El pasado 18 de agosto de 2022 se estrenó el documental Berta soy yo, dirigido por Katia Lara, que reúne los testimonios de familiares, líderes indígenas y expertos en el caso del asesinato de Berta Cáceres, líder en la protección del río Gualcarque del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca de la compañía Desarrollos Energéticos S.A. (DESA).
Texto: Persy Cabrera
Fotografía: Berta soy yo
Desde antes de que su metraje se proyecte, en la gran pantalla se puede leer: «Por consiguiente, tales expresiones o comentarios no necesariamente reflejan la posición o criterio de Cinemark, sus filiales, socios, ejecutivos, o colaboradores; quienes no han tenido participación ni injerencia en el planeamiento, ejecución ni desarrollo de dicho documental». Un mensaje que por sí mismo revela el panorama político que envuelve la figura de Berta Cáceres y su trayectoria mundialmente conocida al proteger al río que «le hablaba»: el río Gualcarque y por consiguiente a esta película.
Dentro de los puntos que aborda Berta soy yo uno de los que más se resalta es la exigencia de justicia en el asesinato de la ambientalista ganadora del Premio Goldman en 2015. Después de la sentencia condenatoria a David Castillo a 22 años y 6 meses de prisión por la coautoría intelectual en el asesinato, familiares y compañeros de lucha de Berta Cáceres continúan exigiendo la judicialización de miembros de la familia Atala Zablah por sus nexos con la empresa Desarrollos Energéticos (DESA), la empresa responsable de la construcción de Agua Zarca.
#Hoy es el día internacional de las mujeres indígenas y aunque el rostro de mi mamá, #BertaCáceres está en muchos afiches debo decir que lamentablemente quienes ordenaron y pagaron por su muerte siguen impunes.
— Bertha ZuCa (@BerthaZuniga1) September 6, 2022
✨✊🏾 ¡La mejor honra será su justicia! #FaltanLosAtala pic.twitter.com/zvmyCDtZqy
El documental evidencia las problemáticas de la justicia hondureña reflejadas en negligencia de las autoridades policiales y agentes de medicina forense en la investigación del asesinato, pero también en su conclusión pone responsabilidad en manos del Gobierno de la actual presidenta, Xiomara Castro, quien en su discurso de toma de posesión exclamó: «Justicia para Berta Cáceres» mientras enumeraba sus promesas de campaña.
La exigencia de justicia por parte de los pueblos indígenas es una constante en el presente hondureño. Hace unas semanas, Miriam Miranda, coordinadora de la Organización Fraternal Negra de Honduras (Ofraneh), ingresó al edificio del Ministerio Público junto con representantes de 46 comunidades garífunas o para protestar ante el nulo avance en las investigaciones de cuatro garífunas desaparecidos en 2020 y denunciar racismo institucional ante el menosprecio de representantes del Gobierno hacia los pueblos indígenas.
Precisamente es con la presencia de Miriam Miranda que Berta soy yo cuenta con uno de sus momentos más especiales. Las lágrimas en el velorio de una de sus compañeras de lucha social, a la que Miram se refiere como «hermana», y su narración de las anécdotas que las unían, comprueban el terrible panorama de violencia e injusticia que viven quienes lideran las resistencias indígenas y la protección de la naturaleza.
«El 1 de marzo de 2016, me reuní con Berta para organizar un rodaje más en el río Gualcarque. Al día siguiente fue asesinada», enuncia el póster de promoción del documental, en el que también se distingue la figura de Milton Benítez, ministro asesor en materia de Comunicaciones en el actual Gobierno. La presencia de Benítez, tanto en el póster como en el documental, fue una de las controversias del lanzamiento porque parece relegar a un segundo plano a la protagonista, Berta, en la promoción de un documental sobre su papel como lideresa, su legado y el impacto de su pérdida.
De acuerdo a Lara, en esa reunión con Berta un día antes de su asesinato también se encontraba Milton Benítez, que sumado a su papel como líder político y su desempeño en la organización de fuentes para entrevistas, justifica su presencia en el póster y en el documental por haber estado con ella ese día. Por otra parte, el asesinato de Cáceres dejó un vacío en el hilo narrativo del documental que Lara tenía en producción y junto al equipo técnico decidió llenar esos vacíos con grabaciones de Benítez, mientras la voz de la líder ambientalista –rescatando algunos de sus discursos– dicta el siguiente segmento en el largometraje.
Posterior a su estreno también se dio a conocer en redes sociales un comunicado –después fue desmentido en las redes sociales de la película– en el que la cadena de cines que proyecta el documental en sus salas, acusaba a Anarella Vélez, ministra en la Secretaría de las Culturas, las Artes y los Patrimonios de Honduras y a Milton Benítez de ejercer «instigaciones políticas» para que el documental estuviera en la programación del cine. El comunicado fue después desmentido a través de una carta de Terco Producciones.
En una entrevista para Contracorriente, la ministra Anarella Vélez declaró que Berta Cáceres sigue representando un «peligro para el orden establecido» y que eso podría haber motivado la creación del falso comunicado: «El miedo a que se difunda la verdad sobre ella, su vida y como acabaron con su existencia, en este documental se ve claramente cuáles son los intereses que se vieron cuestionados por Berta y que son sectores interesados en su desaparición física. Entonces todo esto se refleja en ese falso comunicado», dijo.
Vélez añadió que desde la secretaría de Cultura se determinó el documental Berta soy yo como una obra de «interés nacional» porque sirve para mantener su figura en la memoria histórica del país y agrega que «una vida como la de Berta no se puede olvidar, una vida ejemplar como la de ella no podemos, los hondureños, permitirnos el lujo de olvidarla».
Considerando que el documental trata sobre Berta y su legado, Contracorriente intentó contactar con miembros del Copinh y con la familia de la ambientalista, sin embargo, al momento de cierre de esta nota los familiares de Berta Cáceres prefirieron no pronunciarse respecto al documental Berta soy yo argumentando que todavía no habían visto la película.
Los y las próceres de Honduras
El estreno de este documental en las salas de cine coincidió con la preparación de los festejos por la Independencia, que este año cambian de nombre a «Fiestas Cívicas Refundacionales» para cambiar la narrativa de estas festividades. Además del cambio de nombre, la Secretaría de Educación promocionó su versión de las tradicionales vistas cívicas, que los alumnos de educación primaria utilizan para ilustrar y resumir la vida de los «héroes patrios», entre las cuales –este año– figura Berta Cáceres.
También se difundió en redes sociales la imagen de Cáceres en algunos murales escolares sobre próceres en el «Mes Patrio». El debate ahora recaía en si merecía ser reconocida como prócer, en algunos usuarios definiendo los lineamientos y condiciones para ser considerar a alguien un prócer e incluso la categorización de Berta como una héroe y no un prócer.
Berta Cáceres sigue dando la lucha contra un sistema capitalista, racista y patriarcal, mientras los detractores de la justicia, el conocimiento y la libertad se siguen revolcando sobre el lodo al verla siempre viva y siempre vigente. pic.twitter.com/VIeWhHhxlD
— Olivia Zúniga Cáceres (@OliviaMarcelaZ1) September 3, 2022
«¿Qué significa prócer?», es la pregunta inicial que Anarella Vélez plantea en este tema. En seguida responde que es el «nombre, muy masculinizado, de las personalidades más ilustres de la historia de un país», y agrega que por las «cualidades y lucha de toda una vida». Berta, dice Vélez, merece ser respetada.
La ministra de Cultura también comenta que ella misma ha propuesto que el rostro de la líder indígena figure en uno de los billetes que circulan en la nación. Aunque acerca de esto último, Laura Zúniga, hija de Berta Cáceres demostró su inconformidad en redes sociales. Su lucha por los territorios indígenas y afrodescendientes, derechos de las mujeres y su batalla «contra los intereses transnacionales que están dañando al mundo, a la naturaleza, de todas y todos», de acuerdo a Vélez son evidencia y logros suficientes para ser reconocida como una «prócera», como ella prefiere nombrarla.
2/3 Me dolería ver el rostro de mi madre siendo guardado en los bancos de sus asesinos, que ese rostro rebelde sea la representación de su enriquecimiento ¿Ellos pagarán en billetes de 200 su próximo asesinato? Después de todo están en la impunidad.
— Laura Zuniga (@laurizunigac) May 26, 2022
«Tenemos una mujer luchadora por la justicia, la libertad y que demandaba solución a los problemas más urgentes de nuestro país. Con esas cualidades ¿cómo podría alguien oponerse a que se le considere una “prócera” de nuestra nación?» sentencia la ministra, que desde su nombramiento prometió trabajar para que se reconociera el papel de las mujeres en la cultura del país.