Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Honduras es el segundo país con la mayor tasa de embarazos en adolescentes en América Latina. En ese contexto, y en el marco de la conmemoración del 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, la artista visual Patricia Toledo instaló en el Centro Cultural de España en Tegucigalpa (CCET) la exposición interactiva «Voces de niñas», un proyecto orientado a difundir las voces de las niñas y adolescentes, que interpela al Estado de Honduras por la ausencia de políticas integrales que prevengan el embarazo adolescente y garanticen los derechos de las niñeces y adolescencias a una vida plena, libre de abuso sexual y otras violencias.
Texto y fotos: María Eugenia Ramos
Las instalaciones del Centro Cultural de España en Tegucigalpa (CCET) albergan desde el 7 de marzo la exposición «Voces de niñas», una propuesta conceptual de la artista Patricia Toledo que tiene como objetivo visibilizar la situación de las niñas y adolescentes, en especial el abuso sexual y el alto índice de embarazo adolescente. La exposición, presentada en diversos formatos, contiene material audiovisual que ha sido traducido a lengua de señas hondureña (LESHO), y estará abierta al público hasta mayo del presente año.
Originaria de Santa Rosa de Copán, en el occidente de Honduras, Patricia Toledo se autodefine como «obrera del arte, narradora por vocación, autodidacta, educadora popular y feminista de oficio». Es por ello que la propuesta que fundamenta su exposición «Voces de niñas» la ha acompañado desde la década de los noventa, cuando comenzó a pintar y a exponer de manera independiente, porque siempre lo hizo pensando en las mujeres y en las niñas.
«Pienso que si los Estados invirtieran más en las niñas y fueran garantes de derechos, y comenzaran por garantizar sus derechos, todas las personas saldríamos beneficiadas. La primera desigualdad, incluso trauma, que tenemos los seres humanos, comienza al momento del nacimiento, cuando nos clasifican por sexo, porque ese sexo viene cargado de roles, esterotipos, dogmas», apunta Patricia.
Al consultarle sobre los objetivos de la exposición, explica que el primero es «vindicar toda la vida de las niñas y lo que ellas hacen, no solo en los espacios domésticos y privados, o en sus escuelas, sino también como activistas, que transgreden y transforman el mundo, que hacen cosas por la humanidad, con una conciencia tal vez inocente, pero muy comprometida».
«Por otro lado», agrega, «también busca recordarle al Estado de Honduras que tiene un compromiso, que su trabajo es garantizar los derechos humanos de todas las personas, especialmente de sus niñeces, y que en Honduras hay una deuda histórica con las niñas, porque por lo menos desde 2010 es pandémico el embarazo infantil. Es un problema de salud pública, y generalmente se señala a la niña, en lugar de que las personas que les corresponda tomen sus responsabilidades en el asunto».
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Una de las tres salas que comprende la exposición presenta estadísticas sobre embarazo infantil y adolescente tomadas de la Política de Primera Infancia y Niñez en Honduras, aprobada en 2024 y que estará vigente hasta 2033, según las cuales en el país, en 2019, el 29.9 % de las adolescentes de 15 a 19 años estaban embarazadas, con mayor incidencia en zonas rurales (28.3 %), en niñas del pueblo miskito (27. 4%) y en el quintil más pobre de la población (33.6 %).

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En esa misma sala están disponibles al público los audios de dos entrevistas hechas por la artista a Erika García y Laura Bohórquez, ambas del Centro de Derechos de Mujeres (CDM), disponibles también en LESHO para que las personas sordas puedan acceder al contenido de las entrevistas.
Explica Patricia que Erika García «le dio seguimiento a la Ley de Educación Sexual, que luego se convirtió en la Ley de Prevención de Embarazos en Adolescentes, que fue vetada por la presidenta en agosto de 2023; entonces la entrevisté para hablar de ese proceso, en donde también se rescata que en la Ley Especial de VIH-Sida de 2015, en el artículo 14, dice que es obligatoriedad de los centros educativos y todas las instituciones que tengan que ver con niñeces y adolescencias, garantizar una educación sexual que sea inclusiva y no discriminatoria».
La presidenta Xiomara Castro vetó en 2023 la Ley de Educación Integral de Prevención al Embarazo en Adolescentes en Honduras, que había sido aprobada ese mismo año y presentada como una de las «promesas cumplidas» del partido gobernante, Libertad y Refundación (Libre). La exposición incluye también una carta abierta a la sociedad y el Estado de Honduras, denunciando el grave retroceso que representa este veto, e instando a defender el derecho de las infancias y las adolescencias a acceder a una educación integral y a vivir libres de violencia.
La carta está disponible en las instalaciones del CCET en Tegucigalpa, para que toda persona que lo desee pueda firmarla. Se contempla que al cierre de la exposición, en mayo, se definirán los mecanismos para hacerla llegar a la presidenta Xiomara Castro.
En cuanto a la entrevista con Laura Bohórquez, Patty Toledo conversó con ella sobre las formas de violencia, las inequidades y desigualdades que enfrentan las mujeres. El audio de la entrevista finaliza con un llamado de Laura a las niñas para que «tengan amigas, que confíen en sus amigas, porque las que nos salvan son las amigas», nos cuenta Patty, y agrega: «Es un mensaje que calienta el alma, pero también evidencia todo el vacío del Estado, porque no es garante de derechos».
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En otra sala hay una cabina de grabación, con el rótulo «Las niñas que fuimos», donde se invita a las mujeres a que compartan, si así lo desean, la experiencia de la primera vez que sufrieron acoso sexual, con la intención de contribuir a que se deje de normalizar el acoso sexual, que en Honduras las niñas experimentan a edades muy tempranas.
El audio de estos testimonios, que serán anónimos, se puede escuchar luego con unos audífonos disponibles en otra parte de la sala. Los primeros seis testimonios, grabados por la propia artista y cinco mujeres más, están disponibles también en LESHO. Los testimonios que se recojan de mujeres y niñas pasarán a un archivo permanente que tiene Mujeres en las Artes, con el propósito de preservarlos.

En esa misma sala hay un altar con velas, inciensos, y un texto dedicado a las niñas que ya no están. Patricia nos cuenta que en este componente ella rinde homenaje a sus ancestras y ancestros, recuperando un relato de la cosmogonía del pueblo maya sobre el destino que tenían en el más allá los guerreros caídos en batalla y las mujeres muertas durante el parto. Esas almas, como las de las niñas muertas, regresan convertidas en mariposas; por eso el símbolo de la exposición son las mariposas.

Otro componente de la exposición es un mural con rostros de niñas racializadas: una garífuna, una lenca y una tolupán. También aparecen algunos datos sobre escolaridad y las condiciones de las escuelas en Honduras y Latinoamérica, que «son paupérrimas», dice Patricia. En esa misma sala también hay un mapamundi que tiene alrededor los rostros y una minibiografía de trece niñas de distintos países («trece también es un número importante en la cosmovisión maya», apunta la artista).

Muchas de estas niñas ya no lo son en la actualidad, pero en su momento desempeñaron un rol significativo en varios momentos de la historia. «Sus luchas», explica Patty, «no han sido para ellas mismas, sino para el mundo. Para que no se nos olvide que las niñas no solo están dentro de las casas y metidas en un cuaderno en la escuela, haciendo tareas o cuidando a sus hermanitos, sino que también están luchando por el mundo».
Entre estas niñas, Patricia ha incluido a la lideresa estudiantil hondureña Soad Ham, «que es la niña que asesinaron en estos años terribles que vivimos de dictadura reciente, cuando ella se atrevió a cuestionar a las autoridades de Educación y a exigir mejores condiciones, y la asesinaron por eso. Es nuestra niña eterna», refiere.
En el mismo espacio hay un gran rectángulo de color violeta, por ahora vacío, en el que se contempla exponer los resultados de cuatro talleres que la artista impartirá entre marzo y abril de 2025, en el marco de la exposición. Tres de estos talleres están dirigidos a niñas, y uno a niños, «para cuestionar todos estos estereotipos que tienen que ver con el género, y cuestionar esta falta de garantías y esta poca inversión que el Estado hace en garantizar los derechos de la niñez», explica Patricia.
Y agrega: «Si las niñas están de acuerdo, porque todo va a ser aquí con autorización de las niñas y los niños; si quieren exponer el resultado de su taller, lo pueden hacer».
La exposición, con todos sus componentes interactivos, estará abierta al público hasta el 10 de mayo de 2025.