Presencia de Juan Orlando Hernández en toma de posesión de Daniel Ortega obedece a reciprocidad y conveniencia, coinciden analistas

El pasado 10 de enero, Daniel Ortega tomó posesión como presidente de Nicaragua después de reelegirse por cuarta vez de forma consecutiva en unas cuestionadas elecciones desarrolladas en noviembre pasado. La toma de posesión contó solamente con la presencia de los presidentes de Honduras, Juan Orlando Hernández; de Venezuela, Nicolás Maduro; de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y de un puñado de representantes de países aliados, entre ellos Rusia y China.

 Texto: Leonardo Aguilar


En el acto de toma de posesión del recientemente reelecto presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, fue notable la presencia de Juan Orlando Hernández, su homólogo hondureño, quien se reeligió de forma inconstitucional en noviembre de 2017 y que, tras numerosos señalamientos, dejará el cargo el próximo 27 de enero, fecha en que asumirá la presidenta electa de Honduras:
Xiomara Castro

El presidente Hernández, aunque sin una acusación formal en su contra, ha sido mencionado en reiteradas ocasiones en juicios a narcotraficantes procesados en EE. UU. Uno de esos juicios fue contra su hermano, Antonio «Tony» Hernández, quien fue condenado a «cadena perpetua más 30 años de prisión» por cuatro delitos relacionados con el tráfico de drogas a gran escala. El otro juicio donde el presidente Hernández también fue mencionado, y el que quizá más lo ha preocupado, fue contra el narcotraficante Geovanny Fuentes Ramírez, donde los fiscales lanzaron severos juicios de valor contra el presidente hondureño.

«Me sumo a las teorías que indican que Juan Orlando Hernández está buscando un refugio en Nicaragua ante su inminente proceso o una petición de extradición en su contra después de todos los señalamientos que se han dado en el tema del narcotráfico», dijo a Contracorriente Lucía Vijil, analista del Centro de Estudios para la Democracia (Cespad).

Leer: Juan Orlando Hernández se defiende en la ONU y la Celac por señalamientos de vinculación con narcotráfico

Vijil, quien se muestra crítica contra la administración de Hernández, afirma que el acuerdo Bicentenario firmado entre Honduras y Nicaragua muestra una especie de complicidad entre Daniel Ortega y Juan Orlando Hernández. «No es un tema ideológico lo que los mueve, sino la astucia y la estrategia. Para mí Juan Orlando está buscando una salida a posibles juicios», expresó Vijil.

El gobierno de Nicaragua se ha caracterizado por brindar refugio a los cuestionados expresidentes del área centroamericana. Está el caso de los expresidentes salvadoreños, Salvador Sánchez Cerén y Mauricio Funes, ambos acusados por corrupción y refugiados en este país. El exmandatario Funes incluso ejerció el voto en las pasadas elecciones de Nicaragua, después de haber obtenido la nacionalidad nicaragüense.

Tiziano Breda, analista para Centroamérica del International Crisis Group, dijo a Contracorriente que hay dos elementos a tomar en cuenta en la relación Hernández-Ortega. El primero, sostiene, es la reciprocidad entre ambos presidentes. «Ortega fue el primer presidente Centroamericano que felicitó a Hernández cuando éste se reeligió en 2017. Por lo tanto, hubo un elemento de reciprocidad por parte de Hernández en presenciar el acto en la toma de posesión de Daniel Ortega», afirmó. El segundo elemento, según Breda, y al que se refiere como «el más especulativo», es el posible escenario de un refugio a favor de Hernández ante una eventual persecución judicial en los Estados Unidos. 

Y es que, de acuerdo con Breda, la relación entre Hernández y Ortega ha sido bastante positiva. Hernández, por ejemplo, siempre se mantuvo al margen de la situación en Nicaragua, sobre todo con lo ocurrido en 2018, cuando una parte del pueblo nicaragüense se manifestó con fuertes tomas y protestas en todo el país. Además, el analista hace hincapié en que ambos países han cooperado en temas económicos, de seguridad y, en los últimos días, en lo que concierne a lo territorial. 

«Ortega está en su punto más bajo en cuanto a su reconocimiento internacional. Solamente tres jefes de Estado, de los cuales uno es saliente, se presentaron a la toma de posesión. En 2007, cuando regresó al poder, fueron 14 los jefes de Estado (los que acudieron a la toma de posesión). Ahora empieza este mandato con el resultado de una elección que ha sido considerada ilegítima y en un punto de no reconocimiento bastante amplio», añadió Breda.

El analista del International Crisis Group expresó que Nicaragua todavía tiene el apoyo de algunos socios estratégicos sociales, particularmente en la región, como también de Rusia, Irán y, ahora de manera más abierta, de China, esto después de que Nicaragua rompiera las relaciones con Taiwán.

¿Cómo será la relación de Xiomara Castro con Nicaragua?

Tiziano Breda cree que en el peor de los escenarios la relación entre el Gobierno de Xiomara Castro y Nicaragua va a ser parecida a la que ha tenido Juan Orlando Hernández con el Gobierno de Ortega. «Lo que sí puede pasar es que continúe la política de no interferencia, de abstención, por miedo a las represalias políticas y comerciales de países tan importantes para Honduras. Pero tampoco va a haber un apoyo abierto al gobierno de Ortega».

Breda pone como ejemplo el saludo de Nicolás Maduro felicitando la victoria de Xiomara Castro tras la elección. «Xiomara públicamente le agradeció al presidente de Venezuela; pero lo mismo ha hecho el presidente Daniel Ortega (felicitar públicamente a la presidenta de Honduras), pero a eso Xiomara Castro no contestó. En resumen, la posición más probable de Xiomara va a ser la de no confrontación abierta, pero probablemente tampoco de apoyo».

En Centroamérica, Breda establece que el presidente salvadoreño Nayib Bukele ha querido mantenerse al margen y no involucrarse en los asuntos limítrofes que involucran a El Salvador, Nicaragua y Honduras. «Al hacerlo, Bukele tendrá que lidiar con dos presidentes, uno de los cuales es saliente, que son muy criticados y que él mismo ha criticado de manera contundente por su ilegitimidad en las elecciones de ambos».

Por su parte, la analista Lucía Vijil considera que Xiomara Castro tendrá relaciones cordiales con todos los países de Centroamérica.  «Hasta ahora ha mostrado una actitud más conciliadora, todos esperaban que de entrada se moviera con los países de ideologías de izquierda. Ese fue un discurso que utilizaron para atacar a Xiomara y atemorizar a la población durante la campaña». 

Vijil establece que, en cambio, Xiomara ha sido vista recibiendo gobiernos y asumiendo «posturas coherentes» y abiertas a la democracia. «En tanto ella se mantenga en los principios básicos de la democracia, podría ser una pieza clave para restablecer relaciones en la región centroamericana», dijo.

Al menos una decena de presidentes ha confirmado que estarán en la toma de posesión de Xiomara Castro el próximo 27 de enero en el Estadio Nacional de Tegucigalpa. Hasta ahora se desconoce si, entre ellos, estará Daniel Ortega.

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Sobre
Editor de actualidad y reportero en Contracorriente. Abogado y periodista. Sus estudios los ha realizado en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula (UNAH-VS). Ha trabajado en radio, prensa escrita, periodismo web e investigativo. Ha colaborado con organizaciones defensoras del ambiente y en investigaciones sobre desplazamiento forzado por razones de violencia ligada al narcotráfico.
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