La reciente suspensión de una reunión extraordinaria de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) ha evidenciado las múltiples inconsistencias con las que la presidenta hondureña Xiomara Castro ha gestionado su presidencia pro tempore al frente del organismo, provocando dificultades para alcanzar acuerdos en temas clave e incluso impidiendo la coordinación para concretar reuniones entre los Estados miembros.
Texto: Mayra López
Fotografía: Archivo
El 26 de enero de 2025, Xiomara Castro, como presidenta pro tempore de la Celac, convocó con carácter urgente a una reunión extraordinaria de presidentes y jefes de Estado para abordar el conflicto entre Colombia y Estados Unidos provocado por los vuelos de deportación enviados desde el país norteamericano, que el presidente colombiano Gustavo Petro se negaba a recibir si no se cumplían ciertas condiciones.
Dos días después, Costa Rica, en respuesta a la citación, emitió un comunicado en donde argumentó que no se realizó el debido proceso de la convocatoria para una Reunión Extraordinaria de Presidentes y Jefes de Estado de la Celac.
El comunicado dice que «desea recordar que los Procedimientos para el funcionamiento orgánico de la Celac en su enunciado “Reunión Cumbre de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno” establece específicamente que estas cumbres podrán darse de forma extraordinaria “cuando la Presidencia Pro Tempore en consulta con los Estados Miembros lo determine”», y agrega que «para esta convocatoria, la presidencia pro tempore no ha realizado consulta alguna a los demás Estados miembros, por lo que la misma no es procedente».
Asimismo, el oficio hace mención que, de acuerdo con los procedimientos de la Celac, un Estado Miembro puede solicitar una reunión extraordinaria de ministros y ministras de relaciones exteriores, pero no una Cumbre de Jefes de Estado y Gobierno, como lo titularon en la convocatoria.
Adicionalmente, el comunicado menciona que «la nota PPT-001/2025 propone tres puntos de agenda (migración, medio ambiente y Unidad Latinoamericana y Caribeña) que no han sido discutidos, preparados ni consensuados por los Coordinadores Nacionales, lo que debe darse antes de que se lleve a cabo una reunión de cancilleres».
Costa Rica solicitó formalmente posponer la reunión por motivos procedimentales, y reiteró que, en vista de que se tiene una reunión de Coordinadores Nacionales prevista desde hace varias semanas para el 6 de febrero, se podían incluir en la agenda los temas adicionales que se consideren pertinentes.
Por otra parte, el 28 de enero de 2025, en una conferencia de prensa, Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México, habló acerca de dicha convocatoria a reunión, y aseguró que «nuestra posición siempre es la unidad de América Latina y el Caribe, es la historia de nuestro país y siempre vamos a buscar esa unidad. La Celac es un organismo que define sus posicionamientos por consenso; es difícil tener unanimidad cuando hay diferencias entre algunos países», concluyó la mandataria.
Contracorriente contactó a Gerardo Torres, vicecanciller de la Subsecretaría de Estado en el Despacho de Política Exterior, sobre el comunicado emitido por el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, Dirección General de Política Exterior de Costa Rica, y su respuesta fue que «sí se realizó el debido proceso para una reunión extraordinaria. Según Costa Rica no se dio el debido proceso, pero no quiere decir que no lo seguimos, el reglamento de la Celac dice que para una reunión urgente la presidenta pro tempore lo puede hacer con el apoyo de la troika, y la troika es Colombia que es el solicitante, entonces se sobreentiende que está de acuerdo, el proceso se cumplió», aseguró Torres.
Seguidamente, el vicecanciller aclaró por qué se había cancelado la reunión de la Celac: «Como el presidente de Colombia dijo que se había reparado el impasse, entonces ya no había tanta presión ni tantos motivos para convocar, y se decidió suspender y seguir la agenda de Celac, que tiene muchos otros puntos».
En lo que respecta a la participación de los países que pertenecen a la Celac, un total de 33 países miembros, el vicecanciller Torres aseguró que «quince mandaron a delegación, diez a nivel de presidentes y cinco de canciller. Tres países dijeron que no estaban de acuerdo de cómo se había hecho la convocatoria; en el caso de Costa Rica, ellos hicieron público un comunicado; Paraguay y Argentina dijeron que se hiciera la reunión y que ellos iban a acompañar la declaración, ellos no se opusieron formalmente a la reunión».
«No había propuesta de declaración, lo que había era una convocatoria para conocer la opinión de los Estados miembros en tres temas: migración, por la reforma migratoria que hizo el presidente Trump; medio ambiente, porque consideramos que nuestros Estados están altamente endeudados y necesitan estrategias para recoger estos fondos en el caso de que haya un desastre; y el tema de la unidad latinoamericana y caribeña, para expresar el apoyo y acompañamiento a Colombia y decirles al resto de países que así como les apoyamos a ellos, vamos a apoyar a los demás Estados», puntualizó Torres.
Sin embargo, esta no es la única vez que la presidencia pro tempore de Castro ha recibido críticas del resto de Estados miembros durante su periodo al frente de la Celac.
El 28 de junio de 2024, tras la publicación de un comunicado titulado «Declaración de Tegucigalpa», diez Estados miembros de la Celac se pronunciaron y pidieron a la presidenta pro tempore de Honduras que aclarara el documento emitido, dado que no era una posición oficial. Asimismo, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica, a través de un comunicado compartido por los países miembros, desconoció la iniciativa «Celac Social».
«El contenido de la llamada Declaración de Tegucigalpa no fue consultado con los Estados Miembros de la Celac, ni es un documento que deba entenderse como emanado de la Celac, ni representa la visión ni opinión consensuada del mecanismo Celac ni de sus Estados Miembros», finaliza el comunicado.
Graco Pérez, analista y experto en diplomacia, dijo a Contracorriente que «en el caso de la Celac, las decisiones deben ser tomadas por consenso y la presidencia de Honduras no ha manejado este consenso, la última situación en el caso de Colombia fue una solicitud del presidente Petro y Honduras inmediatamente respondió y convocó pero no siguió los procedimientos».
Pérez explicó que «un miembro puede solicitar, pero tiene que haber un consenso, porque no es la presidencia, o el que lo solicita, en este caso Colombia, son todos los países que la conforman quienes deben participar, por eso el malestar del resto de países. Costa Rica llamó precisamente a que se ejecutaran los procedimientos, pero cuando se canceló la reunión, Honduras mencionó que existía una oposición sistemática refiriéndose a esos países, pero realmente es que no se ha seguido el procedimiento».
«No es la primera ocasión que sucede; también hubo problemas cuando Honduras felicitó a nombre de la Celac la elección del señor Putin en Rusia, y ha sido reiterado que Honduras no ha manejado los procedimientos. Además de consensuar las reuniones, se debe de consensuar la agenda que se va a tomar», señaló el analista.
Seguidamente, se refirió a los temas de la agenda propuesta para la reunión de la Celac, y señaló que la inclusión de Haití y el medioambiente parecía innecesaria, ya que la solicitud inicial provenía de Colombia. Consideró que estos temas adicionales fueron incorporados para restarle importancia a la fricción entre Colombia y Estados Unidos por asuntos migratorios y que, en conjunto, estos errores han afectado negativamente a la presidencia de Honduras.
«Con un solo país que no haya sido consultado o que no haya estado de acuerdo, el consenso desaparece, tienen que estar todos los países miembros de acuerdo,. En segundo lugar, la troika es un primer paso, ellos deciden hacer las consultas, hay consenso en la troika y entonces buscan el consenso de los países miembros; ese es el procedimiento establecido, no es solo que la troika esté de acuerdo», detalló Graco.
El 3 de febrero de 2025, en Comayagua, Honduras, se llevó a cabo la Cumbre de Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN) de la Celac, con la participación de 27 países de manera presencial y 6 de forma virtual. El evento, que reunió a ministros de Agricultura y representantes de 12 organismos regionales e internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), destacó avances en políticas públicas frente al cambio climático, la erradicación del hambre y la reducción de la pobreza.
Gerardo Torres, vicecanciller hondureño, resaltó en redes sociales que Honduras, en la presidencia pro tempore de Celac, logró construir consensos unánimes en temas clave. Además, anunció el inicio de la transición del cargo a Colombia, cerrando un año de liderazgo bajo Xiomara Castro. Torres también confirmó en redes sociales que este 6 y 7 de febrero se realizará en San Pedro Sula la XI Reunión de Coordinadores Nacionales de la Celac.
Este evento contrasta con la reciente suspensión de la reunión extraordinaria, y es muestra de los impases que enfrenta la región para alcanzar acuerdos unánimes frente a la maquinaria de Trump y su nuevo orden en Estados Unidos.