Texto: Ana Irías
Fotografías: Martín Cálix
El pasado 12 de octubre Óscar Barrera (16) desapareció en la Entrada, Copán, al occidente de Honduras. No volvió de una cita que pactó con una chica por redes sociales, según sus familiares, la cita fue en el Parque El Orégano y ya no supieron nada de él después de eso.
Tras varios días de búsqueda su cuerpo fue encontrado en avanzado estado de descomposición en una reserva ubicada en La Entrada, el cadáver se encontraba flotando en un río Una mujer que realizaba la recolección de leña en ese lugar fue quien lo encontró.
En Honduras han desparecido 1.095 menores de edad entre 2016 y 2018, según datos de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol). En estos mismo años, el Ministerio Público ha realizado solamente cuatro investigaciones de desaparecimientos.
Los menores de edad en el país constituyen el 40 % de la población de los cuales un 70 % viven en condiciones de pobreza, muchos de ellos se ven forzados a realizar trabajos forzados en las calles de las principales ciudades del territorio nacional, de acuerdo con el informe Mapeo del Sistema de Protección de la Niñez en Honduras.
La percepción de inseguridad ha aumentado
El Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (IUDPAS) en su encuesta percepción ciudadana realizada en 2019, refleja que la inseguridad ocupa la segunda posición de importancia para la población hondureña ya que 35.7 % asegura que este es un problema en enfrenta Honduras aun hoy después de haber reducido la tasa de homicidios significativamente.
Lempira, el Paraíso, Francisco Morazán y Gracias a Dios encabezan los departamentos con mayor inseguridad. Según los encuestados la principal causa de la inseguridad es la situación económica que atraviesa el país con un porcentaje del 47.8 %, la cual se traduce en la falta de oportunidades, le sigue los problemas de corrupción que se han cometido en los últimos años con un 34.1 % y por último el crecimiento de las maras y pandillas con un 9.2 %.
Este documento ha evidenciado que la Percepción de inseguridad, es del 87.6%, revelando que los encuestados se sienten inseguros porque tienen sentimiento de temor, el 16.4% se sienten inseguros en sus viviendas y el 12.8% de los encuestados han sido víctima de algún tipo de delito en los últimos 12 meses, por otra parte, no hay confianza en las instituciones de seguridad y justicia un porcentaje del 32.8%.
Esta es una percepción general, pero cuando se habla de la situación de los Niños, Niñas y Adolescentes (NNA), la inseguridad se agudiza.
Para Wilmer Vásquez, coordinador de la Red de Instituciones por los Derechos de la Niñez (Coiproden), las desapariciones que en estos meses han tenido el foco de los medios de comunicación, tienen relación con el crimen organizado, «muchos niños que han desparecido son utilizados para la trata la explotación sexual comercial, la utilización de la pornografía, entre otros, que quiero decir con esto, que este no es un tema nuevo ya que es algo que ha venido ocurriendo desde hace décadas en el país», dijo.
Lo que ha llamado la atención de Vásquez es que en las últimas semanas las denuncias han sido realizadas por medio de las redes sociales, lo cual parece que «en este momento sucediera como parte de una estrategia para el actual gobierno, para alarmar a la sociedad y así entretenernos con estos temas y que esto desvíe la atención de otros temas que también están pasando en el país, los cuales tienen que ver con la corrupción, la impunidad, el narcotráfico y el Estado de derecho y sobre todo la crisis que se vive con la pandemia de Covid-19».
Para esta organización este peligro que acecha a los menores en el país es el resultado del descuido sistemático de la niñez y adolescencia ya que esta población no es una prioridad en la agenda de quienes gobiernan el país, es por esa razón que hasta los momentos no se ha activado una emergencia ante estos hechos, mucho menos una respuesta por parte del Ministerio Público y tampoco hay avances de las unidades de investigación de esta misma institución.
Migración infantil
El foro Daker Honduras sostiene que la principal causa de la migración de menores en el territorio es la violencia, la falta de oportunidades y el poco acceso al sistema educativo, es por esta razón que en el año 2019 se reportó que 10,915 niños y niñas se encontraban sin sus padres en la frontera de Estados Unidos. Según estos datos se aproxima que un 25 a 30 por ciento de los migrantes en las caravanas son jóvenes menores de 18 años.
Guadalupe Ruelas, Director de Casa Alianza en Honduras dice al respecto que la inoperancia del gobierno es la que expulsa de Honduras a los menores de edad «muchos jóvenes por su propia cuenta se van del país, ni la pandemia los ha detenido, al contrario, esto ha sumado a que más personas tengan que huir del país y esto será peor cuando se elimine el confinamiento porque aquí no hay oportunidades para los adultos, mucho menos para los menores».
El último informe del Observatorio Consular y Migratorio de Honduras hasta el 6 de septiembre de 2020, establece que 28 mil 881 hondureños fueron deportados, entre ellos 3 mil 371 menores de edad, el principal país con mayores números de la migración es Estados Unidos y en segundo lugar España.
Un estudio realizado por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales de Honduras, Flacso sostiene que la mayoría de estudiantes de secundaria en Honduras piensa o contempla emigrar tras graduarse, el 63 por ciento de estudiantes de último año de secundaria ven la migración como alternativa.
344 denuncias en lo que va del 2020
El portavoz de la Policía Nacional, Jair Meza informó que a la fecha esta institución ha recibido 344 denuncias por desaparición a menores de edad, de las cuales ya se han resuelto 288 y 56 continúan bajo investigación, asimismo expresó a Contracorriente que «los antecedentes investigativos que se han dado, en su mayoría las desapariciones, son por situaciones familiares y otros son auto secuestros de los mismos menores».
También asegura que muchos de los menores que desaparecen del país son sacados inmediatamente del territorio.
«Algunos están bajo la custodia de las autoridades mexicanas y norteamericanas, es por eso que el Instituto Hondureño de las Niñez y la Familia está trabajando para contactar a sus padres ya que estos menores han salido de manera irregular del país y no han avisado a sus padres de esta decisión, aunque otros han caído en manos del crimen organizado en este trayecto».
Meza aseguró que la Policía Nacional está trabajando a través de la prevención con diferentes programas en los que se capacitan a menores de edad, padres de familia, maestros para orientar a menores que no sean sujeto del crimen organizado «pero si un menor se extravía, como Policía Nacional no descansamos hasta recuperarlo, así como se ha visto en los últimos casos, donde los menores son recuperados».
Finalizó informando que esta institución está a la espera de la implementación de la Ley de Alerta Temprana AMBER, ya que es una herramienta muy importante para poder buscar e identificar a menores que desaparezcan con ayuda de los operadores de telefonía en varios países.
La alerta Amber es una iniciativa, que fue aprobada en 2015 por el Congreso Nacional mediante decreto legislativo 119-2015 y forma parte de un sistema internacional, conformado por diferentes instituciones como el Ministerio Público, el Dirección Nacional de Niñez y Familia (Dinaf), La Secretaría de Seguridad, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), entre otras.
Para activar esta alerta, primero se recibe el reporte de no localización de un menor de edad por medio del Sistema Nacional de Emergencias 911 y luego es trasladada a la Secretaría de Seguridad. Ante este reporte se deberá dar el nombre, edad, sexo y principales características del menor desaparecido y ya activada la Alerta se difundirá de forma masiva e inmediata, un formato único de datos con fotografía en todos los medios de comunicación disponibles (Mensajes por telefonía móvil, radio y televisión).
Edith Copland, Comisionada de Conatel relató que ya existe un protocolo para llevar a cabo esta alerta, «lo que hace falta es que cada institución realice la revisión de el reglamento de la alerta, que es lo que ha estado atrasando, son más de 12 instituciones al frente de este programa, así que hago un llamado a cada uno para que aceleremos el proceso y dar una respuesta pronta».
Trabajo Infantil
Según la Secretaría de Trabajo, más de medio millón de niños ejercen actividades laborales, el trabajo infantil es una realidad que muchos niños y adolescentes viven día a día y a esto le sumamos que los menores que realizan estas actividades son aislados completamente del sistema educativo y se teme que estos datos se multipliquen a causa del golpe económico que dejará la pandemia por Covid-19.
La Encuesta de Hogares Múltiples (EHPM) del Instituto Nacional de Estadística en Honduras, registra un total de 2, 638,421 menores de edades comprendidas entre los 5 y los 17 años. El 15.6% de estos niños, niñas y jóvenes trabaja (de los cuales, el 42% estudia y trabaja de forma simultánea y el 58% sólo trabaja); el 70.9% sólo estudia y el 13.4% ni estudia ni trabaja.
En el mes de Julio la Fiscalía de la Niñez desarrolló un foro virtual sobre la explotación laboral infantil donde la jefa de la Fiscalía de la Niñez enfatizó que «es permitido por nuestra legislación que los adolescentes puedan trabajar bajo condiciones establecidas por la ley que lo que buscan es proteger y dar seguridad a los niños».
El horario establecido por la ley de trabajo para los menores de 16 años es de cuatro a seis horas, mientras que los menores en edad entre 16 y 18 años, es de seis horas. La organización Internacional del trabajo en 2004 realizó diferentes investigaciones en las cuales se determinó que las peores formas de trabajo infantil son : En agricultura y comercio, en la producción del café, del melón, tabaco, en coheterías, en botaderos de basura, explotación sexual y el trabajo infantil doméstico en hogares aislados de sus familias.
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Hasta la fecha la familia de Oscar Barrera desconoce quién le arrebató la vida, por eso piden a las autoridades no finalizar la investigación hasta dar con el paradero del asesino o asesina, «porque con una mujer se fue a ver antes de que esto pasara», según testimonio de los familiares.
Este y otros hechos han alarmado a la población por la cantidad de menores desaparecidos como el caso de la menor Lizeth Cantillano de 16 años de edad desaparecida a inmediaciones del campo Motagua en Comayagüela, Tegucigalpa, o el de Ariela Aguilar de 10 años desaparecida en la colonia Fátima, casos reportados que no han tenido una respuesta rápida de las autoridades.