«No hay forma de que no se pueda llegar a tomar posesión el 14 de enero»: Bernardo Arévalo, presidente electo de Guatemala

El presidente electo Bernardo Arévalo fue entrevistado por el periodista de El Faro, José Luis Sanz, durante el Foro Centroamericano (ForoCAP). Arévalo dijo que, a pesar de que los intentos de golpe de estado continúan, él está preparado para tomar posesión el 14 de enero. Habló sobre cómo gobernará con el Congreso, Corte y Ministerio Público controlados por la oposición y dio sus opiniones sobre Centroamérica y política internacional.


Texto: Leonardo Aguilar
Fotografías: Fernando Destephen


Bernardo Arévalo, presidente electo de Guatemala, se presentó el viernes a la decimotercera edición del Foro Centroamericano (ForoCAP) y manifestó que lo él mismo ha definido como un «golpe de Estado en cámara lenta» «va a seguir toda vez que el Ministerio Público continúe con esta campaña». El Ministerio Público de Guatemala realiza acciones que han sido catalogadas como persecución política de acuerdo con manifestantes que piden la destitución de la Fiscal General, Consuelo Porras. 

El viernes, una fiscalía presentó una solicitud de levantamiento de la inmunidad del diputado Samuel Pérez del partido Movimiento Semilla, por haber emitido una opinión en sus redes sociales que fue interpretada por el ente acusador público como delito, específicamente el de «actividades contra la seguridad interior de la nación». El diputado Pérez criticó a la Corte Constitucional (CC) por haber ordenado reprimir a los manifestantes que piden la renuncia de Porras.

Para el presidente Arévalo, la intención de los grupos que buscan impedir su toma de posesión es que el resultado electoral — que le da la victoria a él — que ha sido certificado por el tribunal electoral, no se lleve a cabo. A pesar de esto, el presidente electo se mostró optimista y mencionó que está de acuerdo con lo que dijo el magistrado Molina Barreto, sobre que «definitivamente no hay forma en que no se pueda llegar al 14 de enero y tomar posesión». Y es que Barreto, magistrado de la CC, explicó que ninguna fiscalía está facultada para anular un proceso electoral.

En ese sentido, Arévalo dijo estar consciente de que lo que está pasando en Guatemala es «una lucha del sistema democrático y del sistema electoral» y que en el Movimiento Semilla se sienten respaldados por la gran mayoría de la ciudadanía guatemalteca, «pero está este núcleo, este grupo, que no nos permite transitar hacia la toma de posesión», expuso el presidente electo.

«Nosotros creemos que el intento de golpe va a fracasar, porque tenemos claridad de estos hechos. Pero van a continuar, no sabemos si van a decidir volcarse contra los miembros de las Juntas Receptoras de Votos (JRV). Están atacando a los magistrados, es incierto, en la medida en lo que ellos están haciendo y definen como legal, no sabemos cómo va a salir, pero sabemos que van a fracasar», expresó.

Periodistas de todas partes del mundo escuchan la intervención del presidente electo Bernardo Arévalo de Guatemala, durante la celebración del Foro Cap 2023. Foto Cc /Fernando Destephen

Al ser consultado sobre el actual presidente  Alejandro Giammattei, reveló que le han solicitado al presidente que se manifieste públicamente. «Y no lo ha hecho amparándose en una explicación alrededor de separación de poderes que, en el momento de una crisis, lo amerita. Claramente e inequívocamente no ha usado su influencia para pronunciarse”.

El mandatario reconoció el liderazgo indígena en la defensa de la democracia guatemalteca asegurando que han asumido «un liderazgo popular, con una madurez y una claridad política increíble, y se convierte en un foco de diálogo con otros sectores que empiezan a entender que hay una realidad que hay que transformar».

Medios guatemaltecos han informado que existe un «diálogo» entre el sector empresarial, autoridades ancestrales y Bernardo Arévalo. El presidente electo fue consultado en este foro sobre si ha alcanzado «pactos» con grupos para poder transitar hacia la toma de posesión, a lo que el mandatario contestó que si hubiera hecho pactos la situación ya estaría resuelta.

«No hemos entrado en ningún arreglo, si no hace rato se hubiera resuelto este problema», expuso.

Arévalo también dijo que el liderazgo del movimiento indígena es espontáneo y que este no esperó indicaciones de ningún actor político para tirarse a la calle y hacer la defensa. En ese sentido, Arévalo dijo que el movimiento indígena es un actor que está celoso y que tiene claro su espacio en el trabajo en la defensa en la calle «y nosotros estamos haciendo lo que corresponde en la defensa legal», agregó.

Arevalo fue cuestionado sobre si no teme que el liderazgo del pueblo indígena termine por diluir su liderazgo político como presidente electo, a lo que respondió que «necesitamos liderazgos articuladores, no tengo miedo de diluirme, dos décadas pasé dedicado a procesos de consolidación de la paz y es necesario que se entienda que los liderazgos se construyen a nivel colectivo».

Arévalo participó a finales de septiembre en el IX encuentro del Grupo de Puebla, que concentra a políticos latinoamericanos identificados con un pensamiento que califican como progresista, por lo que se consultó si no teme que su participación en ese evento afecte su relación con la empresa privada y sectores conservadores.

El mandatario electo mencionó que en la sociedad guatemalteca existen niveles altos de polarización y entonces es natural que el sector empresarial «va a decir ¡qué miedo! si me reúno con el Grupo de Puebla».

«Estamos construyendo una manera diferente de entendernos políticamente, hay que entender que el presidente debe hablar con todos los sectores a los que les interesa la democracia. En el Foro de Puebla o en una reunión con líderes continentales conservadores, siempre habrá desconfianza», aseguró Arévalo, que se ubicó a sí mismo y al Partido Movimiento Semilla en una ideología socialdemócrata, algo que defendió diciendo «tengo además textos [sobre la socialdemocracia] que empecé a escribir incluso antes de ser político».

Pero Arévalo tendrá enormes retos, tendrá un Congreso Nacional, una Corte Suprema de Justicia y un Ministerio Público integrados por miembros de la oposición, mismos que desde ya están moviendo piezas que, según algunos analistas, dejarán con poco margen de maniobra al presidente electo. 

En ese sentido, recientemente la Comisión de Finanzas Públicas y Moneda del Congreso Nacional presentó un dictamen favorable para aprobar un proyecto de Presupuesto General de Ingresos y Egresos para el Ejercicio Fiscal 2024, un proyecto que fue criticado por el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) que recomendó no aprobarlo porque contiene «anomalías introducidas» por la Comisión de Finanzas que representarían focos para la corrupción.

«Definitivamente pueden dejar “atado de manos”, [al Ejecutivo] pero el problema no es con el monto, ya sea con el que envió [la Comisión de Finanzas] o con el presupuesto actual. Es una derrota para el país que tengamos una comisión de finanzas del Congreso que no entienda que la gente reclama ponerle fin a la corrupción», manifestó Arévalo sobre este tema.

 

Arévalo reconoció que desde el Ejecutivo tendrá pocas facultades para luchar contra la corrupción en instituciones ajenas al Gobierno que él preside, pero prometió que en el Ejecutivo sí habrá cambios, porque organismos como la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) dependían de una colaboración con el Ejecutivo, «que era parte del problema, ahora el EJecutivo asume la lucha contra la corrupción».

 

«Nosotros tenemos control sobre la corrupción dentro del organismo ejecutivo y haremos el esfuerzo para que este opere de manera transparente; es una lucha que no es exclusivamente judicial, porque esa es una dimensión que escapa a nuestra capacidad», mencionó Arévalo, quien al ser preguntado si actuaría contra exfuncionarios señalados por corrupción, agregó que no se debe «reducir la lucha contra la corrupción a la judicialización».

 

Retos, promesas y su posición sobre Bukele, Ortega y Xiomara Castro

 

Arévalo dijo que no van a poder «resolver 500 años de exclusión y marginación», pero sí que pueden «sentar bases» y dijo que el promedio de los guatemaltecos van a sentir «un cambio tremendo» porque van a ser escuchados.

Sobre cómo piensa reducir la impaciencia de un pueblo guatemalteco que espera cambios, este mencionó promesas en temas concretos como las medicinas. «Un sistema que va a reducir el precio de la medicina de una manera dramática», prometió.

«Seremos prácticos en política internacional, pero estamos claros que un sistema basado en instituciones democráticas y protección de derechos humanos para la propia sobrevivencia de nuestro estado democrático».

Arévalo no tuvo ningún problema en reconocer que Nicaragua es una dictadura, asegurando que no tiene ningún problema en denunciar a los gobiernos que están siguiendo derivas autoritarias.

Sobre el presidente Nayib Bukele, quien ya presentó su solicitud para reelegirse inconstitucionalmente y gobernar un período más con altos índices de popularidad pero también de críticas por violaciones a los derechos humanos y amenazas contra la libertad de expresión, Arévalo dijo que reelegirse inconstitucionalmente no es un principio democrático que él comparte. 

«No es algo que yo haría, porque eso iría en contra de los principios que nosotros hemos establecido, así que es claramente algo que cuestiona los principios democráticos, pero tenemos que observar si esto definitivamente se convierte en una deriva autoritaria», expuso Arévalo, y añadió que en El Salvador «hay una serie de datos de que puede existir una deriva autoritaria y estaremos observando».

 

Arévalo dijo que Bukele y Ortega «son casos distintos» y a partir de esos casos es que debe hacerse un juicio. «En el caso nicaragüense hemos visto eliminación de instituciones simplemente por el designio de la presidencia, ahí estamos viendo la consolidación de una dictadura”.

 

Sobre casos de persecución a la prensa en distintos países de Centroamérica, Arévalo mencionó que ha asumido un compromiso con la libertad de expresión y libertad de prensa. Sobre casos concretos de periodistas guatemaltecos criminalizados como José Rubén Zamora, dijo que «no podemos intervenir en el organismo judicial, pero tenemos que tener en cuenta que la situación de José Rubén Zamora, y la situación de periodistas y defensores de derechos humanos, viene del Ejecutivo y actores de gobierno interesados en eliminar ese tipo de “molestias” a esa gestión corruptas».

 

Sobre la minería metálica en Guatemala, un punto álgido en este país, mencionó que «como partido hemos pedido una ley de moratoria sobre la minería metálica, para estudiar si este tipo de proyectos generan algún beneficio o no».

 

En cuanto a las relaciones que mantendrá con el Gobierno de Honduras, Arévalo mencionó que «esperamos tener una muy buena relación, como esperamos tener con los distintos países». En relación con problemas concretos como la basura que llega de Guatemala a Honduras a través del río Motagua, reconoció su preocupación y anunció que se debe resolver el problema central que es la emisión de la basura y que a pesar de que esto le corresponde al nivel municipal, les apoyará financieramente.

 

Arévalo, que se enfrentará a muchos problemas heredados, prometió que hará inversión pública en las zonas en donde se concentra la pobreza, la exclusión, territorios en donde se concentra la población indígena. Además, dijo que Guatemala necesita unos 3000 centros de salud, pero reconociendo las limitaciones tanto presupuestarias como de personal médico «entonces vamos a construir 400».

 

Uno de los temas en donde Arévalo no respondió con claridad fue sobre qué hará Guatemala en la relación que mantiene con China Taiwán y si abrirá relaciones comerciales con la República Popular de China. Al respecto, dijo que mantendría relaciones con Taiwán y que expandirá relaciones con China Continental.

 

Otro tema que le fue difícil responder, es su posicionamiento sobre la guerra entre Israel y Palestina. La postura de Arévalo fue neutral y lamentó las consecuencias que generan los conflictos bélicos.

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Sobre
Editor de actualidad y reportero en Contracorriente. Abogado y periodista. Sus estudios los ha realizado en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula (UNAH-VS). Ha trabajado en radio, prensa escrita, periodismo web e investigativo. Ha colaborado con organizaciones defensoras del ambiente y en investigaciones sobre desplazamiento forzado por razones de violencia ligada al narcotráfico.
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