una persona murió como el aspecto del cuarto donde dormía. La cama hecha, sin ropa abultada, olor a detergente sabor canela, y los libros ordenados. Solo había uno fuera de la repisa, estaba en su escritorio: Memorias del futuro de Alfie Ackerman.

–Qué lástima que no lo pudo terminar. 

–Sí lo hizo, la mañana en que… 

El teléfono nos libró de aquel silencio. Examiné la contraportada al tiempo que doña Olga contestaba en la cocina. El cuento es corto y, según había dicho Álvaro, atrayente. Por eso le pedí que me lo prestara al terminarlo. Lo tomé y me dirigí a la cocina. Doña Olga lloraba en el auricular.

–Gracias por llamar, y Dios lo bendiga a usted también. –Se dejó caer en la silla del desayunador.

–Era el conductor del camión, la culpa no lo deja dormir –. Miró hacia abajo y se agarró el cabello –. Pero eso es lo peor, sabe Alejandrito, que Álvaro tuvo la culpa. Solo él. 

Y era cierto pero, más era el daño que me infligía pensando en eso. Solo Dios sabe por qué se le ocurrió cruzar viendo hacia el lado contrario de donde venían los autos. Entre los compañeros del grupo se dedujo que iba tarde, y eso me exasperó, porque yo le apuré con mi reloj de pulsera. 

Esperé a que doña Olga dejara de llorar para pedirle permiso de llevarme el libro. 

–Lléveselo, ojalá llegué a estar la mitad de feliz que estuvo Álvaro cuando lo terminó. 

Cuando comencé a hojearlo, lo primero que me pregunté fue cómo diablos Álvaro siquiera comenzó a leerlo. No se entendía nada. Álvaro no mencionó que estaba en otro idioma ni recuerdo que él fuera bilingüe. Aunque algo de esas letras me era familiar. Me pregunto si así leen los disléxicos. Pasé las hojas y me topé con algo más consternante: las dos últimas hojas estaban impresas en español. ¿Será que Álvaro, en lugar de no poder terminar el cuento, no había logrado comenzarlo? Corroboré en mi WhatsApp: 

–No pude terminar el cuento –escribió.

De todas maneras, como consuelo y aunque no le entendiera, me dispuse a leer el final. 

Al pie de la última página encontré un apunte, en letras pequeñas: «El final se lee en un espejo». Entonces comprendí. Temblando, corrí al baño y coloqué la página frente al espejo. Allí estaba: el indescifrable lenguaje del que se componía la mayor parte del cuento. No era otra lengua, era un error de edición, quizá. Un detalle simple, pero descubrirlo con ayuda de Álvaro me resultó singular, raro: revelador.

Me desvelé leyendo el espejo. La imagen era surreal y la anécdota valía para contarla apenas llegue a la universidad. Cuando desperté, tomé mi celular y en un arranque de emoción escribí al WhatsApp de Álvaro para agradecerle: «Cuentazo, me alegra saber que pudiste terminarlo. Gracias por la indicación». Las dos flechitas del WhatsAppaparecieron: se azularon. Mi corazón se detuvo unos segundos y mi estómago se inflamó. Seguro es su mamá que aún conserva el celular y que lo carga todos los días, pensé. Salí de casa con náuseas y mareo. Miré el WhatsApp una vez más y leí: «En línea». Pobre doña Olga. 

Acercándome a la esquina, mi corazón no solo se detuvo sino que ahora se abría paso por mi garganta. Ese tipo con mochila y fumando al otro lado de la calle no podía ser Álvaro, aunque el parecido era delirante. Me saludó. Lo ignoré. Me señaló la parada de buses. ¿En qué momento la cambiaron de esquina? Ni modo, debo cruzar y, además, debo desechar de mi mente lo imposible. Me digo que ese no es Álvaro, ese gritándome cuidado, ese que se acerca para auxiliarme después del golpe ensordecedor que me suspendió por los aires. Pero lo es.

Lo observo, a él, a la parada de buses, a él corriendo a salvarme, a los autos yendo por la vía contraria. Y en el último aliento, me observo en el retrovisor del camión que me atropelló, auxiliando a Álvaro, Álvaro que fallecía otra vez, y entendí que estábamos condenados a no poder salvarnos, a morir y a vernos morir, por leer en el espejo.

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