El Estadio Nacional que antes se llamaba Tiburcio Carías Andino, como el dictador de la década de los 40, se transformó. El nuevo gobierno no solamente le cambió su nombre en un acto simbólico —ahora se llama José de la Paz Herrera Uclés— sino que durante siete meses le instaló una grama nueva en la cancha que el sábado 27 de mayo fue inaugurada.
Casi nunca teníamos un balón para jugar en los recreos. No es que solo jugáramos durante los recreos. Se jugaba antes de entrar al salón y se jugaba al salir. Si teníamos suerte —o si la fabricábamos nosotros— también nos solíamos escapar de nuestras clases de Educación Cívica para correr y darle a la pelota.
Siendo el futbol un elemento tan importante para la sociedad hondureña no suena extraño que sea otro nido de corrupción. El país donde se juega descalzo a la pelota por la corrupción.
¿En qué se parece el fútbol a Dios? En la devoción que le tienen muchos creyentes y en la desconfianza que le tienen muchos intelectuales.
La final de fútbol es un día importante para el país, no solo para los aficionados de los equipos finalistas. Esa tarde de domingo, calurosa
En Estados Unidos Donald Trump, en Guatemala Jimmy Morales, en Perú Ollanta Humala y en Francia Macron, son solo algunos de los tantos ejemplos que
A menos que se especifique lo contrario, los contenidos de esta página están licenciados bajo una Licencia de Producción de Pares.
