Fotografías y texto: Fernando Destephen
En la Plaza Los Dolores, ubicada en el centro de Tegucigalpa, y construida entre 1579 y 1815 alrededor de la iglesia del mismo nombre, pasan muchas cosas. Por ejemplo, un hombre perdido en el alcohol le grita a un grupo de empleadas de la alcaldía municipal; las mujeres se ríen, no pierden la compostura y siguen su trabajo.
Toda esa zona es conocida como Los Dolores, incluido un mercado heterogéneo en el que se vende desde frutas, verduras, ropa, zapatos, baleadas, y tortillas, hasta cartuchos (made in China) de videojuegos como Mario Kart 64 o Super Mario 64, esos juegos retro que infunden nostalgia a las viejas generaciones. Uno de los locales donde se pueden encontrar esos «juegos retro» es Mundo Gamer, propiedad de Ricardo Amador, un joven de 29 años que lidera el negocio de venta y reparación de consolas y controles, venta de videojuegos, figuras de anime, y todo lo relacionado con la cultura geek y gamer.
Ricardo es miembro de la Ultra Fiel, de la generación de 2007, la barra brava que apoya con sangre y sudor al Club Olimpia Deportivo, el equipo de fútbol más laureado y poderoso del país. Su barra ha sido un fenómeno social en el que jóvenes de todas las edades han encontrado sentido de pertenencia; sin embargo, también ha sido parte de algunos de los episodios de violencia más lamentables en la historia de Honduras.
Este emprendedor cuenta que Mundo Gamer inició porque Melvin Servellón, coordinador nacional de la Ultra Fiel, le ayudó a cambiar la percepción de su vida y le mostró que por el camino que seguía su único destino era la cárcel.
En ese tiempo, en el año 2018, Melvin invitó a Ricardo a una serie de capacitaciones que eran parte de un programa de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) y de la organización no gubernamental Alianza por la Paz, para frenar la migración hacia los Estados Unidos. Nueve meses después de estar en el proyecto, Ricardo era otra persona, una que pensaba en ganarse la vida con algo que disfrutaba mucho: los videojuegos y el anime.
El proyecto no apoyó a los emprendimientos con dinero, sino que les dio insumos para iniciar operaciones. Por ejemplo, para Mundo Gamer, Ricardo solicitó consolas, televisores y controles. Ahora, en el local 82 de la Plaza Los Dolores, tiene un par de vitrinas de vidrio llenas de figuras de anime, pósteres, controles, cartuchos de juegos retro, varios gaveteros de plástico, y en la pared cuelgan dos televisores y una espada de diamantes del juego Minecraft. Entre los televisores y debajo de la espada, hay tres stickers del Olimpia que le recuerdan su pasado: «Soy del Albo». «Ultras, no criminales». «La TЯOPA del B2».
En su momento, Ricardo no terminaba de creerse el éxito que llegó a tener, ni ese cambio radical en él. Dice que «de un vago, pasé a ser un emprendedor que logró superar la pandemia del Covid-19 en 2020 con Mundo Gamer, vendiendo hasta dos consolas diarias y contribuyendo económicamente a mi hogar». Reconoce que no es fácil, pero se gana la vida haciendo lo que le gusta, trabajando de lunes a domingo, empujando su negocio y jugando en cada momento libre que tiene.
Ricardo es reconocido y respetado al ser «vieja guardia» de la Ultra Fiel; por eso aprovecha para platicar con otros miembros de la barra y usar su ejemplo. «Yo les digo a los demás: pucha, si yo pude, cómo no van a poder salir adelante ustedes», apunta. «Salir adelante» también significó para Ricardo el sacrificio de dejar de seguir al Olimpia en todos los partidos; también abandonar la carrera de Antropología, por los horarios de las clases, pues este emprendimiento es su único sustento económico.
El proyecto que apoyó la creación de Mundo Gamer fue dirigido a una población terciaria, personas que en algún momento tuvieron problemas con la ley y para quienes encontrar un trabajo es más difícil de lo normal por el estigma de haber estado privados de libertad, y por la falta de un programa de rehabilitación efectivo. Fue una iniciativa que inició en 2018 y terminó en 2019, y entre los proyectos que nacieron de esa iniciativa, Mundo Gamer es uno de los pocos que continúa.