
Pequeño ensayo sobre el miedo
A Melo y al equipo de ERIC-Radio Progreso. A todas las personas que sentimos miedo Texto: Jessica IslaEn el país de los estados de excepción10
A Melo y al equipo de ERIC-Radio Progreso. A todas las personas que sentimos miedo Texto: Jessica IslaEn el país de los estados de excepción10
Pedro Pinto, de 67 años, lleva más de la mitad de su vida defendiendo el ambiente en el occidental departamento de Ocotepeque. En noviembre de 2022, dos de sus vehículos fueron quemados por desconocidos, él supone que son enemigos de su labor como defensor. En Honduras, defender el ambiente es un riesgo. Entre 2002 y 2014, 111 ambientalistas fueron asesinados en Honduras.
Tres pueblos rurales de Olancho personifican el aterrador problema de los homicidios inexplicables en Honduras.
El lunes 6 de marzo, en una aldea de Comayagua, nueve personas fueron asesinadas en una emboscada, de las cuales seis eran miembros de una misma familia. El suceso conmocionó al país ya que fue parte de una serie de homicidios múltiples ocurridos desde principios de 2023 en plena vigencia del estado de excepción.
Sé que he dicho antes que el fútbol es una de las expresiones más patriarcales de la historia, y lo confirmo. Es uno de los espacios de oda a la masculinidad tóxica, al macho alfa. Lo que no se sabe tal vez es qué hay detrás de esa teoría.
Los transformistas se apresuran en decir que su disciplina no es lo mismo que el drag, pero los límites son borrosos. No es lo mismo, dicen, pero a veces se parecen un montón y en el escenario cada quién sale a contar su versión de qué es transformismo . Puede que ahí esté su magia, ante el calor de los reflectores y el rugido de los aplausos las definiciones no importan tanto.
Texto: Leonardo Aguilar Fotografías: Luis Lezama y LatinosTours Honduras El 20 de junio de 2022, cuando aterricé en Ezeiza, el principal aeropuerto de Argentina, les
No tengo recuerdos de mi abuelo, de Marco Tulio. O sí, pero es uno solo, pues se murió antes de que yo pudiera cumplir cinco años.
Cuentan que el resplandor en la cara de «Lola» no podía ser opacado por las luces en el piso del Teatro Clamer. Cuentan que miraba al público con la confianza ingenua que uno solo tiene a los diecisiete y con una sonrisa reminiscente a María Félix, que alumbraba la sala entera antes de comenzar a moverse.
Casi nunca teníamos un balón para jugar en los recreos. No es que solo jugáramos durante los recreos. Se jugaba antes de entrar al salón y se jugaba al salir. Si teníamos suerte —o si la fabricábamos nosotros— también nos solíamos escapar de nuestras clases de Educación Cívica para correr y darle a la pelota.
La Galería Nacional de Arte presenta testimonios de patrimonio artístico hondureño, objeto que, al ser recreados por la mirada del pueblo, podrán convertirse en signos de identidad y memoria, cartografías para entender el pueblo, meditar el presente y fundamentos para prefigurar el futuro.
Le escribí una carta de amor a uno de mis relojes. Mi Casio F-91w. Seguro que alguna vez has visto uno igual por ahí. O miles. Es un reloj bastante común. Pero este es el mío. Y esta es su historia.
Nací en los años 90. Y no fue sino hasta muchos años después cuando empecé a tener claridad en mis pensamientos, casi entrando en la década de los 2000, cuando todas y todos me decían que tenía suerte de haber nacido en esa época, que en épocas anteriores las mujeres ni siquiera habían podido tener la oportunidad de estudiar la primaria.
Parece que el tema del trabajo del hogar es recurrente en mis relatos. Y es que recién se conmemoró el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar y pensé otra vez en esta labor, tan invaluable, pero tan invisibilizada desde la óptica capitalista y patriarcal.
El título de este texto es una dedicatoria mía, lectores y admiradores de Kentaro Miura. La cita está tomada de uno de los diálogos de su obra maestra, un manga titulado Berserk.
Me llamo Elizabeth Gutiérrez y tengo 23 años. El 22 de diciembre de 2020 interpuse una denuncia en contra de mi hermano mayor, quien abusó de mí tanto física, psicológica y sexualmente desde mis ocho años, siendo desde entonces él un mayor de edad.
Director, actor y dramaturgo, Rafael Murillo Selva fue echado de al menos tres países: Colombia, Honduras y Sri Lanka. Fue líder estudiantil, protegido por el cura y guerrillero Camilo Torres; embajador de Honduras en Colombia y Ecuador; profesor universitario, asesor presidencial de Manuel Zelaya y subdirector de la Unesco, donde renunció a una pensión vitalicia. Durante más de 35 años, su obra Louvabagu se montó en América, Europa y Asia, y sigue siendo objeto de estudio en universidades y teatros en Latinoamérica.
Diecisiete años es una edad complicada para tomar decisiones. La adolescencia resume un tiempo en el que intentamos saber quiénes somos y hacia dónde queremos ir; sumado a eso, tenemos la tarea de conocer qué profesión vamos a tener el resto de nuestras vidas. Algunos elegimos la carrera «lógica» y, quizá, no para la que tenemos vocación.
Cuando me pongo a pensar en cómo eran las cosas hace dos años, antes de la pandemia, siento como si ya hubiesen pasado cien años. Y reflexionando, hay varias cosas positivas en mi vida actual que no serían posibles si no hubiera llegado la pandemia, pero aún así también pienso que es imposible olvidar todo lo que eso arrastró, dejando por su paso el cierre de negocios, crisis financiera, crisis en mi relación con mi pareja, desestabilidad emocional y mental.
Hace cuatro años acudimos a ejercer nuestro derecho al sufragio con toda la esperanza puesta en sacar de la presidencia a un nefasto gobierno, el que además pretendía reelegirse ilegalmente.
En una madrugada de mayo soñé con mi abuela, tenía pétalos alrededor de su cara, y en mi sueño, en lugar de ser la adulta que era, tenía la forma de una bebé; en casa, mi familia y yo, la recibíamos con jolgorio y celebración, y con mucho amor la tomábamos en nuestros brazos y la consentíamos, sabíamos que era la matriarca de nuestra familia.
El martes 26 de octubre de 2021, abrió en Plaza Santa Mónica, a la altura de la colonia Miraflores, la primera panadería garífuna establecida comercialmente en Tegucigalpa. Su nombre es «Yolany´s Snack, panadería y repostería garífuna». Como el pan, que es el derivado de un largo proceso, esta panadería también es el derivado de una larga historia familiar que recorre tres generaciones de mujeres que tienen en común, además de ser hondureñas y garífunas, el esfuerzo, pero sobre todo el arte, de hornear pan.
«Vengo de un lugar donde decían que triunfar era imposible», es una frase del rapero español Nach, que hace varios años adopté, y ahora con cada meta que logro alcanzar me repito a mí mismo (para no olvidar) que vengo de una familia pobre, que nací en «El cinco», una comunidad rural en el departamento de Colón, para después vivir muchos años en un lugar marcado por la violencia y falta de oportunidades: el sector Chamelecón de San Pedro Sula.
Hace un par de meses me tocó dejar mi país para experimentar la posibilidad de vivir en otra parte, con toda la ayuda y la comodidad del caso, me vine con mis hijos a un país europeo.
Por Rolan Soto Corría el mes de septiembre del año 2015. Por motivos académicos me había trasladado a Tegucigalpa. Mi estadía en la capital era
Si una mujer tiene un compañero que entiende las dimensiones de lo que representa la lactancia materna, entonces él actúa consecuentemente: asume tareas domésticas (organiza, barre, trapea, cocina, lavatrastes, lava ropa, la ordena, paga las cuentas, atiende a los demás críos, etc.) porque entiende y valora la tarea grande que mamá está realizando y pone todo de su parte para que esta conexión sea como debe: un momento de recogimiento en donde se sientan las bases de una salud mental y física que va a trascender la vida adulta del hijo que engendraron junto.
Buscar una casa para alquilar quizás no sea la más cotidiana de las actividades, pero tal búsqueda sí que revela ciertas cotidianidades perturbadoras, que aunque uno no repare en ellas, están allí patentes.
Este verano trabajé brevemente con un albergue federal en California. Ahí reciben a niños con la meta de reunirlos con su familia. El proceso no es fácil, y desafortunadamente muchos niños han desaparecido en el pasado y otros los han asignado en el sistema de adopción donde nunca más les permiten volver a ver a su familia.
Hace pocos días leí un artículo de la feminista Coral Herrera Gómez, en el que hace referencia a por qué la autoayuda en realidad no nos ayuda, especialmente cuando visibilizamos su falacia pasándola por las «gafas moradas» o desde una visión feminista. He vivido en carne propia la depresión, y me atrevo a hablar desde mi experiencia como paciente.
Por Nahomi Díaz El viernes 28 de mayo surgió una denuncia por parte de la Asociación de Importadores de Ropa Usada de Honduras de que
Por Larissa Barahona Hace seis años que no tomaba el camino de terracería, ese que se me hacía tan largo y peligroso por las curvas
Por Larissa Barahona Me contagié de COVID-19 en julio de 2020, y mientras estuve enferma hubo momentos en los que creí que ese era mi
Ahora que Juan Ángel tiene dos años, recuerdo los desvelos de su primer año de vida, mis frustraciones, las culpas por mi impaciencia por no ser —según yo— una buena mamá.
Siempre que veo en las noticias que se anuncia una próxima caravana de migrantes me pregunto ¿por qué se van?, ¿de dónde sale tanta gente?, ¿quién organiza estas caravanas? Son pocas las respuestas que llegan a mis oídos.
Al salir de la escuela, pasábamos por la casona de la alcaldía municipal para presenciar maravillados la tecnología más avanzada: el telégrafo, vibrando bajo la luz de los ojos saltones de Chomo, el telegrafista, que tenía una voz aletargada y nunca hablaba más de cinco palabras, era de sentencias suaves y tenía amarillo el bigote por el cigarrillo.
En julio del año pasado, en medio de la pandemia, desde mi trabajo como defensora de derechos humanos de las mujeres, acompañé un caso de abuso sexual a una menor de edad: Pamela, una niña de once años que había guardado lo que le estaba pasando por muchos años, hasta que decidió contárselo a su mamá, ya que tuvo miedo de que a su hermana de cinco años le sucediera lo mismo y por el mismo abusador.
Me había costado decidir si votaría en estas elecciones primarias, sé que es una responsabilidad como buena ciudadana, pero con todo el panorama de inestabilidad política que tenemos en Honduras me lo cuestionaba mucho. Al final decidí que sí lo haría a pesar de que me costó elegir algunos perfiles de candidatas y candidatos.
Cuando le cuento a alguien, en general ajeno al mundo periodístico-literario, que escribo crónicas, me suelen preguntar «¿Qué son?» Y ahí comienza una especie de clase informal callejera.
Es el inicio de la década de 1980. Me tomas de la mano cuando salimos del autobús. Hueles al bosque de las tierras altas. Yo estoy adentro de tu luz, protegido en mi primera salida al mundo, a la ciudad de Santa Rosa de Copán.
Ha pasado ya casi un año desde que muchos trabajadores, debido a la COVID-19, se vieron obligados a dejar sus empleos y encerrarse en sus hogares por una cuarentena que con el pasar del tiempo se fue suspendiendo, pero que también fue dejando más preguntas que respuestas en nuestra población.
A inicios de noviembre leí un tuit que anunciaba que el día once del mismo mes, Viky, una mujer trans de Honduras, por fin tendría acceso a que una corte de justicia conociera su caso.
Hace una semana, recibí la noticia de que el cuerpo de mi amigo Carlos fue encontrado sin vida. La pobreza y la violencia le obligaron a vivir en un bordo a la orilla del río Chamelecón. Murió ahogado. Nosotros no nos mirábamos de manera frecuente, teníamos años sin vernos, pero ambos sabíamos que el cariño seguía presente y sobre todo que no era efímero.
«Lo importante es que estás bien, que tu familia está bien, lo material se recupera», he leído y escuchado estas frases dirigidas a muchas de las personas que aún estaban pagando sus casas, sus electrodomésticos o sus automóviles. ¿En realidad lo material se recupera? Honduras es un país con un alto índice de desempleo, por tanto un gran porcentaje de su población (la mayoría) no puede acceder a una vivienda, y si lo hace es a través de préstamos con un plazo de veinte años o más.
Nuestras abuelas, abuelos y otros parientes quizá ya nos habían comentado sobre los estragos de los huracanes Mitch y el Fifí. Siempre creí que para esta generación lo más difícil había sido tratar con otros males endémicos: corrupción, migración, violencia, maras, pandillas y últimamente la COVID-19.
Con enorme dolor —aunque no con asombro— en este momento he leído denuncias en redes sociales sobre violaciones y agresiones sexuales a niñas y mujeres en albergues. Debe ser traumante y profundamente doloroso que después de salir huyendo del hogar para salvar su vida, estar en la situación de víctima por agresión sexual.
La ayuda de cada ciudadano, al juntarla con la de otros y otras, se ha convertido en cientos de toneladas: es el milagro de la multiplicación. La iniciativa de salvar y reconstruir la vida de hombres y mujeres surgida a partir de la tragedia en Honduras se ha extendido en muchas partes del mundo.
Este es un escrito de opinión. Ser mujer, joven y vivir en situación de pobreza no tendría que ser sinónimo de criminalización y vulneración de derechos sexuales y derechos reproductivos.
Esta es una opinión personal de Claudia López, en nuestro espacio Cronistas de la Cotidianidad.
Nací en 1992, en el barrio Morazán de San Pedro Sula, donde pasé toda mi infancia. Me crié con mi abuela, quien tomó el papel
Texto: Omar Cruz Portada: Tomada de Pixabay Cierto día de esta semana estábamos descansando en casa, eran más o menos las ocho y treinta de
Dicen que la juventud es la etapa más bonita, es el tiempo del primer beso, del primer viaje, de salir con amigos, hacer las travesuras
Texto: Kelvin Enamorado Portada: Fotografía de archivo/ Martín Cálix La imagen mental que tengo de un guardia de seguridad es la de un señor con
En junio de 2020, en medio de una pandemia que nos pone a todos y todas en riesgo, una caravana de migrantes partió de Honduras hacia Estados Unidos. Sin duda, la pandemia no ha detenido todas las injusticias y los problemas que pasan en nuestro país, sino que las ha venido a reflejar de una manera aún más visible.
Al final de este viaje en la vida quedará una cura de tiempo y amor una gasa que envuelva un viejo dolor. —Silvio Rodríguez Texto:
Hace poco seguía la noticia que el embajador de la Unión Europea en Honduras, adeudaba los derechos laborales a su exempleada doméstica. Aún con esa
Texto: Omar Cruz Portada: Pixabay Hace unos días conversé con mi amiga Guadalupe Sarmiento, quien es maestra y coordina una institución educativa a distancia. Platicamos
Hace unos días reflexionaba si escribir o no sobre las vivencias y los cuestionamientos desde mi caminar feminista. Anteriormente he señalado la forma injusta en
Recientemente la Federación Nacional de Fútbol Hondureño (Fenafuth) ha insinuado que el fútbol femenino en Honduras no existe. Jorge Salomón, presidente de la Fenafuth, dijo
Ante la dura crisis de salud que enfrenta Honduras a causa del COVID-19, la corrupción estatal y política que tiene colapsados los hospitales y servicios
Portada: Fotografía tomada de Pixabay Voy a empezar diciendo que ha sido difícil tomar el ordenador y escribir sobre algo tan personal y al mismo
Me gustan los días lluviosos, sin embargo sé que para los grupos más vulnerables dentro de la sociedad se vuelven días muy difíciles. Esto se
Mi infancia, o lo que recuerdo de ella, transcurrió en la calurosa ciudad de El Progreso, Yoro, ciudad ubicada entre la imparable San Pedro Sula
Siempre me han fascinado los aeropuertos. Su música, lo marcado que es su ambiente, ese tiempo distinto. Me asombra esa paradoja espacial de estar en
Y que mis venas no terminan en mí, sino en la sangre unánime de los que luchan por la vida, el amor, las cosas, el
Portada tomada de Pixabay Son pocas cosas las que una recuerda de su niñez, pero puedo acordarme de cuando tenía siete años, y esperaba en
Mi familia, de lado materno y paterno, procede de un pueblo que se llama San Marcos, está ubicado en Guaimaca, un municipio de Francisco Morazán.
Me gusta mucho el nuevo video de Residente, «Antes que el mundo se acabe», porque allí quedó plasmado el beso de mi hermano Roy Barahona
La belleza es el sueño de una tarde, el sur, donde descansan los hombres que liban las colmenas de lo invisible. Carlos Ordóñez Nací en
Recuerdo el primer día del restaurante, todos los meseros estaban nerviosos (eran menores de 20 años y nunca habían trabajado). Arrancamos con pocos cocineros que
Crecí en un barrio que tiene los mismos problemas de toda comunidad que convive en medio de la pobreza y la marginalidad. Los primeros años
El miércoles 11 de marzo se confirmaron los primeros casos de COVID-19 en Honduras. Mis abuelitos paternos, que residen en Ocotepeque, se encontraban de visita
Portada: Tomada de Pixabay Estar en casa ha sido una gran oportunidad para recordar los momentos bonitos que viví en mi infancia. Por ejemplo, el
Don Salvador alcanzó ya sus 75 años de edad y todavía debe trabajar para subsistir. Diariamente camina —con mucha dificultad— por colonias y barrios de
Crecí en el seno de mis raíces maternas. Mi madre y mi abuela fueron las dos mujeres que me enseñaron a caminar por la vida.
Portada: Pixabay En el último trimestre de 2018 me encontraba atravesando una situación muy difícil. Yo era un joven estudiante, recién salía de Nicaragua, mi
Desde que era niño comencé a cuestionar muchas cosas en torno a mi vida. Me preguntaba por qué tenía que ser como soy y por
Break in peace Texto: Juan Carlos Enamorado “JC Rock” Ilustración: Kelvin Enamorado “Shino Rock” El sentimiento de soledad solo es tapado por un nudo terrible
Portada tomada de Pixabay Era 2019 cuando me reincorporé a mi trabajo de maestra después de estar afuera, por motivos personales, durante dos años. Para
En Tegucigalpa hay un grafitti que dice: Somos los niñxs del golpe. Discutimos alrededor de esa frase una vez en el equipo de Contracorriente porque estaba en esa pared pero también porque en nuestro reporteo en las calles desde 2009 (unos antes y otros después) muchos jóvenes, hombres y mujeres de nuestra generación nos decían eso: somos hijos del golpe, dejamos la adolescencia, la niñez de golpe. Diez años después quisimos recordar la escena de cómo nos enteramos y de cómo leemos ese momento en la vida de nosotros, los que somos de esta generación “millenial” urbana.
Este es un mosaico de historias de amor, un esfuerzo por ver los detalles llenos de vida en un país de muerte.
En la madrugada del 27 de octubre de 2018, la Policía Federal y la Gendarmería inundaron la salida de Chiapas. Para el gobierno mexicano la
Texto y fotografía: Absalon Pavón «En la costa se vive bien», así repite doña Fide, algo que en 1969 escuchó. Así decían después de la guerra
Texto y fotografía: Amelia Frank-Vitale Read in English Desde septiembre de 2017 vivo en Honduras y conduzco mi investigación doctoral sobre la vida que llevan
Este artículo es una colaboración de: Colectivo Línea84- Periodismo Etnográfico Fotografía: Irving Mondragón LOS PADRES El combate a la delincuencia organizada en Honduras, al igual
La final de fútbol es un día importante para el país, no solo para los aficionados de los equipos finalistas. Esa tarde de domingo, calurosa
Era 10 de mayo, día de las madres en el Centro Pedagógico El Carmen. Un centro de rehabilitación de menores en uno de los sectores
La música sonaba alto, las voces se fundían entre sí, pero Jency solo podía escuchar el beat de su corazón. Era su primera batalla de
Sentir la velocidad, la libertad en la piel, en la melena medio larga, escuchar las ruedas de la patineta en el pavimento, eso es placer
A menos que se especifique lo contrario, los contenidos de esta página están licenciados bajo una Licencia de Producción de Pares.