
Tinta contra el dolor
Nora Padilla,de 55 años, fue diagnosticada con cáncer de mama en enero de 2019. Después de largos tratamientos, problemas económicos y mucho miedo, hoy ha decidido tatuarse un pezón en el lugar de su cicatriz. «Luego de seis quimioterapias y veinticinco radiaciones con el acompañamiento del Centro Contra el Cáncer Emma Romero de Callejas, hoy estoy viva», dice, mientras se dispone a comenzar el proceso de su tatuaje, que ella ve como un agradecimiento a la vida.