El breaking: de las calles a las olimpiadas
En 2010, no teníamos dónde practicar nuestra pasión: el breaking. Entrenábamos en cualquier acera de los vecinos o incluso el pavimento, a veces en casas que habían sido abandonadas por familias desplazadas de manera forzosa en el sector Chamelecón de San Pedro Sula.
Cortina de humo
De niña recuerdo a Tegucigalpa un poco más verde y fresca; hoy, veinte años después, está maquillada con tonos grises y líneas amarillas con las que señalizan calles y puentes.
La ciudad de la furia al volante
No pude dejar de sentir un sudor frío en mi cuerpo y una sensación de pesadez, como si me cubrieran con una bolsa oscura grande desde la cabeza a los pies, asfixiando mi respiración y estrujando mis pulmones, sintiendo los latidos de mi corazón y creando un hueco en mi estómago; podría ser un golpe de calor infernal.
Zapatos en la calle
Eran las cinco de la tarde y estaba por salir del edificio donde trabajo. Tenía planeado regresar a la casa donde me estoy quedando por algunos días mientras trabajo en Tegucigalpa. En un domingo sin tráfico estaría ahí en cinco minutos, pero era viernes y, por supuesto, el tráfico era infernal.
«Good vibes»
«Solo buenas vibras hoy», dice la camiseta que escogí ponerme esta mañana, justo después del amargo amanecer.
Una advertencia grave para los arrecifes hondureños
El cambio climático ya está empujando los arrecifes coralinos de Honduras a sus límites.