Diversas instituciones se han pronunciado en contra de los hechos de violencia política dados en el acto de apertura que realizaba el Consejo Nacional Electoral para el sorteo de posiciones en la papeleta electoral. Estos hechos resultaron en la invasión del espacio destinado para el evento por parte de activistas del Partido Nacional, y la posterior militarización del sorteo.
Texto: Fernando Silva
Fotografías: Martín Cálix
La noche del sábado, el sorteo para definir la ubicación en las papeletas electorales para candidatos a elección popular, resultó en un evento de violencia que inició con la irrupción de candidatos de partidos minoritarios que exigían igualdad de condiciones tras las reglas que estableció el Consejo Nacional Electoral (CNE). Dicho evento desencadenó una serie de enfrentamientos verbales y físicos entre dirigentes y activistas de los diversos partidos, resultando en varios heridos, todo ante la permisividad de las Fuerzas Armadas (FF. AA.), que con pocos miembros se limitaron a observar los acontecimientos.
Tras estos hechos, el domingo, en unas instalaciones militarizadas, con fuertes restricciones de seguridad en las que miembros de las FF. AA. no permitieron que Contracorriente accediera al evento, el CNE realizó el sorteo de la ubicación en las papeletas para las próximas elecciones generales. Ese fue el cuarto intento. La consejera presidenta, Ana Paola Hall, quien se había ausentado el día anterior, mencionó los actos de violencia del sábado y pidió no más agresiones hacia personas, autoridades o medios de comunicación.
Posteriormente, se realizó el sorteo en el que de una tómbola los representantes de cada partido sacaron un sobre con un número, de acuerdo con ese número cada partido acudió a otra tómbola para definir su lugar en la papeleta. Lo anterior fue contrario al procedimiento propuesto e interrumpido el sábado en el que —respaldadas por el artículo 254 de la Ley Electoral— las consejeras del CNE definieron que serían las instituciones políticas que participaron del proceso electoral primario quienes tendrían preferencia para participar del sorteo: el Partido Nacional (PN), Partido Liberal (PL) y Partido Libertad y Refundación (Partido Libre). Luego los otros partidos tomarían su turno según el año de fundación y así se definirían los lugares para sacar el papelito de la tómbola.
Finalmente la papeleta presidencial quedó en el siguiente orden: 1) Partido Anticorrupción (PAC), 2) Frente Amplio Político Electoral en Resistencia (Faper), 3) Partido Nueva Ruta, 4) Alianza Patriótica Hondureña, 5) Movimiento independiente Calidad y Esperanza, 6) Partido Vamos, 7) PartidoLibre, 8) Alianza entre el Partido Salvador de Honduras (PSH) y el Partido Innovación y Unidad (PINU), 9) Partido Liberación Democrático de Honduras, 10) Unificación Democrática (UD), 11) Democracia Cristiana, 12) Todos Somos Honduras, 13) Honduras Humana (candidatura independiente), 14) PL y 15) PN.
Los representantes de estos partidos políticos ahora se preparan para el periodo de propaganda electoral establecido según el calendario del CNE para dar inicio el lunes 30 de agosto, y que durará 90 días hasta el 22 de noviembre, seis días antes de la fecha estipulada para la realización de las elecciones generales en Honduras, el 28 de noviembre.
Este lunes en conferencia de prensa, Pedro Barquero, coordinador de campaña del PSH, aseguró que, según han consultado a expertos, la posibilidad de que el PN haya quedado en el extremo derecho sea coincidencia es del 0.0001 % por lo que parece ser mucha suerte, sumando a la desconfianza que ya tiene el proceso electoral iniciando con el sorteo de las posiciones. A pesar de eso, la Alianza PSH con Pinu fue la que realmente salió favorecida obteniendo el extremo derecho con el puesto número 16 pero esta decidió tomar la posición que obtuvo el PSH, en lo que Barquero explicó fue un consenso previo al sorteo con las autoridades del CNE.
Aunque el candidato presidencial de la Alianza PSH, el ingeniero Salvador Nasralla, participó en la parte final de la manifestación que encabezaron partidos minoritarios y que desembocó en violencia el sábado pasado, el ingeniero Barquero dijo que «el hecho de subirse al escenario no es avalar la violencia, es mostrar temple, que podés estar en medio de la violencia sin ser violento, que podés estar en medio de insultos sin devolverlos, eso es lo que hizo el ingeniero».
De acuerdo con el boletín sobre violencia política electoral que realizó el Observatorio Nacional de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Ov-unah), el país atraviesa más conflictividad y violencia a medida que se acercan las elecciones generales en noviembre, y en el 71 % de los casos los espacios públicos son los escenarios principales de violencia política, «incluso en aquellos que son resguardados por autoridades del orden público», asegura el documento.
En ese sentido, tras la definición de las posiciones, miembros de las diversas fuerzas políticas expresaron su preocupación ante los hechos violentos y la posibilidad de que la dirigencia del PN replique el mismo accionar e impida la realización adecuada de las elecciones que están a menos de cien días de distancia. Por ejemplo, Rasel Tomé, candidato a diputado por Libre en el departamento de Francisco Morazán, aseguró, en medio de los gritos de ánimo de los simpatizantes de su partido, que el partido oficialista tiene «miedo» a los cambios que pueden hacerse en el país, por lo que Libre decidió enfrentar el posible boicot con la organización de sus bases para defender los votos.
Mientras uno de los activistas del Partido Libre animaba al resto del grupo gritando consignas y amenazas en contra de David Chávez (candidato a alcalde por el PN en el Distrito Central), Tomé puntualizó que «estos jóvenes (refiriéndose a los simpatizantes del Partido Libre que acompañaron el evento) demuestran que se quiere hacer realmente un proceso de forma patriótica y pacífica. El PN ha tenido una actitud de querer llevar al pueblo a una guerra entre hermanos, pero nosotros entendemos que los de los otros partidos somos hermanos».
Una noche de violencia política
El Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) emitió un comunicado este lunes en el que señalaba y condenaba los hechos ocurridos el sábado durante el sorteo: «Hacemos un enérgico llamado a los líderes políticos a que reflexionen, respeten las leyes y no abusen de los derechos que brinda nuestra democracia, pedimos que se respete al pueblo hondureño y se los motive a participar ordenada y pacíficamente», señaló el comunicado.
El sorteo de la ubicación en la papeleta, que pretendía ser protocolario culminó en diversas expresiones de violencia que profundizan la crisis en el panorama político hondureño y en el que estuvieron involucrados candidatos de todos los partidos.
En primera instancia, a las 4:30 p. m. cuando Rixi Moncada —en su condición de presidenta del CNE y ante la ausencia de la consejera Ana Paola Hall— presidía el evento y explicaba el acuerdo al que llegaron en esa institución, fue interrumpida por Julio López Casaca, candidato a presidente por el PAC, segundos después diversos candidatos se abalanzaron contra Moncada e invadieron el estrado principal exigiendo igualdad en el orden del sorteo. Marlenne Alvarenga, presidenta del PAC tomó el recipiente de vidrio en el que se iba a realizar el sorteo y lo arrojó al suelo, quebrándose inmediatamente.
La exigencia por la igualdad escaló en agresiones verbales y físicas, por lo que miembros del Partido Libre —al que pertenece Moncada— se vieron involucrados en empujones y golpes que no fueron intervenidos por ningún miembro de seguridad ni de las FF. AA. que se encontraba en el evento con unos pocos efectivos.
Lucky Medina, candidato a designado presidencial por el Partido Libre, relató que este era un acto orquestado por muchos partidos políticos que no han logrado crecer y representan a un pequeñísimo sector de la población, y agregó: «Se han dedicado tradicionalmente a traficar con las credenciales en las elecciones y plegarse al poder con los partidos mayoritarios. Se opusieron, irrumpieron en el escenario, quebraron la tómbola, con violencia desconectaron la electricidad, se abalanzaron contra la mesa principal donde estaban los consejeros del CNE y se dedicaron a empujar a los que estábamos allí para defender la paz y queríamos llevar el evento en tranquilidad».
Mientras el conflicto al interior del salón ubicado en las instalaciones del Infop se acrecentaba, los únicos representantes que mantenían la calma en sus asientos eran los del PN: David Chávez, Antonio Rivera Callejas, Pedro Chávez y Fernando Anduray, quienes se encontraban sentados en primera fila y conversaban entre ellos hasta que casi al final se unieron a la manifestación, levantando sus puños y exigiendo igualdad.
Chávez aseguró en ese momento que no estaban de acuerdo con la interrupción del evento, pero que los consejeros tomaron una mala decisión al realizar el sorteo priorizando a los partidos que habían participado de las elecciones primarias. Sin embargo, dijo que «estos partidos minoritarios también hacen mucho show, mucha chabacanada, en todas las elecciones por el orden de fundación se elige el orden en la papeleta entonces lo que pasa es que por hacer escándalo al ser partidos minoritarios y tener un poco de protagonismo hacen este escándalo. No importa el número, igual van a perder».
Afuera del Infop activistas del Partido Nacional, Liberal y Libre se enfrentaron con golpes y piedras, algunos eran jóvenes que vestían uniformes de fútbol con el nombre de sus candidatos. Los militares aseguraron que no podían intervenir, ya que habían pocos efectivos en el lugar.
Tras la posposición del sorteo para esa misma noche los actos de violencia se replicaron y en uno de ellos el candidato a diputado del Partido Libre, Miguel Briceño, resultó herido —según denunció— y responsabilizó a los simpatizantes del PN. Este lunes, Briceño interpuso una denuncia por amenazas a muerte, agresión física, intento de asesinato y daños materiales en el Ministerio Público contra el candidato presidencial nacionalista Nasry Asfura, el diputado Antonio Rivera Callejas, el candidato a la alcaldía capitalina David Chávez, y el nacionalista Fernando Anduray, a quienes acusa de autores intelectuales y a cinco guardias de seguridad de los involucrados que acusa de autores materiales.
Hemos presentado denuncia formal criminal contra los autores materiales e intelectuales del atentado recibido el día sábado por órdenes de los delincuentes que quieren seguir gobernador el país, esperamos que se haga justicia y responsabilicen por sus actos a estos mafiosos pic.twitter.com/wNMqFRMjCQ
— Soy 504 Miguel Briceño (@Miguebrice) August 23, 2021
En ese sentido, Antonio Rivera respondió que Briceño mentía en sus declaraciones: «Yo ni siquiera ando seguridad, yo ando acompañado por Dios, en ese momento andaba con David Chávez y el motorista de él, sí había seguidores nuestros al final de la noche, pero no para hacerle daño a alguien, esa no es mi forma de ser», mencionó en una entrevista para Radio América.
Sin embargo, tras la convocatoria para reanudar el sorteo, Milton Benítez, candidato presidencial independiente, también denunció agresiones por parte de los dirigentes nacionalistas, y en particular señaló al candidato David Chávez con quien intercambiaron insultos y amenazas.
Finalmente, los dirigentes nacionalistas abrieron las puertas del Infop para permitir el paso de sus activistas, quienes invadieron el salón donde se realizaría el sorteo y rodearon a los candidatos, golpeando a miembros de otros partidos y algunos miembros de la prensa que se encontraba en el lugar.
Tras la invasión de los activistas del PN el candidato independiente y capitán en condición de retiro, Santos Orellana, aseguró que «el concejal Kelvin Aguirre, permitió el ingreso de David Chávez con esa banda de delincuentes», y dijo que las personas que ingresaron eran «un montón de mareros armados». «¿Hay que venir armados entonces? ¿Esa es la democracia en este país?», concluyó.
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La Red por la Equidad Democrática en Honduras (REDH) apuntó en un comunicado emitido este lunes que «los eventos ocurridos demuestran la poca consideración que los partidos políticos, sus candidatos y seguidores, tienen sobre el impacto de sus acciones en la estabilidad económica y social del país. Si el clima político-electoral actual se mantiene, los escenarios que se avecinan serán aún más caóticos, impredecibles y violentos y que estarían acabando con la poca gobernabilidad que tiene el país».
En ese mismo sentido, Alice Shackelford, coordinadora residente de las Naciones Unidas en Honduras hizo un llamado a través de sus redes sociales a pacificar los ánimos y encontrar vías respetuosas en los conflictos, apuntando que las elecciones pacíficas son un derecho.
Sin embargo, tras los acontecimientos del fin de semana, y la falta de acuerdos para reformas profundas en la ley electoral y la politización del CNE, las elecciones del 28 de noviembre podrían replicar los patrones de las elecciones de 2017.
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