COVID-19 llega a Honduras en medio de crisis sanitaria

«Evitemos la histeria y el pánico» fueron las palabras del presidente Juan Orlando Hernández, al finalizar la conferencia de prensa que se desarrolló el pasado 11 de marzo, en las instalaciones de la Comisión Permanente de Contingencias (COPECO), luego de confirmar que existen dos casos de coronavirus (COVID-19) en Honduras. Hoy, en el Congreso Nacional, se aprobó mediante decreto legislativo la Ley Especial de Aceleración Económica y Protección Social frente a los Efectos del Coronavirus COVID-19, que incluye el desembolso de 420 millones de dólares equivalentes a 10,500 millones de lempiras para la construcción de 94 centros hospitalarios y la adquisición de bienes y servicios para la denominada Red Pública de Servicios de Salud.

Ebal Díaz, ministro de la presidencia aseguró que esta emergencia se debe atender de manera inmediata y por esta razón se han aprobado estos decretos a favor de sostener la economía del país. Por su parte, la doctora Suyapa Figueroa, presidenta del Colegio Médico de Honduras afirmó que «el Congreso se comporta como una estructura criminal y que no les importa aprovecharse de una situación como la epidemia del coronavirus para aprobar desvíos de fondos públicos, para incentivar la terciarización de los servicios de salud como ya nosotros lo hemos denunciado».

Figueroa sostiene que el gobierno solo busca la privatización del sistema de salud: «Una cosa les digo a los diputados del Congreso Nacional, ¿ustedes creen que son inmortales? cuando hay una epidemia de estas, eso no admite fronteras, clases sociales y la vida les va a pasar la factura», finalizó Figueroa en una entrevista brindada al equipo de Contracorriente, tras la aprobación de esta ley que no fue socializada con el Colegio Médico de Honduras.

El COVID-19 es una enfermedad que ha afectado a más de cien países en el mundo. La cifra de personas contagiadas, hasta el momento, es de 127,863 siendo China el país más afectado a nivel mundial, según datos recopilados de la Universidad de Johns Hopkins. Sus principales síntomas son fiebre alta, tos seca, dolor de cabeza, dolor de garganta y dificultad para respirar.

Los dos primeros casos en Honduras corresponden a una mujer de 42 años de edad que se encuentra en estado de gestación, quien ingresó al país el 4 de marzo, en un vuelo procedente de España y el segundo caso se trata de una mujer de 37 años, quien ingresó al territorio el 5 de marzo vía aérea por el aeropuerto Ramón Villeda Morales de San Pedro Sula, en un vuelo procedente de Suiza.

En la pantalla de monitoreo de COPECO se aprecian los primero dos casos positivos por coronavirus, Tegucigalpa, 11 de marzo de 2020. Foto: Martín Cálix.

Ante esta emergencia, la Ministra de Salud, Alba Consuelo Flores, aseguró que se continúan realizando los protocolos de salud y que las pacientes se encuentran estables, mientras tanto la representante de la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), Piedad Huerta, afirmó que mediante la vigilancia epidemiológica se están identificando los posibles contactos de las personas contagiadas con el virus.

Minutos más tarde de la conferencia brindada por autoridades del gobierno de Honduras, la OMS declaró pandemia mundial y se declararon 7 casos sospechosos en las ciudades de Choluteca, Tegucigalpa e Intibucá, según las declaraciones de Edith Rodríguez, jefe del departamento de epidemiología de la Secretaría de Salud en el país.

Juan Orlando Hernández, presidente de la República y Gabriel Rubí, Ministro comisionado de COPECO dialogan al finalizar una conferencia de prensa donde se explicó que las instituciones están trabajando para responder a la crisis del COVID 19, Tegucigalpa, 11 de marzo de 2020. Foto: Martín Cálix.

Por medio de la página web: www.covid19honduras.org habilitada por el gobierno de la República, se ha informado que los centros asistenciales a la disposición ante el coronavirus en el país son: Hospital Roatán en Islas de la Bahía, Hospital de Especialidades San Felipe, Instituto Nacional Cardiopulmonar, en Francisco Morazán; Mario Catarino Rivas, en San Pedro Sula; Leonardo Martínez, en Puerto Cortés; El hospital General del Sur, en Choluteca.

Por otra parte, el Consejo de Ministros determinó decretar emergencia sanitaria en todo el territorio nacional, horas después de confirmarse los dos casos del virus en las dos principales ciudades del país. Por lo anterior, se han suspendido viajes a funcionarios públicos y se ha priorizado la realización de protocolos establecidos por la Secretaría de Salud a personas provenientes de China, Irán, España, Francia e Italia, entre otros. De igual manera, el gobierno ha recomendado a la población evitar viajes fuera del país y ha determinado suspender eventos musicales. Mientras tanto, los centros escolares cancelaron actividades por 14 y hasta 22 días, para evitar que el virus continúe propagándose.

Una empleada de aseo del Aeropuerto Internacional de Toncontín usa mascarilla como parte de las nuevas medidas que se cumplen de manera parcial en la principal terminal aérea hondureña, Tegucigalpa, 10 de marzo de 2020. Foto: Martín Cálix.

Los millones del COVID-19


Ante esta emergencia, la ministra de Finanzas, Rocío Tábora, afirmó a inicios de esta semana que se destinarán 640 millones de lempiras para contratación de personal, instalación de hospitales móviles, compra de respiradores especiales (de los cuales ya han comprado 90) y equipos de protección al equipo médico. Sin embargo, muchos médicos cuestionan este presupuesto ya que afirman que se debió hacer un plan de prevención antes que un desembolso de tal magnitud, ya que en los aeropuertos ni siquiera se han colocado cámaras para detectar el calor, y en el país no hay guantes ni mascarillas.

Pero mucho antes que se confirmaran los casos, justo el 10 de febrero de 2020, se publicó en el Diario Oficial la Gaceta un decreto de emergencia en el que se autorizó la cantidad de 110 millones de lempiras para combatir el dengue y la llegada del coronavirus al territorio hondureño. En Contracorriente solicitamos a la Secretaría de Finanzas el desglose de ambos presupuestos y respondieron diciendo que los publicarían en su página web, hasta el momento no se ha publicado y tampoco hemos recibido una respuesta oficial a nuestra solicitud.


Ayer, mediante iniciativa de ley en el Congreso Nacional aprobó la exoneración de impuesto a 14 laboratorios acreditados en Honduras que abastecen de materia prima para la fabricación de productos de alcohol-gel para combatir el COVID-19, esta exoneración tendrá vigencia a partir de la fecha hasta el 31 de diciembre del presente año, 2020.


Algunos economistas sostienen que la grave preocupación por la llegada del virus a tierras hondureñas se debe a que la economía de este país es dependiente de las actividades externas: «Debemos tener paciencia y tomar las medidas de prevención, ya que las actividades económicas que han sido canceladas tienen un gran impacto en la economía nacional, pero esta situación se debe sobrellevar ya que si este virus no se prolonga por mucho tiempo se puede dinamizar de manera inmediata la economía en el país», expresó el economista Renan Barahona.

Juliette Handal, propietaria de MC Compañía Farmacéutica, asegura que en Honduras hay falta de materia prima; no hay sanitizante, mascarillas y se estaría contando con estos productos hasta la próxima semana, de tener suerte. Handal además agregó que el gobierno debe abastecer de agua sobre todo a la ciudad capital donde se vive una crisis de escasez. Según el Instituto de Conservación Forestal (ICF) en los dos últimos años la sequía ha aumentado, afectando directamente la seguridad alimentaria, principalmente en el corredor seco.

Para enfrentar la crisis hoy se aprobó la Ley Especial de Aceleración Económica y Protección Social Frente a los Efectos del Coronavirus COVID-19. «La emergencia requiere medidas extraordinarias, lo importante es que con la red pública de salud vamos a lograr construir y generar empleos. Algunos hospitales van a estar listos en seis meses, otros en 12 meses y otros en 18 meses. El seguro social será parte de la administración de los nuevos hospitales. Este es un primer paquete, así que posiblemente volvamos», aseguró Ebal Díaz, ministro de la presidencia. Además, reafirmó que este decreto se ha aprobado a favor de sostener la economía del país, ya que se estarían generando 10 mil empleos solo en el sistema de salud, a través de contrataciones directas de empresas y de personal. Este tipo de modificaciones intentaron realizarlas antes con los decretos ejecutivos del año pasado, que conllevaron al país a una crisis de protestas por la educación y la salud.

El único parlamentario que usó mascarilla durante la sesión legislativa fue el diputado nacionalista Marco Handal, terminó quitándosela, Tegucigalpa, 13 de marzo de 2020. Foto: Martín Cálix.

Luis Redondo, diputado del Partido Innovación y Unidad-Social Demócrata (PINU) asegura que este es un negocio para sacar fondos, porque van a beneficiar al sector privado a través de fideicomisos de donde sacarán un porcentaje por el manejo de los fondos, «así que esta es una especie de privatización», concluyó el diputado.


Por otro lado, Doris Gutiérrez, también miembro de esta misma bancada y del Frente de Transparencia del Congreso Nacional, alertó al Colegio Médico, Colegio de Economistas y centrales obreras de la intención del gobierno de tercerizar el sistema de salud, y que con el desembolso de los 420 millones de dólares que implicaría la inversión en la construcción de estos hospitales se pone en riesgo el fondo de pensiones del Instituto Hondureño de Seguridad Social.


La contratación directa de empresas constructoras, la ejecución y manejo de estos fondos serán auditados por la iniciativa de transparencia e infraestructura (COST) y el Fondo Nacional de Convergencia (FONAC) junto con el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), algo a lo que la bancada del PINU se opone en totalidad.

La desconfianza en la aprobación de fondos de emergencia tiene antecedentes. El Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) ha presentado un total de 10 líneas de investigación en el sistema de salud, un total de 293 millones 557, 235 lempiras con 86 centavos en pérdidas entre los años 2015 y 2018, con una malversación de 426 millones 346 mil 925 lempiras con 79 centavos. En 2015, el desfalco al IHSS se calculó en 6 mil millones de lempiras de los cuales hasta 2018 solo se habían recuperado 19 millones.

El diputado por el Partido Libertad y Refundación, Fabricio Sandoval, levantó la mano para pedir su participación durante aproximadamente 45 minutos, su intervención fue interrumpida cuando se referiría al saqueo de las instituciones del Estado y al caso de Tony Hernández, Tegucigalpa, 13 de marzo de 2020. Foto: Martín Cálix.

Desde hace 10 años se ha intentado la privatización de todas las instituciones gubernamentales y el sector salud no es la excepción, el doctor Marco Girón, miembro del Colegio Médico de Honduras, dice que la intención del gobierno actual es entregarle el sistema de salud a la banca nacional: «así como ya se paga agua, luz, vamos a dar una cuota mensual para obtener el servicio de salud y esta crisis es una manera de aprovecharse para lograrlo».

En la actualidad, el presupuesto destinado para el sector salud este año es de 15 mil 880 millones, insuficiente para solventar la demanda que existe en los centros asistenciales ya que más de 1.5 millones de hondureños no tienen acceso al sistema sanitario del país, según datos proporcionados por el Centro de Estudios para la Democracia (CESPAD).

Problemas endémicos


Cada año, Honduras enfrenta (con mayor precariedad cada vez) el brote de dengue, que en 2019 cobró 180 vidas y 9 en lo que va de 2020, con un total de aproximadamente 112.708 enfermos registrados en el país y una inversión de 1.5 millones de lempiras con la cual no se ha podido combatir de manera efectiva esta enfermedad ni prevenir para que el brote del año que viene no sea peor.


La doctora epidemióloga Roxana Araujo, nos ha recordado que hace mucho tiempo los hospitales del país se encuentran saturados de pacientes, es por esa razón que aumentarán sus esfuerzos para lograr tener salas para los porcentajes de pacientes que podrían ser hospitalizados por el COVID-19. «Se ha confirmado que de la totalidad de casos a nivel mundial, el 80% desarrolla un cuadro clínico leve, un resfriado común o una gripe, los cuales han sido tratados de manera ambulatoria y solamente el 20% se ha hospitalizado, mientras que la tasa de mortalidad está entre el 2% y 4%», explicó Araujo para no alarmar sobre una saturación del sistema de salud.

El uso del gel desinfectante es una de las medidas recomendadas para prevenir el coronavirus, Tegucigalpa, 11 de marzo de 2020. Foto: Martín Cálix.

Referente a esta situación, empleados del Instituto Nacional Cardiopulmonar han informado a la población que el personal de atención no cuenta con el equipo médico e insumos necesarios, incluyendo el abastecimiento de agua en el centro asistencial, es por esta razón que exigen de manera inmediata la compra de todo el equipo necesario para garantizar la protección de sus empleados como de los pacientes. «En estos momentos en el país se vive una histeria colectiva porque los centros de salud no están preparados para contrarrestar el COVID-19 ya que se necesita un traje impermeable que tiene su gorro, mascarillas que tienen que ser obligatoriamente n95, guantes y botas especiales para el personal médico que atienda a los casos positivos. Hay que decirlo de la manera popular que esta enfermedad nos va agarrar al personal de salud y al gobierno con los calzones en la mano», agregó, por su parte, el doctor Girón del CMH.

Recomendaciones de la OMS


La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha girado recomendaciones ante la propagación del contagio del COVID-19. De igual manera, ha enfatizado que una persona puede contraer la COVID-19 por contacto con otra que esté infectada por el virus, que la enfermedad puede propagarse de persona a persona a través de las gotículas procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando alguien infectado tose o exhala. También señala que el coronavirus es de una familia de virus y que gran parte de ellos no son peligrosos y se pueden contrarrestar de forma eficaz, siguiendo cada una de las directrices de lavarse las manos constantemente, con agua y jabón (de no poder hacerlo que se utilice un gel antibacterial), evitar el contacto con personas ya contagiadas, que proteja sus ojos, nariz y boca, esto con una mascarilla o un pañuelo.

Ana Irías Author
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Directora de Contra Corriente Periodista, artista y documentalista. Amante del cine, la música y la literatura. Cofundadora de Contra Corriente.
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