«En centros urbanos hay reducción de casos, pero el riesgo de un rebrote es enorme»: Dr. Marco Tulio Medina

Luego de casi 6 meses, Honduras sigue en estado de emergencia por la pandemia de COVID-19. Las medidas de confinamiento absoluto se han ido levantando de forma paulatina, a pesar de que los casos siguen subiendo de forma vertiginosa en todo el país. En entrevista con Contracorriente, el científico hondureño Marco Tulio Medina, miembro del equipo para el ensayo Solidaridad de la OMS en Honduras, advirtió que la vacuna podría llegar al país entre marzo y mayo de 2021. Además dijo que este ensayo probó que la hidroxicloroquina y el lopinavir no son tratamientos efectivos contra la enfermedad y que ante la poca capacidad para hacer pruebas, las zonas rurales de Honduras se encuentran en mayor riesgo de seguir aumentando en contagios. 

Texto: Allan Bu

Portada: Martín Cálix/ Foto de archivo

En Honduras, los primeros casos  de COVID-19 fueron anunciados por el gobierno, el 11 de marzo de 2020.  Han pasado casi 6 meses y 60 000 contagios  se han confirmado, mientras el confinamiento se ha ido flexibilizando, ya que se ha reactivado la economía gradualmente. Mientras tanto, no hay certeza sobre en qué fase está la pandemia en el país, especialistas afirman que el gobierno no está realizando las suficientes pruebas para determinarlo.

Al realizar menos pruebas, los contagios confirmados se han reducido, sin embargo, el jueves 27 de agosto fue el día con mayor cantidad de muertes al registrarse 56 decesos por COVID-19, según el Sistema Nacional de Riesgos (Sinager). Hasta el viernes 28 se contabilizaban 1827 muertes y 58 810 casos.

Para conocer más sobre el comportamiento de la pandemia después de 6 meses, Contracorriente consultó al científico hondureño Marco Tulio Medina (MT), exdecano de la facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Autónoma de Honduras (UNAH). El especialista en neurología también es miembro del equipo hondureño del estudio Solidaridad, impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este ensayo busca tratamientos efectivos contra la COVID-19.

Fotografía Presencia Universitaria

CC. Después de casi 6 meses que se detectó el primer caso en Honduras ¿En qué momento está la pandemia en nuestro país?

MT Como sabemos, al inicio los primeros focos fueron en San Pedro Sula y Tegucigalpa y la cuarentena inmediata, durante varias semanas, evitó que la progresión se acentuara de una manera brusca, pero la imposibilidad de que la mayoría de la población hondureña pudiera permanecer en cuarentena debido a los niveles de pobreza extrema, obligaron a las personas a salir para encontrar sus alimentos.

Aunque oficialmente había una cuarentena, desde el punto de vista no oficial, las personas empezaron  a salir al cabo del primer o segundo mes. Esto provocó brotes en muchos lugares, el primer epicentro de la epidemia fue San Pedro Sula y luego Tegucigalpa, después se dispersó el virus por todo el país.

CC. ¿Y en este momento cómo estamos?

MT En este momento uno de los problemas que tenemos para valorar cómo está la pandemia es la limitada cantidad de pruebas de PCR y sabemos que hay un importante subdiagnóstico de personas afectadas. No se tienen las pruebas o la respuesta de las mismas llega de manera tardía.

La forma indirecta como se ha podido valorar es con el número de pacientes hospitalizados graves o los pacientes que han muerto. Particularmente creo que el criterio más importante es el nivel de hospitalización, que se ha reducido en San Pedro Sula y Tegucigalpa, en esas zonas del país parece ser que la pandemia está en un descenso, no obstante, existe el riesgo, dada la reapertura de que podamos tener un rebrote.

CC. Ese subregistro del que habla, ¿ustedes tienen una estimación de cuánto podría ser?

MT Mire, eso representa algo así como el 0.5 % de la población hondureña. Estudios en otras partes del mundo como España o Chile, prácticamente plantean que esa cifra podría andar, eventualmente, hasta 5 veces más de la reportada oficialmente. Si incluimos los casos asintomáticos, los datos de la universidad apuntan a —y lo apuntaban desde hace algunos meses— que la pandemia para estas épocas, tendría que andar entre unos 200 000 o 300 000 hondureños que tienen la enfermedad, sobre todo en zonas que no tienen acceso a pruebas, hay muchos que no han tenido la posibilidad de hacerse una prueba.

CC. ¿Y en el resto del país cómo avanza la pandemia?

MT La circunstancias han sido un poco diferentes, para poner un ejemplo, en zonas aisladas del país como la Mosquitia o incluso Roatán, ha habido un problema serio por su dispersión rápida y sobre todo enGracias a Dios, con limitado apoyo de salud. Creo que en este momento Honduras se encuentra en unas circunstancias, sobre todo en los grandes centros urbanos, de reducción de la pandemia, pero con el riesgo enorme de tener un rebrote.

En los grandes centros urbanos, los datos indirectos, relacionados con saturamiento de las unidades de cuidados intensivos en los hospitales, que se ha reducido en las últimas semanas, implica que estamos en una fase de meseta o en una pequeña reducción del problema, pero corremos el riesgo de un rebrote si no seguimos medidas estrictas de salud pública.

CC. ¿Mencionar meseta es sinónimo de que la pandemia está en su pico y luego viene la reducción?

MT En este caso estamos hablando de una reducción. La palabra correcta sería una discreta reducción de la progresión de la enfermedad.

CC. ¿Pero esto solo en las ciudades que fueron epicentro al inicio?

MT En el resto del país tenemos muchas dudas de qué está pasando por la falta de datos. Casualmente, en los datos que han sido evaluados por la UNAH y el Departamento de Epidemiología, se observa que Cortés y Francisco Morazán, están en alto, pero Valle y Atlántida, tienen muchos casos y Gracias a Dios tiene cifras bastante importantes.

Y de las tasas de defunción, Gracias a Dios es la tercera con más defunción después de Cortés y Francisco Morazán.  Ahí ha sido bastante grave porque no hay posibilidades. Hay zonas del país en las cuales el nivel de saturación es bastante. Por ejemplo de alerta roja ha estado el hospital de La Paz (88 % de ocupación), el de Roatán, el de Tela (94 % de saturación) y en hospital San Francisco de Juticalpa (102 % de saturación). Hay un grupo de centros médicos saturados, tal vez en Tegucigalpa ha bajado, pero en otras partes no está tan bajo.

Estas cifras representan un subregistro por un específico factor y el limitado de pruebas de PCR; el limitado número de máquinas, los problemas relacionados con reactivos; el daño de algunos de estos equipos que no ha sido reparados y la limitación de los recursos humanos. Todo esto ha provocado que no tengamos el número de pruebas que se requieren para revisar con mayor certeza la evolución de la pandemia.

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CC. ¿Esta larga cuarentena ha servido o solamente ha dado una falsa percepción de control?

MT Claramente que ha servido para evitar un colapso total de un sistema de salud muy débil. Realmente ha evitado que Honduras entre en un caos desde el punto de vista de salud pública. Creo que la implementación de las zonas de triaje,  los hospitales intermedios donde se atiende de forma temporal a los pacientes y las brigadas, más que la población ha empezado a entender la necesidad del uso de medidas preventivas, han ayudado al control de la pandemia.

CC. ¿Se están tomando las medidas adecuadas o qué se debe hacer?

MT. Se debe de seguir implementando medidas a nivel del sistema de salud, que debe claramente fortalecerse. Debe haber una gran transparencia de los recursos, los materiales de bioseguridad deben tener una alta calidad porque ya vemos que ha muerto una gran cantidad de personal en el sistema de salud. También es crucial aumentar el número de pruebas y una vigilancia epidemiológica cuidadosa. 

CC. ¿Es posible la reinfección en personas que se reportaron como recuperadas?

MT Ha habido varios problemas de esta situación, particularmente en Hong Kong, Bélgica y Holanda. Aunque es raro esta condición, determina un factor que debe de pensarse que la inmunidad por el virus tal vez sea transitoria y que con esto tendrá que tomarse enormes consideraciones al momento de la aplicación de las vacunas y la necesidad de las personas que ya han sido infectadas sigan  tomando las precauciones correspondientes.

CC. Y del estudio Solidaridad de la OMS, ¿qué puede decirnos?

MT El estudio Solidaridad, es sumamente importante y Honduras ha venido participando con 5 hospitales. Ha brindando información científica muy relevante particularmente que la hidroxicloroquina y el lopinavir no son efectivos y seguirá dando datos valiosos. 

CC. ¿Honduras podrá acceder a la vacuna rápidamente una vez sea aprobada?

MT Está siendo valorada por  la OMS, dependiendo de los resultados de las vacunas que están más avanzadas (Oxford, Estados Unidos, 3 de China, Rusia), con base en ellos en qué momento se utilizarán, pero se estima que alrededor de marzo o mayo del próximo año. 

Estamos ante una pandemia cuya única alternativa son las medidas preventivas y un seguimiento epidemiológico cuidadoso.

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