Costa Rica en conflicto con Honduras por visas en el año más más violento de su historia

Costa Rica impuso requisitos de visa sin excepciones a los hondureños que deseen entrar a ese país. Algunos expertos indicaron que esa decisión obedece a un asunto eminentemente coyuntural, debido a la percepción en la opinión pública costarricense de que el país está «totalmente desbordado» por la inseguridad. Adicionalmente, el Gobierno tico tiene la presión de haber puesto la medida y si la quita inmediatamente su legitimidad se vería perjudicada. Mientras el conflicto se extiende, los transportistas de carga de ambos países son visiblemente los más afectados. 

Texto: Leonardo Aguilar

Fotografía: Fernando Destephen

Costa Rica atraviesa una crisis interna de seguridad. Según el Diario ElPaís.cr, la cifra de asesinatos en ese país superó los 700 homicidios entre enero y octubre de 2023, hechos que preocupan a sus autoridades que estiman que pueden cerrar este año con una tasa de homicidios de hasta 18 por cada 100 mil habitantes. Lo de Costa Rica no es sencillo, ha sido el año más violento en la historia del país, según lo reportado por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).

El Gobierno costarricense decidió exigir visa a los hondureños que quisieran entrar a su país desde el pasado 6 de octubre, argumentando razones de seguridad nacional y el combate al crimen organizado. 

La medida, que entró en vigencia el 10 de octubre, no aplicó inicialmente a los transportistas de carga hondureños y también a los ciudadanos del país con visa estadounidense; sin embargo, el pasado 17 de octubre, Costa Rica decidió no hacer excepciones después de que Honduras exigiera visas a todos los costarricenses sin ninguna distinción.

En una comparecencia pública, el presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, afirmó que la decisión de su país fue bien razonada pensando principalmente en la seguridad de los ciudadanos costarricenses frente a los altos índices de violencia registrados en el país.

Para el doctor Carlos Cascante, experto en relaciones internacionales, primero se debe recordar que la decisión de establecer visas es soberanía de los Estados, sin embargo, señaló que la medida de Costa Rica no tomó en cuenta los efectos colaterales que se podían producir.

«Da la impresión que no se midieron las posibles reacciones; por una parte del Gobierno de Honduras, pero por otro lado de los transportistas en Centroamérica, que pueden complicar la situación. Eso es lo primero que hay que decir, quizá la medida no tomó en cuenta ciertos elementos colaterales», dijo el experto costarricense.

Cascante añadió que el ministro de Seguridad de su país, Mario Zamora, ha denunciado públicamente a algunas bandas que operan en la provincia de Limón, específicamente, una banda conocida como «Los hondureños», pero que más allá de eso no se han brindado explicaciones detalladas.

«Entonces faltan armas para examinar la racionalidad de la medida, porque también el ministro de Seguridad ha señalado que mucha de la migración no se da mediante los mecanismos normales sino que se da a través de la porosidad de la frontera, y en ese caso establecer la visa para Honduras no calza entre lo que se quiere evitar y la medida tomada», explicó Cascante.

A partir de lo que el ministro de Seguridad de Costa Rica ha señalado —continuó manifestando Cascante—, «puede ser que tengan otras razones que no quieran ventilar por razones de seguridad nacional, eso también está en el tintero», explicó.

Cascante subrayó que todo parece indicar que la imposición de visas obedece a un asunto eminentemente coyuntural, que se presiente en la opinión pública costarricense, por tener un país «totalmente desbordado» por la ola de inseguridad que se está enfrentando.

«Hay una relación causal entre la medida y esa sensación de inseguridad y la exigencia al Gobierno de que tome algunas medidas puntuales para eliminar el problema de la inseguridad que se vive en ciertos sectores», puntualizó.

Sobre la posibilidad de que Costa Rica amplíe las visas a más países del área centroamericana, Cascante dijo que «con Nicaragua ya hay visado en las mismas condiciones que Honduras, lo que pasa es que es diferente porque Nicaragua es un foco de migración, que si se tuviera sin control sería muy peligroso. No creo que Guatemala esté en esa condición y en el caso de El Salvador, por las acciones de Nayib Bukele se produjo una salida de las maras de El Salvador con intentos de ubicarse en Costa Rica, y de repente podría valorarse eso».

 

Cascante externó que la medida de la visa para Honduras puede revertirse en términos de la presión que pueda hacer el Gobierno hondureño que, por su posición geográfica, puede complicar a Costa Rica en el sur, por lo cual, en algún momento los dos gobiernos se sentarán a dialogar para encontrar mecanismos alternos.

«El Gobierno de Costa Rica tiene la presión de haber puesto la medida y si la quita inmediatamente se va a ver como una flor del Gobierno y eso le va a perjudicar en su legitimidad, creo que el Gobierno no está dispuesto a hacer eso, vamos a ver cómo opera la presión del Gobierno de Honduras, cómo opera la presión de los transportistas en la economía nacional de Costa Rica, eso pasó cuando la pandemia, el Gobierno decidió poner ciertos requisitos a los transportistas que venían hacia Costa Rica y se cerró la frontera y entonces el Gobierno no tuvo más remedio que echar la decisión atrás», expuso el analista.

 

Reacción de empresarios y analistas hondureños

Para el empresario hondureño Eduardo Facussé, presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), la decisión de Costa Rica «no parece justa» en el sentido de que es un problema interno que el país centroamericano tiene y que está buscando resolver afectando sus relaciones con países externos, por lo tanto no es solicitando visas, expuso Facussé, que Costa Rica resolverá sus problemas de seguridad, porque a su juicio los criminales no buscan mecanismos legales para ingresar a ese país.

«Es hasta un poco infantil creer que con una visa van a detener el flagelo de la inseguridad, eso requiere acciones mucho más contundentes y son acciones que más bien requieren de la colaboración entre Estados, y el hecho de que apliquen esta visa más bien nos separa como Estados hermanos», agregó Facussé.

El pasado 10 de octubre, el Gobierno de Honduras,  aplicó el principio de reciprocidad y exigió visa a los ciudadanos de Costa Rica, sin excepciones y estableciendo 15 requisitos para la obtención de la visa hondureña. 

El Canciller hondureño Enrique Reina ha reiterado en varias ocasiones que ha solicitado a Costa Rica que suspenda la determinación de pedirle visa consular a los hondureños y que en retribución el Gobierno de Xiomara Castro hará lo mismo.

Para la hondureña Mayte Quiroz, experta en relaciones internacionales y diplomacia, la decisión costarricense fue sorpresiva y por eso la decisión de Honduras de aplicar el principio de reciprocidad es normal. «Es como cerrar la embajada de un país y que el otro país responda de la misma forma, son actividades normales, no son extrañas dentro del área diplomática».

Mayte no descartó que en la decisión de Costa Rica pueda existir algún componente ideológico, sobre todo tomando en cuenta la influencia de potencias como los Estados Unidos en la región centroamericana y el cambio de posturas que están teniendo algunos de estos países.

«Estamos viendo muchos cambios. Nicaragua tuvo su cambio, El Salvador está teniendo su cambio, Costa Rica, también y Guatemala y Honduras, igual. La región se está moviendo, saliéndose de sus casillas, y así también se va viendo cómo las relaciones diplomáticas van incomodándose un poco», aseguró Mayte.

El marzo pasado, durante su participación en la XXVIII Cumbre Iberoamericana que se desarrolló en Santo Domingo, la presidenta Xiomara Castro pidió poner fin a los bloqueos económicos contra Cuba, Nicaragua y Venezuela. La participación de la mandataria generó muchas críticas, sobre todo por las múltiples violaciones a los derechos humanos perpetradas por la dictadura de Daniel Ortega y por el hecho de que contra ese país no hay un bloqueo sino sanciones internacionales a individuos funcionarios del gobierno de Ortega.

 

«Perdemos todos»: comercio intrarregional dividido

Sobre el caso particular de Honduras y Costa Rica, Facussé consideró que la balanza comercial favorece a Honduras, porque Costa Rica exporta más a Honduras de lo que Honduras exporta a Costa Rica. «El que más sale afectado es Costa Rica, pero ese no es el punto. El punto es que perdemos todos».

El doctor Cascante, por su parte, afirmó a Contracorriente que, en materia económica, la integración centroamericana es «un sistema exitoso», porque si usted analiza números, todos los países centroamericanos tienen como sus principales socios a otros países centroamericanos o a Centroamérica en su conjunto. «A mí me parece que en el tema económico la integración ha sido un excelente negocio para todos los países centroamericanos (…) en el aspecto político evidentemente sí no ha sido del mismo éxito, pero en realidad de la parte económica sí».

En cuanto a la seguridad ciudadana en la región, Facussé opinó que, mientras exista el narcotráfico, ese será «un monstruo mucho más potente que todas las fuerzas públicas de estos países. Por el dinero que se maneja en ese negocio, frente a los recursos que tienen nuestros Estados. Soy convencido de que si no existen acciones de parte de Estados Unidos, que es a donde va a dar todo ese narcotráfico, realmente nosotros no veremos una mejora sustancial en ese tema de seguridad».

 

Crecimiento económico de Costa Rica y Honduras

En cuanto al momento económico de ambos países, el Fondo Monetario Internacional (FMI) informó recientemente que en el caso de Costa Rica este país crecerá al cierre de 2023 un 4.4, mientras que Honduras un 2.9.

El empresario Facussé consideró que estos ritmos de crecimiento son demasiado pequeños. 

«Cualquier cosa debajo de 5 % genera pobreza para nuestros países, considerando el crecimiento demográfico y la distribución de ingreso y riqueza que tiene Honduras. Y rara vez el país [Honduras] ha crecido arriba del 5 %. El tema aquí es que el país no está creciendo al ritmo que se necesita para reducir la pobreza».

Xiomara Castro —propuso Facussé— debe incentivar el sector primario y secundario, que son el agro, la construcción y la manufactura, porque estos generan empleo, desarrollo integral y progreso, además, señaló que es el sector terciario, es decir el comercio e intermediación financiera, el «que sigue siendo el más grande en el país. Fíjese que el 59 % la compone el sector terciario». 

Para el doctor Cascante, Costa Rica está viviendo cierta tranquilidad económica, sin embargo, reconoció que su país está amenazado por asuntos de seguridad nacional.

«En términos macroeconómicos e inflación controlada, no ha habido crecimiento de la deuda interna o externa [en Costa Rica]. En lo macroeconómico las cosas no van mal y ha aumentado la recaudación, sin embargo, vemos un proceso de disparidades sociales muy altas y estamos siendo en este momento blanco de organizaciones de narcotráfico internacional muy fuertes», explicó.

Cascante detalló que existe un aumento pronunciado, para los estándares costarricenses, en la cantidad de homicidios.  «La mayoría de estos son entre bandas pero igualmente son homicidios, se calcula que podríamos terminar el año con una tasa de 14 o 16 personas por cada 100 mil habitantes cuando el país lo máximo que había alcanzado eran 12».

Otro problema de Costa Rica, añadió Cascante, es que está recibiendo una alta cantidad de migrantes de Nicaragua que llegan buscando refugio porque huyen del gobierno dictatorial de Ortega y Murillo y migrantes que provienen del sur, por ejemplo haitianos que hacen la ruta por ese país así como venezolanos y de otras nacionalidades sudamericanas.

«El país está ante unos problemas a los cuales no parece encontrar soluciones y créame que mi posición es que no son achacables al Gobierno de Rodrigo Chaves, creo que él hereda una situación muy complicada que le explota en la cara, que él tiene un gobierno sin gente y le cuesta mucho manejarlo», explicó el experto costarricense.

En cuanto a la política exterior de Costa Rica, Cascante manifestó que su país ha seguido patrones normales, siendo muy pragmático hacia Nicaragua que es uno de los ejes más conflictivos.

«Pragmático en términos de tener una buena relación con el Gobierno de Ortega, sin molestarlo excesivamente, creo que con la esperanza de evitar conflictos en frontera, así que yo diría que hay problemas estructurales que están explotando, pero yo sí no creo que el Gobierno tenga las capacidades para enfrentarlas, al menos este Gobierno», expuso el experto en relaciones internacionales.

«Costa Rica está viviendo un momento de resistencia de sus instituciones, porque tiene un presidente que quizá tenga una forma de comunicación política bastante agresiva, al cual el país no estaba acostumbrado, es un presidente que sale y critica directamente a la Corte Suprema de Justicia, que es uno de los bastiones de la democracia costarricense, él constantemente, para mantener su legitimidad política, recurre a atacar a otros actores en el sistema, es decir que convive con el conflicto como un mecanismo de mantener cierta legitimidad. Hay una polarización social evidente y ante todo hay un descrédito de las instituciones que podría ser en el mediano plazo peligroso para el país», concluyó el analista.

 

Transportistas pierden 60 mil dólares a diario, según comisionado del IHTT

Los transportistas hondureños han anunciado acciones de protesta en contra de la situación ya que están sufriendo pérdidas a diario por la situación de movilidad. Foto CC/ Fernando Destephen.

El comisionado del Instituto Hondureño del Transporte Terrestre (IHTT), Rafael Barahona, dijo a Contracorriente que desde el viernes de la semana pasada están realizando gestiones ante la embajada de Costa Rica con el acompañamiento de Cancillería, sin embargo, lamentó que hasta el jueves 19 de octubre no habían tenido «una respuesta satisfactoria sobre procedimientos de visas ni nada por el estilo».

Barahona afirmó que la traba de parte de Costa Rica para la agilización de visas ha generado «desánimo» en los transportistas y que ellos decidieron emprender acciones como bloqueo de carreteras, mismos que rápidamente fueron interrumpidos por la Policía hondureña. «Es que nosotros, como Gobierno, no podemos permitir ese tipo de acciones, en primer lugar porque esa no fue una decisión del Gobierno de Honduras, sino una decisión de Costa Rica».

Barahona sostuvo que hasta el jueves 19 de octubre se contabilizaban 220 motoristas hondureños que buscaban realizar sus trámites de visas costarricenses para poder normalizar rápidamente sus operaciones.

«A nivel de fletes de transporte de carga, entre 50 mil y 60 mil dólares diarios dejan de percibir los transportistas hondureños», explicó Barahona y agregó que «solo a Costa Rica van aproximadamente 5,600 fletes al año» y actualmente se han perdido cerca de 120 fletes por falta de visas para transportistas hondureños.

«A nivel de transportistas le garantizo que no se ha emitido ninguna visa por parte de Costa Rica», se quejó Barahona, quien consideró que Costa Rica inició un proceso «casi de agresión al estigmatizar a la población hondureña, insinuando que anda en malos pasos o actividades ilícitas. Creemos que es un problema que se va a resolver a través de los cancilleres de cada uno de los países».

Sobre la propuesta de la Secretaría de Seguridad de Costa Rica, de que si Honduras elimina la visa para los transportistas costarricenses ellos harán lo mismo, Barahona sostuvo que «Honduras espera soluciones integrales, igual trato para toda la población, no solo para los transportistas».

Los transportistas hondureños no solo están experimentando trabas para dirigirse hacia el sur, sino que «hay algo similar con el caso de Guatemala, porque hay un problema político en el vecino país hermano, eso hace que el tránsito sea más lento, menos fluido, porque al haber retenes en diferentes partes de Guatemala se va retrasando la llegada de los transportistas a las fronteras. Sí hay tránsito de Guatemala a Honduras y viceversa, pero con esas complicaciones», explicó Barahona.

Mientras Honduras y Costa Rica buscan solucionar el problema de las visas, los ciudadanos de Centroamérica continúan sufriendo — en menor o mayor medida, según la condición de su país — problemas de empleo, conflictos político electorales, gobiernos dictatoriales, crisis de seguridad y vulnerabilidad por el cambio climático.

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Editor de actualidad y reportero en Contracorriente. Abogado y periodista. Sus estudios los ha realizado en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula (UNAH-VS). Ha trabajado en radio, prensa escrita, periodismo web e investigativo. Ha colaborado con organizaciones defensoras del ambiente y en investigaciones sobre desplazamiento forzado por razones de violencia ligada al narcotráfico.
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