El abogado Omar Menjívar es candidato a alcalde de San Pedro Sula, la segunda ciudad más importante de Honduras, por el Partido Libertad y Refundación (Libre). Es la apuesta de defensores de derechos humanos y algunos movimientos sociales en el norte del país. En su primera experiencia en política, Menjívar se enfrenta al exviceministro de seguridad y alcalde por dos periodos consecutivos, el nacionalista Armando Calidonio.
Texto: Leonardo Aguilar
Fotografías de Martín Cálix y Catherine Calderón
Debido a la pandemia tuve que hacerle la entrevista por teléfono. Omar Menjívar atendió mi llamada después de múltiples peticiones de mi parte en pleno tiempo de campaña electoral (cuatro días antes de las elecciones primarias en Honduras), y es que Menjívar no solo estaba ocupado por las elecciones. Por su oficio como abogado le han llegado a llamar «el abogado de los pobres» porque se empecina en extender la mano a personas que, según él, han sido encarceladas injustamente: campesinos, defensores de derechos humanos, manifestantes, ambientalistas han estado en su lista de defendidos. Incluso la reconocida ambientalista Berta Cáceres, asesinada en 2016, fue defendida por este abogado en sus múltiples luchas contra el sistema de justicia que la criminalizó en vida.
El 8 de marzo, en uno más de mis intentos por contactarlo, Omar Menjívar estaba en el juicio contra ocho ambientalistas de la comunidad de Guapinol, en Tocoa, Colón, donde se ha desatado un conflicto socio ambiental desde 2018 entre la empresa minera Los Pinares y más de treinta campesinos opositores al proyecto de una mina de óxido de hierro en zona protegida.
Casos de alto impacto están en la hoja de vida de Omar Menjívar, quien después del golpe de Estado de 2009 se dedicó a defender causas que lo han llevado a enfrentarse a personajes del crimen organizado y de élites económicas muy poderosas. Todo esto en medio de un contexto de violencia.
—¿Dónde aprendió los valores que actualmente lo llevan a luchar por sus causas sociales?
—Uno los adquiere en la familia —responde Omar, tajante, como si fuera una obviedad—, a mí me crió mi abuelita, la mamá de mi papá. Entonces comprenderás que lo hizo con la rigurosidad de los valores de su época.
Doña Lucila Castro Tejeda, la abuela de Omar, nació en 1905 y crió a Omar Menjívar en Catacamas, Olancho, una ciudad denominada —por el poeta y escritor Froylán Turcios— «Ciudad florida». Actualmente es el municipio más grande de Honduras con 7194 kilómetros cuadrados. Fue poblado antes de la llegada de los españoles por indígenas pech, y en principio era conocida con el nombre de San Cristóbal de Catacamas.
«Los valores son encontrados de algún modo en la casa, pero los reforcé participando en el movimiento estudiantil desde los catorce años», confiesa Menjívar, y cuenta que toda su vida ha estado ligado a diferentes organizaciones populares y ha sostenido una estrecha relación con campesinos que luchan por el acceso a la tierra, con organizaciones de mujeres que luchan por la equidad y la igualdad de sus derechos y organizaciones magisteriales.
«Mi ambiente fue ese. Y eso afinca y consolida esos valores. Esa fue mi escuela principal. Son valores muy arraigados», asegura Menjívar.
Un disidente en su propio partido
Pero esos compromisos también le han llevado a ser un disidente en el partido que eligió para entrar en la política, el Partido Libre.
El pasado 26 de febrero de 2021 seis personas fueron asesinadas en una masacre en la zona norte de Honduras. Entre las víctimas figuró el diputado suplente de Libre por el Parlamento Centroamericano (Parlacen), Miguel Carrión. Algunos miembros de dicha institución política lamentaron el asesinato de Carrión, no obstante, muy pocos miembros hicieron memoria de lo que representó el nombre «Miguelito» Carrión para algunas familias del Valle de Sula. Menjívar fue uno de ellos, dejó a un lado la línea de su partido y prefirió ponerse del lado de las familias que, en su momento, él mismo defendió como profesional del derecho cuando estaban amenazadas de muerte por Carrión, quien había sido designado por EE. UU. como el cabecilla de una banda criminal.
«Fue asesinado Miguel Humberto Rodríguez Carrión (“Miguelito” Carrión). Debo decir que fui abogado de muchas de sus víctimas. En vida sembró muerte y miedo a incontables familias. El que tuvo, siempre fue el fin más probable para él. Lamentable la ausencia de justicia», fueron las palabras de Menjívar en su cuenta de Twitter, lo que generó asombro en muchas personas porque se trataba de un miembro de su propio partido.
La posición anterior sirve para entender lo que representa este profesional del derecho para muchas personas de San Pedro Sula. Muchos lo consideran una persona valiente, con ideas de cambio, que trascienden a su propio partido, a pesar de que es inexperto en política partidaria.
Omar Menjívar ganó al obtener 15,807 votos que representan el 44.39 %. Con el total 99.57 % de la carga electoral procesada, superó, de forma aplastante, a sus correligionarios Osman Chávez, José Rivera, Nora Collins, Alex Osorio, Luis Hernández y Tomson Colindrez.
Pero para que se convierta en alcalde, Menjívar, tendrá que vencer a Armando Calidonio, el candidato del Partido Nacional, cuyo nombre se relaciona siempre con su mandato como viceministro de seguridad en los momentos en que en Honduras, los carteles del narcotráfico comenzaban a hacer alianzas políticas para su protección. El excomisionado Henry Osorto Canales, dijo a Canal 11 que antes de que Óscar Álvarez y Armando Calidonio tomaran posesión, «aquí se escuchaba poco de narcotráfico, pero ellos les dieron el auge y empezaron a controlar los grupos que se dedicaban a eso para apoyarlos y que les pagaran por cada cargamento de cocaína que circulaba en el territorio nacional», reveló. Calidonio no ha sido acusado formalmente por la justicia estadounidense ni investigado localmente.
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Omar Menjívar obtuvo 10,000 votos menos que Calidonio, sin embargo, a pesar de que participa por primera vez en política partidaria, obtuvo cerca de 1000 votos más que el candidato del Partido Liberal, José Antonio «Toñito» Rivera, quien ha sido funcionario municipal en San Pedro Sula los últimos quince años.
Calidonio obtuvo 25,077 votos; Omar Menjívar obtuvo 15,807 y «Toñito» 14,876. Sin embargo, la cantidad de votos válidos en los tres partidos políticos de nivel municipal está muy pareja. El Partido Nacional obtuvo 35,161 votos válidos, el Partido Libre 35,611 votos válidos y el Partido Liberal 38,635 votos válidos.
«La candidatura que ahora tengo no fue algo que yo busqué, sino que fue un movimiento de organizaciones sociales, que se plantearon un rescate para la alcaldía de San Pedro Sula. Esta idea la plantearon diferentes líderes de partidos que resultaron ser de diferentes corrientes y que acogieron la idea y se involucraron», afirma Menjívar.
En Honduras el rendimiento de cuentas de los candidatos debería ser público, pero hasta ahora no han existido reportes de las autoridades encargadas. Existe la Ley de Financiamiento, Transparencia y Fiscalización a Partidos Políticos y Candidatos, lo cual constituye un mínimo avance, sin embargo, hasta ahora es poco conocido lo que los candidatos gastan en campaña.
Por otra parte, la Unidad de Financiamiento, Transparencia, Fiscalización a Partidos Políticos y Candidatos, más conocida como Unidad de Política Limpia, no ha cumplido con el trabajo que le designa la ley. Actualmente esta institución no goza de independencia institucional porque está adherida al CNE (el ente electoral cuyos titulares son representantes de partidos políticos). Por otro lado, la unidad cuenta con un raquítico presupuesto (hasta febrero apenas 50 millones de lempiras), situación que permite el debilitamiento institucional y la continuación del financiamiento de campañas por parte del crimen organizado y narcotráfico.
Los candidatos para la alcaldía de San Pedro Sula, Armando Calidonio y «Toñito» Rivera, no han hecho públicas las aportaciones de sus campañas. pero Menjívar compartió su reporte de gastos de campaña con Contracorriente y dijo que ronda los 349,468. 47 lempiras. Afirmó que dentro de ese presupuesto no se cuenta con una donación de 30 mini vallas que le proporcionó uno de sus amigos de Tegucigalpa, además se hizo una inversión en videos y redes sociales. Mejívar aclara que los fondos de su campaña provienen de aportaciones de los compañeros de su campaña, familiares suyos, amigos, una diputada y fondos propios. Sin embargo estas declaraciones no están detalladas en ningún portal público.
«Nunca tuve seguridad de ingresos fijos. Siempre tuvimos que andar a las carreras porque no teníamos con qué pagar el sonido de alguna actividad como alguna caravana, pese a que ya lo habíamos contratado, pero a la hora de pagar no teníamos la plata. De vez en cuando recibía un aporte de hasta 20,000 lempiras, como de parte de la licenciada Patricia Murillo», explicó Menjívar.
De fiscal a la política
En diciembre del año 2000, Omar Menjívar ingresó al Ministerio Público (MP) como fiscal y estuvo ahí hasta agosto de 2007, con asignaciones en los municipios de Santa Rosa de Copán, zona occidente y en su natal Catacamas, en el oriente del país. Sus últimos años como fiscal los desempeñó en las oficinas de la Fiscalía de Delitos Comunes y en la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado en San Pedro Sula, departamento de Cortés, ciudad en donde finalmente se radicó desde el año 2001 hasta la actualidad. Durante su gestión como fiscal, especialmente en Catacamas, estuvo a cargo de casos importantes en un momento en el que la credibilidad del MP estaba seriamente cuestionada.
«En el MP de algún modo perfeccioné los conocimientos profesionales en materia de derecho penal y del proceso penal. Mi formación en valores me hizo seguramente tener un desempeño como fiscal apegado a la justicia. Lo que me enseñó el MP fue perfeccionar mis conocimientos profesionales sobre el derecho penal y la ciencia jurídica del derecho, porque además estudié un posgrado en derecho penal estando en el MP», cuenta Menjívar.
El candidato a alcalde de Libre expresa que igualmente siempre tuvo conciencia y el entendimiento necesario del papel que debe cumplir el MP.
«Yo traté de ajustarme como servidor del MP a esa finalidad que le da sentido que es facilitar el acceso a la justicia. Especialmente en materia penal a las víctimas de delitos. Traté de hacer ese trabajo como debía ser».
Entre los años 2007 y 2010 fungió como jefe de la sección legal en la región noroccidental en la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones (Hondutel). Renunció a su cargo tras el golpe de Estado del 28 de junio de 2009 contra el expresidente José Manuel Zelaya Rosales, porque el expresidente Porfirio Lobo Sosa, quien gobernó a Honduras en el período 2010-2014 nombró como gerente general de Hondutel al jerarca militar Romeo Vásquez Velásquez, quien entonces era el exjefe del Estado Mayor Conjunto y había sido el ejecutor material del golpe de Estado contra Zelaya.
«Lo nombraron gerente de Hondutel (a Romeo Vásquez Velázquez) y yo desde luego no podía estar en una institución rectorada por un personaje como ese. Así que yo renuncié en abril de 2010», confiesa Menjívar.
Desde su renuncia a Hondutel, nunca volvió a trabajar con el Estado de Honduras. Se dedicó a ejercer como abogado independiente, pero esta vez decidió poner sus conocimientos en derecho penal al servicio de causas casi perdidas.
Menjívar fue el abogado defensor de la ambientalista asesinada Berta Cáceres, quien en vida fue muchas veces arrestada por la Policía Nacional y criminalizada por los operadores de justicia. Luego del asesinato de Berta Cáceres, el 3 de marzo de 2016, fue parte del equipo legal de apoderados de la familia de Cáceres.
—¿Por qué decidió usted defender a Berta Cáceres o luchar por la libertad de José Isabel «Chabelo» Morales y por qué ha decidido buscar la Alcaldía de San Pedro Sula, en un país que está controlado por el crimen organizado y narcotráfico?
—Por haber estado en contacto con la realidad y ver la injusticia que vive el pueblo en general. —responde tajante.
Menjívar sostuvo una férrea defensa, por varios años, de José Isabel Morales, un campesino de escasos recursos mejor conocido como «Chabelo», quien fue acusado injustamente por once homicidios en la denominada masacre del Silín, registrada en 2008, por la cual estuvo preso durante siete años. En dicho hecho, las víctimas fueron los familiares del comisionado de Policía en condición de retiro Henry Osorto Canales. «Chabelo», este campesino de la comunidad Guadalupe Carney en Trujillo, estuvo preso los primeros dos años sin sentencia firme y fue enjuiciado en dos ocasiones de forma arbitraria, fue sometido a tres juicios y salió en libertad gracias a que Omar Menjívar nunca se rindió y recurrió en dos ocasiones a recursos extraordinarios de casación ante la Corte Suprema de Justicia.
El abogado Víctor Fernández, excoordinador de fiscales y actual apoderado legal de la familia de Berta Cáceres, asegura que, aunque nunca ha creído en la política electoral, el abogado Menjívar es un candidato confiable para ser alcalde de San Pedro Sula.
«Estoy seguro que afrontará los riesgos y nunca negociará los intereses del pueblo. Es una persona con formación humana y profesional y ha demostrado sus capacidades. También sabe abrirse a los consejos y a la asesoría de otras personas capaces en los asuntos que le demandará el Gobierno local y que no son de su formación y práctica cotidiana», sostiene Fernández.
En el caso Pandora
En febrero de 2019, Omar Menjívar sorprendió a muchos al tomar un caso para defender a un imputado en el caso de corrupción Pandora, uno de los más emblemáticos casos de la Misión de Apoyo contra la Corrupción e Impunidad (Maccih), pero le puso una condición a su cliente Fernando Suárez: que reconociera su culpabilidad y su participación en una red de corrupción que era encabezada por la fallecida Hilda Hernández, hermana del presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández. Menjivar, como abogado defensor de Suárez, dijo que su cliente buscaba la redención al confesar su participación en una red de corrupción en la cual se saquearon casi 300 millones de lempiras de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG). Las revelaciones alcanzaron al presidente Hernández y a sus más cercanos colaboradores de saquear fondos públicos.
«Es que el sistema nuestro siempre funciona de manera selectiva en lo que tiene que ver con justicia y toca enfrentarse a ese sistema, no es a un juez que se enfrenta uno y tampoco a un fiscal, uno se enfrenta a un sistema completo en el que el fiscal es solamente una pieza, en donde este puede ser removido o puede ser sustituido por otro que va a ser exactamente lo mismo, desde luego que hay excepciones y uno tiene que reconocer esas excepciones. Son muy escasas y simplemente confirman la realidad que hemos vivido», afirma.
Y ahora en la política, Menjívar busca «hacer cambios». «Definitivamente las cosas solo deben cambiar si nos decidimos tomar el poder, realmente considero que la protesta social es fundamental y determinante para lograr cambios, pero la única garantía que tenemos los ciudadanos, de que las cosas se pueden hacer como el pueblo reclama, es que el pueblo tome el poder y yo me he involucrado en esto, entendiendo que desde el poder es donde se gestan los cambios, cuando existe voluntad, desde luego, cuando ese poder es un poder popular», dice.
La administración de la alcaldía sampedrana
Una de las críticas más sonadas de la alcaldía sampedrana es la cantidad de activistas y sobrepuestos que existen y que terminan afectando las arcas municipales. Menjívar añade que una de las características de esta alcaldía de Armando Calidonio es la opacidad.
«No se sabe y no hay manera de saber datos exactos. Se conocen datos generales como por ejemplo el presupuesto que en los últimos años ha sido superior a los 5000 millones de lempiras. Para este año ocurrió algo que no termino de entender, que el presupuesto tuvo una reducción de casi 700 millones de lempiras. Para este año anda alrededor de los 4000 millones de lempiras. Pero la deuda que tiene anda cerca de los 7000 millones de lempiras, lo que quiere decir que la deuda es superior a la totalidad del presupuesto anual de la Alcaldía. En San Pedro Sula están concentrados los poderes económicos más fuertes de Honduras. Y la Alcaldía es la expresión. Es una de las cosas que se denuncian en la campaña. El alcalde Armando Calidonio y la Alcaldía no trabajan para la gente, porque uno va a los barrios y zonas populosas de San Pedro Sula, que concentran probablemente el 90 % de la población y uno lo que ve ahí es la ausencia absoluta de la Alcaldía. El abandono total del Gobierno municipal», sostiene.
Menjívar dice que de llegar a la Alcaldía de San Pedro Sula buscaría impulsar un modelo de gobierno que sea participativo e inclusivo, pero que sea la expresión genuina del poder popular. Afirma que este debe ser construido y es una tarea que es permanente y que la gente que está involucrada en su candidatura está comprometida con eso.
Menjívar establece que en estos lugares las calles son un desastre y los centros de salud o centros educativos, algunos que están a cargo de la Alcaldía, están abandonados: «Uno ve el abandono, no hay médicos ni medicinas y algunas veces están cerradas las instalaciones físicas. Porque el Gobierno se dedica a un sector muy reducido, al sector que concentra el poder económico. Por eso proponemos que el Gobierno se haga de manera conjunta con la gente e incluso descentralizar el Gobierno municipal. En las zonas más grandes como La Satélite, Rivera Hernández, Chamelecón, que tienen cerca de 282,000 habitantes, es una región enorme. Y Cofradía tiene más de 200,000 habitantes. Esos sectores deben tener una especie de vicealcaldía en la comunidad. Allí debe ser ejercido el Gobierno local por la gente de la comunidad. Con una oficina municipal que atienda las necesidades de la gente, atendida e integrada por gente de la comunidad», establece.
Bajo la administración de Armando Calidonio, el presupuesto de la municipalidad sampedrana ha crecido en más del 100 % respecto al último año de su antecesor, el liberal Juan Carlos Zúniga.
En 2019 el presupuesto municipal de San Pedro Sula fue de 5,277 millones. Para el 2020, disminuyó a 4,998 millones de lempiras. La pandemia de COVID-19, ha provocado una rebaja para el 2021 de 4,294 millones, respecto al año anterior tuvo una reducción de 704 millones.
En enero del 2021, la deuda de la alcaldía municipal alcanzó los 2,870,392,424 de lempiras con la banca nacional, esto de acuerdo a lo publicado en el portal de transparencia de la Municipalidad. La mora está repartida así: Banco del País (956,797,474.82), Banco Atlántida (861,797,727.35), Banco Ficohsa (669,758,161.2), Banco Ficensa (191,359,494.97) y Banco de Occidente (191,359,494.97).
Menjívar dice que, en el caso de ganar la Alcaldía de San Pedro Sula, si se respeta el voto popular en noviembre, en los primeros tres meses se realizará una auditoría financiera para determinar cuál es la situación financiera real. También se haría una auditoría del personal porque hay sobrepoblación laboral en esa Alcaldía, que en términos populares se le conoce como paracaidistas.
«Es exagerado el número de paracaidistas. Hay datos que se conocen que hay cerca de 9000 empleados que tiene esa Alcaldía, cuando podría funcionar correctamente con unos 2000 o 2500 empleados. Todas esas revisiones habrá que hacerlas al tomar posesión del gobierno», afirma.
Para la abogada Brenda Mejía, quien ha trabajado protegiendo a personas vulnerables de San Pedro Sula, Omar Menjívar es un gran profesional: «Me parece que sería un excelente alcalde, porque además de ser una persona muy transparente, es una persona fuerte con convicciones y compromisos firmes que haría mucho bien a una ciudad que ha sido destruida por intereses de grupos. Haría muchas estructuras a favor de los que más necesitan y que han sido golpeados por todos estos alcaldes negligentes y mediocres que solo quieren ir acomodados a intereses de empresarios», afirma Brenda.
El analista político Leonardo Pineda, director de la organización juvenil Jusive en esta misma ciudad, cree que el actual alcalde nacionalista de San Pedro Sula, Armando Calidonio, ha contado con una estructura gigantesca que va a hacer muy difícil la competencia. Sin embargo, reconoce que dentro de Libre está la candidatura del abogado Omar Menjívar que puede tener amplias posibilidades para vencer a Calidonio si logra algún par de alianzas más.
«Es un muy buen candidato. Tiene mucho margen de ventaja en relación con otros candidatos en San Pedro Sula y está encontrando simpatías en algunos sectores de la ciudad en donde el voto es más razonado que en otros sectores», dice Pineda.
Las elecciones generales serán el último domingo de noviembre del presente año. Omar Menjívar, una persona nueva en política y con una amplia trayectoria como defensor de derechos humanos, se ha lanzado a la arena. Tocará ver si la institucionalidad electoral hondureña ofrece resultados transparentes y si los sampedranos le otorgan el voto.
***NOTA: Al momento del cierre de esta nota los datos de votos válidos eran 35,161 para el Partido Nacional, el Partido Libre tenía 35,611 votos válidos y el Partido Liberal 38,635 votos válidos. Pero para el día jueves 15 de abril los votos válidos del partido nacional subieron de forma abrupta a 42,667; mientras que el Partido Liberal subió a 38,680 y el partido Libre a 35,673.
El Partido Nacional incrementó 7,506 votos válidos en menos de 24 horas; mientras que el Partido Liberal aumentó apenas 45 votos y Libre apenas 62 votos.