Para celebrar el Día del Idioma y del Libro, celebrados el 23 de abril de cada año, el Centro Cultural de España en Tegucigalpa hospedó en la novena edición de la Feria del Libro a las diferentes editoriales y librerías hondureñas para que presentaran los fantásticos mundos que los libros albergan en sus páginas.
Texto: Persy Cabrera
Fotografías: Fernando Destephen
La Cooperación Española junto al Centro Cultural de España en Tegucigalpa (CCET) realizaron la novena edición de la Feria del Libro en la capital hondureña. El evento se realizó el 22 y 23 de abril en el contexto del Día del Idioma y del Libro que se celebra cada 23 de abril a nivel mundial y contó con unos 28 stands en los que editoriales y librerías hondureñas presentaron lo que la literatura, especialmente la hondureña, tiene en sus versos, párrafos e historias para la población del país.
Karla Chévez, coordinadora de programación en el CCET, explicó que el objetivo de esta Feria del Libro es «fomentar la lectura y escritura» en el país y además «promocionar a los creadores y creadoras de literatura hondureña, establecer la industria como una que genera ingresos y por ende desarrollo económico».
Giovanni Rodríguez, de la editorial Mimalapalabra y organizador de la Feria del Libro de San Pedro Sula, comentó que la Feria del Libro celebrada en Tegucigalpa es un espacio cultural importante en el país y un gran impulso para las editoriales hondureñas que están trabajando en una industria y mercado editorial floreciente y agregó que son iniciativas que fortalecen algo que está en «construcción y que está en vías de un desarrollo mucho más grande».
Como nuevo agregado al catálogo de Mimalapalabra, Giovanni Rodríguez presentó en la Feria del Libro, su nueva novela: Anchuria (Mimalapalabra, 2023). En sus páginas se encuentra una posible historia de Honduras, como Giovanni la resume, y en las que se teje una trama con las vivencias de Samuel Zemurray, el expresidente Manuel Bonilla, el escritor William Sydney Porter —mejor conocido como O. Henry— y la de los mercenarios, Lee Christmas y Guy Molony.
Samuel Zemurray, apodado como «Sam» o «The Banana Man», fue un magnate estadounidense que fundó la Cuyamel Fruit Company y después fue presidente de la United Fruit Company, que se convirtió en una fuerza política y económica determinante con una influencia decisiva para mantener sus operaciones con el mayor margen de ganancia en los países en los que se instaló, incluido Honduras, hasta el extremo de patrocinar golpes de estado y acrecentar la corrupción entre los funcionarios del Estado. Sus acciones en el país le acreditan un papel importante en el contexto histórico de Honduras.
En ese sentido, Anchuria (Mimalapalabra, 2023) se define como una pieza literaria que «más que una novela de contenido histórico; es un artefacto narrativo capaz de desmontar los mitos sobre ciertos segmentos de la historia nacional, además de la concepción tradicional acerca del arte de la ficción».
Durante la presentación, Rodriguez comentó que haber leído Respiración Artificial (Pomaire, 1980) fue crucial en el proceso creativo de Anchuria, que lo llevó a realizar una «búsqueda de contar la historia nacional desde una manera no convencional».
En la Feria del Libro también se presentó el poemario La Ira (Malpaso, 2022), que la jefa de redacción de la editorial Malpaso, Iveth Vega, describió como uno que no juzga la ira como algo malo sino «como un derecho que tenemos a tener ira por la realidad en la que vivimos, pero también que a pesar de esa ira, escojamos amar a nuestros semejantes, a nuestros hijos y decidamos luchar en medio de tanta ira, de tanta violencia que no rodea en esta ciudad».
Vega expresó que Javier Suazo es un hombre multifacético, y su faceta de cineasta aportó al poemario La Ira (Malpaso, 2022), «hace que nosotros sobrevolemos la ciudad y podamos ver cómo se desenvuelven los ciudadanos en medio de todos estos sentimientos que pueden ser muy atroces, pero muy bellos de narrar».
De esta editorial también se presentó una reedición de Escritos sobre el amanecer (Malpaso, 2023) del poeta, ensayista y catedrático hondureño, Livio Ramírez. Esta es una edición conmemorativa trilingüe (español, inglés y francés) de un autor que Iveth Vega describió como una de las «grandes voces de la poesía» y Escritos sobre el amanecer (Malpaso, 2023) como un poemario que la opinión internacional lo cataloga como «uno de los grandes libros de poesía escritos en Latinoamérica».
El Proyecto Editorial La Chifurnia presentó el poemario Despiadada Ciudad (La Chifurnia, 2018) del poeta y periodista salvadoreño, Otoniel Guevara. Este es un poemario que recoge 10 años de su vida en 5 o 6 países en los que estuvo en el periodo de la guerra y la posguerra de El Salvador. Guevara consideró relevante mencionar que este poemario se construyó durante este conflicto bélico pues los versos que lo constituyen tienen un peso político importante, pues «lastimosamente vuelven a cobrar relevancia dado el retroceso que tenemos en el país (El Salvador)».
A las olvidadas
Otra de las actividades de la Feria del Libro consistía en que las personas que asistieron al evento se preguntaran: «¿Qué libro le llevarías a una mujer que está en la cárcel?». Desde ahí nace la iniciativa «A las olvidadas», que se originó en España en 2019 por la asociación feminista «Teta & Teta» y en la que desde entonces, se han entregado más de seis mil libros a mujeres privadas de libertad y el proyecto se ha expandido a México, Francia, Colombia y ahora a Honduras.
En la Feria del Libro había una mesa con libros, pero era la única en la que no estaban en venta, son para las reclusas de la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS) a las que con esta actividad se desea «darles visibilidad y promover la mejora de sus condiciones dentro de la prisión».
De acuerdo a la última edición de la World Female Imprisonment List que se realizó en 2022, se señala que en Honduras 1.193 mujeres están en prisión, lo que representa aproximadamente un 5% de la población privada de libertad en el país. Mariel Guinea, encargada de esta actividad en el Centro Cultural de España en Tegucigalpa (CCET) explicó que de acuerdo a estudios, «las bajas cifras de mujeres privadas de libertad suponen la invisibilización de la mujer dentro de la prisión y la falta de la mirada de género en dicha institución y en el estudio de la mujer que comete delitos. La falta de dicha perspectiva en la política penitenciaria vulnera los derechos de la mujer, al reproducir la exclusión, la violencia y la desigualdad de género».