El 3 de octubre de 2022, Inma López se incorporó como la nueva directora de la Escuela Nacional de Arte Dramático (ENAD), instituto fundado en 1976 que funciona como la «única institución estatal dedicada a la formación de profesionales del teatro en el nivel medio». López compartió con Contracorriente las dificultades y logros de estar al frente de este centro de formación y también lo que ha vivido en el escenario teatral hondureño desde que cofundó junto a Tito Ochoa la Casa del Teatro Memorias.
Texto: Persy Cabrera
Fotografías: Fernando Destephen
Otros medios de comunicación ya decidieron en el pasado entrevistar a Inma López, actriz, productora, cofundadora de la Casa del Teatro Memorias y directora de la Escuela Nacional de Arte Dramático (ENAD), y al tenerla de frente, a una mujer con una trayectoria de 25 años en la escena teatral, decidieron preguntarle «¿qué es lo más atrevido que has hecho en el teatro?», «Sabemos que tuvo su primer vehículo hasta que vino a Honduras. ¿Es cierto?», «¿Se le hizo difícil acostumbrarse a la sazón de la comida catracha?».
En octubre del año pasado Inma fue nombrada como directora de la ENAD y desde entonces se embarcó en una tarea con muchos retos, uno de ellos es el de renovar las instalaciones de la escuela — que está ubicada en la colonia San Ángel — y por otra parte, buscar alianzas y estrategias para formar y profesionalizar a la próxima generación de actores y actrices.
Inma es originaria de Granada, España y llegó a Honduras en 2009 junto al director de teatro y esposo, Tito Ochoa, aquí construyó junto a él una casa para el teatro en el barrio La Plazuela de Tegucigalpa, la Casa del Teatro Memorias.
Para esta entrevista, Inma nos lleva al patio de la ENAD, «lo hemos arreglado con manos, uñas y dientes» nos dice y se sienta en una banca para responder las preguntas que esta vez esperamos estén a la altura de su trayectoria y entrega en la escena teatral hondureña.
Contracorriente (CC): ¿En qué estado encontró la ENAD?
Inma López (IL): La verdad es que el anterior gobierno [gobierno de Juan Orlando Hernández] tenía la escuela en un estado — en cuanto a mantenimiento — de total dejadez, no le invirtieron nada. Había un grupo muy pequeño de personas manejando la escuela y pues se notaba, porque esta escuela es grande y siempre ha tenido bastante estudiantado y a mi me sorprende cómo pudieron resistir tanto tiempo sin mantenimiento, apenas pago de sueldos y sin los recursos.
Entonces cuando llegué a la escuela, fue eso lo que me encontré, una absoluta dejadez. Pero no por parte de las personas que llevaban la escuela, sino por parte del Estado que se nota que no se le invirtió absolutamente nada, que solo se le sacó, sacó, sacó, pero nada se les retribuyó.
Ahora con este nuevo gobierno, yo estoy contenta en ese sentido, porque ya tenemos un equipo mucho más amplio de docentes, de personal administrativo, de limpieza y tengo un equipo maravilloso con el que hemos estado arreglando, intentando mejorar físicamente las instalaciones, de mantenerla limpia, de mantenerla ordenada porque al final es una escuela de formación y necesitas estar a gusto y limpio para poder recibir tus clases.
Todavía falta mucho por hacer, la Secretaría [Secretaría de las Culturas, Artes y los Patrimonios de los Pueblos de Honduras] está muy enfocada en mejorar las instalaciones de las escuelas, en ponerlas bonitas y todo. Dentro de poco van a venir a arreglarnos los techos porque están llenos de goteras.
CC: ¿Cómo funciona el plan de estudio para los estudiantes de la ENAD?
IL: Un cambio importante que hicimos fue la malla curricular y los planes de estudio que el estudiantado está recibiendo. Lo hemos dividido en: el primer año; realismo, en segundo; teatro clásico, en tercero; contemporáneo y cuarto está enfocado digamos a un nivel profesional, de profesionalización en tres áreas: didáctica especial, cine y teatro, que son las tres áreas en las que podemos enfocarnos para trabajar de manera profesional.
En didáctica especial tenemos un convenio con la Universidad Pedagógica, donde tenemos a la profesora Mariela Zavala que nos está apoyando con todo ese plan de estudios y venir a dar clases. En cine es el profesor William Aguilar y tenemos un convenio con el Instituto de Cine en el que nos avalan este plan de estudio que está fundamentalmente enfocado en la interpretación para la cámara y ojalá que nos puedan dar proyectos para que podamos desarrollar un cortometraje que se tiene pensado como proyecto final de curso.
Y luego en teatro el convenio es con la Casa del Teatro Memorias. Pensamos en realizar una obra, poder presentarla en Memorias, que los estudiantes vivan la experiencia de estar en temporada y todo, o sea con todos los «miquis». Esa es la idea, la reforma de las instalaciones y también de mejorar el plan de estudios y lo que el estudiante está recibiendo como formación actualmente.
CC: ¿Cuál es el reto más grande?
IL: Asentar todas estas ideas que te digo y a mí me gustaría ver un movimiento artístico más amplio, más organizado, para que podamos seguir avanzando. Porque sí siento que el movimiento teatrero está muy disperso. Cada uno y cada una tiene sus ideas y no hay manera de aglutinarse. Va a ser complicado que saquemos una Ley del Teatro, que avancemos en estas instancias.
Inma está en Honduras desde 2009 y en 2013 fundó junto a Tito Ochoa, su esposo, la Casa del Teatro Memorias, un espacio que inauguraron con la obra «Monólogos de la Vagina», una especialidad de la casa. Ahora como directora de la ENAD, expresa estar «cansada y estresada» por todo el trabajo que conlleva pero que «hasta que las cosas no empiecen a rodar hay que echarle un poquito más de fuerza».
Junto a Lourdes Ochoa, Inma es de las pocas mujeres — sino las únicas — que han dirigido la ENAD y admite que no le gusta «ejercer el poder de forma vertical» y que el éxito de su desempeño tiene que ver con el equipo de trabajo que le rodea.
Para comprobarlo enlistó las tareas que integrantes de la escuela tenían para el Desfile Bufo que se realizó el domingo 26 de marzo para celebrar el mes del teatro que aglutina las festividades del Día Mundial del Teatro del Oprimido, el Día Mundial del Teatro para niñas y niños, el Día Mundial de la Marioneta y el Día Mundial del Teatro, celebrado el 27 de marzo.
CC: En el mes del teatro, ¿qué podemos celebrar de la escena teatral en Honduras?
IL: Desde mi punto de vista están pasando muchas cosas. Tenemos una una sala maravillosa que es la Casa del Teatro Memorias, que funciona, que tiene un público entusiasta, no tanto como quisiéramos pero sí está caminando y estamos tratando de trabajar mucho para que siga funcionando porque necesitamos que las nuevas generaciones entren, ya viene siendo importante que haya un relevo generacional y claro, esta sala es pequeña, es humilde lo que quieras, pero mueve público, mueve gente que le gusta el teatro.
Por otra parte, el tema de la escuela que va mejorando, que hay gente que también quiere estudiar, se quiere formar y quiere formar parte del movimiento teatral. Y no solamente en Tegucigalpa sino también en todo el país. Claro, estas cosas no se construyen de un día para otro, estas cosas necesitan sentar unos cimientos fuertes y que vayan creciendo poco a poco y al ritmo que tienen que ir creciendo. Siento que estamos en el buen camino y que vamos redirigiendo esto bien.
CC: Es casi como todos los movimientos artísticos en Honduras que están en resistencia y sobreviviendo.
IL: En resistencia siempre pero caminando. Porque hay esfuerzo, hay ganas, hay entusiasmo, porque los jóvenes vienen talentosísimos, fuertes, con ganas de trabajar, con mucho talento.
CC: Quizá lo que faltaba era que se abrieran los espacios de formación.
IL: Los espacios de formación y también los espacios profesionales porque a tí te puede gustar mucho el teatro, te puedes dedicar a formarte y todo de manera teatral y tal, pero si no tienes un espacio profesional al que dirigirte, ¿qué voy a hacer después de la escuela? Esa es la gran pregunta. ¿Por qué me he estado formando durante tantos años?
Entonces el movimiento profesional es el encargado de abrir los espacios, no solamente para presentarse sino también para que podamos tener capital para poder emprender, para poder fomentar el arte.
Porque está la formación, está la producción, están los eventos, está el fomento, también el arte dramático necesita no solo de la gente que lo haga sino de la gente que lo aprecie. Son muchas vías por las que hay que ir enfocándose.
CC: En todo este tiempo en Honduras ¿qué ha aprendido del país?
IL: A mí este país me ha aportado mucho, todo, casi toda mi vida profesional la he vivido aquí. Me siento profundamente agradecida porque me ha acogido, porque me ha permitido trabajar y ha sido un país abierto y yo solamente digo cosas buenas del país, o sea del país como tal, luego ya tal gobierno y tal gobierno. Yo digo solamente cosas buenas.
CC: ¿Cuál es la obra que más le ha inspirado?
IL: Tengo varias. Por supuesto Monólogos de la Vagina que ha sido un aprendizaje artístico y de otras índoles, feministas y tal. También «El alma buena del arrabal», que fue una adaptación que hicimos de la obra «El alma buena de Szechwan» de Bertolt Brecht, esa obra creo que a todos y todas las que participamos ahí nos dejó una gran enseñanza, es una de las obras más profundas, tiene mucha comedia, pero es bien conmovedora.
Luego otra obra que me inspirado también en la que yo no participo, pero que me encanta, me gusta muchísimo, un montaje del Memorias, «La muerte y la doncella» en la que trabajan mi compañero José Luis vecino, Gabriel Ochoa y Mariela Zavala es una obra que conmueve, que me encanta, que la podría ver mil veces.
CC: Los «Monólogos de la Vagina» es todo un evento en el Memorias.
IL: Pero es que es tan bonita porque es como un viaje, a través de la mujer, de la vagina, de su sexualidad, pero de otras tantas cosas y como está montada la analizamos con Tito [Ochoa] el otro día y es que es un cabaret, entonces tiene una parte racional muy importante, pero una parte sensorial grandísima entonces es como decía Tito, una buena canción que la puedes repetir y repetir. Creo que es parte del éxito de ese montaje.
Inma comparte que la Escuela Nacional de Arte Dramático tiene alrededor de 150 estudiantes que al igual que ella, están entusiasmados. Anticipa que en mayo se realizará un encuentro de directores jóvenes en la Casa del Teatro Memorias con obras dirigidas por estudiantes de la ENAD.
Al consultarle por su motivación por el teatro responde lo que la mayoría de artistas al consultarles qué significa el arte para ellos, «es mi forma de vida» responde y pregunta al aire «¿qué hago yo sin el teatro?». Seguidamente recuerda que ha recorrido 25 años haciendo teatro, «toda mi juventud y madurez que estoy agarrando» agrega. Y su más reciente motivación es la ENAD, con firmeza y deseo de dar a conocer el trabajo en esta institución nos dice «háblame bien de la escuela porque es una apuesta grande, en serio que sí».
1 comentario en “«¿Qué hago yo sin el teatro?»: Inma López, directora de la Escuela Nacional de Arte Dramático”
Excelente la actividad de la Escuela Nacional de arte dramático. Soy egresado de esa escuela y así como yo la mayoría de profesionales qué se dedican a este digno oficio. Sin ella la actividad teatral sería nula en el país. Agradecer a Saul Toro, Lourdes Ochoa y a José Luis Recinos directores qué asumieron la responsabilidad de dirigir la escuela en tiempos muy difíciles, pero que salieron avanti con mucha creatividad y esfuerzo. Ahora darle la bienvenida a Inma Lopez qué estamos seguros logrará qué esa institución se mantenga y se transforme en un verdadero Alma Mayer del teatro hondureño.