El Sub-Comité del Hemisferio Occidental de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos celebró una audiencia para examinar la relación bilateral entre Estados Unidos y Honduras, con un llamado al presidente Joe Biden para reconsiderar la relación con la administración de Xiomara Castro, que ha asumido una retórica de socialismo. La congresista republicana de origen cubano, María Salazar, lideró esta audiencia, la cual fue calificada por la representante de California, Sidney Kamlager-Dove, como «un reflejo del MacCartismo de los años cincuenta.» Esta época se caracterizó por una intensa persecución de supuestas amenazas comunistas.
Texto y fotografía: Oscar Estrada
Este miércoles 25 de octubre se celebró una audiencia en el Congreso de Estados Unidos para analizar al gobierno de Xiomara Castro. Además de la congresista republicana de origen cubano, María Salazar, participaron los representantes Joaquín Castro, congresista de Texas y Gregory Staton de Arizona. Como testigos, fueron llamados Eric Jacobstein, del Departamento de Estado, y Mileydi Guilarte, de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, (USAID, por sus siglas en inglés).
La audiencia, originalmente programada para las 2 de la tarde, comenzó con una hora de retraso debido al proceso de elección del vocero del Congreso, un importante cargo que ha estado vacante por conflictos internos en el partido republicano en los últimos días.
Salazar, representante del Estado de Florida, expresó su preocupación por el discurso socialista que ha prevalecido en Honduras desde la llegada de Xiomara Castro al poder. Esto ha generado inquietud en cuanto a la dirección ideológica que está tomando el país, y Salazar considera que la administración Biden no está tomando en serio este hecho.
Además, recordó los intentos del expresidente, Manuel Zelaya desde 2006 por acercar a Honduras al socialismo, incluyendo su desafío a la Constitución mediante la convocatoria a un referéndum para una nueva Constitución. Salazar destacó que la Corte Suprema y las Fuerzas Armadas intervinieron para preservar la democracia y destituir a Zelaya.
Salazar argumentó que la estrategia de Zelaya durante su exilio fue preparar a su esposa, Xiomara Castro, para llegar al poder, y sugirió que Zelaya ejerce una influencia significativa en la actual administración de Castro, incluso si no tiene un cargo oficial.
Otro punto importante en la audiencia fue la ruptura de relaciones entre Honduras y Taiwán, sobre el cual los representantes de ambos partidos expresaron preocupación, aunque los demócratas reconocieron el derecho soberano de Honduras a establecer sus propias relaciones internacionales.
Kamlager-Dove preguntó acerca de la reciente relación de cooperación China-Honduras en materia de comunicaciones, que va desde la facilitación de contenidos para los medios públicos hasta el acceso a tecnología de HUAWEI, que podría ser utilizada para espionaje y, dada la presencia norteamericana en la Base Soto Cano en Comayagua, quiso saber si no consideran que eso pondría en peligro los intereses de Estados Unidos. Jacobstein respondió que en efecto la presencia china en la base Soto Cano pondría en alerta a los Estados Unidos, y están pendientes de ver cómo se desarrolla eso. Salazar reclamó luego que Honduras recibe ayuda económica de Estados Unidos a pesar de no apoyar los objetivos estadounidenses.
En la audiencia se resaltó la conformación de colectivos por parte del partido Libre de Honduras, siguiendo el modelo de Venezuela. También se mencionó el nepotismo en la administración de Castro, donde un pequeño grupo familiar concentra puestos importantes de poder, así como el pacto de impunidad que marcó el inicio del gobierno en 2022, con la aprobación de una amnistía política a exfuncionarios del gobierno de Zelaya acusados por corrupción.
En un punto crucial de la audiencia, la congresista Salazar presentó una denuncia, basada en una nota hondureña originalmente publicada por el portal Reporteros de Investigación, en la que se señala que los funcionarios hondureños, Rafael Barahona del Instituto Hondureño de Transporte Terrestre y la gobernadora de Choluteca, Ilse Villatoro, habían conformado una red que cobraba 150 dólares a cada migrante que llegaba a la frontera hondureña para tomar un bus hacia la frontera con Guatemala, con la intención de continuar su ruta hacia Estados Unidos. Eric Jacobstein, del Departamento de Estado, respondió a esta denuncia resaltando que el gobierno de Honduras había cancelado el año pasado, mediante una amnistía, el cobro a los migrantes. Salazar enfatizó que ese era el cobro oficial que se había cancelado, pero que aún existía otro cobrado por la red conformada por Barahora y Villatoro.
La migración fue identificada como un desafío fundamental para Centroamérica, y se enfatizó la importancia de abordarla de manera humanitaria y beneficiosa para toda la región.
Durante la audiencia, los representantes de ambos partidos subrayaron la importancia de que la administración de Xiomara Castro sea cuidadosa con los contratos públicos y que el Gobierno hondureño apoye más la lucha contra la corrupción. Se mencionó la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Honduras (CICIH) como un paso importante para abordar este problema, aunque se expresó preocupación por la lentitud del proceso de conformación.
Finalmente, en la audiencia se manifestó una profunda preocupación por la situación de los defensores de derechos humanos en Honduras, quienes continúan operando bajo amenazas a sus vidas. También se cuestionó por qué aún no se ha nombrado a un fiscal general y adjunto en Honduras, y Eric Jacobstein comentó que esto se debía a las dificultades que los congresos en la región enfrentan para lograr consensos, haciendo un paralelismo con las dificultades que el partido republicano ha tenido para nombrar al vocero de la cámara de representantes.
En resumen, la audiencia en la Comisión de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes de Estados Unidos resaltó la importancia de reevaluar la relación entre Estados Unidos y Honduras, en el contexto de preocupaciones sobre el socialismo, la corrupción, la migración y la dirección ideológica del país. También se criticó el ambiente hostil para la inversión y se puso énfasis en la importancia de abordar de manera inmediata los feminicidios como una expresión de la violencia de género dentro del gobierno de Xiomara Castro.
Por su parte la Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional de Honduras emitió un comunicado en respuesta a la audiencia convocada por el Sub-Comité del Hemisferio Occidental de la Cámara de Representantes. En el comunicado, el gobierno hondureño destacó que el Gobierno Socialista Democrático de la Presidenta Xiomara Castro Sarmiento está basado en un programa de gobierno público que busca beneficiar al pueblo hondureño y mantener relaciones exteriores respetuosas con todas las naciones. También resaltaron que las relaciones entre Honduras y Estados Unidos están en un buen nivel y que se han reconstruido después de un período de dificultades.
El gobierno de Honduras reafirmó su compromiso con el respeto a los principios del Derecho Internacional y la soberanía nacional, rechazando cualquier intento de evaluación externa unilateral. Además, expresaron su preocupación por grupos opositores que grupos con “escaso o nulo respeto a la dignidad y soberanía nacional, que buscan la injerencia de sectores externos para desestabilizar el país y afectar sus relaciones internacionales”. El gobierno hondureño afirmó su compromiso de seguir manteniendo relaciones exteriores basadas en el respeto a los principios y normas del Derecho Internacional.