Fotografía y Texto: Fernando Destephen
Hay dolor en la cara del hombre. Sus ojos apretados lo denotan; su rostro, compungido, dice que el dolor es fuerte, pero no quiere verse débil. Grecia sigue la línea del diseño, inyectando tinta con la máquina y limpiando la sangre, ignorando las caras de su cliente que mueve la cabeza buscando un punto de fuga para el dolor. El sonido de la máquina hiriendo la piel es –por momentos– el único sonido en la casa que permanece a media luz.
Grecia es una mujer trans de 33 años de edad. En Tegucigalpa tiene su estudio de tatuajes, La Culta Tattoo, al que se dedica desde hace 4 años.
Acordamos nuestro primer encuentro en la colonia Payaquí en el centro de Tegucigalpa. Allí funciona el Centro para el desarrollo y la Cooperación LGTBI (Somos CDC), en donde Grecia hace su trabajo como activista de los derechos de la población LGTBIQ+, especialmente de las personas trans. Grecia no solo es una tatuadora que sueña con ser influencer, también lucha por la no discriminación en contra de las personas trans y busca justicia para quienes ya han sido víctimas de la transfobia.
En la oficina hay una reunión que interrumpimos, Grecia sonríe y explica: «Es que están haciendo un documental sobre mí». Los demás sonríen con complicidad; subimos las gradas hacia el segundo piso, a su espacio de trabajo en la parte de Comunicaciones de Somos CDC.
Honduras es un país hostil y, a veces, difícil de explicar: en el 2020, más de 309 mujeres fueron asesinadas en el país, y de enero a agosto del 2021 se han registrado un total de 184 femicidios. Las mujeres trans son también víctimas de una violencia desproporcionada; desde el 2009, se ha registrado la muerte violenta de 122 de ellas, de acuerdo con el estudio Investigación sobre Violencia Sexual y Femicidios como causa de Desplazamiento Forzado, realizado por la organización Grupo de Sociedad Civil con apoyo de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur). El observatorio de muertes violentas LGTBIQ+ de la red lésbica Cattrachas registra 409 muertes desde el 2009 hasta la fecha.
Grecia cuenta que sufrió la muerte de una persona trans del departamento de La Paz (zona central de Honduras). Se conocieron y le confió a Grecia sus padecimientos de ansiedad y depresión. Ella se suicidó, Grecia especula que pudo haber sido por el acoso y discriminación hacia una persona trans en una zona rural del país.
En los primeros meses de 2022, cinco personas trans han sido asesinadas sin nada más que convertirse en una estadística más de la impunidad. Un número que sigue en aumento, aunque recientemente hubo una señal de justicia. La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH) condenó en 2021 al Estado de Honduras por la muerte de Vicky Hernández, una mujer trans y defensora de derechos humanos que fue ejecutada de forma extrajudicial el 28 de junio de 2009 en medio de un toque de queda, una de las primeras muertes del golpe de Estado a Manuel Zelaya.
Ahora Grecia tiene una nueva lucha: la ejecución del Proyecto de Ley de Igualdad y Equidad LIE Honduras, que aún no ha sido presentado ante el Congreso Nacional, pero que ya es una promesa fija tras la sentencia de la Corte-IDH por el caso de Vicky Hernández; de concretarse la aprobación de este proyecto, el Gobierno reconocería su nombre en el Documento Nacional de Identidad (DNI). Parece no ser mucho, pero ella sí quiere ver su nombre en su DNI y así terminar –de alguna forma– con la discriminación contra la diversidad sexual, sobre todo, de las personas trans.
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Grecia es amante de la cultura Pop y de la Geek. En su estudio, La Culta Tattoo, cuelgan y resaltan dos pósters: uno de John Wick (el Chuck Norris de esta generación) y otro con los personajes de Street Fighter, luego espejos –bastantes espejos–, sillas, botes de pintura y luces para hacer streaming.
Reconoce sentir miedo por el fanatismo religioso, le preocupa porque «podría convertirse en un pensamiento de aniquilación a las personas que –ellos como religiosos– consideran diferentes o que no comparten posturas por sus orientaciones e identidad. Eso sí me preocupa, que se les otorgue mucho poder para tomar decisiones que puedan generar violencia física, verbal o emocional contra otras personas; eso podría ser peligroso en contra de las personas LGTBIQ+ que son con las que más se ensañan estas personas».
La plática inevitablemente se va hacia los detalles oscuros de lo que ha sido su vida hasta la confesión de una voz que le dice: «Matate». Lo cuenta con la normalidad de la plática y sigue ordenando su estudio. Este día no va a tatuar, solo me recibe y cuelga una manta la que tiene al fondo una serie de rectángulos y la silueta negra de un gato observando el diseño que es un complejo de edificios y la leyenda con una leyenda KATOOMBA. Al final confiesa que aunque la voz es insistente, ya ha resistido mucho como para hacerle caso. Sonríe y sigue quitando objetos de un lugar para ponerlos en otro donde podrían quedar mejor o no.
«Casualmente ayer me llamaron otra vez los mareros y me volvieron a pedir pisto», me cuenta. En Honduras, la extorsión está normalizada. Grecia ha sido víctima de esto varias veces y eso la ha obligado a mantener un bajo perfil, incluso la ha llevado a cerrar el estudio por un tiempo aunque esta sea su principal fuente de ingresos. En esta ocasión también tendrá que cerrar –calcula–, pero es consciente de que debe otra vez bajar el perfil y dejar de tatuar.
De enero a abril de 2022, la Fuerza Nacional Antimaras y Pandillas (FNAMP) ha registrado 550 denuncias y 250 capturas por extorsión. De acuerdo a declaraciones del director de la Policía Nacional, Gustavo Sánchez: «Hay mucha gente involucrada en esto porque es una industria enorme que genera mucho dinero. Hay policías, expolicías, militares, exmilitares, agentes del Ministerio Público, gente retirada también, hay de todo ya que el crimen no discrimina». El desplazamiento forzado es una consecuencia directa de la extorsión según el informe Tendencias Globales de ACNUR 2021 Honduras registró 19.600 solicitudes de asilo desde Estados Unidos y 36,400 desde México.
Grecia también migró. Se fue huyendo de Honduras sin documentos y su camino no fue diferente al de muchas y muchos, también sufrió discriminación; las autoridades de migración en México no sabían en dónde encerrarla, si con mujeres o con hombres; al final la encerraron con hombres y sufrió violencia sexual.
Un informe del Instituto Williams de la Facultad de Derecho de la UCLA estima que hubo 11,400 solicitudes de asilo LGTBIQ+ en Estados Unidos entre 2012 y 2017. Los solicitantes de asilo procedentes de El Salvador supusieron el 28 %. Los hondureños eran casi el 15 % del total; y Guatemala, cercano al 8 %. El estudio reveló que alrededor del 96 % de las solicitudes de los solicitantes LGTBIQ+ fueron consideradas como «miedo creíble» a la persecución, lo que es necesario para avanzar en una solicitud de asilo.
Grecia fue deportada. En México dejó las ganas de continuar un camino migratorio y volvió a Honduras a encontrarse con lo que le gusta: el diseño y el arte del tatuaje.
El Observatorio de las Migraciones Internacionales en Honduras (OMIH) presentó en mayo de 2021 una investigación sobre las causas de la migración forzada asociada a la violencia hacia las personas de la diversidad sexual. Dicha investigación se basó en cuatro puntos geográficos: Francisco Morazán, San Pedro Sula, Choluteca y La Ceiba, una de sus conclusiones fue que: «Las causas que obligan a las personas LGTBIQ+ a migrar y a desplazarse son principalmente tres: violencia directa, falta de oportunidades de desarrollo y discriminación, estigma y exclusión».
Pero Grecia, con todos sus sueños encima, también tiene aspiraciones políticas: «Si yo no me meto, si yo no me involucro, nunca voy a ver cambios». Reconoce que con este Gobierno hay más espacios para la comunidad LGTBIQ+ y una apertura para el diálogo.
Aunque dice que necesitará la ayuda de personas con experiencia en el campo de la política hondureña para conocer cómo funciona el proceso de candidaturas, qué hacer y qué no hacer. También hacer empatía con una población que ya la rechaza porque dicen no sentirse representados por ella.
El futuro político de Grecia se pinta con matices de aprobación de leyes y el reconocimiento legal de su nombre.
1 comentario en “Grecia resiste en un país de causas invisibles”
Muy buen reportaje! Saludos.