Todos y todas hemos compartido una imagen o “meme” en la que se muestra contenido humorístico y sarcástico sobre las actitudes de jóvenes que poseen características socialmente rechazadas o que se encuentran en situación de riesgo social. Tal es el caso de “Brayan”, “ el Kevin”, y la famosa “Brittany”, máximos ejemplos, de lo que Max Weber llamaría: «tipos no tan ideales».
Los tipos ideales, son una herramienta teórica desarrollada por el sociólogo norteamericano Max Weber, en la que convergen las expectativas y características idóneas que la sociedad espera de los líderes, dirigentes y del resto de individuos en general.
Sin embargo, nunca hemos pensado que estos tres personajes, representan la descomposición y el producto de nuestra estructura social. Según estudios sicológicos realizados por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), todas las manifestaciones o proyecciones hacia estos jóvenes, son formas inconscientes (o muy conscientes) de Bullyng colectivo, a lo que denominamos sujetos anormales socialmente hablando, que traducido al buen y claro español, quiere decir: inadaptados sociales.
Al hablar de “Brayan”, “el Kevin” y la “Brittany”, la sociedad se refiere a desertores escolares, padres o madres a temprana edad, ladrones, y quizás, ridículos o los más temidos en el barrio, colonia o salón de clases. Pero ¿No son esas las características heredadas por el actual sistema de vida a los más “débiles” y desposeídos de la pirámide social?
En Honduras hasta 2015 se estimaba que alrededor de 10 mil niños viven en la calle, según la organización no gubernamental Casa Alianza. Niños y niñas abandonados. El Brayan, el Kevin y la Brithany, son el resultado de los errores intencionales del actual y deshumanizado sistema económico en el que vivimos.
Según el Dr. Antonio Andrés Pueyo en su investigación “Violencia juvenil: realidad actual y factores psicológicos implicados”, el Bullyng representa el estilo de vida de nuestra sociedad, altamente estresada y poco sensata para con los demás. Así mismo, resalta la importancia existente en el papel social del Estado en la prevención de todas y cada una de las manifestaciones de violencia psicológica contra los chicos y chicas denominados “antisociales”.
Antes de volver a compartir otra imagen de ese tipo, pensemos en las verdaderas causas de la existencia de niños y niñas con esas «cualidades», y tomemos en cuenta la lista de factores que contribuyen al surgimiento de nuevos individuos que justifiquen de cierta forma, sus risas en esta red social.
2 comentarios en “El Brayan, el Kevin y la Brithany; desde una perspectiva sociológica”
Disculpa cuando dices que Max weber es norteamericano estás equivocado. Su nacionalidad fue Alemana
Parte de la violencia a traves de la burla hacía los “antisociales”, esta basada en el miedo. El miedo puede ser algo irracional, como temerle a los payasos, o un miedo mas racional como temerle a las serpientes y arañas.
En este caso, el miedo tiene como base los hechos delictivos que parecen estar en aumento desde los últimos 15 años (mas o menos).
Si le preguntamos a un adulto mayor, seguro el nos dirá que en su barrio había alguien peligroso “un loquito” con el que mejor no meterse. Hoy día, nosotros no sabríamos decir cuantos hay en nuestra cuadra.
Sin embargo es verdad que porque uno sea de una clase social en riesgo, no significa que sea un delincuente, hay que decir que el humano creció identificando patrones: si tiene 8 patas y 8 ojos es una araña y hace daño o mata, si es alargado tiene con escamas y sin patas es una serpiente hace daño o mata. Puede que no todas las especies de los seres antes descriptos sean un riesgo para el humano, pero la experiencia con una mascota muerta, un niño postrado, o un miembro amputado, sean suficientes para saber que bichos de esas características es mejor temer antes que dudar de si es amistoso o no.
Con los “Brayans”, “Kevins”, “Brandons” pasa algo similar. El entorno en el que viven debe condicionar de alguna forma la forma de actuar y vestir (no dejamos de ser animales sociales solo por ser de clases sociales diferentes), y eso no sería un problema perse, ni para ellos ni para nosotros. Si no fuera porque todos tenemos un conocido, amigo, familiar, o uno mismo que fue abordado con un arma en la calle por alguien con pantalones y campera deportiva, con zapatillas vistosas para correr, con vicera de sol, hablando despectivamente hacía el agredido mientras sustrae sus pertenencias, en algunos casos hiriendolo a bases de golpes, disparos o apuñalamientos y en algunos casos ocasionando su muerte. Ya sea en la calle, vereda, comercio, establecimiento escolar o en la propia casa. Sin emportar edad o sexo. Si los comentarios de otros, o experiencia propia no es suficiente, fotos en los diarios, noticieros, comunicaciones radiales donde se detallan nuevos casos delictivos ratifican este patron de vestimenta y comportamiento. Cuando finalmente un delincuente cae en un enfrentamiento armado contra policias, se suele pasar fotos personales con sus amistades y familiares, donde no solo se ve tambine que comparten sus características mas visibles, sino que sus dichos no suelen lamentar el estilo de vida del malviviente como culpable de su deceso, de alguna forma dejando en evidencia que ese estilo es algo normal en su vida cotidiana.
A pesar de saber que no todo joven que vive en la pobreza y viste ropa deportiva es un delincuente, el miedo es instintivo y basta solo conocer el patron para que se dispare. Y el que diga lo contrario, que diga si alguién vez no sintió el corazon detenerse, al ver como 2 jovenes subidos en una moto se acercan a él cruzando la calle en contra mano.