Violaron a Alejandra

Violaron a una niña de 16 años, en el Palma Real, fueron 4 jóvenes que ella consideraba amigos.

Violaron a una niña en La Ceiba, y no es la primera, y aunque quisiéramos, tampoco es la última. A diario violan a  muchas niñas y mujeres alrededor del país, mujeres de todas las edades, desde recién nacidas hasta señoras que ni siquiera pueden defenderse de sus agresores. Hasta 2018, Honduras se posicionaba como el país en primer lugar en índices de violaciones en América Latina. Con todas las estadísticas y las noticias diarias, necesitamos que pasen estas cosas, que se evidencie a una “manada” en Honduras para poder reaccionar, y aún así, es insuficiente la reacción.

A raíz de la violación en grupo a esta niña de 16 años en La Ceiba, varias chicas famosas o influencers se unieron para una campaña en redes sociales a la que llamaron: «No Más». A esta campaña se le unieron grupos feministas, colectivos, y ahora, hombres, niños, niñas, mujeres. Exigen un alto a las violaciones en nuestro país, un país extremadamente machista donde desde pequeñas nos enseñan a cuidarnos de todos los hombres, incluso de los hombres de nuestras familias, de nuestros maestros, de nuestros amigos; ¿pero a ellos les enseñan que no nos tienen que violar, ni tocar?

Les enseñan la caballerosidad, otro término de la sociedad machista que obliga al hombre a ser amable esperando algo a cambio de las mujeres; porque eso es la caballerosidad, no les enseñan a que tienen que respetarnos porque somos seres humanas como ellos, les enseñan a respetarnos porque si nos respetan pueden conseguir novia, esposa, etc.

La campaña, una vez más, nos ha demostrado que las mujeres estamos y seguimos en peligro. Los hombres realizan comentarios sumamente violentos acerca de esta campaña, culpando a la víctima, como siempre, diciendo que si andamos bebiendo o con ropa corta, nosotras nos lo buscamos. A las chicas participantes de la campaña les comentaban acerca de la ropa interior que usaban, les comentaban sobre su físico y recalcaban que —para unas— sería un favor el que las violen. Todo esto queda corto con los comentarios que han seguido haciendo a cualquier mujer que se vaya sumando a la campaña.

Además, han comenzado a desprestigiar la campaña con estadísticas rebuscadas diciendo que hay más hombres asesinados, que son más hombres los que sufren violencia sexual en las cárceles; sin entender la base de la violencia que sufrimos día a día, una violencia basada en nuestro género, una violencia en la que primero te violan y luego te matan, si «tenés suerte» quizá te dejen viva. Una violencia en la que si sufrimos delincuencia común se suma que también nos violan.

Una violencia en la que son las parejas o ex parejas quienes asesinan a las mujeres porque las consideran de su propiedad. Una violencia que cosifica a las mujeres.

Y sí, hay más hombres asesinados, porque la violencia machista comienza en la idea implantada en los hombres desde que son niñas, que las cosas se solucionan “como hombres”, utilizando la violencia, peleándose hasta morir o matar. Una violencia que repiten en sus hogares, en sus trabajos, con sus parejas.

Pero, ¿por qué intentan apropiarse de una campaña dirigida a concientizar y sensibilizar a la sociedad por las miles de niñas y mujeres violadas?

¿Por qué sacar estadísticas de hombres asesinados y violados hasta ahora? ¿Por qué no hacerlo antes, con casos de niños violados? ¿Por qué la molestia a que nos pronunciemos —de una forma pacífica— contra las violaciones hacia nosotras? ¿Por qué les incomodamos tanto?

Por fin se puso el debate sobre la mesa, ahora, al menos, ya sabemos el tipo de hombres que nos rodean, y nos queda cuidarnos mucho entre nosotras para que nunca nos topemos con esos que comentan que no somos «violables», porque ninguna mujer debe ser categorizada en sí somos «violables» o no, ni tenemos que lidiar con hombres que piensan así.

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Abogada, feminista, defensora de Derechos Humanos. Gusta de las películas y la lectura.
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1 comentario en “Violaron a Alejandra”

  1. Mientras es muy real la situación del país y la falta de conciencia/evolución social que existe dentro de la cultura Hondureña, me parece erróneo generalizar y encapsular a todas las personas a pertenecer a un grupo. Comentarios imprecisos como

    “Les enseñan la caballerosidad, otro término de la sociedad machista que obliga al hombre a ser amable esperando algo a cambio de las mujeres; porque eso es la caballerosidad, no les enseñan a que tienen que respetarnos porque somos seres humanas como ellos, les enseñan a respetarnos porque si nos respetan pueden conseguir novia, esposa, etc.”

    La caballerosidad dependiendo de la vivienda donde se enseñe, se transmite como una forma de vivir, una forma de respeto hacia las mujeres independientemente de una agenda. Se enseña que a una mujer hay que tratarla con respeto, sin violencia verbal o física e igualdad sobre todo. Quizá usted no necesite la seguridad que le provee su pareja pero hay muchas que sí. Sin mencionar, que es algo intrínseco y en la naturaleza del humano como especie, donde el hombre DEBE resaltar sobre otros como un candidato ideal.

    Hay que eliminar el sesgo y el odio de la sociedad, una sociedad donde sí, las mujeres se ven más afectadas y campañas como las de Alejandra sufren por una cultura retrógrada. Sin embargo, existen ambas partes donde en la misma campaña hay mujeres que insultan hombres, cosificandolos diciendo que nadie se acostará con ellos, que tienen miembros pequeños, que sus ex novias los dejaron porque eran muy ‘gays’.

    Sólo un comentario para pensar.

    #justiciaparaAlejandra

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