Mucha fanfarria, pocas vacunas

El gobierno de Honduras se ha mostrado inoperante en el proceso de comprar vacunas. La inmunización ha arrancado con donaciones, el contrato con la vacuna Sputnik V que va llegando a cuentagotas y la compra del Instituto Hondureño de Seguridad Social. Sin embargo Hernández hace alarde de su gestión en este campo cada vez que puede.

Texto: Allan Bu
Fotografía: Martín Cálix


El presidente le hablaba a la nación azuzando la esperanza. Señalaba hacia un banner donde se indicaban la cantidad de vacunas que Honduras va a recibir en los próximos meses. Y es que en las cuentas que Juan Orlando Hernández hizo en su cadena nacional
del 18 de mayo, nuestro país tendrá a su disposición 14 millones de dosis de inoculaciones contra el COVID-19. Cantidad suficiente para alcanzar la ansiada inmunidad de rebaño, pero la realidad es que el ritmo de vacunación de Honduras es el más lento de Centroamérica. 

De acuerdo con el Contador de Avina, que registra el progreso mundial de la vacunación, al 21 de mayo en El Salvador se ha inoculado al 16% de su población, en Costa Rica y Panamá al 14%, en Nicaragua al 2.56 %, en Guatemala al 1.95% y en Honduras al 1.38%. 

Pero en el discurso y la propaganda gubernamental, a veces,  da a entender que se tienen vacunas en abundancia, lo cierto es que hasta principios de junio el país prácticamente ha vacunado con donaciones de países cooperantes y el Mecanismo Covax. La excepción fue el lote 204 000 dosis que recibió el Instituto Hondureño de Seguridad Social, IHSS, que forman parte de una compra de 1.4 millones a la empresa AstraZeneca y hasta mayo, según información proveída por la Sesal, el gobierno solo ha comprado 46 mil vacunas de Sputnik V. Esperan otras 40 mil dosis para el mes de junio. Estas vacunas rusas forman parte del contrato que en marzo del contrato firmado con Rusia para la compra de 4.2 millones de dosis de la Sputnik V.  Cada dosis tiene un valor de 9.95 de dólar, es decir el contrato tiene un valor de 41 millones de dólares. 

En sus cuentas de redes sociales, el presidente deja mensajes como el siguiente: “Continuamos con la masificación de la vacunación en Amapala. La misión es garantizar (la vacuna) a todos los hondureños sin distinción”. No obstante, hasta el momento de redactar esta nota, Honduras solo tenía al 0.6% de su población inoculada con las dos dosis, según datos de la Secretaría de Salud. 

A pesar de las circunstancias y la tardanza en la llegada de las vacunas, el proceso ha arrancado.  En junio continuará con nuevas donaciones del Mecanismo Covax, que entregará a Honduras  214 mil de Pfizer y más de 187 mil de AstraZeneca. El objetivo de este esfuerzo global es suministrar vacunas para el 20% de la población hondureña. Este mes también  el IHSS recibirá un segundo lote de la compra realizada de un 1.4 millones de la vacuna Astra Zeneca.

Hasta el momento tanto la Sesal como el IHSS se han guiado en un plan de vacunación con grupos prioritarios donde aparecen el personal sanitario de primera línea, los adultos mayores en centros de cuidados, adultos mayores con dos o más enfermedades de base y por último la población con comorbilidades de 18 a 59 años.

Una mujer de la tercera edad se vacuna contra la COVID-19 durante una jornada de vacunación en el complejo militar Campo de Parada Marte. Comayagüela, 19 de mayo de 2021. Foto: Martín Cálix.

El plan ha tenido sus deslices. El martes 1 de junio y el miércoles 2 fueron caóticos en el centro de vacunación que el IHSS ha instalado en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. El problema lo provocó un mensaje que circuló en redes, en el mismo aseguraban que estaban inoculando a cualquier asegurado. 

Jorge vio el anuncio y fue el martes a intentar vacunarse, pero las dosis se acabaron y les dijeron que regresaran al siguiente día. Fue el miércoles y la fila era inmensa. Este asegurado sostiene que muchos que no cumplen con los requisitos para entrar en los grupos prioritarios se vacunaron. Él no lo logró. 

José Antonio, quien vive en La Lima, tiene 60 años y sin enfermedad de base sí consiguió inocularse sin problemas en el centro de vacunación de Expocentro. Tampoco tuvo inconvenientes para colocarse su primera dosis el hijo de Jose Antonio, que no rebasa los 30 años y no tiene comorbilidad.

E
stos testimonios están en concordancia con una veeduría realizada por la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) en la que participaron 52 voluntarios para el levantamiento de información en 43 centros de vacunación. El trabajo consistía en verificar entre otras cosas, las condiciones de los centros, las vacunas administradas y algunas prácticas ejecutadas durante el proceso. 

Uno de los datos más relevantes que arrojó esta investigación es que en el 42% de los centros intervenidos no había listado  para verificar si las personas que iban a aplicarse las vacunas estaban en los grupos de riesgo, esto sucedió en ciudades como Comayagua, San Pedro Sula y Tegucigalpa.  Incluso en los centros donde había listado, dice la ASJ se documentaron casos donde se aplicaron dosis a pacientes que no estaban dentro de los grupos prioritarios. 

La ong recomienda al gobierno contratar más personal, mejor organización, centros de vacunación más amplios y ventilados, más información sobre la vacunación, más apoyo de la Sesal y adquirir más vacunas para evitar que se acaben en los centros de inmunización.

Cecilia Mendoza, portavoz nacional del IHSS, explicó a este medio que no sabe de dónde salen los rumores de la vacunación para todos sin priorización, pero que en la institución están siguiendo el plan de vacunación indicado por la Sesal y la Organización Mundial de la Salud, OMS. El IHSS emitió un comunicado manifestando que ahora el proceso de vacunación se realizará de acuerdo a citas a través de la página web de la institución para tener un mejor control. 

Los entuertos de la vacunación

En una conferencia de prensa el pasado 31 de mayo, el viceministro de Salud Roberto Cosenza apuntó que hasta el proceso de vacunación ha sido “ordenado”. En el orden que menciona el doctor sin duda contribuye que la población convocada a la vacunación es mínima.  En la semana del 31 mayo al 6 de junio, se comenzaron a vacunar a los adultos mayores de 70 años. 

“Hay personas que no creen en la vacuna y esto no ha sido desde ahora, pero tenemos que ver el beneficio que una vacuna puede traer”, dijo el ministro Cosenza.  No obstante, de acuerdo con las estadísticas de la Sesal al miércoles 2 de junio solo habían sido aplicadas en el país 354 412, de ellas casi 300 mil son primeras dosis,  o sea que le falta una segunda vacuna para completar la inmunización.

Esta aseveración de Cosenza está muy cercana a la que hizo el mandatario Hernández el 28 de abril cuando afirmó que  el 37% de los hondureños no quería vacunarse, pero para ese entonces Honduras solo tenía disponibles 59 mil dosis. Quizás haya muchas personas que no quieren vacunarse, pero la mayoría no lo hace porque no hay inmunizaciones disponibles. 

“Las vacunas que se ponen son nobles, con muy pocos efectos adversos, así que el llamado a todos esas personas que no se han vacunado y están contempladas que ya pueden hacerlo, que miren el beneficio”, afirmó Cosenza. 

Algunas personas no se han vacunado por confusión y desinformación. En Sensenti, un pueblo de Ocotepeque en el occidente del país,  la profesora María no se vacunó. No sabía que al colocarse la vacuna contra la Influenza había que esperar 15 días para inocularse contra COVID-19.  Incluso escuchó que para los adultos mayores, como ella que está cerca de cumplir los 80, era recomendable ponerse primero la de la Influenza. Cuando la brigada para inocular contra el coronavirus llegó ella no pudo vacunarse. No obtuvo la información adecuada de los miembros de la campaña de vacunación. 

No obstante, hay jóvenes como Donaldo que han podido vacunarse sin problemas. “Si usted cotiza al Seguro vaya a vacunarse a Expocentro y haga valer su derecho. El proceso es fiable y rápido, siempre y cuando acate las instrucciones y llegue con tiempo. No permita que el miedo lo detenga”, aconsejó en sus redes sociales.  

También está el caso de Edgardo quien trabaja en un grupo maquilero que emplea a más de 25 mil personas en Honduras y fue convocado por dicha empresa para colocarse la vacuna. La mayoría de sus compañeros fueron convocados. Él tiene 50 años y no tiene una enfermedad de base.

Cuando llegó a la clínica del IHSS en Choloma había aproximadamente unas 2 000 personas esperando para inmunizarse. Finalmente depuraron el grupo y solo vacunaron a los mayores de 40 años. Edgardo se vacunó. 

Cecilia Mendoza, portavoz del IHSS, explicó a Contracorriente que si se han autorizado pequeñas brigadas, “pero son muy cerradas, si una empresa tiene más de 150 empleados o es una maquila, que esto sucede mucho en San Pedro Sula, muchos de estos empleados tienen una comorbilidad. Entonces el IHSS se acercó a estas empresas grandes y se hizo una alianza para llevar una brigada”, apuntó. 

Declaró que el IHSS al tener un registro de cada uno de los asegurados directos ha logrado hacer una segmentación más calculada de su vacunación. Comenzaron con los adultos mayores y enfermos crónicos, pero todavía quedaron vacunas disponibles. Entonces se realizó un acercamiento con otros grupos prioritarios como el personal de Bomberos,  Cruz Roja y el servicio de emergencia 911. Luego la operación se amplió y se acercaron a empresas con trabajadores esenciales como farmacias, supermercados y gasolineras. “Se podían vacunar a las personas que tenían una enfermedad de base y sobre todo estaban en la línea de atención al público y es así como hemos trabajado estas dos semanas”, dice Mendoza. 

Aunque el IHSS oficialmente ha regido su proceso de vacunación mediante el plan de vacunación de grupo prioritarios, en la práctica se han estado vacunando a personas que no estaban contemplados como los ejemplos citados anteriormente.

Lesbia Villatoro, Jefa de la Región Metropolitana, confirmó que hasta el 30 de mayo habían inoculado a 25 597 personas en San Pedro Sula, ciudad que cuenta con alrededor de un millón de habitantes. Sostuvo que la vacunación se ha estado manejando como una demanda espontánea, pero que hay días en que la región ha llegado vacunar hasta 1 200 personas.  En la semana del 31 de mayo al 4 de junio fueron vacunados los adultos mayores de 70 a 74 años.

Frascos de la vacuna rusa Sputnik-V que se ha aplicado en algunas jornadas de vacunación contra la COVID-19 en el Distrito Central. Comayagüela, 19 de mayo de 2021. Foto: Martín Cálix.

Al preguntarle sobre personas jóvenes  sin condición crónica y  que publican en sus redes que ya se han vacunado, dijo: “Desconozco, nosotros como Región Metropolitana socializamos la vacuna a rango de edad, en este momento nuestra prioridad son los adultos mayores. Ya se vacunaron de 75 hasta 103 años”, explicó.

Esperando vacunas

El sitio web de la Secretaría de Salud confirma que Honduras recibirá en junio mediante el mecanismo Covax, 187 000 dosis de AstraZeneca, 212 940 de Pfizer y 40 000 dosis de Sputnik V, gestionadas por la Sesal. Además, en el IHSS esperan una segunda entrega de la vacuna de AstraZeneca de 204 000 dosis. 

El viceministro Cosenza adelantó que 150  mil vacunas se apartarán para completar la inmunización de igual cantidad de personas y después nuevamente cayó en un discurso que hace pensar en abundancia de vacunas. 

Cosenza le dijo a Contracorriente que la Sesal prácticamente ha concluido con la inmunización de los grupos prioritarios, por lo que se pretende que con los lotes que están por llegar comience la vacunación de las personas con más de 40 años. “Hay personas que no están asistiendo y por tanto empezaremos a abarcar otros grupos de edades”, dijo. 

El IHSS por su parte ha abierto centros de vacunación en varias clínicas de los 23 municipios donde tiene cobertura, Santa Rosa de Copán y La Ceiba comenzarán con la vacunación en la semana del 7 al 11 de junio.

Para facilitar la compra de vacunas, el gobierno firmó un acuerdo con el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), para que esta entidad negocie de forma directa y sin intermediarios con las farmacéuticas para la obtención de vacunas contra el COVID-19. Pero hasta el momento este convenio no ha arrojado ningún resultado. 

La administración Hernández también anunció con algarabía un acuerdo de compra con la farmacéutica estadounidense Pfizer para la compra de 4. 4 millones de dosis de vacunas, tras el anuncio del gobierno, el gerente de la compañía Bradley Silcox manifestó que la firma del “primer acuerdo” era un importante paso en el proceso de negociación.

Sin embargo, en una entrevista para Radio América el viceministro de salud, Fredy Guillén, manifestó que la negociación estaba finalizada y estaban esperando organizar una calendarización del programa de entrega, pero hasta el momento tampoco han llegado al país vacunas por este acuerdo. 

La escasez de vacunas provocó que siete alcaldes hondureños hicieran una solicitud al gobierno de El Salvador, que fue respondida por el presidente Nayib Bukele y realizó una donación de 34 dosis a los solicitantes. Los primeros días de junio, el mandatario salvadoreño también autorizó ayudas con vacunas para las municipalidades de Nueva Ocotepeque, Choluteca y los cuatro municipios de Islas de la Bahía: Roatán, Utila, Guanaja y José Santos Guardiola.

Una enfermera prepara una dosis de la vacuna Sputnik-V durante una jornada de vacunación en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Tegucigalpa, 19 de mayo de 2021. Foto: Martín Cálix.

El jueves 3 de junio la ministra Alba Consuelo Flores confirmó que Honduras está gestionando la compra de dosis de “Soberana” la vacuna desarrollada por Cuba contra el COVID-19. “Hemos estado formalizando conversaciones, dándole seguimiento al proceso. La Sesal está enviando la solicitud formal al gobierno de Cuba para hacer una reserva”, declaró la funcionaria. 

Mientras Honduras sigue esperando que lleguen vacunas, las muertes por COVID-19 continúan. Al 3 de junio, Honduras tenía 240 382 casos confirmados y 6 415 muertes. En el departamento de Cortés, que ha sido uno de los epicentros de la pandemia, la positividad en las pruebas realizadas se mantiene en 23%. 

En San Pedro Sula, desde enero a la fecha se han procesado 12 183 muestras de COVID-19 y en ese mismo período han muerto 459 sampedranos.  En las últimas cinco semanas, según los especialistas Cortés se encuentra en una meseta. La positividad no ha rebasado el 30%. 

De acuerdo con estadísticas de la Sesal, en Tegucigalpa al 31 de mayo, habían 340 hospitalizados en las salas Covid del Hospital Escuela, Hospital San Felipe, Instituto Cardiopulmonar y Hospital María. En San Pedro Sula había 71 hospitalizados. En todo el país estaban en centros de atención 839, de ellos 67 permanecían luchando por la vida en unidades de cuidados intensivos. 

En el interior del país, el Hospital de Occidente en Santa Rosa de Copán está llegando al 80% de su capacidad. En Danlí, el Hospital Gabriela Alvarado está atendiendo al 106% de su capacidad, en igual circunstancias está el Enrique Aguilar Paz de Intibucá y Hospital San Marcos en Ocotepeque que opera al 105% en su sala covid. La pandemia tiene de rodillas a Honduras, mientras sigue esperando las vacunas.

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