Las autoridades de la Secretaría de Salud, a través de su titular Alba Consuelo Flores, han despedido este 1 de noviembre a unas 220 enfermeras del Hospital Nacional Cardiopulmonar a través de mensajes de WhatsApp, uno de los cuales incluía un emoji de carita triste y llorando. El despido ha provocado la toma temporal de las instalaciones del centro hospitalario, uno de los principales del país.
Enfermeras, auxiliares de enfermería, médicos, licenciadas en enfermería, personal de lavandería y de cocina que fueron contratadas a través de fondos provenientes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para la atención de la pandemia por COVID-19, indicaron que, de pronto, fueron informadas a sus teléfonos celulares que ya no podían seguir en sus puestos de trabajo. Los fondos BID fueron aprobados por el organismo internacional para combatir la pandemia por COVID-19 en 2020. Para Honduras, el BID aprobó un préstamo inicial por 50 millones de dólares que se suman a la deuda externa.
Jessica, Astrid y Nuvia son tres enfermeras que recibieron el mensaje de WhatsApp donde se les informó que desde el 1 de noviembre no deben seguir presentándose a sus puestos de trabajo, en el que han permanecido desde el inicio de la pandemia en turnos de 12 horas por 12,500 lempiras mensuales, en ocasiones, incluso haciendo doble jornada cuando el personal no era suficiente para la atención de la pandemia. Las enfermeras explican que por la forma en la que fueron contratadas no tienen derechos a seguridad social y los derechos laborales que por ley corresponden. Jessica, Astrid y Nuvia, mayores de 35 años las tres, son proveedoras en sus hogares con hijos pequeños y familiares que han fallecido por causas relacionadas a la COVID-19.