Choluteca bajo la sombra de los Oliva

En marzo, tras 20 años como diputado del Congreso Nacional, Mauricio Oliva perdió la candidatura presidencial por el Partido Nacional. Ahora, sin la posibilidad de influir directamente y visiblemente en las decisiones del Estado, hereda su caudillismo a su hijo Juan Oliva, quien, de ser electo este 28 de noviembre, promete seguir los pasos de su padre, un funcionario que condenó a los órganos anticorrupción, estigmatizó protestantes, respaldó el avance del extractivismo y aprovechó su posición para beneficiar a una organización no gubernamental con la que ambos están relacionados.

Texto: Fernando Silva
Fotografía: Martín Cálix y Fernando Silva


Juan Carlos Oliva es un médico con especialidad en anestesiología, empleado anteriormente en el Hospital Escuela Universitario de Tegucigalpa. Con 36 años participó por primera vez como precandidato a diputado por el departamento de Choluteca en las elecciones internas del Partido Nacional realizadas el marzo pasado y resultó ser el más votado con 41,102 marcas a su favor, superando incluso las 30,642 de marcas que obtuvo en esa región Nasry Asfura, ganador de la candidatura presidencial por el partido oficialista.

Miembros de su partido y opositores coinciden en que dicha popularidad tiene como origen la bendición de su padre, Mauricio Oliva, también médico de profesión, actual presidente del Congreso Nacional y ex precandidato presidencial por el Partido Nacional. En los últimos 10 años, Mauricio Oliva se consolidó como el máximo líder de esa institución política en la región sur del país, ostentando la titularidad del Poder Legislativo desde 2014 y convirtiéndose en el primer funcionario en permanecer en ese cargo por dos periodos consecutivos.

Con el respaldo de esa historia política, Juan Oliva se presenta como la fuerza joven del Partido Nacional en anuncios publicitarios donde evidencia su afición al fútbol. Oliva hijo ha basado su campaña en las comunidades más pobres del departamento de Choluteca en la distribución de agua, leche y panadería. Además, ha mezclado su campaña política con el acompañamiento a las obras de asistencia social en infraestructura realizadas por la Fundación Juntos Podemos, con la que su padre se ha relacionado fuertemente desde su llegada al Congreso Nacional.

La Hora del Sur

Entre los primeros cien días de su primer período presidencial, Juan Orlando Hernández junto con el presidente del Poder Legislativo, Mauricio Oliva, impulsaron el programa gubernamental «Llegó la Hora del Sur» con la intención de fomentar el turismo en la región sur del país. En marzo de 2014, Hernández aseguró en una conferencia de prensa que «estamos comprometidos a poner nuestro esfuerzo. Queremos que Choluteca y Valle se conviertan en un polo de desarrollo en América Central».

El 23 de mayo de ese mismo año se constituye ante el Estado de Honduras la Fundación Integral De Desarrollo Juntos Podemos (JP-Fundación), que, según información de la página de transparencia del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), desde 2015 ha estado recibiendo fondos públicos. En aquella ocasión recibió un monto de casi 4.6 millones de lempiras. Según la información encontrada por Contracorriente, el trabajo entre esta ONG y el PANI seguiría hasta 2016, cerrando con un evento al que asistió Mauricio Oliva, representando al Congreso Nacional; sin embargo, esta no era la primera ocasión en la que la Fundación Juntos Podemos y el titular del legislativo se relacionaban.

Noviembre de 2014 fue la primera vez que Mauricio Oliva se relaciona mediáticamente con la ONG Juntos Podemos, en lo que, según medios de comunicación, fue una gestión del Congreso Nacional de 250 mil lempiras a través de esa fundación para hacer un proyecto de mejora a un recinto histórico en Choluteca. Después, en 2017, Mauricio Oliva recibió un donativo por parte de la Corporación Dinant en nombre de la fundación Juntos Podemos por un monto de 160 mil lempiras que, según una nota de prensa, ayudarían al financiamiento de cirugías en el Hospital General del Sur, donde Oliva fue director. En agosto de ese mismo año, también inauguró junto a esa fundación un parque en la aldea de Linaca Centro, en el municipio de San Marcos de Colón, con un costo de 1.5 millones de lempiras.

En marzo de 2020, Mauricio Oliva se lanzó oficialmente como precandidato presidencial por el Partido Nacional. Su grito de campaña fue: «¡Juntos podemos, claro que podemos!», tomando así el nombre de la fundación con la que ha estado relacionado para su movimiento político.

Nasry Asfura y Mauricio Oliva
Nasry Asfura, actual alcalde del Distrito Central y candidato a la presidencia del país por el Partido Nacional, junto a Mauricio Oliva, presidente del Congreso Nacional, durante el lanzamiento de campaña de Asfura. Choluteca, Choluteca, 29 de agosto de 2021. Foto: Fernando Silva.

La relación de Mauricio Oliva con la fundación Juntos Podemos se extiende hasta su propio hijo y candidato a diputado, Juan Oliva, quien en diciembre de 2020 apareció como miembro de la fundación en medios de comunicación nacionales, en la inauguración del proyecto de reparación del Centro de Salud de El Zapotillo, en el municipio de Yusgüare. Juan Oliva también mencionó en su página personal de Facebook la gestión de su padre y la Fundación Juntos Podemos para dicha obra.

En agosto de este año, Juan Oliva siguió apareciendo en medios de comunicación en representación de la Fundación Juntos Podemos, hablando de la remodelación de 12 centros de salud que ejecutó dicha ONG. En medio de una campaña política, las apariciones de Juan Oliva con obras ejecutadas con fondos públicos en representación de dicha fundación siguen los patrones de clientelismo, esto sin siquiera haber llegado a un cargo público.

Entre octubre de 2016 y noviembre de 2021, la Fundación Juntos Podemos firmó al menos 6 convenios de trabajo con fondos del programa «Vida Mejor» de la Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social (SEDIS). En total, fue beneficiada con alrededor de 29 millones de lempiras, según una consulta a la página de convenios de esa misma institución.

Institución: Fundación integral de desarrollo "Juntos podemos"

Id convenio

Beneficios Monto Fecha inicio Fecha fin

026-SEDIS-2018

3

L 4,922,800.00

7/2/20187/6/2018

040-SEDIS-2020

4

L 2,959,660.00

12/3/20208/9/2020

135-SEDIS-2017

2

L 5,025,000.00

21/6/201719/9/2017

151-SEDIS-2018

4

L 7,913,606.16

26/11/20183/10/2019

177-SEDIS-2020

4

L 2,959,660.00

14/10/202020/11/2021

226-SEDIS-2016

3

L 5,401,008.00

4/10/20162/1/2017

Lea más en: Una vida mejor para la corrupción y no para los pobres

En diciembre de 2017, la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH) en conjunto con la Unidad Fiscal Especial contra la Impunidad de la Corrupción (UFECIC) presentó el caso de investigación denominado «Red de Diputados»,  en el que planteaban que cinco diputados del Congreso Nacional coludidos con tres miembros de una ONG se apropiaron ilegalmente de fondos públicos que estaban destinados a proyectos sociales; el vocero de la misión, Juan Jiménez Mayor, reveló que también investigaban al presidente del Congreso Nacional por drenar fondos públicos de la misma forma.

Sin embargo, la investigación nunca fue revelada. El 18 de enero de 2018, el mismo Congreso Nacional que preside Oliva aprobó el Decreto 141-2017 que reformó la Ley Orgánica del Presupuesto, impidiendo que la UFECIC realice alguna acción judicial contra funcionarios, diputados y ONGs mientras el Tribunal Superior de Cuentas (TSC) esté realizando auditorías de los fondos utilizados.

Sin ningún tipo de acusación penal, Mauricio Oliva participó de las elecciones primarias de su partido como precandidato a la presidencia. Tras perder en las urnas, se unió al candidato ganador, Nasry Asfura y el 29 de agosto fue parte, junto con Juan Oliva, del lanzamiento de campaña para las elecciones que se realizó en Choluteca, en un campo lleno de lodo, en el que tanto el presidente del Congreso como Asfura demostraron ser la representación del más viejo liderazgo dentro de esa institución política.

Según la abogada Nidia Castillo, de la Red de Abogadas Defensoras de Derechos Humanos ubicada en Choluteca, parte de la población de Choluteca ya identifica al patriarca de los Oliva como un ícono de la corrupción, esto gracias al trabajo de la MACCIH.

Nidia Castillo de la Red de Abogadas de Derechos Humanos en Choluteca, durante una entrevista con Contracorriente en su bufete. Choluteca, Choluteca, 17 de noviembre de 2021. Foto: Martín Cálix.

«Dieron a conocer que en muchos actos de corrupción quien estaba involucrado era el presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva, esto generó mucho interés en la población para seguir indagando sobre sus negocios, sobre el papel que estaba jugando en el Congreso», apunta.

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Castillo cree que Oliva ya se sentía presidente, y asegura que se veía como «dueño del universo», por lo que fue un duro golpe no salir electo; sin embargo, asegura que su esperanza de seguir en el poder ahora recae sobre su hijo. «A mí me encantaría honestamente que estas próximas elecciones nuestro pueblo vote de manera consciente y le siga castigando a Mauricio Oliva de tal manera que le quite la oportunidad a su hijo; porque son los mismos, los mismitos de verdad», dice.

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La abogada Castillo cuenta que Oliva dejó claro en su campaña política que «La Hora del Sur» que había iniciado con el presidente Hernández iba a continuar, pero que es un mensaje engañoso porque, al prometer desarrollo, lo que intentan es vender el país.

«Supuestamente traía progreso, inversión y ya se estaba adelantando con el tema de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE), y sí es cierto que el sur está siendo fuertemente golpeado con el tema de las ZEDE y de paso ya teníamos los proyectos extractivos», apunta.

En el caso de los proyectos de generación de energía, hasta septiembre de 2019, Choluteca tiene 16 proyectos activos: 1 Eólico, 2 de Biomasa, 5 Térmicos y 8 Solares.

Castillo apunta que «una de las características de la región sur es que somos una región productora de energía, estamos minados con plantas eólicas y plantas fotovoltaicas; y como uno de los principales recursos que buscan explotar estos proyectos extractivos es el aire, necesitan deforestar toda el área, y ni siquiera generan empleo. Se vienen instalando desde hace 10 años, pero ahora las comunidades alzan la voz y denuncian a los empresarios y sus actos de corrupción».

En noviembre de 2018, el periódico digital Revistazo realizó una investigación en la que comprobaron que de 21 empresas con contratos y concesiones en Nacaome y Choluteca, 17 habían existido por apenas un año o menos antes de firmar contratos con el Estado. Asimismo, 15 meses después de la firma de los contratos, 17 de las 21 empresas ya habían sido vendidas en su totalidad a socios distintos a los que fundaron las empresas.

En el caso de las ZEDE, la abogada Castillo apunta que Mauricio Oliva ha sido uno de los principales impulsores en la zona, y dice que tiene una gran amistad con el empresario Victor Wilson, inversionista de la ZEDE Orquídea que opera en San Marcos de Colón, Choluteca; quien en 2018 también apareció en medios de comunicación como presidente de la Fundación Juntos Podemos. Wilson, quien también es presidente de la Cámara de Comercio e Industria del Sur (CCISur), aceptó una entrevista con Contracorriente, pero en el momento de realizarla, la canceló.

Lea más en: Las promesas y las ZEDE en el sur de Honduras

Fachada principal de la sede en Choluteca de la Cámara de Comercio e Industrias del Sur. Choluteca, Choluteca, 17 de noviembre de 2021. Foto: Martín Cálix.

Dos candidaturas opuestas

La publicidad de Juan Oliva en la ciudad de Choluteca es la de mayor tamaño entre todos los candidatos de cualquier partido político en contienda. Rótulos de carretera en los puntos más visibles de la ciudad con su cara sobre un fondo blanco y alrededor, en letras mucho más pequeñas, su primer nombre, el nombre del candidato presidencial y un número 100 que representa la casilla en la que se posiciona en la papeleta. Eso y su lema de campaña: «Somos la fuerza joven». No hay llamados a votar, solo una cara que puede identificarse por el caudillismo de su padre en el departamento.

Emilio Farach, actual candidato a diputado por el Partido Nacional en Choluteca y comisionado presidencial para el Golfo de Fonseca, con 20 años de trayectoria en política, cuenta que comparar a Juan Oliva con su padre es difícil porque «en mi opinión él es el máximo líder del Partido Nacional, de los políticos que tiene el departamento de Choluteca siempre ha sido el más visible, obviamente ahora con mayor grado de proyección por ser presidente del Congreso Nacional».

Sin embargo, asegura que el liderazgo de Juan Oliva se está construyendo, pero que ha aprendido fielmente de su padre, a quien acompañaba desde que era un niño de 12 años en las giras políticas por todo el departamento, permitiéndoles conocer a la dirigencia de esa institución y facilitarle el trabajo en busca del escaño en el Congreso.

Una valla publicitaria de la candidatura a diputado nacionalista Juan Oliva. El Triunfo, Choluteca, 18 de noviembre de 2021. Foto: Martín Cálix.

Farach, con una amplia trayectoria política en la zona sur del país, fue superado por Juan Oliva en casi el doble de votos en las elecciones primarias; sin embargo, lo ve como alguien en formación, y reconoce que también recibió ese apoyo por pertenecer al movimiento político de Mauricio Oliva.

«Él recibe ese apoyo porque va en el movimiento del papá y porque existe una vinculación política entre padre e hijo, obviamente la gente lo identifica de mejor manera cuando en sus discursos menciona que es el hijo de Mauricio Oliva, aparte de la estrategia política que supo implementar, pero tampoco podemos desconocer que llevar el apellido Oliva en el departamento de Choluteca le dio un plus importante para poder ser el primer diputado en la planilla», asegura.

En las redes sociales de Juan Oliva se le puede ver constantemente sobre una camioneta pick-up repartiendo leche en algunas de las aldeas y caseríos más pobres; Farach cuenta que también regaló uniformes y balones de fútbol, y entregó agua en las aldeas.

«Entregaba un litro de leche acompañado con una bolsa de pan dulce, algo que es muy tradicional aquí en la zona sur del país, tomar café con leche y pan. Se hacían entregas en los diferentes barrios y comunidades, más de 300 a 400 litros de leche, solo esta semana se ha parado por las elecciones, pero se han entregado en todo el departamento y eso permitía tener contacto directo con la población, y uno aprovechaba para darse a conocer», cuenta.

Sin embargo, Juan Oliva y los candidatos del Partido Nacional no tienen acceso libre a todo el departamento de Choluteca; especialmente en el municipio de Choluteca hay barrios en los que no podría entrar, asegura Alyeda Huete, candidata a diputada por el partido Libertad y Refundación (LIBRE) y lideresa comunitaria integrante del Bastión del Sur.

Aleyda, de 52 años, es el polo opuesto del candidato nacionalista. Cuenta que ni siquiera ha logrado conseguir personas que le representen en las mesas electorales del domingo 28 de noviembre, porque no tiene suficiente dinero. Su única publicidad es una pancarta impresa que cuelga frente a su casa, también pulpería, y un rótulo en un carro viejo, propiedad de su familia, que estaciona frente a su casa. En todo su barrio no hay ni un solo rótulo de propaganda del Partido Nacional, y asegura que es porque ni para poner la publicidad podrían entrar por el descontento de la población. De encontrar cómo ponerla, dice, los vecinos no tardarían en quitarla.

Aleyda asegura que participa en las elecciones por el cariño que le tiene la gente, porque en un principio, cuando la postularon como precandidata en las elecciones primarias, ella no quería participar. Dice que pensaba que no iba a llegar ni a la «Moramulca», en referencia a una cuesta que conecta el departamento de Choluteca y Francisco Morazán a tan solo una hora de distancia. Pero Aleyda finalmente participó por el pedido que le hacían las bases del partido Libre en el municipio, y quedó electa en la séptima posición. Ahora ocupa la casilla 52, como el número de su edad.

El liderazgo comunitario de Aleyda surge en 2017, cuando tras las elecciones y las protestas a nivel nacional por el fraude electoral que resultó en la reelección de Juan Orlando Hernández, Aleyda junto a otros vecinos decidieron tomar las principales salidas de la ciudad de Choluteca. Los policías intentaron dispersar la protesta, pero no lo consiguieron ante este grupo que además de exigir la salida del presidente, protestaba por las malas condiciones del sistema de salud y los precios de la energía eléctrica en el país.

Entre 2017 y 2019, este grupo que se hizo llamar «Bastión del Sur» salió a las calles a protestar cada dos días recibiendo cantidades enormes de gas lacrimógeno y represión policial.

Lea más en «La llama de Bastión del Sur».

Aleyda Huete, líder popular del Bastión del Sur y candidata a diputada por el Partido Libre. Choluteca, Choluteca, 18 de noviembre de 2021. Foto: Martín Cálix.

Desde ese entonces, Aleyda ha sido perseguida y criminalizada, teniendo su mayor pico de persecución entre diciembre de 2019 y marzo de 2020 cuando emitieron una orden de captura en su contra, acusándola de cometer los delitos de tentativa de homicidio, tenencia de armas de fabricación artesanal y almacenamiento de artefactos explosivos, en perjuicio de la seguridad del Estado de Honduras. Buscaban hacerle responsable de las lesiones que recibió un joven en la Villa Navideña de esa ciudad.

En ese momento, el abogado de la Red de Abogadas Defensoras de Derechos Humanos, Ely Portillo, explicó en declaraciones a medios de comunicación nacional que durante la serie de allanamientos realizados en esa operación para vincular a Aleyda al crimen, «lo que decomisaron fue pólvora de la que utilizan las alcaldías y las iglesias; mientras que un tubo al que le denominaron “chimba” nada más sirve para meter la pólvora de ferias patronales». 

Aleyda fue capturada y expuesta a medios de comunicación como una criminal el 17 de marzo, pero el Juzgado de Letras de la Sección Judicial de Choluteca dictó sobreseimiento definitivo a favor de Aleyda el 31 de marzo.

También en declaraciones a medios de comunicación nacional, Johana Osorto, integrante de la Red de Abogadas, aseguró que «detrás del caso hay una persecución política del actual presidente del Congreso Nacional, quien ha desatado acciones contra las organizaciones de la zona Sur, de la disidencia política, de defensores y defensoras de derechos humanos, entre los que cuentan quienes integran Bastión del Sur, con el propósito de desmantelar este último para no tener presión en su campaña política».

Recientemente el Congreso Nacional liderado por Mauricio Oliva aprobó una reforma en el delito de usurpación que daría paso a la criminalización de la protesta tras las elecciones del 28 de noviembre.

«Me siento en riesgo, pero no le doy a conocer ni a mi familia ni a la gente que confía en mí que sí tengo miedo; de hecho, más que antes», y cuenta que la persecución ha incrementado desde que es la coordinadora de la Plataforma del Sur contras las ZEDE. Incluso como candidata a diputada Aleyda siempre recibe llamadas de amenazas y advertencias para que el Bastión del Sur no vuelva a manifestarse.

Aleyda dice que le pide a Dios que tras las elecciones no suceda nada malo, y le pide un cambio «porque el país lo necesita»; pero también asegura que no hay duda de que, si vuelve a ocurrir un fraude como el de 2017, la población de Choluteca saldrá a protestar.

El comisario de policía José Escobar, jefe de la Unidad Departamental 06 en Choluteca, asegura que actualmente no hay ningún tipo de conflicto en esa ciudad, ni relacionado con protestantes ni con delincuencia, en el contexto de las campañas políticas asegura que «no ha existido ningún acontecimiento que lamentar», a la vez que asegura que aunque no tienen una estrategia estipulada para lo que puede pasar tras las elecciones, «tenemos identificados las zonas donde creemos que la incidencia delictiva es un poquito alta entonces en esas zonas hemos aumentado los patrullajes y retenes», apunta.

El comisario José Escobar Matute, es el jefe departamental de la Policía Nacional en Choluteca. 17 de noviembre de 2021. Foto: Martín Cálix.

Aleyda también comenta sobre la candidatura de Juan Oliva, su rival en las próximas elecciones, y dice que no lo conocía hasta que resultó como candidato, pero que siempre quiso ser atendida por su padre Mauricio Oliva cuando trabajaba como médico en el Hospital del Sur. Aleyda también cuenta que en sus visitas a las comunidades le han dicho que la leche que entrega Juan Oliva como parte de su campaña está en mal estado por el mal manejo que le dan para llegar hasta esos lugares.

«Salió de repente, de la nada, pero es un As bajo la manga de Mauricio para tener a alguien siempre en el poder, hay muchas personas que ellos engañan con una bolsa solidaria y así han llegado a los lugares del interior del departamento a comprar conciencias», apunta Aleyda y se pregunta por qué no realizaron estas obras antes de ser candidatos.

***

En octubre, Mauricio Oliva fue aceptado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) como candidato al Parlamento Centroamericano, una instancia consultiva que junta a miembros de toda la región centroamericana.

Ante este fin de ciclo para el caudillo nacionalista, el candidato Farach apunta que el partido no puede quedar huérfano de liderazgos, por lo que «necesitamos un liderazgo nuevo, joven, con fuerza, con dinamismo, con ideas nuevas, con ganas de seguir gestionando el desarrollo de la zona sur», y apunta que podría ser el mismo Juan Carlos Oliva quien asuma ese liderazgo. Después recuerda que será el próximo gobierno el que tendrá que continuar las obras gestionadas por Mauricio Oliva, como el puente que unirá la isla de Amapala con tierra firme.

Sobre la posibilidad de que Juan Oliva sea el gran sucesor de su padre, Farach dice que «se escucharía muy fanático de mi parte decirle que Juan Carlos puede relevar al doctor Oliva, no. Pero por supuesto que tiene la capacidad, pero en esto hay que caminar, hay que abrir puertas, hay que seguir avanzando para forjar un liderazgo fuerte, consolidado, que permita llegar a ostentar la presidencia del congreso, o tener otra vez un candidato a la presidencia en el sur». 

 

*Para este texto se intentó contactar sin éxito a Juan Carlos Oliva a través de correos electrónicos, asistentes y compañeros de partido.

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Fernando Silva, es periodista de investigación. Su trabajo se enfoca en cubrir temas de corrupción, estructuras de poder, extractivismo, desplazamiento forzado y migración. También es realizador audiovisual y ha trabajado desde hace media decada en ese ambito con organizaciones que defienden derechos humanos e instituciones de desarrollo en el país. En 2019 egresó del Curso de Periodismo de Investigación de la Universidad de Columbia y ese mismo año fue parte de Transnacionales de la Fe, que en 2020 ganó el premio Ortega y Gasset a mejor investigación periodística otorgado por diario El País de España. Es fellow de la International Women Media Foundation (IWMF).
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Escritor y fotoperiodista, no labora en Contracorriente desde 2022.
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