Las mujeres necesitamos justicia y un país sin violencia
En julio del año pasado, en medio de la pandemia, desde mi trabajo como defensora de derechos humanos de las mujeres, acompañé un caso de abuso sexual a una menor de edad: Pamela, una niña de once años que había guardado lo que le estaba pasando por muchos años, hasta que decidió contárselo a su mamá, ya que tuvo miedo de que a su hermana de cinco años le sucediera lo mismo y por el mismo abusador.