Moda, postres u otras formas de resistir y emprender

En las redes sociales, podemos ver que cada día se suman más emprendedoras y emprendedores que buscan alternativas de subsistencia. A pesar de que nos encontramos en medio de la pandemia por la COVID-19 y una crisis económica profundizada por la misma, la creatividad y la resistencia no cesan. En este ocasión les presentamos a Sweetopia y a Sass, dos ejemplos de que se puede resistir, manifestar y emprender al mismo tiempo.

Explorando en las diferentes plataformas virtuales, encontramos a Sweetopia, un negocio dedicado a la fabricación de postres artesanales. Además del buen aspecto de sus creaciones nos llamó la atención la manera en que son presentadas, ya que los postres, además de deliciosos ingredientes, van cargados de humor crítico. 

Quisimos saber quiénes eran las personas encargadas de este interesante proyecto, sin embargo al comunicarnos a través de mensaje de texto, pidieron anonimato para contar su historia, «por razones de seguridad decidimos no publicar nuestros nombres, más que todo por los temas políticos de los posts, porque en nuestro país, por desgracia, el gobierno criminaliza a las personas que alzamos la voz en protesta de sus actos de corrupción». 

Sweetopia inicialmente se llamaba Homemade. La persona encargada de redes sociales nos comentó que las recetas vienen de su abuela, hace once años su madre comenzó el negocio con un postre que se volvió famoso en Tegucigalpa. «Somos mi hermana, mi mamá y yo trabajando juntas desde hace once años. Mi mamá comenzó vendiéndole su famoso pecan pie a un café de Tegucigalpa. Al pasar los meses seguía distribuyendo más postres a este café y luego le fue vendiendo a otros negocios y restaurantes», nos comentó la persona encargada de las redes sociales de Sweetopia.

Años después, en una reunión familiar donde conversaban sobre el futuro de su negocio, decidieron que querían llegar directo al consumidor final y poder darles una atención más personalizada. Entonces abrieron su página en facebook. «Nuestro community manager creó el nombre de Sweetopia y él se encargó de hacerlo famoso a través de su humor negro, en él incluía temas de política y de noticias actuales», nos comentó.

Entre los nombres de sus postres encontramos la torta Invest-h y en el texto que acompaña su fotografía se lee: «De cariño le decimos “el pastel diputado” porque se vende a cada rato» , otro texto dice: «La bautizamos como “la Torta Invest” porque todos quieren robarse una tajada». En Sweetopia además de encontrar exquisitos postres encontramos la manifestación de la empatía de las creadoras con la población indignada por la injusticia, el robo y la corrupción que impera en Honduras desde hace décadas y que en momentos duros, como esta crisis sanitaria, se agudiza.

En el mes de junio decidieron hacer este tipo de publicaciones, bautizaron a sus postres con nombres que expresan la inconformidad ante la incertidumbre por la llegada de los hospitales móviles al país y los actos de corrupción de parte de Invest-h. «Dentro de tanta mala noticia también quisimos buscar un poco de humor y sacarle una sonrisa a la gente, por medio de nuestros posts», explican. 

Sweetopia abrió una línea fit diversificándose con postres para personas que hacen dietas cetogénicas, libres de gluten y para diabéticos, se llama Fitopia. Hoy Sweetopia lleva casi siete años en las redes sociales, podés encontrarlas en su cuenta de Instagram Sweetopia. Están disponibles en Hugo y tienen pick up service.

También conversamos con Melany Hernández, propietaria de Sass boutique, una tienda que se especializa en la venta de ropa y que fue inaugurada hace seis años: «Sass comenzó en octubre de 2014, yo tenía veinticuatro años. Toda mi vida he trabajado. Desde que tengo siete años intentaba ayudar a mi papá en ciertas labores de su empresa, desde pegar sobres de empaque para entregas de mercancía, hasta contar productos, aunque en muchas ocasiones lo hiciera mal. Pero él me incentivaba a trabajar y me gustaba mucho». 

Primero se abrió la tienda en Tegucigalpa, pero ante la demanda de envíos a San Pedro Sula, Melany decidió abrir una sucursal por allá. «Cuando empezó la cuarentena cerramos las tiendas, y a pesar de la crisis cumplimos con todos los pagos a nuestras empleadas y empleados, por suerte teníamos fondos para hacerlo», nos comentó. 

Luego surgió la idea  de hacer las camisas con mensajes de «Feliz cumpleaños en cuarentena». En realidad Sass se ha dedicado a la compra y venta de ropa y accesorios , la producción de camisas es el negocio del hermano de Melany Hernández y en algún momento ella incursionó en esta actividad, sin embargo prefirió dedicarse de manera exclusiva a su tienda.

«Cuando empezó la crisis una clienta que quería hacer un regalo me preguntó que si todavía hacía de las camisas que yo le había vendido hace algunos años, entonces le pregunté a mi hermano que si me permitía ir a su negocio, que queda cerca de mi casa, y hacer la camisa, me dijo que sí y la hice. Le tomé una fotografía, la subí al Facebook y fue una locura porque muchísimas personas me escribían para hacer sus encargos. Y es que aún en medio de la crisis uno quiere agradar a los seres queridos con algún regalito», nos dijo Melany. Días después y a raíz de todas las irregularidades por parte del gobierno en relación a los fondos destinados a la pandemia por la COVID- 19, Melany decidió elaborar camisetas con el mensaje «¿Dónde está el dinero?», la consigna que se ha vuelto viral en redes sociales y también se ve reflejada en pintas en calles y puentes de las ciudades principales del país. 

Ella nos manifestó que como emprendedora, como madre y como ciudadana se siente inconforme e indignada ante la corrupción y la negligencia por parte de quienes nos gobiernan: «yo pienso que los hondureños y las hondureñas tenemos un miedo tremendo, y más que el miedo a una enfermedad es el miedo a las respuestas que nos dan las autoridades del país. No hay condiciones en el sistema de salud, por ejemplo, sabemos que si nos llegamos a enfermar no vamos a  tener ni siquiera oxígeno, no vamos a tener nada. Entonces bajo estas inconformidades surge el hecho de que uno también siente la necesidad de protestar, poner un granito de arena y hacer algo que haga ruido». 

Melany decidió regalarle camisas a amistades y a ciertos líderes políticos de la oposición, con el objetivo de que el mensaje llegara a todos los lugares posibles. Las subió con mucho miedo a las redes sociales de Sass y de manera inmediata la gente se manifestó con mucha emoción: «nunca tuve un comentario en mi contra ni en contra de las camisetas porque creo que somos muchas las personas que estamos conscientes de los conflictos que atravesamos por culpa de gobernantes corruptos». 

Melany, con ayuda de su papá y de su hermana, continúa realizando más diseños. «Al sol de hoy, mi papá pinta las camisas, él  se siente útil en ese sentido y me ayuda muchísimo porque realmente tienen una demanda increíble. Mi hermana, por su parte, me ayuda con los diseños, las ideas yo las pongo y ella me las ejecuta», finalizó Melany.
Podés pedir sus camisetas en la cuenta de Instagram de Sass .

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