Una renuncia esperada

Un tweet de Juan Jiménez Mayor anunciando su renuncia como vocero de la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad (MACCIH), marcó esta semana un nuevo punto de discusión en la agenda política nacional. Mayor argumentó que su renuncia se debe exclusivamente a diferencias con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, sin embargo también la institucionalidad hondureña cerró poco a poco el camino a las investigaciones por las que la misión existe.

La Maccih fue cuestionada desde su instalación por no “tener dientes”, es decir, no tener un mandato lo suficientemente fuerte como para romper la muralla que representa la institucionalidad hondureña cuando de proteger a los corruptos se trata. Mayor logró trabajar de cerca con el fiscal general Oscar Chinchilla quien además fue cuestionado por ser cercano al presidente Hernández, sin su apoyo la Maccih no pudo haber dado ningún paso en las investigaciones dijo Mayor y aseguró no tener problemas con el presidente Hernández, a pesar que miembros de su partido y allegados a su gobierno habían iniciado una campaña de desprestigio y también de amenazas en su contra.

La Misión seguirá trabajando dijo Mayor, sin embargo otro de sus pilares, el ex procurador de Perú Julio Arbizu renunció también y con otro determinante tweet manifestó su malestar con la secretaría general de la OEA por no respaldar su gestión de lucha contra la corrupción en el país.

“Yo no creo que en la política haya casualidades, y eso siempre lo he dicho, por ejemplo el caso de los diputados que fueron declarados inocentes por la red de corrupción, eso es una acción que genera impunidad”, dijo Mayor en una entrevista a un medio de comunicación capitalino.

Juan Jímenez anunció en diciembre del 2017 la investigación de una red de corrupción en el que diputados y diputadas estaban involucrados en desviar fondos del Estado, entre ellos anunció una investigación por ese mismo caso contra el presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva.

“No he tenido amenazas concretas, pero sí me he dado cuenta que quienes están siendo investigados han pagado una firma auditora para que me investigue, pero les quiero decir a los corruptos que no gasten su dinero, que no encontrarán nada”, dijo Jiménez, días antes de interponer su renuncia.

La MACCIH ha denunciado un pacto de impunidad generado por la aprobación a la Ley de Presupuesto, que limita la investigación contra funcionarios públicos involucrados en desvío de fondos y pagos de sobornos, pero la denuncia ha quedado hasta ahí, porque la secretaría de la OEA no ha hecho nada más e incluso no atendió a Mayor cuando viajó a Estados Unidos para exponer sobre el tema. Pero no solo esta investigación muestra los obstáculos que tuvo la Maccih desde que llegó al país. Mayor comenzó a tocar estructuras intocables en el país al entrar en investigaciones como la red de corrupción en concesionamiento de proyectos como el caso que terminó en el asesinato de Berta Cáceres en el que se involcura claramente la fuerza militar, la élite económica y funcionarios corruptos, o el caso de corrupción trasnacional de Odebrecht en la construcción de una hidroeléctrica que salpicaría a varios gobiernos. Mayor en varias ocasiones mencionó que hubo maniobras por parte de funcionarios para que el caso del IHSS quedara en la impunidad y fue la presión de la Maccih la que no permitió esto. La Maccih desde su instalación exigió la derogación de la Ley de Secretividad y otras piezas del andamiaje legal que no les permite avanzar en las investigaciones.

“Cuando una ley de este tipo es aprobada la gente dice que le han echado un gol a la Maccih, pero no, le han echado un gol al pueblo hondureño a ustedes es a quien están afectando”, dijo Mayor en una conferencia de prensa meses atrás recordando que la Maccih tiene las maletas hechas desde que llegó y que trabajarían hasta donde les dejaran.

Otro de los argumentos de su renuncia, fue que personal de la OEA estaba recibiendo pago de salarios sin estar trabajando en la institución, eso generó un reclamo de Mayor a Almagro a nivel de correos electrónicos. Y además mencionó a la organización no gubernamental Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), que dirige Omar Rivera, actual integrante de la Comisión Depuradora de la Policía Nacional de estar involucrada en un monitoreo de la MACCIH, afirmación que dejó abierta para muchas interpretaciones.

Mayor se refirió en los correos electrónicos a que la contratación de ciertos personajes políticos se podría convertir en malversación de fondos, y que eso sería un escándalo en cualquier país.

Con la renuncia empezaron las valoraciones de diversos sectores políticos. “La renuncia de Mayor es un golpe a la lucha contra la corrupción en el país”, manifestaron en conferencia de prensa autoridades del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA).

Asimismo representantes del Partido Liberal, expresaron su malestar en la decisión de Mayor y denunciaron al gobierno de ser el responsable de generar límites para que él haga su trabajo.

 

“La OEA ha jugado un papel lamentable en esta situación, en este momento deben hablar claramente como el gobierno de Juan Orlando Hernández es el que está involucrado en los sobornos a diputados para que eligieran la Corte Suprema de Justicia, y eso es parte de la investigación de la red de corrupción contra diputados, pero la OEA ha dejado sola a la MACCIH”, valoró inicialmente Salvador Nasralla, excandidato presidencial ante la renuncia de Mayor.

Nasralla dijo que ahora más que nunca en Honduras es urgente tener la presencia de una estructura como la Comisión de Investigación contra la Corrupción y la Impunidad en Guatemala (CICIG), que tenga independencia para investigar y que no deba pedirle al presidente permiso para hacerlo. Esto que pedía el movimiento indignado de 2015 que salió a las calles con antorchas y que se apagó con la llegada de la Maccih.

El viernes pasado en horas de la tarde, un grupo de ciudadanos se movilizó en Tegucigalpa para protestar en solidaridad con Mayor en las oficinas de la MACCIH, la gente llegó acompañada de Nasralla, Manuel Zelaya e incluso los liberales Mauricio Villeda, Luis Zelaya y Edmundo Orellana.

Al final del plantón, la representación de los partidos de oposición se reunieron con Juan Jímenez, a quien le pidieron que no renuncie de su cargo y le dejaron una solicitud escrita con su respaldo al trabajo que han hecho en el país.

Pero todos los políticos aprovecharon el momento para llevar agua a su molino. El presidente Juan Orlando Hernández, durante la ceremonia de ascensos de militares a nivel nacional, expresó su respaldo a Mayor, dijo que esperan que reconsidere su posición, y que sino lo hace ellos seguirán apoyando a quien designe la OEA para sustituir a Mayor en el cargo.

“La renuncia de Juan Jímenez nos muestra de que está hecha la OEA, creo que ya es momento que dejemos de confiar en entes internacionales, que siempre juegan con la voluntad de la gente, y ahora el reto es salir a movilizarnos para que si en el caso que venga otra estructura sea como la de Guatemala, que pueda investigar con independencia, sino debemos seguir en las calles de forma permanente, porque la lucha contra la corrupción es tarea de todos”, dijo un ciudadano que salió a protestar en solidaridad con la MACCIH.

Por el momento los escenarios son inciertos, en los próximos días la OEA deberá nombrar al sustituto de Mayor, mientras eso sucede los propios partidos políticos aprovechan para proponer ante la opinión pública a sus militantes en el cargo.

La decisión de Mayor no sorprende pero genera expectativas en la gente y el reto de volver a encender las antorchas, ese movimiento que generó la llegada de la MACCIH al país.

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