Terminó la convocatoria al paro nacional demandando la derogación de varios decretos que declaran emergencia en el sector salud y educación y el diálogo al que llamó Juan Orlando Hernández fracasó, con la ausencia de los sectores demandantes mientras que la represión ya deja decenas de heridos en todo el país y varias arterias carreteras aun bloqueadas. Ya pasó alrededor de un mes desde que se inició el debate sobre la presunta privatización de los servicios de salud y educación a través de varios decretos ejecutivos, entre ellos los que declaran emergencia para el sector educación: el PCM016-2011, el PCM018 que prohíbe reuniones y tomas de centros educativos y los PCM26 y 27 para el sector salud donde nuevamente declara emergencia al sistema educativo y de salud para crear comisiones interventoras. Ese debate rápidamente salió a las calles por la negativa del gobierno de Hernández de derogar los decretos y abrir un diálogo sobre la reestructuración de estos dos sectores partiendo de la realidad de saqueo que ha venido sufriendo en la última década. No se había visto un paro de este tipo desde la crisis desatada tras las elecciones en las que Hernández se reeligió en medio de denuncias de fraude y a pesar de no ser permitida la reelección por la Constitución de la república.
Esta semana , las manifestaciones crecieron con el llamado a un paro nacional que ya suma 48 horas de protestas en las que ya se unieron estudiantes, enfermeras y grupos de resistencia contra el gobierno de Hernández. Para encender más la llama, en el Congreso Nacional los diputados de oposición realizaron una protesta que terminó en golpes porque se aprobaron varios contratos sin quorum, uno de ellos el aumento del techo de préstamo para la concesionaria del aeropuerto Palmerola y el contrato con la empresa Oracle para la ubicación de archivos del Registro Nacional de las Personas en una nube, servicios avanzados de migración y administración de datos y diligencias de consultoría y desarrollo por un monto de 7.6 millones de dólares. Y mientras los diputados se iban a los golpes en el Congreso Nacional, la policía nacional se enfrentaba con manifestantes y el presidente era noticia en los medios de comunicación internacionales por aparecer en una lista de personajes investigados por narcotráfico en Estados Unidos. Las protestas por la no privatización de la salud y educación terminaron en la consigna de la crisis postelectoral: la renuncia de Juan Orlando Hernández.
Estudiantes de Ciencias de la Salud se suman al Paro Cívico convocado por el Magisterio y Médicos en la ciudad de Tegucigalpa, 31 de mayo de 2019. Foto: Martín Cálix.
Algunas personas discuten frente a la Embajada de los Estados Unidos en Tegucigalpa, no logran ponerse de acuerdo: unos están en contra de la quema de llantas en la entrada de la sede diplomática y otros están a favor, 31 de mayo de 2019. Foto: Martín Cálix.
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Jóvenes sostienen una manta con la leyenda “La educación es la vacuna contra la ignorancia” durante las protestas del primer día del #ParoNacional. Foto: Fernando Silva
Muchas personas tuvieron que hacer varios kilómetros a pie debido al corte de carretera en la entrada desde el norte a Choluteca, 30 de mayo de 2019. Foto: Martín Cálix.
Un pick-up de la Empresa Energía Honduras (EEH) fue incendiado durante el primer día del Paro Cívico en Choluteca, el día anterior, otro vehículo de la misma empresa fue quemado en el centro de la ciudad, los altos costos de la energía eléctrica y el exceso de proyectos de generación de energía que afectan todo el departamento de Choluteca ha provocado un mayor repudio hacia la empresa de energía, 30 de mayo de 2019. Foto: Martín Cálix.
Quema de llantas impiden que camiones continúen su paso por la CA-5 Sur que conecta a Tegucigalpa con Choluteca, 30 de mayo de 2019. Foto: Martín Cálix.
Una mujer policía recoge los restos de lo que fue un enfrentamiento entre la Policía Nacional y manifestantes en el bulevar Fuerzas Armadas de Tegucigalpa, 31 de mayo de 2019. Foto: Martín Cálix.
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Dos jóvenes apilan neumáticos en la entrada del edificio de la Embajada de los Estados Unidos para ser quemados en ese mismo lugar, 31 de mayo de 2019 Foto: Martín Cálix.
Un joven encapuchado se cuelga de las cámaras de seguridad de la Embajada de los Estados Unidos, las que fueron arrancadas y quebradas por los manifestantes, 31 de mayo de 2019. Foto: Martín Cálix.
Un soldado del Ejército hondureño intenta mitigar las llamas en la entrada de la Embajada de los Estados Unidos con un extintor portátil. El Ejército fueron los primeros en llegar hasta la sede diplomática, 15 minutos más tarde llegaría el cuerpo de bomberos, 31 de mayo de 2019. Foto: Martín Cálix.
La sede diplomática más importante en Honduras, el edificio de la Embajada de los Estados Unidos en Tegucigalpa, no sufría un atentado de esta magnitud desde el 7 abril de 1988, cuando también fuera quemada, 31 de mayo de 2019. Foto: Martín Cálix.
Hombres caminan junto a una bandera amarrado a una varilla. Foto: Fernando Silva
Katherine Reyes (27), estudiante de sexto año de la carrera de medicina de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras personificó durante una de las marchas a las pacientes de las zonas más pobres del país, a las que atiende a diario. Foto: Fernando Silva
Una mujer adulta se tapa la cara del sol con una rama, durante las manifestaciones del primer día del #ParoNacional en Tegucigalpa. Foto: Fernando Silva