El concepto de diálogo en Honduras es usado cada vez que el país enfrenta una crisis política que pone en riesgo a un gobierno. En los últimos cuatro años la palabra diálogo ha sonado dos veces, impulsada por el gobierno de turno y la maquinaria mediática que lo rodea.
El primero fue en 2015, cuando las protestas de las antorchas ante el rechazo al desfalco del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) con manifestaciones multitudinarias a nivel nacional, generaron preocupación en el gobierno que dirige Juan Orlando Hernández, por lo tanto la demanda de instalación de una Comisión Internacional de Investigación como la CICIG de Guatemala fue punto de partida para la convocatoria de diálogo del gobierno.
Ese diálogo desmovilizó la protesta ciudadana y terminó con la instalación de la Misión de Apoyo contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH). Tres años después la palabra diálogo vuelve a sonar como propuesta gubernamental para controlar la indignación ciudadana, una indignación originada por las irregularidades del proceso electoral del 26 de noviembre del 2017, que dio partida a la continuidad de Hernández en el poder.
Luego de la experiencia del 2015, la población ya no cree en diálogos, sobre todo en diálogos propuestos desde un gobierno cuestionado por actos de corrupción. Por ahora el descrédito es grande y ante esa realidad los diversos sectores políticos opinan al respecto.
En nuestra sección El Polígrafo contrastamos los criterios que cada actor político tiene sobre el diálogo y las condiciones que ellos proponen.
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Juan Diego Zelaya, diputado y vocero del Partido Nacional: “El Partido Nacional está más que listo para iniciar el diálogo en aras de consolidar una ruta de paz para el país”
Discutible: El Partido Nacional sí está dispuesto a dialogar, pero el contenido del diálogo que propone no termina de convencer a los diversos sectores involucrados en el conflicto.
El punto de partida de la crisis post electoral en Honduras, que generó protestas e incluso asesinatos políticos fue producto de las irregularidades del proceso electoral con el factor determinante de la reelección inconstitucional de Juan Orlando Hernández.
Salvador Nasralla, excandidato de la Alianza de Oposición ha dicho que el Partido Nacional tiene doble moral, puesto que ante los medios dice que sí quiere dialogar, pero en la realidad no quiere aceptar un mediador internacional que, sobre la base de discusión del fraude, pueda concretar el encuentro.
Nasralla es del criterio que el punto toral de la crisis es el fraude, por lo tanto ese debe ser el único punto de discusión en la mesa de diálogo. Por otra parte el excandidato presidencial por el Partido Liberal, Luis Zelaya, manifestó que ellos siempre están a favor del diálogo, pero que en el momento en el que se encuentra el país se debe abordar directamente los factores que generaron la crisis política.
El Partido Nacional recalca, cada vez que puede, que ellos están dispuestos a dialoga siempre y cuando en la mesa del debate se incluya una investigación de la vinculación de maras y pandillas de las que afirman han hecho alianza con la oposición dirigida por Nasralla y Manuel Zelaya.
Por el momento se han realizado varios acercamientos entre sectores ligados al gobierno de Juan Orlando Hernández, entre ellos: algunas organizaciones de sociedad civil, por ejemplo la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) y Transparencia Internacional, asimismo lo han hecho las iglesias, representadas por la alta jerarquía de la iglesia católica y también la Confraternidad Evangélica.
También lo han hecho sectores productores, ganaderos y políticos, y los partidos pequeños. Todas estas estructuras han demostrado su apoyo a la candidatura de Hernández, tomando una postura de validación de las irregularidades generadas en el mes de noviembre del 2017.
Omar Rivera, representante de la ASJ, dijo que es urgente un diálogo que le apueste a implementar reformas al sistema electoral, en esa línea la iglesia le apuesta a un diálogo que toque además de temas electorales, aborde la necesidad de una integración de todos los sectores para construir gobernabilidad.
La dirigencia de la Alianza ha denunciado públicamente que esa propuesta de la sociedad civil y las iglesias no es un diálogo vinculante, sino una reunión entre amigos, quienes pretenden hacer un montaje de diálogo para validar el triunfo de Juan Orlando Hernández.
Salvador Nasralla: “El diálogo solo podrá desarrollarse con un mediador internacional y con el único punto de hablar sobre el fraude electoral como raíz de la crisis política”
Discutible: Nasralla sostiene que solo aceptarán el diálogo siempre y cuando sea vinculante, con medidadores internacionales y con el reconocimiento del fraude electoral, de lo contrario no aceptarán ninguna invitación.
Para el integrante de la Junta de Convocantes, Jorge Iyescas, esa postura dificulta las cosas, pues desde su perspectiva alguien tiene que ceder para que el diálogo se haga una realidad. Desde su óptica ni Juan Orlando Hernández quiere ceder para hablar sobre las elecciones, ni Nasralla sobre desistir de la presencia de mediadores internacionales.
“Los hondureños necesitamos dialogar y no solamente para hablar de fraude, sino para lograr reformas profundas en el sistema electoral”, dijo Iyescas.
La Organización de Naciones Unidas (ONU), envió respuesta a una solicitud de la Junta de Convocantes, para que ellos dirigieran las conversaciones en Honduras, pero la respuesta de la ONU fue que los hondureños y hondureñas deben intentar solventar sus problemas de forma interna, por lo tanto dejaron en manos de los actores nacionales la solución al conflicto.
Manuel Zelaya, coordinador de la Alianza de Oposición, aseguró en conferencia de prensa, que ellos no tienen motivos para dialogar, y que hacerlo en este momento sería validar el fraude que tiene en este momento a Hernández en el poder por cuatro años más.
Mientras tanto Luis Zelaya, presidente del Central Ejecutivo del Partido Liberal criticó directamente la propuesta de diálogo del Partido Nacional, el que se centra en sembrar más división y no en ver los temas torales de la actual crisis política.
Este lunes la Unión Europea presentó el informe de su visita al proceso electoral hondureño, el informe que consta de 15 sugerencias, se centra en la necesidad de reformar la ley electoral y pide a las partes involucradas iniciar un diálogo incluyente y vinculante.
De la misma forma, la Unión Europea manifestó que no tienen las suficientes pruebas para determinar que hubo fraude, en ese sentido afirmaron su apoyo diplomático al gobierno de Hernández.
Sobre ese informe Salvador Nasralla lamentó el papel de la Unión Europea, instancia de la que aseguró esperaba más, Nasralla dijo que el informe pretende fortalecer el gobierno de Hernández y no dar un espaldarazo a la voluntad popular expresada en las urnas.
Por ahora el diálogo sigue solo como propuesta de ambas partes, que piden sus condiciones para sentarse, mientras eso sucede, la crisis política sigue inmersa en asesinatos, presos políticos y en la ilegitimidad del gobierno de turno.