Por José Zelaya
En Honduras existe un registro de tres antologías nacionales de minificción y una interinstitucional. Por lo que es importante indagar en los trabajos que se han realizado a lo largo de los años, con el propósito de visibilizar los escritos de diversos autores hondureños relevantes al género breve y reconocer la ardua labor de los compiladores por contribuir en los cimientos de la minificción hondureña.
La primera antología del microrrelato en Honduras: La vida breve, compilada por la investigadora Helen Umaña, publicada por la Editorial Letra Negra en 2006, está compuesta en tres apartados. En el primero, Una opción breve para vivir, se anuncia y explica conceptualmente las bases del microrrelato, sus características y un recorrido por la narrativa breve hondureña, con una corta descripción de los autores y su contribución al microrrelato hondureño. En el segundo apartado, La oralidad breve: los trazos de nuestra memoria, Umaña, recoge tres historias breves originarias de la etnia lenca, garífuna y tawahka, creando una perspectiva de la tradición oral desde los pueblos indígenas. El último y más importante apartado: Los fundamentos de microrrelato en Honduras, incluye setenta y tres microrrelatos de diferentes autores, entre ellos Juan Ramón Molina, Froylán Turcios, Mercedes Laínes de Blanco, Clementina Suárez, Óscar Acosta, Eduardo Bähr, José Adán Castelar, Teófilo Trejo, Julio Escoto, Marta Susana Prieto, Armando García, Jorge Medina García, Daniel Callejas, Roberto Castillo, Rocío Tábora, Nelson Merren, Ana María Alemán, Débora Ramos, Mónica Romero Lepe, entre otros.
Gran parte de los autores mencionados anteriormente, integran la antología con una a cuatro minificciones. En esta primera muestra de microrrelatos, no existe una extensión determinada de los textos. Sin embargo, el microrrelato más extenso en el libro es Curada, de Mercedes Laínes de Blanco, que posee dos cuartillas, y el más breve Profesor escolástico de Daniel Callejas, compuesto por ocho palabras, considerado como un «cuento súbito». Para Umaña no existe una cantidad exacta de palabras en una minificción, no parece preocuparse por los límites de la brevedad que muchos académicos establecen en cuanto al género, lo que le permite tener textos con mayor variedad en su compilación.
La vida breve: Antología del microrrelato en Honduras (2006), es un primer acercamiento a la narrativa breve hondureña, mapa indispensable para conocer los bosquejos y dimensiones cronológicas del microrrelato en Honduras. Esta compilación retoma textos breves de la literatura hondureña que no habían sido considerados como minificciones. Se ahonda desde una visión teórica en el estudio de los textos y plantea un primer panorama de la literatura breve en Honduras.
En 2007, Víctor Manuel Ramos publica en la Editorial Girándula La minificción en Honduras, donde el doctor Lauro Zavala le propone preparar una antología de minificción, patrocinada por la Universidad de Bogotá. El libro comprende cincuenta minificciones, cuyos textos no sobrepasan las doscientas palabras. Integrado por treinta y cinco autores: Froylan Turcios, Óscar Acosta, Héctor Bermúdez Milla, Eva Thais, Pompeyo del Valle, Víctor Manuel Ramos, Ernesto Bondy, Jorge Luis Oviedo, Nery Alexis Gaitán, Rocío Tabora, Javier Vindel, Marcos Carías Chaverri, Lourdes Núñez Ortíz, Débora Ramos, Julio César Anariba, Mónica Romero Lepe, entre otros.
La compilación realizada por Ramos, viene a consolidar las bases de la minificción en Honduras, se destaca por seguir una estructura de brevedad definida en los textos. A su vez, se agregan autores que son esenciales en el margen de la minificción hondureña, que no fueron considerados en la antología publicada en el 2006. Entre ellos Eva Thais (primera hondureña en publicar un libro de minificción), Samuel Trigueros (ganador del primer lugar del concurso de cuento súbito, organizado por la Revista imaginación en 1991) y Pompeyo del Valle, que para ese entonces, ya se apreciaban minificciones en sus libros Los hombres verdes de Hula (1985) y Retrato de un niño ausente (1999). Tampoco se incluyó a Víctor Manuel Ramos, quien posee dos libros publicados: Acuario (1991) y Monsieur Hérisson y otros cuentos (2001).
La revista Imaginación, juega un papel importante en las antologías anteriores, ya que ambas recaban minificciones (según el mismo registro antológico) publicadas en los números 10 y 12, entre los años 1991 y 1992. Los autores que publicaron textos en la revista, fueron: Débora Ramos, Javier Vindel, Rafael Valladares Ríos, Lourdes A. Núñez Ortíz, Samuel Trigueros, Julio César Pineda, Luis Antonio Núñez Duarte y Gustavo Fernández Zúñiga. La revista sirvió como medio de difusión para estos textos por varios años, como lo fue la revista El cuento en México, que aparece por primera vez en junio de 1939. (Armando Pereira, Albarrán, Rosado, & Tornero, 2018).
Catorce años después, se publica El baile del Dinosaurio: Antología de minificción hondureña, por la Editorial Eccos (2021), en versión digital, compilada por Elisa Logan y José Zelaya. El libro recoge veintiún autores de minificción, surge en homenaje al escritor Augusto Monterroso por su natalicio, haciendo alusión a su texto más breve El dinosaurio. Integrado por cincuenta y nueve minificciones con una extensión menor a cuatrocientos cinco palabras. Esta antología es una visión renovada de la minificción hondureña y tiene como propósito posicionar a la literatura brevísima en el contexto actual. Un punto a destacar, es la repetición de autores en al menos dos de las tres antologías nacionales de minificción.
Por último, es indispensable resaltar el libro Eureka (2021), una antología de microcuentos y cuentos de ciencia ficción publicada por la Universidad Tecnológica Centroamericana (Unitec), resultado de un taller en 2019 dirigido por el escritor chileno Diego Muñoz Valenzuela, cuyo propósito fue incentivar a la creación literaria de la escritura breve en estudiantes y docentes de dicha universidad. Posteriormente, se desarrolló un concurso que finalizó en la selección de veinte microcuentos y veintidós cuentos que conforman el libro. Esta publicación contó con la asesoría del Grupo de investigación Filológica de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), como apoyo a la iniciativa.
Las tres antologías de minificción marcan un avance en la literatura brevísima en Honduras, muestran que el panorama de la minificción hondureña requiere de reflexión teórica y mayor interés por parte de los académicos hondureños. Las compilaciones de minificción tienen dos funciones: la difusión del material literario y abrir brecha hacia el microcanon (Boccuti, 2018), que en el caso de Honduras, aún se encuentra en construcción.
Bibliografía
Armando Pereira, Albarrán, C., Rosado, J. A., & Tornero, A. (24 de septiembre de 2018). Enciclopedia de la literatura en México. Obtenido de Enciclopedía de la literatura en México: http://www.elem.mx/institucion/datos/1799
Boccuti, A. (Mayo de 2018). La microficción en las antologías: un balance crítico. Microtextualidades: Revista Internacional de microrrelato y minificción, 3, 1-18. Obtenido de https://core.ac.uk/download/pdf/302256737.pdf
Logan, E., & Zelaya, J. (2021). El baile del dinosaurio: Antología de minificción hondureña (1 ed.). Tegucigalpa, Honduras : Editorial Eccos.
Ramos, V. M. (2007). La minificción en Honduras. Tegucigalpa, Honduras: Girándula.
Umaña, H. (2006). La vida breve: Antología del microrrelato en Honduras. Ciudad de Guatemala, Guatemala: Letra Negra .
Unitec. (2020). EUREKA: Antología de microcuentos y cuentos (1 ed.). Tegucigalpa, Honduras: UNITEC. Obtenido de https://www.letrasdechile.cl/home/images/pdf/Eureka-Libro-de-Cuentos-y-Microcuentos-de-Ciencia-y-Ficcion.pdf