Las críticas al actual Gobierno en las obras de artistas como Luis Barahona, más conocido como «Garabatos», y Ámbar Nicté, les llevó a enfrentarse a ataques masivos en redes sociales. Aunque no existe una censura directa, el trabajo artístico ha sido objeto de condicionamiento y de ataques, no solo de bots, sino también de personas reales organizadas para defender de cualquier forma las acciones de la presidenta Xiomara Castro y su Gobierno.
Texto y portada por Persy Cabrera
Hace unas semanas, Luis Barahona, más conocido por su nombre artístico, Garabatos, fue el objetivo de los ataques en redes sociales de funcionarios, exfuncionarios y cuentas que comparten el discurso del gobierno de la presidenta Xiomara Castro. Barahona es un artista hondureño con una experiencia de alrededor de 18 años como caricaturista. Algunos lo acusaron de ser «cooptado» por otro político, de ser machista o de ser un lobo disfrazado de oveja.
Se podrán robar los dibujos pero no las ideas, la caricatura hace énfasis en los que trabajan de verdad, sin la necesidad de andar cámaras atrás de ellos, algunos arriesgan sus propias vidas en favor de los demás, aún con pagos atrasados y mal valorados. pic.twitter.com/x4w358H7qf
— Luis Barahona (@GarabatoStudios) November 17, 2024
Estos ataques iniciaron tras la publicación de un cómic relacionado con la tormenta Sara, que en noviembre dejó numerosos daños en los departamentos de Colón, Atlántida y Yoro. Luis Barahona explicó que su intención era resaltar la labor de las personas que atienden a estas emergencias climáticas. Los reclamos que llegaron desde el oficialismo y personas afines a este fueron por manipular la caricatura, agregando a la original las figuras de la precandidata presidencial por Libre y actual ministra de Defensa, Rixi Moncada, y la presidenta Xiomara Castro.
En una entrevista con Contracorriente, Barahona explicó que inició su carrera en un medio deportivo de Honduras, y recordó que en ocasiones una caricatura podía ocasionar que algún director técnico de fútbol lo llamara diciendo que ya no iba a dar más entrevistas al medio. Ahora que se dedica a caricaturizar el ámbito político, la «pasión» con la que se vive la política en ciertos sectores, como lo describió él, resulta en un ambiente de desacreditación y ataques digitales.
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En agosto del 2023, el secretario de Planificación Estratégica del Gobierno, Ricardo Salgado, dijo a Contracorriente que contaban con alrededor de siete u ocho mil personas «que no son empleados, pero sí son militantes» y «tienen motivaciones, se les dan cursos de formación, se les prepara, se les da la línea, la marca, les decimos que se peguen a ella». Estas son las tropas digitales.
El mismo secretario de Planificación Estratégica publicó a mediados de noviembre de 2024 que «hasta la fecha: ningún medio, absolutamente ninguno ha recibido coacción de ningún tipo por parte de esta administración, ni se les ha pedido que cambien su línea editorial».
En ese sentido Barahona dijo que si bien es cierto no ha recibido ninguna llamada pidiéndole que le «baje» al tono de una caricatura, existe un condicionamiento «desde que vos publicás algo y automáticamente un grupo de choque digital, por decirlo así, empieza a decirte tarifado, que estás patrocinado por la Embajada (de Estados Unidos) o que estás patrocinado por otro grupo político».
«Todo el arte es político»
Algo similar ocurrió con la artista Ámbar Nicté, quien en septiembre publicó en las redes sociales de Contracorriente el cómic «El sonido de tu nombre», donde asoció sus recuerdos de una sobreviviente de intento de femicidio con los lamentos de las víctimas de violencia que siguen resonando en Honduras durante el gobierno de la presidenta Castro. Los comentarios de la publicación la tacharon de amarillista, machista y de incitar la violencia.
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En una entrevista para Contracorriente, Ámbar relató que este cómic fue motivado por la decepción que sintió tras la publicación de InsightCrime de un vídeo que data de 2013 durante la campaña presidencial de Xiomara Castro, en el que se puede ver a Carlos Zelaya, exdiputado y secretario del Congreso Nacional (CN) por el Partido Libertad y Refundación (Libre), conversando y negociando aportaciones de miles de dólares con narcotraficantes ahora enjuiciados y condenados en Estados Unidos. Todo esto, sumado a sus vivencias durante el golpe de Estado de 2009 y la persecución política que sufrió su familia, resultó en un cómic potente y crítico.
Para Ámbar «todo el arte es político» y también «lo personal es político». La procedencia de las reacciones a la publicación de este cómic le sorprendieron, pues ella vive en Guatemala, un país en el que «netcenter» es un término común en redes sociales. Los «netcenter» son definidos como «un grupo de personas pagadas para crear, manipular e incluso deshacer la reputación de una figura pública, institución o situación».
De acuerdo con Ámbar, mientras que en Guatemala las cuentas de los «netcenter» son bots, o sea cuentas automatizadas, en su caso, tras revisar algunas de las cuentas que respondieron a la publicación del cómic, concluyó que muchas de ellas parecían ser de personas reales.
¿Se cuenta solo lo malo? ¿Qué hacemos con el humor?
Un comentario recurrente contra los artistas que crean este tipo de contenido crítico es reprocharles que solo señalan lo malo que realizan los funcionarios, gobierno o militantes de los partidos políticos. Pero entonces, ¿sobre qué deben dibujar los artistas?
Para Luis Barahona, la caricatura es una herramienta para «esparcir una crítica o un pensamiento crítico del caricaturista», y añadió que «yo no estoy para resolver problemas, estoy para plantearlos». Así como la caricatura sirve para difundir una noticia, para él también es una forma de «hacer un momento de reflexión mediante el uso de un mensaje que al final te saca una sonrisa».
Según Darío Adanti, historietista argentino y cofundador de la revista satírica Mongolia, no hay un problema en cómo se utiliza el humor, sino cómo se ejerce la opinión. De acuerdo con él, a veces para opinar no se toma en cuenta una responsabilidad básica: la de informarse para tener una opinión informada.
Adanti recalcó que «en el contexto del humor como algo profesional, teatral, dibujado, escrito, es decir, lo que es el contexto de la ficción del humor, tenemos que permitirnos usar la imaginación como queramos, y como artistas y creadores no deberíamos tener límites».
La opinión de Adanti fue expresada en septiembre de 2023 en un XSpace organizado por Contracorriente, cuando se viralizó un video que contenía imágenes de una película sobre Adolf Hitler, utilizándolas como una parodia para criticar al Gobierno de Xiomara Castro.
En esa conversación, Adanti concluyó que entre la línea del debate y la difamación debe prevalecer la opinión responsable, y comprobar de dónde viene la información que circula en redes sociales y en el debate público. Para finalizar su participación, comparó el humor con una maceta para plantas, una que podemos usar para «poner una planta, o la puedes usar para tirarla por el balcón y darle en la cabeza a alguien».
Ámbar Nicté, por su parte, expresó que, como artista, ella dibuja y plasma sus reflexiones desde los hechos y situaciones que le atraviesan identificada como persona: «yo trabajo desde lo que me atraviesa», y que su motivación es contar historias desde su «realidad como [persona] queer racializada, centroamericana, hondureña y migrante», cosas que considera no se ven en el mainstream.
Lo difícil del arte, en sus propias palabras, radica en «volverse vulnerable y estar dispuesto a poner tanto las cosas feas como las cosas bonitas que uno está sintiendo».