Un grupo de activistas de la Colectiva de Mujeres Hondureñas (Codemuh) realizó un plantón en los bajos del Congreso Nacional para exigir que se apruebe un proyecto de ley que trata de la prevención de enfermedades provocadas por la actividad laboral. La propuesta tiene más de un año en el hemiciclo. Mientras tanto, las centrales obreras piden que se incluya al sector sindical en las discusiones sobre la Ley.
Texto: Allan Bu
Con reportes de Luis Escalante
Fotografías: Luis Escalante
El 10 de diciembre, la Colectiva de Mujeres Hondureñas (Codemuh) realizó plantones frente a las oficinas del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) en el Barrio Abajo y en los bajos del Congreso Nacional en Tegucigalpa, para exigir que se reconozcan algunos derechos negados a la población trabajadora de la maquila, y a los trabajadores en general.
María Luis Regalado, coordinadora de la Codemuh, explicó a Contracorriente que esta organización tiene más de 30 años luchando en temas del trabajo y salud ante las autoridades, «pero muy poco han escuchado». Y añadió que la protesta fue también porque el IHSS ha abandonado a sus afiliados en la zona norte, sobre todo a quienes trabajan en la maquila, en donde cubren extensas jornadas que son ilegales y acaban causando graves problemas a la población obrera.
Las enfermedades tienen que ser dictaminadas y certificadas por el IHSS, y es ahí donde Regalado ve uno de los primeros inconvenientes. «El problema es que el IHSS en San Pedro Sula tiene esas comisiones [de dictamen] incompletas. La Comisión de Riesgos Profesionales ni siquiera tiene secretaria, la Comisión de Invalidez solo tiene tres miembros de cinco que deberían estar, si uno se va de vacaciones no hay dictámenes porque se queda sin quórum», dijo.
Contó que la máquina para hacer resonancias magnéticas tiene más de cinco años de estar dañada y no se ha reparado, ni comprado otra. «Si no hay resonancia magnética, no hay dictámenes de calificación. Les dicen a las trabajadoras que se las hagan en lugares privados. y eso cuesta de ocho mil a doce mil lempiras», declaró.
Añadió que las trabajadoras, cuando ya tienen esos dictámenes médicos, reciben una pensión que puede ir de 1,500 a 2,500 lempiras: «Eso no alcanza ni siquiera para sobrevivir», sostuvo.
También aseguró que las empresas maquiladoras cierran, pero no se van del país, y en realidad lo que quieren es «deshacerse de una población con antigüedad laboral y otra que ya tiene daños en su salud y la única forma de echarlos a la calle es cerrando operaciones.
Luego volverán a abrir fábricas y van a contratar personas jóvenes que no tienen problemas», afirmó.
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Estas son las razones de la protesta en los bajos del Congreso Nacional, donde las activistas de Codemuh exigieron la aprobación de la Ley de Salud en el Trabajo, una propuesta nacida en la organización que encabeza Regalado, que pretende el reconocimiento de 242 enfermedades profesionales.
«Ellos [el personal joven recién contratado] correrán el mismo riesgo de las personas que están saliendo ahorita, si el Estado hondureño no define las políticas públicas relacionadas a la atención a la salud. Por eso tenemos una propuesta de Ley de Salud en el Trabajo, que si el Congreso la aprueba sería una ventaja para la población trabajadora en general, no solo para obreras de maquila. Aquí lo que se necesita es trabajar la prevención de daños y luego una atención de calidad a aquellos que ya tienen enfermedades profesionales», dijo Regalado.
Explicó que este proyecto de ley engavetado en el Congreso Nacional es importante porque es una herramienta totalmente preventiva, que hasta ahora no se encuentra en el marco laboral existente en el país y, por otro lado, en la ley también incorpora el enfoque de género: «El Código actual fue aprobado en 1959, cuando no existía maquila, no existía tecnología y otros rubros de hoy. Ahí solo hay enfermedades de cuando solo existía la agroindustria. Solo tiene [contempladas] 44 enfermedades; nosotros estamos aumentando 198 enfermedades más, para hacer un total de 242».
Añadió que en esa misma ley se está incorporando un artículo para que a las mujeres embarazadas y que desarrollen su trabajo en condiciones de riesgo, como es el caso de las que trabajan en la maquila, se les cambie de puesto de trabajo y se les rebajen las metas de producción, por lo menos en un 40 %.
Centrales obreras piden que se les incluya en la discusión
El secretario general de la Central General de Trabajadores (CGT), Daniel Durón, mencionó en entrevista con Contracorriente que el tema de salud ocupacional no es nuevo, y está contemplado en un capítulo del Código del Trabajo (título V, capítulo lll) en referencia a riesgos ocupacionales. «Lo que se pretende hacer es que se contemplen nuevas enfermedades, el tema de las pandemias y ahora con esto del teletrabajo, la idea es actualizarlo», sostuvo.
Reconoció que no hay regulación respecto al tema de salud ocupacional más allá del Código de Trabajo y lo que dice la ley del IHSS en función de riesgos específicos. «No tenemos una legislación abierta que pueda incluir nuevas regulaciones en función de las nuevas realidades del trabajo. Hay nuevas exposiciones y estamos atrasados con eso, y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) nos está urgiendo en este tema de salud ocupacional», manifestó.
Durón señaló que en el Congreso Nacional hay tres o cuatro proyectos de ley de alto interés social que no se han llevado a discusión, entre ellos el Convenio 187 que trata del trabajo doméstico, el Convenio 190 en referencia a la violencia y acoso laboral, y uno más que trata de los empleados públicos. Por último, pero no menos importante, contó que el nuevo Código Procesal Laboral fue discutido por el sector privado, la Corte Suprema de Justicia y el Gobierno hace unos nueve años, y sigue en el Congreso.
Sobre la posición de las centrales obreras, en este caso la CGT, respecto a la aprobación de la Ley de Salud en el Trabajo, Durón manifestó que es importante la participación de las organizaciones obreras: «Es importante que se incluyan a las asociaciones sindicales, estas son buenas acciones, pero es importante que se incorpore a las organizaciones constituidas del sector sindical, que son la representación básica».
«Sería bien interesante manejar una agenda inclusiva con la participación de todos los sectores beneficiados o afectados con este tema de la salud ocupacional», añadió.
Pese a que nunca mencionó estar de acuerdo con la propuesta nacida de la Codemuh, el dirigente sindical reconoció que nadie debería oponerse a que se revisen los riesgos de salud de un obrero en el trabajo, «¿Quién se opone?, usted debe saber», dijo, y luego elevó la voz para aseverar en tono enfático: «Pero los que menos nos oponemos y lo impulsamos, somos nosotros, porque somos los grandes afectados. Humanitariamente no debería existir oposición. En temas de reivindicación no deberían tener oposición, obviamente existe y la hay por intereses», aseguró.
María Luisa Regalado afirmó que desde la organización que coordina se invitó a varios líderes sindicales, incluido Daniel Durón, para dar a conocer la ley, pero las convocatorias no fueron atendidas.
Afirmó que esperan que en el Congreso agilicen la discusión de la ley. El martes 10, los diputados de la comisión encargada, de la que forman parte Bartolo Fuentes, periodista ligado al trabajo en la maquila, y Juan Barahona, líder sindical, les dijeron que están esperando las opiniones no vinculantes de la Corte Suprema de Justicia, la Secretaría del Trabajo y la Secretaría de Salud. La lentitud en el hemiciclo legislativo hace más grave un problema que, según un estudio de la Codemuh y la Universidad Metropolitana de México, puede afectar a un 66 % de la población obrera en la maquila.