Texto y fotografías: Fernando Destephen
En la calle de entrada a la comunidad de Guapinol, una patrulla de la Policía Nacional revisaba los carros que entraban. Frente a la iglesia católica del barrio El Centro,varios elementos de la Policía Militar del Orden Público (PMOP) y de la Policía Nacional resguardaban la iglesia, paseándose con sus fusiles, mientras un dron vigilaba desde lo alto. Ese día la iglesia estaba llena porque se celebraba la misa en honor a Juan López y Carlos Escaleras, ambos reconocidos como mártires defensores del medio ambiente en Honduras.
Al consultar por qué había presencia de policías y militares en una iglesia, 37 días después del asesinato del líder ambiental y regidor Juan López, el jefe regional de la Policía Nacional en Tocoa dijo que el despliegue policial fue solicitado por los Derechos Humanos a la Secretaría de Seguridad, sin especificar qué instancia hizo la solicitud. Una fuente de la Secretaría de Derechos Humanos (SEDH) confirmó a Contracorriente que el acompañamiento fue solicitado por ese ministerio debido a que en esos días se desarrollaba una reunión del Consejo Nacional de Protección en la ciudad de Tocoa. «La Policía debe hacer presencia acompañando a los beneficiarios del Mecanismo, en cualquier actividad pública, con la única finalidad de protegerlos», explicó la fuente.
«Le pedimos a Dios que haga justicia a la sangre de sus hijos, Juan López y Carlos Escaleras», dijo el obispo de la Diócesis de Trujillo, Jenry Ruiz, para luego pedir perdón en ese ritual de la misa por todo lo que ha pasado, por los conflictos de tierra, por la destrucción del Parque Carlos Escaleras, por todos los muertos. En coro, todos los presentes pidieron un perdón ajeno, por acciones que no han hecho y de las cuales han sido víctimas.
Carlos Escaleras y Juan López fueron asesinados con casi 27 años de diferencia, pero por la misma razón: denunciar y oponerse a poderosos intereses extractivistas.
«Hacer memoria agradecida de la vida de Carlos Alfonzo Escaleras Mejía es traer también la memoria de exigencia de justicia por el vil asesinato de Juan López. Justicia para el Parque Nacional Montaña de Botaderos Carlos Escaleras Mejía, para que reine la paz social en el pueblo de Tocoa y en el país», dice un comunicado leído en la misa por el padre Carlos Orellana, de la parroquia San Isidro Labrador. El comunicado pide también la adhesión de Honduras al Acuerdo de Escazú y la renuncia del alcalde de Tocoa, Adán Fúnez.
«No vayan a abandonar la lucha por la que Juan luchó. Venga lo que venga, pase lo que pase, como Juan decía, a echarle ganas, no es tiempo para callarnos, que el miedo no nos vaya a intimidar. Hay que seguir adelante como Juan quería», dijo Telma Peña, esposa de Juan López, antes de finalizar la misa.