Salvador Nasralla ha dirigido un programa de deportes por más de cuarenta años y ha sido candidato presidencial en tres ocasiones. En 2013 se estrenó en la política con su Partido Anticorrupción, y aunque siempre se definió como un hombre de centro derecha, en 2017 se alió con el Partido Libertad y Refundación, LIBRE. Para las elecciones de noviembre de este año aspiraba otra vez a la presidencia, pero en un giro inesperado, cedió su candidatura a una alianza con LIBRE, en la que ahora aspira a ser designado presidencial de Xiomara Castro.
Texto: María Celeste Maradiaga, Laura García y Allan Bu
Foto: Antonio Gutiérrez y Martín Cálix
Salvador Nasralla (68 años), quien acumula una trayectoria de más de 50 años en los medios de comunicación (40 de ellos como comentarista deportivo), ha aspirado tres veces a la presidencia de Honduras, en 2013, 2017 y ahora, en 2021. Sin embargo, en esta última ocasión ha decidido ceder su candidatura presidencial para acompañar la fórmula presidencial de Xiomara Castro, candidata presidencial del Partido Libertad y Refundación (LIBRE). Nasralla, que antes de unirse a LIBRE hizo una fuerte campaña para ser reconocido como candidato de centro derecha y provida, sorprendió al unirse a un partido con diferencias ideológicas sustanciales.
Antes de 2013, desde el set de televisión en el que hacía críticas mordaces al Gobierno, Nasralla mencionó en muchas ocasiones que no tenía intenciones de participar en política. Pero en las elecciones de 2013, el «Señor de la televisión», como también es conocido Nasralla, se unió a la carrera electoral fundando el Partido Anticorrupción (PAC), que como bien dice su nombre, enarbolaba la lucha contra los corruptos.
En 2017, ya despojado del PAC —que pasó a otras manos—, Nasralla encabezó una alianza formal con Libre y el Pinu-sd. En esa ocasión, la alianza iba ganando por cinco puntos porcentuales con el 57 % de las actas contabilizadas, pero al final, sin explicaciones lógicas, Nasralla acabó perdiendo esa segunda elección. Desde ese fraude electoral ha hecho duros señalamientos, entre ellos que en Estados Unidos no van a permitir que nadie de izquierda llegue al poder y que Manuel Zelaya «lo vendió» al Partido Nacional en las elecciones pasadas, entre otros.
Pero en política no hay amigos ni enemigos permanentes. Este año, después de cruzar varios ataques verbales con miembros de LIBRE, Nasralla —que fundó el Partido Salvador de Honduras (PSH) para buscar la presidencia—, en un evento inesperado declinó su intención de llegar a Casa Presidencial para unirse en un acuerdo político a la candidatura de Xiomara Castro, en la que ahora, de ganar, será el primer designado presidencial.
El pasado 13 de octubre en un hotel de Tegucigalpa, Nasralla al lado de Xiomara Castro dijo a la concurrencia: «Podemos asegurar hoy que seremos gobierno a partir del 27 de enero. Me siento muy honrado, tendremos por primera vez en Honduras a una mujer presidenta».
Como el período para hacer alianzas formales había terminado en mayo de este año, dos de los tres miembros de la fórmula de Xiomara Castro, que iban como designados, tuvieron que renunciar para darle paso a esta alianza «de hecho» que incluyó a Nasralla y a la actual diputada del Pinu-sd, Doris Gutiérrez.
La inesperada alianza hizo públicos acuerdos que otorgan a Nasralla y a Xiomara la potestad de nombrar el gabinete en caso de que esta unión resulte ganadora. Además, el ahora excandidato del PSH tendrá la posibilidad de proponer al presidente del Congreso Nacional, siempre y cuando sean mayoría en el Legislativo.
Elvin Hernández, sociólogo del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación de la Compañía de Jesús, (Eric-sj), dijo a Contra Corriente que este acuerdo no era esperado: «Es una acción que sorprendió a varios sectores. El Partido Nacional que era el más cómodo con el escenario electoral creo que ha reaccionado de la forma más violenta, especialmente su presidente y otros voceros. Me parece que no se lo esperaban».
Hernández añadió que hay un acuerdo pragmático para ir a las elecciones, lo cual se sustenta cuando se lee el documento redactado, pues en el mismo se mencionan tres temas que le interesan a los dos partidos ahora aliados. Estos son los puntos acordados: la lucha contra la corrupción, el fortalecimiento del Estado de Derecho y la necesidad de generar medidas para mejorar la economía.
Pero en esta alianza también hay desacuerdos en los planes de gobierno que no se han mencionado. Por ejemplo, LIBRE propone someter a consideración la despenalización del aborto por tres causales que son: riesgo para la vida de la mujer embarazada, cuando el feto no es viable y en caso que el embarazo resulte de una violación. Sin embargo, en una encuesta realizada por Contracorriente para conocer la posición de candidatos a elección popular frente a temas de realidad nacional, Nasralla afirmó estar en contra de la aprobación del aborto.
En esa misma encuesta, Nasralla fue interrogado acerca de su posición ante la demanda por aprobar el matrimonio entre personas de ambos sexos y manifestó estar en desacuerdo. LIBRE tiene en su plan de gobierno un capítulo orientado a las personas LGTBIQ+ en el que se propone una ley de protección que asegure la inclusión y el respeto a su identidad e integridad personal. En el plan de gobierno de Xiomara Castro también está la aprobación de una ley de identidad de género, para que las personas trans que quieran cambiar su nombre puedan hacerlo. Nasralla manifestó estar de acuerdo con la aprobación de esa ley, que daría lugar a la rectificación de los datos de toda persona cuya identidad de género no coincida con su sexo y nombre registral.
Más allá de los desencuentros que hay en los planes de gobierno de los partidos que conforman la alianza, Elvin Hernández, sociólogo del Eric-sj, consideró que esta unión da un impulso a los partidos que la integran dado que en las encuestas previas las figuras de Nasralla y Xiomara iban despegando y, al unirse, asumen un poco más de fuerza y generan un entusiasmo que no se tenía en el electorado.
«Hay un elemento que faltaba en este proceso electoral y este era generar entusiasmo en la ciudadanía, con la alianza se ha logrado. Había mucha inquietud en la base electoral de muchos partidos, pero especialmente en ese 42 % que según nuestros sondeos de opinión pública no tiene preferencia por ningún partido político», dijo Hernández.
Inestabilidad y confrontación
El «ingeniero», como le conocen sus compañeros en la TV, ha recibido muchos adjetivos calificativos de sus opositores: inestable es uno de los más recurrentes. Desde que finalizó su alianza con LIBRE en 2017, ha dicho en reiteradas ocasiones que se sintió traicionado. «Mel Zelaya me vendió a cambio de 70 millones y puestos para diputados y en el Consejo Nacional Electoral», dijo el 13 de agosto de 2021.
En una comparecencia en Vica Televisión, cuando ya había firmado el acuerdo con LIBRE, Nasralla fue cuestionado sobre las acusaciones que realizó —especialmente contra Mel Zelaya— en las que mencionó que el expresidente había asesinado personas. Rehuyó a contestar directamente sobre lo dicho, pero sí manifestó que el problema en Honduras no era de partidos.
«El problema es que hay un criminal que tiene controlados los tres poderes del Estado y contra eso la única manera es unirse» (Salvador Nasralla, designado presidencial de Libre).
«Cualquier cosa que se diga en el calor de una situación no tiene importancia hoy por los más caros intereses de la patria», dijo. Entre otras cosas, Nasralla siempre tildó a Libre como uno de los partidos tradicionales que existen en el país, incluso dijo que estaban en contubernio para evitar su triunfo.
De acuerdo con la mayoría de sondeos de opinión, Nasralla se perfilaba como la tercera fuerza de cara a las elecciones de noviembre de 2021. Para lograr esa masa de votantes, al «ingeniero» le sirvieron las más de cuatro décadas en televisión así como el descontento de la gente con los actores políticos, especialmente los que participan con los partidos Nacional y Liberal, los tradicionales del país.
El analista político Josué Murillo, en una plática realizada antes del anuncio de la alianza, le dijo a este medio que los grandes actos de corrupción del gobierno actual han generado un repudio ciudadano contra aquellos que violan la dignidad del pueblo: «Salvador Nasralla capitalizó al igual que otros políticos sobre ese sentimiento colectivo de que en Honduras no ha habido justicia y que a los políticos no se les toca ni con el pétalo de una rosa», afirmó el abogado.
Además, Murillo sostuvo: «Todos los que hemos crecido en Honduras, lo hemos hecho viendo a Nasralla, lo vemos como una figura familiar porque siempre ha estado ahí. No me extraña que su popularidad mediática le sirva para catapultarse nuevamente a la presidencia de la República, la cual él ganó el período pasado (elecciones 2017)».
El secretario de relaciones internacionales de LIBRE, Gerardo Torres, dijo que consideraba que a Nasralla le ha costado entender el escenario político hondureño. «Le cuesta entender estas lógicas de la política. Creo que las intenciones de él no son malas, pero esa emotividad hace que rompa las alianzas con quienes quieren trabajar con él», dijo Torres horas antes de que se anunciara el acuerdo político entre Salvador y Xiomara Castro.
En cuanto a la ideología del «ingeniero», Torres sostiene que desde que comenzó a participar en política se ha posicionado en el centro y como una opción de lucha contra la corrupción. «Es un discurso casi neutral. Es algo que lo puede asumir cualquier partido pero si tienen cola que les pisen o son un refrito del gobierno anterior, entonces ese discurso pierde valor», dijo.
En el 2013, Nasralla irrumpió con un marcado discurso anticorrupción. Fue novedad y logró fundar un partido que consiguió trece diputaciones en el Congreso Nacional. Siempre ha dicho que esas elecciones le fueron «robadas», pero según los resultados en la web del Consejo Nacional Electoral, en esos comicios quedó en cuarto lugar detrás de Juan Orlando Hernández, Xiomara Castro y Mauricio Villeda Bermúdez.
La diputada Doris Gutiérrez, quien antes de la alianza con LIBRE integraba la fórmula presidencial del PSH, dijo a Contracorriente que la franqueza con la que habla Nasralla ha molestado a muchos porque habla directo: «Él no está arropando las cosas, sino que las dice directo y eso molesta a muchas personas, pero creo que poco a poco ha ido captando como es la dinámica (de la política)», afirmó Gutiérrez, que ahora es designada presidencial con Xiomara.
Pese a que Salvador ha entrado en conflicto con varias figuras de su partido como Luis Redondo, Virgilio Padilla y el abogado René Adán Tomé (a quién expulsó de las filas del PSH), la diputada Gutiérrez dijo a este medio que no observaba en él una figura autoritaria: «En la presentación del plan de gobierno, por ejemplo, él hizo un comentario en donde todo el mundo se rió. Entonces, no es una persona tan vertical ni autoritaria», indicó.
Para la construcción de este perfil, Contracorriente intentó contactar al ingeniero Nasralla en diversas ocasiones, pero la solicitud de entrevista no fue atendida.
Un hombre de familia cristiana
Iroshka Elvir, esposa de Salvador y candidata a diputada por el PSH en Francisco Morazán, sí aceptó la entrevista solicitada por este medio, días antes de que Nasralla firmara la alianza. Durante la entrevista definió al candidato como alguien genuino, sincero, y que «se va de frente siempre». Y agregó que era un padre, esposo y hermano responsable.
«Se toma el tiempo para poder desayunar juntos o almorzar juntos, depende de la agenda de él, pero siempre procura tener un momento en familia», aseguró. Iroshka dijo que como familia son cristianos evangélicos y que está orgullosa de poder compartir el evangelio del amor, «porque al fin y al cabo, Jesús es amor».
En la encuesta que realizamos a Nasralla, este aseguró estar de acuerdo con que se imparta de forma obligatoria la clase de religión en las escuelas: «Sí, estoy de acuerdo, de alguna manera es necesario porque nuestro país no ha tenido la suficiente formación en los hogares, ante esa falencia está la educación religiosa».
El laicismo del Estado hondureño se establece en el artículo 77 de la Constitución de la república de 1982 en donde se garantiza el libre ejercicio de todas las religiones y cultos sin preeminencia alguna, siempre que no contravengan las leyes. En el mismo artículo se prohíbe a los ministros de distintas religiones ejercer cargos públicos o hacer propaganda política valiéndose para tal fin de las creencias religiosas del pueblo.
Desde el punto de vista jurídico un Estado laico no tiene religión o un credo en su Constitución, que es independiente de organizaciones religiosas las que no deberían tener influencia en la política del país. No obstante, durante el Gobierno de Juan Orlando Hernández se ha observado cómo el poder religioso ha influenciado las decisiones públicas.
Polémica en la legalidad de la Alianza
En múltiples ocasiones, el ingeniero Nasralla dijo a diferentes medios de comunicación, que la Unión Opositora Nacional de Honduras aglutinaba a al menos dos millones de votantes, pero que se estaba gestando un nuevo fraude para robarle las elecciones.
Sin embargo, para el abogado René Adán Tomé, miembro del PSH que debido a un conflicto con Nasralla fue retirado de su posición como apoderado legal del partido, lo menos que puede hacer la estructura del partido es «rechazar la alianza y reclamarle a Salvador por huir del PSH, reconociendo que no era cierto que tenía 2,3 millones de simpatizantes para ganar la presidencia de la República», según sus declaraciones para Radio América.
El abogado Tomé manifestó que la alianza de hecho firmada carece de legalidad porque Nasralla se desprendió de la candidatura presidencial de PSH para convertirse en militante de LIBRE. Apuntó que por el acuerdo político logrado él no puede continuar en su partido, «pero él no entiende eso, sino que cree que puede estar en LIBRE y ser presidente del PSH, sin embargo eso es una aberración jurídica».
“La posición de la estructura del partido es respetar la legalidad porque sus principios son de anticorrupción y de transparencia, pero cuando se están haciendo cosas oscuras, pues la estructura del PSH va por el camino de los recursos”, afirmó el abogado Tomé.
Añadió que si después de irse a LIBRE Nasralla quiere seguir en el PSH, se presentará un recurso ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) para que lo excluyan del partido y si la acción no procede entonces apelarán ante Tribunal de Justicia Electoral(TJE).
Y hablando de recursos, la presidenta del PAC, Marlene Alvarenga, realizó una impugnación contra la inscripción de Salvador Nasralla y Doris Gutiérrez en la fórmula presidencial que acompañará a Xiomara Castro. «Aquí en Honduras quieren pasar por encima de la ley y no lo voy a permitir. Presenté la solicitud de no inscripción y cancelación de candidaturas de la alianza porque la Ley Electoral postula prohibiciones bien explícitas, además el plazo ya caducó», dijo Alvarenga en su cuenta de Twitter.
Si Nasralla llegara a ser expulsado del PSH, sería la segunda institución política que es fundada por él que queda en otras manos. En 2015, la diputada Marlene Alvarenga, tras un fallo del Tribunal Supremo Electoral, se quedó con los sellos del PAC. Desde entonces, ambos personajes han cruzado ataques. En 2019, Alvarenga acusó a Nasralla de malversar 16 millones de lempiras de la deuda política. “Desaparecieron por arte de magia”, dijo la exdiputada.
De acuerdo con el reporte entregado a la Unidad de Financiamiento,Transparencia y Fiscalización de Partidos Políticos, para la campaña de 2017, Nasralla tuvo ingresos de 979,808 lempiras, que llegaron a su cuenta mediante contribuciones en efectivo y contribuciones en especie de personas jurídicas.
Sobre la legalidad de la alianza, la abogada Fátima Mena, candidata a diputada por el PSH en el departamento de Cortés, precisó en una entrevista con Contracorriente que el acuerdo es legal y no se está violentando ninguna norma: «Lo que pasa que es algo que no se esperaba el status quo. Obviamente la unidad entre Xiomara y Salvador garantiza la victoria este 28 de noviembre», manifestó la actual regidora en la Municipalidad de San Pedro Sula.
Agregó que el acuerdo está completamente dentro de la legalidad y se está ejerciendo un derecho civil y político a participar, pero lo más importante a su juicio es que la unidad responde a un mandato del pueblo: «Ni Salvador ni doña Doris participaron en las internas de este año, entonces no hay nada que la ley le prohiba o los inhabilite para poder consolidar esta unidad de hecho», dijo la abogada Mena. La Ley Electoral en el artículo 15, numeral 10, prohíbe la inscripción de candidatos a cualquier cargo de elección popular para las elecciones generales a personas que hayan participado o en el mismo período electoral.
El jueves 21 el Consejo Nacional Electoral confirmó la inscripción de Salvador y Doris Gutiérrez en la fórmula presidencial de LIBRE. La resolución se tomó por mayoría de votos, las consejeras Rixi Moncada (Libre) y Ana Paola Hall Partido Liberal) votaron a favor y el consejero presidente Kelvin Aguirre(Partido Nacional) lo hizo en contra.
Mena mencionó que el abogado Tomé se ha convertido en adversario de Salvador Nasralla, pero que el ingeniero cuenta con el respaldo de la militancia del PSH, «no de tres o cuatro que hacen ruido. El sábado se tuvo una reunión en Siguatepeque, en donde se felicitó al ingeniero y se acordó apoyar la unidad con Xiomara Castro».
Pese a lo argumentado por la abogada Mena, después del anuncio de la alianza «de hecho», el candidato a diputado por el PSH en Comayagua, David Madrid, renunció a su aspiración en claro desacuerdo con lo actuado por Nasralla.
En declaraciones para Televicentro, Madrid dijo que en su determinación influyeron dos cosas. La primera fue que el candidato de su partido no consideró la opinión de sus bases y estructura a nivel nacional para ceder la candidatura a Xiomara. La segunda, en un plano más personal, manifestó que su dignidad no le permitía cambiar de partido de un día para otro: «Pedir el voto un día por un candidato presidencial y al siguiente por otro. Comuniqué a Tegucigalpa mi posición, que no estaba de acuerdo, aunque respeto al Partido LIBRE, manifestó.
La alianza de hecho entre PSH y LIBRE, ha dejado muchos temas de discusión sobre la mesa. El sociólogo Elvin Hernández, nos dice que también en el acuerdo hay una negociación política y distribución del poder. «No hay ni una pizca de ingenuidad. En política, sabemos que no hay almuerzo gratis», sostiene.
«En la alianza no hay una pizca de ingenuidad. En política, sabemos que no hay almuerzo gratis» (Elvin Hernández, sociólogo del Eric-sj).
Además, indicó que la firma de un acuerdo donde hay distribución de poder, “le da certeza a sectores del PSH de sentir que no son tontos útiles para el proceso electoral, sino que están apostando por una fórmula ganadora donde también tienen un cuota de poder en ese próximo gobierno”.
Y es que muchos votantes habían puesto sus esperanzas en la candidatura de Nasralla. «Creo que es el único candidato que puede salvar a Honduras, ya que los anteriores candidatos no han estado, no han hecho nada», dijo Víctor López en el lanzamiento de campaña que realizó Salvador en San Pedro Sula.
Lo mismo opinó Manuel Vides, un liberal del departamento de Valle, quien se pasó a las filas del PSH cuando Luis Zelaya perdió las elecciones internas ante Yani Rosenthal. «Es la única alternativa que hay para lograr un cambio en el país. La gente está harta de tanto pícaro que llega al poder y con Salvador creemos que todo eso puede cambiar, es el único porque los otros tres que tienen opciones, son lo mismo de lo mismo», decía Vides.
«Salvador es la única opción que tenemos para cambiar este país, definitivamente hará cambios notables, quiere eliminar la corrupción y esa ha sido su bandera y por eso la gente lo sigue», nos dijo Mario Ramírez, otro seguidor de Nasralla.
El 31 de agosto de 2021 —día de su lanzamiento de campaña—, el ingeniero decía en una corta intervención para Contracorriente: «Esta es la gente trabajadora, que quiere el cambio y el único y verdadero cambio, que no tiene nada que ver con los tres partidos tradicionales, es el PSH y UNOH». Casi dos meses después y a poco más de un mes para las elecciones generales de noviembre, el «Señor de la televisión» se adhirió a la candidatura de Xiomara Castro, alianza que se ha dado, en un giro inesperado del proceso electoral.