Texto: Leonardo Aguilar
Fotografías: Martín Cálix
La jefa de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (Moe-ue) en Honduras, Zeljana Zovko, presentó este martes un informe preliminar durante una conferencia de prensa en Tegucigalpa, capital de Honduras, en donde se destaca que el pueblo hondureño mostró su compromiso con el proceso democrático, a pesar de una gestión «altamente politizada» y una campaña electoral violenta.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) indicó que el nivel de participación alcanzó los 3,4 millones de electores, que representan el 68 % del padrón electoral que fue estimado en 5,3 millones de ciudadanos aptos para votar.
Zeljana Zovko afirmó que existió una transmisión fluida de resultados electorales preliminares y que eso aumentó la transparencia y la confianza. No obstante, indicó que esta estuvo «limitada a la mitad de los centros de votación».
«La falta de kits en algunos centros de votación creó confusión y afectó al rendimiento general del proceso de escrutinio. A pesar de ello, el TREP garantizó la rapidez en la transmisión de los resultados de las juntas receptoras de votos y contribuyó a generar confianza en el proceso electoral», indica el informe.
Por otro lado, se destacó que las elecciones generales de 2021 se caracterizaron por una gestión politizada, con niveles de violencia política sin precedentes y el evidente abuso de recursos del Estado durante la campaña.
Según esta misión de observación, el censo electoral gozó de «más confianza que en elecciones anteriores» cuando se denunciaba que las identidades de las personas fallecidas eran utilizadas para votar. Sin embargo, la misión recordó que el nuevo DNI no llegó a todos los ciudadanos con derecho al voto.
Otra de las críticas tuvo que ver con el silencio electoral, el cual según Zeljana Zovko fue ignorado en gran medida, incluso durante la jornada electoral, sin que el CNE tomase medidas al respecto.
Hubo fuertes señalamientos por las leyes hondureñas que regulan el contexto electoral, por ejemplo, se señaló que las reformas al nuevo Código Penal, aprobadas durante el periodo electoral, limitan las libertades de reunión y movimiento y permiten reprimir manifestaciones.
La misión de la UE puso énfasis en la campaña de violencia que rodeó estas elecciones: «Al menos 6 alcaldes, candidatos y activistas fueron asesinados en las semanas previas a las elecciones. Las amenazas y la intimidación fueron generalizadas durante la campaña. La retórica en las redes sociales se volvió más hostil a medida que se acercaban las elecciones, con casos de acusaciones, ataques e insultos».
El informe denuncia que el presidente Juan Orlando Hernández y algunos miembros de su gabinete hicieron campaña a favor del Partido Nacional, lo cual está prohibido. Además, se señaló como negativo la entrega de bonos estatales en plena campaña, así como el discurso hostil en redes sociales.
Para la misión de la UE, la politización de los órganos electorales no debe ser algo que deba normalizarse y cuestionó que exista una voluntad real por parte de los principales partidos hondureños de fortalecer los procesos e instituciones democráticas. «La presencia del PNH, LIBRE y el PLH en el CNE y en el Tribunal de Justicia Electoral (TJE), si bien permite controles y contrapesos, no ayudó a una gestión apropiada de las elecciones, que además se vio empañada por el tardío desembolso de fondos. Los conflictos internos entre los consejeros del CNE y su politización condujeron a la debilidad institucional».
Informe de la OEA
El expresidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, jefe de la Misión de Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos (MOE/OEA), felicitó al pueblo hondureño por su amplia participación cívica expuesta en la celebración de las elecciones generales el pasado domingo 28 de noviembre.
El informe de la misión de la OEA coincide con el de la UE en el sentido de remarcar que las elecciones se dieron en ambientes hostiles, «en un contexto sanitario adverso marcado por la pandemia y la violencia, la cual fue denunciada oportunamente por la Misión».
La Misión destacó el trabajo del personal asignado a las Juntas Receptoras de Votos y funcionarios de los órganos electorales, la amplia participación de observadores nacionales el día de la jornada electoral, así como el trabajo de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional para garantizar la distribución y la seguridad del material electoral, así como la de los centros de votación.
«Previo a la jornada electoral se observaron niveles preocupantes de violencia y polarización política, manifestados tanto en crímenes contra la vida e integridad como en discursos de odio», indica el informe de la misión de la OEA.
A pesar de que el CNE brindó su informe preliminar dos horas después de cerrados los centros de votación, desde entonces la actualización de la página de resultados electorales se ha ralentizado. Esta tardanza ha provocado incertidumbre en algún sector de la ciudadanía que todavía tiene recuerdos amargos de lo sucedido en las elecciones de 2017.
El director de investigaciones del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Odir Fernández, expresa que, pese a que han tenido comunicación directa con el consejero presidente del CNE, Kelvin Aguirre, «lo que el CNA está buscando es conocer un poco más. También queremos comprender lo que está sucediendo con la transmisión de resultados».
Los actuales alcaldes de las principales ciudades de Honduras que buscaban la reelección, los nacionalistas Armando Calidonio y David Chávez —jefes edilicios de San Pedro Sula y Tegucigalpa respectivamente— reconocieron su derrota ante los candidatos de Libre, Roberto Contreras y Jorge Aldana, quienes los aventajan por más de veinte puntos en los resultados preliminares.
Aunque no se han dado resultados definitivos, un sector de la empresa privada ha reconocido a Xiomara Castro como la presidenta de Honduras. No obstante, hasta la redacción de esta nota el candidato presidencial nacionalista Nasry «Tito» Asfura aún no reconoce su derrota.