Texto: Fernando Destephen y Amílcar Izaguirre
Fotografías: Fernando Destephen, Amílcar Izaguirre y Jorge Cabrera
«Tenés que aprender a respetar las opiniones de los demás, yo lo que te digo, es que todo puede suceder y es posible que al final JOH salga libre», le decía un hombre a otro en una tienda junto a las viejas líneas del tren, una zona ocupada por vendedores ambulantes en San Pedro Sula, al norte de Honduras.
El juicio en contra del expresidente Juan Orlando Hernández, conocido como JOH, en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, se sigue minuto a minuto en las redes sociales, la televisión y la radio como si se tratara de un largo campeonato de fútbol, con las discusiones acaloradas incluidas.
La discusión en la tienda se iba poniendo álgida: «No te engañés, Estados Unidos no se va a llevar a un expresidente y luego lo va a soltar por no tener pruebas, si se lo llevó es porque lo tiene doblado. ¿Vos creés que los gringos se van a exponer a perder una demanda de miles de millones de dólares, solo porque no pudieron comprobar la culpabilidad de JOH?», dijo el otro. La discusión quedó inconclusa porque la llegada de un cliente les recordó que hay que continuar la venta que les da sustento para sobrevivir; el juicio de JOH es solo parte del entretenimiento.
Mientras tanto, en Tegucigalpa, el partido político de Juan Orlando Hernández parece que agoniza. Incluso su fiesta de aniversario parecía un funeral. El jueves 26 de febrero, un grupo de jóvenes del Partido Nacional se reunió en el parque La Leona, previo a su aniversario 122. Reynaldo Hernández, presidente de la juventud nacionalista, dijo que él tiene el derecho a creer en la inocencia de JOH y espera un juicio justo.
Mientras Reynaldo organizaba el evento, la normalidad del parque no se vio afectada; en la cancha la gente jugaba basquetbol y otros corrían alrededor haciendo ejercicio, ajenos a la celebración al pie de la estatua de Manuel Bonilla, militar y fundador del Partido Nacional, aunque según algunos historiadores este origen estaría en duda, puesto que Manuel Bonilla fue electo presidente siendo miembro del Partido Liberal.
Lo cierto es que, coincidiendo con su celebración de aniversario, los nacionalistas pactaron con el partido de gobierno el nombramiento de las autoridades del Ministerio Público, Tribunal Superior de Cuentas, Instituto de Acceso a la Información Pública y la Unidad de Política Limpia. Con este paso se logró la gobernabilidad pactada en el Congreso, pero los aliados del Partido Nacional que conformaban el Bloque de Oposición Ciudadana (BOC) se desligaron de esa decisión, fragmentando esa alianza y aislando aún más al Partido Nacional.
Lo más preocupante es el desempleo
En otro sector de San Pedro Sula, un trabajador de la maquila de Zip Calpules le restó importancia al resultado del juicio, ya que no considera que las cosas en el país vayan a cambiar con la condena o liberación de JOH: «Lo que sí me preocupa es que cierren más maquilas, mire cuántas han cerrado ya. Eso nos preocupa, aunque en este gobierno ni cien pesos le han subido al salario», comentó el operario, originario de Santa Rita de Yoro.
Al día siguiente, Daniel Durón, presidente de la Central de Trabajadores de Honduras (CTH), anunció que en una negociación entre empresarios, gobierno y trabajadores se había acordado un aumento del 5.5 % a 7 % al salario mínimo en Honduras.
Otro trabajador del mismo parque industrial se refirió a los actos del presidente como aceptando que en Honduras no está mal que los políticos cometan actos de corrupción. «Ojalá que regrese JOH, es cierto que robó, pero ayudó a mucha gente. En Santa Bárbara varios primos trabajaban limpiando calles, pero solo llegó Xiomara y quedaron sin empleo», comentó.
En la corte del Distrito Sur de Nueva York, Devis Leonel Rivera Maradiaga, líder de Los Cachiros, testificó en contra del expresidente nacionalista Juan Orlando Hernández el martes 27 de febrero, el mismo día en que el Partido Nacional de Honduras cumplió 122 años. En el evento celebrado en el Comité Central del Partido Nacional fue notoria la ausencia del exalcalde Nasry Asfura y del expresidente Porfirio Lobo Sosa.
En Honduras todo sigue con normalidad; el infaltable caos vehicular en la capital, protestas, plantones, campañas políticas prematuras y violencia. El 2023 cerró con 3,035 muertes violentas, un 17.1 en disminución de homicidios en comparación con el 2022, y una emergencia no declarada de femicidios. De acuerdo con datos del Centro de Derechos de Mujeres (CDM), hasta el 31 de enero de 2024 se habían registrado 26 muertes violentas de mujeres, a pesar del estado de excepción extendido hasta ahora.
Entre las personas consultadas, algunas describen lo funcional de la justicia en Estados Unidos, y dan por hecho que JOH será condenado. Otras evaden el tema del juicio para mencionar las diferencias entre el gobierno del acusado y el gobierno actual, resaltando temas como el desempleo y el precio de la canasta básica.
Mientras en Nueva York el juicio contra Hernández continúa, en Honduras la cotidianidad para la mayoría sigue siendo sobrevivir, en tanto que a algunos políticos mencionados en el juicio por cooperar con criminales y haber recibido sobornos de narcotraficantes, lo que les queda es negar.