El presidente Juan Orlando Hernández usó su investidura y la mayor parte de su tiempo en los discursos ofrecidos ante la Asamblea General de las Naciones Unidas y la Celac para defenderse de las acusaciones por narcotráfico que se hacen en su contra en tribunales de EE. UU. Esto hace ver al mandatario como un personaje «cobarde», «egoísta» y «demagógico» que se defiende en el lugar equivocado, coinciden analistas.
Texto: Leonardo Aguilar
Fotografías: Martín Cálix, Fernando Silva y Gabriela Amador
En un discurso de 28 minutos, el presidente hondureño Juan Orlando Hernández hizo a un lado los intereses del Estado de Honduras y se defendió de las acusaciones de narcotráfico que se hacen en su contra durante su comparecencia que tuvo lugar el pasado 22 de septiembre en la 76 Asamblea General de las Naciones Unidas, que se desarrolla en la ciudad de Nueva York desde el pasado 21 de septiembre y que finalizará este lunes.
Los últimos discursos brindados por Juan Orlando Hernández son muestra de preocupación ante la llegada del fin de su mandato. Hernández comenzó su discurso ante la Asamblea General hablando superficial y rápidamente sobre el impacto del cambio climático, los bajos precios internacionales del café, el papel del crimen organizado y los problemas generados por las maras y pandillas. Además se quejó de la «injusta» distribución de las vacunas contra la COVID-19.
Sin embargo, utilizó la mitad del tiempo de su discurso en la Asamblea General para hablar de narcotráfico, algo que ya había hecho en su otro discurso ofrecido ante sus homólogos de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la semana pasada, evidenciando la utilización de estas tribunas mundiales para defenderse de las acusaciones en su contra.
Actualmente, en EE. UU. se están llevando a cabo los juicios en contra de los hondureños Geovanny Fuentes Ramírez y Fredy Nájera, cuyos testimonios y acusaciones de la fiscalía apuntan también hacia el presidente de Honduras.
Además el exdiputado nacionalista Antonio «Tony» Hernández —hermano de Juan Orlando Hernández— fue condenado por cuatro delitos en octubre de 2019 y fue designado como un narcotraficante a gran escala. Posteriormente, en marzo de 2021, fue sentenciado a cadena perpetua más 30 años de prisión por la gravedad de los delitos.
Protestas anti-JOH afuera de la ONU
Lida Perdomo, una hondureña migrante radicada en EE. UU., estuvo ese día en las afueras de la Asamblea General protestando contra el gobierno de Juan Orlando Hernández. Esta mujer forma parte del grupo «Lucha y solidaridad hondureña USA», quienes buscan evidenciar que, entre otras cosas, debido a la mala gestión administrativa del Gobierno de Hernández, millones de hondureños han tenido que migrar hacia otros países.
«Debido a que estamos organizados, conocimos que el narcopresidente estaba en la Asamblea General e hicimos una comunicación de boca en boca para no alertar a este ciudadano de que íbamos a estar ahí», cuenta Perdomo.
El grupo «Lucha y solidaridad hondureña USA» comenzó a aglutinarse desde temprano para protestar contra Juan Orlando Hernández. «Sabíamos que no era fácil y que la seguridad era sumamente fuerte. Alrededor de siete a diez bloques a la redonda había agentes del Servicio Secreto y de la Policía estadounidense. En algunas zonas es imposible entrar», explicó.
La hondureña agrega que se las ingeniaron y se dividieron en cuatro grupos para poder estar en todas las posibles entradas por donde pasaban las misiones diplomáticas. «Denunciamos con pancartas que decían: El narcogobierno obliga a la gente a migrar, no clemencia para los narcopolíticos, extradición para Juan Orlando Hernández y dejamos claro que no queremos más persecuciones políticas», sostuvo Lida Perdomo.
Lida Perdomo recordó que varias misiones diplomáticas que pasaban les tomaban fotografías en señal de aprobación. «Como decimos en el argot popular, cuchicheaban la situación del narcopresidente. Entonces creemos que a nivel internacional y no solo para los ciudadanos hondureños, la imagen de Juan Orlando Hernández está sumamente deteriorada, incluso para las misiones diplomáticas».
«Nosotros quisimos hacer ver la molestia profunda que un narcopresidente esté hablando ante las Naciones Unidas por nuestra patria. Era imposible que Juan Orlando Hernández entrara y saliera a la ONU y no mirara que nosotros estábamos ahí», Lida Perdomo.
«La compañera de Pro Honduras Network, Gabriela Amador, estuvo dos horas apostada frente al hotel en donde se hospedó Juan Orlando Hernández y tuvieron que sacarlo literalmente por el lugar donde se saca la basura. No es broma, es cierto, lo corroboramos. Desde las 6 a. m. le montamos guardia como decimos popularmente para gritarle cómo nos sentimos como hondureños y la vergüenza que nos hace pasar», explica Lida Perdomo.
Lida Perdomo concluye que su trabajo de incidencia y protesta ciudadana no ha terminado en EE. UU: «También hemos estado haciendo mucha incidencia en los juicios que se llevan en la Corte del Distrito Sur de Nueva York en los casos de narcopolítica hondureña, hemos estado ahí presente en esta ocasión».
Narcotráfico
Aunque el narcotráfico es un tema escasamente abordado en la Asamblea General, Juan Orlando Hernández afirmó que es «relevante» para «tantos estados miembros de la ONU»,
«Hay un nuevo tema, que es mi obligación plantear en este foro, que afecta a muchos de los gobiernos», dijo Juan Orlando Hernández, quien añadió que desde que él llegó a la presidencia, Honduras redujo el tráfico de drogas por el territorio «en un histórico 95 %» y que en su gestión se han rendido o capturado 44 narcotraficantes que están hoy bajo la custodia de EE. UU.
El mandatario destacó la existencia de grabaciones secretas hechas por la DEA a narcotraficantes hondureños y expuso que «sin duda» los productores de Netflix, específicamente los escritores del programa Narcos, están estudiándolas. «En 2013, la DEA tenía un infiltrado que estaba en las reuniones secretas de varios narcos en Honduras», reveló Hernández.
El líder del Ejecutivo agregó que está comprobado que los narcotraficantes han cometido perjurio en EE. UU. y que «han violado» una condición absoluta para poder recibir cualquier beneficio en el sistema de justicia de los EE. UU.
Si los países aliados de los EE. UU. se dan cuenta que los narcos pueden recibir beneficios del gobierno de EE. UU después de cometer perjurio, existe el peligro de que en países de todo el mundo pierdan confianza, provocando un colapso de la cooperación: Juan Orlando Hernández.
Juan Orlando Hernández subrayó que a pesar de que los militares hondureños han sido también señalados en estos juicios «el comandante del Comando Sur, se subió a su avión, voló a Honduras, y en una ceremonia pública presentó al máximo comandante militar hondureño, con una importante condecoración que fue vista como una poderosa demostración de que las mentiras no deben ser recompensadas».
«Luego de otros falsos testimonios en Nueva York, el máximo liderazgo de la DEA nos invitó a mí y a mi equipo antinarcóticos a reunirnos con ellos en Washington, donde la DEA emitió una fuerte declaración pública de que el presidente y el gobierno de Honduras son socios confiables y efectivos en la batalla contra el narcotráfico», afirmó.
Reacciones sobre lo expuesto sobre narcotráfico
El abogado Joaquín Mejía Rivera, doctor en derecho internacional, dijo a Contracorriente que está claro que Juan Orlando Hernández sabe que su salida, como presidente de la República, implica un montón de cuestiones para su seguridad personal en términos de la impunidad de la que ha gozado como presidente. «Es egoísta y antiético que, ante esos foros internacionales, en donde debería de plantear la problemática que vivimos en Honduras lo que haya hecho sea colocar en el debate cuestiones personales», sostiene Mejía.
Joaquín Mejía expresó que Juan Orlando Hernández sabe que no puede hacer ese mismo discurso ante un tribunal estadounidense o ante la fiscalía del Distrito Sur de Nueva York porque «eso sería su perdición no solo política sino en términos de su libertad».
Los discursos de Juan Orlando en foros internacionales se perciben como alguien que está totalmente desesperado, pretendiendo lavar su imagen con sus propias lágrimas (Joaquín Mejía).
«Juan Orlando Hernández no solo ha sido señalado por la Fiscalía de EE. UU. de narcotraficante y no solo por el juez Kevin Castel, sino que recientemente recordemos las declaraciones del presidente de EE. UU. en donde señala que Honduras no solamente es un país de tránsito de drogas, sino que es un país donde se produce drogas», agrega Joaquín Mejía.
«De hecho, el último informe, que tiene dos volúmenes, del Departamento de Estado, que es la DEA, sobre el tráfico internacional de estupefacientes señala, en primer lugar, que Honduras es un país de tránsito de cocaína que va a Estados Unidos, en segundo lugar que Honduras es uno de los principales productores de droga que va a EE. UU., en tercer lugar que Honduras es uno de los principales lugares de fuentes para elaborar droga, es decir, que somos país de tránsito, productor de droga y productor de químicos para elaborar la droga y en cuarto lugar, que Honduras es uno de los principales países lavadores de dinero provenientes del narcotráfico», explicó Mejía.
Joaquín Mejía aseguró que estos foros deben ser usados para analizar los problemas globales y colectivos, pero Juan Orlando los aprovechó para defenderse de acusaciones que están claras. «Como resumen, yo diría que es un cobarde. Porque si él está seguro que es inocente que vaya con ese discurso a donde tenga que ir, no es a la Celac ni a la Asamblea General sino a la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York y a los tribunales que lo están señalando como uno de los narcotraficantes más importantes de la región».
El sociólogo Eugenio Sosa dijo a Contracorriente que la Honduras que Juan Orlando Hernández presenta en foros internacionales es diferente a la que estamos viviendo en la realidad. «Uno se pregunta y no entiende cómo Juan Orlando Hernández es capaz de presentar esa cara, cuando el mundo y la nación hondureña saben de su implicación en esos temas que él está abordando».
Hay que preguntarle por qué no menciona el caso Tony Hernández, que salió de las entrañas de su familia. Solo presenta una supuesta verdad plagada de mentiras: Eugenio Sosa.
Eugenio Sosa asegura que ante el Departamento de Justicia tenemos a un Juan Orlando Hernández «totalmente servido y considerado un hombre fuerte, co-conspirador en el tráfico de drogas». Agrega que el presidente hondureño es alguien acusado de haber usado su investidura y a los altos mandos policiales y militares para posibilitar todo el tráfico de drogas.
«El Departamento de Estado conociendo todas esas evidencias no quiso actuar contra Hernández. Seguro que lo va a hacer hasta ahora que deje de ser presidente y por eso Hernández anda de una manera desesperada en esos foros, colocando discursos que le permitan colocarse con cierta misericordia y también que le permitan negociar», explica Eugenio Sosa.
Economía
El presidente Juan Orlando Hernández dijo durante su discurso que Honduras está levantando la más grande infraestructura que ningún otro gobierno anterior. «Estamos logrando el sueño de hace 200 años, unir el Pacífico y el Atlántico, así como todas las regiones productivas del país. Mejoramos y modernizamos nuestros puertos, aeropuertos, ahora el aeropuerto de Palmerola es el primer paso para la ciudad aeropuerto, como lo será el Villeda Morales en San Pedro Sula», expresó.
El presidente agregó que se puede hablar de un crecimiento significativo de la industria de la maquila en un 70 %: «entramos en una nueva era de la industria manufacturera con plantas modernas para producir el filamento sintético».
No obstante, el empresario hondureño Adolfo Facussé asegura que el presidente está atribuyéndole logros al gobierno que en realidad le corresponden a la empresa privada. «La maquila ha tenido un crecimiento, pero no del porcentaje que dice el presidente. Sino que ha crecido en un porcentaje moderado a pesar de los problemas que ha habido».
Los aeropuertos, en cambio, dice Facussé, lo que han tenido es un deterioro. «El aeropuerto de San Pedro Sula está totalmente descuidado. No se le ha dado mantenimiento y posiblemente llegue un punto en donde las aerolíneas no quieran aterrizar, el único aeropuerto es el que él (Juan Orlando Hernández) ha creado con fondos del Estado y la empresa privada: el aeropuerto Palmerola», añade.
Juan Orlando Hernández también expresó en su discurso que con el programa Vida Mejor «ha atendido a más de 5,7 millones de personas, con más de 41 millones de beneficios, que van desde el mejoramiento de viviendas, hasta la construcción completa de casas».
Facussé asegura que el gobierno tiene ese programa de asistencialismo que está diseñado para ganar votos a favor del Partido Nacional.
En el 2010 la deuda externa era de 4000 millones de dólares, ahorita anda por 18,000 millones de dólares. Entonces esas casas que construyó el Gobierno y esos beneficios que dice él son a costa de endeudar al país hasta la coronilla: Adolfo Facussé.
El proceso electoral de noviembre será clave para Juan Orlando Hernández
Para Joaquín Mejía está claro que Nasry Asfura, candidato presidencial del Partido Nacional, representa el continuismo de Juan Orlando Hernández. «En estos momentos para Juan Orlando Hernández no es tan importante la Presidencia de la República, sino el control del Congreso Nacional. El Congreso Nacional le va a garantizar impunidad a través de modificación de leyes, recordemos en estos momentos que ya empezaron con que van a crear o que van a aprobar una ley de extradición», expone Mejía.
En estas próximas elecciones Honduras escogerá a los 128 diputados del Congreso Nacional que se encargarán de escoger a los 15 magistrados de la Corte Suprema de Justicia y también a la persona que ocupará el puesto en la Fiscalía General de la República.
Las próximas elecciones son sumamente importantes para Juan Orlando Hernández y la estructura criminal que él representa. Implica controlar el Congreso que es donde van a aprobar y derogar las leyes que necesitan para sostener sus privilegios (Joaquín Mejía).
Joaquín Mejía agrega que si el Partido Nacional gana la mayoría en el Congreso Nacional «tendrá garantizada la impunidad, y en ese sentido las elecciones de noviembre son sumamente importantes, ellos saben que se están jugando muchísimas cosas. No podemos esperar que después de golpes de Estado y de fraudes electorales, esta estructura que representa al poder y las fuerzas militares suelte el poder de la noche a la mañana».
Por su parte, Eugenio Sosa establece que Estados Unidos actúa con Juan Orlando Hernández a dos carriles. «En un carril está el Departamento de Justicia. Y en el otro carril, el directo, el Departamento de Estado de EE. UU».
«Uno puede prever que después del 27 de enero, que toca entregar la investidura, podemos ver a un Juan Orlando Hernández que tenga que rendir cuentas ante el Distrito Sur de Nueva York. Pero hay que decir que si Nasry Asfura logra darle continuidad al Partido Nacional en el gobierno y considerando que Asfura está rodeado de los hombres más cercanos que ha tenido Hernández, probablemente sea un gobierno que ante EE. UU. pueda meter las manos para hacer maniobras de negociación», explica Sosa.
Sosa expone un tercer escenario en donde Juan Orlando Hernández pierde toda protección en el caso de que gane uno de los partidos políticos de la oposición. Con Juan Orlando dando discursos y defendiéndose en foros internacionales, con juicios contra narcotraficantes en Nueva York implicando al presidente en el narcotráfico y con las elecciones generales graves problemas institucionales, las cosas parecen no estar claras en Honduras, en donde en estos meses puede pasar cualquier cosa.