Durante el juicio que terminó en una condena efectiva de dos años de cárcel en Estados Unidos por haber intentado hacer negocios con recursos del narcotráfico, se conoció que el exministro hondureño Yankel Rosenthal Coello tenía tres sociedades offshore. Esta investigación periodística revela que en realidad tenía otras seis empresas en paraísos fiscales.
Por: Jennifer Avila, María Teresa Ronderos y Andrés Bermúdez Liévano*
Ilustraciones: Miguel Méndez
Fotografías: Antonio Gutiérrez/ Contracorriente
Cuando Yankel Rosenthal Coello fue arrestado en el aeropuerto de Miami en octubre de 2015, los fiscales estadounidenses que lo investigaban levantaron el secreto del expediente judicial que le habían venido armando. En ese dossier quedaron a la luz tres sociedades en las Islas Vírgenes Británicas que —según las autoridades de Estados Unidos— el condenado empresario y exministro hondureño habría usado para lavar dinero de Los Cachiros, el mayor cartel de narcotráfico del país centroamericano.
Casi dos años más tarde, Rosenthal Coello —integrante de una exitosa dinastía político-empresarial de Honduras— se declaró culpable de intentar realizar transacciones monetarias con bienes procedentes del narcotráfico, fue juzgado y sentenciado ante la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York y comenzó a pagar una pena de 29 meses en una cárcel de Florida. Como parte del mismo caso, también fueron acusados su tío Jaime y su primo Yani Rosenthal Hidalgo. Además, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos incluyó en su ignominiosa lista de «narcotraficantes y terroristas designados» a una decena de empresas de la familia.
Al igual que Yankel, el también exministro hondureño Yani Rosenthal terminó declarándose culpable de realizar transacciones monetarias con bienes procedentes del narcotráfico, y fue condenado a una pena carcelaria de 36 meses. Regresó a Honduras en agosto de 2020 y hoy es el candidato del Partido Liberal en las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo el 28 de noviembre próximo para suceder a Juan Orlando Hernández. Jaime, papá de Yani y tío de Yankel, falleció de un paro cardiaco en enero de 2019, por lo que los fiscales estadounidenses archivaron el caso en su contra.
El entramado de empresas offshore de Yankel Rosenthal y de su familia fue más amplio de lo que reveló el Departamento de Justicia estadounidense en su momento. Yankel Rosenthal, el exministro de Inversiones de Honduras entre 2014 y 2015, mantuvo al menos otras seis sociedades offshore en las Islas Vírgenes Británicas, algunas durante el tiempo que integró el gabinete de Juan Orlando Hernández y todas hasta el momento de su detención en Florida.
La existencia de estas empresas, que no se habían hecho públicas ahora, es uno de los hallazgos del análisis que hicieron Contracorriente y el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP) de miles de documentos internos pertenecientes a varias firmas legales especializadas en gestionar sociedades offshore en Islas Vírgenes Británicas, Panamá y otros países. Estas revelaciones forman parte de la investigación transfronteriza Pandora Papers, liderada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).
Bautizados como los Pandora Papers, estos documentos que datan entre 1996 y 2020, y están en inglés, español, chino, griego, ruso, entre otros idiomas, revelan conexiones con sociedades y negocios en más de 200 países y territorios. La colaboración de más 600 periodistas hizo posible investigar cientos de ellos, simultáneamente en 117 países. Una fuente anónima compartió con ICIJ 2,94 terabytes de registros financieros confidenciales, en lotes separados a lo largo de varios meses, que suman más de 11,9 millones de documentos, de 14 empresas proveedoras de servicios offshore que crean y administran sociedades de papel y fideicomisos en paraísos fiscales alrededor del mundo.
Yankel Rosenthal fue condenado por la justicia de Estados Unidos porque trató de facilitar la compra de un bien en Florida con dinero producto del narcotráfico y —según dijeron fiscales de ese país durante el proceso— recurrió a una sociedad offshore para pedir sobornos, aunque no lo terminaron procesando por ese delito. Por esto, el hallazgo abre preguntas sobre si las otras empresas offshore que se conocen hasta ahora pudieron haber jugado algún papel en aquellos negocios turbios.
Archipiélagos y cocodrilos
El 6 de octubre de 2015, apenas cuatro meses después de renunciar a su cargo de ministro de Inversión en el Gobierno, Yankel Antonio Rosenthal Coello fue arrestado en el aeropuerto de Miami, cuando iba a visitar a dos de sus hijos que estudiaban en Estados Unidos.
Su detención fue la primera ficha de un dominó en el que rápidamente cayeron otras figuras de su familia. Ese mismo día se hizo pública la acusación de la fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, que señaló a Yankel, a su primo Yani Rosenthal Hidalgo, a su tío Jaime Rosenthal Oliva y a Andrés Acosta, un empleado del Banco Continental propiedad de la familia, por participar en lavado de dinero producto del narcotráfico «desde al menos o alrededor de 2004 y hasta septiembre de 2015».
La acusación supuso un terremoto en Honduras, porque la familia Rosenthal —descendiente de un electricista que inmigró de Moldavia en los años veinte huyendo de la violencia antisemita y que fundó la tienda Siga la Flecha en San Pedro Sula— era una de las más ricas del país centroamericano y también prominentes jugadores en la política.
Los tres familiares acusados habían ocupado altos cargos en el Estado. Yani, el hoy candidato presidencial, fue ministro de Presidencia en el Gobierno de Manuel Zelaya (2006-2009) y diputado del Congreso Nacional. Jaime, tío de Yankel, fue vicepresidente en el Gobierno de José Azcona (1986-1990), dos veces precandidato presidencial y diputado por el departamento de Cortés. El prestigio de Jaime era tal que figuró en la lista de los millonarios más importantes de Centroamérica de Forbes y el fotógrafo alemán Horst Wackerbarth lo incluyó en su célebre serie fotográfica mundial de personajes sentados en un sillón rojo.
«A partir de 2009, aproximadamente, (Yankel) prestó servicios financieros a traficantes de drogas en Honduras, a menudo relacionados con transacciones inmobiliarias», dice la presentación de la fiscalía ante un juez federal del Distrito Sur en agosto de 2017, como parte de una investigación que inicialmente lideró el fiscal Preet Bharara, que se hizo famoso cuando Donald Trump lo despidió.
Al mismo tiempo, un puñado de empresas de los Rosenthal fueron incluidas en la lista de sanciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro, que prohíbe a terceros hacer negocios con quienes sean incluidos en ella. En esa base de datos, en algunos países llamada la «Lista Clinton» porque nació durante su gobierno, entraron: Inversiones Continental en Panamá, más conocida como Grupo Continental y que era el holding empresarial de la familia Rosenthal, así como el Banco Continental, la procesadora de carne Empacadora Continental, la empresa financiera Inversiones Continental (también llamada Grupo Financiero Continental) y tres sociedades en Estados Unidos (Inversiones Continental USA, Shelimar Real Estate Holdings II y III).
En el proceso también salieron a la luz pública tres sociedades offshore en las Islas Vírgenes Británicas: Shelimar Investments Ltd, Preyden Investments Ltd y Desland Overseas Ltd que, según los fiscales, Rosenthal usó para sus negocios.
Ahora, dentro de la investigación Pandora Papers, este equipo periodístico descubrió que Yankel Rosenthal ha sido beneficiario final o directivo de otras seis sociedades offshore, cuya existencia no se había hecho pública. Algunas de ellas existían cuando fue nombrado ministro en el gabinete de Juan Orlando Hernández y todas estuvieron activas al menos hasta 2015, según documentos internos del bufete legal panameño de Alemán, Cordero, Galindo & Lee, más conocido como Alcogal.
Una primera sociedad, Esmeralda Investments Holding Ltd, fue creada el 22 de marzo, de 2013 en las Islas Vírgenes Británicas, según consta en documentos de Alcogal. En ese momento Yankel no había dado el salto a la política: por 18 años había sido presidente de la Compañía Azucarera Chumbagua y por 17 años, miembro de la junta del Banco de Occidente. Ambas eran empresas del Grupo Continental, el conglomerado de la familia Rosenthal —tanto de la rama de Yankel como la de Yani y Jaime— que llegó a abarcar otro banco, un diario, un canal de televisión, una aseguradora, una constructora, una cementera, fincas de cacao, banano y café, incluso una granja de 10,000 cocodrilos. Después de que las autoridades de Estados Unidos y Honduras congelaran los activos de los Rosenthal, según contó la BBC, los cocodrilos estaban muriéndose de hambre.
Yankel también había sido presidente y socio del equipo de fútbol CD Marathón, cuyo estadio en la ciudad de San Pedro Sula aún lleva su nombre. En esta empresa deportiva también compartía acciones con el resto de la familia Rosenthal, incluido su primo Yani.
En Esmeralda Investments Holding, en la que Yankel figura como beneficiario final, aparecen como accionistas su exesposa Marcia Córdoba y sus tres hijos Yankel Antonio, Norma Sofía y Edwin Alberto Rosenthal Córdoba.
Las cartas de referencias personales ante la firma panameña las escribieron la Azucarera Chumbagua que presidía, cuya contadora certificó que tenía un salario anual de USD 250,000 y el Banco HSBC en Miami, que lo describió como cliente suyo desde 1992.
Yankel Rosenthal tuvo una empresa con un nombre similar en Honduras: Esmeralda Sociedad Anónima creada en San Pedro Sula en 2008. En 2015 esta empresa que fue confiscada por el Estado de Honduras, tras una investigación por lavado de activos. Un mes antes de que fuera detenido en Estados Unidos, Yankel presidió una asamblea de la empresa, pese a que había renunciado un año antes a su administración general. En esa reunión, como ejecutor especial de acuerdos, se decidió el traspaso en donación de un terreno a otra empresa llamada Equipos y Desarrollos S. de R. L., en la que Rosenthal Coello no tiene vínculos societarios ni administrativos. Sin embargo, el administrador general de esta segunda empresa era su socia en el Consorcio Siglo XXI, donde Esmeralda (la hondureña) tenía el 40 % de acciones.
Este consorcio ganó, en 2010, la licitación más grande en San Pedro Sula para construir puentes, carreteras y otras obras de infraestructura por un monto referencial de HNL 1,845,637,424.82 (unos USD 98 millones en esa época). El 26 de octubre, pocos días después del arresto de Yankel, el Consorcio Siglo XX expulsó a Esmeralda S. A. por estar abierto un proceso de aseguramiento de bienes contra la misma.
Adicional a la Esmeralda offshore, Yankel y familiares inmediatos aparecen vinculados a otras siete sociedades en las Islas Vírgenes Británicas, bien sea como directivos u oficiales, en los informes que Alcogal envió a las autoridades financieras del archipiélago. Él figura en cinco de estas.
En Delven International Limited, creada en 1997, aparecen como directores su madre Norma y sus hermanos Norma Johanna, Edwin y Karen. En Inversiones Edyasa BVI Limited, inscrita en 1993, aparecen su padre Edwin, su madre Norma Coello y su hermano Edwin. En Ralsen Finance Ltd, inscrita en 1997, están sus padres y su hermana Karen. En Midas Finance International Limited, registrada en 2006, aparece casi toda la familia Rosenthal Coello: Yankel, sus padres y sus hermanos Norma y Edwin. En una más, R.E.R. Holdings Limited, figuran Yankel y su hermano Edwin.
Según los informes de actividades sospechosas diligenciados por Alcogal, Yankel figuraba como beneficiario final, accionista y directivo de Esmeralda Investments, accionista y directivo de RER Holdings, accionista de Ralsen Finance, directivo de Inversiones Edyasa BVI y oficial de Delven International y Midas Finance International.
Cuando Yankel fue ministro del Gobierno entre 2014 y 2015, al menos Esmeralda Investments estaba activa, lo que lo obligaba a declararla ante el fisco en Honduras. Sin embargo, como no son públicos los registros de bienes e intereses comerciales de los altos servidores del Estado, no es posible saber si Rosenthal Coello cumplió con esta obligación legal. El medio hondureño de esta alianza, Contracorriente, interpuso un recurso de amparo ante la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia hondureña para abrir esta información de interés público, pero a la fecha de esta publicación aún no se había resuelto.
Esta alianza periodística buscó a Yankel Rosenthal en cuatro ocasiones desde el 17 de septiembre, dos de estas veces por correo electrónico y una por mensaje a su cuenta personal activa de Facebook, incluyendo las nueve preguntas detalladas sobre las que quisimos preguntarle. También escribimos al abogado que lo representó en el juicio en Estados Unidos. Al cierre del reportaje Rosenthal no había respondido a nuestras solicitudes de una entrevista.
El factor offshore en el juicio contra Yankel
En un inicio la red de empresas de los Rosenthal —incluidas sus tres sociedades offshore— figuró prominentemente en la acusación, pero durante el proceso judicial fue perdiendo protagonismo. Al final, tras una negociación con la fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, Yankel se declaró culpable el 29 de agosto de 2017 de un único delito de tentativa de compra de un bien con dinero producto del narcotráfico en Florida. En su escrito ante la corte federal, el exministro se defendió. Dijeron sus abogados que no se habían surtido todos los pasos para la compra de las tres propiedades en el sector de Doral en Florida y que había «una gran brecha entre la conspiración a lo largo de 11 años descrita por los fiscales y la transacción fallida». Sin embargo, admitió ante la justicia estadounidense que sabía que el abogado que lo había buscado tenía clientes narcotraficantes, que no había indagado por los orígenes del dinero para el negocio inmobiliario y que era consciente de que eran probablemente ilícitos.
«Yankel es muy consciente de las consecuencias draconianas que resultaron de su terrible error de juicio (…). Tiene la intención de evitar incluso cualquier percepción de involucramiento o relaciones sociales con malhechores, especialmente narcotraficantes», concluye el memorando presentado por sus abogados antes de la sentencia, en el que protestan por lo que llaman un «castigo excesivo».
Como contraparte de ese acuerdo, los fiscales abandonaron otras acusaciones que le imputaban y con ello, Rosenthal Coello evitó irse a un juicio adversarial y público. Las autoridades estadounidenses lograron asegurar una condena y una pena carcelaria para Yankel, aunque también supuso que mucho del acervo probatorio con el que contaba el Departamento de Justicia no salió a la luz.
Quedó así sepultada por el arreglo la información que explicaría para qué usó Yankel el trío de empresas offshore que los investigadores detectaron en las Islas Vírgenes Británicas. El mismo día en que lo arrestaron, un agente de la Administración para el Control de Drogas (DEA) le preguntó por ellas durante el primer interrogatorio, según consta en una transcripción que los fiscales a cargo del caso adjuntaron como prueba al juez en 2018.
Ese día, cuando Rosenthal intentaba persuadir a los agentes antinarcóticos que lo estaban confundiendo con alguien más, uno de ellos le respondió que lo tenían grabado y que conocían muchas de sus empresas. Una por una, le fue preguntando por Shelimar, Preyden y Desland. «Aquí va algo que sé factualmente que hiciste», le dijo el «Agente-1» a Yankel, según la transcripción de la conversación que forma parte del expediente. «Tomabas las ganancias del narcotráfico. Pagabas a los jugadores y a los entrenadores de tu equipo de fútbol con las ganancias del narcotráfico. Luego en esencia tomabas los ingresos por venta de droga, los ponías en tu Banco Continental y luego recibías cheques del Banco Continental que enviabas a Shelimar. Y luego hacías que los pagos al equipo de fútbol regresaran a Shelimar».
Y siguió el agente con su acusación: «Básicamente estás usando el equipo de fútbol para lavar las ganancias de la droga para tu gente. Podrás comprobarlo en la corte. Eso es lo que nosotros, una cosa, que sabemos hiciste», añadió el agente de la DEA. «Eso, eso, estás completamente confundido con eso», le respondió Yankel. «No, no estoy confundido en lo más mínimo», le replicó su interrogador.
Un Yankel visiblemente nervioso intentó persuadirlo una vez más que su información era errónea: «Yo, yo, yo lo sé porque… nunca he recibido nada de… nada de… si quieres llamarlo dinero sucio en mis… en mis cuentas. No sé. Conozco a estas personas más socialmente que por… que por hacer negocios con ellos», les dijo. «Hey, estoy siendo honesto como me pidieron», agregó. La sociedad acerca de la cual los agentes estadounidenses parecían tener información más detallada es Shelimar Investments.
El día que Yankel se declaró culpable, el Departamento de Justicia señaló públicamente que, cuatro años atrás, el exministro le habría pedido un soborno a una empresa petrolera estadounidense que estaba interesada en invertir en Honduras.
Según los fiscales, en abril de 2013 Yankel le envió un correo electrónico a la empresa, cuyo nombre se reservaron y a la que el expediente llama «Empresa-1». «Como te dije hace un par de años tristemente en nuestros países los políticos esperan colaboración a sus campañas cuando se les busca para una propuesta de negocio, tengo toda la confianza en este amigo que tiene poder ahora y tendrá mucho más después (Noviembre de 2013), ¿puede contar con una contribución para su campaña y al mismo tiempo con el entendimiento que les ayudará con los permisos de exploración y ambiente requeridos?», decía su email, según el Departamento de Justicia.
En septiembre de 2013, cinco meses después del correo de Yankel y dos antes de las elecciones presidenciales y legislativas de Honduras, un directivo de la petrolera estadounidense respondió que estaban dispuestos «a contribuir a la elección de su amigo como presidente», según consta en el comunicado de los fiscales. Acto seguido habría girado, también según el Departamento de Justicia, un cheque de 100,000 dólares a la empresa offshore Shelimar Investments.
Los fiscales estadounidenses en ningún momento especificaron de cuál «amigo» hablaba el ejecutivo petrolero. Un mes después, faltando menos de cuatro semanas para las votaciones, Yankel se sumó públicamente a la campaña del entonces presidente del Congreso Nacional, Juan Orlando Hernández. «Agradezco a Yankel por el apoyo y sus muestras de confianza. Espero que no lo vaya a regañar su primo Yani en San Pedro Sula», le agradeció Hernández, refiriéndose a que el primo de Yankel había sido precandidato por el rival Partido Liberal y había perdido las primarias un año atrás. «Vengo apoyando calladamente a Juan Orlando desde las internas del Partido Nacional, pero como mi primo Yani era aspirante del Partido Liberal no lo hice público», explicó Yankel ese día. A finales de noviembre, Hernández ganó la elección presidencial. En enero, cuando subió al poder, Yankel Rosenthal Coello llegó a su gabinete como su ministro de Inversiones.
Aunque los fiscales hicieron hincapié en estos supuestos pagos, al final esa información no apareció en el juicio y Rosenthal Coello no fue acusado por ello. Y esa ha sido la defensa del exministro. Tras purgar su condena, Yankel respondió en una carta pública a las críticas de su exjefe Juan Orlando Hernández, diciendo que «nunca (fue) acusado ni mucho menos condenado por narcotráfico o algún delito conexo».
«Fui condenado y cumplí una pena de 23 meses por una tentativa de delito, es decir, un delito no consumado en el cual quedó plenamente establecido que nunca recibí cantidades de dinero de ningún grupo criminal, prueba de esto es que todos los bienes asegurados en el extranjero a mi persona me fueron íntegramente devueltos», escribió desde lo que él llamó un «autoexilio doloroso» a causa de la «persecución» en su contra.
El final de las offshore de los Rosenthal
«Si descubrimos, somos informados por cualquier fuente, o tenemos conocimiento por cualquier medio, de información negativa que involucre a una empresa o a un cliente, incluyendo sospechas de actividades delictivas, su implicación en una investigación penal, o la existencia de una condena, procedemos con el curso de acción apropiado, que va desde la obtención de renuncias hasta la renuncia como Agentes Registrados y/o la presentación de SAR, según el caso».
Esta fue la respuesta que dio Alemán, Cordero, Galindo & Lee a preguntas hechas por ICIJ sobre qué debida diligencia hace a sus clientes y cómo garantiza que sus políticamente expuestos no estén utilizando estas empresas de papel para posibles actividades ilícitas. Aunque Alcogal no respondió sobre casos específicos, sus documentos muestran que esto fue lo que la firma panameña hizo en el caso de Yankel.
Su detención en Miami, seguramente sumada a la mención pública de tres de sus empresas offshore en la acusación del Departamento de Justicia de Estados Unidos, activaron las alarmas en la firma que se las había gestionado.
El 8 de octubre de 2015, dos días después de su arresto, Alcogal envió un reporte de actividades sospechosos (o «SAR», en la jerga legal) a la Agencia de Investigación Financiera de las Islas Vírgenes Británicas, según muestran los documentos internos de la firma panameña.
En ese documento, la oficial de cumplimiento Blondell Challenger del bufete panameño notificó a la autoridad financiera del archipiélago que había terminado su relación comercial con cuatro empresas en las que Rosenthal aparecía como beneficiario final, incluyendo las tres incluidas por el Departamento del Tesoro estadounidense en la lista de sanciones y una más que este no había detectado (Esmeralda Investments). Como motivo para su decisión de renunciar como agente registrado de dichas sociedades, Algocal citó el hecho de que Rosenthal hubiera sido detenido y relacionado con las presuntas actividades criminales de narcotráfico y lavado de activos.
Un mes y medio después, el 20 de noviembre, Alcogal envió un segundo reporte de actividades sospechosas a la autoridad financiera de las Islas Vírgenes Británicas, informándole que había identificado las otras cinco sociedades en las que Yankel aparecía como directivo o accionista, que revela esta investigación. Además, identificó otras dos ligadas a familiares suyos y una más que atribuía a familiares, pero en la que no tenía suficiente certeza.
Citando los más recientes desarrollos en el caso judicial, que incluían la detención de Yani y posibles juicios contra el patriarca Jaime en los dos países, la firma panameña añadió al informe la sospecha de que sus clientes estaban involucrados en crimen organizado. «Por esta razón, hemos decidido renunciar a ser el agente registrado de todas estas sociedades», escribió Alcogal.
Además de las cinco descritas por esta investigación, Alcogal cortó sus vínculos con dos sociedades donde figuraban parientes de Yankel: Midas Investments Overseas Ltd que estaba conectada a su hermano Edwin Rosenthal Coello y su sobrina Daniella, y Frisbold International Limited que estaba vinculada a César Rosenthal Hidalgo —hermano de Yani y primo de Yankel— y a su esposa costarricense Erika Seevers.
Irónicamente, Alcogal también canceló otra sociedad llamada Spring Rosen, ligada a un Marcos y una Susana Rosenthal que no parecen tener vínculo alguno con la familia y podrían no ser siquiera hondureños.
A diferencia de su primo candidato presidencial, Yankel Rosenthal ha mantenido un bajo perfil desde que salió de la cárcel en Florida. A mediados de agosto de este año, sin embargo, reapareció en San Pedro Sula para alentar a su equipo de fútbol, el Marathón, en un partido contra el Diriangén nicaragüense por la Liga Concacaf en el estadio que aún hoy sigue llevando su nombre. Ganó 2 por 1.
2 comentarios en “Tras su maratón con la justicia, al hondureño Yankel Rosenthal le salieron nuevas offshore”
Saludos muy cordiales y mi gratitud por procurar mantener informado a las personas de Honduras y el resto del mundo de información tan concluyente con respecto a esa banda de forajidos instituida en la nación hondureña, ojalá todos y cada uno de los más de nueve millones de compatriotas pudieran no solo tener acceso a estas informaciones que todo este grupo de periodistas ha revelado al mundo, pero también poder tener la capacidad de entender al menos en lo mínimo todo y cuánto estos seudo líderes hacen y deshacen en nuestros maltrechos países. Gracias Jennifer y cada uno de los investigadores por ofrecernos estas informaciones tan delicadas.
IMuy interesante, parese ser que el negocio de venta de servicios humamos ha sido un negocio muy rentable divulgado y ejercido a nivel mundial, muy parecido a la venta de negros a todo el mundo, aunque afortunadamente, se ve que ha sido menos agresivo, gracias a algunos movimientos no muy afortunados para muchos promoventes y activistas a nivel mundial, estoy impresionada, por tantos negocios y más aún como ha intervenido USA en todos los países, gracias.