Para ser un personaje político hay que saber quedar bien, es decir, no desaprovechar cualquier oportunidad o espacio para ganar votos, aunque esto los obligue a fundamentarse en mentiras y hasta en la fe. Eso ocurrió en el foro político organizado por la Iglesia Vida Abundante, que dirige el pastor Evelio Reyes donde el gran ausente fue Juan Orlando Hernández, candidato a presidente por la reelección.
La Confraternidad Evangélica de Honduras abrió sus puertas a los políticos para escuchar sus propuestas y saber qué tanto se responden a sus dogmas religiosos. Sin perder el tiempo ni la oportunidad, los participantes aprovecharon la plataforma para postularse como sujetos temerosos de Dios, con principios éticos, morales y sobre todo devoción inquebrantable ante el poder divino.
Según un estudio de la organización Latinobarómetro sobre religiones en América Latina, en Honduras el 53% de las personas profesan la religión protestante y el 47% católica. Es por esto que es tan importante para los candidatos a cargos de elección popular llegar al discurso religioso, además de que ambas iglesias tienen frecuencias radiales y televisivas para hacer eco de ese discurso.
“Yo aseguro que no permitiré la pena de muerte, no aprobaré el aborto ni el matrimonio de personas del mismo sexo”, comenzó su discurso el presidenciable del Partido Liberal Luis Zelaya.
“Prometo orar a Dios para pedirle su luz, para que me de la paz y ser un buen gobernante que no le falle a las personas”, dijo el candidato de la Alianza Salvador Nasralla.
Por su parte el general Romeo Vásquez de Alianza Patriótica e Isaías Fonseca del FAPER arrancaron sus discursos bendiciendo al público y asegurando que su gobierno se fundamentaría en el respeto a los diez mandamientos bíblicos.
El foro solo incluyó una participación por candidato, un espacio de diez minutos cada uno. El primero en hacerlo fue Luis Zelaya quien dejó claro su pensamiento conservador que rechaza demandas del movimiento feminista y de la comunidad LGTBI. El candidato liberal fue breve en su comparecencia y afirmó que se puede construir un país distinto si se respeta la fe y se teme a Dios.
Mientras que el militar que dio golpe de Estado en 2009, Romeo Vásquez comenzó su discurso con la parábola de un anciano y de un pueblo que quitó la piedra la maldad para ser libre. “Debemos ser como el anciano que impulsó al pueblo a liberarse, en Honduras hay que vencer dos grandes pecados: la corrupción y el derramamiento de sangre”.
“Como soldado de la fe y del país, yo quiero construir una Honduras justa, de principios y valores de la moral y sobre todo de la fe en Dios, porque muchos dicen que debemos sacar a Dios de la política pero es uno de los principales errores, porque el temor a Dios nos hará diferentes, sino cumplimos con los mandamientos no podemos hacer lo terrenal”, culminó el exjefe de las Fuerzas Armadas.
“Honduras actualmente pasa momentos difíciles, con políticos excluyentes que han endurecido su corazón y lo apartaron del mandato de Dios. Honduras le pertenece a Cristo y no a los grupos de poder”, culminó Fonseca.
Mencionar a Dios en cada intervención era el objetivo de los participantes, su público era creyente y como buenos políticos tenían que quedar bien con ellos, bajo ese enfoque continuó Fonseca:
“Que Dios derrame bendiciones en cada uno de sus hogares, saludo a mi pastor Roger Rivera de la Iglesia Centro Cristiano de la cual nací y hasta el día de hoy soy miembro porque sigo con fe y convicción en este camino porque sin Dios nada somos”, arrancó diciendo.
“Honduras actualmente pasa momentos difíciles, con políticos excluyentes que han endurecido su corazón y lo apartaron del mandato de Dios. Honduras le pertenece a Cristo y no a los grupos de poder”, culminó.
El foro contó con promesas bíblicas pero no con propuestas coherentes sobre la realidad del país. El candidato de la Alianza, Salvador Nasralla no fue tan diferente a los demás e incluso se atrevió a citar un versículo de la Biblia.
“En Isaías 28 verso 4 dice que no todos los gobernantes son puestos por Dios, por eso digo que no es voluntad de Dios un fraude ni que un dictador se consolide en el poder sobre la voluntad del pueblo”. Nasralla manifestó su fe y dijo que es una tradición familiar, hasta recalcó que su familia fue promotora del evangelio hace cien años en el país.
“Si por gracia de Dios logro ser presidente prometo ser fiel a las leyes a la república, al pueblo, a las religiones. Prometo orar para pedir dirección sobre cómo gobernar”, dejó claro Nasralla.
Durante el foro faltó propuestas de país, esas que siguen ausentes de los discursos políticos a menos de un mes del proceso electoral.