La fundación Heinrich Böll Stiftung (HBS) Oficina San Salvador presentó el miércoles 13 de julio de 2022 en el hotel Plaza Juan Carlos, el libro DiscrimiNaciones Migrantes, esta obra colecciona la materialización artística de lo que significa la migración forzada desde la perspectiva de distintos artistas que tuvieron que dejar sus países. Desde la poesía, la fotografía, la pintura, la música o lo audiovisual, los exiliados exploran qué significa dejar «la madre patria».
Texto y fotografías: Persy Cabrera
«L@s que migramos a pie, con o sin coyote, por veces somos los más pobres, desplazad@s de nuestras tierras ancestrales, y oprimidos en el norte también por seguir el mismo sendero de donde se origina el saqueo de los recursos naturales que extraen de nuestra madre tierra», expresa Ceiba Ili, educadora cultural y música-activista hondureña en Estados Unidos, en una de las páginas de Discriminaciones Migrantes.
La presentación contó con intervenciones de Jessica Sánchez, directora ejecutiva del Grupo Sociedad Civil (GSC), y de Andrés Celis, representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). Sánchez señaló que las migraciones en los 80 y 90 se debían principalmente a conflictos bélicos en la zona y deseos de superación económica, pero que ahora es una constante y que «cada día se van más».
También compartió que, tras una investigación en conjunto con Acnur, se reveló que la migración o desplazamiento forzado es una de las consecuencias de la feminización de la violencia en el país. «Nosotras creemos que el desplazamiento tiene cara de género, porque a diferencia de otros colectivos, la mayoría y la principal causa para que las mujeres se desplacen es la violencia», enfatizó Sánchez y añadió que «para las mujeres es un paso rutinario para sobrevivir, no lo ven como una violación a los derechos humanos sino como “me fui porque temía por mi vida, la vida de mis hijos”».
Andrés Celis, por su parte, apuntó la importancia de estos productos artísticos: «Si no se narra, no se pinta, no se canta, no se escribe, es muy difícil sanar lo que se ha roto, y que se ha roto con la huida». También compartió estadísticas que reflejan lo masivo que son los éxodos migratorios, de acuerdo a Celis -a nivel mundial- en el último año 15 millones de personas se vieron obligadas a desplazarse, 1.7 millones de ellas por fuera de sus fronteras, 14.3 millones por dentro de su país.
En cierto momento de su intervención, Celis preguntó: «¿Qué significa lo que ocurrió en San Antonio, Texas? ¿Qué significa que 6 hondureños en Veracruz, México, hayan muerto ahogados? ¿Qué significa que en Trojes una menor de 1 año de edad muera por deshidratación?», y seguidamente indicó que son sucesos evitables: «Es algo que está muy por debajo de las fronteras de la ciencia, algo que podemos gestionar y resolver».
Por violencia, pobreza o reencontrarse con familiares, las migraciones forzadas siguen ocurriendo y este último motivo lo vemos en El viaje de Adela: La crónica de un reencuentro que no pudo ser, un relato que recoge el testimonio de familiares de Adela Quezada, una de las 6 personas hondureñas migrantes que murieron abandonadas en un contenedor en San Antonio, Texas.
La existencia de «DisrimiNaciones Migrantes» es sustancial para Jessica Sánchez, en una entrevista para Contracorriente nos compartió que, además de narrativas testimoniales, considera que a nivel literario hay mucho en lo que profundizar y –especialmente– cuando reconocemos que Honduras es una nación centroamericana migrante y «una de los principales expulsores de población».
La directora ejecutiva del GSC considera que un paso positivo es la presentación del proyecto de «Ley para la prevención, atención y protección de las personas desplazadas internamente», presentado por la diputada Ligia Ramos. Sánchez espera que «ojalá que lo turnen para discusión, porque una cosa es presentarla y otra es que pase, como pasó con las Casas Refugio».
Hacia el Estado, Sánchez tiene dos sugerencias, la primera tiene que ver con la situación económica: «Hasta ahorita no tenemos una estrategia macroeconómica que nos diga por donde se va a recuperar financieramente el país, incluso ya tomaron las reservas del país, que es bien peligroso». Por otra parte, posiciona en segundo lugar la seguridad ciudadana como un tema a resolver en el que estima que «no solo abarca la Policía Comunitaria, el Ejército, las fuerzas de seguridad como tal, sino una estrategia integral».
En la introducción al texto «Seis conjuros contra la pérdida» en DiscriminiNaciones Migrantes, Tania Pleitez, salvadoreña que sufrió el desplazamiento forzado, comparte una porción de «Eslabones de una misma cadena», escrito por Marisa González y parte del libro Transterradas (Tren en Movimiento, 2019):
«Uno de los efectos más claros, permanentes y a largo plazo de un desplazamiento forzado es la soledad […]. Pero en la infancia y en la adolescencia la interrupción de esas pertenencias condena a una soledad muy particular. No se trata de la soledad inherente a toda experiencia humana. No, es más honda, más densa y, a veces, devastadora. Tal vez no debería llamarla soledad sino desamparo».
Sobre ese fragmento de texto, este libro y sobre la migración, Sánchez culminó su intervención diciendo: «Es un viaje siento yo, estas migraciones son un viaje que creo han retratado bien en este libro. Y creo que da para más, hay más testimonios, muchas más palabras, más historias. Es ese sentimiento de soledad, aparte de discriminación, el que yo abrazo, porque es una soledad que llevamos las personas migrantes».