El Gobierno de Xiomara Castro ha destinado más de 1,000 millones de lempiras a construir y reparar la infraestructura deportiva del país. Gran parte de la inversión se ha centrado en Tegucigalpa y ciudades de los departamentos de Cortés y Santa Bárbara. Aunque desde el Gobierno sostienen que la asignación de los fondos no depende del color político, la información oficial indica que la inversión es mucho mayor en los municipios afines al Partido Libertad y Refundación (Libre).
Texto: Allan Bu
Fotografía: Fernando Destephen
«Esto era un potrero», recuerda Eliseo, mientras su mirada recorre el remozado Estadio Aurora de San José de Colinas, un pintoresco pueblo de Santa Bárbara. «Ahora es una belleza», se emociona después. Y sí, la cancha está quedando muy bien, se le colocará grama artificial. El día de nuestra visita decenas de hombres trabajaban en la reparación de las graderías y la construcción de camerinos. La inversión en el viejo estadio sobrepasa los 16 millones de lempiras. Este es uno de los proyectos impulsados por el actual gobierno, que ha hecho de la inversión en infraestructura deportiva –sobre todo la requerida para el fútbol– uno de sus programas insignes.
En todo el territorio nacional, hasta mayo de 2024 estaban en ejecución 88 proyectos. Hay al menos uno en cada departamento del país. Sin embargo, el más beneficiado es Francisco Morazán, en donde solamente en Tegucigalpa hay 23 obras de infraestructura deportiva, mientras que en Talanga hay tres.
Durante el Gobierno de Libertad y Refundación, los fondos orientados al deporte crecieron exponencialmente. Se creó la Comisión Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Condepor) y desapareció la Comisión Nacional Pro Instalaciones Deportivas (Conapid). En el Presupuesto General de la República de 2024, la nueva institución, cuyo director es Mario Moncada (hermano de la candidata presidencial oficialista, Rixi Moncada), recibió 1,044 millones de lempiras, aunque según la página web de Honduras Inversiones actualmente tiene un presupuesto vigente de 1,277 millones de lempiras, de los cuales solo se ha ejecutado un 15.8 %, cuando apenas faltan cuatro meses para finalizar el año.
La pelea del Morazán
El pasado 23 de agosto de 2024, con voz pausada y usando lentes oscuros, la presidenta Xiomara Castro anunció la reapertura del Estadio Morazán en San Pedro Sula, en el norte de Honduras. La grama de este inmueble fue cambiada en su totalidad, sus graderías y camerinos fueron remozados. La inversión, que aún no está concluida, alcanzará los 45 millones de lempiras.
Nunca antes, hay que decirlo, un gobierno había invertido tales cifras en infraestructura deportiva, pero es necesario analizar si el objetivo de esta millonaria inversión —en un país donde hay necesidades más apremiantes— es realmente potenciar el deporte o atender otros propósitos, como llevar votos a las urnas para el partido de Gobierno en las próximas elecciones.
Esa tarde en San Pedro Sula, pese a que había amenaza de lluvia, la inauguración de la remodelación del estadio se convirtió en un mitin político en el que varios funcionarios de Gobierno hablaron de las bondades de la refundación. En las pausas, el encargado del sonido animaba a los asistentes al recinto deportivo para que celebraran los discursos con sonoros aplausos. La mayoría de estas personas llevaban camisetas rojas y algunas banderas del Partido Libre. Muchos eran empleados públicos y otros fueron convocados «para apoyar a la presidenta».
Bajo un cielo gris y una ligera llovizna, el evento, que duró un poco más de una hora, acabó con la quema de costosos fuegos artificiales, que siguieron al mensaje de la presidenta Castro pidiendo a la oposición unirse a su gestión para entregar a la niñez de Honduras más proyectos como el inaugurado. Pero fue más allá; cerró su discurso diciendo: «Hay mucho por hacer, estoy confiando que sea una mujer la que gobierne en el próximo período y que concluya estos proyectos».
Ese mensaje, que se puede interpretar como una forma de utilizar los recursos del Estado para hacer proselitismo político, hace alusión a Rixi Moncada, quien fue ministra de Finanzas en el actual gobierno, renunció en enero de este año para lanzarse como aspirante presidencial por el oficialismo, y el domingo, tras una semana caótica en el Gobierno, fue nombrada como ministra de Defensa.
En el Morazán, la presidenta pronunció un emotivo discurso acerca de la historia de ese estadio, recordando los momentos trágicos y las alegrías vividas en el recinto. Sin embargo, la selección nacional no ha jugado ahí en los últimos 20 años, pues en ese lapso solo disputó dos partidos ante Costa Rica, uno en 2004 y otro en 2017; ambos partidos fueron empates y el equipo nacional quedó eliminado de esos certámenes mundialistas. Fue en el Estadio Olímpico, también de San Pedro Sula, donde Honduras obtuvo la clasificación a Sudáfrica 2010 y Brasil 2014.
Este gobierno de Libre, el primero de izquierda en el país, podrá bregar bajo otra ideología y otra bandera, pero las formas de hacer política apenas se matizan. Pareciera que cada acto fuera pensado en función de las próximas elecciones. Por ejemplo, en la reapertura del Morazán no estuvo presente el alcalde sampedrano Roberto Contreras, antiguo aliado de Libre, quien ha sido acusado por el ministro de Condepor, Mario Moncada, de boicotear los trabajos de remodelación en este estadio.
Dos días después de la inauguración, el edil visitó la cancha. Se quejó de cómo estaba recibiendo el inmueble y contempló la posibilidad de que no se jugara el partido de Liga Nacional entre Olimpia y Real España, programado para el domingo. Ante las cámaras de los medios de comunicación, Contreras mostró puñados de maleza y afirmó, cual experto en la materia, que ahí no se podía jugar.
Ese mismo día, Contreras ordenó quitar una foto de Mario Moncada que había sido puesta en la entrada a los camerinos de los árbitros. «Pensé que iban a poner la foto de Chelato Uclés o de un hombre ilustre, pero de Mario “Machete”, ¡por favor! No tiene por qué venir a hacer política aquí, ¿acaso que con el dinero suyo se construyó esto? Esto se construyó con el billete que pagamos los sampedranos», manifestó el alcalde.
Moncada respondió con virulencia, denunciando que el alcalde había dañado a propósito el césped de 25 millones. «A saber qué le tiró a la cancha para que se vea así, porque no la entregamos así el viernes», afirmó el funcionario, y luego agregó que «el alcalde de San Pedro Sula siempre montó el boicot para que este proyecto no llegara a los sampedranos».
El pleito terminó con el sello de Roberto Contreras, pues al final el encuentro sí se jugó en el Morazán. En el desenlace, el alcalde apareció en un video difundido por sus redes agradeciendo la inversión del Gobierno en el estadio y presentando una foto de la presidenta en lugar de la de Mario Moncada.
Castro asiste con regularidad a las inauguraciones de complejos deportivos. En Roatán, Islas de la Bahía, durante el corte de cinta de una cancha multiusos, anunció la construcción de un estadio en ese municipio. Hubo algarabía en el público asistente, pero también críticas, pues 10 días antes se había quemado el único hospital público en la isla, y quizás los isleños esperaban medidas sobre esto. Finalmente, en junio se anunció la construcción de un hospital en Roatán, que estará listo en 2025, con una inversión de 47 millones de dólares.
¿Color político?
Uno de los discursos más repetidos en el actual gobierno es que la asignación de presupuestos, programas de ayuda y obras de infraestructura se realizan sin que prevalezca el color político. En la inauguración del complejo deportivo en Roatán, Moncada dijo que él ni siquiera le había preguntado al alcalde liberal Ron McNab su afiliación política, «así como lo ha ordenado usted», le dijo a la presidenta, quien estaba a un metro de distancia.
La aseveración de Moncada no es del todo cierta; hay matices que se deben mencionar. Los proyectos se han distribuido de la siguiente forma: Libre, 22 alcaldías beneficiadas; Partido Nacional, 16; y Partido Liberal, 12. Parece una distribución razonable, pero si revisamos la cantidad de municipalidades que gobierna cada partido, refleja una clara inclinación a favor de quienes están en línea con el partido de gobierno, que únicamente ganó 50 alcaldías, así que porcentualmente el 44 % de las mismas ha recibido un proyecto. Los nacionalistas ganaron 143, y solamente el 11 % tiene un proyecto de infraestructura orientado al deporte, mientras que en el Partido Liberal, que ganó 91 alcaldías, solo el 13 % han sido beneficiadas.
Un detalle, no necesariamente determinante, pero que llama la atención, es que Xiomara Castro ganó la casilla presidencial en 37 de las 50 alcaldías beneficiadas con proyectos de infraestructura deportiva.
Algunos de estos proyectos podrían responder a la influencia de algunos líderes de Libre, como es el caso de San José de Colinas, Santa Bárbara, el pintoresco pueblo en donde Amable de Jesús Hernández fue alcalde por cinco períodos consecutivos. Amable ahora es director del Instituto de Jubilaciones y Pensiones de Honduras (Injupemp), pero sigue siendo el líder en un pueblo que recibió 16 millones de lempiras para colocar grama artificial a la cancha, remodelar las gradas y construir camerinos. También en Santa Bárbara, en el municipio de Concepción del Sur, se construyó una cancha. Ahí el alcalde es Nelson Castellanos, presidente de la Asociación de Municipios de Honduras (Amhon) y hermano del diputado Sergio Castellanos.
En Colinas, la mayoría de personas están alegres con la inversión. «Ahora sí va a quedar bonito», repetía Eliseo, un funcionario municipal y también aficionado al fútbol, quien se encontraba en el Estadio Aurora, llamado así hasta ahora, pues este año el recinto pasará a llamarse Estadio Municipal Xiomara Castro. Nombrar sitios importantes con nombres de políticos es una costumbre tan antigua como penosa.
Por otro lado, Talanga, un pueblo de Francisco Morazán, ha recibido tres millonarios proyectos de infraestructura deportiva por alrededor de los 30 millones de lempiras. Este pequeño pueblo es la cuna de la familia Moncada, cuyos miembros ocupan importantes cargos en el Gobierno. Rixi fue ministra de Finanzas y ahora es ministra de Defensa y candidata presidencial, mientras que Mario y Óscar dirigen Condepor. Es difícil pensar que los tres proyectos en este pueblo son una casualidad. Aparte de Tegucigalpa y Catacamas —la tierra de los Zelaya—, es de los pocos municipios que cuentan con más de un proyecto.
La capital es el municipio con más obras en el país. Entre las obras que ya realizaron y las que están en construcción o ya aprobadas, ha recibido 22 proyectos, sin contar el cambio de grama del Estadio Nacional, que costó 32 millones de lempiras, y la reparación de una parte de la gradería, que desde hace unos años se encontraba en mal estado. El total de la inversión en ese inmueble alcanzará los 200 millones.
Por el cambio del engramillado del Nacional, el Ministerio Público (MP) abrió una investigación debido a una supuesta sobrevaloración de los costos. A Moncada le tomaron declaración, pero ese proceso iniciado en noviembre de 2022 ha quedado en el olvido después del cambio de autoridades en esa institución. Ahora, Condepor inauguró la cancha del Morazán por un costo similar al del Nacional, y anunció para el 2025 la construcción de otras dos canchas híbridas (que incluyen hierba artificial), que corresponden al estadio de La Ceiba y al Juan Ramón Brevé de Juticalpa, Olancho, la tierra de los Zelaya Castro. Moncada presume que en febrero del 2025 Honduras será el primer país con cuatro canchas híbridas en todo América Latina.
Otro detalle que refleja la inclinación de los presupuestos hacia las municipalidades regidas por Libre son los montos invertidos o que están por invertirse. Según información oficial enviada a este medio por Condepor, los fondos se han distribuido así:
Los alcaldes
La inversión en Tegucigalpa supera con creces la suma de lo invertido en los departamentos de Intibucá, Lempira, Ocotepeque, La Paz, Gracias a Dios, Atlántida, Yoro, Valle, Copán y Comayagua.
Contracorriente conversó con un alcalde nacionalista del occidente del país, quien desde el anonimato mencionó que los requisitos para lograr un proyecto de infraestructura deportiva son: tener un terreno de propiedad municipal, que cuente con servicios básicos, que haya una parte de fondos municipales y la firma de un convenio. Parece un camino simple, pero no lo es.
Desde la corporación que dirige hicieron la solicitud de una cancha multiusos cumpliendo todos los requisitos mencionados, pero sencillamente «no le hicieron caso», dice. Sostiene que incluso buscó a un regidor del partido de gobierno y otro militante de Libre para que sirvieran de intermediarios, pero ni de esa forma le hicieron caso. «Ni a los de Libre han ayudado en este departamento», dijo.
Otro edil, que llegó a la silla bajo la bandera del Partido Liberal, contó que también ha hecho reiteradas solicitudes para proyectos en su municipio, pero que hasta el momento no ha tenido respuesta. «Al inicio de la administración sí me comuniqué con el ministro Mario Moncada, hice solicitud de uniformes y pelotas, pero no dio respuesta. También pedimos mejoras al estadio, pero después ellos [el oficialismo] a los alcaldes liberales los vieron con mucho sesgo político. Se han hecho las gestiones y no hubo respuesta», dijo.
Para rematar, manifestó que ciertos alcaldes del occidente aparecieron en una foto con el ahora candidato liberal Jorge Cálix, y esto ha sido como un portazo para los protagonistas de la foto. No hay quien reciba sus solicitudes en la administración central.
Al alcalde nacionalista le preguntamos si él creía que la selección de los municipios para proyectos se hacía con base en color político. En respuesta, nos envió un video donde aparece el director nacional de Parques y Recreación, Cecilio Cruz, quien se encontraba en una comunidad de Ocotepeque, evaluando la realización de un proyecto. En el video, Cruz sostiene que solo van a trabajar con los alcaldes liberales y de Libre. «Hay algo que le voy a decir, y no es que sea obcecado político, pero estamos trabajando solo con los alcaldes liberales y de Libre. Si queda algún chingaste por ahí, se lo vamos a dar a los del Partido Nacional», dice el dirigente, que es de filiación liberal, pero funcionario en el actual Gobierno.
Para Aníbal Cálix, exdiputado al Congreso Nacional y dirigente del béisbol menor en San Pedro Sula, es difícil considerar que la millonaria inversión realizada por el Gobierno tiene como objetivo mejorar la práctica del deporte. «Cuando querés mejorar el deporte, tenés que hacer una inversión integral. Ahora solo estamos viendo inversión en infraestructura deportiva y en los centros que presentan un caudal electoral mayor, ni siquiera en función de aquellos lugares donde una infraestructura deportiva te puede causar impacto», dijo.
Puntualizó que la inversión está enfocada en infraestructura para jugar fútbol. Agregó que podría ser diferente si para determinar dónde construir los proyectos se tomaran en cuenta factores como que en la costa norte está el mejor biotipo para el atletismo, o que en El Triunfo, Choluteca, está la mayor cantidad de jugadores de béisbol de Honduras. «Si las inversiones fueran de esta naturaleza, uno puede decir, “sí se está invirtiendo en función de mejorar el deporte”, pero lo que se ha hecho hasta ahora se mira como una inversión para poder ganar votos», manifestó.
Cálix también criticó que se está invirtiendo en instalaciones utilizadas para actividad por profesionales, aunque no especificó si hacía referencia a los estadios. «Los profesionales cobran por jugar y sus equipos cobran para que los vayan a ver, deberían ser los últimos en recibir ayuda gubernamental. Ahí ves que el objetivo es netamente electoral», afirmó.
Inversiones en otros deportes
En Honduras, el deporte más popular es el fútbol, y también es el que cuenta con mayores y mejores instalaciones. Por eso, el exdiputado Aníbal Cálix califica de «lastimoso» que sea la infraestructura para la práctica del fútbol la que se está fortaleciendo en la mayor parte de los proyectos gestionados por Condepor.
Para hablar sobre los proyectos de Condepor y la metodología que se utiliza para determinar su viabilidad, Contracorriente contactó a Mario Moncada, quien pidió un cuestionario escrito que, al momento de publicar esta nota, aún no había devuelto con sus respuestas.
En el portal de Transparencia aparece un informe sobre la ejecución del plan operativo anual en el que se menciona la creación de la Escuela de Iniciación Deportiva de Condepor, «en donde se realizan prácticas recurrentes y se realizan pruebas técnicas para evaluar y desarrollar el nivel competitivo de los y las involucradas», se dice. Sin embargo, en el informe no aparecen cifras del alcance de dicha escuela.
Se menciona, además, un programa para dotar de indumentaria deportiva a los atletas que asisten a la escuela de Condepor. Otro punto importante es que se contempla la subvención para deportistas o atletas de alto rendimiento que representen al país, pero tampoco aparecen datos al respecto.
Aníbal Cálix sostiene que al ser Mario Moncada un exárbitro de fútbol, su visión está enfocada en este deporte. Por ejemplo, sostiene que ha pasado desapercibido el hecho de que Mauricio Dubón, pelotero de los Astros de Houston, sea el primer hondureño en llegar a la MLB. «A pesar de que tenemos por primera vez un hondureño jugando en grandes ligas, no se le ha sacado el provecho que se le puede sacar a una situación de esas», lamentó.
El excongresista sostuvo que en nuestro país el deporte debe verse como una herramienta de movilidad social, pues a través de su práctica los atletas pueden salir de Honduras por medio de becas para continuar con su preparación, «como lo hacen muchos países», sin olvidar a quienes consiguen un alto rendimiento y llegan a jugar en grandes ligas o escenarios. «Hasta este momento, los esfuerzos que han hecho los Gobiernos, en mi opinión, son bien aislados, son desde el desconocimiento del deporte», manifestó.
«Vemos cómo algunos [gobiernos] invierten en infraestructura porque es lo que más se ve, pero los entrenadores no están capacitados, los atletas no tienen los implementos necesarios, en los torneos no se tiene el apoyo; así cualquier esfuerzo en infraestructura será infructuoso, porque las otras partes que son importantes no se están apoyando», señaló el exdiputado por el Partido Salvador de Honduras.
La delegación de Honduras en los Juegos Olímpicos de París 2024 refleja que los avances del deporte todavía no son visibles. De nuestro país apenas asistieron cuatro atletas a la justa olímpica, solo por delante de Belice, que solo fue representado por un deportista. Guatemala tuvo la mayor delegación, con 16 atletas; El Salvador y Panamá llevaron ocho; Nicaragua siete y Costa Rica seis. Panamá y Guatemala obtuvieron una medalla de plata. Honduras nunca ha ganado una medalla en los Juegos Olímpicos.
Cálix insiste en que la inversión en el deporte pregonada por el Gobierno de Xiomara Castro poco o nada se ha extendido a otras disciplinas: «En el fútbol sí, creo que también ahí se debe decir que nunca se había hecho una inversión así, pero los demás deportes están igual que estaban antes, si no peor», concluyó.