A un año de la decisión del caso «Vicky Hernández y Otras Vs Honduras», donde la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH) falló a favor de la comunidad LGBTI+ y llevó a la presidenta Xiomara Castro a pedir perdón de parte del Gobierno por el asesinato de activista trans, Vicky Hernández, en una ceremonia pública en mayo, la lucha de la comunidad LGBTI+ por la igualdad y reconocimiento de género continúa. En un Twitter Space organizado por Contracorriente, líderes de diferentes colectivas LGBTI+ discutieron sobre el estado actual del movimiento y de sus experiencias con el nuevo Gobierno.
Texto: Jorge Paz Reyes
Fotografía: Jorge Cabrera
El Gobierno de Xiomara Castro marcó un principio prometedor en la lucha por los derechos de la comunidad LGBTI+ con una campaña centrada en la inclusión y participación. En mayo, la presidenta condujo una ceremonia pública donde el Estado asumió la responsabilidad internacional y pidió perdón por el asesinato de Vicky Hernández en el 2009. En la ceremonia, la mandataria también se comprometió a implementar varios procedimientos administrativos y legales para garantizar el respeto y los derechos humanos de la comunidad LGBTI+. Entre ellos, un procedimiento de identidad de género que permita el cambio de datos personales e identidad de acuerdo con la expresión de género.
Sin embargo, recientemente el Gobierno ha mostrado una posición frágil en el compromiso hacia la diversidad sexual y la igualdad. A mediados de junio, la Radio Nacional de Honduras lanzó una campaña para fomentar el respeto a la diversidad sexual. Uno de los anuncios protagoniza una niña de 15 años diciéndole a su madre que está enamorada, mientras que la madre le pregunta «y quién es ella?», dejándole saber que sabía de su orientación sexual y que la amaba de todas formas. El spot termina con el mensaje: «Las personas tenemos diversas maneras de sentir y expresar el amor, ser lesbiana es solo una de ellas… Este es un mensaje de Radio Nacional de Honduras, la voz de la nación». La cuña radial causó controversia casi de inmediato, especialmente entre círculos conservadores religiosos y llevó a que el Gobierno la retirara a pocos días de su transmisión.
A pesar que el subsecretario de Prensa, Carlos Estrada, defendiera y explicara que el anuncio era parte de una campaña para «visibilizar y sensibilizar el tema», la Casa Presidencial se mostró descontenta con el anuncio. El expresidente y asesor de la presidenta, Manuel Zelaya Rosales, dijo que algo así «no volvía a pasar».
La violencia hacia la comunidad LGBTI+ también ha permanecido, con más 5 víctimas LGBTI+ registradas en el año 2022. El último caso que marcó la comunidad fue el asesinato de Suany Maradiaga –una mujer transgénero de 31 años– en las calles de San Pedro Sula. De acuerdo con las activistas LGBTI+, Maradiaga había puesto tres denuncias ante el Ministerio Público antes de su asesinato.
La polémica del anuncio radial y la violencia contra la comunidad demuestra una incierta posición del Gobierno con temas de diversidad sexual y da mucho de que hablar acerca del futuro de la lucha por la igualdad y derechos humanos de la comunidad LGBTI+ en Honduras.
Expectativas vs realidad
La campaña electoral de inclusividad y las promesas de la presidenta al principio del año dejaron a muchos miembros de la comunidad esperanzados por un apoyo definitivo en temas de diversidad sexual y género. Sin embargo, a 6 meses del nuevo Gobierno, la dinámica entre el Gobierno y la temática LGBTI+ ha sido más compleja de lo esperado.
Allyson Soad, activista por los derechos de la comunidad trans, explicó que con el cambio de Gobierno se tenían «demasiadas expectativas», especialmente en la área de la representación y participación de miembros LGBTI+. Sin embargo, con el tiempo se han visto diferentes escenarios que por un lado sí favorecen la comunidad, pero por otro no avanzan y preocupan.
Durante los cien primeros días, Allyson Soad explica que el Gobierno trabajó con diferentes grupos civiles para identificar y visibilizar los diferentes problemas de cada grupo social. En el contexto de La Ley de Identidad de Género se han tenido varias reuniones con el Registro Nacional de las Personas, pero se han encontrado varios obstáculos en el proceso como la influencia del fundamentalismo religioso.
El fundamentalismo religioso «crea como esa barrera para no permitir alcanzar lo que es la meta, el objetivo, en este caso sería la Ley (de identidad de género)», explicó Soad. Hasta ahora no ha habido una respuesta concreta de lo que consistiría el proceso del cambio de nombre de las personas trans.
La activista y miembro de Somos CDC (Centro para Desarrollo y Colaboración LGTBI), Grecia Ohara, añadió que el Gobierno ha fallado con la expectativa de que iba a gobernar para «todas las poblaciones que han sido históricamente vulneradas». Una vez que el Gobierno asumió el poder, se «ha visto la realidad de las cosas» y hay una decepción de la población que le «confió el voto a la presidenta», recalcó Ohara.
Las dos activistas reconocen que hay muchas personas en el Gobierno dispuestas a trabajar con la comunidad LGBTI+, pero en general la administración de la presidenta no se ha enfocado a brindar un procedimiento claro a la comunidad. «No hay voluntad de parte de las instituciones», explicó Ohara. En las conversaciones con el Gobierno para el reconocimiento de las personas trans, Ohara explica que el Gobierno ha complicado las cosas al agregar más procedimientos e instituciones que solo dificultan el avance de reforma de identidad. El enojo viene del hecho que la administración hizo ver el proceso de identidad «muy fácil» desde el principio y «parece que lo hicieron para salir del paso», recalcó.
Ahora que el diálogo ha empezado, no se ha visto mucha organización y la incertidumbre alrededor de los diferentes procesos de reconocimiento han fragmentado hasta las propias organizaciones LGBTI+. La confusión entre la Reforma a la Ley y Reglamento del Registro Nacional y el avance de la Ley de Identidad de Género ha creado tensión entre las diferentes colectivas LGBTI+. «Nos ha sorprendido cómo en lugar de estar avanzando por el reconocimiento de nuestra población nos estamos fragmentando», explicó Ohara.
Allyson Soad explicó que en el momento lo importante es continuar presionando al Gobierno y continuar con la lucha por el reconocimiento de la comunidad. «Lo conveniente en el momento es ver el fruto de esta lucha y recordar que parte de la lucha LGBT también pertenece al movimiento de la resistencia popular y del Partido Libertad y Refundación», añadió. Ambas activistas concluyeron que el avance «no puede ser superficial» y que no se pueden dejar acciones afuera sin primero consultar a la comunidad LGBTI+.
Un problema de representación e ignorancia
En el mismo Twitter Space también se discutió el problema de la representación e ignorancia. Allyson Soad, al igual que Grecia Ohara, confirmaron que muchos de los problemas de violencia y odio tienen que ver con la manera en que los medios y el Gobierno ha representado a la comunidad LGBTI+.
Grecia Ohara explica que a la comunidad LGBTI+ en Honduras siempre se la ha representado de una manera incorrecta: «A la comunidad LGBTI+ siempre nos están contando la misma historia, un grupo que exige derechos que no merecemos». La representación de la comunidad usualmente no viene de la comunidad, sino de miembros externos. Con la cuña radial, por ejemplo, Ohara se queja que la representación LGBTI+ fue la incorrecta. «Ese no es nuestro lenguaje, una mamá hondureña no le habla así a su hija», expresó Ohara. De acuerdo con la activista, el lenguaje y contexto del anuncio no es el adecuado y solo lleva a la población hondureña a juzgar a la comunidad LGBTI+ de una manera cruel e ignorante.
«No se está abordando la problemática… desde el ojo de las personas LGBTI+ y lo están viendo desde la perspectiva cisgénero de personas heterosexuales», explicó Ohara. La falta de representaciones de personas LGBTI+, especialmente trans, en el Gobierno es lo que dificulta la dinámica entre el Gobierno, la comunidad LGBTI+ y el resto de la sociedad. Ohara recalcó que sin la perspectiva de la comunidad LGBTI+, las decisiones que se forman pueden que terminen afectando de forma negativa a la comunidad, como lo fue con la cuña radial que incitó una reacción violenta y despectiva.
Dentro de la discusión por una representación justa también se abordó el tema de visibilidad y estigmatización. Otro de los grandes problemas que afectan a la comunidad LGBTI+ en Honduras es la estigmatización y la poca visibilidad. La activista Allyson Soad explicó que es fundamental educar a la población acerca de los procesos y peticiones de las diferentes organizaciones LGBTI+ y resaltar la realidad que vive la comunidad. Ambas activistas recalcaron la importancia de reconocer el sistema opresivo dentro del fundamentalismo religioso que «excluye a la comunidad de muchas oportunidades y prohíbe el avance’».
«Tenemos un promedio de vida de un rango 30-35 años de edad», resaltó Soad. Por lo tanto «tenemos que dar seguimiento a cada una de las acciones que tenemos en las organizaciones» para visibilizar la lucha contra el odio y la violencia , explicó Soad.
Soad habló de los pequeños logros que han surgido con operadores de la justicia como ejemplo de la importancia del seguimiento de las diferentes colectivas LGBTI+. Equipos forenses han empezado a lidiar apropiadamente con víctimas de violencia de la comunidad LGBTI+ gracias a seguimiento de organizaciones LGBTI+ como Colectivo Unidad Color Rosa y la Asociación Feministra Trans. Soad explicó que últimamente las autoridades se abocan a las personas del colectivo para poder esclarecer e identificar si la persona era parte de la comunidad LGBTI+… y poder orientarse adecuadamente”. Sin embargo, la activista admite que la situación de violencia no deja de preocupar.
Grecia Ohara añadió que dentro de la institucionalidad hay gente que tiene un compromiso real con los derechos humanos, pero el problema es la estigmatización del movimiento LGBTI+. La activista explica que el gran obstáculo para los operadores de justicia y políticos que quieren apoyar el movimiento LGBTI+ es el miedo a ser despedidos o estigmatizados por el simple hecho de asociarse con la comunidad. Ohara explica que es increíble como en el mismo Congreso Nacional se han visto actos homofóbicos contra diputados, por su orientación sexual o apoyo, como es el caso de Víctor Grajeda –diputado de Libre abiertamente gay– quien fue insultado por su orientación sexual en el Congreso Nacional recientemente.
Las activistas resaltan que para poder promover los derechos de la comunidad LGBTI+ se tiene que desestigmatizar el movimiento y educar a la población que los intereses de la comunidad LGBTI+ va mucho más allá de la sexualidad, y que al final solo buscan conseguir derechos como cualquier otra comunidad.
Una Ley de Identidad de Género
Para concluir la discusión del Twitter Space, las activistas retomaron la discusión de la importancia de los diferentes procesos legislativos que la administración de Xiomara Castro prometió a la comunidad LGBTI+, resaltando específicamente los procedimientos alrededor de la expresión de género e identidad.
Como explicaron las activistas Grecia Ohara y Allyson Soad, la realidad es que los procedimientos de la Ley de Identidad de Género han sido desorganizados y confusos. Ohara, que ha trabajado en el proyecto de reforma conocido como La Reforma a la Ley y Reglamento del Registro Nacional desde 2019, explica que es fundamental tener una reforma y ley para el reconocimiento de las personas trans. La reforma asegura que personas trans puedan cambiar su nombre y expresión de género en registros públicos; pero Ohara resalta que solo es un proceso administrativo y es necesario una ley para poder blindar el proceso permanentemente.
«Las mujeres y hombres trans y la comunidad deben apostar no solamente por un proceso administrativo, sino que por un proceso que sea ley», explica Grecia Ohara.
La activista Allyson Soad añadió que la Ley de Identidad de Género es fundamental porque va a ayudar a romper todos esos «tabúes y barreras» que han limitado la comunidad trans por mucho tiempo. La activista también recalcó otros beneficios que la ley traería más allá de la expresión de género, como el acceso a una educación, trabajo y vivienda digna.
En general, este Twitter Space resaltó la compleja situación de la dinámica entre el nuevo Gobierno, el movimiento LGBTI+ y la sociedad Hondureña, al igual que el deseo de parte de la comunidad LGBTI+ por una representación justa y humana. Al final, la discusión concluyó con el deseo de unir metas y objetivos para apoyar las diferentes comunidades vulnerables en Honduras: «Para poder tener avances en materia de derechos humanos tenemos que estar unidos y unidas», concluyó Grecia Ohara.