Fotografía y texto: Jorge Cabrera
Desde el pasado domingo 28 de agosto de 2022, el ingeniero civil Carlos Aguilar se tomó la tarea de tapar baches en el anillo periférico de Tegucigalpa. Este es su segundo domingo, y a sus vehículos se les pueden ver pancartas pidiendo apoyo a los transeúntes: «¿Nos ayuda con sus manos valiosas?».
Aguilar dice que comenzó como una acción a partir de estar molesto por los daños que sufrían sus vehículos, pero que ahora de lo que se trata es de «despertar una conciencia social y que nos unamos para mejorar nuestra ciudad. Estoy invirtiendo un poco más de 9,000 lempiras por cada bacheo que hacemos, y quiero aclarar que esto no es con sesgo político, pero ya estoy cansado de estar escuchando que el país está quebrado y que todo es culpa de la administración pasada, así que llevo diez de mis empleados para que me ayuden; todo aquel que quiere llevar agua, grava, arena, cemento o solo poner sus manos, son bienvenidos», dice.
Con tan solo siete meses al frente de un nuevo Gobierno Municipal, el alcalde de la capital, Jorge Aldana, se enfrenta a duros señalamientos. El alcalde por el Partido Libre ya había sido regidor, pero su papel en la comuna no había sido muy relevante frente al poderío del exalcalde por el Partido Nacional, Nasry «Tito» Asfura.
Una de las críticas más constantes que ha tenido el nuevo alcalde es la de tener en el abandono la ya precaria infraestructura vial de las dos ciudades que conforman el Distrito Central.
En la mañana del día del 10 de junio 2022, en la salida al sur de Tegucigalpa se llevó a cabo la demolición de la rotonda a la altura de Loarque, la cual el edil tachó de ser la causante de tanto tráfico. La demolición y pavimentación duraron al menos dos semanas donde a diario circulan miles de vehículos, creando malestar en quienes frecuentan la zona.
Más reclamos se hicieron notar el 12 de junio 2022, cuando capitalinos dieron un salto a la carrera del graffiti urbano, pero no en las paredes como normalmente se ven, sino en el asfalto mostrando y señalando los grandes baches con consignas que decían: «No hay alcalde», «Aldana, ¿dónde estás?». A la fecha nadie se adjudica los grafitis improvisados en las calles, pero los seguidores del alcalde aseguran que es una campaña sucia de quienes apoyaban al exalcalde Asfura.
En las vagas intervenciones en las que aparece el alcalde Aldana, menciona estar al lado del pueblo y asegura que comprende los reclamos, pero a la vez dice que la burocracia de la política hace difícil el trabajo que realizan a diario en la Alcaldía. Y aunque las lluvias constantes y el transporte pesado que cruzan a diario por la ciudad son parte de las causas de los daños, la mirada crítica de la población está sobre el alcalde, viendo más sus errores que los pocos aciertos desde su inicio en la administración.
«Tenemos asegurado solo el día de trabajo bacheando, porque son mis recursos. No son recursos ilimitados: es mi grava, es mi arena, es mi cemento, son mis empleados que los domingos les tengo que pagar el doble todo esto traído de mi empresa. Cada quien va a responder por las acciones que tomó o que dejó de tomar, me refiero al Gobierno. Lo que podemos hacer como hondureños es hacer esto en todo el país aun sabiendo que pagamos nuestros impuestos y es el deber de ellos responder», finalizó Aguilar, todavía supervisando bacheos a la altura de la salida al sur de Tegucigalpa, otro domingo más y bajo un sol tremendo.