Contra la persecución a Sergio Ramírez

El novelista, que fue vicepresidente durante el primer Gobierno sandinista (1979-1990), es acusado por la fiscalía de «realizar actos que fomentan e incitan al odio y la violencia», informó este miércoles el Ministerio Público de Nicaragua. 

Texto: Luis Lezama 
Fotografía: Oficina Sergio Ramírez.

«Sergio Ramírez es acusado en Nicaragua por incitar al odio y la violencia(EFE)», ese fue el cable que trascendió desde Nicaragua el 8 de septiembre, luego de que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, a través del Ministerio Público de Nicaragua, ordenara el arresto de Sergio Ramírez Mercado, escritor y excompañero de lucha de Daniel Ortega en la llamada Revolución Sandinista. Sergio Ramírez es considerado uno de los intelectuales más importantes de Latinoamérica y uno de los detractores más críticos del gobierno de Nicaragua. 

En 2017, Sergio Ramírez (Masatepe, 1942), reconocido por sus novelas, cuentos y ensayos, fue galardonado con el Premio Cervantes, convirtiéndose así en el primer y hasta ahora único centroamericano en recoger el galardón que ostentan en sus solapas escritores de la talla de Jorge Luis Borges, Mario Vargas Llosa, Ida Vitale, Octavio Paz y otros más cuyos nombres han dado la mejor literatura del mundo hispano. El premio fue visto, por el mismo Ramírez, como un reconocimiento a toda la literatura de la región centroamericana. Y también como un aliciente para el Festival Centroamérica Cuenta, el más importante festival literario de la región, dirigido por el propio Sergio Ramírez. 

Antes, muchos antes, Sergio Ramírez Mercado fue conocido como un revolucionario de la Revolución Sandinista, experiencia que se encuentra plasmada en su libro Adiós, muchachos. Incluso, al triunfar la revolución, llegó a ser vicepresidente y en una ocasión candidato presidencial. Pero a Sergio Ramírez lo fue alejando de la Revolución y la política —según sus palabras—, en primer lugar, su pasión y oficio por la literatura, como también la mala dirección de Daniel Ortega y Rosario Murillo al frente del país. Así lo ha expuesto en privado y en público, en reiteradas ocasiones, como en su discurso de aceptación del considerado Nobel de la Literatura escrita en lengua española, cuando frente a un público donde se encontraba el rey Felipe de Borbón y Grecia, rey de España, expresó: «Permítanme dedicar este premio a la memoria de los nicaragüenses que en los últimos días han sido asesinados en las calles por reclamar justicia y democracia, y a los miles de jóvenes que siguen luchando, sin más armas que sus ideales, porque Nicaragua vuelva a ser República». Entonces, una ola de protestas se había levantado en Nicaragua contra el gobierno de Ortega y Murillo. Desde entonces la violencia y la persecución contra los detractores de la pareja ha ido en aumento, excompañeros de la revolución, candidatos a cargos populares y periodistas se encuentran presos o acusados por el régimen de Ortega. Desde el 8 de septiembre, la última víctima en unirse a esa larga lista de asediados es Sergio Ramírez, uno de los escritores de más renombre —junto con Rubén Darío y Claribel Alegría— que Nicaragua y Centroamérica ha tenido. 

Palabras como las de su discurso de aceptación del Premio Cervantes y otros señalamientos que Ramírez ha hecho contra el Gobierno de Daniel Ortega en medios y a lo largo de su obra novelística son los que la comunidad internacional entiende como las verdaderas razones detrás de esta orden de detención. 

Desde Contracorriente, extendemos al escritor Sergio Ramírez nuestro apoyo y reproducimos íntegramente su respuesta ante estas acusaciones. 

DECLARACIÓN DE SERGIO RAMÍREZ

La dictadura de la familia Ortega me ha acusado a través de su propia fiscalía, y ante sus propios jueces, de los mismos delitos de incitación al odio y la violencia, menoscabo de la integridad nacional, y otros que no he tenido tiempo de leer, acusaciones por las que se encuentran presos en las mazmorras de la misma familia muchos nicaragüenses dignos y valientes.

No es la primera vez que ocurre en mi vida. En el año de 1977 la familia Somoza me acusó por medio de su propia fiscalía, y ante sus propios jueces, de delitos parecidos a los de ahora: terrorismo, asociación ilícita para delinquir, y atentar contra el orden y la paz, cuando yo luchaba contra esa dictadura igual que lucho ahora contra esta otra.

Las dictaduras carecen de imaginación y repiten sus mentiras, su saña, su odio, y sus caprichos. Son los mismos delirios, el mismo empecinamiento ciego por el poder, y la misma mediocridad de quienes teniendo en su puño los instrumentos represivos, y habiéndose despojado de todos los escrúpulos, creen también que son dueños de la dignidad, de la conciencia y la libertad de los demás.

Como anuncian que van a allanar mi casa, lo que van a hallar es una casa llena de libros. Los libros de un escritor. Los libros de toda mi vida.

Soy un escritor comprometido con la democracia y con la libertad, y no cejaré en este empeño desde donde me encuentre. Mi obra literaria de años es la obra de un hombre libre.

Las únicas armas que poseo son las palabras, y nunca me impondrán el silencio.

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1 comentario en “Contra la persecución a Sergio Ramírez”

  1. Lo más hermoso en la vida es trascender sin perder nuestros principios y valores. Adelante Señor Sergio Ramírez, por almas grandes como la suya es que CENTROAMÉRICA AUN CUENTA. ESTAMOS CON USTED.

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