Óscar Zelaya, artista en huelga de hambre: «Lo que queremos es ayudar en la refundación»

oscar zelaya huelga de hambre 2023

Fotografía y Texto: Fernando Destephen

Óscar Zelaya, un teatrista y guionista de San Pedro Sula, lleva diez días en huelga de hambre sentado frente a la Concha Acústica del Parque Central de Tegucigalpa. 

Óscar es delgado, su cabello —color gris— está cubierto por una boina café. Desde el lunes 6 de febrero de 2023, Óscar está en huelga de hambre en el Parque Central de Tegucigalpa como medida de presión para iniciar la discusión sobre la «Ley de protección a los artistas».

Entre las producciones de Óscar Zelaya se cuenta el largometraje Los Brujos de Ilamatepeque, una película homónima de la obra del escritor Ramón Amaya Amador. 

«Sí –dice–, es una huelga de hambre la que hacemos para ejercer alguna presión y que la presidenta, Xiomara Castro, nos dé la oportunidad de reunirnos con ella y plantearle la problemática de toda la población artística del país».

Zelaya reconoce que ya han tenido reuniones con la ministra de las Culturas, las Artes y los Patrimonios de los Pueblos de Honduras (SECAPPH), Anarella Vélez Osejo, pero asegura que esas pláticas se han estancado y por eso inició la huelga de hambre como una forma de presión pacífica. 

«Lo que nosotros buscamos es la creación de la Ley de Protección para los artistas», remarca Zelaya sentado en una silla plástica. A su espalda cuelga un banner con la palabra «Dignidad» en letras mayúsculas y con los bordes resaltados en color amarillo sobre un rectángulo negro. Sobresalen del banner las fotografías en vida de la poeta Juana Pavón, el poeta Edgardo Florián y el artista Leonardo Montes de Oca, este último profesor y director de la Escuela de Arte Dramático de Tegucigalpa y considerado el primer mimo en el país. Los tres, ahora, están muertos.

Juana Pavón murió de cáncer el 28 de marzo de 2019 a los 74 años; Edgardo Florián murió el 13 de febrero de 2021 a los 45 años; y Leonardo Montes de Oca murió el 1 de abril de 2022, tenía 66 años. 

Los tres fueron grandes personajes reconocidos en los círculos artísticos. Los tres compartieron la soledad y los tres murieron solos en esa indiferencia al artista que no cabe en muchos cánones. 

El velorio de Juana Pavón fue en el auditorio Juan Lindo, de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y fue enterrada en el cementerio de San Marcos de Colón, Choluteca. El velorio de Edgardo Florián fue en el Teatro Nacional Manuel Bonilla y fue enterrado en el cementerio Amor Eterno en la colonia la Era de Tegucigalpa. Leonardo Montes de Oca también fue velado en el Teatro Nacional Manuel Bonilla y, posteriormente, fue cremado. Los tres debieron esperar su muerte para que se les reconociera su lugar en el arte, ese reconocimiento póstumo que sirve para mojar el pañuelo con un par de lágrimas o para un tuit solidarizándose con el artista que nunca conocieron y siempre ignoraron.

«Esto ya está ganado, o lo gano en vida o lo gano en muerte, que les sale más caro», dice Zelaya con referencia a que su muerte —si eso llegara a pasar durante la huelga de hambre— saldría mucho más caro que la Ley de protección a los artistas.

La motivación de Zelaya no es nada compleja, lo que busca es el reconocimiento de los artistas como trabajadores de la cultura para tener «algunos beneficios como el derecho a un seguro social, para para tener asistencia médica y que el Estado cumpla con las obligaciones que tiene para con los artistas». En el proyecto de ley se incluye promover proyectos artísticos, el montaje de espectáculos «y otras situaciones que nos puedan beneficiar económicamente, porque el Estado debe de velar por nuestro bienestar económico político y social», dice Óscar, mientras una niña se acerca a vender dulces, a la que amablemente él le dice que no puede comer dulces, pero que sí le ayudará.

La concha acústica del Parque Central de Tegucigalpa fue inaugurada en mayo de 2014, en la administración de Nasry Asura, y cumple su función para los artistas, pero también para eventos de todo tipo —hasta cierres de campañas políticas.

Óscar asegura que se ha buscado la articulación entre la comunidad artística y el Gobierno, pero «la verdad es que las agendas del gobierno son demasiado cerradas y no nos permiten a nosotros relacionarnos con ellos».

Zelaya dice que esta acción pacífica de protesta no es en contra de la presidenta sino que, ellos, como artistas, quieren participar de la refundación del país: «Su plan está basado en una refundación del país, y la refundación pasa por las recomendaciones de educación, de las artes y la cultura, entonces nosotros lo único que queremos es ayudar a esa refundación pero en condiciones dignas», explica Óscar, ahora de pie en la Concha Acústica.

Ante la pregunta de cuánto tiempo permanecerá en huelga de hambre, contestó: «Hasta que la presidenta nos diga que nos va a recibir en determinada fecha, porque, como dije anteriormente, los diálogos con la ministra no avanzan».

La Concha Acústica se ha convertido en una zona de encuentro de artistas que llegan, saludan, platican y se solidarizan con Óscar, como Cecilia Pavón, actriz de teatro que se acercó a mostrar apoyo y recomendaciones. «No jodas, vos estás sacrificando tu vida», le dice a Óscar cuando no atiende sus indicaciones para que se cuide del COVID-19. Estos artistas están bravos, repiten, una y otra vez, los que se acercan, y también dicen que Zelaya se ha convertido en símbolo para tratar de unir a todos los artistas en una federación; «sin quitarles su identidad artística», agrega Óscar.

Óscar duerme en una tienda de campaña color azul. Frente a esta, como si se tratara de un patio, tiene dos sillas de playa que esperan visitas. También tiene una bandera del partido Libertad y Refundación (Libre) y la bandera de Honduras, que cuelgan de una pared tapizada con grama artificial. 

Al pie de una de las paredes de la Concha Acústica están las otras posesiones que lo acompañan en su huelga: una bolsa con bolsas pequeñas de agua, una botella llena de miel, otra de agua y dos que contienen orines. 

Zelaya aclara que no pide que el Estado los mantenga, «porque nosotros somos capaces de mantenernos con nuestro propio ingenio, pero que por lo menos se nos facilite las formas de poder trabajar». También dice que no demandan una manutención por parte del Gobierno, sino un apoyo para trabajar como trabajaron antes con presentaciones en escuelas y colegios que fueron en su momento «nuestro público inmediato, el que nos ha sostenido siempre es el público estudiantil, pero en gobiernos pasados esa posibilidad se cerró y, hasta el momento, pues no existe esa voluntad».

Mediante un comunicado, la SECAPPH aseguró que ha informado a los representantes del «señor Zelaya los avances en el proceso de gestión, así como las fechas propuestas, para comenzar con las mesas de trabajo, mismas que permitirán obtener los insumos necesarios para proponer leyes y políticas culturales que sean inclusivas y protectoras de los derechos de todas y todos los hondureños, específicamente de las/os compañeras/os artistas».

Para contrastar lo dicho por Óscar Zelaya, se solicitó una entrevista con la Ministra de SECAPPH, Anarella Vélez, y con su asistente, pero al cierre de esta nota no hubo respuesta.

Sobre
Fernando Destephen 1985 Tegucigalpa, Honduras. Fotoperiodista y contador de historias.
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1 comentario en “Óscar Zelaya, artista en huelga de hambre: «Lo que queremos es ayudar en la refundación»”

  1. Gracias por darle curso a esta lucha que ha iniciado este gran artista Hondureño , considero que su apoyo amigo Destepeh , a este movimiento es de muchísima importancia para todos y todas los artistas de Honduras. Muchas gracias. Atte Alfredo Corrales (músico).

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