Tras 4 meses de la crisis política postelectoral, el foco de atención se ha puesto en las discusiones en medios de comunicación y Twitter que han tenido miembros de la Alianza de Oposición contra la Dictadura, sobre todo sus líderes Manuel Zelaya Rosales y Salvador Nasralla, discusiones que parecen materializar una fractura irreparable en una alianza que pareció coyuntural para las elecciones de 2017 y que solo puede sobrevivir pensando en procesos electorales.
Nasralla ha insinuado que creará su propio partido político y ahora ha pedido la presencia de Julio Larios, su asesor político, que miembros del partido LIBRE han catalogado como empleado del Partido Nacional en las reuniones del Concejo de la Alianza. Pero sin entrar en detalles de la discusión-que de esos ya hemos visto en todos los demás medios y en tuits- es notable que esta situación repercute en la convocatoria de lo que la misma Alianza llamó “insurrección permanente”.
El Candidato de la Alianza, @SalvadorAlianza ayer votó por la unidad; pero hoy en el programa frente a frente: SE FUE. Anunciò un nuevo Partido; y dijo que los Comandos para la defensa del triunfo @EnAlianza no son asunto de él…. pic.twitter.com/06uE7Nn19T
— Rixi Moncada (@riximga) 17 de abril de 2018
Álvaro Morales, militante del partido LIBRE, joven que ha participado en protestas contra fraude electoral desde las elecciones de 2013, asegura que este “show político” parece copiado de la práctica histórica del bipartidismo y que solo abona a la confusión de la población en general que en este momento ya no muestra su indignación como antes.
“En el movimiento post electoral se vio una gran cantidad de personas en la calles, en el golpe de estado se vio también y lo hemos desaprovechado. Hablamos de una postura combatiente, la gente salió a las calles; se dieron actos coyunturales como el cacerolazo pero vacío de propuestas, la verdadera posición de organizar a la población no existió. La Alianza de Oposición como los partidos que integran no lograron pensar en formación política para las bases, si se hubiera pensado así habría acciones más sistemáticas pero ahora solo se reacciona a la convocatoria de los líderes de la oposición” y esos líderes están confrontados. Alvaro es un joven con muchos rostros, no es el analista de las 9pm en el primetime, pero representa a miles.
La crisis postelectoral dejó 43 muertes que aún siguen impunes, múltiples violaciones a DDHH y más de 20 privados de libertad que en campaña de la oposición son llamados “presos políticos”. La Asamblea Nacional de la Alianza de Oposición se llamó: Kimberly Dayana, el nombre de la adolescente asesinada en el sector Villanueva durante la primera noche de toque de queda, el 1 de diciembre en Tegucigalpa. Para Morales lo preocupante de toda esta situación es que la vida de estas personas, la libertad perdida y los golpes, parecen no tener el peso mismo que tienen las peleas de la Alianza, y esto abona a que estos atropellos queden silenciados.
“Creo que poco o nada ha importado la vida de los compañeros perdidos, los presos políticos; se ha utilizado su imagen pero nadie sabe el seguimiento a ellos, la gente sufrió golpes, gaseadas, yo tuve varios golpes de parte de la policía nacional y ha valido la pena. Quienes ponen la sangre en estos procesos siempre son los pobres pero debemos saber por qué la ponemos, si va a servir para el desarrollo de la sociedad hondureña o solo estamos reaccionando a los líderes”, agrega.
“A mi nada me sorprende en política”: Mel Zelaya
Sin duda, el líder político más fuerte de la Alianza de Oposición (conformada por LIBRE, PINU y Salvador Nasralla), es Manuel Zelaya Rosales, a quien aun sus seguidores llaman presidente y a quien siguen cantando la canción “Urge Mel” en las asambleas. Zelaya es un político viejo, antes de ser presidente fue funcionario público desde el gobierno de Carlos Flores Facussé, hace poco más de 20 años. Por eso mismo Zelaya no esconde su audacia política y asegura que “nada le sorprende”, ni el fraude electoral, ni las diferencias ideológicas dentro de la Alianza.
A Zelaya lo entrevistamos el mes pasado y le preguntamos sobre su relación política con Nasralla, quien no tiene la antigüedad ni la experiencia política pero sí la popularidad que un outsider puede generar en una población cansada de la corrupción estatal.
“Salvador Nasralla es un hombre de centro-derecha. Nosotros somos de izquierda. En el gobierno, me ubiqué como centro-izquierda. Me dijeron que era peligroso lo que había hecho y dije: quiten lo de centro. De izquierda son los grupos sociales que protestan contra los que impiden los cambios. Eso es izquierda, protestar contra el que no quiere cambio, el conservador. Es una alianza mística entre la izquierda, que representa Libre, y Salvador, que no es político, que es un presentador deportivo muy bueno, muy popular, y nos asociamos. Y le ganamos las elecciones al bipartidismo. Cien años de bipartidismo quedaron en la lona, derrotados, con su modelo neoliberal, con su modelo capitalista salvaje. La asociación con Salvador resultó pero hubo un grupo que lo mal asesoró diciendo que EEUU lo iba a poner de presidente si me apartaba a mí, si paraba las movilizaciones, un grupo. Yo le expliqué y el rectificó. Pero eso es la asociación con Nasralla, una asociación política, coyuntural, para ese proceso electoral”, dijo claramente Zelaya en aquel momento.
Nasralla ha acusado a Zelaya de tomar decisiones unilaterales, de no consultar con el resto de la Alianza y de emitir comunicados llamando a la gente a las calles sin dar conocer la estrategia clara de estas movilizaciones. Zelaya lo acusó de lo mismo en la crisis postelectoral cuando Nasralla firmó un acuerdo con la OEA que también había firmado Juan Orlando Hernández que daba a torcer las denuncias de la Alianza si la OEA reconocía a uno de los dos como presidente. Pero a Zelaya nada le sorprende, él lo cuenta fresco.
“A nosotros nada nos sorprende. Venimos del exilio, el golpe de Estado, la represión, el asesinato. La gente que ha estado a la par mío está muerta, casi toda ¿Qué dicen organismos como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos? Hacen un informe, pero no hacen nada”, asegura.
Un punto de quiebre notable ha sido la participación de la Alianza en el diálogo nacional y la indecisión de Nasralla de entrar al diálogo y luego salirse.
Aunque en el momento de la entrevista Zelaya dijo que no era momento de hablar de las próximas elecciones, esta semana después de la Asamblea Nacional de la Alianza de Oposición, hasta mencionó que la candidata de la Alianza para las próximas elecciones sería Iroshka Elvir, esposa de Salvador Nasralla, candidata a diputada sin éxito en las pasadas elecciones.
“Estar hablando de elecciones bajo esta misma plataforma es hablar de otro engaño. No hay campo ahorita para hablar del futuro electoral del país si no hay reformas”, dijo hace un mes; esta semana se contradijo.
Alvaro, de la juventud de LIBRE, acierta en que el discurso de sus líderes es confuso y que son parte de un show político. Las protestas en las calles han bajado y hay miedo, Alvaro cree que en gran parte es culpa de este tipo de discusiones que desconocen el verdadero clamor de la gente.
“Cuando son gaseados los líderes hacen un boom ante los medios de comunicación pero no así las muertes o la gente que está dispuesta a poner sus sangre, a perder su trabajo por este tipo de acciones. Vemos a estas personas ahora en nada, ellos mismos se plantean ¿qué estaba haciendo yo? Es necesaria la construcción de políticas incluyentes para generar nuevas posturas en la Alianza, si no es así solo copiamos vicios del bipartidismo”, finaliza Contreras.
El Partido Liberal y otras figuras políticas que habían estado “devastadas” son las que se alimentan de la crisis de la Alianza, asegura este militante. Las calles cada vez más desoladas y un movimiento que ya no protesta ni por denuncias graves como la de los ex miembros de la MACCIH hablando de un pacto de impunidad entre el mismo Luis Almagro, secretario de la OEA y Juan Orlando Hernández. Un camino de silencio y de breaking news basadas en tuits y peleas públicas de políticos es el que Honduras ha tomado tras la crisis postelectoral.
Miren en qué planillas está Julio Larios, pero además, NO es miembro del Consejo de la Alianza. No sé qué le pasa a SN, provocando. #Lamentable pic.twitter.com/8AAzMMKR4u
— Beatriz Valle (@BeaValleM) 21 de abril de 2018
Foto portada (joven en conferencia de prensa-diciembre 2017) : Martín Cálix
Entrevista a Álvaro Contreras: Fernando Silva