Arte
El gozo en el pozo (solo para nictálopes)
La señora Danielou amaba a su loquito como a cosa ninguna en el mundo. Por eso, cuando cayó en el pozo agradeció que fuera él quien bajara a ayudarla.
—¡La señora cayó al pozo!
—¡Noo! ¡Dios!
La señora Danielou amaba a su loquito como a cosa ninguna en el mundo. Por eso, cuando cayó en el pozo agradeció que fuera él quien bajara a ayudarla.
—¡La señora cayó al pozo!
—¡Noo! ¡Dios!
A menos que se especifique lo contrario, los contenidos de esta página están licenciados bajo una Licencia de Producción de Pares.