Mayo fue un mes lleno de teatro en el centro de Tegucigalpa gracias a la Primera Muestra de Directoras en Centroamérica, actividad que contó con grupos teatrales de Guatemala, El Salvador y Nicaragua en la Casa del Teatro Memorias.
Texto: Persy Cabrera
Fotografías: Fernando Destephen
En la culminación de la Primera Muestra de Directoras en Centroamérica, fue el turno de Honduras de presentar Lo que ocurre dentro, una adaptación de la obra del dramaturgo español Sergio Rubio. Dirigida por Inma López, directora, actriz y productora en la Casa del Teatro Memorias, esta obra presenta la historia de dos policías que tienen la tarea de espiar a una misteriosa mujer en su apartamento y desde ahí la audiencia vivió el suspenso, comedia y enigmas de su trama.
El contexto hondureño policial no fue desaprovechado para hacer un comentario social en la adaptación de Lo que ocurre dentro. Inma López, en una entrevista brindada a Contracorriente antes del estreno de la pieza teatral, resaltó que esta obra se desarrolla en el marco del escándalo policial por corrupción en Honduras y del «secreto a voces» acerca del expresidente hondureño, Juan Orlando Hernández, quien fue extraditado hacia Estados Unidos por la acusación de tener nexos con el narcotráfico.
Además de este comentario acerca de la realidad hondureña, Lo que ocurre dentro también habla acerca de la personalidad del hondureño y su hombría. «En la psicología de los personajes no quería perder la oportunidad de retratar la masculinidad tóxica, que se siente superior física y mentalmente y que no quiere a nadie, sino que se obsesiona», comentó López sobre los protagonistas de esta historia, interpretados por José Recinos y Leo Banegas.
Si en la obra que se presentó la semana anterior, la adaptación de El Quijote de la Mancha dirigida por Mónica Ocampo de Nicaragua, se planteó un teatro que no respondía a su público, sino que se encargó de hacer preguntas, en esta ocasión López resaltó que Lo que ocurre dentro como parte del teatro contemporáneo es uno que «retrata y confronta» al espectador. Lo hace con humor negro y lenguaje vulgar, pero aprovechando el potencial de sus actores en sus picos dramáticos y exponiendo cómo el hombre hondureño se relaciona con las mujeres de una manera lamentable.
Este encuentro supuso una celebración: la de festejar la apertura de espacios para hacer teatro en Centroamérica liderados por las directoras de cada obra que se presentó en el «Memorias» en mayo. Para Inma López, uno de los retos de administrar una sala como la Casa del Teatro Memorias proviene de tener una programación de obras a lo largo del año, un trabajo que requiere constancia. «No ha sido fácil, ha tenido que pasar mucho tiempo para que nosotros pudiéramos tener una cantidad de público estable. No es una cosa de hoy para mañana», agregó López.
El resultado de la constancia del equipo del «Memorias» se tradujo en elogios de los grupos teatrales de El Salvador, Nicaragua y Guatemala hacia la audiencia que esta sala de teatro cultivó desde su escenario. A través de nueve años de existencia, diferentes historias, personajes, géneros dramáticos y emociones llegaron a la vida de los que estuvieron dispuestos a disfrutar del teatro en esta sala.
«Eduardo Espinoza (actor de Quiebraplata y Oscurana Teatro de Nicaragua) me decía “oye, tienen un público que está sentadito”. Y sí es verdad, es cierto, la gente se deja sorprender y viene a disfrutar del teatro», dice Inma para evidenciar la calidad del público de la Casa del Teatro Memorias.
Organizar una actividad como la Primera Muestra de Directoras en Centroamérica es un proyecto difícil de desarrollar. Contactar a los grupos teatrales y que haya disponibilidad, organizar el calendario de funciones, son solo algunos de los obstáculos, pero hay uno en particular que Inma resaltó y es la movilidad en Centroamérica: «Es complicada y sobre todo cuando tenemos grupos de teatro que traen su escenografía y utilería, vestuarios, o sea que siempre traen una carga bastante grande. Hay que organizar transportes y pasar fronteras», añadió López sobre coordinar este evento.
Por otra parte, a pesar de los intentos de Inma porque otros medios atendieran a la Primera Muestra de Directoras en Centroamérica, no hubo respuesta de ninguno:«Este año no ha sido fácil. Los medios de comunicación, excepto Contracorriente, no hicieron eco de esta actividad», aseveró López, quien además resaltó que el apoyo de la audiencia a través de las redes sociales fue crucial para el éxito de la actividad.
La crudeza de ser madre en El Salvador; el tono satírico y despliegue técnico importante desde Guatemala; la aventura, optimismo y cuestionamientos al público de Nicaragua; la comedia y comentario sobre la realidad hondureña, todas estas propuestas resumen un encuentro de alto impacto cultural que ocurrió en el centro de Tegucigalpa.
«Hemos mejorado bastante. Hemos aprendido más, porque tener una sala de teatro te enseña muchas cosas. Hemos cometido errores pero también tenemos aciertos y por eso seguimos aquí. El público hondureño demanda arte», concluye Inma López desde uno de los asientos del «Memorias».